La gitanilla

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Datos sobre el libro

Título: Novelas ejemplares I; Autor: Miguel de Cervantes; Editorial: Cátedra; Edición: Vigésima; Ciudad: Madrid; Año: 2000

Miguel de Cervantes Saavedra.

Escritor español (Alcalá de Henares 1547-Madrid 1616)

Su padre era cirujano y formaba parte de la ambiciosa clase media. Se dice que Cervantes estudió en Sevilla, con los jesuitas, y más tarde en una escuela de Madrid. A los 22 años entró al servicio de un cardenal en Italia, ésta era la única forma de escapar a su condición, pero primero tuvo que demostrar su limpieza de sangre, sin de mezcla de judío o de moro.

Participó en la guerra y fue herido. Siempre se vanaglorió de ello, era buen cristiano y tambien buen patriota.

Fue hombre de armas y de letras. En Italia lo recomendaron para capitán y en su viaje para España lo secuestraron. En 1580 consigue volver a España.

Contrajo matrimonio en 1584. en 1587 se encargó de una parte del abastecimiento de la Armada Invencible. Pero este cargo le causó problemas y sufrió excomuniones por haber requisado propiedades de la Iglesia.

En 1597 estuvo en la cárcel. En 1605 imprimió “Don Quijote”.

Cervantes hizo las paces con la Iglesia y se dedicó a escribir. Fue enterrado en el convento de las Trinitarias Descalzas, donde reposa bajo una losa anónima.

La novela trata a cerca de la historia de amor de un joven caballero (D. Juan) y una hermosa gitana (Preciosa). La gitana estaba bajo la protección de una vieja gitana. El caballero se enamora de Preciosa, pero ella le pone como condición que se haga pasar por gitano durante 2 años y después decidía si se casaba o no con él. Él acepta encantado. Todo iba bien, hasta que un día tienen un problema en Murcia. Lo encarcelan y para salvarlo se descubre que Princesa es la hija perdida del Corregidor y tambien que D. Juan es un caballero. Tanto el amor de uno como del otro es sincero y puro, esto queda demostrado con lo que el Corregidor hace antes de casarlos.

Existe un juego entre la realidad y la fantasía. Dicho juego queda patente en el idealizado amor que siente D. Juan por Preciosa. Lo que siente puede ser muy real, pero esta idealizado, exagerado... La belleza de Preciosa parece demasiado destacada. Al destacar esta belleza, se da a entender la diferencia que hay entre gitanos y “payos”, la chica es tan guapa por algo: porque lleva sangre noble en sus venas.

Tan bella era la chica que no solo tenia enamorado a D. Juan, sino que también a un hombre al que los gitanos llamaron Clemente. Ambos le demostraron así su amor:

Clemente: “Corona del donaire, honor del brío

Eres, bella gitana,

Frescos de la mañana,

Céfiro blando en el ardiente estío;

Rayo con que amor ciego

Convierte el pecho más nieve en fuego;

Fuerza que ansí la hace,

Que blandamente mata y satisface”

D. Juan: “Cuando el cielo me dispuso a quererte, Preciosa mía, determinaré de hacer por ti cuanto tu voluntad acertase a pedirme... haz de mí todas las experiencias que más quisieres; que siempre me has de hallar en el mismo que ahora te significo...”

Este amor es incondicional, ciego... al igual que S. Juan de la Cruz amaba a Dios. Hacen todo lo posible por y para sus “amadas”. Buscan donde haga falta, hacen lo que sea necesario por estar cerca de su amor, donde obtiene la felicidad plena y eterna.

El sufrimiento, la vía purgativa también están presentes. Para conseguir el amor de Preciosa ha de pasar por ser gitano. Al igual que Lázaro pasa hambre y miseria hasta conseguir una vida digna y feliz.

Contiene elementos realistas. Esto se puede demostrar comparando el amor de Calixto y Melibea con el de D. Juan y Preciosa, dichos amores son iguales. Este amor es renacentista, idealizado... También muestra la realidad, tratando las clases bajas (la vieja, las putas, los criados...)

Se enseña la vida del gitano como algo maravilloso, como un camino de rosas, de felicidad y respeto ante todo:

“...ninguno solicita la prenda del otro; libres vivimos de la amarga pestilencia de los celos...”

“...somos señores de los campos, de los sembrados, de las selvas, de los montes, de las fuentes y de los ríos...”

“...del sí al no, no hacemos diferencia cuando nos conviene: siempre nos preciamos mas de mártires que de confesores...”

En esta obra aparece uno de los elementos característicos del barroco, que es el engaño:

“...si tenía alguna afición a D. Juan. Respondío que no más de aquella que le obligaba a ser agradecida a quien se había querido humillar a ser gitano por ella...”

“...don Sancho, que así dijo el mozo que se llamaba; pero los gitanos se le mudaron en el de Clemente...”

“...No tuvo atrevimiento Andrés (que así le llamaremos de aquí en adelante)...”

Pero Cervantes no es barroco. Él cree en la esperanza en el amor. En el barroco se piensa: en el mundo, el mayor delito del hombre es haber nacido. Se piensa que el hombre es un desgraciado, pero Cervantes no cree eso. También está el odio a la mujer, que llamaremos misoginia.

Barroco: -Quevedo: adora a la mujer, pero luego la critica.

-Gracian: peores son las mujeres que los hombres.

Realista: -Cervantes: idealiza a la mujer; a una mujer de campo la convierte en la mujer de sus sueños.

La razón por a cual hacen el viaje a Murcia es porque Clemente necesita ir a Cartagena a tomar un barco para Italia. Lo que pensaban hacer era viajar por Andalucía, pasar por Sevilla; pero la vieja pone impedimentos. Así es que deciden viajar por la Mancha hasta llegar a Murcia.

Lo primero que sucede nada más llegar a Murcia es una desgracia. Una muchacha se enamora de D. Juan, pero él está comprometido y para evitar problemas deciden marcharse de ese lugar. La chica, en venganza, consigue que lleven preso a D. Juan tras acusarlo de ladrón. Él se indigna y mata al sobrino del alcalde que es el que intentaba detenerlo.

Han de trasladarlo a la ciudad de Murcia y allí es donde se ve la presencia y la elegancia de las clases nobles. La bondad tanto del Corregidor (D. Fernando) como de la Corregidora (Doña. Guiomar) quedan patentes: al no culpar a la vieja por haberse robado a la niña de pequeña, al salvar a D. Juan de la muerte que le esperaba, al permitir la boda...

Tambien cabe destacar la presencia de poetas en Murcia:

“...los poetas de la ciudad, que hay algunos, y muy buenos...”

esto le da prestigio a la ciudad, en el libro se describe así la poesía:

“hase de usar de la poesía como una joya preciosísima... ni la muestra a todas las gentes, ni a cada paso, sino cuando convengo y sea razón que la muestre... Es amiga de la soledad...”

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