Relaciones Laborales y Recursos Humanos
Jóvenes, centro de atención de programas de capacitación laboral, avances y retrocesos en Bolivia
Los/as jóvenes, centro de atención de los programas de capacitación laboral, avances y retrocesos en Bolivia
Introducción.
Las Naciones Unidas han declarado al periodo agosto 2010 a agosto 2011 como “el año Internacional de la Juventud”, como un espacio para atender de manera específica las demandas, necesidades y la generación de oportunidades para este sector importante de la población. El lema propuesto es el “diálogo y comprensión mutua” que en su formulación se muestra muy interesante y que podría dar pie a una serie de acciones concretas, siempre y cuando se logre identificar las necesidades y oportunidades, se llegue a socializar el tema y consensuar con los actores las mismas, para poder realizar los cometidos propuestos.
En nuestro país de manera preocupante se puede concluir que a poco de finalizar el mes de agosto de 2011, la declaración del Año Internacional ha pasado desapercibido, siendo más duro, diría que muchas instituciones relacionadas a jóvenes ni se enteraron del tema, es decir no sabían que se estaba viviendo el año internacional de la juventud. Este hecho debería preocuparnos y llevarnos a analizar cuál es el rol e importancia que nuestra sociedad da a los/as jóvenes, cuales son las acciones que realiza en beneficio de los mismos, y los espacios que genera para que ellos puedan expresar su ideas, necesidades y preocupaciones, así como el papel que juegan dentro de nuestro ámbito. Así mismo debemos hacer notar que a toda la situación anterior tenemos como añadidura, que a la fecha se tiene la quinta versión del anteproyecto de Ley de Juventudes, pero que en su formulación solo se encuentran enunciativos poco claros y sin acciones concretas que beneficien a los/as jóvenes en diferentes ámbitos.
La declaración del año internacional del periodo indicado, comparativamente muestra distancias y diferencias con lo acontecido en la década de los 80´s. Recuérdese que en los 80 salíamos de un periodo muy importante de golpes militares y cambios repentinos que derivaron en la recuperación de una democracia no planificada. Los/as jóvenes venían de un periodo de los movimientos juveniles y de una participación activa en la recuperación de la democracia, lucha por la paz y por una recuperación de los derechos humanos (Rodriguez, 2010), al respecto indica “…se percibió como una gran oportunidad la celebración del Año Internacional de la Juventud”. En resumen podríamos indicar que los/as jóvenes a partir del papel protagónico tenían ideales, los cuales generaban fuerzas internas para cambiar su medio social, la conducción del modelo educativo aplicado entonces y la apertura del mercado laboral para ellos, convirtiéndose en el pilar importante de las reformas sociales, educativas, económicas y políticas.
El 2011 nos encuentra en una dinámica totalmente diferente, donde la democracia se ha profundizado y las luchas y fuerzas son dadas de otro modo. La construcción de identidad de los/as jóvenes resultan algo confuso y diverso, sobre todo porque lo joven está sujeto a diferentes influencias; podría decirse que el desarrollo de sus actividades y su pertenencia social es una búsqueda permanente de la construcción de su identidad, resultando en muchos casos en un estado de analgesia en la juventud actual, que de ser protagonista paso al conformismo.
Podríamos concluir indicando que la participación juvenil tiene características especiales que en el pasado, las identidades colectivas se construían en torno a aspectos ideológico-políticos, ahora se construyen en torno a espacios de acción relacionados con la vida cotidiana. En medio de ello la otorgación y la creciente importancia a la formación de recursos humanos aptos para procesar los cambios que se quieren promover. De lo que se trata, es contar con trabajadores altamente calificados, con empresarios modernos y dinámicos, con ciudadanos responsables y activos, y con estrategias pertinentes para la mejor utilización de este “capital humano” en la búsqueda del crecimiento económico, la equidad social y la afirmación democrática, implementando nuevas estrategias de desarrollo.
Todo lo anterior tiene que ver con el accionar de los diferentes actores involucrados (empresarios, jóvenes, familias y otros) que también tuvo grandes modificaciones, estos aspectos serán los que se desarrollaran en este documento.
La capacitación laboral para jóvenes en Bolivia
En este capítulo se pretende analizar los procesos que ha vivido en los últimos 10 años la capacitación laboral en Bolivia, partiendo de la intervención del Programa de Capacitación Laboral (PROCAL) y que hoy se puede apreciar en varias intervenciones, entre ellas la más visible el programa Empleo Digno que lleva adelante el Ministerio de Trabajo.
El documento considera dos grandes temas centrales; En el primero se abordan los antecedentes generales de la evolución de los programas de capacitación laboral y el segundo los retos de aquí para adelante a partir de las debilidades y fortalezas de las intervenciones.
Los orígenes y bases
Chile joven, un modelo exitoso.
A finales de la década de los 80´s Chile vivía un periodo de difícil situación económica riesgo social o desempleo estructural en el que se encontraban los/as jóvenes, entonces se formulo el programa Chile Joven. El propósito era que los/as jóvenes participantes generen una actitud positiva hacia el trabajo a manera de alcanzar efectivamente una inserción laboral.
De igual manera sucedía en América Latina, donde las intervenciones estaban focalizadas en políticas y programas de superación de la pobreza, debido a la crisis económica y social, dando como resultado directo el agravamiento de las condiciones sociales de gran parte de la población de la región. La focalización fue parte de los esfuerzos por alcanzar mayor eficiencia y equidad en las políticas sociales. En ese marco los proyectos de capacitación laboral tenían “el énfasis del modelo orientado al mercado y a la demanda de las empresas” en las que las entidades o instituciones de capacitación se denominarían como las cajas negras.
Se formulo entonces un modelo de intervención cuyo propósito fue capacitar a jóvenes en situación de riesgo social o desempleo estructural. El esquema era simple: tres etapas complementarias que incluye la capacitación en aula, práctica laboral monitoreada y apoyo para la inserción laboral.
La experiencia de Chile Joven y otras que estaban en sus primeras acciones en Latinoamérica, fueron las que sirvieron para plantear un programa de intervención en Bolivia. No debemos olvidar que muchas de las experiencias y políticas sociales en nuestro país son tomadas de lo que propone Chile.
Para el caso, se creo el Programa de Capacitación Laboral (PROCAL) que rescato la experiencia de consultores chilenos y uruguayos.
La coyuntura para el diseño de un programa de capacitación laboral.
Son varios los elementos que se podrían describir, algunas de ellas serian:
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En los años 90s, seguíamos despertando o adecuándonos a un sistema de desregulación del mercado que en general incluyó la desregulación del mercado laboral en particular sustituyéndose el modelo Taylorista: el trabajo en sucesivas transformaciones, se flexibilizó y desapareció el paradigma del pleno empleo. En ese marco la segmentación del mercado laboral se volvió más discriminativo y marcado en el trabajo juvenil, por un nivel de exigencia en relación a destrezas, las aptitudes, perfil actitudinal y comportamental que muchos jóvenes no lo tenían.
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Todavía subsistía la nostalgia del Estado benefactor, y por tanto el gobierno y los tomadores a la hora de plantear políticas sociales sus decisiones estaban entre dos corrientes teóricas: las que tratan de atenuar los efectos negativos del mercado, sin interferir con este y las de tipo desarrollista que propenden a la inclusión de los excluidos como necesidad básica para la modernización. Se planteaban nuevos paradigmas en las políticas sociales: la "universalización de los derechos" mediante la educación universal y la "igualdad de oportunidades" con acciones puntuales dirigidas a los grupos vulnerables, buscando su inserción laboral. (Jacinto, 1999).
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En el nuevo paradigma de las políticas sociales, los/as jóvenes adquirieron un valor trascendente y un rol preponderante, al constituir el recurso estratégico del desarrollo integral de la sociedad (Gallart y Jacinto, 1997), siendo la educación, la formación y la capacitación las llaves para la construcción individual y social. (Arocena, 1996).
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Se veía a la capacitación laboral como una política compensatoria, y se planteaba intervenciones masivas y que mas que mejorar la calidad del empleo se priorizaba el empleo corto, Ej. Los proyectos del Fondo de Inversión Social (FIS) que generaban empleo masivo pero en plazos cortos y en condiciones críticas. A nivel regional el BID propiciaba la implementación de experiencias de capacitación laboral para jóvenes en situación de desempleo estructural o de alto riesgo social.
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Los países de la región comienzan a vivir una creciente desigualdad social reflejada en la concentración de la riqueza, la consolidación de la pobreza y el mantenimiento de altas tasas de desempleo con una precarización del mercado laboral.
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La priorización de la productividad, en el nuevo paradigma del trabajo, junto a la expansión del empleo, pero en un nuevo contexto basado en la flexibilidad y adaptación a un empleo por ejemplo en la microempresa de acuerdos solo bajo palabra.
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Finalmente se planteaban aspectos que los proyectos deberían necesariamente considerar, tales como: a) búsqueda de la relación entre eficiencia económica, equidad y ciudadanía y b) incorporar temas relacionados a género, salud sexual y reproductiva y otros.
La esencia de PROCAL.
A diferencia de lo que ocurría en otros países, donde los ejecutores eran instancias gubernamentales, el ejecutor resulto ser el empresariado boliviano, a través de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), que tuvo que constituir una unidad de coordinación del programa (UCP) acompañado de un directorio conformado por la entidad financiadora, Ministerios y otros. Se puede decir que el éxito que alcanzo la intervención tiene que ver con la flexibilidad y la posibilidad de incorporar temas nuevos en su desarrollo, a diferencia de lo que ocurre por lo general en programas que son administrados por instancias gubernamentales.
En el caso de los/as jóvenes, la esencia del Programa fue generar para los jóvenes de escasos recursos mayores oportunidades de inserción económica y social, proporcionándoles capacitación en un oficio a nivel de semicalificación, formación personal y experiencia laboral. El eje central de la acción, estaba dirigido a la búsqueda de mecanismos que permitan lograr un crecimiento económico sostenible con la equidad necesaria para los sectores de más escasos recursos. El cumplimiento de este compromiso se manifiesta en la implementación de las medidas apropiadas, que ayudaron a la población objetivo a lograr una mejor preparación para el mundo del trabajo. Estas acciones proponían un estímulo al desarrollo de la iniciativa personal, al fortalecimiento de su entorno social y el mejoramiento de la calidad de vida y entorno familiar, como una fórmula necesaria para romper el círculo de la pobreza.
La apuesta basaba su accionar en un encuentro de la oferta (las entidades capacitadoras) y la demanda (empresas provenientes de la Micro, pequeña, mediana y grandes empresas, considerando como criterio el número de empleados que tenían), estimulada con la participación del programa con recursos y apoyo necesario para que los actores involucrados puedan aprovechar las oportunidades que se tenían. Recordamos muy bien lo que decía la coordinadora de la UCP: “el proyecto es una especie de agencia matrimonial donde la oferta y demanda se casan y la dote es dada por el PROCAL”.
La población objetivo del programa no era homogénea, con jóvenes de grados distintos de socialización, provenientes de hogares de estructura socioeconómicas de características similares, pero con trayectorias de vida diferentes, motivaciones y expectativas distintas; obstáculos variados que limitaban su ingreso al mercado del trabajo y, por último, con un nivel distinto de escolaridad, fue necesario incorporar algunos contenidos, como por ejemplo el denominado en ese momento “competencias básicas”, para que se encargue de tratar de reforzar o mejorar los conocimientos de lenguaje y matemática, aun a la fecha queda la duda si el termino fue el correcto, sin embargo había que dar un nombre al contenido.
Objetivos y la población objetivo
El Programa de capacitación laboral tenía como objetivo principal, “realizar acciones de capacitación tendientes a generar oportunidades de inserción social y laboral a jóvenes de escasos recursos económicos, que se encuentren fuera del sistema educacional formal, desempleados, subempleados, inactivos o con empleos precarios y que manifiesten el deseo de incorporarse a cursos de capacitación laboral”,
El diseño del Programa se desarrolló en un proceso riguroso, poniéndose énfasis en los diagnósticos referidos al mercado del trabajo, situación y condición de la población objetivo y la necesidad de asegurar que los compromisos se cumplan, ej. Verificar que los compromisos asumidos por las instituciones de capacitación (ICAPs) se cumplan para lo cual, se incorporó el concepto “verificación ocular” que exigía que se tenga los materiales, contratos y otros para los cursos de capacitación
Los actores involucrados
Los actores involucrados presentaban las siguientes características
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Los empresarios, especialmente las MiPYMEs tenían como referente las acciones de programas similares en Latinoamérica, donde se incentivaba la apertura de espacios para jóvenes a cambio de compensaciones en impuestos y otros beneficios y también en la mirada distorsionada acerca de los/as jóvenes a quienes se los veía como una carga o grupo de personas irresponsables, otros más críticos planteaban que serian solo una carga y con poco aporte a sus procesos productivos.
A la luz de esas miradas era muy difícil encontrar espacios para los/as jóvenes para que puedan tener oportunidades; para reducir el mismo se planteó pagar por lo menos total o parcialmente un “bono de práctica laboral” a los/as jóvenes durante su permanencia en la práctica laboral.
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Las instituciones de capacitación (ICAPs) quienes tenían poca experiencia en intervenciones de naturaleza corta, la misma se podía apreciar en: una débil relación con la demanda, debilidad en la formulación de propuestas con contenidos relacionados a desarrollo personal y social de los/as jóvenes, y un desconocimiento para desarrollar contenidos relacionados a género y otros.
Sin embargo, esta situación no era un tema exclusivo en Bolivia, sino una constante en muchos países con proyectos similares. A todo ello algunos investigadores señalaban a este aspecto como una “crisis de oferentes”, que lo vinculaban a la carencia de capacitadores formados a nivel institucional en cantidad y calidad suficientes para hacerse cargo de la ejecución.
La explicación la denominaban como:
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La escasa profesionalización del manejo gerencial con una administración y gestión confusas, sin indicadores, duplicada, que no generaba experiencias ni acumulaciones.
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Las dificultades concretas en el manejo de los trámites burocráticos formales, incluidas las licitaciones y la explicitación de los contratos referentes a la ejecución entre oferentes y empresas.
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La precariedad de las articulaciones interinstitucionales y específicamente entre los capacitadores que les permitirían compartir el uso de recursos humanos y materiales.
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La obsolescencia de los programas técnicos pedagógicos y la ausencia de asesores técnicos en capacitación llevando a la precariedad de cursos hechos “a medida”.
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La formación técnica y pedagógica insuficiente, sin materiales pedagógicos adecuados.
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La ausencia de monitoreo, seguimiento y evaluación que permita la retroalimentación y evite la rutina de la experiencia.
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Los obstáculos en la detección de los nichos ocupacionales con la consiguiente escasa pertinencia de los cursos, según la demanda.
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La complejidad del concepto “compensación educativa” y su adaptación en el contenido de los cursos.
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Las escasas propuestas en gestión y administración de alternativas a las pasantías: en épocas de decremento económico las empresas no priorizan las pasantías por la preocupación de su sobrevivencia y por la presión de sus trabajadores.
Sin embargo, en ese momento se dio el inicio de una larga experiencia de programas de capacitación laboral en Bolivia.
La capacitación laboral hoy
¿Por qué se inició por la historia o los antecedentes? Como un fundamento de respuesta es importante rescatar los planteamientos de Félix Mitnik (2003) que al respecto indica “…hacer historia posibilita comprender con mayor profundidad el presente, es decir, reconocer una trama en la cual fenómenos coyunturales se entrelazan con procesos de largo tiempo de sedimentación”.
La expansión y complejidad del proceso de capacitación laboral no debe perder de vista que se trata de un fenómeno construido a lo largo del tiempo y al compás de profundas transformaciones económico-sociales, surge como consecuencia de demandas del mundo del trabajo y se convierte en un campo relativamente independiente, con una lógica propia, intereses particulares, actores relevantes con poder de decisión, contacto con el campo educativo - formativo y un marco dado por las regulaciones sociales y económicas del contexto en que se desarrolla.
Después de más de 10 años de ejecución de experiencias de capacitación laboral en Bolivia, nos encontramos con un panorama totalmente diferente, las oportunidades son mayores y entrelazadas a empleo permanente o en situación de emprendimiento:
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Por la cobertura nacional, los programas de mi primer empleo digno del Ministerio de Trabajo y
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FAUTAPO con el programa de capacitación laboral para jóvenes bachilleres.
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Por efectividad e innovación aparecen los programas ejecutados por el Centro de Promoción de la Mujer, Ser Familia, Aldeas Infantiles y otros.
La constante en dichos programas es que tienen relación a la primera experiencia desarrollada y planteada por el PROCAL, algunos tienen relación con los procedimientos, desarrollo de contenidos y lógica de relación con el mercado
Las políticas de juventudes
En el análisis de las políticas en relación a la juventud, orientaciones y sus avances muestran que las mismas dependen del modo en que se definen los temas de la agenda gubernamental. Las definiciones no se limitan a describir un problema sino que al hacerlo también define la estrategia y la manera en que debe ser abordado el mismo. En este sentido, analizar los diagnósticos implícitos o explícitos en las políticas sociales resulta una tarea obligada si se quiere evaluar los resultados y la eficacia de las mismas (Aguilar, 2008).
Las políticas públicas en relación a la juventud en Latinoamérica, igual que en Bolivia, se plantean en un contexto donde las transformaciones que operan sobre la estructura productiva y social, los tradicionales mecanismos de inclusión de la población joven, parecen haber sufrido importantes modificaciones. Pero si bien es cierto que las mayores dificultades que enfrentan los/as jóvenes para ingresar al mercado de trabajo y a la vida adulta se hacen presentes en distintos niveles de la estructura social, es en los sectores socioeconómicos más vulnerables donde el problema adquiere mayor alcance cualitativo: ser joven en un espacio de pobreza parece constituir no sólo un factor de riesgo educativo y ocupacional, sino también de discriminación y desafiliación socio-institucional.
Lo cierto es que en Latinoamérica, se puede ver la voluntad política correspondiente de parte de los gobiernos. Al respecto Rodríguez (2010) plantea que dicha inversión se ha concretado —sobre todo— desde la lógica sectorial con la que están organizadas las políticas públicas (educación, empleo, salud, etc.), sumado a ello, se ha podido comprobar que los impactos efectivos en las generaciones jóvenes han sido muy acotados: mientras que en algunas esferas (educación y salud en particular) se han logrado algunos avances (al menos en términos de cobertura de servicios) en otras esferas (inserción laboral, prevención de la violencia y participación ciudadana, en particular), la situación prácticamente no ha cambiado o incluso se ha retrocedido respecto al pasado.
La evidencia existente de los esfuerzos destinados a impulsar enfoques integrados en el campo de las políticas de juventud no han avanzado, notándose incluso en los últimos años, signos evidentes de estancamiento y hasta ciertos retrocesos al respecto. Todo parece indicar que más allá de la acotada disponibilidad de recursos (siempre limitados, casi por definición), la principal explicación de los escasos resultados obtenidos está centrada en la escasa pertinencia de los enfoques estratégicos con los que se ha trabajado hasta el momento, centrados en la construcción de espacios específicos para la juventud (casas de la juventud, clubes juveniles, parlamento joven, tarjeta joven, etc.) que han reforzado —incluso— el aislamiento social de las y los jóvenes, en lugar de promover su integración plena (objetivo declarado en todos los programas y proyectos impulsados bajo esta lógica particular).
Los cambios y avances tienen especial visibilidad en los últimos tiempos, especialmente desde la elaboración y aprobación de la actual Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia; para el caso se llevaron adelante encuentros departamentales organizados por la Unidad de Coordinación para la Asamblea Constituyente (UCAC), la Unidad de Apoyo a la Gestión Social (UAGS), el Viceministerio de la Juventud, Niñez y Tercera Edad (VIJUNTE). En los Encuentros departamentales con la participación de representantes de organizaciones juveniles del área rural y urbana, surgieron dos preocupaciones: la falta de posibilidades laborales y los insuficientes espacios para participar de manera directa en la política boliviana, estas dos grandes preocupaciones se combinan con una serie de problemas en el ámbito de la salud, la educación y otros espacios.
En relación a los documentos constitucionales de nuestro país se puede establecer un avance muy importante ya que la nueva constitución promulgada por el Sr. Evo Morales, establece de manera directa el reconocimiento al rol y las garantías que da el Estado a la juventud, la nueva constitución en la temática joven.
ANTERIORES CONSTITUCIONES | NUEVA CONSTITUCIÓN VIGENTE |
No existe de manera específica el concepto o la referencia a juventud. ARTICULO 7º.- Derechos Fundamentales establece de manera genérica el derecho que tenemos todos los ciudadanos a) A la vida, la salud, la seguridad e integridad física y moral y el libre desarrollo de la personalidad. (*Inciso modificado por Ley Nº 2410 del 8 de agosto, 2002.) d) Al trabajo y a dedicarse al comercio, la industria y a la profesión, oficio o actividad económica lícita de su elección, en condiciones que no perjudiquen el bienestar colectivo. (*Inciso modificado por Ley Nº 2410 del 8 de agosto, 2002.) | Establece claramente la atención a la juventud y en especial a la participación en la sociedad. Esto se puede determinar Artículo 59 El Estado y la sociedad garantizarán la protección, promoción y activa participación de las jóvenes y los jóvenes en el desarrollo productivo, político, social, económico y cultural, sin discriminación |
Fuente: elaboración propia en base a lecturas de documentos en relación al tema.
A nivel de Ley de juventud, nuestro país se encuentra todavía discutiendo aspectos que tienen que ver con este sector en cuyo capitulo IV (régimen socioeconómico) establece en los artículos 22 y 23 la importancia de generar condiciones para el empleo juvenil y la otorgación de créditos para los/as jóvenes emprendedores/as .
Asimismo, las gobernaciones ya vienen incorporando en sus cartas orgánicas temas concretos en relación a la juventud, tal como ocurre con la Gobernación de Tarija. La Ley de Juventud en Tarija instruye a las autoridades a elaborar y ejecutar proyectos en beneficio de la juventud en el departamento; adicionalmente declara al 2011 como año departamental de la juventud, con el fin de poder consensuar con los/as jóvenes diferentes proyectos que vayan en beneficio de este sector de la población.
En Santa Cruz en el artículo 3 (Finalidad), establece que la finalidad de la Ley es “… garantizar el desarrollo integral de las y los jóvenes, el ejercicio de sus derechos y deberes y promover su participación plena en la vida social, política, económica y cultural, coadyuvando al progreso del Departamento Autónomo de Santa Cruz” y artículo 12 (políticas Departamentales de Promoción del Empleo), establece las políticas departamentales de promoción del empleo fomentarán las oportunidades de trabajo en distintas modalidades para reducir el desempleo, el sub-empleo y generar nuevas alternativas para el ingreso de la juventud al mercado laboral que permitan mejorar las condiciones de vida de las y los jóvenes. Para el caso establece como política el diagnostico de las necesidades laborales en el Departamento y promover la capacitación técnica o profesional de las y los jóvenes en las áreas identificadas, crear una Bolsa de Empleo Departamental a través de una página web y en otros medios de comunicación que permita a la juventud acceder a información actualizada relacionada con la oferta de empleo generada por el mercado laboral departamental y nacional y priorizar el empleo joven, promoviendo convenios departamentales, nacionales e internacionales, para el ingreso laboral temprano y la generación de espacios productivos y/o laborales.
La esencia de los programas.
La esencia principal de los programas de capacitación laboral dirigido a los/as jóvenes es la necesidad de crear espacios y condiciones para que tanto el/la joven como las empresas encuentren el punto (el click) que permita un beneficio y atención a sus necesidades, perspectivas y futuro.
El desafío es reducir las tasas de desempleo juvenil, pero con el desarrollo de capacidades que recuperen los saberes previos, las perspectivas planteadas en sus planes/proyectos de vida y que les de las condiciones adecuadas de un desarrollo integral como personas y actores aportantes al desarrollo socioeconómico local y nacional, obviamente todo ello debe incidir en la generación de condiciones a lo planteado por la OIT “empleo decente” y siendo más optimistas con lo que plantea el actual gobierno el “empleo digno” basado en el suma Q`amaña.
La lucha debe estar enmarcada en la aceptación y pisar tierra aceptando que las condiciones estructurales de la economía nacional muestran: bajo crecimiento, desarticulación entre los sectores generadores de riqueza y los sectores generadores de ingreso, la concentración en el empleo no asalariado y sin protección social, y la intensificación de la migración nacional y transnacional. Por esto, el alcance y sostenibilidad de las políticas laborales dependen de la estrecha coordinación con las políticas económicas y con el conjunto de las políticas públicas (Sánchez, Farah, Wanderley, 2007).
Los actores involucrados directamente
Los empresario:Comparativamente a lo descrito en un capitulo anterior, se muestran hoy mas abiertos y con la predisposición para poder dar oportunidades a los y las jóvenes que son formados en los centros de capacitación existentes. En muchos casos resulta interesante comprobar que en algunas épocas hay mas demanda que oferta, especialmente en el sector de la confección.
Sin embargo, también se debe tener el cuidado para no caer en el extremo de que los empresarios reciban recursos humanos con alta movilidad con la idea de bajar costos de producción y que solo al final permita a los/as jóvenes consolidar su aprendizaje, pero manteniendo una débil posibilidad de inserción laboral. Se puede observar por ejemplo en la tasa de inserción laboral efectiva después de la práctica laboral, que en algunos programas alcanza al 52%, es decir que de cada 10 practicantes solo 5 ó 6 son contratados, obviamente en este detalle se debe considerar también, la decisión e interés demostrado por los y las jóvenes.
También llama la atención la mayor apertura que han tenido la micro y la mediana empresa para aceptar practicantes y contratar jóvenes, siendo menor en el caso de las medianas y grandes empresas.
Queda pendiente la importancia de fijar las condiciones de contratación y modalidades de pago, ya que se ha podido apreciar especialmente en las microempresas que no existe un contrato formal y se mantiene el acuerdo de palabra, siendo la base para los acuerdos concretados, pero no así para la protección laboral del empleado.
Las instituciones de capacitación: Este tipo de actor muestra un cambio muy sustancial ya que las condiciones del mercado los han obligado a adaptarse a las nuevas características de requerimientos técnicos y de participación en convocatorias para optar a recursos. Los cambios se pueden apreciar en:
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Establecimiento de estrategias para responder técnicamente a los requerimientos de las entidades financiadoras, entre ellas a elaborar propuestas que contemplen contenidos, metodologías y otros.
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Establecimiento de un banco de profesionales para solicitar sus servicios de acuerdo a la propuesta a ejecutar. Sin embargo, este punto se convirtió en un punto débil ya que las dinámicas de las convocatorias y proyectos aprobados no permitieron mantener a sus recursos humanos calificados, debido a que estos últimos muchas de las veces no están disponibles para ser parte de los equipos técnicos.
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Generación de estrategias para mejorar la infraestructura y adecuarse a las exigencias de las entidades convocantes. Este aspecto también mostró una debilidad similar al anterior caso.
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Desarrollo de capacidades para relacionarse con el sector empresarial, buscar alternativas formativas, trabajar en red con otras entidades y capacidad de negociación con diferentes actores.
En suma, podríamos indicar que tanto la oferta como la demanda han logrado acercarse y lograr acuerdos para generar espacios de práctica laboral e inserción laboral para jóvenes que siguieron un proceso de capacitación.
Al mismo tiempo en los últimos años han surgido una serie de programas que impulsan el emprendimiento o el autoempleo, que significa en otras palabras impulsar y motivar a los/as jóvenes a buscar nuevas alternativas para generar ingresos y que a la vez les permita desarrollarse de manera integral.
Los resultados, avances y retrocesos.
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La focalización de los programas de capacitación laboral: ha estado dirigido en su mayoría a jóvenes denominados la nata del problema, algunos prefieren trabajar con jóvenes bachilleres y otros con estudios secundarios, en contrapartida son pocos los que trabajan realmente con los/as jóvenes en situación de vulnerabilidad. Podríamos indicar que detrás del concepto genérico de “joven” se ha dejado de lado a los sectores juveniles con mayor vulnerabilidad y que son quienes realmente necesitan intervenciones.
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Calidad de la formación: pese a los buenos propósitos y avances la calidad de los mismos es insuficiente. Esto se refuerza con la afirmación de Saavedra y Chacaltana (2001), “… el desafío se profundiza, ante la gran heterogeneidad y dispersión de calidades en la formación, que lleva a que muchas inversiones en capacitación no sean rentables, sin que se garanticen estándares mínimos de calidad.
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Un proceso sin fin: el crecimiento de la oferta ha estado influenciada por el incremento de la cohorte de jóvenes, que egresan o abandonan el sistema educativo primario y secundario, que no pueden costearse niveles superiores o educación técnica de largo plazo, por tanto, demandan servicios de formación para el trabajo. Para el caso debemos mencionar por ejemplo que en el Municipio de La Paz casi el 40% de adolescentes no se encuentran registrados en el nivel secundario y esta tendencia fue creciente en los últimos años
Los retos.
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Plantearía romper el molde, recuperando los aprendizajes y lecciones aprendidas de los programas implementados desde la sociedad civil, entidades gubernamentales y otros, que permitan efectivizar lo establecido en la nueva constitución política del Estado “protección, promoción y activa participación de las jóvenes y los jóvenes en el desarrollo productivo, político, social, económico y cultural, sin discriminación”. Romper el molde significa vencer el modelo clásico (capacitación en aula, practica laboral e inserción laboral) como un proceso cerrado y que en muchos casos no permite dar respuesta a las necesidades de algunos sectores de la juventud que necesitan atención inmediata para incorporarse rápidamente al mercado laboral. Existen experiencias que han mostrado, que mediante una relación efectiva se puede lograr inserción laboral en mejores condiciones mediante una buena relación con las empresas o en su defecto impulsar a los/as jóvenes hacia el emprendimiento no solamente con la capacitación sino con un apoyo efectivo en la implementación de sus unidades económicas (asistencia técnica in situ, otorgación de créditos y otros) para hacer sostenible el emprendimiento.
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Ir más allá de la capacitación haciendo una correlación entre lo cuantitativo y lo cualitativo, para muchos resulta más fácil quedarse con datos que muestran altas tasas de inserción laboral apenas concluye la capacitación. Muchos programas muestran inserción laboral por encima del 70- 80%, que alcanza para cubrir los compromisos con los financiadores.
Donde se puede apreciar la verdadera efectividad de los programas es post inserción laboral, ya que en ese espacio es donde los empresarios asumen actitudes poco adecuadas o en su defecto donde los/as jóvenes tienen mayores crisis a nivel personal, lo cual conlleva a que muchos de los jóvenes “insertados exitosamente en al ámbito laboral” sean despedidos o abandonen el espacio de trabajo, dando como consecuencia un incremento en el desempleo de personal capacitado. Los datos muestran un impacto débil con una baja ostensible en la inserción laboral.
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Implementar programas que atiendan a los sectores más vulnerables, ya que ahí es donde se precisa mayor intervención, especialmente con mujeres jefas de hogar, jóvenes con discapacidad, adolescentes en situación de calle, jóvenes rurales, jóvenes de reciente migración, jóvenes con problemáticas relacionadas a violencia, trata de personas y otros.
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Realizar un análisis de las fortalezas y debilidades de los procesos implementados de manera crítica cuyas formulaciones deben dar respuesta adecuada a los problemas de la población objetivo.
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Otro elemento importante es la cobertura de los programas que deben ser acordes con la generación de puestos de trabajo y el crecimiento económico del país, de lo contrario se crean aspiraciones desmedidas, se introducen distorsiones dañinas al mercado laboral y podría generar, a la larga, un conflicto social, particularmente en aquellos jóvenes que han asumido el compromiso de superar su condición, con la esperanza que la capacitación sea el medio adecuado para superar su situación de desintegración social.
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Al diseñar los programas preguntarse siempre ¿qué capacidades se espera que desarrollen las personas?, ¿cómo se identificará en qué medida esto ocurre?, ¿qué cambios se esperan en la organización?, ¿cómo se podrían detectar? La respuesta a estas preguntas constituye la base para direccionar los temas generadores y formular objetivos aplicables que integren aprendizaje y trabajo, siendo acorde con los cambios generados a través del tiempo.
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Redefinir los términos "resultados" e "impacto", ya que suelen confundirse y pueden llevar a efectos perversos que afecten especialmente a los/as jóvenes.
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Finalmente, es importante que todos nos adhiriésemos a lo que plantean algunos autores “…en este contexto, en el terreno de las políticas de juventud, ya no tiene sentido diseñar respuestas "conservadoras" (porque lo que ahora se persigue es el cambio) y "funcionales" (porque ahora lo que se quiere es transformar las reglas de juego vigentes), por lo que no tiene sentido diseñar políticas que se propongan incorporar a las nuevas generaciones en un proceso de "reproducción" de la sociedad vigente, de lo que se trata ahora, es de diseñar políticas que permitan incorporar a las nuevas generaciones al proceso de cambios que se está tratando de promover, por lo cual, se deben diseñar programas que tiendan a preparar de la mejor manera posible a los/as jóvenes para que sean protagonistas de dichos cambios, desde ya y en el futuro.
Finalmente el secreto está en que todos los actores involucrados deben generar un proceso de puertas abiertas, donde se pueda socializar y visibilizar los resultados o publicaciones que se tengan respecto a sus intervenciones. Parece un reto fácil de alcanzar, pero depende mucho de las personas y los objetivos institucionales, para no considerar un “secreto de estado” sus experiencias y lecciones aprendidas, sino mas bien compartir y apuntar a un bien común….REDUCIR LAS CONDICIONES DE EXCLUSIÓN Y VULNERABILIDAD DE LOS JÓVENES CON MEJORES OPORTUNIDADES PARA EL DESARROLLO DE SUS PLANES DE VIDA LABORAL Y PERSONAL.
Por ello resulta importante el reto que han emprendido las instituciones generadoras de programas para el empleo juvenil, que ha iniciativa de Ser Familia han conformado la primera red denominada RED BOLIVIANA DE ACTORES POR EL EMPLEO JUVENIL que aglutina a la fecha a 16 instituciones provenientes de la sociedad civil, gobierno, empresarios y representaciones juveniles. La primera muestra es la organización del I Foro Internacional “empleo juvenil, realidades y retos” a realizarse en septiembre de 2011 en la ciudad de La Paz. Este espacio pretende generar las condiciones adecuadas para obtener respuestas acordes a los tiempos que atravesamos, siendo que la educación, la capacitación y la inserción laboral juvenil es un hecho dinámico, las acciones a ser tomadas deben ser también dinámicas, oportunas y evolucionadas para lograr acciones concretas en beneficio de la población objetivo, sin dejar de lado su criterio, porque nadie mejor que los jóvenes para saber qué es lo que necesitan, y nadie mejor que nosotros para poder coadyuvar a cubrir esas necesidades.
Rodrigo Aguilar Ch, psicólogo, es experto internacional en temáticas de relacionadas al empleo juvenil, desarrollo productivo y trabajo con temáticas relacionadas a la mujer. Ha participado diferentes eventos como expositor y facilitador en diferentes países: Canadá, España, EEUU, Uruguay, Argentina, Perú, Venezuela y otros. Actualmente es el director ejecutivo de la Fundación Ser Familia, en la que desarrolla programas a favor de la juventud.
La Paz, Bolivia
Tockman, 1997
nótese que este objetivo aun está vigente en los objetivos de muchos programas existentes actualmente
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA DE BOLIVIA Constitución de 1967 con reformas introducidas por la Ley Nº 1585 del 12 de agosto de 1994, texto concordado de 1995 sancionado por Ley Nº 1615 del 6 de febrero de 1995, reformas introducidas por Ley Nº 2410 del 8 de agosto de 2002, reformas introducidas por Ley Nº 2631 del 20 de febrero de 2004, y reformas introducidas por Ley Nº 3089 del 6 de julio de 2005. http://pdba.georgetown.edu/constitutions/bolivia/consboliv2005.html
Ministerio de Justicia, Viceministerio de Igualdad de Oportunidades, documento de Trabajo. anteproyecto de Ley de Juventudes. 2011
Fuente: boliviadecide.blogspot.com/.../tarija-cuenta-con-ley-de-la-juventud.html
Gobernación Santa Cruz. Ley Departamental No. 31. 04 DE MAYO DE 2011. LEY DEPARTAMENTAL DE LA JUVENTUD
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Enviado por: | Rodrigo Aguilar |
Idioma: | castellano |
País: | Bolivia |