Geografía


Historia de la Unión Europea


Historia de la Unión Europea

Al principio, se llamó Comunidad Económica Europea (CEE). Instituida por el 'Historia de la Unión Europea'
Tratado de Roma el 25 de marzo de 1957. Con este tratado también se crea la Comunidad Económica de la Energía Atómica (EURATOM). Este tratado tiene vigor por tiempo indefinido. Los firmantes del histórico acuerdo fueron Christian Pineau por Francia, Joseph Luns por los Países Bajos, Paul Henri Spaak por Bélgica, Joseph Bech por Luxemburgo, Antonio Segni por Italia y Konrad Adenauer por la República Federal de Alemania. Todos estos firmantes fueron llamados “padre de Europa”.

Los principales objetivos del tratado eran:

  • Promover un desarrollo armonioso de las actividades económicas en la Comunidad. Esto se conseguiría mediante la libre circulación de mercancías entre los países miembros, eliminando las barreras aduaneras (cuyo proceso terminó el 1 de julio de 1968) y estableciendo un Arancel Aduanero Común, apoyado en una tarifa frente a terceros países. También se estableció una política agrícola común (PAC), con una política fuertemente proteccionista y subvencionada por el Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agrícola (FEOGA). También se estableció la prohibición de monopolios y algunas políticas comunes en transporte.

  • Una expansión continua y equilibrada que se conseguirá gracias a la libre circulación de personas, servicios y capitales.

  • Una estabilidad creciente.

  • Un aumento del nivel de vida.

  • Una relación estrecha entre los países que la integran.

  • Conseguir una alta competitividad frente a las potencias mundiales.

Para organizar, facilitar y asegurar el cumplimiento de estos objetivos, la Comunidad Económica Europea creó una serie de instituciones, que son:

  • Asamblea

  • Consejo

  • Comisión

  • Tribunal de Justicia

  • Comité Económico y Social

  • Consejo de Ministro de Asuntos Exteriores

  • Banco Europeo de Inversiones

  • Fondo Social Europeo

Estos dos últimos pertenecen a los órganos del mercado común.

'Historia de la Unión Europea'
El deseo de Reino Unido de establecer una zona de libre comercio frente a la unión aduanera de la CE le llevó, en 1960, a crear la EFTA: Reino Unido, Dinamarca e Irlanda. Pero se dieron cuenta que no podían competir contra el fuerte mercado que la CEE estaba creando. Y siendo así decidieron unirse a la Comunidad en 1973. Nace así la “Europa de los Nueve”.

Hasta entonces la CEE había experimentado un espectacular crecimiento económico. Pero en 1973 este período puso fin con la “crisis del petróleo”.

Este hecho no supuso ningún impedimento para que se creara en 1979 el Sistema Monetario Europeo y para que la CEE creciera y se convirtiera en 1986 en la “Europa de los Doce”: Grecia(1981), España y Portugal se sumaron a la CEE.

Hasta ahora todos los países comunitarios eran conscientes de que cada uno de ellos, por separado, no habría podido aprovechar las posibilidades de producción y comercialización que representa la apertura de un mercado interno, ni su potencial de conjunto en el exterior.

Más tarde en 1897 se creó el acta única cuyos objetivos están resumidos en esta frase dicha por Jacques Delors (presidente de la comisión):

"El Acta Única es la obligación de realizar simultáneamente el gran mercado sin fronteras, más la cohesión económica y social, una política europea de investigación y tecnología, el reforzamiento del Sistema Monetario Europeo, el comienzo de un espacio social europeo y de acciones significativas en materia de medio ambiente".

El Acta Única Europea supuso un importante impulso en el proceso de integración y daba vida al objetivo fundamental de la CEE: la creación de un mercado único europeo para 1993.

Durante este período algunos hechos importantes cambiaron la historia europea: el derrumbamiento de los sistemas comunistas en los países de Europa central y oriental, cuyo símbolo fue la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989; la crisis de la Unión Soviética, que culminaría con la caída del régimen comunista y con el surgimiento de democracias que se precipitaban a iniciar negociaciones para la adhesión a la Comunidad; y el “crash” de 1987. estos factores impulsaron a los lideres políticos europeos a dar un paso decisivo: la marcha hacia la Unión Europea.

El 9-10 de diciembre de 1991 en Maastricht el Consejo Europeo, aprobaba el Tratado de la Unión Europea, popularmente conocido como "Tratado de Maastricht". El Tratado fue firmado y entró en vigor el 7 de febrero de 1992.

Con este tratado se sobrepasaba el objetivo económico inicial de la Comunidad (construir un mercado común) y se le daba una vocación de unidad política. Se creó también un Banco Central Europeo y se inició la política de ayuda a los países comunitarios del ser ( Fondos de Cohesión)

El Tratado de Maastricht consagra oficialmente el nombre de "Unión Europea" que en adelante sustituirá al de Comunidad Europea.

El Tratado va a tener una estructura basada en "tres pilares”:

  • Política económica y Comunitaria

  • Política Exterior y Seguridad Común (PESC)

  • Justicia y Asuntos de Interior (JAI)

En el primer pilar podemos señalar un gran paso adelante: la Unión Económica y Monetaria (UEM). Esta nueva unión creó en 1999 una moneda única, el Euro.

Pese a las dificultades por las que pasaba la Unión y la vertiginosa transformación del mundo en aquellos años, las candidaturas al ingreso en la Comunidad continuaron presentándose en Bruselas: Austria en 1989, Malta y Chipre en 1991 y Finlandia en 1992. El 1 de enero de 1995 se producía la cuarta ampliación de la Comunidad con la entrada de Austria, Finlandia y Suecia. Nacía la "Europa de los Quince".

Esta “Europa de los Quince” tiene planteados tres objetivos claros:

  • Realizar ampliaciones que integren a los antiguos países socialistas de la Europa central y oriental.

  • Sacarle partido a la creación del euro como moneda única.

  • Regular la masiva inmigración de personas procedentes del Tercer Mundo.

Estados miembros de la UE y fecha de su adhesión

  • 1952: Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos

  • 1973: Dinamarca, Irlanda, Reino Unido

  • 1981: Grecia

  • 1986: España, Portugal

  • 1995: Austria, Finlandia, Suecia

  • 2004: Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia y República Checa

    • Países candidatos: Bulgaria, Croacia, Rumania y Turquía

    • España dentro de la Unión Europea

      Para muchos españoles, nuestra incorporación a las Comunidades Europeas representaba la plena superación de la dictadura que nos había excluido de la unión de las democracias de Europa. Ello explica, sin duda, el alto grado de apoyo de los españoles a la incorporación de España la antigua Comunidad Económica Europea.

      A diferencia de los países del Centro y Este de Europa, España contaba con una economía de mercado relativamente abierta y relacionada con los países comunitarios. Pese a ello, fue preciso desmantelar un régimen arancelario fuertemente proteccionista y reformar profundamente algunos sectores estratégicos que gozaban de grandes ayudas estatales. Algunas de esas decisiones fueron traumáticas, pero ello supuso un claro estímulo a la competitividad. Al mismo tiempo, sectores como la agricultura vieron pronto llegar los beneficios de la adhesión. Por otra parte, el período transitorio que se impuso a España para la libre circulación de personas demostró responder a un temor infundado: supuso en muy poco tiempo, que la inmigración de la Unión Europea hacia España superaba a la emigración española hacia Europa.

      Pocos cuestionan la coherencia y el acierto de las prioridades que se establecieron tras nuestra incorporación a las Comunidades Europeas. El acceso a los Fondos Estructurales y otros programas de desarrollo permitió poner en marcha importantes actuaciones, especialmente en el ámbito de las infraestructuras de comunicaciones, regulación hidrológica, etc., que han transformado profundamente la realidad de España. Al mismo tiempo, la implantación de la gratuidad en la enseñanza básica, la extensión del sistema sanitario público y la universalización del sistema de pensiones fueron el eje de la aproximación de España al modelo social europeo. Así, la vinculación a Europa, representaba no sólo una referencia de las libertades y la democracia, sino también los beneficios del Estado del Bienestar y una plataforma para el progreso y el desarrollo económicos.

      En política exterior, España abordó sin complejos su incorporación a la Unión, dejando atrás una larga historia de aislamiento y asumiendo la construcción europea como un elemento esencial del proyecto de la nueva España. Sin duda, fue clave entender que los intereses españoles, lejos de debilitarse, se potenciaban y multiplicaban al proyectarlos al ámbito multilateral. Así se hizo con América Latina y, muy especialmente, con el Mediterráneo. Con todas las dificultades que origina la permanencia del conflicto de Oriente Medio, el Proceso de Barcelona sigue siendo hoy el modelo de una visión amplia de la seguridad compartida.

      Es importante recordar que España sólo ha recurrido una vez al veto en el Consejo. La fuerza de España no ha sido sus votos, sino su capacidad de influir y promover consensos en torno a objetivos coherentes con los intereses españoles y con su proyecto europeo, asociando, por ejemplo, el apoyo a la ampliación de la Unión con la profundización de la cohesión europea.

      Edward Heath, primer ministro británico firma el Tratado de Adhesión a la CEE (1973)

      Firma del Tratado de Roma 1957




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Enviado por:Patry
Idioma: castellano
País: España

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