Geografía
Islas Canarias
Canarias es un archipiélago del Atlántico, una de las diecisiete comunidades autónomas de España y una de las regiones ultraperiféricas de la Unión Europea.[] Está formada por siete islas mayores: El Hierro, La Gomera, La Palma y Tenerife, que forman la provincia de Santa Cruz de Tenerife; y Fuerteventura, Gran Canaria y Lanzarote, que forman la provincia de Las Palmas.[] También forman parte de Canarias los territorios insulares del Archipiélago Chinijo (La Graciosa, Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste) y la Isla de Lobos, todos ellos pertenecientes a la provincia de Las Palmas.
El archipiélago está situado frente a la costa noroeste de África, entre las coordenadas 27º 37' y 29º 25' de latitud norte y 13º 20' y 18º 10' de longitud oeste[] (esta situación implica una diferencia de una hora entre Canarias y el resto de España). La distancia a África continental es muy pequeña, de tan sólo 95 km en el punto más próximo, si se compara con la que lo separa de las tierras europeas: 1.400 km[] . A pesar de esto, la cultura de las islas es occidental, a medio camino entre Europa y Latinoamérica.
Las islas, de origen volcánico, son parte de la región natural de la Macaronesia junto con los archipiélagos de Cabo Verde, Azores, Madeira y Salvajes. Su clima es subtropical, aunque modificado por la altura y la vertiente norte o sur. Esta variabilidad climática da lugar a una gran diversidad biológica que, junto a la riqueza paisajística y geológica, justifica la existencia en Canarias de cuatro parques nacionales[] y que varias islas sean reservas de la biosfera de la UNESCO.[] Estos atractivos naturales, el buen clima y las playas hacen de las islas un importante destino turístico, siendo visitadas cada año por cerca de 12 millones de personas (11.986.059 en 2007, destacando un 29% de británicos, 22% españoles peninsulares y un 21% alemanes).[]
La capitalidad de la comunidad es compartida entre sus dos principales ciudades: Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife; la sede del Presidente del Gobierno autónomo alterna entre ambas por periodos legislativos, siendo la sede del Vicepresidente distinta a la del Presidente. El Parlamento de Canarias está en Santa Cruz de Tenerife, mientras que la sede de la Delegación del Gobierno se ubica en Las Palmas de Gran Canaria, existiendo además una Subdelegación del Gobierno en cada una de las dos ciudades. Asimismo, hay un equilibrio entre las dos capitales en cuanto a consejerías e instituciones públicas.
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TOPONIMIA
El primer documento escrito con una referencia directa a Canarias se debe a Plinio el Viejo,[] que cita el viaje del rey Juba II de Mauritania a las islas en el 40 a. C. y se refiere a ellas por primera vez como Islas Afortunadas (Fortunatae Insulae). En este documento también aparece por primera vez el término Canaria (del latín canis, perro), utilizado para hacer referencia a la isla de Gran Canaria. De acuerdo con Plinio, este nombre le fue dado a la isla en memoria de dos grandes mastines que los enviados de Juba capturaron allí y llevaron posteriormente a Mauritania (antigua región del noroeste del Magreb, no confundir con la actual Mauritania), y que aparecen representados a ambos lados del actual escudo de Canarias. Esta historia, sin embargo, podría no ser exacta; entre otras cosas, porque se sabe que a la llegada de los castellanos y otros navegantes europeos posteriores, las razas de perro nativas del archipiélago eran de pequeño tamaño.
Algunas teorías modernas relacionan el término Canarias con el etnónimo norteafricano Canarii, grupo bereber que se ubicaba en la zona noroccidental africana. De hecho, el propio Plinio menciona en otro texto a los Canarii, y si bien de nuevo vuelve a relacionar este término con los perros,[] probablemente se trate de una adaptación de una palabra bereber.
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LAS ISLAS
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El Hierro
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La Palma
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La Gomera
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Tenerife
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Gran Canaria
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Fuerteventura
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Lanzarote
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Archipiélago Chinijo
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HISTORIA
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Canarias y la antigüedad
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Periodo prehispánico
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Redescubrimiento y conquista
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Canarias en la Edad Moderna
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Edad Contemporánea
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Transición y Autonomía
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GEOGRAFÍA
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Relieve
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Clima
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Vegetación
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Vegetación xerófila
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Cardonal - tabaibal
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Zona termófila (palmera, drago, sabina, etc.)
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Laurisilva y faya-brezal (en las zonas orientadas al norte y este)
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Pinar
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Retamas
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INDENTIDAD CULTURAL
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El sustrato aborigen
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La impronta europea
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La influencia americana
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Influencias recientes
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DEMOGRAFÍA
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Población por islas
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Tenerife: 865.070
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Gran Canaria: 815.379
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Lanzarote: 132.366 (incluye la población de La Graciosa)
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Fuerteventura: 94.386
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La Palma: 85.933
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La Gomera: 22.259
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El Hierro: 10.558
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VÍAS DE COMUNICACIÓN
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GOBIERNO Y POLÍTICA
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PSC-PSOE: 26 diputados
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CC: 17 diputados
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PP: 15 diputados
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AHI-CC: 2 diputados
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ECONOMÍA
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MEDIOS DE COMUNICACIÓN
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Prensa
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Televisión
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Radio
El Hierro es la isla más occidental, a la vez que la más pequeña y menos poblada con 10.558 habitantes.[] Toda la isla fue declarada Reserva de la Biosfera en 2000.[] Es conocida por sus ejemplares de sabina inclinados por el viento, por el antiguo árbol Garoé, por sus lagartos gigantes y porque en el pasado el meridiano 0º tomaba como referencia la Punta de Orchilla,[] situada en el oeste de la isla. La capital de El Hierro es Valverde.
La Palma, con 85.933 habitantes,[] es en su totalidad Reserva de la Biosfera.[] Ha tenido actividad volcánica reciente, apreciable en el volcán Teneguía, que entró en erupción por última vez en 1971.[] Además, es la segunda isla más alta de Canarias, con el Roque de los Muchachos (2.423 metros) como punto más elevado[]. Este pico se halla en los límites del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, y en sus inmediaciones está emplazado el Observatorio del Roque de los Muchachos del Instituto de Astrofísica de Canarias: en él se encuentra el Gran Telescopio Canarias, que con su espejo principal de 10,40 m. de diámetro se cuenta entre los telescopios ópticos más grandes del planeta.[] Por su exuberante vegetación, La Palma es conocida también como la "Isla Bonita".[] Su capital es Santa Cruz de La Palma, ciudad donde se establece el defensor del pueblo canario o Diputado del Común.
La Gomera es la segunda isla menos poblada, con 22.259[] habitantes. Geológicamente es una de las más antiguas del archipiélago. La capital insular es San Sebastián de La Gomera. En La Gomera se encuentra el Parque Nacional de Garajonay, declarado por la UNESCO en 1986 Patrimonio de la Humanidad,[] que representa un buen ejemplo de bosque de laurisilva. La isla fue el último territorio que tocó Cristóbal Colón antes de llegar a América en su viaje de descubrimiento de 1492: por ello es también conocida como la "Isla colombina".
Tenerife es, con sus 2.034,38 km², la isla más extensa de Canarias.[] Además, sus 865.071 habitantes[] la convierten en la isla más poblada de España. En su territorio se encuentran dos de las principales ciudades del archipiélago: Santa Cruz de Tenerife y San Cristóbal de La Laguna. Santa Cruz de Tenerife es sede del Parlamento de Canarias y del Cabildo de Tenerife. Es la ciudad más poblada de la provincia y capital insular, provincial y del conjunto del archipiélago canario junto con Las Palmas de Gran Canaria. La Laguna está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO,[] y en ella tiene sede la Universidad de La Laguna. Destacan también, por su importancia turística, otras tres ciudades: Puerto de la Cruz en el norte, y Arona y Adeje en el sur. Hay que citar además la Villa Mariana de Candelaria, donde se encuentra la imagen de La Virgen de Candelaria, patrona de la isla y Patrona General de Canarias.[] Tenerife es conocida, en virtud de su clima, como "la isla de la eterna primavera".[] Entre otros espacios naturales protegidos, alberga el Parque Nacional del Teide, también declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad:[] en él se encuentra el pico del Teide, que con sus 3.718 msnm[] representa el techo de España.
Gran Canaria es la isla más poblada de la provincia de Las Palmas, con 815.379 habitantes. Su capital, Las Palmas de Gran Canaria (377.203 habitantes[]), ostenta también la capitalidad de Canarias conjuntamente con Santa Cruz de Tenerife. Se trata de la urbe más grande del archipiélago, así como de la octava de España. Otras localidades importantes de la isla son Telde, Vecindario, Arucas y Gáldar. En Teror se encuentra la imagen de la Virgen del Pino, Patrona de la Diócesis de Canarias.[]
La isla, de forma circular y muy montañosa. En su macizo central destacan el Roque Nublo (1.813 m) y el Pico de las Nieves (1.949 m)[] , mayor altura de la isla. Aproximadamente una tercera parte del territorio insular ha sido catalogada por la UNESCO como Reserva de la Biosfera.[] Gran Canaria cuenta con diversas playas de arena dorada y fina como las de Maspalomas, Playa del Inglés o Las Canteras. En la playa de Pozo Izquierdo se celebra anualmente una de las pruebas del mundial de windsurf de la PWA.[]
Fuerteventura es la segunda isla más extensa del archipiélago, y la segunda más oriental. Al ser la más antigua, es la que se encuentra más erosionada: su techo es el Pico de la Zarza, con 807 m de altura[]. El istmo que une la península meridional de Jandía con el resto de la isla hace que ésta tenga forma de bota. Al norte se halla el parque natural de las Dunas de Corralejo. En la última década, gracias al aumento del turismo (destacando Corralejo al norte y Punta de Jandía al sur), Fuerteventura ha experimentado un notable aumento de población: actualmente es de 94.386 habitantes.[] La capital es Puerto del Rosario, con 31.808 habitantes. []Otras poblaciones importantes son Corralejo, Gran Tarajal, Morro Jable y Jandía. Unos 2 km al noreste de la isla se encuentra el islote de Lobos, de unos 4,5 km2, que pertenece al parque natural de las Dunas de Corralejo (Fuerteventura).
Lanzarote es la isla más oriental y una de las más antiguas del archipiélago, aunque con una actividad volcánica reciente. Tiene una superficie de 845,94 km²,[] y una población de 132.366 habitantes. La capital es Arrecife, con 56.834 habitantes[].
Destacan los volcanes de Timanfaya, que dan nombre al Parque Nacional de Timanfaya, producto de las erupciones ocurridas entre 1730 y 1736. El punto más alto son las Peñas del Chache, en el Macizo de Famara, con 670 metros[]. Toda la isla fue declarada Reserva de la Biosfera en 1993.[]
La principal actividad económica es el turismo, que comenzó a desarrollarse en los años 60 y 70 del siglo XX. En la isla nació el arquitecto y artista César Manrique, entre cuyas obras se encuentran los Jameos del Agua, el Jardín de Cactus y el Mirador del Río.
Las islas e islotes del Archipiélago Chinijo (La Graciosa, Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste) están localizados al norte de Lanzarote. Son gobernadas por el Cabildo de Lanzarote y dependen administrativamente del municipio de Teguise.
La isla de La Graciosa es la mayor y la única que está habitada. Su población es de alrededor de 700 habitantes. La capital insular es Caleta de Sebo, con más de 600 habitantes.
La mitología grecolatina ubicaba en el entorno de las Canarias, situadas “más allá de las Columnas de Hércules” en los límites del mundo conocido (“la Ecumene”), muchos de los relatos fantásticos de su tradición. Así, la imaginación de los clásicos colocó sobre las islas los Campos Elíseos, las Islas de los Bienaventurados, las Islas Afortunadas, el Jardín de las Hespérides o la Atlántida platónica.
Para muchos investigadores, la primera alusión histórica a las Islas Canarias podría encontrarse en la obra del historiador griego Plutarco. Pero la descripción más certera de un autor antiguo sobre Canarias es la que hace Plinio el Viejo en su obra Historia Naturalis, donde relata un supuesto viaje realizado hasta el archipiélago por el rey de Mauritania Juba II. De cualquier manera, el conocimiento que los clásicos tuvieron sobre las islas fue vago, mezclando mito y realidad. Se desconoce también la relación que estas civilizaciones, fundamentalmente la romana, tuvieron con las poblaciones aborígenes de las islas, y hasta qué punto fueron responsables del primer poblamiento de Canarias.
Las Islas Canarias estaban habitadas antes de la conquista europea por los llamados guanches. El término guanche es propiamente el gentilicio de los aborígenes de Tenerife, aunque su uso se ha extendido para denominar a los antiguos habitantes de todo el archipiélago, entroncados étnica y culturalmente con los bereberes del norte de África. No se conoce exactamente el modo en que se produjo la colonización de las islas, aunque las teorías más aceptadas en la actualidad son aquellas que defienden que dichas poblaciones fueron traídas desde el norte de África bien por los fenicios o por los romanos. Las cronologías más rigurosas indican que los primeros isleños llegaron a Canarias entre los siglos III y I a. C., aunque se han sugerido fechas de poblamiento anteriores incluso al siglo V a. C.
La economía de los antiguos isleños se basaba fundamentalmente en la ganadería de especies introducidas desde el continente africano: la cabra, la oveja, el cerdo y el perro. Este último cumplía funciones de guarda, pero también era consumida su carne. Con respecto a la agricultura, había enormes diferencias entre islas, siendo Gran Canaria la más desarrollada al respecto. Se trataba de una agricultura fundamentalmente cerealista, basada en variedades de trigo y cebada utilizadas como ingredientes para el tradicional gofio que aún se consume en Canarias. La actividad económica se completaba con la recolección de frutos y con el marisqueo.
Culturalmente, los aborígenes canarios son una rama "insularizada" del conglomerado de pueblos bereberes norteafricanos. Se suele hablar del horizonte neolítico de los guanches, aunque éste estuvo determinado en gran medida por la ausencia de metales en suelo insular. La existencia de inscripciones alfabéticas (escritura líbico-bereber o tifinagh) nos hablan en cambio de unos pueblos con un horizonte cultural protohistórico. La arqueología ha fijado su mirada en manifestaciones como la cerámica (fabricada sin torno, con técnicas que se han mantenido hasta la actualidad), los grabados rupestres (espirales, formas geométricas, signos alfabéticos, podomorfos, etc) y, en el caso de Gran Canaria, la pintura rupestre, de la que es principal exponente la Cueva pintada de Gáldar. Las viviendas eran fundamentalmente cuevas, aunque existían poblados construidos de cierta importancia en Gran Canaria o Lanzarote.
En cuanto a las creencias, el culto astral estaba generalizado. Junto a él había una religiosidad animista que sacralizaba ciertos lugares, fundamentalmente roques y montañas (El Teide en Tenerife, Idafe en La Palma o Tindaya en Fuerteventura). Especialmente singular era el culto a los muertos, practicándose la momificación de cadáveres. Cabe destacar también la fabricación de ídolos de barro o piedra.
En el siglo XIV se produce el "redescubrimiento" de las islas por los europeos, sucediéndose numerosas visitas de mallorquines, portugueses y genoveses. Este proceso se encuadra en la llamada expansión europea por el Atlántico, que tendría su punto álgido en la llegada de Colón a América. Los avances en materia de navegación facilitaron la hazaña, que tuvo como principal motivación, en este primer momento, el acceso más directo posible al oro del África central. En este contexto, el navegante genovés Lancelloto Malocello desembarcó en Lanzarote en 1312 y el vizcaíno Martín Ruiz de Avendaño en 1377. Los mallorquines establecieron una misión en las islas (Obispado de Telde), que permaneció vigente desde 1350 hasta 1400.
En 1402 se inicia propiamente la conquista con la expedición a Lanzarote de los normandos Jean de Bethencourt y Gadifer de la Salle, motivados por las posibilidades de explotación de la orchilla. En esta primera fase, la conquista de Canarias se llevó a cabo por iniciativa de particulares, y no por la Corona, de ahí que se denomine conquista de señorío, aunque Bethencourt se hubiese hecho vasallo del rey de Castilla. La conquista de señorío incluyó las islas de Lanzarote, Fuerteventura, La Gomera y El Hierro: eran éstas las menos pobladas del archipiélago, y su rendición resultó relativamente sencilla. La Gomera, sin embargo, mantuvo una organización mixta, en la que conquistadores e indígenas pactaron su coexistencia hasta la llamada "Rebelión de Los Gomeros" de 1488, que supuso la efectiva conquista de dicha isla.
La siguiente fase de la conquista, o conquista de realengo, se llevó a cabo a instancias de la Corona de Castilla, después de que los señores de las islas hubiesen cedido sus derechos sobre Gran Canaria, La Palma y Tenerife (islas que aún quedaban por conquistar) a los Reyes Católicos en 1477. Se inicia entonces la parte más dura del proceso, dado que se trataba de los territorios más poblados, mejor organizados y con más difícil orografía.
La conquista de Gran Canaria se inicia en 1478 con la fundación del Real de Las Palmas junto al barranco de Guiniguada, y termina con la rendición de Ansite en 1483.
Alonso Fernández de Lugo, que había participado en la conquista de Gran Canaria, obtuvo el derecho de conquista de La Palma y Tenerife. La invasión de La Palma se inicia en 1492 y finaliza en 1493 con el engaño y captura del jefe indígena Tanausú. Tenerife es la última de las islas en conquistar. A la Primera batalla de Acentejo, de la que los guanches saldrían como vencedores, le sigue una "guerra de guerrillas" y las trascendentales victorias castellanas de la Batalla de Aguere y la Segunda batalla de Acentejo. La conquista finaliza oficialmente con la Paz de Los Realejos de 1496, aunque algunos indígenas mantienen focos de resistencia en las cumbres (los llamados "guanches alzados").
El proceso de mestizaje humano y cultural que caracterizó a las islas tras la conquista dio como resultado a la sociedad canaria moderna. A ella se sumaron los descendientes de los indígenas, una gran cantidad de portugueses,nuevos colonos procedentes de Castilla, normandos, berberiscos norteafricanos, esclavos negros que fueron traídos para el trabajo en las plantaciones azucareras, judíos, comerciantes genoveses, flamencos, ingleses, etc. Una amalgama cultural y humana que se fusionó de acuerdo a las nuevas leyes e instituciones de origen castellano (Fueros, Concejos o Cabildos, Real Audiencia, Gobernadores), y a las prácticas religiosas del catolicismo. En este sentido, el Obispado de Canarias se ubicó en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, como único centro de la jerarquía eclesiástica canaria hasta la creación de la Diócesis de Tenerife en 1819.
El modelo económico de las islas se basó, además de en el autoconsumo agrícola y ganadero, en productos de exportación como la orchilla y el azúcar de caña. La caña de azúcar será el primer cultivo de exportación de la historia de Canarias, y la carta de presentación de las islas ante la nueva economía-mundo que se estaba gestando. Desde Canarias, el azúcar y el ron irán hacia América. Será precisamente la competencia de los azúcares de Indias una de las causas que explicarían la posterior decadencia de este cultivo en las islas.
En el viaje que hizo Cristobal Colón cuando descubrió América pasó el archipiélago: en Gran Canaria abordó el buque La Pinta para componer el timón y cambiar de velamen.[] Desde Gran Canaria se trasladó a la isla de La Gomera y desde esta isla, en el puerto de San Sebastián de La Gomera, puso rumbo en 1492 a las Américas, en su primer viaje. Entonces Canarias se convirtió en escala de las rutas hacia el Nuevo Mundo. De hecho, las islas fueron una excepción al monopolio que ejercía la Corona española desde Casa de Contratación de Sevilla con respecto al comercio americano. Desde Canarias partían hacia América productos de contrabando europeos, así como producciones isleñas, principalmente vino. Esto convierte a las islas y a sus puertos en nudos comerciales entre las dos orillas del Atlántico. Como contrapartida, Canarias se convertiría también en zona de rapiña para piratas y corsarios. A la crisis del azúcar le sigue la etapa de desarrollo de la vid, asociado a la producción de vino. Los caldos de malvasía canarios fueron especialmente aceptados en Inglaterra, y en el comercio con este país se basó principalmente la economía canaria hasta el siglo XVIII. En cambio, las relaciones comerciales con el resto de España fueron escasas durante este periodo, debido a la falta de complementariedad entre las economías isleña y peninsular.
Las crisis de las exportaciones agrícolas que sufrió Canarias en el siglo XVIII provocaron profundas recesiones, lo que se agravaría con la posterior independencia de las colonias americanas y el giro de la economía española hacia el proteccionismo. Éste resultará nefasto para Canarias, que nunca había mantenido estrechas relaciones comerciales con los territorios ibéricos. En este contexto de miseria comenzó un auténtico éxodo migratorio hacia Cuba, Puerto Rico y las jóvenes repúblicas americanas. En mitad de esta profunda crisis, que durará hasta mediados del siglo XIX, se sientan las bases teóricas del llamado librecambismo isleño, apostando las islas por un sistema económico diferente al del resto del Estado. Las presiones políticas de las oligarquías insulares dan como resultado final el Decreto de Puertos Francos de 1852, que establece un régimen de libertad comercial para Canarias. El primer cultivo que se beneficia de ello será el de la cochinilla, insecto de la tunera o chumbera del que se extrae un tinte natural. Con ella se reinauguran las relaciones comerciales con una Inglaterra que precisaba de colorantes para su industria. A inicios del siglo XX, cuando los colorantes artificiales desbancan a la cochinilla, los británicos introducen en Canarias el plátano, cuya exportación estaría en manos de compañías comerciales como Fyffes. El colonialismo europeo en África y el creciente trasiego comercial convierten una vez más a los puertos de las islas en estratégicos puntos de escala para las rutas atlánticas.
Otro fenómeno crucial para entender la historia contemporánea de Canarias será rivalidad entre las élites de las ciudades de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria por la capitalidad de las islas, que se encontraba en la primera. Tras décadas de desencuentros, en 1927, durante la dictadura de Primo de Rivera, se procede a la división del archipiélago en dos provincias: Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife. El pleito insular debilitó las posibilidades del nacionalismo canario, que apenas tuvo presencia en las islas hasta los últimos años del franquismo, teniendo mayor relevancia hasta ese momento entre las colonias de canarios emigrados a América.
El 17 de julio de 1936, el general Francisco Franco, entonces comandante general de Canarias, da un golpe de estado contra el gobierno de la II República que un año más tarde presidiría el grancanario Juan Negrín. Las islas pasan al "bando nacional" de una España en guerra. Tras ésta se iniciará la dictadura franquista, hasta la muerte de Franco en 1975. La posguerra y buena parte del franquismo estarán marcados en Canarias por una nueva interrupción de su secular relación con otras economías ajenas al ámbito peninsular: serán tiempos de miseria y emigración, fundamentalmente a Cuba y Venezuela. Desde los años 60 irrumpe en las islas el turismo de masas como nueva alternativa económica, que perdura hasta la actualidad.
En 1972 se dicta la Ley de Régimen Económico y Fiscal de Canarias que plantea un marco de desarrollo propio para las Islas, en el que no sólo se actualiza el tradicional sistema de franquicias canario, sino que se incorpora un amplio repertorio de medidas económicas y se articula una Hacienda propia insular.
La transición política hacia la democracia en Canarias está marcada por tres cuestiones fundamentales: La primera, el debate sobre el modelo económico, que comenzará años antes con el debate sobre el Régimen Económico y Fiscal de Canarias (REF) y, más tarde, con el proceso de incorporación a la Comunidad Económica Europea. En segundo lugar, la descolonización española del Sáhara Occidental, que tendrá múltiples efectos sobre la sociedad y política canaria de los años setenta y ochenta. Entre ellos, el impacto económico y demográfico que supuso el regreso de los canarios que vivían en el Sáhara, la nueva situación fronteriza de las islas en mitad del conflicto saharaui-marroquí, o los efectos sobre el banco pesquero. Estimulado por los acontecimientos del Sáhara Occidental, a partir de 1976 se desarrolla un movimiento nacionalista de inédita pujanza en las islas, que tendrá como máximo exponente al partido Pueblo Canario Unido, luego Unión del Pueblo Canario. Por último, en la Transición se implanta un régimen de libertades y un marco autonómico para las islas.
Tras la aprobación de la Constitución española, se inició el debate para la elaboración del Estatuto de Autonomía de Canarias, finalmente aprobado en agosto de 1982. El no haber presentado un proyecto estatutario antes del golpe de Estado de Franco hace que los canarios tengan que iniciar el camino hacia la autonomía casi de cero, lo que irremediablemente les va a llevar al proceso explicitado en el artículo 143 de la Constitución (o de vía lenta), en lugar del 151 (o de vía más rápida). Sin embargo, el afán de amplios sectores por convertir a Canarias en una de las comunidades autónomas con mayores competencias, al mismo nivel que las llamadas “nacionalidades históricas”, provocará en las islas tensos debates entre los grupos políticos que conducirán, mediante la fórmula del consenso, a la LOTRACA (Ley Orgánica de Transferencias a Canarias): ésta permitiría hacer una autonomía con nivel de desarrollo similar a las nacionalidades históricas. Una reforma parcial del Estatuto, en 1996 da a Canarias rango de nacionalidad. En la actualidad se encuentra en trámite parlamentario un nuevo Estatuto de Autonomía para Canarias.
Canarias es un archipiélago volcánico muy reciente, con apenas 30 millones de años de antigüedad. Sus grandes edificios volcánicos se apoyan sobre grandes bloques de la corteza oceánica, y en la zona de contacto con la corteza continental africana. La disposición de las islas refleja la red de fallas presentes en la corteza oceánica.
La historia geológica de las islas es muy compleja. Encontramos varias fases de coladas de lavas que dan un típico relieve volcánico. Durante las grandes glaciaciones, las Canarias tuvieron un clima más árido que favoreció la erosión y la aparición de derrubios en las laderas y los barrancos.
Las costas son las más expuestas al ímpetu de la erosión, debido a la actividad marina. Hay muy pocas zonas de acumulación, lo que supone la existencia de muy pocas playas naturales. Predominan los grandes acantilados. Es destacable que Canarias es la región española con mayor longitud de costas: 1.583 km.[]
Los barrancos son muy característicos de las islas Canarias: se trata del cauce esporádico por donde se dirigen las aguas corrientes presentes en las islas. Su recorrido es corto, y generalmente tienen un perfil rectilíneo muy marcado. Su cauce está tapizado de derrubios arrastrados por las aguas.
El clima es subtropical oceánico, con temperaturas mitigadas todo el año por el mar y en verano por los vientos alisios. Nos encontramos con variaciones muy importantes en cuanto al régimen de precipitaciones. En algunas zonas de la Isla de La Palma, por ejemplo, las precipitaciones anuales llegan a superar los 1.200 litros. En las islas orientales las precipitaciones son más escasas que en las occidentales; así Fuerteventura y Lanzarote se caracterizan por un clima árido semidesértico. La escasez de lluvia ha llevado a la instalación de desaladoras para abastecer zonas urbanas, como en Las Palmas de Gran Canaria o Santa Cruz de Tenerife. De hecho, la primera planta desaladora de España se instaló en la isla de Lanzarote en 1964, y en la actualidad esta isla y Fuerteventura se abastecen casi en su totalidad de agua de mar desalada[cita requerida]. La porosidad del terreno dada su naturaleza volcánica, dificulta el aprovechamiento del agua de la lluvia en presas y embalses, si bien estas tienen una cierta importancia en Gran Canaria y La Gomera. En las islas occidentales se lleva a cabo un aprovechamiento de los acuíferos subterráneos a través de las galerías, a excepción de la Isla de El Hierro, donde son más importantes los pozos y aljibes. Una característica de algunos lugares de las islas es la presencia de montañas cerca de la costa que provocan que las masas de aire se condensen, dando lugar al fenómeno conocido como mar de nubes, y por tanto, el beneficio de la vegetación de la zona debido a la humedad. Sin embargo, debido a los microclimas existentes en una misma isla, podemos encontrar zonas donde aparecen boques húmedos y otras zonas donde la aridez es la característica principal.
Los vientos suelen soplar con mayor frecuencia del noreste, vientos que si bien no suelen dejar precipitaciones, si reportan humedad a las zonas orientadas hacia ese lugar, formándose el ya citado mar de nubes en zonas medias y altas. Los vientos del levante, siroco, suelen ir acompañado de calima, es decir, polvo en suspensión procedente del desierto del Sáhara, alcanzando a veces una gran densidad.
Las islas carecen de ríos aunque los barrancos son numerosos y las aguas discurren rápidamente desde las zonas altas hasta las costas. A pesar de ello existen algunas corrientes continuas de agua en La Palma, La Gomera y Tenerife.
La vegetación varía según la orientación y la altura. En las vertientes orientadas hacia el norte y noroeste hay plantas mesófilas y las orientadas al sur y suroeste hay plantas xerófilas. Cuentan con una rica vegetación endémicas y una gran variedad de aves e invertebrados.
Podemos identificar los siguientes pisos de vegetación, si bien no se hallan presentes en todas las islas:
Los elementos culturales que caracterizan al pueblo canario son el resultado de la historia abierta y mestiza que ha marcado el devenir de las islas. La cultura canaria ha recibido, en mayor o menor medida, aportaciones de los tres continentes bañados por el Atlántico (África, Europa y América), siendo las islas durante siglos tierra de arribada, escala, intercambio y emigración.
Todas estas aportaciones se han ido “aclimatando” a las características de las islas y sus gentes, para formar una identidad cultural rica y diversa. En ella confluyen tres elementos fundamentales: el guanche, de origen bereber; el europeo, fundamentalmente castellano, aunque con importantes aportaciones portuguesas y, en menor medida, italianas, flamencas, británicas o francesas; y, finalmente, el influjo americano, producto de las relaciones comerciales y migratorias con Latinoamérica. Hay que hacer también una mención a la huella cultural de los esclavos negros llevados a las islas, particularmente visible en algunas zonas del este de Gran Canaria.
A pesar del proceso de aculturación que sucedió a la conquista, el sustrato guanche está presente en determinadas prácticas pastoriles; en juegos y deportes tradicionales (lucha canaria, lucha del garrote, salto del pastor); en algunos géneros del folclore musical (tajaraste, sirinoque); en la artesanía, fundamentalmente en la cerámica tradicional canaria, heredera de la indígena; en el habla canaria, sobre todo en el léxico referido al pastoreo, a elementos de la naturaleza (flora, fauna), antroponimia y la toponimia; en la gastronomía, principalmente a través del gofio y sus derivados culinarios; en la religiosidad popular, como elemento que se mezcla con los ritos cristianos en determinadas manifestaciones (Virgen de Candelaria, Fiesta de la Rama de Agaete, brujería, etc). Se conservan además en la memoria colectiva, historias y leyendas que se refieren al mundo prehispánico (Árbol santo de Garoé, leyenda de Gara y Jonay, de la princesa Ico, etc).
Cabe destacar, entre las aportaciones indígenas a la cultura canaria, el silbo gomero, único lenguaje silbado que se conserva en las islas desde época prehispánica, aunque adaptado en la actualidad al idioma español. Además de los aportes directos a la cultura de los canarios, "lo guanche" ha tenido un valor simbólico fundamental en la construcción de la identidad canaria, como elemento primigenio y aglutinador.
La sociedad canaria que nace tras la conquista y colonización del archipiélago se regirá por parámetros importados de Europa, fundamentalmente de la metrópoli castellana (idioma español, instituciones de origen castellano, religión cristiana, etc). La aportación de los diferentes pueblos ibéricos está presente en gran cantidad de manifestaciones culturales canarias, aunque modificados de acuerdo a la evolución interna de las islas y a los gustos locales. Este influjo aparece, por ejemplo, en el folclore musical (en géneros como las seguidillas, isas o malagueñas, y en instrumentos como el timple), en la indumentaria tradicional, en la arquitectura popular, la gastronomía, en el dialecto canario (una variante del español con una presencia importante de arcaísmos y palabras de origen andaluz), en la artesanía, etc.
La influencia portuguesa es especialmente significativa, sobre todo en el habla canaria, que ha heredado una parte fundamental de su léxico del idioma luso. También la arquitectura canaria es muestra de esta fusión entre diferentes elementos ibéricos, a los que se les suma una impronta propia (la importancia de la madera, la balconada canaria, etc), que luego viajará hasta América.
A lo largo de su historia, las islas han sido zona de tránsito y arribada de gentes de diversas partes de Europa, relacionadas fundamentalmente con las actividades comeciales. Entre los que han dejado una mayor impronta cultural en Canarias cabe destacar a ingleses, flamencos, franco-normandos y genoveses, influencias presentes sobre todo en la arquitectura y la escultura. Sin embargo, las influencias de estos otros ámbitos europeos en la práctica diaria y costumbres de la población del archipiélago fueron mínimas.
Mención aparte merece la importancia cultural de la religión cristiana, elemento fundamental para la colonización de las islas. En la actualidad destacan las festividades en honor a cada una de las siete Vírgenes patronas insulares. Las romerías se han convertido en grandes manifestaciones de la "canariedad": fiestas de origen religioso en las que se exaltan los rasgos de la cultura tradicional (vestimenta, folclore, gastronomía, etc). Sin embargo, muchos de los elementos presentes en las romerias son relativamente recientes, siendo el caso más paradigmático algunas de las vestimentas "típicas" que se tratan de meras invenciones y no de trajes realmente tradicionales.[][] En el caso del folclore musical, la influencia del nacional-flamenquismo durante la dictadura franquista también fue decisiva en la construcción de un nuevo tipo de "tradición", más adecuada a los intereses de dicho regimen político.
Junto a las fiestas de la tradición cristiana, el carnaval es la gran fiesta de las Islas Canarias, celebrado en las siete islas del Archipiélago. El carnaval canario ha tenido que sortear épocas de restricciones y prohibición, como durante la dictadura franquista.
La relación cultural entre Canarias y América ha sido de "ida y vuelta", bidireccional. La cultura canaria ha tenido especial protagonismo en la construcción de determinadas identidades nacionales, como la cubana, la venezolana o la uruguaya, siendo isleños los fundadores de ciudades como Montevideo (Uruguay) o San Antonio de Texas (EE. UU.). En el sentido inverso, Canarias ha heredado de América Latina gran cantidad de manifestaciones y gustos culturales, principalmente a través del fuerte vínculo migratorio entre las islas y aquel otro lado del Atlántico. Así, el habla canaria está emparentada con los dialectos del español caribeño, tanto en lo que respecta a la pronunciación como al léxico.
En lo gastronómico cabe destacar la importancia de la papa, llegada desde América, en la cocina isleña, tanto por la gran cantidad de variedades que se cultivan en las islas como por ser el elemento fundamental de típicos platos como las papas arrugadas. Además, en algunas islas se ha generalizado el consumo de platos típicos latinoamericanos como la arepa.
En la artesanía cabe destacar la fabricación de tabaco puro de tipo habano, en la isla de La Palma.
En algunas fiestas encontramos reminiscencias de los tiempos de la emigración, siendo la más popular el Carnaval de los Indianos de Santa Cruz de La Palma. La música hecha en las islas también denota influencia hispanoamericana, tanto en los "géneros de la emigración" (habanera, puntos cubanos) como en ritmos popularizados en las islas, formando ya parte del repertorio de famosos grupos de "música canaria" como Los Sabandeños o Los Gofiones (joropo, bolero, son, etc).
Ya se citó con anterioridad la influencia del nacional-flamenquismo de la dictadura franquista en la construcción de nuevas "tradiciones", presentes sobre todo en manifestaciones culturales como las romerías o el llamado "folclore canario".
El surgimiento de un movimiento nacionalista de izquierda en la década de 1960 supuso la reivindicación por parte de estos de una identidad relacionada con el mundo guanche o precolonial, por oposición a la cultura oficial imperante en esos momentos. De ahí surge el uso de una simbología determinada por parte de artistas como Martín Chirino o Tony Gallardo (impulsor del Manifiesto de El Hierro) y que terminará por extenderse entre la población canaria. La pintadera y la espiral como símbolos de la identidad canaria, la recuperación de prácticas en proceso de desuso como el salto del pastor, ahora utilizadas como actividad de ocio, etc. guardan relación con dichos procesos.
La densidad de población en las islas es de 272 hab/km², cifra más de tres veces superior a la media española. Gran Canaria y Tenerife albergan más del 80% de la población total del archipiélago. Ha habido históricamente una fuerte migración interior desde las islas menos pobladas a las capitalinas, así como otra exterior en dirección a América (sobre todo, a Cuba, Puerto Rico y Venezuela).
A pesar del fuerte crecimiento de la natalidad registrado en la década de 1960, que dibujó una pirámide poblacional muy joven en los años 80 (la población menor de 30 años se acercaba entonces a la mitad de la población total), las menores tasas de fecundidad en los últimos años señalan un proceso de envejecimiento. Este fenómeno está siendo parcialmente compensado por el auge de la inmigración, que ha hecho de Canarias destino de muchos trabajadores de servicios y de la construcción procedentes de otras comunidades autónomas de España, así como de noreuropeos jubilados (establecidos todo el año o sólo en el periodo inviernal), latinoamericanos (provenientes en su mayoría de Colombia, Cuba, Venezuela y Argentina), marroquíes y personas del África subsahariana.
Según el censo de 2007, la población de Canarias asciende a 2.025.951 habitantes. En la provincia de Las Palmas hay 1.042.131 personas; en la de Santa Cruz de Tenerife, 983.820. El municipio con mayor número de habitantes es Las Palmas de Gran Canaria (377.203 habitantes), seguido de Santa Cruz de Tenerife (220.902), San Cristóbal de La Laguna (144.347) y Telde (98.399).
Las comunicaciones interiores son por carretera (no existen vías de tren), aunque en la isla de Tenerife hay un tranvía, el Tranvía de Tenerife, cuya línea 1 une Santa Cruz de Tenerife con San Cristóbal de la Laguna. Su entrada en servicio fue el 2 de junio de 2007. Gran Canaria y Tenerife disponen de un sistema de autovías y autopistas, estando en construcción una autovía en Fuerteventura y hay dos tramos en Lanzarote. Entre las islas se viaja en avión y en barco (fast ferry, ferry). Desde la Península Ibérica y resto de Europa se utiliza el avión. Hay también una línea marítima de frecuencia semanal con Cádiz. Canarias es la Comunidad Autónoma con más aeropuertos de tráfico civil (ocho), entre los que destacan el Aeropuerto de Gran Canaria (el de mayor tráfico tanto de aeronaves como en número de pasajeros y en volumen de mercancías.[]}), el Aeropuerto Tenerife Sur, el Aeropuerto de Lanzarote y el Aeropuerto Tenerife Norte. Las importaciones y exportaciones se realizan principalmente por vía marítima. Las islas cuentan con un régimen especial fiscal dentro de la Unión Europea (Regiones Ultraperiféricas).
Canarias se constituyó en 1982 en Comunidad Autónoma de España mediante la Ley Orgánica 10/1982, de 10 de agosto, de Estatuto de Autonomía de Canarias. El Estatuto establece que los poderes de la Comunidad se ejercen a través del Parlamento (unicameral, ejerce el poder legislativo), el Gobierno (que ejerce el poder ejecutivo) y su presidente. Además, cada isla tiene su propia administración en forma de Cabildos insulares.
El Parlamento de Canarias, con sede en Santa Cruz de Tenerife, está formado por 60 diputados autonómicos elegidos por sufragio universal. Tenerife y Gran Canaria eligen 15 diputados cada una; La Palma y Lanzarote, 8 cada una; Fuerteventura elige 7 diputados: y La Gomera y El Hierro, 4 y 3 diputados respectivamente. Sus funciones son la elaboración de leyes que afecten a la Comunidad, la aprobación de los presupuestos autonómicos, el control del gobierno regional, el nombramiento de los senadores que corresponden a Canarias (que se unen a los elegidos directamente por los ciudadanos en cada circunscripción insular), etc. Tras las elecciones autonómicas del 27 de mayo de 2007, la composición del Parlamento es la siguiente:
El Gobierno de Canarias, con sede en Tenerife y Gran Canaria, detenta el poder ejecutivo y está integrado por el presidente (máxima autoridad política de la comunidad) y los consejeros que se hallan al frente de las distintas consejerías. Desde 2007, el presidente del gobierno canario es Paulino Rivero, de Coalición Canaria, gracias a un acuerdo entre el Partido Popular y los nacionalistas.
Otras instituciones
El Diputado del Común, radicado en Santa Cruz de La Palma, es el Defensor del Pueblo canario. Se trata de un alto comisionado designado por el Parlamento de Canarias, cuyo fin es defender los derechos y libertades constitucionales de los ciudadanos canarios. El Consejo Económico y Social de Canarias, con sede en Las Palmas de Gran Canaria, es el órgano consultivo del Parlamento y del Gobierno de Canarias en materia socioeconómica y laboral. La Audiencia de Cuentas de Canarias, ubicada en Santa Cruz de Tenerife, es el órgano fiscalizador de las cuentas y de la gestión económica del sector público canario. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias es el máximo órgano jurisdiccional de Canarias, sin perjuicio del Tribunal Supremo.
La economía está basada en el sector terciario (74%), principalmente turismo, lo que ha propiciado el desarrollo de la construcción. El turismo comenzó en los años 60 con los escandinavos, después vinieron los alemanes e ingleses que forman el grueso del turismo, cuya temporada fuerte es la invernal.
La industria es escasa, básicamente agroalimentaria, tabaquera y de refinamiento de petróleo (la refinería de Santa Cruz de Tenerife es la mayor de España). Tras la ocupación del Sahara Occidental por parte de Marruecos, las industrias de conservas y salazón de pescado desaparecieron.
Sólo está cultivado el 10% de la superficie, siendo de secano la mayoría (cebada, trigo, vid y papas), y de regadío una minoría (plátanos y tomates), orientados al comercio con el resto de España y con la Unión Europea. Aunque en un primer momento Canarias quedó fuera de la Unión Aduanera de la Comunidad Económica Europea, este régimen de libertad comercial imposibilitó la subvención de la producción agrícola de tomates y plátanos porque no le era aplicable la PAC (Política Agraria Común), por ello se pidió y obtuvo el cambio a un modelo de integración plena, con el establecimiento de un Arbitrio a la importación de mercancía y un IVA disminuido, el IGIC.
Entre las especifidades fiscales de Canarias está la Reserva para Inversiones en Canarias (RIC), que disminuye de la base imponible del Impuesto de Sociedades (IS) hasta el 90% del beneficio no distribuido (80% en el caso de profesionales que deben tributar por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) por el importe de la dotación a la reserva, que debe invertirse en el plazo de tres años desde la dotación. Así mismo, existe una Zona Franca, denominada Zona Especial Canaria (ZEC), en donde las empresas implantadas tributan al 1% del IS.
Se ha iniciado también la exportación de frutas tropicales (aguacates, piñas, mangos y otros cultivos de invernadero) y flores. La ganadería, principalmente caprina y bovina, es escasa, tras haber sufrido un importante retroceso en las últimas décadas. Era la segunda región pesquera de España pero el sector pesquero ha ido a pique después de la ocupación del Sáhara por Marruecos y de las duras condiciones para faenar en las aguas saharauis.
El sector de la construcción es el que mayor crecimiento ha aportado en el último decenio, pero afronta en la actualidad un ciclo recesivo.
Aparte de los periódicos de difusión nacional, algunos de los cuales, como El Mundo o ABC incluyen suplementos de noticias regionales, los principales diarios publicados en Canarias son, por este orden, Canarias7, La Provincia, El Día, Diario de Avisos y La Opinión de Tenerife.[35] También existen algunos periódicos digitales y agencias de noticias propias como ACFI PRESS o ACN Press.
Además de las cadenas de ámbito estatal, en Canarias existe una televisión autonómica, TV Canaria, que forma parte de la Federación de Organismos o Entidades de Radio y Televisión Autonómicos (FORTA), organización formada por las televisiones y radios autonómicas españolas. También existen numerosas televisiones locales.
Todas las emisoras de radio de ámbito estatal se pueden sintonizar en Canarias. Además, existen numerosas emisoras de radio locales y municipales. De entre las emisoras locales destaca Radio ECCA, destinada a la educación a distancia y cuyos diplomas están homologados por el Gobierno de Canarias, 7.7 Radio, la primera en emitir sus contenidos en formato digital, y Canarias Radio, la última de las radios públicas en crearse dentro de España.
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Enviado por: | Anardil |
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