Literatura


La Celestina; Fernando de Rojas


INTRODUCCIÓN

El Autor:

Fernando de Rojas nació hacia 1476 en La Puebla de Montalbán (Toledo) en el seno de una familia de judíos conversos. Estudió Derecho en la Universidad de Salamanca y más tarde ejerció de abogado en Talavera de la Reina, de donde llegó a ser alcalde. Murió hacia 1540, también en Talavera.

La intención:

Fernando de Rojas escribió esta obra con la intención de prevenir a los jóvenes enamorados de su época de la intervención de alcahuetas malintencionadas. También manifiesta que no existe amor puro y noble, sino el amor a Dios.

La obra:

Fernando de Rojas encontró en una biblioteca un manuscrito anónimo que contenía el primer auto (acto) de esta obra. Lo leyó y decidió terminarlo.

La estructura de la obra es la siguiente:

  • Carta del autor a su amigo

  • Octavas acrósticas, que contienen la siguiente frase: " El bachiller Fernando de Rojas acabó la comedia de Calisto y Melibea y fue nacido en la Puebla de Montalbán"

  • Prólogo

  • Síguese

  • Cuerpo de la obra: XXI autos sacramentales

  • Conclusión del autor

  • Alonso de Proaza, corrector de la impresión, al lector

  • 1. RESUMEN DEL ARGUMENTO

    Calisto, un joven noble de buena familia, se enamora de Melibea, también noble y rica. Melibea le rechaza y él, siguiendo un consejo de su criado Sempronio, recurre a los servicios de la puta vieja Celestina. Pármeno, el otro criado de Calisto, le advierte de la malicia de Celestina, a la que conocía desde pequeño (era la mejor amiga de su madre), pero su amo, loco de amor, no atiende a razones. Mediante falsos halagos y mentiras, Celestina consigue ablandar la fidelidad de Pármeno.

    Como pago a sus servicios, Calisto le da a Celestina 100 monedas de oro.

    Ya en su casa, Celestina realiza un conjuro de magia negra para hacer que Melibea se enamore de Calisto. Cuando la vieja llega a casa de Melibea, le habla del amor y las cualidades de Calisto, pero, al ver la furia de la dama, le da otra interpretación a sus palabras y le dice que lo que quiere es una oración contra el dolor de muelas, así como su cordón, que ha tocado muchas reliquias. Melibea se lo entrega y le dice que vuelva en secreto a por la oración. Celestina le da el cordón a Calisto, que comienza a desvariar mostrando cierto fetichismo.

    Pármeno habla de nuevo con Celestina, que consigue por fin ponerle de su parte ofreciéndole el amor de Areúsa, una de sus pupilas.

    Al día siguiente, aparece, en casa de Celestina, Lucrecia, la criada de Melibea, y le dice que su ama requiere sus servicios. Melibea le confiesa su amor por Calisto y propone una cita con él. Al saber esto, Calisto, lleno de júbilo, le entrega a Celestina una cadena de oro.

    En la cita, Melibea se muestra esquiva y orgullosa, pero, ante las súplicas y ruegos de Calisto, le confiesa su amor. Éste, loco de júbilo, intenta echar abajo las puertas, despertando a los padres de Melibea, que están a punto de descubrirla. Los amantes acuerdan una cita para la noche siguiente y Calisto y sus criados regresan a casa.

    Sempronio y Pármeno van a casa de Celestina a cobrar su parte de los beneficios, pero ella no quiere darles nada, y éstos, enfurecidos, la asesinan y saltan por unas ventanas, quedando malheridos. Son descubiertos y decapitados por su crimen.

    Calisto se entera de las muertes de Sempronio, Pármeno y Celestina por medio de Sosía, otro de sus criados, pese a lo cual decide acudir a su cita con Melibea. En esta cita, y ante la insistencia y fogosidad de Calisto, Melibea se entrega por fin a su amado.

    Elicia y Areúsa, pupilas de Celestina y amantes de Sempronio y Pármeno, se enteran de sus muertes y, considerando culpable a Calisto, deciden vengarse. Areúsa obtiene de Sosía la información sobre la próxima cita de los amantes mediante mentiras, promesas de amor y falsos halagos, tal y como lo haría Celestina. Las pupilas llaman a Centurio, un rufián amigo suyo y le piden que mate a Calisto.

    Mientras tanto los padres de Melibea manifiestan la intención de casarla, pero Alisa, madre de Melibea, cree que su hija todavía no tiene capacidad para decidir con quién quiere casarse, ya que nada sabe de hombres.

    Calisto se dirige a casa de Melibea acompañado por Sosía y Tistán, sustitutos de Pármeno y Sempronio y durante la cita de los amantes llegan Traso el Cojo y otros rufianes, enviados por Centurio para asustarles. Sosía grita alarmado y, por primera vez, Calisto actúa de forma valiente y corre en su ayuda pero, en sus prisas, se cae de una escala y se parte el cuello.

    Enterada de la muerte de su amante, Melibea decide suicidarse, cuando aparece Pleberio, su padre, que le pide que le explique las razones de su pena. Ella se sincera con él, y después se tira desde la torre y se mata. Pleberio inicia un largo monólogo, en el que llora la muerte de su hija, manifiesta la tristeza del que permanece con vida, se queja de la vanidad del amor y las riquezas y considera que ha sido una muerte injusta.

  • PERSONAJES

  • Los personajes de La Celestina se mueven en tres mundos muy diferentes: el de los señores, el de los criados y el de las prostitutas.

    Mundo de los señores:

    Calisto: Personaje central de la obra. Su amor por Melibea lo lleva a recurrir a la Celestina(una hechicera y alcahueta) para conseguirlo. Muere de improviso en uno de sus encuentros con la dama. Su personalidad se caracteriza por su locura y pasión amorosa, que hacen de él un ser inseguro y sin confianza en sí mismo. Es arrebatado e impaciente en unas ocasiones, y en otras, taciturno y melancólico. Su egoísmo le incita a ignorar todo lo que no sea su amor lujurioso (muertes, engaños, dudas de Melibea…). Calisto representa a una juventud rica y ociosa, cuya única ocupación es el amor ilícito y sin compromiso. Su lenguaje es cortés y artificial, utilizándolo hábilmente para encubrir sus auténticas intenciones.

    Melibea: Otro personaje central de la obra. Por pertenecer a un alto linaje se comporta en principio como una dama ante las insinuaciones de Calisto, pero más adelante, por ser víctima de un conjuro hecho por Celestina, acepta a Calisto, cayendo como éste en la lujuria. Su personalidad es compleja y se puede ver su evolución psicológica a lo largo de la obra. Es tremendamente humana: rechaza, duda, vacila, ama, teme perder su honra y la de sus padres; pero al mismo tiempo goza del amor de Calisto y se entrega a él. Con esta entrega salta el muro de los convencionalismos sociales, enfrentándose a la opinión de las gentes. Ante la muerte de su amante se suicida después de contarle todo a su padre.

    Alisa: Madre de Melibea. Es orgullosa, soberbia, arrogante, enérgica y autoritaria. Su actitud cae en el ridículo, ya que trata de guardar las apariencias en todo momento, dada su posición social.

    Pleberio: Padre de Melibea. Aunque no es un personaje central, sus escasas apariciones son de gran importancia por su mensaje. Rojas se identifica con él, sobre todo en el último acto. Es un personaje muy humano y de carácter trágico. Ama a su hija y sólo busca su bien. No es autoritario y no culpa a ninguno de los dos amantes del trágico final de su hija.

    Mundo de los criados:

    Sempronio: Sirviente de Calisto. Es él quien a conseja a su amo a tomar los servicios de la Celestina, tratando de sacar provecho económico aliándose con la vieja. Pero termina asesinándola y siendo degollado a manos de la justicia. Es un personaje contradictorio, (discurso misógino y al mismo tiempo, enamorado; cobarde y asesino violento, ambicioso y agresivo…)

    Pármeno: Sirviente de Calisto que trata de hacer caer en cuenta a su amo del error que comete al tomar los servicios de la vieja, pero ante los pocos resultados de su honestidad termina siendo otro de los cómplices de ésta, involucrándose en su asesinato y corriendo la misma suerte que Sempronio. Es inseguro y de conducta voluble, ya que pasa de la fidelidad a la traición.

    Lucrecia: Sirviente fiel de Melibea que, siendo cómplice de ella, la encubre en su amorío con Calisto.

    Tristán y Sosia: Sirvientes de Calisto, actúan como el remplazo de Sempronio y Pármeno. Tristán es joven, desconfiado y receloso, pero fiel a su amo. Sosía es humilde, ingenuo y simple.

    Mundo de las prostitutas:

    Celestina: Personaje de vital importancia en la obra. Es una vieja puta hechicera que sumerge a Calisto y a Melibea en un amor ilícito. Su objetivo es enriquecerse y obtener una vejez segura. Para ello se vale de su astucia, de engaños y falsos halagos y del conocimiento de las pasiones humanas. Su personaje encierra todo lo inmoral de la sociedad ya que es avara, calculadora, mentirosa y practica la magia negra (aunque no duda en invocar el nombre de Dios en momentos de conveniencia). Gracias a todo esto Celestina saca provecho de sus clientes y de todos los que caen en sus manos.

    Al engañar a sus cómplices, éstos deciden matarla. Todas sus habilidades se ven cegadas por la avaricia y el egoísmo, lo que la lleva a la muerte.

    Es el personaje que da vida a la obra. Rojas, al crearla de esta manera, muestra la intención de la obra, que es moralizar mostrando el lado opuesto, es decir, la inmoralidad del personaje.

    Areúsa y Elicia: Pupilas de la Celestina, son instrumentos de la voluntad de la vieja.. Son aleccionadas por ella y trabajan por dinero. Sostienen relaciones amorosas con Pármeno y Sempronio. Areúsa es más decidida y cruel, ya que expresa su odio hacia las señoras y planifica la venganza al saber de las muertes de Celestina y los criados.

    Centurio: Rufián que ayuda a las pupilas a vengar la muerte de sus amantes y de Celestina.

  • COMENTARIO DE TEXTO

  • Fragmento: Primer auto. Conversación entre Celestina y Pármeno, en el que la vieja induce a Pármeno a la amistad con Sempronio.

    Resumen del texto

    Celestina le dice a Pármeno que Sempronio quiere su amistad, que será buena para los dos. Este desconfía, ya que considera falso todo lo que dice la vieja. Pero a la vez le han enseñado a confiar y hacer caso a sus mayores, lo que le crea una duda. Aún así, no ve cómo puede curar los vicios de Sempronio y no quiere adquirirlos él mismo.

    Pero Celestina se sirve de nuevos engaños, y le dice que todo, sobre todo las cosas del amor, es bueno compartirlas con alguien de confianza, un amigo y compañero que le ayude y le escuche. Pármeno reflexiona, pero sigue sin caer en las redes de Celestina. Ésta le convence de que, por afecto a él y a su madre, sólo busca su mayor honra y beneficio, que nada malo puede haber en sus intenciones.

    Por fin, Pármeno hace caso de sus palabras y descubre que nada malo hay en la paz con Sempronio, que es a lo que le induce Celestina.

    Estructura

    En este fragmento se pueden diferenciar tres partes:

    - Incredulidad de Pármeno: líneas 1, 4, 10-18, 35-40, 50-51

    - Halagos y engaños de Celestina: líneas 1-2, 5-9, 19-34, 41-49, 52-56

    - Entrega de Pármeno: 57-73.

    Personajes

    Celestina: Como siempre, busca el beneficio propio, y no duda en engañar a Pármeno sobre la amistad de Sempronio. Si bien en su discurso se reflejan sentimientos nobles de amistad ( "Vamos allá, volvamos acá, ande la música, cantemos canciones…", "…rondemos su calle, mira su carta, vamos de noche, tenme la escala, aguarda a la puerta. ¿Cómo te fue? ") , estos sentimientos no se pueden esperar de alguien como Sempronio, de naturaleza voluble y traidora. Con esto consigue que Pármeno deje de lado su lealtad hacia Calisto y se ponga de su parte.

    Pármeno: Debido a su fidelidad hacia Calisto y a que no confía en Celestina, no se deja llevar por sus palabras. Pero la astucia de ésta hace su efecto y comienza a sembrar la duda en Pármeno. Reflexiona y piensa que debe seguir los consejos de sus mayores, que son más sabios que él. Tampoco ve nada malo en la amistad y la paz con Sempronio. En este cambio de actitud se ve la poca firmeza de Pármeno.

    Estilo

    Pese al lenguaje complicado por su antigüedad, el estilo es sencillo: se trata de un diálogo entre los dos personajes en el que intercambian sus opiniones, lo que crea un gran dinamismo en la conversación. La fidelidad de Pármeno se opone a los engaños de Celestina.

    El lenguaje, aunque antiguo se diferencia del culto de la época por expresiones como cornudo, asnillo, y por dichos populares (Dios da habas a quién no tiene quijadas).

    Los recursos que presenta son:

    • Enumeraciones: "Esto hice, esto otro me dijo, tal donayre pasamos…"

    • Apóstrofes: "¡O que habla, o que gracia, o que juegos, o que besos!"

    • Hipérboles: "Más a ti, cuya honra y vida más que la mía deseo"

  • COMENTARIO SOBRE UN ASPECTO DE LA OBRA

  • EL AMOR

    El amor es el tema central de "La Celestina". Todo gira en torno a él y las consecuencias derivan de él. Todos los personajes viven, desean, recuerdan o presencian historias de amor. Las principales son:

    • Calisto y Melibea

    • Sempronio y Elicia

    • Pármeno y Areúsa

    Así como otras referencias que hacen Celestina y Pleberio al amor gozado en su juventud.

    El amor es el responsable de las actitudes y comportamientos de los personajes. Pero hay diferencias entre el comportamiento amoroso de los señores y el de los criados.

    Entre los señores (Calisto y Melibea) se mezcla el amor ilícito, como fuente de placer y lujuria y el amor cortés, de herencia medieval.

    Calisto diviniza a su dama y ve su rendición como un don divino. A veces caen en la locura y el desvarío (como cuando Calisto recibe el cordón de Melibea) y utilizan un lenguaje cortés. Los amantes padecen de su amor e impaciencia y hasta en el trágico final se ve que no conciben la vida sin el amor del otro. Pero tras este aparente amor puro, fiel y cortés se esconde la verdadera finalidad: el placer sexual. En este punto no se diferencian criados y señores.

    Entre los criados el amor es sencillo y directo y no tratan de encubrir que sus verdaderas intenciones son el sexo y los beneficios que puedan sacar de sus relaciones. Pero como demuestra la reacción de las prostitutas al enterarse de la muerte de sus amantes, no todo es frío y calculado, sino que se deja entrever cierto afecto y atractivo humano.

  • VALORACIÓN PERSONAL

  • Para mí, ha sido pesado leer este libro, debido al lenguaje complicado y antiguo. Pero a medida que leía se me hizo más fácil comprender lo que decían, por lo menos lo suficiente para sacar las ideas más importantes.

    El tema que se nos presenta me parece anticuado, y sólo le encuentro sentido en la época en que fue escrito, en la que ocurrían continuamente casos como los de Calisto y Melibea, aunque no con un final tan trágico.

    Un aspecto que me ha gustado mucho es la diferencia entre el lenguaje de los criados (directo, popular y vulgar) y de los señores (culto y rebuscado), tan claramente clasista, y pienso que este aspecto todavía se da, sobre todo entre gente de distintos barrios y niveles culturales.

    Como conclusión diría que si no me hubiera visto obligada a leer "La Celestina" probablemente no me lo habría leído nunca, pero habría sido un error, ya que forma parte de nuestra literatura (además de ser una obra relevante por su originalidad) y nos muestra ciertos aspectos de la vida de la época que, en algunos casos, la historia no se reflejan.

    BIBLIOGRAFÍA

  • Claves de La Celestina (Eduardo Galán)

  • Libro de texto, Unidad 3

  • Enciclopedia Multimedia de Caja Madrid

  • Internet: www.cervantesvirtual.com

  • www.el-castellano.com

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    Enviado por:Sexything
    Idioma: castellano
    País: España

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