Literatura
La Celestina; Fernando de Rojas
La Celestina
De Fernando de Rojas
AUTOR
Fernando de Rojas, dramaturgo español, autor de La Celestina, una de las obras cumbre de la historia de la literatura española tras El Quijote.
Se sabe poco de él. Nació en La Puebla de Montalbán (Toledo), hacia 1473.Estudió leyes en la Universidad de Salamanca, según él mismo afirma en La carta del autor a un su amigo, que precede el texto de su obra. Parece documentado que hacia 1496-97 habría obtenido el grado de Bachiller. El autor reveló su nombre y lugar de nacimiento en un famoso acróstico al principio de la segunda edición del año 1500. No se le conoce ninguna otra obra.
Se le sabe establecido en la localidad de Talavera de la Reina, población de la que ciertos autores piensan que fue alcalde probablemente se casó allí. Se ha dicho que la ausencia de fe firme justificaría el pesimismo de La Celestina y la falta de esperanza patente en su dramático final, por lo que se le cree un judío converso.
Su familia habría sido perseguida por la Inquisición y él mismo ha aparecido en documentos como acusado por esta institución, que además le avalan como autor de La Celestina. Murió en 1541 en Talavera de la Reina. Se conserva su testamento, muy detallado, que ha sido el deleite de los críticos al poder estudiar su abundante biblioteca.
COMENTARIO DE LA LECTURA DE LA CELESTINA
PRÓLOGO
La Celestina comienza con un prólogo añadido tras la primera edición de la obra, donde se añaden la carta de el autor a un su amigo, y unos versos acrósticos. En la susodicha carta, Fernando de Rojas dice que escribió una nueva versión de la obra porque le gusto mucho la inicial y para prevenir de alcahuetas y malos sirvientes. Los versos acrósticos (composición poética en las que las letras iniciales, y por extensión, las medias o finales de sus versos, leídas verticalmente, forman una palabra o frase), por su parte dicen lo siguiente: El bachjler Fernando de Roias acabó la Comedia de Calixto y Melibea y fve nascjdo en la Pvevla de Montalbán, o lo que es lo mismo: El Bachiller Fernando de Rojas acabó la Comedia de Calisto y Melibea y fue nascido en la Puebla de Montalbán.
ACTO I
La primera escena comienza en un huerto, el del padre de Melibea, y por la actitud de Calisto parecería que se le hubiese aparecido una diosa o una virgen por la reverencia que muestra ante Melibea, de la que acaba de caer totalmente enamorado. Así se le da mayor intensidad a este hecho. Pronto descubrimos uno de los rasgos característicos de esta obra, los apartes, pensamientos en voz alta de los personajes que muestran su deslealtad. Aparecerán a lo largo de toda la historia para revelarnos lo traicioneros que son todos.
Calisto, pues, cae enamorado y su amor será totalmente sufrido y doloroso. Él lo describe como aguijones en el pecho, paz, guerra, tregua, amor, enemistad, injurias, pecados y un gran fuego en su corazón. La amada Melibea también es descrita, pero de una forma totalmente tópica y clásica. Al mismo tiempo, y dada que es una obra en parte filosófica, Sempronio critica a las mujeres desde un punto de vista machista y degradante para la mujer, y para ello se apoya en textos históricos y de filósofos, con lo que hay una critica a éstos.
Dado el sufrimiento de su señor, Sempronio lleva a Calisto a ver a Celestina para que ésta le ayude. El criado es uno de los muchos hijos que adopta Celestina, que además fue vecina de la madre de Pármeno. Así se empiezan a entrelazar todos los personajes de la obra, que se conocen casi todos entre sí. Muy importante es la descripción de Celestina, ya que es el personaje central de la tragicomedia. Se la presenta como labrandera, perfumera, maestra de hacer afeites y virgos, alcahueta y un poquito hechicera. Sigue a esto la primera muestra del poder de convicción de Celestina, que gracias a su labia y astucia convence a Pármeno de que los sentimientos de Calisto son correctos. Para ello se apoya en cualquier cosa, incluido el Hacedor. Por último en el primer acto aparecerá otro elemento fundamental en la obra: el dinero, representado al principio con las cien monedas de oro con que Calisto contrata los servicios de Celestina.
ACTO II
En este segundo acto comienza a verse la traición de los criados, sobre todo Sempronio, aliado con Celestina. Pármeno no tardará en sucumbir al dinero, pues todos los personajes aquí son codiciosos. También se observa la relación de los criados con lo señores, que no es feudal sino moderna. Al final del segundo acto comienza la caída de Pármeno, con un discurso filosófico con critica implícita en el que se da a entender que los que viven bien y son bien vistos en este mundo son los traidores y las malas personas.
ACTO III
En el tercer acto, se muestran más rasgos de la astucia de y la confianza en sí misma de Celestina, que se jacta de tener controlados y de saber cómo actuarán Pármeno y Melibea, por muy honrado que quieran parecer. Tenemos aquí una nueva crítica al valor de la honradez de las personas, que es tan bajo que se sabe que se quebrantará. Además descubrimos que Celestina es orgullosa, soberbia y manejadora y una mentirosa consumada, rasgos muy importantes en el nudo de la historia.
ACTO IV
En esta parte de la tragicomedia, Celestina comienza su trabajo, y Lucrecia, como buena sirvienta, pretende proteger a su señora Melibea de la alcahueta, tachándola de hechicera, vendedora de mozas y descasadora. Cosa que no sirve para que la astucia de Celestina triunfe y entre en la casa engañando a la propia madre de Melibea. Así vemos la continua inteligencia, malicia y experiencia de Celestina y cómo consigue sus objetivos a cualquier precio. Empieza entonces Celestina a alabar a Melibea, al más puro estilo de la fábula del cuervo y el zorro, refiriéndose a la juventud y que hay que aprovecharla y encadenándolo hábilmente hasta poder introducir a Calisto en el tema. Esto lo consigue el auto con numerosas e ingeniosas metáforas, antítesis muy expresivas relacionadas con la juventud y enumeraciones que se acumulan en un texto un tanto sombrío y muy recargado, que le da a Celestina un aire ceremonial y serio, ideal para convencer y alcanzar su propósito. Los diferentes registros lingüísticos de los personajes son muy importantes en toda la obra, y destaca especialmente la capacidad de Celestina de poder cambiar de uno a otro, lo que le confiere gran poder con el habla.
A continuación vemos como Melibea intenta resistirse la pasión amorosa, uno de los temas fundamentales de la obra, con descripciones despectivas de Calisto y apoyándose en un Dios inexistente en toda la tragicomedia. Celestina, por supuesto contraataca con otra descripción tópica, consigue convencer finalmente a Lucrecia y Melibea por codicia de regalos una, y de belleza la otra. Vemos por tanto, la capacidad de manipulación de Celestina.
ACTO V
En el quinto acto, Celestina se aprovecha también de la avaricia de Sempronio, anexionándoselo a su causa y prometiéndole beneficios. Como se sigue observando, todos los personajes de la obra sucumben a la codicia y Celestina los manipula a todos a su antojo.
ACTO VI
Ya en el acto seis, Celestina le cuenta todo lo sucedido a Calisto (la alcahueta, de nuevo, se muestra muy segura de sí misma). Mientras, Pármeno le entra rabia por el engaño de Celestina, que sin saberlo, consigue sembrar en él la discordia y la rabia, que terminarán en traición, como todos.
Además, Sempronio sigue mintiendo, ahora tanto a Celestina como a Calisto, ya que no defiende a la alcahueta ni en su propio provecho. Por otra parte, Calisto está totalmente rendido a los ardides de Celestina y hace todo lo que ésta le pide, incluso un manto a altas horas de la noche. Por último, vemos la pasión amorosa que guía a Calisto con el monólogo del cordón, que venera y lo eleva a la categoría de joya.
ACTO VII
En este acto, Celestina trata de convencer a Pármeno para su negocio, aludiendo a la relación que tenía con su madre y ofreciéndole toda su ayuda cuando la necesite. Así, alaba a la madre y al hijo, y Pármeno empieza a caer en el engaño de la alcahueta, debido a tanta lisonjería.
Ya con la conversación que mantiene con Areúsa, vemos como Celestina adula hasta a quienes tiene convencidos, para poder manejarlos totalmente y con lo que se muestra una vez más, su astucia y poder manipulativo. Así es como se gana finalmente a Pármeno, tentándole y ofreciéndole a su amada Areúsa, por lo que finalmente acepta participar en el negocio de Celestina. Vemos de este modo un ejemplo de cómo Celestina maneja a todos a su antojo y para su propio bien.
Por último, en este acto descubrimos un personaje que presenta gran parte de los temas de la obra. Es Elicia, que también se moverá por cuestiones amorosas y a su vez moverá estas por dinero, y que muestra tan sólo interés por el hoy y por lo material. Muestra de que para ella, como para el resto de personajes, todo parece girar en torno a la codicia.
ACTO VIII
En este octavo acto, se observa la alianza entre criados, que representa la total caída de la honradez y la fidelidad debido a la codicia, avaricia y el deseo. Por si fuera poco, Sempronio cae aún más en las redes de Celestina debido la cita para comer con Elicia y Areúsa. Para ésta, roban comida al amo, mostrando de nuevo su falsedad y mezquindad, y mofándose del estado embobado de su señor Calisto.
Esto se entrelaza después con la diferenciación que se establece entre el amor que ellos profesan. Y es que, mientras el de Calisto, como buen señor, es divino, reverencial y sufrido, el de los criados es solo carnal y pasional, más terrenales debido a su estado de villano. Ésta es prácticamente la única diferencia social y de clases que hay en la obra, ya que los criados no lo son por tradición feudal, sino por contrato.
ACTO IX
En el noveno acto de La Celestina, observamos de inicio una nueva crítica social, pues descubrimos a la hechicera rezando, pero tan sólo es para que le salga bien todos sus ardides y negocios, no por fe o salvación, ya que Dios y la religiosidad no tienen presencia en la obra. Así el autor critica también la poca virtud, fe, falsedad y traición a Dios en su época y sociedad, que se podría aplicar también a la actual, en muchos casos de falsa devoción.
Además, tiene lugar la citada comida, donde encontramos una descripción implícita de Areúsa, que faltaba por completar. Es observable el inmenso proceso de elaboración de los personajes, que aparecen totalmente retratados y son todos distintos (dentro de su parecido por lo motivos comunes que mueven sus actos) y muy complejos, especialmente el de Celestina. Areúsa es, por tanto, envidiosa, traicionera y ruin, con lo que podemos encontrar una nueva crítica a la sociedad (incluso al ser humano), pues el habla de esta ramera es uno de los más coloquiales y llanos, lleno de refranes y expresiones hechas.
El ejemplo de este rasgo envidioso, es el retrato humillante y despectivo que realizan sobre Melibea, a la que dejan de mujer aparente y con cuerpo de vieja.
ACTO X
Este décimo acto, se centra por fin en la figura de Melibea, al menos al principio, con un monólogo en el que vemos que es inocente y honrada, ya que por ejemplo, reconoce su error al hacer esperar y sufrir a Calisto. Además es fiel y honesta, ya que se siente culpable al contarle cosas a Celestina que no cuenta a su amiga Lucrecia. Descubrimos también que Melibea ha caído locamente enamorada de Calisto, según los planes de la alcahueta. Esto lo describe la joven con una expresiva metáfora: serpientes dentro de su corazón, una interesante imagen del dolor y el sufrir amoroso, dinámico, venenoso y que muerde y hace daño.
De nuevo, vemos a continuación una nueva muestra del poder de manipulación y la astucia de Celestina, que manda que Lucrecia, la única amiga de Melibea se marche, y es que ésta está también controlada por Celestina desde este momento. Por último vemos un intento protector por parte de Alisa, que tacha a Celestina de ruin y traicionera. Sin embargo, ya no puede hacer nada pues ha caído en las tupidas redes de Celestina. Además también observamos que Alisa no muestra especial entusiasmo en alejar a su hija de la alcahueta, pues parece también pensar sólo en ella e importarle poco los demás. A lo largo de la obra vemos que quien verdaderamente se preocupa por Melibea es su padre Pleberio.
ACTO XI
A continuación Celestina continua su trabajo contándole las noticias a Calisto, que de nuevo representa su papel de loco enamorado, pues reacciona sin creérselo y le parece estar soñando, algo muy significativo en el mundo amoroso, cuando se considera a la dama tan inalcanzable como Melibea. Por supuesto los criados, en su total traición se mofan de Calisto y por su boca se confirma la tremenda avaricia de Celestina, que la llevará a la perdición, ya que se va a toda prisa a su casa para guardar la cadena de oro con la que la ha recompensado Calisto. Por si fura poco la codicia que vemos en este fragmento, Celestina continúa con su malicia mintiendo a Elicia y además engañándose a si misma. Es tal la caracterización de avara, mentirosa y malvada que se realiza aquí de Celestina que resulta hasta cierto punto humorística y muy crítica con la sociedad. Por fragmentos de la obra como éste es por los que podemos decir que La Celestina es una tragicomedia.
ACTO XII
En el decimosegundo acto es donde podemos decir que realmente comienza el nudo de la obra. Se acumulan aquí una vorágine de traiciones, desconfianzas, actos codiciosos y avariciosos y engaños y engañados que acabarán con la inevitable muerte de Celestina. La escena muestra la total traición de los criados de Calisto y su enorme cobardía y vemos que sólo parecen ser valientes por su codicia. La cobardía que enseñan resulta incluso patética (vienen con ropa ligera, sin peso para huir, acuerda salir a correr a la primera voz).
Además a continuación vemos que ni siquiera el amor parece vencer a todo esto, pues en el intento de comprobar Melibea si realmente es Calisto, se mantiene en vilo al lector con lo que parece ser el engaño maestro de Celestina, que a pesar de haberla seguido a lo largo de toda la historia, parece habernos tomado el pelo a nosotros también. Sin embargo, el amor finalmente triunfa y los enamorados confiesan su cariño y pasión.
Por último, creyendo los criados que el negocio ha finalizado, van a buscar a Celestina en busca de su recompensa. Así vemos una descomunal muestra de avaricia y codicia tanto por parte de los criados como de Celestina que acaban matándola y encima a modo de castigo no obtienen lo buscado y han de huir.
La muerte de la alcahueta se narra con gran intensidad y dramatismo, inusual para una obra tan sólo dialogada. Tiene gran dinamismo la escena, que se consigue con una serie de vivos y rápidos diálogos, que representan también la gran cantidad de engaños y mentiras de Celestina, que se acumulan para matarla. De nuevo tenemos intención crítica.
ACTO XIII
En este acto, y como consecuencia de la muerte de Celestina, los criados también mueren, ya al igual que han sido avaros, codiciosos, traidores y mentirosos como la alcahueta, son arrastrados a la muerte junto con ella. Estas muertes son narradas por los otros criados de Calisto, pero es en su persona donde adquiere gran fuerza y dramatismo, con el uso de interrogaciones retóricas y apóstrofes líricos. Sin embargo también vemos que la presencia de Celestina se presenta aún tras su muerte, ya que Calisto se preocupa más por la alcahueta que por Sempronio y Pármeno, con una intensificación en los recursos retóricos anteriores. Pero la pasión amorosa le puede y se decide arriesgarse a seguir visitando a su amada.
ACTO XIV
En el acto catorce es donde se introdujo el nuevo texto, que cambia bastante la historia, eso si, sin alterar el final. Y es que en la lectura original, Calisto muere de forma trágica, pero el principal cambio radica en la causa de su muerte, lo que la provoca. Sin tener de momento esto en cuenta, a continuación encontramos un monólogo de Calisto, otra vez propio del loco enamorado que es, en el que nos revela que Melibea ha perdidos su preciada virginidad. Finalmente, el autor entrelaza este acto y el siguiente, ya que Tristán y Sosia ven a Areúsa y Elicia entrar en una casa donde tendrá lugar la siguiente escena. Esto le aporta gran vivacidad a la obra.
ACTO XV
En este acto, aparece un nuevo y trascendente personaje. Se trata de Centurio que en primera instancia, al tratarse de un soldado, puede parecernos que se trata por fin de algún personaje honrado, valiente y noble (Centurio-Centurión romano). Pero, por supuesto, no es así. Es un mercenario y un rufián, ya además, cobarde, ya que comete sus fechorías en alta superioridad numérica. Por si fuera poco es mal asesino, ya que ha sido capturado varias veces. Centurio es contratado por las rameras Elicia y Areúsa pare vengar las muertes de sus amadas en las personas de Calisto y Melibea. Pero no es tanto por amor sino por orgullo y soberbia, ya que se trata de personajes muy posesivos.
ACTO XVI
Ya aquí empezamos a presentir que el final se acerca, pues descubrimos a los padres de Melibea hablando de casarla con un buen señor, ya que quieren asegurar su futuro. Además es tan sumamente engañados (vemos que el engaño afecta hasta los más alejados y los únicos que no saben de la historia amorosa), ya que piensan que Melibea conserva su virginidad y que no sabe distinguir a un hombre apuesto de uno feo. Lucrecia, cómo buena criada, le informa de estos planes, que por supuesto Melibea no está dispuesta a aceptar. Se decide, por tanto, a estar con Calisto sea como sea, incluso si tiene que hacer sufrir a sus padres para ello: ahora tan sólo se guía por su irrefrenable pasión amorosa.
ACTO XVII
En este breve acto, vemos como las rameras comienzan a llevar a cabo su plan de venganza. Para ello, provocan la traición a causa de la pasión amorosa y la lisonjería en el joven Sosia, que sucumbe también y les dice cuándo y dónde se ve su señor con su amada. Ya tienen la información necesaria para llevar a cabo su plan, cómo vemos de nuevo todo a causa de la traición, que sin saberlo Sosia, acabará con la muerte de Calisto.
ACTO XVIII
En el acto dieciocho, las rameras contratan definitivamente a Centurio para venga las muertes de sus amados y le dan la información recién obtenida. Sin embargo, cómo ya hemos dicho es un cobarde, y no dudará en traicionarlas por esto, ya que les encarga su trabajo a otros malhechores para no correr peligro, tras buscar alguna excusa para rechazar el negocio.
ACTO XIX
Comienza el desenlace. Al principio aparece Melibea lamentando la tardanza de su amado, y le pide a Lucrecia que cante para aliviar su pena. Esto se produce al más puro estilo de cantigas de amigo, sólo que en esta ocasión empezará cantando la amiga de la amada, luego las dos juntas y por último tan sólo Melibea. Es entonces cuando hasta la fiel Lucrecia se queja y parece harta de estas tonterías de enamorados y de estar siempre ella en medio, sola.
A continuación, ya ha llegado Calisto acompañado de Sosia y Tristán, que pronto son atacados por los rufianes enviados por Centurio. Aquí termina la intercalación en la segunda versión de la obra, y por lo tanto, Calisto muere. Sin embargo en la nueva versión, aunque se cae de la escala cómo en la original, aquí es por bajar deprisa a ayudar a sus criados. La escena de la muerte es narrada trágicamente con las descripciones que hace Tristán del cadáver de su señor y Lucrecia de Melibea, que aparece desconsolada y desesperada (se araña la cara con las uñas, imagen muy dramática).
ACTO XX
Es el acto en el que muere Melibea. El autor nos la presenta sufriendo mucho, con una herida mortal en el corazón, sin cura. Su padre Pleberio está junto a ella muy preocupado y la lleva a lo alto de la torre de su casa y va en busca de música, a petición de la desconsolada Melibea, sin embargo, le llama desde lo alto de la torre le cuenta todo su romance con Calisto y su amor, y que a muerto. Finalmente, de forma trágica se tira de la torre, tras llamar a su amado y decirle que le espere en el más allá, y ante la mirada de su padre y criada. Hay que observar que en ningún momento se hace referencia a algo religioso y que esta vez el personaje no sucumbe por la codicia o avaricia, sino que lo hace por la pasión amorosa.
ACTO XXI
En este último acto de la obra, encontramos tanto solo un desconsolado llanto de Pleberio en forma de monólogo. Es muy trágico, ya que comienza llevando los restos de Melibea a su madre, y es un llanto desconsolado y desilusionado, en el que diserta filosóficamente sobre el fin y el porqué de muchas cosas, pues ha vivido y trabajado para su hija ahora muerta. No se redime ni suplica tampoco a Dios en ningún momento, sin presencia en la obra. También parece adelantar temas barrocos, como la fugacidad e injusticia de la vida y se pregunta sobre su incierto y penoso devenir sin su amada hija. Dirige todo esto al mundo en general y le echa la culpa al amor que lo mueve para bien o para mal y que tanto da la vida como la quita (muy interesante punto de vista), como si fuera Dios. Hay innumerables metáforas, algunas muy complicadas, numerosas interrogaciones retóricas, que le dan la texto el aire filosófico y trágico que se requiere. También es posible encontrar apóstrofes líricos.
CONCLUSIÓN DEL AUTOR Y ALONSO DE PROAZA
Fernando de Rojas pone en evidencia en octavas el trágico final que provoca el amor terrenal e insta a amar al que murió amándonos: Cristo. Las octavas de Alonso de Proaza, por su parte, nos informan de cómo leer la tragicomedia, porque lo es y no una comedia (por el fin trágico) y cómo y cuándo fue impresa la obra.
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Enviado por: | LaEspadaDelAmanecer |
Idioma: | castellano |
País: | España |