Tres siglos transcurrieron entre la conquista y las inquietudes revolucionarias del siglo XIX, los hijos de españoles nacidos en el nuevo mundo, llamados "criollos" desvinculados de España; sentían correr por sus venas la sangre americana. Los principios de la nacionalidad florecieron y se despertó el viejo clamor independentista; el pensamiento revolucionario se difundió en la clandestinidad; el genio de Bolívar inspiraba el instinto separatista.
Se avecinaba un instante supremo en la vida del istmo, España, sucumbía ante las derrotas en el sur y se deshacía el imperio, la actividad económica disminuida, obligaron a los líderes criollos a tomar una decisión.
Ya los países todos de Sur y Centro América clamaban por días felices fuera de la órbita de los Borbones de España. La batalla de Boyacá, librada por los ejércitos mancomunados de Venezuela y la Nueva Granada, despertó bajo el mando del Libertador Simón Bolívar, los anhelos libertarios con más fuerza y persuación.
Bolívar tenía propósitos específicos para Panamá, aún a costa de nuevas escaramuzas bélicas, pero Bolívar desistió por el momento, por causas de fuerza mayor. Posteriormente designó al Vicepresidente General Francisco de Paula Santander para ese cometido.
Pero Dios es el supremo diseñador de los sucesos que conducen a los destinos de los pueblos; para resumir los episodios que condujeron a la gesta libertaria, veremos los siguiente:
Siendo gobernador de Panamá el Brigadier Tomás de Cires, llegó a Panamá el nuevo Virrey designado Mariscal de Campo Juan de la Cruz Murgeon con fuerzas procedentes de Puerto Cabello, con designios además de fortalecer la guarnición del Istmo, de enviar tropas contra el ejército colombiano en Quito. Con fondos adquiridos a la mayor brevedad, inició Murgeon la expedición, que dejaba exhausta y disminuidas las tropas del Istmo.
El 28 de noviembre de 1821, luego de varias deserciones de soldados reales, se proclamó un cabildo abierto donde se declaró el Istmo libre e independiente de La Corona Española.
Se designa al frente del Gobierno de Castilla del Oro o tierra firme, el Coronel José de Fábrega; panameño de nacimiento quien al consumarse el movimiento separatista continua como jefe supremo del Istmo.
Antes, el 10 de noviembre 1821 un acuerdo popular separatista en el Cantón de Los Santos había secundado por las autoridades de Pesé y Natá de manera espontánea se independizaba. Siendo estas y otras circunstancias las que originaron la separación istmeña del yugo español.
Bolívar envió su célebre carta al Coronel José de Fábrega donde lo felicita y exhorta a seguir adelante. Inmediatamente los panameños nos unimos voluntariamente al sueño bolivariano llamado la Gran Colombia.