La ira, para muchos expertos, es una emoción como cualquier otra; aunque también hay expertos que insisten en que es una emoción anormal no controlada por aquel que la padece.
La ira se puede considerar como la suma de coraje, que se va acumulando a causa de la ausencia de diálogo y confrontación a los problemas que se sufren con los demás individuos del propio sistema y del estrés o ansiedad.
Cuando la ira es acumulada en el interior de uno mismo sale proyectada en forma de ataque hacia los demás, esto puede ocurrir cuando el individuo es objetos de un trato injusto, se le han puesto barreras para evitar sus objetivos o cuando se siente provocado o humillado.
Estos ataques se pueden manifestar en forma de gritos, insultos, arrojo de objetos o incluso la agresión física a las personas implicadas; aunque no siempre es así, si el enfado es a causa de un acción o una persona ajena, el ataque de ira puede ir destinado a las personas más cercanas (pareja, familiares, amigos…).
Las principales consecuencias de estos ataques son el daño a las relaciones personales con las personas más intimas y la relación laboral porque dificulta, además de la relación con compañeros y empleados, dificulta la capacidad de tomar decisiones.
¿Quiénes son los afectados?
Cuando se sufre un ataque de ira, no sólo los afectados son aquellos que la sufren (afectados directos) sino también aquellos que están presentes en una de estas explosiones (afectados indirectos).
A los afectados indirectos estas acciones les producen malestar en la situación y se sienten agredidos.
A los afectados directos les produce un leve espacio temporal de desahogo y tranquilidad seguido de un sentimiento de arrepentimiento, a causa de la descarga, hacia los demás, de la rabia y tensión acumulada.
¿cuales son las causas?
Las causas de los ataques de ira pueden ser directas o indirectas.
Las causas directas son el estrés, la ansiedad, las barreras puestas para dificultar un objetivo, el sentimiento de humillación o provocación y el trato injusto de la sociedad.
Las indirectas pueden ser la figura paternal propensa a efectuar estos ataques, en la infancia ser golpeados o abusados tanto física como psicológicamente, personas incapaces de expresar sus emociones con facilidad y seguridad o la prohibición de expresar sus propios sentimientos en época infantil.
¿Cómo se puede controlar la ira?
Muchos expertos aconsejan respirar profundamente, apartarse durante un breve período de tiempo para analizar la situación y volver para hablar de modo amistoso y solucionar el problema con los otros implicados en la acción.
Si no se es capaz de llevar a cabo estas acciones es recomendable buscar ayuda profesional en grupos de apoyo o en psicólogos.
Opinión personal
Como se ha dicho al principio de este trabajo, los ataques de ira son considerados como normales porque son muy frecuentes en nuestra sociedad. Mi opinión es que la acumulación y la consecuente explosión de ira es una acción anormal en una persona porque hace efectuar y/o decir cosas que no desea en realidad.
Proyecto de estudio sobre los ataques de ira en el hombre
La ira, los ataques de ira, sus formas de expresiones y consecuencias.
Los afectados en estas explosiones tanto en primera como en segunda persona.
Las causas que pueden ser más significativas de estos ataques.
Las formas más apropiadas para evitar o controlar estos ataques si se manifiestan frecuentemente.