Educación y Pedagogía
La educación sentimental; Gustave Flauvert
UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLARREAL
FACULTAD DE EDUCACIÓN
OFICINA DE GRADOS Y TÍTULOS
Escuela de Educación Secundaria
Especialidad: Lengua y Literatura
Para la obtención de la Licenciatura en Educación en la Especialidad de Lengua y Literatura
Lima - Perú
2008
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo monográfico de investigación, para optar el Título Profesional de Educación Secundaria en la especialidad de Lengua y literatura, tiene por objeto presentar a los Señores Miembros del Jurado el tema: La educación sentimental de Gustave Flaubert, considerada como la novela más moderna del escritor y que se encuentra dentro de la literatura pedagógica. Asimismo, se pretende dar a conocer un estudio exhaustivo de los contenidos formales, argumentativos y morales, para lo cual ha sido conveniente dividir la monografía en tres capítulos.
El primero lleva como título Contexto y referencias de Flaubert. En cuanto al contexto se desarrollará el referente histórico, un panorama de la situación política de Francia en el año 1848; y un referente artístico que engloba a las máximas figuras de la literatura del siglo XIX. En cuanto a las referencias del escritor se aludirá a su reseña biográfica, producción literaria, corriente a la que pertenece y su participación en la novela moderna.
El segundo capítulo denominado La educación sentimental es un estudio propio de la novela dividido en el análisis del fondo, análisis de la forma, la técnica narrativa y la crítica de escritores sobre la novela. En este capítulo se dará a conocer detalladamente la temática, el argumento y la descripción de los personajes.
El tercer capítulo Principios educativos propuestos por Flaubert vigentes en la actualidad, presentará un estudio de las normas morales, políticas y sociales que de manera sutil plasma el escritor en su novela. Asimismo, se mostrará las debilidades de la sociedad y de los personajes que no debieran darse en ningún tiempo y espacio.
La educación sentimental es una novela social, histórica y moral que tiene un gran valor en la literatura universal y aunque no haya sido comprendida en la época de su publicación, es gracias a las palabras sabias de que “el tiempo también escribe” una de las mejores obras del siglo XIX.
La bachiller
CAPÍTULO I
CONTEXTO Y REFERENCIAS DE FLAUBERT
CONTEXTO
REFERENTE HISTÓRICO
El siglo XIX es sin duda uno de los más agitados para la historia política de Francia, debido a los constantes movimientos políticos que se suscitaron a causa de la inconformidad por parte de la clase burguesa emergente, representada por terratenientes, y luego, a partir de la revolución industrial, por la burguesía financiera. Francia atraviesa en este siglo por diversos gobiernos: El Imperio Napoleónico, Monarquía Constitucional representada por Luis XVIII, Carlos X y Luis Felipe, República de 1848, Segundo Imperio y Tercera República.
Sin embargo, esta inconstancia gubernamental no tuvo el peso de reforma social y económica que significo la Revolución Francesa, la cual marcó un hito sin precedente a nivel de lo que significa derechos humanos y que sin duda, se convertiría en el paradigma a seguir por muchas naciones. Estas revueltas del siglo XIX tenían un objetivo fundamental: la obtención de poder por parte de la burguesía, que lejos de abogar por los intereses del proletariado, se interesaba sólo en sus beneficios particulares. Esto se evidencia en el gobierno de la Monarquía de Luis Felipe, quien proclamaba: “Desde ahora dominarán los banqueros” y efectivamente fue así. Durante el periodo de 1830 a 1848, la burguesía financiera tuvo el poder económico, dejando en una seria crisis económica a otros sectores sociales como la pequeña burguesía, el proletariado y el campesinado.
Fueron dos acontecimientos mundiales los que aceleraron el estallido del descontento general que condujo al derrocamiento de la monarquía: la plaga de la papa y las malas cosechas de 1845 y 1846, así como la crisis general del comercio y
de la industria en Inglaterra. Esta crisis no podía pasar desapercibida y pronto se organizaron sociedades secretas conformadas por burgueses, intelectuales y hasta socialistas quienes veían como única solución la caída de la monarquía.
Es así que la oposición burguesa comienza a alzar su voz de protesta a través de la celebración de banquetes reformistas, que tenían como finalidad, en primera instancia, retirar del cargo de ministro de Negocios Extranjeros a Guizot.
Pero pronto el ministro Duchatel prohibió dichos banquetes reformistas, fundándose en una ley del año 1790. Sin embargo, el 22 de febrero se llevó a cabo el banquete presidido por Lamartine, al cual asistió todo tipo de gente: burgueses, estudiantes, obreros, campesinos y hasta soldados conducidos por la curiosidad del espectáculo.
Se produjo entonces una protesta llegándose a lanzar piedras al Ministerio de Negocios Extranjeros y a la Cámara de Diputados, además se exigió la dimisión del ministro Guizot, ante lo cual el rey Luis Felipe no tuvo otra opción que ceder. La reacción del pueblo se hizo sentir de acuerdo con la siguiente cita: “Mas el pueblo, se vio indignado cuando el día 23, unos soldados fusilaron a unos manifestantes en el bulevar de los Capuchinos y fue este el motivo por el que la clase obrera se lanza con todo, en la mañana del 24 de febrero, desatándose así la Revolución de 1848 que tiene como epílogo, la abdicación del rey y el comienzo de la segunda República.” 1
REFERENTE LITERARIO
El siglo XIX francés no sólo se caracteriza por las revueltas políticas, sino también por la emergencia de escritores que han alcanzado renombre a nivel mundial y que han influido en la creación literaria de las generaciones posteriores. Escritores tan importantes como Víctor Hugo, Alejandro Dumas (hijo), Stendhal, Honorato de Balzac, Charles Baudelaire, Guy de Maupassant y Emilio Zolá; fueron contemporáneos de Gustave Flaubert y se caracterizan por pertenecer a una nueva generación literaria, que dejaba atrás la monotonía literaria del clasicismo francés, con sus preceptos y mensajes morales, para dar paso a las corrientes románticas y realistas.
1 DE SAINT-AMAND, Imbert. Napoleón III. Montaner y Simon Editores, Barcelona 1898. p. 200
Es evidente que la época que les tocó vivir marcó la obra literaria de estos escritores, forjándose así una temática más comprometida con la realidad, aunque no por ello dejasen de recurrir a elementos románticos. Así surge, por ejemplo, la monumental obra Los miserables (1862), que plasma la cruda realidad de personajes comunes y corrientes del París de aquella época, y que tendría como marco histórico acontecimientos políticos como las revueltas parisinas de 1832 dentro del gobierno de Luis Felipe o la tan recordada batalla de Waterloo.
Stendhal es para muchos el Dostoievsky francés, ya que apela a la introspección de sus personajes, revelando el lado psicológico que es tan bien manejado en su novela Rojo y negro (1830); cuyo protagonista Julian Sorel sería la encarnación del arribismo, conducta social tan frecuente en los parisinos.
Otro escritor importante y que se atreve a plasmar en sus obras los caracteres sociales de su época fue Honorato de Balzac que con sus novelas Eugenia Grandet (1834) y Papa Goriot (1835), inicia la novela sociológica, que serviría de modelo a la novela realista moderna.
La literatura francesa alcanza un grado máximo de esplendor pues “Este siglo no destaca sólo por la prosa, Charles Baudelaire, inicia a través de su poemario Las flores del mal (1857) una nueva corriente: el Simbolismo, revolución poética que se vería consolidada con Rimbaud algunos años después; y que le costó a aquel autor un proceso judicial por el contenido de seis poemas, los cuales fueron prohibidos.” 2
Y también destacan los naturalistas Zolá y Maupassant quienes introdujeron en la literatura procesos propios de la ciencia, como son la observación minuciosa y la experimentación. Las novelas Germinal o Bola de sebo fueron una revolución para la época que, definitivamente ya no sería la misma después de este siglo.
2 Enciclopedia Autodidacta, Volumen 2. Editorial Océano, España, Edición 1997. p. 325
EL AUTOR
RESEÑA BIOGRÁFICA
Gustave Flaubert nació el 12 de diciembre de 1821 en el hospital de Rouen (Normandía) donde su padre era cirujano - jefe. Su familia estaba conformada por su padre Nicolás Flaubert, su madre Anne Justine Fleuriot, su hermano Achille y su hermana Caroline, quien sería el miembro familiar con quien más se identificaría.
Desde pequeño Flaubert sintió admiración por la literatura y es a partir de la lectura de Don Quijote que nació su vocación literaria. En una carta dirigida a su amigo Ernest Chevalier, le confiesa sus proyectos de escritor, lo cual es un dato importante para contrarrestar la opinión de algunos críticos, quienes aseveran que su vocación literaria sólo fue un pretexto luego de su fracaso en los exámenes de Derecho y a partir de su enfermedad.
El acontecimiento que marcaría la adolescencia del escritor, es sin duda, el encuentro con una dama en la playa de Trouville en el verano de 1836. Esta mujer de aproximadamente 26 años, estaba con su pequeña hija, mirando el mar, cuando de repente su chal estuvo a punto de mojarse. Es entonces que Gustave lo salva y se lo ofrece a esta dama cuyo nombre es Elisa Schlesinger. Ella representaría el amor de su vida, un amor prohibido ya que ella estaba casada con el editor de música Maurice Schlesinger. “La escena del encuentro la describió Flaubert incansablemente en sus relatos de adolescencia Memorias de un loco y Noviembre.” 3
Terminado el Bachillerato se dirige a París en 1840 para iniciar sus estudios de Derecho, sin embargo, es insoportable para el escritor tener que memorizar los códigos penales y es así que prefiere visitar los círculos literarios y artísticos. En 1843 conoce a Maxime Du Camp quien sería determinante en su carrera de escritor y con quien mantendría una correspondencia a lo largo de toda su vida. Fue ese mismo año que Flaubert fue suspendido en los exámenes de Derecho, mas su familia aún conservaba la ilusión de que terminara la carrera.
3 FLAUBERT, Gustave. Madame Bovary, Editorial Planeta - De Agostini, Barcelona 2001. p. 11
En enero de 1844 acontece lo inesperado y trágico de la vida del escritor, sufre su primer ataque de epilepsia que ha sido tema de discusión para médicos de épocas posteriores, ya que afirman que pudo tratarse en realidad de histeria. Este acontecimiento no le permite retornar a las clases y es trasladado a la casa de Croisset, lugar donde pasaría la mayor parte de su existencia.
La fatalidad se vería agudizada en 1846 cuando pierde a dos de sus seres más queridos: su padre a raíz de una infección en el muslo y su hermana, víctima de una fiebre puerperal post parto. La relación con su madre se estrecharía, a tal punto, que es capaz de renunciar a una vida conyugal con la poeta Louse Colet, con quien mantenía una relación esporádica cada vez que visitaba París y que duró hasta 1855; dejando para la posteridad una correspondencia cargada de cartas amorosas y frustrantes.
En 1856 se publica la novela Madame Bovary en “La Revue de París” 4, que lo convertiría de la noche a la mañana en un personaje famoso. El escándalo suscitado por la vida libertina de su protagonista Emma Bovary atrajo la atención de la sociedad parisina e incluso Flaubert tuvo que presentarse a un proceso judicial porque se consideró su novela un ataque a la moral y las buenas costumbres de la sociedad. Tremendo escándalo que felizmente terminó con la absolución del escritor, gracias a la defensa del abogado Jules Senard.
En la década del 60 Flaubert mantendría una amistad con la princesa Matilde y con la escritora George Sand, quien era más de diez años mayor que él y quien fue sin duda, una de sus mejores amigas, que supo comprenderlo y darle ánimos en los momentos de mayor desesperación. Flaubert fue un burgués que con el tiempo cayó en la pobreza extrema, mas sus amistades influyentes habrían de buscar siempre la manera de que el escritor no tuviera que atravesar penurias económicas. Por ejemplo en el año 1866 se le concede el nombramiento de caballero de la Legión de Honor, lo cual significó para muchos, influencia de la princesa Matilde.
4 La revista de París
El roce con la burguesía y la realeza le sirven como fuente literaria, ya que sería esta clase social la que se vería plasmada en su obra más comprometida con la realidad social de su época: La educación sentimental. Tras la publicación de ésta, vendría la etapa más difícil para su carrera de escritor ya que la obra no fue valorada en el contexto de aquella época, considerándosela un fraude y producto de la mediocridad del autor.
En 1872 muere su madre, que sin duda, fue la mujer que él más admiró y después de esta pérdida tendría que soportar la muerte de queridos amigos como Bouilhet, Louse Colet y George Sand. Ya en completa soledad se dispone a escribir la novela Bouvard y Pécuchet, que lamentablemente no sería culminada ya que el 8 de mayo, cuando se disponía a salir para París, sufrió una hemorragia cerebral que acabó con su vida en pocas horas. Sus últimas palabras fueron: “Rouen… No estamos lejos de Rouen… Hellot… los conozco a los Hellot.” 5
PRODUCCIÓN LITERARIA
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Memorias de un loco (1838)
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Noviembre (1842)
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La primera Educación sentimental (1845)
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Madame Bovary (1857)
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Salambó (1862)
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La educación sentimental (1969)
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La tentación de San Antonio (1874)
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Tres cuentos ( La leyenda de San Julián el Hospitalario, Un corazón sencillo,
Herodías) (1877)
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Bouvard et Pécuchet (póstuma e inacabada)
5 LOTTMAN, Herbert. Gustave Flaubert, escritor. Tusquets Editores, Barcelona 1991. p. 445
CORRIENTE LITERARIA
La obra de Gustave Flaubert se encuentra enmarcada en la corriente literaria realista que surge en Francia a raíz de los constantes cambios sociales, económicos y políticos que se suscitaron en el siglo XIX. Atrás quedaba el Romanticismo que tuvo como adalid al alemán Goethe, el exceso de subjetividad, idealismo y fantasía que se plasmó en la novela habría de ser reemplazado por la objetividad, la observación directa e inmediata de la sociedad y el reflejo de ésta de manera clara, fría y analítica.
Las características de esta corriente son:
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Objetividad. Los escritores se preocupan por dar una visión en conjunto de la época. El realismo se manifiesta como un medio de crítica social, veraz; ello explica que no se ocupan de temas exóticos o lejanos como los románticos, sino de hechos y de personajes identificables.
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Predominio de la razón sobre los sentimientos. Los problemas amorosos pasan a ser problemas colaterales en la trama; incluso algunos escritores van a ridiculizar las actitudes románticas e individualistas.
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Preferencia por la narrativa (novela y cuento). El énfasis narrativo va a pasar a la descripción de costumbres y al análisis de conflictos sociales; predomina la novela social y psicológica a la vez que desecha la sutil lírica que había sostenido el Romanticismo.
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Observación minuciosa. El realismo está proyectado hacia la observación de la sociedad circundante y hacia la transposición imaginativa de la conducta social, mediante la elaboración de una técnica expositiva que no sólo se preocupa del análisis del mundo urbano y crecientemente industrial, sino que también lo hace de los ambientes particulares y familiares más cotidianos.
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Estilo sobrio y preciso. Presenta un lenguaje como el de las ciencias, cuyo poder expresa lo preciso y real.
FLAUBERT Y LA NOVELA MODERNA
Conforme Flaubert se va introduciendo en el mundo literario, se da cuenta de que la imaginación y el mítico concepto de la inspiración que hasta entonces había sido considerada como la fuerza impulsadora del arte, no es lo más conveniente al momento de escribir una novela. Reconoce que cuanto menos se sienta una cosa, más apto se es para expresarla exactamente, como es en sí misma, en su generalidad y exenta de todas sus contingencias efímeras. (Carta a Louse Colet, 6 de Julio de 1852)
Se aleja del romanticismo e instaura una lógica interna de la novela, basado ante todo en el concepto de la verdad. De esta forma manifiesta que el futuro de la novela debe orientarse hacia los escrúpulos de la exactitud. Sin duda, la influencia del ambiente médico de su hogar se revela en sus obras donde la observación es sustancial para la descripción y la documentación se convierte en una verdadera monotonía para Flaubert. Por ejemplo, en Madame Bovary se informa sobre los detalles de una operación al pie o de un envenenamiento con arsénico. Lo mismo sucede en La educación sentimental ya que el escritor se sumerge en las protestas que suscitaron la revolución de 1848 a manera de espectador directo.
Otro aspecto innovador del escritor es la concepción que tiene sobre la novela al calificarla como una auténtica experiencia del lenguaje. Él considera que sólo la forma puede infundir a la obra un valor eterno, de que el objetivo del arte es, ante todo, la belleza y esa belleza es el resultado de una plena adecuación entre la forma y el pensamiento: “Cuanto más se aproxima la expresión al pensamiento, cuanto más se funde con éste la palabra y desaparece, mayor belleza se logra” (Carta a Louise, 16 de Enero de 1852.) Por consecuencia, Flaubert sostiene que lo menos importante en una obra es el argumento, y lo esencial es el estilo y la forma: “Es por eso por lo que no hay ni bellos ni despreciables argumentos y que casi se podría establecer como axioma, situándose bajo el punto de vista del Arte puro, que no hay ninguno, que ya el estilo constituye por sí solo una manera absoluta de ver las cosas” 6
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FLAUBERT, Gustave. Madame Bovary, Editorial Planeta - De Agostini, Barcelona 2001. p. 43
CAPÍTULO II
LA EDUCACIÓN SENTIMENTAL
2.1. ANÁLISIS DEL FONDO
2.1.1. TEMA
La Educación sentimental presenta dos pilares temáticos aunque muchos hayan criticado la ausencia de trama y otros la hayan denominado novela mediocre.
Como telón de fondo se presenta la revolución de 1848, el antes y el después de ese suceso histórico que aparentemente significaría una nueva vida política en Francia y que sin embargo significó un retroceso, ya que, tras la Segunda República habría de regresar el Imperio, esta vez bajo el mandato de Napoleón III.
Es interesante ver la sociedad parisina de aquella época reflejada en el espejo empañado con la mediocridad de una generación que no soportó la idea de identificarse en algún personaje de la “crónica del fracaso”. Flaubert había concebido ya desde 1864 la idea de tratar en su novela la historia de su generación aunque era bastante consciente de que su novela no sería fácilmente comprendida: “Quiero hacer la historia moral de los hombres de mi generación; “sentimental” sería un término más certero. Es un libro de amor, de pasión, pero de pasión tal como puede existir ahora, es decir, inactiva. El tema, tal como lo he concebido, es, creo, profundamente verdadero, pero a causa de eso mismo poco divertido probablemente. Se echa un poco de menos los hechos, el drama, y además la acción se extiende en un lapso de tiempo considerable.” 7
La novela no es histórica sino sugerente y frente al telón se gesta la historia de un estudiante provinciano que llega a París para estudiar Derecho, para recibir una educación profesional, sin imaginar que lo que recibiría en realidad es una educación sentimental. El aprendizaje de la sociedad que hace un joven a partir de la década del 40 sería el otro eje de la novela que para muchos es una autobiografía del mismo Flaubert, lo cual le da a esta novela un carácter bastante personal.
7 FLAUBERT, Gustave. La Educación sentimental. Ediciones Planeta, Madrid 1984. p. 7
2.1.2. IDEAS SECUNDARIAS
La novela, como se mencionó anteriormente, es una crónica del fracaso de una generación que no sabía exactamente adónde le conducirían los cambios tan continuos y poco analizados. Existe un amplio repertorio de personajes pertenecientes a distintas clases sociales que le proporcionaría a la novela el dinamismo que para muchos críticos pasó desapercibido por la falta de acción.
Los temas presentes en la novela son:
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Crítica a la sociedad burguesa y a la clase obrera.
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Comparación entre la vida de campo y la citadina.
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Crítica a la educación tradicional universitaria.
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Exaltación de la moral de Madame Arnoux.
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Idealismo de Frederic Moreau convertido en nihilismo.
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Cuestionamiento del socialismo personificado en Senecal.
2.1.3. DESCRIPCIÓN DEL ESCENARIO
La novela tiene como escenarios el campo y la ciudad. Así podemos apreciar los siguientes lugares:
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Nogent - Sur - Seine: Pueblecito del departamento de Aube en Champagne. Es en este pueblo donde nacería el protagonista y donde llevaría acabo sus estudios de Bachillerato. También otro personaje importante viviría en este pueblo: Deslauriers, el mejor amigo de la infancia y adolescencia de Frederic.
La presencia femenina se vería representada por Louse Roque, provinciana carente de la sofisticación de la mujer parisina pero con un sentido del atrevimiento desde su infancia.
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París: Ciudad más importante de Francia y que alberga el poder económico a través de la alta burguesía. La fastuosidad de los bailes y las residencias revela el auge de los capitalistas en la década del 40. Esta ciudad se verá inundada con personajes importantes dedicados al comercio, a la industria, obreros, artistas, pintores, periodistas, estudiantes, etc.
Es este el escenario de las luchas del 48, la descripción que se hace de las calles parisinas en un testimonio invalorable para la Historia de Francia. Es también este lugar testigo de los engaños, como claro ejemplo se encuentra la casa de la Mariscala, quien habría de tener tantos amantes como deudas.
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Auteil: Este lugar campestre es uno de los lugares que mayor felicidad le traería a la pareja Frederic - Marie, ya que en la tranquilidad del campo y sin la presencia de la gente mal intencionada podían dar rienda suelta a su amor a través de miradas y paseos. La naturaleza hace sublime el sentimiento de ambos y no les permite faltar a la honra de Madame Arnoux a quien no se le ocurre en lo más mínimo traicionar a su esposo.
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Fontainebleau: Lugar paradisíaco situado en el campo y que presentaba el castillo que había sido habitado por papas, reyes y príncipes.
La atmósfera silvestre sirve de marco a la relación que iniciaba Frederic con Rosanette, aunque muy pronto se vería opacada por la revuelta del 48.
2.1.4. PERSONAJES
Muchos de los personajes han sido identificados en el contexto que vivió Flaubert, de allí el carácter autobiográfico y polibiográfico de la novela. Su amigo Maxime Du Camp decía que: “no había un solo personaje de La educación sentimental que él no hubiese conocido” 8. Es así que tenemos la correspondencia de lo ficticio con lo real:
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Frederic Moreau (Gustave Flaubert)
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Marie Arnoux (Elisa Schelesinger)
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Jacques Arnoux (Maurice Schelesinger)
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Deslauriers (Maxime Du Camp)
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Señor Dambreuse (Agustin Pouyer - Quertier)
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Señora Dambreuse (Valentine Delessert)
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La Mariscala Rosanette (Suzanne Laugier)
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Hussonet (Gustave Claudin)
8 FLAUBERT, Gustave. La educación sentimental, Ediciones Planeta, Madrid 1984. p. 15
2.1.4.1. PRINCIPALES
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Frederic Moreau: Es descrito como un dandy, gusta de la buena vida, la lectura, las amistades en buena posición económica y cultural. En París, comienza a educarse sentimentalmente, conoce en este tiempo a la mayoría de los amigos que le acompañarán en su vida y a todos aquellos que participan en la primera batalla con el proletariado. Todos ellos tienen sueños de grandeza; desean sepultar lo clásico en sus respectivos campos y asumir el nuevo clasicismo.
Frederic tiene una gran capacidad de leer la sociedad y desde el primer momento se da cuenta que la pedagogía académica es una estafa. Una vez inscrito a la carrera de derecho, su primera impresión de las clases es que producen gran apatía en parte por la metodología utilizada: “Trescientos jóvenes con la cabeza descubierta, llenaban un anfiteatro donde un viejo en toga roja disertaba con voz monótona; se oía el rasgueo de las plumas sobre el papel (...). Durante quince días siguió acudiendo a clase. Pero aún no habían llegado al artículo 3, cuando dejó el Código Civil y abandonó las Instituciones en la Summa divisio personarum.”9 Con este acto empieza a tomar forma el sentido del título de la obra de Flaubert, el viaje de Frederic a París no va a significar una educación profesional sino una educación sentimental.
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Deslauriers: Es el gran amigo de Frederic. Este es un provinciano inteligente pero que reniega de su mala suerte en la escala profesional debido a su origen. Era un hombre preocupado en su juventud por las cuestiones sociales: la economía social, la revolución francesa. Decía: “estamos hartos de constituciones, de sutilezas, de mentiras”. Era un joven muy pobre, pero gracias a él, Frederic, que no se comprometía con ninguna causa, empezó a tener una postura política.
Deslauriers vivía de la fabricación de tesis. Hablaba de sí mismo estoicamente y de los otros con amargura. Compartió el apartamento de Frederic sin pagar renta, fue retratado como una persona arribista. En los capítulos finales Deslauriers, convertido en abogado, se presenta a suplantar a Frederic en casa de los Arnoux, cobra un dinero sin consentimiento y se declara a la señora Arnoux. Con este hombre Frederic comparte la reflexión del final de su vida.
9 FLAUBERT, Gustave. La educación sentimental. Ediciones Cátedra, Madrid 1990. p. 84
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Jacques Arnoux: Este personaje asume una doble postura: comerciante de arte y un poco artista. Es un hombre de una gran presencia vital y al lado de la debilidad en las maneras de Frederic, el señor Arnoux parece un ser muy masculino. Posee el don de la vitalidad y gustos materiales mientras que Frederic es la observación y el remilgo. Su labor es el comercio y cuando no le va bien, no se deja amilanar sino que por el contrario, emprende una nueva empresa. Tiene de amante a Rosanette.
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Marie Arnoux. Es la musa de Frederic, su razón de vivir. Es una mujer hermosa, de tez canela y pelo negro, diez años mayor que él, o sea que tendría 28 años. Es el amor imposible de Frederic porque no la puede poseer ya que es casada y definitivamente no es una Madame Bovary. Es considerada como una mujer conformista, dependiente de su esposo, retrato de la mujer en la sociedad de la época.
2.1.4.2. SECUNDARIOS
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Señor Dambreuse: Aristócrata que “desde 1825 había ido abandonando poco a poco su nobleza y su partido para orientarse a la industria”10, oportunista porque se adapta con rapidez a los cambios de poder, pero es un conservador en ideología. Este personaje, dotado de una aguda percepción del curso del devenir social comprendió que ya los tiempos no eran los del enriquecimiento a través de la tierra, y se lanzó a probar fortuna a través de las nuevas formas que los tiempos ofrecían.
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Señora Dambreuse: Representa la manipulación femenina dentro del poder. Mujer sin escrúpulos que se enreda con Frederic y no siente la mínima culpa cuando su esposo muere. Es un típico ejemplo de la deshonra femenina de aquella época.
Llega a casarse con Frederic pero cuando ve que la situación económica al lado de éste no es óptima, decide abandonarlo y casarse con un inglés.
10 FLAUBERT, Gustave. La educación sentimental. Ediciones Cátedra, Madrid 1990. p. 81
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Senecal: Empleado amigo de Deslauriers, en él se sintetiza el pensamiento socialista de la época; sus ideas están fuertemente impregnadas por las diversas corrientes en boga: Saint - Simon, Comte, Louis Blanc, etc.
Este personaje veía el progreso, no en la socialización de la propiedad sobre los medios de producción, sino en la equiparación entre el status del obrero y del capitalista. Así pedía “que el obrero pudiera llegar a ser capitalista, como el soldado, coronel”.11
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Dussardier: Forma parte del proletariado, encarna el tipo del revolucionario honesto. Es éste quizás el único personaje fresco de toda la novela, no contagiado con la fiebre de la ambición y del dinero; es revolucionario por amor a la justicia y a los humildes. Muere clamando por la República, a manos de Senecal, quien traiciona sus ideales y se convierte en agente de la policía de Napoleón III.
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Pellerin: Es uno de los artistas que conoció Frederic en casa de Arnoux. Este hombre, según él mismo decía, “leía obras de estética para descubrir la verdadera teoría de la belleza”. Era un eterno artista, nunca hallaba la forma de materializar su obra. Con ansias de gloria, perdía sus días en discusiones sin fin. Frecuentaba el teatro. A través de este personaje Flaubert deja ver su gusto personal por la buena mesa, por los viajes, por el teatro, por la bohemia.
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Rosanette: Hija de obreros de Lyón, empleada de tienda, vivía en un arrabal obrero cuando era niña. Sus padres la vendieron a un hombre y la encauzaron por la prostitución. Había sido amante de Arnoux y de Delmar. Rivalizaba con La Vatnaz por el amor del actor. Era una cortesana que vivía de los hombres ricos. Ella fue la amante permanente de Frederic y quien casi lo lleva a la ruina. Frederic se acercó a ella porque veía que si no tenía a la esposa de Arnoux por lo menos tendría a su amante.
Otros personajes: señora Moreau, señor Roque, Louse Roque, señorita Vatnaz, Martinon, Hussonet, señor Cisy, Regimbart,
11 FLAUBERT, Gustave. La educación sentimental. Ediciones Cátedra, Madrid 1990. p. 211
2.1.5. ARGUMENTO
Frederic Moreau, a bordo del barco que le lleva de París a Nogent, conoce al matrimonio Arnoux y queda enamorado de la señora Marie. Ya instalado en París, donde va a cursar estudios de derecho, Frederic trata de entrar en contacto con los Arnoux y lo logra luego de mucha perseverancia.
Su amigo Deslauriers llega a París para vivir con él y vemos su arribismo al aconsejarle que se introduzca en el círculo social del banquero Dambreuse y que si puede que seduzca a su mujer.
Después de desaprobar los exámenes del segundo año, Frederic regresa a su pueblo y se deja hundir en la vida monótona del campo, sin esperanza alguna de volver a ver a su amada, ya que no tenía dinero. Pero la noticia de la muerte de su tío y la herencia que le deja, hace renacer la ilusión de conquistar a la señora Arnoux.
El protagonista irá tejiendo una tela de mujeres ya que se compromete a casarse con Louse, una familiar lejana que vivía enamorada de él desde su infancia. El arribismo de Frederic se va intensificando ya que sabe que ese matrimonio significaría, una gran dote.
La noticia termina por angustiar a la señora Arnoux quien se da cuenta de que también lo quiere. En Autiel, se confiesan su amor aunque sin entregarse. Sin embargo, él le pide que le demuestre su amor y que se vean en un lugar privado en la ciudad. Ella acepta el encuentro pero precisamente ese día su hijo cae enfermo y deja a su joven enamorado esperándola en un hotel.
Por otro lado las protestas comienzan en París y él en vez de apoyar a sus amigos reformistas prefiere buscar consuelo en Rosanette, quien se entrega a él sin decoro. Esta relación sería agradable al inicio pero con la llegada de un hijo, se complicaría, al grado de terminar con ella cuando el pequeño muere.
Los negocios del señor Arnoux se verán afectados por la revolución y contraerá deudas que no puede pagar.
Frederic le presta quince mil francos porque no soporta la idea de que su eterna amada pase penurias. Sin embargo, la situación se agravaría más con la fuerza que iría tomando la baja burguesía, tanto así que llegan a embargar los bienes de los Arnoux. Esto fue provocado por la señora Dambreuse que ya se había casado con Frederic y no soportaba la idea de que él la siguiera ayudando.
Algunos años después, recibe la visita de Marie, quien le agradece el haber tratado de ayudarla económicamente hasta el final y este diálogo es uno de los más bellos de la literatura universal porque ambos confiesan lo mucho que se han amado a pesar de no haberse entregado. Él la tiene por fin tan cerca, tan a su alcance. Ella ya es bastante mayor, y se parece esta entrevista al encuentro amoroso que describe Gabriel García Márquez en El amor en los tiempos del cólera, cuando Fermina Daza y Florentino Ariza, logran consumar su amor en la senectud. Todo hace suponer que por fin se amarán físicamente, pero no es así. Frederic se aleja de ella porque no quiere arruinar el recuerdo tan bello que tiene de su amor juvenil. Ella se lo agradece y se marcha luego de darle un beso maternal en la frente.
Luego de un tiempo, Frederic se vuelve a encontrar con Deslauriers. Ambos hacen una remembranza de sus vidas, preguntándose por qué fracasaron.
La respuesta de Deslauriers es contundente: “Yo he tenido demasiada lógica y tú demasiado sentimiento.” 12 Después le echaron la culpa a la suerte, a las circunstancias, a la época en que habían nacido.
El último diálogo que mantiene la pareja de amigos ha quedado grabado como uno de los más controversiales. Al recordar una aventura adolescente, cuando se dirigieron al prostíbulo de La turca y no pudiendo realizar su cometido por el nerviosismo de ver tantas mujeres juntas, llegan a la conclusión de que esa fue la mejor época de sus vidas. Palabras finales crudas y que sintetizan lo poco que se puede rescatar de la época de la segunda República.
12 FLAUBERT, Gustave. La educación sentimental, Ediciones Cátedra, Madrid, 1990. p. 524
2.2. ANÁLISIS DE LA FORMA
2.2.1. EL LENGUAJE
El lenguaje empleado por Flaubert en la mayoría de sus novelas es directo, claro y sencillo. No abunda en figuras retóricas como lo hicieron los románticos. La corriente a la que pertenece no le permite emplear símbolos o metáforas difíciles de comprender por la mayoría de lectores. La precisión de que hace gala se asemeja al lenguaje científico que por obvias razones debe ser lo más claro posible.
Sin embargo, no se trata de un lenguaje corriente y vulgar. Flaubert era bastante exigente con las palabras, buscaba la “palabra justa”; tanto así que buscaba la musicalidad que tanto caracterizaba a la poesía y que por primera vez se aplicaría a la prosa. Sabía que, de conseguirlo, esas vidas que aparecen reflejadas en sus obras, por muy ordinarias que fueran, alcanzarían ipso facto un cierto nivel mítico.
La perfección del escritor le hacía leer en voz alta frases con la intención de saber si poseían el ritmo perfecto que él anhelaba. Este buscador de la perfección formal logra que sus obras contengan la belleza de la palabra, que hasta ese entonces no había sido manejado por ningún otro escritor.
2.2.2. EL ESTILO
Flaubert es considerado un amante acérrimo del estilo y de la estética. Para él lo más importante era la forma de la novela, ansiaba crear una obra que careciera de todo argumento, que se sostuviera únicamente por la fuerza interna del estilo. Y ese objetivo se lo planteó al escribir La educación sentimental, que para muchos críticos, es una novela de la nada porque no acontecen sucesos trascendentes, lo que se anuncia, no llega a suceder.
Flaubert es un creador de imágenes, sobre todo de imágenes visuales. Los retratos de personajes, las descripciones de interiores o de paisajes, así como la representación de escenas presenciadas en la calles, nos ofrecen a lo largo de La educación sentimental magníficos ejemplos de la capacidad de percepción y del talento que poseyó el escritor.
Otra característica de su estilo es el empleo del modo ternario, cuyos tres miembros se disponen en orden creciente o decreciente: “Se oían toda clase de ruidos apacibles, el batir de alas en las jaulas, el zumbido de un torno, el martillo de un zapatero… (p. 132)
Flaubert recibe la influencia de La Bruyere, específicamente de su obra Los caracteres, y es así que adopta un estilo bastante descriptivo y también cortante.
Veamos el retrato que el escritor hace de la señora Dambreuse en La educación sentimental: “La señora Dambreuse tocaba el piano de una manera correcta y dura. Su espiritualismo (creía que las almas transmigraban a las estrellas) no le impedía llevar sus cuentas admirablemente. Trataba a la gente con altivez; sus ojos permanecían secos a la vista de los harapos de los pobres. En sus expresiones habituales se traslucía un egoísmo ingenuo: “¿Qué me importa?, ¡Sería muy buena!, ¡qué necesidad tengo!”, y mil pequeñas acciones tan odiosas como difíciles de analizar. Habría sido capaz de ponerse a escuchar detrás de las puertas; probablemente mentía a su confesor. Por espíritu de dominación, quiso que Frederic la acompañase los domingos a la iglesia. Obedeció y le llevó el libro de misa” (p. 486)
También empleaba sustantivos abstractos, sin epíteto, con un determinante indefinido: “Siendo todavía una niña, se había prendado de él con uno de esos amores infantiles que tienen a la vez la pureza de una religión y la violencia de una necesidad” (p. 334)
Los pronombres relativos constituían una verdadera pesadilla para Flaubert, quien evitaba su repetición en las frases y para ello empleaba el relativo compuesto como sujeto, sin embargo esto impedía la agilidad que tanto buscaba en su prosa: “… se decidió finalmente por un Ticiano, el cual sería realzado con adornos a lo Veronés” (p. 223)
Tal vez la mayor originalidad que se le atribuye a Flaubert en cuanto al estilo sea la habilidad con que supo mezclar el estilo directo con el indirecto, esa forma que
se denomina estilo indirecto libre, con antecedentes en la literatura francesa y que se
asentaría en las lenguas modernas. El procedimiento más frecuente en el escritor consiste en romper la continuidad del imperfecto con un presente: “Se iba por los prados, medio cubiertos durante el invierno, por los desbordamientos del Sena. Hileras de chopos los separan. De vez en cuando se levanta un pequeño puente. Andaba errante, vagabundo, hasta la noche…” (p. 161)
Otra variante del procedimiento es la ruptura del pretérito perfecto por el imperfecto, oponiendo una especie de acto instantáneo a una actitud continua: “Cogió los papeles, al lado había otros, eran los prospectos de la compañía hullera con la lista de las minas…” (p. 327)
La alternancia de un imperfecto con un condicional es otro de los giros empleados para marcar la separación de lo real de aquello que pertenece a lo soñado: “En aquella época, usted habría sido un señor, puesto que su madre se apellidaba De Fouvens” (p. 162) 13
2.3. LA TÉCNICA NARRATIVA
2.3.1. CLASE DE NARRADOR
El status del narrador tradicional, casi siempre omnisciente en las novelas en tercera persona habría de verse afectado ante la innovación de Flaubert quien apela a la subjetividad y se opone a las continuas intervenciones narratoriales.
“La novela no ha servido más que como exposición de la personalidad del autor, e incluso, diré más, toda la literatura en general, salvo posiblemente dos o tres hombres. Es menester, sin embargo, que las ciencias morales (…) procedan como las ciencias físicas, por medio de la imparcialidad. Al poeta no le queda ahora más remedio que sentir simpatía por todo, por todos, a fin de comprenderlos y describirlos”. (Carta a Mlle. Lerayer de Chantepie, 12 de Diciembre de 1857).14 Esta expulsión de la intimidad del escritor de su obra llega a convertirse en una auténtica obsesión en Flaubert, quien considera que la historia contada debe bastarse a sí misma y tendrá tanto mayor grado de verosimilitud cuanto más reacio sea el novelista a la hora de intervenir.
13 Las citas de La educación sentimental corresponden a la edición Cátedra 1990
14 FLAUBERT, Gustave. Madame Bovary, Editorial Planeta - De Agostini, Barcelona 2001. p. 39
El estilo indirecto libre que adopta Flaubert magistralmente en La educación sentimental consiste en que el narrador asume la voz interior del personaje desde su propia voz en una simbiosis perfecta, superando así el efecto antinatural que producía el estilo directo aplicado al lenguaje del pensamiento. A partir de esta técnica nacería el monólogo interior que se habría de constituir en el medio ideal para que la conciencia pudiera manifestarse en estado puro y sin ningún tipo de instancia intermedia ante los ojos del lector.
2.3.2. MANEJO DEL TIEMPO
Recordemos que la novela de Flaubert se encuentra en un contexto todavía tradicional, literariamente hablando. La innovación de técnicas narrativas aparecería algunas décadas después con el Vanguardismo y escritores tan novedosos como Proust, Joyce o Kafka.
La novela presenta una temporalidad lineal, incluso con fechas que indican un marco exacto. Se inicia con la travesía en barco del protagonista Frederic Moreau, quien se traslada de París a su pueblo natal el 15 de setiembre de 1840. A partir de esta fecha la cronología de sucesos se daría de manera lineal, como solía suceder en la novela tradicional. No existe todavía la técnica flash - back que muy bien se hubiera podido aplicar en el último recuerdo que hacen los dos amigos sobre su visita al prostíbulo, ni tampoco se da la narración circular tan característica del Boom latinoamericano. La historia tendrá como punto de término el año 1867, cuando ya el protagonista recibió su educación sentimental y se ha dado cuenta que no le ha servido de mucho para ser una mejor persona.
Una característica del manejo del tiempo lo revela Proust quien admira los espacios “blancos”, los vacíos temporales de varios meses o varios años que separan los capítulos entres sí y en los que “la acción” se desarrolla antes de emprender otra vez la marcha, quizás, por otros derroteros. “Tiempo perdido, tiempo muerto, extrañamente desprovisto de acontecimientos, tiempo cuyo valor radica solamente en sí mismo, tiempo que fluye como en la misma vida.”15
15 NADEAU, Maurice. Gustave Flaubert, escritor. Editorial Lumen, Barcelona, 1981. p. 241
2.4. LA CRÍTICA
Muchos escritores de la época vapulearon a La educación sentimental, que significó el inicio de la novela moderna. La resistencia ante el cambio ha sido una constante a lo largo de la existencia del hombre. Son pocos los dueños de una apertura mental y Flaubert era consiente de que no escribía para su época: “Escribo… no para el lector de hoy, sino para todos los lectores que puedan presentarse mientras viva la lengua. Mi mercancía no puede ser consumida ahora, pues no está hecha exclusivamente para mis contemporáneos.”16
Fueron muchos los que opinaron sobre esta novela. A continuación presento los comentarios que suscitó la publicación de la novela en 1969 y a lo largo de la historia.
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Barbey d´ Auvervilly: “Flaubert es el espíritu más seco entre los secos, una inteligencia absolutamente superficial, que no tiene ni sentimiento, ni pasión, ni entusiasmo, ni ideal, ni percepción, ni reflexión, ni profundidad… La educación sentimental confirma absolutamente el vacío mental que era Salambó” 17
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Edmond Scherer: “La educación sentimental no es una novela, es un relato de aventuras, son unas memorias. A fuerza de ser realista, sin duda, es real, pero a fuerza de ser real, deja de interesarnos.” 18
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George Sand: “Flaubert había querido presentar un ejemplo de diversos tipos de gente, tal y como podían encontrase en la sociedad moderna, mientras que en las novelas sólo se describían, por lo general, dos o tres tipos diferentes. Pero el género narrativo tenía que estar en constante transformación y en La educación sentimental Flaubert había logrado producir una sensación nueva: una risa indigna contra la perversidad y la cobardía de las cosas humanas.”19
16 FLAUBERT, Gustave. Madame Bovary, Editorial Planeta - De Agostini, Barcelona 2001. p. 8
17 18 NADEAU, Maurice. Gustave Flaubert, escritor. Editorial Lumen, Barcelona, 1981. p. 236 y 237
19 LOTTMAN, Herbert. Gustave Flaubert, escritor. Tusquets Editores, Barcelona 1991. p. 293
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Emile Zolá: “La educación sentimental es la única novela verdaderamente histórica que conozco, la única verídica, exacta, completa, en la que la resurrección de las horas muertas es absoluta, sin el menor trucaje literario”. 20
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Henry James: “La educación, libro tan bien trabajado… figura entre las curiosidades del museo de la literatura.” 21
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Marcel Proust: “La educación sentimental ha renovado nuestra visión de las cosas casi tanto como Kant, con sus Categorías, renovó las teorías del conocimiento y de la realidad del mundo exterior.” 22
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Franz Kafka: “En cuanto a la Educación sentimental, es un libro que, durante muchos años, me ha interesado mucho, como apenas lo han logrado dos o tres seres humanos.” 23
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Mario Vargas Llosa: “La educación sentimental me provocó un entusiasmo infinitamente mayor que todos sus otros libros. Es todavía la novela que me llevaría a la isla desierta si se me permitiera una sola.” 24
20 NADEAU, Maurice. Gustave Flaubert, escritor. Editorial Lumen, Barcelona, 1981. p. 240
21 22 23 FLAUBERT, Gustave. La educación sentimental. Ediciones Cátedra, Madrid 1990. p. 55
24 Ob. cit. p. 45
CAPÍTULO III
PRINCIPIOS EDUCATIVOS PROPUESTOS
POR FLAUBERT VIGENTES EN LA ACTUALIDAD
La educación sentimental es una novela pedagógica o formativa al igual que El Emilio de Rousseau o Los años de aprendizaje de Wilheim Meister de Goethe. Flaubert a diferencia de Rousseau no plantea de manera directa los principios o normas que deben servir como directriz en nuestros actos a fin de lograr un bienestar general. Lo que hace Flaubert en esta novela es sugerir de una manera indirecta a través de las acciones de sus personajes, conductas que no deben repetirse porque conllevan al fracaso. Ya se ha planteado con anterioridad que esta novela es una crónica del fracaso de una generación que le tocó ser partícipe de una de las épocas más inestables de Francia y que por ello no sabían qué hacer ni a dónde dirigirse.
La inseguridad política, económica y social va a ser nefasta en la vida de esa generación que se convertirá en una hoja de árbol que se arrastra por donde el viento sopla. Por eso, en esta novela Flaubert nos enseña, de una manera cruda y real, cómo la sociedad y el gobierno pueden determinar la conducta y el destino de las personas, ya sea de un alto nivel social como en el caso del señor Dambreuse o de bajo nivel como el caso de Dussardier.
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Este principio de influencia del gobierno en la vida de las personas es una realidad vigente en todos los contextos. En el Perú hemos sido testigos de cómo ha sido determinante la forma de gobierno en el destino de la población. Al respecto tenemos una novela peruana: Conversación en la Catedral, que muestra de la manera más realista, cómo el gobierno dictador de Odría cambió la vida de una generación, la del propio Vargas Llosa, provocando el miedo y prohibiendo la libertad de expresión. Una dictadura más cercana es la del 90 representada por Alberto Fujimori que manejó a su antojo el presente del Perú, poniendo en total riesgo el futuro.
También se puede apreciar la intención del autor, al mostrarnos un collage de personajes de diversas ideas políticas, de querer comprobar que todo ser humano por naturaleza busca su propio beneficio y es capaz de faltar a su ideología o principios con tal de no verse perjudicado. Tal vez se piense que este egoísmo sólo se da en la gente de poder que siempre abusa del más débil, pero en la novela notamos que en la clase obrera también se presentan estos abusos y resultan más trágicos por el grado de hipocresía de los actores. Tomo como ejemplo el caso del socialista Senecal, quien tiene una idea contundente de la igualdad social, que lucha porque se le dé al obrero la oportunidad de ascender en la escala social y que no duda en participar en las luchas de 1848. Y parece un hombre de principios sólidos, mas cuando es consciente de que su futuro se ve en peligro ya que la revolución fracasó, entonces no duda en refugiarse en el nuevo régimen y convertirse en un cómplice del abuso de autoridad, llegando incluso a matar a un inocente empleado: Dussardier, que a diferencia de él, se mantiene firme en sus convicciones aunque le tenga que costar penurias económicas o la misma muerte.
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Esta conveniencia de poder también está latente y como marco tomo el gobierno del presidente Alejandro Toledo, que fue una cuna de arribistas que más se preocupó por sus intereses particulares y muy poco hizo por el pueblo. Presidente, primera dama, ministros, congresistas y funcionarios públicos dieron el peor ejemplo de egoísmo, llenándose los bolsillos con el dinero del pueblo y huyendo de sus responsabilidades.
Los contrapuntos en la novela son frecuentes. El primero lo encontramos en la presentación de dos personajes: Frederic y Deslauriers provenientes del pueblo Nogent. Estos jóvenes que habían estudiado juntos en el colegio y que se habían convertido en casi hermanos por la gran amistad que los unía, se tienen que separar porque Dussardier, que es tres años mayor que Frederic, tiene que ir a París para estudiar Derecho. Esta separación será decisiva en la relación de los jóvenes ya que Dussardier al verse influenciado por la vida agitada de París cambiará su ideología y su forma de ser, convirtiéndose en un ser manipulador y arribista que no le importa los medios sino el fin. Su materialismo lo volverá un ser calculador que no dará ningún paso en falso, apelando a la lógica antes que el sentimiento.
En cambio, Frederic que ha permanecido más tiempo en el campo es un idealista que cree en la felicidad y no duda en encontrarla. Sin embargo, en la ciudad se da cuenta de que la honradez no encaja al momento de lograr sus objetivos. La ideología de Deslauriers influirá en el proceder de Frederic, quien poco a poco aprenderá del cinismo propio de París. Entonces este paralelo que hace Flaubert entre el campo y la ciudad es decisivo en la formación moral, sentimental y social de los hombres, donde el campo resulta un ambiente más diáfano que la atmósfera turbia de la ciudad.
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Al respecto se puede mencionar al escritor Enrique Congrains que también estableció la diferencia entre la gente de provincia y de la capital a través de su cuento El niño de junto al cielo. La denominación de “el monstruo de un millón de cabezas”, refiriéndose a Lima resulta obvia. La ciudad corrompe y al hombre natural del campo no le queda otro remedio que adaptarse para sobrevivir.
Otro contrapunto importante está fijado por la señora Arnoux y Rosanette, quienes representan la decencia de la mujer casada y el descaro de la mujer libertina.
Flaubert inspirado en su amor de juventud retratará a Elisa Schelesinger en Marie Arnoux, quien a pesar de sentirse atraída por Frederic, no caerá en el deshonor ya que ante todo es decente y aunque es conciente de que su esposo la engaña, no caerá al mismo nivel que él. Esta figura es importante porque nos enseña que no siempre nos debemos dejar llevar por nuestros deseos sino que debemos tomar conciencia de lo que conllevaría una mala acción. Rosanette nos evidencia que a nada bueno conduce el libertinaje y la volubilidad. Luego de tener tantos amantes, ninguno de ellos se atreve a casarse con ella porque se supone que aspiran a más.
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En la actualidad somos testigos de que hay una proliferación de matrimonios que fracasan por la inestabilidad de la pareja. Los engaños se han vuelto cotidianos y hay que reconocer que si existen tantos hombres infieles es porque algunas mujeres no tienen reparo en ser las amantes. Pero adónde las conduce esa falta de respeto a la familia, según Flaubert a la soledad y yo creo que es verdad porque no se puede construir la felicidad en base al sufrimiento de otros. El ejemplo más claro de la condena a este tipo de mujeres lo hallamos en las novelas Madame Bovary y Ana Karenina, realistas y crudas pero reales.
Un aspecto muy importante en la crítica que hace Flaubert a través de la novela es la educación tradicional que se practicaba en la Universidad de París, con catedráticos ya muy entrados en años que no manejaban técnicas para convertir la profesión de Derecho en una profesión más dinámica y atractiva. Frederic tenía la ilusión de ser un abogado pero pronto se da cuenta de que esa carrera es muy aburrida y ello en gran parte por la formación tradicional de sus maestros.
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Esta crítica al sistema universitario corresponde a la universidad del siglo XX y XXI de nuestro país, ya que aún existen profesores que siguen con el método tradicional de enseñanza, haciendo de los alumnos unos memoristas y mecánicos, sin capacidad de análisis y juicio propio. Las universidades que deberían promover el cambio, se resisten a renovar su plana docente obsoleta que perjudica irreparablemente la formación de miles de universitarios que ofrecerán en un futuro la pobreza cultural que recibieron.
Por último, mencionar un principio fundamental que se revela en la última conversación de los amigos protagonistas. Ellos fracasaron porque no encontraron el equilibrio que debe regir toda conducta humana. Deslauriers afirma que él había tenido demasiada lógica y Frederic, demasiado sentimiento; lo cual expresa la intención de Flaubert de querer trasmitirnos esa enseñanza tan fundamental para lograr el éxito en todo proyecto que nos propongamos realizar. La razón y el sentimiento no deben oponerse, sino que deben complementarse.
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En la actualidad es un principio que se está aprendiendo a manejar. La gente cada vez es más consciente de que no basta acumular conocimientos, no es suficiente ser el mejor de la clase o el mejor profesional si no se logra dominar las emociones frente a circunstancias adversas. Ese equilibrio entre mente y emoción es lo que se denomina inteligencia emocional y gracias a la Psicología, el ser humano está aprendiendo a vivir mejor.
CONCLUSIONES
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La novela La educación sentimental es una novela histórica, política, social y pedagógica. Una gran epopeya de la sociedad parisina de las décadas del 40 y del 50, aunque con mayor énfasis en los años de la revolución que trajo consigo la implantación de la Segunda República.
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La impersonalidad del narrador hace de esta novela una innovación única para su época. Flaubert no es un moralista, es sólo un escritor realista y aunque para la crítica de su tiempo esta novela carecía de los ingredientes típicos de la novela tradicional, hoy se reconoce la dimensión de La educación sentimental en la gestación de la novela moderna.
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Flaubert logra con esta novela de su madurez manejar a la perfección el estilo que tanto lo apasionó y que lo hace máximo representante de la Estética y Estilística del siglo XIX. La belleza y perfección se logra en esta novela con la palabra justa y con el manejo de temas tan fidedignos con la realidad.
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La novela sugiere principios con una técnica muy bien manejada por Flaubert: el contrapunto. Muestra paralelos entre personajes que representan conductas opuestas, dejando a la inteligencia del lector el mensaje que quiere trasmitir. Además la formación moral no se establece a través de hechos positivos sino con lo negativo, mostrando las repercusiones a las que conlleva. Es una novela para interpretar y para aprender de los errores que no se deben cometer.
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El principio educativo que toma mayor relevancia es el que se desprende de la última conversación de los amigos protagonistas: el equilibrio que debe existir entre la razón y el sentimiento a fin de lograr nuestros objetivos y el éxito.
BIBLIOGRAFÍA
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DE SAINT - AMAND, Imbert. Napoleón III, Tomo Primero. Montaner
y Simón Editores, Barcelona, 1898.
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FLAUBERT, Gustave. La educación sentimental. Editorial Bruguera, Barcelona, 1970.
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FLAUBERT, Gustave. La educación sentimental. Historia de un joven. Prólogo de Silvia García Sierra. Editorial Arte y Literatura, La Habana, 1978.
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FLAUBERT, Gustave. La educación sentimental. Prólogo de Miguel Salabert. Ediciones Planeta, Madrid, 1984.
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FLAUBERT, Gustave. La educación sentimental. Ediciones Cátedra, Madrid, 1990.
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FLAUBERT, Gustave. Madame Bovary. Editorial Planeta - De Agostini, Barcelona, 2001
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GARCÍA ORTEGÓN, Olga Janneth. La educación sentimental a través de la óptica de George Lukács. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid, 2004.
www.ucm.es/info/especulo/numero27/edusenti.html - 68k -
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LOTTMAN, Herbert. Gustave Flaubert, Biografía. Tusquets Editores, Barcelona 1991.
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NADEU, Maurice. Gustave Flaubert, escritor. Editorial Lumen, Barcelona, 1981.
La educación sentimental de Flaubert
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Enviado por: | Juan Carlos Arias Loayza Y Nancy Cerna Cordero |
Idioma: | castellano |
País: | Perú |