Literatura
La casa de Bernarda Alba; Federico García Lorca
Análisis de La casa de Bernarda Alba
Lorca escribió dos obras de género trágico y faltaba una tercera obra para completar su trilogía trágica. No obstante, no la pudo completar porque La Casa de Bernarda Alba, última obra que realizó, está clasificada en el género dramático.
En esta obra es representación de la vida anormal de una familia andaluza. No puede considerarse como las mujeres en los pueblos de España, ya que la obsesión y el carácter de Bernarda son de una mujer desdichada y encerrada en si misma, en este libro se refleja la sociedad que había en tiempos lejanos, y la falta de libertad y de decisión que había para la mujer en aquellos tiempos.
La Casa de Bernarda de Alba, es una tragedia que no según el prologo del libro no se considera drama. Es una de las obras teatrales de la literatura La contemporánea más fáciles de leer, gracias a su vocabulario, sencillo y muy apropiado a cada personaje, los temas tratados son el amor, la represión, el odio la hipocresía, el egoísmo, etc., son muy interesantes. Y que a pesar de que la obra estuviera escrita en 1936, refleja muchos problemas de la sociedad actual, sea entre familiares como entre amigos; pero suceden.
Situación de “La casa de Bernarda Alba” dentro del teatro de la obra dramática de García Lorca.
Para entender cual es la situación de “La casa de Bernarda Alba” dentro del teatro de la obra dramática de F. G. Lorca debemos estudiar su evolución a lo largo de su carrera como escritor.
Muchos críticos ven en esta obra de Lorca una continuación de sus dos obras anteriores “Bodas de sangre” y “Yerma” completando así una trilogía, sin embargo esto no es así, “La casa de Bernarda Alba” pertenece a otro estilo totalmente distinto a pesar de que trata una temática muy similar. Sí es cierto que el mismo autor habló de completar una trilogía, pero esta tercera parte nunca fue terminada y solo se guardan de ella unos pequeños bocetos.
Esta obra está clasificada dentro del género dramático (ya que en el se tratan los sentimientos de una familia reflejando en el aspectos de su vida cotidiana) y más concretamente como drama andaluz.
Análisis del drama andaluz en “La casa de Bernarda Alba”
“La casa de Bernarda Alba” representa el punto más alto de la trayectoria teatral de Lorca. A lo largo de su carrera como escritor a depurado su técnica hasta llegar a la cima y es ahí donde encontramos esta obra, donde prescinde de personajes sobrenaturales (rompiendo de esta manera con la tragedia presente en obras anteriores como Yerma) para centrarse en la pura realidad de una familia (como el mismo afirmó: “estos tres actos tienen la intención de un documental fotográfico”) en el que se representan sus sentimientos y pasiones reflejando aspectos de su vida cotidiana (característicos en todo drama). Las influencias de otros tiempos han quedado a un lado, concentrando en esta pieza teatral el más puro estilo lorquiano.
Estructura interna
En cuanto a la estructura interna del libro se divide en tres partes, la introducción, el desarrollo y las conclusiones, además incite en aludir o repetir ciertos elementos o situaciones para que la obra adquiera armonización, organización y unidad.
Ejemplos muy claros son:
Todos los actos comienzan aludiendo a las paredes blancas.
La intervención de Bernarda empieza y termina con la misma palabra.
Hay redundancia en los mensajes de Mª Josefa.
Existe un luto permanente de riguroso negro.
La primera parte se refleja la manera de ser de los personajes, Como se refleja en Bernarda que es muy exigente y positiva, o como Adela es contraria a las ideas de su madre.
En la segunda parte se ve como la madre no deja salir a sus hijas y que tampoco las deja tener novios.
En la tercera parte se ve como se desenlaza la historia, con Adela que contesta a Bernarda, Bernarda intenta matar a Pepe con la escopeta pero no lo logra.
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El estilo se adapta al tipo de lenguaje según la gente es decir; si las personas tiene más cultura o menos cultura. Si el publico es culto la obra la escribirá con un lenguaje culto, en cambio, si el publico tiene un nivel de lenguaje no tan culto, utilizará otro tipo de lenguaje.
Su intención es artística en todo momento; es la escenificación no de la situación general de las mujeres de España, sino de una familia extrema andaluza.
Los personajes de ésta: gritan, lloran y se desesperan, solo que no lo hacen en verso
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El lenguaje de Bernarda Alba es el lenguaje andaluz llevado muchas veces a su esencia. Utiliza refranes y dichos populares, piropos u obscenidades.
También Lorca utiliza un lenguaje muy natural y cotidiano, abandona después para convertirse en un lenguaje cargado de valores dramáticos, así mismo entendedor y fácil que utilizo en toda la obra.
En el desarrollo de los actos los podemos clasificar así:
Lento, gradual en el primer acto, rápido en el segundo y muy rápido en el tercero, donde el lenguaje realista se abandona casi desde el principio.
Cabe aclarar en parte que el lenguaje de La Poncia, es más vulgar. Acorde con su clase social, es simplemente una criada poco instruida. En cambio el de las hijas o el de Bernarda es mucho más culto.
Ejemplos del lenguaje de Poncia:
“¡Mal dolor de clavo le pinche los ojos!”. Se refiere a Bernarda desea algo malo para Bernarda por ser una mujer sin escrúpulos y muy dominante.
“La encuentro como si tuviese una lagartija en el estómago”. Se refiere a Adela, y quiere decir que cree que está enamorada.
“Las viejas vemos a través de las paredes”. Las mujeres de edad saben mucho y conocen hasta aquello que está escondido.
“No vayas contra la ley de Dios”. Hace referencia a que no haga lo que no está bien, y que además perjudica a otras personas.
Primer Acto
En el primero encontramos que el marido de Bernarda muere y lo entierran, en el entierro las hijas lo critican y entonces Bernarda habla con las hijas y con una de ellas se enfada porque se había fijado en un hombre el mismo día que enterraban a su padre. Bernarda se lo recrimina. Cuando llegan a casa Bernarda habla con las mujeres de luto y hablan sobre si sus hijas tienen de tener novio pero Bernarda dice que no porque los hombres que hay en el pueblo no son del tipo de sus hijas. Después Adela habla con su hermana Magdalena y le dice que quiere salir a la calle y que no quiere que su madre la domine, pero sus hermanas le aconsejan que no o haga y al final no la dejan hacerlo.
Aún estaba medio llorando cuando las otras hermanas vinieron y dijeron que pasaba Pepe el Romano y todas fueron a la ventana para mirarlo pero Adela al principio no quería pero al final no se pudo estar y fue con sus hermanas. Cuando Pepe ya pasó y las hermanas estaban con Bernarda apareció María Josefa que es la madre de Bernarda, y le dijo que se quería casar a pesar de su edad e irse del pueblo, y Bernarda le dijo a la criada que la encerraran a su habitación.
Este acto inicia con el diálogo principal que da entender que carácter tiene Bernarda. El diálogo lo realizan la Poncia, mujer que lleva muchos años trabajando para Bernarda, y la criada. Estas dos mujeres divulgan el dominante y frío carácter de doña Bernarda.
Seguidamente podemos observar el papel importante que realiza la religión. Bernarda, junto a sus hijas, y las mujeres que la acompañan, se centran en el salón de la casa de Bernarda a causa de la defunción de su marido, muestran un respecto hacia la religión.
Por ejemplo: “¡Alabado sea Dios!”
“¡Sea por siempre bendito y alabado!”
“¡Descansa en paz!”
Destaca el desprecio que muestra Bernarda hacia sus hijas, las tiene dominadas y atemoridas. Quiere tenerlas siempre controladas y en casa, las protege muchísimo y no les deja que expresen sus ideas y opiniones.
Le dan mucha importancia a los comentarios de las personas externas, es decir, de la gente del pueblo.
Finalmente, el acto concluye con la llegada de Pepe Romano, caballero de 25 años que se casará con Angustias, mujer de 39 años. No obstante, Pepe Romano no se casa por amor a Angustias sino por el dinero que posee ella.
Los temas que aparecen en este acto es con mayor insistencia son la religión, muestran un gran respecto hacia ella, el luto, simbolizado por el color negro, la buena presencia y la obediencia que deben tener las hijas de Bernarda, además se da mucha importancia al que dirán los demás.
Segundo Acto:
El segundo acto se abre con La Poncia que habla con las hijas de Bernarda sobre sus experiencias con sus hombres. Adela estaba escuchando cuando le preguntaron que qué le pasaba, que tenia cara de cansada, y ella dice que nada, pero al final descubren que esta cansada y con ojeras porque por la noche se pone a la ventana y cuando pasa Pepe se desnuda para que la vea, pero sus hermanas le dicen que nunca será para ella. Entonces las hermanas de Adela discuten con La Poncia, si Adela esta preparada para enamorarse de un hombre como Pepe. Cuando estaban discutiendo sintieron los muchachos que ejercían de segadores, como pasaban por la calle cantando, entonces todas las hermanas se fueron a la ventana a mirarlos.
Cuando acabaron de pasar, una de las hermanas, Angustia, se quejó que alguien le había quitado el retrato de Pepe, y se puso a chillar; de repente salió Bernarda y preguntó quien le había quitado el retrato pero nadie salía, entonces lo buscó y lo encontró entre las sabanas de Martirio; Bernarda le pegó.
Cuando pasó todo eso, Bernarda ordenó a sus hijas a dormir a la cama y habló con La Poncia. Hablaron sobre las hijas de Bernarda y le explicó que había en el pueblo una mujer que uno hijo y no sabia de quien era y lo mató; desde aquel día esa mujer es maltratada por los hombres... acabaron tarde de hablar y se fueron a dormir.
Adela es la hija menor de Bernarda. Es una chica joven de 20 años y parece ser la más indócil, a lo largo del acto se va volviendo más arisca con sus hermanas, especialmente con Angustias, con la Poncia y con la criada, pasa la mayoría de las horas encerrada en su habitación, sin querer ver a nadie.
Adela está enamorada del futuro marido de Angustias, Pepe Romano. Este es un bello joven de 25 años que tiene loca de amor a la chica. Hará todo lo posible para que Pepe Romano se fije en ella y no tendrá en cuenta las normas impuestas en la casa y las repercusiones de ésta.
Los diálogos en que interviene la Poncia resultan fundamentales no sólo para su configuración como personaje sino también para mostrar el universo dominado por Bernarda.
Poncia: No hay alegría como la de los campos en ésta época. Ayer de mañana llegaron los segadores. Cuarenta o cincuenta buenos mozos.
Magdalena: ¿ De dónde son este año?
Poncia: De muy lejos. Vinieron de los montes. ¡Alegres! ¡Cómo árboles quemados! ¡Dando voces y arrojando piedra! Anoche llegó al pueblo una mujer vestida de lentejuelas y que bailaba con un acordeón, y quince de ellos la contrataron para llevársela al olivar. Yo los vi de lejos. El que la contrataba era un muchacho de ojos verdes, apretado como una gavilla de trigo.
Amelia: ¿ Es eso cierto?
Adela: ¿ Pero es posible?
Poncia: Hace años vino otra de estas y yo misma dí dinero a mi hijo mayor para que fuera. Los hombres necesitan estas cosas.
Adela: Se les perdona todo.
Amelia: Nacer mujer es el mayor castigo.
Magdalena: Y ni nuestros ojos nos pertenecen.
Hacia el final del acto, la Poncia mantiene una conversación con Bernarda. Le hace ver que no siempre estará dominando a sus hijas, que algún día u otro alguna de ellas (refiriéndose a Adela) se cansará de obedecer y de estar reprimida bao los techos de esta casa.
Bernarda: ¿ Me tienes que prevenir algo?
Poncia: Yo no acuso, Bernarda. Yo solo te digo abre los ojos y verás.
Bernarda: ¿ Y verás qué?
Poncia: Siempre has sido lista. Has visto lo malo de la gente a cien lenguas; muchas veces creí que adivinabas los pensamientos. Pero los hijos son los hijos. Ahora estás ciega.
La Poncia también le hace ver que la gente del pueblo tiene pensamientos y habla más de la cuenta, hecho que preocupa más a Bernarda, y le insinúa que quizá Pepe Romano debería casarse con Adela, por ser más joven y más bella.
Oposición de los términos “exterior” e “interior
En la obra se oponen los términos “exterior” e “interior” ya que siempre relacionan las cosas que pasan dentro de la casa con el exterior, es decir, el que pensará la gente, el que dirán, que pensamientos tienen de ellos…
Los habitantes de la Casa de Bernarda se preocupan mucho por las terceras personas, siempre están pendientes de lo que pasa fuera de la casa. Esto se debe a que Bernarda sobre sus hijas, su madre y las criadas, ejerce un gran dominio
Tercer Acto:
En al tercer acto encontramos a Bernarda y Prudencia hablando sobre sus vidas y entonces Bernarda le pregunta sobre su marido y Prudencia le responde que esta enfadado con sus hermanos por la herencia y que está enfadado con su hija por contestarle. Cuando acabó el tema, se durmieron.
El día siguiente Adela y Martirio hablaban sobre quien de ellas dos le pertenece Pepe y llegan a la razón de que Pepe solo quiere Angustia por el dinero. Entonces Adela y Martirio discuten y sale Bernarda, y comienza una discusión entre Adela y Bernarda. La discusión llegó al fin de que Bernarda cogió una escopeta y disparó contra Pepe que estaba en la calle, pero no le tocó. Adela cree que esta muerto y se muere siendo virgen, entonces con la muerte de Adela Bernarda dice que nadie diga nada sobre el tiro de la escopeta sobre Pepe el Romano.
Adela está enamorada de Pepe Romanos, no tiene en cuenta los sentimientos de su hermana Angustias y mucho menos, el respeto que debe tener hacia su madre. Está convencida que este chico le pertenecerá algún día.
Adela descubre que Martirio conoce su relación con su futuro cuñado y que hará todo lo posible para que no estén juntos.
Así pues, Adela y Martirio son descubiertas mientras discuten por su madre, la Poncia y el resto de las hermanas. Martirio está tan celosa que miente sobre Adela, ésta se va corriendo y se suicida, como anteriormente los señalamos,
Adela muere por amor, un amor que sabe que nunca le llegará a pertenecer del todo, y por la amargura y la represión que sufre, por desear la libertad y no poderla alcanzar.
Temas
El tema del libro va de que una mujer no deja salir sus hijas y no les deja tener relaciones con hombres.
El tema central aparece normalmente a causa de un conflicto, de un amor imposible por el enamoramiento de 3 de las 5 hijas de Bernarda Alba y la oposición entre el amor y el deseo con la frustración y la desgracia como final.
Otro tema central es el enfrentamiento entre una moral autoritaria, rígida y convencional(Bernarda) y el deseo de libertad (Adela y Mª Josefa). Bernarda solo quiere tener limpio su nombre y el nombre de la familia, sin tener en cuenta a sus hijas. Ella intenta privar a todas de todo aquello que no está “moralmente” bien, mientras Adela, su hija, y Mª Josefa, su madre luchan por ser libres. Ambas quieren escapar de esa cárcel, dirigida por Bernarda, que le niega todo aquello que más ansía, la libertad.
El autor también presenta en cada personaje sus problemas individuales. Los personajes sufren por la opresión de la clase social en que viven (Bernarda impone en sus hijas que se queden solteras, según ella no se necesita un hombre para vivir).
Toda la obra, es una lucha contra las normas establecidas por la protagonista y del pueblo.
Como temas secundarios, Lorca nos quiere presentar en esta obra: la pureza espiritual que Bernarda intenta conseguir, continuar la cárcel en la que viven sus cinco hijas. La herencia es una tema secundario, pero que está presente ya que algunas de las hijas de Bernarda sienten una envidia inmensa hacia Angustias, la mayor de todas ellas.
Esta obra se basa en la realidad de aquella época, en lo que lo primordial era mantener el orden y la reputación de la familia .
Aspectos morales y sociales del drama.
Las mujeres son solo de un hombre. Todos están sometidos a una presión excesiva, social, si los hombres tenían deseos con otras mujeres no estaba mal visto, Bernarda era la autoridad de la casa. Y sobretodo el amor juega un papel muy importante en este drama desengaños, amores platónicos, envidias, etc.
El enfrentamiento entre el “yo” liberador y la colectividad represora.
Este tema es principal en la Casa de Bernarda Alba. La obra entera es un conflicto dentro de la casa. Las hijas de Bernarda quieren poder tomar decisiones, pero su madre es muy autoritaria y quiere dirigirlas en todo, quiere tener todo bajo su control y conocimiento. Bernarda impone un luto después de la muerte de su marido y varias hijas, entre ellas Adela, piensan que son jóvenes y tienen que disfrutar de la vida, por ello quieren librarse de la presión a la que están sometidas. Adela decide dar el paso y velar por su felicidad aunque sabe que no va a ser tarea fácil opinar en casa.
“ MARTIRIO, ¿Qué piensas Adela?
ADELA, Pienso que este luto me ha cogido en la peor época de mi vida para pasarlo
MAGDALENA, Ya te acostumbrarás
ADELA, No me acostumbraré. Yo no puedo estar encerrada...”
Final del primer acto
“BERNARDA, Afortunadamente mis hijas me respetan y jamás torcieron mi voluntad
LA PONCIA, ¡Eso sí! Pero en cuanto las dejes sueltas se te subirán al tejado
BERNARDA, ¡Ya las bajaré tirándoles cantos!”
El ansia de amor
Las hijas de Bernarda quieren casarse y sentir el amor. Pero no lo dicen por temor a la posible actuación de su madre, ya que ella quiere que sigan estando solteras. La que más ansía este amor es Adela, que quiere unir su vida a la de Pepe el Romano. Todas las hermanas quisieran estar en la situación de Angustias.
“MARTIRIO, Deja a ese hombre
ADELA, ¿Quién eres tú para decírmelo?
MARTIRIO , No es ese el sitio de una mujer honrada
ADELA, ¡Con qué ganas te has quedado de ocuparlo!”
[...]
ADELA ,“Por eso te preocupas de que no vaya con él. No te importa que abrace a la que no quiere; a mí tampoco. Ya puede estar cien años con Angustias, pero que me abrace a mí se te hace terrible, porque tú lo quieres también, lo quieres”.
Final del tercer acto
El sexo
Este tema está muy bien reflejado en el final de la obra. Para Bernarda es importantísimo que sus hijas se alejen de los hombres, y no pierdan su virginidad. El sexo lo consideran tema tabú, del que debe hablarse lo menos posible. Los personajes hacen referencias como las escenas de amor de Adela y Pepe el Romano. También este tema aparece al principio de la obra cuando hablan de Paca la Roseta.
BERNARDA, No. ¡Yo no! Pepe, tu irás corriendo vivo por lo oscuro de las alamedas, pero otro día caerás. ¡Descolgadla mi hija ha muerto virgen!
Final del tercer acto
Las clases sociales jerarquía y enfrentamiento
Bernarda tiene claro que ella pertenece a la clase social alta y no tiene que emparentarse bajo ningún concepto con nadie que no esté a su nivel. Nada más empezar el primer acto asistimos a cómo Bernarda trata a la mendiga y posteriormente, más avanzada ya la obra, Bernarda deja a la Poncia en su sitio que es servir y callar. Aunque haya estado trabajando la Poncia para Bernarda 30 años, y mantengan una relación de confianza, Bernarda sigue por encima de ella, y la maneja a su antojo.
MUCHACHA, Comer es necesario para vivir
BERNARDA, A tu edad no se habla delante de las personas mayores
MUJER 1ª , Niña, cállate
BERNARDA, No he dejado que nadie me dé lecciones.
Comienzo del primer acto
LA PONCIA, Mejor será que no me meta en nada
BERNARDA, Eso es lo que debes hacer. Obrar y callar a todo. Es la obligación de los que viven a sueldo. (final del segundo acto)
La envidia
La envidia está muy presente en la vida de la familia. Todas las hermanas tienen envidia de Angustias, que siendo la menos favorecida físicamente, se va a casar por dinero. También las sirvientas de Bernarda la tienen envidia porque es una mujer que lo tiene casi todo y no se merece nada.
CRIADA, Sangre en las manos tengo de fregarlo todo
LA PONCIA, Ella, la más aseada; ella la más decente; ella la más alta. ¡Buen descanso ganó su pobre marido!
Comienzo del primer acto
ADELA, “Por eso te preocupas de que no vaya con él. No te importa que abrace a la que no quiere; a mí tampoco. Ya puede estar cien años con Angustias, pero que me abrace a mí se te hace terrible, porque tú lo quieres también, lo quieres”.
MARTIRIO, ¡Sí! Déjame decirlo con la cabeza fuera de los embozos. ¡Sí! Déjame que el pecho se me rompa como granada de amargura.
ADELA, Martirio, Martirio, yo no tengo la culpa
Final del tercer acto
La rebelión
Adela es la protagonista de esta rebelión. Es la única que tiene el valor de enfrentarse directamente con su madre, asumiendo todo lo que se le puede venir encima. Esta rebelión causa desconcierto en la casa, debido a que todo el mundo bailaba al son de Bernarda. Adela decide que tiene que luchar por sus intereses y aunque no consigue nada ella está satisfecha de haber podido decir lo que pensaba.
MARTIRIO, ¡Madre, madre!
BERNARDA, Quietas, quietas. ¡Qué pobreza la mía, no poder tener un rayo entre los dedos!
MARTIRIO, ¡Estaba con él! ¡Mira esas enaguas llenas de paja de trigo!
BERNARDA, ¡Esa es la cama de las mal nacidas!
ADELA, ¡Aquí se acabaron las voces de presidio! Esto es lo que hago yo con la vara de la dominadora. No dé usted un paso más. En mí no manda nadie más que Pepe.
MAGDALENA, ¡Adela!
ADELA , Yo soy su mujer
Final del acto tercero
La locura
María Josefa es la madre de Bernarda. Según se da a entender en la obra, está loca. Pero yo no lo creo así. Defiende en todo momento la libertad de la persona, su derecho a recrearse como mujer y a vivir. Quizás es porque desde que empezó a envejecer Bernarda la tiene encerrada en un cuarto de su casa y por eso siente más la necesidad de liberarse y hacer lo que le apetezca .
“No, no me callo. No quiero ver a estas mujeres solteras rabiando por la boda haciéndose polvo el corazón, y yo me quiero ir a mi pueblo. Bernarda yo quiero un varón para casarme y para tener alegría ”
“¡Quiero irme de aquí Bernarda! ¡A casarme a la orilla del mar!”
La represión de la mujer
Este tema es muy secundario en la obra, aunque no por ello deja de ser importante. Para Bernarda la mujer tiene que estar sometida en todo momento, y no tiene más derechos que el de obedecer. La mujer en casa y el hombre a trabajar. Para Bernarda las cosas están bien como están, no hace falta cambiar nada.
Asimismo Lorca ha querido denunciar la marginación de la mujer en la sociedad de su época, por una parte está la condena social de las mujeres de moral relajada, como es el caso de Paca la Roseta; y por otra la sumisión, a los hombres, de las mujeres honradas y decentes.
BERNARDA, Las mujeres en la iglesia no deben mirar más hombre que al oficiante, y este porque tiene faldas. Volver la cabeza es buscar el calor de la pana.
Comienzo del primer acto
ADELA, Si no quieres bordarlas, irán sin bordados. Así las tuyas lucirán más.
MAGDALENA, Ni las mías ni las vuestras. Sé que yo no me voy a casar. Prefiero llevar sacos al molino. Todos menos estar sentada días y días dentro de esta casa oscura.
BERNARDA, Eso tiene ser mujer
MAGDALENA, Malditas sean las mujeres
BERNARDA, Aquí se hace lo que yo mando. Ya no puedes ir con el cuento a tu padre. Hilo y aguja para las hembras. Látigo y mula para el varón. Eso tiene la gente que nace con posibles.
El ambiente
La historia transcurre en un caluroso verano, pero no se sabe de que año.
El primer acto transcurre por la mañana, con el entierro del marido de Bernarda.
El segundo acto, empieza una tarde después de comer al inicio de la siesta.
El tercer acto, llegando al anochecer. Toda la sociedad estaba dominada por el “que dirán los demás”. Todo en un ámbito pueblerino. Algunas mujeres se encerraban en sus casa por miedo a los rumores que podían crecer, si salían.
Ejemplos:
“Salía fuego de la tierra”
“Abre la puerta del patio a ver si nos entra un poco de fresco”
“¿Está hecha la limonada?”
Personajes
Bernarda:
Tiene 60 años y es la madre de las hijas del libro. Es una mujer con carácter malévolo, recta, autoritaria, altanera y egoísta. Vive pendiente del qué dirán sus vecinos.
Desde que aparece en escena hasta que termina la obra Bernarda aparece como una mujer estricta, tradicional e intolerante, llevando cada uno de estos aspectos hasta los límites más extremos.
Bernarda tiene muy claro el papel que debe ocupar una mujer y se asegura de que sus hijas lo cumplan y no se dejen llevar por sus impulsos, principalmente los que conciernen al plano sexual.
Asume el poder de la casa después de morir su marido. Hace de su casa un mundo rígidamente jerarquizado, en el que ella se encuentra en la cúspide, ostentando el poder supremo. El bastón que lleva en escena indica claramente su autoridad. Su lenguaje es básicamente prescriptivo su ordenes prohibiciones, exclamaciones exigiendo silencio, de hecho, comienza y termina la obra imponiendo silencio. Se otorga el derecho de mandar en lo suyo y en lo de los demás, sin reparar en las consecuencias.
Ese poder irracional va ligado a un deseo de poder controlarlo todo, de que todo sea como su voluntad dispone. Llega un momento en el que no puede controlar la situación y se pone una venda en los ojos para no ver lo que no quiere ver, que es lo que en realidad está pasando. Esta ceguera «voluntaria» es producida por el orgullo de no querer admitir que no lo puede todo.
El orgullo de casta que manifiesta Bernarda deja claro que tanto ella como sus hijas pertenecen a una clase social superior a la del resto del pueblo. Por este mismo motivo impidió el casamiento de su hija Martirio con Enrique Humanas, por razones estrictamente sociales. Este código sociomoral que impone Bernarda es otro de los factores que intensifican aún más la frustración que padecen sus hijas. Recordará insistentemente a sus hijas las obligaciones que tiene el ser de su clase, «el nacer con posibles».
En fin, Bernarda representa el poder, la autoridad, en su límite más extremo. Es uno de los principales focos de la frustración que padecen sus hijas.
Ejemplos
Afortunadamente mis hijas me respetan y jamás torcieron mi voluntad”
Dicho por la Poncia: “Es tan orgullosa que se pone una venda en los ojos”
“No he dejado que nadie me dé lecciones “
“No han tenido novio ninguna ni les hace falta. Pueden pasarse muy bien”
María Josefa:
Es una mujer que tiene 80 años y es la madre de Bernarda y abuela de 5 mujeres. Según se da a entender en la obra, está loca. Pero no lo creemos así, porque como dice Lorca:
“Cuando se intenta encontrar la libertad, sólo se consigue llegar a habitaciones más cerradas donde se halla la locura-María Josefa o la muerte -Adela.”
Tal vez, ella haya llegado a tener este estado de locura, pero al menos defiende en todo momento la libertad de la persona, su derecho a recrearse como mujer y a vivir.
Como lo dice el ejemplo anterior, esta mujer, se encuentra encerrada, al igual que sus nietas por Bernarda Alba. Nuca puede salir de su habitación, está despreciada por su propia hija, no puede expresar sus ideas y mucho menos conversar con gente ajena a la casa.
Es una mujer con carácter e iniciativa, aunque nunca lo puede mostrar a causa de la represión que sufre, como lo hemos dicho anteriormente, por culpa de su hija. También es una persona egoísta y envidiosa.
Ejemplo:
María Josefa: Bernarda, ¿dónde está mi mantilla? Nada de lo que tengo quiero que sea para vosotras. Ni mis anillos ni mi traje negro de “moaré”. Porque ninguna de vosotras se va casar. ¡Ninguna! Bernarda, dame mi gargantilla de perlas.
Angustias:
Es la hija mayor de Bernarda tiene 39 años, solamente es hermana por parte de madre; no es hermosa y es la mas oscura de las 5 hijas, la cual debía casarse con Pepe el Romano y de este ella estaba enamorada, así mismo sabe que él no siente amor por ella y aún así decide casarse para salir de su casa y deshacerse de la autoridad de su madre. Es rica, egoísta, reprimida y totalmente individualista.
Depende mucho de su madre, no tiene una personalidad propia, siempre que le pasa algo, por mínimo que sea, recurre a Bernarda para que la defienda.
Magdalena:
Tiene 30 años y es una de las hijas de Bernarda. Es comprensiva y buena. Es la única , que defiende la juventud de Amelia y Adela.
Como todas sus hermanas vive reprimida bajo la dominación de su propia madre. Magdalena, al igual que su hermana Amelia, es una de las hermanas más dóciles, tranquilas y generosas. No suele anteponerse ante su madre y se conforma con lo que le toca vivir.
En ningún momento interviene en la relación entre Angustias, Pepe Romano y Adela.
Se puede comparar con el personaje homónimo de la Biblia en la abundancia de su llanto y en el amor desinteresado. Magdalena, la domada, simboliza la resignación.
Amelia:
Tiene 27 años y es una de las hijas de Bernarda. Es junto Adela, de las más jóvenes, tímida y vive con ella, el sentimiento de libertad cerrado.
Siente el deseo de casarse y de disfrutar de la vida, no quiere seguir siendo una reprimida como la mantiene su madre además piensa que la libertad es algo muy lejano para ella ya que sabe que debe respetar a su madre por encima de todo.
Es una de las hermanas más dócil, tranquila y generosa. No se interpone de forma brutal ante Adela por el enamoramiento de ésta hacia Pepe Romano, pero si que la vigila para que no cometa ninguna locura.
“Nacer mujer es el peor castigo”
Martirio:
Tiene 24 y es una de las hijas de Bernarda, y quería a Pepe, e incluso le quitó el retrato a Angustias, son tales los celos que llegará a mentir delante de Bernarda, la Poncia y sus hermanos sobre Adela. Esta causará el fallecimiento de Adela.
Es la cuarta hija de Bernarda. Joven, egoísta, y siente unas ganas de vengarse de su hermana Adela increíbles. Siente ese amor reprimido e imposible. Se puede decir que es la hermana más desafortunada y atormentada a causa del rechazo de su madre hacia Enrique Humanos.
“Esa es la peor. Es un pozo de veneno” (Frase dicha por La Poncia)
Adela:
Es la más joven, es hermosa, apasionada y sincera. Su mentalidad es totalmente opuesta a la de su madre. Es la encarnación de la más abierta rebeldía.
Desde el primer momento se revela por el luto impuesto que, durante ocho años, no la dejará disfrutar de su juventud. Se niega a tener que quedarse recluida en plena juventud y a perder su belleza dentro de la casa. Su enorme vitalidad es como un soplo de aire fresco en una casa en la que no entra el aire y donde se respira la muerte. Esta vitalidad se refleja en el vestido verde que se pone y que no va a poder lucir a menos que lo tiña de negro.
Adela, al igual que sus hermanas, está obsesionada por lo erótico, y hace alusión al deseo de erotismo que padecen todas cuando dice: «Me gustaría segar para ir y venir. Así se olvida lo que nos muerde». No reprime sus anhelos ni sus pasiones y no duda en manifestarlos, por lo que Martirio la llama «mulilla sin desbravar».
Asume las consecuencias de sus actos de rebeldía desafiando la moral establecida. Por ello está dispuesta a ser la amante de Pepe y pasar por la crítica del pueblo.
Esta actitud de rebeldía llega a su punto culminante cuando en el desenlace de la obra rompe el bastón de su madre, símbolo del poder que ostenta y que la hace paciente de una frustración que comparten también sus hermanas.
Su rebeldía traspasa los límites y acaba en catástrofe, Martirio le mintió y Adela se suicida creyendo que Pepe ha muerto.
La Poncia:
Es una mujer de 60 años. Que lleva 30 años sirviendo a Bernarda,está cansada de su egoísmo hacia sus hijas, de que trate tan mal a la gente. Odia la hipocresía. Siempre ha ido con la sinceridad hacia Bernarda por delante. Le enseña incluso los problemas de su casa y ella se dignaba ignorarlos.
Durante el acto, Poncia interviene en el diálogo mostrando la dominación de Bernarda. Al principio del acto, las hijas mantienen una conversación a escondidas de su madre con la Poncia. Dialogan sobre los hombres, el matrimonio, el papel de la mujer (las hijas saben perfectamente el papel que deben adquirir como mujer ya que su madre les obliga al tenerlas retenidas siempre en casa), entre otras cosas.
Criada:
Es una de las criadas de Bernarda y tenia 50 años. No juega un papel importante en la obra, sus apariciones son pocas. Únicamente para opinar y enterarse de los problemas de la casa.
Pepe el Romano: Era el hombre más querido del libro, y se dejaba querer por las hijas de Bernarda, y tenia 25 años. Pepe el Romano es el protagonista omnisciente, pero que en ningún momento aparece en escena. Acapara todas las atenciones femeninas dentro de la casa, de ahí emana su fuerza.
Otros personajes: Prudencia, Mendiga, las cuatro mujeres y una muchacha. Vecinas de Bernarda.
Relación entre los personajes
Las relaciones entre los personajes difieren mucho unas de otras, como comprobaremos a continuación.
La relación entre Bernarda y las criadas se basa en la típica relación amo-criado pero con algunas variantes con respecto a la relación de Bernarda con Poncia. Poncia es una vieja criada de la misma «escuela» que Bernarda, como manifiesta ella, por lo que, como hemos dicho anteriormente, podría perfectamente considerarse de la familia, si no fuera porque Bernarda le recuerda reiteradamente guardar las distancias y no meterse en los asuntos que no le incumben.
En lo que se refiere a la relación de Bernarda con sus hijas, Bernarda se dirige a ellas en todo momento con un fuerte carácter autoritario, debido a éste carácter, las hijas de Bernarda no pueden hablar libremente con ella y procuran tener cuidado de que no oiga conversaciones que no puedan ser de su agrado.
La relación entre las hermanas va desde la más absoluta complicidad y preocupación, como es el caso de Martirio y Amelia hasta, el recelo y el odio más profundo, como el que sienten Martirio y Adela recíprocamente debido al amor que sienten las dos por Pepe el Romano. Se puede apreciar claramente al finalizar la obra, donde incluso una de las dos comenta no ver en la otra más que una mujer y terminando esta tormentosa relación en catástrofe al morir Adela a causa de la mentira de Martirio.
La relación que existe entre María Josefa y Bernarda podría clasificarse de vergonzosa por parte de ésta última y de odio reprimido por aquélla. María Josefa es encerrada dentro de casa expresamente para que las vecinas no la vean y comenten sobre su locura. Ella, en cambio desea lo que anhelan las hijas de Bernarda: salir de la casa y casarse, esta última idea va acompañada de un deseo sexual.
Las vecinas y Bernarda mantienen una relación consistente en una «buena fachada por delante» y odio «al girar la espalda». Esta relación se refleja muy bien en la escena del primer acto en la que las mujeres de luto , las vecinas asisten al duelo del marido de Bernarda y en la que abundan las habladurías sobre ella por parte de las vecinas.
La relación que mantienen las hijas de Bernarda con la Poncia es de total confianza. Hablan entre ellas sin ningún tipo de tapujo.
Elementos, recursos y simbolismos.
Análisis metafórico-literario de los elementos simbólicos de la obra.
En “La casa de Bernarda Alba” Lorca nos introduce una serie de metáforas. Juega con los colores para representar los estados de animo y las tensiones que envuelven la casa; introduce objetos que llevan valores ocultos para que descubramos pequeños matices en la obra y crear climas de tristeza, alegría, tensión.
La metáfora más usada en esta obra es el agua como elemento liberador. De la misma manera que un sediento abandona el lugar en el que esté para ir en busca de agua, esperamos que las hijas de Bernarda abandonen la prisión en la que están recluidas y puedan ser libres. Este símil lo encontramos sobretodo en boca de Adela - la más joven y soñadora de las 5 hermanas - en repetidas ocasiones. También descubrimos este deseo de libertad mediante las estrellas fugaces que aparecen al final de la obra que cansadas de pasar toda una eternidad retenidas en el mismo punto, deciden marchar aunque para ello tengan que extinguirse.
El siguiente elemento metafórico al que Lorca recurre repetidas veces es por medio de los colores. En esta obra reina el uso de colores de poca viveza y gran frialdad; negros (en señal de duelo y tristeza) y blancos (simbolizando esterilidad y frialdad) dominan las escenas. Menos usados son los colores alegres como el verde o el amarillo que nos aportan felicidad, alegría o incluso esperanza.
El color negro pretende hacernos sentir una sensación de tristeza y dolor. Toda la familia viste de este color por la perdida reciente de el marido de Bernarda lo que nos ofrece una estampa angustiosa.
El blanco es muy usado en las descripciones de la casa; “Habitaciones blanquísimas del interior de la casa de Bernarda. Muros gruesos. Puertas con cortinas de Yute...” esto nos ofrece una idea de aislamiento, esterilidad y frialdad que parece apartar la casa del resto del mundo (reforzado por la idea de muros gruesos e infranqueables).
Por último encontramos el color verde en un vestido de Adela. De nuevo Lorca tiene intención de remarcar el carácter vivo de la chica, que se siente enjaulada. Este color da un toque cálido y esperanzador a la obra.
La idea de una casa aislada de el mundo en la que nunca podrán penetrar ideas renovadoras y más liberales es otra de las metáforas usadas. La casa tiene la apariencia de un bunquer impenetrable de gruesos muros y paredes encaladas del que la única manera de salir de él es pasando por el altar.
Por último encontramos la imagen del caballo en el último acto. Encontramos un símil entre este animal y Pepe el Romano. “El caballo garañón, que está encerrado y da coces contra el muro ¡Trabadlo y que salga al corral! Debe tener calor” ste animal nos da sensación de fuerza, viveza... Al igual que el caballo que se encabrita al estar encerrado, Pepe se siente entre dos tierras; por un lado la necesidad de casarse con Angustias para conseguir su dinero y su verdadero deseo, Adela.
Como podemos ver el teatro de Federico García Lorca está lleno de pequeñísimos matices y metáforas que contribuyen a enriquecer y ampliar el trasfondo poético de sus obras.
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También es digno de mención el empleo del símbolo:
El bastón que simboliza el poder de Bernarda, la ruptura del bastón que simboliza la rebeldía por parte de Adela
El caballo blanco que es como Pepe el Romano y simboliza el deseo sexual.
La locura de la abuela que simboliza el ansia de libertad.
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Esta obra posee una gran cantidad de elementos simbólicos; los nombres de los personajes, por ejemplo, tienen mucha relación con la personalidad de cada uno.
El nombre Bernarda significa «con fuerza de oso»; si tenemos en cuenta que , como anteriormente comentamos, es la encarnación de las fuerzas opresivas y que representa la autoridad y el poder, el significado de su nombre corresponde con los aspectos de su personalidad.
El nombre Amelia, significa «sin miel»; este personaje apenas es descrito en la obra, está en segundo plano. Sin embargo, podemos apreciar que se muestra resignada y temerosa.
El nombre Adela significa de «naturaleza noble». La franqueza es uno de los rasgos más sobresalientes de su personalidad y que puede perfectamente corresponder con el significado de su nombre.
El nombre Martirio puede hacer referencia a la apariencia física de este personaje. El significado de la palabra martirio es «sufrimiento grande»; quizás mirarla suponga eso: un gran dolor. En la obra nos dibujan este personaje como una persona fea y enferma.
El nombre Angustias es sinónimo de pena, tristeza o aflicción; sentimientos que seguramente padece estando dentro de la casa y en las condiciones anteriormente citadas.
El nombre Magdalena significa mujer penitente y arrepentida. Magdalena da muestras, por una parte, de absoluta sumisión, pero puede sorprendernos con protestas acerca de su condición de mujer.
SIMBOLISMO DEL TITULO
El protagonista indiscutible de esta obra es la propia casa donde tiene lugar el desarrollo de la misma. Para ello debemos reparar en el título de la obra, no Bernarda Alba, ni Las hijas de Bernarda Alba, sino La casa de Bernarda Alba. La obra narra los acontecimientos que tienen lugar dentro y fuera de la casa. Esos dos mundos están separados por las tapias de la casa y difiere mucho lo que tiene lugar fuera de lo que pasa dentro. Como dijimos anteriormente, la casa se convierte, después de la muerte del marido de Bernarda, en un espacio estrictamente cerrado, donde no entra ninguna ráfaga de aire fresco que, sumado al calor del verano, hace de la casa un espacio «asfixiante». Se alude a la casa con palabras como «convento», «presidio» o «infierno», que deja ver claramente la sensación de los personajes estando dentro de la casa. Si tenemos en cuenta que de fuera de la casa llegan ecos de pasiones y erotismos desmadrados, como los de Paca la Roseta, la hija de la Librada, la mujer vestida de lentejuelas, nos damos cuenta que estamos en el mundo de la privación de la libertad, un mundo que pone barreras a las fuerzas de la vida y en el que se respira la muerte.
Contra poción de Libertad
Bernarda y Adela son personajes totalmente opuestos, antagonistas. Ello no quiere decir que uno sea bueno y el otro malo. Representan la autoridad contra la libertad, rebeldía contra represión, naturaleza contra tradición, realidad contra deseo, etc.
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Enviado por: | Diana |
Idioma: | castellano |
País: | Colombia |