Derecho


Historia e instituciones comunitarias


Unión Europea (UE), organización supranacional europea dedicada a incrementar la integración económica y a reforzar la cooperación entre sus Estados miembros. La Unión Europea nació el 1 de noviembre de 1993, cuando ratificaron el Tratado de la Unión Europea o Tratado de Maastricht los doce miembros de la Comunidad Europea (CE) —Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Holanda, Portugal y España. Con la ratificación del Tratado, los países de la CE se convirtieron en miembros de la UE, y la CE se convirtió en la UE.

Con el Tratado de la Unión Europea, se otorga la ciudadanía europea a los ciudadanos de cada Estado miembro. Se intensifican los acuerdos aduaneros y sobre inmigración con el fin de permitir a los ciudadanos europeos una mayor libertad para vivir, trabajar o estudiar en cualquiera de los Estados miembros y se relajan los controles fronterizos. Se fijó como meta conseguir una moneda única europea para 1997.

Antecedentes

Antes de noviembre de 1993, la Unión Europea se llamaba Comunidad Europea. La CE surgió de lo que en principio eran tres organizaciones independientes: la Comunidad Económica del Carbón y del Acero (CECA), creada en 1951, la Comunidad Económica Europea (CEE, también calificada a menudo como Mercado Común) y la Comisión Europea para la Energía Atómica (Euratom), ambas fundadas en 1957. Las tres instituciones se unieron en1967, dando vida a la CE, cuya sede se estableció en Bruselas, Bélgica. Para más información sobre los orígenes de la UE, ver el apartado "Historia" de este artículo.

Organización

La toma de decisión en la UE se divide entre instituciones europeas supranacionales y los gobiernos de los Estados miembros. La UE rige la Comisión Europea y el Parlamento Europeo, y el Consejo de Ministros está compuesto por ministros de cada uno de los gobiernos miembros. El Tribunal de Justicia actúa como árbitro final en asuntos legales o disputas entre instituciones de la UE o entre éstas y los Estados miembros.

Comisión Europea

La Comisión Europea es el brazo ejecutivo de la UE. Elabora normas y las presenta al Consejo de Ministros. La Comisión Europea también representa a la UE en las relaciones económicas con otros países u organizaciones internacionales. La función administrativa de la Comisión afecta a los fondos y programas de la CE y al reparto de ayudas a otros países.

Consejo de Ministros

Principal cuerpo legislativo de la UE, está formado por los ministros de los gobiernos miembros y está auxiliado por el Comité de Representantes Permanentes (o embajadores) de cada Estado miembro.

Consejo Europeo

El país que asume la presidencia del Consejo de Ministros convoca reuniones de los máximos líderes de los Estados miembros, por lo menos una vez cada seis meses. Esta cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno se llama Consejo Europeo. Tales reuniones tienen un carácter regular desde 1975. El Consejo Europeo se convirtió en parte oficial de la estructura de la CE en 1987.

Parlamento Europeo

Una de las principales instituciones de la Unión Europea (UE) y único órgano cuyos miembros son elegidos directamente por los ciudadanos de los países miembros de la UE. Fue creado en 1952 como Asamblea Común para proporcionar un elemento democrático a la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA). Cuando se crearon, en 1957, la Comunidad Económica Europea (CEE) y la Comunidad Europea de la Energía Atómica (EURATOM) mediante el Tratado de Roma, se amplió la Asamblea para abarcar a la CECA, la CEE y el EURATOM, conformando lo que ahora se conoce como Unión Europea. El nombre de Parlamento Europeo fue reconocido oficialmente en 1987 con la firma del Acta Única Europea.

Normalmente, las sesiones plenarias del Parlamento tienen lugar en Estrasburgo; los comités de trabajo se reúnen en Bruselas; y la secretaría, u órganos administrativos, tienen su sede en Luxemburgo. Actualmente, se compone de más de 500 miembros; desde 1979 se eligen mediante sufragio universal cada cinco años. Los escaños se reparten entre los países miembros en función de la población de cada país. Los miembros del Parlamento Europeo, o euro-diputados, no se agrupan por países, sino por afinidades políticas y se suelen formar coaliciones que no tienen en cuenta ni las barreras nacionales ni las ideológicas.

El papel del Parlamento Europeo dentro de la Unión Europea está limitado por la subordinación de sus poderes al Consejo de Ministros y a la Comisión Europea, el ejecutivo y el legislativo del sistema de la UE. En teoría, el Parlamento tiene el poder de disolver la Comisión, pero este poder nunca ha sido puesto en práctica dado el caos que provocaría y porque el Parlamento no tendría ningún control sobre el nombramiento de los comisarios. El Parlamento y la Comisión comparten algunas responsabilidades presupuestarias, aunque no con el mismo poder, pudiendo el Parlamento, en teoría, rechazar los presupuestos, pero sólo puede tomar decisiones sobre un porcentaje minoritario del gasto total, relativo a los gastos no obligatorios. Los poderes legislativos no obligaban a los países miembros hasta la firma del Acta Única Europea y al Tratado de Maastricht de 1992. El primero autorizaba al Parlamento a revisar la legislación y a una toma de decisión conjunta en cuanto a tratados de adhesión y a acuerdos de asociación con terceros países se refiere. El segundo aumentaba esta toma de decisiones conjunta y creaba la posibilidad de que el Parlamento tuviera poder de veto sobre algunos temas, como por ejemplo, en relación al Mercado Único; también permitía que el Parlamento obligara a la Comisión a tener en cuenta algunas propuestas legislativas; también permitía que el Parlamento investigara la mala aplicación de las leyes de la UE.

Al igual que la ampliación de las potestades y funciones del Parlamento ha sido lenta y limitada, en el futuro probablemente su poder se encuentre también limitado y su actividad se desarrolle con lentitud: a pesar de ser la única institución supranacional elegida democráticamente en toda la Unión Europea, y a pesar del principio de la UE de subsidiariedad (delegación de la autoridad en las instituciones locales competentes cada vez que ello sea posible), los poderes del Parlamento Europeo suponen una amenaza para la soberanía de los países miembros y no puede aumentarse a no ser que esos mismos Estados acuerden unánimemente su ampliación.

Comités

Una vez que el Tratado de la Unión Europea incrementó el poder político del Consejo Europeo, otros órganos asumieron un papel consultivo similar al que antes tuvo el Parlamento. El Comité Económico y Social es uno de ellos. Sus 189 miembros son nombrados cada cuatro años por el Consejo de Ministros para representar a empresarios y trabajadores, y otros grupos de interés. El Comité tiene estrictamente una función asesora, pero el Consejo de Ministros y la Comisión Europea están obligados a consultarlo en muchas decisiones legislativas. Otro grupo importante es el Comité de las Regiones, creado por el Tratado de la Unión Europea para acercar la UE a los ciudadanos y permitir que se expresen las autoridades regionales y locales. El Comité consta de 189 miembros designados en función de la población de cada país. Carece de poder legislativo pero tiene que ser consultado sobre temas relacionados con cuestiones económicas y sociales.

Tribunal de Justicia

El árbitro final de todas las materias legales de la UE es el Tribunal de Justicia. Está compuesto por trece jueces designados por un periodo de seis años, con al menos un juez de cada Estado miembro. El tribunal media en las disputas entre los gobiernos de los estados miembros y las instituciones europeas, y entre las instituciones europeas entre sí, así como en las apelaciones contra fallos y decisiones de la UE. Los tribunales de los Estados miembros remiten a menudo al Tribunal de Justicia casos relativos a puntos poco claros de la legislación de la UE. El tribunal emite fallos de cumplimiento obligatorio que ayudan a los tribunales nacionales a la hora de dictar sentencia. Los fallos del Tribunal de Justicia sientan precedentes legales y se convierten en parte de la jurisprudencia de cada Estado miembro.

Historia

La II Guerra Mundial (1939-1945) devastó la economía del continente. Algunos europeos esperaban que la reconstrucción de Europa occidental llevaría a un acuerdo para crear un Estado europeo unificado. Pero la idea de una Europa unida se quebró con el comienzo de la guerra fría y la desconfianza que todavía inspiraba Alemania Occidental (hoy parte de la unificada República Federal de Alemania). Dos franceses —Jean Monnet, un funcionario público, y Robert Schuman, ministro de Asuntos Exteriores— creían que Francia y Alemania podrían dejar de lado su viejo antagonismo si existían incentivos económicos para la cooperación. En mayo de 1950 Schuman propuso la creación de una autoridad común para regular la industria del carbón y del acero en Alemania Occidental y en Francia; la oferta se extendía también a otros países de Europa occidental. La idea fue bien recibida por el Gobierno de Alemania Occidental y por los de Bélgica, Italia, Luxemburgo y Holanda. Junto con Francia, estos cinco países firmaron en 1951, el Tratado de París y se creó la Comunidad Económica del Carbón y del Acero (CECA) en agosto de 1952. El Gobierno británico rechazó el carácter supranacional de la CECA y optó por no unirse a esta organización.

En junio de 1955 los ministros de Asuntos Exteriores de las seis naciones de la CECA decidieron estudiar las posibilidades para una mayor integración económica. Este nuevo esfuerzo desembocó en los dos Tratados de Roma de marzo de 1957, por los que se crearon la Comunidad Económica Europea (CEE) y la Comisión Europea de Energía Atómica (Euratom). Esta última resultó tener poca importancia ya que cada gobierno nacional mantuvo el control sobre su programa de energía nuclear.

Comunidad Económica Europea

En términos económicos, el Tratado de la CEE estableció un plazo de doce años, para la eliminación de las barreras comerciales entre los miembros, la implantación de un arancel común para las importaciones del resto del mundo y la creación de una política agrícola conjunta. Políticamente, el tratado otorgó a los gobiernos nacionales un papel mayor que el del Tratado de la CECA, aunque también determinó que la CEE fuera más supranacional conforme progresaba la integración económica.

Como respuesta a la CE, Gran Bretaña y otros seis países no comunitarios formaron la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) en 1960. En 1961, tras el evidente éxito económico de la CEE, Gran Bretaña inició negociaciones para su ingreso. Pero en enero de 1963, el presidente francés Charles de Gaulle vetó la candidatura británica, especialmente por sus estrechos lazos con Estados Unidos. De Gaulle volvió a vetar la entrada británica en 1967.

Creación de la CE

Las características económicas básicas del Tratado de la CEE se fueron cumpliendo gradualmente y las tres comunidades (la CEE, la CECA y el Euratom) se unieron en julio de 1967 en la Comunidad Europea. Sin embargo, no se hizo ningún progreso sobre ampliación o cualquier otra propuesta hasta que De Gaulle hubo dimitido como presidente de Francia en mayo de 1969. El siguiente presidente francés, George Pompidou estaba más abierto a nuevas iniciativas dentro de la CE.

En diciembre de 1969 y a su propuesta, se celebró una reunión de los líderes de los Estados miembros en La Haya, Holanda. Esta cumbre preparó el terreno para la creación de una forma de financiación permanente de la CE, el desarrollo de un marco de cooperación en política exterior y la apertura de negociaciones para el ingreso de Gran Bretaña, Irlanda, Dinamarca y Noruega.

Ampliación de la CE

En enero 1972, casi después de dos años de negociaciones, se firmaron los tratados para la adhesión de los cuatro países aspirantes el 1 de enero 1973. Gran Bretaña, Irlanda y Dinamarca se adhirieron como estaba previsto; sin embargo, en un referéndum los noruegos votaron en contra del ingreso.

En Gran Bretaña continuó la oposición a la pertenencia a la CE. Después de que el Partido Laborista volviera a detentar el poder en 1974, llevó a cabo su promesa electoral de renegociar las condiciones de la pertenencia británica (especialmente las financieras); la renegociación acabó en cambios marginales, pero creó un periodo de incertidumbre en el interior de la CE. Un gobierno laborista dividido confirmó la pertenencia a la CE y convocó un referéndum nacional sobre el tema en junio de 1975. A pesar de la fuerte oposición de algunos grupos, el pueblo británico votó a favor de la permanencia.

En 1979 y 1980, el Gobierno británico, que afirmaba que el valor de su contribución superaba con mucho el valor de los beneficios recibidos, intentó una vez más cambiar los términos de su pertenencia. El conflicto se resolvió en la primavera de 1980, cuando varios países miembros aceptaron pagar una mayor contribución a los costes de la CE. En 1984 se acordó que Gran Bretaña recibiría una disminución parcial de su contribución anual neta a la CE, comenzando con una rebaja de 800 millones de dólares para ese año.

Grecia ingresó en la CE en 1981 y, tras ocho años de negociaciones, en 1986, se adhirieron España y Portugal. Otros acontecimientos importantes en los años setenta y ochenta fueron la ampliación de la ayuda de la CE a países menos desarrollados (especialmente a antiguas colonias de los países miembros); la institución del Sistema Monetario Europeo para dar una cierta estabilidad a las relaciones entre las monedas de los Estados miembros, y los avances para eliminar las barreras comerciales interiores y el establecimiento de un mercado único.

Sistema Monetario Europeo

En marzo de 1989 se estableció el Sistema Monetario Europeo (SME) como primer paso hacia la consecución de una unión económica y monetaria. Los planes iniciales para alcanzar la total UEM en 1980 habían sido demasiado optimistas; las monedas de los Estados miembros fluctuaban unas contra otras, y la devaluación de algunas limitaba el crecimiento económico y favorecía una subida de la inflación. El SME pretendía estabilizar los tipos de cambio y frenar la inflación, al limitar el margen de fluctuación de cada moneda miembro en una pequeña desviación desde un tipo de cambio central. Se introdujo una unidad de cuenta europea común (EURO) mediante la cual se podía establecer el tipo de cambio central. El EURO se compone de todas las monedas de la CE con un peso acorde con la importancia económica de cada país. Cuando una moneda alcanza el límite del margen de fluctuación, que está situado en un 2,25 %, los Bancos emisores de los respectivos países deben intervenir vendiendo la moneda más fuerte y comprando la más débil. EL SME también exige a los gobiernos que adopten políticas económicas apropiadas para prevenir la continua desviación del tipo de cambio central. El SME ayudó a mantener tasas de inflación más bajas en la CE y aligeró el impacto económico de las fluctuaciones monetarias durante los años ochenta.

Euro, nombre de la futura moneda única europea, una vez que se haya finalizado el proceso de integración económica dentro de la Unión Europea (UE). Esta moneda sustituirá al ecu, unidad de cuenta europea utilizada en todas las transacciones económicas realizadas dentro y por la UE. El euro empezará a utilizarse el 1 de enero de 1999 por aquellos países que en 1997 cumplan las condiciones de convergencia económica establecidas en el Tratado de Maastricht. A partir del momento en que empiece a circular el euro, las emisiones de deuda negociable se lanzarán en euros. Ese será asimismo el momento en que empiece a funcionar el Banco Central Europeo, encargado de la política económica y monetaria común. La introducción del euro en enero de 1999 implicará la fijación irrevocable de los tipos de cambio entre las monedas de los países participantes. Los nuevos billetes de euros comenzarán a circular el uno de enero del año 2002, coexistiendo con los nacionales como máximo, durante un plazo de seis meses.

Hacia el mercado único

El avance más significativo en la CE durante los años ochenta fue la marcha hacia la puesta en práctica de un mercado único europeo. La campaña hacia el mercado único fue promovida por Jacques Delors, ex ministro de Finanzas francés, que se convirtió en presidente de la Comisión Europea en 1985. En la cumbre de Milán la Comisión propuso un plazo de siete años para eliminar prácticamente todas las barreras comerciales que aún existían entre los Estados miembros. El Consejo Europeo aprobó el plan, y el propósito de alcanzar un mercado único europeo el 31 de diciembre de 1993 aceleró las reformas en la CE e incrementó la cooperación y la integración entre los Estados miembros. Finalmente, todo ello llevó a la formación de la Unión Europea.

Un obstáculo para la total integración económica era la Política Agraria Común (PAC). Durante los años ochenta la PAC recibía las dos terceras partes del desembolso anual de la CE (los ingresos se obtenían de impuestos sobre las importaciones por encima del 2% de la tasa sobre el valor añadido recaudado por los Estados miembros). La PAC alentaba la producción de grandes excedentes de algunos productos que la CE tenía el compromiso de comprar, lo que era un modo de conceder subsidios para unos países a expensas de otros. En una cumbre de emergencia celebrada en 1988, los líderes de la CE establecieron unos mecanismos para limitar esos pagos; en el presupuesto de 1989 y por primera vez desde los años sesenta las ayudas a la agricultura representaron menos del 60 % del gasto total de la CE.

Acta Única Europea

El calendario fijado para alcanzar el mercado único puso al descubierto la necesidad de un poder mayor de la CE para resolver las cuestiones anejas a la eliminación de las barreras comerciales antes de la fecha tope. El Consejo de Ministros tenía que alcanzar acuerdos unánimes sobre cada decisión, con lo que, de hecho, se daba a los Estados miembros poder de veto y se demoraba el proceso político. El Acta Única Europea, introducida en diciembre de 1985 y aprobada por los doce miembros en julio de 1987, introdujo los mayores cambios en la estructura de la CE desde los Tratados de Roma de 1957. Entre las modificaciones figuró la introducción del sistema de mayoría cualificada que ayudó a acelerar el proceso de creación del mercado único.

El Acta Única Europea introdujo también otros cambios importantes, el Consejo Europeo, que había aportado el impulso principal para la consecución del mercado único, consiguió personalidad jurídica; el Parlamento Europeo logró tener mayor voz e influencia, y los Estados miembros acordaron unificar normas fiscales, sanitarias y del medio ambiente. Además, se estableció el Tribunal de Primera Instancia para atender las apelaciones a las decisiones de la CE que presentaran personas, organizaciones o empresas; y cada Estado miembro decidió alinear su política económica y monetaria con la de sus vecinos, utilizando el SME como modelo.

Cambios en Europa y en la CE

Los partidarios de una unión económica y monetaria argumentaban que no habría mercado único mientras que las restricciones sobre las transferencias de dinero y las primas de cambio limitaran el flujo libre de capitales. Se sugirió un plan en tres etapas para alcanzar la unión económica y monetaria (UEM). Al mismo tiempo la Comisión Europea propuso una carta social sobre derechos humanos. Gran Bretaña se opuso a ambas propuestas, manifestando su preocupación de que su soberanía se vería amenazada si se incrementaba el poder de la CE. Sin embargo, se sumó al proyecto de la UEM cuando los cambios operados por toda Europa provocaron la necesidad de una respuesta rápida unida de la CE.

Cuando el comunismo se desplomó en Europa del Este, muchos de los países de su órbita buscaron en la CE ayuda política y económica. La CE aceptó concertar acuerdos de ayuda militar y de asociación con muchos de esos países pero descartó adhesiones inmediatas. Una cumbre de emergencia, en abril de 1990, hizo una excepción con la Alemania oriental permitiendo que este país fuera automáticamente incorporado a la CE tras la reunificación alemana. En la misma cumbre, la República Federal alemana y Francia propusieron una conferencia intergubernamental para conseguir alcanzar una mayor unidad europea después de los grandes cambios políticos sobrevenidos. La primera ministra británica Margaret Thatcher se opuso a una mayor unidad, pero en 1990 John Major se convirtió en primer ministro y adoptó una actitud más conciliadora hacia la idea de la unidad europea. La Conferencia Intergubernamental, junto con una conferencia similar que preparaba la Unión Económica y Monetaria, comenzó a trabajar en una serie de acuerdos que desembocaron en el Tratado de la Unión Europea.

Tratado de la Unión Europea

Representantes de cada país de la CE negociaron el Tratado de la Unión Europea en 1991, y en diciembre el Consejo Europeo se reunió en Maastricht, Holanda, para examinar un borrador. Tras intensas negociaciones entre los miembros, el tratado final fue firmado por el Consejo Europeo el 7 de febrero 1992. Una disposición del tratado establecía que los electores de cada Estado miembro tenían que aprobar la Unión Europea por referéndum; el tratado fue ratificado en octubre de 1993. La Unión Europea se estableció el 1 de noviembre, cuando el tratado entró en vigor.

Perspectiva

La UE representa el deseo de paz y cooperación entre Estados europeos soberanos. A través de una cooperación y un crecimiento mayores la UE puede convertirse en un gran rival económico para Norteamérica y Asia. Sin embargo, el objetivo a largo plazo de un único Estado federal europeo, como imaginaron los primeros postuladores de la cooperación económica europea, ha sido ya en gran parte rechazado.

Se espera que el número de países miembros de la UE crezca antes del final de la década. Turquía solicitó su ingreso en 1987, Chipre y Malta en 1990, y Suiza en 1992. Se supone que algunos países de la Europa del Este solicitarán también su admisión. Suiza retiró más tarde su solicitud de ingreso para no violar su histórica neutralidad.

Otros potenciales aspirantes son los países de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA). En 1991 la CE y la EFTA alcanzaron un acuerdo para crear el Espacio Económico Europeo (EEE) por el que se establecía un mercado único para bienes, servicios y capitales. El Espacio Económico Europeo, que entró en vigor el 1 de enero de 1994, eliminó las barreras entre la UE y la EFTA, que son el mayor socio comercial el uno del otro.




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País: España

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