Lenguaje, Gramática y Filologías


Influencia del vasco en el castellano


  • Generalidades

  • El vasco o euskera ha tenido la peculiaridad, como ya apuntó en su día Rafael Lapesa, de ser, “mientras el resto de la península aceptó el latín como lengua propia, olvidando sus idiomas primitivos“, la única región que lo conservó (de los otros quedaron, en efecto, elementos aislados -inscripciones- pero ningún idioma). Fue, evidentemente, una lengua influida por el ambiente macrocultural de la latinización, de ahí que tenga, por influencias culturales, materiales o espirituales, innumerables latinismos: abere animal` (<habere, ´hacienda, bienes`); kipula y kipula (<cepulla); errota ´molino` (<rota, ´rueda`); pake o bake ´paz` (<pax); erregue ´rey` (<rege); abendu ´diciembre` (<adventus), como señala Lapesa.

    El origen de la lengua vasca sigue siendo un gran enigma, como se recoge en Historia de la lengua española, „se han indicado hipotéticos parentescos (...) dos son las opiniones más favorecidas: según unos, el vascuence es de procedencia africana y presenta coincidencias con las lenguas camíticas (beréber, copto, cusita y sudanés); otros, en cambio, apoyándose principalmente en semejanzas de estructura gramatical, sostienen que hay comunidad de origen entre el vasco y las lenguas del Cáucaso. En la actualidad, la hipótesis caucásica va cobrando creciente fuerza, sin cerrar el paso a una teoría conciliadora, según la cual el vasco es una lengua mixta: pariente de las caucásicas en su origen y estructura primaria, incorporó numerosos e importantes elementos camíticos, tomados de la lengua o lenguas ibéricas, recibió influencias indoeuropeas, precélticas y célticas; y acogió finalmente abundantísimos latinismos y voces románicas“.

    Este tema está tratado más ampliamente y con mayor pasión por María Teresa Echenique, que recoge las teorías sobre el origen de la lengua vasca hasta la fecha de publicación de su libro, desde los autores que supusieron una unidad lingüística en la península ibérica antes de la romanización, „Trombetti, Bertoldi, Wagner, Menéndez Pidal y otros“ hasta los actuales. Sobre la hipótesis caucásica apunta que, „como ya advertía Tovar en 1959, tanto el vasco como las lenguas caucásicas son, desde luego, islas de un antiguo continente lingüístico que emergen en un territorio inundado por otras lenguas“. Aun así, en una comparación posterior, rebosante de hipótesis dispares, se sigue manteniendo ecléctica.

    Por otra parte, es un dato curioso y una vez más confirmación de la belleza e importancia de las influencias de unas lenguas en otras a lo largo de la historia, el hecho de conocer que el término vasco (de vascones) no es, como euskera, Euskadi, euskaldún, etc., de influencia vasca (valga la redundancia), sino que „bárscunes o báscunes (>vascones) ha sido explicado recientemente como una denominación indoeuropea (precéltica o céltica) que significaría o bien los montañeses, los de las alturas` o bien, en sentido figurado ´los orgullosos, los altivos`“.

    Volviendo al tema que nos ocupa, en Historia de la lengua española se anota también que „la toponimia proporciona el mejor argumento en favor de que las lenguas relacionadas con el éuscara (sic) tuvieron en la península nuestra, antes de la dominación romana, una extensión muy amplia (...): compuestos integrados por voces y sufijos éuscaros como -berri (´nuevo`), -gorri (´rojo`) y -erri (´quemado`) (...) forzosamente anteriores a la romanización“.

    Un poco más adelante, sobre las influencias y restos vascos en tierras hispanohablantes, como se documenta en la Edad Media, „al sudoeste del actual dominio vasco, en el sur de Álava, noroeste de la Rioja y en Bureda y Duarros, al este de Burgos, abundan topónimos como Ochanduri, Herramelduri, Ezquerra, Urquiza, Zaldundo, etc. Todavía en tiempos de Fernando III, hacia 1235, los habitantes del valle riojano de ojacastro estaban autorizados para responder en vascuence a las demandas judiciales. En la provincia de Sorial, Iruecha, Garay, Zayar y otros nombres de lugar son de origen vasco. Ahora bien, no es seguro que la expansión vasca por Rioja, Burgos y Soria fuese primitiva; pudo ser resultado de la repoblación durante los siglos IX al XI".

    Esta hipótesis se da casi por confirmada en la obra de María Teresa Echenique: „(...) con la incorporación de la Rioja a Castilla a fines del s. IX, se produce la repoblación con elementos vascos, de la que no hay duda. Para algunos, son estos repobladores los que fundan poblaciones con el sufijo -uri, que se extienden desde Vizcaya a la Rioja en los ss. VIII-X; para otros, esos nombres en -uri (...) corresponderían a los berones y serían, por lo tanto, anteriores a la repoblación tardía de la Rioja; son claramente de repoblación, en cambio, topónimos como Báscones, Villabáscones, Bascuñana, etc., diseminados por tierras de Burgos y Osma“.

    Otro rasgo deinfluencia inmediatamenta del vascuence en la lengua castellana son „los sufijos -enus, -ena, de valor posesivo en topónimos y gentilicios“.

  • Sustratos y abstratos léxicos en el español (provenientes del euskera)

  • También en su Historia de la lengua española Rafael Lapesa recoje el hecho importante de que, en el paso del latín al castellano, la influencia del vasco fue fundamental en algunos aspectos, tales como el hecho deque la f inicial latina pasase a ser h aspirada, inspirándose en Menéndez Pidal : “El vascuence parece no tener f originaria ; (…) además, el vasco, poseía una h que pudo sustituir también a la f, con la cual alterna a veces”.

    Esta tesis, sin embargo, no es satisfactoria para Paul Lloyd. La ve, en efecto, como un hecho que se dio en la Rioja, durante los primeros pasos al castellano, pero apunta que “dado que el paso de /f/ a /h/ aparece en otros lugares dentro del ámbito de las lenguas romances, ¿por qué va a ser necesario postular una influencia especial del vasco? Algunos lingüístias creen que si se puede encintrar una razón interna de carácter estructural no es necesario buscarle otras causas”.

    La ausencia de v labiodental, existente en los demás países románicos se atribuye también a la causa de la presencia de lengua euskérica en el momento ; apunta Rafael Lapesa que esa distinción “existió en el español antiguo, aunque no en las regiones del Norte. El vasco no lo conoce, al menos desde la Edad Media, y en la primera mitad del siglo XVI la pronunciación bilabial indistinta para v y b románicas se atrribuía especialmente a Gascones y vizcaínos”.

    La tesis de Lapesa sobre la influencia vascona en la ausencia de v labiodental en la lengua castellana cobra más fuerza si la afirmación se corrobora y complementa con la visión de Lloyd, que señala que la [v] “tenía vigencia todavía en el siglo XVI en Andalucía”, por lo que la influencia de la zona vasco-norteña se ve más claramente.

    El sistema vocálico español es otro de los rasgos en los que se ve sin duda la influencia vasca. En la obra de Lapesa: “(...) se observan significativas semenjanzas entre la fonología vasca y la castellana. En ambas, el sistema vocálico consta de de sólo cinco fonemas, repartidos en tres grados de abertura; dentro de los límites de estos grados, cada una de las vocales, firmes y claras, admite variedades de timbre según condiciones iguales en las dos lenguas”.

    En cuanto al léxico prerromano, antes de la constitución de la lengua castellana, la importancia del vasco es también notable: en Historia de la Lengua española: “(...) Con más certeza puede afirmarse el origen prerromano cuando entre las formas españolas y vascas existe una relación que suponga procedencia común no latina o extranjera: vega tenía en los siglos X y XI las formas vaica y vaiga, semejantes al vasco ibaiko 'ribera'; y arto `cambronera' corresponde al vasco arte `encina'; en igual caso están barro, carrasca y cueto `otero peñascoso'(...)”.

    Aunque, sin duda alguna, los rasgos más destacables son, en mi opinión, los que hacen referencia al sustrato fonético, ya que dieron lugar, consecuentemente, a una evolución fonética distinta de la de las lenguas románicas; entre ellos el rasgo de las cinco vocales, opuesto a las diez latinas, es de capital importancia.

    Toda esta influencia viene sin duda alguna por la extensión del vasco en los tiempos de la romanización y en siglos posteriores, como recoje María Teresa Echenique, que más o menos hubiera ocupado también la actual comunidad atónoma de la Rioja y la comunidad foral de Navarra.

    En relación directa con esta extensión de la lengua vasca se dan también hechos de influencia vasca en los dialectos riojano y navarro,y, cómo no, en el castellano hablado por vascos. Estos aspectos se recogen en el excelente trabajo de Míkel Zárate, Influencias del vasco en la lengua castellana, cuyas características pueden aplicarse en gran parte al dialecto riojano y, más todavía, dadas las relaciones históricas entre ambas regiones, al navarro.

  • Influencias del vasco en la lengua castellana hablada por los vascos (y en los dialentos navarro y riojano).

  • Ya se ha hecho una introducción a este apartado. Baste recordar que estos datos son extensibles al ámbito castellano, sobre todo a través de Navarra y de la Rioja.

    A modo de síntesis, Zárate recoje varios aspetos, empezando por los nombres propios y pasando a otros aspectos como la síntaxis o los lexismos.

  • Nombres propios

  • Dentro de los nombres propios del territorio vasco y de Navarra, “gozan de gran difusión los nombres familiares de mujer, (...) de origen toponímico, que aluden a santuarios marianos navarros: Aitziber, Begoña, Estíbaliz, Irache, Leire, Usoa, etc. De los nombres de varón de origen toponímico sólo tiene vigencia Javier y su forma arcaica Xavier”.

    “Los nombres del santoral vasco tienen vigencia incluso entre los inmigrantes no vascoparlantes: Gabiñe `Purificación, Inmaculada', Iñaki `Ignacio' [y su forma arcaica Eneko], Koldo `Luis', Miren `María', Aintzane `Gloria', Kepa `Pedro', etc.”.

    El diminutivo vasco -txu se aplica a cualquier rasgo familiar (con la grafía española correspondiente al fonema consonante oral africado sordo [ç], ch o en algunos casos con la vasca): Luischu, Josechu, Marichu, etc..

  • Gentilicios

  • “Los adjetivos gentilicios acabados en -(t)arra siguen teniendo vigencia: el DRAE (19ª edición, Madrid, 1970), recoje las formas donostiarra `natural de San Sebastián [Donostia, en vasco] y/o perteneciente a esa ciudad' y vizcaitarra `partidario de la independencia o autonomía de Vizcaya'”. Este sufijo se utiliza también para designar al indivíduo perteneciente a la organización ETA: etarra.

  • Sintaxis

  • Recoge Míkel Zárate que en el castellano hablado por los vascos suele colocarse el artículo determinado “con función de adjetivo posesivo, como en el vascuence. (...) Por ejemplo: ¿Has ido donde la tía? frente a ¿Has ido a casa de tu tía?”.

    Suelen darse también desajustes proposicionales dado que “en vascuence no existen preposiciones, sino posposiciones, de ahí que algunas posposiciones vascas hayan originado ciertas alteraciones con el uso de las preposiciones castellanas:

  • Se emplea frecuentemente la preposición con, en lugar de a, de, y en (...).

  • Se emplean las preposiciones a y de en lugar de por (...).

  • Algunas veces, se emplea innecesariamente la preposición en (...)”.

  • “El compuesto iterativo, que se forma por la repetición del componente a fin de darle más énfasis lo emplean muchas lenguas (...). En español, aunque se empleen los compuestos iterativos, se emplean, sin embargo, de ordinarop, los otros medios que posee el idioma: los sufijos -ísimo y -érrimo; los prefijos (...); el adverbio muy, etc. En el habla (...) de las provincias vascongadas, en cambio, se da una proliferación notoria de compuestos iterativos porque en vascuence es uno de los medios naturales de intensificar la cualidad que significa un adjetivo, la acción que significa un verbo, etc.”.

    Para el autor del libro que se está consultando, comodines adverbiales como “o así o simplemente o (...) que adquieren en cada caso una significación esecial (...) son calcos de las formaciones vascas edo olán `así' y edo `o' empleadas profusamente por los vascohablantes” .

    También “por la influencia de la construcción ascendente del vasco, opuesta a la descendente del castellano” se da la posposición de adverbios y conjunciones. Esta influencia, es en mi opinión, bastante fuerte, ya que este hecho se puede observar con facilidad en los dialectos riojano y navarro. En este sentido es de destacar la oposición radical entre el orden de colocación de las palabras en vasco y en castellano. En este sentido es importante destacar una cita de Zárate que trata esa situación a través de los siglos: “Los escritores castellanos que han querido parodiar las mal trabadas razones de los vizcaínos [sabido es que vizcaíno era, por extensión, `proveniente de las vascongadas'] emplean general recursos imitativos bastardos porque desconocen el quid de la cuestión. Se ha de decir no obstante, en honor a la verdad, que lo han intuido. Y ateniéndonos al caso que nos concierne, han intuido, de algún modo, las leyes sintácticas del vascuence, ya que el recurso imitativo de la inversión del orden normal de colocación de las palabras es uno de los más frecuentes”. Este aspecto es otro de los más importantes y, como se ha dicho, la aparición de este hecho en parte de La Rioja y en Navarra (testimonio de una antigua geografía vascohablante) es frecuente.

  • Vasquismos léxicos en el español.

  • Tratamiento en Rafael Lapesa

  • En Historia de la Lengua española, Rafael Lapesa no le da demasiada importancia al capítulo dado que, como se ha visto, la presencia de vasquismos léxicos en una lengua rodeada de lenguas románicas (y el hecho de que el vasco también) será poca. Teniendo en cuenta, además, la presencia de latinismos en el vasco y, por tanto, la posibilidad de un uso común en ambas lenguas. Aun así, realiza un interesante estudio diacrónico: “Después de la romanización, el vascuence ha seguido proporcionando al español algunos vocablos. En la alta Edad Media el dominio del habla vasca era más extenso que en la actualidad, y el crecimiento del reino navarro favoreció. En el siglo X las glosas emilianenses mezclan frases éuscaras con otras romances; en la onomástica española entraban nombres como Garsea> García, Eneko> Íñigo, Xemeno> Jimeno; y en el soglo XIII el riojano Berceo empleba humorísticamente bildur `miedo' como término conocido para sus oyentes. Por esta época annaia `hermano' y echa (<aita `padre') formaban sobrenombres (...). Siniestro, de origen latino, combatía con izquierdo (<ezquerr), que había de imponerse. De zati `pedazo' y su diminutivo zatiko vienen zato y çatico `pedazo de pan', `pequeña cantidad', usado por Berceo (...) se llamaba zatiquero al criado que levantaba la mesa de los señores.

    El vocabulario español de origen vasco (...) incluye además términos alusivos a usos hogareños, como ascua y socarrar; nombres de minerales, plantas y animales, como pizarra, chaparro (...); prendas de vestir: boina, zamarra; agricultura: narria, cencerro; supersticiones: aquelarre; juego: órdago,etc. (...) En ocasiones, la palabra vasca es, a su vez, de origen latino o románico: así el latín cistella dio el vasco txistera, que ha pasado al castellano en la forma txistera. Nuestra chabola es adopción del vasco txabola, pero éste procede del francés antiguo jaole `jaula' o cárcel. A cambio de estos y otros escasos préstamos, la influencia léxica del español sobre el vasco ha sido y sigue siendo, enorme”.

  • María Teresa Echenique

  • La autoa trata también este tema de manera un poco distante. Y la conclusión parece ser la misma que la de Lapesa aunque talvez con apreciaciones más objetivas. Textualmene: “por lo que se refiere al léxico, pueden observarse voces vascas insertas en el actual navarro o riojano, coincidentes muchas veces tales como amarreco `cinco tantos en el juego del mus, amarraco' (vasc. amarreko, `cinco unidades en el mus') bitroco `bizco' (vasc. betoker), cil `ombligo' (vasc. zil). (...) En cualquier caso, destaca la pobreza del elemento vasco léxico en una zona que, según hemos visto, habló vasco hasta el siglo XVI y, por otra parte, se trata de un léxico en regresión”.

  • Glosario de léxismos vascos en el castellano apoyado en Míkel Zárate y el DRAE

  • Las palabras que se recogen a continuación, como se ha anunciado antes, forman parte dos grupos: las que, tomadas del vasco han pasado a toda la comunidad hispanohablante, formando parte del léxico de la lengua española, y las que, por una influencia más directa del vasco son usadas por los hablantes de los dialectos navarro, riojano, o del castellano hablado por vascos (de estas, recogidas de la obra de Míkel Zárate, se han tomado las más extendidas en dichas zonas dialectales).

    Achescu. `Postrero en el juego del mus'. “Del vasco atzescu, forma reducida de atzenescu, lit. `última mano'”. Regionalismo que no se recoge en el DRAE.

    Agur. `adiós'. “Del vasco agur”. Proveniente del vasco agur, que a su vez es un derivado del latín augurium. Generalmente se utiliza en zonas próximas al País Vasco y en dicha comunidad autónoma, pero se extiende a otros puntos. Figura en el DRAE.

    Aita. `papá, padre'. “Voz de creacción infantil que se emplea como fórmula apelativa cariñosa. Se usa también como sustantivo. A veces se aplica a los sacerdotes y religiosos. (...) Del vasco aita”. Se usa en el País Vasco y en la Navarra media y alta. No figura en el DRAE.

    Ama. `Cabeza o señora de una familia', `dueña o poseedora de una casa', `criada principal, nodriza...'. “Del vasco ama `madre'”. Voz extendida en todo el ámbito hispánico. En el País Vasco y en la Navarra media y alta se usa también con la acepción vasca del término.

    Amachu. `mamaíta'. “Voz que se usa como fórmula apelativa cariñosa. También se usa como sustantivo. Lo emplean muy frecuentemente los niños. (...) Del vasco amatxu, voz compuesta de ama `madre' y -txu, morfema diminutivo”. No está recogida en el DRAE y se usa regionalmente en la Navarra media y alta, y en el País Vasco.

    Amama. `abuela'. “Voz que se usa en general como fórmula apelativa cariñosa. También se emplea como sustantivo. (...) Del vasco amama, literalmente `madre-madre'”. Se utiliza en el País Vasco y en el norte de Navarra con algunas variantes locales.

    Amarreco. `punto que equivale a cinco sencillos en el juegos del mus'. “Voz inlcuida en el DRAE, juntamento con amarraco `amarreco' y amarrequear `señalar los amarracos'. Del vasco amarreko [amarr `diez'], literalmente, `el de diez', porque anteriormente se jugaba a diez amarrecos en vez de a ocho, que es como se juega actualmente”.

    Aña. `nodriza, ama seca'. “De origen vasco. En Álava `nodriza'. En Cantanbria, Álava y Vizcaya `ama seca'”. En Zárate, se explica más concretamente el origen: “del vasco aiña `nodriza, ama' y, por extensión, `niñera'”.

    Aquelarre. `Junta o reunión nocturna de brujos y brujas con la supuesta intervención del demonio ordinariamente en figura de macho cabrío, para la práctica de las artes de esta superstición'. “Del vasco akelarre, `prado del macho cabrío'”.

    Aúpa. Interjección que se usa para animar alguien a levantar algo. La usan especialmente los niños cuando quieren que les cojan en brazos. Según Zárate, del vasco aupa `arriba'. También apunta que “en el DRAE (...) figuran aúpa y upa como voces sinónimas, y en upa se indica que es voz para levantar en muchas lenguas”. Es de mayor uso en Navarra y en el País Vasco.

    Bildurri. `miedo'. “Del vasco bildurre, variante de bildurra, voz compuesta de bildur `miedo' y el determinante -a `el'”. Se utiliza en el castellano hablado por los habitantes euscaldunes del País Vasco. No aparece en el DRAE, pero nótese que la palabra tiene su importancia histórica, ya que era un término conocido para los oyentes de Berceo, lo que condicionó el nombre de uno de sus personajes: Don Bildur.

    Birrocha. `solterona'. Es estrictamente un regionalismo, que se da con variantes de significante (La Rioja: birlocha, Navarra: birrocha, Bilbao: birrocho, etc.), y variantes de significado (`solterón' `moza vieja', `mozo viejo'...). Según Mikel Zárate, tal vez del vasco birrotsa o birrotxa `solterona', aunque la palabra también puede emparentarse con las voces castellanas birria o esmirriada.

    Boina. `Gorra sin visera, redonda y plana, de lana y generalmente de una sola pieza'. No aparece en el glosario de Zárate, pero Lapesa la señala como una posible influencia vasca. Joan Corominas afirma que el significante se tomó en 1843 con el significado de `gorra vasca' y que se emparenta con el latín abonnis, “de donde bonete, s. XII”.

    Briscalari. `Jugador o jugadora de cartas cuyo juego preferido es la brisca'. “Voz híbrida de la voz castellana brisca (...) y del sufijo vasco -lari, que indica el agente profesional o la acción favorita”. De uso en el País Vasco. No aparece en el DRAE.

    Bruces. Caerse de... `caerse de cabeza'. “Del vasco burus `de cabeza', cruzado probablemente con una voz árabe”.

    Caca. `Excremento humano, defecto, vicio, etc.'. El DRAE considera que viene del latín cacare. Mikel Zárate apunta que tal vez venga del vasco kaka `excremento humano, interjección, desacierto y borrachera'. En Navarra y en las provincias vascas se usa con acepciones eusquéricas.

    Calimocho. `Bebida compuesta de una mezcla equitativa entre vino y cola'. No está recogida en ningún diccionario, pero por su significante parece tener un claro eco vasco, más aún si se tiene en cuenta que aparece generalmente escrita con grafías vascas, kalimotxo. Se usa en España en los ambientes juveniles. Tal vez sea onomatopéyica.

    Carramarro. `Cámbaro'. En el DRAE se cree que es una variante de cámbaro. Zárate señala que es derivado del vasco karramarro. Es regionalismo de Álava.

    Cencerro. `Campaña pequeña y cilíndrica, tosca por lo común, con chapa de hierro o de cobre que suele atarse al cuello de las reses'. “Formación onomatopéyica de origen incierto, probablemente del vasco zinzerri `campanilla del perro'”.

    Chabola. `Choza o caseta' `Vivienda de escasas proporciones y pobre construcción que suele edificarse en zonas suburbanas'. “Del vasco txabola, cuyo origen es el francés gêole”.

    Chacolí. `Vino ligero algo agrio que se hace en el país vasco, en Cantabria y en Chile'. “Del vasco txacolín”.

    Chalaparta. `instrumento músico vasco muy rudimentario compuesto de una madera y dos palos'. “Voz culta de uso muy restringido [y sólo en las zonas de cultura vasca, evidentemente] (...). La chalaparta es un instrumento muy antiguo reincorporado al mundo actual por los jóvenes cantantes vascos”.

    Chapela. `boina de gran vuelo'. “Del vasco txapela y a su vez del francés antiguo chapel”.

    Chatarra. `conjunto de trozos de metal viejo o de desecho, especialmente el hierro'. “Del vasco txatarra, `lo viejo'”.

    Chichi. `carne comestible'. “Se usa solamente con los niños. Del vasco txitxi, voz infantil relacionada sin duda con la voz castellana chicha”.

    Chistera. `tipo de sombrero'. “Del vasco txistera, derivado a su vez del latín cistella `cestita'”.

    Chistorra. `chorizo'. “Del vasco txistorra. (...)”. De uso en Navarra y en el País Vasco.

    Chistu. 1 `flauta típica de las provincias vascongadas'. 2 `miembro viril'. “Del vasco txistu. En Navarra, chistu, cistu, `zumbido o silbido que produce una piedra o una pelota cuando llevan mucha velocidad'”. Aparece en el DRAE sólo la primera acepción; las otras son regionales.

    Chistulari. `tañedor de chistu'. “Del vasco txistulari, voz compuesta de txistu `flauta' y -(l)ari, sufijo que indica el agente profesional o la afición favorita”. Aparece también el el DRAE.

    Chita. `poyuelo'. “Se usa mucho en plural. (...) Del vasco txita, probablemente voz de origen onomatopéyico”. Regionalismo con diferentes variantes en Álava, Guipúzcoa, Navarra, el valle del Ebro... No figura en el DRAE.

    Chori. `lacito que se ponen las niñas en el pelo'. “Del vasco txori `pájaro' y, por etensión `lazo para sujetar el pelo'”. Se da en las comunidades de ámbito vasco: Navarra y País Vasco. En Navarra y Álava coexiste con la variante churi, sobre todo en la Ribera del Ebro. No está recogido en el DRAE.

    Chosna. `puesto de bebidas que se monta provisionalmente en las romerías'. “(...) Alterna con chozna. (...) Del vasco txosna `choza pequeña', relacionada posiblemente con el castellano choza”. De uso regional en Navarra y País Vasco. No figura en el DRAE.

    Cil. `ombligo'. “Del vasco zil `ombligo'”. De uso regional en regresión en La Rioja, Navarra y el País Vasco. No aparece en el DRAE.

    Cucurrucu. `voz imitativa del canto del gallo'. “Del vasco kukurruku”. No aparece en el DRAE, aunque la onomatopeya está extendida no sólo en el País Vasco y Navarra, sino también en otros lugares y a veces alude a otras aves. Compite con la castellana quiquiriquí.

    Curruscu. ´corteza muy tostada del pan, generalmente la de los extremos, que cruje entre los dientes al masticarla'. “(...) Del vasco kurrusku, voz que guarda extrecha relación con el castellano corrusco `cantero de pan, pequeño y muy cocido'”. Regionalismo que no figura en el DRAE, aunque sí figuran las variantes currusco, corrusco y coscurro, de origen onomatopéyico (no se señala la lengua de procedencia) y extendidas según regiones por todo el ámbito hispanohablante.

    Danzari. `danzante'. Del vasco dantzari, compuesto de la forma castellana danza más el sufijo vasco -ari. Alterna con la variante dantzari. De uso en Navarra y el País Vasco. No figura en el DRAE.

    Espatadanza. `baile típico de las provinvias vascongadas'. “(...) Alterna con espatadantza [tz es otra grafía vasca que representa al fonema consonante oral africado sordo] y espatadancha. (...) Del vasco ezpatadantza `baile de las espadas', voz compuesta del préstamo latino spatha y del préstamo castellano danza”. Regionalismo de uso en el País Vasco y gran parte de Navarra, con las variantes citadas, que no está recogido en el DRAE.

    Espatadanzari. `danzante que ejecuta la espatadanza'. De espatadanza más el sufijo -ari, ya explicado. Con las mismas variantes que la palabra anterior. Tampoco está en el DRAE.

    Euscaldún. `vascohablante' `habitante del País Vasco'. Así como euscalduna `vascoparlante de sexo femenino' `relativo al vasco', eusquera `lengua vasca', eusquero/eusquera `relativo a la lengua vasca' éuscaro/ra `perteneciente a la lengua vasca, lengua vasca' y Euscalerría `país del euscara'. La primera deriva del vasco euskaldun, el resto son derivados de euskera `lengua vasca' con sufijos españoles y la última es un compuesto vasco de euska más erría `unido'. El nombre del País Vasco también participa de esa raíz, Euscadi. Dado el contexto en que se usan estas palabras, suelen colocarse casi siembre con la grafía vasca k, que indica en esa lengua el fonema consonante oral oclusivo velar sordo: así: Euskadi, Euskaldún, Euskera. Las fórmulas con k también se encuentran en el DRAE, aunque académicamente se consideran más correctas las que están escritas con c.

    Gabarra. `tipo de embarcación'. “Del vasco kabarra y éste del grecolatino carabus”.

    Gudari. `soldado vasco del tiempo de la última guerra civil perteneciente al bando de los nacionalistas vascos'. “(...) También se emplea como apelativo cariñoso. (...) Del vasco gudari, voz compuesta de guda `guerra', variante de gudu `guerra' y del sufijo -ari [que al igual que -lari indica “el agente profesional o la afición favorita”, como se ha visto]”. No aparece en el DRAE, aunque la acepción histórica del término es conocida por muchos hispanohablantes. Actualmente, por el conflicto vasco se designa también con esta palabra a personas partidarias de la independencia del País Vasco mediante la lucha armada, quizás, más concretamente, cercanos a E.T.A. (cuando sus miembros usan el castellano también se autodenominan gudaris).

    Icastola. `escuela o colegio donde se enseña el vascuence o se imparte la enseñanza en vascuence'. “(...) Del vasco ikastola, neologismo acuñado a principios del s.XX, compuesto de ikaste `estudio' y ola `cabaña, lugar, ferrería'. Voz culta de uso general en las provincias vascongadas y Navarra”. También por el contexto en que se utiliza suele escribir con las grafías vascas. No figura en el DRAE.

    Icurriña. `bandera vasca'. De vasco ikurriña `bandera, bandera vasca (por antonomasia)'. También por el contexto suele escribirse con k. No aparece en el DRAE, pero es conocida por todos los hispanohablantes, dada la situación política del conflicto vasco, de la que se hablará más tarde.

    Izquierdo. Del vasco ezquerr. Durante un tiempo, en la Edad Media, compitió con la forma latina siniestro.

    Mus. `juego de naipes'. Voz vasca proveniente a su vez del frances mouche. Zárate recoge también los derivados musada `partida de mus' y muslari `jugador de mus', ambas con carácter regional si bien la última se está expandiendo en el mundo hispánico por la existencia de campeonatos internacionales de mus. Estas dos últimas no aparecen en el DRAE.

    Narra. `galga de carro'. Narria `gajón o escalera de carro' `mujer pesada o abultada por llevar ropa'. Del vasco narria.

    Nécora. `crustáceo, parecido al carramarro, pero más apreciado como comestible'. “(...) ¿Del vasco nekor `pesado tardo, lento'?”.

    Ondaquín. `residuo de comida o de bebida'. “(...) Del vasco ondakin `sobras de comida o de bebida'”. Figura en el DRAE como regionalismo de Navarra, La Rioja y el País Vasco.

    Órdago. `voz que se emplea en el juego del mus cuando se hace el envite por un juego completo'. “Del vasco or dago `ahí está'”.

    Pacharán. `licor obtenido por la maceración de endrinas en aguardiente anisado'. Del vasco patxaran `endrina'.

    Pelotari. `jugador de pelota en un frontón'. Voz compuesta del castellano pelota más el sufijo vasco -ari.

    Pil-pil. Voz onomatopéyica que se emplea únicamente refiriéndose al modo de cocinar el bacalao: bacalao al pil-pil. Del vasco pil-pil, `onomatopeya de la ebullición superficial. Palabra extendida. Figura en el DRAE.

    Sapo. `tipo de reptil acuático'. “Del vasco zapoa”.

    Sarama. `suciedad que se recoge al berrer'. “Regionalismo de Vizcaya proveniente del vasco”.

    Sinsorgo. `persona insustancial'. “Del vasco zenzurgue `persona insustancial'. Regionalismo de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa”.

    Sirimiri. `llovizna'. Palabra onomatopéyica de origen vasco. Se usa en La Rioja, Navarra y País vasco.

    Socarrar. `Quemar o tostar ligeramente una cosa'. “Del vasco sua `fuego' y karra `llama'”.

    Socatira. `deporte típico de las provincias vascongadas en el que dos grupos de hombres [o mujeres] tiran en sentido contrario de una misma cuerda con el fin de medir sus fuerzas'. “(...) Del vasco sokatira, palabra compuesta de soka, que procede del latín soca `cuerda' y tira, forma indeterminada del verbo tiratu [que a su vez procede del bajo latín tirare]”.

    Sogalinda. `lagartija' “Del vasco sugalinda”. Voz incluida en el DRAE, como regionalismo de Vizcaya (no se señala ningún étimo).

    Zamarra. `prenda de vestir, rústica, hecha de piel con su lana o pelo'; 2 `pelliza, chaqueta de abrigo'; 3 `piel de carnero'. “Del vasco zamarra”.

    (Zumaya [?] `ave zancuda').

  • Influencias del vasco en el castellano en la situación política actual y a través de los medios de comunicación.

  • Con la llegada de la Constitución de 1978, se creó un nuevo estado de autonomías en el que el País Vasco volvió a gozar de sus derechos históricos: cooficialidad de lengua vasca y castellana, ventajas fiscales, etc. Así se comenzaron a utilizar palabras como lehendakari `presidente del gobierno autonómico vasco', difundidas por la prensa. El cuerpo autonómico de policía vasca ertzaintza, tomó esa palabra de la del vasco, utilizada para denominar a cualquier policía (el indivíduo perteneciente a ese cuerpo es el ertzaina).

    Por otro lado, se dio el reurgir del nacionalismo vasco, de varias tendencias. Con el nombre de abertzale (`patriota' en vasco; aber `nación') se comenzó a llamar al nacionalista vasco. También surgieron otros partidos políticos como Euskadiko Ezkerra (`Izquierda de Euskadi').

    El grupo armado E.T.A., anagrama de Euskadi Ta Askatasuna (`País Vasco y libertad'), que busca la independencia del País Vasco y el establecimiento de un régimen marxista-socialista, y sus actos son los que más definen al conflicto vasco. Junto a su entorno está K.A.S. anagrama de Koordinadora Abertzale Sotzialista (`coordinadora nacionalista socialista'), ligada también a Herri Batasuna (`pueblo unido'), cuyos miembros aparecen muchas veces en la prensa española bajo el nombre de batasunos. Con otra palabra vasca, jarrai, se denomina al grupo juvenil simpatizante de E.T.A., que protagoniza manifestaciones violentas y vandálicas en Navarra y en el País Vasco enfrentándose generalmente a las fuerzas de seguridad, que, si son parte de la ertzintza son llamados por los nacionalistas radicales zipayos (formada a partir del término histórico cipayo en español -del persa sipahi `soldado a caballo', pero con la grafía vasca) en el sentido de que son `indivíduos vascos al servicio del estado español', como el cipayo era un soldado indio al servicio de las potencias coloniales. Esto da lugar a algunos cruces como zipayos kampora (`cipayos fuera'), formado a partir de la palabra española con morfema de plural español, pero con grafía inicial vasca, más una palabra vasca (no todos los jóvenes que forman parte de jarrai conocen el eusquera, que en 1984 no tenía mucha difusión: “el nivel más amplio de la difusión del euskera, el de de la comprensión, que comprende a los semieuskaldunizados, llamados también euskaldunes pasivos, alcanza a un 22,67% en el conjunto de la Comunidad Autónoma Vasca”).

    Con cierto afán reivindicativo o independentista se suelen colocar grafías vascas en el castellano escrito: así: k para el fonema consonante oral oclusivo velar sordo (ejemplo: espero ke te lo pases bien); tx para el fonema consonante oral africado palatal sordo (ejemplo: txandal); y z para el fonema consonante oral fricativo interdental sordo (ejemplo: Franzisko). Dado que en vasco no existe la grafía v, en ocasiones hay textos escritos en castellano que colocan una b donde ortográficamente debe colocarse una v.

    Por último, se suele citar el nombre vasco de algunos topónimos (Ejemplo: Me voy a Donostia, `San Sebastián') en el castellano hablado por vascos y también a través de los medios de comunicación, donde generalmente se enuncia el nombre en español y en eusquera (ejemplo: Vitoria-Gazteiz), como está escrito, por ley constitucional, en los indicadores de tráfico.

  • Conclusiones.

  • El vasco es la única lengua prerromana de la Península Ibérica que sobrevivió al latín, y eso ha causado un situación cultural peculiar. Por la proximidad de su zona de expansión y su coexistencia con el protorromance, apareció escrito por primera vez en las glosas emilianenses, al igual que el castellano primitivo. Está proximidad hizo que el vasco influyera en el naciente idioma en algunos elementos de sustrato, como el sistema vocálico.

    A los críticos les resulta peculiar el hecho de que haya influido poco en el castellano en el léxico, pero ha de tenerse en cuenta que el vasco ha sufrido varias restricciones y prohibiciones a lo largo de la historia. Un rasgo cultural apasionante de esta influencia es el hecho de que el vasco haya servido en ocasiones de puente entre dos lenguas latinas al influir en el castellano, como sucede, por ejemplo en chabola o chistera. Se debe destacar también que, aunque el vasco ha dejado pocas palabras en la lengua castellano, deja, empero, una fuerte marca de sus estructuras sintácticas en el castellano hablado por los vascos y en los dialectos riojano y navarro.

    Por último, dada la situación política actual en el País Vasco, aparecen en los medios de comunicación en lengua española palabras vascas que van siendo familiares para los hablantes de la lengua castellana.

  • Bibliografía.

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    LAPESA, Rafael, Historia de la lengua española, editorial ESCELIER, Madrid, 1968. Pp 19-20.

    LAPESA, Rafael, op. cit., p. 20.

    LAPESA, Rafael, op. cit. Pp 20-21.

    ECHENIQUE, María Teresa, Historia lingüística vasco-románica. Intento de aproximación, edición de la CAJA DE AHORROS PROVINCIAL DE GUIPÚZCOA-LINGÜÍSTICA Y FILOLOGÍA, San Sebastián, 1984.

    ECHENIQUE, María Teresa, op. cit., p. 20.

    ECHENIQUE, María Teresa, op. cit, p. 22.

    LAPESA, Rafael, op. cit., p.19

    LAPESA, Rafael, op. cit. Pp. 22-23. Al lector actual le llama la atención el término éuscara, que junto con vascuence era usual en los años 40,50, 60 y 70, mientras que actualmente se utiliza más vasco o euskera.

    LAPESA, Rafael, op. cit. pp. 23-24.

    ECHENIQUE, María Teresa, op. cit. pp. 64-64. Esos „topónimos claramente de repoblación“, no son, como se ha visto, de procedencia etimológica vasca (hablando lungüísticamente), al saber que la palabra báscones y sus derivados no provienen del euskera, pero son, como observa la autora, prueba de que hubo repobladores vascos allí que llevaron y, por tanto extendieron, evidentemente, su lengua.

    LAPESA, Rafael, op. cit. p. 25. Tal es el caso también del apellido de uno de los más fructuosos filólogos vascos de los últimos años: Luis Michelena.

    LAPESA, Rafael, op. cit., p. 27.

    LLOYD, Paul M., Del latín al español, editorial GREDOS, Madrid, 1993.

    LLOYD, Paul M., op. cit., p. 355. Es interesante la apreciación de Lloyd; en este sentido tal vez deba pensarse que, si bien el hecho se dio en otros lugares dentro del ámbito de las lenguas románicas, la presencia de esas características de la lengua vasca ya estudiadas por Lapesa en cuanto al paso de /f/ a /h/ en castellano, pudo contribuir tal vez en cierta medida.

    LAPESA, Rafael, op. cit., p. 28.

    LLOYD, Paul M., op. cit., p. 520.

    LAPESA, Rafael, op. cit., pp. 28-29.

    LAPESA, Rafael, op. cit., p.33.

    ECHENIQUE, María Teresa, op. cit., pp. 65-70.

    ZÁRATE, Mikel, Influencias del vasco en la lengua castellana, editorial LA GRAN ENCICLOPEDIA VASCA, Bilbao, 1975.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 39. Téngase en cuenta que la cristianización-latinización, a la que Echenique da tanta importancia se dio por medio del Reino de Navarra de entonces, donde se realizó una síntesis interesante entre el elemento vasco y el latino (ojéese por ejemplo, la obra de ARBEOLA, Joaquín, Los orígenes del Reino de Navarra (Volumen I), editorial COLECCIÓN AUÑAMENDI, Pamplona, 1969, pp. 28-34). Véase también como algunos de estos nombres (Javier, Begoña) se han extendido a todo el ámbito hispanohablante.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 39.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 40.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 44.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 44. Este hecho se da también en Navarra.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., pp. 45-46.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., pp. 46-47.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 48.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 49

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., pp. 53-54. Nota a pie de página.

    LAPESA, Rafael, op. cit., pp. 36-37. En mi opinión, las últimas palabras pueden suscitar un poco de polémica, pero no es cuestión de hacer política.

    ECHENIQUE, María Teresa, op. cit., p.70.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 79. El autor escribe atzescu, es decir, con la grafía vasca correspondiente al sonido africado palatal sordo. Me inclino a colocar la grafía castellana.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 79.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 66.

    DRAE, 1984, p. 46.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 67.

    DRAE, 1984, p. 80.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 70.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 70.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 71

    DRAE, 2000, www.terra.es/rae .

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 73.

    DRAE, 2000, www.terra.es/rae

    DRAE, 2000, web cit.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 79.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 170.

    LAPESA, Rafael, op. cit., p. 36.

    DRAE, 2000, web cit.

    LAPESA, Rafael, op. cit., p. 37.

    COROMINAS, Joan, Breve diccionario etimológico de la lengua castellana, editorial GREDOS, Madrid, 1961.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 171.

    LAPESA, Rafael, op. cit., p. 37.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 89.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 93.

    DRAE, 2000, web cit.

    DRAE, 2000, web cit.

    DRAE, 2000, web cit.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 171.

    DRAE, 2000, web cit.

    DRAE, 2000, web cit.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 172.

    DRAE, 2000, web cit.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 172.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 114.

    Ídem.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., pp. 114-115.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., pp. 118.

    Ídem.

    ECHENIQUE, María Teresa, op. cit., p. 70.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 98.

    Por ejemplo en la canción mexicana cucurrucucu paloma, compuesta por Tomás Méndez Sosa, en la que la onomatopeya corresponde al sonido de la paloma.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 99.

    DRAE, 2000, web cit.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 122.

    Información tomada del DRAE, 2000, web cit. El adjetivo éuscaro no se usa mucho en la actualidad.

    DRAE, 1984, p. 669.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 174.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit.

    LAPESA, Rafael, op. cit., p. 37.

    DRAE, 1984, p. 939.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 140.

    DRAE, 1984, p. 945.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 175. En el DRAE, 2000, no se señala ningún étimo.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 142.

    DRAE, 1985, p. 981.

    DRAE, 2000, web, cit.

    DRAE, 1984, p. 1036.

    DRAE, 2000, web cit.

    DRAE, 1984, p. 1221.

    DRAE, 1984, p. 1222.

    DRAE, 1984, p. 1248.

    DRAE, 1984, p. 1249.

    DRAE, 1984, p. 1254. El DRAE, 2000, habla de un origen prerromano.

    VV. AA., Gran Enciclopedia Larousse, tomo décimo, editorial PLANETA, Barcelona, 1977.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 159.

    ZÁRATE, Mikel, op. cit., p. 160.

    DRAE, 2000, web cit.

    Lapesa la propuso, op. cit., p. 37, pero el DRAE 2000 habla sólo de un origen incierto.

    VV. AA., Diccionario de términos de historia, editorial VOX, Barcelona, 1995, p. 82.

    RUIZ OLABUENAGA, José Ignacio, Atlas lingüístico vasco, SERVICIO CENTRAL DE PUBLICACIONES DEL GOBIERNO VASCO, Vitoria, 1984, p. 21.

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