Literatura


Juventud sin Dios; Ödon Von Horváth


AUTOR

Ödon Von Horváth nació el 9 de diciembre de 1901, en Fiume (nombre de la actual Reijeka) y murió en 1938.

Primer hijo del Dr. Edmund Edler von Horváth y de Maria Hermine Prehnal, Edmun Josíp von Horváth, quien después firmaría sus obras como Ödön Horváth, pasó su infancia y parte de su juventud en diferentes ciudades centroeuropeas: Budapest, Belgrado, Múnich, Bratislava, Viena, etc. En la comarca en la que creció se hablaban diversos idiomas,lo que ayudó a comprender desde muy pronto que la lengua no se limitaba a facilitar la comunicación, el entendimiento, sino que también servía para desenmascarar la mentira. Trabajó una larga temporada con James Joyce.

Interesado en escribir pequeñas historias, que después representaba junto con su hermano Lajos. Ödön no fue lo que se llama comúnmente un estudiante modelo. Tampoco en el momento de ingresar en la facultad de filosofía sabía la carrera que iba a estudiar, aunque se matriculó en diferentes cursos de literatura. Sus preferencias inluían autores como: Goethe, Schiller, Lessing, Klopstock, etc. su interés por lo fantástico e inquietante quedó desde muy pronto de manifiesto. Se caracterizaría más tarde por su afición a contar historias de fantasmas,aparecidos y visiones. De carácter introvertido, no solía hablar nunca de sí mismo, ocultándose tras sus frecuentes bromas e historietas.

La primera guerra mundial, no a dejado una huella demasiado profunda, al menos no traumática.

El tono sereno y desapasionado con el que Horváth describe su vida, confiere a sus palabras un misterioso encanto.

Hacia finales de 1920 o comienzos de 1921, Ödön conoció durante una tertulia al compositor y crítico musical Siegfried Kaallenberg, quien se acercó a él y le preguntó si podría escribirle una pantomima. Así nació El libro de los bailes, su primera obra, que más tarde él mismo se empeñaría en hacer desaparecer, para lo cual compró toda la edición, pidiendo incluso a sus conocidos y a las bibliotecas públicas cualquier copia que pudieran tener. Años después intentó reescribirla.

Horváth intentó buscar alguna ocupación más o menos burguesa, pero no lo consiguió.

A partir de 1924 se trasladó a Berlín. El clima social que reinaba en la capital alemana por aquella época hacía de todo punto imposible que un escritor llevara una existencia apotítica. Éste reflejó en muchos de sus libros sucesos tomados de la actualidad de su tiempo y utilizando a menudo los periódicos como materia prima. Por esta época, comienza a escribir sus Cuentos deportivos. Se trata de mini-dramas, escenas ejemplares y antitéticas, escritas en forma de diálogo. En ellas predomina el principio de la dualidad y el tema de la muerte.

La representación de sus obras provocó, como era de esperar, las iras de los crítico de la derecha. Sin ser un revolucionario, Horváth se mostró siempre a favor de las minorías, de los marginados.

Colaboró en alguno de los actos promovidos por la Liga de los Derechos Humanos.

Tras el éxito que supuso la representación de El ferrocarril de montaña, la editorial Ullstein, que se dedicaba a apoyar a los jóvenes autores considerados como promesas, firmó un contrato con Horváth, quien poco después, en 1930, escribiría El eterno provinciano, una novela que con gran ironía cuenta el divertido viaje del hipocondríaco y egoísta señor Kobler. Sus nuevas piezas teatrales alcanzaron un gran éxito. Un años después, recibió el prestigioso premio Kleist, lo que de nuevo desató las iras de los nacionalsocialistas, que se dedicaron a desacreditarle.

En 1933, el estreno de su obra Fe Amor Esperanza no puede llevarse a cabo. Un grupo de las SA registra su casa y se ve obligado a abandonar Alemania. Marcha primero a Salzburgo y a Viena, conde se casa con la cantante de origen judío María Elsner, de la que se separa un año después. De Viena marcha a Budapest con la intención de conservar la nacionalidad húngara. En 1934 vuelve a Berlín y trata de ganarse la vida escribiendo para cine. Lo hace bajo distintos seudónimos.

En el año 1935 su situación económica ha empeorado notablemente, pues los grandes teatros no muestran ya ningún interés por sus obras.

Sus últimas obras teatrales tienen que representarse en Checoslovaquia. La última que escribió, Don Juan vuelve de la guerra, no se llegó a estrenar en vida de su autor.

En el último años de su vida, Horváth, se dispone a escribir lo que llama la comedia del hombre, y es ahora cuando se dedica plenamente a la prosa, tal vez en buena parte por necesidad y en lo que podría parecer una carrera contrarreloj con la muerte. En un periodo de tiempo relativamente corto acaba dos novelas: JUVENTUD SIN DIOS (1937) y Un hijo de nuestro tiempo (1938). Éstas tuvieron un rápido éxito, siendo ya entonces traducidas a numerosos idiomas. En ellas, Horváth emplea la narración en primera persona, si bien en Un hijo de nuestro tiempo la distancia crítica resulta aún mayor. De manera aún más clara que en JUVENTUD SIN DIOS, dispara contar el régimen nazi, retratando el prototipo del soldado de la época. Poco después estas dos obras serían incluidas en la lista de libros considerados como dañinos e indeseables para el espíritu del pueblo alemán.

Un año después de su muerte (1938), estallaba la segunda guerra mundial, una de las más terribles consecuencias de la dinámica socio-política que Horváth incansablemente se dedicó a denunciar. En todas y cada una de sus obras.

RESUMEN

JUVENTUD SIN DIOS relata la vida de un profesor, soltero, de unos treinta y cinco años y algo especial.

Este el resumen de los relatos:

El maestro tenía que corregir unas redacciones que había mandado a los alumnos sobre el tema de las colonias. Él no estaba de acuerdo con nada de lo que ponían en ellas, pero era lo que contaba la radio; hubo una cosa sobre los negros que no pudo soportar y se la comento a N. Al día siguiente, vino el padre y se quejó de lo que había dicho a su hijo, enfadándose mucho. Además, los alumnos redactaron una nota, firmada por todos, pidiendo un profesor nuevo; y el director le dijo que no quería que estros hechos se volvieran a repetir y que la próxima vez podía perder su trabajo. Después de esto, se fue a un bar y tras varias copas se sentó con su antiguo profesor, Julio César, que fue expulsado por tener relaciones con una alumna, hablaron largo rato. A la mañana siguiente, despertó en una habitación que no era la suya y en la cama con una mujer que no conocía. Volvió a casa encontrándose al padre de W que le pidió que buscara a un portero que había jugado un buen partido, hacía unos días. El profesor, que conocía a esta persona, lo llevó a casa de su alumno, y allí estuvieron hablando los dos. Al poco tiempo, fue el entierro.

En la época de la Pascua, los alumnos tenían que ir a unos campamentos donde les preparaban premilitarmente. Una vez allí, el maestro les presentaba al cura y al sargento que les instruía; los chicos se lo pasaban muy bien. Un día, se fue a dar una vuelta y bajando una colina observó que de un matorral salían dos chicos y una chica mayor; se acercaron a una casa y llamaron a la puerta, abrió una anciana, que parecía ciega, y la chica aprovechó, se coló y luego salió corriendo. La anciana gritaba: “socorro, socorro,..”; el profesor acudió en su ayuda y se quedó con ella hasta que se calmó.

Una noche, que estaba vigilando a los chicos que estaban de guardia, vio a Z con alguien desconocido que le daba algo. A la mañana siguiente el profesor recibió quejas de N y Z. N se quejaba de que Z no le dejaba dormir porque por las noches se ponía a escribir en su diario, y Z se quejaba de que N le había amenazado con leérselo. Cuando salieron de marcha, el maestro entró en la tienda de éstos y leyó el diario de Z, y de esta manera se enteró de que éste conocía a la chica que robó a la anciana y que ésta fue con la que estuvo hablando esa noche. La conoció un día que salieron de marcha. La chica era una pequeña delincuente que ya había estado varias veces en un correccional. Z la veía todos los días, y acabó enamorándose de ella. Le juró que siempre estaría a su lado.

En su diario ponía: “quien toque mi diario morirá”. El profesor intenta volver a cerrar la cajita, pero ha roto la cerradura. Cuando llegan los chicos, Z va corriendo hacia el profesor y le cuenta que N ha abierto su cajita y ha leído su diario, pero éste lo niega, el educador le iba a decir a Z que había sido él el que había leído su diario, pero le daba vergüenza decirlo delante de todos sus alumnos, y decidió decírselo más tarde cuando estuvieran a solas. Cuando llegó la noche el profesor se levantó para espiar a Z y poder decirle que había sido él el que había leído el diario. De repente ve que alguien se acerca a Z, es Eva, la chica del diario. Los dos chicos se empezaron a besar etc, entonces el maestro decidió que se lo diría al día siguiente. Al regresar por el caminillo, tocó algo que parecía una cara, pensó que se habría equivocado y siguió hasta regresar a su tienda.

Cuando se despertó esa mañana, todos se habían marchado. Al poco tiempo regresaron, todos menos N, que según decían, se había perdido.

Decide que es un buen momento para decirle a Z lo ocurrido con el diario; entra en la tienda y le ve escribiendo; sus manos están llenas de arañazos. El profesor le pregunta que si cree que N ha abierto su cajita, y este le dice que el propio N le ha confesado que lo ha hecho, y que ya han hecho las paces. Por la tarde salieron a buscar al desaparecido, pero este no apareció. Al día siguiente, unos guardias forestales encontraron a N muerto cerca de una zanja. Le habían matado con una piedra, y no había sido allí, fue cerca, a unos veinte metros. El profesor se sentía culpable, y veía a Dios que le decía que dijera lo del diario, pero el maestro no pudo. El juez le pregunta que si tiene alguna sospecha, de repente R, el compañero de tienda de Z y N, le dice al juez que estos siempre se estaban peleando y que N había leído el diario de Z. Entonces éste último declara que si, que fue él.

Llega el día del proceso. Z relató lo ocurrido. Decía que no había nadie más que ellos dos, y que no se acordaba de algunas cosas. Su abogado, quería dar a entender que él no había podido ser porque es imposible que no se acordara de donde le mató, e insinuaba que había sido Eva.

Cuando le toca declarar al educador, cuenta todo lo que sabe, y al final, declara que fue él el que leyó el diario. Todo el mundo se queda en silencio y muy sorprendido, pero el profesor ya no podía aguantar más, se sentía muy culpable. Él se quedará sin trabajo, pero su conciencia estará tranquila. Eva, al ver la valentía del profesor, declara que Z no mató a N, que ella fue la que se peleó con N, pero que ella no lo había matado, que cuando se estaban peleando, llegó un desconocido, la tiró al suelo y salió corriendo detrás de N. No consiguió ver al desconocido, pero se acordaba que tenía ojos de pez. A la pobre chica, casi nadie le creía. Excepto el maestro, que al decir que tenía cara de pez pensó que podía ser T, porque él siempre le recordaba a la cara de un pez.

Varios días después, fue a hablar con T para ver si podía hacer que se delatara, pero no funcionó.

A los dos días fue uno de sus alumnos a verle, era uno de los B, y le contó que sospechaba de T por la brújula que se había encontrado junto al cadáver; T había perdido la brújula ese mismo día, le explicó B. Todo parece indicar que T es el asesino. También éste le cuenta que cuatro alumnos han formado un club, y que espiarán al sospechoso y que le mandarán un informe todos los días.

Al día siguiente recibe la primera carta, T no ha hecho nada interesante. Se va al bar y allí se encuentra a Julio César, con el que está un largo rato. Pasan los días, y el sospechoso no hace nada. Un día, sin esperarlo, recibe una visita del cura, este viene a ofrecerle un trabajo como profesor en África. El maestro le dice que cuando pesque al pez irá a África.

Decide ir a hablar con la madre de T, pero ésta está muy ocupada y no le puede recibir, y habla con el mismísimo T.

Un día después recibe otra carta del club en la que dice que vieron al sospechoso con una mujer rubia, y que los dos entraban a un edificio. El profesor va a la dirección indicada y pregunta por la mujer; la portera le indica el piso, y este sube a hablar con la mujer. Ella le contó que no le gustaba el chico, pero que estaba con él por hacerle un favor a un amigo. El educador preguntó que quien era ese amigo, pero la mujer no quiso decírselo. Al llegar a su casa, la patrona le dice que hay un forastero esperándole, pasa, y ve que es Julio César. Éste le cuenta que él es el amigo de la mujer, y que quería pescar al pez para darle una sorpresa. Tiene un plan para que T pique el anzuelo. Se lo explica, pero el sospechoso no se presenta a su cita con la mujer y el plan no puede ser llevado a cabo.

En mitad de la noche, llegan a su casa los de homicidios y le llevan a casa de T. Allí le cuentan que han encontrado a T colgado en una zanja, y que había dejado una nota en la que decía que el maestro le empujaba a ello, este dice que él no le ha matado, y cuenta todo lo que sabía sobre el chico y el por qué le creía sospechoso. Entonces la madre rompió a llorar y enseñó la otra parte de la carta que había dejado su hijo antes de morir. La nota completa decía que el maestro le empujaba hacia la muerte porque él sabía que había sido él el asesino.

Cazado ya el pez, el señor maestro se marchó a África.

FIN

PERSONAJES

Maestro: es un hombre soltero de unos treinta y cinco años, que vive solo en un apartamento. No es muy querido por sus alumnos, ya que defiende a los negros, y a parte, piensan que no se preocupa demasiado por ellos. Él tampoco siente mucho aprecio por muchos de sus alumnos. Pero aún así, alguno de ellos confían en él y le confiesan varios de sus secretos y sospechas. Tiene problemas con los padres de N. Para mí es una persona bastante segura de sí misma que se piensa bastante todo lo que dice. Se siente responsable del asesinato, ya que fue él el que leyó el diario. No cree en Dios; aunque al final le confunde con su conciencia. Creo que es una buena persona porque él está seguro de la inocencia de Eva, y hasta que no desvela al verdadero culpable no descansa. Al principio su trabajo es casi lo más importante, y no está dispuesto a perderlo por nada del mundo, pero al final prefiere decir la verdad y dejar su conciencia tranquila, antes de su trabajo.

Es el que más me ha gustado porque al leer, sé perfectamente lo que piensa y opina de lo que está viendo y o escuchando; y porque es un personaje muy especial.

N: me parece un chico antipático, que manipula fácilmente a su padre y es un poco “tiquismiquis”. Odia al maestro. Se pelea con Z continuamente porque a este le molesta que Z escriba en su diario por las noches. Al final le matan con una piedra.

Z: me parece un chico vengativo y reservado, al que le gusta escribir en su diario. Conoce a Eva, de la que se enamora. Intenta por todos los medios encubrirla para que vuelva al correccional, pero al final la chica, declara y dice la verdad. Aunque no fue él el que mató a N, le gustaría haberlo hecho.

T: para mi es un joven al que le encanta espiar, y siempre está en todo. Es muy espabilado, y siempre está en todo. Creo que mató a N simplemente para experimentar la sensación que se sentía al hacerlo; luego, al verse descubierto por su profesor, se avergüenza tanto que decide suicidarse.

B: para mí es una persona bastante influenciable y débil; y me parece una de las mejores personas de todo el libro. Quiere que se haga justicia, por eso le cuenta al maestro todas sus sospechas sobre T.

Cura: me parece un hombre seguro de sí mismo, agradable y simpático. No se habla con algunos chicos del pueblo, pero con los demás vecinos mantiene una buena relación.

Sargento: es una persona que se cree que lo sabe todo y que nadie es mejor que él. Es el que instruye a los alumnos y el que lis enseña a tirar con la escopeta. Los chicos le tienen respeto, pero creen que es un anciano gruñón.

Julio César: era un profesor, pero le expulsaron por mantener relaciones con una alumna. Le da buenos consejos al maestro y le sirve de gran apoyo. El profesor se lo encuentra por primera vez en el libro en un bar, donde se vuelven a encontrar más tarde. Julio César intenta pescar al Pez para ayudar a su amigo el educador.

TÉCNICA NARRATIVA

NARRADOR

Es un narrador interno porque el libro está escrito en primera persona. Y es el protagonista porque todos los relatos que narra la obra son sobre él.

ARGUMENTO

Al principio JUVENTUD SIN DIOS nos cuenta la vida de un profesor; las relaciones que tiene con sus alumnos y los problemas que tiene con ellos. Después, maestro y alumnos se van a unos campamentos donde preparan a los estudiantes premilitarmente. Allí asesinan a N. Luego el libro relata todo el proceso; y al final el maestro descubre al verdadero asesino.

PERSONAJES

Positivos:

  • Profesor: porque intenta por todos los medios encontrar al verdadero culpable y demostrar que Eva no es la asesina.

  • B: porque hace lo correcto. Al tener sospechas, se las cuenta al profesor y vigila al sospechoso para hacer justicia.

  • Julio César: porque aconseja y ayuda al maestro a encontrar al “pez”

  • Eva: porque dice toda la verdad para que no culpen a Z.

Negativos:

  • T: porque mata a N.

  • N: porque siempre se está peleando con Z y amenaza con leerle su diario.

  • Z: porque se pelea mucho con N e intenta matarlo aunque no lo consiga.

Personajes que no son positivos ni negativos:

  • Cura

  • Sargento

TIEMPO NARRATIVO

En su mayoría es una narración lineal porque en general sigue un orden cronológico, pero en algunos casos, como cuando habla con Julio César, hace una ruptura del orden cronológico porque da saltos atrás.

ESPACIO NARRATIVO

Utiliza un espacio real y cerrado, porque es una novela sobre hechos que podrían ser verdaderos y es cerrada por la misma razón, porque se trata de una novela realista.

LENGUAJE Y ESTLO

  • Predomina la narración y el diálogo, pero en algunos capítulos hay alguna descripción.

  • El estilo es en su mayoría coloquial, y en algunos casos es culto, como cuando el maestro está prestando declaración, y creo que en ningún caso hay un estilo vulgar.

  • Las figuras retóricas que he encontrado han sido éstas:

• “Un relámpago cruzó la noche, un relámpago cruza el cielo negro”.

• “Nuestro querido pez tenía que emborracharse hasta que y no fuera capaz de nada, de modo que se le hubiera podido pescar incluso con la mano”.

• “El pez pide un helado de fresa y de limón”.

• “La cobardía con la virtud, la mentira con la justicia, la mezquindad con la fortaleza, la traición con el valor”.

• “No volveré a maldecir la tierra por causa del hombre, porque la intención del corazón del hombre es mala desde su niñez”.

OPINIÓN PERSONAL

JUVENTUD SIN DIOS me ha gustado muchísimo, porque además de ser un libro que no puedes dejar de leer, la forma en la que está escrito me encanta. Lo que más me ha llamado la atención y lo que más me ha gustado ha sido que parece que puedes leer la mente del maestro, ya que cuando está hablando con alguien, te cuenta lo que piensa en ese momento, como reacciona ante lo que le están diciendo y ante lo que le está pasando.

Lo que menos me ha gustado ha sido que a los alumnos no les pusiera nombres y les llamase por letras, porque así me hago un lío y luego no me acuerdo bien de quien es quien; aunque me parece muy original.

Aunque la época en que está escrito el libro no es la actual, se puede decir que casi ni lo he notado. Eso me gusta, porque otros libros que he leído escritos en otras épocas no me suelen gustar.

Esta obra va a ser una de esas que no olvidas en toda tu vida, porque hasta ahora, ha sido la que más me ha gustado de todas las que he leído desde que empecé a leer libros más largos y más serios.

En cuanto al trabajo, no me ha parecido muy difícil, porque ha sido parecido a trabajos que me han mandado anteriormente, a excepción de la técnica narrativa y la biografía del autor. Ésta última porque no encontraba al autor en ninguna enciclopedia ni en ningún libro. Al final he tenido que recopilar la información que te venía en el propio libro de JUVENTUD SIN DIOS.

Pero en general no ha sido demasiado difícil.

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Enviado por:Bea
Idioma: castellano
País: España

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