GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

SU VIDA

Gustavo Adolfo Bécquer nace en Sevilla en el 1836, queda huérfano en su niñez y a los dieciocho años marcha a Madrid impulsado por su vocación. Poco después, se traslada con su hermano, el pintor Valeriano, al monasterio de Veruela y se casa con una joven de la que acabará separándose. Vuelto a Madrid colabora en varias revistas, viaja y pinta ayudando a su hermano y cuando logra un cierto bienestar económico muere a la edad de treinta y cuatro años, posiblemente por culpa de la tuberculosis en el 1870.

De carácter tímido retraído y soñador, Bécquer se nos ofrece como un lírico romántico poco frecuente en nuestro país. Frente a los otros poetas del romanticismo, sugestionados por el colorido brillante y la belleza plástica del mundo físico, destaca por una exasperada sensibilidad que le hace percibir con intensidad febril la existencia de un mundo de misterio y de poesía más allá de las realidades tangibles.

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SU OBRA

RIMAS

Toda la producción poética de Bécquer se halla comprendida en un centenar de rimas escritas hacia el 1867 fueron que publicadas en diversas revistas que tras su muerte fueron recogidas en un libro, esas rimas son el punto de partida de la poesía moderna española. En sus rimas siguió la siguiente sucesión de temas:

1.º Hizo varias rimas en las que se alude a la poesía, a la inspiración, al genio.

2.º Hizo algunas sobre el amor.

3.º Rimas que expresan el dolor de los celos, de la desilusión de la separación y de la soledad.

4.º Las siguientes aluden a la última fase del proceso sentimental, la melancolía del vacío espiritual y la monotonía de la vida sin amor.

LEYENDAS

Bécquer escribió una serie de leyendas en prosa basadas en tradiciones populares en las que se observa una atracción por lo misterioso. Estas acreditan a Bécquer como uno de los mejores prosistas del estilo romántico. Quizás lo más importante de ellas sea el arte con que Bécquer sabe crear un ambiente fantástico de poesía y ensueño; donde lo maravilloso alterna con lo lírico, y lo terrorífico con la evocación brillante de un pasado legendario, en torno a dos temas fundamentales: el amor, sentido como pasión fatal que conduce a la muerte, y el más allá, de cuya existencia da fe un pavoroso cortejo de aparecidos y visiones espectrales.

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LOS OJOS VERDES

ARGUMENTO

Durante el transcurso de una cacería, un ciervo herido se dirige a una fuente conocida como la fuente de los Alamos. Íñigo, el montero mayor de los marqueses de Almenar, al ver que el ciervo se dirigía hacia ese lugar, mandó parar a la cabalgata, pero Fernando de Argensola, el primogénito de Almenar discutió con Íñigo por mandar parar e Íñigo le explicó que mandaba eso porque la fuente estaba encantada. De nada sirvieron los avisos de Íñigo, ya que Fernando partió a toda velocidad a por el animal ya herido de muerte que se encontraba en los alrededores de la fuente.

Días más tarde Fernando está triste, callado, absorto e Íñigo le pregunta que le pasa y este responde preguntándole si había visto alguna vez a una mujer por la montaña. Íñigo responde que gracias a dios no la ha visto, porque es una bruja y le dice que no vuelva a ir a buscarla, porque algo moriría, pero Fernando le dice que como quiere que no la busque, si por una sola mirada de los ojos verdes de esa mujer daría cualquier cosa, que está locamente enamorado.

Un día en el bosque, Fernando le pregunta al espíritu que es, si es persona o demonio, que sea lo que sea la amará igual. Ella le dice que le ama más que el a ella, y que vaya con ella, que vivirán en la fuente en un paraíso de amor y felicidad. Él, se acerca a ella para darle un beso y cae a la fuente, en donde desaparece.

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CARACTERIZACIÓN DE LOS PERSONJES

ÍÑIGO : Era una persona mayor, que atesoraba mucha experiencia y conocía muy bien los montes de esa zona. Era el montero mayor de los marqueses de Almenar, y una persona que se preocupaba mucho por sus jefes, además era bastante supersticioso, pues creía en la leyenda de la mujer de la fuente de los Alamos

FERNANDO DE ARGENSOLA: Era un joven atrevido, fuerte, valiente, obsesivo que a la vez era romántico y cariñoso. Se enamora perdidamente de los ojos verdes de una mujer y muere por ese amor.

ESPÍRITU: Era agradecida, pues daba todo su amor a cualquiera que pasará por los alrededores de la fuente en la cual habitaba. Era muy hermosa, tenía un voz que parecía música y sobre todo destacan los ojos verdes que tenía, esos ojos con cuya mirada habían enamorado a Fernando.

LUGAR: Por la provincia de Soria y los bosques de los alrededores del Sistema Ibérico, cerca del pico Moncayo y en la fuente de los Alamos.

TIEMPO: Durante una cacería.

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LA CUEVA DE LA MORA

Una persona que estaba buscando tesoros en un castillo abandonado, encontró, en las proximidades de un río, la entrada a una cueva situada debajo de la fortaleza, por la cual, mediante unos peldaños, sirve de acceso al mismo. Esa cueva servía de salida en caso de ataque al castillo. Al salir de la cueva se encontró con un campesino con el cual entabló una conversación para preguntarle si alguien alguna vez había explorado la gruta. Este le dijo que nunca había entrado nadie, porque sobre ella existe una leyenda la cual le relató.

“En el transcurso de una batalla un caballero cristiano fue herido y hecho prisionero por los moros a los que les hubo que pagar un gran rescate en oro para liberarle. Durante el cautiverio, el caballero, vio a la hija del alcaide moro, de la que se enamoró perdidamente. Ya en libertad organizó un ejercito para asaltar el castillo. Sus soldados, pensaban que lo hacía para vengarse de sus raptores, pero él lo hacía por amor a la bella hija del alcaide. Los cristianos, tomaron la que hasta entonces había resultado una inexpugnable fortificación y la muchacha se enamoró de él. Al poco tiempo del asalto al castillo los moros rehicieron su ejercito e intentaron recuperarlo cercándolo para que los cristianos murieran de hambre en su interior. Hicieron un ataque sanguinario en el cual el caballero cristiano resultó gravemente herido y su amada recogió su cuerpo para llevarlo a la cueva, donde estaría más seguro. El herido pedía incesantemente agua y su querida accedió a ir al río cercano con un cántaro a buscarla, pese a saber que su vida corría peligro, puesto que en los alrededores del río estaban plagados de soldados enemigos. Mientras llenaba el cántaro fue herida de muerte por la saeta de una ballesta, aún así haciendo un gran esfuerzo logró llegar a la gruta donde estaba su amado. El, al verla ensangrentada recuperó la consciencia y cogiendo el cántaro de agua le dijo que la bautizaba para convertirla al cristianismo para que así pudieran salvarse juntos. Días más tarde un soldado los encontró muertos”.

La creencia popular, por la que nadie entra en la cueva, era porque todas las noches la joven mora iba a buscar agua para su amado cristiano al río próximo.

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LA CRUZ DEL DIABLO

Un viajero que está realizando una expedición con unos compañeros se les adelanta y ve una cruz, a la que se pone a rezar. Al comenzar un hombre natural de la zona le dice que no le rece, porque esa es la cruz de diablo. El viajero le pidió que le explicase la historia y el hombre accedió gustoso a contársela.

“Hace mucho tiempo, estas tierras tenían como dueño a un señor malvado, que un día, de repente, se marchó a las cruzadas y dejó a su pueblo tranquilo y feliz. En el pueblo, la gente ya no tenía miedo a andar sola por la calle, ya no había cadáveres colgados de las torres, era un pueblo feliz. Un día el señor del Segre, así llamado por los aldeanos, volvió de las cruzadas siendo si cabe más malvado que antes de marchar, volvió reclamando lo que antes era suyo, su castillo, sus tierras, etc... El pueblo se resistió a volver a tenerle como señor, y pidió ayuda a La Divina Providencia y tomó las armas, pero el señor del Segre llamó a sus secuaces, pidió ayuda al diablo y se preparó para la lucha. Fue una lucha tremenda, día y noche combatiendo, era vivir para pelear. Una noche unos cuantos aldeanos, mientras los hombres del señor estaban de fiesta entraron al castillo, y silenciosamente prendieron fuego a la fortaleza. Todo el castillo quedó destruido y todo el que estaba dentro pereció. A la mañana siguiente era fácil divisar la armadura del temido señor con el cadáver lleno de sangre y polvo. El tiempo fue pasando y la naturaleza fue tomando el castillo. Nadie osaba a coger la armadura del señor que seguía en la misma posición que después del incendio. El diablo volvió a tomar cartas en el asunto y en el castillo, se veían unas luces misteriosas deambular por él, aparecieron cadáveres de caminantes despeñados por barrancos, reses desaparecidas, etc., que hicieron saltar la alarma de que una banda de malhechores habitaba la fortaleza, nadie sabía su procedencia y se preguntaban quien sería su jefe. Las confesiones de uno de ellos descubrieron que se trataba de un grupo de nobles desheredados por sus malos actos en la vida, a los cuales el

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diablo les prometio un buen porvenir si seguían sus órdenes. Durante la elección del jefe apareció un hombre con la armadura del señor de Segre que retó a quien quisiera ocupar el mando, siendo nombrado su capitán, pasase lo que pasase, este no descubría su rostro, no parecía humano. El pueblo pidió consejo a un ermitaño, este les dijo como apresarle, mediante una oración. Una vez cautivo lo llevaron a juicio, durante el cual le mandaron levantar la visera de la armadura, a lo que se negó, pero por la fuerza lo hicieron observando que el casco estaba vacío. La gente aseguraba que se trataba del propio diablo y deciden ahorcarla, pero al ver que así no se termina con ella, optan por fundirla y construir con ella una cruz, “La Cruz del Diablo”.

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FICHA BIBLIOGRÁFICA

BÉCQUER, Gustavo Adolfo

Rimas y leyendas

Editorial ORBIS, Sant Vicenç dels Horts, 6 del 6 del 84

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ÍNDICE

FICHA BIBLIOGRÁFICA Pag. 1

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER: SU VIDA Pag. 2

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER: SU OBRA Pag. 3

LOS OJOS VERDES: ARGUMENTO Pag. 4

LOS OJOS VERDES: CARACTERIZACIÓN Pag. 5

LA CUEVA DE LA MORA Pag. 6

LA CRUZ DEL DIABLO Pags. 7 y 8