Literatura
La Celestina; Fernando de Rojas
La
Celestina
Índice:
Concepto Núm. página
-
Índice 2.-
-
Localización de la obra 3.-
-
Época en que se escribió 3.-
-
Problemas textuales 4.-
-
El autor y el género 4.-
-
Contenido 6.-
-
Resumen del argumento 6.-
-
Temas que se tratan 6.-
-
Estructura externa 7.-
-
Estructura interna 7.-
-
Los personajes 8.-
-
Espacio y tiempo 12.-
-
Tipo de lenguaje que aparece 13.-
-
Interpretación de la obra 14.-
-
Taller de creación 14.-
-
Bibliografía 15.-
Localización de la obra.
Época en que se escribió.
En los últimos siglos del periodo medieval, se observan profundas transformaciones en el sistema feudal que afectan a la concepción del mundo. En este marco de cambios, se produce el nacimiento de la prosa castellana.
La Baja Edad Media se desarrolla en la Península en los siglos XIV y XV, en esta etapa la institución feudal se transforma y acaba por desaparecer:
Transformaciones políticas. El progreso de la Reconquista incrementa la extensión de los territorios y hace necesarias nuevas formas de comportamiento político. La autoridad real crece, y la nobleza, se agrupa en cortes y desea ejercer el poder político. Los enfrentamientos nobiliarios son constantes porque la nobleza feudal no desea perder su protagonismo.
Transformaciones sociales y económicas. El desarrollo de la economía y de la población de los siglos anteriores se ve interrumpido por las malas cosechas, el hambre, las guerras internas y las epidemias (la peste). El dinero cobra gran importancia, y la burguesía, alcanza una posición privilegiada y pretende igualarse a la nobleza.
El auge de la burguesía produce una transformación del sistema de valores. El interés por la vida terrenal, las posesiones materiales, por la vida más allá de la muerte cobra gran importancia y modifica la preocupación por la vida eterna. Los efectos de la peste negra parecen influir en estos cambios. Como resultado de la epidemia, muchas personas se convirtieron en "fanáticos" religiosos; pero otras abandonaron los intereses y obligaciones: el deseo de disfrutar del presente.
La tragicomedia reproduce un viejo argumento medieval. Una comedia latina del siglo XII, relataba el asedio de un galán a una dama, a la que conseguía rendir gracias a la mediación de una vieja.
El triángulo principal de personajes son: Calisto, Melibea y Celestina. La tragicomedia constituye un mundo de personajes en torno de los tres protagonistas, comunicándolos por el ir y venir maligno de Celestina, que con su codicia y perversidad va fraguando la ruina de todos. Se trata de una verdadera tragedia; y si Rojas la llamó "tragicomedia" es porque en ella se mezclan personajes típicos de la tragedia antigua (los ricos enamorados) y de la comedia (criados, rufianes, mujeres de mal vivir).
La Celestina es obra de transición. Por un lado, perece ya obra renacentista, porque sus peripecias se desarrollan en un plano estrictamente mundano. Pero, por otro, todos los personajes pagan al final su locura o su perversidad, como si la mano justiciera de Dios hubiera intervenido para castigar tanta rebeldía y tanto error. La gran obra hunde sus raíces en la Edad Media.
Problemas textuales.
La Celestina tuvo un éxito de público extraordinario desde su primera aparición por eso se conservan bastantes ejemplares que proceden de primeras ediciones antiguas e incluso tempranas traducciones. El texto de estas ediciones no es el mismo ya que el autor fue modificando la obra. La primera edición y más antigua de las conservadas se imprimió en Burgos, por Fadrique de Basilea en 1499, y consta de dieciséis actos con el título de Comedia de Calisto y Melibea. Hubo después varias segundas ediciones de Toledo, Valencia y Salamanca (1500), de las que se conserva la de Toledo, impresa por Pedro Hagenbachc, que añade los versos acrósticos, cuyas primeras letras, leídas verticalmente, dicen: "El Bachiller Fernando de Rojas acabó la comedia de Calisto y Melibea y fue nascido en la Puebla de Montalbán".
Estos libros tienen en común el título, que constan de dieciséis actos, que incluye una carta del autor a un amigo en el que le dice que se ha encontrado un texto anónimo y que como le ha gustado mucho ha decidido reunirlo todo en un acto —el primero— y concluir la obra. Entre 1502 y 1507 aparecieron muchas ediciones ampliadas y con el título de Tragicomedia de Calisto y Melibea (contaba con cinco actos más que la anterior) y también El libro de Calisto y Melibea y de la puta vieja Celestina, en Sevilla, Toledo, Salamanca y Zaragoza; ésta, de 1507, es la más antigua que se conserva de la Tragicomedia, que inserta cinco actos nuevos entre el XIV y el XV de la Comedia, fijándose el texto en veintiún actos definitivamente. Dado el enorme éxito de la obra y la garra del personaje de la alcahueta empezó a llamársela La Celestina, título que ha triunfado, y además el nombre del personaje ha pasado a designar en el léxico español a aquellas mujeres que median en amores bien por interés o gusto.
El autor y el género
"El bachiller Fernando de Rojas acabó la Comedia de Calisto y Melibea y fue nascido en la Puebla de Montalbán" dicen los versos acrósticos que sirven de presentación a la obra. Durante mucho tiempo se ha especulado sobre la veracidad de la afirmación y la identidad real del autor, pero, aunque no se tenga una gran información sobre Rojas, a la crítica actual le parece incuestionable que el bachiller nació en la Puebla de Montalbán (Toledo) hacia el 1470 en el seno de una familia acomodada de judíos conversos. Puede que no alcanzara el título de bachiller pero sí estudió leyes en la Universidad de Salamanca. También está documentado que fue alcalde, en varias ocasiones, de Talavera de la Reina, y que allí se casó y vivió. Por el inventario de sus bienes se sabe que contaba con una abundante biblioteca de libros jurídicos y profanos, entre ellos, muchos históricos, enciclopédicos e incluso la obra latina del poeta italiano Petrarca; de estas lecturas proceden las abundantes referencias a libros clásicos que, a partir del acto segundo de La Celestina, aparecen en la obra. Murió en 1541 en Talavera de la Reina.
Según asegura varias veces Fernando de Rojas, La Celestina es obra de dos autores: él mismo y otro, el cual habría escrito todo lo reunido en el primer auto, que es aproximadamente la quinta parte de la obra total.
Hay muchos críticos que no creen estas afirmaciones ya que piensan que una obra como La Celestina no podría ser escrita por dos autores, por ese motivo dicen que fue un invento del mismo Fernando de Rojas para justificar su obra, ya que en esa época había muchas cosas "prohibidas" que el autor cita en su obra.
En cuanto al género literario, podemos decir que: en la obra todo es diálogo; los personajes se van definiendo por lo que dicen y hacen, sin necesidad de anotaciones de un autor externo, por eso se ha valorado la teatralidad de La Celestina. Pero como consta de veintiún actos, con cambios de escenarios constantes y variados —el huerto, la casa de Calisto, la casa de Melibea, la casa de Celestina, la torre, varias calles—, hace muy difícil su montaje escénico; por eso se ha dicho que se trataba de una obra de teatro irrepresentable. La crítica actual la clasifica como una comedia humanista, que es un género creado por Petrarca en Italia en el siglo XIV y que alcanzó un gran desarrollo en el renacimiento europeo. Se caracterizaba por un argumento sencillo cargado de tensión dramática, con mucho diálogo y con fines moralizantes o educadores.
Lo importante era el texto y la enseñanza, lo de menos que fuese representable o no, aunque siempre cabía la posibilidad del escenario circular en una plaza que con efectos lumínicos alumbrase el rincón en el que tenía lugar la acción. Quienes defienden La Celestina como obra educadora no representable se apoyan en algunos párrafos largos, de difícil dicción, en sus muchas citas eruditas y en las resonancias de los clásicos que se perderían en una audición ligera. Lo cierto es que Rojas utilizó el castellano y no el latín propio de estas comedias, introdujo un realismo fuera de lo común, además de caracterizar, con gran profundidad psicológica a todos sus personajes y que por lo tanto creó una gran obra precursora de la modernidad.
Contenido
Resumen del argumento.
La acción de La Celestina se construye sobre los amores de Calisto y Melibea, en torno a los cuales se incorporan otros episodios que a su vez son causa y consecuencia del argumento principal. Calisto, de noble linaje y claro ingenio, persiguiendo un halcón entra en la huerta de casa de Melibea, una joven, rica y de serenísima sangre, por lo cual queda prendado de ella. Él intenta hablarle pero ella le despide con gesto airado. Calisto marcha a su casa compungido y su criado Sempronio le convence para que use los servicios de una vieja alcahueta llamada Celestina. En un principio, Pármeno le advirtió sobre ella pero como su amo no le hizo caso, se puso de acuerdo con el otro criado y La Celestina, en repartir el dinero que consiga sacarle a Calisto. Celestina cumple su misión y Melibea se entrega a Calisto.
Los criados van a casa de Celestina a reclamar su parte, mas cuando ésta se niega a darles nada, ellos la matan, y ante los gritos de las pupilas de Celestina, Elicia y Areúsa, acude la justicia, los coge y ejecuta públicamente. Elicia y Areúsa deciden vengar las muertes y, sabiendo que esa noche los amantes se verían en la torre de casa de Melibea, envían a un bravucón contra Calisto, el cual al oír ruidos intenta acudir en ayuda de su criado, y cayendo por la escala, muere. Melibea se desespera y ante la presencia de su padre se tira de la torre.
Temas que se tratan
Los temas principales que se tratan en la obra son los siguientes:
La pasión amorosa.
Trata sobre el deseo irrefrenable que aunque a veces aparezca envuelto en los típicos del amor cortés, se salta todas las normas sociales y morales llevando así a la destrucción de todos los personajes.
"La pasión amorosa" se ve reflejada en la ceguedad de Calisto.
La codicia y la pasión por la riqueza
El origen de todos los conflictos secundarios que aparecen en la obra son la codicia y la mezquindad de la Celestina y de los criados y el dinero es lo que los arrastra a la muerte.
"La codicia y la pasión por la riqueza" se ve reflejada cuando Sempronio y Pármeno son capaces de traicionar a su propio amo por dinero.
La astucia
Una de las características que mejor describe a la Celestina es su astucia por la cual es capaz de manejar a todos los personajes a su antojo pero su mezquindad puede más y la lleva a la ruina.
"La astucia" se ve reflejada en los diferentes momentos y situaciones en los que la Celestina maneja a los personajes.
La muerte
Fernando de Rojas, en cierto modo, hereda el concepto de la muerte en la Edad Media pero para él, la fe religiosa no es un consuelo en la desgracia, es decir, no tiene la esperanza cristiana de que hay una vida después de la muerte. Por ese motivo todos los conflictos aparecidos en la obra acaban en muerte, de ahí el nombre de tragicomedia.
"La muerte" se ve reflejada al final de la obra cuando acaban muriendo la mayoría de los personajes.
Estructura externa
La Celestina, y nos referimos a la versión completa, la cual consta de veintiún actos, a diferencia de las demás obras teatrales no se divide en escenas ni acotaciones que describan el lugar en donde se desarrollan los actos.
Fernando de Rojas, en La Celestina, tiene un punto de vista que varía a lo largo de esta, desde el autor que lo sabe todo, es decir, autor omnisciente al que va informando de aquello que ve desde fuera, es decir, el autor observador objetivo.
Estructura interna
La estructura del argumento es organizada por Fernando de Rojas, de una manera complejísima en la que no queda ningún cabo suelto. En esta estructura es fundamental la intriga de oscuros manejos para conseguir unos fines determinados y en su doble acepción de suspense.
La estructura interna o acción dramática se divide en tres partes:
Planteamiento: El acto que corresponde a esta parte es el I, el cual trata sobre el enamoramiento de Calisto hacia Melibea y el rechazo de esta lo cual lleva a Calisto a una profunda tristeza y se deja manipular por sus criados y por la Celestina.
Nudo: Los actos que corresponden a esta parte son desde el II hasta el XII, en los cuales se trata desde el comienzo de la manipulación de la Celestina hacia Calisto y los diferentes personajes. Hasta su muerte, incluyendo todos los engaños que sufren por parte de esta.
Desenlace: Los actos que corresponden a esta parte son desde el XIII hasta el XXI, en los cuales se trata desde la muerte de Celestina hasta la muerte de Calisto y Melibea, incluyendo la de Sempronio y Pármeno.
Los personajes
Calisto.
Es un joven noble, atormentado por la pasión amorosa y víctima fatal de ella. Se presenta como personaje rico, sin raíces familiares sólidas, viviendo de las rentas y rodeado de criados cuyo servicio se paga con moneda contante y sonante. Lejos de cualquier trascendencia heroica, los autores pretendieron dejar en Calisto el ejemplo del loco amador. En la obra se avisa al lector que se escribe "en reprehesión de los locos enamorados, que, vencidos en su desordenado apetito, a sus amigas llaman y dicen ser su dios". Aunque Rojas va más allá y en su indagación humana no duda en presentar a un joven indolente dispuesto a gastar su fortuna por satisfacer su deseo y en manifestarse ante su diosa Melibea como un ser vulgar y grosero ante su apetito carnal.
Con un escaso sentido del honor, actúa como un egoísta incontrolado, fuera de toda mesura y perdido el norte de la realidad de su entorno. Enamorado de Melibea, cae en una melancolía y se encierra en sí mismo recluido en sus habitaciones, desterrada la voluntad y entregado en manos de sirvientes desleales y alcahueta ambiciosa.
Como rico, Calisto lleva una vida con una cultura poco cimentada, y apenas tenia conceptos y expresiones de la literatura moderna de aquella época. Aunque pretende deslumbrar, con ellos, a todos y en especial a Melibea. Esto da pie a que los autores lo marquen de modo indeleble con el hierro de la parodia.
Su comportamiento es desde el primer momento como el de un loco enamorado a la manera cortés, cuando no al de un soberano estúpido, lo que explica que sus criados se burlen y lo insulten a sus espaldas y en su cara. Al recurrir a los servicios de la Celestina convierte a su amada Melibea en una prostituta más: la vieja se la traerá por dinero. En los encuentros amorosos con la doncella, su comportamiento es claramente descortés, egoísta y con frecuencia blasfémico. La muerte del joven enamorado es muy deshonrada para un caballero de la época.
Los criados.
Aparecen cuatro sirvientes: Sempronio y Pármeno, de mayor responsabilidad en la historia y más complejo papel, y Sosia y Tristán, que los reemplazan a su muerte y son de menor importancia.
Sempronio, el más viejo y también el más sabio, representa el papel del criado desleal. Desde las primeras escenas muestra la maldad que lo va a caracterizar hasta su muerte, ya que en su personalidad no se produce ningún cambio. Burlón y socarrón, aparece en la obra como consumado teórico del misoginísmo de la época. En realidad más teórico que otra cosa, pues en la práctica se ha enamorado de Elicia al modo calistiano. Y lo peor es que en más de una ocasión se deja ver que anda enamoriscado de Melibea, lo que lleva hasta el histerismo a Elicia. Egoísta y rencoroso, acaba mal, como no podía ser de otro modo. Después de dar muerte a la vieja, muere de mala manera en manos de la justicia, ejecutado sumariamente.
Pármeno, en principio, comienza siendo otra cosa para terminar del mismo modo. Recibe una perversión elaborada por la vieja, para eso, la Celestina utiliza un pasado que se hace presente y que lo condiciona en el transcurso de la historia, con este pasado a cuestas, Pármeno no tiene más remedio que sucumbir las artes de persuasión de la vieja alcahueta. El relato del joven criado, se completa con la historia de sus relaciones amorosas con Areúsa, que, una vez más, guardan el tufillo paródico del amor cortés de los señores.
Pármeno, tan inexperto en la vida erótica, se entrega en los brazos de la sabia Areúsa, a partir de aquí, no hay nada que hacer. Estamos a un paso del final lamentable de este criado, compañero ya para siempre de Sempronio, con el que participa en el crimen y en el castigo.
Muertos estos dos criados, los sustituyen Sosia y Tristán. Sosia es el mozo de espuelas de Calisto, el más humilde de sus servidores, de procedencia rural; él sabe esta condición y la sufre. Comienza su papel trayendo a casa de Calisto la noticia de la muerte de la Celestina y los criados, y luego, con Tristán los acompañan a su señor por las noches a casa de Melibea.
Manejado con engaño por la hábil Areúsa, que finge hacerlo su amante en lugar de Pármeno ha dejado, descubre los secretos de las entrevistas nocturnas facilitando, sin querer, la venganza de las muchachas con la muerte de Calisto. Sosia es tratado por Rojas con cierta simpatía. Tristán, es el más joven de todos, un mozalbete apenas, y sirve de paje a su señor. Descubre a la primera la trampa de Areúsa y alecciona al atolondrado Sosia. Ambos son valientes y leales en el servicio, y nobles y virtuosos. Tristán es el encargado de recoger el cuerpo destrozado de Calisto y retirarlo del lugar para que no sufra su honra.
Celestina
Celestina, vieja, barbuda, con la cara marcada por una cuchillada, cubierta con su manto y toca y vestida con unas malditas haldas prolijas y largas, esta trotaconventos recorre con presteza la ciudad de punta a punta, siempre trajinando en sus negocios nefandos. En su boca, el halagado, el dicho preciso, la filosofía más descaradamente hedonista, el consejo interesado; en su quehacer, las artes de la hechicería, los ritos brugeriles, el conjuro demoníaco, la seducción. Tenía seis oficios, labrandera, perfumera, maestra de hacer aceites i de hacer virgos, alcahueta y un poquito hechicera. Todos estos oficios los desempeña con envidiable maestría. Con su saber práctico y su sabiduría consigue hablar con Melibea, poner de su parte a Pármeno, engañar a Sempronio y utilizar al enamorado Calisto.
Sempronio la presenta a Calisto como hechicera y poco después Pármeno le hará una relación pormenorizada de su laboratorio hechizeril y de las artes que emplea para conseguir sus propósitos. La vieja es herbolaria, cosmética, conoce las entrañas de los animales, maneja el vestuario mágico y el poder de las piedras como lapidaría experta. Rojas presenta a la vieja alcahueta actuando de lleno en su papel de bruja. Una de las debilidades de Celestina es la afición desmedida al jarro, que se le ha acentuado, con los años. Celestina se alza como el personaje central de la obra por su inteligencia, habilidad, avaricia, falsedad y malas artes. Es el lado oscuro medieval y pecador, y a la vez quien va repartiendo sexualidad y pasiones porque también las ha conocido. Será su avaricia lo que la conduzca a la muerte, no sus artes para despertar el deseo en jóvenes que están deseando caer en sus redes.
Las muchachas y rufián hispano
Elicia y Areúsa son las pupilas de la vieja alcahueta; bajo su dirección forman una microsociedad femenina que tiene su espacio vital en la casa de la vieja, un prostíbulo semiclandestino y desde luego fuero de los espacios de la ciudad. Este prostíbulo se extiende a la casa de Areúsa. Celestina impone allí su dominio indiscutible y su magisterio no contestado. Elicia, en realidad la única pupila de la vieja, la sigue pero con su propio ritmo que, a veces, se convierte en indolencia irritante.
Areúsa es la teórica del grupo, y con la declaración inequívoca, marca la independencia irrenunciable y la envidiable libertad en que vive. Areúsa será la maquinadora de la venganza y para llevarla a cabo se va a servir de un personaje allegado al prostíbulo, el rufián Centurio.
Centurio aparece solo en los actos añadidos de la tragicomedia, que se conocen por ello como tratado de Centauro. Se presenta desde el comienzo como un bravucón jactancioso, pero algo consciente de su propia cobardía. Se pasa la vida empeñado por los naipes, presumiendo de valiente cuando en realidad es un bellaco de más de la marca.
Melibea
Melibea vive en un cómodo y holgado estado social, rodeada de halagos y en ese marco económico establecido por el emperador Pleberio, la joven se siente preocupada por su honra, posee una buena cultura para ser mujer en aquella época y se luce, en retahílas de ejemplos de la antigüedad sacados de su lectura.
Rojas va perfilando y enriqueciendo este personaje que llega a ser uno de los más complejos y mejor trazados de la literatura española. Después de las primeras embajadas de la vieja alcahueta, Melibea aflojará su furia para terminar por reconocerle su pasión sin fronteras y la necesidad perentoria de las entrevistas. Desde ese momento solo vivirá para este amor a la espera de la llegada del amado. Melibea es un personaje lleno de matices: es la más espiritual de la obra, lo que no significa que sea ingenua, es tentada y una vez que su lujuria se ha despertado lucha por no caer en el deshonor que presiente que se le avecina, mas no puede resistirse. Cuando Melibea presencia la muerte de su amado se tira de la torre ante los ojos de su padre.
Los padres
Pleberio y Alisa pasan sus días mirando a su hija Melibea. Los personajes son reflejo de los padres de la comedia romana, esta pareja, trazada con esmero y ambigüedad, supera a sus antecedentes al tiempo que ofrece un tipo de padres que no volverá a aparecer.
Alisa, lleva una vida de señora pudiente con un abandono llamativo de sus obligaciones maternales, llegando incluso a abrir, al dejar a su hija sola con Celestina, la puerta de la tragedia que se le vendrá encima. Pasa por la historia como una irresponsable, ajena a lo que ocurre en su misma casa. Al final, no podrá soportar la magnitud del desastre que nunca llegó a comprender.
Pleberio ha acumulado una buena fortuna y sus negocios, marchan a las mil maravillas; por ello recibe de todos la consideración social de rico mercader. Aunque tiene fama de celoso guardador de su hija, la verdad es que demuestra lo contrario: se muestra confiado, tranquilo mientras su hija, desparrama su honra por la ciudad. Demasiado ingenuo para tener una hija joven y sin casar, al abandonar sus deberes paternales recaerá sobre él una buena parte de la responsabilidad de la tragedia.
El espacio y el tiempo
EL ESPACIO:
Las clases urbanas de la época y los personajes, en La Celestina, se mueven en distintos ambientes sociales, sin que haya ninguna ruptura entre el mundo de los criados y el de los amos. Un ejemplo sería la facilidad con la que la alcahueta, que tiene un nivel social bajo, tuvo acceso a Melibea, de un nivel social más alto.
Eso mismo, es la causa por la que aparecen distintos escenarios urbanos. Nos encontramos con lugares abiertos:
La calle, es el lugar más utilizado por la Celestina ya que siempre está yendo de un sitio para otro.
La iglesia, es el lugar donde probablemente se encontraban muchos enamorados de la Edad Media, entre ellos Calisto y Melibea.
El huerto de Melibea, es el lugar donde los dos enamorados tienen todos sus encuentros.
También hay lugares cerrados:
La casa, donde se llevan a cabo acciones íntimas, secretas o criminales. Un ejemplo sobre una acción íntima que se produzca en la casa son las relaciones que mantenían Calisto y Melibea en la habitación de ella. Otro sobre una acción secreta es cuando los criados llevan en secreto la traición de su amo y por último una acción criminal que se produce en una casa es el asesinato de la Celestina.
EL TIEMPO:
El tiempo en La Celestina va adecuando a las características de la acción. Hay periodos cortos narrados extensamente para darnos la sensación de lentitud, o saltos temporales para indicar lo contrario. En la obra el primer caso se presenta desde el acto I hasta el acto XVI los cuales son muy largos y solo narran tres días; y en el segundo caso pasa lo contrario, empieza en el acto XVII y termina en el XXI y narra todo lo ocurrido en un mes.
Tipo de lenguaje que aparece.
La Celestina introduce una novedad muy importante en nuestra historia literaria: hacer hablar a cada personaje según el estado social al que pertenece o de acuerdo con la situación y el interlocutor que tiene. En ella se produce una fusión constante entre lo erudito y lo vulgar, entre lo retórico más elaborado y el lenguaje llano más directo, entre la cita clásica y el refrán.
Calisto tiene un nivel social alto y se expresa en un nivel culto, con cierta complicación retórica, pero no cuando habla con personajes de la clase baja. A Calisto le corresponde el lenguaje propio de la clase culta y del mundo universitario de la época de los Reyes Católicos.
Melibea al igual que Calisto tiene un nivel culto que corresponde a la clase social alta pero que no utiliza al hablar con personajes de la clase social baja.
Celestina, emplea un nivel popular, lleno de refranes y dichos, pero es muy fácil observar cierta elevación de su nivel cuando se dirige a aquéllos que le pagan, que es debido al continuo contacto con la clase social alta. Usa un lenguaje popular con registros picarescos y realistas muy elaborado por Rojas, ya que no sólo usa refranes, como marca la tradición para caracterizar el habla popular, sino que incluso se permiten bromas a propósito de citas filosóficas y humanistas.
Los criados hablan con un lenguaje vulgar, y se ríen a veces de la manera de hablar de Calisto. Al igual que Celestina, utilizan refranes y se permiten bromas a propósito de citas filosóficas y humanistas.
INTERPRETACIÓN DE LA OBRA
Las interpretaciones que tenemos de esta obra son:
La protesta de un marginado, con lo cual nos referimos a que la condición de judío converso de Fernando de Rojas le condujo a denunciar, por medio de su obra, la baja catadura moral de una sociedad que pretendía marginarlo. A lo que nos referimos es a que bien a él o a sus padres, la sociedad les hizo cambiar de religión dando a entender que la suya era mejor y él se queja de que esa religión a la cual les hicieron cambiarse y ese Dios al cual les hicieron adorar, es decir, la sociedad en la que les hicieron vivir no funcionaba debidamente, por no decir muy mal.
Una propuesta moral, con lo cual nos referimos a que coincidiría este punto de vista con la declaración explícita manifestada por Fernando de Rojas en los preliminares de la obra, donde señala que "La Celestina esta compuesta en reprehesión de los locos enamorados" y en aviso de los engaños de las alcahuetas y malos y lisonjeros sirvientes. A lo que nos referimos es a que Fernando de Rojas escribió La Celestina con el propósito de advertir a los enamorados, es decir, a los cegados por el amor y decirles que no se dejen arrastrar por esa ceguedad al engaño de las alcahuetas y a la traición de los sirvientes.
TALLER DE CREACIÓN.
Aunque en esta obra haya algunos casos donde se exalten las relaciones amorosas ilícitas y los placeres de la carne, no tiene que ser inmoral, ya que en realidad es lo que hace la gente y no tenemos porque esconderlo, estamos hablando de una cosa natural.
Usted cree señor fiscal que la gente no tiene dos caras en cuanto a su visión hacia la religión, que no se muestran todos muy devotos pero luego cada uno no hace lo que quiere sin tener tan presente la visión de Dios.
Señor juez no veo porque no debe de ser esta obra publicada, que es que cuando se le muestra la verdad a la sociedad en algún aspecto ¿ya no se pude publicar?, ¿Que no es verdad que la gente de una clase social más baja no tiene un lenguaje más vulgar y chabacano que la clase social alta debido a que no han podido tener unos estudios, no es verdad que la gente mantiene relaciones sexuales a escondidas antes de sus matrimonios, no es verdad que la gente tiene a Dios y a la religión un poco al margen de sus vidas?
Entonces señor juez dígame: ¿porque esta tan prohibido mostrar la realidad?
BIBLIOGRAFÍA
ESPASA CALPE, COLECCIÓN AUSTRAL.
JARCHA 1 LENGUA Y LITERATURA, BACHILLERATO 1º CURSO- EDITORIAL VICENS VIVES.
ENCICLOPEDIA ENCARTA '98.
Lengua castellana y Literatura, 3º- Editorial Oxford.
Literatura Española 3- Editorial Anaya.
10
1
Descargar
Enviado por: | Pillina |
Idioma: | castellano |
País: | España |