Historia


Hong-Kong


En el segundo milenio a.C. los chinos fueron los primeros en ocupar la región de Hong Kong. En el siglo XVII, la región fue testigo de las luchas entre la dinastía Ming y la dinastía Qing. Antes de ser ocupada por los británicos, Hong Kong tenía una pequeña comunidad pesquera y era refugio de piratas y contrabandistas de opio.

La avanzadilla del Imperio Británico en Asia

En principio, Gran Bretaña utilizó la isla como base naval durante las guerras del Opio con China. Por el Tratado de Nanking (actual Nanjing) de 1842 —que puso fin a la primera guerra del opio— Hong Kong fue cedido a los británicos con carácter indefinido y empezó así su expansión como puerto estratégico. Tras un segundo enfrentamiento en 1860, Gran Bretaña se hizo con las islas de Kowloon y Stonecutters y, en 1898, Hong Kong se convirtió en refugio político para los exiliados procedentes del continente chino, tras el establecimiento en 1912 de la República de China.

Cuando Japón tomó Dongbei Pingyuan (Manchuria) en 1932 y estalló una guerra abierta en 1937, China pidió apoyo militar a Gran Bretaña y otros países europeos; como consecuencia, las relaciones diplomáticas entre los británicos y China en relación a Hong Kong mejoraron. A lo largo de 1937, este territorio se convirtió de nuevo en lugar de asilo para cientos de miles de chinos desplazados por la invasión japonesa.

El estallido de la II Guerra Mundial en septiembre de 1939 perjudicó aún más la vida económica de Hong Kong. Aviones japoneses bombardearon Kowloon el 8 de diciembre de 1941 y tropas de tierra niponas expulsaron a las británicas de Kowloon y los Nuevos Territorios; el 25 de diciembre se rendían. Una vez ocupado Hong Kong, los japoneses lo transformaron en bastión militar y estación de suministros para sus campañas en Asia oriental. Los británicos recuperaron Hong Kong el 4 de agosto de 1945 después de la rendición incondicional de Japón.

Hong Kong tras la II Guerra Mundial

Hong Kong recobró rápidamente su rango de principal mercado de Asia oriental. Sin embargo, la guerra civil entre nacionalistas y comunistas en China trajo como consecuencia un buen número de trastornos económicos. Cientos de miles de chinos se refugiaron en la colonia antes y después de la victoria comunista en el año 1949. Después que Estados Unidos impusiera la prohibición de comerciar con la China comunista en 1950, durante la guerra de Corea, la actividad comercial de Hong Kong decayó. La colonia tuvo que recurrir a sus propios recursos naturales para desarrollar nuevas industrias. Miles de chinos recién llegados del continente proporcionaron mano de obra y dinero, lo que posibilitó el rápido crecimiento de una industria ligera durante las décadas de 1950 y 1960; asimismo, la política liberal de impuestos de Hong Kong también atrajo a los inversores extranjeros. El consecuente desarrollo económico transformó a Hong Kong en una de las regiones de Asia más ricas y productivas. Sin embargo, los bajos salarios que hicieron posible este desarrollo provocaron el descontento social. A lo largo de toda la primavera y verano de 1967, se produjeron numerosos disturbios, apoyados por simpatizantes de la Revolución cultural en la China continental, que amenazaron temporalmente la estabilidad política de la colonia. Hacia 1970 Hong Kong volvía a la estabilidad. A mediados de esta década aumentó la afluencia de refugiados del continente. Por otra parte, las relaciones y los lazos comerciales con China prosperaron con el inicio, a principios de la década de 1980, de una serie de actuaciones económicas conjuntas. El crecimiento económico continuó, lo que ha convertido a Hong Kong en una de las potencias económicas de la región, dentro del grupo conocido como `tigres asiáticos'. Se calculó un aumento del producto interior bruto a un promedio del 7% anual, entre 1980 y 1991. A principios de la década de 1980, empezaron a llegar grandes cantidades de refugiados desde Vietnam.

El retorno a China

Con motivo de la proximidad del fin del arrendamiento británico sobre los Nuevos Territorios en el año 1997, dieron comienzo en 1982 una serie de conversaciones entre China y Gran Bretaña acerca del futuro de Hong Kong. El acuerdo legal entre estos dos países alcanzado en 1984 y firmado en el mes de diciembre en Pekín (la Declaración Conjunta chino-británica), estipulaba que todo Hong Kong retornaría a la soberanía china el 1 de julio de 1997. El territorio —que para entonces recibirá el nombre de Región Administrativa Especial China de Hong Kong— podrá mantener sus sistemas legal, social y económico durante, al menos, otros cincuenta años, y se les garantizará a sus ciudadanos las libertades civiles. China se hará cargo de la política exterior y la defensa del territorio. Después de 1997 Hong Kong tendrá, además, una constitución, conocida como Ley Básica, redactada por un comité convocado en Pekín, al que asistieron representantes de la colonia británica. En 1989, durante la sucesos de Tiananmen, se suspendieron los trabajos sobre la nueva constitución; la masacre que se sucedió causó repulsa y manifestaciones multitudinarias en Hong Kong. Gran Bretaña se negó a considerar una posible renegociación de la Declaración Conjunta. La definitiva Ley Básica, que fue aprobada por el Parlamento chino en el mes de abril de 1990, permitía que algunos escaños en el futuro Consejo Legislativo fueran elegidos antes de 1997 (existía el precedente de la vecina Macao, que había introducido por primera vez elecciones directas en 1976). El primer partido político de Hong Kong, el liberal Demócratas Unidos de Hong Kong, se formó en abril de 1990 bajo la dirección de Martin Lee.

Las relaciones entre China y Gran Bretaña respecto a la situación de Hong Kong se deterioraron durante el año 1991, debido a los desacuerdos sobre la financiación del proyecto de un nuevo aeropuerto en la isla de Lantau y las demandas chinas. El partido Demócratas Unidos y sus aliados obtuvieron 17 de los 18 escaños en el Consejo Legislativo en las elecciones que se celebraron en septiembre de 1991. En mayo de 1992 el gobierno de Hong Kong inició la repatriación forzosa de todos los refugiados vietnamitas y en julio de ese año Chris Patten fue nombrado gobernador de Hong Kong. China suspendió en noviembre las conversaciones acerca del aeropuerto, amenazando con cancelar todos los contratos relacionados con él en 1997.

Las propuestas de reforma fueron aprobadas por el Consejo Ejecutivo en febrero de 1993, pero su presentación ante el Consejo Legislativo fue suspendida para favorecer las negociaciones con China sobre la cuestión. En julio, China estableció en Pekín un gobierno provisional para Hong Kong. Las negociaciones se reabrieron, pese a que las reformas legislativas fueron aprobadas por el Consejo Legislativo en la primera mitad del año 1994; en ellas, se rebajaba la edad permitida para votar (de 21 a 18 años) y se establecían tanto nuevos distritos electorales (a partir de 2,5 millones de votantes) como nuevos escaños para concejales nombrados indirectamente por los consejos locales, que sí serían elegidos directamente. China anunció que anularía estas reformas y reemplazaría los consejos elegidos después de julio de 1997. El acuerdo entre China y Gran Bretaña para la financiación del aeropuerto se alcanzó finalmente en noviembre de 1994.

En los comicios celebrados en marzo de 1995, los candidatos de los partidos democráticos y sus aliados derrotaron a los candidatos simpatizantes del gobierno continental en las elecciones al Consejo Legislativo y a los consejos locales. En junio se llegó definitivamente a un acuerdo entre China y Gran Bretaña por el que, después de 1997, se mantendría el sistema legal existente en Hong Kong antes del traspaso de soberanía.

Sin embargo, pocos meses después fueron revocadas las leyes laborales existentes, de carácter democrático. La medida fue aprobada por 30 votos a favor, 14 en contra y 6 abstenciones. Las leyes en cuestión autorizaban, entre otros aspectos, la negociación de los convenios colectivos y ponían freno a eventuales discriminaciones antisindicales.

En febrero de 1999 esta crisis se reactivó debido a la sentencia emitida por el Tribunal de Casación de Hong Kong, por la que se concedía el derecho de residencia en la Región Administrativa Especial a miles de niños de la China continental. Esta sentencia abría la posibilidad a que miles de niños de la China continental pasaran a residir en la antigua colonia, siempre y cuando uno de sus padres (o ambos) viviera en Hong Kong.




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Idioma: castellano
País: España

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