Historia


Guerra del Golfo Pérsico


Trabajo de investigación:

“La Guerra del Golfo Pérsico”

INTRODUCCIÓN

“En un mundo de parábolas satelitales, de teléfonos celulares y de mercados globales, los niños de Irak han crecido en un país cuyos cielos raras veces se ven surcados por aviones, como consecuencias de la prohibición de sobrevolar el territorio y del embargo internacional impuesto por Estados Unidos a los viajes aéreos”

Han pasado más de ocho años desde que comenzó el conflicto bélico de mayor despliegue militar desde la Segunda Guerra Mundial, y el mundo continúa siguiendo muy de cerca la tensa situación que viven actualmente los dos países más involucrados en dicho enfrentamiento; Irak y Estados Unidos. Ambos gobiernos han mantenido una relación muy conflictiva desde la crisis del Golfo Pérsico en 1990, cuando las tropas iraquíes del Presidente Saddam Hussein, ocuparon el territorio vecino de Kuwait. La maniobra iraquí ocasionó la Guerra del Golfo en 1991, la cual finalizó en la liberación de Kuwait y el sufrimiento de millones de iraquíes, producto de las severas sanciones impuestas por las Naciones Unidas en contra del país. Sin embargo, el líder iraquí ha continuado gobernando y realizando diversas acciones que han derivado en una larga confrontación con la Administración Norteamericana.

Actualmente, sin ir más lejos, “En la región del golfo ya hay 23.400 tropas estadounidenses, además de 174 aviones, 21 barcos y nueve navíos equipados con cohetes Tomahawk de largo alcance, según el Pentágono”. El estallido de un nuevo enfrentamiento bélico parece ser un peligro inminente.

El mismo conflicto que ahora se viene venir, también se predecía hace ocho años atrás, pero, hoy en día, la población mundial está mayoritariamente en acuerdo con Estados Unidos, pues, se sabe que ha sido Hussein quien ha iniciado una nueva confrontación al no permitir inspecciones de miembros americanos de la ONU a cargo de poner fin a los programas iraquíes de armas de destrucción masiva, mientras que a comienzos de la década, existieron varias voces que se hicieron oír para expresar su desacuerdo con una intervención por parte de la potencia mundial.

¿Qué argumentaban estas voces?. Que Estados Unidos no obraba realmente en favor de Kuwait, sino que, en beneficio propio. A lo largo del trabajo, por consiguiente, intentaremos demostrar la veracidad de la siguiente afirmación; ”La verdadera razón por la que Estados Unidos intervino en la crisis del Gofo Pérsico fue por una motivación de tipo económica”.

Para comprobar esto, es necesario un análisis muy cuidadoso y detallado de los sucesos anteriores al inicio de la Guerra, así como también las reales intensiones de los dos países en cuestión. Puesto que, de ratificar esta situación, quedaría automáticamente manifestado, que Estados Unidos planeó con cautela el rumbo que tomaría su participación en este conflicto y que ayudar a Kuwait fue sólo una excusa para alcanzar sus verdaderos objetivos, tal como señaló en una oportunidad Grover Furr, miembro de la Universidad de Montclair al momento previo de iniciarse la Guerra: “En un mundo lleno de enemigos de la gente trabajadora, nuestro mayor enemigo es nuestro propio gobierno. Éste representa a las grandes empresas y a la riqueza, no a nosotros” (“In a world full of enemies of working people, our greatest enemy is our own government. It represents big business and the wealthy, not us”).

DESARROLLO

La historia de la Guerra del Golfo Pérsico comienza en 1990, cuando Irak se propuso ocupar Kuwait, con el fin de tener el control de sus campos de petróleo. Kuwait, es el tercer país con mayores reservas del Medio Este, siguiendo a Arabia Saudita e Irak. Sin embargo, las propias reservas de petróleo y los billones de dólares ganados por la producción anual, no fueron suficiente para cubrir las masivas deudas de Irak. Este país, se había enfrentado durante ochenta años con Irán, en una guerra que había resultado muy mal para Irak, pese a lo cual, Saddam Hussein la proclamó como una victoria y detuvo los enfrentamientos armados. Al final de dicho conflicto, Irak debía más de 50 billones de dólares a otros estados árabes y bancos del oeste.

Kuwait, su más reciente víctima, le había prestado 15 billones de dólares a Hussein. La mayor parte del dinero había sido utilizado para construir la maquinaria militar iraquí, compuesta principalmente por armas compradas a países extranjeros.

Hussein le había pedido dos cosas a Kuwait: Anular el préstamo de guerra a Irak y ayudarlo a elevar el precio mundial del petróleo. El líder iraquí insistía en que Kuwait estaba elevando el precio de éste en exceso, según lo acordado con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEC), y que este exceso, acompañado de una sobreproducción mundial, habían bajado los precios mundiales y habían supuestamente causado a Irak una pérdida que superaba los 14 billones de dólares en ingresos nacionales por petróleo.

El 23 de Julio de 1990, Hussein le dijo al embajador norteamericano en Kuwait, April Glaspie, que Irak no quería los precios demasiado altos para el petróleo. A esto, Glaspie respondió que “Tenemos muchos americanos a los que les gustaría ver los precios subir sobre los S25 ya que vienen de estados productores de petróleo” (“We have many americans who weld like to see the price go above S25 because they come from oil-producing states”).

El 24 de Julio, un orador del Departamento de estado de Estados Unidos había establecido que ese país no tenía “ningún acuerdo de defensa con Kuwait y no hay compromisos de defensa especial o seguridad hacia Kuwait” (“not have any defense traties with Kuwait, and there are no special defense or security commitments to Kuwait”). El día siguiente, el embajador Glaspie, le dijo a Hussein que “la administración del presidente Bush no tenía opinión alguna en los conflictos entre árabes, como la situación con Kuwait” (“we (the Bush administration), have no opinion on the Arab-Arab conflicts, like your herder disagreement with Kuwait)

El 26 de Julio de 1990, la OPEC se reunió en Suiza y se acordó disminuir la producción con el fin de elevar los precios. El día 29 de dicho mes, Bush se opuso a un intento del congreso para restringir las ventas de granos norteamericanos a Irak. Nada hacía suponer que Estados Unidos intervendría en la crisis. Dos días más tarde, delegados de Kuwait e Irak se reunieron en Arabia Saudita para definir las fronteras en disputa y otras peticiones iraquíes. Mientras tanto, Irak había reunido alrededor de 100.000 tropas en su frontera con Kuwait. El número de militares de Kuwait era de apenas 20.300 hombres, mientras que Irak reunía a más de un millón de hombres armados, entre otras cosas. La intimidación militar fue seguida por una promesa hecha por Hussein al presidente de Egipto, Hosni Mubarak, de que Irak no usaría la fuerza en contra de Kuwait.

El 1 de Agosto, la delegación iraquí abandonó las negociaciones en Arabia Saudita. El día siguiente, Irak invadió y ocupó Kuwait. Una vez en Kuwait, las fuerzas armadas de Irak actuaron brutalmente contra la población, robaron las reservas de los bancos del país, saquearon museos y enviaron a Irak muchos bienes de consumo. Kuwait no pudo hacer nada contra las fuerzas iraquíes.

El 3 de Agosto, Estados Unidos anunció el envío de fuerza naval al Golfo Pérsico, mientras Irak invadía además Arabia Saudita. En ese momento, no había fuerza militar en el área capaz de detener a Hussein. Si éste decidía atacar, Estados Unidos se vería obligado a responder. Afortunadamente, Irak no atacó.

Entonces, todos los diplomáticos de países extranjeros son obligados a retirarse de Irak. Si los diplomáticos ingleses y norteamericanos no se reportaban, Hussein amenazó con utilizarlos como escudo humano ante posibles ataques enemigos.

El hecho que conmueve a la comunidad inglesa, es la aparición en televisión de un niño británico, donde Hussein lo hacía referirse a las condiciones en que se encontraban los “prisioneros”. Utilizaron al pequeño para probar que Irak estaba tratando bien a los extranjeros.

Irak continuaba llevando a cabo su plan y nadie hacía nada al respecto. La Primer Ministro de Inglaterra, Margaret Thatcher expresa su descontento por la respuesta lenta y recatada de los países europeos, ante lo cual, Hussein accede a la liberación de mujeres y niños para que regresen a sus países.

Al momento de la invasión a Kuwait, comienzan cinco meses de campañas diplomáticas. El 16 de Octubre de 1990, Hussein le declara al New York times que el 2 de Agosto, día de la invasión, el rey de Arabia Saudita culpaba a Kuwait y no Irak del conflicto y el mismo día, Bush le prometió a Saddam 48 horas para asegurar la retirada iraquí. El 3 de Agosto, además, Hussein voló a Baghdad y recibió los acuerdos de retirarse de Kuwait, siempre y cuando la liga árabe no lo condenara ni pidiera la intervención de países extranjeros. Cuando el líder iraquí regresó a casa, Egipto y los sauditas ya condenaban su acción y las tropas norteamericanas iban rumbo a Arabia Saudita antes de ser formalmente requeridas. Hussein dijo haber confirmado estas aseveraciones recientemente por sus propios medios. Se había creado una fuerte unión entre Estados Unidos, Egipto y Arabia Saudita.

Por otra parte se dice que Estados unidos tenía planes dirigidos en contra de Irak “meses antes que los tanques iraquíes entrasen en Kuwait” (“months before Iraqi tanks rumbled into Kuwait”).

Los gobiernos de Inglaterra y Estados Unidos se unieron para poner fin a la situación. Uno de los problemas en tratar con Hussein, pese a la firmeza mostrada por el Presidente Bush y la Primer Ministro Thatcher, era su convencimiento de que los americanos nunca accederían a realizar un enfrentamiento para defender a un país extranjero si gente americana pudiese resultar herida. El tema dividió a la nación en dos mitades y los argumentos a favor y en contra de una guerra comenzaron a debatirse desde los primeros días de enero de 1991. El 12 de dicho mes, el Congreso votó a favor de permitir una intervención por parte del gobierno de Bush. La guerra comenzó cuatro días después. La operación se conoce con el nombre de Tormenta del Desierto y la victoria norteamericana fue aplastante. Si bien Irak no fue ocupado en ese momento, quedó sometido a inspecciones por parte de la comunidad internacional (UNS-COM), según la resolución 687 de abril de 1991, destinadas tanto a desmantelar su arsenal de armas de destrucción masiva, en especias químicas y biológicas como a “determinar su potencial para el desarrollo de armas nucleares y prevenir su realización”. Actualmente, se piensa que al negarse a la inspección de la ONU, el juego de Saddam es ganar tiempo, con la finalidad de “desarrollar su temido arsenal y reestructurar sus Fuerzas Armadas, con el fin de demostrar que Irak aún no ha sido vencido, pues la guerra aún no ha terminado”

CONCLUSIONES

Sin lugar a dudas, la Guerra del Golfo Pérsico es un capítulo de la historia que todavía no se ha cerrado y aparentemente, hechos que hacen suponer que la administración de Bush mintió sobre los motivos de participar en esta guerra, han salido a la luz a lo largo de esta investigación.

“La historia muestra que el gobierno norteamericano virtualmente siempre miente, especialmente a la gente norteamericana... En este siglo, Estados Unidos ha mentido para justificar virtualmente cada guerra. Estas guerras fueron siempre comenzadas por motivos económicos” (“History shows that the U.S. government virtually always lies, especcially to the American people... In this century, the U.S. has lied to justify virtually every war. These wars were always begun from economic motives”).

Según los datos que entregamos a lo largo de esta monografía, existen argumentos de sobra para pensar que a Estados Unidos le convenía iniciar una guerra en 1991.

En primer lugar, era lógico para Saddam Hussein, creer que el Presidente Bush le estaba diciendo que no habría intervención estadounidense si él invadía Kuwait, tal como lo demuestran los hechos ocurridos el 23 y 24 de Julio de 1990 (Afirmaciones hechas por Glaspie). De esto se desprende, que hasta cierto punto, Estados Unidos le estaba dando a Irak la seguridad de que no encontrarían oposición por parte de Norteamérica.

Además, según lo que pudimos concluir, la administración de Bush probablemente quería que Irak invadiese Kuwait, como una excusa para ganar el apoyo de Egipto y Arabia Saudita para establecer una fuerza militar en el Medio Este de forma permanente, algo que “varios gobiernos han deseado por más de una década” (several U.S. administrations have wanted for over a decade”). Resulta evidente que lo sucedido entre Estados Unidos, Egipto y Arabia Saudita los primeros días después de la invasión de Kuwait, en agosto de 1990, demuestra que el primer país tenía gran interés en ganar la confianza de los dos segundos.

Como tercer punto, queda también comprobada la intención de Estados Unido de elevar los precios del petróleo en aquel momento, según lo que Glaspie le dijo a Hussein el 23 de julio de 1990, demostrando que a Estados Unidos le convenía que esto sucediera, ya que es uno de los recursos económicos de ciertos estados, como el caso de Texas, de donde proviene Bush.

Desgraciadamente, no toda esta información le ha sido revelada al pueblo norteamericano, ni menos al mundial, por lo que sólo se pueden conocer estos antecedentes mediante una investigación muy detenida y una recopilación minuciosa de todos los acontecimientos que formaron parte de este conflicto. Nosotros, por fortuna, hemos encontrado estas pequeñas claves para dilucidar una versión auténtica de lo ocurrido.

Finalmente, queremos aclarar que no pretendemos restarle todo el mérito a la intervención de Estados Unidos en 1990 y 1991, puesto que gracias a su acción, Kuwait pudo ser liberado de las atrocidades a las que fue sometido por Irak, sin embargo, creemos que no podemos dejar de lado la otra motivación de este país, ya que no hay que olvidar que una moneda tiene dos lados y si se quiere conocer la verdad de una situación, es necesario conocer a fondo ambas partes de la moneda. En el caso puntual de la Guerra del Golfo Pérsico, la moneda tiene, por un lado, la cara, que simboliza a Kuwait y su gente, además de los prisioneros de otras naciones, que Irak arrestó antes de la Guerra, y, por el otro lado, el sello, que aparentemente sólo representaría una cosa: “$”.

BIBLIOGRAFÍA

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  • “THE MONTCLARION”. New Jersey, Estados Unidos, jueves 1 de noviembre de 1990.

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  • Gulf War, “Desert Storm Operation”, Inglaterra, 1994. (Cinta de video)

  • En Internet:

Netscape, Yahoo, search: “gulf war”,

http://chss.montclair.edu/english/furr/gulfwar2.html.

EL MERCURIO”. Santiago, Chile, sábado 14 de noviembre de 1998, pág. A9.

LAS ÚLTIMAS NOTICIAS”. Santiago, Chile, viernes 13 de noviembre de 1998, pág. 34.

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THE MONTCLARION”. New Jersey, Estados Unidos, jueves 1 de noviembre de 1990, pág.14.

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THE NEW YORK TIMES”. New York, Estados Unidos, lunes 24 de septiembre de 1990, pág. 32.

WALL STREET JOURNAL”. New York, Estados Unidos, lunes 15 de octubre de 1990, pág. 7.

Ferran Sales, Guillermo, “ANÁLISIS GUERRA DEL GOLFO”, Revista Militar. Madrid, España, 1997, pág. 17.

Ferran Sales, Guillermo, op cit.

THE MONTCLARION”. New Jersey, Estados Unidos, jueves 1 de noviembre de 1990, pág.14.

THE MONTCLARION”. op cit.




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Enviado por:Francisca Decebal cuza
Idioma: castellano
País: España

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