Literatura
Juana Lucero; Augusto D'Halmar
Argumento de la obra
La obra del chileno Augusto D'Halmar, Gira en torno a Juana Lucero (también nombre de la obra) quién es hija de Alfredo Ortiz, diplomado aristócrata quién nunca la reconoció y Catalina Lucero, costurera quién prontamente morirá.
El calvario de Juana comienza una vez que esta es acogida por su tía, Misia Loreto, más por interés que por ayuda. Aquí pasa a convertirse en la empleada de la tía quién no la trata de lo mejor, la relación es fría y desconsiderada, la niña no posee a nadie quién la quiera en este mundo por lo que deberá sobrevivir por su esfuerzo. Como le era común, Misia Loreto salía de vacaciones constantemente, por lo que al estorbarle Juana, la manda a casa de una amiga, Misia Pepa. La estadía inicialmente era de tres meses, pero Juana será violentada por el dueño de casa, Don Absalón. La protagonista pierde así su virginidad, lo que la hace sentir inmensamente culpable y desgraciada. Esto la obliga a escapar con Arturo Velásquez, pretendiente conocido en casa de Tía Loreto, convirtiéndose en amantes por un tiempo.
El tiempo que alcanzó a estar con Arturo fue muy breve, no fue capaz de esconderle ni su vergüenza ni el embarazo que se veía venir, por lo que, la hermosa relación que podría haber tenido con él, termina drásticamente cuando decide contarle la verdad. La solución que encontró entonces Velásquez, que era factible y muy fructífera para él, fue dejarla en una Casa de costuras encubierta, que de noche funcionaba como Lenocinio.
La dueña del sitio este, era Doña Adalguisa, que junto a otras meretrices, se convertirían en las nuevas compañeras de Juana. La recepción no fue del todo mal, menos aún el de sus clientes, Juana era muy atractiva, por lo que no eran pocos quienes la solicitaban. Transcurría la vida de Juana sin ningún aliento ni mejor pasar, el peso de su aborto había obligado a morir no tan solo al bebé, sino a la propia Juana, adoptando un nuevo Nombre: Naná.
Se cumplían ya cinco años de la muerte de su madre Catalina, pero esta nunca la había dejado sola: constantemente la vigilaba desde cualquier espejo cercano a Juana, simplemente lamentaba el porvenir de su desvalida hija, que cada vez más, rechazaba los encuentros que ambas tenían en el espejo. Pasaba la joven por un trauma no tan solo físico, era más un resfriado del alma, le pesaba la vida y las culpas de antaño, la vida tan mortuoria e inmoral que llevaba, conlleva a Juana al precipicio; saca un revolver que tenía y dispara al reflejo de la madre que llevaba un muñeco: su hijo sacrificado, hiriendo de paso su mano.
Así es como termina el libro, Juana de orates, desvariada y confusa, suplicándoles a quienes observaban el espectáculo, que la dejaran dormir y no la despertaran del sueño que siempre había deseado tener por vida.
Características de la Protagonista:
Físicas: Juana Lucero destaca por sus refinados rasgos, era una muchacha delgada, de profundos ojos celestes y cabellera dorada y rizada.
Sicológicas Apodada como Purisimita por su madre, la niña es totalmente tranquila y normal, tierna e inocente en sus juegos incentivados por su madre. Lamentablemente Juana será obligada a crecer drásticamente producto de la situación a la que se ve enfrentada. Irá perdiendo la pureza que la caracterizaba para pasar a ser una niña fría, triste y solitaria, inmensamente frágil, quién poco a poco se irá desilusionando del amor y la vida.
Sociales: De prosapia baja, Juana es hija de una costurera madre soltera. La niña es totalmente pobre, marcada por la situación ineludible de la madre que se transformará en su estigma característico, viviendo de casa en casa, dependiendo de sus patrones para vivir y tolerando cualquier insulto. Su oficio primero era de empleada costurera terminando en meretriz.
Ubicación Histórica del Libro
El Libro se centra en la época de la guerra civil y del inicio del periodo parlamentario en Chile alrededor del año 1900. Este período se ve marcado por las disputas políticas y la desorganización de la República, aunado con los problemas económicos que comienzan a ver las salitreras en Chile (Que era el Principal producto de exportación del país). Además, el libro está centrado en el Barrio histórico de Yungay, en lo que es actualmente parte del centro de Santiago, caracterizado en esa época por ser cuna de importantes autoridades políticas y Militares de ese entonces, por lo que el barrio concentraba la gran parte de la vida social de la Ciudad, pero también concentraba una gran cantidad de moteles, casas de remolienda, cités y conventillos, agrupando en el barrio a la gente recién llegada a la cuidad por el fenómeno de migración campo-ciudad, provocando el Hacinamiento, los vicios y riñas que solía ocurrir en estos lugares.
Género Predominante en la Obra
El género que predomina en “Juana Lucero” es el género narrativo ya que dispone de todas sus características, tenemos por ejemplo, el hecho de que se relate una historia ajena a los sentimientos del autor. Otro punto a favor es que en todo texto narrativo se estudian los motivos que impulsan las acciones realizadas por los personajes en una ambiente, es lo que se conoce como el nivel de la historia. Los personajes de Juana Lucero cumplen diferentes funciones: pueden ser protagonistas si llevan a cabo las acciones del relato, objetos cuando la acción recae en ellos, antagonistas cuando entorpecen la buena marcha de las acciones. Los personajes se analizan por sus cualidades físicas y sicológicas.
El narrador puede estar dentro o fuera de la historia que cuenta, en el caso de “Juana Lucero” el narrador está fuera de la historia.
Por lo que concluimos que la obra De Augusto D'Halmar es eminentemente narrativa.
Narrador de la obra
La modalidad discursiva que su utiliza para contar esta historia tiene diferentes características entre las que se pueden nombrar:
El narrador habla en Tercera persona, es decir, narra algo de lo que no forma parte, ya que relata lo que le sucede a otros. Se identifica con verbos en tercera persona.
El narrador es Heterodegiético, no forma parte del relato, maneja una mayor objetividad y distancia, cuenta el acontecer desde fuera.
El narrador usa el estilo directo, porque introduce el diálogo de los personajes dejando que ellos mismos “hablen”, de manera que sus parlamentos aparecen reproducidos directamente de sus palabras.
Posee Focalización Cero; ya que es un narrador omnisciente, se sitúa fuera de los acontecimientos, con el objeto de tener una visión directa de ellos y no conocimiento acabado de ellos.
En el Siguiente ejemplo se mostrarán los pros que antes mencionamos, con el tipo de narrador y sus intervenciones:
“…Siguieron andando en silencio. El vial lado de afuera, y Juana, examinándolo en su traje y sus modos, persuadíase cuán distinto era de los demás mozos, desfachatados, con grandes bouquets en el ojal, hablando recio y siguiendo con insolencia a las mujeres.
-Ayer le escribí a tu mamá- le dijo Misia Loreto- le conté cómo había salido en los exámenes y le previne que en la otra semana nos tendrá por allá.
-¿Va también la señorita?- Y él la miraba con su expresión triste y profunda.
-¡No! ¡Qué disparate! La dejo en la casa de la Pepa, para que le ayude a coser la ropa de la Martita, que se casa en Abril… ¿Tú no la conoces?
-En su casa creo que la vi una vez. El hermano sigue curso conmigo.
Se advertía que aquella no le interesaba. Distraídamente vario de conversación.
-¿Y quién se queda cuidando la casa?
- La Socorro no mas pues'.
Características relevantes del espacio narrativo en el cuál se desarrolla el libro.
Escenario
Consta básicamente de 5 lugares diferentes.
La casa materna: donde Juana crece hasta los 16 años aproximadamente, es aquí donde la niña encierra una infancia irrepetible y tranquila que dará paso al turbulento y aciago destino que le depara la vida a Juana luego de que su madre muera.
La casa de tía Loreto: en donde es destinada a una habitación en el fondo de la morada en un cuarto inhóspito y silencioso. Acá Juana vivirá alrededor de un año como empleada de su tía sin más compaña que la de un árbol Castaño y la criada.
La casa de doña Pepa: Era habitual que la Señora Loreto saliera de vacaciones por lo que Juana vivirá menos de tres meses en esta nueva vivienda, que de tan pobladas paredes vivirá el tormento de la adolescente, Juana es violada por el dueño de la casa: Don Absalón.
Viviendo con Ricardo Velásquez: quién será mitigador de las cuitas de Juana por un breve tiempo, rapta a la joven y la lleva a una habitación prestada por el alcalde donde asumirán los role de amantes.
El Lenocinio falsamente encubierto como una casa de modas. Es la casa que le sigue a Juana una vez que Velásquez descubre toda la verdad, aquí es donde la protagonista finiquita su locura.
Ambiente
El carácter psicológico al cuál Juana esta sometida es totalmente estresante y patético. Destinada para una vida desgraciada, todo lo que ella trate de hacer para poder surgir del meollo la hará caer cada vez más pesado. Es repudiada y abandonada y reducida a lo meramente animal, no posee una familia, una vida digna ni menos intensivos, por lo que cada vez más irá acumulando esa tensión que la hará volverse loca y olvidar una etapa de su vida que la sociedad la obliga a abortar, su adolescencia de huérfana paria.
¿Como se dan en la obra?
El amor
Juana Lucero solo llega a conocer solo un amor, el de su madre. Los otros fugaces e inalcanzables candores, no son más que breves y falso amores que buscan el beneficio propio del más fuerte. De hecho, es más factible hablar de amor interesado que amor verdadero, todas las relaciones existentes en el libro son por pura conveniencia, ya sea económica, de prestigios sociales o satisfacción mundana. Tomemos como ejemplo tres parejas del libro. La madre de Juana, Catalina, y Don. Luego de que el adolescente padre de Juana saciara sus pasiones, desechará a Catalina, olvidándola a ella y a su propia hija. Don Absalón y Doña Pepa; quienes se habían casado solo por acuerdo familiar, llevaban años juntos soportándose el uno al otro, y pesar de que la esposa sabía muy bien que su compañero de cama la engañaba, seguía aceptándolo, e incluso ocultando sus infidelidades.
La Educación
Aunque el tema no esta muy bien tratado en el libro, deducimos que la educación de Juana era la básica: leer y escribir, nada más. Aunque no era nada raro para la época, la mujer era totalmente discriminada pudiendo acceder a estudiar solo los hombres, de hecho, una esposa mientras más dócil y callada que supiera cocinar, coser y lavar contribuía más a la sociedad patriarcal y machita del 1900.
Los prejuicios Sociales
Encarnado en personajes como Doña Loreto, denigran al personaje Principal a tal punto que desmoralizan y empobrecen su vida. Los personajes en Juana Lucero viven de prejuicios constantemente, el que dirán y esos códigos tácitos discriminatorios y raciales de la época serán los factores que no dejaran surgir a Juana y caer cada vez que de un paso. El prejuicio que más esta presente en la obra es la virginidad de Juana. Una vez que Juana la pierde, sufrirá el despecho e indiferencia del grupo humano que la rodee, será aislada, enjuiciada y exiliada del resto supuestamente perfecto.
La Influencia Social
Característico del naturalismo, es la acción negativa que la sociedad ejercerá sobre Juana. Muchos críticos pero ninguna persona que le tienda la mano. Es lamentable, porque es una situación tan cotidiana y cruel que nadie hace nada por nadie. Se busca el provecho individual, el gozo momentáneo. Por eso Juana Muere. No Naná que termina siendo el flagelo de su sociedad, sino la inocente Juana que nada hizo sino quedar sola. Todos de alguna manera se verán involucrados en su perdición, desde la sirvienta a sus compañeras de Lenocinio, ninguna gota de misericordia, no hay tiempos para sentimientos humanos en “Juana Lucero”, que se las arregle ella sola.
Los entornos Costumbristas o Supersticiosos de la obra
Aunque no tan deducibles a primera vista, Juana Lucero gira en torno a una serie de Costumbres. La obra se desarrolla en Tenemos por ejemplo que la madre de la protagonista era una asidua practicante de espiritismos, Catalina había introducido incluso a su hija y su Vecino en estas prácticas, que prontamente a la misma Juana le servirán para establecer relaciones con el más allá.
Conclusión: Creo que todas las integrantes de mi grupo no conocían un movimiento tan cruento y realista como el naturalismo. Uno como adolescente tiende a pensar que la vida toda es color de rosa y no cree en los hechos hasta cuando los conoce en carne propia. Puede que sea un movimiento duro y que relate los vicios de una sociedad pero no está mal de vez en cuando darse cuenta en el tipo de mundo en que vivimos, para despertar e intentar realizar algo por los que me rodean y dejar de lado ese egoísmo tan característico de nuestros tiempos.
Naná: - Juana, así era como la madre de la otra la había nombrado en el momento en que nació para sufrir no más en este mundo... Aunque la llamaba siempre “Purisimita”. Las cosas se pusieron mal cuando Catalina, su madre, la abandonó. Si fue como una cachetada en la mejilla, tan rápio que fue y el dolor me vino después, aunque ahora, ya es cosa del pasado, eso quedo bien olvidao cuando enterré a la Juana.
(Descubriendo el dibujo con vela) Si recuerdo cuando Misia Loreto la recibió en la casa, la viejita esta era su tía. El cuarto que tuve… me entretuve tanto en alhajarla todo el día, esa gran pieza blanqueada y baja de techo, donde todo quedaba nadando, y donde los ladrillos quebrajados se moldeaban a través del jergón. Si después pesqué mi espejo y los muebles pocos que tenía tratando de arreglarlo lo que más podía, pegando fotos y todo eso.
La otra ya se había acostumbrado a vivir con la Loreto, la vieja la mandaba de aquí pa'llá. Le hacía toito. Estaba tan sola. En realidad casi sola. A la otra le encantaba cuando los fines de semana llegaban los amigos de La dueña de casa. Sobre todo el ahijado. Soñaba con que algún día le declarara su amor, porque sabían como en una especie de conspiración, que él igual estaba enamorado de ella.
Lamentablemente era tiempo de que Loreto descansara un rato, así que decidió irse de vacaciones por tres meses, y dejarme en la casa de una amiga.
Llegó el día, Misia Pepa era mi nueva ama, lo bueno es que como yo sabía costuras porque mi madre vivía de eso, me tiraron a coser todo lo que encontraron. Yo no se como la otra aguantaba tanto, si apenas llegó, hasta el patrón hizo todo lo que quería con ella. Primero fueron los hijos, el Daniel que le tiraba los corridos, lo mismo con el Ricardo que le decía: “Cuando quiera no más mijita, yo la convierto en una reina”. Y el gordo de Don Absalón. Fue un día festivo, cuando todo el mundo salió de casa. La otra ya presentía que algo se veía venir, lo malo es que cuando ya estaba acostada, sintió los mismos pasos de días anteriores. Como algo que la venía acechando hace días, comenzó a apelotonare en una esquina del lecho, inmóvil y muda, sabía que era el viejo ese. Si estaba tan entusiasmado que de dos golpes botó el pestillo y la puerta. Quede descubierta. Yo no me descubría la cabeza, era tanto el terror de sentir esa masa de cuerpo encima de la mía.
Así fue todo, el se inclinó besándole la boca llena y acariciándola frenéticamente. Fue una lucha cobarde y breve, su gemido moribundo salía de lo más íntimo de su alma, luego todo se desvaneció.
¿Cuánto duro esa escena brutal? Tal vez una hora, hora en la que Juana permaneció totalmente muerta en la mano del criminal.
El tiempo pasó. La cosa es que todo el mundo en la casa se enteró. Hasta la esposa, Doña Pepa. “Déjenlo, esta bien que un hombre de vez en cuando calme sus necesidades”. No decía nada más. No decía nada más.
Acepto ella la única salida que tenía a mano entonces. Escapó con Arturo, por miedo a la vergüenza, por repudio con ella misma, para ver si alguna vez podría llegar a ser feliz. La vida en esos instantes era tan deliciosa. Pero Arturo debía conocer la verdad. Así que la otra decidió contarle la verdad, y ese fue el quiebre. Nuevamente sería desechada, y nada mejor que en un Lenocinio. Donde pronto morirá ella.
Juana:
(Descubriendo la última escena, el prostíbulo)
-Naná. Ese fue el nombre que terminaré usando para ocultar mis desgracias y renunciar a la Inocencia que alguna vez Tuve. Uno entenderá que en este tipo de trabajo se conoce a mucha gente, pero todo superficial. Vivía más rodeada que nunca de gente, pero nadie me comprendía. De día solo descansábamos la doce que moraban en la casa, pero la noche… era otra cosa. Bailes, hombres, trago, cama… y muy pronto… las consecuencias que uno como mujer debe afrontar sola. Un bebé. Me ilusionaba la idea de poder tenerlo algún día, pero aún así, termine eliminándolo. Ella lo mató. Así nació Naná, tan fría e histérica. Ya no reconocía ni a Catalina ni a Juana.
Al final Naná termina desquiciándose por el peso de las culpas que la atormentaban. Cuando a Juana, o mejor dicho cuando ya me había dado de muerta, no soportaba los ojos de Catalina y la muñeca que sostenía en sus brazos. Creía que estaba ahí para juzgarle, le molestaba esa presencia, más aún la del muñeco, su hijo.
No, no daba para más.
Agarró la pistola que le sacó en alguna ocasión a unos de sus aristócratas clientes, y… quebró el espejo desde donde miraba su madre.
(Representación final de cuando Naná dispara al espejo)
-No por favor, no me despierten, no nunca más, así… así soy feliz, shhhhhh, no me despierten, así soy feliz.
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Enviado por: | Danims |
Idioma: | castellano |
País: | Chile |