Literatura


La vida es sueño; Calderón de la Barca


tabla de contenido


INTRODUCCIÓN

Los objetivos que nos han llevado a la realización de este trabajo son varios.

En primer lugar, esta actividad está incluida dentro de la programación dirigida a los alumnos del primer curso de bachillerato. Y éste es el principal objetivo de su realización.

En segundo lugar, este trabajo nos va a ayudar a perfeccionar y saber utilizar con soltura los “medios tecnológicos” que ya hemos utilizado en el anterior trabajo. No sólo en el área de lengua, sino en cualquier otra área; así podremos manejar mejor el modelo de trabajo que en el anterior trabajo hemos utilizado para su realización.

Por otra parte, otro objetivo cumplido ha sido, que hemos aprendido a trabajar la lectura comprensiva y analítica de un texto dialogado. No sólo hemos leído por el placer que nos causa la lectura amena y agradable de un buen libro, también hemos atendiendo varios aspectos: el tiempo, el espacio, los personajes, la acción, etc. Todos estos aspectos tan necesarios para una buena comprensión lectora están analizados en el cuerpo del trabajo.

Por otro lado, también nos ha servido para aprender a conseguir información a partir de los nuevos medios de comunicación, como Internet. Y saber cómo aplicar esa información precisa a nuestra actividad, pues los medios tecnológicos, de los cuales disponemos, son una fuente inagotable de información.

La realización de este trabajo nos ha ayudado a entresacar lo más importante de dicha información recogida, seleccionarla y aplicarla a nuestro objetivo, en este caso concreto, todo lo que versa alrededor del libro: La vida es sueño.

Y como objetivo final, mencionar que la correcta realización de todos los aspectos exigidos en el trabajo nos ha enriquecido personal y académicamente y que todo el esfuerzo efectuado a lo largo del tiempo que hemos empleado en la ejecución del mismo, nos ayudará a aprobar esta actividad.

&


capítulo i: la acción

1.- jornada primera.

Rosaura corría detrás de su caballo desbocado desde lo alto de un monte. Llegó a Polonia disfrazada de varón y en compañía de su criado, Clarín. Desesperada y perdida, junto con Clarín alcanza hasta un castillo donde se refugió.

Encadenado y vestido con pieles estaba Segismundo, quejándose de su desdicha como prisionero. Sorprendido, descubrió a Rosaura, aún disfrazada de varón, y a Clarín. Segismundo quería matarlos porque habían escuchado sus lamentos, pero no lo hizo, pues al mirar a Rosaura algo lo retiene.

Cuando Rosaura iba a descubrir a Segismundo quién era, una voz la detiene. Era Clotaldo. El responsable de la torre donde estaba Segismundo preso. El rey había prohibido que nadie entrara en la torre, bajo pena de muerte.

Clotaldo desarmó a los forasteros para matarlos y encierra de nuevo a Segismundo. Cuando Rosaura le dio su espada a Clotaldo, éste se sorprendió; estaba desconcertado. Esa espada pertenecía al mismísimo Clotaldo. Tuvo una relación con una mujer hermosa llamada Violante, a quien dio esa espada para que ésta se la diera al hijo que nacería de esa relación, y así podría reconocerlo Clotaldo cuando llegara a Polonia.

Clotaldo no dijo nada a Rosaura; la joven le dijo que quien le había dado la espada le había dicho que preguntara por la corte de Polonia por el dueño. Sin saberlo, Rosaura había encontrado a su padre. Con esa espada, Rosaura se vengaría de una deshonra que sufrió.

El hombre no sabía qué hacer y se lamentaba de su situación. Si llevaba a aquel presunto joven ante el rey, éste lo mataría por haber infringido la ley. Si ocurría esto, no diría que era su hijo para no deshonrarse; pero si por el contrario lo perdonaba, sí lo diría pues sería una prueba de valentía por parte de su hijo.

Mientras, en el palacio real, los sobrinos del rey Basilio, Astolfo, duque de Moscovia, y Estrella esperaban a que el rey les dijera quién sería su heredero.

La mujer de Basilio había muerto sin darle un heredero, o al menos eso creían todos. Los remordimientos de culpabilidad de Basilio le hicieron revelar un grave secreto que llevaba guardando muchos años, pero que contaría a sus sobrinos.

Basilio era un hombre muy sabio y lo que más le gustaba era la astrología y predecir a través de los astros el futuro. Un día, éstos le indicaron que el hijo que tendría traería el fin a su imperio, si llegaba a reinar; nacería trayendo grandes infortunios.

El día del parto, la madre murió; Basilio, para evitar las predicciones, encerró a su hijo Segismundo en una torre muy apartada en el campo. A los súbditos les dijo que el niño había nacido muerto y encargó a Clotaldo, su fiel sirviente, que sólo él lo cuidase, hablase y viese. Si alguien se acercaba a la torre-prisión, sería ejecutado.

El rey daría una oportunidad a Segismundo, para ver si podría ser rey, ya que le correspondía por derecho. Si se comportaba sosegadamente después de tantos años de encierro, reinaría. Pero si actuaba violenta y agresivamente, sería devuelto a la prisión y en ese caso reinarían juntos Estrella y Astolfo mediante un matrimonio.

Los sobrinos se fueron para dejar paso a Clotaldo, que llega en compañía de Rosaura y Clarín. Clotaldo le contó a su señor que aquellos dos forasteros habían incumplido la ley pues había entrado en la torre. El rey, como ya había revelado ante sus sobrinos la existencia de Segismundo, perdonó a Rosaura y a Clarín, y los dejó allí.

Rosaura agradece a Clotaldo lo sucedido. El caballero pide a Rosaura que le cuente por qué estaba deshonrada. Rosaura, sin saber aún que era su padre, le cuenta que Astolfo la había deshonrado, y haciéndole ver que era una chica se marcha. Como padre suyo, Clotaldo debería vengar esa deshonra, pero no podía hacerlo. Podría suceder que Astolfo se convirtiera algún día en el nuevo soberano y ¿cómo iba a desafiar a su rey? No podía hacerlo.

2.- jornada segunda.

Las órdenes que el rey había dado estaban cumplidas. Clotaldo había dormido a Segismundo con una poción de hierbas adormideras. Después lo trasladaron a palacio y lo dejaron durmiendo en la habitación de Basilio. El rey lo había querido así para que no se enterase violentamente de que era príncipe pero que su propio padre lo había encerrado. Así creería que todo lo anterior ocurrido era un sueño.

El rey Basilio dejó que Clotaldo se lo contase él a Segismundo y abandonó la sala. Entre tanto, Clarín, burlonamente como siempre, se lamentaba que todos se ocupaban de Rosaura, pero a él nadie le hacía caso. Rosaura, para vengarse de Astolfo había entrado en la corte como dama al servicio de Estrella.

De repente Segismundo, seguido de criados y músicos, entró a la sala donde se encontraban Clarín y Clotaldo, muy asombrado por todo lo que veía. Clotaldo le contó que era príncipe heredero y Segismundo reaccionó violentamente.

Le habían negado el vivir de aquella forma, como un príncipe, y no como un prisionero desgraciado. Segismundo consideraba una traición lo que habían hecho con él, encerrarlo sin razón. Culpaba a Clotaldo de lo sucedido, pues, aunque obedeciendo al rey, no debería haber actuado así con él.

En medio del enfado, entró Astolfo que acabó discutiendo con Segismundo, pero al ver a Estrella, Segismundo se quedó asombrado por su belleza. Quería besarle la mano como muestra de cortesía, pero uno de los criados lo detiene porque no debía hacerlo y menos delante de Astolfo. Segismundo mandó callar al criado y lo amenazó con tirarle por el balcón si no lo hacía. El criado, confiando en que la brutalidad de Segismundo no llegaría a tal extremo, lo desafió diciendo que no podía hacerlo. Segismundo, agresivamente, cogió al criado y con todos detrás lo tiró al mar por el balcón.

Astolfo se fue y después entró el rey, indignado por el homicidio que acababa de cometer el salvaje de su hijo. Él esperaba abrazarlo como a un príncipe heredero y no como a un vulgar animal.

A Segismundo no le importaba como lo recibiese aquel hombre. A él le indignaba lo que le había hecho Basilio: arrebatarle el derecho de ser príncipe. El rey Basilio, marchándose, le advirtió que si no se comportaba humildemente, despertaría de aquel sueño.

Rosaura hizo acto de presencia en la sala, pero ya vestida de mujer. Evitaba encontrarse con Astolfo; en vez de eso, a topado con Segismundo que creyó reconocer en ella a aquel individuo que entró en su torre. Rosaura también lo reconoció, pero para disimular, le dijo que sólo era la dama de Estrella.

Segismundo necesitaba que Rosaura le contara la verdad para saber si todo era un sueño o no. Entre tanto, Clotaldo en la sala advertía a Segismundo que si quería reinar, debía comportarse. Segismundo se había puesto violento con Rosaura y Clotaldo se puso en medio.

El príncipe desenvainó su espada y Clotaldo la retuvo. Rosaura, asustada, pidió ayuda y acudió Astolfo interponiéndose entre los dos y salvando la vida a Clotaldo. Cuando Astolfo y Segismundo comenzaron a pelear, entraron Estrella y el rey impidiéndolo. La falta de respeto que Segismundo había tenido con todos y con el rey era tal que Basilio ordenó que fuese llevado de nuevo a la prisión para acabar con aquel sueño.

Sólo quedaron en la sala Astolfo y Estrella. Astolfo se había quitado el retrato de Rosaura que llevaba colgado para seguir embelesando a Estrella. Pero ésta rehuía porque quería a otra mujer y prueba de ello era el retrato. Astolfo prometió a Estrella que si le daba el retrato se casaría con ella, y fue a buscarlo.

Rosaura estaba escuchando la conversación. Estrella llamó a Astrea, que así se hacía llamar Rosaura, y la encargó que recogiera el retrato que Astolfo le daría. Cuando llegó Astolfo, se sorprende al verla, y aunque Rosaura intentaba disimular, no engañaba a Astolfo. Rosaura intentó quitar a Astolfo el retrato, pero era en vano.

Cuando apareció Estrella, Rosaura le explicó que ella llevaba su retrato y como Astolfo no quería entregarla el otro retrato, le quitó a Rosaura el suyo para entregárselo a Estrella. Cuando Rosaura se marchó, Estrella le pidió el retrato a Astolfo y al no dárselo éste, Estrella lo rechazó.

Segismundo ya estaba en la prisión encadenado y con sus pieles. Clotaldo y los dos criados lo llevaron allí de nuevo con Clarín, que también sería encarcelado por conocer el secreto del rey. Segismundo, en sueños, hablaba de vengarse de Clotaldo y Basilio.

El rey llegó a la prisión cubierto para ver a Segismundo. Cuando éste se despertó confuso, el rey se ocultó. Segismundo le contó todo lo que supuestamente había soñado a Clotaldo. Tanto el rey como Clotaldo se marcharon de la torre y dejaron solo a Segismundo lamentándose de que la vida entera era un sueño.

3.- jornada tercera.

El pueblo se había enterado de la existencia de un príncipe heredero legítimo a la corona. No querían a Astolfo, un extranjero, como nuevo rey. Entraron en la torre y confundieron a Clarín, que estaba encerrado, con Segismundo. Cuando llegó Segismundo, uno de los soldados le explicó que el pueblo no quería a Astolfo como rey, sino a él. Debía ocupar su puesto en la corona y ellos le ayudarían a hacerlo con las armas.

Segismundo creía que todavía estaba soñando, y decidió soñar. Por el alboroto, llegó Clotaldo; Segismundo, que ya se había dado cuenta de todo, perdonó a Clotaldo, pues él sólo obedecía órdenes. Sin embargo, estaba dispuesto a enfrentarse al rey en una batalla, aunque Clotaldo siguiera apoyando al soberano.

Mientras, Astolfo seguía empeñado en su victoria para convertirse en el nuevo rey; Basilio se había dado cuenta de que con ese enfrentamiento, sería él y no su hijo quien traería la desgracia para su imperio. Clotaldo apareció y le contó al rey todo lo sucedido en la torre, así que Basilio decidió parar a su hijo.

Rosaura seguía empeñada en remediar su honor. Y cuando se quedó a solas con Clotaldo, le pidió que matara a Astolfo por el desagravio y porque le debía hacer como padre suyo, pues ya sabía que era hija de suya. Pero Astolfo le había salvado la vida en el enfrentamiento con Segismundo. No sabía qué hacer; la única solución que encontró para remediar el mal de su hija y no ser a la vez desagradecido con Astolfo, era meter a Rosaura en un convento. Pero Rosaura no quería.

Segismundo y Clarín se encontraban en el campo de batalla cuando apareció Rosaura vestida de mujer pero empuñando armas. La muchacha le contó quién era en realidad a Segismundo. Clotaldo había engañado a su madre con falsas promesas de matrimonio que no cumpliría y la deshonró. De ese engaño nació Rosaura y con quien la historia se repetiría de nuevo pero con Astolfo.

Al llegar a Polonia y convertirse en la dama de Estrella, pudo impedir en muchas ocasiones que Astolfo y Estrella se casaran, a pesar de que Clotaldo anhelaba ese matrimonio. Rosaura había llegado al frente para ayudar a Segismundo y para reparar su honor; y se quedó esperando una respuesta por parte de Segismundo. Pero Segismundo no le contestó nada para poder ayudarla y así no haría la muchacha nada.

Clarín, se ocultaba del frente para evitar ser herido, pero fatídicamente cae herido de gravedad y muere a los pies de Basilio, Astolfo y Clotaldo. Con esta muerte, Basilio ha comprendido que no se puede alterar la voluntad de Dios ni de los demás hombres. Cuando Astolfo y Clotaldo intentaban hacerle cambiar de opinión, apareció Segismundo con su compañía.

Segismundo quería apresar al rey por la traición que había cometido con él. Pero el rey no huyó y, reconociendo su derrota, nombró príncipe heredero a su hijo. Segismundo no arrestó a su padre, al contrario, lo perdonó. Mandó que Rosaura se casara con Astolfo y así remediaría su honor y la ayudaría como ella le había pedido anteriormente.

Astolfo no estaba de acuerdo con ese matrimonio, pues Rosaura, porque ella era una simple dama y no era de su condición. Pero Clotaldo intervino y confesó que Rosaura era su hija. Así, los dos quedaban igualados a la misma condición y Astolfo aceptó el matrimonio. Segismundo también dispuso que Estrella se casara con él; a Clotaldo lo aceptó con honores como su amigo y como amigo fiel que había sido de su padre.

El príncipe había cambiado todo su carácter pues había comprendido que si no lo hacía no reinaría. Ahora era prudente, discreto y tomaba sabias decisiones. Todo esto cambió en él, pasar de ser un salvaje a convertirse en un príncipe heredero de la corona de Polonia. Pero si algún día despertaba de ese sueño de nuevo en la prisión donde había pasado toda su vida, por lo menos habría aprovechado de esa manera todo el sueño.

capítulo ii: los personajes

Las acciones que tienen lugar en los textos dialogados son realizadas por unos personajes. Al prescindir de un narrador en los textos dialogados, son los personajes los que mediante sus diálogos y monólogos nos van revelando toda la trama y todos sus pensamientos e intenciones.

Los personajes normalmente tienen carácter humano, aunque esto no quiere decir que esta función no pueda ser realizada por un animal o una cosa. En este caso, todos los personajes que aparecen en la obra de Calderón serán personajes humanos.

Podemos distinguir varias clases de personajes atendiendo a distintos criterios: su función y su caracterización.

1.- Clasificación según su grado de participación en la historia.

Esta primera clasificación hace referencia a la función del personaje en el relato como uno de los principales, como uno secundario o simplemente como un personaje fugaz.

La función de un personaje es la relación que mantiene con los otros, con la acción del relato, con el resto de los elementos del hecho teatral y con el sentido global del texto. Podemos distinguir las siguientes clases de personajes:

1.1.- personajes nucleares.

Son los personajes principales del relato y entorno a ellos gira los acontecimientos. Puede tratarse de un grupo, de una familia, de una ciudad, una realidad social, es decir, de un protagonista colectivo, o de un individuo.

Sobre estos personajes nucleares se centra la acción. Él provoca o sufre los acontecimientos que van sucediendo en el relato.

En la obra La vida es sueño, hay dos acciones; la principal que gira entorno a Segismundo y la consecución del trono. La acción secundaria es la que desempeña el papel de Rosaura, la restauración de su honor. Sin embargo esta acción se subordina de la principal y se establece en un segundo término. Por Lo tanto, Rosaura no desempeña el papel de personaje nuclear.

El personaje principal por excelencia es Segismundo, ya que todo el relato gira entorno a él, a lo que sucede desde que él está en la torre donde ha vivido toda su vida, hasta que llega a convertirse en príncipe.

1.1.1.- segismundo.

El personaje protagonista de La vida es sueño es Segismundo. La historia se centra en lo que a él le sucede y los demás personajes actúan respondiendo a sus actitudes, sucesos, pensamientos, intenciones...

Es el personaje que desarrolla la acción fundamental en el relato y determina su organización.

Tratándose de un drama, las desgracias con las que se abre la historia son soportadas plenamente por él, exceptuando el problema de Rosaura.

SEGISMUNDO

Sólo quisiera saber,

para apura mis desvelos

-dejando a una parte, cielos,

el delito de nacer-,

¿qué más os pude ofender,

para castigarme más?

(p. 27)

SEGISMUNDO

Primero, tirano dueño,

que los ofendas y agravies,

será mi vida despojo

destos lazos miserables;

(...)

CLOTALDO

Si sabes que tus desdichas,

Segismundo, son tan grandes,

que antes de nacer moriste

por ley del cielo;

(...)

(p.33)

BASILIO

En este mísero, en este

mortal planeta o signo,

nació Segismundo, dando

de su condición indicios,

pues dio la muerte a su madre,

(...)

Publicose que el infante

nació muerto, y prevenido

hice labrar una torre

entre las peñas y riscos

desos montes, donde apenas

la luz ha hallado el camino,

por defenderle la entrada

sus rústicos obeliscos.

(pp.46-47)

CLOTALDO

(...), ¿qué es tu intento,

trayendo desta manera

a Segismundo a palacio?

BASILIO

Clotaldo, muy justa es esa

duda que tienes, y quiero

sólo a vos satisfacerla.

(...)

Si él supiera que es mi hijo

hoy, y mañana se viera

segunda vez reducido

a su prisión y miseria,

cierto de su condición

que desesperara en ella;

porque, sabiendo quién es,

¿qué consuelo habrá que tenga?

(pp.60-61)

SEGISMUNDO

(...)

Decir que es sueño es engaño

bien sé que despierto estoy.

¿Yo Segismundo no soy?

Dadme, cielos, desengaño.

Decidme, ¿qué pudo ser

esto que a mi fantasía

sucedió mientras dormía,

que aquí me he llegado a ver?

Pero sea lo que fuere,

¿quién me mete en discurrir?

Dejarme quiero servir

Y venga lo que viniere.

(p.65)

SEGISMUNDO

¿También oíste decir

que por un balcón, a quien

me canse, sabré arrojar?

CRIADO 2º

Con los hombres como yo

No puede hacerse eso.

SEGISMUNDO

¿No?

¡Por Dios que lo he de probar!

(Cógele en los brazos y éntrase, y todos tras él, y torna a salir)

(p.72)

SEGISMUNDO

(...)

Yo sueño que estoy aquí

destas prisiones cargado,

y soñé que en otro estado

más lisonjero me vi.

¿Qué es la vida?, un frenesí;

¿qué es la vida?, una ilusión,

una sombra, una ficción,

y el mayor bien es pequeño;

que toda la vida es sueño,

y los sueños, sueños son.

(pp.100-101)

SOLDADO 1º

Gran príncipe Segismundo

(...)

tu padre, el gran rey Basilio,

temeroso que los cielos

cumplan un hado, que dice

que ha de verse a tus pies puesto,

vencido de ti, pretende

quitarte acción y derecho

y dársela a Astolfo, duque

de Moscovia (...).

Sal, pues; que en ese desierto,

Ejército numeroso

De bandidos y plebeyos

Te aclaman; la libertad

te espera; oye sus acentos.

(p.107)

BASILIO

Clotaldo, ¿pues qué hay de Segismundo?

CLOTALDO

Que el vulgo, monstruo despeñado y ciego

La torre penetró, y de lo profundo

Della sacó su príncipe, que luego

Que vio segunda vez su honor segundo,

Valiente se mostró diciendo fiero

Que ha de sacar al cielo verdadero.

(p.114)

TODOS

¡Viva Segismundo, viva!

SEGISMUNDO

Pues ya que vencer aguarda

Mi valor grandes victorias,

Hoy a de ser la más alta

Vencerme a mí -Astolfo dé

La mano luego a Rosaura,

Pues sabe que de su honor

Es deuda, y yo he de cobrarla.

(pp.139-140)

1.1.2.- ROSAURA.

Rosaura es hija de una relación extramatrimonial entre Clotaldo y Violante. Ha sido deshonrada por Astolfo y por esta razón llega a Polonia, para remediar este mal.

Segismundo se enamora de ella cuando Rosaura llega con Clarín a la torre al principio de la historia. Sólo ella apacigua a Segismundo en sus arrebatos violentos.

Hemos tomado a este personaje como a uno de los nucleares ya que es la protagonista y encabeza la acción secundaria del relato, la restauración de su honor y la venganza de Astolfo por ello.

ROSAURA

Con asombro de mirarte,

Con admiración de oírte,

Ni sé qué pueda decirte,

Ni qué pueda preguntarte.

Sólo diré que a esta parte

Hoy el cielo me ha guiado

Para haberme consolado,

Si consuelo puede ser

del que es desdichado, ver

a otro que es más desdichado (...).

(p.31)

ROSAURA

Y si he de morir, dejarte

quiero, en fe desta piedad,

prenda que pudo estimarse

por el dueño que algún día

se la ciñó; que la guardes

te encargo, porque aunque yo

no sé qué secreto alcance,

sé que esta dorada espada

encierra misterios grandes,

pues sólo fiado en ella

vengo a Polonia a vengarme

de un agravio.

(p.35)

CLOTALDO

Éste es mi hijo, y las señas

dicen bien con las señales

del corazón, (...)

Fuera de que, si ahora atiendo

a que dijo que a vengarse

viene de un agravio, hombre

que está agraviado, es infame.

¡No es mi hijo, no es mi hijo

ni tiene mi noble sangre! (...)

el medio más importante

es irme al rey y decirle

que es mi hijo, y que le mate.

(pp.37-38)

CLOTALDO

Antes fuera

ganarme a mí con decirlo;

pues fuera cerrarme el paso

de ayudar a tu enemigo.

(Aparte) (¡Oh, si supiera quién es!)

ROSAURA

Porque no pienses que estimo

tan poco esa confianza,

sabe que el contrario ha sido

no menos que Astolfo, duque

de Moscovia.

(pp.53-54)

ROSAURA

(...)

Mas, ¿qué ha de hacer un hombre,

que no tiene de humano más que el nombre,

atrevido, inhumano,

cruel, soberbio, bárbaro y tirano,

nacido entre las fieras?

SEGISMUNDO

Porque tú ese baldón no me dijeras,

tan cortés me mostraba,

pensando que con eso te obligabas;

mas si lo soy hablando de este modo,

has de decirlo, vive Dios, por todo.

Hola, dejadnos solos, y de esa puerta

se cierra, y no entre nadie.

(p.80)

ASTOLFO

Aunque más esfuerzos hagas;

¡oh, qué mal, Rosaura puedes

disimular! Di a los ojos

que su músico concierten

con la voz; porque es forzoso

que desdiga y que disuene

tan destemplado instrumento,

que ajustar y medir quiere

la falsedad de quien dice,

con la verdad de quien siente.

ROSAURA

Cuando un hombre se dispone,

restado, altivo y valiente,

a salir con una empresa,

aunque por trato le entreguen

lo que valga más, sin ella

necio y desairado vuelve.

Yo vengo por un retrato,

y aunque un original lleve

que vale más, volveré

desairada: y así, déme

Vuestra Alteza ese retrato,

que sin él no he de volverme.

(pp.90-91)

ROSAURA

(...)

Así, altivo, osado y fuerte,

volver por, mi honor podrás

pues ya que resuelto estás

a vengarme con su muerte.

CLOTALDO

Darle pensé muerte, cuando

Segismundo pretendió

dármela a mí, y él llegó

su peligro atropellando,

a hacer en defensa mía

muestras de su voluntad,

que fueron temeridad,

pasando de valentía.

¿Pues cómo yo agora, advierte,

teniendo alma agradecida

a quien me ha dado la vida

le tengo que dar la muerte?

(pp.115-116)

ROSAURA

(...)Lo más que podré decirte

de mí es el dueño que roba

los trofeos de mi honor,

los despojos de mi honra.

Astolfo... ¡Ay de mí!, al nombrarle

se encoleriza y se enoja

el corazón, propio efecto

de que enemigo se nombra.

(pp.124-125)

ROSAURA

(...)

Mujer vengo a persuadirte

al remedio de mi honra,

y varón vengo a alentarte

a que cobres tu corona.

Mujer vengo a enternecerte

cuando a tus plantas me ponga,

y varón vengo a servirte

cuando a tus gentes socorra.

Mujer vengo a que me valgas

en mi agravio y mi congoja,

y varón vengo a valerte

con mi acero y mi persona.

(p.128)

SEGISMUNDO

Pues que ya vencer aguarda

,i valor grandes victorias,

hoy a de ser la más alta

vencerme a mí: Astolfo dé

la mano luego a Rosaura,

pues sabe que de su honor

es deuda, y yo he de cobrarla.

(p.140)

1.2.- personajes comparsa.

Son aquellos personajes que resulta imprescindible su intervención en el relato. Acompañan a los personajes nucleares y comparten con ellos acontecimientos de importancia para la historia. Por eso, no pueden ser omitidos y olvidados en el análisis.

Estos personajes desarrollan sus acciones en torno a las del protagonista. Dialogan y participan con él en los distintos acontecimientos provocando ciertas situaciones en la historia.

Pueden ser muy importantes en ciertos capítulos y no aparecer en otros.

Todos estos personajes, con sus acciones y decisiones en la obra, son relevantes, pues las acciones que Segismundo lleva a cabo en la historia. Son ellos los que provocan a Segismundo y sus actos los que van modificando el carácter y los distintos sucesos que lleva a cabo Segismundo.

También debemos tomar en cuenta que muchos de ellos también forman parte de la acción que se relaciona con Rosaura, como Astolfo, Clotaldo, Clarín, Estrella y el propio Segismundo. Estos personajes son también a la vez personajes secundarios de la acción protagonizada por Segismundo.

1.2.1.- Clotaldo.

Es un caballero leal y servicial al rey Basilio, que, por orden de éste, es el encargado de vigilar, hablar y educar a Segismundo el periodo que estuvo en la prisión.

También es el padre de Rosaura, pues tuvo relaciones con Violante, una joven, sin llegar a casarse con ella, y de esa relación nació Rosaura.

Es imprescindible su presencia, pues es él quien lleva a cabo todas las órdenes del rey de dormir a Segismundo y traerle y llevarle de la prisión. Además, es el único que sabe, aparte del rey, el secreto de la existencia de un príncipe legítimo heredero a la corona de Polonia.

También juega un papel muy importante en el desarrollo de la acción que tiene que ver con el honor de Rosaura. Es su padre y como tal intenta buscar soluciones que no traigan graves consecuencias, en contra de su lealtad a Astolfo, para solucionar el problema de su hija.

SEGISMUNDO

Éste es Clotaldo, mi alcaide.

¿Aún no acaban mis desdichas?

CLOTALDO

Acudid, y, vigilantes,

sin que puedan defenderse,

o prendedles, o matadles.

(p.32)

CLOTALDO

A los dos

quitad las armas, y atadles

los ojos, porque no vean

cómo ni de dónde salen.

(p.35)

CLOTALDO

(...)

Esta espada es la que yo

dejé a la hermosa Violante,

por señas que el que ceñida

la trujera había de hallarme

amoroso como hijo

y piadoso como padre.

(...)

¿Qué he de hacer? Porque llevarle

al Rey, es llevarle, ¡ay triste!

a morir. Pues ocultarle

al Rey, no puedo, conforme

a la ley del homenaje.

(pp.36-37)

(Al ir a sacar la daga, se la detiene Clotaldo, y se arrodilla)

CLOTALDO

Yo desta suerte

librar mi vida espero.

SEGISMUNDO

Quita la osada mano del acero.

CLOTALDO

Hasta que gente venga

que tu rigor y cólera detenga,

no he de soltarte.

(p.81)

CLOTALDO

A quien sabe discurrir

así, es bien que se prevenga

una estancia, donde tenga

harto lugar de argüir.

Éste es el que habéis de asir

y en ese cuarto encerrar.

CLARÍN

¿Por qué a mí?

CLOTALDO

Porque ha de estar

guardado en prisión tan grave

Clarín que secretos sabe,

donde no pueda sonar.

(p.95)

CLOTALDO

(...)

Con el remedio elegido

Soy con el reino leal,

Soy contigo liberal,

Con Astolfo agradecido;(...)

(p.118)

ASTOLFO

Aunque es verdad que la debo

Obligaciones, repara

Que ella no sabe quién es;

Y es bajeza y es infamia

Casarme yo con mujer...

CLOTALDO

No prosigas, tente, aguarda;

Porque Rosaura es tan noble

Como tú, Astolfo, (...)

(p.140)

1.2.2.- EL REY BASILIO.

Este personaje es el rey de Polonia y padre de Segismundo. Parece ser un hombre sabio y con una gran afición a los astros y a fabricar predicciones a partir de éstos.

Es muy imprescindible su aparición en el relato porque es él quien, por medio a una predicción de los astros, decidió encerrar en la prisión a su hijo y privarle de su condición real.

Si este suceso no hubiera tenido lugar, el relato carecería de trama. Es a partir de ese encerramiento cuando suceden los demás hechos de la historia: cuando Segismundo es llevado dormido al palacio real creyendo que la prisión era un sueño, la revuelta del pueblo, que supone la segunda liberación, cuando se enteran de la existencia de un príncipe legítimo...

BASILIO

(...)

En Clorilene, mi esposa,

tuve un infelice hijo,

en cuyo parto los cielos

se agotaron de prodigios,

antes que a la luz hermosa

le diese el sepulcro vivo

de un vientre, porque el nacer

y el morir son parecidos.

(pp.44-45)

BASILIO

(...)

En este mísero, en este

mortal planeta o signo

nació Segismundo, dando

de su condición indicios,

pues dio la muerte a su madre,

con cuya fiereza dijo:

“Hombre soy yo, pues que ya empiezo

a pagar mal beneficios”.

(p.46)

BASILIO

(...)

Y así, entre una y otra causa,

vacilante y discursivo,

previne un remedio tal

que os suspenda los sentidos.

yo he de ponerle mañana,

sin que él sepa que es mi hijo

Y rey vuestro, a Segismundo

(que aquéste su nombre ha sido)

en mi dosel, en mi silla,

y, en fin, en el lugar mío,

donde os gobierne y os mande

y donde todos rendidos

la obediencia le juréis;

(p.48)

BASILIO

(...)

Y así he querido dejar

abierta al daño esta puerta

del decir que fue soñado

cuanto vio. Con esto llegan

a examinarse dos cosas:

su condición la primera,

pues él despierto procede

en cuanto imagina y piensa;

y el consuelo la segunda,

pues aunque agora se vea

obedecido, y después

a sus prisiones se vuelva,

podrá entender que soñó,

y hará bien cuando lo entienda,

porque en el mundo, Clotaldo,

todos los que viven sueñan.

(p.61)

BASILIO

¡Bien me agradeces el verte,

de un humilde y pobre preso,

príncipe ya!

SEGISMUNDO

(...)

y pedirte cuentas puedo

del tiempo que me has quitado

libertad, vida y honor;

y así, agradéceme a mí

que yo no cobre de ti,

pues eres tú mi deudor.

BASILIO

(...)

y aunque en un lugar te ves

donde a todos te prefieres,

mira bien lo que te advierto,

que seas humilde y blando,

porque quizá estás soñando,

aunque ves que estás despierto.

(pp.75-76)

BASILIO

Poco reparo tiene lo infalible,

y mucho riesgo lo previsto tiene:

si ha de ser, la defensa es imposible,

que quien la excusa más, más la previene.

¡Dura ley! ¡Fuerte caso! ¡Horror terrible!

Quien piensa que huye el riesgo,

al riesgo viene;

con lo que yo guardaba me he perdido;

yo mismo, yo, mi patria he destruido.

(p.113)

BASILIO

¿Hay más infelice rey?

¿Hay padre más perseguido?

CLOTALDO

Ya tu ejército vencido

baja sin tino ni ley.

ASTOLFO

Los traidores vencedores

quedan.

BASILIO

En batallas tales

los que vencen son leales,

los vencidos los traidores.

Huyamos, Clotaldo, pues,

del cruel, del inhumano

rigor de un hijo tirano.

(pp.133-134)

BASILIO

(...)

Si a mí buscándome vas,

ya estoy, príncipe, a tus plantas,

sea dellas blanca alfombra

esta nieve de mis canas.

Pisa mi cerviz, y huella

mi corona; postra, arrastra

mi decoro y mi respeto,

toma de mi honor venganza,

sírvete de mí cautivo,

y tras prevenciones tantas,

cumpla el hado su homenaje,

cumpla el cielo su palabra.

(pp.136-137)

BASILIO

Hijo, que tan noble acción

Otra vez en mis entrañas

Te engendra, príncipe eres.

A ti laurel y la palma

Se te deben; tú venciste;

Corónente tus hazañas.

(p.139)

1.2.3.- ASTOLFO.

Es sobrino del rey y duque de Moscovia. Allí mismo, en Moscovia, conoció a Rosaura y tuvo relaciones con ella prometiéndole matrimonio, cosa que nunca cumpliría. Es, junto con Estrella, candidato al trono de Basilio, antes de saber la existencia de Segismundo.

Intenta casarse con Estrella, ya que al principio de la obra se cuenta que el rey debe elegir entre ellos dos, antes de saber que existía un heredero legítimo, para ocupar el trono.

Si Astolfo era el elegido, elegiría a Estrella como esposa; pero si era Estrella la elegida, debía intentar casarse con ella para convertirse de todas formas en rey.

Se considera personaje secundario, porque si él no hubiera deshonrado a Rosaura o hubiera cumplido su promesa de casarse con ella, esta parte de la historia no tendría sentido.

Tampoco hubiera sucedido el enfrentamiento entre los partidarios de Segismundo, por ser rey, y los suyos, si este personaje no existiera en el relato.

ASTOLFO

(...); fue la segunda,

madre y tía de los dos,

la gallarda Recisunda,

que guarde mil años Dios.

Casó en Moscovia, de quien

nací yo. Volver agora

al otro principio es bien.

Basilio, que ya, señora,

se rinde al común desdén

del tiempo, más inclinado

a los estudios que dado

a mujeres, enviudó

sin hijos, y vos y yo

aspiramos a este Estado.

(p.40)

ASTOLFO

(...)

¡Oh!, quiera Amor, sabio dios,

que el vulgo, astrólogo cierto,

hoy lo sea con los dos,

y que pare este concierto

en que seáis reina vos;

pero reina en mi albedrío,

dándoos, para más honor,

su corona nuestro tío,

sus triunfos vuestro valor,

y su imperio el amor mío.

ESTRELLA

A tan cortés bizarría,

Manos mi pecho no muestra,

Pues la imperial monarquía,

Para sólo hacerla vuestra,

Me holgara que fuese mía;

(...)

(p.41)

ROSAURA

Porque no piense que estimo

tan poco esa confianza,

sabe que el contrario ha sido

no menos que Astolfo, duque

de Moscovia.

(...)

ROSAURA

Sí dijera; mas no sé

con qué respeto te miro,

con qué afecto te venero,

con qué estimación te asisto,

que no me atrevo a decirte

que es este exterior vestido

enigma, pues no es de quien

parece: juzga advertido,

si no soy lo que parezco

y Astolfo vino a casarse

con Estrella, si podrá

agraviarme. Harto te he dicho.

(pp.53-54-55)

ASTOLFO

El no haberme conocido

sólo por disculpa os doy

de no honrarme más. Yo soy

Astolfo, duque he nacido

de Moscovia, y primo vuestro;

haya igualdad en los dos.

(p.69)

ASTOLFO

Ya su vida

tomó a mis pies sagrado,

y de algo ha de servirme haber llegado.

SEGISMUNDO

Sírvate de morir; pues desta suerte

también sabré vengarme con tu muerte

de aquel pasado enojo.

ASTOLFO

Yo defiendo

mi vida; así la majestad no ofendo.

(Sacan las espadas, y sale el rey BASILIO, y ESTRELLA.)

(P.82)

ASTOLFO

(...)

Donde entra Estrella no tiene

Lugar la sombra, ni estrella

Donde el sol; voy a traerle.

(Aparte) (Perdona, Rosaura hermosa,

este agravio, porque ausentes,

no se guardan más fe que ésta

los hombres y las mujeres.)

(p.85)

ASTOLFO

¡Oye, escucha, mira, advierte!

¡Válgate Dios por Rosaura!

¿Dónde, cómo o de qué suerte

hoy a Polonia has venido

a perderme y a perderte?

(p.94)

BASILIO

(...)

Dígalo en bandos el rumor partido,

pues se oye resonar en lo profundo

de los montes el eco repetido,

unos “¡Astolfo!” y otros “¡Segismundo!”

El dosel de la jura, reducido

a segunda intención, a horror el segundo,

teatro funesto es, donde importuna

representa tragedias la fortuna.

ASTOLFO

Suspéndase, señor, el alegría,

cese el aplauso y gusto lisonjero

que tu mano feliz me prometía;

que si Polonia (a quien mandar espero)

hoy se resiste a la obediencia mía, es porque la merezca yo primero.(...)

(p.112)

ASTOLFO

Aunque es verdad que la debo

obligaciones, repara

que ella no sabe quién es;

y es bajeza y es infamia

casarme yo con mujer...

CLOTALDO

No prosigas, tente, aguarda;

porque Rosaura es tan noble

como tú, Astolfo, y mi espada

lo defenderá en el campo,

que es mi hija y esto basta.

ASTOLFO

¿Qué dices?

CLOTALDO

Que yo hasta verla

casada, noble y honrada,

no la quise descubrir.

la historia desto es muy larga;

pero, en fin, es hija mía.

ASTOLFO

Pues siendo así, mi palabra

cumpliré.

(p.140)

1.2.4.- clarín.

Este personaje da un toque gracioso y humorístico al relato. Viene de Moscovia junto con Rosaura y es testigo de todos los lamentos de ésta y de Segismundo.

También se ve involucrado en todos los problemas que causa Segismundo cuando es llevado por primera vez a la corte. Tanto, que es encarcelado por conocer el secreto del príncipe.

Es muy importante su aparición, sobre todo al final, porque su muerte hace cambiar al rey de opinión con respecto a la batalla.

Al ver su muerte, el rey comprende que, con haber ocultado a Segismundo a sus súbditos provocando la guerra entre ellos, es él quien destruye Polonia y no su hijo.

ROSAURA

(...)

que tanto gusto había

en quejarse un filósofo decía,

que, a trueco de quejarse,

habían las desdichas de buscarse.

CLARÍN

El filósofo era

un borracho barbón. ¡Oh, quién le diera

más de mil bofetadas!

Quejarse después de muy bien dadas.

Mas, ¿qué haremos, señora,

a pies, solos, perdidos y a esta hora,

en un desierto monte

cuando se parte el sol al horizonte?

(p.24)

SEGISMUNDO

Pues la muerte te daré,

porque no sepas que sé

que sabes flaquezas mías.

Sólo porque me has oído,

entre mis membrudos brazos

te tengo de hacer pedazos.

CLARÍN

Yo soy sordo, y no he podido

escucharte.

(p.29)

CLARÍN

La mía es tal que puede darse

Al más ruin: tomadla vos

(p.35)

(Este momento es cuando Clarín entrega a los guardas de Astolfo la espada)

CLARÍN

Hay que ella está regalada,

servida como una reina,

en fe de sobrina tuya,

y hay que, viniendo con ella,

estoy yo muriendo de hambre

y nadie de mí se acuerda,

sin mirar que soy Clarín,

y que si el tal Clarín suena,

podrá decir cuanto pasa

al rey Astolfo y a Estrella;

porque Clarín y criado

son dos cosas que se llevan

con el secreto muy mal;

y podrá ser, si me deja

el silencio de su mano,

se cante por mí esta letra:

Clarín que rompe el albor,

no suena mejor.

(pp.63-64)

CLARÍN

Entremetido,

y deste oficio soy jefe,

porque soy el mequetrefe

mayor que se ha conocido.

(...)

CLARÍN

Señor,

soy un grande agradador

de todos los Segismundos.

(pp.68-69)

TODOS

¡Viva el gran príncipe nuestro!

CLARÍN

(Aparte) (Vive Dios, que va de veras.

¿Si es costumbre en este reino

prender uno cada día

y hacerle príncipe, y luego

volverle a la torre? Sí,

pues cada día lo veo:

fuerza es hacer mi papel.)

(...)

SOLDADO 2º

¿Pues cómo, atrevido y necio,

tú te hacías Segismundo?

CLARÍN

¿Yo Segismundo? Eso niego.

vosotros fuisteis los que

me segismundeasteis: luego

vuestra ha sido solamente

necedad y atrevimiento.

(pp.105-106-107)

CLARÍN

¡La libertad y el rey vivan!

vivan muy enhorabuena,

que a mí nada me da pena

como en cuenta me reciban;

(...)

Si bien me quiero doler

de algo, y ha de ser de mí:

escondido, desde aquí

toda la fiesta he de ver.

El sitio es oculto y fuerte,

entre estas peñas; pues ya

la muerte no me hallará

dos higas para la muerte.

(p.133)

1.2.5.- ESTRELLA.

Es la otra sobrina de Basilio, prima de Astolfo y Segismundo, y aspirante al igual que Astolfo a ser heredera del trono de Polonia.

Astolfo quiere casarse con ella para asegurarse el trono de no ser elegido rey, pero Rosaura siempre se interpone entre ellos al entrar como dama de Estrella.

Finalmente, cuando Segismundo decide renunciar a Rosaura y entregársela a Astolfo para remediar su honor, es ella quien, por manadato del nuevo príncipe, se casará con Segismundo.

Debemos clasificarla como personaje secundario, pues es prescindible en la acción secundaria de la restauración de Rosaura. Si no fuera porque las intenciones de Estrella son de casarse con Astolfo, Rosaura no tendría que esforzarse en mantener esta relación alejada para poder vengarse del agravio de Astolfo.

Tampoco hubiera habido problemas para la sucesión del trono, ya que hubiera sido Astolfo quien reinara directamente.

ASTOLFO

(...)

y reina en el alma mía.

ESTRELLA

Si la voz se ha de medir

con las acciones humanas,

mal habéis hecho en decir

finezas tan cortesanas

donde os pueda desmentir

todo ese marcial trofeo

con quien ya atrevida lucho;

pues no dicen, según creo,

las lisonjas que os escucho

con los rigores que veo.

Y advertid que es baja acción,

que sólo a una fiera toca,

madre de engaño y traición,

el halagar con la boca

y matar con la intención.

(pp.39-40)

ESTRELLA

No dudo esas finezas

son verdades evidentes;

mas serán por otra dama,

cuyo retrato pendiente

trujistes al cuello cuando

llegasteis, Astolfo, a verme;

y siendo así, esos requiebros

ella sola los merece.

(...)

(p.84)

ESTRELLA

Pues para decirlo en breve,

mi primo Astolfo (...)

ha de casarse conmigo,

si es que la fortuna quiere

que con una dicha sola

tantas desdichas descuente.

Pésome que el primer día

echado al cuello trujese

el retrato de una dama;

habléle en él cortésmente,

es galán, y quiere bien;

fue por él, y ha de traerle

aquí; (...)

(p.86)

ASTOLFO

(Aparte.) (¡Cómo puedo

salir de lance tan fuerte?)

aunque quiera, hermosa Estrella,

servirte y obedecerte,

no podré darte el retrato

que me pides, porque...

ESTRELLA

Eres

Villano y grosero amante.

no quiero que me la entregues;

porque yo tampoco quiero,

con tomarle, que me acuerdes

de que yo te la he pedido.

(p.94)

ESTRELLA

Si tu presencia, gran señor, no trata

de enfrenar el tumulto sucedido,

que de uno en otro bando se dilata,

por las calles y plazas dividido,

verás tu reino en hondas de escarlata

nadar, entre la púrpura teñido

de su sangre, que ya con triste modo,

todo es desdichas y tragedias todo.

Tanta es la ruina de tu imperio, tanta

la fuerza del rigor duro y sangriento,

que visto admira y escuchado espanta.

(p.113)

SEGISMUNDO

Pues porque Estrella

no puede desconsolada,

viendo que príncipe pierde

de tanto valor y fama,

de mi propia mano yo

con esposo he de casarla

que en méritos y fortuna,

si no le excede, le iguala.

Dame la mano.

ESTRELLA

Yo gano

en merecer dicha tanta.

(pp.140-141)

1.3.- personajes fugaces.

Estos personajes constituyen un mero relleno en determinadas situaciones del discurso dialogado. Su aparición en los acontecimientos es muy escasa, limitándose generalmente a unos episodios muy concretos. Por lo tanto no resultan personajes indispensables para que el transcurso de los hechos siga realizándose.

Los personajes fugaces ayudan, en los episodios donde participan, a que se desarrollen ciertos acontecimientos entre el protagonista y los personajes secundarios.

En muchas ocasiones, no tienen ni nombre específico. En La vida es sueño, estos personajes fugaces recibe nombres como: músicos, guardias, soldado 1º, soldado 2º, criado1º, criado 2º, etc.

1.3.1.- Soldados.

Son los encargados de guardar la torre donde Segismundo se encuentra. Y obedecen las órdenes de Clotaldo. Cuando el pueblo se entera de la existencia de Segismundo, son ellos quienes lo liberan de la prisión donde se encuentra y quienes luchan a favor del príncipe contra el rey.

Sin embargo, su presencia en la obra no es importante, ni siquiera sabemos cuáles son sus nombres.

CLOTALDO

¡Hola!

SOLDADOS

¡Señor!

CLOTALDO

A los dos

quitad las armas, y atadles

los ojos, porque no vean

cómo ni de dónde salen.

(p.35)

SOLDADO 1º

Ésta es la torre en que está.

Echad la puerta en el suelo.

Entrad todos.

(...)

SOLDADO 2º

Tú nuestro príncipe eres;

ni admitimos ni queremos

sino al señor natural,

y no príncipe extranjero.

A todos nos da los pies.

(pp.104-105)

SOLDADO 2º

Todos a tu padre mesmo

le dijimos, que a ti sólo

por príncipe conocemos,

no al de Moscovia.

(p.105)

SOLDADO 1º

Gran príncipe Segismundo

(...)

tu padre el gran rey Basilio,

(...), pretende

quitarte acción y derecho

y dársela a Astolfo, duque

de Moscovia. Para esto

juntó tu corte, y el vulgo,

penetrando ya y sabiendo

que tiene rey natural,

no quiere que un extranjero

venga a mandarle. Y así,

haciendo noble desprecio

de la inclemencia del hado,

te ha buscado donde preso

vives, para que valido

de sus armas, y saliendo

desta torre a restaurar

tu imperial corona y cetro,

se la quites a un tirano.

Sal, pues; que en este desierto,

ejército numeroso

de bandidos y plebeyos

te aclaman: la libertad

te espera: oye sus acentos.

(p.107)

Tocan al arma, y sale SEGISMUNDO y toda la compañía.

SOLDADO 1º

En lo intrincado del monte,

entre sus espesas ramas,

el rey se esconde.

(p.136)

1.3.2.- músicos.

Estos personajes constituyen un mero relleno en la escena teatral. Carecen de un nombre específico y de diálogo; su función en la obra se limita simplemente a la acción de tocar mientras está Segismundo en el palacio y cuando entra en escena por primera vez Estrella, Astolfo y el rey Basilio. Por esto, los músicos son personajes fugaces.

(Salen por una parte ASTOLFO con acompañamiento de soldados, y por otra, Estrella con damas. Suena música.)

(p.39)

(Tocan, y sale el rey BASILIO, viejo, y acompañamiento)

(p.42)

Salen músicos cantando, y criados dando de vestir a SEGISMUNDO, que sale como asombrado)

(p.64)

CRIADO 1º

¿Volverán a cantar?

SEGISMUNDO

No,

no quiero que canten más.

(p.65)

1.3.3.- CRIADOS.

Con estos personajes sucede lo mismo que con los anteriores personajes que hemos catalogado anteriormente como fugaces; carecen de nombre específico y de importancia para la trama.

En el único episodio en el que participan que pueda tener cierta importancia, es en la segunda jornada, cuando Segismundo, haciendo acto de su agresividad, mata a uno de los criados arrojándole por el balcón.

CRIADO 2º

¡Qué melancólico está!

CRIADO 1º

¿Pues a quién le sucediera

esto, que no lo estuviera?

CLARÍN

A mí.

(p.65)

CRIADO 2º

¡Señor!

SEGISMUNDO

No

me estorbe nadie, que es vana

diligencia; ¡y vive Dios!,

si os ponéis delante vos,

que os eche por la ventana.

CRIADO 1º

Huye, Clotaldo.

(p.67)

CRIADO 2º

(Aparte) (El pesar sé

de Astolfo, y le estorbaré.)

advierte, señor, que no

es justo atreverse así,

y estando Astolfo...

SEGISMUNDO

¿No digo

que vos no os metáis conmigo?

(p.71)

CRIADO 2º

Pues yo, señor, he escuchado

de ti que en lo justo es bien

obedecer y servir.

SEGISMUNDO

También oíste decir

que por un balcón a quien

me cansé sabré arrojar.

CRIADO 2º

Con los hombres como yo

No puede hacerse eso.

SEGISMUNDO

¿No?

¡Por Dios, que lo he de probar!

(Cógele en los brazos y éntrase, y todos tras él, y torna a salir)

(p.72)

2.- clasificación según su manera de ser y actuar.

Como bien hemos explicado al principio de este capítulo, disponemos de varios factores para clasificar a los personajes de un texto narrativo. Este segundo tipo de clasificación depende del carácter de los personajes.

En esta obra teatral de Calderón, son los personajes propios y las acotaciones los que se presentan, describiéndonos al principio de cada intervención su físico y a lo largo de los diálogos que estos mantienen entre sí, vamos conociendo sus historias pasadas y su carácter.

Dentro de esta clasificación podemos distinguir entre personajes diseñados o planos, y los personajes modelados o redondos.

2.1.- Personajes diseñados.

Se trata de aquellos personajes que tienen un rasgo en su carácter que no cambia a lo largo de la obra. Es decir, no cambia su personalidad, carácter y modo de actuar y comportarse con los otros personajes a lo largo de la historia.

Ese rasgo le acompaña siempre; por lo tanto puede predecirse fácilmente sus reacciones ante ciertos hechos y problemas que se van aconteciendo en el relato.

En esta obra, los principales personajes diseñados son Rosaura, Clotaldo y Astolfo.

2.1.1.- ROSAURA.

El único propósito que tiene Rosaura en la historia es vengar su deshonra, y esto sucede durante todo el relato. Es una persona atrevida y valiente, desde el momento que llega vestida de varón a Polonia hasta cuando marcha al frente para vengarse ella misma.

Es una mujer que desea cumplir su objetivo por encima de todas las cosas, por ejemplo, evitar el matrimonio entre Estrella y Astolfo.

Su interrupción en escena cuando aparece por primera vez, ha sido calificada de agresiva, lo que adelanta al espectador cuál será el carácter que adoptará durante toda la obra.

Además, el que una mujer estuviera vestida de varón, era entendido como un símbolo de desorden, un contraste violento. Esto se puede entender como que algo no va bien Rosaura, y este algo, su deshonra, no se verá modificada hasta el final de la obra.

Sale en lo alto de un monte ROSAURA en hábito de hombre de camino, y en representando los primeros versos va bajando.

ROSAURA

Hipogrifo violento,

Que corriste parejas con el viento,

¿dónde, rayo sin llama,

Pájaro sin matiz, pez sin escama,

Y bruto sin destino

Natural, al confuso laberinto

Desas desnudas peñas

Te desbocas, te arrastras y despeñas?

(p.23)

ROSAURA

Quejoso de la fortuna

yo en este mundo vivía,

y cuando entré en mí decía:

¿habrá otra persona alguna

de suerte más importuna?

piadoso me has respondido,

pues volviendo en mi sentido

hallo que las penas mías

para hacerlas tú alegrías

las hubiera recogido.

Y por si acaso, mis penas

pueden aliviarte en parte,

óyelas atento, y toma

las que dellas me sobrasen.

Yo soy...

(pp.31-32)

ROSAURA

Confieso que no la tengo

aunque de ti la recibo;

pero yo con la venganza

dejaré mi honor tan limpio

que pueda mi vida luego,

atropellando peligros,

parecer dádiva tuya.

(pp.52-53)

ROSAURA

(Aparte) (Siguiendo a Estrella vengo,

y gran temor de hallar a Astolfo tengo;

que Clotaldo desea

que no sepa quién soy, y no me vea,

porque dice que importa al honor mío;

y de Clotaldo fío

su efecto, pues le debo agradecida

aquí el amparo de mi honor y vida.)

(pp.76-77)

ESTRELLA

Soltad, Astolfo, el retrato.

(...)

ROSAURA

¿No es mío?

ESTRELLA

¿Qué duda tiene?

ROSAURA

Di que ahora te entregue el otro.

(...)

(Aparte) (Yo he cobrado mi retrato,

venga ahora lo que viniere.)

(p.93)

ASTOLFO

¡Oye, escucha, mira advierte!

¡Válgate Dios por Rosaura!

¿Dónde, cómo con de qué suerte

hoy a Polonia has venido

a perderme y a perderte?

(p.94)

ROSAURA

(...) En fin

él me vio, y tanto atropella

mi honor que, viéndome, a Estrella

de noche habla en un jardín;

déste la llave he tomado,

y te podré dar lugar

de que en él puedas encontrar

a dar fin mi cuidado.

Así, altivo, osado y fuerte,

volver por mi honor podrás,

pues que ya resuelto estás

a vengarme con su muerte.

(p.115)

ROSAURA

(...)

Luego dél estás ofendido,

luego estás de mí obligado,

supuesto que a mí me has dado

lo que dél has recibido;

y así debes acudir

a mi honor en riesgo tanto,

pues yo le prefiero, cuanto

va de dar a recibir.

(p.117)

CLOTALDO

Pues ¿qué es lo que hacer esperas?

ROSAURA

Matar al duque.

CLOTALDO

¿Una dama,

que padres no ha conocido,

tanto valor ha tenido?

(P.119)

ROSAURA

Deste, pues, mal dado nudo

Que ni ata ni aprisiona

O matrimonio o delito,

Si bien todo es una cosa,

Nací yo tan parecida,

Que fui un retrato, una copia,

Ya que en la hermosura no,

En la dicha y en las obras;

(p.124)

ROSAURA

Astolfo...¡Ay de mí!, al nombrarle

se encoleriza y se enoja

el corazón, propio efecto

de que enemigo se nombra.

Astolfo fue el dueño ingrato

que, olvidado de las glorias

(porque en un pasado amor

se olvida hasta la memoria),

vino a Polonia, llamado

de su conquista famosa,

a casarse con Estrella,

que fue de mi ocaso antorcha.

(p.125)

ROSAURA

(...)y vamos a que Clotaldo,

persuadido a que le importa

que se casen y que reinen

Astolfo y Estrella hermosa,

Contra mi honor me aconseja

Que la pretensión deponga.

(...)Ea, pues, fuerte caudillo,

a los dos juntos importa

impedir y deshacer

estas concertadas bodas:

a mí, porque no se case

el que mi esposo se nombra,

y a ti, porque, estando juntos

sus dos estados, no pongan

con más poder y con más fuerza

en duda nuestra victoria.

Mujer vengo a persuadirte

al remedio de mi honra,

y varón vengo a alentarte

a que cobres tu corona.(...)

(pp.127-128)

SEGISMUNDO

Rosaura, al honor le importa,

por ser piadoso contigo,

ser cruel contigo agora.

No te responde mi voz,

Porque mi honor te responda;

No te hablo, porque quiero

Que te hablen por mí mis obras,

Ni te miro, porque es fuerza,

En pena tan rigurosa,

Que no mire tu hermosura

Quien ha de mirar tu honra

(p.131)

SEGISMUNDO

Pues que ya vencer aguarda

mi valor grandes victorias,

hoy ha de ser la más alta

vencerme a mí: Astolfo dé

la mano luego a Rosaura,

pues sabe que de su honor

es deuda, y yo he de cobrarla.

(p.140)

2.2.2.- clotaldo.

Este personaje representa muchos conflictos internos con respecto al tema de la fidelidad a su rey y la lucha por el honor de su hija Rosaura. Su mundo interior es muy rico y complejo.

Clotaldo es un hombre de entrada edad y sobre todo muy fiel al rey Basilio. Esta fidelidad lo va a acompañar durante todo el relato, y la va a mantener frente al temor que le inspira Segismundo.

También manifiesta un gran respeto a Astolfo, pese a que ha ofendido a Rosaura, sobre todo desde el momento en que le salva la vida de las manos de Segismundo. Clotaldo antepone estos sentimientos de fidelidad y obediencia a Basilio, al que siempre ha servido fielmente, a la petición de su hija de que mate a Astolfo para vengarla.

El honor es para él algo muy importante también, ya que prefiere callarse al principio que Rosaura era su hija, para no ver su honor por los suelos al aceptar que su hija está deshonrada. Pero una vez que Rosaura es comprometida con Astolfo, Clotaldo confiesa que es hija suya, ya que la deshonra de su hija ha sido corregida.

CLOTALDO

De una parte el amor propio,

y la lealtad de otra parte

me rinde. ¿Pero qué dudo?

la lealtad del Rey ¿no es antes

que la vida y el honor?

pues ella viva y él falte.

(...)

Mi hijo es, mi sangre tiene,

pues tiene valor tan grande;

y así, entre una y otra duda,

el medio más importante

es irme al rey y decirle

que es mi hijo, y que le mate.

Quizá la misma piedad

de mi honor podrá obligarle;

y si le merezco vivo,

yo le ayudaré a vengarse

de su agravio; mas si el rey,

en sus rigores constante,

le da muerte, morirá

sin saber que soy su padre.

(...)

(pp.37-38)

CLOATALDO

¡Escucha, aguarda, detente!

¿Qué confuso laberinto

es éste donde no puede

hallar la razón el hilo?

Mi honor es el agraviado,

poderoso el enemigo,

yo vasallo, ella mujer,

descubra el cielo camino;

aunque no sé si podrá

cuando en tan confuso abismo,

es todo el cielo un presagio

y es todo el mundo un prodigio.

(p.55)

(Salen el rey BASILIO Y CLOTALDO)

CLOTALDO

Todo como lo mandaste,

Queda efectuado.

(p.57)

CLOTALDO

(...)En esto llegan

las gentes de quien tú fías

el valor desta experiencia,

y poniéndole en un coche

hasta tu cuarto le llevan,

donde prevenida estaba

la majestad y grandeza

que es digna de su persona.

Allí en tu cama le acuestan,

donde al tiempo que el letargo

haya perdido la fuerza,

como a ti mismo, señor,

le sirvan, que así lo ordenas.

(pp.60-61)

(Al ir a sacar la espada, se la detiene CLOTALDO, y se arrodilla)

CLOTALDO

Yo desta suerte

librar mi vida espero.

SEGISMUNDO

Quita la osada mano del acero.

CLOTALDO

Hasta que gente venga

que tu rigor y cólera detenga,

no he de soltarte.

(p.81)

Rosaura

(...)y así debes acudir

a mi honor en riesgo tanto,

pues yo lo prefiero, cuanto

ve de recibir.

CLOTALDO

Aunque la nobleza vive

de la parte que da,

el agradecerle está

de parte del que recibe.

Y pues ya dar he sabido,

ya tengo con nombre honroso

el nombre de generoso:

déjame el de agradecido,

pues le puedo conseguir,

siendo agradecido, cuanto

liberal, pues honra tanto

el dar como recibir.

(p.117)

CLOTALDO

Pues, señor, si obrar bien

es ya tu blasón, es cierto

que no te ofenda el que yo

hoy solicite lo mesmo.

¿A tu padre has de hacer guerra?

Yo aconsejarte no puedo

contra mi rey, ni valerte.

A tus plantas estoy puesto,

dame la muerte.

SEGISMUNDO

¡Villano,

traidor, ingrato! (Aparte) (Mas, ¡cielos!,

reportarme me conviene,

que aún no sé si estoy despierto.)

Clotaldo, vuestro valor

os envidio y agradezco.

Idos a servir al rey,

que en el campo nos veremos.

vosotros tocad al arma.

(p.111)

2.2.3.- astolfo.

Astolfo es duque de Moscovia y sobrino del rey Basilio, lo que le convierte en el candidato al trono del reino. Sin embargo el pueblo no lo quiere, ya que ese derecho pertenece a Segismundo.

Lo clasificamos como personaje diseñado porque durante toda la obra, Astolfo se muestra como un ser irresponsable, ya que no se preocupa por Rosaura una vez llegado a Polonia.

También es algo presuntuoso; alardea y presume de sus cualidades de duque y de supuesto heredero en sus relaciones con Estrella. Quiere llegar a ser rey, y para ello, seduce a Estrella; de este modo, tendría el trono asegurado de no ser él el elegido por su tío Basilio para heredar el trono.

Cuando se encuentra por primera vez a Segismundo, adopta una actitud arrogante delante de él, presumiendo de su educación y título. En todo caso, tendría que ser Astolfo quien guardara las composturas delante de Segismundo.

Cuando Segismundo ya se da cuenta que es el príncipe heredero legítimo, Astolfo no muestra honor alguno en abandonar la idea de ser el heredero, sino que apoya la guerra, para, en el caso de que él ganase, convertirse en el rey.

Aunque haya perdido la batalla, sigue manteniendo una postura de aires superiores. Esto se demuestra en el momento en que Segismundo decreta que se case con Rosaura. Él, antes de saber que Rosaura es hija de Clotaldo, y por lo tanto noble como él, se muestra receloso en tomar como esposa a una mujer que supuestamente era muy inferior a él socialmente.

Todas estas características del carácter y actitud de Astolfo, se mantiene durante toda la obra; desde que deshonra a Rosaura, hasta el último momento cuando se entera de que ella es noble.

ASTOLFO

(...)

Basilio, que ya, señora,

se rinde al común desdén

del tiempo, más inclinado

a los estudios que dado

a mujeres, enviudó

sin hijos, y vos y yo

aspiramos a este Estado.

(...)

Con esta intención salí

de Moscovia y de mi tierra;

con ésta llegué hasta aquí,

en vez de haceros yo guerra,

a que me la hagáis a mí.

¡Oh!, quiera Amor, sabio dios,

que el vulgo, astrólogo cierto,

hoy lo sea con los dos,

y que pare este concierto

en que seáis reina vos;

pero reina en mi albedrío,

dándoos. para más honor,

su corona vuestro tío,

sus triunfos vuestro valor,

y su imperio el amor mío.

(pp.40-41)

SEGISMUNDO

Dios os guarde.

ASTOLFO

El no haberme conocido

sólo por disculpa os doy

de no honrarme más. Yo soy

Astolfo, duque he nacido

de Moscovia, y primo vuestro;

haya igualdad en los dos.

SEGISMUNDO

Si digo que os guarde Dios,

¿bastante agrado no os muestro?

pero ya que, haciendo alarde

de quien sois, desto os quejáis,

otra vez que me veáis

le diré a Dios que no os guarde.

(p.69)

ASTOLFO

(Aparte) (Si él toma la mano, yo

soy perdido)

CRIADO 2º

(Aparte) (El pesar sé

de Astolfo, y le estorbaré.)

Advierte, señor, que no

Es justo atreverse así,

Y estando Astolfo...

(p.71)

ASTOLFO

¿Pues qué es esto,

príncipe generoso?

¿Así se mancha acero tan brioso

en una sangre helada?

Vuelva a la vaina tu lucida espada.

SEGISMUNDO

En viéndola teñida

en esa infame sangre.

ASTOLFO

Ya su vida

tomó a mis pies sagrado,

y de algo ha de servirme haber llegado.(...)

yo defiendo

mi vida; así la majestad no ofendo.

(p.82)

ASTOLFO

Conocerse esta experiencia

en mí y Segismundo puede,

Estrella, pues en los dos

hizo muestras diferentes.

En él previno rigores,

soberbias, desdichas, muertes,

y en todo dijo verdad,

porque todo, en fin, sucede..

Pero en mí, que al ver, señora,

eso rayos excelentes,

de quien el sol fue una sombra

y el cielo un amago breve,

que me previno venturas,

trofeos, aplausos, bienes,

dijo mal, y dijo bien;

pues sólo es justo que acierte

cuando amaga a favores

y ejecuta con desdenes.

(p.84)

ASTOLFO

Yo haré que el retrato salga

del pecho, para que entre

la imagen de tu hermosura.

Donde entra Estrella

no tiene lugar la sombra, ni estrella

donde el sol; voy a traerle.

(Aparte) (Perdona, Rosaura hermosa,

este agravio, porque ausentes,

no se guardan más fe que ésta

los hombres y las mujeres.)

(p.84)

ASTOLFO

¡Oye, escucha, mira, advierte!

¡Válgate Dios por Rosaura!

¿Dónde, cómo o de qué suerte

hoy a Polonia has venido

a perderme y a perderte?

(p.94)

BASILIO

(...)

Dígalo en bandos el rumor partido,

pues se oye resonar en lo profundo

de los montes el eco repetido

unos “¡Astolfo!” y otros “¡Segismundo!””

El dosel de la jura, reducido

a segunda intención, a horror segundo,

teatro funesto es, donde importuna

representa tragedias la fortuna.

ASTOLFO

Suspéndase, señor, la alegría,

cese el aplauso y gusto lisonjero

que tu mano feliz me prometía;

que si Polonia (a quien mandar espero)

hoy se resiste a la obediencia mía,

es porque lo merezco yo primero.

Dadme un caballo, y de arrogancia lleno,

rayo diciendo el que blasona trueno.

(pp.112-113)

SEGISMUNDO

Pues que ya vencer aguarda

mi valor grandes victorias,

hoy ha de ser la más alta

vencerme a mí: Astolfo dé

la mano luego a Rosaura,

pues sabe que de su honor

es deuda, y yo he de cobrarla

ASTOLFO

Aunque es verdad que la debo

obligaciones, repara

que ella no sabe quién es;

y es bajeza y es infamia

casarme yo con mujer...

CLOTALDO

No prosigas, tente, aguarda;

porque Rosaura es tan noble

cómo tú, Astolfo, y mi espada

lo defenderá en el campo,

que es mi hija, y esto basta.

ASTOLFO

¿Qué dices?

CLOTALDO

Que yo hasta verla

casada, noble y honrada,

no la quise descubrir.

la historia desto es muy larga;

pero, en fin, es hija mía.

ASTOLFO

Pues siendo así, mi palabra

cumpliré.

(p.140)

2.2.- personajes modelados.

En este segundo tipo que tenemos en esta clasificación su carácter se va creando a lo largo del relato. Los acontecimientos que van sucediendo los van “modelando” y hacen que adopten diferentes posturas, ideas e intenciones frente a una situación.

Por lo tanto, el espectador no puede saber a ciencia cierta lo que ese personaje hará; pueden sorprender al espectador en sus reacciones inesperadas.

Ofrecen gran complejidad, pues están definidos por múltiples rasgos y de forma dinámica, que dificultan el estudio de su forma de ser y su carácter. Y con frecuencia, también pueden ofrecer más de una perspectiva.

Los principales personajes modelados de La vida es sueño son Segismundo y el rey Basilio; son los que experimentan cambios de carácter más acusado que otros personajes.

2.2.1.- segismundo.

El principal personaje modelado de La vida es sueño, es Segismundo. Debido a los juegos que los demás personajes hacen en él, obligatoriamente tiene que modificar su actitud.

Al estar tanto tiempo en una torre, Segismundo se ha criado como un salvaje que no responde a ningún tipo de educación. Cuando llega al palacio y se entera de que su propio padre le ha negado el derecho de crecer como un príncipe, adopta una actitud agresiva y salvaje que responde a su estancia salvajemente en la prisión, encerrado como un animal. Sólo cuando está frente a Rosaura se calma.

Después de que el pueblo lo libere, Segismundo ha comprendido que si quiere salir de allí y reinar, deberá abandonar su antiguo carácter, para adoptar uno más prudente, sabio y benévolo.

Su carácter, acciones y forma de ser, se ven modificadas por el transcurso de los acontecimientos; es por esto que lo clasificamos como personaje modelado.

ROSAURA

No es sino un triste, ¡ay de mí!,

que en estas bóvedas frías

oyó tus melancolías.

SEGISMUNDO

Pues la muerte te daré,

porque no sepas que sé

que sabes flaquezas mías.

Sólo porque me has oído,

entre mis membrudos brazos

te tengo de hacer pedazos.

(p.29)

ROSAURA

Si has nacido

humano, baste el postrarme

a tus pies librarme.

SEGISMUNDO

Tu voz pudo enternecerme,

tu presencia suspenderme,

y tu respeto turbarme.

¿Quién eres? Que aunque yo aquí

tan poco del mundo sé,

que cuna y sepulcro fue

esta torre para mí;

(p.31)

SEGISMUNDO

Traidor fuiste con la ley,

lisonjero con el rey,

y cruel conmigo fuiste;

y así el rey, la ley y yo,

entre desdichas tan fieras,

te condenan a que mueras

a mis manos.

CRIADO 2º

¡Señor!

SEGISMUNDO

No

Me estorbe nadie, que es vana

diligencia; ¡y vive Dios!,

si os ponéis delante de vos,

que os eche por la ventana.

(p.67)

ASTOLFO

Pues medid con más espacio

vuestras acciones severas,

que lo que hay de hombres a fieras,

hay desde un monte a palacio.

SEGISMUNDO

Pues en dando tan severo

en hablar con certeza,

quizá no hallaréis cabeza

en que se os tenga el sombrero.

(pp.71-72)

SEGISMUNDO

Harás que de cortés pase a grosero,

porque la resistencia

es veneno cruel de mi paciencia.

ROSAURA

Pues cuando ese veneno,

de furia, de rigor y saña lleno, la paciencia venciera, mi respeto no osara, ni pudiera.

(p.79)

SEGISMUNDO

¡Villano,

traidor, ingrato! (Aparte.) (Mas, ¡cielos!,

reportarme me conviene,

que aún no sé si estoy despierto.)

Clotaldo, vuestro valor

os envidio y agradezco.

IIos a servir al rey,

que en el campo nos veremos.

Vosotros tocad al arma.

(p.111)

SEGISMUNDO

Mi padre, que está presente,

por excusarse a la saña

de mi condición, me hizo

un bruto, una fiera humana:

de suerte que, cuando yo

por mi nobleza gallarda,

por mi sangre generosa,

por mi condición bizarra

hubiera nacido dócil

y humilde, sólo bastara

tal género de vivir

tal linaje de crianza,

a hacer fieras mis costumbres

¡qué buen modo de estorbarlas!

(pp.115-116)

SEGISMUNDO

Y cuando fuera -escuchadme-

dormida mi saña,

templada espada mi furia,

mi rigor quieta bonanza,

la fortuna no se vence

con injusticia y venganza,

porque antes se incita más;

y así, quien vencer aguarda

a su fortuna, ha de ser

con prudencia y con templanza.

(...) -Señor, levanta;

dame tu mano, que ya

que el cielo te desengaña

de que has errado en el modo

de vencerle, humilde aguarda

mi cuello a que tú vengues:

rendido estoy a tus plantas.

(p.139)

BASILIO

Tu ingenio a todos admira.

ASTOLFO

¡Qué condición tan mudada!

ROSAURA

¡Qué discreto y qué prudente!

(p.141)

2.2.2.- el rey basilio.

Basilio es un hombre ya anciano y un rey muy sabio. Su carácter es muy complejo, ya que en ciertas ocasiones muestra una gran compasión, no exento de temor, por su hijo. Pero a la vez, mantiene la compostura debido a su figura como rey.

Basilio debe enfrentarse a dos problemas en la obra. Uno es político y ético, la sucesión del trono de Polonia; y el otro es más intelectual. El poder elegir libremente y el poder del destino.

Basilio, actuando de acuerdo a las predicciones de los astros, encierra a Segismundo para evitar las desgracias con las que se anunciaron su nacimiento y futuro reinado. Actúa de acuerdo a su figura como rey, queriendo evitar para su reino sufrimientos. Cuando decide traer a Segismundo del palacio, es la compasión la que conmueve al viejo rey. Aquí puede más su figura paterna que la real.

Cuando las cosas con Segismundo no marchan bien en el palacio, decide mandarlo otra vez, engañado, a la prisión. Vuelve a actuar de acuerdo a sus obligaciones como rey. A la vez siente pena por su hijo y en la condición que está en la torre.

Basilio se siente muy capaz de enfrentarse a su hijo en la batalla, pero a la vez en algunos pasajes se puede mostrar como poco a poco se va convenciendo de que ha sido él quien lleva a la ruina a su país y no ha su hijo. Esta idea queda totalmente establecida en el momento en que Clarín muere delante de él.

Es este suceso el que modifica finalmente el carácter de Basilio, comprendiendo que el destino, así como las decisiones de Dios no pueden ser alteradas, y aceptando a Segismundo como el verdadero heredero al trono.

Por todos estos cambios de parecer que experimenta Basilio a lo largo del desarrollo de los acontecimientos, lo calificamos como personaje modelado. Su carácter va pasando por varias etapas, dependiendo de si adopta en sus decisiones y actos una imagen paterna, o responde a la autoridad real.

BASILIO

(...)ya sabéis que yo en el mundo

por mi ciencia he merecido

el sobrenombre de docto,

pues, contra el tiempo y olvido,

los pinceles de Timante,

los mármoles de Lisipo,

en el ámbito del orbe

me aclaman el gran Basilio.

Ya sabéis que son las ciencias

que más curso y más estimo,

matemáticas sutiles,

por quien el tiempo le quito,

por quien a la fama rompo

la jurisdicción y oficio

de enseñar más cada día;

(...)

(p.25)

BASILIO

Yo, acudiendo a mis estudios,

en ellos y en todo miro

que Segismundo sería

el hombre más atrevido,

el príncipe más cruel

y el monarca más impío,

por quien su reino vendría

a ser parcial y diviso,

escuela de las traiciones

y academia de los vicios;

y él, de su furor llevado,

entre asombros y delitos,

había de poner en mí

las plantas, y yo, rendido,

a sus pies me había de ver(...)

(p.26)

BASILIO

(...)determiné de encerrar

la fiera que había nacido,

por ver si el sabio tenía

en las estrellas dominio.

Publico se que el infante

nació muerto, y prevenido

hice labrar una torre

entre las peñas y riscos

desos montes, donde apenas

la luz ha hallado camino,

por defenderle la entrada

sus rústicos obeliscos.

(p.26)

BASILIO

(...)la una

que yo, Polonia, os estimo

tanto, que os quiero librar

de un rey tirano, porque

no fuera señor benigno

el que a su patria y su imperio

pusiera en tanto peligro.

La otra es considerar

que si a mi sangre le quito

el derecho que le dieron

humano fuero y divino,

no es cristiana caridad;(...)

(pp.27-28)

BASILIO

Yo he de ponerle mañana

sin que él sepa que es mi hijo

y rey vuestro, a Segismundo,

que aqueste su nombre ha sido,

en mi dosel, en mi silla,

y en fin, en el lugar mío,

donde os gobierne y os mande,

y donde todos rendidos

la obediencia le juréis

(p.29)

BASILIO

(...)y aunque en amorosos lazos

ceñir tu cuello pensé,

sin ellos me volveré,

que tengo miedo a tus brazos.

SEGISMUNDO

Sin ellos me podré estar

como me he estado hasta aquí;

que un padre que contra mí

tanto rigor sabe usar,

que con condición ingrata

de su lado me desvía,

como a una fiera me cría,

y como a un monstruo me trata

y mi muerte solicita,

de poca importancia fue

que los brazos no me dé,

cuando el ser de hombre me quita.

(p.48)

SEGISMUNDO

Acciones vanas,

querer que tenga respeto a canas;

pues aún ésas podría

ser que viese a mis plantas algún día;

porque aún no estoy vengado

del modo injusto con que me has criado

(vase).

BASILIO

Pues antes que lo veas,

volverás a dormir adonde creas

que cuanto te ha pasado,

como fue bien del mundo, fue soñado.

(pp.51-52)

BASILIO

Dadme un caballo, porque yo en persona

vencer valiente a un hijo ingrato quiero;

y en la defensa ya de mi corona,

lo que la ciencia erró, venza el acero (vase.)

(p.100)

BASILIO

(...) -Si a mí buscándome vas,

ya estoy, príncipe, a tus plantas:

sea dellas blanca alfombra

esta nieve de mis canas.

Pisa mi cerviz y huella

mi corona; postra, arrastra

mi decoro y mi respeto;

toma de mi honor y venganza,

sírvete de mí cautivo;

y tras prevenciones tantas,

cumpla el hado su homenaje

cumpla el cielo su palabra.

(136).

SEGISMUNDO

(...) -Señor, levanta;

dame tu mano, que ya

que el cielo te desengaña

de que has errado en el modo

de vencerle, humilde aguarda

mi cuello a que tú te vengues:

rendido estoy a tus plantas.

BASILIO

Hijo que tan noble acción

otra vez en mis entrañas

te engendra, príncipe eres.

A ti laurel y la palma

se te deben: tú venciste;

corónente tus hazañas.

(pp.140-141

capítulo iii:: el espacio

Todos los acontecimientos ocurren necesariamente en un espacio determinado. En el caso de un texto dialogado se trata de un espacio textual previsto ya en el texto dramático. Por lo tanto el espacio será aquel donde se desarrollan todas las acciones dramáticas.

En todas las obras dialogadas, los distintos espacios donde tiene lugar cada escena vienen señalados por las acotaciones. Aunque también sucede que son los mismos personajes, con sus diálogos, los que nos introducen el espacio donde se están llevando a cabo las acciones.

En el caso de La vida es sueño, los distintos espacios donde tiene lugar las acciones están indicados tanto por las escasas acotaciones como por el diálogo de los personajes.

Todos los acontecimientos ocurren necesariamente en un espacio determinado. En el caso de un texto dialogado se trata de un espacio textual previsto ya en el texto dramático. Por lo tanto el espacio será aquel donde se desarrollan todas las acciones dramáticas.

En todas las obras dialogadas, los distintos espacios donde tienen lugar cada escena, vienen señalados por las acotaciones. Aunque también sucede que son los mismos personajes, con sus diálogos, los que nos introducen el espacio donde se están llevando a cabo las acciones.

En el caso de La vida es sueño, los distintos espacios donde tiene lugar las acciones están indicados tanto por las escasas acotaciones como por el diálogo de los personajes.

En todo texto narrativo el autor sitúa los acontecimientos en un lugar determinado. En “la vida es sueño” los escenarios principales y secundarios que podemos encontrar son: como escenarios principales, la torre del príncipe Segismundo y el castillo del rey Basilio; y como escenarios secundarios, Moscovia y los campos de Polonia.

En estos escenarios se van desarrollando las acciones principales y secundarias que ayudan a que la trama de la obra se desenvuelva.

Uno de los escenarios principales es la torre del príncipe Segismundo. Se trata de una torre apartada del mundo, habitada por Segismundo, hijo del rey de Polonia. Esta torre está situada dentro de las fronteras de Polonia, donde Segismundo se encuentra como en una cárcel, en un sitio oscuro, triste, húmedo y tenebroso.

Él rey Basilio, padre de Segismundo, encerró a éste en tal torre, debido a que al nacer, un oráculo predijo que sería un rey cruel cuando gobernarse en un futuro, y entonces, para evitar que eso sucediese, lo encerró durante toda su vida hasta el momento en el que madurase y llegase su hora de gobernar.

También el rey Basilio planeó, que si por cualquier motivo Segismundo se comportase de modo malvado cuando fuera descubierto y reconocido como hijo del rey Basilio, príncipe de Polonia, entonces volvería ha ser encerrado para siempre. En la torre únicamente se había relacionado durante toda su vida con Clotaldo, viejo qué había cuidado de él.

SEGISMUNDO

¡Ay, mísero de mí, y ay infelice!

ROSAURA

¡Qué triste vos escucho!

Con nuevas penas y tormentos lucho.

CLARÍN

Yo con nuevos temores.

ROSAURA

Huyamos los rigores

de esta encantada torre.

CLARÍN

Yo aún no tengo

ánimo de huir, cuando a eso vengo.

ROSAURA

¿No es breve luz aquella

caduca exhalación, pálida estrella,

que en trémulos desmayos

pulsando ardores y latiendo rayos,

hace más tenebrosa

la obscura habitación con luz dudosa?

(p.26)

CLOTALDO

Guardas de esta torre,

que, dormidas o cobardes,

disteis paso a dos personas

que han quebrantado la cárcel...

ROSAURA

Nueva confusión padezco.

(...)

CLOTALDO

Acudid, y vigilantes,

sin que puedan defenderse,

o prendedles o matadles.

TODOS

¡Traición!

CLARÍN

Guardas de esta torre,

que entrar aquí nos dejasteis,

pues que nos dais a escoger,

el prendernos es más fácil.

(p.32)

SEGISMUNDO

¿Soy yo por ventura? ¿Soy

el que preso y aherrojado

llego a verme en tal estado?

¿No sois mi sepulcro vos,

torre? Sí. ¡Válgame Dios,

qué de cosas he soñado!

(p. 97)

CLOTALDO

Aquí le habéis de dejar

pues hoy su soberbia acaba

donde empezó.

CRIADO 1

Como estaba,

la cadena vuelvo a atar.

CLARÍN

No acabes de despertar,

Segismundo, para verte

perder, trocada la suerte

siendo tu gloria fingida,

una sombra de la vida

y una llama de la muerte.

CLOTALDO

A quien sabe discurrir,

así, es bien que se prevenga

una estancia, donde tenga

harto lugar de argüir.

Éste es el que habéis de asir

y en ese cuarto encerrar.

CLARÍN

¿Por qué a mí?

CLOTALDO

Porque ha de estar

guardado en prisión tan grave,

Clarín que secretos sabe,

donde no pueda sonar.

(PP.94-95

SOLDADO 1º

Ésta es la torre en que está.

Echad la puerta en el suelo;

entrad todos.

CLARÍN

¡Vive Dios!

Que a mí me buscan, es cierto,

pues que dicen que aquí estoy.

¿Qué me querrán?

(p.104)

CLARÍN

(¡Vive Dios, que va de veras! Aparte

¨Si es costumbre en este reino

prender uno cada día

y hacerle príncipe, y luego

volverle a la torre? Sí,

pues cada día lo veo;

fuerza es hacer mi papel).

(p.105)

CLARÍN

En una encantada torre,

por lo que sé, vivo preso.

¿Qué me harán por lo que ignoro

si por lo que sé me han muerto?

¡Que un hombre con tanta hambre

viniese a morir viviendo!

(...)

Llena de mil chirimías,

de trompetas y embelecos,

de procesiones, de cruces,

de disciplinantes; y éstos

unos suben, otros bajan,

otros se desmayan, viendo

la sangre que llevan otros;

mas yo, la verdad diciendo,

de no comer me desmayo;

que en esta prisión me veo, (...)

(pp. 103-104)

SOLDADO 1º

Gran príncipe Segismundo

--que las señas que traemos

tuyas son, aunque por fe

te aclamamos señor nuestro--,

tu padre, el gran rey Basilio,

temeroso que los cielos

cumplan un hado, que dice

que ha de verse a tus pies puesto,

vencido de ti, pretende

quitarte acción y derecho

y dársela a Astolfo, duque

de Moscovia. Para esto

juntó su corte, y el vulgo,

penetrando ya, y sabiendo

que tiene rey natural,

no quiere que un extranjero

venga a mandarle. Y así,

haciendo noble desprecio

de la inclemencia del hado,

te ha buscado donde preso

vives, para que valido

de sus armas, y saliendo

de esta torre a restaurar

tu imperial corona y cetro,

se la quites a un tirano.

Sal, pues; que en ese desierto,

ejército numeroso

de bandidos y plebeyos

te aclama. La libertad

te espera. Oye sus acentos.

(p.197)

Otro escenario principal podríamos mencionar el palacio del rey Basilio donde se desarrollan la mayoría de los acontecimientos, o gran parte de ellos. Éste se encuentra situado en el centro de Polonia, y además, está ubicado junto al mar como podemos observar en lo que los personajes nos dicen.

En este castillo suceden muchos acontecimientos que son de importancia para el desarrollo de la obra. Cuando Segismundo es llevado a palacio podemos darnos cuenta de los lujos de los que se dispone.

También podemos señalar que el castillo estaba ornamentado con telas y poseía una gran cantidad de criados que realizaban los trabajos y ayudaban en todo a sus superiores.

Rústico nace entre desnudas peñas

un palacio tan breve

que el sol apenas a mirar se atreve;

(p.13)

[...] Ya sabéis (estadme atentos

amados sobrinos míos,

corte ilustre de Polonia,

vasallos, deudos y amigos), [...]

(p.34)

¡Válgame el cielo! ¿qué veo?

¡Válgame el cielo! ¿qué miró?

Con poco espanto lo admiro,

Con mucha duda lo creo.

¿yo en palacios suntuoso?

¿Yo entre telas y brocados?

¿yo cercado de criados

tan lúcidos y briosos? [...]

(p.42)

[...] a palacio te han traído

de la torre en que vivías,

mientras al sueño tenías

el espíritu rendido. [...]

(p.56)

Que el vulgo, monstruo despeñado y ciego,

la torre penetró, y de lo profundo

della sacó su príncipe, que luego

que vio segunda vez su honor segundo,

valiente se mostró, diciendo fiero

que ha de sacar al cielo verdadero.

(p.76)

Por otro lado, tenemos dos escenarios secundarios, uno de ellos es los campos de Polonia. Éstos aparecen al principio de toda la obra, dando comienzo a la trama, y son descritos como campos abandonados donde nadie vivía, situados en el territorio de Polonia, pero alejados de la ciudad. En estos campos se encontraba la torre donde Segismundo estaba encerrado.

Mas delante de la obra, podemos observar que este espacio es de nuevo utilizado para desarrollar una serie de escenas finales. En estas escenas tiene lugar el enfrentamiento entre las tropas del rey Basilio, y las de su hijo, el príncipe Segismundo. En tal enfrentamiento, sale victorioso Segismundo, y las tropas del rey huyen. Pero finalmente, Segismundo termina reconciliándose con su padre.

Por lo tanto, en estas últimas escenas, los campos de Polonia son usados como escenario para representar un campo de batalla entre padre e hijo.

[...] quédate en este monte,

donde tengan los brutos su Faetonte;

que yo sin más camino

que el que me da las leyes del destino [...]

(p.110)

[...] Mas ¿qué haremos, señora,

a pie, solos, perdidos y a esta hora

en un desierto monte,

cuando se parte el sol a otro horizonte?

(p.134)

En lo intricado del monte,

entre sus espesas ramas,

el Rey se esconde. Seguidle,

no que quede en sus cumbres planta

que no examine el cuidado,

tronco a tronco, y rama a rama.

(p.139)

Y por otro lado, el otro escenario secundario podríamos considerar que se trata de Moscovia. Este espacio hace referencia al lugar de donde provienen Rosaura, Astolfo y Estrella.

El autor nunca hace una descripción detallada de Moscovia, sino que hace mención de esta corte superficialmente. Lo único que se puede saber de Moscovia es que está ubicada en una frontera o cerca de Polonia y que su relación con ésta última únicamente era amistosa.

Este espacio lo conocemos gracias a lo que dicen los personajes sobre él y por la serie de acontecimientos que allí ocurrieron y que determinan la acción de muchos de los sucesos de las escenas de esta obra, que ayudan a su desenvolvimiento.

Por ejemplo, en Moscovia empiezan las desgracias de Rosaura; puesto que allí nació y fue el lugar donde conoció a Astolfo, de quién se enamoró. Cuando ella vivía en Moscovia tuvo un noviazgo con el príncipe, pero él la dejó porque no era de su linaje y; además, el rey Basilio lo había mandado llamar para que se casara con Estrella y así ser el descendiente del trono en lugar de Segismundo. Cuando Rosaura se enteró de su deshonra salió en busca de Astolfo y de este modo poder vengarse de él.

Y en otro plano Moscovia es el lugar de nacimiento no sólo de Rosaura, sino también de Estrella y de Astolfo. Esto fue la causa de que el pueblo de Polonia se revelara ante el rey y fuera en busca de su verdadero príncipe, pues según ellos no concebían que unos extranjeros tomaran el trono.

CAPÍTULO IV: EL TIEMPO

El tiempo también es uno de los elementos más importantes del texto dialogado. Todo hecho que ocurre en un relato necesariamente tiene que estar ubicado en un tiempo determinado. Puede tratarse de meses, años, horas, una noche, un día...

Tratándose de una obra de teatro, tendremos que hablar de tiempo dramático; es el que está constituido por los distintos momentos en que suceden las situaciones y las relaciones que se establecen entre ellos y con la realidad. El tiempo dramático es indispensable y necesario para el desarrollo de las acciones.

1.- tiempo textual

El tiempo textual es el tiempo de la historia contada, que encontramos tanto en el diálogo de los personajes como en las acotaciones. Es decir, es el tiempo que tarda todos los acontecimientos en desarrollarse; desde la primera escena cuando llega Rosaura, hasta la última que acaba con el aceptamiento de Segismundo como príncipe heredero.

El tiempo textual de La vida es sueño, puede ser de unas semanas. En las acotaciones y diálogo de los personajes no se dan demasiadas pistas acerca de la duración de los acontecimientos.

1.1.- primera jornada.

La primera jornada hemos estimado que puede tener una duración de algo más de una hora, cuando llega Rosaura al castillo, hablan con Segismundo y Clotaldo los detiene. La escena donde el rey confiesa a sus sobrinos la existencia de Segismundo y el parlamento anteriormente mantenido por Estrella y Astolfo, puede tener una duración de más o menos media hora o más. Finalmente, el resto de la jornada donde el rey libera a Clarín y a Rosaura, y ésta se lo agradece a Clotaldo, puede durar un cuarto de hora aproximadamente.

No sabemos si las escenas primeras que hemos citado que se desarrollan al principio de la obra en el palacio, y las escenas donde aparecen por primera vez suceden simultáneamente. Pero teniendo en cuenta que cuando Basilio deja de hablar con sus sobrinos llega de inmediato Clotaldo con Rosaura y Clarín, podemos deducir que en efecto estas escenas han sucedido simultáneamente.

Pero también cabe la posibilidad de que la obra siga un orden cronológico. Puede ser que las escenas donde aparecen por primera vez Clotaldo, Rosaura, Clarín y Segismundo, y que se desarrollan en la prisión, sucedan antes que cuando aparecen Estrella, Astolfo y Basilio. Y mientras estas últimas escenas citadas van sucediendo, Clotaldo se traslada con Clarín y Rosaura hacia el castillo.

Esto último es lo más lógico, ya que en el libro se cita que el castillo estaba situado muy alejado entre las peñas y riscos; por lo tanto tiene que haber un cierto tiempo para que Clotaldo llegase con los intrusos al palacio real.

Sale en lo alto de un monte ROSAURA en hábito de hombre de camino, y en representando los primeros versos va bajando.

(...)

ROSAURA

¡Quién ha visto sucesos tan extraños!

Mas si la vista no padece engaños

que hace la fantasía,

a la medrosa luz que aún tiene el día,

me parece que veo

un edificio.

(p.4)

Descúbrese SEGISMUNDO con una cadena a la luz, vestido de pieles.

SEGISMUNDO

¡Ay, mísero de mí, y ay, infelice!

apurar, cielos, pretendo,

ya que me tratáis así,

qué delito cometí

contra vosotros naciendo

aunque sí nací, ya entiendo

qué delito he cometido;

(p.6)

ROSAURA

Temor y piedad en mí

sus razones ha causado.

SEGISMUNDO

¿Quién mis voces ha escuchado?

¿Es Clotaldo?

(p.9)

Sale CLOTALDO con escopeta y soldados: todos con los rostros cubiertos.

CLOATALDO

todos os cubrid los rostros:

que es diligencia importante

mientras estamos aquí

que no nos conozca nadie.

CLARÍN

¿Enmascaraditos hay?

(p.15)

CLOTALDO

¿De qué

infieres agora, o sabes,

que hay secreto en esta espada?

ROSAURA

Quien me la dio, dijo: “Parte

a Polonia, y solicita

con ingenio, estudio o arte,

que te vean esa espada

los nobles principales;

que yo sé que alguno dellos

te favorezca y ampare”;

que, por si acaso era muerto

no quiso entonces nombrarle.

(p.20)

La primera cita hace referencia a cuando llega Rosaura a Polonia y descubre el castillo; puede durar unos pocos minutos. En la segunda cita, Segismundo recita sus lamentos en un largo parlamento que puede durar cinco minutos.

A continuación Rosaura descubre al joven y habla con él; la duración estimada de la escena puede ser de unos veinte minutos en total. La escena continua es cuando llega Clotaldo y hace arrestar a Rosaura y a Clarín. Esta escena dura unos minutos muy escasos.

Y en la última escena tiene lugar todo el descubrimiento por parte de Clotaldo de que Rosaura es su hija por medio de una reflexión bastante larga. Aquí expone lo sucedido entre Clotaldo y Violante, y sus dilemas sobre la lealtad o su figura paterna. La duración de esta escena puede ser de un cuarto de hora aproximadamente.

ASTOLFO

Muy mal informada estáis,

Estrella, pues que la fe

de mis finezas dudáis,

y os suplico que me oigáis

la causa, a ver si la sé.

Falleció Eustorgio tercero,

rey de Polonia: quedó

Basilio por heredero (...)

ESTRELLA

A tan cortés bizarría

Menos mi pecho no muestra,

Pues la imperial monarquía

Para sólo hacerla vuestra

Me holgara que fuese mía;

(...)

(p.22)

BASILIO

(...) y así, cuando me confieso

rendido al prolijo peso

sólo os pido en la ocasión

silencio, que admiración

ha de pedirla el suceso.

Ya sabéis -estadme atentos,

Amados sobrinos míos,

Corte ilustre de Polonia,

Vasallos, deudos y amigos-, (...)

(p.25)

La primera cita hace referencia al encuentro entre Astolfo y Estrella en el palacio. Puede durar unos diez minutos, pues Astolfo en uno de sus diálogos cuenta por qué ellos van a ser los herederos de su tío Basilio.

En la segunda cita se cuenta el discurso que hace el rey a sus sobrinos donde descubre la existencia de su hijo Segismundo. Es muy largo, ya que empieza contando los malos presagios de los astros, cómo muere la madre, dónde encierran a Segismundo bajo el mando y cuidado de Clotaldo y termina con la decisión de traer a su hijo al palacio. Es una escena larga que puede durar una media hora.

Antes de que entre el REY sale CLOTALDO, ROSAURA y CLARÍN, y detiene al REY.

CLOTALDO

¿Podréte hablar?

BASILIO

¡Oh, Clotaldo!

tú seas muy bien venido.

(p.32)

ROSAURA

La vida, señor, me has dado;

y pues a tu cuenta vivo,

eternamente seré

esclavo tuyo.

CLOTALDO

No ha sido

vida lo que yo te he dado;

porque un hombre bien nacido,

si está agraviado, no vive;

y supuesto que has venido

a vengarte de una agravio,

según tu propio me has dicho,

no te he dado la vida yo,

porque tú no la has traído;

que vida infame no es vida.

(Aparte) (Bien con aquesto le animo.)

(p.46)

La primera cita es cuando llegan Clotaldo, Clarín y Rosaura seguidamente después de que el rey termine de hablar con sus sobrinos. Dura muy poco; un par de minutos aproximadamente.

Pero la última escena de la jornada donde Rosaura le cuenta a su padre el agravio de Astolfo, y se deja ver que es una mujer, dura bastante. Es una conversación larga entre Clotaldo y Rosaura, de unos diez minutos o cuarto de hora.

Toda esta primera jornada ocupa un día; ya que en el siguiente acto se cuenta el traslado de Segismundo de la prisión a la torre, y se trata de días distintos. No sabemos si ocurre al día siguiente o pasan algunos días hasta que este hecho tiene lugar. No se especifica en ninguna acotación ni en ningún diálogo.

1.2.- jornada segunda.

Esta segunda jornada cuenta la llegada a Segismundo al palacio real, su comportamiento agresivo y salvaje al enterarse de quién es en realidad y su vuelta a la prisión. También ocurren acontecimientos en relación a la acción secundaria; cuando Astolfo se encuentra a Rosaura y ocurre el enredo del retrato.

La segunda jornada comienza con un salto temporal prospectivo. El autor no ha querido contar la escena en la que Clotaldo duerme a Segismundo y lo traslada al palacio. Sabemos de la existencia de este hecho porque Clotaldo le cuenta el proceso llevado a cabo, para dormir a Segismundo, al rey mediante un diálogo. He aquí un ejemplo de la descripción temporal determinada por el discurso de los personajes. No sabemos si esta escena omitida ocurre el mismo día que Clotaldo se lo cuenta a Basilio, o si pasan algunos días entre medias.

La duración de la conversación que mantiene al principio de la segunda jornada Basilio y Clotaldo puede ser de un cuarto de hora o diez minutos, más o menos.

CLOTALDO

Todo, como lo mandaste,

queda efectuado.

BASILIO

Cuenta,

Clotaldo, cómo pasó.

CLOTALDO

Fue, señor, desta manera:

(...)

(p.53)

CLOTALDO

(...)le brindé

con la pócima, y apenas

paso desde le vaso al pecho

el licor, cuando las fuerzas

rindió al sueño(...)

Allí en tu cama le acuestan,

donde al tiempo que el letargo

haya perdido la fuerza,

como a ti mismo, señor,

le sirva, que así lo ordenas.

(p.54)

La siguiente escena, donde Clarín expone sus quejas a Clotaldo de falta de atención, dura muy poco, escasamente un par de minutos.

CLARÍN

Hay que ella está regalada,

servida como una reina,

en fe de sobrina tuya.

Y hay quien viniendo con ella,

estoy yo muriendo de hambre,

y nadie de mí se acuerda.(...)

(p.56)

CLOTALDO

Tu queja está bien fundada;

yo satisfaré tu queja,

y en tanto, sírveme a mí.

(p.63)

En las escenas siguientes se cuenta cuando Segismundo se despierta ya en el palacio y empieza a comportarse groseramente. Esta parte de la obra es muy larga, por lo que puede tener una duración aproximada de una hora. Aquí se desarrollan los distintos conflictos entre Segismundo y Clotaldo, Astolfo, el rey, los criados, Rosaura...

CLOTALDO

¿Ay de mí, triste!

SEGISMUNDO

Traidor fuiste con la ley,

lisonjero con el rey,

y cruel conmigo fuiste;(...)

(p.65)

SEGISMUNDO

¿Quién

eres tú, di?

CLARÍN

Entremetido.

y deste oficio soy jefe,

porque soy el mequetrefe

mayor que se ha conocido.

SEGISMUNDO

Tú sólo en tan nuevos mundos

me has agradado.

(p.68)

CRIADO 2º

Pues yo, señor, he escuchado

de ti que en lo justo es bien

obedecer y servir.

SEGISMUNDO

¿También oíste decir que

por un balcón, a quien

me canse, sabré arrojar?

CRIADO 2º

Con los hombres como yo

no puede hacerse eso.

(p.71)

BASILIO

Al cielo y a Dios pluguiera

que a dártele no llegara;

pues ni tu voz escuchara,

ni tu atrevimiento viera.

SEGISMUNDO

Si no me le hubieras dado,

no me quejara de ti;

pero una vez dado, sí,

por habérmele quitado;

que aunque el dar la acción es

más noble y más singular,

es mayor bajeza el dar,

para quitarlo después.

(p.75)

SRGISMUNDO

Harás que de cortés pase a grosero,

porque la resistencia

es veneno cruel de mi paciencia.

ROSAURA

Pues cuando ese veneno,

de furia, de rigor y de saña lleno,

la paciencia venciera,

mi respeto no osara, ni pudiera.

(p.77)

SEGISMUNDO

Sírvate de morir, pues desta suerte

también sabré vengarme, con tu muerte,

de aquel pesado enojo.

ASTOLFO

Yo defiendo

mi vida; así la majestad no ofendo.

(Sacan las espadas, y salen el rey BASILIO Y ESTRELLA).

(p.79)

En las siguientes escenas de la jornada segunda sucede el problema del retrato de Rosaura que Astolfo tiene y que Estrella le pide para mostrarla que la quiere a ella. Aproximadamente, estas escenas pueden durar unos veinte minutos entre el intento de seducción de Astolfo a Estrella, la discusión de Rosaura y Astolfo y cuando Estrella determina abandonar a Astolfo.

ESTRELLA

No dudo que esas finezas

son verdades evidentes;

mas serán por otra dama

cuyo retrato pendiente

trujistes al cuello cuando

llegaste, Astolfo, a verme;

y siendo así, esos requiebros

ella sola los merece.(...)

(p.82)

ASTOLFO

Yo haré que el retrato salga

del pecho, para que entre

la imagen de tu hermosura.

Donde entra Estrella no tiene

lugar la sombra, ni estrella

donde el sol; voy a traerle.(...)

(pp.82-83)

ASTOLFO

Aunque más esfuerzos hagas,

¡oh, qué mal, Rosaura, puedes

disimular! Di a los ojos

que su música concierten

con la voz; porque es forzoso

que desdiga y que disuene

tan destemplado instrumento,

que ajustar y medir quiere

la falsedad de quien dice,

con la verdad de quien siente.

ROSAURA

Ya digo que sólo espero

el retrato.

(pp.84-85)

ROSAURA

(...)cayóseme de la mano

al suelo; Astolfo, que viene

a entregarle el de otra dama

le levantó, y tan rebelde

está en dar el que le pides,

que en vez de dar uno, quiere

llevar otro; pues el mío

aún no es posible volverme

con ruegos y persuasiones;

colérica e impaciente

yo se le quise quitar.

Aquel que en la mano tiene,

es mío; tú lo verás

con ver si se me parece.

(p.86)

ASTOLFO

(...)

Aunque quisiera, hermosa Estrella,

Servirte y obedecerte,

No podré darte el retrato

Que me pides, porque...

ESTRELLA

Eres

villano y grosero amante.

no quiero que me le entregues;

porque yo tampoco quiero,

con tomarle, que me acuerdes

de que yo te le he pedido. (Vase.)

(pp.86-87)

A continuación, en las últimas escenas de esta jornada, tiene lugar un salto temporal. Se han llevado dormido de nuevo a Segismundo a la prisión; en la obra no aparece esta escena como tal, sino que lo sabemos por los diálogos entre Basilio y el rey que está en la prisión también.

Segismundo se despierta creyendo que todo era un sueño y habla con Clotaldo de lo soñado. Estas últimas escenas tienen una duración aproximada de veinte minutos también. Al igual que al principio de la jornada, puede que mientras ocurre la escena de Estrella, Rosaura y Astolfo haya podido tener lugar la escena omitida en la obra, es decir, la escena donde Segismundo es devuelto otra vez a la prisión.

(Descúbrese SEGISMUNDO, como al principio, con pieles y cadena, durmiendo en el suelo; salen CLOTALDO, CLARÍN y os dos CRIADOS.)

CLOTALDO

Aquí le habéis de dejar

pues hoy su soberbia acaba

donde empezó.

CRIADO 1º

Como estaba,

la cadena vuelvo a atar.

(p.90)

BASILIO

La necia curiosidad

de ver lo que pasa aquí

a Segismundo, ¡ay de mí!,

deste modo me ha traído.

CLOTALDO

Mírale allí, reducido

a su miserable estado.

(pp.92-93)

CLOTALDO

Lo que soñaste me di.

SEGISMUNDO

Supuesto que sueño fue, no diré lo que soñé;

Lo que vi, Clotaldo, sí.

Yo desperté, y yo me vi

-¡qué crueldad tan lisonjera!-

en un lecho que pudiera

con matices y colores

ser el catre de las flores

que tejió la primavera.

Aquí mil nobles, rendidos

a mis pies mi nombre me dieron

de su príncipe, y sirvieron

galas, joyas y vestidos.(...)

que, aunque estoy de esta manera,

príncipe de Polonia era.

(p.97)

1.3.- jornada tercera

Es el final ya de la obra. El pueblo rescata de la prisión a Segismundo y éste se da cuenta de quién es en realidad, fuera ya de sueños. Empieza una guerra civil entre los partidarios de que Segismundo fuera el heredero y los que están a favor de Astolfo como heredero. Como resultado del enfrentamiento, vence Segismundo y se reafirma como heredero. Finalmente, Segismundo entiende que tiene que comportarse para convertirse en rey y resuelve todas sus diferencias con Astolfo, con Clotaldo y con su padre. A sí mismo, también repara la honra de Rosaura casándola con Astolfo y él con Estrella.

Las primeras escenas tienen lugar el rescate de Segismundo de la prisión, y con él Clarín, que es confundido con el príncipe al principio. Estas escenas son largas, ya que después de la confusión con Clarín, el soldado explica largamente a Segismundo quién es. Luego Segismundo empieza a rectificar su conducta ya con Clotaldo, cuando lo perdona por haberlo tenido en la prisión y lo deja ir. Por lo tanto, se estima que la duración es de media hora, más o menos.

SOLDADO

Tú nuestro príncipe eres;

ni admitimos ni queremos

sino al señor natural,

y no príncipe extranjero.

A todos nos das los pies.

TODOS

¡Viva el gran príncipe nuestro!

CLARÍN

(¡Vive Dios, que va de veras!

¿Si es costumbre en este reino

prender uno cada día

y hacerle príncipe, y luego

volverle a la torre? Sí,

pues cada día lo veo;

fuerza es hacer mi papel.)

(pp.99-100)

SOLDADO 1º

Gran príncipe Segismundo

(...)

tu padre, el gran rey Basilio,

temeroso que los cielos

cumplan un hado, que dice

que ha de verse a tus pies puesto,

vencido de ti pretende

quitarte acción y derecho

y dársela a Astolfo,(...)

(p.102)

SEGISMUNDO

(...)

Tocad al arma, que presto

veréis mi inmenso valor.

Contra mi padre pretendo

tomar armas, y sacar

verdaderos a los cielos.(...)

(p.103)

CLOTALDO

A tus reales plantas llego,

ya sé que a morir.

SEGISMUNDO

Levanta,

levanta, padre, del suelo;

que tú has de ser norte y guía

de quien fíe mis aciertos;

que ya sé que mi crianza

a tu mucha lealtad debo.

Dame los brazos.

(p.110)

En las siguientes escenas, Clotaldo va al palacio real para contarle al rey todo lo sucedido en la prisión con Segismundo y la muchedumbre. También tiene lugar una conversación entre Clotaldo y Rosaura donde Rosaura pide a Clotaldo que vengue su deshonra matando a Astolfo. Ante la negativa de Clotaldo, Rosaura decide tomar por su propia mano su venganza hacia Astolfo. Esta conversación es muy larga, y creemos que todas escenas pueden durar algo más de media hora.

BASILIO

Clotaldo, ¿pues qué hay de Segismundo?

CLOTALDO

Que el vulgo, monstruo despeñado y ciego,

la torre penetró, y de lo profundo

della sacó su príncipe, que luego

que vio segunda vez su honor segundo,

valiente se mostró diciendo fiero

que ha de sacar al cielo verdadero.

(p.114)

CLOTALDO

En este tiempo trazaba

cómo cobrar se pudiese

tu honor perdido, (...)

Darle muerte pensé, cuando

Segismundo pretendió

dármela a mí, y él llegó,

su peligro atropellando,

a hacer en defensa mía (...)

Pues ¿cómo yo ahora -advierte-,

teniendo alma agradecida,

a quien me ha dado la vida

le tengo de dar la muerte?

(pp.120-121)

ROSAURA

Luego estás dél ofendido,

luego estás dél obligado,

supuesto que a mí me has dado

lo que dél has recibido;

y así debes acudir

a mi honor en riesgo tanto,

pues yo le prefiero, cuanto

va de dar a recibir.

(p.121)

CLOTALDO

Vencido de tu argumento,

antes liberal seré.

yo, Rosaura, te daré

mi hacienda, y en un convento

vive; que está bien pensado

el medio que solicito; (...)

Con el remedio elegido

soy con el reino leal,

soy contigo liberal,

con Astolfo, agradecido; (...)

(p.124)

ROSAURA

Cuanto tú mi padre fueras,

sufriera esa injuria yo;

pero no siéndolo, no;

CLOTALDO

¿Pues qué es lo que hacer esperas?

ROSAURA

Matar al duque.

(pp.125-126)

Las siguientes escenas constituyen el final de la obra. En el campo de batalla, Rosaura ha llegado hasta Segismundo armada para remediar su honor ayudándole en la batalla. Después, Clarín muere, por esconderse de la batalla, a los pies de Astolfo, Clotaldo y el rey, haciendo entrar en razón al rey acerca de su hijo. Segismundo llega al lugar y, tras hablar con el rey, decide arreglar todo: la deshonra de Rosaura, su relación con su padre... También se descubre que Rosaura es hija de Clotaldo.

Todo este desenlace es muy largo, de una duración más o menos de dos horas, desde que Rosaura cuenta a Segismundo quién es, hasta que al final Segismundo se convierte en príncipe heredero.

ROSAURA

(...)

Y porque, compadecido

mejor mi amparo dispongas,

es bien que de mis sucesos

trágicas fortunas oigas.(...)

Lo más que podré decirte

de mí, es el dueño que roba

los trofeos de mi honor,

los despojos de mi honra.

Astolfo..., ¡ay de mí!, al nombrarle

se encoleriza y se enoja

el corazón, propio de efecto

de que enemigo se nombra.

Astolfo fue el dueño ingrato

Que, olvidado de las glorias

-porque en un pasado amor

se olvida hasta la memoria-,

vino a Polonia llamado

de su conquista famosa

a casarse con Estrella.

(pp.128-129)

(Disparan dentro y cae CLARÍN, herido, de donde está.)

CLARÍN

¡Válgame el cielo!

ASTOLFO

¿Quién es

este infelice soldado,

que a nuestros pies ha caído

en sangre todo teñido?

CLARÍN

Soy un hombre desdichado,

que por quererme guardar

de la muerte, la busqué.

Huyendo della, topé

con ella, pues no hay lugar

para la muerte secreto; (...)

(pp.136-137)

SEGISMUNDO

En lo intrincado del monte,

entre sus espesas ramas,

el Rey se escinde. ¡Seguidle!

no quede en sus cumbres planta

que no examine el cuidado

tronco a tronco, y rama a rama.

(p.138)

SEGISMUNDO

(...) -Señor, levanta;

dame tu mano, que ya

que el cielo te desengaña

de que has errado en el modo

de vencerle, humilde aguarda

mi cuello a que tú vengues:

rendido estoy a tus plantas.

BASILIO

Hijo, que tan noble acción

otra vez en mis entrañas

te engendra, príncipe eres.(...)

(pp.140-141)

BASILIO

Tu ingenio a todos admira.

ASTOLFO

¡Qué condición tan mudada!

ROSAURA

¡Qué discreto y qué prudente!

(p.142)

2.- tiempo dramático.

También se denomina tiempo espectacular. Como su propio nombre indica, es el tiempo que dura la representación teatral de la obra. El tiempo dramático está condicionado por los gustos y costumbres histórico-literarias de la época en la que se representa la obra. Actualmente, este tiempo escénico es de dos horas, más o menos.

La vida es sueño, teniendo en cuenta que la obra es de un autor perteneciente al Siglo de Oro, sigue las costumbres de la época dividiéndose en tres jornadas o actos. La duración de esta obra, en esta época y teniendo en cuenta la duración de las escenas de la que hemos hablado en el apartado anterior, puede ser de algo más de dos horas.

capítulo v: los diálogos y monólogos

1.- el diálogo.

El diálogo adquiere plena dimensión como variedad de discurso; se ha constituido como el elemento central que da sentido al mismo texto. El teatro es el género literario dialogado por excelencia. Junto con la acción y los personajes, los diálogos forman parte del texto principal.

A través de estos diálogos conocemos las acciones de los personajes; por ello el es muy complejo. Al tratarse de obras teatrales, la mayoría de la información que nos transmite la obra nos la proporciona las acciones, movimientos, gestos... dentro de un escenario. Pero al leerlo, somos nosotros quienes tenemos que imaginarlos, si en las acotaciones no se da mucha información como en esta obra, a través de los diálogos de los personajes.

La forma que tenemos para reconocer los diálogos en una obra teatral es primero percibir que cada diálogo está introducido por el nombre del personaje que emite ese diálogo, y seguidamente el texto que el autor ha atribuido a ese personaje en concreto.

Los diálogos tienen varias funciones que a veces comparten con las acotaciones. Primero, tiene la función de crear la acción dramática; al carecer de un texto narrado que nos informa de estas acciones, es el diálogo va generando los hechos que pueden desarrollarse simultáneamente.

CLOTALDO

Acudid, y, vigilantes,

sin que puedan defenderse,

o prendedles, o matadles.

TODOS

¡Traición!

CLARÍN

Guardas desta torre,

que entrar aquí nos dejasteis,

pues que nos dais a escoger,

el prendernos es más fácil.

CLOTALDO

Todos os cubrid los rostros:

que es diligencia importante

mientras estamos aquí

que no nos conozca nadie.

(p.11)

BASILIO

(...)

Pues dando crédito yo

a los hados, que adivinos

me pronosticaban daños

en fatales vaticinios,

determiné de encerrar

la fiera que había nacido,

por ver si el sabio tenía

en las estrellas dominio.

(p.25)

CLOTALDO

(...)

Viéndole ya enfurecido

con esto, que ha sido el tema

de su dolor, le brindé

con la pócima, y apenas

pasó desde el vaso al pecho

el licor, cuando las fuerzas

rindió al sueño, discurriendo

por los miembros y las venas

un sudor frío, de modo

que, a no saber yo que era

muerte fingida, dudara

de su vida.(...)

(p.54)

SEGISMUNDO

No

me estorbe nadie, que es vana

diligencia: ¡y vive Dios!

si os ponéis delante vos,

que os eche por la ventana.

CRIADO 1º

Huye, Clotaldo.

(p.68)

SEGISMUNDO

Porque tú ese baldón no me dijeras,

tan cortés me mostraba,

pensando que con eso te obligaba;

mas, si lo soy hablando de este modo,

has de decirlo, vive Dios, por todo.

-Hola, dejadnos solos, y esa puerta

se cierra, y no entre nadie.

(pp.70-71)

ESTRELLA

(...): embarázame mucho

que él a mí a dármele llegue:

quédate aquí, y cuando venga,

le dirás que te la entregue

a ti. No te digo más;

y discreta y hermosa eres;

bien sabrás l que es el amor.

(p.83)

SOLDADO 1º

Ésta es la torre en que está.

Echad la puerta en el suelo;

entrad todos.

CLARÍN

¡Vive Dios!

que a mí me buscan, es cierto,

pues que dicen que aquí estoy.

¿Qué me querrán?

(p.110)

CLARÍN

En un veloz caballo

-perdóname, que fuerza es el pintallo

en viniéndome a cuento-,

en quien un mapa se dibuja atento (...)

a tu presencia llega

airosa una mujer.

SEGISMUNDO

Su luz me ciega.

CLARÍN

¡Vive Dios, que es Rosaura!

(p.132)

La segunda función de los diálogos es que completan la configuración de los personajes en cuanto a su carácter se refiere. Los personajes se expresan libremente, así podemos saber cómo son en realidad a falte de un narrador que nos informe de su carácter, modo de ser, sus intenciones, su visión del mundo....

SEGISMUNDO

¡Ay, mísero de mí, y ay, infelice!

ROSAURA

¡Qué triste voz escucho!

Con nuevas penas y tormentos lucho.

(p.6)

BASILIO

(...)

ya sabéis que yo en el mundo

por mi ciencia he merecido

el sobrenombre de docto,

pues, contra el tiempo y olvido,

los pinceles de Timantes,

los mármoles de Lisipo,

en e ámbito de el orbe

me aclaman el gran Basilio.

(p.45)

CLOTALDO

Él no hubo menester más;

que en tocando esta materia

de la majestad, discurre

con ambición y soberbia:

porque, en efecto, la sangre

le incita, mueve y alienta

a cosas grandes (...).

(p.70)

SEGISMUNDO

¿Qué tengo más que saber,

después de saber quién soy,

para mostrar desde hoy

mi soberbia y mi poder?

(p.78)

BASILIO

Bárbaro eres y atrevido:

cumplió su palabra el cielo;

y así, para el mismo apelo,

soberbio y desvanecido.

(...)

mira bien lo que te advierto:

que seas humilde y blando,(...).

(p.84)

ESTRELLA

Eres

villano y grosero amante.

No quiero que me la entregues;

porque yo tampoco quiero,

con tomarle, que me acuerdes

de que yo te le he pedido.

(p.87)

SEGISMUNDO

¡Villano,

traidor, ingrato! (Mas, ¡cielos!,

reportarme me conviene,

que aún no sé si estoy despierto).

Clotaldo, vuestro valor

os envidio y agradezco(...)

(pp.109-110)

BASILIO

Tu ingenio a todos admira.

ASTOLFO

¡Qué condición tan mudada!

ROSAURA

¡Qué discreto y qué prudente!

(p.142)

Y la tercera y última función, aunque no por ello menos importante, es la de informar, junto con las acotaciones, del espacio y del tiempo textuales donde se suceden las distintas acciones. En esta obra de Calderón, el tiempo no está definido textualmente en los diálogos, sino que por la duración de estos, podemos deducir el tiempo textual.

ROSAURA

Rústico nace entre desnudas peñas

un palacio tan breve

que el sol apenas a mirar se atreve;

con tan rudo artificio

la arquitectura está de su edificio,

que parece, a las plantas

de tantas rocas y peñas tantas

que al sol tocan la lumbre,

peñasco que ha rodado de la cumbre.

(p.7)

SEGISMUNDO

(...) ¿Quién eres? Que aunque yo aquí

tan poco del mundo sé,

que cuna y sepulcro fue

esta torre para mí; [...]

(p.9)

BASILIO

(...) Ya sabéis (estadme atentos

amados sobrinos míos,

corte ilustre de Polonia,

vasallos, deudos y amigos), (...)

(p.26)

CLOTALDO

(...) a palacio te han traído

de la torre en que vivías,

mientras al sueño tenías

el espíritu rendido. (...)

(pp.53-54)

SOLDADO 1º

Esta es la torre en que está.

Echad la puerta en el suelo.

entrad todos.

(p.78)

CLARÍN

[...] Mas ¿qué haremos, señora,

a pie, solos, perdidos y a esta hora

en un desierto monte,

cuando se parte el sol a otro horizonte?

(p.4)

SEGISMUNDO

En lo intricado del monte,

entre sus espesas ramas,

el Rey se esconde. Seguidle,

no que quede en sus cumbres planta

que no examine el cuidado,

tronco a tronco, y rama a rama.

(p.124)

2.- EL MONÓLOGO.

Un monólogo es el parlamento de un personaje cuando no se dirige a otro de la escena.

Esta forma expresiva manifiesta el mundo interior de cada personaje, del cual los otros no tienen conocimiento alguno; sin embargo se dan a conocer al espectador. Son como pequeñas aclaraciones al público sobre sus pensamientos y opiniones ante las acciones que están transcurriendo en escena.

Los monólogos nos indican las reflexiones y pensamientos privados de cada personaje. En un texto narrativo, estos pensamientos e intenciones eran expresados por el narrador; sin embargo, en un texto dialogado, los monólogos son los que nos suministran esta información. Aunque se exprese en voz alta, los demás personajes no escuchan esta reflexión.

Sabemos cuándo hay monólogo y cuando no lo hay por las acotaciones indicando entre paréntesis “(APARTE)”; cuando el discurso del personaje está entre paréntesis; o simplemente cuando los personajes hablan solos en una escena, es decir, no hay otros personajes presentes mientras se produce el parlamento.

En La vida es sueño, la mayoría de los monólogos son reflexiones acerca de un cierto suceso; el personaje que más monólogos acumula es Clotaldo, sobre todo cuando se enfrenta a sus dilemas entre el honor de su hija o la fidelidad a su rey.

CLOTALDO

(¡Válgame el cielo, qué escucho!

Aún no sé determinarme

si tales sucesos son ilusiones o verdades.

esta espada es la que yo

dejé a la hermosa Violante,

por señas que el que ceñida

la trujera había de hallarme

amoroso como hijo

y piadoso como padre (...)

(p.19-20)

CLOTALDO

(...)

¿Qué he de hacer? Porque

llevarle al Rey, es llevarle, ¡ay, triste!,

a morir. Pues ocultarle

al Rey, no puedo, conforme

a la ley del homenaje.

De una parte el amor propio,

y la lealtad de otra parte

me rinden. Pero ¿qué dudo?

la lealtad del Rey ¿no es antes

que la vida y que el honor?

(...)

(p.20)

CLOTALDO

(Mejoró el cielo la suerte.

Ya no diré que es mi hijo,

pues que lo puedo excusar)

(p.36)

CLOTALDO

(Mucho se va empañando.

¿Qué he de hacer, cielos, cuando

tras un loco deseo

mi honor segunda vez veo a riesgo?)

(p.82)

CLARÍN

(¡Vive Dios, que va de veras!

¿Si es costumbre en este reino

prender uno cada día

y hacerle príncipe, y luego

volverle a la torre? Sí,

pues cada día lo veo;

fuerza es hacer mi papel).

(p.99)

SEGISMUNDO

(Cielos, si es verdad que sueño,

suspendedme la memoria,

que no es posible que quepan

en un sueño tantas cosas.

(...)

Rosaura está en mi poder;

gocemos pues de la ocasión;

el amor las leyes rompa

del valor y confianza

con que a mis plantas se postra.

Esto es sueño; y pues lo es,

soñemos dichas ahora,

que después serán pesares.(...)

(pp.128-129)

Otros monólogos se refieren a las reflexiones a cerca de su situación, por ejemplo los que tiene Segismundo cuando se lamenta de su encarcelamiento en la torre o cuando recuerda esa vida encerrado, o Rosaura, cuando habla de su deshonra.

SEGISMUNDO

¡Ay, mísero de mí, y ay, infelice!

Apurar, cielos, pretendo,

ya que me tratáis así

qué delito cometí

contra vosotros naciendo

aunque si nací, ya entiendo

qué delito he cometido;(...)

(p.7)

SEGISMUNDO

(Clotaldo es: ¿pues cómo así

quien en prisión me maltrata,

con tal respeto me trata?

¿Qué es lo que pasa por mí?

(p.53)

ROSAURA

(Yo esta pompa, esta grandeza

he visto reducida

a una estrecha prisión).

(p.118)

ROSAURA

(...)

Si digo quien soy, Clotaldo,

a quien mi vida le debe

este amparo y este honor,

conmigo ofenderse puede;

pues me dice que callando

honor y remedio espere.

si no he de decir quién soy

a Astolfo y él llega a verme,

¿cómo he de disimular?

pues, aunque fingirlo intenten

la voz, la lengua y los ojos,

les dirán al alma que mienten.

¿Qué haré? (...)

(pp.80-81)

SEGISMUNDO

(...) (Mas, ¡cielos!,

reportarme me conviene,

que aún no sé si estoy despierto).

(p.108)

Otros monólogos, que realizan los personajes, nos informan de lo que ha ocurrido en otras escenas que no han sido incluidas en la acción, pero que las introducen los personajes a través de estos monólogos. Incluso, los monólogos pueden ir contando simultáneamente las propias acciones de los personajes que realizan esos monólogos.

CLOATLDO

(...)

Esta espada es la que yo

dejé a la hermosa Violante,

por señas que el que ceñida

la trujera había de hallarme

amoroso como hijo

y piadoso como padre.

(p.19)

CLARÍN

(A costa de cuatro palos,

que el llegar aquí me cuesta,

de un alabardero rubio

que barbó de su librea,

tengo de ver cuanto pasa:

(...)

(p.48)

CLARÍN

(...)

Si bien me quiero doler

de algo, y ha de ser de mí.

Escondido desde aquí

toda la fiesta he de ver.

El sitio es oculto y fuerte,

entre estas peñas. Pues ya

la muerte no me hallará,

dos higas para la muerte.

(pp. 133-134)

CAPÍTULO VI: las acotaciones

Las acotaciones forman el texto secundario de un texto dialogado. Sabemos de su presencia y las reconocemos porque suelen ir entre paréntesis y en letra cursiva. En ellas el autor dirige ciertas incitaciones en el caso de que llegue a representarse la obra. Son orientaciones que indican el tiempo, los movimientos, el espacio, los decorados... es decir, toda la puesta en escena. Las acotaciones equivalen a la parte narrada de los textos narrativos.

Como en casi todas las obras teatrales de la época, no abundan demasiado las acotaciones. A la hora de ser representada sobre un escenario, el director puede introducir subjetivamente algunos aspectos sobre los decorados, las vestimentas de los actores que representan a los personajes y sobre otras cosas, que él crea conveniente para la puesta en escena.

Las acotaciones son comentarios de carácter descriptivo, casi siempre breves. Pueden referirse a varias cosas.

1.- PERSONAJES.

Informan sobre el aspecto físico, la vestimenta, los gestos y los movimientos que cada personaje debe llevar a cabo en su interpretación.

(Sale en lo alto de un monte Rosaura en hábito de hombre de camino, y en representado los primeros versos va bajando.)

(p.27)

(Descúbrese Segismundo con una cadena y la luz, vestido de pieles.)

(p.32)

(Sale Clotaldo con escopeta, y soldados, todos con los rostros cubiertos)

(p.40)

(Tocan, y sale el Rey Basilio, viejo, y acompañamiento.)

(p.52)

(Salen músicos cantando, y criados, dando de vestir a Segismundo, que sale como asombrado.)

(p.77)

(Al ir a sacar la daga, se la tiene Clotaldo, y se arrodilla)

(p.95)

(Descúbrese Segismundo como al principio, con pieles y cadenas, durmiendo en el suelo. Salen Clotaldo, Clarín y los dos criados.)

(p.107)

(Tocan y salen, marchando, soldados, Clarín y Segismundo, vestido de pieles.)

(p.136)

(Sale Rosaura, con vaquero, espada y daga)

(p.138)

(Disparan dentro, y cae Clarín, herido, de donde está)

(p.152)

2.- espacio.

Nos ayudan a distribuir y colocar los decorados, las entradas y las salidas de los personajes y los movimientos en la escena de éstos.

(Sale en lo alto de un monte Rosaura en hábito de hombre de camino, y en representado los primeros versos va bajando.)

(p.27)

(Sale Clarín, gracioso)

(p.28)

(Dentro, Segismundo)

(p.30)

(Dentro, Clotaldo)

(p.40)

(Sale Clotaldo con escopeta, y soldados, todos con los rostros cubiertos)

(p.40)

(Ciérranle la puerta, y dice dentro.)

(p.42)

(Sale por una parte Astolfo con acompañamiento de soldados, y por otra, Estrella con damas. Suena música)

(p.48)

(Tocan, y sale el Rey Basilio, viejo, y acompañamiento.)

(p.52)

(Antes que se entre el Rey sale Clotaldo, con Rosaura y Clarín, y detiene al Rey)

(p.61)

(Vanse Rosaura y Clarín)

(p.66)

(Salen el Rey Basilio y Clotaldo)

(p.69)

(Salen músicos cantando, y criados, dando de vestir a Segismundo, que sale como asombrado.)

(p.77)

(Sale Astolfo)

(p.82)

(Cógele en los brazos y éntrase, y todos tras él, y torna a salir)

(p.85)

(Vase Astolfo y sale el Rey.)

(p.85)

(Al ir a sacar la daga, se la tiene Clotaldo, y se arrodilla)

(p.95)

(Sale Astolfo a tiempo que cae Clotaldo a sus pies, y él se pone en medio)

(p.96)

(Vanse el Rey y Clotaldo. Quedan Estrella y Astolfo.)

(p.97)

(Salen los soldados que pudieren.)

(p.119)

(Salen el Rey Basilio y Astolfo.)

(p.120)

(Sale Rosaura y detiene a Clotaldo)

(p.122)

(Tocan y salen, marchando, soldados, Clarín y Segismundo, vestido de pieles.)

(p.124)

(Sale Rosaura, con vaquero, espada y daga)

(p.127)

(Sale el Rey, Clotaldo y Astolfo, Huyendo.)

(p.136)

3.- ambiente.

Estas acotaciones informan del ambiente que muchos efectos crean con las luces, los subrayados musicales y los efectos de sonido, todo esto va constituyendo un ambiente que crea una determinada sensación en el lector.

(Suena ruido de cadenas.)

(Pág. 30)

(Descúbrese Segismundo con una cadena y la luz, vestido de pieles.)

(Pág. 32)

(Sale por una parte Astolfo con acompañamiento de soldados, y por otra, Estrella con damas. Suena música)

(Pág. 48)

(Tocan, y sale el Rey Basilio, viejo, y acompañamiento.)

(Pág. 52)

(Salen músicos cantando, y criados, dando de vestir a Segismundo, que sale como asombrado.)

(Pág. 77)

(Ruido de cajas y gente, y dicen dentro.)

(Pág. 119)

(Vanse, y tocan al arma.)

(Pág. 127)

(Tocan y salen, marchando, soldados, Clarín y Segismundo, vestido de pieles.)

(Pág. 136)

(Escóndese. Suena ruidos de armas.)

(Pág. 150)

(Tocan al arma, y sale Segismundo y toda la compañía.)

(Pág. 154)

CAPÍTULO VII: VIDA ES SUEÑO EN INTERNET.

1.- Pedro calderón de la barca

1.1.- Vida.

Insigne poeta y dramaturgo español, nació en Madrid en el año 1600 y murió en ésta misma en el año 1681. Era hijo de don Diego Calderón de la Barca, secretario del Consejo de Hacienda, y doña Ana María de Henao y Riaño.

Estudió teología en el Colegio Imperial de Madrid e ingresó posteriormente en las universidades de Alcalá y Salamanca. Muy pronto puso de manifiesto su vocación literaria: se le atribuye el haber escrito un drama a los trece años.

A poco determinar sus estudios, se dio a conocer como notable poeta en las fiestas patronales de Madrid (1620-1622). En 1623 parece haber intervenido en las guerras que España sostenía en Europa, pero en 1625 le encontramos de nuevo en Madrid, batiéndose en duelo con el actor Pedro de Villegas, que había herido traidoramente a un hermano de Calderón.

Incorporado de nuevo a los Tercios, se batió en Milán y Flandes hasta su regreso a España (1629) para dedicarse de lleno a las actividades literarias. Es en este período cuando inunda la escena española con su notable y copiosa producción, que pronto le convertiría en favorito del público, puesto privilegiado que conservó sin disputa durante siglo y medio. A ello contribuyó indudablemente su dominio del arte escénico.

Es curioso observar que tres de los autores más representativos del siglo de oro español (Calderón, Lope De Vega y Quevedo), fueran oriundos de la montaña.

En notable contraste con la azarosa existencia de Lope de Vega, la de Calderón se deslizó plácidamente en la corte al amparo de la admiración del público y del favor real, sin apenas otro incidente que su intervención, en calidad de caballero de la orden de Santiago, en la represión del alzamiento catalán contra la política del conde-duque de Olivares (1640).

No es, pues, de extrañar que su producción fuera muy abundante y variada: los investigadores modernos le atribuyen un mínimo de 200 obras, entre las que figuran autos sacramentales, dramas religiosos, filosóficos e históricos, comedias de costumbres, pastoriles, caballerescas y mitológicas, entremeses, mojigangas y otras.

En 1651, hastiado de la vida mundana, y decidido a poner en orden sus asuntos espirituales, abrazó el estado eclesiástico y resolvió abandonar sus actividades literarias.

Pero tan insistentes fueron las súplicas del monarca para que reanudara su tarea y tantos los deseos de la corte de admirar nuevas producciones calderonianas que volvió a tomar la pluma para no abandonarla hasta el lecho de muerte.

Fue sucesivamente capellán de los Reyes Nuevos de Toledo, capellán de honor de Felipe IV y capellán mayor de la Congregación de Presbíteros de Madrid.

1.2.- obra.

Calderón representa a la vez la síntesis final de un largo proceso (el Siglo de Oro de la literatura española) y la entrada en la época moderna del espíritu europeo.

Aplica las dos variantes de la poesía española del momento: el conceptismo -poesía de ideas, contrapuestas y enfrentadas paradójicamente, en efectos de sorpresa y deslumbramiento- y, en menor dosis, el culteranismo -poesía de pinceladas visuales, entrechocadas como fuegos artificiales-.

Pero lo realmente importante en la obra de Calderón es su inventiva aplicada sobre todo a la creación de variadísimos mundos teatrales.

Las motivaciones (problemática teológica, casuística del honor matrimonial, etc...) constituyen algo consabido: el público y Calderón se encontraban de acuerdo en una serie de preceptos y conceptos que observar. Sobre eso, el autor inventa repetidamente diferentes mundillos, no sólo variando el argumento, sino cambiándolo todo: ambiente, decoración, reglas escénicas, etc.…

Así, pasa ágilmente del drama teológico a la comedia de enredo, a la comedia de gran fantasía, al auto sacramental, a la comedia mitológica, etc..., y dentro de cada uno de estos pequeños géneros, vuelve a crear en cada caso un nuevo tejido de supuestos para el juego teatral.

Teatralmente, Calderón comenzó a escribir teatro siguiendo el modelo de la comedia loquesca; esta imitación constituye su Primera Época. Se distingue la Segunda Época de la Primera porque es la etapa de madurez, donde sin modificar sustancialmente las características de su modelo, sí que aporta ciertos rasgos personales:

Enfoques de los asuntos en Calderón más inmediatos (consecuencia de su ideología y sus estudios): Calderón de la Barca fue una persona autodidacta. En sus obras se aprecia una preferencia por lo simbólico e ideológico (Ej.: La vida es sueño y los autos sacramentales).

Construcción de sus obras más cuidadas: Lope de Vega era más descuidado que Calderón, quien cuida hasta el más mínimo detalle. Así, es lógico que prefiera la unidad de acción que rechazó Lope. A pesar de eso, Calderón conserva la típica dualidad de la comedia loquesca. Esta doble acción tiene la función de aligerar el contenido ideológico, abstracto o simbólico de sus obras.

La comedia en manos de Calderón pierde la espontaneidad y frescura que tenían las obras de Lope: son creaciones más reflexivas, más arte que naturaleza.

Calderón responde al gusto más extremado del Barroco: sus versos revelan la preocupación formal de la época y en ellos aparecen todos los artificios que tenía la lengua a disposición de todos los lectores. Calderón utiliza tanto los recursos culteranos como los conceptistas.

Nos ha dejado unas 120 comedias y 80 autos sacramentales, más un bueno número de obras menores (entremeses, loas, jácaras, etc...). Las obras de Calderón se han clasificado según sus diferentes géneros.

Comedias de enredo: constituyen el grupo más numeroso. En ellas Calderón explotó los esquemas típicos de la comedia de capa y espada; estas obras solían desarrollarse en un ambiente urbano y versaban sobre enredos amorosos; personajes convencionales que ilustran las ideas de las clases elevadas. A pesar de estos elementos tan manidos, Calderón destaca a la hora de desarrollar la trama; sobresale por su habilidad, manteniendo el interés y el suspense. Eran obras puramente de diversión. Los dos ejemplos más conocidos son La dama duende y Casa con dos puertas mala es de guardar.

Dramas religiosos: atrajo a Calderón debido a su oficio de capellán y por su formación. En su Primera Época destaca la obra La devoción de la cruz, escrita para promover la devoción por la cruz. El mágico prodigioso corresponde a su Segunda Época; en esta obra tiende al desarrollo de importantes temas teológicos.

Comedia Costumbrista: no es fácil discernir entre ésta y la comedia de enredo. Suele basarse en motivos más populares, de carácter rural. Se pudo muy de moda sobre todo en el primer cuarto del siglo XVII con Lope de Vega. Destaca la “versión” de El alcalde de Zalamea de Lope, al que llegó a superar.

Drama Histórico: gracias a él, se ofrecía la propia visión de los acontecimientos presentes acudiendo a lo pasado, para ofrecer un discurso político. Plantean conflictos entre el rey y la nobleza, entre ésta y el pueblo, etc... Se ofrecía una exaltación “patriotera” de España y la monarquía. Calderón exaltó la figura del rey, aunque éste no convencía a casi nadie. En El sitio de Breda, se narra la victoria de España en Flandes. La Cisma de Inglaterra fue censurada por la reforma protestante.

Tragedia de Honor: tema típico de algunos dramas de Calderón como El médico de su honra o el Pintor de su deshonra. En estas dos obras, el dramaturgo lleva a sus máximas consecuencias el código del honor de Lope.

Comedia Mitológica: la mayoría de estas obras las compuso a partir de 1651, con mucha experiencia ya como dramaturgo; ya tenía fama y el beneplácito del poder. Se representaban en el Palacio del Buen Retiro, construido y habilitado para las fiestas y estas obras. Estas piezas mitológicas le permitían disponer de todos los medios para crear ese espectáculo total; pretendía sorprender a los más difíciles: la Corte, la nobleza, etc... Compuso unas veinte comedias mitológicas, entre las que destacan El mayor encanto amor, Fieras afemina amor, El hijo del Sol, Faetón o Eco y Narciso.

Dramas Filosóficos: se nos muestra aquí el Calderón más trascendente, preocupado pos la ortodoxia católica, la fugacidad de la vida, etc... Es una representación exacta del pensamiento barroco. La vida es sueño o En esta vida todo es verdad y todo es mentira representan ese pensamiento.

Autos Sacramentales: alcanzan su máxima perfección y profundidad con Calderón; les dio más extensión; aplicó en ellos su rigor teológico hasta que él mismo definió sus autos como “sermones puestos en verso”; se inspiró en las Sagradas Escrituras (La cana del rey Baltasar), en temas marianos (La hidalga del valle) y en asuntos mitológicos (El divino Orfeo).

Teatro Menor: no tiene autonomía, servía de acompañamiento a la representación teatral, se insertaba entre acto y acto y al final de la obra. Calderón escribió mojigangas, entremeses, etc... El desafío de Juan Rana, Los Guisados, Don Pegote, etc...

Zarzuelas: piezas teatrales que hizo sobre todo para fiestas privadas palaciegas por encargo del rey; los actores eran la propia familia real. Suele utilizar la mitología, como en el caso de El golfo de las Sirenas.

1.3.- cronología.

AÑO

VIDA Y OBRA DE CALDERÓN

CONTEXTO HISTÓRICO, SOCIAL Y CLTURAL

1595

Matrimonio de los padres de Calderón, Diego Calderón de la Barca y Ana Mª de Henao y Riaño.

1596

Nace su hermano Diego.

1598

Nacimiento de su hermana Dorotea.

Muere Felipe II y le sucede Felipe III.

1600

Nace Calderón el 17 de enero

Ejecución de Giordano Bruno Publicación del Romancero General.

1602

Su familia se traslada a Valladolid, en razón del cargo de secretario de su padre don Diego. Nace su hermano José.

El Duque de Lerma, valido del Rey.

1606

La familia vuelve a trasladarse a Madrid.

Nacen Rembrandt y Corneille

1607

Nacimiento de su hermana Antonia María. Morirá hacia 1615.

1608

Calderón entra a estudiar en el Colegio Imperial de los Jesuitas de Madrid hasta 1613.

1610

Muere su madre al dar a luz una hija.

Enrique IV muere asesinado en Francia

1614

Ingresa Calderón en la Congregación de la Anunciata Se matricula en la Universidad de Alcalá.

Muere El Greco.

1615

Muere su padre.

Entra en la Universidad de Salamanca, tras estudiar lógica y retórica en Alcalá.

Se publica la Segunda Parte del “Quijote”.

1620

Calderón deja Salamanca y acude a Madrid, donde participa en el certamen literario por la beatificación de S. Isidro.

1629

Asalta el Convento de Trinitarias persiguiendo al actor Pedro de Villegas, que había herido a su hermano.

Nace el Príncipe Baltasar Carlos

1635

Calderón concluye la redacción de “La vida es sueño” Se representa “El médico de su honra”. Se componen “Con quien vengo, vengo” y “A secreto agravio, secreta venganza”.

Muere Lope de Vega

1636

Calderón, “El alcalde de Zalamea”. Se publica el primer volumen de sus comedias, en Madrid, a cargo de su hermano José.

1640

Rebelión de Cataluña. Calderón toma parte en la expedición para sofocarla.

Muere Rubens
Portugal se separa de la Corona española.

1642

Calderón abandona la carrera militar aduciendo problemas de salud.

Muere Galileo. Nace Newton

1645

Muere su hermano José en la guerra de Cataluña.

Muere Quevedo

1647

Muere su hermano Diego

1648

Calderón detenta la exclusiva en la composición de los autos sacramentales.

Independencia de los Países Bajos.

1651

Calderón es ordenado sacerdote. Comienza a vivir en la calle Platerías de Madrid donde residirá hasta su muerte.

Nace Sor Juana Inés de la Cruz

1661

Calderón, “Eco y Narciso

Luis XIV asume la plenitud del poder. Se comienza el palacio de Versalles

1666

Calderón, Capellán Mayor de la Congregación de Presbíteros de Madrid

Newton: descomposición de la luz.

1673

“La vida es sueño” (auto sacramental)

1681

Muere Calderón el 25 de mayo.

2.- La acción.

2.1.- JORNADA PRIMERA.

Rosaura, disfrazada de hombre, se dirige a la corte de Polonia para vengarse de su prometido Astolfo, quién la había abandonado. Lleva una espada que es del padre que nunca conoció.

Llegando a Polonia, al anochecer, sufre un accidente, vislumbra una luz y llega a la torre en la que está encerrado desde su nacimiento Segismundo. En este punto se da el famoso monólogo de Segismundo "¡Ay! mísero de mi, ay, infelice", que se extiende por siete décimas y cuyo tema es la libertad. Se va preguntando porqué no tiene libertad si la tienen las aves, los brutos (animales), los peces e incluso los arroyos.

Clotaldo descubre a Rosaura y a Clarín, y los detiene para llevarlos ante el rey, pues nadie debía saber de la existencia de Segismundo. Al reconocer la espada de Rosaura, Clotaldo, se debate entre cumplir su deber y salvar a su descendiente, o reconocer a su hija Rosaura. Pero finalmente no le dice nada a Rosaura.

2.2.- Jornada segunda.

En la segunda jornada se desvela la razón por la que Segismundo está encerrado en una torre desde que nació: un oráculo predijo que sería un rey cruel, por lo que su padre, Basilio, decidió encerrarlo.

Basilio ha ideado un engaño para ver si Segismundo es realmente cruel: le traen drogado a palacio y le permiten ver cual sería su destino, pero guardándose la posibilidad de hacerle creer que todo fue un sueño, en caso de que se demuestre malvado.

Rosaura se salva y entra de dama de Estrella, en palacio.

Segismundo se comporta como un príncipe déspota tirando un criado por la ventana al poco de despertar, intenta forzar a Rosaura, hiere a Clotaldo que sale en ayuda de su hija, y se enzarza en una pelea a espada con Astolfo. En vista del comportamiento, el rey Basilio decide volver a drogarlo y llevarlo de vuelta a la torre.

Astolfo corteja a Estrella, pues con su unión compartirían la sucesión en lugar de competir por ella, una vez que Segismundo ha quedado fuera de juego.

Astolfo reconoce a Rosaura (que se hace llamar Astrea), y rompen definitivamente.

La jornada termina con Segismundo de nuevo en la torre preguntándose si todo podía ser un sueño.

2.3.- Jornada tercera.

El pueblo de Polonia, al saber que tiene un príncipe heredero, organiza una revuelta y libera a Segismundo de su torre. Segismundo libera a Clotaldo permitiéndole ir con el rey y demostrando que ha recapacitado sobre su comportamiento.

Rosaura quiere matar a Astolfo y le cuenta las razones a su padre primero y a Segismundo después.

Las tropas del Rey y las del príncipe se enfrentan y vencen las de Segismundo, se encuentran ambos cara a cara y el Rey se pone en manos de Segismundo, pero este se postra ante los pies del Rey. En vista de la generosa actitud de Segismundo el Rey le deja el trono.

Ya como rey, Segismundo decide que Astolfo cumpla su promesa con Rosaura, mientras que él mismo se promete a su prima Estrella.

3.- Los personajes

Al ser una obra creada para ser representada no existe ningún narrador ni ninguna voz explicativa a lo largo de ella.

La obra de Calderón sigue claramente los esquemas de los personajes típicos del barroco: En el plano elevado suele haber un viejo, un galán y una dama y en el plano inferior el gracioso y la criada, pero este esquema sufre transformaciones.

La psicología de los personajes no suele ser profunda. Los dramaturgos se interesan por la acción.

Hay figuras de gran viveza, bullentes, pero no caracteres complejos y de alcance universal.

Llama la atención el contraste entre el galán y el gracioso. El galán es el caballero (dama en el caso de “La vida es sueño”), adornado con notables cualidades. Pero suele acompañarle el gracioso, generalmente su criado de confianza, es la contrafigura del caballero.

Usa un lenguaje llano, chistes y expresión desenfadada. Ambas figuras resultan complementarias y son producto de una disociación entre idealización y realismo. Un paralelismo semejante podría establecerse entre la dama y la criada.

Análisis individual de los personajes:

3.1.- Segismundo.

El personaje principal es, sin duda, Segismundo, ya que a su alrededor se desarrolla toda la obra.

Se le describe como un alma reprimida, alguien muy reflexivo de carácter alterado por su largo tiempo de reclusión. Al principio con gran sed de venganza pero más tarde con rasgos de humanidad.

Persigue un sueño, recuperar el trono y volver a donde legítimamente debería estar.

El personaje de Segismundo es político, busca llegar a una meta, la recuperación de su papel de príncipe, papel que le fue despojado ilegalmente por un usurpador de su destino que trató de escribir papeles nuevos para él.

Ya al final del segundo Acto, Segismundo ha progresado de un estado de encarcelamiento a las pasiones y el mundo natural a un estado más reflexivo y racional (aunque sigue físicamente encarcelado) de resignación.

El autor no da ningún rasgo psíquico directamente, sino que conforme se desarrolla la historia, se van percibiendo indirectamente. Esto mismo pasa también con el resto de personajes.

Directamente, sólo hace las descripciones de cómo va vestido o de su estado anímico.

3.2.- Rosaura.

Personaje con una historia aparte a la principal, que al final une fuerzas con Segismundo para derrocar a Astolfo del futuro trono (sin más razón que la de impedirle que se case con Estrella, ya que entre Rosaura y Astolfo había un romance anterior y no terminado). Su papel también se puede considerar como principal.

Procedente de Moscovia, cuando llega a la corte, oculta su personalidad haciéndose pasar por una criada.

Durante la obra descubre que es hija del ayo de Segismundo, Clotaldo. Finalmente, declarada noble, puede casarse con Astolfo.

El personaje de Rosaura es un avance desde un estado emocional análogo al caos primordial hacia uno de plena identidad propia.

La llegada a su meta es la recuperación de sus papeles de Mujer, papeles que le fueron despojados ilegalmente por un usurpador de su destino que trató de escribir papeles nuevos para ella. Rosaura lucha para controlar su propio destino.

3.3.- Basilio.

Rey de Polonia y padre de Segismundo. Es un hombre preocupado por lo que pueda sucederle a su Pueblo en el momento en el que gobierne su hijo.

Es psicológicamente débil e indeciso, y capaz de confiar en alguien intranscendente para reafirmar sus ideas. Se derrumba con facilidad. Se deja influenciar muy fácilmente por lo que le dicen y por lo que le rodea.

Tiene miedo de Segismundo desde lo que le dice el hado. Pero al final admite sus errores, y confiesa haberse equivocado.

3.4.- Clotaldo.

Ayo de Segismundo. Él le ha enseñado y explicado todo lo que sabe y todo lo que es. Es el único -aparte del rey- que puede verle. Y el único que sabe de su existencia a parte de Basilio.

Segismundo está a su cargo, debe cuidar que nadie conozca de su existencia, por eso cuando aparece Rosaura y Clarín debe detenerlos.

Segismundo le guarda cierto rencor al tenerlo siempre encerrarlo sin saber bien el motivo de su encarcelamiento.

En la obra aparece como un personaje anciano, que ha vivido aventuras anteriores y a lo largo de la obra son descubiertas. Por ejemplo podríamos señalar el secreto de que es el padre de Rosaura.

3.5.- ASTOLFO.

Duque de Moscovia, con el que Basilio hace un trato para mantener el trono de Polonia. Pero al final no consiguen lo que pretendían.

Está dispuesto a casarse con Estrella a pesar de amar a Rosaura, y todo por poder. Pero al final consigue su amor deseado, teniendo que abandonar el poder.

El libro no da muchos detalles de este personaje. Pero podemos mencionar que se trataba de una persona de gran importancia, que deshonró a Rosaura, ya que la abandonó.

3.6.- estrella.

Infanta de la corte de Basilio dispuesta a casarse con Astolfo por mantener el trono.

Es una bella y noble dama que al final terminará prometida a Segismundo. No es un personaje muy detallado e importante para el desarrollo de la obra.

En un momento de la obra, pasa a ser el ama de Rosaura, quién se hace criada suya, pudiendo así salvarse.

3.7.- clarín.

Compañero que viene desde Moscovia con Rosaura.

Es ingenioso y siempre está en el peor lugar, en el peor momento. Responde al arquetipo de cómico.

Personaje que es encerrado en la torre con Segismundo, y es librado por los ciudadanos que lo confunden con el príncipe.

Finalmente muere en campo de batalla, a pesar de que el intenta por todos los medios esconderse y no meterse en ningún lío.

3.8.- otros.

Además de estos personajes también hay criados con papeles que no son relevantes y de poco tamaño.

Igualmente podemos contar con los músicos, que intervienen en el momento adecuado.

Y por otro lado, tenemos los soldados que se encargan de pequeños papeles en la obra, todos ellos relacionados con mantener el orden y el control. Es decir, tienen todo en su sitio.

Y por último podemos mencionar a los ciudadanos del pueblo, cuya intervención es importante a la hora de liberar a Segismundo de la torre donde se encontraba cerrado.

4.- El espacio.

Uno de los escenarios principales que están presentes en la obra es el castillo del Rey Basilio, puesto que se pueden ver diferentes características que ayudan en el desenlace de la obra.

En el castillo del Rey Basilio se encontraba en todo el centro de Polonia. El castillo también contaba con balcones ya que sin un balcón, Segismundo no hubiera podido lanzar al criado por éste:

: “¿Qué ha sido esto? Nada ha sido; a un hombre, que me ha cansado, dese balcón de arrojado.”

(Calderón de la Barca, 2000, 58).

El castillo estaba, también, ubicado junto al mar, ya que cuando Segismundo lanzó al criado por el balcón, el afectado cayó al mar:

“Cayó del balcón al mar; ¡vive Dios, que pudo ser! ...”

(Ibíd., 57).

También se puede decir que el castillo estaba ornamentado con telas y poseía una gran cantidad de criados que realizaban los trabajos y ayudaban en todo a sus superiores:

“¿Yo en palacios suntuosos? ¿Yo entre telas y brocados? ¿Yo cercado de criados tan lucidos y briosos?...”

(Calderón de la Barca, 2001, 42).

El castillo también cuenta con un paño que es donde Rosaura se encuentra con Astolfo, luego de su aventura con él en Moscovia:

“Embarázame mucho que él a mi a dármele llegue; quédate en este paño, y, cuando venga,….”

(Ibíd., 58).

Otro de los escenarios principales es la torre de Segismundo; esta torre estaba apartada de Polonia y localizada al lado de un monte, ya que cuando Rosaura salió del monte con Clarín su primer encuentro fue con la torre de Segismundo. La torre era oscura, húmeda y tenebrosa:

“¿No es breve luz aquella caduca exhalación, pálida estrella, que, en trémulos desmayos, pulsando ardores y latiendo rayos, hacer más tenebrosa la oscura habitación con luz dudosa?...”

(Calderón de la Barca, 2000, 16).

Por otra parte, la obra también cuenta con escenarios secundarios. Los campos de Polonia se menciona en la obra son uno de éstos; estos campos se encuentran cerca de la torre como ya se ha mencionado en el párrafo anterior. Los campos se encuentran en el territorio de Polonia pero a la misma vez apartado de la ciudad. Es un campo abandonado; o sea, nadie vive allí como lo describe Clarín:

“Mas, ¿qué haremos, señora, a pie, solos, perdidos y a esta hora, en un desierto monte cuando se parte el sol a otro horizonte?...”

(Ibíd., 14).

Sin embargo, los montes de Polonia no son el único escenario secundario, pese a que en la obra también se menciona a Moscovia, corte de donde provienen Rosaura, Astolfo y estrella, se puede contar como escenario secundario, puesto que allí se desarrollan algunas acciones. El autor nunca hace una descripción detallada de Moscovia, sino que hace mención de esta corte superficialmente. Lo único que se puede saber de Moscovia es que está ubicada en una frontera o cerca de Polonia y que su relación con Polonia era amistosa:

“Con esta intención salí de Moscovia y de su tierra; con ésta llegue hasta aquí, en vez de haceros...”

(Ibíd., 27).

Como ya se ha dicho, los escenarios principales de esta obra son el castillo del Rey Basilio y la torre del príncipe Segismundo. En el castillo del Rey Basilio se pueden ver cuando el padre del príncipe Segismundo le ordena a Clotaldo que la haga hacer creer a Segismundo que él se encontraba en un sueño. En este sueño Segismundo era en realidad el príncipe de Polonia y que había sido encerrado por su padre durante todos los años de su vida.

En este castillo Segismundo también asesina a un criado, ya que Segismundo le dice que un criado no ha de contradecir lo que un príncipe dicta y enfurecido por el atrevimiento del criado, lo arroja a por el balcón del castillo:

“Pues yo, señor, he escuchado de ti que en lo justo es bien obedecer y servir. También oíste decir que por un balcón a quien me canse sabré arrojar. Con los hombres como yo no puede hacerse eso...”

(Ibíd., 57).

Otros sucesos ocurrieron en el castillo del Rey Basilio, como por ejemplo: En el castillo del Rey Basilio también fue el lugar donde Rosaura se encontró con Astolfo por primera vez después de lo que había ocurrido en Moscovia. En esta escena, Rosaura se hace pasar por dama del castillo:

“Basta, Rosaura, el engaño, por que mi alma nunca miente, y, aunque como Astrea te mire, como a Rosaura te quiere...”

(Ibíd., 74).

En dicho castillo también se lleva a cabo una escena en donde Segismundo por poco asesina a Clotaldo:

“Segunda vez me provocas la ira, viejo caduco y loco. ¿Mi enojo y mi rigor tienes en poco? ¿Cómo hasta aquí has llegado? De los acentos desta voz llamado, a decirte que seas más apacible, si reinar deseas: y no por verte ya de todos dueño, seas cruel, porque quizá es un sueño. A rabia me provocas, cuando luz del desengaño tocas. Veré dadote muerte si es sueño o si es verdad.”

(Ibíd., 19).

Para evitar que Segismundo asesinara a Clotaldo, Astolfo reta a un duelo a Segismundo:

“Sírvete de morir; pues desta suerte también sabré vengarme con tu muerte de aquel pasado enojo. Yo defiendo mi vida; así la majestad no ofendo.”

(Ibíd., 19).

Siguiendo con las acciones que se dieron en los escenarios principales, podemos mencionar aquellas que se dieron en la torre donde se encontraba. En esta torre es en donde Segismundo pasa encerrado toda su vida por órdenes de su padre el Rey Basilio, pese a que él pensaba que Segismundo, al crecer lo iba a destronar. Segismundo, además de estar encerrado, se encuentra encadenado:

“¡Qué es lo que escucho, cielo! Inmóvil bulto soy de fuego y hielo. Cadenita hay que suena, mátenme, si no es galeote en pena; bien mi temor dice...”

(Ibíd., 19).

En dicha torre, es también en donde Segismundo ve a Rosaura por primera vez. Esta vez él la ve vestida en hábito de hombre:

“¿Quién eres? Que, aunque aquí yo tan poco del mundo sé, que cuna y sepulcro fue esta torre mí; y, aunque desde aquí yo nací (si esto es nacer), sólo advierto este rústico desierto donde miserable vivo, siendo un esqueleto vivo, siendo un animado muerto...”

(Ibíd., 19).

En este escenario, Clotaldo le dio a beber a Segismundo la bebida que hizo que se durmiera para luego despertarlo diciéndole que era príncipe y que su padre, el Rey Basilio, lo había encerrado en esa torre. Luego de hacer un escándalo en el castillo del Rey Basilio, Segismundo es dormido y luego es llevado nuevamente a su torre. Cuando Segismundo despierta, despierta en la torre.

Luego de despertar, él se pone a analizar lo que recientemente había ocurrido. Aquí es donde se da el famoso análisis de Segismundo sobre vivir y soñar. Segismundo, en toda su confusión, comienza a reflexionar sobre si la vida es en realidad un sueño, si soñamos o vivimos o si en verdad no vivimos sino que soñamos:

“Yo sueño que estoy aquí, estas prisiones cargado; y soñé que en otro estado más lisonjero me vi. ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.”

(Ibíd., 85).

A continuación, vamos a desarrollar las acciones que se dan en los escenarios secundario, pues al igual que en los escenarios principales, estas acciones ayudan a desarrollar y a darle forma a la obra. Uno de los espacios secundarios, como ya se ha mencionado, son los campos de Polonia.

El campo de Polonia es el lugar en donde empieza toda la trama de esta obra. Allí Rosaura sale en hábito de hombre del camino:

“(Sale en lo alto de un monte Rosaura en hábito de hombre de camino, y en representando los primeros versos va bajando)...”

(Ibíd., 13).

Aquí es cuando se abre la obra. Además, en los campos de Polonia es donde los aldeanos seguidores de Segismundo lo convencen de que él es el verdadero heredero de la corona de Polonia y le reclaman de la posición de su padre acerca de poner en el trono gente extranjera:

“Señor... ¿Si vienen borrachos éstos? Tú nuestro príncipe eres; ni admitimos ni queremos sino al señor natural, y no príncipe extranjero. A todos nos da los pies. ¡Viva el gran príncipe nuestro! ¡Vive Dios, que va de veras!”

(Ibíd., 87).

“Todos a tu padre mismo le dijimos que a ti sólo por príncipe conocemos, no al de Moscovia...”

(Ibíd., 87).

Los aldeanos seguidores de Segismundo y el mismo Segismundo combaten contra los guardias del castillo para que se haga justicia en estos mismos campos. En toda esta batalla, el Rey Basilio se esconde en medio del monte para no ser asesinado por Segismundo.

“En lo intrincado del monte, entre sus espesas ramas, el rey se esconde. ¡Seguidle! No quede en sus cumbres planta que no examine el cuidado, tronco y tronco, y rama y rama...”

(Ibíd., 118).

Allí se da la muerte de Clarín y por último, Segismundo ve a Rosaura por tercera vez, pero esta vez vestida lista para pelear en la batalla:

“Generoso Segismundo, cuya majestad heroica sale al día de sus hechos de la noche de sus sombras; y como el mayor planeta, que en los brazos de la aurora se restituye luciente a las flores y a las rosas, y sobre mares y montes, cuando coronado asoma, luz esparce, rayos brilla, cumbres baña, espumas borda; así amanezcas al mundo, luciente sol de Polonia, que a una mujer infelice, que hoy a tus plantas se arroja, ampares por ser mujer y desdichada: dos cosas, que, para obligar a un hombre, que de valiente blasona, cualquiera de las dos basta, de las dos cualquiera sobra...”

(Ibíd., 104).

Otro de los nombrados escenarios secundarios es Moscovia, puesto que allí se desarrollan acciones que ayudan al desenvolvimiento de la misma obra. En Moscovia empiezan las desgracias de Rosaura; puesto que allí nació ella y fue en el lugar donde conoció y se enamoró de Astolfo:

“De noble madre nací en la corte de Moscovia, que, según fue desdichada, debió de ser muy hermosa.”

(Calderón de la Barca, 2001, 86).

Cuando ella vivía en Moscovia tuvo un noviazgo con el príncipe, pero él la dejó porque no era de su linaje y; además, porque el rey Basilio lo había mandado llamar para que se casara con Estrella y así ser el descendiente del trono en lugar de Segismundo. Cuando Rosaura se enteró de su deshonra salió en busca de Astolfo y de este modo vengarse de él:

“Astolfo fue el dueño ingrato que, olvidado de las glorias (porque en un pasado amor se olvida hasta la memoria), vino a Polonia llamado de su conquista famosa, a casarse con Estrella, que fue de mi ocaso antorcha... Yo, ofendida, yo, burlada, quedé triste, quedé loca, quedé muerta, quedé yo...”

(Ibíd., 88).

En otro plano Moscovia es el lugar de nacimiento no sólo de Rosaura, sino también de Estrella y de Astolfo:

“Clorilene, vuestra madre y mi señora, que en mejor imperio ahora dosel de luceros tiene, fue la mayor, de quien vos sois hija; fue la segunda, madre y tía de los dos, la gallarda Recisunda, que guarde mil años Dios; casó en Moscovia; de quien nací yo.”

(Ibíd., 23).

Esto fue la causa de que el pueblo de Polonia se revelara ante el rey y fuera en busca de su verdadero príncipe, pues según ellos no concebían que unos extranjeros tomaran el trono:

“... tu padre, el gran rey Basilio, temeroso que los cielos cumplan un hado que dice que ha de verse a tus pies puesto, vencido de ti, pretende quitarte acción y derecho y dársela a Astolfo, duque de Moscovia. Para esto juntó su corte, y el vulgo, penetrando ya, y sabiendo que tiene rey natural, no quiere que un extranjero venga a mandarle.”

(Ibíd., 73).

Dejando atrás las acciones que ocurrieron en los diferentes espacios de la obra, a continuación podemos mencionar la importancia que tienen éstos a lo largo de la obra, desde sus principios hasta su final. Éstos escenarios tienen una gran importancia en el desenlace de la obra La Vida es Sueño, ya que sin estos escenarios no se hubiera podido dar la trama de la misma obra.

Como ya hemos mencionado anteriormente, el castillo y la torre componen el espacio principal, y los campos de Polonia al igual que Moscovia componen el espacio secundario. Cada escenario tuvo escenas importantes, talvez unas escenas tuvieron acciones más importantes que otras, pero aun así ayudaron a que se diera la obra.

El espacio tiene una gran influencia; principalmente, porque sin espacio no se podría desarrollar una obra, ni una novela. Un ejemplo de la importancia del espacio en la obra sería la cantidad de acciones que se dieron en cada escenario y si nos ponemos a pensar que sería de la obra sin un espacio determinado, nos daríamos cuenta que la misma obra quedaría incompleta.

Cada acción es la causa, el desarrollo o la consecuencia de otra acción; por ende, cada acción tiene, por obligación, que poseer un escenario o espacio propio en donde realizarse: así que sin espacio no hay acciones.

Qué sería de La Vida es Sueño sin el escenario de Moscovia, si allí fue donde nacieron la mayoría de los personajes de la obra; además, allí se da la causa que provoca la venganza de Rosaura; qué sería de la obra sin la torre, ya que en la torre fue donde se crió Segismundo y allí se dio el primer encuentro de Clotaldo con su hija; qué sería de la misma obra sin un palacio o los campos de Polonia, no se habrían dado batallas y sin el palacio no se hubiera desarrollado la trama y la acción esencial de la obra.

En conclusión, esta obra en base a nuestra experiencia con novelas y obras, es totalmente diferente, ya que en el espacio se pueden ver dos escenarios principales y solo dos escenarios secundarios. La diferencia se basa en que normalmente en una obra, e incluso una novela, solo se ve un escenario principal y varios escenarios secundarios.

Sin embargo, el que una novela u obra tenga un solo escenario principal y varios escenarios secundarios; a comparación de La Vida es Sueño, no significa que su valor literario de hoy en día sea mayor a una que cumple con el esquema de escenarios que podemos apreciar en esta obra. Por último, a pesar de que esta obra tiene el espacio un tanto diferente, el mismo tiene una importancia relevante en el desarrollo de la misma obra.

5.- ELtiempo

La duración aproximada de la acción central en La Vida es Sueño podríamos decir que es de tres días, puesto que en la obra se nos presentan tres actos y cada uno de ellos lo podemos tomar como un día. La primera jornada nos da la presentación del conflicto principal de la obra; la segunda jornada, el nudo o desarrollo de dicho conflicto y, por último, la tercera jornada, el desenlace del mismo.

Como ya sabemos el conflicto principal de la obra es aquél que nos presenta Segismundo, su protagonista, y tiene su inicio el día en que Rosaura entra a la torre y por equivocación entabla una conversación con Segismundo, quien no podía hablar con nadie a excepción de Clotaldo; y luego es descubierta, lo que le trae como consecuencia una fuerte aprensión por parte de Clotaldo, ya que había violado el mandato del rey; de esta forma transcurre el primer día, el cual termina cuando Rosaura y Clarín son llevados al palacio.

Por otro lado, tenemos el segundo día que lo podemos apreciar en el segundo acto; ahí es cuando se va dando el desarrollo o nudo de la obra, puesto que Segismundo es llevado al palacio y, estando allí, Clotaldo se encarga de comunicarle toda la verdad:

“Mas, bando a tu atención que vencerás las estrellas, porque es posible vencellas a un magnánimo varón, a palacio te han traído de la torre en que vivías, mientras el sueño tenías...”

(Ibíd., 43).

Sin embargo, Segismundo haciendo alarde de su poder abusa de su autoridad y así comienzan las discusiones y los reproches hacia el rey Basilio, lo cual conlleva a que Segismundo sea devuelto a la torre poniéndole, de esta forma, fin al segundo día.

En el tercer y último día, que se da en la tercera jornada, podemos apreciar el desenlace de la acción principal que es cuando Segismundo es rescatado de la torre por los soldados y va en busca de su padre para vengarse, pero a su vez se encuentra con Rosaura quien le cuenta su deshonra y Segismundo conmovido por su historia decide ayudarla en su venganza.

El final de este día llega cuando Segismundo se encuentra con su padre y se arrodilla ante él para que le perdone todo lo que había hecho y de igual forma Segismundo le da una solución a todos los conflictos presentes en la obra.

Por otra parte, tenemos las acciones secundarias las cuales están incluidas en los tres actos; esto significa, que las acciones secundarias se dan en los tres días en que se desarrolla la obra.

En el primer día, Rosaura, quien está en Polonia para recuperar su honor, entra a la torre acompañada de Clarín y es entonces cuando se encuentra con Segismundo quien no para de lamentarse de su desdicha.

A su vez, Clotaldo se da cuenta de que Rosaura, que estaba vestida de hombre, es su hija y eso lo lleva a un gran dilema:

“Este es mi hijo, y las señas dicen bien con las señales del corazón, que, por verle, llama al pecho y en él bate las alas, y, no pudiendo romper los candados,...”

(Ibíd., 19);

A pesar de todo, el rey perdona a Rosaura y a Clarín por haber entrado a la torre sin autorización. Finalizando el día se da la presentación de Astolfo y Estrella quienes fueron llamados por el rey para posesionarlos del trono de Polonia.

En el segundo día, el rey Basilio decide sacar a Segismundo de la torre y trasladarlo al palacio; por eso le da a su hijo una poción para que se duerma y pensara que todo había sido un sueño. En este día también se da el primer encuentro de Astolfo y Segismundo quienes empiezan a discutir; esta acción hace que Segismundo pierda el control y les muestre a todos su tiranía, razón por la cual deciden encerrarlo en la torre otra vez.

Por otro lado, Estrella se enfada con su prometido por el retrato que siempre tenía en su cuello y por eso manda a Rosaura a que se lo pida; allí Astolfo se percata de que esa criada era Rosaura:

“No dudo que esas finezas son verdades evidentes; mas serán por otra dama, cuyo retrato pendiente trujistes al cuello cuando llegasteis, Astolfo, a verme; y siendo así, esos requiebros ella sola los merece.”

(Ibíd., 57)

Para finalizar este día y el acto segundo, Clarín es encerrado en la torre, ya que como criado de Astolfo sabía muchos secretos y su amo no quería que los divulgara lo que lo llevo a encerrarlo.

En el tercer día, los soldados se enteran que existe un primogénito que puede ocupar el trono; así que deciden ir en busca de él. Por su parte, Clotaldo rechaza la propuesta de Segismundo para luchar contra el rey, ya que él le era fiel a su rey; en esto, sale Rosaura a conversar con su padre y allí se entera de todo; también, le pide que no pelee en esa lucha a lo que Clotaldo rechaza totalmente. En la parte final del último día, Clarín muere huyéndole a la muerte, Basilio perdona a su hijo y tanto Estrella como Rosaura quedan comprometidas.

La obra La Vida es Sueño tiene un orden cronológico; o sea, el tiempo de la obra es lineal y no hay saltos en el tiempo, excepto cuando lo personajes recuerdan algo del pasado; por ende, en la obra podemos encontrar algunos casos de anticipación y retrospección.

La anticipación se da en la obra cuando Segismundo va a nacer, puesto que se predijo que el hijo del rey iba a nacer en un día de eclipse y que él mismo sería un tirano cuando llegara al trono.

Cuando Segismundo nació, ocurrió el eclipse y después del parto su madre murió; viendo el rey Basilio que la predicción era certera, decide encerrar a Segismundo en la torre para que no lo destronara ni se convirtiera en un gobernador tirano:

“... los cielos se oscurecieron, temblaron los edificios, llovieron piedras las nubes, corrieron sangre los ríos. En este mísero, en este mortal planeta o signo, nació Segismundo, dando de su condición indicios, pues dio la muerte a su madre...”

(Ibíd., 27).

Sin embargo, la obra también cuenta con momentos en que se hace retrospección: aquí los personajes tienden a recordar algún pasaje o momento de su vida; es decir, miran al pasado. La retrospección ocurre cuando Clotaldo ve a Rosaura por primera vez en la torre y observando la espada que ella cargaba se dio cuenta de que ésa era la espada que le había dejado a la madre de su hijo; en ese justo momento, empieza a recordar cuando dejó a su esposa embarazada de la que ahora estaba viendo con la espada:

“Esta espada es la que yo dejé a la hermosa Violante, por señas que el que ceñida la trujera había de hallarme amoroso como hijo y piadoso como padre.”

(Ibíd., 19).

Otro caso de retrospección se da cuando Basilio les cuenta a Astolfo y a Estrella el porqué Segismundo, su hijo, estaba encerrado en la torre; ahí es cuando comienza a retroceder en el tiempo y explica por qué Segismundo no podía ser rey:

“Yo, acudiendo a mis estudios, en ellos y en todo miro que Segismundo sería el hombre más atrevido, el príncipe más cruel y el monarca más impío, por quienes su reino vendría a ser parcial y diviso, escuela de las traiciones y academia de los vicio; y él, de su furor llevado, entre asombros y delitos, había de poner en mí las plantas,...”

(Ibíd., 28).

El último caso de retrospección se puede apreciar cuando Rosaura le cuenta su historia a Segismundo, del porqué había venido a Polonia y lo que provocó sus ansias de venganza. Rosaura empieza contándole su origen y las desgracias que pasó su madre en Moscovia; después termina contándole todo acerca de la relación que tenía con Astolfo y cómo él la dejó por Estrella:

“Llegué a Polonia, en efecto; pasemos, pues que no importa el decirlo, y ya se sabe, que un bruto que se desboca me llevó a tu cueva, adonde tú de mirarme te asombras.”

(Ibíd., 89).

Siguiendo con el análisis del tiempo, podemos decir que el transcurso del tiempo es rápido, ya que el autor tiende a escribir los actos y las escenas de una manera corrida y sin interrupciones. Por otra parte, el autor no nos expresa en la obra La Vida es Sueño ningún período de tiempo en las acciones realizadas.

A lo largo de la obra no se mencionan cómo transcurren las acciones, si transcurren en segundos, minutos, hora, días, semanas, meses, años, etc. Pedro Calderón de la Barca no concreta lo que dura la acción, simplemente se dedica a describir como es cada escena.

Estas descripciones las podemos ver a lo largo de la obra, puesto que Calderón de la Barca tiende a decir cada movimiento del actor: si sale, si entra en escena, si se retira, etc. lo que es típico del teatro, pero con todo y esto no menciona tiempo alguno.

“Sale Astolfo a tiempo que cae Clotaldo a sus pies, y él se pone en medio.”

(Ibíd., 55).

“(Al ir sacar la daga, se la tiene Clotaldo y se arrodilla)”

(Ibíd., 55).

“(Escóndese; suena ruido de armas)”

(Ibíd., 95).

Sin embargo, se puede deducir cómo transcurre el tiempo; anteriormente dijimos que cada acto o jornada representaba un día en la obra, lo cual da a entender que las acciones secundarias que se dan en cada acto transcurren en cuestión de horas y hasta cuestión de minutos.

Un ejemplo del transcurso del tiempo en minutos es cuando matan a Clarín, ya que Clarín muere por una bala perdida en plena batalla y esa acción, en sí, no dura más de una hora:

“Soy un hombre desdichado, que por quererme guardar de la muerte, la busqué. Huyendo de ella, topé con ella, pues no hay lugar para la muerte secreto; de donde claro se arguye que quien más su efecto huye, es quien se llega a su efecto.”

(Ibíd., 96).

La obra La Vida es Sueño posee también tiempo interno que se da cuando Segismundo cree estar soñando, esto hace que todo entorno a él transcurra mucho más lento. La primera vez que Segismundo fue dormido y trasladado al palacio se despertó creyendo que todo lo que anteriormente había vivido era un sueño.

Esto conllevó a que él sintiera que había pasado una eternidad desde el día que se durmió hasta cuando despertó en el palacio:

“Decir que es sueño es engaño; bien sé que despierto estoy. ¿Yo Segismundo no soy? Dadme, cielos, desengaño. Decidme, ¿qué puedo ser esto que a mi fantasía sucedió mientras dormía, que aquí me he llegado a ver?”

(Ibíd., 42).

Por otra parte, también se da el tiempo interno cuando Segismundo se despierta otra vez en la torre y Clotaldo le dice que todo lo que había vivido en el palacio era un sueño; aquí se da lugar al famoso monólogo de Segismundo sobre la vida. Clotaldo usa esto para hacerle caer en cuenta a Segismundo que hasta en los sueños es importante hacer el bien.

Para Segismundo este transcurso del tiempo fue más largo aún, pues él contó como si hubiera estado dormido desde los inicios de la obra y lo que había pasado hasta ese entonces era un sueño; todo este suceso lo lleva a la duda de si su liberación, hecha por los soldados, era un sueño o era realidad; por ende, siguiendo los consejos de Clotaldo, hace el bien a pesar de todo lo que su padre le hizo:

“(Cielos, si es verdad que sueño, suspendedme la memoria, que no es posible que quepan en un sueño tantas cosas. ¡Válgame Dios, quién supiera, o saber salir de todas, o no pensar en ninguna! ¿Quién vio penas tan dudosas? Si soñé aquella grandeza en que me vi, ¿cómo ahora esta mujer me refiere unas señas tan notorias? Luego fue verdad, no sueño; y si fue verdad...”

(Ibíd., 91).

En La Vida es Sueño, la importancia del tiempo no es muy relevante; puesto que como dijimos anteriormente, el autor no se preocupa mucho en el tiempo en que transcurren los hechos, sino que se dedica más que todo a describir las acciones de los personajes, lo cual conforma la trama de toda la obra.

A lo largo de la obra, nos podemos percatar que en ningún momento Pedro Calderón de la Barca nos menciona alguna unidad de tiempo que nos dé una idea de en cuánto tiempo se realiza una acción o cuánto demora en realizarse.

Sin embargo, sin el tiempo no habría retrospección alguna o anticipación; mas no hace falta que el autor nos especifique cómo transcurre el tiempo, si la misma obra nos da a entender que el tiempo lleva un orden lineal como lo analizamos en párrafos anteriores.

La estructura de la obra y hasta la misma forma de escribir que posee el autor nos da a entender muchas cosas sin tener que ser mencionadas o detalladas, como ocurre con el tiempo; o sea, el lector puede tener una idea de la importancia del tiempo en la obra sin que el autor esté mencionando a cada rato los días, horas o segundos en que ocurren las acciones. También podemos decir que los personajes en sí se preocupan más por efectuar sus acciones y de este modo le restan importancia al tiempo.

Un ejemplo que se puede dar, respecto a lo que estamos diciendo, es cuando Segismundo se despierta creyendo que todo es un sueño; allí pudimos deducir que hubo tiempo interno en el protagonista, mas el autor nunca nos dice o nos hace saber que allí existió tal tiempo (esto fue lo que analizamos en el párrafo anterior). Por eso volvemos a reiterar que el autor no le presta mucha importancia al tiempo en la obra, sino que se dedica a describir las acciones.

Para finalizar, en nuestra opinión personal podemos decir que aunque el tiempo no ocupe un lugar primordial en la obra, después de leerla y entenderla podemos deducir muchas cosas con respecto a él. Esto nos enseña que la obra nos puede decir más cosas que las que allí están escritas y un ejemplo de eso es el tiempo; puesto que el tiempo no tiene que estar, necesariamente, especificado en la obra, sólo es cuestión de entender la misma obra para deducirlo.

6.- eL CONCEPTO DE LIBERTAD EN LA VIDA ES SUEÑO.

6.1.- definición del concepto de libertad.

  • Libertad: del latín libertas; facultad que tiene el ser humano de obrar o no obrar según su inteligencia y antojo.// estado o condición del que no está prisionero o sujeto a otro. // falta de coacción y subordinación.// facultad que se disfruta en las naciones bien gobernadas, de hacer y decir cuanto no se oponga a las leyes ni a las buenas costumbres.// confianza, franqueza.// PL, osada familiaridad.// falta de obligación.// tomarse la libertad: poder o privilegio que se otorga uno mismo.

Sinónimos: espontaneidad, confianza, soltura, licencia, familiaridad, franqueza, sencillez, desembarazo, osadía, sinceridad, albedrío, voluntad, excarcelación, facilidad, libertinaje, autodeterminación, autonomía, emancipación, privilegio, exención, dispensa, permiso, atrevimiento, liberación, independencia.

Antónimos: esclavitud, recato, rigidez, torpeza, predestinación, prisión, dependencia.

  • Libertinaje: actitud irrespetuosa de la ley, la ética o la moral de quien abusa de su propia libertad con menoscabo de la de los demás. // desenfreno en el modo de obrar o de hablar.

  • Libre Albedrío: potestad de obrar por reflexión y elección.// facultad de decidirse por una conducta mejor que por otra totalmente posible.// capacidad de autodeterminarse o escoger el motivo por el que uno se decide a obrar o no obrar de una u otra manera.

  • Voluntad: facultad de hacer o no hacer una cosa. // ejercicio de dicha facultad.// libre albedrío o determinación.// intención o deseo de hacer una cosa. // esfuerzo, coraje.

6.2.- CADENA PERPETUA.

“Libertad es el derecho a escoger la propia esclavitud”, Iván Guirior

La segunda de las acepciones que encontramos en la definición anterior del término “libertad”, alude a “la condición del que no está prisionero”. Este es el primero de los tipos de libertad que nos encontramos en La vida es sueño: el hecho de que Segismundo se encuentre encadenado en una prisión real, ignorando el motivo de ese encierro, e incluso ignorando su propia identidad (motivo del encarcelamiento).

A esa prisión llegan Rosaura y Clarín, y escuchan las lamentaciones de Segismundo, donde, en ese primer monólogo, expresa esa carencia de libertad, comparándose con todas las criaturas de la naturaleza:

¿Qué ley, justicia o razón?

Negar a los hombres sabe

Privilegio tan suave,

Excepción tan principal,

Que Dios le ha dado a un cristal,

¿A un pez, a un bruto y a un ave?

Segismundo es un esclavo en el más literal de los sentidos: encerrado, con cadenas, grilletes, sin poder salir al exterior, etc...

En la Antigüedad, la esclavitud fue considerada como una institución necesaria para la sociedad; se trataba de un grupo social que debía existir por naturaleza. Aquélla (la sociedad) estaba dividida en varios grupos, y uno de ellos eran los esclavos.

Hay que pensar, quizás, que si en la época clásica no se hubiera puesto tan de moda la esclavitud, la cultura no habría tenido el auge que entonces tuvo, puesto que, no olvidemos, que los romanos tenían por esclavos (entre otros) a griegos cultos, quienes enseñaban a sus hijos y a ellos mismos todo lo que sabían.

Pero todo esto es una mera hipótesis; no hay que atribuir ese mérito a la existencia masiva de esclavos y sí hay que pensar que, sin ellos, se habrían valido de otros medios para desarrollar esa cultura. La esclavitud, pues, nunca puede ser una excusa.

Las grandes revoluciones, por su parte, contribuyeron a definir la libertad individual e incluso la libertad nacional (Declaración de Independencia de EE.UU., Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, consecuencia de la Revolución Francesa).

El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó y proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En ella, se considera “que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana”.

Además, se prohíbe la esclavitud como vemos en uno de los artículos de la de la Declaración Universal de los Derechos Humanos:

“Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas.”

Esta esclavitud que condena la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es la sufrida en primera instancia por nuestro protagonista: una privación de la libertad física. Una esclavitud prolongada, como es el caso de la obra, conlleva, irreparablemente, el embrutecimiento de Segismundo, el comportarse como un animal en el momento en que se ve libre, lo que hace pensar a Basilio que, en efecto, los oráculos tenían razón.

Sin embargo, una vez que se ve devuelto a la prisión, su carácter parece apaciguarse levemente, cuando el ejército acude a liberarle y él se encuentra con Clotaldo:

Levanta, padre, del suelo,

Que tú has de ser norte y guía

De quien fíe mis aciertos;

Que ya sé que mi crianza

A tu mucha lealtad debo

6.3.- sEGISMUNDO VS dESTINO

“Los días no adquieren sabor hasta que uno escapa a la

Obligación de tener destino”, Emilia M. Cifran

Lo más inmediato que viene a la mente cuando se nos consulta el significado de “libertad”, es que ésta existe cuando un hombre hace lo que quiere; o sea, él es quien tiene la facultad interior para decidir y moverse.

Esta libertad deja de existir cuando hay algo, o alguien, que no nos permite realizar nuestra voluntad. En estos términos, se encuentra el tema del horóscopo o la divinidad.

En La vida es sueño, Basilio se deja guiar por lo que le predice el horóscopo de Segismundo, y por esta causa le encierra. Desde el momento en que no es él quien decide ese encierro por propia iniciativa, Basilio deja de actuar libremente, lo hace condicionado por lo que otro le ha dicho.

Esto es sólo una consecuencia de la ideología de la época en que Calderón desarrolla esta obra; una época donde predomina el teocentrismo. La idea de la existencia de Dios es indiscutible, así como la acción que ejerce sobre nuestros actos. Según esto, estaríamos condicionados por Él (o por las estrellas) y nada de lo que hiciéramos o dejásemos de hacer tendría plena autonomía o libertad.

Así, pues, esa existencia divina condiciona la nuestra propia. Nietzsche propuso para esto la muerte de Dios: “con la muerte de Dios el hombre se libera de sí mismo, quitando del medio lo que no le había dejado ser hombre”. Para el filósofo alemán, la idea de Dios es lo que impide al hombre ser hombre, llegar a ser el superhombre.

Piensa que para que viva el hombre ha de morir Dios, si Dios vive no puede vivir el hombre.

Volviendo a la obra, llegamos a la conclusión de que la privación de libertad física sufrida por Segismundo es una consecuencia de la falta de libertad “mental” que sufre Basilio al ser condicionado por las estrellas, expresada de manera magistral en el discurso que él mismo hace al final de la jornada I ante sus sobrinos y el resto de la corte:

Llegó de su parto el día,

Y los presagios cumplidos

(Porque tarde o nunca son

Mentirosos los impíos),

Nació en horóscopo tal,

Que el sol, en su sangre tinto,

Estaba sañudamente

Con la luna en desafío.

[........................]

Pues dando crédito yo

A los hados, que adivinos

Me pronosticaban daños

En fatales vaticinios,

Determiné de encerrar

La fiera que había nacido,

Por ver si el sabio tenía

En las estrellas dominio.

Esta idea de que nuestros destinos están escritos, el concepto de predestinación, no es nueva. Es casi imposible, una vez leída la obra de Calderón, no pensar en el Edipo rey de Sófocles.

En la obra del griego, el rey de Tebas, Layo, al predecirle el oráculo que su futuro hijo le iba a matar y se casaría con su propia madre, nada más nacer aquél, manda que se lo lleven lejos del reino; con esto, Layo pretendía burlar los vaticinios del oráculo.

Sin embargo, el mismo oráculo es consultado por Edipo años más tarde, e intentando también burlar al destino, huirá lejos de quienes creía sus padres con tan mala “suerte” que llegará a Tebas y matará a Layo y se casará con Yocasta (su madre), ignorando los verdaderos vínculos que les unen.

Así, pues, en esta ocasión se nos muestra al destino como algo sagrado que no se puede burlar ni tomar a la ligera.

La vida es sueño, por contra, tiene un final harto distinto al de la obra helena. Segismundo no somete a su padre como habían predicho los hados.

Aunque si en un principio sí se mostraba cruel y tiránico, no fue por causa del destino, sino por el embrutecimiento causado por su prolongado encierro, al que ya me referí en el epígrafe anterior.

¿Qué os admira? ¿Qué os espanta,

Si fue mi maestro un sueño,

Y estoy temiendo en mis ansias

Que he de despertar y hallarme

Otra vez en mi cerrada

Prisión? Y cuando no sea,

El soñarlo sólo basta;

Pues así llegué a saber

Que toda la dicha humana,

En fin, pasa como sueño.

Y quiero hoy aprovecharla

El tiempo que me durare,

Pidiendo de nuestras faltas

Perdón, pues de pechos nobles

Es tan propio el perdonarlas.

Resumiendo: Segismundo es víctima, en un principio, de lo que le han predicho las estrellas a Basilio, o de lo que él ha creído interpretar en ellas. Algunos dirían que es víctima de su propio destino, de la mano de Dios o de la ley universal que lo rige todo. Pero al final de la obra, esos vaticinios no se cumplen, con lo que quedan anuladas las predicciones del horóscopo.

En realidad, los hados se han cumplido en parte: el reino se ha visto bañado en sangre así como él ha estado postrado a los pies de su hijo. Desde esta perspectiva, se observa que no era tan descabellada la idea de creer en el horóscopo, puesto que, aparentemente, se cumplieron algunas de esas predicciones.

¿O quizás todas? Puesto que en esa revelación de los hechos que sucederían tras el nacimiento de Segismundo, se decía que el reino se vería bañado en sangre y Basilio a los pies de su hijo; mas nunca se le dijo al monarca que eso significara que aquél iba a ser un rey tirano por propia esencia y naturaleza. Quizás esas consecuencias lo eran del encierro que sufrió Segismundo, pero que los hados no explicaron.

Por tanto, más que una decisión inevitable, consecuencia de las estrellas, la actuación de Basilio encerrando a su hijo pudo ser una mala interpretación de las mismas. Él mismo, al final de la obra, reconoce su culpa, su imprudencia al encerrar a Segismundo y al liberarlo posteriormente sin calibrar las consecuencias que ese acto podría tener.

Hay una defensa de la libertad, pero con un margen de “inclinación” de los hados. Calderón aboga por esa libertad; para él, esas fuerzas irracionales no son determinantes en el devenir de los actos de cada uno; inclinan hacia una u otra dirección, pero no condicionan absolutamente nuestros actos. Como escolástico, admite una influencia indirecta de las estrellas y propone una solución: el hombre prudente vence a las estrellas. Segismundo, pues, gana esa batalla final contra el destino.

6.4.- CONFLICTOS DE INTERÉS

“Al querer la libertad descubrimos que ella depende enteramente de la

Libertad de los demás”, Jean-Paul Sartre

Definiendo el control del individuo como la totalidad de las sanciones a las que recurre la sociedad para asegurar que la conducta del individuo se ajuste a lo establecido, podemos decir sin temor a equivocarnos que la sociedad controla constantemente al individuo, desde su más tierna infancia hasta el último instante de su vida.

Desde este punto de vista, la actitud de Basilio ante las predicciones del horóscopo no deja de ser algo completamente normal para la época en la que se desarrolla la obra. Aunque ahora le culpemos de crédulo y de cosas peores, su comportamiento no tenía nada de raro para el ambiente y la sociedad en la que “vivía”.

Él sólo aplicó todas las enseñanzas que adquirió a lo largo de la vida; de no haberlo hecho, probablemente hubiera sido tachado de revolucionario contra el Estado. Así, pues, no actuó con plena libertad, una vez más.

Ya no estaba condicionado sólo por el horóscopo, sino que esa consulta y el haber encerrado a Segismundo fueron consecuencia también de unas leyes impuestas por la sociedad.

Sobre este tema, se expresó muy bien el filósofo alemán Hegel, defendiendo esa privación de libertad por parte del Estado:

“la voluntad del Estado prevalece sobre la voluntad individual de las personas en caso de conflicto”.

Vemos, entonces, que no se puede concebir la libertad plena del hombre desde el momento en que pertenece a una sociedad regida por leyes, normas y prohibiciones.

Aunque no seamos conscientes de ello (como tampoco lo era Basilio o cualquiera de los personajes de La vida es sueño) todos actuamos de acuerdo a unas normas o unas modas impuestas por la sociedad y la época en la que vivimos.

Cualquier otra cosa sería inconcebible, puesto que, aún sin llegar a los términos de Hegel, considero imposible la idea de una sociedad anárquica, sin prohibiciones, sin límites, etc....

Individuo y sociedad están en constante conflicto. La sociedad busca la homogeneidad y el individuo reclama su peculiaridad; en ocasiones, al individuo le resulta insoportable la presión social y, a ésta, intolerable la rebeldía individual. Sin embargo, han de aprender a convivir, puesto que uno no es sin el otro.

Calderón, en este término, dramatiza el tema de la educación y castiga a Basilio por su pecado con un levantamiento. Es por esa “mala educación”, por ese encierro de Segismundo, que éste se comporta como un tirano, vilmente. Desde el momento en que es encerrado y tratado como un animal, como una fiera:

Soy un hombre de las fieras

Y una fiera de los hombres.

Ya no es culpa de los hados su comportamiento, sino de esa educación, puesto que ésta es la principal influencia que todo ser humano tiene a lo largo de los primeros años de su vida.

Así que si Segismundo ha sido tratado como un animal, es lógico y comprensible que, una vez que es puesto en el trono, se comporte como tal, puesto que es la única enseñanza que ha adquirido en la torre donde estaba preso.

Al anular todo ejercicio de la libertad en su hijo, a Basilio no le es posible ni legítimo juzgar el resultado de su experimento, lo cuál le hubiese exigido un proceso de educación del príncipe completamente distinto.

No sólo Basilio actúa condicionado por esas normas y modas, sino que todos los personajes de la obra (todos los individuos, en realidad) hacen o dejan de hacer de acuerdo con lo que les impone la sociedad o con lo que han aprendido en la vida.

Es inevitable que Rosaura acuda a Polonia con la intención de vengarse de Astolfo, puesto que le han enseñado que el honor de una dama es lo primero; es igualmente inevitable que Clotaldo, una vez que Segismundo le perdona y le confiesa que va a luchar contra su padre, decida no aliarse a él y ser fiel al rey, puesto que la fidelidad a la corona era algo indiscutible:

Pues, señor, si el obrar bien

Es ya tu blasón, es cierto

Que no te ofenda el que yo

Hoy solicite lo mesmo.

A tu padre has de hacer guerra.

Yo aconsejarte no puedo

Contra mi Rey, ni valerte.

A tus plantas estoy puesto;

Dame la muerte;

Por lo tanto, a pesar de que desde este punto de vista los personajes no tienen plena autonomía para obrar como quieran puesto que es la sociedad la que decide por ellos qué está bien y qué no lo está, no es algo criticable desde el momento en que no es posible concebir una sociedad plenamente anárquica en la que cada cual haga su voluntad sin rendir cuentas a nadie.

En el instante en que existen dos hombres, ambos deben adaptarse al otro y limitar, así, su propia libertad.

Es evidente, pues, que la cultura y la sociedad influyen en el comportamiento humano, lo condicionan. Lo que distingue conductualmente al ser humano del animal, es precisamente que no se deja guiar por los instintos, sino que su conducta es más plástica y está mediatizada por la cultura.

Las circunstancias refuerzan o atenúan la predisposición genética (o de los astros, para quien lo quiera ver desde esa perspectiva). Ya lo dijo Ortega y Gasset: “Yo soy yo y mis circunstancias”.

6.5.- CONVERSACINONES CONSIGO MISMO.

“La verdadera libertad consiste en el dominio absoluto de sí mismo”, Michel de Montaigne

Kant definía a la persona como “la libertad e independencia frente al mecanismo de la naturaleza entera (......) la persona es la libertad de un ser racional sometido a leyes morales”. Esa independencia, que ya hemos visto que no es plena, queda condicionada en último término por la propia persona; y esta vez, la privación de la libertad es, si cabe, más inconsciente que en los casos anteriores.

Segismundo, una vez que se deja llevar por la ira que lleva dentro, no es libre, sino que es esa ira, esas pasiones, las que le hacen actuar de una manera o de otra:

No me estorbe nadie, que es vana

Diligencia; y ¡vive Dios!

Si os ponéis delante vos,

Que os eche por la ventana.

Es, pues, esclavo de sus pasiones, de la ira. En el momento en que la exaltación hace acto de presencia, Segismundo deja de tener la voluntad para decidir.

En la época, era habitual esa crítica a las bajas pasiones en cuanto en tanto se refieren a las pasiones amorosas; se condenaba el amor sexual y carnal puesto que no se actuaba con plena libertad, sino que la excitación y la lujuria impulsaban a esos actos deshonestos.

En los mismos términos se hablaba de la ira, puesto que también se trata de una pasión, de una exaltación incontrolable. Desde el momento en que no se pueden calibrar las consecuencias de esa ira, deja de ser un acto libre, ya que no podemos controlar lo que va a suceder.

Cuando Segismundo es liberado la primera vez de su encierro por parte de Clotaldo y Basilio y es advertido de su verdadero linaje y de los motivos de su prisión, su enfurecimiento es tal que no le permite reflexionar sobre su nueva situación y decide arremeter contra su padre y hacer uso (y abuso) de su condición de rey. Le ciega la rabia, la ira; no puede controlarse y, como consecuencia de ello, será vuelto a prisión haciéndole creer que todo ha sido un sueño.

Sin embargo, ese dejarse arrastrar por la ira, es algo comprensible desde el momento en que Segismundo es tratado como una fiera en su encierro,

Como un animal salvaje. Éstos (los animales), es sabido (o se cree que así es) que se mueven por instinto, no deciden voluntariamente lo que hacer o no hacer, no tienen libertad en ese sentido. Del mismo modo, Segismundo actuará por instinto, sin voluntad ni libertad.

A lo largo de la obra, deberá luchar consigo mismo, con su naturaleza animal interior, con esa fuerza incontrolable que le hace actuar de una determinada manera.

La reflexión moral que se saca de este pasaje es que hay que saber no dejarse llevar por las pasiones, puesto que las consecuencias de ese dominio no tardarán en llegar.

Segismundo aprende la lección y, cuando de nuevo se ve libre de su encierro, no se deja arrastrar por la furia ni la ira, consiguiendo así que la historia tenga un final feliz. Esta capacidad de reflexión de Segismundo y el dominio que muestra de su violencia serán una prueba de la libertad humana.

También lo será el hecho de entregar a Rosaura a Astolfo en matrimonio, refrenando así sus pasiones, el amor que ha sentido por ella desde el principio. Todo hombre vive en constante lucha entre la pasión y la prudencia, y ésta debe imponerse a la primera.

Al principio, Segismundo dice que estaría dispuesto a morir por Rosaura:

Con cada vez que te veo

Nueva admiración me das,

Y cuando te miro más

Aún más mirarte deseo.

Ojos hidrópicos creo

Que mis ojos deben ser;

Pues cuando es muerte el beber,

Beben más, y desta suerte,

Viendo que el ver me da muerte,

Estoy muriendo por ver.

Esta pasión incontrolada debe desaparecer para que Segismundo sea completamente libre y se “humanice”, siendo así total merecedor del trono de Polonia. Este proceso de conversión de Segismundo, no es brusco, no se da, como pudiera pensarse, de forma repentina con el despertar del sueño en el final del segundo acto.

La humanización se da desde la primera escena, es una constante lucha entre pasión y razón, que termina con el triunfo de la segunda sobre la primera.

El vencerse a sí mismo no es tarea exclusiva de Segismundo, sino que es algo que también tendrá que hacer Basilio y el resto de los personajes. Todos deberán combatir las diferentes pasiones y obstáculos que les impidan ser completamente libres.

6.7.- CONCLUSIONES.

“La esclavitud más denigrante es la de ser esclavo de uno mismo”,

Lucio Anneo Séneca

Encontramos, pues, en La vida es sueño, varios tipos de esclavitud, de no libertad en los personajes, fundamentalmente en Segismundo y Basilio, todos ellos conectados entre sí y con repercusiones los unos sobre los otros.

En un primer lugar, la esclavitud física de Segismundo, que se encuentra encerrado en una prisión como consecuencia del dictado de los astros, quienes predijeron que sería un tirano y que causaría un baño de sangre en la corte.

Basilio, por estos vaticinios, decidió someterle a esa prisión, a ese encarcelamiento. Así, pues, la carencia de libertad física de Segismundo sería fruto, en primera instancia, de la carencia de libertad del hombre como tal (personificada en la figura de Basilio); de la supuesta imposibilidad del ser humano para luchar contra su destino y de elegir libremente.

Esa imposición del destino sería la culpable (una de ellas) del encierro de Segismundo. Parece ser que estaba escrito en las estrellas que iba a ser un mal rey, un tirano y un déspota; con todo esto, Basilio, procurando lo mejor para su pueblo, optaría por el encierro de su hijo, creyendo que, de esta manera, sería capaz de burlar al destino y a los hados.

Una vez que Basilio decide liberar a su hijo y comprobar si los vaticinios se cumplen, Segismundo es víctima de otra esclavitud: la producida por la educación que ha recibido. Ésta, al ser prácticamente nula, pues ha sido tratado como un salvaje, como un animal, condicionará su comportamiento de una forma negativa.

No sabrá asumir correctamente las aptitudes de un soberano y se comportará de la única forma que sabe: como una fiera. Esa misma educación condiciona también a Basilio desde el momento en que es por ella por lo que se decide a consultar a los astros y a interpretar sus predicciones. Sus consecuencias ya las conocemos.

En el momento en que Segismundo actúa como un animal, por instintos, controlado por esas pasiones, ya no es libre de sí mismo. Se produce, así, una nueva esclavitud: la originada por el descontrol de las pasiones, por la ausencia de autodominio de Segismundo, fruto, como ya he señalado, de su educación en su encierro.

La suma de estas carencias de libertades (física, moral, social, etc...) son el motor de la magistral obra de Calderón de la Barca. El resultado de esa suma es un ser totalmente asilvestrado, sin conciencia del bien y del mal, sin conciencia de sí mismo.

Una vez que Segismundo logra el autodominio, el resto de las libertades las va adquiriendo por efecto dominó, demostrando que están interrelacionadas y que la sola privación de una de ellas supone casi la alineación del propio individuo frente a la religión, la sociedad y frente a su misma persona.

CONCLUSIONES

Con la realización de este trabajo sobre la obra dialogada de Calderón de la Barca, La vida es sueño, hemos podido aprender cómo se deben analizar cualquier obra dialogada con todos los elementos que ésta incluye.

A parte, hemos aprendido una lección moral que tiene que ver mucho con el desenlace que lleva a cabo Segismundo. Debemos saber comportarnos en cualquier situación, sin tener en cuenta nuestra procedencia o la educación que hayamos recibido.

También creemos que lo que Calderón intenta transmitir con esta obra es “Vive el momento”. Debemos aprovechar al máximo cada momento de nuestra vida, por esos momentos pasan y ya no vuelven.

Por lo tanto, a parte de que nos a ayudado a completar nuestra formación sobre la materia de lengua, también nos ha completado personalmente con esta lección: “Carpe Diem”.

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LA VIDA ES SUEÑO

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