Literatura


La Celestina; Fernando de Rojas


'La Celestina; Fernando de Rojas'

'La Celestina; Fernando de Rojas'

INDICE

Ficha Técnica ………………………………………………….. 3

Introducción ………………………………………………….. 4

  • Contexto Histórico y Social …………………………….. 4

  • Autoría ……………………………………………………... 5

  • Género Literario …………………………………………… 6

  • Intención y Propósito ……………………………………. 7

  • Fuentes …………………………………………………….. 8

  • Influencia …………………………………………………… 8

  • ESTRUCTURA …………………………………………………….. 10

    Partes de la Obra …………………………………………….. 10

    Argumento ……………………………………………………. 11

    Resumen por Actos …………………………………………. 12

    PERSONAJES …………………………………………………….. 16

    Personajes Primarios ………………………………………. 16

    Personajes Secundarios …………………………………… 18

    TEMAS ………………………………………………………………. 20

    Coordenadas espacio-tiempo ………………………….. 22

    DOBLE PLANO ……………………………………………………. 23

    plano ideológico …………………………………………….. 23

    Plano Estilístico …………………………………………….. 25

    Plano de los Personajes ………………………………….. 26

    CRITICA PERSONAL …………………………………………….. 28

    *Bibliografía

    FICHA TÉCNICA

    Autor:

    Fernando de Rojas

    Obra:

    La Celestina

    Género literario:

    Tragicomedia de Calisto y Melibea

    Movimiento Literario:

    Baja Edad Media (Prerrenacimiento)

    Siglo: XV

    INTRODUCCIÓN

    La Celestina es una de las obras más importantes de la literatura española, hasta el punto, que se considera que de no existir el Quijote, sería la obra maestra de nuestra literatura. Este libro se caracteriza principalmente por su gran originalidad que ha suscitado y sigue suscitando polémicas y controversias acerca de aspectos tan básicos como la autoría o el género literario.

    Todos estos elementos mezclados con un interesante argumento y unos personajes con una gran carga dramática consiguen formar una de las obras más originales, más espectaculares e importantes del panorama mundial.

    1. CONTEXTO HISTÓRICO Y SOCIOCULTURAL

    En los últimos siglos del periodo medieval, se observan profundas transformaciones en el sistema feudal que afectan a la concepción del mundo. En este marco de cambios, se produce el nacimiento de la prosa castellana.

    La Baja Edad Media se desarrolla en la Península en los siglos XIV y XV, en esta etapa la institución feudal se transforma y acaba por desaparecer:

    Transformaciones políticas. El progreso de la Reconquista incrementa la extensión de los territorios y hace necesarias nuevas formas de comportamiento político. La autoridad real crece, y la nobleza, se agrupa en cortes y desea ejercer el poder político. Los enfrentamientos nobiliarios son constantes porque la nobleza feudal no desea perder su protagonismo.

    Transformaciones sociales y económicas. El desarrollo de la economía y de la población de los siglos anteriores se ve interrumpido por las malas cosechas, el hambre, las guerras internas y las epidemias (la peste). El dinero cobra gran importancia, y la burguesía, alcanza una posición privilegiada y pretende igualarse a la nobleza.

    El auge de la burguesía produce una transformación del sistema de valores. El interés por la vida terrenal, las posesiones materiales, por la vida más allá de la muerte cobra gran importancia y modifica la preocupación por la vida eterna. Los efectos de la peste negra parecen influir en estos cambios. Como resultado de la epidemia, muchas personas se convirtieron en "fanáticos" religiosos; pero otras abandonaron los intereses y obligaciones: el deseo de disfrutar del presente.

    En este marco nacerá La Celestina, representando todos los profundos cambios que se estaban sufriendo.

    2. AUTORÍA

    La cuestión de la autoría de la obra es otro de los aspectos fundamentales más debatidos y sobre el que la crítica ha dedicado una particular atención.

    En la carta de “el autor a un su amigo”, composición poética de once octavas de arte mayor que, a modo de prólogo incluye las ediciones en dieciséis actos que llevan el título de comedia, se afirma claramente que el primer acto, el más extenso de toda la obra, es de autor distinto que el de los quince actos restantes. En la carta no aparece el nombre del primer autor y el nombre del segundo tampoco aparece de una manera clara, aunque si en los acrósticos que siguen a la “carta” donde se pueden leer “el bachiller Fernando de Rojas acabó la Comedia de Calisto y Melibea y fue nacido en la Puebla de Montalbán”. En la “Carta”, también se dice que es estudiante de leyes y que estando en Salamanca cayó en sus manos el primer acto de la obra escrito por un autor desconocido, y que quedó tan admirado al leerlo que decidió continuarla y acabarla añadiendo los quince actos restantes, cosa que hizo en quince días de unas vacaciones.

    Por otro lado, en la versión ampliada y titulada Tragicomedia, se insinúa que el autor del primer acto fue Juan de Mena o Rodrigo Cota. Así mismo, en el nuevo “Prólogo” que aparece en la Tragicomedia de 1502, se dice que para contentar a los lectores, Fernando de Rojas compuso cinco actos más, intercalados a partir de la mitad del acto XIV hasta el XIX, con los que se llegan a los veintiún actos definitivos de la Tragicomedia.

    Se han creado muchas teorías a lo largo de la historia acerca de la autoría de la obra; pero de las declaraciones que el propio Rojas manifiesta en los textos preliminares solamente podemos sacar dos conclusiones: el acto I es de autor anónimo ya que no se ha podido comprobar, de una manera determinante, la paternidad de Mena o de Cota ; el autor de las correcciones e interpolaciones en el acto I, así como el autor de los quince actos de la Comedia es Fernando de Rojas que, a su vez, lo es también de los cinco actos añadidos posteriormente en las ediciones de la Tragicomedia.

    En cualquier caso, no es en absoluto incorrecto considerar a Rojas como el autor de la Celestina, ya que es el autor de todo el grueso de la obra de los veinte actos restantes; y respecto al primero, el acto clave para determinar la doble autoría, ningún crítico ha dejado de señalar la perfección con que Rojas lo hizo suyo, reasumiendo la concepción global de lo que tenía que ser la obra, y sabiendo dar esa coherencia y unidad desde el punto de vista artístico.

    3. GÉNERO LITERARIO

    El género literario en el que se ha de encuadrar la Celestina es otro de los aspectos más discutidos por la crítica moderna, y, en este sentido la obra se resiste a ser encasillada en un género o en otro presentando una vez más su singularidad. Durante la época de Fernando de Rojas, ya se produjeron controversias sobre cómo se había de calificar la obra. Los lectores coetáneos de Rojas consideraron a la obra como perteneciente al género dramático no sólo por sus títulos Comedia o Tragicomedia sino que también el análisis de otros elementos como la distribución en actos y la presencia del diálogo como única fórmula para desarrollar la acción determinan su carácter eminentemente teatral. Sin embargo, es a partir del siglo XVIII cuando se platea el debate sobre el género al que pertenece la Celestina al no encajar en los rígidos moldes de las preceptivas clásicas, empleando para designarla términos como “novela dramática” o “novela dialogada”.

    La crítica moderna se divide en la consideración de la Celestina como obra de teatro o como novela. Aunque el carácter dramático, teatral, de la obra parece evidente a simple vista si observamos que está estructurada en actos, que esta escrita toda ella en forma dialogada, y que no se encuentra en ella ni un narrador ni parte narrativa alguna, sin embargo su gran extensión, su irrepresentabilidad, por lo menos en su forma original y el particular uso que Rojas hacer del espacio y del tiempo han hecho pensar que la Celestina tiene tan sólo en su forma exterior la apariencia de teatro.

    No obstante, es innegable su condición teatral puesto que desarrolla un argumento en forma de acción pese a que el uso del espacio y del tiempo sea más cercano al de la novela que al puramente teatral, para conseguir dar cauce al proceso psicológico de sus personajes. Tal libertad sólo es posible si de antemano, se renuncia a la representación tradicional de la obra en un escenario; así la Celestina fue concebida para ser leída en voz alta ante un reducido público, como si de teatro leído se tratara.

    La Celestina pertenece, al menos en su origen, a la corriente de la llamada corriente humanística, fórmula teatral aparecida en Italia a mediados de siglo XIV y, según se cree, iniciada por Tetrarca. Las características que podemos rastrear en la obra son: un argumento más bien simple, desarrollado a un ritmo lento, en el que es frecuente los largos parlamentos; en el reflejo de ambientes y tipos del momento; en el interés por los sectores humildes de la sociedad y por los aspectos pintorescos de la vida cotidiana en la que es esencial la variedad del diálogo. En cualquier caso, las únicas diferencias palpables entre la comedia humanística y la Celestina son que en aquella era habitual que se escribiera en latín y tuviera un final feliz.

    De todas formas, la Celestina se resiste a ser definida y juzgada a partir de los moldes de sólo novela o sólo teatro, manifestando incluso en este aspecto del género literario su indiscutida originalidad.

    4.- INTENCIÓN Y PROPÓSITO

    Numerosos son los pasajes en los que aparecen las causas que motivaron a Fernando de Rojas a acabar la Comedia. En síntesis, se pueden resumir en : poner al alcance de los enamorados una obra que sirva de ejemplo para poder resistir los fuegos del amor, y en especial del loco amor; y en un afán estético un artístico.

    En este sentido, al ofrecer una obra ejemplar y a la vez agradable, se puede decir que continua la tradición del tópico medieval de deleitar enseñando. Lo que Rojas pretende es ofrecer un relato agradable y divertido para que los oyentes se aparten por propia voluntad de los peligros del amor.

    Para conseguir estos objetivos Rojas afirma proseguir en la misma vena cómica que le imprimió el primer autor a la obra, de ahí, el humor y el carácter paródico de la obra, por lo menos en un primer momento. La comicidad de la obra tiene su fundamento en la sátira del enamorado cortés, al parecer tan frecuente en la época, y pretende poner sobre aviso de los peligros devastadores del amor, y de manera muy especial a “un su amigo” que es a quien se dirige. Con esta intención lleva a su protagonista a decir y realizar las más disparatadas locuras por amor convirtiéndole en una parodia del amante cortés.

    Pero, al mismo tiempo, advierte que el carácter cómico y paródico no debe hacer olvidar otros aspectos como es el carácter didáctico-moral de la obra. En efecto, se debe tener muy en cuenta la lección moralizadora, aspecto sobre el que insiste de una manera reiterada en los textos preliminares.

    El propósito didáctico quedaba más explícito en la versión de la Comedia. Allí, Calisto muere la misma noche que consigue gozar de Melibea. Parece como si el autor hubiera querido dejar muy claro, sin concesión alguna, que a su loco atrevimiento el castigo correspondiente había de ser inmediato y fulminante. En la Tragicomedia, por el contrario, el personaje de Calisto adquiere unas mayores dimensiones de verdad humana. Las entrevistas nocturnas con Melibea se prolongan hasta tres, su partida de ella ya no es porque este amaneciendo y tema que lo descubran, sino porque pretende ayudar a sus jóvenes criados que están en peligro. El propósito moralizador continua presente, pero algo más atenuado y, quizá por ello mismo, más eficaz. Rojas lo que quiere poner de manifiesto en su obra, son los peligros del loco amor, del amor desordenado que conduce a la destrucción y a la muerte.

    5. FUENTES

    En la Celestina es visible la huella de Aristótles, Virgilio, Seneca, Boecio, de la Biblia, de Tetrarca, del Cancionero, del Arcipreste de Talavera, de Santillana, de Rodrigo Cota, de Jorge Manrique… Entre los préstamos, quizás los más significativos sean los referentes a la misma trama, pues la Tragicomedia reproduce una historia de seducción amorosa bastante cercana a la expuesta en el Pamphilus, una comedia del siglo XII escrita en latín y muy divulgada y conocida en toda Europa, la cual también inspiró el episodio de don Melón y doña Endrina, único episodio que por lo demás acaba de una manera feliz, perteneciente al Libro del Buen Amor del Arcipreste de Hita.

    Por otra parte, ya se ha aludido a la deuda que loa Celestina tiene contraída con la comedia humanística, y que parece que es el modelo más próximo en el que Rojas se habría inspirado para su obra. La comedia humanística dio entrada a personajes extraídos de la realidad más cercana e inmediata; en el desarrollo de la trama que suele ser de carácter amoroso, intervienen y participan de modo activo los criados y una tercera; así mismo, en el tratamiento de los personajes, se concede igual atención a todos ellos, ya provengan de la nobleza, ya del pueblo bajo; así como es también característica la preponderancia del personaje femenino al mostrar de manera apasionada su amor o al protestar contra las convenciones sociales, reflejado en la actitud de Melibea y Areúsa.

    Confluyen en la Celestina otras influencias coetáneas, como Corbacho, del Arcipreste de Talavera, en la vena misógina que pone de manifiesto Sempronio o en la interpretación neoplatónica del amor, la tradición amorosa inspirada en el código del amor cortés y en especial, de la novela sentimental. En este sentido, se ha visto a Calisto y a Melibea como un trasunto deleriano y laureola, los protagonistas de la Cárcel de amor de Diego de San Pedro.

    No obstante, los orígenes de la Celestina habría que buscarlos no sólo en la tradición literaria clásica sino también en la realidad contemporánea observada por Rojas; o por lo menos en ciertos aspectos de la realidad que vienen a reflejar un mundo turbio y ciertamente corrompido en el que predominan el ambiente hedonista, el afán de goce y la mentalidad de actuar siempre en beneficio propio, mundo en el que abundan los amadores y conllevan al submundo de las prostitutas y alcahuetas, dispuesto a satisfacer los delirios más o menos vehementes de una nobleza ociosa.

    6. influencia

    La influencia de La Celestina en la literatura posterior es amplísima. Desde el principio fue objeto de continuaciones como la Segunda Celestina de Feliciano de Silva. Su influencia fue grande en obras de Lope de Vega como La Dorotea y El Anzuelo de Fenisa . También la tuvo presente el autor de La Lozana Andaluza y el género de la novela picaresca. Fue traducida durante el siglo XVI al italiano, alemán, francés y holandés.

    Aunque se ha intentado en reiteradas ocasiones su adaptación a la escena esto no ha tenido demasiado éxito, como la película de la Celestina rodada en 1996. El personaje de Celestina ha sido estudiado por Ramiro de Maeztu como una de las constantes socio-literarias de la vida española, al lado de Don Quijote y Don Juan . Un gran pintor, Picasso, nos ha dejado en su época azul el retrato evocador de Celestina. El propio lenguaje ha dado entrada en el léxico a términos como celestinar y celestinesco.

    La figura de intermediario en las relaciones amorosas, universal y eterna, ha quedado para siempre cristalizada en el personaje de Rojas.

    ESTRUCTURA

    Una historia en apariencia tan simple, como es el caso de La Celestina, se convierte en argumento de una extensa y trascendental obra por dos razones fundamentalmente, la acción se desarrolla tranquilamente con lo que se consigue diseñar unos carácteres de gran fuerza y un ambiente que es exacto reflejo de la vida misma y las causas y las consecuencias se entrecruzan como en la vida misma. Esto en conjunto, provoca la riqueza, profundidad y complejidad de la obra.

    Partes de la obra:

    Por su estructura externa la obra está dividida en 21 actos, de los cuales el primero, el autor es desconocido y notablemente más extenso que los siguientes. Esta división interna de la obra, en actos no tiene un verdadero significado estructural; sin embargo si tenemos en cuenta el desarrollo de la acción podemos distinguir un prólogo y dos partes:

    Prólogo: Podemos considerar como prólogo, la escena introductoria que abre el acto I en la que se encuentran Calisto y Melibea. Esta escena representa el punto de arranque de toda la tragedia. Ya en esta primera escena Calisto da a entender a Melibea, de una manera directa y cruda, la proposición de un ilícito amor. Melibea le rechaza de manera airada lo que provocará el comienzo del amargo y desastroso fin.

    En cuanto a las dos partes, el motor de la acción es el amor o la pasión, pero un amor trágico; y es que la estructura de La Celestina está montada sobre el contraste de amor y muerte. El acto XII es fundamental ya que es el momento en que cambia el movimiento de la obra; el amor y la muerte se aunan aquí en un mismo acto,: el primer encuentro de amor de Calisto y Melibea y la primera muerte, la de Celestina. Anteriormente se ha visto una ascensión hacia el amor, desde ese momento, aparecerá la muerte como protagonista.

    Primera Parte (hasta el acto XII)

    Presenta un ritmo ascendente de acercamientos m´ltiples alrededor y en funfción del principal: el encuentro de Calisto y Melibea. Hasta esste momentos, lkos acercamientos interesados se van sucediendo con mayor o menor dificultad. Calisto ante los impedimentos determinados por la ilegitimidad de su amor y las imposiciones sociales se alía con Celestina por mediación de Sempronio. Pármeno, más idealista y bienintencionado para con su amo, es, al principio, un impedimento que hay que destuir. Las muchachas de Celestina, Elicia y Areusa, desempeñaran un papel importnte en la consecución de la necesaria asociación de Celestina, Sempronio y Pármeno. Celestina se encuentra con una doble misión: atraer como aliado a Pármeno, que la conoce bien y la desprecia, y, como proyecto último conseguir la claudicación de Melibea, misión ardua no por el modo de ser de Melibea sino principalmente por los comportamientos sociales que se le imponen. La corrupción de Pármeno se consigue definitivamente en el acto IX, en el encuentro con Areusa; la atracción de Melibea, trabajosa y lenta, culmina en el XII.

    Segunda Parte (a partir del acto XII):

    Se inicia también en el acto XII con el asesinato de Celestina, a manos de Sempronio y Pármeno. La muerte ya anunciada varias veces en la primera parte, va a convertirse a partir de ahora en motor de la acción. Tras la muerte de Celestina, Tristán y Sosia comunican el ajusticiamiento de Sempronio y Pármeno en el acto XIII. En el XIX, única noche de amor completo, muere Calisto. El XX, el suicidio de Melibea será el último eslabón de la cadena. Pero la muerte también está presente en otros actos; por ejemplo en los actos XV, XVII y XVIII; con los planes de venganza de las muchachas de Celestina y, sobre todo en el acto XXI, con el planto de Pleberio, que cierra la obra confirmando el triunfo de la muerte sobre el amor por la fuerza del destino.

    Argumento:

    La obra comienza cuando Calisto ve casualmente a Melibea en el huerto de su casa, adonde ha entrado a buscar un halcón suyo, y la requiebra. Esta lo rechaza, pero ya es tarde, ha caído violentamente enamorado de Melibea.

    Por consejo de su criado Sempronio, Calisto recurre a una vieja prostituta y ahora alcahueta profesional llamada Celestina quien, haciéndose pasar por vendedora de géneros diversos (peines, alfileres, ovillos, afeites, hierbas e incluso oraciones, género este que es el que compra Melibea: una oración contra el dolor de muelas), puede entrar en las casas y de esa manera puede actuar de casamentera o concertar citas de amantes; Celestina también regenta un prostíbulo con dos pupilas, Areúsa y Elicia.

    El otro criado de Calisto, Pármeno, cuya madre fue maestra de Celestina, intenta disuadirlo, pero termina despreciado por su señor, al que sólo le importa satisfacer sus deseos, y se une a Sempronio y Celestina para explotar la pasión de Calisto y repartirse los regalos y recompensas que produzca.

    Mediante un pacto con el diablo, Celestina, consigue que Pármeno se ponga de su parte ya que hace que una de sus pupilas lo enamore y que Melibea se enamore de Calisto por la misma magia y como premio recibe una cadena de oro, que será objeto de discordia, pues la codicia la lleva a negarse a compartirla con los criados de Calisto; éstos terminan asesinándola, por lo cual se van presos y son ajusticiados.

    Las prostitutas Elicia y Areúsa que han perdido a Celestina y a sus amantes, traman que el fanfarrón Centurio asesine a Calisto, pero éste en realidad sólo armará un alboroto. Mientras, Calisto y Melibea gozan de su amor, pero al oír la agitación en la calle y creyendo que sus criados están en peligro, Calisto salta el muro de la casa de su amada, cae y se mata. Desesperada Melibea se suicida y la obra termina con el llanto de Pleberio, padre de Melibea, quien perdona a los amantes.

    Resumen por actos:

    ACTO 1

    Calisto entra en la huerta de Melibea y, al verla, se enamora de ella. Comienza a hablarle, pero ella le rechaza. Por este motivo Calisto, muy apenado, habla con un criado suyo llamado Sempronio, quien le endereza a una vieja alcahueta llamada Celestina, donde él mismo tiene una amada, Elicia. Entretanto y hasta que llegan Sempronio y Celestina a casa de Calisto, queda éste razonando con otro criado, Pármeno, un viejo conocido de Celestina que quiere inducirle a la concordia de Sempronio mediante la promesa de una aventura amorosa con Areúsa, una de sus pupilas.

    ACTO 2

    Celestina parte de la casa de Calisto hacia la suya y Calisto queda razonando con Sempronio sobre la utilidad de las cien monedas que ha otorgado a Celestina como adelanto por sus servicios. Sempronio insiste en que ha hecho bien en recompensar a Celestina de tal forma, pero Calisto, a quien todo le parece tardanza, envía a Sempronio para apremiar a la alcahueta. Quedan entretanto Calisto y Pármeno juntos razonando.

    ACTO 3

    Sempronio va a casa de Celestina, como había ordenado su señor, y la reprende por su tardanza. Finalmente se dirige Celestina a casa de Melibea. Quedan entretanto Sempronio y Elicia, su amada, en casa.

    ACTO 4

    Celestina, andando por el camino, habla consigo misma hasta llegar a la casa de Pleberio, padre de Melibea. Allí halla a Lucrecia, la criada. Alisa, la madre de Melibea, la hace entrar. Entretanto llega un mensajero a llamar a Alisa y queda Celestina sola con Melibea, a quien descubre la causa de su venida.

    ACTO 5

    De regreso de casa de Melibea, Celestina va hablando por la calle hablando consigo misma. En su casa descubre a Sempronio que la está esperando. Ambos van hablando hasta la casa de Calisto y Pármeno, que les ve venir y pregunta a su amo sobre si debe abrir la puerta, abre.

    ACTO 6

    En casa de Calisto, éste le pregunta a Celestina sobre lo que le ha acontecido con Melibea. Mientras, Pármeno le pone a cada momento un mote distinto a Celestina pese a que Sempronio le reprende constantemente. En fin, la vieja Celestina le descubre todo lo que ha averiguado de Melibea y le enseña un cordón de la amada. A continuación se dirige a su casa con Pármeno.

    ACTO 7

    Celestina habla con Pármeno en el intento de inducirle a concordia y amistad de Sempronio y Pármeno le responde recordándole la promesa que le hizo acerca de Areúsa. Los dos van a casa de Areúsa donde Pármeno pasa la noche. Celestina vuelve a su casa, donde Elicia le increpa por su tardanza.

    ACTO 8

    Llega la mañana y Pármeno despierta. Se despide de Areúsa y vuelve a casa de Calisto, su señor. En la puerta ve a Sempronio, con quien concierta su amistad. Van juntos a la cámara de Calisto, que está hablando consigo mismo. Una vez que se levanta, se dirige a la iglesia.

    ACTO 9

    Sempronio y Pármeno van a casa de Celestina, hablando entre sí. En casa de la alcahueta encuentran a Elicia y Areúsa. Se ponen a comer. Entre tanto llega Lucrecia, criada de Melibea, a llamar a Celestina, que vaya a estar con Melibea.

    ACTO 10

    Mientras andan Lucrecia y Celestina por el camino, está hablando Melibea consigo misma. Llegan a la puerta y una vez dentro, Celestina entabla una conversación con Melibea. Esta, después de muchas razones, le descubre su gran amor hacia Calisto. Acuerdan una cita con Calisto. Celestina se va cuando ve llegar a Alisa, conocedora de la mala fama de Celestina entre la gente. Alisa pregunta a su hija por los negocios de Celestina y ésta defiende a Celestina.

    ACTO 11

    Celestina va sola por la calle hablando consigo misma. Ve a Sempronio y a Pármeno que se dirigen hacia a iglesia a por su señor. Sempronio habla con Calisto. Van a su casa, donde Celestina le informa sobre el amor de Melibea y la cita acordada. Mientras, Pármeno y Sempronio hablan entre sí. Celestina se despide de Calisto, que le ha otorgado una cadena de oro como recompensa por sus servicios, y se dirige a su casa, donde Elicia le abre la puerta. Cenan y se van a dormir.

    ACTO 12

    Calisto, Sempronio y Pármeno van llegada la media noche a casa de Melibea, que ya le aguarda. Los dos enamorados hablan entre puertas y se confiesan el amor mutuo. Finalmente Calisto se despide después de haber concertado otra cita con Melibea y vuelve con sus criados hacia su casa. Entretanto se han despertado los padres de Melibea y preguntan a su hija por las razones de los ruidos que se podían oír en su habitación. Melibea afirma que estaba sedienta. Al mismo tiempo tiene lugar una acción que es determinante para el resto del libro. Sempronio y Pármeno van a casa de Celestina a reclamar parte de la ganancia, pero Celestina se niega a compartir. Tienen una pelea y finalmente matan a Celestina. Da voces Elicia y viene la justicia y apresa a los dos.

    ACTO 13

    Llega Sosia llorando por las muertes de Sempronio y Pármeno degollados en la plaza mayor. Sosia se lo cuenta a los demás criados, entre ellos a Tristán, que está delante de la puerta de su amo. Al final del acto le comunican la mala noticia a su amo que hace gran lamentación.

    ACTO 14

    Está Melibea muy afligida por la tardanza de su amado Calisto pero al final llega éste con sus dos criados Sosia y Tristán. Después vuelven todos a su posada y Calisto se retrae en sus palacios quejándose por el poco tiempo que ha estado con Melibea.

    ACTO 15

    Areúsa dice palabras injuriosas a un rufián llamado Centurio, el cual se despide de ella por la venida de Elicia. Ésta le cuenta a Areúsa las muertes de Sempronio y Pármeno, al igual que la de Celestina y conciertan las dos vengar las muertes de los tres en los dos enamorados por mediación de Centurio. Finalmente Elicia se despide de Areúsa.

    ACTO 16

    Pensando Pleberio y Alisa tener su hija el don de la virginidad conservado, lo cual, según ha parecido no es así, están razonando sobre el casamiento de Melibea. Esto lo oye Melibea, en quien despiertan pena las palabras de sus padres, y envía a Lucrecia para que sea causa de su silencio en aquel propósito.

    ACTO 17

    Elicia determina dejar de pensar en la muerte de los tres seres queridos, como le aconseja Areúsa. Va a casa de ésta misma, adonde viene Sosia, al cual Areúsa saca todo el secreto que está entre Calisto y Melibea.

    ACTO 18

    Elicia determina de hacer amistades entre Areúsa y Centurio por precepto de Areúsa y van a casa de Centurio pare rogarle la venganza de las muertes en Calisto y Melibea. Centurio lo promete delante de ellas, pese a intentar excusarse.

    ACTO 19

    Calisto va con Sosia y Tristán al huerto de Melibea, que le está esperando. Mientras vienen Traso y otros a cumplir lo que había prometido Centurio a las dos pupilas de Celestina. Pero Sosia y Tristán consiguen ahuyentarles. No obstante, Calisto quiere salir en ayuda de sus criados y al descender por la escalera de casa de Melibea sufre un accidente mortal. Melibea, al oír esto, sufre una crisis emocional.

    ACTO 20

    Lucrecia llama a la puerta de Pleberio para que vaya a ver a su hija. Melibea finge inicialmente tener dolor del corazón. Envía Melibea a su padre a por algunos instrumentos músicos al tiempo que ella sube a una torre con Lucrecia. Se despide de Lucrecia y cierra tras ella la puerta. Llega su padre al pie de la torre y Celestina le confiesa su aventura amorosa con Calisto. Al final, se deja caer torre abajo.

    ACTO 21

    Pleberio vuelve a su cámara con gran llanto e informa a su mujer Alisa sobre lo ocurrido. Concluye el libro con un planto.

    Personajes

    La Celestina es una obra única en cuanto a la creación de personajes, la fuerza de estes es uno de los aspectos más sorprendentes de la obra y la encargada de dotarlos de vida. Un rasgo común de todos los personajes (tanto en el mundo de los señores como en el de los criados) es su individualismo, su egoísmo y su falta de altruismo. El motivo que mueve a las alcahuetas y a los criados es 'la avaricia y la rapiña' respectivamente, frente a los motivos de los señores, que serían la furia amorosa y la defensa del honor familiar y social. El provecho privado de los personajes de clase baja, sustituye en fuerza y presencia al amor en la clase alta. Además, en esta obra, no encontramos personajes amables ni dignos de respeto, salvo Pleberio, padre de Melibea. Por el contrario, presentan una dinámica de intereses y materialidades que impiden la simpatía del lector hacia alguno de ellos o la justificación de sus actos. En la obra se presentan dos mundos distintos, a través de los personajes; así Calisto, Melibea y los padres de ella, Alisa y Pleberio, representan al mundo de la nobleza; mientras que Lucrecia, criada de Melibea, Sempronio, Parmenio, Tristán y Sosia, criados de Calisto, Elicia y Areúsa, las prostitutas y Centurio y Trasio, los rufianes representan el mundo de los bajos fondos. En el medio se encuentra Celestina, encargada de unir ambos mundos. En un primer momento, puede creerse que los personajes principales son Calisto y Melibea, pero rápidamente estos quedan disimulados por la aparición de Celestina, personaje que señorea la obra entera, y sin duda es el personaje mejor logrado y complejo de la obra.

    Personajes Primarios:

    Celestina: Este personaje, inspirado en la alcahueta que ya había aparecido en la comedia latina Panfilus y a lo largo de la Edad Media había sido encarnado en el personaje de la Trotaconventos, en la obra de El Buen Amor del Arcipreste de Hita, es el más importante, ya que es el encargado de dirigir la acción y de unir el mundo noble con el del pueblo bajo. Esta señora de 72 años, apodada habitualmente como puta vieja, tenía diversos oficios: costurera, perfumera, maestra en hacer cosméticos… sin embargo los más destacables son alcahueta y hechicera; los cuales podemos ver ejercer en la obra. Su gran pasión es el dinero y es capaz de servirse de todas las artes a su alcance, el conocimiento de la naturaleza humana, el engaño, la falsedad, la pretendida compasión, el cinismo, la ironía, la hechicería, pero sobre todo su inmensa experiencia para conseguir sustanciosas ganancias. El poder de Celestina reside en que conoce a fondo la psicología del resto de los personajes, sus debilidades morales, pasiones y vicios de los que no duda en aprovecharse para conseguir beneficios; así a lo largo de toda la obra ejercerá un gran dominio sobre ellos sin que ninguno escape a su control, ya que incluso los más reticentes, Parmeno y Melibea, caerán en sus redes. Celestina es la moral sin escrúpulos, puramente utilitaria, para lo que todo es lícito si es en provecho propio; antaño prostituta, ahora se dedica a concertar discretamente citas amorosas a quien se lo pide al mismo tiempo que utiliza su casa para que las prostitutas Elicia y Areusa puedan ejercer su oficio. Como alcahueta, considera estar haciendo un oficio útil y se enorgullece de su profesión y de su valía en ella. Cabe destacar también como características intrínsecas a Celestina, su hipocresía, falsedad, sagacidad y astucia utilizadas siempre para obtener el máximo provecho. A menudo a este personaje se lo tilda de hechicera y demoníaco, y en verdad, ella emplea conjuros y artes, para entre otras cosas conjurar al demonio, que la ayudará en sus planes de doblegar la voluntad de Melibea. Por último, hay que mencionar que el carácter malvado, avaricioso, cruel e incluso demoníaco es justificado por Pármeno, a lo largo de la obra, como consecuencia de la necesidad, la pobreza y el hambre.

    Calisto: Mozo noble de 23 años, de claro ingenio, de gentil disposición, de linda crianza, dotado de muchas gracias y de estado mediano, según el propio autor. Sin embargo, parece que todas estas virtudes desaparecen al ser rechazado por Melibea. Calisto es voluble, impresionable, fácil al desánimo y la exaltación más apasionada; aunque sus dos principales características son su total enamoramiento, que lo convierten en un poseso del amor, y su egoísmo e inseguridad. El enamoramiento será una de las características principales de este personaje, que se comporta como un enamorado apasionado y quejoso que busca n la soledad un remedio al dolor causado por el rechazo; a la vez su amor por Melibea le lleva a las alabanzas más incontenibles, cayendo en los esquematismos del amor cortés y en la exageraciones propias de los amantes. Encarna al “loco” amor, la pasión desatada que lo esclaviza hasta convertirlo en una figura trágica y antiheróica. Este amor será el que lo vuelva egoísta, sin pensar más que en sí y en su propio interés de conseguir a Melibea, sin reparan en dádivas ni ofensas, ganando a los criados y a Celestina mediante riquezas y adulaciones sin sentir aprecio alguno por ellos, pues al recibir la noticia de su muerte no le causa más que un impacto superficial que pronto olvidará para seguir gozando de Melibea. Vive fuera de la realidad, con una visión transfigurada del mundo por culpa de su enamoramiento, lo que causará las burlas de sus propios criados tildándolo de loco, hereje y necio. A Calisto, le falta grandeza para convertirse en un héroe literario ya que lo único que le importa es la consecución de sus deseos, por eso morirá víctima de ellos.

    Melibea: Joven de 20 años, mujer moza, muy generosa, de alta y serenísima sangre, sublimada en próspero estado y única heredera de las riquezas de su padre. . Su belleza responde a un estereotipo común al final de la Edad Media y a todo el Renacimiento, que tiene más de ideal y de sueño que de real. Pero aunque su físico corresponde a un ideal de la época no así su carácter. Melibea es profundamente individual; sabe actuar de modo directo, buscando enérgicamente aquello que anhela. Actúa regida por su conciencia social y cuida su externo concepto del honor ya que no hay pudor personal ni sujeciones morales. Melibea pasa de ser una muchacha altiva, resuelta y segura de sí misma a convertirse en una mujer apasionada por el amor de Calisto. Tras el primer rechazo, Melibea cae rendida a los pies de Calisto para suicidarse tras su muerte debido a la intervención diabólica de Celestina, consiguiendo que esta pierda todo dominio de sí y creando una pasión irresistible a Calisto, durante la cual no asoma ningún remordimiento o escrúpulo moral e incluso ante de morir se lamenta de no haber disfrutado lo suficiente. Melibea posee una belleza idealizada , una poderosa individualidad, fuerza y pasión.

    Personajes Secundarios:

    Sempronio: Es uno de los criados de confianza de Calisto. Junto a Pármeno representa la incorporación del mundo bajo de los criados, propio del ambiente de la gran ciudad. Su gran pasión es la avaricia, y todo lo que hace es arrastrado por el interés. Caracterizado por su hipocresía y falsedad, su falta de escrúpulos es patente y no duda en aprovecharse de su amo Calisto en cuanto tiene oportunidad, ya que ha perdido cualquier ideal sobre los amos a los que sirve y solamente pretende aprovecharse de ellos con egoísmo y codicia.

    Pármeno: Fiel criado de Calisto. En un principio se nos muestra a Pármeno como un joven honrado, sensato y entregado a su señor. Sin embargo, la ingratitud de Calisto que no sabe apreciar sus consejos desinteresados ni su fidelidad, las coacciones de Celestina y los deseos de conseguir a Areúsa, consiguen que Pármeno termine corrompiéndose, convirtiéndose así en otro Sempronio. Este personaje que en un principio no quería bienes conseguidos con malas artes será el que posteriormente incite a Sempronio a matar a Celestina cuando esta no quiere pagarles. Se aprecia en este personaje una progresiva degradación incitado por el ambiente.

    Elicia y Areúsa: Prostitutas y pupilas de Celestina, son muy diferentes. Elicia vive bajo el control de Celestina, sólo busca el placer con despreocupación de lo que pasa a su alrededor y de lo que no sea placentero ; no le preocupa ni su pasado ni su futuro. Se caracteriza principalmente por su envidia, carácter celoso y su actitud de disfrutar al máximo de la vida. Areúsa se caracteriza por su orgullo e independencia. Posee una clientela fija y casa y es más experta que Elicia. Será la que tome la iniciativa de seducir a Sosia para conseguir información y así poder vengarse por la muerte de sus amantes y de Celestina; aunque la venganza no es realmente por estas muertes, sino por el desamparo en el que quedan y por el odio que sienten hacia la clase social alta.

    Alisa y Pleberio: Alisa es la madre de Melibea. No posee una verdadera relación con su hija y se limita a especular sobre su matrimonio sin haberla consultado creyendo que aceptará cualquier decisión. Su imprudencia y actitud confiada serán las causantes del primer encuentro a solas de Celestina y Melibea, sin que Alisa llegue a sospechar los peligros que esto entraña. Su necedad hará desoír los avisos de Lucrecia y lo que ella misma conoce sobre la condición de Celestina. Pleberio es el padre de Celestina y probablemente pertenezca a la burguesía enriquecida con aires de nobleza. Demasiado ocupado en atesorar riquezas, descuida a su hija a la que ama y que es la destinatario de todo lo que Pleberio posee. Este personaje ve como su vida pierde todo sentido al suicidarse Melibea, por lo cual declama en el planto final de la obra, un lamento por el poder del amor donde sufre por la soledad y esterilidad a la que le ha condenado el destino tras tanto esfuerzo sin fruto. Tanto Alisa como Pleberio, desconocen la realidad de Melibea lo que hace muy difícil excusarles de insensatez.

    Centurio y Traso: representantes del mundo de los rufianes, relacionado con el de las prostitutas. Centurio es un fanfarrón y un matón profesional, aunque su fuerza parece residir únicamente en la boca. Areúsa le encarga matar a Calisto y Centurio, a su vez, se lo encomendará a Traso, otro matón que cumplirá lo acordado junto a otros dos compañeros.

    Sosia y Tristán: Son los dos criados de Calisto después de que Sempronio y Pármeno sean ajusticiados y los encargados de recoger el cuerpo de Calisto tras que este se caiga de la escalera.

    Lucrecia: Fiel doncella de Melibea, confidente de sus amores con Calisto y caracterizada por saber guardar silencio y obedecer a los señores.

    TEMAS

    La Celestina es una obra muy compleja en la que podemos distinguir muy variados temas, entre los que destacan el amor, la muerte y fortuna como puntos principales a partir de los cuales se estructura toda la obra.

    El amor: El tema del amor es el eje determinante de la obra y suscita el comportamiento de todos los personajes, los dos únicos personajes que no resultan víctimas del amor son Pleberio y Alisa (los padres de Melibea). El modo de presentar el amor en "La Celestina" es complejo y ambiguo ya que es tratado de formas distintas: El primer tipo de amor que encontramos es el amor cortés, del que se hace una parodia en la obra, mediante el personaje de Calisto. Este personaje no tiene en absoluto la paciencia del amante cortesano y se declara a Melibea la primera vez que la ve, ni guarda el secreto de sus relaciones amorosas, pues le cuenta su aventura a su criado Sempronio, rebajando de este modo la figura de la dama Melibea considerado en el amor cortés como un ser superior. Además la ponderación de la belleza de la dama que no encuentra comparación más que con la belleza y la creencia de que nada ni nadie merece la pena fuera de Melibea llevará a una divinización convirtiéndola en “su Dios”. De ahí que el enamorado no tenga más identidad que la de su amada, ni más religión que su dama. Sin embargo este amor cortés esconde un amor lujurioso y carnal en el que Calisto sólo aspira a gozar de Melibea. En este sentido, la categoría moral del joven no está por encima de la de Areúsa, Elicia, Sempronio Pármeno o Celestina, porque al igual que estos lo único que busca es el placer carnal. La pasión carnal será el móvil de toda la obra y llevará a los personajes al desastre y la muerte. Este amor carnal será el que condene Pleberio, en su planto final, al que considera causante de todos los males y al que acaba identificando con la muerte.

    La muerte: Este tema será la consecuencia de amor carnal que viven todos los personajes. Rojas intenta dar un leción moralizadora, mostrando que el amor lujurioso trae consigo la destrucción y la muerte que desde el principio de la obra planea sobre los personajes. Estos presagios de muerte y su fatal cumplimiento, son los que producen en la obra una sensación pesimista; así el noble Calisto recibe una muerte absurda al caerse de una escala, Melibea se suicida tras la muerte de Calisto, Celestina muere a manos de Sempronio y Pármeno y estos a manos de la justicia. Lo que conduce a los personajes a la desgracia y a la destrucción serán sus propios actos como en el caso de Calisto el deseo lujurioso de Melibea o en el de la Celestina su desmedida avaricia. En esta obra la muerte o la completa soledad como en el caso de los padres de Melibea y de Elicia y Areúsa son el precio de tanta pasión descontrolada.

    La fortuna:En este obra no se identifica la fortuna con el ciego azar o el destino trágico; ya que los personajes no se encuentran en un mundo en el que hagan lo que hagan el destino se cumplirá inexorable, dirigiendo a capricho la vida de los personajes, sino que son los propios personajes los que eligen su destino mediante sus actos, siendo totalmente responsables de ellos. En la obra la fortuna se identifica con la casualidad que permitirá por ejemplo el encuentro de Melibea y Celestina a solas; sin embargo la casualidad de los hechos que se van sucediendo es consecuencia de la propia conducta y las pasiones desordenadas los que lleva a los personajes a la destrucción.

    La religión: La Celestina como obra escrita en la Edad Media, aunque sea en los últimos años, conserva un espíritu religioso.. A lo largo de toda la obra podemos observar que Dios está aún presente en la vida cotidiana , pero no al igual que en la Edad Media; ya que esta sociedad que se nos presenta es católico-profana porque Dios está presente pero no domina las vidas de los personajes. Ninguno de los personajes muestra una religiosidad acérrima; así, por ejemplo, Calisto con su actitud de querer poseer carnalmente a la que confiesa ser su Dios no puede ser otra que una actitud claramente herética. Sin embargo el personaje más antirreligioso de toda la obra es Celestina, al caracterizarse como un personaje perverso y diabólico, relacionado con las prácticas de hechicería. En su inmoralidad Celestina se servirá de todo incluso de la religión para conseguir beneficio

    La hechicería: Este tema aparece varias veces en la obra y ademá juega un papel fundamental porque es gracias a ella que Celestina consigue dominar a su antojo el amor de Melibea. En la Edad Media staba totalmente estendido el uso de prácticas mágicas o de algo que se creía que así era, normalmente timos y engaños a una persona ingenua; así en el libro, todos sabían de las prácticas mágicas de Celestina, y no sólo no la acusaban a morir en la hoguera sino que además les compraban sus trucos. Muy destacado para este tema es el monólogo que tiene Celestina con el diablo antes de ir por primera vez a casa. Lo hace para conseguir su favor de cara a la conversación que va a tener con Melibea. Este monólogo, lleno de piropos y palabras de ruego y alabanza a Plutón, rey de los infiernos en la antigua Grecia

    La codicia: Podemos considerarla como la causa de todos los problemas de los criados, ya que será la codicia y la avaricia lo que mueva a actuar a los criados y a Celestina y al final la causante de todos sus desgracias, porque por la avaricia de Celestina, esta no querrá compartir el dinero de Calisto y los criados la matarán por venganza y estos posteriormente morirán ajusticiados por el asesinato de Celestina. También podemos ver en parte el tema de la avaricia en el padre de Melibea, ya que por su deseo de conseguir más y más tesoros y bienes para su hija, la descuidará y la perderá tras el suicidio de está.

    COORDENADAS ESPACIO- TIEMPO

    En la obra existe una gran libertad en el tratamiento del espacio y del tiempo. En cuanto al espacio, la acción se desarrolla en diferentes lugares y, en ocasiones,, simultáneamente; se nos presenta por tanto, un escenario dinámico y múltiple, con un dinamismo casi vertiginoso. Aunque estos escenarios parecen extraídos de la realidad contemplada, el autor no se detiene a describir ninguno de estos marcos espaciales, sólo a excepción del jardín de Melibea que representa la primera vez que se da entrada a la Naturaleza en el teatro.

    La dimensión espacial es muy variable: las distancias se reducen o amplían según las necesidades de la acción y del diálogo de los personajes. Teniendo en cuenta el carácter realista de la obra y la fuerza en la captación de personajes y ambientes, se ha pretendido localizar geográficamente el lugar donde se desarrolla la acción, y aunque el marco es una ciudad, faltan datos suficientes para poder determinarla con exactitud. Por otro lado, esta indeterminación quizá pueda tener la función de subrayar que los sucesos ocurridos en la tragedia no son privativos de un determinado lugar o ambiente sino que se pueden producir en cualquier ciudad de la geografía española.

    En cuanto al tiempo la Celestina produce la impresión de que la acción se desarrolla sin interrupciones, por lo que el tiempo, intrínsecamente ligado a la acción, igualmente es continuo, ininterrumpido. Pero en realidad es sólo una sensación aparente porque el tiempo interno es más extenso que el tiempo de la acción propiamente dicha. De esta manera, la dimensión temporal, cronológica, también se extiende o se reduce a gusto del autor, según las necesidades de la acción; en cualquier caso, el tiempo percibido por los personajes no coincide con el percibido por el lector, ya que mientras la acción transcurre, vemos que los personajes están enterados de cosas que hasta el momento no oímos y que son necesarias para la total comprensión del curso de los acontecimientos. Todas las cosas han sucedido fuera de la escena en un tiempo no medido por el autor. Al final, la impresión en el lector es que la obra se desarrolla en cuatro días; consiguiéndose de esta manera la ilusión de una mayor rapidez en el sucederse de los acontecimientos, además de ponerse de relieve la intensidad de la pasión de Calisto, la eficacia del hechizo de Celestina y el dramatismo sin concesiones del desenlace; sin embargo el tiempo interno es mucho mayor.

    Doble plano

    Debido a la excepcional situación en la que se publica la celestina, momento de transición en el que se pasa de la Edad Media al Renacimiento; así como la representación de dos mundos tan opuestos en la obra como son el mundo de la nobleza y la clase baja, llevará a que se desenvuelva en la obra un doble plano en el podemos distinguir varios apartados

    Plano Ideológico

    Teniendo en cuenta el momento en el que se publica la obra, en ella podemos distinguir claramente como se entremezclan dos ideologías opuestas la medieval y la renacentista, causadas por una crisis de valores espirituales.

    Ya en un primer momento podemos ver reflejada la ideología medieval en cuanto a los temas principales de los que trata la obra: amor, fortuna y muerte. Estos tres temas, muy propios de la edad media, están profundamente relacionados entre sí, sin que existan ninguno más importante que el otro. Sin embargo, también al comenzar la obra podemos ver una muestra del Renacimiento tan próximo, ya que cada personaje se labra su propio destino y fin, independientemente de su cuna o rango social; así por primera vez, el mundo de la nobleza y de los privilegiados se entremezcla con el de la subordinación y los plebeyos. Los criados, a diferencia de textos anteriores a esta obra, tienen vida propia y no están totalmente sometidos al amo, como si de objetos se tratara. Aquí su vida se entrecruza con la de sus señores, atreviéndose incluso a darles consejos o increparles sus conductas. También podemos observar sin dificultad unas relaciones más modernas basadas en el intercambio de dinero y nunca en una estructura de nobleza-plebe feudal, en la que la unión criado-señor no le representaba ningún beneficio al trabajador. Así podemos distinguir distintos valores propios del hombre renacentista como:

    1.-La búsqueda del placer como motivación fundamental del comportamiento de todos los personajes. Comenzando por Calisto y Melibea y terminando por los criados y prostitutas, sobre todo, el placer de la mesa y el placer de la cama, buscado apasionadamente por Sempronio y Elicia, Pármeno y Areúsa, Calisto y Melibea. Incluso Celestina, que achaca a la edad su falta de oportunidades, favorece los encuentros entre los jóvenes. En esta búsqueda y vivencia del placer no se diferencian criados y nobles.    De todas formas, quien de una manera más rotunda defiende su derecho al placer es la «gentil Melibea» al escuchar a hurtadillas cómo sus padres están planeando su matrimonio sin contar con ella manifiesta su rechazo del matrimonio y su vivencia libre del amor. Del mismo modo no se habla nunca de que Calisto y Melibea se fueran a casar, como habría sido propio de épocas anteriores.

    2.  El ansia de bienestar y confort como objetivo de vida: nobles, criados y prostitutas están preocupados por su bienestar, y, en el caso de Celestina, por su futuro. Desea acaparar dinero ante el temor de una vejez empobrecida. A la hora de explotar económicamente a Calisto quiere asociar a Sempronio y Pármeno a esta empresa. Pármeno, se opone en un principio a secundar a la bruja en su empeño, y ésta pondrá en juego sus artes suasorias a través de todos los acicates a su alcance; sólo dos darán en el blanco: el ansia de confort y el placer sexual. Este acicate del confort será la antesala del golpe de gracia: la mencionada entrega sexual de Areúsa al joven inexperto.

    3.  La búsqueda del dinero como valor fundamental en la consecución del confort y del placer mencionados, así como del prestigio social. Esta tendencia a acaparar bienes se percibe Celestina, manifestada en la avara retención de la bolsa de monedas y, posteriormente, de la cadena de oro entregadas por Calisto, y en la terca oposición a repartir dicha ganancia con los criados, lo que origina el brutal enfrentamiento que acaba con el asesinato de la bruja y el ajusticiamiento de Pármeno y Sempronio. Éste había manifestado su anhelo de lucro en repetidas ocasiones; también Pármeno, aunque en la primera etapa con cierta mesura y honestidad, a lo que responde Celestina con cínica desenvoltura: «A tuerto o a derecho, nuestra casa hasta el techo» ; y es que, como bien apunta Sempronio, Celestina utiliza cualquier recurso para conseguir su objetivo, al igual que cualquiera de los personajes.

     Para estos personajes, la búsqueda de los valores mencionados (placer, bienestar, confort y dinero, con el prestigio social consecuente) convierte la vida terrena en una ilusión de paraíso; ya que con la nueva perspectiva renacentista la vida es considerada como algo amable, digno de ser vivido y gozado. De esta forma, en el primer encuentro de Calisto y Melibea, marcado por la búsqueda del placer, el joven considera la visión de la amada como algo paradisíaco. Tras la mediación de Celestina, los dos amantes sueñan con su encuentro amoroso (al margen de las normas y del matrimonio) como el tiempo sagrado del placer inacabable, en el que se arroban en un tono de mutua divinización: «Dios, Dios», dirá Calisto de Melibea. Andando el tiempo, será Melibea quien mitifique a Calisto, especialmente a raíz de su muerte, momento en que la joven sueña con encontrarse con él en otro Paraíso, el del más allá, hasta el punto de quitarse la vida esperando acceder a él. Finalmente, la visión de la Edad Media, la dará Pleberio en su planto final, donde habla del vacío de la vida y cuanto ella encierra: el placer, el dinero e incluso el amor. Al final para Pleberio, sólo reina la desolación y la vida es un valle de lágrimas como para el hombre medieval.

    De la misma manera, se nos presenta la religión pero no de una forma tan fundamental e indispensable como en la edad Media y a pesar de que aparecen una gran cantidad de referencias a Dios, Cristo y a citas de la Biblia, se encuentra paganismo en la obra. Los personajes no tienen una conciencia cristiana ya que sus actos no se adecuan a lo que se tendría que esperar de ellos. Incluso Calisto en el primer acto llega a decir que él no es cristiano, el es “melibeo”, pero es quizás el suicidio de Melibea, el acto más alejado de la moral cristiana de la época ya que supone un atentado contra uno de los pilares fundamentales de la religión cristiana: el respeto a la vida.

    Así que parece que el autor intenta desbancarse de todo lo de su época, siguiendo unos valores innovadores y modernos pero sin embargo la finalidad de la obra es de carácter totalmente medieval, ya que la obra tiene un fin didáctico o moralizador sobre el que se insiste de manera reiterada en los textos preliminares. Con la obra se pretende animar para no caer en el loco amor y aspirar a una vida de virtud a través de un ejemplo, llevado hasta el límite, el de Calisto, para que su desastroso final sirva de saludable escarmiento.

    Plano Estilístico

    Una de las características más importantes, es que en la obra La Celestina, el autor introdujo la novedad de hacer hablar a cada personaje de la obra según al estrato social al cual pertenece, el contexto en el que se encuentran los personajes, el interlocutor o receptor al cual se está refiriendo, etc.

    Como es de esperar, todos los personajes que pertenecen a la clase alta, se expresan en un nivel culto, como es el ejemplo de Calisto, Melibea y los padres de ésta. Estos personajes se caracterizan por su escrupuloso respeto a las normas de pronunciación, de entonación, por el empleo correcto de las formas verbales y sobre todo, por su riqueza en el vocabulario, lo cual permite una claridad y precisión que no consiguen los personajes de la clase baja, así como la solidez en las construcciones sintácticas, con cierta complicación retórica, en algunos momentos de la obra. Pese a todo en el lenguaje de los personajes de clase alta no encontramos el abuso del retoricismo y a la exageración tan propia de las obras de tiempos anteriores. El lenguaje empleado se caracteriza por un léxico rico y expresivo, sembrado de latinismos, adjetivos cultos y con frecuencia antepuestos al nombre, frases retóricas, uso del hipérbaton, enumeraciones, paralelismo, anáfora pero con el suficiente freno para conseguir un lenguaje más natural, propio y elegante que se plasma en diálogos oratorios y de largas réplicas.

    Los personajes que pertenecen a las clases bajas de la sociedad, como pueden ser: Sempronio, Pármeno, Sosia, Tristán, Elicia, Lucrecia, etc. se expresan en un nivel vulgar, que se caracteriza, entre otras cosas, por una articulación relajada, la falta de rigor en el empleo de ciertas formas verbales, el empleo de construcciones sintácticas cortas y sin ninguna dificultad de comprensión, el empleo de la fraseología popular, a saber, refranes, frases hechas, el uso de diminutivos… pero estos personajes hablan siempre con la mayor brevedad y concesión posibles sin caer en las exageraciones a la hora de hablar. Otros rasgos igualmente característicos son el humor, la ironía y el sarcasmo. Todas estas características provocan que los diálogos sean rápidos y de gran naturalidad, con réplicas muy cortas

    Sin embargo existe un personaje, Celestina, que consigue conjugar ambos estilos, culto y popular utilizándolos según le convenga,. Así con criados y prostitutas emplea un lenguaje de lo más popular mientras que cuando habla con Calisto, Melibea o cualquier otra persona de clase noble se produce un marcado refinamiento de su lenguaje, cambio su forma de expresión por una mucho más culta.

    Hay que destacar que la mayoría de los recursos estilísticos presentes en la obra, sólo los utilizan aquellos personajes que tienen el nivel necesario, es decir, a los que tienen un nivel lingüístico superior a los demás. Por eso, no es extraño que los recursos literarios sobresalten en aquellos actos en los que los personajes, que pertenecen a las clases sociales más altas, actúan.

    Plano de los Personajes

    En está obra existen dos tipos de personajes que se contraponen, los primarios y los secundarios. Los personajes primarios son Celestina, quien da título a la obra, y Calisto y Melibea con quien se intenta dar un ejemplo de las consecuencias del loco amor. Estos personajes entran en la acción desde el primer momento y es entorno a ellos, directa o indirectamente sobre quien gira la acción.

    Los personajes secundarios son los criados Sempronio, Pármeno,Tristán, Sosia y Lucrecia, las prostitutas Areúsay Elicia, los padres de Melibea Pleberio y Alisa. Tienen una importancia menor que los anteriores pero no por eso desdeñable, estos personajes permiten el desarrollo de la acción y completan las características de los primeros volviendo la obra mucho más compleja y completa.

    Sin embargo también podemos realizar una segunda clasificación de los personajes según su forma de percibir el mundo que les rodea. Así, encontraríamos la visión idealista de Calisto y Melibea, que no son conscientes de lo que les rodean, sólo viven pendientes de gozar el uno del otro y su visión del mundo se caracteriza por el optimismo. En el otro grupo colocaríamos a los demás personajes que tendrían una visión más realista y materialista de la realidad, preocupándose sólo por el dinero y en alcanzar sus intereses. Son totalmente conscientes de la maldad humana y los peligros que puede entrañar una mala persona; al contrario que Calisto y Melibea que no llegan a desconfiar en ningún momento de los oscuros intereses de Celestina.

    Crítica personal

    La Celestina, es la obra cumbre de nuestra literatura, que siempre reprochará a El Quijote el hecho de haberle arrebatado el primer puesto. No sé si es ese realismo tan auténtico que nos hace dudar si fue de verdad una historia real, o esos diálogos que parecen haber sido recopilados en una grabadora, o tal vez las escenas "atrevidas" carentes de sentido moral a través de las cuales Rojas nos intenta dar una lección moral (aunque parezca una completa antítesis)... en fin: hay tantas razones por las que este libro es tan apreciado, que sería imposible poderlas nombrar todas. Lo único que a mí no me ha gustado es la brusquedad con la que precipita los acontecimientos desgraciados. En un principio todo gira en torno al gran amor entre Calisto y Melibea y los esfuerzos por intentarlos unir y de repente, fallece Celestina, los criados, Calisto... la muerte los sorprende a todos súbitamente; en mi opinión acelera y amontona todas las defunciones en un espacio muy corto de tiempo; aunque también puede entenderse esta acumulación de las muertes como el castigo divino por todos los pecados cometidos.

    Esta obra, retrata a la perfección todos los vicios de la sociedad personificados en una anciana: Celestina. Ésta representa cada aspecto lamentable y dañino de la personalidad, esos deseos de lucro y codicia que todos tenemos ocultos en lo más profundo y que la astuta vieja utiliza para influir a Melibea, quien, al principio de la obra era pura inocencia y candidez. Con estos hechos el autor intenta demostrar que en aquella época, a pesar de la moral estricta, no era oro todo lo que relucía y que los comportamientos "no demasiado correctos" también se daban.

    .Así mismo, pese a tener ya alrededor de quinientos años, su actualidad es indiscutible; ya que trata temas como el la pasión, el amor por el dinero y lo que se es capaz de hacer por él o la muerte que preocupan y ocupan un lugar de relieve en la vida de cualquier persona de hoy.

    BIBLIOGRAFÍA:

    Rojas Fernando: “La Celestina” 3ª edición. Ed: N y C Biblioteca de Aula.

    Página WEB: www.wikipedia.com

    Manual de lengua y Literatura de 1º de Bachillerato: S. Alonso y otros “Apostrofe”, Ed: casals.

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    Enviado por:Andrea
    Idioma: castellano
    País: España

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