Historia de un segundo de Jordi Sierra i Fabra

Por Anabel Sáiz Ripoll.

Historia de un segundo es un relato tierno y hermoso, que nos habla de un amor adolescente que tiene como protagonistas a Eliseo, de 16 años, y a Elena, de 15. Este amor está condenado a no fraguar puesto que ambos pertenecen a clases sociales muy diferentes. Mientras que Eliseo, huérfano de padre y madre, prácticamente es el esclavo del doctor Quijano, quien trata al muchacho sin consideración alguna; Elena es la hija de una dama y un caballero encumbrados, que han ido a tomar las aguas termales al pueblo en donde vive Eliseo. ¿Cómo se conocen? De una manera romántica, Eliseo ve a la muchacha un domingo, cuando iba a misa, y cruzan una mirada, que dura un segundo, pero en esa mirada se concentra todo un mundo, todo un universo, hecho de amor, de ternura, de deseo. A partir de entonces Eliseo emprenderá un camino ya sin retorno, puesto que este amor va a ser correspondido. Elena, de una manera también muy romántica, cada domingo le deja un mensaje, en clave secreta, puesto que arranca una página de un libro que está leyendo, que tiene mucho que ver con el relato que narra Sierra i Fabra, y subraya algunas sílabas que, juntas, forman un mensaje. Eliseo no sabe leer y acude al maestro Florencio para que le ayude y descifre esas páginas que son preámbulos de amor. La historia sigue, de esta manera, y ha de ser el lector quien descubra cómo se precipitan los hechos y cómo Eliseo adopta una decisión que le cambiará la vida.

El relato que lee Elena, y que forma parte de la trama, merece nuestra atención y la del autor e ilustrador, puesto que se reproducen las páginas que Elena le va dejando en forma de mensaje tal cual, suponemos, estaban en el libro, además de la ilustración correspondiente. Carlos Velázquez es el ilustrador del relato y sus imágenes recrean el ambiente y la ensoñación que viven Elena y Eliseo.

Historia de un segundo, el reciente Premio Barco de Vapor, de Jordi Sierra i Fabra es casi un cuento, que podríamos calificar de modernista, puesto que la ambientación, el escenario, los sentimientos que despiertan son los mismos que, por ejemplo, podemos encontrar en los poemas y relatos de Rubén Darío; aunque Sierra i Fabra va más lejos, no se queda en la superficie almibarada, en la descripción de un amor que pudo haber sido y no fue, sino que imprime carácter a sus personajes y hace que evolucionen y maduren.

La novela se ambienta, pensamos, en el S. XIX, puesto que por las costumbres, el vestuario, la sociedad que se describe es ésa la época que refleja, aunque podría estar pasando hoy mismo, quizá de otra manera, pero con un mismo significado: en un segundo, en un instante, muy a menudo, se concentra lo más importante, nuestra vida, nuestro porvenir, nuestro futuro.

Jordi Sierra i Fabra, fiel a su estilo, escribe de esa manera especial, con párrafos breves, sugerentes, yendo al fondo de la cuestión, con instinto y con pasión. Nos habla directamente al corazón y trata de despertar en el lector el mundo de los sueños, a veces dormido, a veces desaparecido.

El autor catalán, con una obra importante y amplia, de 400 libros publicados, sigue defendiendo los valores que a él le importan, aquellos en los que cree y por los que vive cada día; no obstante, lo hace sin didactismos ni fórmulas trasnochadas, deja en libertad a sus personajes para que sean ellos quienes hablen al lector. Así, cuando el maestro habla a Eliseo y le muestra el poder de las palabras, es esto lo que dice, y es el propio Sierra i Fabra, quien lo hace: “Cada letra en sí misma es maravillosa. Y se puede hacer de todo con ellas: jugar, crear, inventar, soñar mundos imposibles y hacerlos reales…”. Precisamente, Historia de un segundo es un sueño de un mundo -aparentemente imposible- hecho realidad.