Psicología
Indefensión aprendida
TEMA 18: LA INDEFENSIÓN APRENDIDA
Overmier y Seligman expusieron a unos perros a una serie de shock inescapables y encontraron el fenómeno o efecto de indefensión aprendida(IA), que postuló que: Los organismos expuestos a una situación incontrolable, con frecuencia muestran déficits posteriores en el aprendizaje de nuevas respuestas de éxito.
Maier y Seligman demostraron la existencia y generalidad del citado efecto y propusieron una teoría explicativa del mismo en conflicto con las teorías clásicas del Aprendizaje, teorías E-R.
Seligman reconoce que el concepto de IA describe al menos tres cosas diferentes:
Un procedimiento experimental (exposición a consecuencias incontrolables),
Un efecto conductual (inactividad como resultado de tal operación),
Un proceso, es decir, un fenómeno de aprendizaje (para él, consistente en la adquisición de unas cogniciones específicas a tal procedimiento y responsables del efecto conductual).
Los dos primeros son datos empíricos, experimentalmente comparables y reducibles a una definición operativa. En el caso del último, tal definición es imposible en la actualidad.
1. Conceptos básicos: Contingencia y controlabilidad (ubicación del fenómeno de IA en la Teoría del Aprendizaje).
Existe una gran controversia entre dos posturas o teorías del aprendizaje. La Teoría clásica (E-R de Hull,etc), que intenta explicar el origen de la conducta como asociaciones entre estímulos (Ss), [sean antecedentes (CC) o consecuentes (CI) ] y respuestas (Rs). El concepto explicativo básico lo constituirá el fenómeno de “contigüidad”, de ahí el término de asociacionistas aplicado generalmente a dichas R.
Los teóricos contemporáneos del aprendizaje señalan el papel preponderante de las contingencias objetivas crucial tanto en el CC como en el CI. Ello ha originado nuevos modelos explicativos del aprendizaje en los que el concepto explicativo básico lo constituye el fenómeno de “contingencia”.
Una de las teorías en las que el concepto de contingencia es central, es justamente la teoría de IA. Su importancia, la atención recibida y su especial posición en la teoría del aprendizaje proviene de:
Es una teoría cognitiva que postula representaciones cognitivas de las contingencias como factor mediador entre las contingencias objetivas y los efectos conductuales.
Especifica que los efectos conductuales observados en sujetos humanos y animales se deben a la existencia de los mismos mecanismos mediadores. Es una teoría general.
1.1.Contingencia y condicionamiento instrumental (CI)
El punto de vista tradicional del CI y del CC, considera la contigüidad temporal entre Rs y reforzadores como determinante esencial del condicionamiento. En el estudio del CC, la influencia de la contingencia ha obligado a una revisión de los mecanismos de aprendizaje subyacentes al mismo, lo que ha conducido a prestar atención a dicho factor en el estudio del CI.
Una de las pocas teorías o efectos en los que el fenómeno de contingencia entre Rs y consecuencias (reforzamiento) está sistemáticamente aplicado, es precísamente la teoría de IA de Seligman y Mainer y Seligman, quienes postulan que, como en el CC, el CI puede ser adecuadamente explicado en términos de las variaciones conjuntas de probabilidades entre Rs y consecuencias.
En ella se puede observas:
El eje de las Y definiría la probabilidad de una consecuencia contingente con la aparición de una R: [p(C/R)]. Si dicha consecuencia es apetitiva (condicionamiento de recompensa), en caso contrario si es aversiva (condicionamiento de castigo).
En todos los casos: P(C/R)=1,0 representaría el fenómeno de reforzamiento contínuo; 0<P(C/R)>1,0 representaría el fenómeno de reforzamiento parcial o intermitente.
El eje de las X definiría la probabilidad de una consecuencia en ausencia de la R:[p(C/R)]. Si dicha consecuencia es apetitiva, representaría la omisión, si es aversiva representaría el condicionamiento de evitación.
En la línea de los 45º, encontramos que ambas probabilidades se igualan y únicamente, se produce el fenómeno de no-contingencia, que no debe producir condicionamiento. En el fenómeno de IA lo que comprobaremos será el efecto de la no-contingencia sobre la R del sujeto.
1.2. Contingencia e incontrolabilidad
Rescorla explica el fenómeno del CC basado en el modelo de la contingencia con el concepto de predictibilidad. En el caso del CI, Seligman ha propuesto la “controlabilidad”, como factor explicativo y determinante del aprendizaje en el CI y define los conceptos de controlabilidad e incontrolabilidad dentro del espacio bidimensional de la contingencia.
Una consecuencia es contingente o controlada por una R cuando su ocurrencia depende de la aparición o no de dicha R. La controlabilidad se producirá únicamente si, y sólo si p(C/R)≠p(C/R ). Cuando las R no afectan a una consecuencia, ésta es independiente de la R. Una consecuencia es independiente, no contingente o no controlable si, y sólo si p(C/R)=p(C/R).
No existe ningún tipo de experimento que demuestre experimentalmente la inadecuación del modelo de la contigüidad frente al de la contingencia como modelo explicativo del CI. Por el contrario, el estudio de la no-contingencia, inexistente en el CC ha sido sistemáticamente explicado y experimentalmente comprobado en el CI, así como sus efectos sobre la conducta y el aprendizaje de los sujetos.
En el caso del CI, los efectos diferenciales de consecuencias controlables e incontrolables y, por tanto, el mayor ímpetu para una teoría de la contingencia en el CI, proviene precisamente del fenómeno de IA, que demuestra cómo la incontrolabilidad (o no-contingencia) produce un tipo de aprendizaje específico IA.
2. Indefensión aprendida: Fenómenos experimentales básicos.
2.1.-Diseño experimental.
En el estudio de la IA existe un tipo de diseño experimental que aisla los efectos de la incontrolabilidad (reforzamiento no contingente) de los efectos producidos por consecuencias controlables (reforzamiento contingente). Seligman y cols, lo denominan “diseño triádico”, y consta de al menos dos fases:
Fase de pretratamiento o entrenamiento: Tres grupos independientes se someten a tareas diferenciales. Grupo 1, escapable (E), se le somete a un aprendizaje contingente. Grupo 2 inescapable o indefenso (I), se le somete a una serie de consecuencia inescapables o inevitables de forma independiente a su R y además acoplado al anterior. Grupo 3, control (C), se le pone en la misma situación experimental aunque sin la ocurrencia de ningún tipo de consecuencias.
Fase de prueba. Se somete a todos los sujetos a un mismo tipo de condicionamiento para comprobar los efectos producidos por el entrenamiento anterior en una nueva tarea de aprendizaje. Las diferencias observadas entre los grupos en la segunda fase, nos indicará la incidencia de la variable anterior, controlabilidad, sobre esa nueva tarea de aprendizaje.
2.2. Efectos de interferencia: Efectos conductuales de la IA.
En el experimento original, Overmier y Seligman utilizando perro y el diseño triádico, pudieron comprobar que tanto el grupo E como el C aprenden fácilmente; en contraste el grupo I responde significativamente más lentamente y algunos sujetos son incapaces completamente de escapar al shock. Parece demostrarse que la variable incontrolabilidad (no el shock por sí mismo) produce una serie de efectos posteriores sobre la conducta y la capacidad de aprendizaje de un sujeto en situaciones posteriores de aprendizaje.
Maier y Seligman proponen la existencia de un triple déficit como consecuencia de la exposición de un sujeto a una serie de shocks incontrolables, definidos operacionalmente:
Déficit motivacional: inactividad y/o retraso en la aparición de nuevas R de éxito.
Déficit cognitivo: incapacidad para realizar nuevos aprendizajes de éxito.
Déficit emotivo: sólo cuando las consecuencias en la primera fase son de naturaleza traumática. Mayor incidencia de úlceras y otra serie de trastornos psicofisiológicos.
El efecto principal observado en los diferentes experimentos presentados sobre indefensión, consiste en la inactividad aprendida y el debilitamiento de la iniciación de R o retraso de un nuevo aprendizaje; de ahí que haya recibido el nombre de “efecto de interferencia” como nombre alternativo al fenómeno de IA.
Dicho efecto ha sido repetidamente demostrado, lo cual define la “generalidad del fenómeno de indefensión, independientemente del tipo de sujetos o especies utilizados. Además Seligman, lo define como un fenómeno de “generalización”, entendida como transferencia del efecto de IA sobre nuevas conductas o tipos de aprendizaje, porque como resultado de una exposición a una situación incontrolable, se produce una interferencia sobre una situación de aprendizaje diferente.
Además, un aprendizaje previo de indefensión, produce otra serie de consecuencias conductuales sobre situaciones nuevas o diferentes. Se ha comprobado que entre otros efectos conductuales:
Se reducen las R agresivas inducidas por shock.
Se altera la dominancia social en una situación de competición por la comida.
Mayores síntomas de stress: úlceras, pérdida de peso, decremento del nivel de norepinefrina, etc.
3. Hipótesis explicativas del fenómeno de IA. (Mecanismos productores del efecto de indefensión).
El fenómeno de IA ha recibido numerosas interpretaciones, a veces contradictorias, debido probablemente a que en la hipótesis original se plantea un mecanismo de naturaleza cognitiva, en contraste abierto con las teorías tradicionales del aprendizaje.
Supone que un organismo que experiencia las consecuencias (reforzamiento) como independientes (no-contingentes) de su RI (respuesta instrumental), forma una serie de expectativas de no existencia de contingencia entre su conducta y las consecuencias de la misma en el futuro (o aprendizajes posteriores). Esto produce un triple efecto deficitario que se manifiesta en los efectos conductuales:
Déficit motivacionales: Experimentalmente observables y definidos operacionalmente, pero que se deberían a la ausencia de incentivos por las expectativas de independencia entre su actuación y las consecuencias de la misma.
Déficit cognitivo: Mayor dificultad para realizar nuevos aprendizajes que se deberían a la formación de cogniciones negativas sobre la relación de su R y las consecuencias. El aprendizaje de que las consecuencias y las R no están correlacionadas, interfiere proactivamente con aprendizajes futuros en los que las consecuencias son ahora dependientes de las propias R.
Déficit emotivo: Cuando las consecuencias son traumáticas para el sujeto, la experiencia de incontrolabilidad de las mismas produciría una serie de desórdenes conductuales y fisiológicos que manifiestan la alteración de los estados emotivos hacia el polo de la ansiedad previa y la depresión posterior.
El proceso de aprendizaje subyacente al fenómeno de IA podemos objetivarlo en tres fases o estadios indispensables:
Contingencia objetiva (VI)
Representación subjetiva de la contingencia (V organismicas)
Conducta (VD)
Los supuestos no directamente observables asumen, que un organismo en una situación de incontrolabilidad forma unas expectativas específicas y tiene unas consecuencias conductuales observables experimentalmente.
Podemos observar un doble mecanismo responsable del efecto de indefensión:
Un mecanismo motivacional o conductual, responsable del efecto de pasividad o retraso de R, que se produciría por la ausencia de incentivos según la IA.
Un mecanismo cognitivo o interferencia con nuevos aprendizajes (en este punto difiere de las demás teorías).
Según la hipótesis de la IA, es la mediación cognitiva la responsable del déficit conductual asociado al fenómeno de IA.
Dos precisiones parecen importantes:
-
El déficit cognitivo es un proceso explicativo, no directamente observable, sino “inferido”. Sólo en cuanto haya datos experimentales podremos comprobar la existencia de dicho proceso.
-
En el aprendizaje animal, no existe tipo de estudios suficientemente válido, que permita postular la existencia de un déficit perceptivo vs expectacional.
3.1. Hipótesis de la inactividad aprendida.
El postulado de un “constructo inobservable” como factor explicativo del efecto de IA, ha llevado a diferentes autores a una interpretación observable más acorde con las teorías tradicionales del aprendizaje.
El presupuesto básico, argumenta que “un organismo sometido a una serie de shocks inescapables, EJECUTA peor un aprendizaje posterior de escape por haber aprendido a ser inactivo durante la exposición anterior”. Dicha inactividad aprendida es una R incompatible con R tales como saltar o apretar una palanca, y por tanto, interfiere con una ejecución posterior produciéndose el efecto de interferencia.
Según esta hipótesis, sólo existe incompatibilidad mecánica entre la inactividad aprendida previamente y la R requerida para solucionar el problema posterior. El déficit constituye un déficit conductual, pero no un déficit de aprendizaje.
Las diferentes posturas varían en cuanto al mecanismo mediante el que se adquiere dicha inactividad. Bracewell y Black creen que el castigo contingente a las R de movilidad inducida por el shock, produce una R de inmovilidad o inactividad para reducir la alta intensidad de shocks. Para Glazer y Weiss y Anisman y cols., se trataría más bien de un reforzamiento accidental de R de inmovilidad, posteriores a la aparición de la movilidad inducida por el shock.
3.2. Hipótesis de la inactividad inducida por stress.
La transitoriedad del fenómeno de indefensión y del descenso en el nivel de norepinefrina, indujo a algunos autores a postular que el mecanismo de mediación responsable del efecto de indefensión era un mecanismo neuroquímico, descenso en el nivel de norepinefrina, y no un mecanismo aprendido.
Su explicación del fenómeno fue: “Cuando los animales son expuestos a una serie de shocks inescapables se produce una deficiencia de la actividad noradrenérgica central, derivada, en parte al menos, de un decremento en el nivel de norepinefrina. Como consecuencia el animal puede realizar una actividad limitada, insuficiente para el aprendizaje y ejecución de nuevas R.
Posteriores experimentos demostraron la existencia de un fenómeno de indefensión, no transitorio, y producido por intensidades de shocks más bajas (que no producían déficits en el nivel de norepinefrina). Esto obligó a Weiss a postular una dualidad del fenómeno de indefensión:
-
Con shock de alta intensidad, el mecanismo mediador sería de naturaleza neuroquímica y responsable también de trastornos emotivos.
-
Con shocks de baja intensidad, de efectos no transitorios, el mecanismo de mediación sería de naturaleza aprendida y remite a la hipótesis anterior de la inactividad aprendida.
4. Evidencia experimental del fenómeno de IA.
Una adecuada prueba del componente cognitivo de la IA requiere la demostración de este componente aislado de la “iniciación de Rs”, que resulta de un componente únicamente motivacional o conductual.
Históricamente ha sido difícil demostrar la existencia de un déficit cognitivo independiente del efecto de retraso en la iniciación de R, esto mismo ocurre con el tradicional problema de separación entre fenómenos de ejecución y procesos de aprendizaje.
Una primera serie de experimentos tendentes a la demostración de un componente cognitivo en la IA lo constituyeron el fenómeno de inmunización y el fenómeno de reversibilidad de la IA.
Seligman y Maier encontraron que los sujetos podían ser inmunizados contra el efecto indefensión si se sometían previamente a un aprendizaje de escape. El diseño utilizado incluía:
Un primer grupo (de inmunización), al cual se le sometió en primer lugar a un condicionamiento de escape en la caja de saltos y en la segunda fase a entrenamiento con shock inescapable.
Un segundo grupo (inescapable) al que se sometió únicamente a la segunda fase (incontrolabilidad).
Un tercer grupo al que se sometió sólo a la primera fase (escapable).
En la fase de prueba, se comprobó que el primer grupo y el tercero no diferían en un aprendizaje de escape posterior y únicamente se manifestaba el efecto de indefensión en el segundo grupo.
Esto llegó a que la experiencia previa de controlabilidad prevenía el posible aprendizaje de incontrolabilidad posterior. Igualmente, cuando se forzaba a un sujeto indefenso a realizar una R de salto, con posterioridad a un pretratamiento de indefensión, desaparecía el efecto de interferencia, probablemente debido a la disconfirmación forzada de sus expectativas de no-controlabilidad.
Tanto en uno como en otro experimento no se presenta un déficit cognitivo, estos hechos pueden ser explicados, debidos a la adquisición previa de una R de actividad, en los sujetos “inmunizados” que previene el aprendizaje de “inactividad” durante la fase de exposición incescapable y la ruptura de la R de inmovilidad aprendida en los sujetos forzados a responder.
Otro grupo de experimentos, encontraron que en experimentos con ratas, si la R requerida en la fase de prueba era una RF1 (R de ida en la caja de saltos), no se produce el efecto de interferencia mientras que si la R de escape era de RD2 (respuesta de ida y vuelta) aparecía el fenómeno de IA.
Los teóricos de la IA postularon que, dado que la RF1 es prácticamente una R elicitada por el shock en las ratas, el efecto de indefensión sólo es observable con R voluntarias (operantes), pero no con R reflejas. Las hipótesis que postulan un déficit en la actividad motora, pueden explicar alternativamente estos datos.
Alternativamente, la hipótesis de la inactividad inducida neuroquímicamente, argumenta que las ratas expuestas a shocks inescapables tienen suficientes reservas para realizar una actividad limitada.
La demostración posterior, ha inducido ha diferentes autores a abandonar la R de escape como modelo de estudio del efecto de indefensión, dado que en este caso es imposible delimitar la influencia de factores cognitivos, respecto a factores conductuales.
4.1. Evidencia posterior
Un diseño ideal para demostrar el déficit cognitivo propuesto por la IA, sería aquel en el que los efectos debidos al descenso de actividad o iniciación de R fueran en dirección opuesta a los que predice un déficit cognitivo. Es decir, la tarea de prueba debe ser una en la que rapidez de R y nivel de aprendizaje sean independientes.
Baker para ello, utilizó en la fase de prueba un aprendizaje de castigo. En el que “no aprender” implica que el sujeto continúa dando Rs a pesar de recibir shocks contingentes, mientras que “aprender” implica una reducción de las Rs castigadas. Por tanto “aprendizaje” implica “no-actividad” (o menor actividad), mientras que “no-aprendizaje” conlleva un incremento (o mantenimiento) de actividad. Baker presentó específicamente shocks inescapables e impredecibles en un programa de IV con comida para producir indefensión. En la segunda fase, los animales recibieron entrenamiento en un castigo discriminativo durante el cual el shock aparece de forma contingente a la R y encontró que las ratas sometidas a shocks inescapables, eran más lentas en suprimir las Rs que las ratas que no habían recibido dicho entrenamiento de shocks. Estos datos parecen proveer de un soporte inconfundible de un déficit cognitivo producido por shocks inescapables y es incompatible con las teorías que predicen una mayor inactividad producida por la exposición a shocks inescapables (hipótesis de inactividad aprendida o inducida por stress).
Los datos de Baker han sido criticados por Jacobson y cols. debido a que no representan el fenómeno típico de indefensión. De un lado, no se reproduce el efecto de generalización o transituacionalidad postulado por IA. Es decir, demuestra el aprendizaje de “irrelevancia específica” pero no la “irrelevancia general” postulada por la IA. De otro lado, los resultados no demuestran si se produce una interferencia respecto a la contingencia “E-shock” (CC) o la contingencia “R-shock” (CI). La hipótesis de indefensión postula únicamente una interferencia R-consecuencias.
Jackson y otros repitieron el diseño de Baker, utilizando castigo discriminativo y supresión condicionada (REC) para comprobar la incidencia de la indefensión sobre una tarea instrumental (castigo) y un CC (REC). Los resultados permiten inferir que la exposición a shocks inescapables produce interferencias transituacionales con el aprendizaje de R-consecuencias (castigo discriminativo), en el mismo sentido que los experimentos de Baker, pero no con el aprendizaje de E-consecuencias (CC=REC o supresión condicionada). Dichos datos parecen demostrar de forma no contaminada, que el déficit cognitivo (asociativo o de aprendizaje) postulado por la hipótesis de IA aparece de forma independiente del déficit de actividad o iniciación a un aprendizaje instrumental (ej. Castigo, escape, etc,) pero no interfiere respecto a R aprendidas por CC (ej. REC).
En otra serie de experimentos de Maier y Jackson, utilizando como tarea de escape, en la fase de prueba, la R en un laberinto en T, acortando el brazo inicial para reducir los efectos de la inactividad, midieron de forma independiente el número de errores realizados durante el aprendizaje de escape y el nivel de actividad de los sujetos durante la tarea en la fase de prueba. Los resultados demostraron la existencia de un doble déficit como postula la hipótesis de la indefensión.
Los sujetos indefensos mostraron un nivel de actividad más reducido (déficit motivacional), un mayor número de errores (déficit de aprendizaje o cognitivo), no existiendo entre ambos datos un nivel de correlación significativo. Más aún, con el paso del tiempo, desaparecía el déficit de actividad, pero los sujetos indefensos cometían significativamente más errores (déficit asociativo), lo cual concuerda con una mayor incidencia y permanencia del déficit cognitivo producido por un entrenamiento en indefensión, como postula la hipótesis de Seligman.
En resumen, la evidencia experimental con animales, parece demostrar la existencia en el fenómeno de indefensión de, al menos, un doble déficit (asociativo o cognitivo y motivacional o conductual) responsable del efecto de interferencia, siendo el déficit cognitivo el factor nuclear y estructurante de los demás efectos producidos por la indefensión.
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