Arte
Kitsch
Kitsch: Esos objetos baratos, sentimentales, sin gusto y monos.
No hay una definición exacta sobre que es el “Kitsch”. Es una palabra alemana, viene de kitschen y se utilizó para designar a muebles nuevos realizados con materiales viejos. Esta denominación se acerca a lo que entendemos hoy como Kitsch, una experiencia sustitutiva y falsa sensación. Se centra en la imitación, falsificación, copia y se encuentra en la estética de la decepción y del autoengaño.
El Kitsch comenzó con los plutócratas y los nuevos ricos y después pasó a la nueva burguesía y segmentos de la población que querían imitar a la vieja aristocracia. Hablamos pues de un modo de apariencia, buscando el prestigio o la agradable ilusión del prestigio. Alexis Tocqueville en su obra Democracy in America habla de: “hipocresía del lujo” señala que todo el mundo quiere aparentar lo que no es.
El consumo se ha convertido en un manipulador del ideal social. Se ha transformado incluso en un deber y un modo de comprender el mundo. El Kitsch se encuentra dentro de la industria cultural que imita, duplica, estandariza cualquier objeto de disfrute. Jenny Sharp los definió como: “ ...eso objetos baratos, vulgares sentimentales, sin gusto, baldíos, preciosos y monos con los cuales desean vivir la mayoría de la gente de este país...”1. Podríamos considerarlo también como una necesidad de distracción de liberación del aburrimiento y el tiempo libre. El arte Kitsch se caracteriza por su facilidad de acceso y de lectura, además de entretenimiento. Son productos que invita a la relajación. Sugiere riqueza y superficialidad. La belleza que en el clasicismo es algo transcendental e inalcanzable, con el Kitsch se va a convertir en un objeto de consumo, la belleza se va a poder comprar y vender. Se intenta abastecer a las nostalgias populares y a la vaga idea de belleza de la clase media.
Calinescu menciona tres características del objeto Kitsch resumiéndolas en tres aspectos: el de enviar un mensaje, producir masivamente el arte y por último que el consumidor de este objeto acepte esta “mentira estética”2. Para ser producible y llegar a las masas, tienen que ser objetos baratos. Abraham Moles dice que reemplaza la transcendencia por el precio justo3. Sustituyendo los valores de la felicidad, por los de la belleza transcendental
Dorfles, mencionando también a Hermann Boch y Ludwig Giesz4 habla sobre el “hombre-Kitsch” el cual lo define como aquel que desconociendo el arte antiguo y moderno valora exclusivamente las cualidades políticas, lúdicas y agradables de un objeto.
Moles, enumera cinco principios de los objetos Kitsch5:
En primer lugar se encuentra el principio de inadecuación, es decir un distanciamiento con la funcionalidad de ese producto. Habla de que el objeto se encuentra al mismo tiempo bien y mal ejecutado, bien porque está bien acabado y mal porque la concepción original del producto se encuentra tergiversada El principio de acumulación que ya se veía en el manierismo y el rococó, y contraria a la idea de pureza que se daba en el clasicismo. Muy relacionado con este principio se encuentra el de percepción sinestésica. Aquí se intenta que funcionen la mayor parte de los sentidos posibles, pone como ejemplo la ópera cómica que moviliza los ojos, lo oídos y los sentidos de lo lejano. El cuarto es el principio de la mediocridad. El Kitsch queda como un arte de masa. Estos objetos crean la sonrisa del consumidor que como señala Moles se cree superior a ellos en el momento en que lo juzga. Por último el principio del confort, creado gracias a la cercanía de estos objetos.
EL RELOJ KITSCH
Como ejemplo de objetos kitsch vamos a analizar diferentes ejemplo de relojes. La mayor parte de estos relojes se pueden adquirir en internet es un ejemplo del carácter mediático y de masa del Kitsch.
Ilustración 1 Ilustración 2
Un ejemplo de Kitsch tradicional lo podemos ver en estos relojes (ilustraciones 1,2,3,4 y 5), intentan imitar a un arte tradicional artesano, como si estuviese hecho a mano. Cuando en realidad son productos realizado por fábricas Es un ejemplo de la mentira y ficción de este arte. Se encuentra dirigido a personas faltas de conciencia no saben distinguir entre la reproducción y lo reproducido. Son relojes realizados en serie a un precio asequible, se intenta comprar el pasado. Representación de casa populares, y castillo, que decoran el reloj, muy alejado de su funcionalidad. Observamos el principio de acumulación y de percepción sinetésica no sólo en los colores y sus formas, sino que cuando marca la hora en punto, realizan diferentes sonidos como el del cuco (ilustración1) del gallo (ilustración 3) o la vaca (ilustración 4) Imitación del sonido de los animales.
Ilustración 3 Ilustración 4 Ilustración 5
Los animales se prestan a las representaciones del Kitsch tradicional. Podemos considerar estos productos como una interpretación del pasado. La ilustración 5 representa un reloj de viento que disfraza la función interior a través de evocaciones romántico-holandesas.
Otra modalidad del kitsch constituye el Kitsch cristiano. Objetos con imágenes religiosas que no guardan relación con lo que contiene. En este caso lo ejemplificamos con el reloj (ilustración 6).
Ilustración 6
Karl Pawek, al hablar de estos objetos, señala que se ha perdido la “sustancia teológica”6, la elección estética de los cristianos ha pasado a un segundo plano. A diferencia de un kitsch de una jarra de flores, donde se hablaría de un defecto formal, aquí habría que hablar de defecto teológico. Pawek, también menciona que la auténtica sustancia teológica no es renegada por los cristiano, sino que se oculta mientras que exteriormente lo que se ve va a ver van a ser esas “baratijas psíquicas y morales”. El hecho de colocar imágenes religiosas en diferentes objetos, es una manera de que llegue con más divulgación la propaganda cristiana, y aligera el pesado mensaje metafísico. Sin embargo este mensaje teológico queda vacío ante unas formas alejadas del contexto religioso. ¿Hasta que punto se relaciona el Sagrado Corazón y la Virgen María con un reloj realizado con materiales sintéticos? (Ilustración 6).
En las siguientes fotografías (Ilustración 7) comprobamos la inadecuación estética del Kitsch a través del contraste entre la forma del reloj y otras formas muy reconocibles. Relojes que toman forma de guitarra, llave, lámpara o arpa. Son; el modelo SERENATA (con carillón), el modelo CHIAVE y el modelo ALADINO.
Ilustración 7
Se produce un salto metodológico. Una desviación estructural de la responsabilidad ideológica en los objetos. Si en el movimiento moderno se seguían los principios de racionalidad y funcionalidad, en el Kitsch el principio de racionalidad ha quedado reducido a una operación de disminución de costo. Se produce una interpretación del racionalismo muy singular. Si Wright hablaba de “la naturaleza de los materiales”, esto se ha utilizado para construir más rápidamente y el principio de Loos sobre “el ornamento es delito” se sigue ahora para reducir la mano de obra.
Ilustración 8
La ilustración 8 muestra dos relojes que son en realidad dos souvenirs, el primero de Uruguay, el segundo de un equipo de fútbol. Estos objetos están destinado a personas que algunos autores como Dorfles, han llamado hombre-kitsch como turista. Es un deseo de llevarse parte del lugar visitado a su casa. El hombre le gusta evadirse de la realidad, sin embargo también siente la necesidad de escoger reflejos preciosos de la vida real para ello lo materializan en recuerdos de lugares que han visitado, creándose una especie de mundo real. Estamos ante una ética del engaño y la ilusión. Estos objetos son adquiridos por un turista sentimental que desea tener parte del pasado inamovible ante un futuro incierto y en constante movimiento y como elementos del pasado son tratados como mini-monumentos.
Ilustración 9
Otros ejemplos van a ser la ilustración 9 que muestra relojes con fotografías de cantantes convertidos en ídolos, Formula Abierta y Beth de Operación Triunfo. Muy relacionado con el arte Pop se encuentra el Kitsch. Warhol recoge a ídolos y lo saca de contexto convirtiéndolos en objetos artísticos. En este caso hemos escogido cantantes, conocidos por la televisión y lo hemos transformado en objetos de consumo.7
Ilustración 10
En esta fotografía vemos como el Kitsch se encuentra muy relacionado con lo infantil, con el mundo de la fantasía. En este caso la imagen de la Barbie perteneciente de por sí a la irrealidad infantil se ha trasladado al reloj. Podría interpretarse como un intento de hacer realidad lo fantasioso. La Barbie se ha convertido en un ídolo infantil, pero, ¿es más irreal que la imagen que nos muestra los mass media de los cantantes?
CONCLUSIÓN
El kitsch, no es un fenómeno que se refleje solamente en los objetos, sino además se da en otros medios como la música o la literatura. Un ejemplo de este fenómeno en la música lo vemos en adaptaciones simplificadas de grandes obras orquestales, o mediante la incorporación de coros o repeticiones, inexistentes en la obra original. Una muestra de ello es la canción que hizo Miguel Ríos, realizó una adaptación de la Novena Sinfonía de Beethoven. Un ejemplo en la literatura es la siguiente cita: “...¡Oh, sol!¡ Tú sin el cual las cosas no serían lo que son! ” E. Rostand.
Sin embargo más que algo material o tangible también hay que ver el Kitsch como un fenómeno sociológicamente psicológico y como un estilo de vida. Donde domina la estética triunfal y la ética del consumo.
Siempre se ha visto el Kitsch de una manera negativa. De hecho hay interpretaciones muy curiosas como la de los marxistas que señalan que el Kitsch fue introducida por las clases altas con la finalidad de distraer a las clases obreras. Aunque no todas las opiniones van a ser tan peyorativas de hecho Moles va a decir que para llegar al buen gusto hay que pasar por el mal gusto. Ve el Kitsch como un medio pedagógico: “ El Kitsch es agradable para los miembros de la sociedad de masa y a través del placer, les permite tener un nivel de exigencias más elevadas y de pasar de la sentimentalidad a la sensación... El Kitsch es esencialmente un sistema de comunicación de masas” 7
7 Moles, idem, p 84
INTRODUCCIÓN
El trabajo se encuentra dividido en dos partes, una primera donde explico el Kitsch, desde su origen pasando por la interpretación de diferentes autores. Sobre todo me centro en el concepto de objeto Kitsch. En la segunda parte del trabajo tomo el reloj como ejemplo de objeto Kitsch y sus diferentes modalidades, como Kitsch cristiano, turístico, etc. Al final he incluido una conclusión.
Es frecuente de los objetos Kitsch su adquisición mediante correspondencia, y su barato coste. La mayor parte de los relojes que muestro se pueden conseguir en tiendas de internet. Es tal el éxito y la popularización del este fenómeno que hay páginas dedicadas a las ventas de artículos Kitsch. Un ejemplo el reloj dedicado a Beth de Operación triunfo se puede conseguir por el módico precio de 29,99 Euros, más 6 Euros de transporte.
Puede resultar curioso como estos artículos se nos presenta como originales e innovadores e incluso a veces como exclusivos. Cuando en realidad son objetos vanos realizados en series y dirigidos a personas que quieren ver como únicos e irrepetibles los productos Kitsch que adquieren un precio por lo general barato y realizado con materiales de baja calidad pero considerado por estos clientes como buenos.
Todos los objetos que se exponen coinciden en una serie de características que lo hacen considerarse como Kitsch.
ÍNDICE
Introducción ............................................................................................... 1
Kitsch: Esos objetos baratos, sentimentales, sin gustos y monos........... 3
El reloj Kitsch ............................................................................................ 7
Conclusión .................................................................................................. 8
1 Sharp,Jenny, “It´s new, it´s different,it´s been here all the time”,en Ark 41 (The journal of royal college or art) , London, 1967, pp 25-25.
2 Calinescu, Cinco caras de la modernidad: modernismo, vanguardia, decadentismo,kitsch, posmodernismo,tecnos, Madrid, 1991,p 91.
3 Moles,A, El kitsch: El arte de la felicidad, Paidós, Barcelona,1971,p 94.
4 Dorfles,G, El Kitsch: Antología del mal gusto,Lumen, Barcelona,1973,p15.
5 Moles, idem, p71-77
6 Dorfles, idem, p 143-150.
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