Educación y Pedagogía
La motivación y la emoción
ÍNDICE:
MOTIVACIÓN Y EMOCIÓN
1- Emoción
-Función, clasificación y dinámica
-Teorías de las emociones básicas y emociones sociales
-Emoción como motor del aprendizaje
-La educación emocional
-La inteligencia emocional
2-Sentimientos
-Función, clasificación y dinámica
-La educación sentimental
3- Motivación
-Jerarquía de motivos
-Motivación del logro
-La atribución causada del éxito y del fracaso
4- Ansiedad y estrés
EMOCIÓN
INTRODUCCIÓN
Las emociones son el corazón y el alma de la experiencia humana. La creencia de que estamos a merced de las pasiones irracionales ha formado parte de la cultura occidental durante siglos. Emociones y cognición se han considerado procesos independientes en un conflicto perpetuo que produce siempre confusión y sufrimiento. Pero investigaciones Psicológicas actuales demuestran lo contrario y eso el que pretendemos nosotros con la elaboración de este trabajo y su exposición.
Aunque es una reacción primitiva, la emoción tiene un sentido: tiene por efecto liberar al individuo de sus tensiones (el llanto alivia). Representa un esfuerzo para restablecer un equilibrio apelando a recursos profundos, más o menos misteriosos, cuya naturaleza desconocemos aún.
En este sentido, la emoción es una conducta primitiva por la cual el organismo reacciona ante un acontecimiento repentino.
Pero también puede considerarse una forma de afectividad, es decir, cuando una emoción se prolonga en el tiempo pasando a ser un sentimiento.
La emoción es un estado de ánimo caracterizado por una conmoción orgánica consiguiente a impresiones de los sentidos, ideas o recuerdos. Es un estado de activación o “arousal” que incorpora cambios faciales y corporales, activación cerebral, valoraciones cognitivas, sentimientos subjetivos y tendencias hacia la acción, todo ello moldeado por las normas. Por lo tanto podemos decir que las emociones son fenómenos multidimensionales cuya definición concreta es bastante difícil de formular.
ASPECTOS MULTIDIMENSIONALES DE LA EMOCIÓN
Aspecto de la Emoción | Contribución a la emoción | Unidad de análisis |
Cognitivo-subjetivo | Sentimientos | Auto-informe |
Fisiológico | Aruosal Preparación física | Estructuras cerebrales Sist. Nervioso autónomo Sist. Endocrino |
Funcional | Propósito Dirigido hacia una meta | Selección de respuestas apropiadas a la situación |
Expresivo | Comunicación social | Expresiones faciales Posturas corporales Vocalizaciones Reglas sociales |
Existen lo que podríamos denominar las emociones primarias o “básicas” siendo éstas aquellas determinadas biológicamente y consideradas universales entre las que generalmente se incluyen el miedo, la ira, la tristeza, la alegría, la sorpresa, el asco y el desprecio.
Pero antes de pasar a analizar las distintas clasificaciones existentes de las emociones me parece más interesante ahondar en el tema de los Elementos implicados en la Emoción: el cuerpo, la mente y la cultura.
EL CUERPO.
Nacemos con la capacidad de experimentar ciertas emociones básicas o primarias, aunque no existe un acuerdo completo respecto a cuáles son. Estas emociones tienen patrones fisiológicos distintivos (como veremos más adelante), van acompañadas de las expresiones faciales correspondientes y las situaciones que las provocan son iguales en todo el mundo. Por ejemplo:
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La tristeza sigue a la percepción de una pérdida.
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El miedo a la amenaza y al daño corporal.
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La ira al insulto o la injusticia.
Las emociones secundarias incluyen variantes y combinaciones que cambian dependiendo de la cultura y van desarrollándose gradualmente según la madurez cognitiva.
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Las caras de la emoción.
Hay expresiones faciales de las emociones que se reconocen en todo el mundo. Las expresiones faciales de las emociones dan muestra a los demás de lo que estamos experimentando a su vez emociones en aquellos que nos ven. Es decir, que es posible el contagio de las emociones.
Existe un proceso denominado “retroalimentación propioceptiva facial” a través del cual los músculos faciales envían mensajes al cerebro sobre la emoción básica que esté expresando, provocando de esa manera un estado de animo de igual signo pero del que no somos conscientes.
El fenómeno de las emociones es un continuo ir y venir de un estado anímico a otro, producido o bien desde nuestras propias experiencias del día a día, o bien desde nosotros mismos por una habituación a unos rasgos faciales constantes, incluso por las emociones transmitidas de unos a otros a través de nuestras expresiones. Es un hecho demostrable y bastante inquietante i interesante de probar.
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Las expresiones faciales en el contexto social.
La conexión entre los sentimientos, su expresión y lo que las otras personas interpretan es un proceso complejo por varios motivos.
El acuerdo sobre qué emoción revela una expresión facial concreta varía intra e interculturalmente. (suele confundirse las expresiones faciales de la tristeza con los de la alegría). Además las expresiones faciales transmiten distintos mensajes dependiendo de las circunstancias. Estas se emplean tanto para mentir sobre los sentimientos como para expresarlos.
Otro dato importante es que las personas no suelen manifestar sus emociones facialmente a menos que haya otras personas presentes.
Como conclusión diríamos un frase de Ekman : “obviamente hay emoción sin expresión facial y expresión facial sin emoción”
Todo dependerá de cada uno, por eso es un tema que siempre suscita interrogantes y dudas, por la falta de acuerdos debido a la subjetividad que lo caracteriza.
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Cuadro de funciones corporales en relación a los procesos emocionales.
La emoción como proceso fisiológico y cognitivo implica todo un conjunto de funciones en manos de varias partes del cuerpo humano. Diapositiva.
LAS EMOCIONES Y EL CUERPO.
Expresión facial | Refleja estados internos e influye sobre ellos. Comunica sentimientos, indica intenciones, afecta al comportamiento y los sentimientos de los demás. Oculta o finge emociones. |
Cerebro | Áreas específicas están relacionadas con emociones concretas o con distintos aspectos de la emoción. |
Amígdala | Determina la importancia emocional de la información sensorial: es la responsable de la decisión inicial de acercarse o retirarse; está implicada en el aprendizaje, el reconocimiento y la expresión del miedo. |
Corteza Cerebral | Evalúa el significado de la información emocional procedente de la amígdala. La corteza prefrontal izquierda está asociada con las emociones e “proximidad” (alegría, ira) La corteza prefrontal derecha está asociada con las emociones de “retirada” (miedo, tristeza). |
Sistema Nervioso Autónomo | Activa las hormonas adrenalina y noradrenalina, que producen energía y estados de alerta. Algunas emociones están asociadas con patrones específicos de activación del sistema nervioso autónomo. |
LA MENTE.
La Psicología moderna sugiere que las personas no se enfadan, entristecen o se ponen nerviosas por lo hechos en sí mismos sino por las interpretaciones que hacen de ellos.
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Los pensamientos crean emociones. Teoría Bifactorial.
Son dos los componentes esenciales de las emociones: la activación fisiológica y la interpretación cognitiva que se hace de esta activación. El cuerpo podrá estar completamente alterado y excitado, pero hasta que no pueda interpretar, explicar y etiquetar los cambios que experimenta no sentirá una emoción auténtica.
Las emociones pueden por lo tanto crearse o ser influidas por la percepción de la situación, las creencias, las expectativas y las tribulaciones (explicaciones que tomamos a nuestra propia conducta y a la de los demás).
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Atribución y emociones.
Percepción y atribución están implicadas en todas las emociones. En muchos casos, las interpretaciones que nosotros hacemos de determinadas conductas, ya sean propias o de los demás, generan un tipo de respuesta emocional u otra.
Constantemente evaluamos los acontecimientos sopesando sus implicaciones personales
Las cogniciones implicadas en la emoción van desde las percepciones inmediatas de acontecimientos específicos hasta la filosofía general dela vida de cada uno.
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Cognición y complejidad emocional.
A medida que va madurando la corteza cerebral, las ideas y por lo tanto las emociones van aumentando. Como consecuencia su complejidad cognitiva también aumentará. Algunas emociones dependen por completo de la maduración de las habilidades cognitivas superiores. Por ejemplo: la culpabilidad solo se puede sentir cuando se desarrolla el sentido de la conciencia de uno mismo y la percepción de haberse portado mal o de haber defraudado a alguien.
Los estudios sobre el componente cognitivo de las emociones sugiere que podemos entender cómo el pensamiento afecta a las emociones y modificarlo en consecuencia (terapia cagnitiva).
LA CULTURA.
El pensamiento influye en la emoción pero, ¿de dónde viene ese pensamiento?
La mayoría se siente asqueado/a cuando se violan reglas morales de su cultura. Pero éstas cambian de una cultura a otra y eso hace que ante una determinada conductas se sientan diferentes emociones según la cultura en la que nos situemos.
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Las normas de demostración de las emociones.
Son reglas sociales y culturales que regulan cuándo, cómo y dónde es adecuado expresar o reprimir las emociones.
Los miembros de una cultura adquieren las normas de demostración de las emociones sin darse cuenta, de la misma manera que aprenden la lengua.
En la comunicación entre miembros de distintas culturas, el desconocimiento de estas normas conduce a malos entendidos, hostilidades y, en casos extremos, a la guerra.
LAS FUNCIONES DE LA EMOCIÓN
El análisis de la función de la emoción plantea la cuestión de qué propósito o propósitos tienen las emociones. El trabajo sobre el significado funcional de las emociones parte del trabajo de Charles Darwin “La expresión de las emociones en el hombre y los animales” en el cual plantea que las características expresivas , al igual que las físicas, tienen un significado funcional para el mecanismo que se está adaptando al entorno y evolucionando a través de esta adaptación.
Existen tres tipos de funciones de las emociones.
Funciones adaptativas de las emociones
Para poder sobrevivir los animales tienen que explorar su entorno, vomitar sustancias dañinas, desarrollar y mantener relaciones, atender las emergencias de forma inmediata, evitar le daño, reproducirse, luchar y tanto recibir como dar cuidados. Cada una de estas conductas es una conducta producida por la emoción y cada una facilita la adaptación del individuo a los cambios a los cambios del entorno.
Visión funcional de la conducta emocional.
Situación de estímulo | Conducta emocional | Función de la conducta emocional |
Amenaza | Correr, volar | Protección |
Obstáculo | Morder, pegar | Destrucción |
Pareja posible | Hacer la corte, copular | Reproducción |
Pérdida de un ser querido | Pedir auxilio | Reintegración |
Miembro del grupo | Acicalarse, compartir | Afiliación |
Objeto desagradable | Vomitar, apartar | Rechazo |
Territorio nuevo | Examinar | Exploración |
Objeto nuevo y repentino | Parar, alertar | Orientación |
Típicamente los estado emocionales se conciben en términos de estados afectivos introspectivos, pero para poder estar abiertas a análisis científicos las emociones se han de estudiar como respuestas conductuales objetivas.
Para poder ser interpretadas y estudiadas como estados afectivos es necesario hacerlo dentro de un lenguaje funcional (Plutchik)
Dos lenguajes para la descripción de estados emocionales
LENGUAJE SUBJETIVO | LENGUAJE FUNCIONAL |
Miedo, Terror | Protección |
Rabia, furia | Destrucción |
Alegría, éxtasis | Reproducción |
Tristeza, aflicción | Reintegración |
Aceptación, confianza | Afiliación |
Asco, odio | Rechazo |
Anticipación | Exploración |
Sorpresa | Orientación |
Funciones sociales de las emociones.
Además de facilitar la adaptación del individuo a su entorno, la emoción también facilita la adaptación del individuo al entorno social. Caroll Izard (1989) ha hacho una lista de las funciones sociales de la emoción, cuatro delas cuales exploraremos nosotros. Las expresiones emocionales:
facilitan la comunicación de los estados afectivos.
regulan la manera en la que los otros nos responden.
facilitan las interacciones sociales.
promueven la conducta prosocial.
Las expresiones emocionales comunican cómo nos sentimos a los demás. Son mensajes no verbales de comunicación. Esta función comunicativa se puede apreciar claramente en las interacciones bebé-cuidador.
Además las expresiones emocionales regulan la manera en que los demás reaccionan ante nosotros. La expresión emocional de una persona puede provocar reacciones conductuales específicas en otra persona. Por ejemplo cuando en una situación de conflicto por la posesión de un muñeco, el niño que expresa una cara de rabia o malestar tiene muchas más probabilidades de seguir en posesión del muñeco que los niños que no expresan estas emociones.
También puede suceder que la expresión emocional no sea respondida del modo que se espera por os demás. Es el caso de las personas con depresión que suelen expresar su estado emocional para conseguir apoyo y consuelo y generalmente lo que reciben es lo contrario, afecto negativo.
Las expresiones emocionales también facilitan la interacción social. Éstas a menudo son motivas socialmente y no emocionalmente (como por ejemplo el caso de la sonrisa y su aparición solo en caso de estar en presencia de gente).
Y finalmente el afecto positivo facilita la conducta prosocial, es decir, que si las personas recibimos un tipo de afecto positivo del resto es muy probable que acabemos siendo mucho más sociables, cooperativos y ayudar más a os demás.
La emoción como sistema motivacional primario.
La perspectiva psicoevolutiva presenta las emociones como importantes determinantes motivacionales de la conducta, motivos tan importantes para la adaptación al entorno como es el hambre para la homeostasis fisiológica. En esta misma línea hay varios psicólogos que defienden la posibilidad de que las emociones constituyan no solo una parte importante del sistema motivacional sino que constituyan el sistema motivacional primario.
Silvan Tomkins fue quizá el defensor mas acérrimo de este plantemiento.
Explicar el ejemplo de la deprivación del aire.
La emoción como motor del aprendizaje. En ocasiones las emociones nos ayudan a tomar decisiones éticas y planificar nuestro futuro.
CLASIFICACIÓN DE LAS EMOCIONES
Hay múltiples criterios en función de los cuales podemos realizar una clasificación de las emociones, pero creemos que de todas ellas la más didáctica es la que se basa en sus características más distintivas. Esta clasificación es aquella que sigue un espacio bidimensional de las emociones, sugiriendo la existencia de dos sistemas diferentes y parcialmente independientes que corresponden a las denominadas emociones positivas y negativas.
Las emociones negativas son emociones desagradables, que se experimentan cuando se bloquea una meta, se produce una amenaza o sucede una pérdida. Estas emociones también requieren la movilización de importantes recursos cognitivos y comportamentales, para ser empleados en la creación y elaboración de planes que resuelvan o alivien la situación.
Las emociones positivas son emociones agradables, que se experimentan cuando se alcanza una meta; de tal manera que en ellas es menos probable que se necesite la revisión de planes y otras operaciones cognitivas, por esta razón se podría esperar que las emociones negativas sean más prolongadas en el tiempo que las positivas.
Pero para ser exhaustivos en la clasificación de las emociones, se hace preciso una tercera categoría que es fruto de la interacción de los dos sistemas unipolares anteriores y que corresponde con las emociones “cero” o emociones neutras que no son agradables ni desagradables, es decir, ni positivas ni negativas, pero que comparten características de ambas, así se asemejan a las positivas en su brevedad temporal y a las negativas en la gran movilización de recursos que producen.
Aunque no pretendemos ser exhaustivos en la revisión de las emociones que vamos a realizar, parece obligado el hacer una referencia a la existencia de unas emociones consideradas como más “básicas” que otras y a las que hicimos mención al inicio del tema. Dichas emociones básicas son: el miedo, la ansiedad, la ira, la hostilidad, la tristeza, el asco, la felicidad, el amor/cariño, el humor y la sorpresa.
En verdad estas emociones básicas son las principales emociones y se pueden dividir en los tres grupos mencionados anteriormente.
LAS EMOCIONES NEGATIVAS.
EL MIEDO. Es considerado como un sentimiento producido por un peligro presente e inminente, por lo que se encuentra muy ligado al estímulo que lo genera. Es necesario diferenciarlo de la ansiedad, emoción que hace referencia a la anticipación de un peligro futuro, que es indefinible e imprevisible, siendo sus desencadenantes más vagos, imprecisos y menos comprensibles que los de miedo.
Principales características del miedo.
Desencadenantes | Procesos Cognitivos |
Percepción del peligro o daño. | Novedad: baja predictibilidad. |
Estímulos condicionados | Agrado intrínseco bajo |
Significado: relevante para el cuerpo y alta probabilidad de resultado | |
Urgencia inmediata | |
Afrontamiento: el desencadenante es ajeno y se considera que se tiene poca capacidad para afrontarlo | |
Ajuste bajo a las consecuencias. |
Principales efectos del miedo
EFECTOS SUBJETIVOS | EFECTOS FISIOLÓGICOS | AFRONTAMIENTO |
Tensión | Incrementa: | Escape |
Desasosiego | -frecuencia cardiaca | Evitación |
Malestar | -presión arterial | Focalización atención |
-salida cardiaca | ||
-fuerza de concentración | ||
-conductancia piel | ||
-frecuencia respiración | ||
-tensión muscular | ||
Reduce: | ||
-volumen sanguíneo | ||
-temperatura periférica | ||
-amplitud respiración |
LA IRA. Es una reacción de irritación, furia o cólera causada por la indignación y el enojo de sentir vulnerados nuestros derechos. Izard (1977) describe la ira como una respuesta emocional primaria, que se presenta cuando un organismo se bloqueado en la consecución de una meta y en la satisfacción de una necesidad.
Principales características de la ira.
Desencadenantes | Procesos cognitivos |
Engaños | Novedad: |
Traiciones | -alta sorpresividad |
Abusos | -baja familiaridad |
-baja predictibilidad | |
Significado: | |
-relevante para el orden | |
-muy alta probabilidad de resultado | |
-expectación disonante | |
-tendencia obstruyente | |
-urgencia alta | |
Afrontamiento: | |
-agente otros | |
-causa intencionada | |
-control alto | |
-poder alto | |
-ajuste alto |
Principales efectos de la ira.
Efectos subjetivos | Efectos fisiológicos | Afrontamiento |
Irritación | Incrementa: | Movilización de energía |
Enojo | -frecuencia cardiaca | Auto-defensa |
Furia | -presión arterial | Ataque |
Rabia | -salida cardiaca | “ira hacia dentro” |
Obnubilación | -fuerza de contracción | “ira hacia fuera” |
-conductancia piel | “control de la ira” | |
-frecuencia respiración | ||
-tensión muscular | ||
Reduce: | ||
-volumen sanguíneo | ||
-temperatura periférica |
LA TRISTEZA. Es una emoción que se produce en respuesta a sucesos que son considerados como no placenteros y que denota pesadumbre o melancolía.
Principales características de la tristeza.
Desencadenantes | Procesos cognitivos |
Separación física o psicológica | Novedad: |
Perdida | -bajas sorpresividad y familiaridad |
Fracaso | Significado: |
Ausencia de control o predicción | -muy alta probabilidad de resultado -tendencia obstruyente -urgencia baja |
Afrontamiento: | |
-causa negligencia -control muy bajo -poder muy bajo -ajuste medio |
Principales efectos de la tristeza.
Efectos subjetivos | Efectos fisiológicos | Afrontamiento |
Desánimo | Incrementa: | Reducción de actividad |
Melancolía | -frecuencia cardiaca | Auto-examen |
Desaliento | -presión arterial | Cohesión social |
Pérdida de energía | -resistencia vascular | |
-conductancia piel | ||
-tensión muscular | ||
Reduce: | ||
-salida cardiaca | ||
-volumen sanguíneo | ||
-temperatura periférica | ||
-amplitud respiratoria |
EL ASCO. Es la respuesta emocional causada por la repugnancia que se tiene a alguna cosa o por una impresión desagradable causada por algo.
Principales características del asco.
Desencadenantes | Procesos cognitivos |
Estímulos desagradables | Novedad: |
Potencialmente peligrosos | -bajas familiaridad y predictibilidad |
Molestos | Agrado intrínseco: |
-muy bajo | |
Significación: | |
-relevante para el cuerpo -muy alta probabilidad de resultado -urgencia media |
Principales efectos del asco.
Efectos subjetivos | Efectos fisiológicos | Afrontamiento |
Nauseas | Incrementa | Rechazo |
Sensaciones gástricas | -frecuencia cardiaca | Escape |
Necesidades de alejarse | -conductancia piel | Evitación |
-tensión muscular | ||
-frecuencia respiratoria | ||
-reactividad gástrica | ||
Reduce: | ||
-volumen sanguíneo | ||
-temperatura periférica |
LAS EMOCIONES POSITIVAS
LA FELICIDAD. Es el estado de ánimo que se complace en la posesión de algún bien. La felicidad es la forma en que se evalúa la vida como un conjunto. O los aspectos más significativos de la misma, tales como la familia o el trabajo, y que tienen un amplio impacto en la vida en todo su conjunto. Debido a que la felicidad implica tales evaluaciones globales, su ámbito es sumamente amplio.
Principales características de la felicidad.
Desencadenantes | Procesos cognitivos |
Éxitos | Novedad: |
Logros | -baja sorpresividad -media predictibilidad |
Comparaciones favorables | Agrado intrínseco: alto |
Significación: | |
-muy alta probabilidad de resultado -expectación consonante -tendencia conducente -urgencia muy baja | |
Afrontamiento: | |
-causa intencionada -ajuste alto. |
Principales efectos de la tristeza.
Efectos subjetivos | Efectos fisiológicos | Afrontamiento |
Alegría | Incrementa: | Capacidad de disfruta |
Gozo | -frecuencia cardiaca -presión arterial -conductancia piel tensión muscular -frecuencia respiratoria | Altruismo |
Sensación de bienestar | Reduce: | Empatía |
-volumen sanguíneo -temperatura periférica |
EL AMOR. Es el afecto que sentimos por otra persona, animal, cosa o idea. Se puede distinguir dos clases de amor: amor pasional y amor compañero. El amor pasional o “enamoramiento” es una emoción muy intensa que se refiere a un estado de intenso anhelo por la unión con otro. El amor compañero o “amor verdadero”, “cariño”, es una emoción lejana, menos intensa, que combina sentimientos de profundo cariño, compromiso e intimidad. Puede definirse como el afecto y la ternura que sentimos por aquellos con quienes vivimos
Principales características del amor.
Desencadenantes | Procesos cognitivos |
Valoraciones subjetivas | Novedad: |
-alta sorpresividad -media predictibilidad | |
Agrado intrínseco: alto | |
Significado: | |
-relevante para el yo -baja probabilidad de resultado -urgencia baja | |
Afrontamiento: | |
-causa otros -ajuste alto |
Principales efectos del amor.
Efectos subjetivos | Efectos fisiológicos | Afrontamiento |
Regocijo | Incrementa: | Atracción |
Aceptación | -frecuencia cardiaca | Acercamiento |
Seguridad | -presión arterial | Comprensión |
Trascendencia | -conductancia piel | |
-tensión muscular | ||
Reduce: | ||
-volumen sanguíneo | ||
-temperatura periférica |
LAS EMOCIONES NEUTRAS
LA SORPRESA. Es una reacción causada por algo imprevisto o extraño. Como consecuencia de ello la atención y la memoria de trabajo, se dedican a procesar la estimulación responsable de la reacción.
Principales características de la sorpresa.
Desencadenantes | Procesos cognitivos |
Estímulos novedosos | Novedad: |
Inesperados | -muy alta sorpresividad |
Interrupciones | -baja familiaridad |
Cambios bruscos | -muy baja predictibilidad |
Significado: | |
-muy baja probabilidad de resultado | |
-urgencia alta | |
Afrontamiento: | |
-agente otros o natural |
Principales efectos de la sorpresa.
Efectos subjetivos | Efectos fisiológicos | Afrontamiento |
“Mente en blanco” | Incrementa: | Exploración |
incertidumbre | -frecuencia cardiaca -conductancia piel -volumen sanguíneo cefálico -tensión muscular | Curiosidad |
Reduce: | ||
-volumen sanguíneo periférico -frecuencia respiración -amplitud respiración |
LA DINÁMICA EMOCIONAL
Para terminar esta revisión que hemos realizado sobre las emociones, vamos a ver cual es al forma en la que estos procesos se producen en el tiempo.
La dinámica emocional está compuesta por dos procesos emocionales que aparecen secuencialmente en el tiempo, siendo el segundo responsable de la atenuación del primero:
En primer lugar, aparece el proceso emocional primario, que se caracteriza por su brevedad temporal y por presentar una secuencia característica. El desencadenante produce la respuesta emocional de forma inmediata, la cual tiene un tiempo de reacción muy corto, llega a su máximo nivel de intensidad en un breve espacio de tiempo y, una vez que desaparecen los desencadenantes, la respuesta emocional se atenúa.
Pero a cada proceso emocional primario le sigue un proceso oponente, que es también parte del proceso emocional y cuya característica principal es la de poseer propiedades contrarias a la respuesta inicial. Este proceso oponente lo que pretende es devolver a la persona al estado previo al de iniciarse la respuesta a ese desencadenante (papel homeostático).
En función de estas características, la secuencia temporal de la dinámica emocional sería la siguiente:
-
Ante la aparición del desencadenante se produciría un rápido inicio del proceso emocional primario.
-
Este proceso primario alcanzará rápidamente su máximo nivel de intensidad y sería el responsable de las consecuencias emocionales que se manifestasen (efectos fisiológicos, subjetivos, afrontamiento y expresivos).
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Si se mantienen las condiciones desencadenantes, el proceso primario se va adaptando mientras se inicia lentamente el proceso oponente.
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Cuando el proceso primario y el oponente se igualan en intensidad se produce una estabilización del proceso emocional.
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La desaparición de los desencadenantes haría desaparecer rápidamente el proceso primario.
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Cuando la intensidad del proceso oponente supera a la del primario, será este proceso el que produzca sus consecuencias emocionales, hasta que lentamente se produzca la adaptación del mismo.
Plantear algún ejemplo además del que muestra el manual (el miedo al perro que nos ladra).
La aparición de una persona a la que amamos nos va a producir una serie de emociones que no desaparecen hasta que dicha persona se marcha de nuestro lado.
A pesar de todo lo dicho, es preciso señalar que existen excepciones a esta dinámica. Así, no todas las emociones producen un proceso oponente y, además, no siempre el proceso oponente mantiene una dirección contraria a la del proceso primario.
TEORÍAS DE LA EMOCIÓN
Las principales teorías de la emoción consideran a ésta un sentimiento bien fisiológico, bien cognitivo o bien como un producto de la interacción de factores físicos y mentales.
TEORÍA DE JAMES-LANGE (LOS SENTIMIENTOS SON UN PRODUCTO FÍSICO)
Los psicólogos William James (1884) y Carl Lange (1885), dudaron de la suposición tradicional de que primero se vive algún suceso, se siente acto seguido la emoción y luego experimentamos las sensaciones fisiológicas relacionadas con esta emoción y nos comportamos de la manera que creemos adecuada a la situación.
Ejemplo: 1º se nos acerca un atracador; 2º sientes miedo, 3º el corazón te late más deprisa, respiración acelerada, sudor de manos…,4º luchas, gritas, te desmayas, corres…
Tanto James como Lange arguyeron que la base de las emociones deriva de nuestra percepción de las sensaciones fisiológicas, como los cambios en el ritmo cardíaco y la tensión arterial y las contracciones de los músculos viscerales y del esqueleto.
De acuerdo con esta teoría, cuando le insultan no se siente enfadado y luego experimenta los síntomas fisiológicos de la ira, sino al contrario, su corazón y su respiración aumentan de velocidad y sus músculos se tensan y entonces interpreta estos cambios corporales como <<Estoy enfadado>>. Esta teoría sostiene que las respuestas fisiológicas son diferentes para cada emoción; lo cual no siempre es verdad. Es decir, aunque la teoría posee cierto grado de validez, n oferta una explicación completa de la experiencia emocional.
Más adelante Schachter y Singer demostraron cómo la retroalimentación (“feedback”) de nuestras respuestas fisiológicas puede contribuir para producir una respuesta emocional más intensa.
TEORÍA DE CANNON-BARD (LOS SENTIMIENTOS SON UN PRODUCTO COGNITIVO)
En 1927 Walter Cannon y más tarde Philip Bard (1938) mostraron que las reacciones fisiológicas que acompañan a diferentes emociones son las mismas en una emoción u otra. Si dependiéramos únicamente de nuestras respuestas fisiológicas, no seríamos capaces de distinguir una emoción de otra. Además, afirmaron que el individuo normalmente no es consciente de los cambios internos y que incluso los animales manifestaron reacciones emocionales típicas. Propusieron que la experiencia emocional y la activación fisiológica ocurren al mismo tiempo, no una detrás de otra.
¿De qué forma? Cuando tropezamos con un atracador, los impulsos nerviosos llevan esta información a dos lugares importantes del cerebro: la corteza, el área donde tienen lugar los procesos más sofisticados de pensamiento, le dice que el atracador constituye una amenaza para su seguridad personal, y al darse cuenta de esto, este pensamiento basta, para producir el miedo. A su vez, el tálamo produce diversos cambios fisiológicos inespecíficos. Nos referimos a estos cambios como la reacción de “estrés” o la reacción de “lucha o fuga”. Si descubre finalmente que la persona amenazadora no era tal, ambas áreas se calmarán.
TEORÍA DE SCHACHTER-SINGER (LAS EMOCIONES DEPENDEN DE UNA DOBLE APRECIACIÓN COGNITIVA: COMO EVALUAMOSEL SUCESO Y COMO IDENTIFICAMOS LO QUE ESTA PASANDO EN NUESTRO CUERPO)
La opinión de que la emoción supone una actividad puramente cognitiva llegó a ser la explicación comúnmente aceptada hasta los años 60, cuando Schachter y Singer cuestionaron que las respuestas fisiológicas no tuvieran ninguna importancia.
Schachter y Singer administraron a un grupo de individuos epinefrina. Luego los colocaron en situaciones que les inducían a sentirse contentos o tristes. A su vez, habían dicho a la mitad de los individuos de cada situación que la inyección de tal sustancia causaría determinados efectos fisiológicos; la otra mitad no fueron informados de tales efectos
Los individuos que habían sido informados de los posibles efectos no indicaron estar particularmente contentos o enfadados y se comportaron en consecuencia. Atribuían al parecer su activación fisiológica a los efectos de la sustancia, mientras que los individuos que no sabían nada sobre los efectos de ésta, notaron su activación, intentaron encontrar alguna explicación y concluyeron que debería estar causada por alguna emoción; ajustando su emoción a la situación actual.
En relación con experimentos llevados a cabo por Schachter y Singer, se encuentra otro correspondiente a dicha teoría. Se trata de un experimento que tuvo lugar a 200 pies sobre un cañón rocoso. Cuando una joven atractiva se acercó a unos jóvenes que se encontraban en este puente y le preguntó si querían tomar parte en un experimento consistente en poner por escrito los pensamientos inspirados por unas fotografías que ella les enseñaba, parecían estar sexualmente más excitados que otros jóvenes que habían encontrado a la joven en un puente más bajo y más seguro. Además, los hombres del puente de alto riesgo mostraban mayor tendencia a telefonear después a la joven. Al parecer, los jóvenes que se encontraban en la situación de miedo elevado, tendían a atribuir cualquier señal de activación que experimentaban a la activación sexual producida por la presencia de la muchacha atractiva.
Aunque investigaciones posteriores no han apoyado por completo la teoría de Schachter y Singer, sí han confirmado algunos aspectos. Parece seguro que el incremento de la activación puede intensificar una emoción que ya existe.
Se ha encontrado considerable apoyo a las conclusiones de Schachter y Singer sobre el aumento de las reacciones emocionales cuando se experimentan aumentos en la activación que no se puede atribuir a ninguna otra fuente. Sin embargo, la investigación posterior no ha apoyado su conclusión de que una disminución de los niveles de activación conduzca automáticamente a una reducción de la intensidad emocional.
TEORÍA DEL <<FEEDBACK>> FACIAL (NUESTRAS EXPRESIONES FACIALES NOS CONDUCEN A LA EMOCIÓN)
Los efectos de nuestras expresiones faciales muestran una clara relación con las teorías que anunció William James hace un siglo.
En una investigación sobre la emoción, se pidió en un primer momento a unos actores que pensasen en una experiencia emocional de sus propias vidas que reflejara cada una de las 6 emociones que se iban a investigar: sorpresa, repugnancia, tristeza, ira, miedo y alegría. En un segundo momento, no se les pidió que sintiesen de una manera determinada, sino sólo que contrajesen determinados músculos faciales con lo que representaban sonrisas, malas caras y otras expresiones comunes a los 6 estados emocionales. En ambas fases fueron grabadas las respuestas del sistema nervioso autónomo.
Se encontró que las respuestas fisiológicas eran diferentes según las emociones que estudiaban; deduciendo por lo tanto, que diferentes emociones provocan diferentes respuestas, por lo menos hasta cierto punto. Esto indica también que recibimos “feedback” de nuestros cuerpos y a menudo recibimos diferentes tipos de “feedback” ante distintas emociones.
Otro descubrimiento interesante fue que cuando los individuos se limitaron a mover sus músculos faciales, generaban señales fisiológicas de emoción más pronunciadas que cuando pensaban experiencias emocionales.
Recientemente se ha descubierto que el modo de sentir, pensar y actuar afecta a las sustancias químicas que secreta el organismo. Los machos en una situación de dominancia, parecen secretar mayor cantidad de serotonina por ejemplo.
LA EDUCACIÓN EMOCIONAL
Durante mucho tiempo las emociones han sido consideradas como poco importantes, dando más relevancia a la parte racional del ser humano. Más aún, en el ámbito educativo, donde la dimensión emocional ha sido la gran olvidada, y el interés se ha centrado, casi exclusivamente, en el desarrollo cognitivo.
Sin embargo, si consideramos como objetivo fundamental en la tarea de educar el conseguir un desarrollo integral y equilibrado de la personalidad del alumnado, no podemos dejar de lado el mundo de emociones y sentimientos que tanto influye y modela sus conductas.
Conocer cómo se procesan las emociones, como evolucionan, cómo se expresan, su papel en el aprendizaje y en el mundo de las relaciones interpersonales, entre profesor-alumno y entre alumnos y alumnos, son algunos de los aspectos de los que vamos a hablar hoy.
Las emociones están presentes en el aula, las de los alumnos y alumnas, y las del profesorado también; su interrelación emocional puede dar como resultado el crecimiento de ambas partes o el sufrimiento de alguna de ellas o de las dos. Podemos incorporar los colores emocionales a nuestra práctica profesional, a nuestra vida de relaciones, a nuestro ser, como una dimensión valiosa, o podemos temer nuestro mundo emocional y el que pueda expresar nuestro alumnado, ignorarlo o reprimirlo. A nadie nos lo van a exigir por decreto, es una opción personal, pero solo podremos elegir si conocemos.
La propuesta de trabajo práctico va encaminada a detectar cuál es el estilo emocional de mis alumnos/as, cómo expresan las emociones más importantes y cuales son los "detonadores" más utilizados. La información recogida en la actividad practica servirá para comprender las estrechas relaciones entre pensamientos, emociones y conducta.
Begoña Ibarrola
Algunas ideas para empezar a enfocar bien el tema
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Al hablar de emociones habrá que referirse a las del alumnado y a las del profesorado.
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Las emociones ayudan a aprender o dificultan el aprendizaje, éste es un principio elemental, frecuentemente olvidado.
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No hay "lógica" en las emociones. No hay obligación de sentir algo; la cuestión está en averiguar por qué alguien siente algo porque eso aumentará la tolerancia y el respeto por las demás personas.
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Existen múltiples factores que influyen en los sentimientos: la experiencia anterior, el momento físico, emocional, el interés, las expectativas...
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Las emociones interactúan con el pensamiento y con la conducta. La conducta es la parte visible, pero existe una gran parte oculta en este entramado, a modo de "iceberg". A través del control de la emoción y el pensamiento podremos cambiar las conductas, si son consecuencia de una percepción deformada o una mala expresión de las emociones.
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Para poder ayudar a alguien a sentirse mejor, esa persona tendrá que querer, debe dejarse ayudar. Lo contrario sería una falta de respeto por la persona.
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El estado emocional es constante, existe en cualquier momento, siendo, por otra parte el motor de nuestra vida.
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No son lo mismo sentimientos y emociones. Estas últimas son perturbaciones que pueden darse en todos los animales. Los sentimientos implican un proceso de reflexión sobre las propias emociones que sólo puede producirse en el ser humano.
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Es diferente sentir (que lo hace todo el mundo en todo momento) que expresarlo. La expresión de la emoción se hace de diferentes formas. En ella interviene la parte cognitiva y, en muchas ocasiones, después de haber sentido la emoción de que se trata (en especial si es una emoción muy fuerte, lo que viene en llamarse un "secuestro emocional"). La expresión es por tanto la respuesta que se da en tres campos diferentes:
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Respuesta cognitiva
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Respuesta motórica ; que puede variarse y engaña (acercamiento , huida, sonrisa, etc)
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Respuesta fisiológica que no engaña, supone una defensa fisiológica.
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Lo positivo y negativo de las emociones es muy relativo. Todas tendrán partes positivas y negativas. Por ejemplo la tristeza se liga a algo negativo, pero una época de tristeza supone un época de mayor autoconocimiento, de revisión de valores... La misma ira tiene aspectos positivos también en ciertas ocasiones: sirve para tomar decisiones, como liberación del "tapón" que llevamos retenido dentro, para marcar los propios límites antes las demás personas...
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En el mundo emocional existe riesgo de hacer o hacerse daño. Se hace necesario, por tanto, aprender a controlar las emociones y saber expresarlas sin dañarte a ti mismo ni al resto de personas.
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La expresión ha de ser adecuada. Es decir, ha de:
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estar de acuerdo con lo que se siente
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tener en cuenta al mundo alrededor
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ser saludable
¿Tenemos que elegir entre “saber” o “sentir”?
Tradicionalmente la escuela se ha centrado en los aspectos cognitivos priorizando los aprendizajes científicos y técnicos, dejando de lado el conocimiento de las personas; no se ha “entretenido” en reflexionar sobre los sentimientos y las emociones. Como contrapunto, las aportaciones científicas actuales destacan la vinculación entre las emociones y el pensamiento como base de toda actividad humana. Por tanto se hace necesario un replanteamiento serio sobre este tema.
El Informe Delors (UNESCO 1998) afirma que la educación emocional es un complemento indispensable en el desarrollo cognitivo y una herramienta fundamental de prevención, ya que muchos problemas tienen su origen en el ámbito emocional.
Este informe fundamenta la educación del siglo XXI en cuatro ejes básicos que denomina los cuatro pilares de la educación:
Aprender a conocer y aprender a aprender para aprovechar las posibilidades que ofrece la educación a lo largo de toda la vida,
Aprender a hacer para capacitar a la persona para afrontar muchas y diversas situaciones.
Aprender a ser, para obrar con autonomía, juicio y responsabilidad personal.
Aprender a convivir, a trabajar en proyectos comunes y a gestionar los conflictos.
En la práctica docente nos lamentamos de la poca motivación de los alumnos y del aumento de los comportamientos disruptivos. Lo atribuimos a la realidad cambiante de la sociedad, a la crisis de valores, a la disgregación del sistema familiar, a la influencia de los medios de comunicación de masas... Para Moreno (1998) muchos de estos problemas serían mayoritariamente consecuencia del escaso conocimiento emocional que poseemos de nosotros mismos y de los que nos rodean, fenómeno al que denomina subdesarrollo afectivo.
Sabemos que gran parte del fracaso escolar de los alumnos no es atribuible a una falta de capacidad intelectual, sino a dificultades asociadas a experiencias emocionalmente negativas que se expresan en comportamientos problemáticos, conflictos interpersonales, etc. Los estudios indican que entre un 10 y un 25 por ciento de los escolares son víctimas o participan en actos de maltrato hacia los compañeros; son conductas abusivas, intimidadoras y humillantes, a menudo hacia los individuos socialmente más débiles (Ortega y Mora-Merchan 1996). Este fenómeno se conoce con el término anglosajón de “bullying”.
Enseñar y aprender a convivir, en definitiva, es trabajar para mejorar la convivencia en los centros. Hay programas muy estructurados que nos pueden orientar. Sólo se trata de empezar y continuar caminando en esta línea.
Fomentar una afectividad positiva y una actitud moral respetuosa y justa entre compañeros es posible si (1) la convivencia se gestiona de forma democrática, (2) se trabaja en grupos cooperativos y (3) se introduce en el currículum la educación emocional, la educación en valores, la gestión de los conflictos. Los programas globales de convivencia más eficaces actúan de manera simultánea en estos tres ámbitos interrelacionados.
¿Inteligencia emocional o educación emocional?
La teoría de las inteligencias múltiples de Gardner (1993), popularizada por Goleman, describe, entre otras, la inteligencia intrapersonal, que permite comprenderse y trabajar con uno mismo, y la interpersonal, que permite comprender a y trabajar con los demás.
Ambas configuran la inteligencia emocional: capacidad de controlar y regular los sentimientos de uno mismo y de los demás y utilizarlos como guía de pensamiento y de acción; esta capacidad está en la base de las experiencias de solución de los problemas significativos para el individuo y para la especie.
Desde el punto de vista educativo preferimos hablar de educación emocional, acentuando que es una capacidad que se aprende y que tiene por finalidad aumentar el bienestar personal y social.
Hablamos de emociones y de sentimientos.
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Sentimiento es el término que designa las experiencias que integran múltiples informaciones y evaluaciones positivas y negativas, implican al sujeto, le proporcionan un balance de su situación y provocan una predisposición a actuar. Hay sentimientos duraderos y estables.
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Las emociones serían un sentimiento breve, de aparición normalmente abrupta, que se acompaña de alteraciones físicas perceptibles (agitación, palpitaciones, palidez, rubor...).
Las habilidades que pone en juego la educación emocional pueden agruparse en cuatro bloques:
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La conciencia de uno mismo: es la capacidad de reconocer un sentimiento en el mismo momento en que aparece. Requiere estar atentos a nuestros estados de ánimo y reacciones (pensamiento, respuestas fisiológicas, conductas manifiestas...) y relacionarlas con los estímulos que las provocan. La expresión voluntaria de diferentes emociones, su dramatización, es una forma de aprenderlas.
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La autorregulación: cuando tenemos conciencia de nuestras emociones tenemos que aprender a controlarlas. No se trata de reprimirlas, ya que tienen una función, sino de equilibrarlas. No tenemos que controlar que no aparezcan, sino controlar el tiempo que estamos bajo su dominio. La capacidad de tranquilizarse uno mismo es una habilidad vital fundamental y se adquiere como resultado de la acción mediadora de los demás.
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La motivación: es la fuerza del optimismo, imprescindible para conseguir metas importantes. Está relacionada con diversos conceptos psicológicos como el control de impulsos (capacidad de resistencia a la frustración, de aplazar la gratificación), la inhibición de pensamientos negativos (para afrontar con éxito retos vitales), el estilo atribucional de éxito y fracaso, la autoestima (expectativas de autoeficacia)...
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La empatía: es la experimentación del estado emocional de otra persona; la capacidad de captar los estados emocionales de los demás y reaccionar de forma apropiada socialmente. Tiene dos componentes: el afectivo y el cognitivo. El componente afectivo puede ser suficiente, los niños pequeños son un ejemplo de ello. En cambio, el cognitivo únicamente no es suficiente. Los psicópatas (trastorno de personalidad antisocial), los maltratadores, pueden “saber” cognitivamente que su víctima sufre, pero pueden continuar haciéndole daño porque son incapaces de “sentir” el dolor que le producen, no hay emoción.
La educación y lo educable
Los aspectos educativos respecto a las emociones no están en las variaciones de las mismas o en educar los sentimientos, que son aspectos personales que forman parte de la propia historia. Uno de los aspectos que sí es educable es el aprender a expresar lo emocional adecuadamente: capacidad de de reconocer las propias emociones, de "ponerles nombre", de controlas (de hacer que "entren" en el pensamiento).
La educación emocional supone, por tanto:
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Reconocer las propias emociones y sentimientos y saber expresarlos (por ejemplo viendo las emociones en otras personas mediante fotos, etc)
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Saber controlar las propias emociones, dándoles una vía de salida como elemento de auto-regulación. Por ejemplo la ira es una emoción que sentimos, pero la salida violenta es "no saludable", ni conveniente. El control es diferente a la represión, que hace "acumular" tensión sin darle salida. Hay que admitir, por ejemplo, que todo el mundo se enfada, nos enfadamos. Reprimirlo sin darle salida implicaría crear un exceso de miedos en las personas u otras "distorsiones" en la percepción.
Un comportamiento " adecuado" supone también una "recepción adecuada": ésta será también una labor educativa. Si la percepción (" la brújula personal") funciona adecuadamente se asumen las consecuencias de los propios actos: se siente culpabilidad, vergüenza etc. En algunos casos, como el de la culpabilidad, dicha asunción tiene implicaciones sociales puesto que, por ejemplo, supone buscar una reparación adecuada por lo hecho.
Si tenemos en cuenta la parte oculta del "iceberg", y las interrelaciones que se dan, queda claro que en la educación, trabajar las conductas de forma aislada en base a disciplina no tiene sentido porque las causas "están sin tocar.
La respuesta del alumnado a nuestro intento de "motivación" es individual y para nada uniforme.
Una programación
Estos aspectos están poco o nada desarrollados en nuestro sistema educativo. Hace falta una intervención sistemática en educación emocional ya desde las etapas de Educación Infantil y Primaria para prevenir las conductas antisociales posteriores.
El proceso que debe seguir un colectivo para aprender a hacer las cosas juntos, respetando la diversidad de sus miembros y aprovechando las potencialidades de cada uno, es largo. No es suficiente con hacer “algunas actividades” de vez en cuando. En este sentido al profesorado le falta formación y herramientas para afrontar este aspecto con garantía de éxito. Trabajar para mejorar la convivencia como marco en que se apoyen el resto de los aprendizajes debe ser una opción del Centro.
Un programa de educación emocional debe tener como prioridad a los maestros, que en definitiva son quienes tienen que llevarlo a término. Ferran Salmurri (2002) ha realizado un programa de intervención para escuelas de Primaria. Primero sólo trabaja con los maestros, partiendo de las hipótesis que el estado de ánimo de los adultos influye en los alumnos, que nuestro estado de ánimo depende de nosotros y que podemos aprender.
Después son los maestros los que trabajan con los alumnos. Este sistema produce doble beneficio: para el maestro y para los alumnos. Con más recursos emocionales aumenta la tolerancia a la frustración y cuanta más salud mental, más rendimiento escolar.
La educación emocional tiene que formar parte del currículum. Además de la sesión semanal sistemática, tiene que integrarse en la tarea diaria del maestro. Acostumbrarse a preguntar: cómo te sientes, cómo crees que se siente el otro, cómo te sentirías en su lugar, por qué crees que has hecho esto, qué habrías podido hacer en lugar de esto... puede ayudar a entender las motivaciones que están en la base de los conflictos y empezar a resolverlos.
Podemos ubicar las sesiones dentro del área de Lengua, ya que en definitiva se trata de hablar, escuchar, leer y escribir. Y se manejan diferentes tipologías textuales: argumentación, exposición, resumen, diálogo, narración...
Programas
Actualmente todavía hay pocos trabajos publicados. Pero son suficientes para empezar.
A título de ejemplo, la propuesta de Anna Carpena para Primaria es muy completa; se fundamenta en una sólida base teórica y describe una serie de actividades para los diferentes ciclos. Algunas de Ciclo Inicial son también válidas para Educación Infantil.
Para el 2º Ciclo de ESO y Bachillerato es interesante la propuesta de Antoni Güell. Es muy estructurada e incluye competencia social. Consta de 10 temas con modalidad extendida (6 sesiones = 2 créditos de 35 h.) o intensiva (3 sesiones = 1 crédito).
También podemos encontrar actividades de educación emocional en programas de competencia social y en los programas que preparan a los alumnos para la mediación, pero generalmente no están tan estructurados.
Conclusiones
Está demostrado que el cociente de inteligencia medido tradicionalmente ha aumentado en la población general, mientras que el coeficiente emocional disminuye aceleradamente, y con él aumenta la falta de empatía, la intolerancia, la exclusión...
A pesar de la Ley de Calidad del PP, reivindicamos una formación integral que incluya el desarrollo de los aspectos emocionales y de relación interpersonal, porque los aspectos emocionales están íntimamente vinculados con el rendimiento académico y el bienestar personal tanto del alumnado como del profesorado.
A la sociedad y a la escuela no le vendría nada mal recuperar la ilusión y la utopía.
INTELIGENCIA EMOCIONAL
Definición La inteligencia emocional es la parte de la inteligencia que nos permite ser conscientes de las emociones (propias y ajenas): percibirlas, identificarlas, comprenderlas, manejarlas y expresarlas de la manera más adecuada en función del momento, el lugar y las personas implicadas. Dentro de la inteligencia emocional se pueden distinguir dos subtipos:
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Inteligencia intrapersonal: capacidad para elaborar un modelo preciso de sí mismo y utilizarlo apropiadamente para interactuar de forma efectiva (autoconciencia, control emocional, capacidad de motivar/se…)
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Inteligencia interpersonal: comprender y entender a los demás (empatía y habilidades sociales)
(Salvador Carrión López, Meter Salovey, John Mayer)
Importancia La inteligencia emocional es mucho más determinante en nuestras vidas que el CI, pues establece una forma de interactuar con el mundo concreta que configura los rasgos del carácter. La mayoría de las emociones implican cambios fisiológicos notables, por lo que su control resulta indispensable para una buena y creativa adaptación social. (Daniel Goleman)
Aunque su incidencia no se pueda determinar con exactitud, he encontrado el siguiente gráfico del que se desprende el grado de importancia relativo que ésta puede alcanzar. (The Consortium for Research on Emotional Intelligence in Organizations)
El desarrollo de la inteligencia emocional tiene tres consecuencias claras:
- Favorece el bienestar psicológico
- Contribuye a la buena salud física evitando enfermedades psicosomáticas
- Permite mantener unas mejores relaciones interpersonales
(www.inteligencia-emocional.org)
Medida Existen varios tests:
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perfil de sensibilidad no verbal (Robert Rosenthal)
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test de inteligencia emocional (John Mayer)
Sin embargo, no puede decirse que estos tests sean muy fiables, pues piden que surja una respuesta emocional ante una situación completamente descontextualizada. Sólo si el sujeto que lo realiza rememora situaciones similares y es consecuente con su actuación,
Personas Según su inteligencia emocional hay tres tipos de personas:
personas conscientes de sí mismas
personas atrapadas en sus emociones
personas que aceptan resignadamente sus emociones
Al igual que la inteligencia verbal o numérica se desarrolla en la escuela tradicional, puede hacerse algo similar con la inteligencia emocional, que es independiente de la académica. Su desarrollo no consiste en suprimir las emociones desagradables, pues todas son necesarias, sino de tenerlas en su justa medida (evitar trastornos obsesivo-compulsivos) y que nos sean útiles en el contexto actual.
El cerebro no nos permite controlar el momento en que nos veremos arrastrados por una emoción ni el tipo de emoción que será, pero podemos influir en el tiempo que durará a través de la educación. (Daniel Goleman)
Características de las personas inteligentes emocionalmente:
- Actitud positiva
- Reconocer los propios sentimientos y las emociones
- Capacidad para expresar sentimientos y emociones
- Capacidad para controlar sentimientos y emociones
- Empatía
- Ser capaz de tomar decisiones adecuadas
- Motivación, ilusión e interés
- Autoestima
- Saber dar y recibir
- Tener valores alternativos
- Ser capaz de superar las dificultades y frustraciones
- Ser capaz de integrar polaridades
2. SENTIMIENTOS.
Diferencia entre sentimientos y las emociones
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Por un lado, mientras que la palabra emociones procede del latín emotus, que significa movimiento en una acción que surge de la necesidad interior y es dirigida hacia el exterior,
la palabra sentimiento es de origen desconocido.
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Por otro lado las emociones son impulsos que comportan reacciones automáticas y constituyen un conjunto innato de sistemas de adaptación al medio mientras que los sentimientos son bloques de información integrada, síntesis de datos, de experiencias anteriores, de deseos de proyectos, del propio sistema de valores y de la realidad.
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Las emociones son un complejo de sentimientos complicados, con sensaciones, imágenes ideas.. Caracterizado por los cambios fisiológicos o estados corporales de conmoción y dirigidos hacia un objeto o sistema objetivo.
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Por último los sentimientos se producen de la siguiente manera: Se produce un estímulo que produce una emoción y esta a su vez una imagen en la mente que es lo que produce el sentimiento.
Sentimientos
Definición
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Los sentimientos son el conocimiento o percepción que acompaña a los procesos mentales y las acciones corporales
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Los sentimientos son instrumentos de que dispone el sujeto para la relación (emocional, afectiva) tanto con personas, animales y cosas, cuanto consigo mismo, es decir, con sus pensamientos, fantasías, deseos, impulsos.....
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Los sentimientos son naturales, pertenecen al mundo afectivo o espiritual, no es posible evitar que sucedan y están regidos por las leyes que gobiernan el funcionamiento energético del cerebelo. Inhibir un sentimiento equivale a fomentar un anhelo, postergar un anhelo fomenta una frustración o una vehemencia. Los sentimientos necesitan de un cauce para ser satisfechos y hacernos sentir completos.
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Un sentimiento es esencial de la conciencia ya que sin ellos no puede existir.
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Todo estado consciente tiene su aspecto sentimental, que le da color.
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Sentir tiene dos partes : la experiencia cognitivoemocional que el objeto provoca y los efctos que dicha experiencia desencadena en el organismo, los sentimientos, pues no afectan sólo al sistema del sujeto sino a la totalidad del organismo, no hay sentimiento sin síntomas
Clasificación:
Según función:
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Sentimientos alovalorativos (vinculación del sujeto con el objeto)
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Eróticos: Aceptación-atracción/ Rechazo-repulsión
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Actitudinales
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Páticos: Simpatía/ Antipatía
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Estéticos: Admiración/ Repulsión, desprecio
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Éticos: Confianza, admiración ética/ Desconfianza, desprecio, rechazo moral
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De la corporeidad
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Estética: Admiración, atracción/ Repulsión, asco, lástima
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Energética: Admiración, asombro/ Lástima, repulsión, desprecio
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Fisiológica: Admiración/ Lástima, compasión
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Intelectuales: Admiración/ Lástima, desprecio, ridículo.
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Sentimientos autovalorativos (vinculación del sujeto consigo mismo)
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Eróticos: Aceptación/ rechazo
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Actitudinales
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Páticas: Empatía, contacto, comunicabilidad/ anempatía, autodesprecio, inhibición, envidia
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Estéticas: Aceptación/ rechazo
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Éticas: Aceptación/ rechazo, perversidad
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De la corporeidad
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Estética: Aceptación/ Rechazo de la totalidad o de partes (ej peso, rasgos) o de propiedades: olor, sudoración
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Energética: Aceptación / rechazo (normalmente de la debilidad)
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Fisiológica: Aceptación/ rechazo (como no saludable, enfermizo, contagioso)
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Intelectuales: Aceptación/ inaceptación.
Sentimientos adecuados e inadecuados
Adecuados
Tristeza
Nerviosismo
Disgusto o malestar
Responsabilidad o pena
Inadecuados
Depresión, desesperanza
Ansiedad
Ira
Culpa, autodesprecio
Normales
Sentimientos
Patológicos Vinculativa
Anormales
No patológicos alteraciones en Expresiva La función
Axiológica
Para esta clasificación debemos tener en cuenta que los sentimientos ni los comportamientos pueden ser calificados como normales o anormales fuera de su relación con otros comportamientos y de la relación de todos ellos en un determinado contexto.
Un sentimiento es anormal cuando no le sirve al sujeto para el logro de la vinculación, cuando no logra la satisfacción del deseo que se propone que so dos: el logro y la ruptura de una relación. El sentimiento surge para la satisfacción de un deseo; sí no es así y me mantiene calificamos el sentimiento como anormal.
Los sentimientos anormales se dan, naturalmente en las esferas eróticas, actitudinales, corporales e intelectuales y siempre responden a dos posibilidades :
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Inhibición.
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Compulsión.
Son sentimientos patológicos aquellos cuya condición necesaria y suficiente para su aparición es una enfermedad mental(un trastorno mental en sentido amplio). En la Psicología clínica se dice que no hay patología mental en la que no esté afectado, primaria o secundariamente , el sistema emocional del sujeto.
Estos sentimientos patológicos se pueden producir alteraciones en las funciones
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Vinculativa
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Expresiva
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Axiológica
Otros sentimientos
Felicidad: euforia y éxtasis
Tristeza: melancolía y nostalgia
Ira
Miedo: pánico, timidez
Asco
Alegría
Esperanza
Desengaño
Sorpresa
Vergüenza
Deseo
Aburrimiento
Envidia
Celos
Solidaridad
Ansiedad, intranquilidad
Orgullo
Amor
...
FUNCIÓN DE LOS SENTIMIENTOS
Vinculación. Para vincularse con los objetos de su entorno, el sujeto requiere procesos cognitivos y procesos desiderativos: conocer y, de entre lo que se conoce, desear. Si los sentimientos no intervinieran en la función vinculativa, el sujeto se limitaría a pura descripción, es decir, no habría ningún tipo de vinculación afectiva. Las formas básicas de vinculación son aceptación y rechazo.
Expresión. Cuando experimentamos un sentimiento, lo expresamos (de forma verbal o no verbal). De hecho, la expresión de los sentimientos es fundamental para que se cumpla la función vinculante. La función expresiva tiene para los recién nacidos una función meramente apelativa, que se sustituirá más tarde por otra de carácter comunicacional.
Organización axiológica y subjetiva de la realidad. Ya el recién nacido hace una selección egotista de la Realidad, desde una perspectiva egocéntrica. Durante toda su vida el sujeto cuenta con la posibilidad de hacer a los sujetos centrípetos o centrífugos respecto de él: ése es el poder de la subjetividad. Los sentimientos tienen un papel fundamental en la organización de la realidad.
Además tienen otras funciones:
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Como síntomas, tanto que el sujeto que los experimenta(síntomas enteroceptivos) y otros por el entorno(exterocetivos)
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Como objetos cognitivos: Se puede diferenciar:
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sentimiento que se experimenta(amor, cólera, odio..)
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las modificaciones viscerales que lo acompañan
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expresión del sentimiento.
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Como función expresiva, es decir expresa en forma de amor, odio, rabia... lo que en nuestro interior sentimos..Las exteriorizaciones se traducen en lo que llamamos lenguaje extraverbal, los sentimientos no se dicen, se demuestran.
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Se denomina lexitimia la capacidad del sujeto para traducir en las palabras sus experiencias sentimentales
Definición de los sentimientos más importantes
FELICIDAD: el cumplimiento de nuestros deseos y proyectos provoca un sentimiento positivo, intenso y duradero, que se experimenta como plenitud porque no se echa en falta ninguna cosa.
EL SECRETO DE LA FELICIDAD
He aquí la fábula más maravillosa sobre una niña huérfana que no tenía familia o persona alguna que la quisiera. Cierto día, mientras caminaba por la vera del río sintiéndose más triste y solitaria que de costumbre, observó una pequeña mariposa atrapada cruelmente en un espino. Cuando más luchaba por liberarse, más laceraba su frágil torso. Con delicadeza, la huerfanita liberó a la mariposa de su cautiverio. Esta, al verse libre, en vez de emprender el vuelo se convirtió en una bella hada. La jovencita no podía creer lo que veían sus ojos.
El hada bondadosa le dijo a la niña:
"Para agradecerte por tu maravilloso gesto, te concederé cualquier deseo".
La pequeña pensó un momento y le contestó:
"Deseo ser feliz!!!”
"De acuerdo", dijo el hada inclinándose para hablarle al oído, y acto seguido desapareció.
A medida que la pequeña fue creciendo, en toda la comarca no se encontraba una persona más feliz que ella. Todos deseaban conocer su secreto. Ella se limitaba a sonreír mientras decía: "Yo sólo escuché las palabras de un hada cuando era pequeña".
Cuando ya era anciana y estaba en su lecho de muerte, todos los vecinos se arremolinaron a su alrededor, deseosos de saber su fórmula maravillosa de la felicidad antes de que muriera. "Por favor, cuéntanos", le rogaban, "cuéntanos lo que te dijo el hada".
La bella anciana sonrió y contestó:
Me dijo que cada persona, por más segura de sí misma que pareciera, o por más joven o vieja, rica o pobre que fuera, necesitaba de mí.
TRISTEZA: sentimiento negativo, acompañado de deseo de aislamiento y pasividad, que está provocado por una pérdida, desgracia o contrariedad.
IRA: la percepción de un obstáculo, de una amenaza o de una ofensa, despierta un sentimiento de indignación que lleva al deseo de apartar o destruir al causante.
MIEDO: sentimiento desagradable, con deseos de huida, ante la percepción de un peligro o la anticipación de un mal posible.
ASCO: sentimiento negativo, físico o psíquico, ante una perdona o cosa repugnante, con deseo de alejarse.
LA PASIÓN
El estado de pasión surge desde el principio como un equívoco ;
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la palabra pasión del latín pasio- nis(soportar, sufrir) designa en primer lugar todos los fenómenos pasivos del alma.
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Por otro lado, la pasión es una inclinación tan ardiente que invade la individualidad entera, barriendo todo en su camino ; en este sentido la pasión es del orden de la actividad, constituye una de las fuerzas vivas del comportamiento humano. En su sentido antiguo, la pasión es el accidente que consiste en sufrir una acción.
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La pasión es la exageración de un sentimiento. No sólo del amor o del deseo o sentimientos adecuados sino que también puede ser también hacia sentimientos negativos (como la ira la depresión...)
EDUCACIÓN SENTIMENTAL
Hasta no hace mucho el estudio de y para los sentimientos se centraba casi exclusivamente en el ámbito del arte y la literatura (al margen de la psicología y las ciencias de la educación).
Así en la práctica educativa tanto en el plano familiar como en el escolar cuando se tenían en cuenta los sentimientos era para reprimirlas, para recordar la necesidad social del dominio de sí mismo, sin dejarse llevar por pasiones y emociones incontroladas.
Hoy en día, no es recomendable, ni aceptable el “analfabetismo emocional”,es decir, el subdesarrollo de las dos inteligencias llamadas personales por Gardner:
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La inteligencia intrapersonal, que es la capacidad de conocerse , controlarse y motivarse así mismo.
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La inteligencia interpersonal, que es la capacidad de ponerse empáticamente en el lugar de otros y relacionarse con ellos.
El “analfabetismo emocional” abarca:
-No conocer la variada gama de los sentimientos y las emociones humanas. Hay personas que no saben expresar sus sentimientos sino es con fórmulas generales (estoy bien o estoy mal).
-No reconocer esos sentimientos en sí mismo.
-No reconocer en otros, ni entender el lenguaje verbal o no verbal con que esas personas intentan manifestarnos sus sentimientos.
-No saber dirigir sus sentimientos hacia el desarrollo de uno mismo como persona.
La educación, por medio de diferentes prácticas, trata ya constantemente de ayudar a alcanzar el “alfabetismo emocional”. Este campo educativo tan complejo e interesantísimo como es el de las emociones y los sentimientos se debe o se aconseja que se aborde desde programas especialmente participativo y en grupo, con actividades variadas, que fomenten el diálogo permanente del grupo.
Desde la práctica educativa no se pretende suplir la intervención profesional de la psicología o de la psiquiatría, cuando esta sea necesaria, sino de ayudar a las personas y enseñar a ayudarse a sí mismos, en los casos normales de la vida de cada día.
En relación con lo anterior, podemos afirmar que mientras no exista una educación que permita reconocer e identificar las diversas emociones y sentimientos, diferenciarlos, conceptualizarlos, encontrarles significado y aprender a expresarlos, no podremos “apropiárnoslos” para vivenciarlos a plenitud. No podremos usarlos como recursos al servicio del incremento de nuestras potencialidades, ni de la potenciación misma de las relaciones humanas.
En base al analfabetismo emocional podemos seleccionar valores que impulsan el desarrollo parcial del ser humano o en definitiva lo bloquean. Cuando se opta por la conquista de aspectos superficiales, alejados de la consciencia moral, del yo interno; no es de extrañar que las personas busquen “compensadores” en la adquisición de bienes materiales, en el consumo de alcohol, medicamentos o drogas, en la obtención de dominio y poderío, etc.
Ante la importancia de la educación de y para los sentimientos la inteligencia como tal no debería desprestigiarse pero tampoco perseguirse con el afán de conseguirla para al mismo tiempo conseguir la aprobación de los demás, pues si se carece de una adecuada educación sentimental que permita la comprensión y el apoderamiento de la vida interior del ser humano y de la adecuada expresión de sus necesidades profundas, no es de asombrarse que los factores externos (crisis, violencia de algunos...) obvien la tan perseguida inteligencia haciendo aflorar indiferencia, resentimiento, odio...
3. MOTIVACIÓN
A principios del siglo XX se puso de moda catalogar como instintos los diferentes comportamientos del humano. Así pues, si la gente se si la gente se autocriticaza lo hacía a causa de su “instinto de autodenigración”, si se vanagloriaba era a causa de su “instinto de autoafirmación”. Tras examinar gran cantidad de libros, un sociólogo clasifico 5.759 instintos del ser humano. Esta moda no tardó en caer por su propio peso pues en vez de explicar las formas de conducta, simplemente se designaban.
Para que merezca el nombre de instinto, una forma de conducta debe responder a una pauta fija y no ser aprendida. (Tinbergen 1951). En base a esta afirmación, la conducta humana si que seguiría algunas pautas fijas innatas que se podían calificar como instintos, pero la mayoría de los psicólogos creen que lo que guía el comportamiento humano son las necesidades biológicas y los requerimientos psicológicos. Una necesidad es entendida por los psicólogos como una carencia, es decir, la falta de comida nos empuja a satisfacer la necesidad de comer o los requerimientos psicológicos alimentados por incentivos que nos atraen (autorrealización, por ejemplo).
La teoría de la motivación basada en el instinto, fue sustituida por la teoría de los impulsos. Se entiende que una carencia biológica crea une estado de excitación o impulso que nos empuja a satisfacer esa necesidad (por lo tanto cuando una necesidad biológica aumenta, su consecuencia psicológica, el impulso, también aumenta).
La tendencia natural a aliviar ese impulso se llama homeostasis. Esta se define como el mantenimiento de un estado interno de equilibrio (por ejemplo, la temperatura del cuerpo siempre se mantiene constante gracias a mecanismos de control que el cuerpo tiene como estrechar los vasos sanguíneos o hacernos sentir la necesidad de ponernos más ropa).
Hay motivaciones que no satisfacen necesidades biológicas. Es el caso, por ejemplo, de un niño pequeño que investiga todo su alrededor con la finalidad de descubrirlo o el que visita un sitio únicamente para estar allí o para verlo. Esto se da por nuestra necesidad de buscar nuevas sensaciones o experiencias. Los incentivos son estímulos de valor positivo o negativo que modifican nuestro comportamiento. Éstos dependen de la experiencia o nuestro aprendizaje (será lo que determine si el estimulo es positivo, negativo o si no es verdaderamente un estimulo para ese individuo).
No todas las necesidades tienen la misma prioridad para nuestro organismo a la hora de satisfacerlas. Así pues para clasificarlas, Abraham Maslow en 1970 elaboró una pirámide representando una jerarquía de motivaciones que no es universal y puede ser arbitraria (según la persona el ambiente, la cultura, etc…)
Algunas de las motivaciones más básicas:
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El hambre: En la pirámide de Maslow, se encuentra en la base, entre las necesidades fisiológicas (las más básicas). Es consecuencia de estímulos internos como procesos físicos del cuerpo ( por ejemplo las constricciones del estomago cuando se siente la necesidad de comer); la química corporal ( es el caso de la glucosa, cierta cantidad de glucosa en sangre el hipotálamo segrega insulina para que disminuya los niveles de glucosa lo cual nos hace sentir hambre); el hipotálamo es el que controla los niveles de insulina y también el que activa las redes neuronales necesarias para hacer que sintamos hambre; los estímulos externos influyen también en la fisiología interna como demostró, por ejemplo, Paulov mediante su conocido experimento sobre como la campanilla alteraba la fisiología interna de unos perros.
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La sexualidad: En la pirámide de Maslow se situaría entre la necesidad de seguridad y la necesidad de amar y ser amado, en cualquier caso esta por encima de las necesidades fisiológicas. En la motivación sexual también intervienen factores internos como son las hormonas estrógeno y testosterona. En el caso de los animales las hormonas condicionan mucho la motivación sexual que tenga el animal, en cambio en los seres humanos los niveles tanto de estrógeno (elevados cuando se produce la ovulación) y de testosterona a penas tienen repercusiones en la motivación sexual del humano a corto plazo. En cambio si que tienen más relevancia a largo plazo, es decir, el ser humano, en su desarrollo, va variando sus niveles de hormonas sexuales y en función de estas variaciones aumentan o disminuye la motivación sexual en cada etapa de su vida.
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La agresión: La agresión no se clasificaría en la pirámide de Maslow en un sitio u otro, sino que puede darse para satisfacer otra necesidad, ya sea básica o no. Lo que nos empuja a ser agresivos (entendido como comportamiento orientado a causar daño) puede ser la herencia genética (inducen procesos físicos) o el aprendizaje (englobando dentro de éste el ambiente en el que vivimos). En cualquier caso se puede decir que hay gente que es más propensa a tener reacciones de carácter agresivo que otras. Lo que haría “saltar” la agresividad de la persona ya sea de forma violenta o no, serían factores externos que le induzcan o le provoquen para que eso ocurra.
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La activación/curiosidad: En este caso tampoco se puede situar este tipo de motivación en un lugar concreto de la pirámide de Maslow, pues interviene en la satisfacción de varios tipos de necesidades. La activación es una reacción fisiológica a ciertas situaciones en las que experimentamos un procesamiento rápido de la información y sentimos varias emociones (favorece el estado de seguridad, bastante básico para Maslow); existen varios grados de activación cada uno de ellos mas propicio para la realización de un tipo de actividad en concreto. La curiosidad es la tendencia humana, desde muy pequeño, de satisfacer el ansia de exploración de responder preguntas y de analizar el entorno que nos rodea (esta estrechamente ligada a la activación).
Conducta del logro: Se define como un deseo o tendencia a vencer obstáculos, ejercitar y superar las tareas difíciles lo mejor y más rápidamente posible. (Murray, 1938). En términos anglosajones se conoce como nAch
. El test más indicado para medir este grado de motivación o deseo de vencer los obstáculos es el ya conocido por nosotros TAT (Test de Apercepción Temática) consistente en un conjunto de láminas que muestran diferentes situaciones. A quien se le aplica se le pide que dibuje la situación anterior y la posterior. Con esto los psicólogos miran a ver si hay algo escrito acerca del logro o de relacionadas con él y con ello medir el grado de motivación en el individuo. (Por ejemplo a un niño que le dan una imagen de él haciendo un examen si esta motivado se dibujara antes estudiando y después celebrando que ha aprobado).
. Se ha comprobado que desde que somos pequeños y queremos conocer el mundo que nos rodea tenemos un cierto grado de motivación del logro. Esto se puede ver muy bien cuando un bebe observa que los objetos se pueden mover si le trasmites una fuerza, entonces ellos mismos intentan hacerlo y cuando lo hacen sonríen mas que cuando lo ven que lo mueven otros o que se mueven solos (móviles de cuna de bebes).
. En las personas con una excesiva motivación por el logro eligen tareas de mediana dificultad ya que para ellos tendrán un punto de interés como para no llegar a aburrirse y un punto de dificultad para enfrentarse al problema con optimismo ya que se consideran capaces de hacerlo y de no tener la recompensa hasta haberlo conseguido. Murray, Mccleland y Atkinson también investigaron que las historias que nos imaginamos en la mente y que finalizan con un acto heroico o la consecución de un logro era indicio de que había una necesidad alta de logros. Al educar en esta dinámica de alcanzar los logros pensados, los resultados serán mejores.
. En otras personas la alta motivación viene dada por su tendencia a evitar el fracaso. Eligen las tareas fáciles para no caer en el fracaso pero esto no le garantiza que consigan el éxito.
. En estas personas puede influir el modelo educativo que se le haya inculcado desde pequeño. Según las investigaciones que se han realizado en algunas familias, ciertas madres inculcan la independencia y la autoridad antes de que sus hijos alcancen los 8 años. También les motivaba para que en la competición sacaran buenos resultados. Luego los niños eran animados por sus padres y les daban una recompensa por todo lo que conseguía.
. Pero también se puede motivar a la gente en edades mas avanzadas. En otra investigación que se llevo a cabo con gente mayor de 8 años se vio que los que habían asistido a un curso de 6 semanas donde aprendieron a arriesgar para ganar, la importancia del riesgo…alcanzaron mayores éxitos que los que no habían acudido.
. Algunas personas no saben valorar la importancia del esfuerzo para tener éxito. Se llevo a cabo otro cursillo que se centro solo en esto y no hizo mas que confirmar que los que no se esfuerzan por baja motivación tienden a fracasar.
. Hay que distinguir 2 tipos de motivaciones:
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Motivación intrínseca: es el deseo de ser eficaz y tener un tipo de conducta por la misma conducta.
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Motivación extrínseca: implica la búsqueda de recompensas externas y el deseo de evitar los castigos.
. La diferencia entre ambas es muy fácil de definir contestando a estas preguntas: ¿Te sientes presionado para terminar tus tareas en un plazo determinado?, ¿Ansias recompensas que dependan de tu esfuerzo? Si es así te mueve una motivación extrínseca. O por el contrario te mueve el aprender un deporte por el deporte en si mismo, por los conocimientos que puedas adquirir etc. En este caso hablamos de motivación intrínseca. Es este tipo de motivación la que a largo plazo da mejores resultados a la hora de trabajar. Si un trabajador trabaja en lo que le gusta obtendrá mejores resultados que otro que se mueve por el dinero.
. Otro punto importante dentro de este tema es el de la motivación en el deporte. Los estudios dicen que la motivación por recompensas es mala ya que cuando el niño no obtenga recompensa va a dejar de estar motivado por esa actividad. Como esto tampoco es buena la motivación por medio de frases tipo “ganar no es todo, es lo único” mantienen una presión muy grande sobre el jugador cuando éste esta jugando. Se señala como la mejor forma de motivar, una motivación a través de la información de su competencia, es decir, informarle de cómo esta progresando, que hace bien, en definitiva, que se sienta importante dentro de un grupo.
Como conclusión podemos decir que la motivación tiene como objetivo la dinamización y la canalización de la conducta. Sin ella la vida no tendría color y seria un sinsentido.
El éxito también puede ser fuente de motivación si se refuerza con algún tipo de estímulo externo (aunque también puede ser un estímulo, intrínseco, en si mismo).
El fracaso se puede considerar una motivación negativa o “fuente” de abandono y se consideraría un estímulo “negativo” por si sola.
En cualquiera de los dos casos, tiene gran influencia tanto el ambiente como la persona en cuestión (personalidad). Así pues, las personas que tengan elevadas necesidades de logros, al alcanzar el éxito y si, además, son reforzados positivamente se lanzaran en busca de nuevas metas (nuevos éxitos); el fracaso en este tipo de personas no se da a menudo, y si se da puede servir de motivación para esforzarse más en alcanzar el éxito (estímulo intrínseco), más aun si es reforzado por estímulos externos o ambientales. En cambio, las personas con baja necesidad de logros necesitan más de estímulos externos para motivarse (dada la facilidad o extrema dificultad de las actividades que suelen optar por realizar) y continuar en busca del logro; el fracaso, en este tipo de personas, puede suponer una poderosa motivación “negativa” que le empuje a abandonar (motivación intrínseca) y necesitan de importantes refuerzos positivos para animarle a continuar en busca del éxito.
4. ANSIEDAD Y ESTRÉS
1. LAS EMOCIONES Y LA SALUD
La salud hoy ha dejado de ser un tema que pertenezca exclusivamente al campo de la medicina para convertirse en un amplio fenómeno que incluye muy distintas facetas, y no solo de orden físico, sino mental y social. La definición misma de salud recoge este cambio y junto a la ausencia de enfermedad ha incorporado el más amplio campo de bienestar. Éste puede ser tanto un estado físico como psicológico, y aunque ambos suelen coincidir, no son lo mismo, e incluso en ocasiones difieren abiertamente. Un sujeto, perfectamente sano, desde un punto de vista orgánico, puede, sin embargo, experimentar un sentimiento de malestar violento que incluso puede llegar a alterar su estado físico y llevarle a enfermar.
La relación entre estado físico y psicológico ha sido ampliamente estudiada en el pasado por la medicina psicosomática, como lo ha puesto de manifiesto en nuestro país Rof Carballo (1955), y actualmente sigue siendo uno de los campos de investigación más prometedores. La base de tales interacciones radica en la relación consistente encontrada entre emociones negativas y salud. Ésta es una cuestión disputada que tiene sus defensores (Friedman y Booth- Kewlwy, Fernández Castro y Edo) y algunos detractores (Amelang), pero que cuya presencia es constante.
No suele recordarse que G. Marañón (1927) ha sido uno de los pioneros en establecer esta relación y sostuvo una posición precocísima acerca de lo que hoy se considera vanguardia. Marañón no solo estudió, como endocrinólogo, la relación de la adrenalina con la emoción, sino que mantuvo la tesis de que la emoción se manifestaba en tres canales diferentes: mental, motor y fisiológico, y además defendió el carácter etiológico de ésta en relación con la enfermedad: “La emoción, por tanto, nos hiere a todas horas sin darnos cuenta de su agresión, y sin que podamos defendernos de ella; y llega a la totalidad de nuestro organismo porque, como ahora veremos, a todos sus sectores llega el contragolpe emocional. He aquí que el médico actual debe intervenir para definir el valor de la emoción como elemento etiológico”.
Las emociones, aún las negativas, tienen una función adaptativa, y esto ha estado claro desde los tiempos de James y Cannon: la ira sirve para la defensa, la tristeza para la búsqueda de apoyo, el miedo para la huida. Se puede encontrar esta misma adaptabilidad en el terreno de la salud, dado que muchos sujetos se implican en conductas saludables poco agradables, como son dietas o controles médicos, precisamente porque tienen miedo de la enfermedad.
El problema cuando la emoción se desencadena en situaciones inadecuadas o repetidas en exceso. El desajuste se produce, con mayor probabilidad, cuando el individuo tiene un umbral de reactividad excesivamente bajo. A este tipo de individuos se les suele denominar “sensibilizadores” o “neuróticos” o personas dotadas de un “sistema nervioso débil” o “temperamento difícil”, según distintas escuelas o épocas, pero hay coincidencia en sostener que estas características aparecen desde el nacimiento y por lo tanto actúan desde los períodos más tempranos del aprendizaje. Tanto si se opta por la interpretación de una hiperreactividad orgánica como la de cierta estructura de personalidad, en ambos casos se está hablando de unos “aprioris” de tendencia de respuesta. Dichos sujetos tienden a responder con emoción excesiva ante estímulos que la mayor parte de los sujetos consideran neutros o poco amenazantes. Esto hace que sea especialmente importante abordar el tema desde la niñez, puesto que los aprendizajes precoces no influyen sólo en lo intelectual, sino en los modos de vida que se consideran en estas épocas primeras, tales como la forma de comer, la actividad física, consumo de sustancias y una serie de elementos que se hayan conectados estrechamente con la salud.
Se trata de un proceso reverberante en el que cada una de las fases actúa como las demás, produciendo modificaciones que afectan a la totalidad. La influencia de los elementos orgánicos de tipo genético en la enfermedad es sobradamente conocida y más después de los recientes estudios sobre el genoma. Los aspectos ambientales que interfieren en los procesos de desarrollo de la enfermedad pueden ser varios: la deprivación sensorial, el alcohol, el tabaco o cualquier otro tipo de agente patógeno. La respuesta de estrés a los estímulos del medio está condicionada por aspectos orgánicos, como tipo de sistema nervioso, temperamento, etc., pero también por la magnitud de los estímulos ambientales o su repetición continuada. Esa respuesta, como veremos más adelante, desencadena toda una serie de transformaciones fisiológicas que se han asociado a la aparición de la enfermedad. Ello ocurre a través de unos procesos mediadores que son las respuestas fisiológicas producidas en las situaciones de estrés. Por tanto, la enfermedad resultante del estrés tiene a la base unos procesos de naturaleza compleja mental, endocrina, inmunológica y social.
La asociación entre estas estructuras de adaptación al medio con los problemas de salud se ha encontrado principalmente cuando esas reacciones emocionales, precisamente por ser inadecuadas o excesivas, se inhiben y no se expresan. Parece que la alta reactividad fisiológica de algunos sujetos, unida a una pobre manifestación externa de la reacción, es algo nocivo para la salud. La reactividad emocional supone una mayor activación del organismo con sobreabundancia de una serie de sustancias: azúcar, hormonas, activación de neurotrasmisores, etc., todas orientadas a producir una acción con consumo de energía extra; si esa energía, no solo se usa, sino que además se inhibe su posible canalización extra, resulta que guardan en el organismo unos excedentes que básicamente son los responsables de la conexión de emoción y enfermedad.
Estos cambios se producen siempre que un organismo tiene que enfrentarse a estímulos que considera como peligrosos. Desde hace mucho tiempo, como ya hemos visto, se ha venido manteniendo la relación entre emocionalidad y salud. Rahe mostró que los cambios en la vida de los sujetos producían espectaculares variaciones en su salud. Unas investigaciones muy precoces de Levi sobre este mismo tema mostraron también que en situaciones laborales tensas (ordenadores, cajas de supermercados, controladores aéreos,…)se produce en sus trabajadores una subida de los niveles de secreción de catecolaminas, paralela a la que se producen en los estados emocionales intensos. El miedo, la ira y el estrés son las emociones que más frecuentemente han sido relacionadas con la enfermedad, y en particular con el cáncer y las alteraciones cardiacas, por ser las de más alta incidencia de mortalidad en personas relativamente jóvenes y por ello sometidas a una investigación más intensa. Se ha mostrado que las enfermedades respiratorias comunes se dan en un 69% de los sujetos crónicamente estresados frente a un 27% de sujetos con bajos niveles de estrés. Hay estudios que evidencian también este tipo de relación en la mayor parte de las enfermedades. Es cierto que el estrés no puede ser considerado como agente principal de enfermedad, pero sí como un factor de riesgo más que potencia la aparición de aquella a que el individuo es prono o a alguna ocasionada por un agente patógeno que podría no haber actuado en el caso de no estar presente el estrés. Esto muestra que no se puede establecer un paralelismo entre emoción positiva-salud, emoción negativa-enfermedad, porque sería excesivamente simplista, pero hay serios indicios de que existe la relación entre emociones negativas y la tendencia a enfermar, justamente considerando la situación de estrés como potenciador de la enfermedad. Recientemente, Sandín, Chorot, Santed y Valiente han mostrado, en población española, que incluso las contrariedades pequeñas guardan relación con la aparición de síntomas somáticos especialmente en el sistema neurológico, respiratorio y muscular.
El estrés como emoción negativa
Entre las emociones negativas, y en un lugar especial en relación con la salud, se encuentra el estrés, que se ha convertido en uno de los goznes de la relación entre el estado psíquico y enfermedad. Desde la investigación de Selye, el estrés ha sido considerado como uno de los mayores responsables de la aparición de alteraciones psicológicas y somáticas, tanto en el adulto como en el niño.
Como suele ocurrir, las primeras investigaciones sobre el estrés fueron llevadas a cabo en el campo adulto, y uno de sus descubridores ha sido Selye. Se ha dicho que este investigador, austríaco,con su desarrollo profesional en EEUU, pero formado en alemán, no escogió adecuadamente el nombre del síndrome que descubrió, puesto que la palabra más adecuada hubiese sido tensión (Strain), dad la definición que hace del término desde el punto de vista de la física: “Transformación que se produce en un cuerpo para sobrevivir a una presión”. Sin embargo, el término stress ha tenido tal éxito que se ha establecido sólidamente, tanto en el lenguaje vulgar como en el científico.
Selye describió lo que llama el Síndrome General de Adaptación (GAS). Éste consiste en que el organismo responde con “estrés” (estado del sujeto) a estímulos, “estresares” (estímulos ambientales), que representan un a sobrecarga física (más tarde se ha ampliado esta carga para incluir también lo mental o emocional). Esa respuesta conlleva una actividad generalizada que tiene como meta solucionar una situación de emergencia. El GAS, que se definió en un primer momento como “tasa de desgaste corporal”, y se presenta como un proceso con tres fases: una primera de alarma, una segunda de resistencia y otra final de extenuación o agotamiento. En la fase de alarma se produce la percepción del estresor y la preparación para la lucha; en la de resistencia, la acción necesaria para combatir al estresor, y en la de extenuación, el organismo se rinde y entra en depresión o incapacidad de resistencia y, se prolonga la situación, en la muerte. Representación de las fases del Síndrome General de Adaptación:
El estrés no siempre es negativo, y se le ha considerado como positivo en la medida en que es un mecanismo de defensa que ayuda a remontar situaciones difíciles; por el contrario, se le considera negativo (distrés) cuando, bien por la repetición de situaciones estresantes o por el fracaso en la resolución del problema, el sujeto se ve conducido a la fase de extenuación o indefensión.
La experiencia de Selye sobre estrés se lleva a cabo sobre animales y los estresares manejados en el laboratorio eran exclusivamente físicos: hambre, sed, frío, calor, ruido. Cuando el estrés es físico y el entorno natural, la acción de afrontamiento es una cierta actividad, sea ésta la búsqueda, el ataque o la huída. El problema surge cuando el organismo vive en un mundo artificial en donde la respuesta no implica acción física, sino que la mayor parte de las veces el estresor es de naturaleza mental o social, para el cual una respuesta energética y emocional no es la adecuada.
Desde un punto de vista orgánico, la respuesta GAS consiste en la secreción de la hormona adrenocorticotrópica (ACTH) a través de la pituitaria; ésta actúa sobre las glándulas suprarrenales que liberan corticoides y a su vez activan el sistema nervioso parasimpático, el cual segrega catecolaminas tales como epinefrina y norepinefrina y de corticoesteroides. La subida en la tasa de cortisol como de catecolaminas se ha relacionado repetidamente con estrés físico y mental tanto en animales como en humanos.
Pituitaria |
ACTH |
Médula adrenal | Córtex adrenal |
Norepinefrina | Epinefrina | Cortisol |
Proceso de activación del GAS
Ya Cannon había llamado a la adrenalina la “hormona de la emergencia”, y Selye subraya este aspecto en el GAS.
Se han completado los trabajos de Selye con la experimentación en humanos y utilizando otro tipo de estresares. Muchos de los estudios posteriores también han criticado a Selye por no considerar la respuesta del estrés y mantener un concepto de generabilidad (Mason). Este mismo autor enfatizó también el carácter emocional y no estrictamente físico del estrés.
Con el paso del tiempo el fenómeno del estrés se ha ido humanizando y la investigación se ha ido centrando sobre individuos. El resultado ha sido la introducción en el proceso de estrés de elementos cognitivos (Lazarus), cuyo resultado final ha sido una concepción transaccional en donde se combinan aspectos sociales, cognitivos, y acumulativos experienciales en continua interacción reverberante.
Precisamente Lazarus y Folkman han contribuido al enriquecimiento del concepto de estrés y a su humanización, pues la experimentación se ha llevado aa cabo con sujetos humanos. Este estrés tiene también diferentes fases: estimación primaria, secundaria y reestimación. La estimación (appraisal) de la peligrosidad, amenaza (treatening) del estresor es a lo que se llama estimación primaria, mientras que la capacidad del sujeto para manejarlo (doping) es a lo que se le denomina estimación secundaria. Estos osn los mediadores cognitivos del estrés. Existe una tercera fase de reestimación (reappraisal) ante los cambios que puede sufrir la situación. La mayor o menor adecuación de la respuesta de un sujeto en este doble proceso origina también una mayor o menor alteración y, por tanto, una vulnerabilidad diferencial a la enfermedad.
Si la respuesta de estrés es repetida, larga o intensa, aparece una probabilidad mayor de desarrollar una enfermedad.
Los acontecimientos vitales de mayor o menor envergadura son estimados por el sujeto como amenazantes o como superables. A partir de ahí se ponen en marcha una serie de recursos, tanto de orden fisiológico como social, para la resolución del problema. La calidad de esa respuesta de resolución depende de una serie de factores: la naturaleza del reto, los apoyos disponibles, la estructura de personalidad del sujeto y sus estilos de afrontamiento y el tipo de tareas que realiza en función de su propia experiencia. Todo ello culmina en una reapuesta que puede ser inmediatamente exitosa, puede durar en el tiempo o puede estar destinada al fracaso. Todas estas posibilidades se acumulan en la experiencia del sujeto y ejercen su influencia en el futuro, facilitando o inhibiendo ese tipo de respuesta. La estimación del estresor y del éxito de la respuesta son esenciales para la consolidación o disipación del estrés.
Es esencial para que se considere la potencia de un estímulo como estresor tener en cuenta su frecuencia, intensidad, duración, novedad, predictibilidad y capacidad de control que el sujeto percibe. Es evidente que no es lo mismo afrontar la muerte de un padre anciano que la de un hijo. La frecuencia es la misma, la intensidad puede ser parecida y el control también; sin embargo, en lo que difieren diametralmente es en la predictibilidad. La capacidad y la manera con la que el sujeto afronta el estrés es fundamental para que este sea pasajero y remontable o, por el contrario, lleve a una situación patológica.
Bases biológicas de la relación estrés y salud
La respuesta emocional genera una respuesta fisiológica diferencial, y ello puede afectar al organismo generando disfunciones que necesariamente suponen un reto para el organismo, que llegará a una fase de estrés de extenuamiento o ruptura que es la enfermedad. Esa enfermedad será distinta en función de la vulnerabilidad orgánica básica de cada sujeto, probablemente de origen genético, y el tipo de activación con que responde al estrés, y ésa es ya de carácter psicosocial muy mediatizada por el aprendizaje. Hoy está y aclaro cuál es la vía mediante la que el estrés puede producir alteraciones somáticas y psicológicas. Su funcionamiento, como el de otros elementos patógenos (virus o bacteria), generando enfermedades. También como éstos se encuentra con organismos más o menos resistentes a su acción, y ello depende de los mecanismos propios de cada persona de respuesta somática al estrés.
El proceso de reacción emocional tiene cuatro canales: psicofisiológico, psiconeuroendocrino, psicoinmunológico y conductual. El sistema nervioso autónomo (SNA) regula la reacción simpática y parasimpático del estrés y actúa con una inmediatez total; a su vez, el sistema endocrino (SE) regula la reacción a largo plazo.
Se inicia a través del eje hipotalámico-pituotario-adrenal, que actúa como una cascada sobre los distintos sistemas encargados de regular el medio interno.
La acción del cortisol es más intensa, lenta y de mayor duración que la de los neurotrasmisores que actúan paralela e inmediatamente. Hay una cierta evidencia de que los estresares psicológicos tienden a producir un incremento de la secreción de epinefrina, mientras que los físicos producen más secreción de norepinefrina.
La secreción de estas sustancias tiene como meta preparar al organismo para la acción de afrontamiento, pero, si la acción no se produce, el organismo se resiente. Hay una serie de estudios que presentan canales de actuación de la respuesta somática y la enfermedad.
El cortisol produce un descenso de la producción de mucosa gástrica que puede agrabar condiciones mórbidas ya existentes. La epinefrina también produce un efecto secundario de incremento de la permeabilidad capilar que agrava los dolores artríticos.
El estrés, como respuesta orgánica, produce a su vez unos excedentes de azúcar, ácido úrico, colesterol, especialmente sobre presión sanguínea y obesidad, que son consideradas ambas como factores de riesgo en muchas enfermedades. Además están también aquellas alteraciones que se relacionan con el decremento de ciertas hormonas con problemas de crecimiento y alteraciones de la función sexual.
Por otra parte, el estrés, y ya en sentido diferente, incrementa conductas de riesgo para la salud, como conductas arriesgadas, la ingesta excesiva, el consumo de alcohol, tabaco y cualquier otro tipo de drogas.
Desde hace años se viene precisando como el estrés altera el sistema inmunológico. Estos incluyen;
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decremento de blastogénesis de linfocitos;
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descenso de linfocitos T;
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decremento en la producción de células asesinas;
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decremento del interferon;
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decremento del DNA reparador;
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incremento del herpes simple y virus Epstein- Barr;
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aumento de mortalidad;
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aumento de enfermedades infecciosas;
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aumento de cáncer.
Las transformaciones neurobiológicas en el sistema de neurotransmisores actúan produciendo efectos nocivos también sobre la salud mental. Se han constatado altos niveles de norepinefrina y cortisol como asociados a la ansiedad, estrés y depresión. Mujeres adultas resistentes al tratamiento a la depresión fueron investigadas y resultaron haber sido objeto de un potente estrés: abuso en la infancia. Se ha encontrado que, en situación de laboratorio, los sujetos que cometen más errores en la realización de una tarea son aquellos que elevan las tasas de cortisol que, como es sobradamente conocido, está hiperrepresentado en pacientes deprimidos. Se han hecho revisiones de distintos trabajos que tratan este tema y se ha logrado perfilar una asociación entre reacciones específicas fisiológicas al estrés y distintos tipos de enfermedad.
No todos los organismos sometidos al estrés desarrollan una enfermedad, y los que la desarrollan no padecen todos la misma afección. Esto es lo que se ha denominado vulnerabilidad diferencial. Se debe a muy distintos elementos. Unos son de percepción e interpretación del estresor; forman la dimensión cognitiva de la emoción y por tanto del estrés. Otros son biológicos, y están ligados a una distinta reactividad del organismo de la que ya hemos hablado.
Si bien el estrés puede ser desencadenadamente de enfermedad, la enfermedad puede a su vez generar estrés. Por tanto, éste es un proceso circular, como muchos otros donde la cadena de interacciones puede comenzar por cualquiera de sus elementos. La enfermedad es en sí misma una fuente de estrés para el sujeto, y ese mismo estrés retroalimenta el proceso de la enfermedad.
Respuesta al estrés | Tipo de enfermedad |
Aceleración cardíaca y respiratoria | Alteraciones cardiovasculares |
Decremento de acción gástrica | Úlceras |
Decremento de hormona del crecimiento | Enanismo, hosteoporosis |
Decremento gonadal | Impotencia, anovulación, inapetencia |
Decremento inmunológico | Infecciones |
Gasto de energía | Fatiga |
Incremento de glucosa | Problemas de memoria, deterioro |
Respuesta orgánica y enfermedad diferencial
2. ESTRÉS COMO FACTOR DE RIESGO PARA ENFERMAR
La investigación reciente ha puesto especial énfasis en subrayar lo saludable de las emociones positivas. Es claro, que los niños con bajos niveles de ansiedad tienden a ser más sanos, tanto física como mentalmente.
Kanner ya incluía entre los trastornos infantiles las enfermedades psicosomáticas y listaba las siguientes: dolores de cabeza, taquicardia, hipertensión y desvanecimientos, asma, naúseas, vómitos, mareos, dolores abdominales, estreñimiento, colon espasmódico, colitis, encopresis, tics, espasmos de cabeza, enuresis, problemas de percepción. Este es un listado que recoge casi íntegro el Grupo de Avance Psiquiátrico (GAP) y que se mantiene bastante estable hasta nuestros días y que sigue recogiendo Ajurriaguerra, quien añade además las enfermedades cutáneas, problemas oftalmológicos y úlceras gástricas. En todos los casos se considera que la interacción entre el organismo y el medio constituye el núcleo explicativo de este tipo de enfermedades. El DSM ha dejado de considerar las alteraciones psicosomáticas como trastornos.
3. PREVENCIÓN DEL ESTRÉS
Ante el estrés, no solo es importante tratar de reducirlo cuando se presenta, sino también prevenirlo. Los programas de prevención más eficaces son los que se llevan a cabo precozmente teniendo en cuenta los elementos que intervienen en la consecución de la salud. Los psicólogos se centran en los elementos relacionados con las interacciones personales: familia, amigos, escuela y trabajo, y también en las expectativas de logro: rendimiento, autonomía, identidad, intimidad y sexualidad. Con ello se busca lograr la reducción de situaciones estresantes que puedan incrementar la aparición de la enfermedad. Por eso hay que analizar la conducta de los sujetos sometidos a estrés y que no desarrollan perturbaciones psíquicas ni físicas para conocer los factores que lo evitan o minimizan. Es a lo que hoy se le denomina “escudos” “colchón”, que permiten la resistencia al estrés y que permiten conservar el equilibrio en condiciones adversas.
3.1Preparación para padres
Hoy, en las sociedades desarrolladas, la crianza se ha vuelto especialmente difícil, dado el grado de artificialidad y complejidad del mundo en el que vivimos. Criar un hijo no es, como en el pasado, algo natural y con mucho peligro de muerte, sino en una tarea muy sofisticada, pero dentro de una gran tasa de supervivencia biológica. Las mejores técnicas, la menor mortalidad infantil, junto con la gran caída de la natalidad y la incorporación de la mujer a la vida laboral han creado unas condiciones nuevas con las que hay que contar seriamente. La mayoría de los niños actuales son “hijos únicos”, y esto ha transformado radicalmente la tarea de la crianza. Prácticamente la totalidad de los padres de las sociedades desarrolladas son primerizos y seguirán siéndolo de por vida. La dinámica familiar de socialización, antes favorecida por la existencia de hermanos, ha desaparecido; los hijos actuales se crían sin competencia intrafamiliar cuando precisamente la competición se ha multiplicado en el mundo externo. La ecuación tradicional de “un niño por adulto” se ha sustituido, en el mejor de los casos, por “quince niños, un adulto”.
Para evitar las consecuencias negativas de estos cambios hay que llevar a cabo tareas de apoyo y formación.
El apoyo, con una sociedad con la institución familiar en crisis, ha de ser institucional, ya que ha dejado de haber el que la familia extensa producía. Pero este ya no es el caso. La seguridad de mantener el trabajo, la flexibilidad de los horarios laborales, los permisos por maternidad y paternidad, la creación de guarderías, un apoyo económico por hijo, son las soluciones básicas que se están implementando en todas las sociedades desarrolladas, pero no se ha conseguido disponer de ellas ni en número, ni en cantidad suficiente.
En una formación seria de los padres antes de tomar la decisión de tener un hijo no sólo han de incluirse cuestiones de cuidado de tipo físico-pediátrico, sino principalmente otras de carácter psicológico. Se debe informar de períodos evolutivos, necesidades de estimulación, disciplina y de cariño que necesita un niño, y de los principios básicos del manejo de situaciones. Por otra parte, se debe advertir a los padres que, junto a las satisfacciones que proporciona, la crianza es una grave responsabilidad y conlleva serios recortes de la autonomía y la libertad. Entre las cargas hay que hacer mención de la atención y esfuerzo especial que supone tener un hijo enfermo o disminuido en medio de esta sociedad teóricamente sana y poderosa. Con ello se podría prevenir el estrés paterno y por ende el infantil.
3.2 Canalización de la emoción
Una de las posibles vías de enfrentamiento al estrés es dotar al individuo de vías eficaces en donde consumir la energía que su organismo genera en una situación de estrés.
La actividad física compensatoria es una buena válvula de escape al estrés. Teniendo en cuenta, como ya hemos indicado, que la actividad exclusivamente física es necesaria en la solución de problemas en el mundo natural, no es frecuentemente la adecuada en el mundo tecnificado de nuestras sociedades.
La otra vía consiste en mejorar la expresión emocional. Los sujetos que aprenden a comunicar sus emociones de una manera socialmente aceptable tienen menor vulnerabilidad a la enfermedad. La alexitimia, o incapacidad de expresión emocional, se asocia por el contrario a una mayor vulnerabilidad a la enfermedad cancerígena. La mejor manera de enseñar de enseñar a un niño a expresar sus emociones es expresando el adulto las propias, hablando de ellas, tanto de las positivas como de las negativas. En el caso de las emociones negativas, tales como la ira, el miedo, la desconfianza, la envidia, hay que encontrar el camino adecuado de expresión, lo que ya supone un previo autocontrol. En la canalización de la emoción es imprescindible este autocontrol. Contar hasta diez, pensar en otra cosa, hacer algo que implique actividad física, ponerse mentalmente en el lugar del otro suelen ser las recomendaciones más simples y de difícil seguimiento.
3.4 La vida relajada
La sociedad actual está inmersa en la creencia de que la actividad, el trabajo y el esfuerzo producen el efecto por todos deseado: éxito y dinero. Naturalmente esto no tiene inconvenientes siempre que se sepa mantener un equilibrio entre trabajo y ocio, sobre todo en el caso de los niños. La urgencia, la prisa, la competitividad son fuentes inequívocas de estrés. El tipo de vida acelerada ha sido típica del adulto urbano y, aún más, del ejecutivo. Sin embargo, en las sociedades desarrolladas se ha producido un contagio de la forma de vida urgida incluso a las edades muy tempranas.
3.5 Estrategias de afrontamiento
La generación de estrategias de afrontamiento es esencial para la lucha antiestrés. Lo primero que hay que hacer es que el sujeto pueda reconocer su estrés en los primeros estadios. Difícilmente se puede combatir un enemigo desconocido; por tanto, una de las estrategias para combatir el estrés es ayudar a identificar los síntomas del estrés y las circunstancias que lo elicitan.
Los síntomas pueden ser variables y depender del individuo. Cada uno tiene una vía preferente de canalización emocional. Pueden ser fisiológicos (aceleración cardiaca, sudoración, sequedad bucal, defecación urgente, etc.), motores (tensión muscular, movimientos incontrolados, hiperactividad) o mentales (preocupación, ideas recurrentes). Hay que enseñar a cada sujeto cual es su reacción o reacciones características y acostumbrarse a atenderlas desde el comienzo.
En cuanto a las situaciones, se debe identificar el lugar, personas o circunstancias que provocan el estrés, predecir que es lo que va a ocurrir, planificar anticipadamente la solución y recordar que estrategias han sido eficaces e ineficaces en el pasado para escoger la solución del futuro.
Una vez que se ha conseguido esta identificación se debe entrar en cuestiones previas al aprendizaje específico de estrategias. Humphrey recomienda los siguientes pasos:
Se debe llevar a cabo una evaluación continuada a lo largo del día de la capacidad de reconocer los acontecimientos que han provocado estrés.
Contabilizar los logros en el intento de dominarlo.
Tener capacidad de aplazamiento de las cosas porque la urgencia es una de las fuentes de estrés; por tanto, una buena estrategia es la adecuada secuenciación de las tareas y su jerarquización.
Aprender a dar una importancia relativa a las cosas, esto es, no hay que “ahogarse en un vaso de agua”.
Realizar cosas por los demás.
Hablar de los problemas con los otros.
Distinguir entre estrés y actividad.
En relación con la salud se ha de aprender ha ser cuidadoso con llevar un modo de vida saludable, y en el caso de necesitarlo, a estructurar las actividades y dietas necesarias.
3.6 Incremento de la autonomía
La competencia, la eficacia y la independencia son los pilares de la autonomía. Se sabe que los niveles de inteligencia (CI) correlacionan negativamente con los niveles de estrés; este dato hay que interpretarlo desde el lado de la competencia. Un sujeto inteligente tiene por definición un mejor acceso a la solución de problemas y a la búsqueda de recursos; por tanto, el desarrollo de la autoeficacia y la competencia, adecuadas al contexto en que cada individuo vive, es uno de los caminos para la prevención del estrés. La autonomía no sólo es necesaria, sino que debe ser usada para consolidar, sobre todo en la adolescencia, las conductas saludables. La mayor parte de las campañas de prevención están dirigidas a lograr modos de vida saludable en dietas, ejercicio, conducta sexual, evitando conductas de riesgo y adictivas precisamente durante la adolescencia, que es a este respecto un período crítico.
3.7 Apoyo social
El apoyo social consiste en la obtención de atención, compañía, ayuda dada por los demás con una actitud emocional positiva. Puede ser prestado por la familia, los amigos, los grupos con el mismo tipo de problema o instituciones especializadas, pero es un proceso de una gran complejidad. La calidad del apoyo del apoyo depende no sólo del receptor sino también del emisor y de las condiciones del entorno para operativizarlo. Se considera que el apoyo social funciona como un colchón ante un golpe: no lo evita, pero amortigua su impacto. Ese beneficioso efecto se produce, fundamentalmente, porque lleva a consideraciones más ajustadas del estresor y al incremento de la autoestima. Por tanto, una de las prevenciones primarias del estrés consiste en poder disponer de un adecuado apoyo social. En relación con la enfermedad, el apoyo social puede evitar tanto su aparición como mitigar el estrés que genera su aparición en la vida de las personas y en el núcleo familiar.
Como resumen de estas estrategias preventivas, se podrían recordar aquí las recomendaciones que Maslow hizo en su día como método para mantenerse saludable y que todavía hoy guardan su vigencia. La receta incluye espontaneidad, independencia, disfrute, solidaridad y creatividad. No es un programa fáil, pero los fines a conseguir son merecedores del esfuerzo.
Consejos de Maslow para mantener una vida saludable
· Eficiente y cómoda relación con la realidad. · Aceptación de los otros y de sí mismo. · Espontaneidad en el vivir. · Centrarse en el problema y no en uno mismo. · Capacidad para estar solo. · Rendimiento y eficacia, pero con independencia del medio y cultura en la que se vive inmerso. · Habilidad para disfrutar personalmente de la vida. · Capacidad para tener experiencias de naturaleza espiritual. · Capacidad de empatía. · Capacidad de tener relaciones emocionales e íntimas. · Tener valores y actitudes democráticas. · Capacidad de distinción entre medios y fines. · Creatividad. · Capacidad de resistir presiones. |
4. LA ANSIEDAD
La ansiedad es un estado de ánimo negativo caracterizado por síntomas corporales de tensión física y aprensión respecto al futuro. Es importante apuntar que la ansiedad es muy difícil de estudiar. En los seres humanos puede ser una manifestación subjetiva de inquietud, un conjunto de conductas o una respuesta fisiológica que se origina en el cerebro y se manifiesta con una frecuencia cardiaca elevada y tensión muscular.
Podemos decir que, la ansiedad es una experiencia humana universal que se da como mecanismo adaptativo ante la infinidad de situaciones en la vida cotidiana. Aunque existe un continuo entre lo normal y lo patológico, se podría decir que la ansiedad es patológica cuando la respuesta del organismo se pone en marcha ante estímulos inadecuados o inexistentes; o cuando siendo estos estímulos correctos, la duración y/o intensidad de la respuesta de alerta van más allá de los límites adaptativos.
Es importante diferenciar entre la situación de miedo y la respuesta ansiosa. En el miedo existe un objeto real que se configura como amenazante poniéndose en el organismo mecanismos de defensa. En la ansiedad no existe un peligro real que permita entender ese gesto o si existe la respuesta del organismo es exagerada en el tiempo y/o intensidad.
Las situaciones que producen ansiedad son variadas y tiene que ver con factores ambientales y sociales, así como la valoración de amenaza que realiza el individuo dependiendo de sus cogniciones.
Los sucesos estresantes de la vida desencadenan nuestra vulnerabilidad biológica y psicológica a la ansiedad. La mayor parte de ellos son de naturaleza interpersonal: el matrimonio, el divorcio, dificultades laborales, la muerte de un ser querido, etc. Algunos sucesos quizá sean físicos, como una lesión o una enfermedad. Las presiones sociales, digamos, sobresalir en la escuela. Podrían proporcionar también la suficiente tensión como para desencadenar la ansiedad.
Los mismos estresares pueden desencadenar reacciones físicas como dolores de cabeza o hipertensión y reacciones emocionales como los ataques de pánico. La forma en que reaccionamos a la tensión parece ser una característica familiar. Si usted tiene jaquecas, hay probabilidades de que otros familiares también las padezcan. Si tiene ataques de pánico, probablemente a otros miembros de su familia también le ocurran.
En la actualidad se estima que un 20.6% o más de la población mundial sufre de algún trastorno de ansiedad.
Niveles de ansiedad:
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Ausencia de ansiedad: el individuo permanece tranquilo, relajado, su conversación es apropiada y de duración normal con voz y volumen normal.
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Ansiedad leve: va asociada a acontecimientos de la vida cotidiana, individuo alerta con un campo de percepción mayor que el anterior, puede existir un fino temblor y ligera dificultad para permanecer quieto.
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Ansiedad moderada: el individuo está focalizado en sus preocupaciones inmediatas, campo receptivo disminuido y su atención es selectiva, pudiendo prestar atención a más cosas si le interesa.
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Ansiedad severa: su campo receptivo está muy reducido, tendencia a focalizar su atención sobre detalles específicos y no está atento a otras cosas, su conducta se dirige a conseguir alivio y necesita ayuda para atender otros estímulos.
La ansiedad se presenta tanto de forma aguda como crónica. El trastorno por ansiedad sería la forma de presentación aguda o crisis, y la ansiedad generalizada corresponde a las manifestaciones crónicas y mantenidas. Las manifestaciones serán tanto en el plano psíquico como somático.
Los síntomas psicológicos manifiestan la vivencia de la ansiedad como un tema indefinido, de tensión interna e inseguridad frente a un peligro que no se conoce; una especie de “miedo al vacío”. El sujeto se puede quedar bloqueado y ensimismado sin prestar atención a lo que ocurre a su alrededor. Algunos presentan aumento de la emocionabilidad: gritos, sollozos, cólera, violencia,… ocasionalmente pueden producirse impulsos repentinos con intentos de suicidio.
Los síntomas somáticos se centran en: cardiovasculares (taquicardia, aumento de la tensión arterial, palpitaciones, dolores precordiales), respiratorios (disnea, tos, voz entrecortante), digestivos (contracción faríngea, náuseas, vómitos, diarrea,…), urinarios (retención urinaria, poliuria,…), genitales (impotencia, frigidez), del sueño (dificultad para conciliarlo, despertarse repetidas veces, pesadillas), motores y sensitivos (temblores, hiperestesia, palidez, enrojecimiento, sudor, cefaleas,…), neurovegetativo y hormonal (descarga de adrenalina, vasoconstricción, aumento de glucemia). Todas estas modificaciones pretenden poner al organismo en defensa y facilitar su respuesta de huida o lucha.
Entre los Trastornos de Ansiedad se encuentran las fobias, el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno de pánico, la agorafobia, el trastorno por estrés post-traumático, el trastorno de ansiedad generalizada, etc.
En el caso del trastorno de ansiedad generalizada, por ejemplo, la ansiedad patológica se vive como una sensación difusa de angustia o miedo, y deseo de huir, sin que quien lo sufre pueda identificar claramente el peligro o la causa de este sentimiento. Esta ansiedad patológica es resultado de los problemas de diverso tipo a los que se enfrenta la persona en su vida cotidiana, y sobre todo de la forma en que interioriza y piensa acerca de sus problemas.
Hay que matizar, que la ansiedad en sí no es algo patológico, lo que genera problemas es la respuesta incorrecta de dicha emoción de manera cronificada, o ante determinadas situaciones o estímulos que resulta desadaptativa para el individuo.
Existen varios tipos de tratamientos y terapias que tienen cierta efectividad para las personas que padecen de ansiedad y pánico. Ellos incluyen:
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Fármacos ansiolíticos.
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Psicoterapia Cognitivo-Conductal (cognitive-behavioral therapy). Esta debería ser dirigida por un psicólogo competente y experimentado. La terapia incluye técnicas de exposición graduada, confrontación y modificación de creencias negativas o incorrectas; modificación de pensamientos negativos; técnicas para entablar auto-charlas positivas; técnicas específicas para tratar con el pánico; etc.
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Reducción de estrés, lo que puede incluir técnicas de relajación y respiración, mejor manejo del tiempo, ejercicio físico, yoga, etc.
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Cambios en la alimentación; por ejemplo, eliminación gradual del café, chocolate, azúcar, tabaco y alcohol. Algunos pacientes informan reducciones considerables en su ansiedad sólo tomando estas medidas.
El tratamiento de la ansiedad se tiene que basar en una recodificación de este tipo de pensamientos que permita a la persona vivir en el presente. La persona que tiene ansiedad, dice, siente el futuro como si fuera real, cuando la realidad es que en el presente, que es lo único que existe, no hay ningún motivo para que se genere ansiedad. Cuando la persona vuelve a recuperar su contacto con el presente, la ansiedad desaparece.
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