Arte


Ifigenia; Jordi Coca


IFIGENIA DE JORDI COCA

  • ARGUMENTO Y TEMA DE LA OBRA

  • Jordi Coca, ha recuperado un mito del teatro griego para escribir un "cuento trágico" donde reflexiona sobre la falta de moralidad del poder político.

    Esta obra se estructura en catorce capítulos cortos.

    Ifigenia es uno de los personajes más frecuentes de la literatura trágica griega. Una leyenda mitológica explica que un oráculo dijo que la cólera divina sólo sería apaciguada si Agamenón, el rey legendario de Argos, sacrificaba su hija Ifigenia. El padre accedí al sacrificio; pero, justo en el momento de la inmolación, la divinidad se compadeció y puso encima el altar del sacrificio una cierva.

    El mito explica la historia de una joven princesa, Ifigenia, que es sacrificada. El padre, Agamenón, entra en los terrenos sagrados de los dioses y estos paran el viento. Para que los vientos vuelvan, sacrifica a su hija. Coca ha vuelto a escribir la historia para enfocarla desde el punto de vista político y ha extraído la sobrecarga helenística para hacer una crítica no sólo de los gobernantes, sino también de los ciudadanos.

    Jordi Coca, dramaturgo y novelista, propone a la compañía Marduix una nueva mirada del mito de Ifigenia, la tragedia de Eurípides. De la colaboración entre los dos nace un montaje, un “cuento trágico”, que une el teatro de actores y el personal mundo de Marduix, una veterana compañía de títeres.

    Este autor ha tomado la esencia del mito para escribir un texto nuevo; además no se fusiona con la lectura del autor clásico original, que plantea que Ifigenia acaba comprendiendo las razones de su padre, Agamenón, que la sacrifica para el bien colectivo, y el que quiere es obtener el favor de los dioses.

    En esta nueva visión Agamenón es un criminal. Están más en la línea de Esquilo, que también abordó el mito. Ifigenia no acepta su sacrificio y se rebela, sin éxito, en esta revisión del dramaturgo.

    En esta obra teatral los personajes son anónimos, porque el que ha quedado de ellos es el símbolo.

    En la obra se ponían en entredicho las razones de Agamenón para sacrificar a su hija, la víctima que acusa el padre mientras lo están matando. Efectivamente, Agamenón deja de ser un héroe para ser el asesino o, más bien dicho, es el héroe porque ha sido asesino primero.

    La apelación al público y a otras guerras y matanzas, la acusación de la muerte, quedan muy claras. En esta obra, son los humanos quienes pueden decidir y toman el camino equivocado en función de sus intereses. Los dioses no son más que títeres, no rigen el destino de los humanos.

    El autor ha escrito un texto innovador a partir del Ifigenia que aparece a la Aulida, una de las dos versiones del mito que escribió Eurípides. La versión que aparece insertada en esta obra es la más política, ya que trata del engaño y de la contradicción que se establece entre política e intereses personales.

    En Aulida, Agamenón orquesta un engaño alrededor de unas supuestas bodas entre su hija, Ifigenia, y el guerrero Aquiles. El hipotético compromiso nupcial, pero, resulta ser un engaño orquestado para ganar tiempo y decidir si cumple con los requerimientos de Artemis.

    La causa de la desgracia es que la diosa, fría y vengativa, pide la guerra o la muerte de la hija del rey de Micenas, después de que este matara un ciervo sagrado a sus tierras. Agamenón, entonces, utiliza la mentira y el engaño por manipular a su familia, mientras debate con su conciencia qué es la mejor solución tanto por la suya hija como para el suyo país. Jordi Coca ha tomado de la obra de Eurípides el mito, pero la ha adaptado a los tiempos actuales bajo la convicción que no se eficaz la presentación tal cual de una historia que fue escrita ya hace 1.500 años, si el que se pretende es que los espectadores se queden, no sueles con la historia, sino con las sensaciones que esta transmito. Por este motivo, Coca ha imaginado un espectáculo dónde los cuatro actores de la compañía Marduix se vuelven al escenario con figuras y maniquíes que son, a la vez, diferentes representaciones de los personajes. Las figuras, vestidas de forma diferente, según el momento en qué aparecen como con una especie de burka, o un vestido de niña pequeña, llegan a andar y a moverse solas por el escenario, con el objetivo, expresa Coca, que el espectador se interrogue. En este sentido, se establece una perfecta dicotomía con estas y los personajes. Así, Agamenón, interpretado por Carles Arquimbau, ha supuesto por el actor un punto de inflexión. El personaje principal, que es a la vez narrador, dialoga con el público con la voluntad de producir una catarsis, en forma de revolución y reflexión. Por esto la obra se apoya a partir de tres ejes complementarios, como son el público, el mito, y el hecho de explicar el mito al público. La modernidad del espectáculo radica, en este caso, en el hecho que la estructura trágica clásica se ha reducido a la mínima expresión siguiendo el gran trabajo de Josep Palau y Fabra, a quien Coca dedica el espectáculo. Para cumplir estos supuestos, Coca ha ideado un espectáculo que a cualificado de teatro total, en el que todos los lenguajes se complementan con el objetivo de hacer más accesible la obra a los espectadores.

    Coca ha escrito un nuevo texto para la representación del mito en un espectáculo en el cual aparecen, de una forma o de otra, los personajes de la tragedia clásica griega de Eurípides, desde Agamenón y Aquiles hasta Ifigenia y la diosa Artemisa. Según el mito de Eurípides se plantea que Ifigenia acaba entendiendo las razones de su padre Agamenón y acepta que su sacrificio es necesario para el bien colectivo, mientras que en su obra plantea que "Agamenón es un criminal y que Ifigenia se resiste a morir".

  • ESCENARIO

  • La historia de este clásico griego se explica en un escenario casi vacío dónde se manipulan objetos cotidianos que se transforman en barcos o en pájaros mágicos. La música también es protagonista en este montaje teatral puesto que se incluyen diferentes estilos, que van del jazz a la ópera, pasando por la música popular y la música étnica.

    Una impecable dramaturgia sonora y una bellísima plástica de la Compañía Marduix que convoca divinidades como Artemis en forma de un envoltura de gasas a manera de alas vaporosas, con un vestuario de formas impactantes y un cromatismo iridiscente que dialoga con un escenario como una piel de bronce por dónde desliza una muñeca sin cabeza, movida por control remoto y con voz en off que representa la Ifigenia de la democracia manipulada poco a poco por los Agamemnones de siempre.

    Aunque esté muy bien, hay que destacar que son demasiados largos los temas operísticos, jazzísticos y de música étnica y el discurso de Hitler a manera de arenga a las tropas, situados en medio de las intervenciones de los intérpretes, entre los cuales destacan Carles Arquimbau (narrador) y Jaume Comas (Agamenón).

    El intento de Coca de acercar el clásico al público de hoy tropieza con dificultades. La primera es la complejidad del espectáculo. La aparición de un vestido que desliza solo y la de Ifigenia dentro de un burka o de un vestido de novia, del cual se desprende por mostrar una indumentaria de color rojo sangre símbolo de su muerte, son momentos de una cierta magia.

    Las figuras nos remiten a símbolos llenos de contenido: la luz roja que tiñe la tierra es la sangre de los muertos, una nube azul cielo representa Artemis, la Ifigenia de pequeña es un burka verde y el blanco es el color del matrimonio frustrado.

  • TRABAJO Y GESTUALIZACIÓN DE LOS ACTORES

  • Joana Clusellas y Jordi Pujol se desdoblan eficazmente como actores y manipuladores de las figuras. El que sí que consigue Coca en esta escenificación es mostrar el rey de Micenas como un criminal cínico y mentiroso, como tantos políticos de la actualidad. Este soberano no dudará en sacrificar a su hija, a la cual ha convocado con la engañosa prometida que se casará con el héroe Aquiles, por calmar la ira de la diosa Artemis que está indignada porque el rey cazó en su feudo sagrado, la ha castigado con una mar plana que deja anclada la flota de la guerra de Troya. Los intentos de Agamenón de cambiar la situación son inútiles, pero la obra muestra Ifigenia y los maltratados apelantes a la revolución por acabar con la injusta manipulación de los políticos. Una reflexión que siempre es oportuna.

    Aun cuando el reparto sólo tiene cuatro actores (Carles Arquimbau, Jaume Comas, Joana Clusellas y Jordi Pujol) y que el espacio escénico está casi vacío, como he comentado antes, el espectáculo es bastante complejo. Los actores manipulan objetos cotidianos que se transforman en barcos o pájaros mágicos por acercar las emociones de los personajes.

    Según mi opinión esta obra me ha fascinado por su texto mágico, la iluminación, la música, la manipulación de figuras…, en suma ¡un teatro total!

    Preguntas:

    ¿Por qué se genera continuamente violencia? y ¿Qué responsabilidad tiene el silencio del público ante los Agamemones del poder político?

    ¿Si la obra se hubiera representado en la época clásica, como la hubiera interpretado o vista el espectador de aquella época, al ver que los hombres sustituyen a los dioses y esos pasan a ser unos simples títeres?

    ¿Qué pretende, Jordi Coca, al adaptar el mito de Ifigenia a la actualidad?

    La música y los efectos visuales de esta obra, configuran una propuesta nueva e interesante que abre puertas al teatro total, ¿qué le sugiere al espectador?

    El tema de la muerte está presente en esta obra, ¿de qué forma y a que es debido?

    FICHA TÉCNICA

    Autoría y dirección: Jordi Coca

    Intérpretes: Carles Arquimbau, Jaume Comas, Joana Clusellas y Jordi Pujol

    Voz en off: Carme Callol y Viqui Sanz

    Figuras y vestuario: Jordi Bulbena i Joana Clusellas

    Espacio escénico: Ernest Altés

    Diseño de luz y sonido: Marc Martín

    Técnico de luz y sonido: Adriano Sabater

    Caracterización: Toni Santos

    Fotografía: Lena Rovira

    Ayudante de dirección: Ester Bové

    Ayudante de dirección y producción executiva: Cristina Raventós

    Producción: Joana Clusellas y Viqui Sanz para Marduix.

    BIBLIOGRAFÍA

    http://www.escriptors.com/autors/cocajo/pagina.php?id_sec=567

    Eurípides. Tragedias II. Edición de Juan Miguel Labiano. Madrid, Cátedra, 1999.

    Eurípides, Ifigenia en Áulide, Madrid. Ediciones clásicas 2004.

    Grimal, P. Diccionario de mitología griega y romana. Madrid, Paidós, 1981.

    http://w3.bcn.es/V71Grec/Serveis/P00PersCacheCtl/0,4828,695276287_702398670_2_846847732,00.html?accio=detall&nomtipusMCM=Activitat&calMarc=1




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    Enviado por:Vegeta
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    País: España

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