Una de las definiciones que mejor se adaptan a nuestra forma de entender el término, es la que nos dice que inteligencia, es "la aptitud que nos permite recoger información de nuestro interior y del mundo que nos circunda, con el objetivo de emitir la respuesta más adecuada a las demandas que el vivir cotidiano nos plantea", según acuerdo generalizado entre los estudiosos del tema depende de la dotación genética y de las vivencias que experimentamos a lo largo de la vida.
En psicología, la inteligencia se define como la capacidad de adquirir conocimiento o entendimiento y de utilizarlo en situaciones novedosas. En condiciones experimentales se puede medir en términos cuantitativos el éxito de las personas a adecuar su conocimiento a una situación o al superar una situación específica.
Una persona inteligente se caracteriza por sus conocimientos, por su rapidez de solución ante un problema, por su madurez, su creatividad, su facilidad y predisposición de aprendizaje, así como por su capacidad de relación.
FACTORES QUE INTERVIENEN EN LA
INTELIGENCIA
Siempre se ha creído que el cerebro esta ligado a la inteligencia, sin embargo, se avisto que está, no se relaciona positivamente con el tamaño y peso del cerebro. La herencia por el contrario si que guarda relación con la inteligencia. Como lo demuestra el hecho de que hay familias que por varias generaciones han tenido casos de deficiencia mental, o por el contrario han sido brillantes la mayoría de sus miembros.
Otro factor determinante en este aspecto es el medio ambiente, así apreciamos diferencias intelectuales en gemelos idénticos que son educados en medios diferentes.
MEDICIÓN DE LA INTELIGENCIA
La inteligencia se mide mediante los tests de inteligencia. Los primeros tests relacionados con el concepto de cociente intelectual fueron los de Binet y Simon en 1905, cuyo objetivo era identificar qué niños necesitarían educación especial debido a su baja inteligencia.
El test de Binet comparaba la puntuación de cada niño con la media o promedio que obtenían los de cierta edad, que se consideraba la edad mental del sujeto. Dividiendo la edad mental entre la edad cronológica real del sujeto, se obtenía un cociente (de ahí la denominación). Por ejemplo, si un niño de 10 años obtenía la puntuación media de un niño de 11 años, su edad mental sería 11, y su cociente intelectual 11/10=1,1, que en porcentaje sería 110:
Existen varios tipos de tests:
• Test de conocimientos adquiridos
• Test de aptitudes
• Test de inteligencia
• Test de actitudes e intereses
• Test psicometrico de personalidad
• Técnicas proyectivas
Un alumno de segundo año de primaria realiza de forma satisfactoria una parte del test de WISC, una de las pruebas individuales de inteligencia más famosas. El niño debe reconstruir un dibujo abstracto utilizando cubos rojos y blancos.
4. INTELIGENCIA EMOCIONAL
-Podríamos caracterizar la inteligencia emocional como la capacidad para conocer y controlar la emociones propias y ajenas, con el fin de obtener determinados fines. Las principales cualidades de la inteligencia emocional son cinco: conocimiento de las propias emociones, capacidad de controlar sentimientos, capacidad de motivarse uno mismo conocimiento de las emociones ajenas y control de las relaciones.
-Las personas somos generalmente más emotivas que racionales y, por tanto, empatía, paciencia creativa y claridad mental son dimensiones que nos ayudarán a sacar el máximo partido de nuestra inteligencia Emocional.
Aprovechar la inteligencia emocional no implica estar siempre contento o evitar las perturbaciones, sino mantener el equilibrio: saber atravesar los malos momentos que nos depara la vida, reconocer y aceptar los propios sentimientos y salir airoso de esas situaciones sin dañarse ni dañar a los demás. La difusión de este "alfabetismo emocional", pocas veces valorado en su justa medida, haría del mundo (y por ende de las organizaciones) un lugar más agradable, menos agresivo y más estimulante. No se trata de borrar las pasiones, sino de administrarlas con inteligencia.