Literatura


La sombra del caudillo; Martín Luis Guzmán


LA SOMBRA DEL CAUDILLO

LIBRO PRIMERO. PODER Y JUVENTUD

En el interior del cadillac del general Ignacio Aguirre conversaban los jóvenes políticos de México, el general Aguirre, ministro de guerra y su inseparable, insustituible e intimo amigo: el diputado Axkaná. Al momento de que se detuvo el auto ambos redujeron a conclusiones breves el tema de su charla. Y quedaron de verse en la noche, pero al bajarse del cadillac Axkaná le dijo q no se le cumpliría lo de conquistar a Rosario y Aguirre le dio su palabra de que Rosario andaría con el sin poner mucho de su parte.

El Ajusco es muy importante para ellos por que aquí fue donde por primera vez el joven ministro de guerra se atrevió a pedirle que fuese su novia, aun sabiendo que ella era casada, y Rosario en vez de responder correspondidamente, le hizo saber el gran descaro que había cometido con aquella pregunta. Pero el general Aguirre en vez de sentirse mal, le dijo que se sentía mejor siendo solamente amigos, por que mientras fueran amigos de esa manera tan exquisita, el ser novios no añadiría algo mas.

De pronto se detuvo el cadillac y salto al interior Remigio Tarabana el segundo de sus dos mejores amigos. Y ahora si ya estando los tres amigos. El cadillac emprendió su marcha, rebaso el jardincillo de Guardiola y a la ancha incitación de la avenida Juárez, sacudía su andar soñoliento, se echaba a correr.

El grupo de políticos que ese día había invitado a Ignacio Aguirre a comer en el Restaurante de Chapultepec recibió a su huésped con salutación poco menos que estruendosa. Ya que sabia darse a desear para que su prestigio creciera, hizo que sus admiradores y partidarios lo aguardasen esa vez mas de una horra. Y entonces ellos extremaron las manifestaciones del entusiasmo al ver que al fin se presentaba el joven ministro de guerra.

LIBRO SEGUNDO. AGUIRRE Y JIMÉNEZ

Un día Aguirre fue a buscar al Caudillo para ofrecerle una disculpa. Además trató de demostrarle que a él no le importaba la presidencia lo cual el Caudillo no le creyó.

Después se fue para casa de Rosario, para sentirse mejor después de la discusión que tuvo con el Caudillo.

Aguirre mandó buscar a Axkaná para contarle sobre su plática con el Caudillo. Axkaná vio muy triste a Aguirre ya que el Caudillo no le había creído y por chismes que le habían llegado. Para Axkaná esto era algo muy lógico y fue por eso que no comprendió porque Aguirre se puso así. Él estaba de acuerdo con el caudillo de que la amistad y la política no van de la mano. El Caudillo apoyaba a Hilario y no había nada más que hacer, excepto hablar con Hilario.

Y así fue habló con Hilario y le dijo que a él no le importaba la presidencia, él tampoco le creyó del todo así que le pidió que se lo demostrara por medio de quitar a Reyes del mando de las tropas de Puebla y poner en su lugar a quien Hilario quisiera. Con esto Hilario quería que este Reyes supiera que Aguirre estaba de acuerdo y además que el Partido Progresista lo proclamara rápido y si no que lo dejara a Axkaná. Esto a Aguirre no le pareció ya que sería como entregar a sus amigos, le dijo que renunciaría a la Secretaría de Guerra pero sería lo único y Jiménez no acepto.

LIBRO TERCERO. CATARINO IBÁÑEZ

La gente comenzó a desconcertarse por si Aguirre aceptaba la presidencia a o no. Esto se manifestó con que muchos diputados se volvieron hilaristas. Olivier al ver lo sucedido planeo y comentó con Agustín Domínguez, Eduardo Correa, y Catarino Ibáñez, cambiar de candidato a Hilario, pero Hilario tenía que aceptar a cuatro cosas: 2/3 del total de curules del futuro congreso, el control de los poderes locales y municipales, el ayuntamiento de la ciudad de México, y la mitad de las carteras del futuro gabinete.

E Hilario aceptó y se realizó una convención para dar a conocer al candidato, sin embargo después se arrepintió y dijeron que todavía no había candidato.

Después se realizó un meeting, por Catarino y Olivier, en favor de Hilario, Axkaná se coló a este para oír lo que se decía.

Al terminó de este se hizo una comida en ésta había un detalle muy curioso de los vasos que tenían escrito “Banquete para celebrar la designación del C. General Hilario Jiménez como candidato del partido Radical Progresista del Edo. de México” lo cual no era cierto ya que aun no se decidía quien iba a ser el candidato para presidente.

Ya pasados de copas se empezaron a ir de la lengua y Catarino le comentó a Olivier que estaba planeado irse a favor de Hilario, éste se enojó y comenzaron a discutir y eso terminó en un pleito con todo y balazos.

LIBRO CUARTO. EL ATENTADO

En el momento que Fernández respondió a los sucesos de Toluca antes de un día, era muy poderoso y tenía casi todo de su parte a la mayoría de la cámara de diputados al igual que la de senadores lo que hizo que el Caudillo lo tomara como un reto personal.

Al anochecer Axkaná se fue en busca de Correa sin embargo donde creyó que talvez podría encontrarlo no estaba, y fue a buscarlo al Frontón Nacional de la calle de Iturbide, cuando entro al edificio ya había comenzado la función. Se dirigió a la taquilla, compró su billete y camino hacia el interior pero de pronto recordó que había dejado el carro de donde acababa de apearse y retornó a la calle para despedirlo. Al llegar a la puerta se topó con cinco o seis individuos algo sospechosos.

Luego se dirigió a “la casa de las niñas”, y al tocar a la puerta, una criada de pies descalzos le informó que no se encontraba ninguna de “las niñas” y se fue, al salir vio que su carro ya no estaba sino que había otro con otro chofer. Este le dio una explicación algo extraña sobre porque no estaba ya su carro pero aun así Axkaná se la creyó.

Ya adentró Axkaná le pidió que lo llevara a un lugar y este no obedeció y disminuyó la velocidad, y fue entonces que alguien le apuntó con un arma en la cabeza y lo vendaron. Se lo llevaron al desierto donde lo torturaron. Lo hicieron beber tequila; el se oponía porque pensó que lo envenenarían, pero por ultimo terminó accediendo y se dio cuenta de que era un buen tequila. Lo querían emborrachar para, -según sus agresores- docilitar las cosas. Hasta que finalmente ebrio y desvanecido fue entregándose. Y aquella sensación, que por un instante pareció llenar el universo, que fue infinita, empezó a apagarse y desvanecerse, y con forme se desvaneció, todo fue desvaneciéndose con ella.

A la una de la tarde del día siguiente Ignacio Aguirre se hallaba solo en su despacho de la Secretaría de Guerra. Ignoraba aun las atrocidades cometidas con Axkaná y esperaba que este viniese en su busca de un momento a otro.

Tarabana hablaba con Aguirre sobre unos terrenos de May-be Petroleum Co., le lavó el cerebro a Aguirre y este accedió a llevarle los papeles para firmar.

Después “la Mora” entró a la oficina y le dijo a Aguirre lo que había escuchado sobre Axkaná, desierto, tequila. Este habló a casa de Axkaná donde le informaron que este estaba agonizando y se fue para allá. El doctor le informó que lo que el tenía era por beber tanto tequila a fuerza y golpes que tenía una intoxicación.

Aguirre citó a Zaldivar, lo desarmó y con un embudo lo iba a hacer tomar tequila como lo había hecho con Axkaná, pero antes de que esto pasara Zaldivar le dijo que confesaría sólo si le prometía que él estaría protegido, y aceptaron y firmaron un acuerdo.

Aguirre fue a enseñarle estos papeles al Caudillo, pero este no creyó en autenticidad de estos y esto le molestó a Aguirre y renunció a su cargó. Lo que hizo el caudillo fue hacer que publicaran en el periódico que Aguirre era un traidor y mentiroso.

Aguirre para tratar de limpiar su nombre llevó a declarar a “la Mora” pero la policía no quiso tomar en cuenta su testimonió; también llevó a Zaldivar sin embargo este negó todo y la policía dio por hecho que él no había tenido que ver con lo de Axkaná.

Durante un discursó Olivier denuncia que Ricalde es un impostor y este a su vez lo denuncia por enriquecerse con los fondos del estado. Nieto acusa a Aguirre de corrupto y J.M. Mijares publica una historia de insinceridad en contra de Hilario. Lo que provocó un enfrentamiento.

LIBRO QUINTO. PROTASIO LEYVA

Luego el Gral. Leyva platicó con los líderes hilaristas y estos le dijeron que los aguirristas tenían más de la mitad del quórum; así que Leyva ordenó deshacerse de algunos diputados los cuales eran un estorbó, algunos de estos eran: Olivier, Axkaná, López de la Garza y Mijares en la Cámara mientras ellos festejaran ellos los matarían.

Así fue como el plan se llevó acabo. Se comenzó a nombrar a cada uno de los líderes Aguirristas y cada vez que se gritaba ¡viva Aguirre! Se escuchaba ¡muera!. Se dieron cuenta que estaba presente Canuto Arenas y sus acompañantes por lo que el ambiente se puso tenso y empezó a ver una discusión entre el aguirrista Cañizo y un hilarista el cual llevaba ventaja ya que tenía una pistola en el bolso y le disparó a Cañizo. Al ver lo sucedido Olivier mando cerrar las puertas hasta que se encontrara al asesino.

Hubo más incidentes de esa magnitud, hasta que se descubrió que el asesino había sido el chofer de la Secretaría de Gobernación.

LIBRO SEXTO. JULIÁN ELIZONDO

Entonces eso quiso decir que el complot en contra de los aguirristas falló; muchos se cambiaron al bando de los hilaristas.

Los aguirristas hicieron don estrategias: que no se mandaran tropas y que se utilizarían personas inactivas, y el uso de armas de inmediato. Quedaron en que Aguirre daría la hora exacta del levantamiento de armas y que esa junta se mantendría en secreto.

El Caudillo e Hilario yo no sabían como evitar lo inevitable. Comenzaron las elecciones y el edificio se llenó de aguirristas. Cuando terminó el meeting Aguirre regresó a su casa donde se encontró con el Gral. Jáuregui y los previno y les dijo que tenían que movilizarse a Toluca donde los esperaba Elizondo. Se le avisó a López de la Garza y a Reyes.

Se fueron a Toluca según lo planeado con $20,000, Contarían con el apoyo de 4,000 hombres pero en lo que los conseguían ellos serían su protección. Estos empezaron a beber.

El capitán llegó a Toluca y detuvo a todos, los transportaron en camiones al cuartel. Aguirre comenzó a pensar que sí Elizondo los traicionara él iba a salir beneficiado, fue entonces que vio en el periódico publicado su levantamiento en armas. Se los llevaron y en el camino se atravesó un carro y de ahí se bajaron Leyva, Manuel Segura y Arenas.

El coronel dio ordenes de que se les bajara del camión y ya abajo interrogaron a Aguirre y a los demás los amarraron. Olivier trató de irse y Arenas lo golpeó, la labor se suspendió después de que Segura y Arenas se calmaron. Aguirre estaba tranquilo al contrario de Cahuama quien golpeó Segura y este le disparó.

Se los llevaron al cerro donde los iban a fusilar. Ahí Aguirre comenzó a insultar a Segura y este le disparó y todos aprovecharon para escapar menos Axkaná; Segura ordenó atrapar y matar a todos. Segura le disparó a Axkaná y este cayó a lado de su amigo. Vio como mataban a todos y el trató de escapar sin embragó lo atraparon.

En los periódicos salieron los sucesos de ese 5 de diciembre dónde el Gral. De División Ignacio Aguirre falleció a causa de la traición de Elizondo, tal y como el sospechó.

Tiempo después Segura con el Cadillac de Aguirre fue a una joyería y compró unos aretes de diamantes con valor de $20,000. El encargado notó que estaba llenó de sangre, pero Segura se le quedó viendo de una manera intimidante y el encargado ya no dijo nada; salió de la tienda y se fue en el Cadillac.

CONCLUSIÓN

Bueno este libro me parece bastante bueno. Talvez muchos digan lo contrario ya que se trata de política, pero estoy seguro de que cuando lo lean van a compartir mi opinión, aunque en gustos se rompen géneros.

A mí la verdad es que se me hizo bastante entretenido, el libro te envuelve y además con tanta descripción es como si realmente estuvieras ahí, como si tu fueras un testigo de los hechos. Aunque a veces si es bastante pesado leer tanta descripción.

Además de que nos enseña que el mundo de la política es pura hipocresía, avaricia, corrupción, traición. Es horrible ver como el poder puede corromper a una persona o hacer todo lo que sea con tal de tenerlo, hasta traicionar a aquellos que alguna vez llamaste amigo.

Claro que este no me va dejar sólo cosas malas sino que también me gustó la amistad que hay entre Aguirre y Axkaná, los dos darían todo por el otro. Son unos verdaderos amigos, personas con unos grandes valores, leales, honestos, etc…

Y bueno todo el libro en general esta muy bien, y creo que esta muy apegado a la realidad, no exagera las cosa y sólo cuenta el hecho real.




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Enviado por:Azarel Aragón Ortega
Idioma: castellano
País: México

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