Filosofía y Ciencia


Historia animalium; Aristóteles


Historia animalium de Aristóteles

a la luz de la biología

del siglo XXI.

'Historia animalium; Aristóteles'

ÍNDICE

Contenido

Pág.

Introducción

3

Libro I

5

Libro II

11

Libro III y IV

13

Libro V

14

Libro VI

15

Libro VII y X

16

Libro VIII

17

Libro IX

19

Conclusiones

20

Referencias

22

Obras de consulta

23

INTRODUCCIÓN

Los escritos de biología y zoología representan algo más de una quinta parte en la obra conservada de Aristóteles. Pero no es sólo la extensión de estos estudios y tratados lo que conviene subrayar en primer lugar, sino esa significativa atención al estudio de la vida en sus múltiples formas, reflejada en sus minuciosos datos y sus cuidadosos análisis, que se nos presenta como un trazo característico de la singular filosofía aristotélica.

García Gual, C. 1992.

Se pretende analizar los contenidos biológicos (especialmente los zoológicos), recogidos en la obra de Aristóteles Historia animalium. Además de ser uno de los filósofos más importantes de la historia, asentó las bases para el desarrollo de muchas ciencias, entre ellas diversas ramas de la biología. Por eso, en este escrito se quiere resaltar ese lado científico e investigador del autor, dando por supuesto que ese campo dentro de la actividad intelectual de Aristóteles no es más que un mero complemento a sus teorías filosóficas.

Quizá para algunos sean más numerosos los errores del autor que los aciertos en cuanto a sus ideas científicas, pero el abismo de tiempo que separa la vida de Aristóteles del avance científico y tecnológico, así como el contexto social y cultural de la Grecia antigua, justifican sobradamente los errores que pudiera cometer. Pero para otros autores, “sus estudios sobre animales establecieron los cimientos de las ciencias biológicas y no fueron superados hasta más de dos mil años después de su muerte” (Barnes, J. (1987) 23). Y eso es lo que se pretende corroborar en este escrito.

Se completan los comentarios con párrafos extraídos de otras obras de Aristóteles, como, Parva Naturalia, Physique y De anima, elegidas no sólo por su contenido más próximo a las ciencias biológicas sino por su disponibilidad material, ya que el estudio multidisciplinar del autor, plasmado en sus obras, hacen muy difícil la división de contenidos en áreas temáticas concretas.

Como mi área de trabajo es la biología animal y ambiental, centraré el análisis en los conceptos zoológicos principalmente, para lo que Historia Animalium es la obra perfecta, desconocida hasta ahora para la alumna, que ha resultado ser un excelente manual de zoología, ideal para el repaso de conocimientos adquiridos durante la carrera y que merecían ser rescatados del olvido.

Se sigue el orden de escritura de la obra, señalando los pasajes concretos que por su importancia se han decidido comentar. Algunos textos no se analizan por resultar muy alejados de la temática que nos ocupa, pero quedan anotados para no perder el esquema de lectura. Se sitúan en el libro (en negrita) y en el capítulo (subrayado) donde se encuentra localizado el texto.

Por tanto, con este trabajo se quiere resaltar la genialidad de este autor, que 300 años a. de C. era capaz de analizar lo que le rodeaba de tal forma que se adelantó a su tiempo, como todos los genios, y sin necesidad de grandes conocimientos y medios científicos fue capaz de sacarle todo el jugo a lo que más tarde sería la ciencia de la biología, y lo que es más importante, dejarnos su obra para disfrute y aprendizaje a sus futuros discípulos que somos todos los estudiantes del mundo y de todos los tiempos.

Libro I

Los párrafos no comentados del libro I, se dedican a una exhaustiva descripción de la anatomía humana, que no se analizará aquí, ya que es un tema más médico que biológico.

Diferencias entre las partes

Para empezar por un concepto clave en la biología actual, veamos el pasaje 486a: En cambio, otras partes son idénticas entre sí pero difieren por exceso o por defecto: Son las de los animales que pertenecen al mismo género. Por género entendiendo, por ejemplo, ave o pez, pues cada una de estas dos clases presentan diferencias conforme a su género respectivo y poseen más especies de peces y de aves. En este pasaje se define el género como categoría de clasificación por primera vez en la historia de la Biología. Siglos más tarde, Linneo tomaría como referencia la clasificación de Aristóteles para idear su sistema de clasificación binomial en su obra Sistema Naturae.(1735). La categoría de especie se define más adelante en esta misma obra (pasaje 490b).

Por otro lado, hay animales que tienen las partes correspondientes idénticas pero no en cuanto a la forma ni por razón de exceso o defecto, sino de manera analógica, como, por ejemplo, el hueso se comporta analógicamente igual que la espina, la uña igual que la pezuña, la mano igual que las garras y la escama igual que la pluma, pues lo que es pluma en el ave eso es escama en el pez. Así, pues, en lo concerniente a las partes que tienen cada uno de los animales éstas son distintas o idénticas en la manera dicha, pero además también por la posición que ocupan. En efecto, muchos animales tienen las mismas partes pero dispuestas de manera distinta, como, por ejemplo, en lo que a las tetas concierne, unos animales las tienen en el pecho mientras otros entre los muslos. Resulta muy curioso que se defina aquí una prueba evolutiva que apoyará la teoría de Darwin (s. XIX) de la evolución. Aristóteles define los órganos análogos y homólogos, tal como hoy los conocemos: Los primeros tienen diferente origen y estructura, realizando la misma función en diferentes organismos (huesos-espinas), y los segundos tienen diferente función, pero igual origen y estructura (mano-garra). Durante la obra aparecen estos conceptos en los pasajes 487b y 489a, y en Parva naturalia, se menciona en el pasaje 468a: Tres son las partes en las que se dividen todos los animales perfectos: una, por la que toman el alimento; otra, por la que expulsan el residuo, y una tercera, intermedia entre estas. En los animales más grandes esta última es el llamado pecho; en los demás, lo análogo.

Diferentes clases de animales

En el pasaje 487a y b: Muchos animales tienen pies, como, por ejemplo, la nutria, la rata de agua y el cocodrilo, otros alas, como, por ejemplo, la gaviota y el somormujo, y otros carecen de pies, como, por ejemplo, la culebra de agua. Por otro lado, hay animales que se alimentan en el agua y no pueden sobrevivir fuera de ella, pero, sin embargo, no aspiran aire ni agua, como, por ejemplo, la actinia y las ostras. A su vez, entre los animales acuáticos unos viven en el mar, otros en los ríos, otros en las lagunas y otros en terrenos pantanosos, como, por ejemplo, la rana y la lagartija acuática. [...] Entre los animales terrestres, unos están provistos de alas, como las aves y las abejas, aunque cada uno de ellos a su manera, y otros de patas. Entre los provistos de patas, unos andan, otros reptan y otros se mueven mediante ondulaciones. Este párrafo se refiere a la adaptación de diferentes hábitats. Aristóteles observa y recoge cómo los animales viven en unos medios u otros dependiendo de sus características anatómicas. Conociendo la ecología, que se ha desarrollado en el siglo XX, se entiende que se muestran ejemplos de adaptación al medio. No obstante, se dedica un capítulo entero a comentar lo anterior: Diferentes modos de vida y se define hábitat en el pasaje 589a.

No hay ningún animal que solamente vuele, justamente como el pez solamente puede nadar, porque los propios animales provistos de alas membranosas andan, el murciélago tiene pies y la foca tiene pies aunque atrofiados. Entre las aves hay algunas de pies débiles, que por eso reciben el nombre de “ápodos”, pajaritos éstos bien adaptados para el vuelo. Se vuelve sobre el concepto de órganos análogos con ejemplos de órganos locomotores y se refleja de nuevo el concepto de adaptación, al observar que no hay animales que se desplacen sólo por un medio. El “ápodo” se deja ver en todo tiempo, en cambio el vencejo solamente cuando llueve en el verano. Entonces, sí, se ve y se coge, aunque este ave es sumamente escasa. En dos frases, menciona la estacionalidad de los animales (fenología) y las especies raras, definidas por la ecología, como aquella especie de baja población (sumamente escasa). Son conceptos relativos a la etología y a la dinámica de poblaciones, ambas disciplinas formadas a partir de 1950.

Vida solitaria o en grupo

Pasaje 487b y 488a: Otras diferencias relativas al modo de vivir y de comportarse son las siguientes. En efecto, entre los animales unos viven en grupo y otros solos, y éstos tanto los que andan en tierra como los voladores y los nadadores, y otros de ambas formas. Y entre los animales que viven en grupo y entre los que viven solos, unos constituyen una comunidad y otros andan por libre. [...] En cambio, el hombre, vive de ambas formas. Comenta la “sociabilidad” de los animales, entendida como grupo organizado para la supervivencia. Una vez más, estamos ante un concepto etológico. Y, por supuesto, señala el carácter social del hombre. En el mismo sentido, comenta en Physique: (pasaje 199a) Esto se hace más evidente si consideramos a los otros animales, cuyas acciones no son ni por arte, ni por búsqueda, ni por deliberación. Así, en el caso de las arañas, las hormigas y otros animales semejantes algunos se preguntan si no actúan con inteligencia o algún otro poder cuando llevan a cabo lo que hacen. Y si avanzamos un poco más en esta dirección, vemos que también en las plantas hay partes que parecen haberse generado en función a su fin, como las hojas para proteger el fruto. Así pues, si es por un impulso natural y por un propósito por el que la golondrina hace su nido y la araña su tela, que las plantas producen hojas para sus frutos y dirigen sus raíces hacia abajo para nutrirse y no hacia arriba, es evidente que este tipo de causa está operando en las cosas que son y llegan a ser por naturaleza. Compara el comportamiento (social o no) animal al comportamiento del hombre, algo impensable en su época, denotando además, un claro carácter finalista de la naturaleza que se comentará más adelante. Esto se completa con los primeros pasajes del libro IX de Historia animalium, donde Aristóteles analiza la inteligencia de los animales: aves, peces, insectos (abejas, en particular) y los delfines, equiparando su “inteligencia” (entendida como organización o comportamiento definido) a la del hombre.

Modos de vida

Pasaje 488a: Unos son carnívoros, otros graminívoros, otros omnívoros y otros, por último, tienen su propia alimentación, como es el caso del género de las abejas y del de las arañas. Las primeras, en efecto, utilizan como alimento la miel y algunas otras pocas sustancias dulces, y las arañas viven de la caza de las moscas. Otros animales se alimentan de peces. Y unos cazadores y otros acumuladores de comida, pero otros no se comportan así. Este párrafo recuerda a una pirámide de relaciones tróficas del ecosistema (cadena de alimentación), y muestra las diferencias anatómicas de cada piso según su alimentación. La diferencia es que no se dibujó, sólo se describió y se vuelve a mencionar en el pasaje 608b.

'Historia animalium; Aristóteles'

Fuente: Vázquez Yánez, C. y Orozco Segovia, A. (2004)

Los órganos de nutrición

Pasaje 488b y 489a: Comunes a todos los animales son las partes con las que toman la comida en las que la meten. Estas partes son idénticas o distintas en la manera dicha, diferenciándose en la forma en cuanto que una es mayor que otra o en que se corresponden análogamente o en la posición. Junto a esto, otras partes comunes que tienen los animales, además de ésas, son aquéllas con que vacían los residuos de la comida, y decimos la mayoría porque esta parte no existe en todos. La parte con la que toman la comida se llama boca, y la parte donde la meten intestino. El resto de este sistema alimentario es llamado de muchas maneras. Se repite el concepto de órganos análogos, y el resto del texto hace alusión a la embriología del tubo digestivo y cómo esto sirve de prueba evolutiva en el siglo XX, ya que el autor menciona que son partes comunes de los animales.

Otros órganos

Pasaje 489a: Muchos de los demás animales tienen los órganos antes mencionados y además otro, con el que emiten el esperma. De estos animales en los que anida la facultad de engendramiento, uno emite el esperma dentro de sí mismo, y el otro en su pareja. El que emite el esperma dentro de sí mismo se llama hembra, y el que lo emite en su pareja macho. Pero hay animales en los que no existe la distinción macho y hembra, por donde ocurre que cambia la forma de los propios órganos que tienen que ver con esta función. Y es que unos animales tienen útero y otros su equivalente. En resumen: Los órganos totalmente indispensables a los animales son los citados, de los cuales unos sucede que todos lo tienen y otros su equivalente. Se refiere a las diferencias intraespecíficas, es decir, individuos de la misma especie se diferencian por caracteres sexuales, que también tratará en el pasaje 537b (No existen distinción en absoluto entre macho y hembra en los animales inmóviles ni en general, en los testáceos. En cambio, existe la distinción entre macho y hembra en los moluscos y en los crustáceos, y también en los animales terrestres que andan con dos patas y en los que andan con cuatro patas y en todos los que procrean por apareamiento un ser vivo o un huevo o una larva). Define macho y hembra, de manera que parece un tratado de fisiología reproductiva, pero lo más curioso es que también relata el hermafroditismo: Donde no hay distinción entre macho y hembra. Probablemente el concepto fuera equivocado, ya que menciona que cambian la forma de sus propios órganos, pero la idea, es cuando menos, innovadora. Y señala la finalidad de todos los seres vivos: Mantener vivos sus genes en sus descendientes, ya que para Aristóteles los órganos reproductores son totalmente indispensables. También se extrae la misma conclusión del pasaje 596b. Esto es una de las conclusiones a la que se llega estudiando la carrera de biología: Todo cuanto concierne a los seres vivos (adaptación, comportamiento, anatomía, alimentación, hábitat, etc., etc.) es el resultado de la búsqueda de la mejor forma de reproducirse, esto es, transmitir sus genes a sus descendientes.

Pasaje 489a: Hace una somera clasificación, que luego utilizará en la clasificación general de organismos vivos, sobre animales con sangre y los que no la tienen (hemolinfa), concepto que se definiría a partir de 1670, con la aparición de la entomología. Además, añade una ordenación según el tipo de reproducción. Además, unos animales se da la circunstancia de que son sanguinos, como, por ejemplo, el hombre, el caballo y todos aquellos que, alcanzando su pleno desarrollo, carecen de pies o tienen dos o cuatro, y otros no sanguinos, como, por ejemplo, la abeja, la avispa y, de los animales marinos, la sepia, la langosta y todos los que tienen más de cuatro pies. Los animales son, unos vivíparos, otros ovíparos y otros larvíparos. Los animales son, unos vivíparos, otros ovíparos y otros larvíparos.

Géneros y especies

Pasaje 490b: Por otro lado, en lo que a los demás animales respecta, sus géneros ya no son importantes, pues en ellos una determinada especie no contiene muchas especies, sino que, por el contrario, la especie en cuestión es simple, no conteniendo en sí diferencias de especies, como, por ejemplo, el hombre. Otras de estas especies sí contienen en sí otras especies diferentes, pero las tales especies no tienen denominación particular. Define el concepto de especie, que como ya hemos dicho, utilizará después Linneo, pero además, intuye las diferencias intraespecíficas, que con las clasificaciones de nuestro tiempo vendrían a ser (dentro de la clasificación) las subespecies y las razas (especies que incluyen otras especies). Aristóteles asigna al concepto de especie, un grupo de organismos con características morfológicas semejantes, pero observa que aún en los animales más parecidos hay también diferencias. Podría ser también una intuición de la variabilidad genética, definida por Mendel en siglo XIX.

Libro II

Se presenta al principio de este libro una clasificación de los animales ideada por Aristóteles que se basa en caracteres morfológicos, algunos muy parecidos a los que hoy se utilizan en las clasificaciones actuales, otros no tanto. De la lectura de este libro, se extrae la siguiente clasificación:

  • Animales sanguinos.

    • Hombre.

    • Cuadrúpedos vivíparos.

    • Hipopótamo.

    • Monos.

    • Cocodrilos.

    • Camaleón.

  • Ovíparos: Género de las aves.

  • Género de los peces.

  • Género de las serpientes.

  • Género de los cetáceos.

  • Género de las focas.

  • Animales no sanguinos.

    • Género de los testáceos.

    • Género de los insectos.

    • Género de los moluscos.

    • Género de los crustáceos.

    • Animales singulares.

    • Género de los vegetales.

    • Seres inanimados.

    • Nótese que se da al género la calidad de rango diferente en los distintos grupos, al no estar bien definido, como ocurre hoy día (ya comentado, en el pasaje 486a). Sólo se han recogido datos de la obra Historia animalium. También señalar que se incluyen las plantas y los seres inanimados, siendo esta una ordenación de todos los seres vivos existentes.

      Otra clasificación ideada por P. Pellegrín (1982), más amplia y elaborada teniendo en cuenta toda la obra de Aristóteles es:

      'Historia animalium; Aristóteles'

      Fuente: Casadesús y Ruiz Berraquero (eds.), (1994), p. 300.

      El esquema general es el mismo, se diferencian en las categorías, más concretas en este última clasificación, en que incluye al hombre en el esquema y se ha prescindido de las plantas y seres inanimados. En Historia Animalium no se menciona nada acerca de la posición del hombre en la jerarquía de grupos animales.

      Diferencias relativas a los dientes

      Pasaje 501a: También a propósito de los dientes hay numerosas diferencias, de los demás animales entre sí y con el hombre. En efecto, todos los que son cuadrúpedos sanguinos vivíparos tienen dientes en las dos mandíbulas y otros no. Para diferenciar grupos de animales, utiliza la dentición, que hoy día se continua usando con el mismo cometido. Uno de los caracteres morfológicos definitorios para determinar especies es la dentición.

      Monos

      Pasaje 502a: Resulta verdaderamente asombroso como encuentra las semejanzas morfológicas entre los que hoy llamamos primates y el hombre. Entre los animales, los hay que tienen una naturaleza a caballo entre la del hombre y los cuadrúpedos, como, por ejemplo, los monos, los cebos y los mandriles. El cebo es un mono que tiene cola. Incluso menciona que hay monos con cola, y curiosamente ha hablado de cuadrúpedos. Resulta que la cola en los primates es el órgano que demuestra nuestro parentesco en la escala evolutiva con los cuadrúpedos. Esto lo estudia la antropología y se reveló en el siglo XIX.

      'Historia animalium; Aristóteles'

      Mono con cola

      (Fuente: Andrés Cabrera, J. y Molano Rueda, F. 1995 ).

      Libro III y IV

      Estos libros constituyen un verdadero tratado de fisiología animal, referido a fisiología muscular, ósea, reproductora, sanguínea, nutricional, de invertebrados, sensitiva, etc. No se comenta aquí, pues se aleja del tema que nos ocupa, salvo porque se menciona el lenguaje animal en rituales de comportamiento en los últimos pasajes del libro IV, pero sin definir nada en concreto.

      Libro V

      'Historia animalium; Aristóteles'

      Fuente: FCEyN.

      Caben destacar los últimos pasajes de este libro, referidos a la producción de miel y a su aprovechamiento, es decir, a la apicultura, que no se define como ciencia hasta el siglo XVIII, aunque la tradición data del año 2500 A. de C.

      La generación

      Pasaje 539b: Todos los seres que son engendrados espontáneamente en otros animales o en la tierra o en las plantas o en las partes de los elementos citados y que tienen macho y hembra, sí, en la copulación de estos seres nace una criatura, pero no idéntica a ninguno de los dos progenitores sino que se queda por debajo de ellos en su desarrollo. Así, por ejemplo, de la copulación de los piojos nacen las llamadas liendres, de la de las moscas larvas y de la de las pulgas larvas del formato de un huevo. Lo más relevante es, que Aristóteles mencione que los descendientes no son idénticos a los padres, con lo que refutaría la generación espontánea, además de adelantarse a su tiempo y sospechar la herencia de caracteres de Mendel. También señala en este párrafo, los diferentes ciclos de los insectos con fases huevo, larva y pupa, que no se estudiarán en profundidad hasta mediados del siglo XVII. Cabe comentar también que, en la antigua Grecia se aceptaba la idea de generación espontánea y será admitida hasta que en el siglo XVII, Francesco Redi, demuestre su inexistencia. La menciona en numerosas ocasiones, por ejemplo, en el pasaje 569a: Todos los peces que no son ovíparos ni vivíparos, nacen unos del limo, y otros de la arena y de la materia en descomposición que aflora en la superficie: Por ejemplo, entre la morralla la variedad llamada espuma nace de tierra arenosa. También en su obra De Anima, en el pasaje 415a, menciona: Y es que para todos los vivientes que son perfectos -es decir, los que no son incompletos ni tienen generación espontánea- la más natural de las obras consiste en hacer otro viviente semejante a sí mismos -si se trata de un animal, otro animal, y si se trata de una planta, otra planta-. Por lo que el autor acepta la generación espontánea, pero la atribuye a animales imperfectos, esto es, intuye que en una naturaleza finalista, en equilibrio y perfecta, no puede haber organismos que surjan de la nada, pero no puede demostrar que no es un verdadero proceso de reproducción.

      Libro VI

      Se señala en este libro el comportamiento y los ciclos de vida de las aves especialmente, textos sobre ornitología básica, que se diferenciará como ciencia en el siglo XVI. También se hace referencia en el texto a los peces y mamíferos domésticos.

      Mulas y burdéganos

      Pasaje 577b: Si es sorprendente que el autor mencione lo que luego serían denominadas malformaciones genéticas (heredadas) por cruce interespecífico. Después de los estudios evolutivos de Darwin (s. XIX), se define especie como conjunto de seres vivos, similares genéticamente, que pueden reproducirse entre sí, y generar descendencia fértil. Comenta el caso de las mulas y las jacas, que por alguna “enfermedad” (cruce interespecífico) son estériles y demasiado diferentes físicamente a sus padres. Y va más allá, lo asemeja al caso de los enanos en los humanos y al caso de los últimos cerdos de la camada; en este caso no es tan correcto, pues es la selección natural procurada por la madre para favorecer la supervivencia de las crías más fuertes; pero en el caso del enanismo no es un cruce interespecífico, aunque es una anomalía genética, por lo que no iba tan desencaminado. Veamos parte del escrito: Los animales llamados jacas nacen de una yegua que, en la fase de gestación, es víctima de alguna enfermedad, como es el caso de los enanos en la especie humana y de los últimos en la camada de los cerdos.

      'Historia animalium; Aristóteles'

      Fuente:The Probert Enciclopaedia

      Libro VII y X

      Este es un tratado sobre las fases de vida del hombre según los cambios sexuales que sufre: Se analiza la infancia, la pubertad, la lactancia, la esterilidad, la menopausia, etc. y se completa con el contenido del libro X.

      Parecido de los hijos con sus padres

      Pasaje 585b: Y ahora sí, nos muestra ejemplos de la heredabilidad de caracteres (Mendel, siglo XIX) de los padres a los hijos, refiriéndose a las enfermedades y malformaciones genéticas. Aunque se equivoca en el caso de las verrugas y las cicatrices, que no están marcadas genéticamente como sabemos hoy en día. También nacen de padres lisiados hijos lisiados, por ejemplo de padres cojos hijos cojos y de padres ciegos hijos ciegos, y, en términos generales, a menudo los hijos se parecen a los padres en ciertas anomalías corporales y presentan señales comunes a las dos generaciones de padre e hijo, por ejemplo verrugas y cicatrices.

      Continuidad en la escala de los seres

      Pasaje 588b: Los seres, a través de un proceso continuo de diferencias insignificantes, que colocan a unos por delante de otros, van apareciendo cada vez más dotados de vida y movimientos. Y, a su vez, también en lo relativo a los comportamientos vitales ocurre lo mismo. En efecto, por lo que a las plantas respecta, parece que no cumplen otra función que reproducir otro ser igual a sí mismas, que es lo que hacen todas aquellas que se reproducen a través de semillas. Maravilloso este párrafo que demuestra la intuición de Aristóteles de una “escala evolutiva” regente en los organismos vivos (le falla la visión entropocéntrica y el sentido evolutivo “mejorador”). Sin esta idea, no pudo llevar a cabo la clasificación de los seres vivos que ya hemos visto.

      Libro XVIII

      En los pasajes que no se han comentado, se trata la alimentación animal, la cría de animales domésticos (ganadería), fenómenos de hibernación, migración y muda, y se culmina con una revisión veterinaria, pues Aristóteles comenta las enfermedades de los animales, sobre todo, los domésticos; resultando ser un autor pionero en esta materia que no se desglosa como ciencia hasta el siglo XVIII. Los textos sobre ganadería, se completan con los últimos pasajes del libro IX, dedicados a la cría intensiva de bóvidos.

      Animales terrestres y animales acuáticos

      Pasaje 589a: De manera bastante sencilla define el hábitat, aunque sólo propone dos tipos: El acuático y el terrestre. La clasificación de los animales viene determinada por los lugares que habitan. En este sentido, unos animales son terrestres y otros acuáticos. Además, los diferencia como un rango clasificatorio de los animales. Faltaría diferenciar el hábitat aéreo como otro gran grupo, peor como atisbo de clasificación general de hábitats la distinción es buena.

      Migraciones de los animales

      Pasaje 596b: Así, pues, los distintos géneros de animales recurren a los alimentos que se acaban de señalar. Sus acciones giran, la totalidad de ellas, por un lado, en torno al apareamiento y a la crianza de su prole, y, por otro, en torno a la consecución de comida abundante, acciones concebidas conforme a las exigencias del frío y del calor, y conforme también a las exigencias que conllevan los cambios de estaciones. Y es que todos los animales tienen un presentimiento innato de los cambios producidos por el calor y el frío, y de la misma manera que, en el caso de los hombres, unos abandonan en el invierno sus trabajos habituales y se reintegran a sus casas, y otros, que son dueños de vastos territorios, veranean en tierras frescas y pasan el invierno en las cálidas, de la misma manera se comportan los animales que pueden cambiar de lugar. También es de admirar este texto, pues describe la fenología de las especies animales, esto es, los procesos vitales que llevan a cabo los seres vivos influenciados por el clima, como ejemplo, la migración. Por otro lado, se resume en este texto el fin último de todos los organismos (desde el punto de vista biológico), que es, la transmisión de sus genes y su perpetuación, es decir, la reproducción. Pero lo equipara con los hombres, de manera que el lector intuye que el hombre tiene hábitos animales, pues es un ser vivo más. Podría interpretarse como una especie de biocentrismo similar al promovido por los teólogos escolásticos del siglo XVI, muy adelantado a su tiempo, quizá por ser filósofo y observar otras cosas que el resto de la gente no percibían. Esta visión de la naturaleza como “buena” y el hombre que forma parte de ella, la encontramos en otros escritos de Aristóteles como en el pasaje 432b (De anima), en la que describe una naturaleza finalista, en equilibrio y perfeccionista: Por análogas razones hay que excluir también que sea la potencia sensitiva. Muchos son, efectivamente, los animales que poseen sensación y, sin embargo, permanecen fijos e inmóviles a lo largo de toda su vida. Ahora bien, si la Naturaleza no hace nada en vano ni prescinde de nada necesario -excepto en los animales imperfectos e incompletos; pero los animales a que me refiero son completos y perfectos y prueba de ello es que se reproducen, maduran y envejecen- deberían poseer también los órganos correspondientes a la locomoción. No obstante, como buen pensador, separa la naturaleza del hombre de la del resto de seres vivos, a través del uso de la razón: Tampoco inteligir, digo, es lo mismo que percibir sensiblemente: Prueba de ello es que la percepción de los sensible propios es siempre verdadera y se da en todos los animales, mientras que el razonar puede ser también falso y no se da en ningún animal que no esté dotado además de razón.(De Anima, pasaje 427b).

      Diferencias de los animales según los lugares

      Pasaje 605b: Sólo el título del capítulo del que se recoge el manuscrito, ya revela una de las pruebas más importantes de la teoría de la evolución de Darwin (s. XIX): La biogeografía. Este mismo pensamiento que narra Aristóteles, será el que, transmitido en el libro “El viaje del Begale”, experimentó Darwin para plantearse dicha teoría: Los animales cambian también según los sitios. Y es que, así como en determinados sitios los hay que no se crían absolutamente nada, de la misma manera hay sitios en los que sí se crían pero más pequeños y de una vida más corta y no mejoran de día en día.

      'Historia animalium; Aristóteles'

      Fuente: Morrone, J. J., Cigliano M. M., Crisci, J. V. 1992.

      Libro IX

      Guerra entre los animales

      Pasaje 608b, 609a y 610a: Sea de ellos lo que quiera el hecho es que hay una hostilidad recíproca entre los animales que ocupan los mismos lugares y que toman el sustento de las mismas fuentes. En efecto, si la comida es escasa, incluso los animales de la misma especie combaten entre sí, ya que incluso las focas que rondan la misma zona aseguran los expertos que se atacan, el macho al macho y la hembra a la hembra, hasta que uno mata al otro o uno es expulsado por el otro. También todas sus crías se comportan exactamente igual. Más todavía: La totalidad de los animales están en guerra con los carnívoros, y éstos con todos los demás, pues su alimentación está formada por animales. [...]El águila y la serpiente están en guerra permanente, pues el águila se alimenta de las serpientes. Lo mismo el icneumón y la tarántula, pues el icneumón anda a la caza de las tarántulas. También, en las aves, las pintas, las alondras, el pájaro carpintero y el amarillo - verdoso, pues los unos comen los huevos de los otros.[...] Se tienen declarada la guerra el león y el chacal, pues al ser carnívoros viven de las mismas presas. Una lección de ecología del siglo XX es lo que nos da el autor en este capítulo, ya que explica la competencia intraespecífica de los organismos en base a la escasez de recursos alimenticios. Además, aclara que los carnívoros “están en guerra” con el resto de animales pues se alimentan de ellos: Es la competencia interespecífica (modelo depredador-presa de Lotka-Volterra). Estos conceptos constituyen un pilar de la moderna ecología.

      Relaciones de los peces entre sí

      Pasaje 610b: Y sigue describiendo relaciones ecológicas, como la simbiosis específica, entre peces, en este caso: La lubina y el mújol, que sostienen encarnizada guerra, se juntan en bandos entre sí en determinadas ocasiones. Y es que muchas veces se juntan en bandos no sólo los peces de la misma especie sino también aquellos que toman el mismo sustento o parecido, siempre que no escasee. Desde luego, aclara que son animales enfrentados por los recursos, pero por la superviviencia son capaces de asociarse y conseguir su fin: La perpetuación.

      Conclusiones

      En la obra de Aristóteles, dejando a un lado los tratados filosóficos, se tratan temas científicos de muy diversa índole. Por ejemplo, Physique, es un escrito en el que se encuentran partes en que el autor discurre sobre el origen de la vida, de la tierra y del universo; incluyendo en su análisis conceptos que hoy se relacionarían con la entropía. De anima junto a Parva naturalia, explican conceptos de fisiología animal como lo hace un manual de nuestros días, pero con los conocimientos de la época. Además, De Anima, es una obra completa sobre la definición de vida en todos sus aspectos.

      Historia animalium corresponde al manual de biología, y leído en nuestra época, puede servir de complemento a cualquier estudiante de esta materia. Comparándolo con los hechos históricos de la ciencia de la biología y sus ramales de conocimiento, la sorpresa es máxima, cuando en esta obra de Aristóteles se encuentran ideas que hasta siglos posteriores no se desarrollarían por completo. Así, no es de extrañar que se considere “el primer biólogo” de la historia (además de pionero en física, fisiólogía, veterinaria, botánica, embriología, ecología, etc.) y que sólo con la lectura de una de sus obras se pueda hacer un repaso de todas las ideas que históricamente han ido enriqueciendo y especializando las ramas de la biología.

      Quizá, la idea que más me ha llamado la atención de sus escritos, es esa concepción de la naturaleza como algo dinámico, cíclico, que lo engloba todo, autorregulada, dejando a un lado su visión finalista de la misma, que aparece en Physique (pasajes 193b, 199b y 200b): Además la naturaleza entendida como generación es un proceso hacia la naturaleza <como forma>. [...] Esto se ve con más claridad en el caso del médico que se cura así mismo; a él se asemeja la naturaleza. [...] Puesto que la naturaleza es un principio del movimiento y el cambio, y nuestro estudio versa sobre la naturaleza, no podemos dejar de investigar qué es el movimiento; porque si ignorásemos lo que es, necesariamente ignoraríamos lo que es la naturaleza. Y después de que hayamos determinado qué es el movimiento, hemos de intentar investigar de la misma manera los problemas posteriores.

      Ese concepto de naturaleza dinámica es propio de la ecología actual concebida como biología de los sistemas, y es aquella en la que se basa el estudio actual del medio ambiente que pretende solucionar los conflictos del entorno, que nos ocupan en este doctorado.

      Otra vez, increíble pensar que 300 años a. de C. alguien pensara en ello, y nosotros en el s. XXI, con todo el poder científico y tecnológico del que disponemos no somos capaces ni de entenderlo ni de llevarlo a la práctica.

      En la idea de naturaleza global de Aristóteles (ahora que está de moda el término globalización), que incluya relaciones recíprocas y autocurativas, pero que incluya también al hombre como parte de ella y todo lo que él conlleva, está la solución a los problemas ambientales actuales.

      Creo que la visión más enriquecedora es la de Aristóteles, o las de cualquier pensador de la antigua Grecia, cuyos conocimientos eran integrales, sin dividir ni especializar conocimientos, tratando la filosofía junto a la política, la ética junto a la biología, la física junto a la veterinaria... y todo ello relacionado entre sí. Los problemas del siglo XXI, podrían encontrar soluciones prácticas y reales a partir del pensamiento de la antigua Grecia, sin duda.

      'Historia animalium; Aristóteles'

      Fuente: Freire Vieira, P. y Andrés Ribeiro, M. 1999.

      Referencias

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      • Aristóteles. “Física”. Ed. Gredos. Madrid. 1995.

      • Aristóteles. “Historia de los animales”. Ed. Akal Clásica. Madrid. 1990.

      • Aristóteles. “Tratados breves de historia natural” Ed. Gredos. Madrid. 1987.

      • Barnes, J. “Aristóteles” Ed. Cátedra. Madrid. 1987.

      • Beltrán, E. “Bioclub” Ver: Botánica: Estromatolitos. <http://www.members.tripod.com/bioclub/pag2000.htm> [Consultada: 1 de Abril de 2005]. Foto portada.

      • Casadesús y Ruiz Berraquero (eds.) “Descifrar la vida” Ediciones de la Universidad de Sevilla. 1994.

      • Freire Vieira, P. y Andrés Ribeiro, M. (Orgs.) “Ecología humana, ética e educação. Ed. PALLOTTI/APED. Brasil. 1999.

      • FCEyN. Apicultura. (Ver: Biología).Universidad Nacional del Mar del Plata. <http://www.mdp.edu.ar/exactas/Oferta%20tecnologica/biologia.htm> [Consultada: 1 de Abril de 2005].

      • García Gual, C. Introducción en “Investigación sobre los animales” Ed. Gredos. Madrid. 1992.

      • Morrone, J. J., Cigliano M. M., Crisci, J. V. “Cladismo y diversidad biológica” en Ciencia Hoy, Vol. 4, nº 21. Noviembre-Diciembre 1992.

      • The Probert Enciclopaedia. “Burro”. <http://www.probertencyclopaedia.com/B1I.HTM> [Consultada: 1 de abril de 2005].

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      Obras de consulta

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      • Cifuentes, P. et al. “Diccionario de la naturaleza” Ed. BBVA-Espasa Calpe. Madrid. 1993.

      • Jimeno, A. et al. “Biología” Ed. Santillana. Madrid. 1995.

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