Deporte, Educación Física, Juegos y Animación
Juegos Olímpicos
Portada
Índice
Introducción
Portada juegos en la antigüedad
Introducción
Desarrollo juegos antiguos
Portada juegos modernos
Introducción
Desarrollo juegos modernos
Datos de interés
Contraportada
Los Juegos Olimpicos se celebran cada cuatro años. Es la más importante competivión multideportiva del mundo. Tiene ademas un carácter universal. Todos los paises ponen el máximo empeño em la preparación de sus deportistas, al paso que estos se entrenan con ilusion en busca de la victoria, que mas tarde les hara famosos.
Aunque abierto a todos los deportes de carácter universal, la mayor resonancia se alcanza en los que tienen un carácter eminentemente amateur, mientras decae su interes en los tipicamente profesionales para los cuales son de mayor transcendencia los campeonatos del mundo, que se organizan periódicamente. El valor formativo de los distintos deportes es muy desigual, pero cada pais busca brillar en aquellos que con mas éxito practica. El premio para los vencedores es siempre el mismo: medallas de oro, plata y bronce. Para el primero, segundo y tercero en cada prueba.
El principio esencial en los juegos, lo señaló su restaurador el baron Pierre de Courbertin, al expresar en ellos “lo importante no es vencer, sino competir”. De acurdo con ese principio no deberia estar limitada la participación pero razones economicas y deportivas obligan a una selección previa que realizan lo propios paises participantes; participa por tanto unicamente la elite deportiva del mundo. El matiz apoloitico que se quiere dar siempre a los juegos, no se establecen en ellos clasificaciones nacionales.
Un Comité Olimpico Internacional, integrado por personas del deporte, que no responde a ningun tipo de ideología religiosa, política o racial, determina su organización entre las ciudades que lo solicitan, concediéndose a dos: deportes de invierno y de verano. Las ciudades organizadoras deben garantizar el respeto a la carta olimpica y ofrecer instalaciones adecuadas.
El valor de los juegos olimpicos radica sobretodo en su universidad y en el respeto que hasta la fecha se ha hecho de lo sustancial de la carta. Todos los deportistas han de jurar que prctican el deporte sin animo de lucro no reciben premios metalicos, sino medallas simbolicas.
La idea del olimpismo se mantiene con pujanza y crea entre los deporyistas comprensión y camaradería.
Se desea que los continentes se alternen en la organización para que las ventajas del lugar y fecha de celebración les beneficien sucesivamente.
En los tiempos de la Grecia clásica, los eventos se desarrollaban en arenas repletas de simpatizantes de los corredores quienes a su vez representaban aldeas. Los competidores se presentaban desnudos y descalzos en la arena y ofrecían los triunfos a sus dioses. El motivo por el que se presentaban desnudos era porque los juegos predicaban ante todo la belleza del cuerpo humano, motivo por el cual no se permitía el acceso a las mujeres.
La arena en que corrían se construía en forma ovalada, con una longitud de trescientas varas, equivalente a 333 metros. El ganador no ganaba oro, solamente era coronado con una rama de olivo y obtenía el reconocimiento de ser el más rápido y de ser tratado por un semidiós.
La sede de los antiguos Juegos Olímpicos, era un santuario que constaba de templos y edificaciones en honor a los dioses de la antigua Grecia. Los juegos comenzaban con una ceremonia y un sacrificio a los dioses.
Y fueron precisamente las carreras a pie una de las principales competencias en los Juegos Olímpicos de la antiguedad; en los tiempos de la Grecia clasica, los eventos se desarrollaban en arenas repletasde simpatizantes de los corredores, quienes a su vez representaban a aldeas.
Los competidores ofrecian sus triunfos a sus dioses, se presentaban desnudos y descalzos en la arena, ya que en los juegos se predicaba ante todo, la belleza del cuerpo humano, motivo por el cual no se permitía el acceso a mujeres.
La arena en que corrian se construia en forma de óvalo con una longitud de 300 varas, medida que hoy en día equivaldría a aproximadamente 333 metros, los corredores tomaban la salida y el evento consistia en dar determinadas vueltas a la arena, distancia llamada estadios.
El ganador no ganaba oro, joyas o títulos nobiliarios, solamente era coronado con una rama de olivo y obtenía el reconocimiento de ser el más rápido y ser tratado como un semidios.
Hoy, a finales del siglo XX, los atletas profesionales suelen tener una fuerte y metódica preparación, en la que intervienen diversos especialistas médicos y profesionales de otras ramas.
Las pruebas se han diversificado enormemente, de manera que tenemos carreras de cien, 200, 400, mil 500, cinco mil, diez mil metros y el famoso maratón, prueba creada en honor a Filipides, el famoso corredor que cayo muerto al dar la notocia de la victoria de las fuerzas atenienses en la batalla de maratón. Las cantidades que ganan y el reconocimiento de los medios de comuniación en los eventos, puede ser el actual trato de semidioses pero finalmente, lo que más importa es ser conocido como el hombre o la mujer más rápido sobre la tierra.
La historia de los Juegos Olímpicos se inició al año 884 antes de Jesucristo en Olímpica, la cuna del deporte. Según el historiador Pausanias, los eleos, descendientes de los primeros pueblos que, alrededor del año 2500 a. C., se establecieron en Olímpica, tuvieron un rey, el primero conocido, llamado Atlio.
Los juegos que se organizaban en esa región griega pasaron a llamarse Atla y atletas, por extensión, a sus participantes. El hijo de Atlio, el rey Endimión, organizó una carrera entre sus tres hijos varones para decidir quién sería su sucesor. Y a Herakles (Hércules), el héroe tebano protagonista de los 12 trabajos escenificados en las metopas del Templo de Zeus en Olímpica, se le atribuye la organización de unos juegos en esta ciudad.
Aunque resulte casi imposible determinar el momento preciso del origen de las competiciones, hay dos puntos históricos de importancia. El primero se produjo en el año 884 a. C., cuando se firmó un tratado entre Ífito, rey de los Eleos; Licurgo, en nombre de Esparta; y Cleóstenes, rey de Pisa, para declarar inviolables el territorio de Olímpica y a todos los peregrinos y atletas que acudieran a esos juegos, desde dos meses antes de su comienzo. Era la denominada Pax Olímpica.
El segundo hecho de importancia se produjo el año 776 a. C., ya que ése fue el año en el que comenzó la regularización cronológica y se escribió por primera vez un resultado oficial. Así se inició la historia olímpica. Y a partir de ese momento se llamará Olimpiada al periodo de cuatro años que separaba los Juegos que se celebraban en Olímpica, en honor de Zeus.
Los Juegos Olímpicos conocieron su máximo esplendor en el periodo clásico (siglos V y IV a. C.) donde incluso la elite del pensamiento y del arte atenienses se reunía en Olímpica durante los Juegos. Pitágoras, Platón, Aristóteles y Fidias eran algunos de sus habituales. Igualmente, la política y la religión empezaron a jugar un papel relevante en la historia de los Juegos, disminuyendo su base espiritual y aumentando su carácter profesional.
Las guerras entre pueblos, tanto en el primer periodo como en el helenístico o el romano, hicieron que en el año 323 a. C. ya se vislumbrase que no había manera de salir de una profunda crisis, que acabó en el año 393 d. C., con la prohibición de celebrar los Juegos, por considerarlos un rito pagano. El emperador romano Teodosio II ordenó la destrucción del Templo de Zeus en Olímpica, en el año 426 d. C. y dos terremotos acabaron con las pocas cosas que quedaban en pie, ya durante el siglo siguiente, el VI de nuestra era.
Durante el siglo XIX se descubrieron las ruinas de la vieja ciudad de Olímpica y esto reavivaría el interés por los Juegos Olímpicos. El francés Pierre de Fredi, más conocido como barón de Coubertin, sería el impulsor de su reinstauración histórica.
Los Juegos Olímpicos son la máxima cita del deporte mundial. Su etapa moderna se inicio en el año 1896 en la ciudad de Atenas y se celebran cada 4 años en una ciudad diferente. La persona que consiguió que se volvieran a establecer los Juegos Olímpicos fue el francés Pierre de Coubertin. La primera edición de los Juegos Olímpicos de invierno se celebro en el año 1924, y estos juegos se celebraban al igual que en los juegos de verano.
El COI se fundo en el año 1894 con la idea de revivir los juegos olímpicos. Recibió ayudas de organizaciones deportivas y aportaciones particulares (principalmente aportaciones europeas). El COI redacto los principios consecutivos y eligió a la ciudad de Atenas como sede de sus primeros Juegos Olímpicos de la etapa moderna.
El COI elige las sedes olímpicas con seis años de antelación. Hay 186 comités olímpicos internacionales reconocidos por el COI y su sede central se sitúa en la ciudad suiza de Lausana.
Los juegos olímpicos son una competición de atletas individuales. Sin embargo, los medios de comunicación informan de los resultados obtenidos por los representantes de cada país. Existen dos sistemas de puntuación.
La figura clave para el restablecimiento del moderno olimpismo tiene un nombre: Pierre de Fredi, Barón de Coubertin. El célebre aristócrata normando acometió con empeño la tarea del restablecimiento de los Juegos Olímpicos, que propuso el 25 de noviembre de 1892, en la Universidad de la Sorbona.
En una proclama que fue muy aplaudida, el humanista francés precisó la idea de que el olimpismo, como fenómeno cultural, trate de renacer pero en cualquier otro tipo de ambiente normal que no sea un escenario de teatro, plaza o mercado, o incluso instalación o club deportivo.
La segunda conclusión que precisó fue la patente incompresión que existía acerca del hecho olímpico a pesar del nivel intelectual de sus integrantes. El 23 de junio de 1894 se aprobó por decisión unánime de los asistentes el restablecimiento de los Juegos Olímpicos.
La primera composición del Comité Olímpico Internacional, creado a su instancia para regir y dirigir los destinos del olimpismo renovado, se integró por una lista de once miembros, elegidos y seleccionados por él.
La convocatoria, desarrollo y éxito de los Juegos Olímpicos de Atenas en 1896, primeros de la era moderna, motivan a Coubertin a la ordenación, estructuración e impulso de sus principios. Su primera medida es la de ampliar el grupo de miembros del Comité Olímpico Internacional que en razón a su calculada influencia social pudieran ser valedores de su idea en los respectivos países.
A partir de entonces, se siguen celebrando cada cuatro años, con las lógicas interrupciones en los años de las guerras mundiales. Estos juegos, a diferencia de las olimpiadas antiguas, se celebran en diferentes ciudades, siendo el COI (Comité Olímpico Internacional) el encargado de seleccionar la ciudad entre las candidaturas presentadas.
Deportes olímpicos
Durante la historia de los juegos se ha ido variando el programa olímpico y las especialidades deportivas que se incluyen; así, de los nueve deportes incluidos en Atenas se han pasado a más de treinta en Barcelona 92. Las mujeres no participaron en la primera olimpiada; estuvieron presentes por primera vez en París en 1900. Hasta 1992, en que se permitió participar a los profesionales del deporte, las olimpiadas estaban reservadas a deportistas amateurs. Sin embargo, hacía ya años que los atletas, principalmente de las grandes potencias, eran profesionales encubiertos, sufragados por sus gobiernos o a través de programas universitarios e instituciones.
Los deportes que actualmente componen el programa olímpico son:
Atletismo, Bádminton,
Baloncesto, Balonmano,
Béisbol, Boxeo,
Ciclismo, Esgrima,
Fútbol, Gimnasia artística,
Gimnasia rítmica, Halterofilia,
Hípica, Hockey,
Judo, Lucha,
Natación, Natación sincronizada,
Pentatlón moderno, Remo,
Saltos: trampolín y palanca, Eslalon: aguas bravas,
Piragüismo, Taekwondo,
Tenis, Tenis de mesa,
Tiro con arco, Voley playa,
Tiro Olímpico, Vela,
Voleibol, Waterpolo.
Los deportes que actualmente componen el programa olímpico son: Atletismo, Bádminton, Baloncesto, Balonmano, Béisbol, Boxeo, Ciclismo, Esgrima, Fútbol, Gimnasia artística, Gimnasia rítmica, Halterofilia, Hípica, Hockey hierba, Hockey patines, Judo, Lucha, Natación, Natación sincronizada, Pentatlón moderno, Remo, Saltos: trampolín y palanca, Eslalon: aguas bravas, Piragüismo, Taekwondo, Tenis, Tenis de mesa, Tiro con arco, Voley Playa, Tiro Olímpico, Vela, Voleibol, Waterpolo.
Juegos olímpicos de la edad moderna
Atenas 1896
Pierre de Fredy, barón de Coubertin, nació en París en 1862. Militar frustrado, luchó por revivir los Juegos Olímpicos como símbolo de paz y fraternidad entre hombres y naciones. Por fin consiguió que Grecia, como siglos atrás, recibiese los primeros Juegos de la Era Moderna, inaugurados por el rey Jorge I el 6 de abril de 1896, ante 50.000 espectadores.
Hubo un poco de anarquía, con equipos oficiales y competidores por libre, incluso dentro de una misma nación. El primer campeón de la historia fue el norteamericano James B. Connolly, que se escapó de la Universidad de Harvard, donde no le habían dado permiso, para viajar hasta Grecia y ganar el triple salto con una marca de 13,71 metros. Pero el héroe máximo fue Spiridon Louis, un pastor griego que ganó el maratón, quizá en respuesta a sus dos noches de oración en vela y al completo ayuno del día anterior a la carrera. Duraron una semana, del 25 de marzo al 2 de abril, y en ellos participaron 245 atletas de 14 naciones.
París 1900
Fueron quizás los peores juegos de la historia de las olimpiadas, ya que quedaron supeditados a la Exposición Universal de París de 1900. Duraron tanto como ésta y se hicieron pruebas tan alejadas del espíritu olímpico original como el salto de la rana o el juego de romper la olla. Sin embargo, quedarán como los primeros juegos en los que participaron mujeres (6 para ser exactos) hecho que se produjo por imposición de la Expo, ya que el Barón de Coubertin se oponía a ello. Participaron algo más de 1.000 atletas de 20 países diferentes.
Algunos deportistas se negaron a participar en pruebas señaladas en domingo; se estableció un raro compromiso para competir con marcas válidas en dos días diferentes. Pero el máximo desorden tuvo lugar en las pruebas que comenzaron en mayo y terminaron en octubre. El atletismo se disputó a mediados de julio, y nunca hubo público. En París ganó oro, por primera vez en la historia, una mujer: la inglesa miss Cooper, vencedora en tenis.
San Luis 1904
Se celebraron entre el 23 de junio y el 15 de octubre, dos meses después de la apertura de la World's Fire: nuevamente el acontecimiento deportivo quedaba en manos de feriantes, que buscaban el divertimento del público más que el espíritu olímpico. A pesar de ello, las pruebas más importantes (atletismo y natación) se celebraron con acierto en nueve días consecutivos. En estas olimpiadas debutaron el boxeo y la lucha libre, y como deporte de exhibición el baloncesto. Participaron un millar de atletas, en su mayoría norteamericanos, dominando el medallero en 24 de las 26 pruebas.
La anécdota vino en un durísimo maratón. Ganó Thomas H. Hicks, (dopado con estricnina), pero se celebraba como campeón a Fred Lorz, que entró destacado luego de haber hecho subido en un coche la mitad del trayecto. El ganador debió ser un cubano, Félix Carvajal, pero le gustaba pararse a charlar con la gente y se empeñó en comer manzanas verdes. Su vientre se rebeló y no pudo vencer; acabó en cuarto lugar.
Londres 1908
Tras la renuncia del Gobierno italiano a la candidatura para celebrar los juegos debido a las erupciones del Vesubio, surgió la oferta de Londres, tan sólo dos años antes de la celebración de las mismas, y la oferta se basaba en otra feria. Gracias a las negociaciones del barón de Coubertin, se consiguió un acuerdo económico convirtiendo el patrocinio en dinero que se usó para la construcción de un estadio en las afueras de la ciudad. Lo más anecdótico fue la guerra particular que mantuvieron los estadounidenses y los británicos.
Curiosamente los primeros Juegos «serios» no fueron «olímpicos». Se disputaron en Atenas 1906, décimo aniversario de la reinstauración, y más tarde se les negaría la validez.
El rey Eduardo VII inauguró las pruebas y comenzó el diluvio: de agua - que estropeó todas la pruebas - y de protestas, por la forma en que los británicos trataban de ganar como fuera. Así fue como Halsweele corrió solo en la final repetida de 400 metros vallas.
Entró primero el italiano Dorando Pietri, sostenido en volandas por los jueces para que no ganase un americano, Johnny Hayes; al final fue declarado éste vencedor, una vez izada la bandera de Italia en el mástil.
Estocolmo 1912
Después de las decepciones de las tres últimas olimpiadas, debido a las ferias, Estocolmo fue elegida en 1909 como sede, con tiempo y mentalidad suficiente para albergar unos juegos olímpicos, pero partía con el problema del pesimismo de los países europeos que auguraban la guerra que vendría unos años después. Se celebraron desde el 29 de junio hasta el 22 de julio, participando 2.541 atletas de 28 naciones. Fue en estos juegos donde se produjo la primera víctima, el portugués Francisco Lázaro, durante la maratón.
Dos detalles destacables: la presencia de Hannes Kolehmainen, el primero de los «finlandeses voladores» acaparadores de títulos en las pruebas de fondo; y el racismo de los dirigentes americanos, cuando lograron que devolviera medallas y regalos el más grande deportista de todos los tiempos, el indio sioux Jim Thorpe, Sendero Brillante, campeón de pentatlón y decatlón, porque había recibido unos pocos dólares como jugador de béisbol en una liga menor. La hipocresía y la estupidez sería enmendada muchos años después, tras la muerte de Jim, amargado. Uno de sus hijos portó la antorcha de los Ángeles y se le restituyeron todos los honores, que mereció como ningún deportista en el mundo.
Amberes 1920
Los VI juegos olímpicos no se celebraron debido a la primera Guerra Mundial, siendo éstos los séptimos. Amberes, desolada y arrasada por la guerra, construyó rápidamente un estadio modesto, organizando unos juegos dignos. El principal problema para el COI era el de las naciones derrotadas en la guerra, que Coubertin resolvió dejándolo en manos de la ciudad organizadora, quien excluyó a Alemania, Austria, Bulgaria, Hungría, Turquía, Rumanía y Polonia. A pesar de las ausencias y las consecuencias de la guerra, se dieron cita 2.600 atletas de 29 naciones, entre los que, por primera vez de forma oficial, estaba España, que consiguió dos medallas de plata en polo y fútbol.
París 1924
En estos VII Juegos olímpicos se invitó a todos los países excepto a Alemania, por considerar que aún no había transcurrido tiempo suficiente desde la guerra. Como novedad, se construyó en París la primera villa olímpica y fueron llamados también por primera vez Juegos de Verano; en ellos participaron 3.092 atletas de 44 naciones, destacando en natación el popular actor en las películas de Tarzán, Johnny Weissmuller . El barón de Coubertín se retiró un año después del COI.
Amsterdam 1928
Se inauguraron el 28 de julio y participaron 3.015 atletas de 25 países, entre los cuales volvía a estar Alemania. Los juegos de Amsterdam estuvieron marcados por dos escándalos: el fútbol amateur, en el que no se respetó esta categoría por parte de algunos países, y el atletismo femenino, en el cual, debido a la falta de preparación de las atletas, se produjeron frecuentes desmayos, por lo que no se permitió la participación femenina en pruebas superiores a los 200 m hasta 1960.
Los Ángeles 1932
Debido a la profunda crisis económica de 1929, en estos juegos sólo participaron 1.408 atletas de 37 países a pesar de lo cual, se batieron numerosos récords mundiales.
Berlín 1936
Los juegos de Berlín pasaron a la historia por su politización probélica, se celebraron entre el 1 y el 16 de agosto y a ellos acudieron 3.741 atletas de 49 países. Hitler organizó por todo lo alto estas olimpiadas, que superaron en gran medida a las de cuatro años antes en Los Ángeles. Frente a los dos millones y medio de dólares que gastaron los americanos, Alemania invirtió cerca de treinta, construyendo una impresionante villa olímpica, estadios, etc.
El protagonista deportivo fue Jesse Owens, que puso en evidencia todas las especulaciones del nazismo de la superioridad de la raza aria con numeroso triunfos.
Londres 1948
Una vez más, la guerra interrumpió los juegos olímpicos y éstos se desarrollaron con escasez de medios económicos y materiales. 4.468 atletas de 59 países, entre los que no estaban invitados Alemania ni Japón, compitieron desde el 29 de julio hasta el 14 de agosto. Estos juegos destacaron principalmente por la consagración del atletismo femenino.
Helsinki 1952
Fueron los juegos olímpicos de la paz, con la invitación de Alemania y Japón. Además, después de 40 años de ausencia, participó la Unión Soviética la cual, en plena guerra fría, aisló a sus atletas lejos del resto. En esta olimpiada participaron 5.867 atletas de 69 naciones entre los días 19 de julio y 3 de agosto.
Melbourne 1956
Los juegos de Melbourne vinieron marcados por dos crisis bélicas, la del Canal de Suez, con la guerra entre Egipto e Israel, y la invasión de Hungría por la Unión Soviética.
Hubo dos inconvenientes: la cuarentena que debían pasar los caballos en las pruebas de hípica, debido a lo cual se tuvieron que trasladar estas pruebas a Estocolmo, y el invierno de los antípodas; estos juegos se celebraron entre el 22 de noviembre y el 8 de diciembre, con los consiguientes problemas de preparación para los atletas. El momento de mayor tensión se produjo cuando en la final de Waterpolo se enfrentaron Hungría y la Unión Soviética (ganaron los primeros); un jugador soviético agredió de un cabezazo a un húngaro, produciéndose una pelea que tuvo que ser disuelta por las fuerzas de orden público.
Roma 1960
Después de 1.566 años de prohibición de los juegos olímpicos en Italia por Teodosio el Grande, 5.337 atletas de 89 países disputaron entre el 25 de agosto y el 11 de septiembre la decimoséptima olimpiada. Se batieron numerosas plusmarcas mundiales y es de destacar la participación de legendarios deportistas como Cassius Clay, en boxeo, o Amin Hary, en atletismo. Como nota negativa hay que citar la muerte del ciclista Knuda Jensen durante la prueba de 100 km contrarreloj.
Tokio 1964
Con una ciudad completamente nueva, los japoneses organizaron los decimoctavos Juegos olímpicos, con una participación de 4.457 atletas de los cuales había una representación femenina del quince por ciento. Deportivamente habría que destacar la derrota en la máxima categoría del japonés Kaminaga por el holandés Anton Geesink, que causó una gran decepción en el imperio del Sol Naciente.
México 1968
Un total de 5.531 atletas participaron en los Juegos Olímpicos de México; éstos provocaron serias inquietudes por el temor del rendimiento de los atletas a más de dos mil metros de altitud; dos meses antes de la inauguración de los Juegos, los tanques Soviéticos invadieron Checoslovaquia. Más adelante, diez días antes de la ceremonia de apertura, trescientas personas, que se manifestaban en contra del gobierno mejicano, eran asesinadas por las fuerzas del orden público.
Durante la celebración de los Juegos, los deportistas de color intentaron proclamar el poder negro (Black Power), con gestos y manifestaciones en las entregas de medallas o dominando la competición, como en el caso de Lee Evans y su equipo que, en 4x400 batieron el récord del mundo; récord que, al cabo de casi 27 años sigue vigente.
Munich 1972
La cara y la cruz de estos Juegos Olímpicos, en los que participaron 8.600 atletas de 122 naciones, fueron Mark Spitz y "Septiembre Negro". El primero, por su aplastante dominio en natación, consiguió en cuatro días siete medallas de oro, todas con plusmarcas mundiales; los segundos, un grupo terrorista palestino, que se introdujo en la villa olímpica secuestrando a los atletas judíos, solicitó a cambio la liberación de 200 guerrilleros presos en Israel. Se saldó la tragedia con once atletas judíos muertos, cinco terroristas, un piloto y un policía.
Montreal 1976
Los Juegos Olímpicos de Montreal estuvieron marcados por el boicot de los países de color contra la presencia de la República Sudafricana en los mismos; los organizadores de los Juegos no cedieron ante las peticiones de los primeros, y se acabaron celebrando sin 22 países africanos; los dos únicos países africanos presentes fueron Senegal y Costa de Marfil. El total de países participantes fue de 119. Deportivamente destacó en gimnasia la rumana Nadia Comaneci, que consiguió siete veces la puntuación máxima de 10, puntuación hasta entonces inimaginable en este deporte.
Moscú 1980
La invasión de Afganistán en 1979 provocó el boicot en las olimpiadas de Moscú, quedando notablemente devaluadas; 58 países occidentales no acudieron a las mismas, entre los que estaban Estados Unidos, Alemania, Japón y Canadá; al final, 80 países acudieron a los Juegos.
Los Ángeles 1984
Después del boicot a Moscú, en 1984 los países socialistas devolvieron el golpe a Estados Unidos, y a los soviéticos se unieron, entre otros, Cuba, Yemen del Sur, Corea del Norte, Etiopía y Afganistán, formando un total de 14 países. A pesar de esto, 7.080 atletas de 141 países acudieron a la cita olímpica. Destacó deportivamente Carl Lewis en atletismo, el cual repitió el palmarés de Jesse Owens 48 años después.
Seúl 1988
Por fin en Seúl se alcanzó la paz olímpica esperada, participando 160 naciones representadas por 7.150 hombres y 2.477 mujeres. De estos Juegos únicamente pasará a la historia el escándalo de Ben Johnson durante los 100 m lisos, en que éste desbancó al rey de Los Ángeles, Carl Lewis, hasta que 48 horas después de la carrera, el control antidoping dio positivo; el COI despojó a Ben Jhonson de la medalla y récord obtenidos, que fueron a parar a manos de Lewis.
Barcelona 1992
Sin duda, los mejores Juegos de la era moderna. En ellos se dieron cita 10.500 atletas de 172 naciones. Destacaron deportivamente Carl Lewis en atletismo, y Matt Biondi en natación, y como anécdota, la derrota, contra todo pronóstico, de las dos Alemanias unidas.
Atlanta 1996
Los Juegos Olímpicos del Centenario han sido los más gigantescos de la historia. En ellos compitieron 197 países, representados por más de 11.000 atletas, de los cuales, 3.000 fueron mujeres. Se repartió más de un millar de medallas en las 26 modalidades que compitieron.
La ceremonia de inauguración fue tensa, emotiva e inspirada en el ejemplo de Barcelona 92; el abanderado de España fue el regatista Luis Doreste, único español ganador de dos títulos olímpicos, conseguidos en Los Ángeles 84 en 470 y en los de Barcelona 92 en Flying Dutchman. El discóbolo Alfred Oerter, único deportista en la historia que ha ganado cuatro medallas de oro consecutivas, Melbourne 56, Roma 60, Tokio 64 -con una lesión de espalda y un brazo herido- y México 68, fue quien introdujo la antorcha en el Estadio Olímpico. Fue el mayor desfile de equipos de la historia. Grecia lo encabezó por ser el creador del Olimpismo y Estados Unidos cerró la marcha como anfitrión. Pero el momento más emotivo de toda la noche, y en el que todo el estadio se puso de pie, fue cuando apareció el campeón olímpico en Roma 60 y mejor boxeador de todos los tiempos Cassius Clay, Mohammed Alí, que recogió la llama con sus brazos afectados de Parkinson, la mostró al mundo y prendió el pebetero. Bill Clinton terminó la ceremonia inaugurando los Juegos tomando el relevo que, desde España, le hizo llegar el rey Juan Carlos I.
El punto negro de estos Juegos lo proporcionó el terrorismo. Dos personas resultaron muertas y 110 más fueron heridas debido a la explosión de un artefacto durante la madrugada de un sábado en el Parque del Centenario, el corazón de los Juegos de Atlanta. El Comité Olímpico Internacional y el Comité Organizador acordaron conjuntamente que los Juegos siguieran adelante según el programa previsto. Ningún atleta de los Juegos resultó involucrado en el suceso. Uno de los dos muertos era un cámara de la televisión turca, Melih Uzunyol, de unos 40 años de edad, que sufrió un ataque al corazón tras el incidente.
Como siempre, las pruebas de atletismo marcaron los grandes momentos de estos Juegos del Centenario, que coronaron a Michael Johnson como rey indiscutible, pero, junto a él, brillaron otras estrellas como Carl Lewis y Donovan Bailey. El Estadio Olímpico conoció muchos momentos mágicos, suficientes como para poner en duda la indiscutible e incomparable exhibición del corredor de las zapatillas doradas, el primer hombre sobre la tierra en conquistar dos oros tan distintos como el de 200 y el de 400 m. Su mayor legado, junto a la doble coronación, fue ese supersónico récord de 19,32 en el doble hectómetro, una marca cuya fecha de caducidad llegará hasta el siglo que viene.
La francesa María José Perec también puso su nombre en el historial del 200 y el 400 m. El canadiense Donovan Bailey se alzó con el único título de velocidad que Johnson dejó libre, el de los 100 m, y lo hizo parando el reloj con otro récord universal, 9,84. Pero el favorito en el corazón de los aficionados de EE.UU fue Carl Lewis, que cerró su carrera olímpica con un epílogo de 8,50 m que valía oro: su cuarto consecutivo en longitud, su noveno en 12 años de dominio olímpico.
La gimnasia quedó huérfana de un gran nombre. Shannon Miller añadió dos medallas más, en barra y por equipos, a las cinco que logró en Barcelona. La ucraniana Lilia Podkopayeva se convirtió en la primera gimnasta tras la incomparable Comaneci en añadir una medalla de oro en aparatos (suelo) a la que había capturado en la competición general. El ruso Alex Nemov subió seis veces al podio, dos de ellas para llevarse el oro. Pero el público americano no recordará nada de esto y sí a Kerri Strug, la pequeña gimnasta cuyo dramático salto con un tobillo lesionado otorgó al equipo local la medalla de oro. Su poco ortodoxo aterrizaje sobre una pierna hubiera
merecido una nota menor en cualquier otra parte del mundo, pero no cuando 36.000 enfervorecidos estadounidenses alcanzan el éxtasis batiendo a Rusia.
Otra deportista local, Amy Van Dyken, logró cuatro medallas de oro en natación, la mayor cosecha que jamás había conseguido una mujer de su país en una sola convocatoria olímpica. Pero tuvo que compartir los focos con la irlandesa Michelle Smith, que capturó tres oros y un bronce en medio de una campaña de desprestigio sobre un posible dopaje en la que llegó a intervenir Janet Evans, la nadadora local fracasada en su búsqueda del quinto oro.
En tono menor, los Juegos tuvieron otros nombres propios. Orestes Kindelán será recibido en Cuba con honores de héroe tras liderar a su equipo de béisbol a la medalla de oro, con lo que eso tiene de afrenta para Estados Unidos. La francesa Jeannie Longo capturó en la prueba de ciclismo en ruta la corona imposible que siempre se resistió a la decacampeona mundial. Dan O'Brien, el mejor decatleta del mundo, compensó su ausencia en Barcelona con un título indiscutible en la prueba de pruebas. Manuel Estiarte dejó por
una vez de ser el máximo goleador del torneo de waterpolo y lo cambió por la medalla de oro. Y para finalizar, Josia Thugwane, la última medalla de oro que se entregó en Atlanta. Figurará en los libros por debajo de Filípides y Spiridon Louis, pioneros campeones del maratón, la carrera de las carreras. Pero, sobre todo, pasará a la Historia como el primer deportista de raza negra que gana una medalla olímpica para Suráfrica.
A la jamaicana Merlene Ottey se la conocía desde siempre como la mujer de bronce por su gran capacidad para coleccionar medallas olímpicas de este color. Participaba con sus 36 años y llevaba 16 luchando por ser la mejor. No lo consiguió, y a pesar de eso será recordada en las pruebas de velocidad, por su perseverancia.
El balonmano español, representado por la liga más fuerte del planeta, ha necesitado muchos años y un gran técnico (Juan de Dios Román) que canalizara todo el potencial individual de sus jugadores hasta crear una selección competitiva. Ahora recoge los frutos: el tercer puesto en estos Juegos. Los chicos del hockey han aprendido la lección de Barcelona: del anonimato han pasado a obtener la medalla de plata. A pesar de su mala temporada es inmejorable, y lo demostró ganando la medalla de oro en contrarreloj individual. El waterpolo nos dio una de las mayores alegrías, así como el tenis, gracias a la medalla de plata obtenida por Arantxa Sánchez Vicario. En definitiva, España demostró que comienza a ser una gran potencia olímpica, obteniendo la 16ª plaza en el medallero con sus 17 medallas divididas en 5 de oro, 6 de plata y 6 de bronce.
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Enviado por: | Pedro Y Mari |
Idioma: | castellano |
País: | España |