Educación y Pedagogía
Juego libre y dirigido
EL JUEGO
El juego es toda acción voluntaria y lúdica de recreación que exige y libera energía, ya que supone un esfuerzo físico y/o mental. Se realiza en un espacio y en un tiempo limitado y está reglado, aunque se puede adaptar a las necesidades.
El juego es ficción y a pesar de no ser necesaria una razón para jugar, es necesario para el pleno desarrollo de la persona.
Las motivaciones del juego son heterogéneas.
El propósito del juego infantil es que cumple la función didáctica de conectar al niño con la sociedad, por medio de objetos y acciones que imitan los de la vida cotidiana de los adultos.
Utilizar el juego como recurso didáctico en niños y niñas, es tratar de introducirnos en el mundo del aprendizaje, aproximándolos al nivel de conocimientos que mejoran su integración en el medio social en el que viven y hacerlos partícipes de la situación educativa en la que se desarrollan cotidianamente.
El juego es una de las experiencias humanas más ricas y además es una necesidad básica en la edad infantil.
Con el juego los niños aprenden a cooperar, a compartir, a conectar con los otros, a preocuparse por los sentimientos de los demás y a trabajar para superarse progresivamente.
También aumenta la participación pero uno de los componentes fundamentales del juego es la diversión, el niño cuando juega se siente feliz.
El juego va a formar parte de nuestra personalidad, de ahí que los adultos también tengamos tendencia a jugar.
Para crear un buen ambiente en el juego se deben buscar los temas y formas imaginativas (tenemos que ser imaginativos) que mejor acogen los participantes en el juego, que más motiven su implicación.
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EL profesor y el juego.
El profesor va a ser una parte muy importante en el juego, de ahí que él tenga que ser creativo, pues él va a proyectar y representar un modo de jugar.
Es él quien tiene que crear una atmósfera motivante y divertida en el juego, e incluso para que los niños se sientan más atraídos por el juego él puede ser una participante más.
(Ej. él puede disfrazarse con ellos, maquillarse igual que los niños, cantar con ellos.)
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Razones para favorecer el juego.
Hay varias razones que hacen que el juego sea un elemento fundamental en la educación:
Psicosociales.
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Tema de contacto entre los participantes.
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Confianza en las decisiones.
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Comunicación con el grupo.
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Cooperación con los demás.
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Centrar la atención.
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Impulso a la participación.
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Autoestima.
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Motivación, etc.
Sentido de lo concreto, destrezas:
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Creatividad.
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Ingenio.
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Desarrollo de los sentidos.
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Expresión corporal, verbal, musical...
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Descubrimiento: aspectos de la naturaleza, la ciudad, otros temas.
Desarrollo físico, salud:
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Resistencia
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Equilibrio.
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Expresión corporal.
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Conocimiento del cuerpo, etc.
Otros objetivos:
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Concentran la atención.
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Distensión.
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Siempre: una diversión gratificante.
EL JUEGO COLECTIVO
La definición que ponemos a continuación se acerca más a lo que entendemos como juego colectivo: competición mental o física desarrollada de acuerdo con unas reglas en la que los participantes juegan en oposición mutua directa y en la que cada bando trata de ganar y de impedir que lo haga el contrario.
Los criterios para que un juego colectivo sea educativamente útil son:
Proponer algo interesante y estimulante para que los niños piensen en cómo hacerlo.
Posibilitar que los propios niños evalúen su éxito.
Permitir que todos los jugadores participen activamente durante el juego.
Estos criterios pueden emplearse como preguntas a plantear por el maestro en el proceso de decidir si se prueba un juego determinado o se continúa con él.
El primero de estos criterios nos indica que el valor del contenido de un juego debe considerarse en relación a los niveles de desarrollo de los niños.
Al maestro, las ideas para modificar un juego, casi siempre se le ocurren en el proceso de examinarlo desde el punto de vista de este primer criterio.
No es necesario eliminar los juegos demasiado fáciles si se prestan a alguna modificación que aumente su dificultad.
El criterio de que un buen juego proporciona a los niños “algo interesante para que piensen en cómo hacerlo” no implica, necesariamente, que el juego en cuestión pueda ser dominado por el niño. Hay juegos colectivos que constituyen experiencias valiosas incluso para niños que nos los entienden en su totalidad y que, en consecuencia, no juegan a ellos “correctamente”. Sin embargo, existe un límite en el provecho que pueden obtener los niños de un juego que sólo comprenden en parte. El empleo de este primer criterio por parte del maestro debe ser una combinación de un análisis de contenidos de las posibilidades de un juego y de un análisis conductual de sus significado para los niños.
El segundo criterio implica valorar las posibilidades que ofrece a los niños para que evalúen ellos mismos los resultados de sus acciones.
Al adoptar la perspectiva del niño, el maestro puede evaluar en qué grado un juego inspira el razonamiento de los niños y sus esfuerzos para cooperar con los demás. Después de pensar que apreciaciones se ven motivadas a hacer los jugadores, puede ser útil que el maestro examine el significado de estos problemas.
Al evaluar si un juego satisface el primer criterio, en primer lugar deberá analizarse el contenido en función de las posibilidades que ofrece al niño en cuanto a acción y pensamiento. Los juegos que hace intervenir poco el pensamiento en cada nivel evolutivo no vale la pena ni probarlos.
El tercer y último criterio evalúa la participación activa de todos los participantes. Por “participación activa” entendemos actividad mental y un sentimiento de compromiso desde el punto de vista del niño. La posibilidad de actividad mental, está estrechamente relacionada con la posibilidad de actividad física.
Los objetivos que se pretenden conseguir en los primeros años de escolarización, deben conceptualizarse en el contexto de unas metas a largo plazo que abarquen hasta la enseñanza media. Se pueden reducir a tres, y vienen dados por un principio general: fomentar todo lo que potencie al máximo el proceso de construcción.
Estos objetivos son:
En relación a los adultos, los niños deben desarrollar su autonomía a través de relaciones seguras en las que el poder de los adultos sea mínimo.
En relación a los compañeros, los niños deben des<rrollar su capacidad para la descentración y la coordinación de distintos puntos de vista.
En relación al aprendizaje, los niños deberán ser despiertos, curiosos y críticos, y deberán tener confianza en su capacidad para pensar y decir lo que piensan. Deberán tener iniciativa, aportar ideas y plantear problemas y preguntas interesantes, estableciendo relaciones entre las cosas.
Los objetivos sociales y afectivos, como la confianza y una concepción positiva de uno mismo, son objetivos que acaban por desarrollarse por si solos si los niños son respetados y sus ideas se tienen en cuenta con seriedad en el seno de unas relaciones que fomente el desarrollo de su autonomía. Los niños que tienen confianza en su capacidad para pensar, construyen el conocimiento con más rapidez que los que no poseen esta confianza. Además se esfuerzan más en encontrar una respuesta, y cuando la tienen, no temen expresarla.
EL JUEGO COMPETITIVO
La palabra competición, está cargada por connotaciones negativas y los educadores se sienten preocupados, con razón, por el tipo de competición que provoca rivalidad, sentimientos de fracaso y rechazo. Pero los efectos del juego competitivo, pueden ser tanto negativos como positivos, por ello se debe abordar de una manera abierta. Para explicar esto, vamos a analizar los tres puntos siguientes:
Las razones de los educadores para oponerse a la competición en los juegos colectivos:
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Los niños ya son demasiado competitivos y no se les debe poner ante situaciones que los hagan aún más competitivos.
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Ya hay demasiada competición en nuestra sociedad, y los niños se ven expuestos a ella demasiado pronto en la escuela.
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Los juegos afectan a los perdedores.
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Los niños deben competir contra ellos mismos, no unos contra otros.
De que manera pueden contribuir los juegos competitivos al desarrollo de los niños: El aspecto competitivo de los juegos, puede contribuir al desarrollo de los niños, porque los juegos exigen el establecimiento de reglas y el cumplimiento de las mismas, además motivan a pensar de una manera especialmente activa.
Principios de enseñanza relativos a la competición en los juegos colectivos:
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Quitar importancia al hecho de ganar.
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Verbalizar que no pasa nada si se pierde.
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Permitir que los niños eviten la competición si así lo desean.
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Jugar a juegos de azar.
EL JUEGO COOPERATIVO
Los juegos cooperativos, son juegos donde aceptarse, cooperar y compartir, pueden provocar que los niños, las familias..., se unan en el espíritu del juego cooperativo. Los niños, con este tipo de juegos, se divierten a la vez que aprenden cosas positivas sobre sí mismos, sobre los otros y sobre como deberían actuar en el mundo.
En los juegos cooperativos, todos cooperan, todos ganan, nadie pierde. Los niños juegan unos con otros mejor que unos contra otros. Poniendo a los niños a competir irracionalmente, no se les enseña cómo competir de una forma sana; solamente se les presiona para que compitan. Cuando crecen, están tan condicionados por la importancia de ganar, que no pueden jugar mucho rato para divertirse, para disfrutar. No saben cómo ayudarse, cómo ser flexibles a los sentimientos de los otros o cómo competir amistosamente, de una forma divertida.
Los niños educados en la cooperación, la aceptación y el éxito tienen una posibilidad mucho mayor de desarrollar una personalidad sana. Además, los juegos cooperativos eliminan el miedo al fallo y al sentimiento de fracaso. También reafirman la confianza del niño en sí mismo como una persona aceptable y digna. En la mayor parte de los juegos, esta reafirmación se deja a la casualidad o se concede a un solo ganador. En los juegos cooperativos esta reafirmación va implícita en los juegos mismos.
En los juegos cooperativos cada niño tiene un papel lleno de significado en el juego, cada participante es, en parte, responsable del logro del triunfo o resultado satisfactorio del juego. Esto contribuye a que el sentimiento de aceptación sea elevado, igual que la autoestima y la alegría. La participación está directamente relacionada con un sentimiento de pertenencia, con una sensación de contribuir a la actividad y de que ésta es algo satisfactorio.
La mayor parte de las veces, los juegos cooperativos requieren poco o ningún material y prácticamente ningún desembolso económico. Se pueden usar con toda clase de personas y en gran cantidad de lugares. Cualquiera puede jugarlos, prácticamente en cualquier sitio. Las “reglas” o no reglas de cada juego no necesitan seguirse al pie de la letra. Puedes inventarte tus propios detalles. Tampoco necesitas jugar en situaciones preestablecidas o por periodos de tiempo prefijados.
Se necesita paciencia para enseñar esta “nueva” forma de jugar, especialmente si los participantes nunca han jugado de forma cooperativa. Una vez que las personas realicen la transición y comiencen a jugar cooperativamente, la supervisión y la preocupación por las reglas disminuirán al máximo. Los jugadores comienzan a “supervisar” y a “arbitrar” su propio comportamiento y a preocuparse por el bien de los otros.
Las selecciones o adaptaciones de un juego pueden hacerlas fácilmente niños, jóvenes y adultos de todas las edades para asegurar que los juegos son, y continúan siendo, adaptados de forma apropiada a las necesidades específicas del grupo.
Después de todo esto, nunca hay que olvidar que la razón principal de que los niños jueguen es, ante todo, divertirse. En las aventuras cooperativa, el elemento de diversión es potenciado para que los otros niños puedan jugar libremente con otros para divertirse, sin temor al fallo o al rechazo y sin ninguna necesidad de destruir. Compartir aumenta la experiencia de diversión.
JUEGO
LIBRE
COCLUSIONES
Para realizar la parte del trabajo correspondiente al juego libre, cada miembro del grupo asistió a un lugar diferente (ver fichas de observación). Con la ayuda de éstas, hemos comparado los resultados obtenidos.
En primer lugar cabe destacar la escasa diferencia que existe entre el lugar y el tipo de juego que se practica, pues a los niños no les suele importar el lugar en el que juegan ya que casi siempre juegan a lo mismo. Lo que realmente influye a la hora de elegir un juego u otro, es la presencia de material disponible, pues según con el material que cuenten juegan a unos juegos u otros, es decir si tienen balones y un espacio amplio y despejado suelen jugar a fútbol, y si tienen columpios los utilizan.
En el caso de la observación en el patio del colegio, en el cual no hay columpio, los niños practican juegos de tipo simbólico. Por ejemplo, el grupo de niños allí observados, tanto niños como niñas juegan a adoptar roles de papás y mamás. (Observación 1)
Por otra parte decir que, aunque tengan material como los columpios, no tienen porqué utilizarlo continuamente, ya que a esas edades tan pequeñas la continuidad de los juegos es escasa y varían de cada poco tiempo de un juego a otro.
Ahora citaremos el ejemplo de la observación realizada en un parque de Sueca, los niños igual juegan cinco minutos con los columpios que igual juegan con arena o hacen carreras. Los 4 niños, dos chicos y dos chicas, jugaban todos con todos, sin hacer distinción de sexo. (Observación 2)
Otra observación, la hicimos en un chalet familiar, donde la pareja de niñas se dedicaban a hacer carreras con las bicicletas. La verdad es que estuvieron largo rato con este tipo de juego. Los elementos de los que disponían, las bicicletas en este caso, fueron un elemento fundamental, ya que sin ellas, no hubiera habido juego. (Observación 3)
La última de las observaciones fue en un lugar cubierto, los niños jugaban con una pelota en el pasillo de un piso. Los dos participantes lanzaban la pelota por el aire, la tiraban por el suelo... La duración fue bastante breve, apenas estuvieron jugando 5 minutos. (Observación 4)
JUEGO
DIRIGIDOSESIÓN DE JUEGO DIRIGIDO
MATERIAL: Colchonetas, aros y balones.
FASE DE ANIMACIÓN
*Desplazarse individualmente por todo el aula
*Al oír una palmada del maestro, correrán, al volver a oír otra, volverán a desplazarse caminando.
*Saludar a todos los compañeros con los que se cruzan: primero chocando las manos, luego con los codos y por último con los hombros.
*Luego, ir desplazándose libremente por el aula y cuando el maestro diga, buscar a un compañero con el que compartamos una cualidad: misma altura, mismo color de pantalón, mismo color de pelo, de ojos, ...
*Desplazarse como si fueran enanitos/gigantes, canguros, pájaros, cangrejos, ...
FASE PRINCIPAL
*Recorrer en zig-zag, un camino que tiene aros.
*Pasar, metiéndose dentro de los aros.
*Aguantando un aro entre dos, pasar por dentro.
*Llevar la pelota entre las piernas y desplazarse hasta la pared contraria.
*Desplazarse, llevando un balón en cada mano, arrastrándose por el suelo.
*Por parejas, llevando el balón entre las cabezas, en el pecho, ...
*Poniendo varias colchonetas juntas, hacer volteretas, arrastrarse, en cuadrupedia.
*Hacer un túnel con las colchonetas y todos pasan por debajo.
*El del medio dirá que animal deben representar y el resto se desplazará como éste diga.
FASE DE RELAJACIÓN
*Respiración.
*Pasar el balón por el cuerpo del compañero que está tumbado boca abajo.
CONCLUSIONES
La sesión la hemos dirigido las dos parejas del grupo al primer curso de Educación infantil (3 y 4 años, En los colegios: Maria Auxiliadora (Sueca) y Ntra. Sra. De Loreto (Valencia).
En el primer momento creímos que algunas de las actividades les resultaría un tanto dificultosas, pero a la hora de la puesta en práctica hemos descubierto que nuestras hipótesis no se han cumplido totalmente, ya que ha dependido mucho del nivel de desarrollo que los niños tenían, además de la motivación que tenían el momento de la práctica.
En la primera fase (fase de animación), lo más destacable es que, en los desplazamientos libres e individuales los hacen todos en la misma dirección o en círculo pese a nuestras instrucciones. Otro de los ejercicios que les resultaba complicado realizar era el de correr y parar según nuestras palmadas, pues en algunos momentos se liaban y les costaba parar y volver a correr. En el ejercicio de buscar las mismas características, lo que más fácil les resultaba era buscar pelos y zapatos semejantes. En los ejercicios con aros, el zig- zag lo hacían más o menos bien, teniendo en cuenta que hay que ir acompañándolos uno por uno en el recorrido; En cambio saltar y pasar por dentro de los aros les resultaba mucho más fácil y lo han realizado sin problemas.
Referente a los balones, decir que el ejercicio en el que debían llevar un balón en cada mano lo han realizado aunque casi todos pegaban demasiado los balones al cuerpo. Además, en la actividad de llevar la pelota entre las piernas les costo bastante porque los balones con los que contaban eran demasiado grandes.
Con las restantes actividades no tuvieron ningún tipo de problema, tan sólo cabe destacar que había que repetirles varias veces lo que tenían que hacer y en pequeños grupos porque en algunos momentos no prestaban atención e iban a la suya. Hemos comprobado que las actividades que más les han gustado son las que requieren la utilización de balones, aros y colchonetas. Pero hay que tener muy presente que los niños se cansan pronto de estar mucho tiempo realizando una misma actividad, por lo que éstas no deben prolongarse mucho.
Las valoraciones las hemos hecho conjuntamente en los dos colegios, puesto que los niños tenían la misma edad.
Por último, decir que no nos ha resultado muy difícil llevar a cabo la sesión, aunque en algunos momentos en los que nuestra falta de experiencia ha hecho que los niños se alborotaran, pero la profesora ha estado ahí en todo momento para ayudarnos en lo que hiciese falta y también decir que los dos colegios nos han puesto a su disposición todos los medios de los que disponían, siendo todo esto de agradecer.
DIARIO
Para empezar decir que, en nuestro caso nos hemos separado en dos grupos porque éramos ocho. A partir de ahí nosotras cuatro nos hemos dividido por parejas, según el lugar donde vivimos para facilitar nuestros encuentros a la hora de impartir la sesión práctica en los diferentes colegios.
Una vez decididos los grupos nos reunimos por primera vez para leer el dossier sobre el juego, y extraer los puntos más importantes, que finalmente pasamos a ordenador, además de esto, buscamos información de otras fuentes y añadimos aquella que nos pareció más interesante. El segundo encuentro fue para preparar la sesión del juego dirigido, que íbamos a impartir cada pareja en los colegios elegidos. Entre las cuatro elaboramos la sesión con ayuda de material de clase y de la biblioteca. Además nos ayudamos también de la memoria realizada en primer curso en la asignatura de Desarrollo Psicomotor.
Por otra parte en esta reunión también decidimos los lugares a observar el juego libre por cada componente del grupo. Intentando que los cuatro lugares fuesen diferentes. En este momento decidimos una fecha para poner en común los resultados obtenidos, y elaborar por escrito las conclusiones.
Cada pareja por su cuenta, concertó la cita con el colegio elegido y puso en práctica la sesión.
Una vez puesta en práctica la sesión y con los datos más relevantes anotados, el grupo al completo nos volvimos a reunir para explicar y comparar las conclusiones obtenidas. Con esto, el último paso fue pasar a ordenador todo el material reunido como: puntos importantes del dossier, sesión del juego dirigido, ficha de observación del juego libre y conclusiones generales de juego libre y dirigido. Acabado el trabajo pegamos las fotos seleccionadas y por último el índice para pasar a imprimir.
EL JUEGO LIBRE Y EL JUEGO DIRIGIDO
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Enviado por: | Julia |
Idioma: | castellano |
País: | España |