Maestro, Especialidad de Educación Infantil
Intervencion educativa en educación preescolar
TEMA 12
PRINCIPIOS DE INTERVENCIÓN EDUCATIVA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR E INFANTIL. EL ENFOQUE GLOBALIZADOR. SENTIDO Y SIGNIFICATIVIDAD DEL APRENDIZAJE. UNA METODOLOGÍA BASADA EN LA OBSERVACIÓN Y EN LA EXPERIMENTACIÓN. SU CONCRECIÓN EN LAS PROGRAMACIONES DIDÁCTICAS.
ESQUEMA RESUMEN
INTRODUCCIÓN.
PRINCIPIOS DE INTERVENCIÓN EDUCATIVA EN EDUCACIÓN INFANTIL.
EL ENFOQUE GLOBALIZADOR.
SENTIDO Y SIGNIFICATIVIDAD DEL APRENDIZAJE.
UNA METODOLOGÍA BASADA EN LA OBSERVACIÓN Y EXPERIMENTACIÓN.
La observación. Principios didácticos.
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Observación global.
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Observación sistemática.
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Observación comparada.
-
Comunicación de lo observado.
La experimentación. Principios didácticos.
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Activas.
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Amenas.
-
Concretas.
-
Motivadoras.
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Estimuladoras de la creatividad.
SU CONCRECIÓN EN EL MARCO DEL PROYECTO CURRICULAR.
BIBLIOGRAFÍA.
INTRODUCCIÓN.
Se puede afirmar que la Educación Infantil ha preocupado a numerosos pensadores a lo largo de la historia. Platón, Aristóteles o Quintiliano se refirieron a ella en diferentes momentos. Este último resaltaba la importancia del entorno y su influencia sobre las primeras experiencias y representaciones infantiles.
De modo más general, es en el siglo XVIII cuando comienzan a dar los primeros pasos hacia la consideración de la educación de los más pequeños, fruto de un lento cambio de mentalidad.
Entre quienes influyeron más en este proceso destaca la figura de COMENIO, quien ya habla de “escuela materna”, que sin considerarla aún como una institución fuera de la familia, apunta interesantes sugerencias sobre la intervención educativa en el hogar.
Los principios educativos de estos autores tendrán una importante repercusión en épocas posteriores, influyendo en la configuración de la Escuela Nueva y determinando otra forma de hacer educación. Algunas de sus ideas pedagógicas han llegado a nuestros días con una impronta y una nitidez difíciles de superar, pero tal vez lo más importante de sus aportaciones es que contribuyeron a dotar a la infancia de una significación biológica, social y educativa.
PRINCIPIOS DE INTERVENCIÓN EDUCATIVA DE EDUCACIÓN INFANTIL.
Siguiendo las consideraciones que se hacen en el Diseño Curricular de Educación Infantil, vamos a ver los principios de intervención educativa de una manera general. Más adelante profundizaremos en dos de ellos que se consideran básicos: el aprendizaje significativo y el enfoque globalizador.
Los aprendizajes que el niño realiza en esta etapa contribuirán a su desarrollo en la medida en que constituyan aprendizajes significativos. Para ello del niño/a debe poder establecer relaciones entre sus experiencias previas y los nuevos aprendizajes. El proceso que conduce a la realización de estos aprendizajes requiere que las actividades y tareas que se lleven a cabo tengan un sentido claro para él.
En esta etapa la perspectiva globalizadora se perfila como la más adecuada para que los aprendizajes sean significativos. El principio de globalización supone que el aprendizaje es el producto del establecimiento de múltiples conexiones de relaciones entre lo nuevo y lo ya aprendido. Es, pues, un proceso global de acercamiento del individuo a la realidad que quiere conocer. Este proceso será fructífero si permite que las relaciones que se establezcan y los significados que se construyan sean amplios y diversificados.
La actividad física y mental del niño/a es una de las fuentes principales de sus aprendizajes y de su desarrollo. El principio de actividad es fundamental en la enseñanza tal como hoy se entiende. La actividad es imprescindible tanto para el desarrollo físico y psicomotor como para la construcción del conocimiento. A través de la propia actividad, en continuo intercambio e interacción con el medio, el niño/a aprehende y transforma la realidad. La metodología en la Educación Infantil ha de potenciar situaciones y tiempos donde los niños/as puedan desarrollar sus capacidades de manipular, explorar, observar, experimentar, construir, etc. Proporcionando experiencias variadas que les permitan aplicar y construir sus propios esquemas de conocimiento. Para ello, los educadores deberán organizar las condiciones para que sea posible la actividad autónoma de los niños/as, ya sea desarrollada ésta de forma individual, en pequeños grupos o con la concurrencia del propio educador.
En la Educación Infantil, el juego tiene un papel esencialmente relevante. Es una actividad natural en estas edades, constituyendo un importante motor del desarrollo, tanto en sus aspectos emocionales como intelectuales y sociales. La actividad lúdica favorece la elaboración y desarrollo de las estructuras de conocimiento y sus esquemas de relación. En el juego se aúnan, por una parte, un fuerte carácter motivador y, por otra, importantes posibilidades para que los niños/as establezcan relaciones significativas. Resulta ser un instrumento fundamental que los niños/as utilizan como cauce de relación con el entorno, para conocer y aprehender la realidad tanto física como social.
El juego tiene un doble tratamiento metodológico en esta etapa: de una parte subrayando la necesidad de dotar de carácter lúdico cualquier actividad que se realice en el aula, evitando la falsa dicotomía entre juego y trabajo, y de otra, posibilitando el juego autónomo de los niños/as.
Los aspectos afectivos y de relación adquieren un relieve especial en la Educación Infantil. En esta etapa es imprescindible la creación de un ambiente cálido, acogedor y seguro, en el que el niño/a se sienta querido y confiado para poder afrontar los retos que le plantea el conocimiento progresivo de su medio y para adquirir los conocimientos que le permiten acceder a él. Los niños necesitan establecer con el educador una relación personal de gran calidad, lo cual le trasmitirá una confianza básica y la seguridad precisa para su desarrollo.
Las relaciones de comunicación que se dan en el aula, entre las que cabe destacar las interacciones entre los niños/as, constituyen tanto un objetivo educativo como un recurso metodológico de primer orden. Las controversias y reajustes que se generan en el grupo facilitan el progreso intelectual, afectivo y social.
Una adecuada organización del ambiente, incluyendo espacios, recursos materiales y distribución del tiempo, será fundamental para la consecución de las intenciones educativas.
El espacio escolar permitirá al niño/a situarse en él, sentirlo suyo, a partir de sus experiencias y relaciones con personas y objetos. La distribución del espacio debe adecuarse a las variadas y cambiantes necesidades de los niños/as, teniendo presentes las características de cada grupo de edad y sus necesidades. Se deben prever las distintas situaciones y decidir sobre los medios que las hagan posibles, evitando organizaciones rígidas y excesivamente especializadas. La variedad de actividades educativas que se realizan con los niños/as pequeños hace necesario habilitar determinados espacios que reúnan las condiciones para las mismas. Así se pueden fijar áreas o rincones específicamente orientados hacia el juego simbólico, la expresión plástica, las experiencias con objetos físicos o las actividades sedentarias. Todas las dependencias de la escuela infantil se considerarán espacios educativos, diversificando los lugares en que se desarrollen las experiencias y actividades y dando un creciente protagonismo a los espacios exteriores.
La diversidad de materiales con los que cuenta la Educación Infantil debe ser adecuada por el equipo educativo a las intenciones que se persigan, fruto de una reflexión acerca del tipo de información que se suministra, el papel más o menos activo que concede al usuario, su contenido más o menos cerrado, su posibilidad de usos, gestión y cuidados por parte del alumno y el tipo de tarea, actividad o función para lo que se lo requiera, sin olvidar que los medios han de estar al servicio del proyecto educativo y no al revés.
La organización del tiempo será otro elemento a tener en cuenta. En Educación Infantil la organización de las actividades requiere flexibilidad y posibilidades de adecuación al ritmo de los niños/as. Cada sujeto ha de disponer del tiempo necesario para crecer y desarrollarse, de acuerdo con sus ritmos individuales. Es básico, pues, respetar los principios de desarrollo cognitivo y socioafectivo, manteniendo una organización del tiempo lo más natural posible, sin forzar el ritmo de la actividad y manteniendo determinadas constantes temporales o rutinas, ya que las experiencias desorganizadas son tan deshumanizadoras como las excesivamente tecnificadas.
En la planificación de las rutinas diarias, el equipo educativo deberá considerar diferentes fases: toma de contacto a la entrada al Centro, preparación de las actividades, desarrollo de las mismas, tiempo para el recuerdo-simbolización, recogida y ordenación de los materiales y tiempo de la despedida. Una sensibilidad especial habrá de tenerse en cuenta en los primeros contactos que tienen los alumnos con la escuela.
La Educación Infantil alcanza su pleno sentido en un marco de colaboración y coordinación entre los elementos que inciden en el proceso educativo de los niños/as. Las relaciones fluidas y continuadas entre el Centro y las familias permitirá unificar criterios y pautas de actuación entre los adultos, que de una u otra forma, intervienen directamente en la educación de los niños/as.
En la actividad cotidiana, el profesor será un facilitador de los aprendizajes de los alumnos, para lo cual tendrá que integrar las experiencias más significativas para aprender, organizando la vida escolar como un proceso de interacción y comunicación donde niños y niñas, con la ayuda del adulto y de otros compañeros, van ganando progresiva autonomía e independencia, siendo cada vez más capaces de relacionarse con los demás y afrontar los problemas y dificultades que en su vida se plantean.
EL ENFOQUE GLOBALIZADOR.
El enfoque globalizador supone que el aprendizaje es el producto del establecimiento de múltiples conexiones y relaciones entre lo nuevo y lo ya sabido, experimentado o vivido. Este proceso global de interacción del individuo con la realidad será tanto más relevante cuanto que posibilite que las relaciones establecidas y los significados que se van construyendo sean más amplios y diversificados.
Adoptar una perspectiva globalizadora que dé prioridad a la detección y resolución de problemas interesantes para los niños/as, contribuye a poner en marcha un proceso activo de construcción de significados que debe partir necesariamente de la motivación y de la implicación de los más pequeños.
Acabar los contenidos de la etapa de Educación Infantil en una perspectiva globalizadora supone proponer a los niños/as secuencias de aprendizajes, elaboración de proyectos y resolución de problemas que hagan posible o, mejor aún, que requieran el concurso simultáneo o sucesivo de contenidos de distinto tipo (relativos a hechos, procedimientos y actitudes) y/o contenidos propios de distintos ámbitos.
En un sentido amplio, se trata de proponer a los niños/as que se impliquen en la realización de proyectos que respondan a su interés y para los que sea posible detectar una finalidad clara, que tenga sentido para los niños/as. El proyecto es un conjunto de diversas actividades relacionadas entre sí, que sirven a una serie de propósitos u objetivos educativos. Una perspectiva así se aleja tanto de un planteamiento puntual o segmentario delas actividades de enseñanza y aprendizaje, como de un enfoque de la globalización que consiste exclusivamente en hacer cosas distintas alrededor de un mismo tópico.
En un planteamiento como el que se propone, el niño/a se encuentra inmerso en una situación que lo implica activamente, que lo obliga a actualizar sus conocimientos previos de tipo diverso, a reestructurarlos, a enriquecerlos en un proceso que se caracteriza por el gran número de conexiones que debe establecer entre lo que ya sabe y lo que está aprendiendo.
Cuando el niño/a está inmerso en un determinado proyecto, no es consciente de estar enriqueciendo su vocabulario, conociendo el medio, o adquiriendo una mayor autonomía personal. Sus objetivos se relacionan con la resolución de una tarea que exige su participación activa y entusiasta. Pero para que ello ocurra el profesor debe saber qué y en qué profundidad se está trabajando en cada momento. Quiere esto decir que una parte importante de su tarea como docente deberá dedicarla a la planificación y puesta a punto de proyectos y actividades que respondan a un enfoque globalizador, así como a organizar su intervención de forma que se ajuste al proceso que siguen los niños/as, a sus intereses y propuestas, a sus avances y retrocesos.
La perspectiva aquí adoptada quiere poner de relieve que siempre es posible encontrar proyectos y actividades que requieran el concurso de contenidos diversos y que, a la vez, respondan a la multiplicidad de objetivos, pero también subraya la evidencia que todo no se puede globalizar y que puede haber ocasiones en las que resulte conveniente plantear actividades concretas que se alternen con las propuestas globalizadas. Las actividades a las que se acaba de aludir pueden ser de gran grupo (explicación de un cuento, aprendizaje de una canción,...) de pequeño grupo (participación en rincones o talleres,...) o de trabajo individual.
Un enfoque globalizador permite utilizar diferentes métodos o combinar varios de ellos.
SENTIDO Y SIGNIFICATIVIDAD DEL APRENDIZAJE.
El proceso de enseñanza-aprendizaje puede dar lugar tanto a aprendizajes significativos como a aprendizajes repetitivos. Para asegurar que el aprendizaje sea significativo se deben de cumplir una serie de condiciones:
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El contenido debe ser potencialmente significativo, desde el punto de vista de su significatividad lógica; su estructura interna, la forma de presentación, no deben ser confusos ni arbitrarios.
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El contenido debe ser potencialmente significativo, desde el punto de vista de su significatividad psicológica; tiene que haber en la estructura cognitiva del alumno elementos pertinentes y relacionales, es decir, ideas previas.
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El alumno debe tener una actitud favorable para aprender significativamente, es decir, ha de estar motivado.
Cuando se cumplen estas condiciones, el nuevo material de aprendizaje se relaciona, de forma significativa, con lo que el alumno ya sabe y puede llegar a integrarse en su estructura cognitiva previa, siendo así duradero y sólido. En caso contrario, estaremos en presencia del aprendizaje repetitivo.
La significatividad del aprendizaje está estrechamente relacionada con su funcionalidad. El aprendizaje funcional es aquel que puede ser aplicado y generalizado a contextos y situaciones distintas de aquellas en las que se originó. Asimismo el aprendizaje significativo posibilita la memorización comprensiva, que permite al niño/a realizar aprendizajes significativos por sí solo. Con lo cual está consiguiendo que el niño/a aprenda a aprender.
Habrá, pues, que tener en cuenta el interés de los niños/as, sus propias propuestas y motivaciones, y articular a su alrededor las secuencias susceptibles de ayudarles a aprender constructivamente. En este contexto conviene tener en cuenta que en la Escuela de Educación Infantil muchas de las actividades y tareas que realizan los niños/as son en sí mismas motivadoras para ellos, tienen un sentido y una finalidad claras, lo que favorece su implicación en ellas: juegos de distinto tipo, participación en la elaboración de proyectos globales, etc.
UNA METODOLOGÍA BASADA EN LA OBSERVACIÓN Y EXPERIMENTACIÓN.
De todo lo expuesto anteriormente se deduce que es necesario en la Escuela Infantil establecer una metodología basada en la observación y en la experimentación. Como expone el principio de actividad, los alumnos interactúan con los objetos para poder construir un pensamiento activo y posteriormente lógico.
El niño/a observa por instinto natural de forma espontánea, pero no podemos esperar a que surja esa espontaneidad para guiarle por los caminos del currículo. El profesor ha de planificar situaciones, experiencias, de forma variada, concreta, manipuladora, creativa, interesante y motivadora para acelerar el proceso espontáneo.
LA OBSERVACIÓN. PRINCIPIOS DIDÁCTICOS.
Hemos dicho que el niño/a observa espontáneamente pero esta observación es incompleta, ya que percibe sincréticamente. Es misión del profesor completar esta observación espontánea, ayudándole a mejorar progresivamente su forma de observar. Se pueden considerar varios niveles de observación que, sin ser necesariamente sucesivos, proporcionan información diferente.
Observación global: es de tipo subjetivo y con ella se pretende fijar la atención en la totalidad de un objeto o fenómeno para obtener una primera percepción. Se aproxima a la primera observación espontánea del niño/a. Es significativo destacar la importancia que tiene el fomentar una captación estética de lo observado: dejar que los niños/as empiecen su observación por una valoración de lo bonito o lo feo, de lo agradable o desagradable.
Observación sistemática: se debe ajustar a un criterio previamente establecido. Este criterio puede ser muy variado: de posición, de cualidad, de utilidad, de relación, etc. Es en este punto en el que el niño/a debe aprender a sujetarse a una norma de observación que le permita fijar su atención de un modo analítico.
Observación comparada: es más compleja que la anterior ya que implica establecer semejanzas y diferencias entre objetos observados. En este nivel se debe empezar más que pidiendo a los niños/as que comparen objetos o situaciones en general, dando criterios de comparación concretos.
Comunicación de lo observado: es tan importante como la observación en sí. En un primer momento el niño/a observa más de lo que es capaz de expresar. La tarea del profesor es ir equilibrando estos dos procesos. La comunicación de lo observado puede y debe hacerse con lenguajes diferentes según la madurez del niño/a: lenguaje corporal, plástico, oral, gráfico.
Conviene tener en cuenta que no hay que observar únicamente con la vista; los demás sentidos aportan información sumamente interesante sobre los objetos y fenómenos.
LA EXPERIMENTACIÓN. PRINCIPIOS DIDÁCTICOS.
El proceso de cocimiento senso-perceptivo iniciado en la observación, se completa con la experimentación o realización de experiencias. No se trata aquí de la experimentación como método científico, consiste en la recogida, ordenación y tratamiento de una serie de informaciones, encaminadas a probar una determinada hipótesis. Se trata de algo más sencillo: la aplicación del principio de actividad para conseguir ciertos aprendizajes escolares. Experiencias es sinónimo de actividades.
La manipulación no garantiza que el niño/a experimente. Para que este ocurra es necesario que el alumno/a interiorice las acciones: en el sentido piagetiano, la actividad no puede quedarse sólo en la acción, sino que ha ce ser también interna, pensarla, representarla, de manera que de lugar a la verdadera actividad mental. Las experiencias para llegar a ser interiorizadas, deben reunir determinadas características:
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Activas: el conocimiento no se adquiere copiando la realidad sino actuando sobre ella (PIAGET).
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Amenas: enmarcadas en el juego.
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Concretas: manipulación de objetos concretos, que no se centren en más de uno o dos aspectos de una actividad a la vez, por el handicap que supone la reversibilidad de los niños/as.
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Motivadoras: debemos basarnos en los intereses y necesidades de los niños/as: afectivas, fisiológicas, de juego, de construcción.
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Estimuladoras de la creatividad: deben dar lugar a la construcción de un pensamiento divergente buscando y encontrando soluciones diversas a situaciones problemáticas, imaginando situaciones.
SU CONCRECIÓN EN EL MARCO DEL PROYECTO CURRICULAR.
El Decreto 107/92, que establece las Enseñanzas de Educación Infantil en Andalucía, definen las grandes líneas metodológicas que deberá orientar las decisiones que los centros tomarán respecto a los principios metodológicos de la etapa.
Dentro de ellas, sin embargo, existen distintas posibilidades de hacerlas factibles. Este enfoque, en cierta medida plurimetodológico, requiere una concreción en el Proyecto Curricular de Etapa (PCE) de acuerdo con otras decisiones tomadas en el Proyecto Curricular de Centro (PCC) y de la propia idiosincrasia del Centro.
No obstante, donde los principios de intervención educativa influirán directamente será en las programaciones de aula o didácticas, es decir, aquellas que están destinadas a que los niños/as alcancen los objetivos propuestos en términos de capacidades. Nosotros vamos a desarrollar su concreción en este campo aunque siempre teniendo presente que no estamos en un centro concreto, con un entorno concreto y unos niños/as concretos, es decir, lo haremos en líneas generales.
Por tanto, algunas de las implicaciones de las metodologías que venimos describiendo en el tema en las programaciones de aula son:
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Darles abundantes oportunidades para trabajar en situaciones que les resulten interesantes.
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El punto de partida es la acción sobre los objetos reales concretos.
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Explorar activamente con todos los sentidos. Para ello debemos proporcionar materiales a los alumnos, estimulando la exploración, planificar períodos activos en pequeños grupos y planificar la exploración activa fuera de clase.
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Descubrir las relaciones a través de la experiencia directa. Hay que ayudar a los niños a establecer dichas relaciones, estimulándolo para que hable sobre lo que está haciendo, sugiriéndoles posibles soluciones, no haciendo el profesor lo que los alumnos puedan hacer por sí solos.
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Manipular, transformar y combinar los materiales. Debemos proporcionar materiales y plantear actividades en las que los niños/as puedan manipular, transformar y combinar. Apoyando el uso por parte de los niños/as, dando sugerencias sobre posibles usos, hacer que los niños/as hablen sobre lo que están haciendo.
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Proveer de tiempo y espacio para que se dediquen a actividades en las que usan los grandes músculos, apoyándolos en su nivel de coordinación y desarrollo muscular.
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Satisfacer sus propias necesidades dando tiempo para que hagan las cosas por sí solos.
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Dotar a las actividades de carácter lúdico.
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En un proyecto educativo cuya filosofía sea la globalización, hay que darle suma importancia a la interrelación de todos sus elementos, a las experiencias y vivencias infantiles y a las relaciones de comunicación, que crean un clima agradable y motivador en la clase, son el motor del aprendizaje constructivo.
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Proponer actividades que tengan sentido para el niño/a (es lo que las hace motivadoras).
BIBLIOGRAFÍA.
AUSUBEL, D.P., “Psicología educativa. Un punto de vista cognitivo”. 1976.
COLL, C., “El currículo en la Escuela Infantil”. 1989.
DECRETO 107/92 por el que se establece el currículum de la Ed. Infantil para Andalucía.
DISEÑOS CURRICULARES BÁSICOS.
PLANTEAMIENTO DIDÁCTICO (Temas 5, 6 y 12)
“Proyecto de trabajo: El agua”
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RELACIÓN DEL TEMA CON EL DISEÑO CURRICULAR.
En el Decreto 107/92, en el apartado de orientaciones metodológicas, dice: “La metodología de la Educación Infantil ha de potenciar situaciones y tiempos donde los niños/as puedan desarrollar sus capacidades de manipular, explorar, observar, experimentar, construir,... etc proporcionando experiencias variadas que les permitan aplicar y construir sus propios esquemas de conocimiento”.
“...El trabajo globalizado puede adoptar diversas modalidades dependiendo de la edad de los alumnos, y de los contextos específicos, tales como centro de interés, proyectos de trabajo, contextos globalizadores, etc.”.
Con respecto a los objetivos nuestro planteamiento desarrolla el apartado:
Observar y explorar su entorno inmediato, para ir conociendo y buscando interpretaciones de algunos fenómenos y hechos más significativos”.
Por tanto este proyecto cumple las condiciones apuntadas, ya que el agua es un elemento muy atractivo para los niños/as, con el que experimentar y reciben un montón de sensaciones y con el que están en contacto a diario. Suscita en los niños/as curiosidad de explorar e investigar y conocer sobre ella.
Además tiene un gran valor para la vida, por lo que se puede aprovechar el tema para trabajar el medio ambiente, la higiene, consumo, salud, etc.
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GRUPO DE ALUMNOS A LOS QUE VA DIRIGIDO EL PLANTEAMIENTO.
Son 23 niños de 5 años, forman parte de un colegio de 18 unidades: 6 de Educación Infantil y 12 de Primaria, por lo que es un colegio de 2 líneas. La escuela está situada en un barrio periférico con nivel económico, socio-cultural y educativo medio.
Desde el punto de vista evolutivo estos niños se encuentran en el período preoperatorio, y más concretamente en el periodo intuitivo. Tiene las siguientes características:
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Desarrollo psicomotor:
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Consolida la formación del esquema corporal hasta llegar a identificar cada una de las partes segmentarias.
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Aparece el galope y el salto sobre un solo pie den sus movimientos y desplazamientos.
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Adquiere mayor conciencia de sus posibilidades corporales.
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Matiza las posturas y las expresiones mímicas.
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Incrementa en velocidad y fuerza las habilidades motoras.
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Sitúa en el propio cuerpo la izquierda y la derecha.
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Desarrollo cognitivo:
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Muestra una cierta dificultad por diferenciar la fantasía de la realidad.
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Centra su atención en un solo aspecto de una situación.
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Muestra incapacidad para captar que una operación pueda tener una doble dirección.
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Establece relaciones causa-efecto con dos sucesos o aspectos que, en realidad, no poseen dicha relación.
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Desarrolla la capacidad de comprender identidades y funciones.
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Desarrollo del lenguaje:
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Madura y crece hacia un lenguaje socializado.
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Emite frases habituales más complejas hasta llegar a tener entre 6 y 8 palabras cada una.
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Crece su vocabulario básico hasta llegar a estar formado aproximadamente por 2.000 a 2.500 palabras.
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Utiliza correctamente pronombres personales, plurales, tiempos verbales en pasado y algunas preposiciones.
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Puede definir algunas palabras y reconocen algunos antónimos.
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Desarrollo personal-social:
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Vive una etapa egocéntrica acompañada de una primera conciencia del propio yo.
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Desarrolla el reconocimiento de su individualidad a partir de la identificación con los adultos.
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Considera las acciones como buenas o malas según sean aceptadas o rechazadas por los adultos.
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Basa su sociabilidad don los demás en la “ayuda unilateral”.
Todas estas características las tendré en cuenta para adaptar las actuaciones que vamos a realizar y conocer lo que el niño/a puede o no realizar.
En este grupo se encuentra un niño con falta de atención, pobreza de conceptos que no es capaz de agrupar, clasificar, acumular siguiendo mínimos criterios de color, forma, tamaño. Intentaremos que este tema que es motivador de por sí, le motive aún más, para ello prestaremos especial atención en el momento de las “ideas previas” de saber con exactitud de qué punto concreto de conocimiento parte este niño, por si es necesario adaptar algunas de las actividades que realizaremos a su grado exacto de conocimiento.
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AMBITOS DE ACTUACIÓN EDUCATIVA EN QUE VA A CONSISTIR MI ACCIÓN.
¿Qué vamos a enseñar?- Objetivos.
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Conocer aspectos relacionados con el agua.
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Descubrir la importancia que tiene el agua para los seres vivos, para qué sirve a las personas, animales, plantas.
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Explorar el medio por placer de jugar y de experimentar sensaciones.
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Desarrollar hábitos de salud e higiene.
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Potenciar valores de conservación del agua.
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Conocer e investigar algunas características de los animales que viven en el agua.
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Comprender algunos fenómenos climatológicos sobre el agua.
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Realizar experimentos con agua para investigar formulando hipótesis y haciendo planteamientos.
Contenidos.
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Conceptuales:
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Características más elementales del agua.
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Espacios naturales donde encontramos agua.
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Animales que viven en el agua.
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Importancia del agua para los seres vivos.
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Procedimentales:
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Producción de mensajes orales o no referidos a emociones, opiniones, informaciones,...
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Identificación de las sensaciones y emociones que se obtienen con el cuerpo y el agua.
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Utilización de los sentidos para la exploración.
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Investigar las características de algunos animales del mundo acuático.
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Establecimiento de hipótesis sobre elementos del entorno y el agua.
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Experimentos que impliquen la transformación del agua.
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Comparación de objetos o elementos en relación con el peso, volumen y cualidades.
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Dominio de las nociones básicas relacionadas con el espacio.
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Utilización de la serie numérica para contar elementos y objetos de la realidad.
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Resolución de situaciones de operaciones sencillas verbalizando la transformación, quitar añadir.
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Actitudinales:
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Valoración de la importancia del agua para los seres vivos.
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Adquisición de hábitos saludables de higiene.
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Sensibilización por el problema medioambiental (ahorro de agua, contaminación de los ríos).
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Interés por conocer e investigar datos sobre el tema.
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Planteamiento de hipótesis y resolución de tareas.
¿Cuándo vamos a enseñar?. Temporalización.
El planteamiento forma parte de una unidad didáctica que se trabajará durante 4 semanas.
¿Cómo vamos a enseñar?. Metodología y actividades.
La metodología empleada se basa principalmente en la actividad del niño/a tanto física como mental, que el niño/a piense y actúe que intervenga y aporte sus dudas, intereses, datos sobre el tema. A través de suscitar en ellos la curiosidad por buscar, conocer, explorar e investigar. Todos aportamos información y todos aprendemos de todos.
También la familia tiene un papel importante en facilitar el material a los niños/as para clase. Esta metodología también implica:
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Comunicación y diálogo, asambleas de debate, de comentarios, selección de datos, etc., pero sobre todo de respeto a las aportaciones de todos.
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Trabajo en grupo, compañerismo, cooperación.
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Confianza y apoyo para crear un clima afectivo positivo.
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Respeto al ritmo individual de cada niño/a.
Como maestro/a mi papel es el de guía y orientador/a, coordinar el trabajo, hacer aportaciones como los demás, moderar los diálogos, resolver dudas, plantear propuestas,...
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ACTIVIDADES.
Asamblea para recoger las ideas previas o intereses.
Se puede preguntar a los niños/as en primer lugar cuestiones referidas a sensaciones en cuanto al agua, para saber sus sentimientos hacia ella, ¿te gusta lavarte?, ¿te gusta que llueva?.
Después se pueden plantear cuestiones para recoger las ideas previas e intereses: ¿qué sabes del agua?, ¿qué te gustaría saber?. Y otras para suscitar curiosidad: ¿qué pasaría si no llueve en mucho tiempo?, ¿de dónde viene le agua que bebes?, ¿dónde va el agua sucia dela casas?, ¿dónde va el agua que cae en la tierra?.
Como activación se puede introducir un elemento en clase para iniciar el tema, como un pez en una pecera,....
Asamblea de lectura y comentario de información.
Los libros y documentos sobre el agua lo aportan los niños/as de sus casas. También hacemos una visita a la biblioteca del colegio para buscar libros que hablen del agua.
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Exposición de los trabajos que traigan los niños/as de casa.
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Hacer un papel con un mapa conceptual a la vista de los niños/as con los temas importantes sobre el agua, ilustrado con dibujos y un breve texto explicativo.
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Experimentar con agua para satisfacer las necesidades básicas: beber, lavarse.
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Hacer juegos con agua, carreras de vasos, globos, pompas, ...
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Hacer un cuadrante con un calendario para anotar los días que llueve al mes.
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Hacer un juego con peces imantados en un recipiente con agua y una caña imantada para pecarlos.
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Hacer un móvil de un pez.
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Hacer experimentos de flotación con distintos objetos. Hacer antes una quiniela para anotar las previsiones.
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Hacer mezclas con agua y pintura.
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Hacer mezclas con agua y otros elementos: tierra, arena, bolitas de corcho, aceite.
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Hacer mezclas de sabor con azúcar, sal, manzanilla,....
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Hacer experimentos con flores y agua, ¿cuánto duran cortadas?.
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Si ponemos pintura en el agua, ¿cambia de color?.
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Observar la transformación del agua en sólido, líquido, gaseoso.
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Hacer trasvases a recipientes más grandes, más pequeños, haciendo mediciones.
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Hacer juegos de tacto, con los ojos tapados buscar en un recipiente grande objetos hundidos.
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Videos documentales sobre el agua.
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Aprender canciones, poesías, refranes sobre el tema.
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Cuento “la gota de agua”.
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Observar los peces de la pecera.
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Regar las plantas: mucho, poco, nada y observar que pasa.
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Escuchar las noticias del tiempo en la tele.
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Realizar si es posible, alguna visita a uno de estos sitios: aljibe local, pantano, río, lago, parque de bomberos.
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Observar el agua en le microscopio.
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Hacer un eslogan y pegarlo en el colegio por ejemplo “No desperdicies hoy el agua que nos puede hacer falta mañana”.
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Hacer un dossier-libro con los trabajos de los niños/as para llevar a casa.
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Hacer composiciones plásticas con gotas de agua de colores con papales de celofán.
Lugar y materiales.
El lugar, según la actividad, será el patio o la clase o cualquier otra dependencia del colegio que nos pueda servir.
Materiales: como ya hemos mencionado, unos los buscaremos en el colegio y el aula, otros los aportarán los niños con la colaboración de sus padres.
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EVALUACIÓN.
¿Qué evaluaremos?.
Evaluaremos tanto al alumno como a nosotros mismos:
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Si las actividades estaban bien estructuradas.
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Si la selección de los contenidos ha sido adecuada.
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Si se han cumplido los objetivos.
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Si los recursos utilizados han sido suficientes e interesantes.
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Si ha habido coordinación del Equipo Docente.
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Si se puede mejorar.
¿Cuándo evaluaremos?.
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Evaluación inicial: antes de comenzar la unidad, haremos un sondeo en forma de ideas previas (ya lo hemos explicado).
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Evaluación formativa: la iremos realizando a lo largo de toda la unidad, nos indicará los bloqueos, dificultades y progresos que vamos consiguiendo.
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Evaluación final: al terminar la unidad veremos si se han conseguido los objetivos propuestos.
¿Cómo vamos a evaluar?.
Evaluaremos mediante la observación sistemática, directa y continua del niño/a. También nos serviremos de sus producciones.
Esta evaluación nos servirá para poder orientarnos tanto al alumno como a nosotros mismos de cómo se desarrolla el proceso.
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ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD.
Lógicamente en clase podemos tener niños con deficiencias que necesiten una adaptación especial, un trato diferente, una acomodación del espacio,... etc. Para ellos tendremos muy en cuenta las características y los síntomas más frecuentes de los diferentes trastornos posibles, como pueden ser:
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Niños con deficiencias auditivas. Hay que establecer un constante contacto visual con ellos de manera que no se sientan abandonados, ni solos. La comunicación oral debe darse marcando muy bien el punto de articulación sin un tono de voz en exceso fuerte y ayudándonos con gestos corporales y mímicos.
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Niños con deficiencias visuales. Necesitan actividades de estimulación auditiva. Pero teniendo en cuenta que la audición (dotada de gran sensibilidad) es su principal vía de aprendizaje, conviene controlar el exceso de ruidos y sonidos dentro del aula, ya que estos mezclándose con los del exterior pueden aumentar el nerviosismo del alumno.
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Niños con deficiencias motoras. Acomodar la organización del espacio a sus posibilidades motrices y de desplazamiento. Sobre todo vigilar que los materiales de psicomotricidad estén situados de manera que posibiliten la experimentación del reflejo de caídas y de desequilibrios; es positivo que lo experimenten, pero siempre son un adulto al lado que lo coja de la cintura o de la mano.
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Niños con deficiencias mentales. Observando diariamente cuales son las limitaciones más evidentes y frecuentes, se les ofrecerán aquellos juguetes o materiales con los que el niño muestra estar más cómodo y satisfecho de sus producciones. Se les hablará despacio con frases cortas anticipándoles con tiempo todo aquello que se va a hacer.
Oposiciones al Cuerpo Temario E. Infantil de Maestros Tema 12
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Enviado por: | Gabriel Fernández Olmo |
Idioma: | castellano |
País: | España |