Educación y Pedagogía
Influencia del andaluz en la televisión
LAS INFLUENCIAS
DEL ANDALUZ
EN LOS PROGRAMAS DE
TELEVISIÓN INFANTILES
Titulación: Magisterio. Especialidad Lengua Extranjera (Francés)
Fecha: 29 de Noviembre de 2005
Los andaluces son los que mejor hablan el castellano, con independencia de su pronunciación. La riqueza léxica y sintáctica de los andaluces es extraordinaria, sobre todo en las clases populares. En Andalucía están vivas una serie de palabras y de expresiones que han muerto en el resto de España.
Declaraciones de un importante académico,
profesor y novelista ferrolano,
Gonzalo Torrente Ballester
14 de Mayo de 1 985
ÍNDICE
% Historia del Andaluz................pág. 3
% Etapa Testimonial................pág. 3
% Etapa Precientífica................pág. 4
% ¿Cómo es tratado el andaluz en la Legislación Educativa? ................pág. 5
% En la Constitución Española................pág. 5
% En el Estatuto de Autonomía................pág. 6
% El habla andaluza y su uso en público................pág. 10
% ¿Cuáles son los rasgos fonéticos-fonológicos del andaluz? ................pág. 12
% ¿Cuáles son los rasgos morfosintácticos del andaluz? ................pág. 19
% ¿Cuáles son los rasgos léxico-semánticos del andaluz? ................pág. 22
% La modalidad lingüística andaluza y otras variedades del español...............pág. 25
% Los programas infantiles de Canal sur y Canal 2 Andalucía:
% Menuda Noche................pág. 27
% La Banda................pág. 29
% Análisis de textos de los programas analizados................pág. 30
% Conclusiones................pág. 34
% Bibliografía y fuentes................pág. 36
% Anexos:
% Anexo I: Artículo editado por El Mundo “El Parlamento andaluz rechaza la 'ridiculización' a la que la televisión somete a sus paisanos” en el día 18 de Mayo de 2005. ................pág. 37
% Anexo II: Artículo editado por FormulaTV.com/RTVA, el 26 de Septiembre de 2004 “Canal Sur ofrecerá una programación para todos los públicos” ................pág. 39
HISTORIA DEL ANDALUZ
El andaluz no es sólo una manera de pronunciar el español, sino que lo que le diferencia del castellano es que es el alma de todo un sistema lingüístico, los fonemas y el funcionamiento de los mismos. Y no sólo se han alterado un poco todos éstos, sino que presentan muchos rasgos arcaizantes.
En Andalucía se habla un castellano rico, brillante e ingenioso, con un gran léxico debido a la capacidad creativa de sus hablantes.
Se distinguen dos etapas anteriores a la del nacimiento científico de la dialectología andaluza. En la primera etapa se recogen las observaciones léxicas, semánticas, fonéticas, etc. o valoraciones de conjunto sobre el modo de producirse lingüísticamente de los andaluces en relación con los nacidos en otras regiones de España. Llamaremos a esta primera etapa “Etapa Testimonial” y a la segunda “Etapa Precientífica”, que delimita el objeto de modo empírico.
1ª Etapa: Testimonial (1):
La noticia más antigua sobre la opinión de un castellano sobre la peculiar forma de hablar de los andaluces fue recogida por Menéndez Pidal. Data de 1430, donde el rabino Mosé Arrángel de Guadalajara, en su traducción de la “Biblia Hebraica” dice que: <<Por las letras e por modos de órganos [...] en Castilla sean cognoscidos leoneses e sevillanos e gallegos.>>
Entendemos por “letras”, los sonidos y por “modos de órganos” las pronunciaciones. Es claramente una referencia un habla andaluza. Pues, en la primera mitad del siglo XV, en Sevilla y sus tierras ya se daba el fenómeno del “seseo” y del “zezeo”.
El fenómeno del “seseo”/”zezeo” ha sufrido numerosas evoluciones, pero esta diferenciación se asienta a finales del XVIII o principios de XIX. Hay numerosos testimonios (textos escritos) a lo largo de la Historia que así lo confirman.
2ª Etapa: Precientífica (2):
En esta etapa, por influencia del carácter ideológico romanticista, es cuando se da un especial valor a la herencia cultural de los pueblos y regiones. En este tiempo, se escribe los “Cuadros de costumbres” o novela “Costumbrista” o “Realista”, donde se relatan y recogen la manera de hablar pronunciación, léxico, dichos, refranes, etc.; la manera de vestir, sus fiestas y diversiones, etc.
En el siglo XVII, en Andalucía el habla de los rústicos y gentes de baja condición social se incorpora a la lengua literaria con el ánimo de producir dos reacciones: la risa (cumpliendo así la función lúdica del “habla”) y la evocación de la ingenuidad del creyente (la función edificante).
En el siglo XVIII, los usos y costumbres, la creación lírica y el habla recogidas son hechos testimoniales de un pueblo, es decir, así vive, habla y se divierte determinado pueblo.
En el siglo XIX, se produce la recopilación de cantares, cuentos, ocurrencias, acertijos, etc. Sólo a partir de 1868, aparece la auténtica actividad y preocupación por el folclore de los pueblos, que se convertirán en objeto de estudio, dando lugar a la actividad científica.
¿CÓMO ES TRATADO EL ANDALUZ EN LA LEGISLACIÓN EDUCATIVA? (1)
En la Constitución Española, en su Artículo 32, se hace mención a la diversidad lingüística de España y a la oficialidad del español en todo el Estado. Concretamente, dice:
1. El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla.
2. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas comunidades autónomas, de acuerdo con sus estatutos.
3. La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección.
Éste tercer Artículo de la Constitución, es el que nos interesa con respecto a nuestro estudio, por tanto, hacemos una reflexión sobre su significado:
3.3. La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección.
Por lo que respecta al Andaluz, dialecto del español que se habla en Andalucía, hay que definirlo como una variante de la lengua que posee unas características léxicas y fonéticas particulares.
Los andaluces no hablamos igual que los castellanos, asturianos, murcianos, aragoneses, extremeños, canarios...; como tampoco hablamos igual que los argentinos, peruanos, colombianos, etc. En cada uno de los lugares se habla de modo distinto la misma lengua española. Y dentro de Andalucía tampoco se habla igual el español en un sitio que en otro, en parte debido a la desigual procedencia de nuestros pobladores a lo largo de la historia.
Esta variedad dentro de nuestra propia región origina que unos lingüistas se decanten por el habla andaluza y otros por las hablas andaluzas. Las distintas maneras de hablar identifican y diferencian a los hablantes entre si, pero no los sitúan a unos por debajo de otros en diversas categorías.
Naturalmente, cada hablante no puede hablar (es decir, cambiar sonidos o inventar palabras) como él quiera. Para evitar el caos está la norma, que es la que nos dice qué es lo que está bien y se permite y qué es lo que está mal y no está permitido. La lengua es algo vivo, dinámico y va cambiando a lo largo del tiempo, pero ninguno de los hablantes puede modificar nada.
En este sentido, en la evolución que sufre la lengua, podemos decir que el andaluz representa su estadio más avanzado, como si dijéramos, es la vanguardia del español, motivo por el que podemos sentirnos orgullosos: los cambios en la lengua se producen y avanzan en España de sur a norte.
Continuamos este análisis con el estudio del Estatuto de Autonomía (20 de Octubre de 1981), en su Artículo 12.3.2., en el que se dice concretamente:
12.3.2.-La Comunidad Autónoma de Andalucía promoverá el acceso de todos los andaluces a los niveles educativos y culturales que les permitan su realización personal y social. Afianzar la conciencia de identidad andaluza, a través de la investigación, difusión y conocimiento de los valores históricos, culturales y lingüísticos del pueblo andaluz en toda su riqueza y variedad.
Con esto podemos decir que, desde hace ya varias décadas, los antropólogos advierten que la lengua no es sólo un instrumento para la comunicación, sino que, además, hace posible el grupo social y constituye el principal vehículo de cultura. Una lengua compartida no es sólo un elemento homogeneizante dentro de las fronteras de un país, sino que origina unos principios comunes de pensamiento: el conocimiento general del mundo incluye también las opiniones y creencias acerca de las cosas (Coseriu, 1977).
En Andalucía, la historia del andaluz, lógicamente, va íntimamente ligada a nuestra propia historia y a nuestra particular personalidad, es decir, nuestra manera de ser y de pensar. Andalucía desde siempre tuvo la cualidad de ser una región abierta a todo y a todos. Ese trasiego de gentes y de culturas de que fue objeto, ejerce sobre nosotros un sentido de vastedad y una capacidad de aceptación y de adaptación para todo lo nuevo. Por todo ello, nunca ha habido entre nosotros espíritu de separatismo ni conciencia de nacionalidad ni deseo de independencia. Andalucía, donde revirtieron tantas culturas de tan diversos matices, de tan conflictivas espiritualidades, encontró siempre el equilibrio entre la tradición y un cierto movimiento expansivo. Nuestra cultura no está cimentada en resentimientos históricos y, por tanto, nuestras relaciones con lo que no es Andalucía, sea o no español, no se originan en el rechazo de lo impuesto sino en la abundancia de lo asimilado. Oriente y Occidente se cruzar en Andalucía, abierta también hacia lo mediterráneo y lo atlántico y por este camino colaboró en la expansión de una lengua que no sólo no rechazó sino a la que dotó de una especial cultura que, cuando recibió, no tenía. La cultura andaluza florece desde los primeros tiempos y abarcó una nómina impresionante de personas ilustres en todos los campos del saber.
Lo que ahora debemos lograr es aceptarnos nosotros mismos y que nos acepten los demás. La desvalorización del habla andaluza, tachada de vulgar por aquellos que piensan que uno habla tanto mejor cuanto más se acerca en la fonética a la escritura, o de ingeniosa y "graciosa" tiene una larga historia y potencia la imagen del andaluz tópico, de vida alegre despreocupado, vago y cuentachistes. En diversas ocasiones escritores, críticos e historiadores han denunciado esta actitud viendo en ella un gigantesco intento de hacernos perder como pueblo los rasgos que definen nuestra idiosincrasia, nuestra propia experiencia histórica e imponernos de forma sutil un sentido de inferioridad interiorizada que nos haga aceptar pasivamente un determinado papel dentro de un sistema político, algo así como aceptar ser españoles de segunda clase. La realidad histórica permite, ciertamente, que pensemos esto: todavía hay analfabetismo, el índice de libros editados, vendidos y leídos es bajísimo en comparación con otras regiones; no se lee el periódico, a pesar de los buenos profesionales que hay en este medio y cada día se pasan más horas delante del televisor, donde la visión del andaluz es vejatoria en general.
Sobre todo esto, he hallado un artículo publicado en el diario El Mundo el día 12 de Mayo de 2005. Este escrito alude a la protesta realizada por el Parlamento Andaluz sobre la “ridiculización” que hace la televisión sobre los andaluces. (ver Anexo I)
Todo esto es ofensivo y humillante. Cabría preguntarse ¿qué intereses se esconden detrás?, ¿qué se pretende? Por otro lado, sabemos que a los presentadores de los informativos de Canal Sur se les "recomienda" usar el español estándar y sólo en los programas lúdicos e infantiles pueden utilizar nuestro dialecto andaluz. ¿acaso es un habla infantilizada? Yo creo que no.
Precisamente, la novedad más importante que introduce el nuevo sistema educativo, a partir de la LOGSE., es la importancia que le otorga a la comunicación oral y a la modalidad lingüística propia -en nuestro caso la andaluza-.
Frente al enfoque unitario de la lengua y al planteamiento uniformante de su enseñanza que se hacia en la Ley General de Educación de 1970, la Ley de Consejos Escolares de 1984, en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Andalucía (9 de Enero), explicita en su Articulo 3.2. la necesidad de incrementar el fomento de la conciencia de identidad andaluza mediante la investigación, difusión y conocimiento de los valores históricos, culturales y lingüísticos del pueblo andaluz en toda su riqueza y variedad, según las disposiciones que permitan la integración plena de los centros escolares en su entorno geográfico y socioeconómico, que predominan en los planes educativos.
Estos nuevos planteamientos se basan en los modernos estudios sociolingüísticos, psicolingüísticos, y pedagógico lingüísticos actuales y son paralelos a los que se hacen en los distintos países de nuestro entorno más inmediato y de nuestro mismo contexto cultural, acerca de los procesos de enseñanza-aprendizaje de la lengua materna. Desde el punto de vista sociolingüístico, la forma de expresión particular de un grupo de individuos lo es también de su experiencia social. Desde el punto de vista psicolingüístico, la lengua responde a la organización que el individuo, dentro de su grupo, hace del mundo que le rodea y delimita su manera de comunicarse, de sentir y de pensar. Desde el punto de vista pedagosicolingúístico, el aprendizaje se enfoca desde la perspectiva del propio ambiente cultural, de ahí que se atienda especialmente al habla, que es la que interpreta las distintas situaciones y experiencias del individuo. Resulta, por tanto, necesario en la práctica didáctica acercarse al modo lingüístico-cultural de los estudiantes. Partiendo de ahí será como se logre la motivación y el estímulo necesarios, pues, al mismo tiempo, servirá para la reflexión sobre si mismos y sobre el medio que les rodea.
Para que estas consideraciones tengan viabilidad y se lleven a la práctica, lo primero que ha de cambiar es nuestra mentalidad como usuarios, padres y profesores. Entre los padres, los hay que abogan porque el profesor enseñe a sus hijos a hablar bien.
Sin embargo, no estamos defendiendo un sistema de escritura basado en las realizaciones orales. Hay que distinguir muy bien entre la lengua oral (con la que nos comunicamos verbalmente en todas nuestras conversaciones diarias con nuestra familia, nuestros amigos, en la oficina o en la calle) y la lengua escrita, con la que nos comunicamos por escrito todos los andaluces entre nosotros y con el resto de hispanohablantes, que debe ser una dentro y fuera de España. Se trata, en todo momento, de una enseñanza que desde lo particular (lo más cercano al alumno) pretende llegar a lo general. El aula es el lugar idóneo para alcanzar esos conocimientos generales y para frenar usos indebidos y combatir la presión lingüística circundante (la lengua de la calle, de las modas y la publicidad, de los medios de comunicación)
La Enseñanza Primaria se basará en el propio discurso del alumno hasta conseguir que posea un conocimiento reflexivo de su lengua y que valore y use su propia modalidad lingüística. En cuanto al nivel léxico, se debe enseñar y tratar de preservar desde el ámbito escolar, todas las palabras, acepciones o expresiones dialectales que son válidas y están legitimadas por el solo hecho del uso.
EL HABLA ANDALUZA Y SU USO EN PUBLICO
En Marzo de 1997, en Sevilla, se celebró el Congreso sobre el habla andaluza, donde lingüistas y periodistas debatieron sobre el andaluz y entre otras cuestiones exigieron que en los programas de los distintos medios de comunicación andaluces se hablara en andaluz.
Expusieron como Canal Sur era un caso único en las televisiones autonómicas españolas ya que en un estudio presentado quedó de manifiesto como en Galicia la televisión gallega TVG utiliza mayoritariamente el gallego, en TV3 el catalán, en la vasca ETB el euskera, y hasta en la madrileña TeleMadrid se usa el español de Madrid. Sin embargo, en Canal Sur son pocos los profesionales que utilizan el andaluz, (con Lola Álvarez a la cabeza de los que sí lo utilizan), sea con acento cordobés, sevillano, malagueño, granadino u otro.
Según este estudio del periodista José Luis Carrascosa el 68% de los locutores de Canal Sur utilizan el "español septentrional" cuando el 77% de su audiencia emplea el habla andaluza. Sin embargo y ante la variedad dialectal andaluza con ceceo y seseo el ponente recomendó como norma lingüista andaluza utilizar como referencia al hombre del tiempo de Canal Sur, Julio Marvizón, que emplea ceceos y seseos leves y combinados.
La búsqueda de una norma lingüística para el andaluz no es un problema menor ya que en las ocho provincias andaluzas se encuentran distintos acentos, en Málaga mientras en casi toda la provincia se cecea, en pueblos de la Vega de Antequera se sesea con vocales abiertas que resultan finalmente en habla cordobesa, en Cádiz frente al ceceo del Campo de Gibraltar y los pueblos del interior se encuentra el seseo de la capital, y estas mismas distinciones dentro de una misma provincia se encuentra también en Sevilla y en Huelva.
Pero se cecee o se sesee lo realmente importante es que dejemos de pensar que quién habla andaluz en los medios de comunicación, habla mal, sirva de ejemplo las bromas que dentro y fuera de Andalucía se producen al oir el ceceo extremo del torero Jesulín de Ubrique, nada extrañas pues incluso la filóloga García-Godoy repasó en el citado Congreso sobre el habla las mofas que durante los debates que dieron lugar a la Constitución de Cádiz en 1812, hacían los presentes por el acento andaluz del diputado Terrero cada vez que subía a la tribuna de oradores, que después de todo, hablaba andaluz en una ciudad andaluza.
Hace muchos años las Juventudes Andalucistas editaron un cartel con la foto de una anciana que nos decía "Habla bien, habla andaluz", y no era un mensaje extraño en un país donde lamentablemente fue necesaria una campaña con el lema "Siéntete orgulloso de ser andaluz".
La culpa del complejo del habla en los medios está entre otros, en numerosos profesores de comunicación que aún están anclados en el pasado cuando era obligatorio utilizar el acento castellano en todos los medios de comunicación. En las primera clases para locutores de televisión y radio les dicen que para ser buenos locutores deben utilizar para comunicarse un perfecto castellano, y así hay presentadores que les corrigen los ceceos, las terminaciones en "ao", aspiraciones de "s", etc. Y están siempre como referencia periodistas de talla como el onubense Hermida, los malagueños Maria Teresa Campos y Diego Gómez o la jienense Irma Soriano, aunque esta última corrige su acento meritoriamente desde que trabaja en la RTVA.
Lamentablemente el axioma de que hablar andaluz es sinónimo de baja educación, por muy fuerte que suene, es aún una realidad palpable en mucha gente y no sólo en los medios de comunicación, también en la vida cotidiana vemos como un dependiente nos pregunta en fingido castellano "Buenos días, qué desea", ó como un representante de comercio o un vendedor de seguros imita el acento castellano para intentar vender más, también señalados representantes de las "fuerzas vivas" culturales, sociales y políticas emplean el acento castellano en las reuniones más importantes, y todo ello pese al ejemplo de Felipe González ó Javier Arenas que pasean el andaluz por los centros de poder madrileño.
En unos días en que la polémica por el discurso de García Márquez en México pidiendo que el español se escriba como se habla está aún fresca, establecer una norma lingüística puede parecer fuera de lugar, pero si pensamos en ejemplos foráneos como el italiano o el vasco donde se escogió un dialecto para establecerlo como norma, puede ser ya hora que nuestros filólogos tomen una norma hablada para que los medios de comunicación públicos primero, y los privados después, adopten el andaluz de Ronda o de cualquier otro pueblo.
LOS RASGOS FONÉTICOS - FONOLÓGICOS DEL ANDALUZ
La fonética andaluza presenta desde el punto de vista sincrónico y diacrónico una serie de rasgos insólitos y diferenciadores, producto de la evolución de la lengua española a partir de una serie de acontecimientos históricos, que se desarrollan en las tierras del sur peninsular desde finales de la Edad Media, y de soluciones lingüísticas claramente diferenciadas de las de otras modalidades del español, suponiendo también una evolución más avanzada respecto a estas otras modalidades, pero que en ningún caso significa ruptura o separación de la lengua española.
1. VOCALISMO.
Quizás uno de los rasgos fonéticos más característicos de esta modalidad sea su comportamiento vocálico, debido fundamentalmente a la gran variedad de matices y a la diferencia de usos de los mismos en las zonas oriental y occidental de Andalucía.
Frente al sistema vocálico de la modalidad castellana, constituido por cinco timbres vocálicos, en la modalidad lingüística andaluza se produce un desdoblamiento de dichos timbres en cerradas y abiertas en determinadas situaciones. Dicho desdoblamiento funciona como elemento distintivo de la oposición singular/plural, como consecuencia de la aspiración y pérdida en algunos casos de la -s final, morfema de plural, cerrándose las vocales en singular y abriéndose en plural: [lo níño] `los niños'; y también para diferenciar la segunda y tercera persona de singular de las formas verbales: `tú corre(s)' / `él corre' [tú kóre / él kóre]. Esta abertura vocálica está más extendida en la zona oriental que en la occidental. En dicha zona oriental, el cierre o abertura de la vocal final es considerablemente aumentado, y con él se produce una correlación de cerrazón o abertura de todas las vocales de la palabra.
2. CONSONANTISMO.
Entre los rasgos que afectan a las consonantes, los más característicos son:
1) Seseo y ceceo
Para algunos lingüistas, ambos fenómenos son los más representativos de la modalidad lingüística andaluza, por su antigüedad, importancia fonético-fonológica y, sobre todo, por su amplitud, ya que ambos fenómenos se dan también por influencia andaluza en otras modalidades del español, como son las hablas meridionales y el español atlántico.
Ambos fenómenos son fruto de la evolución del sistema fonológico del castellano a finales del siglo XV y durante el XVI, como consecuencia de la reducción de las cuatro sibilantes del español medieval, y desfonologización entre /s/ sorda y sonora, dando lugar a una serie de fenómenos que en andaluz desembocan en un fonema /s/, realizado como [s] (seseo) o como [ ] (ceceo). Si en una primera fase la evolución es común a todo el castellano, resultando de tal reducción los fonemas consonánticos /s/ y / /, en Andalucía los cuatro fonemas confluyeron en uno solo, realizado como [s] en algunas zonas y en otras como [ ]. El seseo, por tanto, consiste en la pronunciación de /s/ y / /, grafías c(+ e, i), z (+ a, o, u) como [s]: [sapáto] `zapato', [serésa] `cereza'; el ceceo, por el contrario, es la realización de los fonemas /s/ y / / como [ ]: [ óla] `sola', [ artén] `sartén'.
Aunque ambos fenómenos lingüísticos tienen el mismo origen -como hemos podido comprobar- no gozan de la misma extensión geográfica de uso ni de la misma consideración social. Está más extendido y goza de mayor estimación el seseo, al ser propio de hablas urbanas, que el ceceo, que está menos extendido y es más propio de zonas rurales.
2) Yeísmo
Consiste en la igualación de dos fonemas diferentes correspondientes a las grafías ll/y, que es realizado como fonema /j/ y grafía y: [májo] `mayo', [tájo] `tayo'.
Esta igualación de ambos fonemas no afecta en gran medida a la confusión semántica de los hablantes, ya que la lengua desarrolla sus propios recursos diferenciadores; así, para distinguir `pollo' (ave), de `poyo' (banco de piedra o mampostería), que en zonas yeístas se pronunciarían como: [pójo], en Andalucía se utiliza el término [pójo] (ave) y [pojéte] (banco de piedra o mampostería).
Aunque es un fenómeno muy extendido en Andalucía desde el siglo XVI, existen núcleos aislados distinguidores de ambos fonemas en la zona occidental (Huelva y Sevilla) y en menor medida en la oriental (Almería).
Tradicionalmente, se consideraba como un fenómeno típicamente meridional y, más concretamente, andaluz; sin embargo, es un fenómeno ampliamente extendido en el español general que sigue aumentando su influencia e implantándose en zonas distinguidoras hasta ahora de los dos fonemas.
3) Aspiración de diversas consonantes
a) Aspiración de -s
Es muy frecuente la aspiración de consonantes y, sobre todo, el debilitamiento, aspiración o pérdida de la -s implosiva, final de sílaba o palabra, que trae consigo importantes repercusiones fonéticas, en cuanto al timbre y modo de articulación en los sonidos vecinos. Según algunos lingüistas, éste es uno de los rasgos, junto con el ceceo y seseo, más antiguo y característico del andaluz.
Este fenómeno es habitual en tres tipos de contextos:
• Preconsonántico: -s implosiva ante consonante, ya sea dentro de la misma palabra o como final de palabra ante consonante de la palabra siguiente: [ehtéra] `estera'.
• Prevocálico: -s final de palabra ante vocal de la palabra siguiente: [loh dó] `los dos'.
• Prepausal: -s final absoluta, o ante pausa, con la desaparición total o casi total de la -s: [el márte] `el martes'.
b) Aspiración de h- procedente de la f- inicial latina
Consiste en aspirar la h- inicial de algunas palabras que proceden de f- inicial latina: [humo] `humo', [hierro] `hierro'. Es un rasgo arcaizante, pues ya en el Siglo de Oro se había generalizado la pérdida de la h- aspirada procedente de la f- inicial latina en amplias zonas del castellano, que, sin embargo, se conserva en algunas zonas del occidente peninsular (desde Asturias a Andalucía) e Hispanoamérica. En la actualidad es un fenómeno que se ha ido desterrando de los focos urbanos, quedando reducido a ámbitos rurales o niveles socioculturales bajos y utilizado por hablantes de edad avanzada.
c) Aspiración de j, g + e, i
La pronunciación de la j, g + e, i, correspondiente al fonema velar /x/, en un sonido más o menos aspirado [hamón] `jamón', frente a la pronunciación de este fonema como velar en el norte y centro peninsular, se localiza fundamentalmente en la zona occidental de Andalucía, mientras que en la zona oriental, Jaén, noroeste de Granada y gran parte de Almería conservan la velarización de este fonema.
Esta aspiración es utilizada por hablantes de cualquier nivel sociocultural y se realiza mediante distintas variedades articulatorias: la aspiración sorda domina en el occidente andaluz entre hablantes de cualquier nivel [hénte] `gente'; la aspiración sonora es más esporádica, en la zona occidental de Huelva y Cádiz predomina entre hablantes de escaso nivel cultural, aunque en ciudades como Granada y Málaga se da también entre hablantes cultos; la aspiración débil, [ára] `jarra' se considera más vulgar; el sonido intermedio entre aspiración y velarización se produce en la zona oriental, especialmente en la franja limítrofe con la occidental.
d) Aspiración de consonantes implosivas
En la modalidad lingüística andaluza, las consonantes implosivas, final de sílaba, seguidas de otra, se realizan según un proceso en el que el primer paso es su aspiración y el segundo la asimilación -cumplida en grados variables- a la consonante situada en posición posterior.
Es frecuente también la aspiración de distintas consonantes en posición implosiva al final de sílaba, como los grupos rl-, ct-, pt-: [búhla] `burla', [réhto] `recto', [áhto] `apto', pero la más frecuente es la aspiración de la -s implosiva, cuya realización aspirada depende de la consonante siguiente.
e) Fricatización de la ch
El fonema consonante palatal africado del castellano /c/, escrito con las grafías ch, se pronuncia en algunas zonas de Andalucía como fricativo -parte de la provincia de Sevilla, Cádiz, Granada capital y la costa de Almería-, con lo que su pronunciación se acerca a la de la s castellana y a la de la ch francesa. Este fenómeno ocurre por la relajación y menor tensión articulatoria del andaluz: [músho] `mucho'.
Es un fenómeno articulatorio minoritario y en claro retroceso, que se da sólo en determinados contextos socioculturales y en situaciones concretas por hablantes que utilizan una u otra articulación según las mismas.
f) Debilitamiento y pérdida de consonantes finales
Este fenómeno está extendido en otras variedades del español, aunque en el habla andaluza se produce con mayor intensidad y generalización.
Respecto al comportamiento de las consonantes finales, caben tres posibilidades en función de la consonante de que se trate, el tipo de palabra e incluso la zona de Andalucía que estamos considerando: aspiración, debilitamiento, pérdida. Entre dichas pérdidas, está generalizada la de la -d: [veraá] `verdad'; l- y r-: [finá] `final', [komé] `comer'. Las posibles homonimias producidas por este fenómeno suelen resolverse por el contexto o mediante sustituciones léxicas.
g) Neutralización l/r implosivas
Se produce como consecuencia del debilitamiento y relajación de las consonantes implosivas al final de sílaba o palabra, resultando de ello su neutralización. Es un fenómeno más frecuente en contextos muy coloquiales y entre hablantes de escaso nivel cultural.
Los fonemas alveolares vibrante /r/ y lateral /l/ se neutralizan en posición implosiva, realizándose, según zonas, como uno u otro fonema, con grafía r o l. En la zona occidental predomina la vibrante r: [arcárde] `alcalde'); en la zona oriental, sin embargo, la igualación tiende a la pronunciación de l: [komél] `comer'. También se suele producir la asimilación de la vibrante r a la consonante siguiente: [kánne] `carne'.
h) Reducción y asimilación de consonantes interiores agrupadas
Con frecuencia, como resultado del debilitamiento de las implosivas, en los grupos consonánticos como gn-, zn-, ct-, entre otros, se resuelven mediante una asimilación de la primera a la segunda consonante: [dínno] `digno', [tínne] `tizne', [efétto] `efecto'.
i) Relajación y pérdida de consonantes intervocálicas
Aunque este fenómeno fonético está muy extendido en todos los dominios del español coloquial, en la modalidad lingüística andaluza es más acusado.
La consonante con más grado de generalización es la -d- intervocálica, ya frecuente en Andalucía en el siglo XVIII, sobre todo en las terminaciones de participio -ado: [termináo] `terminado', extendida ya al resto del español. Dicha pérdida afecta actualmente a todas las clases sociales, aunque en contextos cultos se rebaja el índice de frecuencia de la misma. También esta pérdida se produce en otras situaciones como terminaciones en -ido, -edo: [sentío] `sentido', [déo] `dedo', aunque en contextos informales o menos cultos.
j) Otros rasgos fonéticos en el nivel coloquial
No son privativos de Andalucía, pues están extendidos en ámbitos del español coloquial de escasa cultura, donde se dan con cierta frecuencia. Así, las reducciones o apócopes de palabras: [ká] `casa', [mú] `muy', [pá] `para', [pó] `pues'.
3. VALORACIÓN SOCIOLINGÜÍSTICA DE LOS RASGOS FONÉTICOS.
Respecto al grado de prestigio de los rasgos descritos, no todos ellos presentan el mismo nivel de aceptación por parte de los hablantes andaluces. En términos generales, ya que esta valoración varía en función del contexto andaluz en el que se realice, podemos establecer una relación de usos de mayor a menor grado de esta aceptación sociolingüística, gracias a la información concreta extraída de las diversas investigaciones científicas llevadas a cabo en el ámbito andaluz sobre el habla de zonas urbanas.
Las peculiaridades fonéticas andaluzas, en función de su ámbito y grado de uso, se pueden agrupar en:
1) Rasgos que afectan al conjunto de los hablantes en todos los niveles sociales y constituyen un uso bastante generalizado:
· Abertura de vocales en plural, sobre todo en la parte oriental de Andalucía: [lo tóro] `los toros'.
· Pronunciación aspirada de la j castellana (o g+e, i): [hamón] `jamón'.
· Aspiración o pérdida de la -s implosiva: [ehpéro] `espero', o ante vocal de la palabra siguiente: [eh así] `es así'.
· El seseo está también muy generalizado en muchas áreas: [kisá] `quizá', aunque en otras, con menor extensión, compite con el ceceo: [ ál a] `salsa'.
· Aspiración o pérdida de consonantes finales de palabra: [aôdalú] `andaluz'.
· Asimilación de la consonante final de sílaba a la consonante siguiente: [retta] `recta'.
2) Rasgos que están casi tan difundidos en otras áreas del español actual como en la modalidad lingüística andaluza:
· Yeísmo: [ají] `allí'.
· Pérdida de -d- intervocálica en terminaciones -ado: [termináo] `terminado'.
· Aspiración o pérdida de consonantes implosivas: [kaôtidá] `cantidad'.
3) Rasgos de valoración sociolingüística intermedia que, estando extendidos actualmente en el habla coloquial, suelen no estar totalmente admitidos en los usos más formales de la lengua:
· Ceceo: [ aôdía] `sandía'.
· Desaparición de -r o -l final de la palabra: [requlá] `regular'.
· Neutralización de r/l en posición implosiva: [fárda] `falda'.
· Pérdida de la -d- intervocálica en terminaciones en -ido: [perdío] `perdido'.
4) Fenómenos que son rechazados casi por completo en los niveles cultos y quedan relegados a ámbitos muy coloquiales:
· Desaparición del fonema correspondiente a la j castellana: [de8áo] `debajo'.
· Pronunciación fricativa de ch: [mushásho] `muchacho'.
· Aspiración de -s- o -c- interior seguida de vocal: [ehpéra] `espera'.
· Velarización de b por g: [gwéno] `bueno'.
· Reducciones o apócope de palabras: [pá] `para'.
· Pronunciación aspirada de h- procedente de f- inicial latina: [hárto] `harto'.
Como resultado de lo anterior se puede concluir que los rasgos del apartado 1º y 2º entran en el uso y aceptación de todos los niveles socioculturales, mientras que los otros rasgos de los apartados 3º y sobre todo 4º son más rechazados por el andaluz culto.
La línea entre lo «aceptado» y lo «rechazado» es bastante difusa en el apartado 3º, y su inclusión en uno u otro grupo dependerá de quién lo dice y en qué contexto.
La labor docente, en este sentido, se centrará en que los alumnos y alumnas conozcan la realidad de su lengua y valoren su propia modalidad, tendiendo a la superación y mejora de sus usos lingüísticos.
LOS RASGOS MORFOLÓGICOS DEL ANDALUZ
La morfosintaxis del andaluz apenas difiere de la del resto de las variedades del español; no puede hablarse, por tanto, de gramática andaluza, ya que sus diferencias gramaticales respecto al resto del español son escasas y no están generalizadas. No obstante, presenta algunas peculiaridades y usos estilísticos más o menos acentuados que la distinguen de la de otras zonas del español. Gran parte de estos particularismos morfosintácticos son consecuencia de los fenómenos fonéticos comentados anteriormente.
1) Formas pronominales.
· Presencia enfática del pronombre personal de primera persona “yo” (ya yo me voy), para diferenciar las personas gramaticales.
· Distinción de las formas pronominales lo/la/le, sin que los fenómenos de laísmo, loísmo y leísmo, tan frecuentes en la modalidad castellana, afecten a la andaluza, aunque el leísmo se va extendiendo con fuerza entre hablantes jóvenes.
· Uso de ustedes en vez de vosotros tanto para el tuteo como para el tratamiento de cortesía, con lo cual se neutraliza en gran medida la distinción para plural entre la forma de confianza y cortesía, aunque concertando con el verbo en 2ª persona de plural en situaciones de tuteo, y con verbo en 3ª persona de plural como fórmula de cortesía, especialmente en la zona occidental (ustedes me acompañáis / ustedes me acompañan). En niveles socioculturales bajos el uso de ustedes para tuteo se acompaña del pronombre se en vez de os (ustedes se vais, `vosotros os vais').
· Como consecuencia del empleo de ustedes, sustitución del posesivo vuestro por la fórmula de + ustedes (¿es de ustedes esta casa?), que también se extiende a la sustitución de otros posesivos como nuestro por de + nosotros (ese coche es de nosotros).
2) Neutralización de singular y plural.
· Neutralización de la 2ª y 3ª persona de singular de algunas formas verbales, por el debilitamiento de la -s de 2ª persona (tú canta(s)/ él canta).
· Neutralización en la oposición singular/plural: (el niño, lo(s) niño[s]), como consecuencia del debilitamiento y pérdida de la -s final, que se resuelve con una mayor abertura y alargamiento vocálico en la zona oriental, y con aspiración de la -s final en contacto con la consonante siguiente en la zona occidental.
3) Formas verbales.
· Pérdida de la -n final de 3ª persona de plural y nasalización de la vocal precedente, siendo más intensa en el andaluz occidental [éyo tjéne] `ellos tienen'.
· Utilización más frecuente del pretérito imperfecto de subjuntivo terminado en
-ra (bajara), en vez de la terminación en -se (bajase).
· Uso de haber por ser (aquí habemos muchos), aunque este uso es un arcaísmo reducido a zonas rurales y hablantes de edad avanzada.
· Usos vulgares que también encontramos en otras zonas del español en hablantes de escasa cultura como el uso de haiga en vez de haya, díceselo en vez de díselo, venéis en vez de venís.
· Uso de verbos intransitivos construidos como si fueran transitivos: lo caí, en vez de lo tiré.
4) Alteración del orden y construcciones sintácticas especiales.
· Alteración del orden: más nada en vez de nada más.
· Construcciones como: encima mía, delante tuyo en lugar de encima de mí, delante de ti.
· Uso vulgar de contra más en vez de cuanto más, me se por se me, que también es típica en hablantes de escasa cultura en otras zonas del español.
5) Construcciones y usos retóricos con gran fuerza expresiva.
· En el ámbito coloquial se utilizan con frecuencia construcciones y expresiones estilísticas que dotan al mensaje de una fuerte expresividad.
· Rasgos morfosintácticos, como la interrogación retórica con marcado valor expresivo: ¿no me va a gustar? o no ni ná, tres negaciones con valor afirmativo enfático.
· Cuantificadores e intensificadores coloquiales como tela, con el significado de `muy' (tela de grande); pe(d)azo, con el significado de `grande' o `bueno', (¡qué pe(d)azo de casa!); jartá por `mucho' (me di una jartá de correr).
· Empleo habitual de diminutivos con valor afectivo (chiquillo).
· Abundante uso de comparaciones con valor hiperbólico (es más bruto que un ara(d)o).
· Empleo habitual de diminutivos para expresar un valor emotivo o afectivo (come un trocito de tarta).
LOS RASGOS LÉXICOS-SEMÁNTICOS DEL ANDALUZ
El nivel léxico-semántico, por razones históricas y de repoblación, por el gran número de unidades que lo constituyen y por la variedad de usos según las áreas locales y registros léxicos del hablante, es más complejo y difícil de sistematizar que el fónico y el morfológico.
En general, el caudal léxico utilizado en Andalucía es común al resto del español. Ahora bien, además de este caudal léxico común y compartido con los demás hispanohablantes, en sentido amplio podemos considerar como específicamente andaluz el conjunto de elementos léxicos de la lengua española que se utilizan en la modalidad andaluza con especial frecuencia y significado o de manera exclusiva, y que no es habitual o es desconocido para la mayoría de hispanohablantes, aunque se utilice también en otras áreas lingüísticas españolas. Su especificidad procede de dos tipos de influencia:
1) Externas de tipo histórico.
La presencia en esta región de diversos pueblos a lo largo de la historia ha dejado numerosas huellas lingüísticas y muy especialmente léxicas. Ello explica la mayor abundancia y uso de términos de diversa procedencia o la conservación de arcaísmos:
• Arabismos: la presencia de arabismos es patente en todo el ámbito de la lengua española y no en mayor medida en Andalucía, como se ha considerado frecuentemente. Durante los ocho siglos de presencia árabe tuvieron que quedar abundantes testimonios léxicos en todos los ámbitos laborales y sociales. Ahora bien, además de los arabismos compartidos con el léxico común de la lengua española, se utilizan algunos otros escasamente usados en otras modalidades del español como: aljofifa (`bayeta'), alcancía (`hucha').
• Gitanismos: respecto a estos términos, la modalidad lingüística andaluza utiliza, especialmente en el habla coloquial, algunos de esa procedencia, aunque no por ello se puede considerar que en Andalucía se hable caló. Algunos incluso se han difundido en otras modalidades lingüísticas del español, casos como: chaval (`muchacho'), menda (`yo'), chalao (`loco'), churumbel (`niño').
• Leonesismos y portuguesismos en Andalucía occidental, como consecuencia respectivamente de la Reconquista y la inter-influencia lingüística con el país vecino (fechadura, `cerradura'), así como aragonesismos y catalanismos en la oriental por las mismas razones (babero, `delantal de niño').
• Arcaísmos, como asín en lugar de `así'; o palabras procedentes del antiguo mozárabe, como alcaucil, frente al término `alcachofa' de origen árabe de uso generalizado en la modalidad castellana.
2) Internas por influencia del propio sistema.
Por influencias internas del sistema, una modalidad lingüística puede manifestar ciertas tendencias de uso. Así, el mayor número de voces utilizadas por el hablante andaluz en un mismo espacio de tiempo, frente a la mayor variedad léxica del hablante castellano. Lo cual supone que el andaluz utiliza menos palabras distintas, pero en combinaciones más amplias y expresivas, y el castellano utiliza más palabras distintas, aunque en enunciados más concisos. Entre los rasgos léxicos característicos destacan:
• Tendencia a la utilización sinonímica: así para la denominación de botijo (de uso frecuente en otras modalidades del castellano) en Andalucía se dispone de los siguientes términos según las zonas geográficas: búcaro, porrón, pipo, piporro, pimporro, pipote, pirulo, piche, pichilín, además de botijo.
• La utilización de términos que, si bien pertenecen al léxico común, son poco utilizados en otras zonas del castellano; así: zarcillos en lugar del término más generalizado `pendientes', candela por `lumbre', compadre por `consuegro'.
• Expresividad léxica mediante creaciones propias de carácter local como: gañafote (`saltamontes'), trocho (`tonto'), tejeringos (`churros'), copa (`brasero').
• Creación de frases hiperbólicas con fuerte carácter expresivo: esto está para morirse (`esto está muy bueno').
• Por influencia fonética se lexicalizan términos que pierden su sentido originario y adquieren una personalidad propia, incluso ortográfica, diferente a la palabra castellana originaria, como: tocaor (el que toca la guitarra), cantaor (el que canta), como consecuencia de la pérdida de la -d- intervocálica; mijita (un poquito, `migajita'); quiyo (`chiquillo'), como forma apelativa para dirigirse al interlocutor, por pérdida de sílaba; malage, (`mal ángel'), con el sentido de persona desagradable; juerga (`diversión'), procedente de `huelga', o jondo (`hondo'), debido a la aspiración de la h- inicial.
La modalidad lingüística andaluza y otras variedades del español
La modalidad lingüística andaluza comparte muchos de sus rasgos característicos con otras modalidades del español, concretamente con el español meridional (modalidades extremeñas, murcianas y manchegas) y con el español atlántico (modalidades canaria e hispanoamericana), pues no en vano, tras el “Descubrimiento”, los andaluces, y más tarde extremeños, castellanos y vascos, llevaron a cabo importantes empresas colonizadoras, sirviendo de puente entre la Península y América las islas Canarias, de manera que los rasgos característicos de la modalidad andaluza se difunden y arraigan por el archipiélago canario e Hispanoamérica.
Entre los rasgos fonéticos compartidos con las hablas del español meridional, destacan:
· Aspiración y pérdida de la -s final: fenómeno muy extendido en todo el sur peninsular.
· Identificación r/l, en interior de palabra, sobre todo en Extremadura y Murcia.
· Aspiración de j, g+e, i, en Extremadura, en hablantes de escaso nivel sociocultural.
· Aspiración de la h-, en zonas rurales de Extremadura.
· Seseo y ceceo, en puntos aislados de Extremadura y Murcia.
Con el español atlántico comparte los siguientes rasgos fonéticos:
· Seseo, de forma generalizada en Canarias e Hispanoamérica entre hablantes de todos los niveles culturales.
· Ceceo, aunque en forma claramente minoritaria.
· Aspiración y pérdida de la -s final de sílaba, también bastante extendida en Centroamérica, Argentina y Chile.
· Identificación de r/l, aspiración de j, g+ e, i, en Centroamérica, Caribe y Venezuela.
En conclusión, la modalidad lingüística andaluza es una variante de la lengua española que comparte muchos de sus rasgos característicos con otras variantes de esta lengua, pero, por encima de las peculiaridades y diferencias existentes entre ellas, la lengua escrita logra mantener la unión de una lengua española única y común, compartida por cerca de cuatrocientos millones de hispanohablantes.
Los programas infantiles de Canal sur y Canal 2 Andalucía
Menuda Noche:
Género: Entretenimiento / Magacín
Duración: 90minutos
Tipo de pase: Mutidifusión
Versiones: Español
Emisión: los viernes a las a las 22:15 horas y sábados a las 3:45 horas.
Programa presentado por Juan y Medio. Contará con diversas secciones como tertulias, Talk-shows, cámaras indiscretas, entrevistas...
El programa
Programa infantil, con secciones de concursos, pruebas de habilidad y conocimientos, actuaciones musicales... Incluye las series de animación: Fracasse, Malo Korrigan, Martin Mistery, Doraemon, Héroes al rescate, Banner y Flapy.
Se emite:
Canal Sur | Canal 2 | |
Lunes-Viernes | - - | de 7:30 a 9:00 h. y de 13:20 a 19:30 h. |
Sábados-Domingos | de 8:30 a 11:40 h. | de 14:30 a 18:35 h. |
ANÁLISIS DE TEXTOS DE LOS PROGRAMAS ANALIZADOS
MENUDA NOCHE:
El presentador del programa, Juan y medio, nació en Madrid aunque se crió en Almería y él se siente almeriense.
Juan suele pronunciar un castellano estándar aunque en ocasiones sale a la luz su habla almeriense, sobre todo a la hora de pronunciar los participios acabados en -ado (dando lugar a la pérdida de la dental -d- intervocálica)
Por ejemplo: /esaxeráo/ en lugar de exagerado, donde también tiene lugar el seseo de la consonante x como /s/.
En pocas ocasiones, ya que Juan mantiene un control de sus pronunciaciones, produce el fenómeno de la abertura de las vocales al final de palabra, como consecuencia de una aspiración, y por tanto pérdida, de la -s del plural en posición implosiva.
En esta grabación del programa, aparece una serie de mensajes de contestador, enviados por una niña de 6 años. La niña no asume rol alguno y mantiene en su pronunciación un habla natural. Puede ser que su ciudad sea Sevilla por los continuos seseos entre palabras y aspiraciones de la -s plural en la mayoría de los finales. Y debido, seguramente, a su nivel cultural produce una neutralización de la r/l, en ocasiones. Más tarde, en la recitación de la poesía de Andalucía, sus seseos son continuos al igual que la fricatización de la consonante ch por /sh/
Estas son algunas transcripciones fonológicas de algunos textos del programa.
Mensajes de contestador:
“Raúl, ya he hecho el casting y vamos...umm...a ver si me podéis coger, hijo, que es que yo he ido al programa y me da más coraje porque este viernes no me habéis cogido, hijo, a ver si llamo más fuerte”.
“Ana Sánchez. Mañana es mi santo, por favor, Raúl, dame una sorpresa, anda, a ver si salgo en la tele. Venga muchas gracias, adiós”.
“Raúl, por favor, llámame, que cuando yo fui a hacer el casting estaba mala y no lo pude disfrutar bien, vamos. Pero por favor llamadme, dadme una oportunidad”.
“Raúl, a ver si me...ya mismo es mi cumpleaños, a ver si me podéis dar una sorpresa que estoy viendo el programa y a ver si me podéis coger que yo sé bailar muy bien, que me gusta mucho, que todas las noches rezo para que me cojáis, por favor, es, muchas gracias”.
La Poesía de Andalucía: “Mi familia es numerosa, ocho hijas alumbré, las ocho son buenas mozas de la cabeza a los pies. Tener a las ocho juntas es mi mayor alegría. Por si no lo he dicho antes, mi nombre es Andalucía. Las ocho me tienen loca, pasión de madre será. No se vayan ustedes, que se las voy a presentar: Almería, Granada, Málaga, Cádiz, Huelva, Sevilla, Córdoba y Jaén. Andalucía es salero. Andalucía es nombrar lo mejor del mundo entero. Tengo la gracia a raudales, se contagia mi alegría. Y no puedo disimular. Y no puedo disimular que me parió Andalucía”.
Transcripción fonológica de los mensajes del contestador:
/raú ya é:sho el káhtin' i ámos...umm...a béh si me podéih koxé, ixó, késke yo e io al prográma i me á máh koráxe porke éhte biénne no me abéis koxío, ixó, a béh si yamo máh fuéhte/
/ana sáneh. manána_eh mi sánto poh fabóh, raú, áme una orprésa, ánda a béh si sárgo en la téle. benga, mushah graiah. adióh/
/raú por faboh yámame ke kuándo yo fui a_aé el kahtin' ehtába mála i no lo púde dihfrutáh bien, bamoh. pero poh fabóh yamarme darme una oportunidad/
/raú a béh si me...ya míhmo eh mi kumpleánoh a bé si me podéih dáh una sorpresa ke:htoi biéndo el programa i a bé si me podéih koxé ke yo sé bailáh ke me gusta musho, ke toas las nocéh réo pá ke me koxáis poh fabóh, ea, mushas gráias/
/mi familia eh numerosa, osho ixah alumbré, lah osho son buenah moah de la kabea a loh pieh. tené a lah osho huntah eh mi mayó alegría. poh si no lo e disho anteh, mi nombre eh andalusía. Lah osho me tienen loka, pasión de madre será. no se bayan uhtedeh, que se lah boi a presentáh: almería, granada, málaga, kádih, uelba, sebiya, kórdoba i haén. andalusía eh salero. andaluía es nombráh lo méxor der mundo entero. Tengo la grasia a raudaleh, se kontaxia mi alegría. i no puedo disimulah. i no puedo disimulah ke me parió andalusía/
Los comentarios son los siguientes:
· Abertura de las vocales al final de sílaba, como consecuencia de una aspiración de la -s del plural. (véase: /béh/ en lugar de ver en el 1er mensaje, por ejemplo)
· Aparición de los fenómenos del seseo y del ceceo. El seseo consiste en la pronunciación de la /s/ y // (c (+ e, i) o z (+a, o , u)) como /s/. (véase: /andalusía/ en la 5ª línea de la poesía). El ceceo consiste en la pronunciación de los fonemas /s/ y // como //. (por ejemplo: /orpresa/, en la 1ª línea del 2º mensaje)
· Aspiración de consonantes como:
-La -s, en contextos preconsonánticos, en posición implosiva ante una consonante (ejemplo: /éhte/ (este) en la 2ª línea del 1er mensaje)
-La -s, en contexto prevocálico, al final de la palabra ante vocal de la palabra siguiente (ejemplo: /lah osho/, en lugar de las ocho en la 2ª línea de la poesía)
-La -s, en contexto prepausal, que resulta una -s final absoluta o ante pausa. (véase: /biénne/ en lugar de viernes, en la 2ª línea del 1er mensaje)
· La velarización del fonema /x/ en la palabra /haén/ en lugar de /xaén/ Jaén, debido a una aspiración de este fonema j.
· Aspiración de consonantes en posición implosiva, por ejemplo, en la 1ª línea del 1er mensaje /koxé/ en lugar de coger. Hay una aspiración de la consonante -r.
· La fricatización de la ch, en palabras como noche /noshe/, ocho /osho/.
· Debilitamiento y pérdida de consonantes finales, como, por ejemplo, /raú/ Raúl.
· Neutralización de los fonemas alveolares -r (vibrante) y -l (lateral). En palabras como /sargo/ salgo (2ª línea, del 2º mensaje) y /der/ del (7ª línea de la poesía)
· Relajación y pérdida de consonantes intervocálicas, como la -d-, en los participios en -ado y otras palabras. Ejemplos: /koxío/ cogido; /toas/ todas; /io/ ido.
· Presencia de reducciones o apócopes, como: /pá/ para (en la 3ª línea del 4º mensaje)
· Asimilación de la vibrante -r a la consonante siguiente, ejemplo: /biénne/ viernes.
· Desaparición de algunas consonantes al comienzo de palabra, ejemplo: /ámos/ vamos; /á/ da.
· Alargamiento de algunas vocales, al final de palabra, en conexión con la vocal de la palabra siguiente. Véase: /é:sho/ he hecho, /ke:stoi/ que estoy.
· Presencia de vulgarismos, por el empleo de los infinitivos en lugar de imperativos.
LA BANDA:
En un primer momento, la presentadora María, contiene muy artificialmente su acento gaditano. En la presentación de este apartado del programa no tiene un habla espontánea, es por ello que puede contener su acento, aunque siempre salen algunos rasgos propiamente andaluces, como, por ejemplo, la aspiración de los plurales o -s de la 1ª persona del plural de los verbos.
Durante la aparición de María y Felipe dando consejos, María tiene un habla más relajada, pero sigue resistiendo su habla. Si lo comparamos con Felipe, podemos ver muchas diferencias. El mismo Felipe, observando secuencias posteriores, ha adoptado aquí un habla un poco artificial, pues después le veremos cómo habla relajadamente.
Cuando Felipe presenta la web, tiene más rasgos del habla andaluza, que en anteriores apariciones.
En esta última secuencia (presentación de un museo), podemos apreciar que ambos presentadores optan por un habla más relajada, su habla. Aquí la conversación no es controlada , sólo basta con comparar la actuación de María con su primera aparición.
CONCLUSIONES
Con este estudio he conseguido conocer los rasgos que diferencian el andaluz del español. He puesto estos conocimientos en práctica, a través de los análisis de los programas infantiles.
Además de todo esto, he sacado varias conclusiones sobre el papel que tiene el habla andaluza, sobre todo en los medios de comunicación.
El habla andaluza se ha considerado, y por desgracia algunos aún la consideran, el habla de las personas analfabetas o sin cultura, o bien provenientes de una clase social baja. Esto es debido a que los andaluces, para buscar trabajo, fueron emigrantes fuera y dentro de España. Cuando uno emigra en esas circunstancias, normalmente, no obtiene un puesto de trabajo muy remunerado, por consiguiente, su nivel social es bajo. Aunque parezca dura esta postura (que no comparto), la existencia de este concepto es claramente visible. Como, por ejemplo, en series como “Médico de familia”, donde la limpiadora era andaluza, o más actuales “Aquí no hay quien viva” el portero sin cultura ni estudios también es andaluz. Todas estas situaciones son denunciadas por distintos estudiosos del tema, incluso por el Parlamento Andaluz.
Entonces, ¿por qué obligan a los presentadores, como por ejemplo Juan y medio, a hablar estandarizadamente?
Otra cuestión por mi parte es ¿por qué en los programas no infantiles existe un mayor control y rigidez en que los presentadores no hablen andaluz? En referencia a esta pregunta, me he planteado dos soluciones o hipótesis. Canal Sur, que es emitida a nivel nacional, debe dar una buena imagen y, por tanto, hablan sin rasgos propios del andaluz ( con lo que obtendría otra pregunta ¿acaso hablar andaluz no es correcto?) Sigamos, los programas dirigidos a los adultos, deben ser los primeros en dar una buena imagen, porque los espectadores a los que van dirigidos pueden ser personas críticas que posteriormente puedan reprocharles que hablen de determinada manera. Sin embargo, los programas infantiles, a penas tienen control de los rasgos andaluces, ¿quizá para hacer el programa más cercano a los niños? Los niños no tienen una gran conciencia lingüística, y el hablar andaluz forma parte de su día a día.
Los niños hablan sin complejos, sólo cuando crecemos y nos convertimos en adultos adoptamos roles y estamos pendientes en nuestra aceptación por parte de los otros. Quizá deberíamos actuar como los niños, en el sentido de que no debemos avergonzarnos de un habla, que es parte de nuestra cultura, nuestro legado, por así decirlo de nosotros mismos. Todo ello sin caer en los vulgarismos y errores.
Supongo que para que en las demás comunidades autónomas se nos trate con respeto, debemos empezar por respetarnos nosotros mismos, aceptar lo que somos y estar orgullosos de ello. No se puede vender algo si no se cree en él. (o al menos así debería de ser) Para que los demás dejen de pensar que nuestra habla es vulgar, debemos creer primero en ello.
Los adultos siempre estamos esperando la aprobación de los demás, quizá si dejamos de acomplejarnos y de buscar esa aprobación, disfrutaríamos más de nuestra cultura y nuestra habla andaluzas, cosas que considero muy ricas e ingeniosas.
BIBLIOGRAFÍA
· MONDÉJAR, J. (2001): Dialectología andaluza. Málaga: Analecta Malacitana. Universidad de Málaga.
· Iñiguez Barrena, Francisca: Revista EL SIGLO QUE VIENE Edita el Área de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla. Febrero de 1998 (especial dedicado al habla andaluza)
FUENTES
· Apuntes del profesor Fco Morales Lomas en la asignatura Norma y habla andaluzas.
·http://www.canalsur.es/PROGRAMAS/television/programas_tv/menuda_noche/index_menuda_noche.htm
· www.andalucia.cc/adarve/legislacion.htm
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- FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN -
- DEPARTAMENTO DE DIDÁCTICA DE LA LENGUA Y LA LITERATURA -
(1) · MONDÉJAR, J. (2001): Dialectología andaluza. Málaga: Analecta Malacitana. Universidad de Málaga.
· Iñiguez Barrena, FRANCISCA: Revista EL SIGLO QUE VIENE. Edita el Área de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla. Febrero de 1998 (especial dedicado al habla andaluza)
(1) · Iñiguez Barrena, Francisca: Revista EL SIGLO QUE VIENE Edita el Área de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla. Febrero de 1998 (especial dedicado al habla andaluza)
(2) · MONDÉJAR, J. (2001): Dialectología andaluza. Málaga: Analecta Malacitana. Universidad de Málaga.
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Enviado por: | Mar Tayl M |
Idioma: | castellano |
País: | España |