Educación y Pedagogía


Imagen del maestro


Estudio preliminar sobre la imagen del maestro y su influencia y motivación

hacia el proceso de enseñanza

Resumen

Hoy día se busca en el docente un sujeto polivalente, que sea profesional competente, agente de cambio, practicante reflexivo, profesor investigador, intelectual crítico e intelectual transformador, que debe estar al pendiente y siempre en actitud de servicio hacia sus educandos. Sin embargo, en la práctica existe el sentimiento generalizado de una devaluación palpable en la percepción de la vocación magisterial, tanto por sus actores principales, los docentes y los alumnos, como por el resto de la sociedad estudiantil, directivos y padres de familia.

Tenemos dos extremos entre los maestros: están los maestros que realizan una labor vocacional excepcional hacia la enseñanza, mientras otros se sienten desanimados, decepcionados, desmotivados y sin rumbo. Este estudio preliminar abordó el análisis sobre la imagen del maestro que tienen los alumnos, los padres de familia y los mismos docentes, y la relación que tiene dicha apreciación social con el desempeño de este personaje en su labor. Se buscó comprender si acaso la auto-imagen que tienen los docentes influye o no en su motivación hacia la enseñanza. Igualmente, se trató de conocer si el maestro es valorado en forma diferente dependiendo del nivel educativo en el que se desarrolle.

Dentro de los resultados encontramos que no existe una diferencia significativa en la importancia que se da a los profesores que se desarrollan en uno u otro nivel educativo de los analizados (desde preescolar hasta superior). Por otro lado, se detectó que sí existe una diferencia entre la imagen que tienen los padres de familia y alumnos de los maestros, como estos últimos de sí mismos, y finalmente, se aceptó la hipótesis de investigación puesto que la imagen del maestro sí depende de su motivación hacia el proceso de enseñanza.

Palabras clave

maestro, padres de familia, alumnos, motivación, percepción, remuneración, valor, competencias, vocación magisterial

Antecedentes

Históricamente la profesión de maestro no ha sido bien apreciada después de la época clásica. La imagen popular de un maestro en nuestro país y otros en vías de desarrollo mayoritariamente tiene el perfil, al menos en educación básica, de un sujeto pobre, con bajas expectativas profesionales, deficiente educación general, y con una deficiente (o inexistente) formación para la docencia. En adición, y quizá también como respuesta a esta mala imagen, la gratificación como salario que perciben los profesores han llegado a ser equiparables a los de un trabajador manual sin calificación, mal valorado y mal remunerado.

No se puede negar que las tendencias mundiales de globalización influyen también en la educación, mismas que llevan a una pérdida del sentir humano en las formas de hacer política educativa, tradicionalmente sesgada hacia la inversión en cosas (infraestructura, tecnología, etc.) antes que en personas, hacia las cantidades antes que las calidades, y por el corto plazo sobre el mediano y el largo plazo.

¿Qué significa ser maestro? Según Mario Kaplún, una concepción rígida, autoritaria y vertical de maestro es la de aquél que tiene muchos conocimientos acumulados y los “transmite” hacia los otros, es una vasija llena que espera vaciarse. Para otros, en una concepción freireana, un verdadero maestro es aquel guía que comparte un fragmento de su vida con sus alumnos, en una relación dialógica bidireccional de enseñanza-aprendizaje, donde cada uno de los actores se intercambia de papel en una relación de dar-recibir ininterrumpida. Como escribió Antaki: “[Mi maestro] “es aquel que me ha enseñado a equivocarme menos sobre el mundo”.

Aunque estas concepciones son contemporáneas, hoy en día, con el término docente nos referimos a los educadores que trabajan en el sistema escolar. Su perfil y función incluyen un largo listado de "competencias deseadas", en el que confluyen contradictoriamente, postulados inspirados en la teoría del capital humano y los enfoques eficientistas de la educación, así como postulados largamente acuñados por las corrientes progresistas, la pedagogía crítica y los movimientos de renovación educativa, que hoy han pasado a formar parte de la retórica de la reforma educativa mundial.

Del maestro ideal se tiene una imagen de súper-hombre y súper-mujer en cuanto a las responsabilidades y labores que debería afrontar, lo que da como resultado un sujeto polivalente, profesional competente, agente de cambio, practicante reflexivo, profesor investigador, intelectual crítico e intelectual transformador, que debe estar al pendiente y siempre en actitud de servicio hacia sus educandos. Cabe preguntarnos si nuestra sociedad en verdad logra valorar en su justa dimensión al profesor que logra conjugar todas estas “virtudes”, si así lo fuera la gran mayoría de los docentes las practicarían, pero la realidad mundial nos habla de lo contrario.

Nos dice Ikram Antaki: “”Enseñar no puede ser considerado como una yuxtaposición de prácticas individuales. Los maestros están encargados de la transmisión del saber, de la adquisición de los conocimientos, del desarrollo del carácter, de la preparación para un oficio, de la transmisión de los valores morales. […] tienen simbólica y prácticamente la tarea de reducir la brecha entre el principio de igual dignidad de los ciudadanos y la crueldad del funcionamiento desigual”.

Existe el sentimiento generalizado de una devaluación palpable en la percepción de la vocación magisterial, tanto por sus actores principales, los docentes y los alumnos, como por el resto de la sociedad estudiantil, directivos y padres de familia.

Muchos de los maestros se sienten desanimados, decepcionados y desmotivados y sin rumbo, con un entusiasmo disminuido por la docencia, y no solamente por factores económicos. Sin embargo, otros siguen practicando su ejercicio con verdadera vocación de servicio, con entusiasmo y cariño hacia el magisterio. Intentaremos dar respuesta a preguntas tales como ¿En qué estriban las distintas posturas sobre el magisterio? ¿Cuál es la concepción de la sociedad educativa, tanto alumnos, padres de familia y mismos docentes sobre lo que debe ser el maestro?

Hipótesis

Como hipótesis de investigación (H1) se ha establecido lo siguiente: La auto-percepción que tienen los maestros sobre su imagen como docente depende de su motivación personal para impartir clases, es decir una alta motivación dará una alta o buena apreciación de la imagen del docente.

Como hipótesis alternas, se busca también comprobar lo siguiente:

  • La imagen que tienen los docentes sobre su labor es diferente a la que tienen los alumnos sobre la labor de los maestros

  • La imagen que tienen los docentes sobre su labor es diferente a la que tienen los padres de familia sobre la labor de los maestros

  • La importancia que se reconoce del maestro es diferente para cada nivel educativo

Materiales y métodos

Muestra

De acuerdo a los actores identificados en este caso, se consideraron 3 poblaciones: una de docentes, una de alumnos y una de padres de familia, dentro del Distrito Federal (Delegaciones Azcapotzalco, Álvaro Obregón, Miguel Hidalgo y Benito Juárez) y área conurbana del Estado de México (Tlalnepantla), que conformaron nuestra comunidad educativa en estudio. A partir de esta población, se eligieron 2 sistemas educativos: el público y el privado, con los cuales estableceremos 2 sub-poblaciones. Asimismo, dentro de las sub-poblaciones contamos con los grupos de estudio de acuerdo al nivel educativo: preescolar, primaria, medio superior y superior. El nivel secundaria no fue considerado dentro de esta investigación. Así pues, se conformaron

El muestreo se realizó en forma no aleatoria, por cuotas.

Para integrar las muestras, se definieron varios grupos combinando las poblaciones y las sub-poblaciones.

La información sobre la percepción de la labor docente y la motivación en esta profesión se recopiló a través de un solo cuestionario con preguntas similares pero adaptadas para cada población (Anexo A), mismo que se aplicó personalmente por abordaje directo, o bien, vía correo electrónico en el caso de algunos maestros. La forma en la que fueron tratadas las respuestas previamente al análisis se muestra en el Anexo B.

Resultados

Ya que se aplicó el mismo cuestionario para las tres poblaciones y las opciones de respuesta en todos los grupos eran las mismas, el análisis de los resultados se hizo comparando una misma característica o condición evaluada entre las diferentes poblaciones. Se practicó un análisis de varianza para determinar la diferencia estadística entre los grupos en relación a las diferencias de variación de cada grupo, utilizando la razón F para comparar la variación tanto entre como dentro de los grupos.

Posteriormente, se realizó una comparación múltiple de medias mediante la Diferencia Significativa Honesta de Tukey (DSH) para determinar entre qué relaciones se encontraban las diferencias significativas a un nivel de 0.05. Cuando la diferencia entre las medias resultó mayor o igual al cálculo de la DSH, la diferencia se consideró como estadísticamente significativa y no debida a un error en el muestreo.

Los resultados obtenidos para las diferentes condiciones evaluadas se presentan en la siguiente tabla:

Condición evaluada

Fuente de variación

g.l./a

SC/b

C/c

F/d

Papel del maestro

Entre grupos

2

11.95

5.97

16.48

Dentro de grupos

510

184.93

0.36

Importancia del maestro

Entre grupos

2

1.50

0.75

2.61

Dentro de grupos

510

146.45

0.29

Motivación del maestro

Entre grupos

2

1.29

0.65

3.05

Dentro de grupos

510

108.20

0.21

Remuneración por el trabajo del maestro

Entre grupos

2

2.49

1.25

3.77

Dentro de grupos

510

168.38

0.33

Influencia del sueldo en el trabajo del maestro

Entre grupos

2

16.80

8.40

13.34

Dentro de grupos

510

321.08

0.63

Admiración del maestro

Entre grupos

2

15.26

7.63

39.60

Dentro de grupos

510

98.24

0.19

a/ Grados de libertad; b/ Suma de cuadrados; c/Media cuadrática (varianza).

Con estos resultados, podemos decir de nuestras hipótesis nulas lo siguiente:

  • En el caso de la concepción sobre el papel del maestro, la Ho “no existen diferencias en la percepción del papel que desempeña el maestro en la enseñanza” entre maestros, alumnos y padres de familia fue rechazada con un nivel de 0.05 de significancia dado que la razón F calculada es mayor que la razón F de tablas (2.99) para los grados de libertad involucrados. Con la comparación múltiple de medias, determinamos que la DSH a un nivel de 0.05 se encuentra entre maestros y alumnos puesto que la media de los primeros es de 1.94 (" 2, Sí) y la de los alumnos es 1.47 (" 1, No).

  • Sobre la importancia del maestro en la educación de los niños y jóvenes en nuestro país, la Ho “no existen diferencias en la importancia del maestro en la educación” percibida entre los maestros, alumnos y padres de familia fue aceptada con un nivel de 0.05 de significancia dado que la razón F calculada es menor que la razón F de tablas (2.99) para los grados de libertad involucrados. Esto se comprueba adicionalmente porque en la comparación múltiple de medias, no se encuentra diferencia significativa a un nivel de 0.05 entre ninguno de los grupos, ya que sus medias fueron 3.35 para maestros, 3.52 para alumnos y 3.57 para padres, lo que significa que la importancia que se atribuye al docente en la educación en todos los grupos oscila entre importante y muy importante.

  • Sobre la motivación del maestro para dar clases, la Ho “no existen diferencias en la motivación del maestro” percibida entre los maestros, alumnos y padres de familia fue rechazada con un nivel de 0.05 de significancia dado que la razón F calculada es mayor que la razón F de tablas (2.99) para los grados de libertad involucrados. Sin embargo, con los datos disponibles no se puede determinar en qué relación se encuentra la DSH a un nivel de 0.05, pues de acuerdo a las medias entre los grupos, 1.88 para maestros, 1.89 para alumnos y 1.73 para padres, sí existe motivación en los maestros para dar clases (" 2, Sí).

  • Sobre la percepción de una adecuada remuneración del maestro por su labor docente, la Ho “no existen diferencias en la remuneración recibida por el trabajo del maestro” entre los maestros, alumnos y padres de familia fue rechazada con un nivel de 0.05 de significancia dado que la razón F calculada es mayor que la razón F de tablas (2.99) para los grados de libertad involucrados. Con la comparación múltiple de medias, determinamos que la DSH a un nivel de 0.05 se encuentra entre maestros y padres de familia puesto que la media de los primeros es de 1.25 y la de los padres es 1.00.

  • Sobre la concordancia o nivel de reflejo entre la remuneración y la labor docente, la Ho “no existen diferencias en el reflejo de la remuneración percibida por el maestro respecto de su labor docente” entre los maestros, alumnos y padres de familia fue rechazada con un nivel de 0.05 de significancia dado que la razón F calculada es mayor que la razón F de tablas (2.99) para los grados de libertad involucrados. Con la comparación múltiple de medias, determinamos que la DSH a un nivel de 0.05 se encuentra entre maestros y alumnos puesto que la media de los primeros es de 1.06 (" 1, No) y la de los alumnos es 0.48 (" 0, No sé).

  • Sobre la admiración que provoca el maestro hacia sus alumnos, la Ho “no existen diferencias en la admiración que causa el maestro” entre los maestros, alumnos y padres de familia fue rechazada con un nivel de 0.05 de significancia dado que la razón F calculada es mayor que la razón F de tablas (2.99) para los grados de libertad involucrados. Con la comparación múltiple de medias, determinamos que la DSH a un nivel de 0.05 se encuentra tanto en las relaciones entre maestros y padres como entre alumnos y padres puesto que la media de los maestros es de 1.71 (" 2, Sí), la de los alumnos es 1.79 (" 2, Sí) y la de los padres de familia es de 1.25 (" 1, No).

  • Ahora bien, respecto de la importancia que se atribuye al maestro de acuerdo al nivel educativo en el que realiza su labor docente se observó un patrón de comportamiento similar entre los tres grupos, es decir maestros, alumnos y padres de familia. Las medias de cada una de estas categorías se pueden ver graficadas a continuación:

    'Imagen del maestro'

    Fig. 1 Comparación entre medias para los diferentes niveles educativo dentro de los grupos investigados

    Conclusiones

    Con respecto a nuestra hipótesis de investigación tanto los maestros como los alumnos comparten que efectivamente existe una admiración por parte de los segundos hacia sus maestros y esto se puede relacionar en forma adicional con la existencia de motivación que los tres grupos perciben en cuanto a la labor docente. Esto significa que sí podría existir una relación entre la imagen del maestro y su motivación para dar clases, sin embargo dentro del cuestionario no se incluyó ninguna pregunta alusiva al nivel de motivación por lo que nuestra H1 no puede ser contestada por el momento.

    La hipótesis alterna “la imagen que tienen los docentes sobre su labor es diferente a la que tienen los alumnos sobre la labor de los maestros” se confirma puesto que se determinó que sí existe una diferencia significativa al 5% sobre el papel que desempeña el maestro entre alumnos y docentes.

    Por otro lado, la hipótesis alterna “la imagen que tienen los docentes sobre su labor es diferente a la que tienen los padres de familia sobre la labor de los maestros” se rechaza puesto que se determinó que no existe diferencia significativa entre ambos grupos en esta condición.

    Finalmente, sobre la hipótesis alterna “1a importancia que se reconoce del maestro es diferente para cada nivel educativo” también se acepta puesto que los patrones de respuesta son similares para los tres grupos y muestras diferentes medias en la calificación de acuerdo al nivel en el que imparte clases el maestro.

    Es claro que la familia juega un papel fundamental en la educación, pero no se puede negar que, de forma cada vez más acusada, las familias renuncian a su papel educativo y «delegan» dicho trabajo a la escuela, específicamente al maestro. Sin embargo, existe una paradoja, la cual dificulta en algunos casos el trabajo escolar pues en ocasiones los padres de familia consideran que los maestros no están lo suficientemente preparados para educar a sus hijos, pero se encuentran atrapados en la necesidad de enviarlos al colegio como un requisito de la sociedad para que en el futuro puedan incorporarse con mayor facilidad al campo laboral, y también porque entre las familias crece la sensación de inseguridad y de incompetencia sobre cómo educar a los hijos pues sienten que el modelo educativo en el que participaron ya no es válido, pero tampoco tienen una forma nueva de educar que les satisfaga en relación con las expectativas que tienen y con los retos de futuro a los que se tendrán que enfrentar su prole.

    La labor docente por sí misma es admirable, loable, plausible, y al menos en los resultados obtenidos en este estudio preliminar (que no puede ser aplicado a toda la población escolar del Distrito Federal sin antes realizar un muestro completo y su respectivo análisis estadístico) podemos decir que los maestros están conscientes de ello y lo practican. Finalmente, cito a Fernando Savater en una sentencia con la que coincido respecto de los fines de la educación y la responsabilidad que tienen los docentes para lograrlo: “Quien sienta repugnancia ante el optimismo, que deje la enseñanza y que no pretenda pensar en qué consiste la educación. Porque educar es creer en la perfectibilidad humana, en la capacidad innata de aprender [...]. Con verdadero pesimismo puede escribirse contra la educación, pero el optimismo es imprescindible para estudiarla ... y para ejercerla. Los pesimistas pueden ser buenos domadores, pero no buenos maestros”.

    Anexos

    Anexo A

    Anexo B

    Las respuestas posibles a las preguntas 1, 4, 5, 6 y 7 podían ser: “Sí”, “No” o “No sé”, a las que se les dio un valor numérico de 2 (dos), 1 (uno) y 0 (cero) , respectivamente, para poderlas analizar; la pregunta 2 podía ser respondida como “Nada importante”, “Poco importante”, “Importante” o “Muy importante”, a las que se les asignó valores de 1 (uno), 2 (dos), 3 (tres) y 4 (cuatro). En la pregunta 3 sobre el orden por nivel educativo, 5 (cinco) se definió para el de mayor importancia, y de ahí sucesivamente 4 (cuatro), 3 (tres), 2 (dos) y 1 (uno) para el orden subsecuente.

    Anexo C

    Muestreo de las escuelas encuestadas

    En las siguientes tablas se muestra la secuencia que se siguió para determinar el número de personas a encuestar para cada población (maestros, alumnos padres de familia). Primero se determinó la cantidad total de sujetos en las poblaciones estudiadas y después, para hacer el muestreo por cuota, se calculó el % de representación de cada grupo respecto del total. Con este dato, se definió de manera intencional que se encuestaría al 20% de cada grupo, pues se consideró que así se podría tener representatividad.

    Con la proporción de sujetos componentes del 20% determinado de cada población, se calculó el número de entrevistas a aplicar específicamente en cada grupo de acuerdo al porcentaje que ocupaban dentro de cada uno a fin de poder recoger en la misma proporción las características existentes en cada población (ver “composición de la muestra”).

    'Imagen del maestro'

    Los totales de alumnos SUA-Fac. de Filosofía y Letras (UNAM) y de padres de familia en cada una de las escuelas de los diferentes niveles fueron estimados considerando el número de alumnos. En forma adicional, inicialmente se definió que para la muestra de los padres de familia solamente se encuestaría a 10 padres de familia de cada escuela estudiada y que la suma conformaría el grupo de “Padres de familia”, sin embargo y de acuerdo a la experiencia del investigador, muy pocos o casi ningún padre de familia acude a las instalaciones de la escuela de sus hijos a nivel superior, por tanto, se hizo un ajuste a 15 entrevistados en los niveles restantes para configurar la muestra de 60 entrevistados totales, aún si la participación de estos dos grupos.

    NOTA: Por cuestiones de tiempo del investigador, los valores mostrados en la “composición de la muestra” no se respetaron en todos los casos, como fueron las escuelas de nivel medio superior como superior donde solamente se encuestó a 50 alumnos de cada grupo. Por tanto, los resultados entregados en este estudio solamente pueden ser considerados como preliminares. En un trabajo futuro será necesario complementar el número de encuestados y calcular el nivel de confianza y validez de los resultados.

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    Cfr. Mario Kaplún. “Modelos de educación y modelos de comunicación” en Pedagogía. México. Págs. 15-66.

    Cfr. Paulo Freire. Capítulos II y III en Pedagogía del oprimido. México, Siglo XXI Editores, 1978. Págs. 69-154.

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    Rosa María Torres del Castillo. Op. cit.

    Ikram Antaki. Op. cit. Págs. 179-188.

    Cfr. Fernando Savater. El valor de educar. Barcelona, Ariel, 1997. Pág. 8 y s.

    Juan Real Ledezma. “Un día del maestro”. Gaceta Universitaria de la Universidad de Guadalajara, México. Vol. 15, 12 de mayo de 2003. Pág. 15.

    Levin, Jack. “Muestras y poblaciones” en Fundamentos de estadística aplicada en la investigación social. México, Oxford Press, 1999. Págs. 93-120.

    Ignasi Vila. “Aproximación a la educación infantil: características e implicaciones educativas”. Revista Iberoamericana de educación. Núm. 22, enero-abril 2000.

    Fernando Savater. Op. cit. Pág. 18 y s.




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    Enviado por:María Del Rosario Bravo Ramírez
    Idioma: castellano
    País: México

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