Psicología
La interpretación de los sueños; Sigmund Freud
Indice
Portada, pag.1
Indice, pag.2
Sigmund Freud, pag.3
Desarrollo de Contenidos, pag.5
Bibliografia, pag.19
Biografía de Sigmund Freud
- Sigmund Freud, medico austríaco, fundador del sicoanálisis, nació en Freiberg, Moravia en 1856, y murió en Londres en 1939. Nació en el seno de una familia judía de la pequeña burguesía, que muy pronto se vio arruinada por la crisis. Tenia solo cuatro años cuando su familia se instalo en Viena. En esta ciudad residió hasta 1938, fecha del Anschluss. Tras un brillante periodo escolar, se decidió, aunque sin entusiasmo, por los estudios de medicina (1873). En la universidad choco con los prejuicios antisemitas y se familiarizo con el hecho de encontrarse en la oposición y en la condición de sufrir el rechazo de las mayorías. En 1876 ingreso en el laboratorio del fisiólogo Brücke, donde prosiguió sus investigaciones sobre anatomopatología y fisiología del sistema nervioso humano. Estuvo casi a punto de descubrir la neurona. Trabo amistad con J. Breuer, catorce años mayor que el, quien lo ayudó moral y materialmente. Termino sus estudios de medicina en 1881, pero sus medio económicos no le permitieron proseguir una carrera de investigador. En 1883 entro en el servicio de siquiatría de Meynert. Fue encargado de un estudio sobre la cocaína, en el curso del cual descubrió sus propiedades analgésicas y anestésicas, que experimento sobre sí mismo. En 1885, una beca le permitió concurrir a las lecciones que Charcot impartía en La Salpêtrière. Allí observo las manifestaciones de la histeria y los efectos del hipnotismo y de la sugestión. Charcot le produjo una viva impresión, resultado de lo cual fue la traducción de las confesiones de este.
En 1889 se dirigió a Berlín, donde se ocupo de neuropatología infantil. De regreso a Viena inicio su consulta privada: abrió su consultorio el domingo de pascua. En octubre del mismo año se caso con Martha Bernays. Freud se formo una clientela entre los “nerviosos”, la mayoría histéricos, a los que trataba, como era norma en esa época, mediante electroterapia e hipnosis. En 1887 nació Mathilde, su primera hija. En1888 publico la traducción del libro de Bernheim De la sugestión y de sus aplicaciones a la terapéutica; en 1889 paso algunos meses en Francia, donde estudio los métodos de Bernheim en Nancy. Nació su primer hijo varón, Martin, seguido de Oliver, Ernst, Sofie y Anna.
En 1891, en un libro sobre la afasia, critico la teoría de las localizaciones. En 1892 publico un articulo sobre el tratamiento hipnótico. Una paciente, Elizabeth von R., le impuso el empleo del método de la asociación libre; renuncio entonces a la hipnosis, “procedimiento incierto que encierra algo de místico”, para sustituirla por el estado de relajación del paciente. De 1892 a 1895 publico traducciones de Charcot, un articulo sobre las “psiconeurosis de defensa”, el artículo “Obsesiones y fobias” y, en colaboración con Breuer, los Escritos sobre la histeria, obra muy mal acogida en los medios médicos. En ella se encuentran ya los principios fundamentales del sicoanálisis: las nociones de inconsciente, de desplazamiento, de abreacción y de rechazo. En 1896 rompió violentamente con Breuer. La conferencia de Freud sobre la etiología sexual de la histeria produjo un gran escándalo.
Freud continuo entonces solo su camino. Su correspondencia con W. Fliess desempeñó un papel fundamental el proceso de autoanálisis que emprendió en esta época. Durante diez años no tuvo discípulos ni colaborados y consagro su actividad al tratamiento de sus pacientes y a los fundamentos del sicoanálisis. En 1897 descubrió el complejo de Edipo. En 1899 se publicaron sus Recuerdos encubridores y en 1900 La interpretación de los sueños, obra fundamental. Por primera vez los sueños eran objeto de u estudio científico. Gracias al método de interpretación de las asociaciones libres es posible descubrir en el contenido manifiesto del sueño un contenido latente cuyo sentido general representa la realización de un deseo. En 1900, Freud comenzó el análisis de la celebre Dora. En 1901 publicó El sueño y su interpretación, escribió Fragmento de un análisis de la histeria (el análisis de Dora), realizo un viaje a Roma y publico Sicopatología de la vida cotidiana. En 1905 vieron la luz sus Tres ensayos para una teoría sexual, su segunda obra capital, y El chiste y su relación con el inconsciente. El sicoanálisis se convirtió desde entonces en la teoría por excelencia del funcionamiento del aparato síquico.
En 1908 fundo la Sociedad psicoanalítica de Viena; no obstante, antes de esta fecha se había constituido progresivamente la institución analítica alrededor de la figura de Freud. A partir de 1902, la Sociedad sicología de los miércoles agrupó a sus principales discípulos: P. Fedem, O. Rank, W. Stekel, A. Adler, etc. A partir de 1904 Freud mantuvo correspondencia con E. Bleuler y, en 1907, recibió la visita del asistente de este, C. G. Jung, quien en el mismo año fundó en Zurich la Sociedad Freud; esto constituyó una victoria para Freud, ya que Jung, hijo de pastor, siquiatra suizo, según palabras del propio Freud, saco al sicoanálisis de sus limites vieneses y judíos. Jung participó en el primer congreso de sicoanálisis de Salzburgo y acompaño a Freud a E.U.A. para una serie de conferencias sobre el sicoanálisis. En 1910 se reunió en Nuremberg el segundo congreso de sicoanálisis, en el que se fundo la Asociación psicoanalítica internacional “con el fin, escribe Freud, de prevenir los abusos que podrían cometerse en nombre del sicoanálisis una vez que este alcanzase difusión”. La presidencia fue confiada a Jung, en quien Freud veía, en esta época, a su delfín. Sin embargo, a medida que se extendió la institución analítica, las rupturas y las escisiones se multiplicaron entre Freud y sus discípulos más cercanos. De 1911 a 1913, el fundador del sicoanálisis se separó sucesivamente de Adler, de Stekel y sobre todo, de Jung. Mas tarde se produjo la ruptura con Rank y con Sándor Ferenczi.
Entre 1910 y 1920aparecieron Cinco lecciones sobre el sicoanálisis, Observaciones psicoanalíticas sobre la autobiografía de un caso de paranoia, Tótem y tabú, Introducción al narcismo, Duelo y melancolía e Introducción al sicoanálisis.
En Mas allá del principio del placer, Freud introdujo las nociones de pulsion de vida (Eros) y pulsion de muerte (thanatos), principio de realidad y principio de placer, y propuso un nuevo modelo del aparato síquico en el que intervenían el yo, el ello y el superyó. A partir de este periodo se consagro en mayor grado a los grandes problemas de la civilización, a los que aplico la técnica psicoanalítica. En El malestar en la cultura desarrollo de forma explícita su concepción del mundo, subrayando el sometimiento de la civilización a las necesidades económicas, que imponen un pesado tributo no solo a la sexualidad, sino también a la agresividad. A cambio de un poco de seguridad. En 1923, Freud sufrió su primera intervención quirúrgica por un cáncer de mandíbula. En 1930 recibió el premio Goethe; en 1934 los nacis quemaron sus obras en Berlín. Pudo abandonar Viena en 1938. Se instalo en Londres, donde publico Moisés y el monoteísmo. Freud no abandonó el tratamiento de sus pacientes hasta su muerte en septiembre de 1939.
Desarrollo de Contenidos
Los sueños
- Los sueños han sido siempre interpretados como cosa corriente, de los cuales hay diversos problemas todavía inexplicables. El más interesante es la significación de los sueños que puede dividirse en dos: la significación psíquica del acto de soñar y la de sí los sueños pueden interpretarse.
En sus estudios, muchos filósofos adoptan la base de la vida onírica, que es un estado de actividad psíquica que consideran superior que el normal.
Generalmente, los médicos se refieren a los sueños como el valor de un fenómeno psíquico, que son provocados por estímulos físicos o sensoriales, que actúan desde el exterior sobre el individuo o surgen casualmente en sus órganos internos, por lo que los sueños deben considerarse como un proceso físico inútil siempre y en muchos casos patológico.
Freud descubrió que la opinión mas acertada no es la concepción medica sino la popular, ya que sus conclusiones sobre los sueños fueron el resultado de aplicarles un nuevo método de investigación psicológica, llamada psicoanálisis. El procedimiento que empleo para la interpretación de los sueños procedía de la psicoterapia.
Con este método, Freud analiza un sueño suyo propio para exponer sus resultados y obtiene, que lo soñado, tiene que ver con recuerdos, tanto lejanos como próximos o recientes, y que ambos recuerdos y los actos que se dan en ellos, pueden mezclarse unos con otros, dando un sueño que nos resulta extraño y con carencia de sentido sino se analiza a fondo.
Después de esto se refiere a los sueños como una especie de sustitutivos de aquellas series de pensamientos tan significativas y revestidas de afecto a las cuales se han llegado al final del análisis.
Al sueño, le llama contenido manifiesto del sueño y al material hallado por medio del análisis, contenido latente del sueño. Ahora, Freud se pregunta cuál es el proceso psíquico que ha transformado el contenido latente en el manifiesto y que motivo o motivos son los que han hecho necesarios esa traducción.
Por la reacción del contenido latente al manifiesto, los sueños pueden dividirse en tres categorías:
1º) Aquellos que poseen sentido y que son compresibles. Se caracterizan por ser sueños breves en general, frecuentes, y que no despiertan en su mayoría nuestra atención porque carece de todo aquello que nos causa extrañeza o asombro.
2º) Aquellos que, aunque presencian coherencia y poseen un claro sentido, causan extrañeza por no saber como incluir dicho sentido a la vida psíquica.
3º) Aquellos que carecen de ambas cualidades: sentido y comprensibilidad, y se muestran incoherentes, embrollados y faltos de sentido. Estos sirven de base a la teoría medica de la actividad psíquica limitada.
Al primer grupo pertenecen los sueños infantiles, los de los niños, ya que poseen un claro sentido y no causan extrañeza. De ellos se puede llegar a la conclusión que los sueños se conexionan con la vida diurna. Aunque esto también puede darse entre los adultos.
También se llega a otra conclusión que es que los sueños infantiles, son claramente deseos que se quieren cumplir; esto también dado en los adultos, pero en los cuales ya hay una serie de complicaciones, porque pueden darse otro sentido diferente.
En los sueños complicados y confusos, después de su análisis, se ve que el contenido manifiesto del sueño trata materias totalmente distintas que el latente. Aquello que en el sueño se presentaba como esencial no es mas que un papel secundario después del análisis.
“Durante la elaboración del sueño pasa la intensidad psíquica desde las ideas y representaciones, a las que pertenece justificadamente, a otras que no tienen derecho alguno a tal acentuación”
Por medio del análisis se llega a dos problemas: los estímulos de los sueños y su conexión con la vida diurna. Hay sueños en los que se ve claramente su enlace con los sucesos del día anterior, pero otros no.
Y cuando tienen relación con el día anterior, es tan insignificante que se olvida.
Se llega a la conclusión pues, de que “ el sueño no actúa nunca con nada que no sea digno de ocupar también nuestro pensamiento despierto, y que las pequeñeces que no llegan a atraer nuestro interés durante el día son también impotentes para perseguirnos en nuestro sueño”
Referente a la elaboración del sueño, en él, se incluye la condensación, el desplazamiento y la disposición visual del material psíquico. Además de todas estas, hay otra cuya función es la de ordenar los componentes del sueño de manera que se reúnan aproximadamente para formar una totalidad, una composición onírica.
Estas son las únicas actividades que pueden descubrirse en la elaboración del sueño.
Aquellos sueños que se muestran comprensibles y presentan un claro sentido son realizaciones de deseos. Los que se muestran oscuros y embrollados también presentan un deseo que surge de las ideas latentes, pero la representación es irreconocible, aclarándose por medio del análisis.
Los sueños se dividen en tres clases según su carácter de realización de los deseos:
1º) Aquellos que muestran francamente un deseo no reprimido
2º) Los que exteriorizan disfrazadamente un deseo reprimido, es decir, los que
necesitan del análisis.
3º) Aquellos que, si representan un deseo no reprimido, lo hacen sin disfraz alguno o
insuficiente.
Cuando se produce un estimulo sensorial exterior, la persona que duerme puede reaccionar de diferentes maneras, o se despierta o siegue durmiendo.
La literatura científica sobre loa problemas oníricos
- Los pueblos de la antigüedad clásica pensaban que los sueños se relacionaban con el mundo de seres sobrehumanos de su mitología, y traían consigo revelaciones divinas o demoniacas, poseyendo una determinada intención con respecto del sujeto. Aunque dada su variedad de contenidos es muy difícil establecer una concepción unitaria, obligando a diferenciar y agrupar los sueños, dependiendo de su valor y autenticidad.
Según Aristóteles, los sueños se definen como la actividad anímica del durmiente durante el estado de reposo.
Deduce la conclusión de que los sueños pueden revelar los primeros indicios de una naciente alteración física, que no ha sido advertida durante el día.
Anteriores a Aristóteles, los autores antiguos no opinabas de su misma forma, sino considerando el sueño como una inspiración de los dioses, señalando dos corrientes contrarias que se manifiestan siempre. Se distinguían dos especies de sueños: los verdaderos y valiosos, que son los que envían al durmiente advertencia o revelación del porvenir, y los vanos, engañosos y fútiles, que desorientaban al sujeto o causaban su perdición.
Según Gruppe, toma una división de los sueños de Macrobio y Artemidoro, que decía que los sueños se dividían en dos clases. Los primeros, eran influidos por el presente (o el pasado), faltando significación con respecto del porvenir, y que pertenician a la imnomnia, reproduciendo la representación dada o su contraria. Y los segundos, que eran considerados como determinantes del porvenir y el los que se incluían: el oráculo directo recibido del sueño, la predicción de un suceso futuro y el sueño simbólico que es la necesidad de interpretación.
De esto surgió la necesidad de una interpretación onirica.
El interés científico por los problemas oníricos en si conduce a las interrogaciones, interdependientes en parte:
a) Relación del sueño con la vida despierta
- El individuo despierto acepta que el sueño ha raptado al durmiente a otro mundo distinto.
El filosofo Burdach expresa esto en una famosa frase.
Fichte habla en el mismo sentido de sueño de complemento y los considera como uno de los secretos beneficiosos de la Naturaleza. También se expresa igualmente Struempell: “el sujeto que sueña vuelve la espalda al mundo de la conciencia despierta;
En el sueño perdemos por completo la memoria con respecto al ordenado contenido de la conciencia despierta y de su funcionamiento normal; la separación, casi desprovista de recuerdo, que en los sueños se establece entre el alma y el contenido y el curso regulares de la vida despierta…”
Pero la mayoría de los autores concibe la relación de sueños con la vida despierta en una forma totalmente opuesta, como Haffner, Weygandt, Maury y Jessen.
Maass dice que el contenido más frecuente de nuestros sueños se halla constituido por los objetos sobre los que recaen nuestras pasiones.
Igualmente opinaban los antiguos sobre la relación de dependencia existente entre el contenido del sueño y la vida.
b) El material onírico. La memoria en el sueño
- Todo el material que compone el contenido del sueño procede, en igual forma, de lo vivido y es, por tanto, reproducido en el sueño. Pero es un error comparar el sueño con la vida despierta para evidenciar la relación entre ambos.
Se observa que en contenido del sueño aparece un material que después, en la vida despierta, no se reconoce como perteneciente a nuestros conocimientos o experiencia. E recuerda haberlo soñado, pero no el haberlo vivido jamas, por lo que no se sabe de que fuente ha tomado el sueño sus componentes y se inclina a atribuirle una independiente capacidad productiva.
c) Estímulos y fuentes de los sueños
- Hay una teoría que considera a los sueños como consecuencia de una perturbación del reposo. No se hubiera soñado si el reposo no hubiese sido perturbado por una causa cualquiera, y el sueño es la reacción a dicha perturbación.
La totalidad de las fuentes oníricas puede dividirse en cuatro especies:
Excitación sensorial externa (objetiva)
Excitación sensorial interna (subjetiva)
Estimulo somático interno (orgánico)
Fuentes de estimulo puramente psíquicas
Las excitaciones sensoriales externas. Cuando llegamos a conciliar el reposo, no podemos mantener nuestros órganos sensoriales lejos de todo estimulo ni suprimir en absoluto su excitabilidad. El hecho de que cuando un estimulo alcanza una cierta intensidad logra siempre hacernos despertar demuestra que también durante el reposo ha permanecido el alma en continua conexión con el mundo exterior. Así pues, los estímulos sensoriales que llegan a nosotros durante el reposo pueden muy bien constituirse en fuentes de sueños.
Excitaciones sensoriales internas (subjetivas). Estas poseen las ventajas de no depender, como las objetivas, de casualidades exteriores. Se hallan a la disposición del esclarecimiento del sueño siempre que para ello las necesitamos. Pero presentan a su vez el inconveniente de que su actuación como estímulos oníricos no resulta susceptible de la comprobación que la observación y el experimento que nos proporcionan las primeras.
Estas se demuestran por las llamadas alucinaciones hipnagojicas, que han sido descritas como fenómenos visuales fantásticos, consistentes en imágenes animadas y cambiantes.
Estimulo somático interno (orgánico). Se ha comprobado que el interior del cuerpo deviene, en estados patológicos, una fuente de estímulos oníricos. Los órganos no necesitan enfermar para hacer llegar al alma dormida excitaciones que en una forma aun ignorada pasan a constituir imágenes oníricas. Ya que lo que despiertos percibimos difícilmente, se siente por la noche.
Fuentes psíquicas de estímulos. Al tratar de las relaciones del sueño con la vida despierta y del origen del material onírico, se ha llagado a la conclusión de que el hombre sueña con aquello de lo que se ocupa durante el día y le interesa en la vida despierta. Esto, constituye un enlace psíquico entre el sueño y la vigilia. Aunque también hay una opinión contraria, que es la de que el sueño aparta al hombre de los intereses del día y así, solo soñamos con las intensas impresiones diurnas cuando han perdido atractivo en la vida despierta.
d) ¿Por qué olvidamos al despertar nuestros sueños?
- El sueño se desvanece a la mañana. Es susceptible de recuerdo, ya que se conoce por el que de el conservamos al despertar, peor con gran frecuencia creemos no recordarlo sino incompleto y haber olvidado la mayor parte de su contenido. También se observa que el recuerdo de un sueño no preciso y vivo a la mañana, se va perdiendo conforme avanza el día. Otras veces se tiene conciencia de haber soñado, pero es imposible decir que. También existen sueños que se recuerdan muy bien.
En la motivación del olvido de los sueños intervienes factores que provocan un idéntico efecto en la vida despierta, en la que se suelen olvidar un gran numero de sensaciones y percepciones por debilidad de estas o por no alcanzar una mínima intensidad.
e) Las peculiaridades psicológicas del sueño
- Una de las principales peculiaridades de la vida onírica surge en el estado de adormecimiento anterior al del reposo y que debe considerarse como el fenómeno inicial de este ultimo. Lo característico del estado de vigilia es que la actividad mental procede por conceptos y no por imágenes. En cambio el sueño piensa en imágenes.
La transformación de las representaciones en alucinaciones no es la única forma en que el sueño se desvía del pensamiento de la vida despierta al que quizá corresponde.
Observaciones de Burdach: la actividad subjetiva de nuestra alma aparece como objetiva, dado que la capacidad de percepción acoge los productos de la fantasía como si de productos sensoriales se tratase…; el reposo es una supresión del poder objetivo, razón por la cual hallamos entre las condiciones del mismo una cierta pasividad. Las imágenes del letargo son condicionadas por el relajamiento del poder subjetivo.
f) Los sentimientos éticos en el sueño
- Unos afirman que el sueño ignora toda aspiración moral, y otros sostienen que la naturaleza moral del hombre perdura también en la vida onírica.
Otros afirman que se obra y habla en los sueños conforme al carácter que se tenga, que se revelan sentimientos y aspiraciones, o afectos y pasiones subjetivos y peculiaridades morales del durmiente… y así, unos dan sus opiniones referente a este tema.
g) Teorías oníricas y función del sueño
- Se dice que un conjunto de juicios sobre el sueño que intente explicar, desde un determinado punto de vista, la mayor suma posible de los caracteres observados en su investigación, y fije al mismo tiempo su situación con respecto a un más amplio campo de fenómenos, es denominado como teoría onírica.
Hay varias teorías, y algunas de ellas incompletas.
1º- Aquellas que hacen perdurar en el sueño la total actividad psíquica de la vigilia, en las que según ellas, el alma no duerme.
2º- Aquellas teorías que aceptan en el sueño un descenso de la actividad psíquica y una debilitación de la coherencia.
3º- Aquellas que adscriben al alma soñadora la facultad de realizar determinadas funciones psíquicas que la vigilia no puede llevar a cabo o solo muy incompletamente.
h) Relaciones entre el sueño y las enfermedades mentales
- Los que hablan de las relaciones del sueño con las perturbaciones mentales pueden referirse a tres cosas: a las relaciones etimológicas y clínicas, cuando un suelo representa o inicia un estado psicotico o queda como residuo del mismo; a las transformaciones que la vida onírica sufre en los casos de enfermedad mental, y a las relaciones internas entre el sueño y la psicosis. Estas relaciones han constituido en épocas anteriores de la medicina un tema principal de los médicos.
El método de la interpretación onírica
- Se ha intentado interpretar los sueños por dos procedimientos distintos. El primero toma el contenido de cada sueño en su totalidad y procura sustituirlo por otro contenido. Esto se llama interpretación simbólica de los sueños, que fracasa en todos aquellos que a mas incomprensibles se muestran embrollados y confusos. En cambio, el segundo de los métodos se podría calificar de método descifrador, ya que considera el sueño como una especie de escritura en la que cada signo puede ser sustituido, mediante una clave prefijada, por otro de significación conocida. Hay que tener en cuenta no solo el contenido del sueño sino también la personalidad y las circunstancias de sujeto.
Estos métodos son imposibles de utilizar, ya que el método simbólico es de ampliación limitada y el descifrador dependería de saber la clave para descifrar el sueño.
El sueño es una realización de deseos
- Se ha demostrado que los sueños son causa de la realización de deseos.
Con gran frecuencia se hallan sueños que se muestran comprensibles a titulo de realizaciones de deseos y evidencian su contenido. Son en su mayor parte sueños sencillos y cortos.
Los sueños de los niños son con frecuencia simples realizaciones de deseos, y muy poco interesantes.
La deformación onírica
- Existen muchos sueños de contenido penoso que no muestran el menor indicio de una realización de deseos.
También se ha resaltado la circunstancia de que en los sueños son mas frecuentes el dolor y el displacer. Además existen sueños de angustia, que parecen excluir la observación de que los sueños son una realización de deseos.
Aun así cabe la posibilidad de que también los sueños penosos y los de angustia sean también realizaciones de deseos.
Material y realizaciones de los sueños
- Resumen de las peculiaridades de la memoria onírica expuestos anteriormente:
1º. Que el sueño prefiere evidentemente las impresiones de los días inmediatos anteriores.
2º. Que efectúa una selección conforme a principios diferentes de aquellos a los que se adapta nuestra conciencia despierta, recordando no lo esencial e importante, sino lo accesorio y desatendido.
3º. Que dispone de nuestras más tempranas impresiones infantiles, llegando hasta reproducir detalles de dicha edad que nos parecen nimios y que en nuestra vida despierta teníamos por olvidados hace ya mucho tiempo.
a) Lo reciente y lo indiferente en el sueño
- Se afirma que en todo sueño puede hallarse un enlace con los acontecimientos del día inmediatamente anterior. Cualquiera que sea el sueño, esto siempre es verdad.
Se ha observado que todo sueño posee un estimulo entre los acontecimientos del día a cuya noche corresponde y que las impresiones no muestran con el contenido onírico una relación diferente a la de otras impresiones cualesquiera pertenecientes a tiempos mas alejados. Es decir, que el sueño elige su material de cualquier época nuestra vivida, ya puede ser lejana o cercana.
Para la elaboración onírica existe también una especie de fuerza mayor que la obliga a reunir en una unidad en el sueño todas las fuentes de estímulos dadas.
El estímulo de un sueño puede ser un proceso interior que nuestra actividad intelectual diurna ha actualizado.
La fuente de un sueño puede ser:
-
un suceso reciente y psíquicamente importante, representado directamente en el sueño
-
varios sucesos recientes e importantes, que le sueño reúne en una unidad
-
uno o varios sucesos recientes e importantes, representados en el contenido manifiesto por la mención de un suceso contemporáneo, pero indiferente
-
un suceso interior importante representado siempre en el sueño por la mención de una impresión reciente, pero indiferente. Así pues, en el contenido manifiesto de todo sueño existe siempre un elemento que repite una impresión del dia inmediatamente anterior. Esto puede pertenecer al acervo de representaciones del verdadero estimulo del sueño o proceder del circulo de ideas de una impresión indiferente, enlazado con el del estimulo onírico por relaciones mas o menos numerosas. La aparente multiplicidad de las condiciones depende de una alternativa, es decir, de que haya tenido o no, lugar un desplazamiento.
El elemento psíquicamente importante puede ser sustituido en el sueño por un elemento reciente, pero psíquicamente indiferente, siempre que en la sustitución se sigan dos condiciones: 1ª, que en el contenido del sueño sea puesto en relación con lo recientemente vivido por el sujeto; y 2ª, que él estímulo onírico sea siempre un proceso psíquicamente importante.
b) Lo infantil como fuente onírica
- Se ha señalado anteriormente que en el sueño pueden emerger impresiones de tempranas épocas de nuestra vida, de las cuales no dispone nuestra memoria en la vigilia. No es fácil determinar la frecuencia con que esto sucede, porque al despertar no se sabe reconocer el origen de los elementos de los sueños. La demostración de que se trata de impresiones de la infancia tiene que realizarse objetivamente.
En otra serie de sueños, el análisis muestra que el mismo deseo que ha provocado el sueño que lo realiza procede de la vida infantil, haciendo ver que en el sueño continuo viviendo el niño con sus impulsos infantiles.
El sueño posee con frecuencia varios sentidos. No solo pueden yuxtaponerse en el varias realizaciones de deseos, sino que un sentido, una realización de deseos puede encubrir a otra, hasta que debajo de todas hallamos la de un deseo de nuestra primera infancia.
c) Las fuentes oníricas somáticas
- Se han distinguido tres clases de fuentes oníricas somáticas; los estímulos sensoriales emanados de objetos exteriores, los estados internos de excitación, de base exclusivamente subjetiva, y los estímulos somáticos procedentes del interior del organismo. Se advierte que: 1º. Que la importancia de las excitaciones objetivas de los órganos sensoriales queda comprobada por numerosas observaciones y confirmada experimentalmente; 2º. Que la función de las excitaciones sensoriales aparece demostrada por el retorno de las imágenes hipnagogicas en los sueños; y 3º. Que la amplia referencia efectuada de nuestras imágenes y representaciones oníricas a un estimulo somático interno no es comprobable en toda su extensión, pero encuentra un punto de apoyo en la influencia, generalmente reconocida, que el estado de excitación de los órganos digestivos, urinario y sexual ejerce sobre el contenido de nuestros sueños.
El estimulo nervioso y el estimulo corporal serian, pues, las fuentes somáticas de los sueños.
Todo estimulo onírico somático que durante el reposo incita al aparato anímico a su interpretación por medio de la formación de ilusiones, puede motivar un sin numero de tales tentativas de interpretación y, por tanto, alcanzar su representación en el contenido onírico por infinitos elementos diferentes.
Puede observarse que los estímulos externos no provocan obligadamente sueños.
Los estímulos sobrevenidos durante el reposo son objeto de una elaboración que los convierte en una realización de deseos, cuyos restantes elementos se hallan constituidos por los restos diurnos psíquicos conocidos.
La acumulación de material somático a las fuentes oníricas psíquicas no modifica en nada la esencia del sueño, el cual permanece siendo una realización de deseos.
d) Sueños típicos
- Para interpretar un sueño ajeno es imprescindible que el sujeto acceda a comunicar las ideas inconscientes que se esconden detrás del contenido manifiesto del mismo. Sin embargo, existe ciento numero de sueños que casi todo el mundo sueña en igual forma y de los que se supone que poseen en todos igual significación.
e) El sueño de avergonzamiento ante la propia desnudez
- El soñar que nos hallamos desnudos o mal vestidos ante desconocidos suele surgir sin que durante él experimentemos sentimiento ninguno de vergüenza o embarazo. Pero cuando nos interesa es cuando trae consigo tales sentimientos y queremos huir o escondernos, siendo entonces atacados por la paralisis que nos impide realizar movimiento alguno.
Las `personas ante las que nos avergonzamos suelen ser desconocidas. Otra característica de estos sueños es que nadie hace reproche alguno, ni nadie repara en el sujeto. La expresión de las personas que se encuentran en el sueño es de indiferencia.
Esto constituye una contradicción en el fenómeno onírico.
f) Sueño de la muerte de persona queridas
- Otros sueños que hay que considerar como típicos so aquellos en los que aparece la muerte de un ser querido. Estos se dividen en dos clases: aquellos durante los que no experimentamos dolor alguno, admirándonos al despertar nuestra insensibilidad y aquellos otros en los que nos sentimos poseídos oportuna profunda aflicción hasta el punto de llorar mientras se duerme.
Los primeros no pueden ser considerados como típicos. Al analizarlos se halla que significan algo muy distinto de lo que constituye su contenido y que su función es la de encubrir cualquier deseo diferente.
En los segundos, su sentido es, en efecto, el que aparece manifiesto en el contenido, es decir, el deseo de que muera la persona a que se refiere.
Cuando alguien sueña sintiendo profundo dolor en la muerte de su padre, madre o hermano, esto no se pude utilizar, ya que de ello se deduce que lo ha deseado alguna vez en su infancia.
g) El sueño de examen
- Todo aquel que ha terminado con el examen de grado de bachillerato puede decir que sueña con que va a ser suspendido y tendrá que repetir curso. Para el que posea un titulo académico esto se sustituye por el que tiene que presentarse al examen de doctorado. Estos sueños son el recuerdo de los castigos de la infancia.
Terminados ya los estudios, el castigo ya no se espera de los padres, sino de la vida, y es cuando soñamos con los exámenes por miedo a que salgan mal en castigo por no haber obrado bien o no haber puesto los medios suficientes para conseguir un fin.
Los sueños de examen presentan aquella dificultad antes señalada, como característica de los sueños típicos.
La elaboración onírica
- Todas las tentativas para solucionar los problemas oníricos se enlazaban al contenido manifiesto. Ahora se interpone entre el contenido onírico y los resultados de la observación un nuevo material psíquico: el contenido latente o ideas latentes.
De este contenido latente y no del manifiesto es del que desarrollamos la solución del sueño.
Las ideas latentes y el contenido manifiesto se muestran como dos versiones del mismo contenido. Las ideas latentes resultan perfectamente comprensibles en cuanto las descubrimos. En cambio, el contenido manifiesto es como un jeroglífico
a) La labor de condensación
- La comparación del contenido del contenido manifiesto con las ideas latentes hace ver que ha tenido un efecto de labor de condensación.
El sueño es conciso, pobre y lacónico en comparación con la amplitud y la riqueza de las ideas latentes.
Se llega a la conclusión de que el sueño que al despertar recordamos es un resto de la total elaboración onírica, ya que si se recordaría por entero, presentaría una amplitud igual a la de las ideas latentes. Esto es en parte cierto, porque cuando nos ponemos a recordar un sueño es inmediatamente después de despertar, mientras que según va avanzando el día su recuerdo se va perdiendo. Por otro lado, el sentimiento de haber soñado mas de lo que se puede reproducir es una ilusión.
Durante el análisis surgen por primera vez algunas asociaciones, pero estas solo se establecen entre ideas que se hallaban ya enlazadas de otra manera con el contenido latente.
b) El proceso de desplazamiento
- En la elaboración onírica se exterioriza un poder psíquico que despoja de su intensidad a los elementos de elevado valor psíquico, y crea nuevos valores que pasan al contenido manifiesto. Cuando esto sucede habrá tenido efecto en al formación del sueño una transferencia y un desplazamiento de las intensidades psíquicas de los diversos elementos. Este proceso constituye la parte esencial de la elaboración d ellos sueños y se le llama desplazamiento. El desplazamiento y la condensación son los elementos cuya actividad es la de la conformación de los sueños.
c) Los medios de representación del sueño
- En la transformación del material ideológico latente en contenido manifiesto del sueño actúan dos factores principales: la condensación y el desplazamiento oníricos. A estos hay que agregarles dos nuevas condiciones que ejercen influencia sobre la selección del material constitutivo del contenido manifiesto. El sueño no dispone de ningún medio para representar estas relaciones lógicas de las ideas latentes entre sí. La mayor parte de las veces deja a un lado todas las conjunciones señaladas y toma únicamente para la elaboracion el contenido objetivo de las ideas latentes.
Las relaciones lógicas de las ideas latentes entre si no encuentran en el sueño una representación especial.
Para representar las relaciones casuales dispone el sueño de dos procedimientos que vienen a ser la misma cosa.
Las coincidencias o analogías existentes en el sueño constituyen los primeros puntos de apoyo de la formación de los sueños, y unas parte nada significante de la elaboración onírica consiste en crear nuevas coincidencias de este genero cuando las existencias no pueden pasar al sueño por oponerse a ello la resistencia de la censura.
La analogía, la coincidencia y la comunidad son representadas generalmente por el sueño mediante la sintesis, en una unidad, de los elementos que la componen. Cuando esta unidad no existe de antemano es creada al efecto. En el primer caso, hablamos de identificación y en el segundo de formación mixta. La identificación es utilizada cuando se trata de personas, y la formación mixta, cuando los elementos que han de ser fundidos en una unidad son objetos. No obstante también quedan constituidas formaciones mixtas de personas.
La identificación cosiste en que solo una de las personas enlazadas por una comunidad pasa a ser representada en el contenido manifiesto, quedando las restantes como reprimidas para el sueño. Cuando la formación mixta se extiende a las personas muestra ya la imagen onírica rasgos que pertenecen a las personas por ella representadas, pero que no le son comunes, quedando así determinada, por la reunión de tales rasgos, una nueva unidas, una persona mixta
La identificación o la formación de personas mixtas sirve para diversos fines: 1º. Para la representación de una comunidad de las dos personas. 2º. Para la representación de una comunidad desplaza. 3º. Para expresar una comunidad simplemente deseada.
d) El cuidado de la representabilidad
- Ya se sabe que el material onírico despojado de casi todas sus relaciones, experimenta una comprensión. En tanto que la relación simultanea de desplazamiento de intensidad entre sus elementos le impone una transmutación de su valor psíquico. Los desplazamientos examinados demostraron ser sustituciones de una representación determinada por otra asociativamente contigua a ella y se revelaron muy útiles para la condensación. Pero el proceso de desplazamiento puede también revestir una forma distinta y que, según muestra el análisis, se manifiesta en una permuta de la expresión verbal de las ideas correspondientes.
El desplazamiento se realiza siempre en el sentido de sustituir una expresión incolora y abstracta de las ideas latentes por otra plástica y concreta. Lo plástico es susceptible de representación en el sueño y puede ser incluido en una situación, pero la abstracta ofrecería a la representación onírica dificultades analogías las que hallaríamos al querer ilustrar un articulo de fondo de un diario político. Pero este cambio de expresión no favorece la representabilidad, resultando también ventajoso para la condensación y la censura.
La expresión verbal favorece en algunos casos la condensación onírica por un camino aun más corto, por lo que es aprovechable para la elaboración de los sueños todo el sector verbal.
e) La representación simbólica en el sueño. Nuevos sueños típicos
- El sueño utiliza, como anteriormente se ha expuesto, un simbolismo para la representación disfrazada de sus ideas latentes. Entre estos símbolos hay muchos que entrañan siempre, o casi siempre, la misma significación. Un símbolo, incluido en el contenido manifiesto, debe ser interpretado con frecuencia en su propio sentido y no simbólicamente.
f) Ejemplos de representaciones. El calculo y el discurso oral en el sueño
- Se puede afirmar que la elaboración onírica no calcula, ni acierta ni erróneamente; se limita a reunir en forma de calculo matemático números entrañados en las ideas latentes y que pueden servir de alusiones a un material no representable.
Es un hecho probado que la elaboración onírica no puede crear discursos originales.
La elaboración onírica (continuación)
a)Sueños absurdos. Los rendimientos intelectuales del sueño
- Muchos de los sueños muestran un contenido manifiesto total o fragmentariamente absurdo. Ya se señalo, que ha ofrecido a los detractores del fenómeno onírico un principal argumento para no ver en el sino un desatinado producto de una actividad mental reducida y disgregada.
Algunos de los sueños en los que la absurdidad del contenido manifiesto no es sino una apariencia, se desvanece en cuanto profundizamos algo en el sentido del sueño.
b) Los afectos en el sueño
- Las manifestaciones afectivas del sueño no pueden ser comprendidas en el juicio despectivo que al despertar hacemos recaer sobre el contenido manifiesto del mismo. “Cuando soñamos con ladrones y sentimos miedo, los ladrones son imaginarios, pero el miedo es real”. El testimonio de nuestra sensación nos demuestra que dichos efectos son perfectamente equivalentes a los de igual intensidad surgidos en la vigilia. Mas aun en su contenido de representaciones, apoya el sueño en su contenido afectivo su aspiración a ser comprendido entre las experiencias reales de nuestra alma. Si esto para inaceptable a nuestro pensamiento despierto es porque somos incapaces de evaluar psíquicamente un afecto fuera de su conexión con un contenido de representaciones. En cuanto al afecto y la representación no se corresponden en forma e intensidad queda ya desconcertada nuestra facultad de juicio.
Ha despertado siempre extrañeza el que las representaciones oníricas no traigan consigo muchas veces aquellos afectos que nuestro pensamiento despierto considera necesariamente concomitantes a ellas. A ello se supone que eran despojadas del sueño. Pero sucede que también hallamos en el fenómeno contrario, es decir, la aparición de intensas manifestaciones afectivas concomitantes a un contenido que no aparece dar ocasión alguna para un desarrollo de afecto.
El análisis enseña que los contenidos de representaciones han pasado por desplazamientos y sustituciones, mientras que los afectos han permanecido intactos.
Los afectos constituyen la parte más resistente de aquellos complejos psíquicos que han experimentado la acción de la censura, y por tanto, la que mejor puede guiar en la labor de interpretación.
c) La elaboración secundaria
- Aquí se llega a la exposición del cuarto de los factores que participan en la formación de los sueños.
Prosiguiendo la investigación del contenido manifiesto, se llega a una serie de elementos para los que se precisa una hipótesis totalmente nueva.
No todo lo que el sueño contiene procede de las ideas latentes, pues existe una función psíquica, no diferenciable de nuestro pensamiento despierto, que puede proporcionar aportaciones al contenido manifiesto.
Lo que caracteriza y delata a esta parte de la elaboración onírica es su tendencia. Esta función procede tapando con sus piezas y temiendo las soluciones de continuidad del edificio del sueño. Consecuencia de esta labor es que el sueño pierde su primitivo aspecto absurdo e incoherente y se aproxima a la contextura de un suceso racional.
Este cuarto factor se manifiesta predominantemente en la selección del material onírico de las ideas latentes.
Apéndice (del doctor Otto Rank)
El sueño y la poesía
- Desde muy antiguo, los hombres han advertido que sus productos oníricos nocturnos delataban ciertas analogías con las creaciones de la poesía, y muchos poetas y pensadores han dedicado preferente atención al examen de las relaciones de la forma, contenido y efecto, fácilmente visibles entre los dos fenómenos comparados. Los datos e hipótesis productos de esta labor, caracterizan tan precisamente la esencia de dichos dos fenómenos, que la investigación propiamente científica no pierde nada con hacerse cargo de ellos. Ante todo, interesara al investigador de los sueños comprobar la estimación y comprensión que el enigma onírico ha hallado en los psicólogos intuitivos, la forma en que los poetas han sabido utilizar en sus obras su conocimiento de la vida onírica, y que conexiones resultan quizá visibles entre las singulares facultades del alma durmiente y el alma inspirada.
“Tanto en el sueño como en la vigilia, vivimos y sentimos, ambos estados forman igualmente parte de nuestra existencia. El sueño es una vida que unida a la nuestra constituye aquello que denominamos existencia humana. Los sueños penetran en la vigilia y no puede decirse donde acaban y empieza esta”.
Nietzsche descubre análogas relaciones del sueño con la vida despierta: “Aquello que vivimos en sueños, siempre que lo vivamos con frecuencia, pertenece, al fin y al cabo, a la totalidad de nuestra alma, como cualquier otra cosa realmente vivida, y en pleno día despierto, somos llevados un poco de la mano por los hábitos de nuestros sueños”.
Pero los poetas no se limitan a reconocer la significación de la vida onírica para el conocimiento de los hombres, sino que saben exponer, sobre la esencia de los sueños, muchas cosas interesantes, que han coincidido singularmente numerosas veces con los resultados de la investigación psicoanalítica.
Hebbel: “Los antiguos intentaban servirse de los sueños para predecir al hombre lo que habría de ocurrirle. Pero se equivocaban. Lo que pueden revelarnos los sueños es mas bien lo que el sujeto hará”.
El sueño y el mito
- La importancia del sueño para la formación de los mitos y las fábulas ha sido observada y reconocida ha largo tiempo por los investigadores. Mitólogos han estudiado amplia y minuciosamente la importancia de la vida onírica, y dentro de ella, el sueño de angustia, para la comprensión de algunos grupos de mitos o, por lo menos, de temas. Especialmente, la pesadilla o sueño de opresión, con sus numerosas relaciones con temas mitológicos, ofrecía favorable ocasión a estos estudios, y algunos de sus elementos, tales como la parálisis motora, la exclamación del propio nombre, etc., parece haber hallado realmente una cristalización en los correspondientes relatos míticos.
Psicología de los procesos oníricos
a) El olvido de los sueños
- Desde diversos sectores se ha indicado que desconocemos el sueño que queremos interpretar o mejor dicho, que no poseemos garantía ninguna de la exactitud de nuestro conocimiento del sueño. Aquello que del sueño recordamos, y a lo que aplicamos nuestra técnica interpretadora, parece, en primer lugar, fragmentado por la infidelidad de nuestra memoria, particularmente incapaz para la conservación del sueño, y ha perdido, quizá, la parte más importante de su contenido. En segundo lugar, todo nos hace suponer que nuestro recuerdo del sueño no es solamente fragmentario, sino también infiel.
También resulta imposible fundamentar de los sueños mientras no lo referimos al poder de la censura psíquica. La sensación de que hemos soñado mucho durante una noche y solo muy poco recordamos puede tener en una serie de casos un sentido diferente. Pero, salvo en estos casos, no podemos dudar de que el sueño se nos va olvidando paulatinamente a partir del momento en que despertamos. Lo olvidamos incluso en ocasiones en que realizamos los mayores esfuerzos para que no se nos escape.
b) La regresión
- El sueño es un acto psíquico importante y completo. Su fuerza impulsora es siempre un deseo por realizar. Su aspecto, en el que nos es imposible reconocer tal deseo, procede de la influencia de la censura psíquica que ha actuado sobre el durante su formación. Han colaborado en su formación una necesidad de condensar el material psíquico, un cuidado de que fuera posible su representación por medio de imágenes sensoriales, y además, el cuidado de que el producto onírico total presentase un aspecto racional e inteligente. Se debe incluir al sueño en la totalidad de la vida anímica.
Fuera de la realización de deseos no hay mas que un solo carácter que separe en este caso los dos géneros de actividad psíquica.
La experiencia descubre que durante el día aparece desplazado por la censura de la resistencia, y para las ideas latentes, este camino que conduce a la conciencia a través de lo preconsciente. Durante la noche se procuran dichas ideas el acceso a la conciencia. Si estas dependieran de una disminución nocturna de la resistencia que vigila en la frontera entre lo consciente y lo preconsciente, tendríamos sueños que nos mostraran el carácter alucinatorio que ahora nos interesa.
c) La realización de deseos
- La realización de deseos ha hecho dividir los sueños en dos grupos. Sueños en los que mostraban francamente tal realización, y otros, en los que no es posible descubrirla sino después de un proceso de análisis. En estos últimos se reconoce la actuación de la censura. Los sueños no disfrazados demuestran ser característicos de los niños.
Se hallan tres posibles procedencias del deseo: 1º. Puede haber sido provocado durante el día y no haber hallado satisfacción a causa de circunstancias exteriores, y entonces perdura por la noche un deseo reconocido e insatisfecho. 2º. Puede haber surgido durante el día, pero haber sido rechazado, y entonces perdura en nosotros un deseo insatisfecho, pero reprimido; y 3º. Puede hallarse exento de toda relación con la vida diurna y pertenecer a aquellos deseos que solo por la noche surgen en nosotros, emergiendo de lo reprimido.
d) La interrupción del reposo por el sueño. La función del sueño. El sueño de angustia
- Ya en el curso del día o luego, durante el estado de reposo, se abre camino el deseo inconsciente hasta los restos diurnos y efectúa su transferencia a ellos. Surge entonces un deseo transferido al material reciente o queda reanimado el deseo reprimido reciente por un refuerzo emanado de lo inconsciente. Este deseo quisiera ahora llegar a la conciencia por el camino normal de los procesos mentales a través del Prec., al que pertenecen por uno de sus componentes, pero tropieza con la censura aun vigilantes y tiene que someterse a su influencia. Tal encuentro le impone una deformación iniciada ya en su transferencia a lo reciente. El proceso onírico toma entonces el camino de la regresión, camino, que en estado de reposo deja abierto, y sigue al hacerlo la atracción que sobre el ejercen grupos de recuerdos, dados en parte como cargas visuales y no como traducción a los signos de los sistemas posteriores. Por el camino de la regresión conquista la representabilidad. La conciencia, que es como un organo sensorial destinado a la percepción de cualidades psíquicas, es excitable durante la vida despierta desde dos puntos diferentes. En primer lugar, desde la periferia de todo el aparato, especialmente desde el sistema de la percepción, y además por las excitaciones placientes y displacientes que emergen como única cualidad psíquica en las transformaciones de energía desarrolladas en el interior del aparato.
Una vez que el sueño se ha convertido en percepción, le es posible excitar la conciencia con las cualidades conquistadas. Esta excitación sensorial produce aquello en lo que consiste su función, haciendo recaer sobre el estimulo, a titulo de atención, una parte de la carga de energía disponible. De este modo tenemos que conceder que el sueño produce siempre en cierto sentido un despertar, puesto que convierte en actividad una parte de la energía que reposa en el Prec. Y recibe entonces de ella aquella elaboración secundaria disponible. Quiere esto decir que el sueño es tratado por dicha actividad como otro cualquier contenido de percepciones, siendo sometido a las mismas representaciones de espera, en cuanto su material lo permite. La dirección del curso de esta tercera parte del proceso del sueño es nuevamente progresiva.
Su segunda parte, se extiende probablemente a través de toda la noche, circunstancia que justifica nuestra frecuente sensación de que henos soñado durante toda la noche. Aunque no sabemos que. El cuidado de la comprensibilidad, como proceso de percepción, no puede ser llevado a efecto antes de atraer el sueño la atención de la conciencia. Desde este punto, experimenta el proceso de un aceleramiento. La elaboración da intensidad para atraer sobre si la conciencia y despertar lo preconsciente independientemente del tiempo y de la profundidad de reposo.
e) El proceso primario y el secundario. La represión
- El descubrimiento de las ideas latentes ocultas confirma que el sueño continuo los estímulos e intereses de la vida despierta. Estas ideas latentes no se ocupan sino de aquello que nos parece importante. Sin embargo recoge los restos indiferentes del día.
El sueño constituye la sustitución de cierto numero de cierto numero de ideas procedentes de nuestra vida diurna. Estas proceden de nuestra vida mental normal.
Nos es posible desarrollar las más complicadas funciones intelectuales sin intervención ninguna de la conciencia.
Los procesos mentales se les llama preconscientes y se les considera como correctos.
f) Lo inconsciente y la consciencia. La realidad
- Son dos procesos o modos de la derivación de la excitación.
El problema de lo inconsciente en la psicología es, menos un problema psicológico que el problema de la psicología.
El medico y el filosofo no solo coinciden cuando reconocen que los procesos psíquicos inconscientes constituyen la expresión adecuada y justificada de un hecho incontrovertible.
Lo inconsciente es lo psíquico verdaderamente real: su naturaleza interna nos es tan desconocida como la realidad del mundo exterior y nos es dado por el testimonio de nuestra conciencia tan incompletamente como el mundo exterior por el de nuestros órganos sensoriales.
La diversidad de los problemas de la conciencia se nos muestra en su totalidad en el análisis de los procesos mentales histéricos.
Bibliografía
- Para este trabajo he utilizado los tres libros de La interpretación de los sueños de Sigmund Freud, la Enciclopedia Larousse, y paginas de Internet.
20
Descargar
Enviado por: | Verónica Iglesias López |
Idioma: | castellano |
País: | España |