Literatura
La casa de Bernarda Alba; Federico García Lorca
ÍNDICE
PÁG.
1. Características y nómina del grupo del 27 1
2. Breve biografía del autor 2
3. Su obra
3.1. Poesía, obras y características 2
3.2. Teatro 3
3.2.1. Temas centrales de su teatro
3.2.2. Concepto de teatro de F. G. Lorca
3.2.3. Trayectoria teatral
4. Estudio de la obra
4.1. Género: tragedia o drama 5
4.2. Resumen y tema 5
4.3. La casa y el mundo exterior 6
4.4. Estudio de los personajes 6
4.5. Estructura de la obra 9
4.6. Lenguaje: realismo, simbolismo, diálogos 9
5. Conclusión 10
6. Bibliografía 11
1. CARACTERÍSTICAS Y NÓMINA DEL GRUPO DEL 27
Esta generación recoge a los participantes en un acto organizado por el Ateneo de Sevilla en 1927 para conmemorar el tricentenario de la muerte de Góngora. Ahí estaban, entre otros, Alberti, García Lorca, Jorge Guillén, Dámaso Alonso y Gerardo Diego. Se añaden otros nombres como Pedro Salinas, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Emilio Prados, Manuel Altolaguirre. . . Es precisamente esa fecha memorable la que les dio el nombre.
La famosa Residencia de Estudiantes de la Institución Libre de Enseñanza en Madrid, fue lugar decisivo de encuentros, conferencias, exposiciones, tertulias. A diferencia de otros vanguardistas, La generación del 27 no se alza sistemáticamente contra nadie. Sus orientaciones son integradoras (de influencia de otros escritores a quienes admiraron).
Su mayor admiración fue hacia Góngora, quien fue para ellos un modelo en la búsqueda de una lengua especial, poesía diametralmente alejada del lenguaje usual. Sin embargo, también sintieron pasión por la poesía popular. Es el llamado neopopularismo.
Entre los poetas del S. XIX y XX admiraron a Bécquer, a Unamuno y a Machado, Juan Ramón Jiménez. Y valoraron con justicia a Rubén Darío. Finalmente recibieron la influencia de corrientes extranjeras contemporáneas y estuvieron muy atentos a las vanguardias europeas.
En cuanto a las innovaciones formales que aportaron en su búsqueda de una lengua “distinta” están:
- La metáfora como gran instrumento de la lengua con audacias novísimas, aprendidas tanto de los vanguardistas como de los poetas barrocos (neobarroquismo).
- Hay renuncia a muchas de las brillantes y sonoras variedades métricas que usaron los modernistas. En esta generación, junto a formas tradicionales y clásicas, adquieren un gran desarrollo el verso libre y el versículo de la influencia de los vanguardistas.
2. BREVE BIOGRAFÍA DEL AUTOR
Nació en Fuente Vaqueros, Granada, el 5 de junio de 1898. Murió víctima inocente de la guerra civil española en agosto de 1936.
Se licenció en Derecho (1923) en la Universidad de Granada, en la que también hizo estudios de Filosofía y Letras. Desde niño mostró una gran disposición hacia la música y las canciones populares que interpretaba al piano. También cultivó el dibujo.
En Granada perteneció al Centro Artístico Granadino. En 1919 había estado en Madrid en la Residencia de Estudiantes, donde había convivido con otros jóvenes intelectuales como Rafael Alberti y Jorge Guillén e hizo amistad con Luis Buñuel y con Salvador Dalí. Allí se encontró con poetas como Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado. Viajó por Europa y América (en 1929 estuvo en Nueva York y a su regreso a España, pasó por Cuba; en 1933 como director artístico de la compañía de Margarita Xirgu, estuvo en Buenos Aires). En 1932 el Ministerio de Educación Nacional le confió la dirección de “La Barraca”, cuyo elenco formó principalmente con estudiantes a los que instruía. Este teatro ambulante realizó una brillante labor divulgadora. No hay que olvidar que Lorca perteneció al conocido “Grupo poético del 27”, nombrado anteriormente.
3. SU OBRA
3.1. Poesía, obras y características
Sus primeros poemas quedaron recogidos en Libro de poemas, de 1921, una antología que tiene grandes logros. En 1922 organizó con el compositor Manuel de Falla, el primer festival de cante jondo, y ese mismo año escribió precisamente el Poema del cante jondo, aunque no lo publicaría hasta 1931. El Primer romancero gitano, de 1928, es un ejemplo genial de poesía compuesta a partir de materiales populares, y ofrece una Andalucía de carácter mítico por medio de unas metáforas deslumbrantes y unos símbolos como la luna, los colores, los caballos, el agua, o los peces, destinados a transmitir sensaciones donde el amor y la muerte destacan con fuerza.
Tras los Poemas en prosa, escribió en Nueva York un gran ciclo profético y metafísico en el que el autor apuesta por los oprimidos, sin dejar de sacar a relucir sus obsesiones íntimas. El ciclo iba a constar de dos libros, Poeta en Nueva York, escrito entre 1929 y 1930, pero que no se publicó hasta 1940, y Tierra y Luna, del que algunos poemas fueron incluidos en Diván del Tamarit, concluido en 1934, aunque también se publicó.
Calificados muchas veces de surrealistas, los poemas de esa obra clave de García Lorca que es Poeta en Nueva York, expresan el horror ante la falta de raíces naturales, la ausencia de una mitología unificadora o de un sueño colectivo que den sentido a una sociedad impersonal, violenta y desgarrada. Por su parte, los incompletos Sonetos del amor oscuro, escritos durante una temporada en Nueva Inglaterra (Estados Unidos), expresan una desesperación más personal y constituyen unas muestras admirables de erotismo, que sólo recientemente han sido dadas a conocer.
Otro importante poema de Lorca, dentro de la línea del neopopulismo, es el Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, de 1935, una elegía compuesta al morir ese torero intelectual, amigo de muchos de los poetas de la generación de Lorca. Mientras que los Seis poemas galegos, del mismo año, consiguen trascender las referencias populares evidentes.
3.2. Teatro
3.2.1. Temas centrales de su teatro
García Lorca es un dramaturgo excepcional. Junto al de Valle-Inclán, su teatro es el más importante escrito en castellano durante el siglo XX.
Escribió un teatro de sabor antiguo y muy moderno a la vez, con una gama muy variada de símbolos y personajes fantásticos como la muerte y la luna, lírico, en ocasiones, con un sentido profundo de las fuerzas de la naturaleza y de la vida. En todas ellas hay una intensa fuerza dramática que confiere a los personajes, ambientes y conflictos una innegable dimensión real. El elemento principal de su mundo es la frustración, el conflicto entre realidad y deseo. Además, lleva a escena destinos trágicos.
3.2.2. Concepto de teatro de F. G. Lorca
Federico García Lorca dice que tiene un concepto del teatro en cierta forma personal y resistente. Afirma que el teatro es la poesía que se levanta del libro y se hace humana, y al hacerse, habla y grita, llora y se desespera.
“El teatro necesita que los personajes que aparezcan en la escena lleven un traje de poesía y al mismo tiempo que se le vean los huesos, la sangre. Han de ser tan humanos, tan horrorosamente trágicos y ligados a la vida con una fuerza tal, que muestren sus traiciones, que se aprecien sus olores y que salga a los labios toda la valentía de sus palabras llenas de amor o de ascos.” 1
Lorca cultivó teatro sobre todo los seis últimos años de su vida. Despreció el teatro comercial, el teatro en verso y el género histórico. Sin embargo, sentía simpatía por teatros de tipo popular. Otra característica es que se unen en su teatro humanismo y esteticismo y conviven la poesía y la realidad (a veces muy dura). Tiene una idea didáctica del teatro, y cree que su función artística es compatible con la educación.
3.2.3. Trayectoria teatral
Su obra teatral, en la que se pueden establecer diversas etapas, la encontramos siempre poderosa, original y de gran fuerza lírica. En los primeros momentos, retoma el estilo del drama romántico y sitúa al espectador en la atmósfera del siglo XIX. María Pineda (1928), Doña Rosita la soltera o El lenguaje de las flores (1935), son ejemplos de ello. Una segunda etapa lúdica del teatro de Lorca, lleno de una gracia poética y un ritmo bailarín, lo ejemplifican obras como La zapatera prodigiosa (1930) y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín (1931), farsas amables de tono popular con un ligero toque realista. Con Bodas de sangre (1933), Yerma (1934) y La casa de Bernarda Alba (1936, estrenada en 1945), alcanza la talla de genial dramaturgo. Son dramas realistas, simbólicos y poéticos, que tratan de temas eternos como el amor, la pasión, la lucha entre la autoridad y la libertad, que llevan al individuo al conflicto o a la muerte. Su tratamiento es orgánico y terrible, en términos directos y casi clásicos, como en la comedia griega.
4. ESTUDIO DE LA OBRA
4.1. Género: tragedia o drama
El género de esta obra es el drama.
“En La casa de Bernarda Alba no hay personajes sobrenaturales, no hay coros que subrayen la acción, no hay danzas simbólica ni romerías y no hay nada ritual. No hay tampoco, menos en dos canciones muy fragmentarias, un solo verso. No queda ningún elemento de tragedia griega ni de diálogo versificado: por eso Lorca subtitula la obra de drama en vez de tragedia.” 2
4.2. Resumen y tema
La obra se sitúa en un pequeño pueblo donde, tras la muerte del segundo esposo de Bernarda Alba, ésta obliga a sus cinco hijas a vivir encerradas durante 8 años velando el luto del difunto.
“En ocho años que dure el luto no ha de entrar en esta casa el viento de la calle. Hacemos cuenta que hemos tapiado con ladrillos puertas y ventanas. Así pasó en casa de mi padre y en casa de mi abuelo. Mientras, podéis empezar a bordar el ajuar.” 3
Bernarda Alba es una mujer indomable, violenta y fanática, quien, después de la muerte de su marido, se ha recluido en su casa de la llanura de Castilla, que ella gobierna con mano rígida, obsedida por la preocupación de defender el honor de sus cinco hijas. Completan aquel hogar de mujeres solas la madre de bernarda, una especie de loca, y sus dos criadas, una de ellas conocida como Poncia.
La mayor hija de Bernarda, Angustias, que es fruto del primer matrimonio de Bernarda y la única que posee una dote para casarse, está comprometida con Pepe Romano, que se casará con ella por su dinero, aun cuando ama a Adela, la menor y la más bella. Sin que nadie lo sepa, los enamorados se dan cita entre dos y cuatro de la madrugada. Pero, otra de las hermanas, Martirio, que también ama a Pepe, ha descubierto aquellos encuentros y una noche da la señal de alarma. Cogiendo entonces el fusil de su difunto marido, Bernarda dispara al fugitivo, pero no logra acertar su disparo. Sin embargo, Adela cree que su madre ha matado a Pepe, y se encierra en el patio, donde no hace otra cosa sino ahorcarse.
Sin embargo, ante la muerte de su hija, la única preocupación de Bernarda la honra de su hogar y familia.
"¡Descolgarla! ¡Mi hija ha muerto virgen! Llevadla a su cuarto y vestirla como una doncella. ¡Nadie diga nada! Ella ha muerto virgen. Avisad que al amanecer den dos clamores las campanas.” 4
4.3. La casa y el mundo exterior
La relación existente entre la casa de Bernarda Alba y el mundo exterior es el aislamiento que padece dicha casa por culpa de Bernarda. Después de la muerte de su segundo marido, Bernarda Alba se propone controlar y vigilar su casa, y la vida de sus cinco hijas solteras, con el pretexto de protegerlas de las amenazas del mundo exterior. Pero es una tarea para la que no está preparada, y es precisamente esa ilusión de omnipotencia la que termina sembrando la muerte.
El ideal fundamental era mantener el orden y la reputación de la familia de cara al exterior, produciéndose un choque de voluntades: de la voluntad sorda y rebelde de las hijas llevadas por el ansia de vivir, contra la voluntad dominadora de la madre dependiente del miedo a las murmuraciones.
4.4. Estudio de los personajes
Bernarda Alba
Da una fundamental importancia de las críticas y cuida mucho la apariencia, la buena “fachada”, aun cuando no se corresponda con la realidad.
“¡Qué escándalo es este en mi casa y en el silencio del peso de el calor! Estarán las vecinas con el oído pegado a los tabiques.” 5
Se obsesiona por la decencia, la honra y la obsesión por la virginidad. Consta de mucha autoridad y poder, indicados por el bastón que siempre lleva en escena, y sus órdenes, prohibiciones y quejas. Quienes la conocen la pueden definir como una mujer tirana y mandona.
Las hijas de Bernarda Alba
Todas ellas viven entre la reclusión impuesta por su madre y el deseo del mundo exterior. Sufren deseos que pueden ir unidos a la idea del matrimonio, que es lo que les permitirá salir de su encierro. Las cinco hijas de Bernarda encarnan un abanico de comportamientos diversos, que varían de la sumisión o la resignación a la rebeldía.
· ANGUSTIAS
Tiene 39 años; y es hija del primer matrimonio de su madre. Es la heredera de una considerable fortuna por parte de su padre. Ella no se entera (o no se quiere enterar) de que, pese a su edad y su falta de encantos, le gusta a Pepe el Romano, quien lo único que busca es el dinero. Su nombre refleja la ansiedad que el personaje tiene por casarse y por salir del dominio de su madre, ya que es la mayor de la familia.
“Muchas veces miro a Pepe con mucha fijeza y se me borra a través de los hierros, como si lo tapara una nube de polvo de las que levantan los rebaños.” 6
· MAGDALENA
Magdalena, de 30 años de edad, da por una parte muestras de sumisión, pero sorprende con varias protestas aisladas. Quizá hubiera preferido ser un hombre, porque ya ha abandonado la idea de casarse. Defiende la juventud de las mas jóvenes (Amelia y Adela), y es muy buena y comprensiva.
· AMELIA
Tiene 27 años, y es el personaje más ambiguo. Resignada y tímida, es la consejera de varias de sus hermanas. Siente deseo de casarse y de disfrutar de la vida y, por lo tanto, no quiere ser como su madre.
· MARTIRIO
Tiene 24 años y posee un carácter complejo. Pudo haberse casado, si su madre no se hubiese interpuesto en una relación que mantenía. Es una chica enferma; depresiva y pesimista. A causa de esta pena en su vida, aparece como un personaje cruel, egoísta y que quiere vengarse de su hermana Adela. Siente amor imposible y reprimido.
“¡Sí! Déjame decirlo con la cabeza fuera de los embozos. ¡Sí! Déjame que el pecho se me rompa como una granada de amargura. ¡Le quiero!” 7
· ADELA
Es la hermana más joven y encarna la rebeldía. Es hermosa y apasionada, y posee una gran vitalidad y fuerza. Es la que choca mas con el carácter de la madre, y al final es la que rompe con el poder de Bernarda, ya que está harta de que ésta pretenda seguir dominando y controlando su existencia más. Ama con locura a Pepe. Simboliza la envidia y el amor carnal.
“¡Aquí se acabaron las voces de presidio! (ADELA arrebata un bastón a su madre y lo parte en dos.) Esto hago yo con la vara de la dominadora. No dé usted un paso más. En mí no manda nadie más que Pepe.” 8
María Josefa
Tiene 80 años, es la madre de Bernarda. Da a entender en el drama que está loca. Reivindica la libertad. Este personaje aparece poco a lo largo de la obra, pero sus apariciones son bastante peculiares.
“Ovejita, niño mío,
vámonos a la orilla del mar.
La hormiguita estará en su puerta,
yo te daré la teta y el pan.
Bernarda,
cara de leoparda.
Magdalena,
cara de hiena.
¡Ovejita!
Meee, meeee.
Vamos a los ramos del portal de Belén.” 9
Pepe el Romano
Personaje que no aparece en escena pero está omnipresente. Representa el Hombre, el oscuro objeto del deseo. Con todo lo que se describe de él, se compone un retrato suficientemente perfilado. Tiene 25 años y es el prometido de Angustias. Es el típico hombre de aquella época que enamora a todas. En realidad le gusta Adela, pero se quiere casar con Angustias con el único fin de obtener las sustanciosas ganancias que supone casarse con ella, quien es única heredera de los bienes de su padre.
La Poncia
La Poncia es una de las criadas de Bernarda, y es con quien ésta tiene una relación de más confianza, ya que parece que se hablan casi como amigas, aunque siempre intenta mantener cierta distancia si lo cree necesario. Tiene 60 años, y es viuda. Interviene en la mayoría de los problemas de la familia, aunque lo que pretende es solucionarlos de la manera más conveniente para ella.
La criada
Tiene 50 años. Con la Criada la relación es estrictamente de ama a servidora, no hay ningún trato especial. Simplemente, se limita a cumplir todas las órdenes que Bernarda le da a lo largo de la obra.
4.5. Estructura de la obra
Lorca deja ver su cualidad poética formando una estructura del texto muy trabajada. La estructuración de la obra se realiza en tres actos. Al existir una unidad espacial de representación (la casa de Bernarda), la diferenciación entre ellas se produce por la desigualdad temporal. La historia comienza al fin de una mañana, presidida por la muerte y el clamor de unas campanas, que sonarán a lo largo de la narración para recordarnos el paso del tiempo. El segundo acto sucede en la siesta, y el tercero, al anochecer. En el primer acto se muestran las relaciones entre Bernarda, las criadas y las hijas. En el segundo el problema que provoca el amor de Pepe Romano. En el acto final se “resuelve” el problema, es pues el desenlace.
4.6. Lenguaje: realismo, simbolismo, diálogos
Esta obra se basa en su totalidad en la realidad de su época, en la cual el ideal fundamental era mantener el orden y la reputación de la familia en el pueblo. Y en la que si algún familiar o persona querida se moría, había que guardar luto durante bastante tiempo, sin poder divertirse, ni salir de casa. El drama de la obra surge del choque de dos voluntades; de la voluntad sorda y rebelde de las hijas llevadas por el ansia de vivir, contra la voluntad dominadora de la madre dependiente del miedo a las murmuraciones. Y este es un tema muy común en la vida cotidiana de aquellos tiempos.
A lo largo de la obra hay varios símbolos, que pueden ser identificados con actitudes o valores. Por ejemplo:
-
casa: simboliza el encierro, la privatización de la libertad.
-
oveja: imagen del niño y de la fertilidad
-
Bastón: simboliza el poder de Bernarda
-
La ruptura del bastón: simboliza la rebeldía por parte de Adela
-
La locura de la abuela: simboliza el ansia de libertad
5. CONCLUSIÓN
La casa de Bernarda Alba es una obra con gran cantidad de símbolos literarios perfectamente logrados, ya que se puede establecer una relación inmediata respecto a lo que en realidad significan. Esto es debido a que el estilo global es entendedor, ya que al ser una pieza teatral, tiene que ser claro no sólo para el lector, sino también por el espectador, que no posee el texto para poder captarlo. Los personajes tienen mucha fuerza y permiten un cierto posicionamiento del lector a favor o en desacuerdo con cada uno de ellos, ya que la situación es tan extrema que despierta valoraciones morales fácilmente comparables con la actitud de los personajes. El mito más claro que pueda generar esta obra, es el creado con el personaje de Adela, cuya personalidad y ansias de salir de aquella prisión doméstica, es tan grande, que se quita la vida por ello.
6. BIBLIOGRAFÍA
· F. G. Lorca. La casa de Bernarda Alba, Ed. Cátedra, Madrid,
año 2002, edición nº 29
· Enciclopedia multimedia Planeta DeAgostini
· www.spanport.ucsb.edu
· www.antorcha.org
· www.xtec.es
· www.teatrosanmartin.com.ar
· www.lafacu.com
IES NUMANCIA
Lengua Castellana
Alberto Palacios Pascual
2n BAT A 14-11-02
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