Literatura


Historia de una escalera; Antonio Buero Vallejo


HISTORIA DE UNA ESCALERA

- Visión de la Posguerra

El tiempo de esta obra coincide con el tiempo que vivió su autor tras salir de la cárcel el año 1946, en plena posguerra.

Todos los vecinos del tramo de la escalera, donde se sitúa la acción, tienen una historia y un sueño que se ve frustrado por la mala época que les ha tocado vivir.

Es una época en la cual España esta destruida por la guerra civil, en la cual los ciudadanos, intranquilos por la situación económica desastrosa del país, se las tienen que ingeniar y ahorrar todo lo que puedan para lograr abastecer todas sus necesidades.

El estancamiento de la economía se debe principalmente al intervensionismo del estado falangista y las destrucciones realizadas por ambos bandos durante la guerra, que a parte del estancamiento también producen un retroceso.

El ambiente social que se refleja en la obra es el que vivían los ciudadanos a principios y mediados del siglo XX: viven como pueden, trabajando en una España destruida por la guerra, en empleos ocasionales y mal pagados. Un ejemplo es la situación que se viva en casa de Doña Asunción, que no tiene ni para pagar la luz.

En el tercer acto, con la aparición del joven y el hombre bienvestidos, se ve el progreso de la sociedad.

Esta obra, aún y ser publicada durante el franquismo, no fue censurada a causa de su “posibilismo”, con esto queremos decir que el autor superó las limitaciones de la censura escribiendo una obra con una crítica social escondida bajo la realidad del siglo XX, mezclando así el realismo con el simbolismo.

- Simbolismo y realismo en la obra

El compromiso que adquirió el autor al escribir esta obra, fue la búsqueda de la verdad y realismo de la época, que habla por encima de todo evitando la censura de la antigua España, la España de los desencantados, de los desilusionados y los derrotados.

Se dice que el autor siempre influencia las obras con una pizca de historia personal, y eso lo vemos en el relato, donde el autor deja entrever la ideología republicana, que no puede expresar libremente, pero que deja constancia disfrazándola en la personalidad de Urbano y Fernando.

El autor hace uso del simbolismo mezclado magistralmente con un puro realismo, que pretende comprometer al lector y plantearse la sociedad en la que vive.

El principal símbolo usado por Buero es la escalera.

La escalera representa el deterioro y el paso del tiempo que recoge la escalera de las diferentes vidas que la transitan. Por mucho tiempo que pase, las cosas seguirán yendo mal, desde sus propios padres y hasta los hijos. También puede representar al ser humano que quiere subir y proliferar y mejorar, pero que en historia de una escalera se pierden por la infelicidad, el egoísmo y el destino. Símbolo de la decadencia social.

La cacharra de leche hace referencia al cuento de la lechera. La lechera era una mujer llena de ilusiones y de esperanzas, todas ellas depositadas en una jarra de leche que había de traerle la felicidad. Su sueño se ve irrumpido cuando tropieza, la leche cae y sus sueños se ven frustrados.

En esta historia, Fernando promete a Carmina una mejora y una nueva vida lejos de la sordidez en la que viven, pero justo en ese momento cae la lechera. Este incidente es un indicador de que sus promesas no serán cumplidas y sus esperanzas se verán truncadas.

La declaración de amor que hace Fernando hijo a Carmina hija es exactamente igual a la que sus padres se hicieron veinte años atrás, y que resultó ser un desastre. La historia se repite y el fracaso queda implícito.

El nombre de los hijos Fernando y Carmina, como sus padres, podría ser un precedente para pensar que esta relación, al igual que la de sus antecesores, no funcionará bien.

- La historia como tragedia

El dramaturgo Antonio Buero Vallejo decía así: “Para mí, lo esencial de la tragedia es que toca los últimos enigmas del hombre... Por otra parte lo que pueda dar carácter trágico a un relato es la lucha entre la libertad y la necesidad”.

Esta lucha entre necesidad y libertad está presente a lo largo de todo el relato.

La libertad representa el deseo de ascender, mejorar y llegar a algo en la vida superando lo presente. Es el caso de personajes como Urbano y Fernando en los que se ve más claramente, aunque el fracaso se puede extrapolar hacia todos los personajes.

La necesidad es la realidad que se vive; la situación económica, política y social del momento influyen mucho en las necesidades de las personas, que impiden el avance y el desarrollo de éstas.

“El mío es un teatro de carácter trágico. (...) La implícita convicción, por ejemplo, de que los hombres no son necesariamente víctimas pasivas de la fatalidad, sino colectivos e individuales artífices de sus venturas y desgracias. Convicción que no se opone a la tragedia, sino que la confirma” o “Es una tragedia, porque la vida entera y verdadera es siempre, a mi juicio, trágica”.

Los personajes de la obra estaban destinados a fracasar y la historia de estos personajes cotidianos, que va evolucionando hasta sacar el egoísmo y maldad de cada uno, se convierte en una tragedia por no saber perdonar, afrontar lo que la vida te depara.

Es el ejemplo de los cuatro personajes principales, que se enfrentan para amargar la vida de sus hijos, frustrar sus sueños e impedirles vivir como ellos no ha podido.

Fernando se convierte en un hombre débil que no sabe imponer su criterio y que no sabe luchar por sus sueños, se conforma fácilmente y como consecuencia se convertirá en un hombre amargado.

La dinámica que Buero crea entorno a sus personajes da lugar a lo que se ha llamado “teatro de esperanza” en el qual el fin, aunque trágico, deja un elemento de esperanza para el futuro.

- Determinismo y destino de los personajes

Los personajes se ven encerrados en un círculo de miseria en el cual están predestinados a vivir sin posibilidad de avanzar. Solamente de soñar con aquello que anhelan y que nunca podrán llegar a conseguir.

Buero quería reflejar en la obra las esperanzas de un grupo de vecinos de la España del siglo XX, que al igual que Sartre busca una existencia: que el hombre debe dirigir su destino y hacer lo posible por alcanzar sus sueños.

Los personajes se mueven en una lucha continua por alcanzar un status social que ven que no se cumple por mucho que lo deseen. El hecho de tener esos deseos y no poder conseguirlos causa una frustración que les hace sentirse personas desgraciadas, sin ilusiones porque las consideran inalcanzables.

Sus personajes están determinados por un destino del que nadie es culpable. Solo es culpable la vida misma que es así y no de otra manera. Los habitantes de esta humilde casa de vecindad que se encuentran a diario en la escalera saben que su tragedia procede de otra anterior e idéntica: la de sus padres. Y que se prolongará inevitablemente en la de sus hijos.

- Estudio de la clase media

En “Historia de una escalera” se cuenta el devenir de unos personajes que, en el reducido tramo de una escalera manifiestan sus ilusiones y sus fracasos, sus esperanzas, sus tragedias, y sobre todo su frustración hacia la vida. Cada peldaño de esa escalera es un arañazo en el interior de los sentimientos del ser humano. No es una obra cómica, ni una comedia burguesa de ambientes lujosos. Es más bien un reflejo de la vida pobre de familias trabajadoras y humildes, atrapadas en un mundo sin salida y sin futuro.

Así pues, en este libro se nos cuenta la vida de unas personas que no logran salir de su pobreza durante toda su vida, y sobretodo en la posguerra, y donde el destino de los personajes da vueltas angustiosamente en un círculo que no tiene salida, en un ambiente de rencor, enemistad, enfrentamiento, envidias y falsedad entre tres generaciones de vecinos de clase media de una escalera. Y es en esta misma escalera, encontramos el símbolo del proletariado de la época (Urbano y Fernando representan dos formas de pensar de la época).

El autor nos quiere transmitir la cruda realidad, que es la frustración, en las clases sociales más bajas. No hay posibilidad de ascenso, de nada valen las ilusiones y los sueños, porque la condición de clase media y el tiempo en que ocurre la acción hacen de ello justamente eso, un simple sueño, una utopía más.

Para finalizar, también podemos afirmar que, respondiendo a esa mima condición de clase media a la que están sometidos los personajes de la obra, el lenguaje usado es común y no hace uso de cultismos, pues es el que usaban aquellas personas en aquellas condiciones en las que coloca a los personajes el autor en su obra.

- La soledad en compañia

Los personajes de la obra, aún y ser vecinos y familia y compartir su vida, viven solitarios, pues cada uno mantiene sus preocupaciones y no presta atención a las de los demás. Solo les interesa su propia felicidad.

Por ejemplo, Rosita se siente desgraciada y sola y aunque vive con su marido Pepe, éste no le hace ni caso y solo vuelve a casa a comer.

También en el matrimonio de Fernando y Elvira, no se llevan bien ni se entienden, cada uno pasa el tiempo reprochándole cosas al otro.

Otro caso sería el de Trini, que ha dedicado su vida entera a cuidar y a preocuparse por los de su casa, no ha tenido tiempo de vivir, siempre ha estado ella sola.




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Enviado por:BiNsU
Idioma: castellano
País: España

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