Economía
Historia Instituciones Económicas Europeas
Tema 1. Consecuencias 2ª Guerra Mundial y Recuperación.
Introducción
La Devastación Bélica
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Factores productivos:
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Trabajo
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Capital (viviendas, transportes, industria, agricultura)
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Producto corriente:
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Producto industrial y agrícola. Renta nacional.
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Razones:... (énfasis en la escasez de divisas)
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Política de Reconstrucción
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Cambios Territoriales
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Recuperaciones de Guerra
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La Ayuda Americana
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La UNRRA
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Plan Marshall
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Funcionamiento
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Administración de fondos
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Forma de la ayuda
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Necesidades cubiertas
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Valoración
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Las Nuevas Instituciones Internacionales
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El GATT
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La génesis del acuerdo
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Los principios fundacionales
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Los 1os años del GATT
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El FMI
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Tipos de cambios estables pero ajustables
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Paridades
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Sistemas de intervención
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Ajuste del tipo de cambio
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Sistema de créditos
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Funcionamiento del SMI (1945-51)
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La recuperación en Europa occidental
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El alcance de la recuperación
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El nuevo papel del Estado
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Advenimiento de la economía mixta
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Políticas de recuperación
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Posguerra civil española
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Recuperación más lenta:
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Represión en lugar de consenso
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Represión en lugar de gasto público
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Aislamiento internacional
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La Devastación Bélica
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Factores productivos:
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Trabajo
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Capital (viviendas, transportes, industria, agricultura)
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Producto corriente:
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Producto industrial y agrícola. Renta nacional
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Polonia y Austria: caída del 50%
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Finlandia, Italia, Yugoslavia, Grecia, Hungría: 40% de caída
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Checoslovaquia: 25%
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Francia, Bélgica, Países Bajos: 10% de pérdida (impacto negativo)
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Gran Bretaña: perdió muy poco
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Mientras que Suiza y Suecia mantenían aproximadamente el mismo nivel de renta nacional que antes.
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Razones:... (énfasis en la escasez de divisas)
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Caída de la producción de armamento
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Dificultad de adoptar la capacidad instalada a las necesidades de tiempos de paz (factores no muy adecuados, no rendían)
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Escasez de algún tipo de mercancías: materias primas industriales
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Falta de cualificación técnica en la fuerza de trabajo: durante las guerras intervinieron los estudios
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Estrangulamientos son las comunicaciones
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Agotamiento de una población generalmente subalimentada
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Política de Reconstrucción
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Cambios Territoriales
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Recuperaciones de Guerra
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La Ayuda Americana
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La UNRRA
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Plan Marshall
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Funcionamiento
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Administración de fondos
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Forma de la ayuda
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Necesidades cubiertas
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Valoración
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Los principios fundacionales del GATT
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Los 1os años del GATT
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Tipos de cambios estables pero ajustables
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Determinación de las paridades: cómo se fija el nuevo valor de cada moneda.
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Intervención de los bancos centrales en el sistema de divisas.
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Criterios para el ajuste de las paridades.
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Concesión de créditos por parte del FMI.
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Paridades
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Sistemas de intervención
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Ajuste del tipo de cambio
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Sistema de créditos
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Funcionamiento del SMI (1945-51)
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4 La recuperación en Europa occidental
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El nuevo papel del Estado
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Advenimiento de la economía mixta
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Políticas de recuperación
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Posguerra civil española
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Recuperación más lenta:
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Represión en lugar de consenso
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Represión en lugar de gasto público
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Aislamiento internacional
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Expansión sostenida de Europa Occidental
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Características de la Época Dorada
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Alto nivel de crecimiento
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Cambio estructural
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Crecimiento sostenido
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Inflación moderada
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Pleno empleo
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Expansión del comercio
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Fuentes del crecimiento económico
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El papel de las instituciones internacionales
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Liberalización comercial a través del GATT
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Conferencias del GATT en los años 50-60
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1956 y 1961: negociación producto a producto
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la ronda Kennedy (1964-67): fuerte reducción de los aranceles industriales.
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Crítica al GATT
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Proteccionismo agrario y 3er Mundo.
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Barreras no arancelarias al comercio.
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El GATT desde 1973
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La ronda Tokio (1973-79):
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La ronda Uruguay (1986-94)
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El patrón oro-dólar como base del SMI
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Dólar como divisa clave
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El dilema Triftin
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La crisis del sistema
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La economía española tras el primer franquismo
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Los años 50: el "decenio franquismo"
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Alto ritmo de crecimiento económico
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Cambios en la política española
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Primeros pasos de liberación
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El Plan de Estabilización, 1959
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El crecimiento de los años 60
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Récord histórico en la tasa de crecimiento
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Efectos favorables de la apertura
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La política desarrollista
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El final de la expansión
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La erosión de las fuerzas de crecimiento
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Dos impactos en 1973: la quiebra del sistema monetario y la crisis del petróleo
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El problema de la energía
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Tendencias de la producción y el consumo
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La fijación de precios por el cártel de la OPEP
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Los efectos sobre los países consumidores
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La crisis en España
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La transición política
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La herencia del franquismo
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Reconversión industrial
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Las crisis del Estado de Bienestar
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Ampliación de conocimientos técnicos y de organización empresarial. Amplían los conocimientos » avances en la ciencia y en su aplicación. Ésta se supone igual en todos los países (0.76). Aportación del cambio/progreso técnico en el país líder: EE.UU.
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Recuperación de atrasos. Por ejemplo, industrias rezagadas respecto a los punteros pueden reducir sus déficits de conocimiento adoptando los avances ya experimentados por otros. Diferencias entre la aportación de progreso técnico en países europeos y en EE.UU.
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El sector agrario pierde importancia y los trabajadores excedentes pasan a otros sectores de rápido crecimiento, donde los niveles de productividad/salariales son más altos. Esto provocó grandes movimientos migratorios hacia las ciudades.
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Se eliminan obstáculos al comercio mundial de lo que se permite una mejor función de la ventaja comparativa (que cada país produzca aquello que mejor sepa hacer). División del trabajo. La importancia de esto resulta ser bastante menor que la de la vía anterior, aunque todavía relativamente positiva.
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Ampliación de mercados, como consecuencia del crecimiento de la población y del nivel de renta, permite que empresas alcancen un tamaño óptimo y posibilita un mejor aprovechamiento de infraestructura pública.
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Consumo de bienes específicos. Cuando la capacidad adquisitiva supera un determinado nivel de bienestar mínimo, la demanda de bienes, en concreto de consumo duradero, aumenta más que proporcionalmente. Precisamente, estos bienes, cuya demanda es de alta elasticidad-renta, son particularmente apropiados por razones técnicas para una producción masiva que consigue que generen economía de escala.
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Conferencias del GATT en los años 50-60
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1956 y 1961: negociación producto a producto
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la ronda Kennedy (1964-67): fuerte reducción de los aranceles industriales.
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Crítica al GATT
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Proteccionismo agrario y 3er Mundo.
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Barreras no arancelarias al comercio.
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El GATT desde 1973
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La ronda Tokio (1973-79):
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La ronda Uruguay (1986-94)
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Dólar como divisa clave
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El dilema Triftin
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La crisis del sistema
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La economía española tras el primer franquismo
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Alto ritmo de crecimiento económico
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Cambios en la política española
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Primeros pasos de liberación
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El Plan de Estabilización, 1959
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Récord histórico en la tasa de crecimiento
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Efectos favorables de la apertura
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Adquisición en el mercado exterior de energía barata (relativamente)
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Financiación exterior para equilibrar la balanza de pagos en base a las trasferencias de los emigrantes, las entradas de capital e ingresos por turismo.
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Fácil acceso a la tecnología en el mercado internacional
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Abundante disponibilidad de mano de obra gracias a la reserva formada por la población agraria y también por la población femenina potencialmente activa.
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La política desarrollista
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El final de la expansión
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La erosión de las fuerzas de crecimiento
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Dos impactos en 1973: la quiebra del sistema monetario y la crisis del petróleo
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El problema de la energía
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Tendencias de la producción y el consumo
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La fijación de precios por el cártel de la OPEP
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Los efectos sobre los países consumidores
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La transición política
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La transición política introdujo incertidumbre a la economía y eso afecta negativamente a la toma de decisiones empresariales. Esto pudo repercutir en concreto en la inversión.
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Temor de los gobernantes a tomar decisiones impopulares en esos años decisivos de la transición que pudieran provocar cierto malestar. Este temor explica que no se repercutiera en la subida del crudo en el mercado internacional sobre los precios interiores. Siguió aumentando el consumo y dio lugar a la acumulación del déficit exterior.
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La herencia del franquismo
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Reconversión industrial
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Las crisis del Estado del Bienestar
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La propia crisis económica que, por un lado, reduce la cotización a la seguridad social, y, por otro, incrementa los gastos.
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En 2º lugar, el envejecimiento de la población que aumenta el porcentaje de ciudadanos con derechos en asistencia sanitaria y en pensión.
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La globalización de la economía mundial que intensifica la competencia con países emergentes donde la protección social es precaria.
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El alto nivel de fraude que repercute en una pérdida de ingresos por parte del Estado o también en un crecimiento innecesario de los gastos (recibir prestaciones injustificadas...).
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Hay aún otra consideración más general, amplia, política. Nos referimos a lo que llamamos el nuevo consenso de posguerra, que se vio favorecido por el temor que causaba en el mundo empresarial la posibilidad de que pudieran implantarse en los países occidentales unos regímenes políticos similares a los de Europa oriental. Entonces, el Estado de Bienestar sirvió, en parte, para integrar al movimiento obrero en la sociedad capitalista alejando la posibilidad de que triunfara el comunismo.
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Zona de Libre Comercio
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Unión Aduanera
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Mercado Común
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Unión Económica
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Unión Política
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Efectos estáticos sobre el comercio exterior:
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Efectos dinámicos vía crecimiento económico
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Impacto desigual sobre los distintos sectores
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Aspectos extraeconómicos: la identidad nacional
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Evaluación económica del mercado único
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Origen, funcionamiento y valoración
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Del plan Beyern a la firma del acuerdo
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La postura británica y el origen de la EFTA
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Formación de la Unión Aduanera
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Incorporación de nuevos socios
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Unificación del mercado interior
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Última ampliación de la Unión Europea
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Zona de Libre Comercio
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Unión Aduanera
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Mercado Común
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Unión Económica
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Unión Política
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Efectos estáticos sobre el comercio exterior:
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Efectos dinámicos vía crecimiento económico
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Impacto desigual sobre los distintos sectores
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Aspectos extraeconómicos: la identidad nacional
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Evaluación económica del mercado único
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Origen, funcionamiento y valoración
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Del plan Beyern a la firma del acuerdo
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La postura británica y el origen de la EFTA
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La 1ª ampliación de la CEE
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Formación de la Unión Aduanera
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Incorporación de nuevos socios
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Unificación del mercado interior
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Última ampliación de la Unión Europea
...un éxito
Introducción
Finales de la 2ª G. M. » situación económica europea: deslocalizada, cerca de la miseria. La magnitud de daños causados y las pérdidas habían sido más graves que en 1ª G. M. Situación general: escasez.
En el ámbito financiero la situación también era grave: enormes déficits presupuestarios y exceso de papel moneda en circulación » implica fuertes presiones inflacionistas (tendencia al alza de los precios). Escasez de reserva de divisas. A pesar de la extensión de los daños, la reconstrucción y la recuperación tuvo bastante éxito (más rápida y sostenida de lo que cabía esperar dada la gravedad de la situación y de la experiencia de la 1ª G. M.).
Impacto de la guerra sobre los factores productivos y el producto corriente (recursos que permiten producir y la producción real tras la guerra).
Las bajas fueron de 42 millones de personas incluyendo a militares y civiles. La mortandad superó en más de 4 veces la de la 1ª G. M., en cambio, las pérdidas de población debidas a otros factores (guerras civiles, epidemias, déficit de natalidad...) que no son directos de la guerra fueron menores. Fuerte aumento de la fertilidad. Sólo tres países salieron de la guerra con una reducción de la población. La población total europea, sin contar a Rusia (1945-46), era muy similar a la de antes de la guerra. Eliminó el crecimiento que se hubiera producido si no hubiera estallado la guerra.
Más importante que el déficit total fue el efecto de la guerra sobre la estructura de la población por edades y por sexos. Varones entre 25 y 40 años: mayor déficit de población. En 1950 había 3 hombres por cada 4 mujeres en ese tramo de edad.
En los países pobres de Europa del este se necesitaban trabajadores especializados, siendo una de las causas, por ejemplo, la exterminación de judíos (grandes y ricos empresarios). Estos países sufrieron una mayor destrucción y su recuperación fue muchos más lenta.
Los daños fueron más graves que en la 1ª G. M. debido al propio progreso técnico aplicado a la industria armamentística. 16 millones de viviendas para reparar al final de la guerra, de las cuales 10 estaban totalmente destruidas. Los 6 millones restantes vieron paralizada su construcción durante la guerra.
Los sistemas de transporte bien sido muy dañados. Puentes, vías, estaciones, etc. necesitaban reparación. El transporte ferroviario estaba casi colapsado por completo. Los puertos, las vías fluviales, etc. también habían sido dañados. La flota mercante de Europa era solo del 60% de antes de la guerra, había perdido un 40%.
Los daños industriales y agrícolas no eran tan extensos como los sociales.
En el ámbito de industria podemos distinguir entre capital circulante (existencias agotadas) y fijo (fábricas, equipo industrial, etc.). Este último sufrió los efectos de la devastación bélica pero también se había visto ya deteriorado.
Al lado de las pérdidas, también hay que tener en cuenta los aumentos de capacidad producidas por la guerra, sobre todo, la industria de bienes de producción (no claro está la de consumo). Las instalaciones usadas durante la guerra no siempre eran adaptables en tiempos de paz.
En 1950, en el informe de la ONU: la capacidad industrial de Europa a finales de la guerra era mayor que antes de ella. Se compensan los daños causados por la misma.
En el ámbito de la agricultura, se dispone de estimaciones más o menos fiables para algunos países. Pongamos, por ejemplo, el caso de Polonia. Ésta perdió: 65% del ganado, 25% de los bosques y 15% de construcciones/instalaciones agrícolas. Además la calidad del suelo también se resintió.
El producto industrial habría caído a menos de la 1/2 que antes de la guerra menos en Gran Bretaña, Suiza, Bulgaria y Países escandinavos. En Italia, Austria y Alemania, menos de la 1/4 parte se producía menos que antes.
Renta nacional total: en términos reales sin tener en cuenta inflación, todos los países experimentaron descensos más o menos acusados entre 1945-46, por ejemplo:
La magnitud de las pérdidas fue más grave de lo que se pensaba dada la destrucción. La pérdida de factores productivos no fue el mayor problema de la reconstrucción de la economía cal final de la guerra. Más importantes son los factores que influían en estos.
En estas condiciones no es muy sorprendente que los niveles de producción y productividad fueran muy bajos. Por lo tanto, ante la escasez ya mencionada de materias primas, bienes de consumo y bienes de producción, Europa tenía que recurrir a la importación de estas mercancías esenciales. Se sustituye la producción propia por las importaciones. La mayor dificultad para la recuperación de la economía europea consistía en la falta de medios de pago internacionales.
Al acabar la guerra, el comercio de exportaciones de bienes era casi inexistente muchos países europeos. Por otro lado, los ingresos por la prestación servicios (por ejemplo, el turismo para que los otros países se gasten aquí su dinero, empresas navieras que transporten materias de otros países en sus buques, etc.) se habían reducido mucho por las pérdidas en la flota mercante.
Otra posibilidad hubiera sido endeudarse pero ya se había recurrido demasiado a eso durante la guerra. Un volumen de deuda mayor podía haber ahogado la economía.
Europa no podía generar las divisas necesarias para pagar la recuperación. La posible reconstrucción dependería en gran parte de la ayuda procedente del exterior, en particular de Estados Unidos (alejado del conflicto, único país capaz de aportar en gran escala lo que necesita Europa).
Acuerdos adoptados por razones políticas.
Desde el punto de vista económico, se evitaron buena parte de los errores del período posterior a la 1ª G. M. Tras la 2ª G .M. hubo cambios territoriales, modificaciones de fronteras, pero no implica la extensa división de Europa que hubo en 1918.
Los principales perdedores en términos de territorio y población fueron Alemania y Polonia, mientras que la Unión soviética fue la más beneficiada.
A diferencia de lo ocurrido tras la 1ª G. M. cuando se firmaron los acuerdos de paz formales, en esta ocasión, las líneas generales de la división territorial europea fueron pactadas mediante acuerdos informales entre los aliados simultáneamente al transcurso de la guerra. Ese momento, la Unión Soviética constaba de una buena posición negociadora en su condición de aliado de los países occidentales contra Alemania.
La división de bloques puede interpretarse como un beneficio desde el punto de vista de la recuperación económica de Europa occidental, dado que la rivalidad entre el este y el oeste adquirió mayor disposición por parte de Estados Unidos para ayudar a la economía europea occidental.
El resultado de las negociaciones fue mejor de cara a la recuperación. A partir de entonces, la cuestión fundamental fue la de las reparaciones alemanas. El principal desacuerdo entre la Unión Soviética y las potencias occidentales fue sobre el volumen que debería exigirse: los rusos hablaban de fuertes reparaciones, mientras que los potencias occidentales y Estados Unidos se mostraron menos existentes en vista de la experiencia anterior.
En la forma de pago no hubo tanta discusión. Se estableció un acuerdo en que las reparaciones debían satisfacerse por producto corriente del período actual sino con riquezas, stock de capital existente en Alemania, mediante el desmantelamiento del equipo industrial.
Con este procedimiento se cumplía el objetivo político de impedir el futuro del potencial bélico alemán. Por otro lado, sobre todo se evitaban las dificultades financieras que siguieron a la 1ª G. M. cuando Alemania tuvo grandes problemas para obtener divisas con las que transferir al exterior su producto corriente.
Volviendo a la cuestión del montante, el programa original de desmantelamiento se fijó un nivel muy alto (más hacia la idea rusa que hacia la americana) que podía haber paralizado la industria alemana durante algún tiempo. Pero más tarde, en 194 7, coincidiendo con el estallido de la Guerra Fría, se redujo el montante y el valor total de las reparaciones en equipo fue modesto.
En conjunto, los costos de las reparaciones alemanas fueron mayores que la ayuda aliada que recibió pero no paralizaron el país, aunque, sobre todo, no implicaron una enorme pérdida de divisas.
Estados Unidos facilitó la ayuda financiera a Europa para satisfacer las necesidades de la inmediata posguerra (1945-47) a través que la administración de las Naciones Unidas para ayuda y rehabilitación. Este programa de ayuda se agotó pronto y su efecto para la recuperación fue muy limitado. Las razones de escasa eficacia fueron: una gran proporción de ayuda se desembolsó de forma más bien indiscriminada, sin estudios concretos en cada país, sin prestar atención a los usos más provechosos en que podía destinarse. Por otro lado, en las duras condiciones de posguerra de una buena parte de la ayuda se utilizó para lo más urgente que era mantener viva a la población. En tercer lugar, gran parte de la ayuda consistía en préstamos, lo que creaba problemas de deuda para los países que la necesitaban, los receptores de la misma.
La ineficacia relativa del programa de ayuda a través de la UNRRA condujo a un cambio político a partir de 1947 de ayuda a Europa. Fue en ese año cuando el gobierno de Estados Unidos preparó el programa de recuperación europea más conocido como Plan Marshall.
Esta nueva oferta de ayuda americana quedó limitada a su bando por razones políticas, es decir, a Europa Occidental.
En este caso, 1947, para evitar la mala administración de los fondos se crearon dos organizaciones: una por parte de Estados Unidos, la ECA, y otra por parte de Europa, la OECE. Ésta estaba formada por 16 países, salvo en Finlandia y España, y su función era estimar la necesidad individual de cada país y repartir la ayuda entre sus medios.
La duración prevista del plan Marshall, creado en abril de 1948, era de 4 años pero sólo cumplió 3 porque la ECA fue disuelta en el 51. Al desaparecer, sus funciones pasaron a ser desempeñadas por la Agencia para la Defensa Mutua.
Con la guerra fría, la ayuda americana fue básicamente militar. Ésta dejó de consistir en préstamos (más del 90% de fondos recibidos por Europa), ahora la ayuda era en concepto de donativos, aunque sujetos a unas condiciones con las que se plasma la participación política de Estados Unidos en los países que iban a recibir la ayuda.
En cuanto a esas condiciones, hay que recordar el lema de Estados Unidos: "ayudaremos a los que estén dispuestos ayudarse a sí mismos", pero lo que en realidad querían decir era: "ayudaremos a quienes acepten nuestras condiciones". Proporcionan dinero para pagar en dólares las mercancías y servicios requeridos en Europa.
Para estimar la necesidad de cada país, la OECE usó como principal criterio el déficit de la balanza de pagos, entendido éste como un indicador de las finanzas de cada país. A más déficit, más ayuda.
Los destinatarios debían abonar la contrapartida de moneda nacional de los dólares recibidos en la cuenta especial de su correspondiente banco central: "Fondos de Contraparte". Lo que cada país se ahorra en las importaciones se utilizará después para otros fines.
Una tercera parte de estos fondos quedaban a disposición de la ECA para financiar los gastos de sus delegaciones en Europa. El resto eran propiedad del país receptor pero para poder gastarlo cada uno debía someter cada proyecto, cada propuesta concreta, a la ECA, al gobierno de Estados Unidos. De modo que eran éstos los que decidían el destino último de los fondos.
Hay que distinguir entre la autorización de los dólares y las de los Fondos de Contraparte. Por lo que se refiere a las transferencias de divisas, sirvieron para que Europa pudiera comprar artículos procedentes todos Estados Unidos: bienes, productos agrícolas, materias primas etc. Seguían dominando los alimentos pero a partir del 49 se da importancia a las importaciones de bienes de capital.
Un comentario que algunos han contrastado es que en algunos casos los administradores americanas obligaron en comprar forzadamente algunos productos que no eran de primera necesidad para estabilizar su comercio interno. Pero este tipo de compras no era masivo.
Por lo que se refiere a los Fondos de Contraparte, los Estados Unidos querían que se usara para luchar contra la inflación, reducir el déficit público..., es decir, estabilizar la macroeconomía. Francia, Italia y Alemania: para inversiones productivas, reales (infraestructuras de transportes, etc.).
La importancia del Plan Marshall no es tan cuantitativa sino cualitativa en cuanto a en qué consistió. Cualitativa porque vino a aliviar el principal problema de la economía europea (la escasez de divisas). Por ejemplo, la ayuda a Alemania siendo el país más beneficiado, el que más ayuda recibió sin hablar de las reparaciones, no llegó al 5% de Renta Nacional en el año en que fue más ayudado. Sin embargo, pudo financiar entre 1947 y 1949 más de la mitad de esas importaciones: un 57%, expresado en términos de balanza de pagos, fue una ayuda muy significativa.
No debe sobrestimarse la ayuda del Plan Marshall aunque no resolvió los problemas de las balanzas de pago europeas. Europa occidental siguió estando en déficit. Los países europeos que recibieron la ayuda mantuvieron el déficit hasta mediados de los 50. Incluso cabe pensar que el propio Plan Marshall podría haber retrasado el saneamiento externo porque los diferentes países tendían a considerar la eliminación de sus déficits exteriores como un objeto secundario, dado que cuanto mayor fueron los volúmenes de estos déficits, mayor sería su participación en la ayuda americana.
1.3 Las Nuevas Instituciones Internacionales
Desde antes de acabar la segunda guerra mundial, se está negociando/fraguando un nuevo marco institucional para asegurar una mayor cooperación económica internacional. Las 2 instituciones más importantes (44) fueron: el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el banco mundial. Luego, en 1947, se creó en Ginebra, la GATT.
El Banco mundial contribuyó poco a la recuperación europea pero los otros dos sirvieron para mejorar las relaciones internacionales en el campo económico y de las finanzas.
La filosofía general de ambas instituciones era liberalizar el comercio y los pagos. El GATT se ocupaba de lo primero, buscaba evitar la discriminación entre países en materia de aranceles. El FMI se ocupaba de lo segundo, se ocupaba de las cuestiones monetarias, de volver a un sistema de divisas convertibles con tipos de cambios estables pero ajustables (estabilidad pero no rigidez absoluta).
1.3.1 El GATT
Al final de la 2ª G. M. muchos países estaban encerrados en un rígido proteccionismo cuyo origen fue la crisis de los años 30. El primer paso hacia una economía mundial más abierta lo dio EE.UU. al proponer en Naciones Unidas la celebración de una conferencia internacional para establecer las bases del libre cambio multilateral y crear una organización de comercio internacional (no ha existido hasta 1995 cuando el GATT se transformó en la Organización Comercial Mundial -OCM).
Esta conferencia se celebró en La Habana (Cuba) entre 1947/48. EE.UU. propugnaba el establecimiento inmediato del libre cambio multilateral, concretamente primero mediante la reducción y posterior eliminación de los aranceles, supresión inmediata también de todos los acuerdos de comercio entre países privilegiados (discriminación), eliminación de todas las demás barreras no arancelarias del comercio...
Después de muchas negociaciones, se firmó la Carta del Comercio Internacional de La Habana en 1948. El texto contenido en ella difería mucho de las propuestas norteamericanas iniciales. Había innumerables cláusulas que vulneraban el principio de intercambio multilateral.
Con este pretexto, EE.UU., se negó a ratificar la carta y convenció a otros países a través de su diplomacia a que hicieran lo mismo. Ya entonces dejó de estar interesado en el éxito de la conferencia de La Habana que, de haberlo tenido, hubiera conducido a la creación de un organismo con presencia de países comunistas.
De hecho, los países capitalistas ya habían empezado a negociar por separado porque en las sesiones separatorias de las conferencias de La Habana se iniciaron conversaciones entre un grupo reducido de países (todos ellos con economía de mercado).
En 1947, unos meses antes aún de la Carta de La Habana, estos países firmaron en Ginebra el GATT, que se debía integrar en el seno de la Organización del Comercio Internacional (OCI). Ésta fracasó porque la carta no fue ratificada y, por lo tanto, la idea de la organización del comercio internacional fue abandonada... o, mejor dicho, aplazada. El GATT pasó a desempeñar sus funciones (de la OCI) pero ciñéndose a los países capitalistas (23).
A diferencia del FMI, el GATT no es un organismo de Naciones Unidas sino un acuerdo intergubernamental por el cual se regulan las relaciones comerciales entre los países firmantes.
El GATT se dotó de un secretariado con sede en Ginebra encargado de organizar regularmente conferencias internacionales para avanzar progresivamente en la liberación del comercio.
Acuerdo por el cual las partes firmantes se comprometen a basar su política comercial en el principio de no-discriminación o también conocido como "cláusula de nación más favorecida" (CNMF), por la que las concesiones arancelarias deben generalizarse por igual a todos los países que participen en los intercambios.
Es decir, si el país A establece unos derechos de entrada más bajos para las mercancías procedentes del país B, cualquier otro país puede solicitar los mismo derechos en la exportación de sus mercancías al país A.
Otro principio en que se basa el GATT es el de reciprocidad. Como su nombre indica "todas sus partes han de estar dispuestas a hacer concesiones en la negociación.
Sin embargo, en la redacción del GATT existieron algunas excepciones a estos principios. Por ejemplo, se respetaron los sistemas preferenciales vigentes como el que formaban los territorios bajo administración británica, Commonwealth. No aplicación de CNMF para el establecimiento de Uniones Aduaneras y zonas de libre cambio. Ambas tienen una característica común: acuerdos entre grupos de países en los cuales se eliminan los aranceles interiores.
Excepción » en caso de problemas de balanza de pagos, un país podía solicitar una autorización especial a fin de verse liberado de sus compromisos.
Entre 1945 y 1951, se produjeron las tres primeras conferencias del GATT. En ellas, la aplicación de los principios fundacionales quedó supeditada a la recuperación europea. Lo que pasó es que EE.UU. concibió importantes rebajas arancelarias que beneficiaron a la industria europea al tiempo que se permitía a Europa mantener sus limitaciones a la importación. Como contrapartida, las participantes tuvieron que aceptar el mantenimiento del proteccionismo (en contra de los principios del GATT).
1.3.2 El FMI
El acuerdo de Bretton Woods (1944) supuso la instauración de un nuevo sistema monetario internacional que pretendía ser un equilibrio entre el rígido patrón oro clásico del s. XIX (vigente hasta 1ª G.M.) y, por otro extremo, los inseguros tipos de cambios flexibles de los años 30.
En el s. XIX, con cambios de tipos fijos, en objetivo prioritario de la política económica debía ser el equilibrio externo, o de balanza de pagos, adoptando para ello las medidas internas necesarias. Por ejemplo, la eliminación del déficit exterior era necesaria para la adopción de una política deflaccionista que podía significar la pérdida de empleo. Para mantener el equilibrio de la balanza de pagos hay que sacrificar los derechos de los trabajadores, aún cuando perjudiquen a la propia economía.
En cambio, en el otro extremo están los tipos de cambios flexibles (años 30). Durante esos años, los gobiernos se habían preocupado sobre todo del equilibrio interno para minimizar los efectos de la crisis en cada país, utilizando para ello barreras en el comercio (que los consumidores compren los productos internos), prohibiciones importaciones, manipulaciones en los tipos de cambio, etc.
El acuerdo de Bretton Woods reconocía las virtudes de cada uno de los 2, la importancia de los objetivos económicos internos (pérdida de empleo, crecimiento de la renta...), lo cual era incompatible con un sistema de tipos de cambios absolutamente fijos que no podía darse según el tipo de economía del s. XIX. No obstante, rechazaba las manipulaciones de los tipos de cambios como instrumentos de política económica, lo cual llevaba a buscar alguna forma de mantener una cierta disciplina monetaria.
El equilibrio que se buscaba pretendía establecer tipos de cambios, en principio fijos, que, en determinadas circunstancias, podían ser modificados, ajustados. Esto da lugar a tipos de cambio estables pero ajustados.
El acuerdo de Bretton Woods creó el FMI como organismo encargado de controlar el nuevo fondo monetario. Para definir/identificar el nuevo sistema monetario conviene examinar el contenido del acuerdo en lo que se refiere a:
Las paridades expresan el valor objetivo de las monedas. Se expresan en una cantidad determinada de oro. Cada país dirá cuánto contiene una unidad monetaria. Los gobiernos también podían establecer el valor de su moneda respecto a otra divisa, normalmente el dólar, pero que igual quedaba ligada al oro.
Las divisas en el sistema de Bretton Woods son convertidas en oro sólo para no residentes y en transacciones exteriores corrientes (comerciales). Las divisas no son convertibles en oro en cualquier momento; había unan normas.
Para limitar las fluctuaciones de los tipos de interés en el mercado respecto a ese valor oficial, se establece un sistema de intervención (no dejar que funcione solo) mediante operaciones de compraventa en el sistema de divisas pro parte de los bancos centrales. Un país cuya moneda se aprecie en el mercado (mucha demanda) se compromete vendiendo su moneda a cambio de divisas. Si se desprecia, su banco central debe absorber el exceso de oferta comprando su propia moneda. Esta intervención es obligatoria, automática, cuando se rebasa la banda de fluctuación permitida que es, en ese momento, de un 2%.
Hasta aquí sólo se ha referido a los tipos de cambio, en principio, fijos.
Se admiten cambios en las paridades únicamente cuando la balanza de pagos del país en cuestión se encuentre sumida en un desequilibrio fundamental. Al FMI le correspondía decidir cuándo se cumplía esa condición o no. Si es así, cualquier propuesta de ajuste inferior al 10% se autoriza automáticamente. Para modificaciones mayores del tipo de cambio se requiere una investigación previa.
El FMI puede conceder créditos a los países en dificultades temporales en la balanza de pagos para que intervengan en el mercado de divisas y así cumplir el acuerdo (mantener la cotización de sus monedas dentro de la banda de fluctuación). Para cumplir esta función el FMI dispone (es) una cuenta en oro y divisas constituida por las aportaciones, cuotas, de los países miembros. Su importe se determina en función de la renta nacional y también de la participación de cada país en el comercio internacional. Se paga un 25% en oro y un 75% en moneda nacional.
Los créditos que concede el FMI se llaman "derechos de giro" (derechos de giro ordinarios). Son compras de divisas a cambio de moneda nacional con la obligación de reventa en un plazo de 5 años.
La capacidad de ser financiado con derechos ordinarios de giro equivale al 125% de la cuota para cada país, desglosado en tramos automáticos y discrecionales:
1º Las solicitudes de crédito relativas al primer 25% de la cuota son concedidas por el FMI de forma automática. Llamado "segmento oro" (igual a la parte de la cuota aportada en oro).
2º Para las solicitudes siguientes hasta completar el 125%, divididas en 4 tramos (25% cada uno). El FMI exigía condiciones cada vez más duras antes de ser aprobadas. Llamado "segmento crédito" (no garantizado por el oro).
3º Existe otro tramo de financiación automática llamado "segmento súper-oro" de magnitud variable (diferencia la parte de la cuota aportada en moneda nacional y lo que quede en el fondo después de que otros países hayan dispuesto de él). La cuantía de esta financiación adicional varía entre el 75% de la cuota y el 0% si la cuota que ese país aporta no ha sido utilizada para ayudar a otros países.
Problemas de la recuperación europea retrasaron el plena funcionamiento del nuevo sistema monetario.
La mayor parte de los gobiernos europeos propusieron tipos de cambios sobrevalorados al FMI que éste aceptó. El objetivo era facilitar la importación de los productos extranjeros necesarios para la reconstrucción/recuperación europea tras la 2ª G.M. Eran unos tipos de cambio que se sabía que no podían mantenerse a medio-largo plazo.
La función crediticia del FMI quedó seriamente limitada en estos años. EE.UU. estaba financiando las importaciones europeas a través del Plan Marshall, de manera que no estaba dispuesto a aumentar la salida de dólares a través del FMI. EE.UU. ejerció su dominio en el FMI para que las condiciones de financiación fueran interpretadas de forma más estricta, restringida.
Podemos concluir que el funcionamiento del FMI demuestra que la recuperación europea era prioritaria y la puesta en marcha de Bretton Woods tuvo que ser aplazada.
1.4.1 El alcance de la recuperación
...un éxito
A pesar de los extensos daños de 2ª G.M., el ritmo de recuperación de Europa en los 5 años posteriores a ella fue impresionante, sobre todo en el terreno industrial. Europa occidental en su conjunto ya había superado en 1947 los niveles de producción industrial de preguerra. Hacia 1950-51 casi todos los países habían aumentado su producto industrial. La agricultura estaba más atrasada, hasta los años 50 no se superan los niveles de posguerra.
Los progresos de la renta fueron menores que el aumento del producto industrial. Los resultados se vuelven más modestos si hablamos en términos per cápita por el crecimiento demográfico.
Así, en conjunto, el crecimiento de la renta real per cápita hasta 1951 estuvo entre 10 y 15% en Gran Bretaña, Francia y Dinamarca. En otros países más castigados por estar en le bando perdedor: en Italia fue igual que en la preguerra y en Alemania estuvo ligeramente por debajo del nivel anterior.
En todo caso, la recuperación fue un éxito.
Diferencia fundamental con lo ocurrido en 1ª G.M., el Estado fue usado como un instrumento decisivo para conseguir objetivos tras la 2ª G.M. (modernización, crecimiento económico...). Hay que verlo como un consenso social y político basado en romper con las concepciones liberales tradicionales.
Al acabar 2ª G.M., estaba muy presente todavía el recuerdo de la Gran Depresión de los años 30 y nadie deseaba repetir la experiencia de una política económica casi siempre positiva, cuando no restrictiva, ineficaz de cara a la recuperación al menos en lo referente al cierre de fronteras.
Además, existía también una conciencia generalizada de que el Estado había desatendido antes de la 2ª G.M. los problemas sociales generados por la crisis económica.
El nuevo consenso político de posguerra estaba a favor de una mayor intervención estatal de la actividad económica.
La implantación de esa conciencia social dio lugar a una economía mixta. Se seguía confiando en el mercado competitivo como mecanismo de asignación de recursos pero se introducía un componente social en la economía a través de la intervención del Estado. Las políticas redistributivas y la comisión estatal de bienes públicos forman parte de este contexto.
En los años inmediatamente posteriores a la 2ª G.M. el objetivo básico de las políticas de recuperación fue el aumento de la inversión. Se establecían condiciones de crédito barato e incentivos fiscales para canalizar el esfuerzo inversor hacia los sectores prioritarios (energía, transporte, maquinaria, bienes de equipo...).
El propio Estado se convirtió, en la mayoría de los países, en inversor y, a veces, en empresario. En Gran Bretaña, por ejemplo, se llevó a cabo la política de nacionalización selectiva, por la cual más del 20% de la industria quedó bajo control estatal. En Francia, la vía más característica de coordinación, tanto pública como privada, fue el plan de modernización y equipamiento entre 1946-52 centrado en los sectores que antes decíamos (Plan Monnet). En Italia, esta misma tarea la realizó el IRI, que era un organismo estatal con participaciones de empresas privadas, que se convirtió en el primer empresario del país. En España, el equivalente sería el INI (Instituto Nacional de Industria). Aquí, la posguerra tuvo características particulares.
La reconstrucción de la economía fue mucho más larga que la europea. Por ejemplo, hasta 1950 España no recupera los niveles de producción industrial anteriores a la Guerra Civil. Y, en lo que se refiere a la renta per cápita, no lo haría hasta 1954. Así pues, la recuperación duró 3 veces más que en Europa y, por lo tanto, sensiblemente más lenta; y eso que los daños y destrucciones provocados por la Guerra Civil fueron mucho menores que los de la 2ª G.M. en Europa. Entonces, ¿qué dificultades tenía España?
En primer lugar, como resultado del Nuevo Consenso Social y Político con la participación de Sindicatos y Partidos de Izquierdas, la reconstrucción europea se basó en la intervención del Estado, que implicó un importante crecimiento del presupuesto con relación al conjunto de la economía.
En España, los vencedores de la Guerra Civil no buscaron ningún tipo de consenso. Se instauró un régimen dictatorial, sin partidos políticos ni sindicatos libres, que aisló a los gobernantes de la demanda social a favor de la inversión pública y otras funciones propias del Estado de bienestar.
De hecho, hasta 1955, el gasto del Instituto Nacional de Previsión, que gestionaba los seguros sociales, creció menos que el del Estado y éste creció menos que el PIB (Producto Interior Bruto), por lo que, al contrario de lo que hemos dicho para Europa, no sólo no aumentó el sector público sino que disminuyó.
En segundo lugar, al contrario de lo que hemos dicho que significa el Modelo de Economía Mixta vigente en Europa, donde la intervención del Estado complementa pero no sustituye, las autoridades franquistas mostraron una gran desconfianza ante la libre competencia y la iniciativa privada.
Como resultado, se desarrolló una política excesivamente dirigista con control de importaciones, racionamiento de bienes, fijación de precios y salarios, etc., cuyos frutos fueron arbitrariedad administrativa, como mínimo. Otra consecuencia fue la aparición y extensión del mercado negro y, en consecuencia, la falta de estímulos para aumentar la producción.
En definitiva, en España el Estado fue intervencionista como en Europa pero no a partir del consenso y del gasto público sino desde la represión y por medio de una asfixiante regulación que resultó contraproducente.
Además, la propia existencia del régimen franquista hizo que España sufriera aislamiento internacional. Quedó excluida de la OECE hasta 1958 (Plan Marshall), y tampoco se integró en el FMI.
El país quedó sumido en el aislamiento político y en la autarquía económica, en parte ésta también buscada y deseada por las autoridades.
Como resultado, no sólo se interrumpió el acercamiento de la economía española a los niveles europeos sino que aumentó las distancias.
Tema 2. Edad de Oro y final de la Expansión.
Protección a la agricultura » casi intacta
Barreras no arancelarias » éxito limitado
2.1 Expansión sostenida de Europa Occidental
2.1.1 Características de la Época Dorada
Lo más destacado de la economía europea entre 50-60 ha sido un alto nivel de crecimiento. En estas 2 décadas, la renta per cápita de Europa creció como media a 4.5 anual frente a una media mundial del 3% anual. Creciendo de este modo, en 1970 era casi 2 veces y 1/2 mayor la renta per cápita que en 1950. Mientras tanto, en los 150 anteriores, la tasa de crecimiento per cápita en Europa apenas había alcanzado el 1% de media anual.
Como consecuencia de este rápido crecimiento, la participación de Europa en la producción mundial subió del 37 al 41%. En términos per cápita, el crecimiento sería más espectacular. La población creció sólo a la mitad a un ritmo que representa: en 1970, Europa representaba un 26% de la población mundial comparado con el 31% en 1950.
Este crecimiento de la economía europea fue acompañado de cambios estructurales. La agricultura perdió importancia tanto en términos de su importancia en el producto como en el empleo. El aumento del producto agrícola fue sólo del 2% en esas 2 décadas frente al 5.5 del PIB. El empleo en la agricultura descendió a un promedio de 13.5% anual.
El sector de la economía que creció con mayor rapidez fue el industrial aunque principalmente en términos de producción, 7.1%. De hecho, el porcentaje de población activa ocupada en la industria se mantuvo bastante constante en torno al 40%, por tanto, fueron los servicios (comunicaciones, transportes...) los únicos que aumentaron su participación en el empleo pasando del 45 al 54% aproximadamente.
A parte de todo esto, hay otros rasgos del crecimiento europeo en los años 50-60 que conviene tratar, que contrasta con lo ocurrido en la 1ª mitad del s. XX: el proceso de crecimiento no tuvo interrupción.
La economía europea había experimentado una fuerte disminución de su actividad durante recesiones del 31, 29-32, etc. En este periodo (50-60), también se produjeron diversas recesiones que sólo significaron una desaceleración del crecimiento.
Desde mediados de los años 20, la tendencia era deflacionista, sin embargo, en 50-60 los precios aumentaron a una tasa anual que creció al 4%, porque al mismo tiempo hubo un continuo movimiento de los salarios que ayudó a mantener el consumo, incluso en periodo de recesión.
Una 3ª diferencia se refiere, en este caso, al nivel de desempleo. Éste fue más bajo que en las décadas anteriores (periodo entre guerras). La tasa promedio de paro en Europa Occidental fue de menos del 3% de la población activa en los años 50, aún más bajo en los años 60, 1%.
En 4º lugar, el volumen del comercio internacional de mercancías creció muy rápidamente en 50-60, en contraste con el estancamiento del periodo entre guerras. Las importaciones y exportaciones de Europa occidental aumentaron durante 50-60 al 9% anual.
Quizás, la diferencia, más importante fue el cambio radical en la concepción de la economía. Por 1ª vez, los gobiernos asumieron la responsabilidad del pleno empleo y la de conseguir un aumento rápido.
2.1.2 Fuentes de crecimiento económico
Contribución al crecimiento (%) Europa Noroccidental * 1950-1962 | |
Tasa de crecimiento | 4.78 |
Factores | 1.69 |
Trabajo | 0.83 |
Capital | 0.86 |
Productividad | 3.09 |
Progreso técnico | 1.32 |
Ampliación de conocimientos | 0.76 |
Recuperación de atrasos | 0.56 |
Asignación de recursos | 0.68 |
Reducción de activos agrarios | 0.46 |
Liberalización del comercio | 0.22 |
Economías de escala | 0.93 |
Ampliación de mercados | 0.47 |
Elasticidades-renta | 0.46 |
Residuo | 0.16 |
* Bélgica, Dinamarca, Francia, Gran Bretaña, Italia, Holanda, RFA y Noruega |
La idea básica que subyace es que el crecimiento económico puede alcanzarse de 2 formas: aumentando los factores productivos de trabajo y capital o mediante cambios técnicos y organizados que mejoren la productividad de esos factores. Esta última fue la fuente más importante de crecimiento de esos países representando casi 2/3 del crecimiento económico total.
Principales variables que influyen en la productividad:
1ª Progreso técnico, donde a su vez cabe distinguir 2 posibilidades:
2ª Incrementos en productividad atribuibles a una mejora en el empleo del trabajo y el capital en aquellos sectores/regiones donde su rendimiento es más alto. Esto se da por 2 vías fundamentales:
La proporción de vehículos vinculados a sectores de baja productividad, como la agricultura en Gran Bretaña, ya era muy reducido y, por lo tanto, no quedaba mucho por transferir.
3ª economía de escala: ahorro en término de costes que se produce por la ampliación de las series de producción. La consecución de economía de escala se asocia a 2 conceptos:
Tras la guerra, la propia reactivación económica y las políticas de bienestar contribuyeron a ampliar el mercado, en general, y el de bienes de consumo duradero, en particular, lo que facilitó la introducción de eficientes técnicas de producción a gran escala.
2.2 El papel de las instituciones internacionales
2.2.1 Liberación comercial a través del GATT
En los años 50-60 las negociaciones de la 4ª y 5ª ronda del GATT, a diferencia de las anteriores, ya se llevaron a cabo de acuerdo a los principios fundacionales de reciprocidad y no-discriminación.
En concreto, cada país presentaba una serie de peticiones sobre rebajas arancelarias relativa a productos concretos ofreciendo a cambio ventajas equivalentes a los mismos términos. Las concesiones acordadas mutuas se generalizaban automáticamente a los demás países. Este sistema demostró ser poco ágil y los resultados fueron relativamente modestos.
En la 6ª conferencia del GATT se pasó a negociar con los mismos principios pero con una técnica más rápida, globalmente para ampliar paquetes de productos para reducir todos los aranceles de cada grupo en el mismo porcentaje general.
Las negociaciones fueron protagonizadas por EE.UU. y la C.E.E., que acordaron una notable reducción en sus aranceles de productos industriales. Sin embargo, los resultados fueron prácticamente nulos en productos agrícolas. De hecho, la Política Agraria Común (PAC) de la CEE... Precisamente, esta asimetría ilustra la principal crítica al GATT, que es su escasa atención a los problemas del desarrollo económico europeo de países atrasados, del 3er Mundo.
Los acuerdos tendían a lograr el libre cambio mundial para productos industrial, de que las economías desarrolladas serían las más beneficiadas. Mientras, el mantenimiento del proteccionismo agrario limitaba las exportaciones de los países productores de mercancías básicas.
Por eso, los Países Menos Desarrollados (PMD) veían el GATT como un "club de ricos" que no atendían a los problemas del desarrollo económico. De ahí que reclamaran la celebración de una conferencia sobre comercio internacional y comercio económico y así nació la U.N.C.T.A.D.
En cualquier caso, los países industriales asisten sólo como observadores y los acuerdos no son vinculantes para ellos. Su único logro consiguió que el GATT admitiera la discriminación arancelaria a favor de los menos desarrollados. Esto se concretó en el Sistema de Preferencias Generalizadas (SPG), por el que los Países Industriales (PI) les conceden a los otros (PMD) un trato de favor (aranceles más bajos) extensible a terceros, sólo para ellos.
Una 2ª crítica: proliferación de barreras no arancelarias al comercio. El empeoramiento de la situación económica en los años 70 hizo que los productores domésticos reclamaran una mayor protección frente a las importaciones. Se tendió a compensar la caída de los aranceles mediante la opción de otras trabas al comercio, por ejemplo, restricciones cuantitativas (prohibición de importar una cantidad determinada), regulaciones técnicas y administrativas (requisitos de calidad...), discriminación en las compras públicas.
Este tipo de medidas fue aplicado en dos frentes (intenciones). Por una parte, se trataba de contrarrestar la creciente penetración en los mercados europeos y americanos de productos japoneses y de los nuevos países industriales (Brasil y algunos pequeños países asiáticos). Por otra parte, también servían para limitar la efectividad del sistema de Preferencias Generalizadas (SPG) ya que la importación de productos que disfrutaban de un trato arancelario preferencial solía quedar sometida a una cantidad máxima.
Protección a la agricultura » casi intacta
Barreras no arancelarias » éxito limitado
La ronda TOKIO empezó con esos dos problemas/cuestiones para resolver. Negociaciones siguen monopolizadas por EE.UU. y los mayores avances e dieron en los aranceles industriales. En cambio, los avances fueron muy modestos aunque se procuró compensar a los PMD con una ampliación del SPG.
El alcance de la ronda Tokio fue mayor pero nada espectacular. Se redactó un código de conducta para limitar el uso de algunas barreras no arancelarias, en concreto, las compras en el sector servicio o los requisitos técnicos y administrativos, pero no se condenaron, por ejemplo, las restricciones cuantitativas a las importaciones acogidas al SPG.
En general, aunque se registraron avances, la ronda Tokio no tuvo demasiado éxito: abordó tímidamente el tema de las barreras arancelarias. Seguían pendientes de las críticas que ates comentábamos.
La ronda Uruguay se abrió con un programa similar al anterior: tuvo que tratar los mismos problemas. Se planteó negociar sobre seguir avanzando en la agricultura y en las restricciones cuantitativas. La única novedad fue la inclusión por una vez de los servicios (culturales, financieros, etc.). Las negociaciones estuvieron al borde de la ruptura en varias ocasiones.
Lo más importante de esta ronda es que finalmente se llegó a un acuerdo y que éste incluyera por 1ª vez la agricultura (gran asignatura pendiente). Como ésta afecta mucho a la agricultura, la estudiaremos en el tema siguiente.
2.2.2 El patrón oro-dólar como base del SMI
Los 1os de funcionamiento del sistema monetario fueron excepcionales (monedas sobrevaloradas, ayuda de EE.UU., etc.) pero luego en los años 50, tras una serie de devaluaciones en Europa, se fue estableciendo el equilibrio en las paridades monetarias (en los tipos de cambio). También se relajaron las condiciones de financiación por el FMI. Por tanto, la década de los 50 fue el periodo en que se acaba implantando el sistema de Bretton Woods. Lo que abrió paso a una reanimación del comercio mundial.
Con la puesta en funcionamiento de Bretton Woods, el dólar cobró importancia como moneda de reserva (divisa clave) a nivel internacional y como medio de pago en las transacciones exteriores. De ahí que se hable normalmente de patrón oro-dólar para referirnos a ese sistema. Debido a la importancia creciente que en la práctica adquirió el dólar.
El papel del dólar como divisa clave se debía a razones fundamentales como la necesidad de alguna moneda internacional además del oro.
La rigidez en la producción mundial del oro: la demanda de liquidez internacional (necesidad de medios de pago) para atender el comercio creció más rápido que la oferta mundial del oro. Por otro lado, se debe a la gran confianza mundial en el dólar derivada de la evolución positiva de la economía norteamericana pero también del papel dominante de EE.UU. En las instituciones internacionales, por ejemplo, en el FMI.
El funcionamiento del patrón oro-dólar acabó generando contradicciones » dilema TRIFFIN. Éste advertía que el crecimiento de las existencias mundiales de dólares acabaría minando la confianza en dicha moneda. El mismo uso del dólar perjudicaba la incredibilidad de la moneda.
La confianza en el dólar depende, en última instancia, del volumen de reserva de oro de que disponga EE.UU. para responder de los dólares en el mundo.
Sin embargo, en los años 60, la balanza de pago americana se cerraba con déficit permanente porque, por un lado, con un tipo de cambio fijo del dólar EE.UU. no podía hacer frente al auge de otras áreas del mundo. EE.UU. perdía competitividad de forma que su superávit comercial era decreciente. Y, por otro lado, la política americana de hegemonía mundial implicaba fuertes salidas de capital. Por ejemplo, las inversiones extranjeras de las multinacionales norteamericanas y los gastos militares.
Frente a esto, la reducción del déficit requería una devaluación del dólar (por ejemplo) pero EE.UU. no estaba dispuesto a aceptar el encarecimiento de su política exterior expansiva. Así pues, se mantuvo esa situación de déficit creciente. Las reservas de oro se redujeron hasta límites tan exagerados como estos: mientras en 1949 eran casi 4 veces superiores a los del dólar, en el extranjero en 1968 no cubrían ni el 30%.
Llegó a plantearse el dilema que TRIFFIN apuntó en su día. Por un lado, atender la creciente demanda de liquidez de medios de pago con dólares implicaría una grave merma de la confianza que podría hundir el cambio monetario.
Pero, si el dólar dejaba de cumplir su función como medio de pago, pondría en peligro el comercio mundial por falta de liquidez.
Fruto de estas contradicciones se produjo en 1967 la 1ª enmienda al tratado de Bretton Woods. La reforma consistió básicamente en la creación de una forma de liquidez internacional distinta al oro y al dólar para evitar otros problemas. Se crearon los Derechos Especiales de Giro (DEG). » anotación contable en la cuenta de reservas de las balanzas de pago de los diferentes países.
En caso de necesidad, un país podía transferir sus DEG a otro designado por el FMI a cambio de divisas.
Se trata de optimizar el uso de los excedentes de divisas de países miembros del FMI, que, sin perder el volumen contable de reservas, los ceden en parte para paliar la situación de países en déficit.
Todo esto al final dio igual porque los DEG fueron insuficientes para salvar el SMI ya que cuando entraron en vigor, que no fue hasta los años 70, el mayor problema ya no era tanto la liquidez internacional como la credibilidad del dólar, puesto que el desequilibrio en la balanza de pagos norteamericana se había agravado de forma alarmante, y, por tanto, ya no servía de nada reinyectar liquidez. Una vez hundida la confianza en el dólar, la creencia en una futura devaluación del dólar alimentó una ola espectacular contra esta moneda, que precipitó los acontecimientos.
En agosto de 1971, el presidente NIXON declaró unilateralmente la no-convertibilidad del dólar y además en diciembre de ese año el dólar fue devaluando en términos de otras divisas un 8%. A pesar de esto, la especulación continuó y muchos países dejaron de intervenir (lo del sistema de intervención de Bretton Woods). En realidad, se está diciendo que se dejó de comprar dólares contra su moneda y, en consecuencia, entran en flotación permitiendo que sus monedas se apreciasen respecto al dólar.
En febrero de 1973, se produjo la 2ª devaluación del dólar más fuerte pero para entonces ya se había generalizado. El sistema de Bretton Woods, cuyo principio básico es la inestabilidad de los tipos de cambio, habría muerto. El acuerdo estaba vigente.
El sistema de flotación que había sustituido al Bretton Woods no fue legalizado hasta la Conferencia de Jamaica en 1976. Ahí, se formuló la 2ª Enmienda, llamada a veces "broma macabra". De acuerdo con el nuevo sistema, los países son libres de escoger el régimen de tipos de cambio.
Los países de la CEE adoptaron en 1979 el Sistema Monetario Europeo (SME), que venía a ser un Bretton Woods regional, sólo para ellos. Las monedas europeas se vinculaban entre sí con tipos de cambio estables pero ajustables. Éstas flotaban conjuntamente frente al resto.
2.3.1 Los años 50: el "decenio franquismo"
Para Europa, los años 50 supusieron el inicio de un largo ciclo de expresión caracterizado bajo el signo de la creciente cooperación internacional. Para la economía española también se inició un proceso de cambio. Por un lado, constatar los resultados de la economía y, por tanto, ritmos de aumento económico. Por otro lado, cambios en la política económica.
Resultados brillantes, por ejemplo, producción industrial de 1958 prácticamente doblada a la de 1950. El PIB creció a una tasa anual del 5%. La renta per cápita aumentó un 50%. España formó, junto con otros países mediterráneos además de Italia, Grecia y Alemania, el grupo de países a la cabeza del crecimiento europeo.
La economía española comenzó a recuperar atrasos gracias, sobre todo, a las relaciones económicas exteriores (con otros países) en forma de todo tipo de transacciones, por ejemplo, comerciales, remesas de inmigrantes, inversiones extranjeras, etc.
Es conveniente relacionar estos cambios con las nuevas directrices de la política económica.
A partir ya de 1951, se empieza a desmantelar parte del entramado intervencionista, en concreto, se pone fin al racionamiento de alimentos.
Otro paso importante para romper el aislamiento anterior a la firma de acuerdos bilaterales con EE.UU. España recibió una ayuda económica que, si bien no era muy abultada, si que tendría importancia para aumentar las importaciones de todo tipo de bienes. A pesar de estos impulsos, el tránsito desde una economía cerrada/dirigida a otra de mercado, no culminaría hasta 1959.
El plan de estabilización llevó a una serie de contradicciones que estaban generando el propio crecimiento de los años 50. El crecimiento económico había propiciado la expansión de la demanda interna, ante eso, la economía española mostró una propensión a importar, ya sea directamente bienes de consumo para atender el incremento de la demanda, o bien indirectamente materias primas o bienes de capital para aumentar la capacidad en el interior. Al mismo tiempo, las exportaciones se veían obstaculizadas por el mantenimiento de un tipo de cambio de la peseta arbitrariamente sobrevalorado. Como consecuencia, la economía española se situó al final de la década al borde de la suspensión de pagos exteriores y, por tanto, bajo la amenaza de tener que restringir importaciones vitales para la industria t la continuidad del crecimiento.
Es en ese contexto donde se aprobaron ese tipo de medidas en 1959 » Plan de Estabilización.
Por un lado, desinvertir la economía para posibilitar una reasignación de recursos hacia nuevos sectores más dinámicos, como química, de bienes de capital, que redujeran la competitividad...
Por otro lado, integrar a España más en la economía mundial a través de la integración de la peseta en el SMI, lo cual implicaba ajustar el tipo de cambio para frenar el déficit exterior.
2.3.2 El crecimiento de los años 60
En los años 60, tuvo lugar un proceso de crecimiento sin precedentes. Entre 1961-74, la tasa media del PIB fue del 7% (más alta que en la década anterior). El sector puntero de este auge siguió siendo el industrial, que creció muy deprisa por encima del conjunto de la economía (11% anual).
El caso español no es tan excepcional si lo comparamos con otros países mediterráneos, como Italia o Grecia.
La apertura exterior que se consiguió con las medidas del 59 situó a España en una mejor situación.
Los principales determinantes del crecimiento español de los años 60 fueron:
Todo esto con la ventaja de poder desviar hacia mercados laborales extranjeros la mayor parte de la fuerza de trabajo excedente.
Cuando hablamos de liberalización y apertura hay que entenderlo en términos relativos, es decir, en comparación con el dirigismo y el aislamiento de los años 40 y 50.
En materia comercial, se aprobaron rebajas arancelarias en 1960, pero también se introdujeron toda una serie de recargos. La política comercial española de los años 60 difícilmente puede calificarse como librecambista.
En materia de producción industrial, ley de Industrias de Interés Preferente (1963), apoyo al desarrollo de determinadas regiones, por ejemplo, se impulsó el sistema de créditos privilegiados para fomentar entre otras, las exportaciones de bienes de equipo, y esto dio lugar a una crisis política con el escándalo de MATESA (1969). Esta empresa recibió un volumen importante para financiar sus "exportaciones falsas". Desde dentro del propio régimen se cuestionó el exceso de burocracia como frente de incompetencia.
Desde la primera mitad de la década de 1970, la economía europea entró en un periodo de crisis y se caracterizó por un crecimiento muy bajo, incluso negativo, de la renta nacional. Alta tasa de inflación y paro. Fuerte caída en las tasas de inversión. En 1973 acabó el periodo de crecimiento periódico, estable y sostenido de las economías occidentales.
Una vez superada la crisis, principios de los 80, las cosas ya no volvieron a ser como antes: las tasas de crecimiento siguieron siendo más bajas que en la década de los 50-60; la inflación más elevada y el desempleo mucho mayor.
Precisamente, esto viene a demostrar que el fin de la expansión no obedecía sólo a causas concretas, como la crisis del petróleo, sino que existen causas más profundas, permanentes, a largo plazo. En realidad, lo que se ha puesto de manifiesto en el último cuarto del siglo XX es el agotamiento de las fuentes más importantes que habían potenciado el crecimiento en los años 50 Y 60.
En 1er lugar, recordemos la rápida difusión del progreso técnico a través del comercio y las inversiones internas que ofreció a los países europeos una oportunidad única para crecer recuperando atrasos porque sus niveles de productividad estaban claramente por debajo de los norteamericanos.
A medida que se reducía esta brecha, diferencias, esta vía de crecimiento tendió a agotarse según se reducía la distancia con EE.UU. El diferencial europeo respecto a EE.UU. se habrá reducido, habrá caído al 15% del 50% en 1950.
En 2º lugar, hubo un movimiento sustancial de mano de obra procedente de la agricultura y se dirigía a las áreas industriales (sectores clave donde se concentraban las mayores ganancias de productividad). Pero después de dos décadas de cambio estructural, el empleo agrícola ya era muy bajo (menos del 10%), por lo que ya no quedaba mucha posibilidad para este tipo de avance.
En 3er lugar, en la edad de oro el crecimiento de la renta provocó un desplazamiento de la demanda precisamente hacia esos productos industriales (bienes de consumo duraderos) donde la tecnología permitía conseguir una importante reducción de los costes produciendo a gran escala. Sin embargo, esta fuente de crecimiento también acabó por agotarse porque conforme se alcanzaban mayores niveles de bienestar, la demanda se desvió de manera creciente hacia otro tipo de servicios (cultura, ocio, salud...). Dado que muchos servicios son de carácter personal, que no depende tanto de la tecnología, el crecimiento de la productividad tiende a ser más bajo.
Todas estas fuerzas antes o después, independientemente de lo ocurrido en los años 60, tenían que agotarse, acabar reduciendo el ritmo de crecimiento económico.
La crisis sobrevino brusca en los años 70. La economía internacional sufrió 2 grandes impactos en 1973. Por un lado, la inestabilidad respecto a los tipos de cambio que fue la consecuencia del fracaso de Bretton Woods. Provocada por la incapacidad de EE.UU. de convertir en oro su moneda, ante el déficit persistente de su balanza de pagos.
Por otro lado, el alza de los precios del petróleo, motivada por la hostilidad árabe (productores y exportadores de petróleo) hacia Israel y el mundo occidental, en general. Esto significó una transferencia de renta a favor de los países exportadores que cobraban más por lo mismo a costa de los consumidores que pagaban más por lo mismo. Directa repercusión inflacionista.
La crisis energética mundial que se desencadenó en el 73, respondió en parte a la evolución y el consumo del periodo anterior.
En general, entre 1960 y 1963, la producción mundial de petróleo se multiplicó por 2.5 pero, sobre todo, hubo grandes variaciones en su origen geográfico a favor de los países árabes (Oriente Próximo, Norte de África...).
Por ejemplo,
África | 1960 | 1% oferta normal | 10% | 1973 |
Oriente Medio | 1960 | 25% oferta normal | 33% | 1973 |
EE.UU. y Canadá | 1960 | 35% oferta normal | 24% | 1973 |
América Latina | 1960 | 18% oferta normal | 9% | 1973 |
Por otra parte, gracias a su bajo precio relativo, el petróleo había llegado a representa r la mitad del consumo energético mundial. Esa cifra en 1950 era sólo del 10% para los países europeos más desarrollados.
Por tanto, la economía de los países consumidores, que son los industriales (europeos más que nada), se hizo muy vulnerable ante el creciente poder de la OPEP.
Este cártel se había fundado en los años 60 y hasta principios de los 70 había sido poco operativo, sin embargo, desde 1971 la OPEP ya veía fijando los precios, a costa de los países consumidores.
Entonces, en 1973, la 4ª Guerra árabe-israelí ofreció a la OPEP un motivo político para llegar a acuerdos más drásticos que provocarán la subida de precios.
En represalia ante el apoyo de EE.UU. a Israel, el 16 de octubre los países de la OPEP decidieron subir el precio del crudo de 3.5 a 5.5 $ por barril. Al mismo tiempo, anunciaron que en enero de 1974 el nuevo precio sería de 11 $ por barril. A esto le siguieron 4 años de relativa estabilidad (con movimientos ligeramente al alza) pero otro hecho histórico, la revolución iraní de 1979 y la posterior guerra de su país con Irak provocó una nueva subida del petróleo.
El precio fijado por la OPEP era de 14.5 $, pero la especulación en el mercado ante la incertidumbre de los acontecimientos disparó el precio a 32$ a principios de 1980.
Esto, la crisis energética, tuvo efectos demoledores en el sentido que destruyó “el mito del crecimiento ilimitado” que se había instalado en las sociedades occidentales tras las décadas de extensión insostenida.
Se dispararon los costes de producción y distribución para la industrial mundial. Los países importadores tuvieron que disminuir sus compras de petróleo y disminuyó el ritmo de la actividad económica. Consiguiente aumento del paro, lo que a su vez hizo debilitar el consumo y, por tanto, ante la caída de la rentabilidad empresarial, existían menos estímulos para la inversión.
Además, al contrario de lo que había sucedido en otros periodos anteriores (crisis años 30), en ésta no se produjo una caída de los precios.
El origen del problema estaba en el encarecimiento de los costes energéticos, que mantuvo una inflación superior al 10%.
Para referirse a esta nueva situación, combinación de estancamiento económico e inflación, los economistas acuñaron un nuevo término: “estanflación”. En conjunto, los resultados económicos no fueron tan malos, en realidad, entre 74-83, sólo hubo tres años en que disminuyó el nivel de la actividad económica. La tasa de crecimiento del PIB entre 1976-79 se mantuvo por encima del 2.5%, y ésta es la misma tónica que se mantuvo después. Por tanto, tampoco había que exagerar la importancia de la energía.
En términos históricos, lo excepcional no fue la crisis sino el auge de los 50-60.
2.4.2 La crisis en España
En el caso de España, a los factores internacionales habría que añadir algunas causas internas que retrasaron su incidencia y agudizaron sus efectos en el sector industrial. Estos fueron la transición política, y los defectos que se derivaban en parte de la política económica del régimen anterior.
Podemos distinguir 2 aspectos:
El primer gobierno democrático que salió de las elecciones de 1977 tuvo que adoptar soluciones, todas ellas con sus consecuencias en la economía. Por ejemplo, se elevaron los precios energéticos interiores, se aplicó una política monetaria restrictiva, con la consiguiente alza de tipos de interés. En 3er lugar, para paliar el deterioro de la balanza de pagos, se devaluó la peseta. El encarecimiento de las importaciones repercutió en la inflación.
La consecuencia de todo esto fue la caída de la inversión, el estancamiento del consumo, y el consiguiente aumento del desempleo.
La 2ª cuestión de las causas de la crisi en España es el efecto que arrastra la industria española.
En 1er lugar, se daba una excesiva especialización en sectores con un alto contenido en trabajo y tecnología poco avanzada (siderurgia...).
En 2º lugar, la industria era fuertemente dependiente de la tecnología importada debido a la escasez de inversión estatal e investigación.
En 3er lugar, también era fuerte la dependecia en la energía: se consumía una alta cantidad de petróleo por unidad de producción.
En 4º lugar, podemos añadir una estructura financiera desequilibrada. Mayor dependencia frente al capital ajeno.
La reestructuración industrial frente a la crisis se hizo al amparo de la política, de la Ley de Reconversión y Reindustrialización del 84. Buscaba reducir la capacidad de producción y los empleos con mayores dificultades con vista a mejorar la competitividad. Para ello, se financiaban los despidos, se protegía a los desempleados y se intentaba recolocar a los trabajadores excedentes por medio de ayudas monetarias que fomentaran la instalación de nuevas empresas en las zonas más castigadas.
La economía mejoró en la 2ª mitad de los años 80, se recuperó la inversión industrial y la producción industrial registró un crecimiento del 3.5%. Aunque pudieron existir otros factores externos como la baja del petróleo, la entrada de España en la Unión Europea y, sobre todo, las inversiones extranjeras.
Una de las consecuencias más destacadas de la crisis de los 70 fue el llamado "Estado de Bienestar": provisión por parte del Estado de una serie de medidas, mantenimiento del Estado de Bienestar.
El contenido básico del "Estado de Bienestar" es el derecho pasivo derivado de las cotizaciones, por lo que los trabajadores subirían sus ingresos en caso de enfermedad, vejez, etc.
La política social representa alreddor del 50% de los gastos del sector público y entre el 20 y el 25% del conjunto de la economía (PIB).
Vejez, sanidad, etc., son fuentes de pobreza, por lo que el Estado de Bienestar cumple una función redistributiva de la riqueza.
La crisis del Estado de Bienestar en las últimas décadas responde a muchos factores, como por ejemplo:
Tema 3. El Proceso de Integración Económica. La Unión Europea
3.1 Fundamentos económicos de la integración
3.1.1 Niveles en integración económica
3.1.2 Ventajas e Inconvenientes de la Integración
- creación de comercio
- desviación de comercio
3.2 La Construcción de la Europa comunitaria
3.2.1 La integración Sectorial: la CECA
3.2.2 La génesis del Tratado de Roma y la EFTA
3.2.3 De la Unión Aduanera al Mercado Único
- desarme arancelario
- adopción de la TEC
- eliminación de barreras físicas, fiscales y técnicas
3.2.4 Políticas comunes: la Agricultura (apuntes de él)
3.1 Fundamentos económicos de la integración
3.1.1 Niveles en integración económica
Han aparecido una serie de acuerdos de integración por lo que distintos países se comprometen a reducir/eliminar las barreras comerciales con el fin de fomentar los intercambios entre sí. Esto constituye la llamada "vía regionalista" al aumento del comercio exterior frente a la "vía multilateralista" en que se basa el GATT.
La creación de la UEE en 1957 constituye el 1er paso decisivo que abrió el camino a acuerdos similares en otras partes del mundo.
Habitualmente, se suele distinguir, a nivel teórico, 5 niveles/grados de integración económica ordenados de mayor a menor intensidad.
Supone la discriminación de los aranceles interiores entre los países miembros manteniendo cada uno de ellos su propia política comercial frente a terceros. Ej: la NAFTA (Canadá, USA y, luego, México).
Implica, además de la anterior, la homogeneización de la política comercial con terceros países mediante la creación de un arancel exterior común. Con esto se resuelve un problema típico de las zonas de libre cambio como es que las importaciones se hagan a través del país con menores tarifas aduaneras, reduciendo así los ingresos arancelarios de los países miembros. La CEE se consolidó como unión aduanera en 1968 antes incluso de que se cumpliera el periodo transitorio desde la firma del tratado de Roma.
Definido como la ampliación de la libertad de movimiento de mercancías propias de los niveles anteriores a los factores productivos. Ej: CEE a partir de la ampliación de las medidas contenidas en la llamada "acta única" (87-92).
Exige que, además de lo anterior, los países miembros deciden proceder a la paulatina homogeneización de sus mecanismos de intervención en la economía. Se incluye en esta fase, además, poner en marcha un único sistema monetario que acabe haciendo indiferenciable una transición realizada dentro del espacio comercial de un país o entre países distintos.
Una vez alcanzada la plena unión económica, el único paso restante sería trascender al ámbito político.
3.1.2 Ventajas e Inconvenientes de la Integración
Convendría aclarar que los acuerdos de integración económica entre países responden no sólo principalmente a razones económicas. En muchos casos, como el de la UE, hay motivaciones políticas.
- creación de comercio
- desviación de comercio
Desde el punto de vista económico, la integración tiene como principal resultado la potenciación de las relaciones comerciales entre los países firmantes.
Concretamente, podemos distinguir 2 tipos de efectos, en términos estáticos, sobre el comercio exterior. Por un lado, la integración genera un efecto de creación de comercio cuando se sustituyan los productos nacionales por importaciones de otros países miembros, ahora más baratos tras la eliminación de los aranceles. Por otro lado, también puede haber un efecto de desviación de comercio cuando lo que se sustituye son importaciones procedentes de terceros países.
En términos dinámicos, el acuerdo de integración permitirá una mejora de la asignación de recursos entre los países miembros y, en consecuencia, un relanzamiento del crecimiento económico con efectos favorables sobre el comercio tanto entre los países que forman el acuerdo como con el resto del mundo.
Entre 1980/91, el peso en el consumo de productos industriales de la producción interior en los países miembros de la comunidad europea pasó del 67 al 56%, mientras que aumentaban las importaciones procedentes de otros socios comunitarios del 19 al 25%, en este caso, y también aumentaron las importaciones procedentes del resto del mundo del 14 al 19%.
Combinando los efectos estáticos y dinámicos, en realidad se habría producido una doble creación de comercio con países de dentro pero también se acaba haciendo comercio con países de fuera.
Las ventajas teóricas del comercio internacional se basan en que la competencia externa conduce a la especialización de cada país en aquellos bienes cuyos costes comparativos son menores. Y, a través de los intercambios, todos los países pueden acceder a un mayor volumen de bienes del que serían capaces de obtener si tuvieran que autoabastecerse de todo.
Esta conclusión sólo es válida para la economía en su conjunto porque la especialización asociada al comercio conducirá al hundimiento de algunos sectores y al crecimiento de otros.
Por eso, los procesos de apertura al exterior se enfrentan siempre con resistencias de grupos concretos. Muchas veces los gobiernos ceden a dicha presión porque aunque los beneficios sean mayores que los costes, los primeros estarán por lo general muy distribuidos entre la población, es decir, los beneficios afectan mucho a pocas personas, mientras que los costes estarán muy concentrados, es decir, afectan mucho a pocas personas. Y, además, en un área geográfica muy limitada. Esto facilitará la organización de aquellos que se ven perjudicados por el proceso de apertura y potenciará el efecto de sus medidas.
En definitiva, las ventajas económicas de la integración se asocian a los efectos favorables del comercio frente a la asociación de recursos, mientras que las desventajas tienen que ver con el impacto distributivo del proceso de integración (quién gana y quién pierde).
Por ejemplo, los individuos valoran (las cosas extraeconómicas) positivamente algún tipo de identidad nacional, los procesos de integración en la medida que socaven total o parcialmente ésta, significarán un coste para los ciudadanos. La economía no tiene nada que decir, salvo que el mantenimiento de los valores nacionales se haría a costa de sacrificar mayores niveles de venta.
A finales de los 80, un amplio estudio encargado por la UE estimaba que los beneficios de la completa integración del mercado interior en 1992 como resultado del "acta única" vendrían a representar en torno a un 6% del PIB (Producto Interior Bruto). Pero otros datos posteriores (95) una vez consumado el mercado único rebajan el impacto a una 1/4 parte de lo previsto.
Esas cifras, de todas formas, deben entenderse como un mínimo porque sólo incluyen los cambios de una vez por todas en el nivel del PIB sin considerar el impacto a más largo plazo en la tasa de crecimiento del PIB.
3.2 La Construcción de la Europa comunitaria
3.2.1 La integración Sectorial: la CECA
El antecedente más inmediato de la CEE se dio en 1951 con la creación de la Comunidad Europa del Carbón y el Acero, formada por Alemania, Francia, Holanda, Bélgica, Luxemburgo e Italia. Se trataba de un proyecto de integración sectorial. Quedaba suprimida cualquier forma de discriminación.
Desde el punto de vista estrictamente económico, el funcionamiento de la CECA cumplió sus objetivos porque aumento la producción, intensificó el comercio y contribuyó a la modernización de la industria. Pero se encontró con un problema: la inesperada evolución del consumo de carbón. Cuando se constituyó la CCA, el carbón era la fuente de energía más importante de la industria e incluso los informes que recavaron no contemplaron que eso fuera a cambiar (que el petróleo fuera a ser un problema). Los hechos fueron diferentes. Influyeron dos cosas: el descubrimiento de nuevos nacimientos de petróleo en el Golfo Pérsico y Norte de África, y la construcción de superpetroleros provocaron un abaratamiento espectacular de los precios del petróleo.
En 1950 el carbón suponía el 74% de la energía consumida por los miembros de la CECA, el petróleo 10%. En 1967, el carbón había descendido ya al 31% y el petróleo había subido hasta el 51%.
En este contexto, la política diseñada por la CECA se hizo insostenible. En lugar de fomentar la extracción de carbón, se detuvo la sobreproducción.
La importancia histórica de la CECA no es tanto económica como política. En el sentido que reforzó la cooperación europea y, por tanto, abrió el camino para que al final de los años 50 apareciera con la CEE una nueva forma de integración.
3.2.2 La génesis del Tratado de Roma y la EFTA
Fue precisamente en el marco de CECA donde se presentó un 1955 el plan Beyen para extender el proceso al conjunto de la economía. Los 6 jefes de gobierno aceptaron esta iniciativa que se nombró un nuevo comité de expertos bajo la dirección del ministro belga de Asuntos Exteriores, Spaak.
El informe Spaak preveía la creación de un mercado común y también de una organización conjunta para el desarrollo de la energía nuclear.
El mercado común debía realizarse en 3 fases sucesivas. 1ª, la formación de una unión aduanera; 2ª, la creación de algunos elementos de política económica común, empezando por la agricultura y los transportes, y 3ª, habría que establecer también la libre circulación de los trabajadores, mano de obra, servicios y capital. Y éste fue, básicamente, el contenido del tratado de Roma.
Las masas siguientes de la presentación del informe Spaak fueron de intensas negociaciones, sobre todo en cuanto al periodo transitorio y la tarifa exterior común.
Y, finalmente, el 25 de marzo de 1957 se firmó el Tratado Roma por el que se crearon 2 instituciones europeas: la Comunidad Económica Europea y la Comunidad Europea de la Energía Atómica (EURATOM).
La posición de Gran Bretaña en la UE ha sido especial. Habría sido invitada a participar y llegó a intervenir pero se retiró pronto. En su opinión, bastaba con el establecimiento de una zona libre cambio industrial y al fracasar esta propuesta en el seno de la CECA, prosiguió sus conversaciones con otros países: Noruega, Suecia, Dinamarca, Austria, Suiza y Portugal. Estos 7 países firmaron en 1959 el convenio de Estocolmo, por el que se creaba la EFTA (Asociación Europea de Libre Comercio).
A diferencia de la CEE, la EFTA no tuvo un gran éxito: el comercio, por ejemplo, de sus 7 miembros con la CEE creció más rápido que los intercambios dentro de la propia EFTA. El 2º argumento de su fracaso es que Gran Bretaña en los 60 solicitó por 2 veces su entrada e la CEE: En ambas ocasiones, el presidente de Francia impuso su veto por razones ante todo políticas en el sentido que los británicos no eran listos, muy europeístas, y su ingreso entorpecería, desde el punto de vista francés, el proceso de integración. Los demás países miembros también se mostraron partidarios de completar la Unión Aduanera antes de plantearse admitir a nuevos socios que pudieran retrasar ese objetivo.
Además de Gran Bretaña, había solicitado su entrada Irlanda, Dinamarca y Noruega. Todos los aspirantes tuvieron que esperar hasta 1973 para poder entrar, excepto Noruega que fue rechazada en referéndum.
3.2.3 De la Unión Aduanera al Mercado Único
- desarme arancelario
- adopción de la TEC
El 1er objetivo de la CEE era formar una unión aduanera (eliminar los aranceles anteriores y adoptar la TEC).
En cuanto al desarme arancelario, se acabó decidiendo que se haría escalonadamente en un periodo de 12 años, pero en el tratado de Roma se incluía una cláusula de aceleración para adelanta el proceso si la situación económica general lo permitía.
Después de esto, la coincidencia con un periodo de expansión económica sin precedentes redujo los posibles problemas económicos de la integración: redujo la presión de la competencia exterior y facilitó la absorción de los trabajadores desplazados a los sectores menos competitivos.
El 1 de junio de 1968 se llegaba al total desarme arancelario ínter comunitario.
Respecto a la política comercial con otros países, se definió la nueva tarifa exterior común para cada producto como la media aritmética de los aranceles previamente aplicados en los diferentes países miembros.
La aproximación de cada país a la nueva TEC se completó en 10 años y medio.
Por supuesto, los derechos de aduana en el nivel medio así establecidos fueron objeto de diferentes rebajas en las diferentes rondas del GATT (conversaciones multilaterales). En general, no puede decirse que la CEE haya sido un bloque comercial más proteccionista que otro, en comparación, por ejemplo, con EE.UU. y Japón, al menos en agricultura.
La unión aduanera se abrió a los nuevos socios conforma se iban integrando, cumpliendo los periodos transitorios que se fueron acordando. Para Gran Bretaña, Irlanda y Dinamarca (73), el proceso se completó en 1977; Grecia, que ingresó en 1981 tuvo un periodo transitorio de 5 años; justo entonces el 1 de enero de 1986, se produjo la 3ª ampliación, la de España y Portugal. En esta ocasión, la plena incorporación a la CEE exigió 7 años de adaptación. Se produjo pues la plena adaptación, coincidiendo con la conclusión del mercado único de la Europa de los 12.
- eliminación de barreras físicas, fiscales y técnicas
La consecución de la unión aduanera no significó que desaparecieran todas las trabas al comercio comunitario y por eso, de hecho, el objetivo fundamental de lo que se ha conocido como " Acta Única".
Su objetivo fundamental entró en vigor el 1 de junio de 1987, era la eliminación de las numerosas barreras no arancelarias que aún subsistían.
Las actuaciones se agrupaban en 3 bloques:
Por un lado, la que se refiere a las barreras físicas como aduanas, controles de inmigración, pasaportes, etc. En este tema, no se planteó una mera simplificación de procedimiento sino que se optó por la supresión completa de los controles fronterizos internos. Entonces, las funciones propias de las aduanas quedaban para las fronteras exteriores de la comunidad.
Otro conjunto son las llamadas "barreras fiscales". Aquí se trata de evitar las distorsiones que resultan de la diferencia en la normativa nacional de los impuestos indirectos. Con esta preocupación, ya se había implantado un sistema común de impuestos indirectos (IVA). Ahora se planteaba la harmonización de los tipos de impositivos del propio IVA y otros impuestos llamados "excepcionales" (tabaco, alcohol...).
Por último, las "barreras técnicas". Bajo este epígrafe se incluyen diversas cuestiones, por ejemplo, homologación de las normas sobre calidad y seguridad de los consumidores, adjudicación abierta de los contratos públicos. Así como un amplio paquete de medidas para completar el libre movimiento de trabajadores y profesionales, y medidas para completar un comercio de servicios y flujos de capitales sin trabas.
Dejando constancia de la última ampliación. Ahora son 15. Los 3 nuevos estados miembros: Austria, Finlandia y Suecia asumieron el mercado interior único desde el mismo momento de su adhesión el 1 de enero de 1995. Noruega en 1994 había vuelto a rechazar en referéndum su ingreso en la Unión Europea.
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Enviado por: | Noe |
Idioma: | castellano |
País: | España |