Literatura
La familia de Pascual Duarte; Camilo José Cela
LA FAMILIA DE PASCUAL DUARTE
El perspectivismo en La familia de Pascual Duarte: contraste entre la imagen de sí mismo que ofrece en su relato autobiográfico y la imagen que ofrecen textos que no son de él.
El transcriptor al principio del libro hace una referencia al protagonista diciendo que es un hombre cuya conducta no se ha de imitar, debido a su brutalidad, es el modelo de hombre del que hay que evitar parecerse.
Aparece también la cláusula del testamento de Don Joaquín Barrera López (personaje al que van escritas las memorias de Pascual), este hombre ordena que se quemen dichas hojas con la historia de Pascual Duarte sin leerlas porque es un ser cruel y del que no hay que tomar ejemplo.
Santiago Lureña, el capellán de la cárcel para entonces, que confesó a Duarte, escribe una carta, expuesta al final de la novela en la que habla de Pascual, diciendo que en un principio él tenía una opinión sobre el personaje muy diferente a la que acabó por tener, le parecía, hablando metafóricamente, una hiena, un ser malo y cruel, pero su impresión giró, hasta creer que era un simple corderillo manso, muy asustado por las experiencias de su vida. Este hombre presenta con orgullo como al final de su vida, Pascual Duarte encomienda a Dios su alma, como si hubiese sido un buen cristiano a lo largo de su vida, ignorando que fue un vulgar asesino capaz incluso de matar a su propia madre por el odio que desarrollaba a esta. Denomina su muerte como ejemplar y esperaba que fuera acogido por Dios.
Hay otra carta, la de Cesáreo Martín, un guardia civil de la cárcel, otra persona cercana al criminal. Su opinión se centra en que fue el preso más célebre del que guarda recuerdo, decía que estaba enfermo de la cabeza, que al confesarse empezó a sentirse muy culpable y ni siquiera comía. Escribe sobre la reacción de Pascual ante su muerte, presentándola como la de cualquier otro ser humano con miedo a la muerte, detestando a cuantos tiene a su alrededor. Según su forma de hablar de él se sobreentiende que tenía buena imagen del protagonista.
Pascual Duarte habla de él muy sinceramente, sin quitarse la culpa de todas sus actuaciones aunque intentando dar alguna explicación de su conducta. Es consciente a lo largo de su vida de que no es una mala persona, sino que, en parte por superstición y en mayor medida por su incultura, cree que es sujeto de un fatalismo o mala suerte. Incluso cuando le sueltan de la cárcel 25 años antes de lo que debían, acaba por arrepentirse de que lo hubieran hecho, diciendo que si se hubiera quedado allí habría evitado cantidad de actos que no debió cometer, como la muerte de su madre. Le dice a Joaquín Barrera López (hombre al que dirige sus memorias) que se siente muy mal por el camino que ha seguido en su vida y que no pide el indulto ya que si le perdonaran probablemente seguiría en sus andadas de criminal. Le echa la culpa de su comportamiento a la infancia y experiencias que tuvo, sin educación, rodeado de violencia y crueldades y sin ningún tipo de cariño. Utiliza como excusa también el hecho de que son los demás los que le incitan y él es incapaz de controlarse.
Pascual Duarte como novela social.
La características más importantes de este tipo de literatura son: se refleja la realidad social del país (en este caso España), ambientes centrados en la vida en la ciudad, la vida en el campo, la vida burguesa y el mundo obrero, el tratamiento formal se caracteriza por el predominio del diálogo, un personaje central, frases cortas y de léxico sencillo, incluye temas como el mundo de lo cotidiano, la soledad y la incomunicación y la visión critica del pensamiento y la cultura de la época.
Todo esto se observa claramente en la obra, que se sumerge en la sociedad rural de España que arrastraba varios siglos de ignorancia, escasos recursos económicos, dominio de la iglesia... lo que daba una diferencia de clases muy importante.
En la novela se expone problema económico, con la pobreza de la gente de clases bajas, como Pascual Duarte y su familia, describe la situación de la casa que habitan (muy simple, con tan sólo lo esencial) la escasez en las comidas...
La incultura de la época se refleja en la casi inexistente educación de Duarte en su infancia, tan únicamente aprendió a leer y escribir y después abandonó la escuela, lo cual era muy común en esos tiempos, en los que mucha gente era inculta, donde las mujeres tenían aún menos posibilidades de estudio.
También se hace una referencia a la justicia de aquella época, un tanto ineficaz. Cuando a Pascual le meten en la cárcel por haber matado al Estirao, dice que le sacan en tan solo tres años, de los veintiocho que le habían echado, le redujeron la condena por su buen comportamiento.
El tema de la sanidad también está algo presente, se ve la poca atención médica de la época, ellos tienen a la señora Engracia, que no es una doctora, simplemente una vecina amiga de la familia que se encarga de cuidarlos en los temas referentes a la salud, los partos etc.
En este caso está ambientada en la vida del campo con gente obrera.
Suelen aparecer muchos diálogos recordados literalmente por Pascual, el léxico no es nada complicado, debido seguramente a la incultura del escritor, obviamente el tema de lo cotidiano está muy presente en al novela, así como la soledad y la cultura, mencionado antes, dejando sin tocar apenas la incomunicación.
¿Pascual Duarte víctima social o psicópata?
Es muy difícil llegar a una conclusión clara al final del trabajo sobre si nos encontramos ante una víctima social o ante un psicópata.
Por una parte, el autor insiste en presentárnoslo como víctima social, donde su entorno, su familia, amigos... le llevan a desarrollar ese fatalismo en el que constantemente cae Pascual Duarte. Se nos presenta como un individuo que pretende ser pacífico pero es muy violento, que recurre a la fuerza para dar salida a sus problemas más próximos. A pesar de que el autor nos lo presenta como un individuo de buenos sentimientos al final acaba siempre en encrucijadas que sólo es capaz de resolver mediante la violencia o huida. La respuesta más simple es obviamente esta, pero se podrían dar muchos argumentos en contra, que hacen suponer que se trata de un psicópata, por ejemplo, una persona normal, no es capaz de matar a su propia madre por más que pudiera ser merecedora del odio de su hijo, lo cual no justifica acabar con su vida. Tampoco cualquier ser humano racional mataría sin razón ninguna a su propia mascota (en este caso el perro) sin sentimiento alguno, o matar a la yegua sin escrúpulos etc.
Se contrastan los buenos sentimientos de Pascual al hablar de su hijo, de sus mujeres y los momentos felices que con ellas ha pasado o el cariño que le tiene a su hermana, con toda la ira y violencia que salen de él en determinados momentos.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos, yo diría que es un vulgar psicópata influido, por supuesto, por el difícil ambiente social de la época, por su entorno familiar escaso de cariño y por la crueldad que tuvo a su alrededor en la infancia.
Pascual Duarte como novela existencial.
Una novela existencial es aquella que presenta las reacciones de un personaje ante situaciones límite, en esta obra podrían considerarse situaciones límite el comportamiento de la gente respecto al hermano de Pascual, Mario, y su sucesiva muerte: no era un niño muy desarrollado mentalmente, la madre no le prestaba atención, le maltrataba e incluso se reía cuando otros le pegaban, no le demostraba mucho cariño, ante esta situación Pascual reaccionaba con rabia hacia la madre que él contenía pero que por dentro iba creciendo, especialmente cuando Mario muere y su madre no derrama ni una sola lágrima por él.
La muerte del hijo que Pascual tenía con Lola también puede considerarse otra situación límite, en la que el protagonista se siente muy mal, quería mucho a ese bebé, aunque no llega a reaccionar violentamente.
Cuando un amigo cuenta una historia que ofende a Pascual Duarte porque piensa que se refiere a él mismo, su reacción es realmente brusca y violenta, le pega unos navajazos sin pensárselo dos veces.
Otra situación que se podría considerar límite sería al enterarse de que su primera esposa, Lola, había perdido debido al golpe de una yegua, la reacción del personaje principal es ir a matar a la yegua por ser la culpable del aborto de su mujer, es otra reacción violenta.
Acaba por estar viviendo con su madre, su mujer y su hermana, que le ponen muy nervioso y necesita mucha paciencia para no matar a ninguna, con lo cual, la solución que ve para evadirse de dicho ambiente es hacer un viaje y huir de su casa por una temporada.
La más importante es su propia muerte, en un principio dice que se haga la voluntad de Dios, pero más tarde empieza a ponerse muy nervioso y violento gritando, pataleando e incluso escupiendo, demostrando su miedo a la muerte.
Pascual Duarte y la novela picaresca, demuestra como Pascual Duarte sigue estos moldes.
Las características básicas de dicho tipo de novela son las siguientes:
El protagonista es el pícaro procedente de los bajos fondos, su comportamiento o conducta está marcada por el engaño, la astucia y la trampa ingeniosa, su libertad es su gran bien. Exactamente Pascual Duarte podría caracterizarse como pícaro, que procede de clases bajas, con un comportamiento parecido al típico pícaro. Suele ser un huérfano, en este caso Pascual Duarte no lo es pero sí es cierto que a pesar de no serlo tuvo que sobrevivir su infancia con estrategias propias de éste, es decir, buscarse la vida lo mejor que pueda, escapando de los problema como hacía cuando evitaba estar presente en las peleas de sus padres.
Otra característica es su carácter autobiográfico, el protagonista narra sus propias aventuras, al igual que Pascual.
En las novelas picarescas se halla una doble temporalidad. El pícaro aparece en la novela desde una doble perspectiva: como autor y como actor. Como autor se sitúa en un tiempo presente que mira hacia su pasado y narra una acción, cuyo desenlace conoce de antemano, lo mismo le pasa a Duarte, cuanta su historia desde la cárcel, mirando a su pasado narrando sus memorias, y adelantando de vez en cuando desgracias que sucederán ya que de antemano sabe lo que va a pasar.
En las novelas picarescas hay un cierto carácter moralizante, vendría a ser un gran ejemplo de conducta aberrante que, sistemáticamente, resulta castigada. La familia de Pascual Duarte tiene el mismo fin, todas las historias que cuenta tan violentas tienen el carácter moralizante de intentar evitar todos los errores que él tuvo.
Pascual Duarte y el tremendismo o realismo sucio.
El tremendismo es una tendencia literaria un tanto fantástica que presenta personas y aspectos muy desagradables de la realidad, encaja perfectamente con la novela, ya que Cela se vale de imágenes, metáforas o comparaciones para presentar al lector actos realmente desagradables, tétricos, propios de esta literatura.
El primer ejemplo de este realismo sucio sería la escena de la muerte del perro a escopetazos, donde describe el color y la textura de la sangre del animal extendiéndose por la tierra, o la de la yegua, explicando cómo le clavó la navaja y cómo era su piel. Más ejemplos serían cuando explica con todo detalle la muerte del Estirao, diciendo que su pecho hacía el mismo ruido que si estuviera en un asador, dice también que la sangre le salía por la boca, lo cual es bastante desagradable de leer. Expresa también que la sangre de Zacarías corría como un manantial cuando le apuñaló.
Al contar el asesinato de su madre se puede apreciar el realismo sucio del que hablamos, cuando, después de pensárselo un rato decidió atacar, explica que rugían entre los dos al luchar, que la baba salía de sus bocas, incluso habla de que la madre le mordió un pezón y se lo arrancó, seguidamente expresa la forma en la que la mata, lo cual no me parece agradable para escribirlo, también describe la sangre que sale de ella comparándola con la de los corderos. Por último aclara que huyó y que pudo respirar.
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Enviado por: | Elena |
Idioma: | castellano |
País: | España |