Literatura


La máquina pensante; Jacques Futrelle


AUTOR: Jacques Futrelle

TITULO: La Máquina Pensante

EDITORIAL: Bruño

COLECCIÓN: Alta Mar

CAPÍTULOS: 4

PÁGINAS: 146

TRADUCCIÓN: Juan Santisteban

ILUSTRACIÓN: Javier Zabala

DIRECTOR DE EDICION: J. Ramírez del Hoyo

JEFE DE PRODUCCIÓN: J. Valdepeñas Hernández

CORDINADORA DE PRODUCCIÓN: M. Morales Milla

DIRECTORA DE LA COLECCIÓN: Trini Marull

DISEÑO GRÁFICO: Tau Diseño S.A.

TALLER DE LECTURA: Juan Santisteban

DATOS SOBRE EL AUTOR:

Jacques Futrelle, de ascendencia francesa, nació en Georgia (EE UU) el 9 de Abril de 1875 .Ejerció el periodismo en Ritchmond, Virginia; trabajo como director de escena y fue miembro del periódico Boston American. Se casó con la escritora L.May Peel en 1895.Cultivó todos los géneros de la narrativa popular, pero en la actualidad se le recuerda especialmente por la novela The Diamond Master (1909) y por los relatos protagonizados por la maquina pensante, uno de los máximos logros de la literatura detectivesca. Falleció en el naufragio del Titánic (1912) y con él se perdieron varias narraciones inéditas.

II. RESUMEN:

*EL PROBLEMA DE LA CELDA NÚMERO 13

Augustus Van Dusen, era un hombre que tenía muchos títulos, se le conocía generalmente como “La Máquina Pensante”. Un día se comprometió a salir de una cárcel en una semana, para ello pide tres cosas: polvo dentífrico, un billete de 5 dólares y dos de 10 dólares y que le lustren los zapatos. Después se lo llevaron a la celda número 13, y lo encarcelaron.

Se puso a mirar por la ventana y memorizó todo lo que vio, a continuación intentó recordar todo lo que había visto antes de llegar a la celda y también lo memorizó. Después escuchó una lancha a motor que pasaba bastante cerca de allí, por lo cual debería de haber un río, también escucho a unos niños grita, por lo que debería de haber un colegio cercano. Oyó el chillido de una rata que pasaba por la celda y se escondía por lo que tenía que haber algún pequeño agujero por allí, se puso a buscarlo y lo encontró, era una vieja tubería.

Cuando el carcelero llegó con la comida, le preguntó si habían hecho algunas reformas en el edificio, él le dijo que no que sólo habían cambiado el sistema de tuberías .También le pregunta que a que distancia se encuentra el río de allí, y le responde que a unos 100 metros, y que los muchachos tienen un campo de béisbol entre la tapia y el río.

“La Maquina Pensante” le pide al carcelero un poco de agua, al cabo de un rato el carcelo llegó con un recipiente de barro, se lo entrego y se fue. Al cabo de unas horas, el carcelero oyó un ruido y se dirigió rápidamente a la celda número 13, al llegar vio que “La Máquina Pensante” tenía una rata entre las manos. La Máquina Pensante dio la rata al carcelero y éste la mató.

Pasado un tiempo el guardia que vigilaba la ventana de la celda número 13, vio caer un pequeño rollo de tela, que tenía atado alrededor un billete de 5 dólares, lo cogió y se lo entregó al alcaide, cuando éste lo cogió leyó, lo que ponía que era <Se ruega a quien encuentre esto, que se lo entregue al doctor Charles Ransome.> El alcaide, se preguntaba cómo podía haber ocurrido esto y leyó el siguiente mensaje: Rapac seosn eipe uqne odo mles eon ets. <E>.

El alcaide pasó una hora intentando descifrar aquel mensaje, y media hora preguntándose porque su prisionero había intentado comunicarse con el doctor Ransome, y cómo había conseguido los materiales.

Enfadado, va a la celda número 13, pide la camisa a su prisionero, y ve que tenía dos trozos desgarrados.

Al día siguiente cuando el carcelero le lleva la comida, La Maquina Pensante intenta sobornarlo con dinero, y el carcelero le dice que aunque aceptara, no podría sacarlo de allí, porque tenía que pasar siete puertas y él sólo tenía las llaves de dos. Cuando el carcelero volvió con la comida de las seis oyó un roce metálico, e informó al alcaide. El alcaide, el carcelero y un guardia, van a la celda para ver que ocurría. Al llegar ven que La Maquina Pensante estaba frotando los barrotes, y el alcaide le pide el utensilio con el que estaba frotando y se va.

Al día siguiente, a las 4 de la madrugada, se oyó un chillido de terror, el alcaide acompañado de tres de sus hombres van a la celda número 43, de donde procedían losa preguntó a uno de sus carceleros que de que se le acusaba, dijo que se llamaba Joseph Ballard, y se le acusaba de haber arrogado ácido al rostro de una mujer. El prisionero le dice al alcaide que había oído una voz fantasmal, que no era humana y procedía de todas partes.

Al día siguiente, La Máquina Pensante, tira un trozo de tela por la ventana al guardia, que ponía <sólo tres días más >. Y le pregunta que quien se encuentra al cuidado de los arcos de luces, el guardia le responde que un empleado de la compañía eléctrica.

Por la tarde, La Máquina Pensante, tiró un billete de 5 dólares por la ventana, y le dijo al guardia que era para él. El alcaide decide entrar por la noche a hacer un registro a la celda número 13, saca una rata muerta, comprueba que los barrotes están seguros y saca de los bolsillos de La Máquina Pensante 5 billetes de dólar. Cuando se acuesta el alcaide se oye el mismo grito desgarrador de la noche anterior, se levanta llama a tres de sus guardias y va hacia la celda número 43, donde el prisionero se encuentra arrinconado y pidiendo que lo saquen de allí. Este le contó que había oído una voz inculpándole, es decir diciendo <ácido, ácido, ácido>, y también < sombrero del número 20>.

El quinto día de su encarcelamiento, La Máquina Pensante, arrojó al centinela del patio una moneda de medio dólar, y una nota que decía: <Sólo dos días más.>

El sexto día de su encarcelamiento, el alcaide recibe un telegrama en el que se le comunica que el doctor Ransome y el señor Fielding se presentarían en la prisión de Chisholm, el jueves por la noche.

El séptimo día de su encarcelamiento, por la tarde, cuando el señor Fielding y el doctor Ransome fueron a la prisión de Chisholm y vieron al alcaide, el centinela que vigilaba la celda 13, bajó corriendo y le dijo al alcaide que el arco eléctrico de su lado del patio, no se encendía. El alcaide llamó a la compañía eléctrica para que lo arreglaran y avisó al centinela para que controlara sus entradas y salidas.

Augustus Van Dusen, escribió una carta invitando a cenar al alcaide, a Ransome y a Fielding. Entonces el alcaide manda al centinela a la celda 13 para que compruebe si el prisionero se encuentra allí. Este obedece, y comprueba que si que está allí.

Enseguida, llaman por el telefonillo y son dos periodistas que quieren entrar, el alcaide les deja pasar, uno de ellos es un conocido del alcaide, Hutchinson Hatch, el otro periodista resultó ser La Máquina Pensante. Fueron a la celda 13 y comprobaron que los barrotes estaban rotos, y en la cama, en el lugar de La Maquina Pensante había una peluca, y una serie de herramientas que había utilizado para escapar, el alcaide se preguntaba cómo había podido conseguir todo aquello.

Fueron a cenar y La Máquina Pensante contó cómo había escapado. Se comprometió a entrar en una celda con lo imprescindible (polvo dentífrico, dos billetes de 10 dólares y uno de 5, y que le lustrasen los zapatos) y a salir en una semana. Observó todo lo que le rodeaba para averiguar la mejor forma de escapar, y cuando lo supo intentó distraer al alcaide a través de notas que le escribía. A través de la cañería y por medio de una rata, envió una nota, sujeta a un billete de 10 dólares, destinada al periodista Hutchinson Hatch, donde le escribía su situación, la nota le llegó a través de un niño y después de leerla fue a buscar la tubería y a estirar del hilo que había colocado La máquina Pensante, para que supiera que la había recibido. A través de esta tubería se fueron comunicando.

Se escapó, cortando el cable, con ácido .Cuando el guardia fue a contar lo sucedido al alcaide, se deslizó por la ventana, colocó los barrotes en su sitio y permaneció en la sombra hasta que llegaron los electricistas, siendo uno de ellos el señor Hatch, cuando lo vio, le hablo y le dio una gorra, un jersey y un mono que se puso a menos de tres metros del alcaide. El señor Hatch y La Máquina Pensante salieron por la puerta como dos obreros que iban a recoger material a su furgoneta. Se cambiaron de ropa y se presentaron a continuación como dos periodistas que querían ver al alcaide.

*EL ADIVINO DE LA BOLA DE CRISTAL.

En un palacio de la India Oriental, había un hombre de unos 50 o 60 años sentado y fumando, se abrieron las cortinas de palacio y apareció una niña vestida con ropa oriental, que se sentó al lado de Varick. Se abrieron de nuevo las cortinas y entró un indio oriental, llamado Abhem Singh, que era el adivino de Varick y le dice a Varick que hay peligro de muerte. Se lo lleva a la habitación donde tiene la bola de cristal y Varick intenta ver a través de la bola y ve que él está en su habitación y un hombre desconocido entra por su espalda y lo acuchilla.

Varick, va a ver al profesor Augustus Van Dusen y le dice que si hay alguna manera de evitar su muerte, a lo que le responde que sí, siempre que tenga la mente preparada para ello y esté dispuesto a ponerse en sus manos.

Augustus le dice a Varick que extienda un cheque de 4000 dólares a nombre Hutchinson Hatch. Poco tiempo después llegaron Hatch y Byrne. Hatch cobra el cheque y le da el dinero a Byrne. La Maquina Pensante le dice a Varick que ahora se llama John Smith. Byrne se lleva a Varick (Smith) lejos de allí y cuando llegue a su conocimiento la noticia de que ha habido un arresto conectado con cierta amenaza lanzada contra el señor Varick, que regrese a Boston.

Varick, se encuentra sentado en un escritorio y por detrás aparece un hombre con un cuchillo y se produce un destello cegador. El señor Hatch le dice al hombre, que se quede donde está, apuntándole con una pistola y la Máquina Pensante hace una foto en la escena del crimen. Llama al detective Mallory para que arreste al adivino, lo arresta y van a ver la bola de cristal. La Máquina Pensante descubre que todo ha sido un montaje y lo que quería el adivino era que Varick muriese de miedo o asesinado por él, para quedarse con su herencia.

Por eso, La Maquina pensante puso al señor Varick lejos de allí e hizo saber al adivino que éste se encontraba enfermo en su estudio, pero en su lugar se encontraba el señor Hatch, disfrazado con una peluca, y cómo sabía que Singh trataría de llevar a cabo su plan, lo pillaron desprevenido y lo detuvieron en la escena del crimen.

*EL PROBLEMA DEL RUBENS ROBADO.

Un señor llamado Kale, compraba cuadros para hacerse una colección, cuando termino su colección, reformó su galería. Mientras reformaban su galería Kale y su familia utilizaron como refugio un hotel cercano. En éste hotel conoció a Jules De Lesseps, que era francés, y conocía bastante bien las bellas artes.

Kale, se ofrece a enseñarle su colección de cuadros y cuando le enseñaba una buena obra sonreía. Cuando le enseña el Rubens, Kale al ver que Lesseps no sonríe, le extraña y le dice que le ha costado 50.000 dólares.

Lesseps no sonreía porque ya había visto ese cuadro en Roma. Siguieron viendo cuadros hasta que llegaron a un Whistler, y le pregunta si puede hacer una copia de él, le contesta que si que lo puede hacer en la galería.

Dos días después en el hotel, Lesseps va a hacer la copia del cuadro al salón de Kale. Cuando llegan a la puerta del salón de baile, Kale le dice a Jennings que Lesseps podía salir y entrar cuando quisiera. Entran en la sala y Lesseps le pide a Kale que busque una lona para tapar el cuadro por si hubiera ratones. Lo tapan y lo dejan allí, encima de la mesa. Kale se marcha y deja a Lesseps trabajar sólo.

Tres días después Kale se dejó caer por allí, ve cómo va el cuadro y se marcha. Una hora después vuelve a ir al salón y ve que Lesseps está recogiendo, y lo acompaña hasta el hotel y ve que llevaba la copia del Whistler, enrollada ligeramente debajo del brazo.

Una semana después, Lesseps y Kale van a poner los cuadros en la galería y cuando desenvuelven la lona del Rubens, ven que se lo han quitado y le habían dejado sólo el marco.

Todos estos hechos, se pusieron en conocimiento de Augustus Van Dusen y éste caso cae bajo la observadora mirada de Hutchinson Hatch.

Hatch va al hotel de Lesseps y le interroga, le dice que ha hecho una buena copia del cuadro, y le pasa la información a La Máquina Pensante.

La Máquina Pensante, va a investigar el caso al salón de baile del señor Kale, coge el marco del Rubens y observa cómo ha sido cortado. Después aparece el detective Mallory, les comunica que ha aparecido el Rubens en el baúl de Jennings y le devuelve el cuadro a Kale.

10 minutos después salieron de la casa, y cogen un taxi en dirección a la casa del científico. La Maquina pensante le dice a Hatch que el cuadro que había en el baúl era una copia del Rubens que Lesseps había dejado allí para que la encontrasen y él se había quedado con el original.

Van a casa de Lesseps, y la Máquina Pensante coge el Whistler, y le explica a Hatch que Lesseps había hecho la copia del Whistler sobre el Rubens original, con una pasta que no dañaba el cuadro y se iba fácilmente con agua. Lesseps fue encarcelado y la Máquina Pensante le dice a Hatch que éste era el único modo posible para que el Rubens se diera por perdido.

*EL COCHE FANTASMA.

El condado de Yarborough, era una extensa sucesión de urbanizaciones de lujo, sus carreteras eran anchas, y admirablemente cuidadas, no había en ellas ni un solo bache, por eso los automovilistas sentían la tentación de recrearse corriendo a gran velocidad, pero las normas de tráfico eran muy severas. Había medio centenar de agentes repartidos por sus carreteras.

Un día, el agente Baker que estaba situado en un tramo de carretera denominado “La Trampa”, vio venir un vehículo que circulaba a gran velocidad, Baker se adentró en la carretera y le dijo al vehículo que se detuviera. Baker cuando vio que el vehículo estaba muy cerca de él, y no aminoraba la marcha saltó a la acera y el vehículo se adentró a toda velocidad en “La Trampa”. Baker rápidamente cogió el teléfono que se comunicaba con el de la otra esquina, ocupada por Bowman, y le dice que detenga al coche que acaba de pasar, pero éste no llegaba hasta dónde estaba Bowman, por lo que decide ir a ver que ocurría. Por otro lado, Baker está preocupado porque Bowman no lo llama y decide también ir a ver lo que ocurre. A medio camino ambos se encuentran y Baker le pregunta a Bowman si lo ha visto pasar, pero éste le dice que no. Baker no se lo cree y piensa que le han pagado a Bowman para que lo dejaran pasar, pero ésta sigue negando que lo haya visto.

Al día siguiente cuando vuelven a sus puestos, el agente Baker vuelve a ver a esos dos ojos blancos que doblaban la esquina a toda velocidad, Baker vuelve a avisar a Bowman, pero Bowman sigue sin ver pasar al coche, se vuelven a encontrar a mitad camino y vuelven a discutir.

La tercera noche, el coche vuelve a aparecer y desaparecer, los agentes se vuelven a encontrar a mitad camino y vuelven a discutir. Ambos acuerdan que al día siguiente cambiaran los puestos.

Al día siguiente, Bowman ve pasar el coche, avisa a Baker, pero éste no lo ve.

La Máquina Pensante, le cuenta lo sucedido a Hatch y éste se desplaza al condado de Yarborough y examina “La Trampa” y ve que en la tapia de John Stocker, había una pequeña abertura que apenas medía 40 centímetros y correspondía a un estrecho sendero. Esa misma noche, Hatch estuvo con Baker esperando al coche fantasma, cuando apareció, paso rápidamente y Baker llamó a Bowman. Al poco tiempo, Bowman llama a Baker y le informa de que el coche no ha pasado. Hatch permanece un rato pensativo y le dice a Baker que sólo hay un modo de averiguar adonde va ese coche. Situar a un hombre, en el medio de “La Trampa”. Después publica en el periódico, la historia del coche fantasma y deciden que todos los periodistas se distribuyan a lo largo de “La Trampa”, para ver lo que ocurre, pero esa noche el coche no aparece.

A la noche siguiente, cuando los únicos observadores eran Hatch, Baker y Bowman, el coche vuelve a aparecer.

Todos estos hechos se pusieron en conocimiento del profesor Augustus Van Dusen, Hatch le dijo a La Maquina Pensante que en el coche habían cuatro personas, por lo cual el coche no podía volar. Para averiguar a donde iba el coche, La Maquina Pensante contrata al campeón mundial de ciclismo de fondo, Jimmie Thalhauer, para que siga en silencio al coche fantasma.

A la tarde siguiente, La Maquina Pensante y Hatch visitan el Banco Nacional Fordyce y La Maquina Pensante le dice al presidente del banco que le esta robando un hombre llamado Joseph Marsh. Hubo una reunión en el despacho privado del presidente, Joseph Marsh y tres de sus compañeros estaban formalmente arrestados. También estaban allí, el presidente, La Maquina Pensante y Hatch. Marsh llevaba los bonos bajo el brazo cuando fue arrestado y habló sin rodeos cuando se le interrogó.

El, no había cometido ningún delito, lo que ocurría es que se había metido en un negocio, con otros banqueros en el que necesitaban un millón de dólares y él debía hacer creer que disponía de otro millón, por lo que sacaba los bonos del banco y después los devolvía.

Durante el regreso a su casa La Maquina Pensante contó a Hatch lo sucedido con el coche fantasma. En realidad no era un coche, sino dos motos con asientos de coche y un sistema especial de conducción. Lo que hacían era que iban del banco a casa de Marsh hasta la mitad de la trampa y después cogían un sendero que atravesaba la finca de Stocker hasta alcanzar la otra carretera. Para atravesar el estrecho sendero, las dos motos se separaban.

III. PERSONAJES.

PERSONAJES PRINCIPALES: La Máquina Pensante, Hatch.

PERSONAJES SECUNDARIOS:

  • El Problema de la celda numero 13: El Alcaide, el centinela, el guardia que vigilaba la ventana, Ballard.

  • El Adivino de la bola de cristal: Varick, Adhem Singh, Jadeh, el detective Mallory, Byrne.

  • El Problema del Rubens robado: Kale, Lesseps, Jennings, el detective Mallory.

  • El coche fantasma: Baker, Bowman, Jimmie Thalhauer, el presidente del banco, Marsh.

IV. VALORACIÓN.

Me ha gustado mucho, porque es un libro de misterio e intriga, por eso a sido fácil de leer, aunque he tenido que preguntar el significado de algunas palabras a mis padres o buscarlas en el diccionario.

En el capitulo de la celda número 13, me ha gustado cuando grita el de la celda de arriba porque se cree que lo acusan a él cuando oye (ácido, ácido, ácido.)

En el capítulo del adivino de la bola de cristal, me gusta cuando Hatch se disfraza de Varick y atrapan al adivino.

En el capítulo del Rubens robado, la forma que emplean para robar el cuadro, pintándolo encima del verdadero.

En el capítulo del coche fantasma, todas las veces que Baker llama a Bowman diciéndole que ha pasado el coche fantasma.




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Enviado por:Puchy
Idioma: castellano
País: España

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