La electricidad

La electricidad es el movimiento de electrones de un sitio a otro. En el mundo moderno, constantemente necesitamos energía para todas las actividades que realizamos. Casi todos los aparatos que utilizamos funcionan con energía eléctrica. Para este trabajo vamos a ver una pequeña historia de la electricidad, fuentes de energía eléctrica y principales aplicaciones de la energía.

Historia de la electricidad

En la historia de la electricidad, hay descubrimientos destacados en épocas muy distintas.

Ya en la Antigüedad, en Grecia, se conocían algunos materiales que al ser frotados atraían objetos ligeros. Uno de ellos es el ambar amarillo.

Estas atracciones no se estudiaron detenidamente hasta los siglos XVII y XVIII. A ese fenómeno de atracción se le llamó electroestática. Un inglés llamado Gibert descubrió muchos materiales que atraían a otros al frotarlos. Luego escribió sobre los imanes.

Algunos años después, von Guericke descubrió que los cuerpos se repelían unos a otros. Y pronto otros científicos como Stephen Gray y Charles Du Fay, pensaban en una electricidad negativa y otra positiva.

Franklin descubre que los rayos son como chispas entre el suelo y la nube, e inventa el pararrayos.

Más tarde, el francés Ampere establece las leyes de la corriente eléctica y teorías sobre el magnetismo.

Ohm, Joule, Pouillet y Kirchoff muestran también algunas leyes de la electricidad.

Gauss y Weber hacen algunas unidades de medida.

Maxwell hace también importantes descubrimientos y establece algunas de las ecuaciones más importantes de la física.

Después, un alemán confirma es as teorías con experimentos gaseosos.

Y por fin, a finales del siglo XIX, Becquerel y Curie descubren la radioactividad y el electrón.

Fuentes de energía

La energía eléctrica se puede obtener de muchas maneras. Cuando la fuente de energía es eterna, se llama energía renovable, y cuando se agota, se dice que no es renovable.

Energías renovables

• Energía eólica: Se puede crear energía a partir del viento. El viento mueve las aspas de uno o más molinos, que crean energía eléctrica.

• 
  Energía hidráulica: La energía hidráulica se consigue haciendo caer el agua por una presa en un embalse. El agua cae desde gran altura y hace girar unas turbinas, que con el movimiento crean energía eléctrica.

• Energía solar: Se divide en dos grupos.

+ Fototérmica: Se convierte la radiación solar en calor, y este calor se utiliza para calentar edificios, agua, mover turbinas...

+ Fotovoltaica: Los sistemas fotovoltaicos convierten la energía del sol en electricidad. El silicio que compone las células fotovoltaicas hace reacción con materiales de la radiación solar creando energía eléctrica.

Energías no renovables

• Petróleo: El petróleo es un conjunto de componentes como el carbono y el hidrógeno, y algunos otros en menor medida. Tras un tratamiento industrial se sacan muchos tipos de combustibles y disolventes, que crean energía con su combustión.

• Biomasa: Tras este nombre tan raro se esconde simplemente la quema de leña. Se puede quemar la leña directamente o la conversión indirecta en hidrocarburos mediante procesos químicos.

• Nuclear: La energía nuclear consiste básicamente en desintegrar los átomos de uranio. Al desintegrarlos se libera mucha energía, que es utilizada para el aprovechamiento humano.

Aplicaciones de la energía.

¿Con qué se alumbraban antes de 1800?

Fuego, velas, lámparas de aceite vegetal, de ballena y de keroseno.

A partir de 1847, se empezaron a comercializar las primeras bombillas.

En 1881, Edison crea una bombilla que dura encendida 44 horas.

A partir de ahí se van inventando bombillas y otros artilugios eléctricos que duran más y gastan menos energía. La energía eléctrica tiene aplicaciones en:

• Construcción: Sin electricidad no se podrían construir edificios, ni puentes, ni carreteras.

• Comunicaciones: No existirían ni los teléfonos, ni la radio, ni la televisión, ni Internet.

• Transportes: No funcionarían los coches, ni los trenes, ni barcos ni aviones.

• Educación: Los libros de texto se maquetan en ordenador y tendrían que ser imprimidos con la vieja imprenta de tinta, que se tarda mucho y queda muy mal.

• Ocio: Se descartan todos los juegos de ordenador, la tele, las revistas serían como los periódicos, etc.

• Alimentación: Los alimentos frescos se estropearían enseguida sin refrigeración, y la comida tendría que ser cocinada al fuego, sin microondas, ni vitrocerámica, ni nada.

Estos son sólo algunos ejemplos de como empeoraría notablemente la sociedad sin electricidad. También tendría sus ventajas:

• Guerras: No se podrían fabricar armas de fuego, y se volvería a las clásicas guerras de la Edad Media, con arcos y espadas.

• Contaminación: La contaminación mundial está producida por los avances tecnológicos de la sociedad, que no se habrían producido sin electricidad.

• Enfermedades: Muchas de las enfermedades modernas son producidas por los avances del mundo, como el SIDA.

Conclusión

Cada vez se realizan más rápidos avances sobre la electricidad en ese siglo, y sería muy largo contar todos los avances tecnológicos que han sido posibles gracias a ella. Pero no sería exagerar si dijéramos que la civilización actual volvería a un estado primitivo de no haberse descubierto esta forma de energía. Imagina tu vida sin electricidad. No habría luz eléctrica, ni teléfono o cualquier modo de comunicación a distancia que no sea la imprenta. No habría ordenadores, ni cine, ni TV. Tampoco coches, ni otros medios de transporte. La medicina retrocedería a sus orígenes, sin rayos X, resonancia magnética, ecografías, etc. La alimentación retrocedería, sin refrigeración, ni microondas. Sin satélites de comunicación la meteorología sería incapaz de predecir huracanes y otros fenómenos de ese tipo. Si no hay automóviles, tampoco habrá máquinas de construcción. ¿Habría edificios, puentes, túneles? Muy pocos. Es verdad, no tendríamos que vernos con los problemas que han creado estos avances, como guerras, y contaminación. Pero, ¿qué tendríamos a cambio?

Imagina un mundo así. Prácticamente estaríamos viviendo como en la Edad Media, en casas de adobe y comiendo patas de cordero a la luz de una vela.