Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente
Geosfera
LA GEOSFERA
Los procesos geológicos endógenos y sus riesgos
Estructura y dinámica de la geosfera
La estructura de la geosfera
El calor de la Tierra
Relaciones entre el calor interno y la estructura de la geosfera
La tectónica de placas
La dinámica litosférica
Consecuencias de la dinámica
Deformaciones tectónicas
Pliegues
Fracturas
Terremotos
Riesgo
Riesgos asociados a procesos endógenos
Riesgos debidos a deformaciones
Riesgos sísmicos
Los procesos magmáticos
Los magmas
Los procesos magmáticos y sus rocas
Factores que determinan el vulcanismo
Distribución de las áreas volcánicas
Riesgos debidos al vulcanismo
Los procesos metamórficos
El ambiente metamórfico
Tipos de metamorfismo
Las rocas metamórficas
Los procesos geológicos exógenos y sus riesgos
El modelado del relieve
Los procesos geológicos exógenos
Meteorización
Procesos edáficos
El suelo
Formación y evolución del suelo
Tipos de suelos
Los suelos en España
Riesgos relacionados con las características geológicas del subsuelo
Riesgos debidos a la subsidencia
Riesgos asociados a los suelos expansivos
Riesgos del diapirismo
Riesgos asociados a zonas Kársticas
Procesos gravitacionales
Mecanismos de acción
Tipos de procesos gravitacionales
Riesgos relacionados con los procesos gravitacionales
Procesos periglaciares
Procesos glaciares
Dinámica glaciar
Acciones geológicas de los glaciares
Procesos fluviales y kársticos
Dinámica de las corrientes fluviales
Acción geológica de las corrientes fluviales
El modelado kárstico
Procesos eólicos
Acción del viento
Modelado eólico
Riesgos derivados de la erosión
Los procesos litorales
Mecanismos de modelado litoral (Agentes físicos que actúan sobre el litoral)
Acción geológica de los procesos litorales (Morfología costera: formas de erosión y acumulación)
Riesgos relacionados con los procesos litorales
Diagénesis y rocas sedimentarias
Los recursos minerales
Los recursos de la geosfera y sus reservas
Recursos minerales asociados a procesos endógenos
Recursos minerales magmáticos
Yacimientos minerales metamórficos
Recursos minerales asociados a procesos exógenos
Procesos de transporte y sedimentación
Diagénesis
Principales rocas ornamentales e industriales
La explotación de los recursos minerales
Búsqueda de yacimientos
Explotaciones
Rentabilidad de los yacimientos
Impactos de las explotaciones minerales
Prevención y corrección de los impactos
Los recursos energéticos
Los recursos energéticos
Origen
Energías renovables y no renovables
Aprovechamiento de la energía
Las energías no renovables
Los combustibles fósiles
El carbón
Los hidrocarburos
Formación y ubicación de yacimientos
El petróleo
El gas natural
La energía nuclear
Energía nuclear de fisión
Energía nuclear de fusión
Problemas de la explotación de energías no renovables
Soluciones
Las energías renovables
La Energía Hidráulica
Sistemas de aprovechamiento
Centrales hidroeléctricas
Energía Eólica
Sistemas de aprovechamiento
Ventajas e inconvenientes de la generación eólica de electricidad
Energía Solar
Sistemas de aprovechamiento
Ventajas e inconvenientes de la Energía Solar
Energía de la Biomasa
Sistemas de aprovechamiento
Tratamientos para la producción de biocombustibles
Ventajas e inconvenientes
La Energía de los océanos
La Energía Geotérmica
Los procesos geológicos endógenos
Estructura y dinámica de la geosfera
La estructura de la geosfera
La geosfera es la esfera de roca y metales que concentra casi toda la masa de la Tierra. Posee un calor interno y está estructurada en capas concéntricas de densidad creciente hacia el interior (corteza, manto y núcleo). A partir de los datos obtenidos mediante el análisis de la velocidad de las ondas sísmicas al atravesar el planeta:
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Corteza: Según origen, composición, edad y espesor: oceánica (delgada, más moderna), continental (gruesa, antigua, menos densa).
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Manto: Silicatos.
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Núcleo: Hierro.
Desde el punto de vista dinámico:
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Litosfera: rígida. Corteza terrestre + manto superior rígido.
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Mesosfera: sólida pero plástica.
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Endosfera:
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Núcleo externo: fluido. En su seno corrientes de convección por diferencias de temperatura o densidad.
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Núcleo interno: sólido muy denso.
El calor de la Tierra
Tiene dos procedencias:
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Restos del calor de formación: la baja conductividad térmica de las rocas y el efecto aislante de la corteza conservan parte del calor.
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Calor generado por los procesos radiactivos: actividad de isótopos radiactivos de algunos de los elementos químicos que forman los minerales. Estos átomos inestables tienden a sufrir una desintegración de su núcleo que los transforma en elementos con menor masa atómica. En el proceso liberan energía en forma de calor, partículas subatómicas y radiaciones.
La distribución del calor interno y la dinámica de la geosfera:
El calor de la Tierra es mayor en capas profundas y disminuye hacia la superficie. Esto crea un gradiente geotérmico. (Se ha comprobado que por cada 33m aumenta 1ºC la temperatura. Si dicho gradiente se prolongara hasta el centro de la Tierra, alcanzaría 200 millones de ºC. Sin embargo, sólo llega a unos 6000ºC por lo que se deduce que este gradiente se mantiene en los primeros 100km y luego la tª se estabiliza o incluso disminuye.
El calor de las zonas calientes tiende a dirigirse a las zonas frías de la corteza. Esto se produce por corriente de convección. Las masas de rocas calientes y plásticas del manto profundo ascienden, las zonas frías de la litosfera se introducen en el manto.
Relaciones entre el calor interno y la estructura de la geosfera
El sistema de convección se produce gracias a que el manto es una capa sólida pero
muy plástica.
Corrientes de convección:
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Convergentes:
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Divergentes:
Son el motor que mueve las placas:
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En las dorsales hay corrientes divergentes: sale material. Rift y fracturas.
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En las zonas de subducción hay corrientes convergentes. Grandes fragmentos de litosfera oceánica penetran en el manto superior. Quedan retenidos a unos 670km, donde el aumento de la tª cambia sus minerales hacia formas de estructura cristalina compacta, de manera que se vuelven más densos.
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En el límite núcleo-manto hay zonas donde el calor procedente del manto es más intenso. Grandes masas se funden y adquieren cierta flotabilidad. Así se produce un flujo ascendente de materiales muy calientes (plumas o penachos térmicos) que a 670km vuelven a sufrir la reestructuración mineralógica y generan magmas que pueden atravesar la litosfera.
El flujo de calor que va desde el interior al exterior se llama flujo térmico y se manifiesta en forma de volcanes, terremotos y deformaciones corticales.
La tectónica de placas
La teoría de la tectónica de placas describe la forma en la que se producen esas
interacciones litosféricas y la localización de los procesos geológicos.
La dinámica litosférica
El resultado de las interacciones de las placas es que éstas sufren continuos cambios en toda su extensión, aunque especialmente en los bordes. (Zonas alejadas son zonas de intraplaca).
Dinámica de los bordes divergentes:
Los bordes divergentes coinciden con dos tipos de estructuras:
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Dorsales: cadenas montañosas submarinas . Altura sobre el fondo oceánico de 2500m. Tienen un eje central longitudinal en el que existe una depresión llamada rift, que separa físicamente las dos placas. Los bordes son una serie de fallas escalonadas que forman los graderíos tectónicos. Bajo el eje de las dorsales y a escasa profundidad, existe una cámara magmática. La salida al exterior de los magmas forma la nueva litosfera oceánica (bordes constructivos). El espesor y la edad de los sedimentos aumenta gradualmente cuanto más lejos se encuentran del eje de la dorsal.
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Valles de rift intracontinentales: son grandes depresiones alargadas, con los bordes levantados y abundante actividad volcánica en sus fondos, formados por coladas de lava solidificada.
Dinámica de los bordes convergentes:
Cuando colisionan dos placas una de ellas se ve obligada a doblar su borde frontal hacia abajo e introducirse bajo la otra: subduce. Como la introducción de litosfera en manto es su pérdida, son bordes destructivos. Se producen enormes empujes, y presiones que liberan energía. Por ellos se desencadenan procesos:
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Formación de relieves u erógenos como consecuencia del levantamiento y deformación de la placa que queda en la superficie.
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Actividad sísmica por la liberación brusca de las tensiones que se acumulan en la zona de máxima fricción entre placas: plano de Benioff.
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El magmatismo asociado al aumento de temperatura que se produce por el rozamiento durante la subducción. Esto produce la fusión de algunas rocas. Se forman volcanes.
Dinámica de los bordes de falla transformante:
Son fracturas que suelen intercalarse a lo largo de los bordes divergentes. Abundan en las dorsales, a las que cortan de forma perpendicular. Tienen gran actividad sísmica, por la gran energía que libera el rozamiento. Por ello son zonas inestables.
Zonas de intraplaca:
Hay estructuras geológica que se originan en el interior de las placas. Como archipiélagos de islas oceánicas volcánicas (Hawai). Son el resultado de procesos que no reciben su energía de la interacción entre placas: los puntos calientes situados bajo dichas formaciones. Tienen su origen en una anomalía térmica en el límite núcleo-manto, que produce un ascenso de materiales muy calientes hacia la litosfera. Ahí una parte se funde y forma magmas que salen a la superficie.
ISOSTASIA:
El concepto de una corteza flotante en equilibrio gravitacional se denomina isostasia. Según esta teoría cualquier columna de litosfera ejerce el mismo peso sobre la astenosfera a pesar de la diferencia de zonas, unas tan altas como el Himalaya y otras como las llanuras oceánicas.
Hay dos teorías sobre la forma en que es posible mantener ese peso constante: son las teorías isostáticas de Pratt y Airy del s.XIX.
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Pratt insistía en que unas columnas eran más densas que otras; las menos densas corresponderían a las zonas más altas (montañas).
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Airy, sin embargo, lo explicaba con las variaciones de volumen.
El modelo actual aprovecha parte de ambas teorías. Así, la corteza oceánica es mucho más delgada que la continental, pero al estar constituida por materiales más densos, el peso ejercido por ambas sobre el nivel de compensación es el mismo. La forma más fácil de comprender el concepto de isostasia sea imaginar flotando en el agua una serie de bloques de madera de diferentes alturas. Se observa que los más gruesos sobresalen más del agua que los finos. De una manera similar las montañas se elevan más por encima de la superficie y tienen raíces que alcanzan zonas más profundas del material que lo sustenta por debajo. Si se colocara otro bloque encime de uno de estos bloques éste se hundiría hasta alcanzar un nuevo equilibrio isostático. Este proceso de establecimiento de un nuevo equilibrio se denomina ajuste isostático. Existen pruebas de hundimiento de la corteza y de su aspecto. A medida que la erosión reduce las cimas de las montañas la corteza se elevará en respuesta a la reducción de la carga. Sin embargo, cada episodio de levantamiento isostático es algo menor que la pérdida de elevación debida a la erosión.
Los procesos continuarán hasta que el bloque montañoso alcance el grosor normal de la corteza.
La creación y destrucción de litosfera:
La actividad de las placas litosféricas tiene como consecuencia su constante creación y destrucción.
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En la litosfera oceánica, los procesos que suponen su creación en los bordes divergentes y los que llevan a su destrucción en los bordes convergentes se compensan mutuamente.
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La litosfera continental es más antigua debido a que su creación es más rápida que su destrucción. El crecimiento se produce en los bordes convergentes.
Ambos se resumen en el ciclo de Wilson.
Consecuencias de la dinámica
Los movimientos de las placas influyen en los diferentes subsistemas:
El clima y los seres vivos:
Los movimientos de las placas varían la disposición de los continentes y los océanos. Esto tiene consecuencias directas en las dinámicas de la hidrosfera y de la atmósfera, lo que, a su vez, determina el clima global y la disposición de las diferentes zonas climáticas del planeta.
Los procesos geológicos:
Los movimientos de placas producen las modificaciones en la superficie, dando energía o condiciones para que se produzcan dos tipos de procesos:
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Procesos geológicos exógenos: Acción de la atmósfera, hidrosfera y biosfera sobre las rocas de la superficie.
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Procesos geológicos endógenos: Relacionados con la dinámica interna de la geosfera. La energía que los produce procede del calor de la Tierra y de los empujes y roces entre placas. Son deformaciones, desplazamientos y sismos.
Deformaciones tectónicas
Tipos de esfuerzos:
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Compresión: las empujan en sentidos opuestos.
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Distensión: tiran de ellas.
Tipos de deformaciones:
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Elástica: cuando desaparece el esfuerzo la roca retorna a su posición inicial. Provoca terremotos.
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Plástica: la roca queda deformada. Forma pliegues.
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Rotura: cuando el esfuerzo produce la aparición de una fractura en la roca. Origina fallas y diaclasas. Actividad sísmica asociada.
Pliegues
Son el resultado de una compresión que produce una deformación plástica, la cual genera en las rocas una serie de ondulaciones. Afectan a rocas sedimentarias y metamórficas.
Fracturas
Se supera el límite de deformación plástica. Dependiendo de la intensidad de la deformación, se produce un desplazamiento entre los dos extremos de la rotura:
FALLA: son fracturas que se originan en rocas poco plásticas. Se crean dos bloques que quedan desplazados uno con respecto al otro en el plano de ruptura.
DIACLASAS: El desplazamiento relativo de los bloques resultantes es nulo o pequeño.
Terremotos
Los terremotos se originan por la liberación brusca de la energía acumulada en una roca que sufre una deformación elástica, cuando esta vuelve a su estado inicial. Esp. en los límites de las placas litosféricas.
El punto donde se produce el terremoto es el hipocentro. El punto de la superficie situado en su vertical es el epicentro. A partir del hipocentro se producen vibraciones que se desplazan por el interior de la Tierra en forma de ondas sísmicas:
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Primarias (P): vibran en el mismo sentido del desplazamiento. Son muy rápidas.
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Ondas secundarias (S): más lentas. Vibran en el sentido transversal al desplazamiento y no atraviesan materiales líquidos.
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Ondas superficiales: las más lentas. Se propagan por la superficie a partir del epicentro.
Hay dos formas de estudiar los terremotos: medición de los efectos de las sacudidas sísmicas (escala de Mercalli: I-XII) o medición de la cantidad de energía liberada (escala de Richter: 1-9).
La localización del foco sísmicos es posible debido a que existen estaciones sismológicas distribuidas por toda la superficie. En todas hay un sismógrafo.
La información es muy valiosa para la elaboración de mapas de riesgo sísmico, para intentar predecir los terremotos, para realizar estudios del interior de la Tierra, etc.
Para localizar exactamente el epicentro es necesario conocer q qué distancia de la estación se encuentra y en qué dirección. En los sismógrafos se observa que las ondas S llegan al sismógrafo después de las P. El retraso de las S será mayor cuanto más lejos esté el epicentro de la estación sismológica. La distancia de la estación al epicentro indica que este se puede encontrar en una circunferencia de ese radio, con centro en la estación. Se comparan los datos de al menos 3 estaciones situadas en diferentes lugares del planeta. La intersección entre las tres curvas indica epicentro.
Riesgo
Características:
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El valor de la zona afectada. Mide el número de vidas humanas, el valor económico de las propiedades...
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La vulnerabilidad. Es la proporción del valor que se supone puede perderse.
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La peligrosidad. Es la probabilidad de que una zona se vea afectada, dentro de un cierto período de tiempo, por un fenómeno geológico destructivo.
Riesgos asociados a los procesos geológicos endógenos
Los procesos endógenos son manifestaciones de la energía producida en el interior
de la Tierra con un reflejo en la superficie. Algunos tienen lugar muy lentamente y apenas alteran nuestras actividades. Otros, como los terremotos, suceden de manera brusca y momentánea y suponen un peligro.
Riesgos debidos a deformaciones
Los pliegues y fracturas son deformaciones permanentes que alteran la
disposición de las rocas y sus propiedades. Aunque tienen lugar lentamente, suponen riesgos para personas e infraestructuras:
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Grandes deformaciones tectónicas.
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Aparición de problemas relacionados con las cimentaciones, con la estabilidad de taludes y laderas o con la permeabilidad.
Se previenen mediante el conocimiento de la historia geológica de la región a la que afectan.
Riesgos sísmicos
Los grandes terremotos ocasionan desastres en poco tiempo. Sus efectos son:
Efectos en las construcciones:
Daños graves: colapso de construcciones, destrucciones y derrumbamientos de edificios, incendios producidos por cortocircuitos o escapes de gas.
Daños ligeros: Caída de trozos de revestimiento de aleros, chimeneas, tejas, macetas, muebles, libros.
Daños en infraestructura: en suministros esenciales como telefonía, agua, gas; en vías de comunicación, como carreteras, puentes; daños parciales en diques, presas.
Efectos sobre el terreno: muchos de estos efectos son los causantes a su vez de destrozos en las construcciones. Son:
Asentamientos diferenciales del suelo, fundamentalmente en terrenos sueltos.
Deslizamientos de tierras y desprendimientos de rocas, avalanchas.
Maremotos o tsunamis.
Efectos derivados de actuaciones humanas:
Actuaciones provocadas por el pánico: atropellos, aglomeraciones incontroladas.
Consecuencias derivadas de acciones inadecuadas sobre construcciones o personas, como entrar en inmuebles sin autorización.
Factores que incrementan el riesgo sísmico:
Las grandes aglomeraciones humanas situadas en zonas de fractura, o sobre suelos poco consolidados. La mayor devastación es produce en los barrios superpoblados, en países pobres (construcciones de baja calidad).
Prevención de riesgos sísmicos:
La única medida es determinar las zonas sujetas a mayor riesgo y paliar los daños. La prevención debe asegurar la integridad de las infraestructuras que garanticen la ayuda. La reducción de daños depende de la adopción de medidas especiales en las zonas de mayor riesgo:
Establecer zonas con restricciones para la construcción cerca de las fallas.
Restringir el uso del suelo en zonas propicias de deslizamientos.
Reforzar estructuras de los edificios existentes y diseñar los nuevos de manera que resistan las sacudidas del suelo.
Educar a la población para proteger su vida y sus propiedades.
Fomentar la contratación de seguros para paliar las pérdidas económicas.
3. Daños sísmicos y construcciones:
Una gran parte de las víctimas de los terremotos se debe al desplome de los edificios.
La resistencia de un edificio depende de los materiales de construcción, el diseño de la estructura y la cimentación. Los edificios resisten mejor cuando están construidos sobre rocas compactadas; si el subsuelo es arenoso o húmedo hay que reforzar los cimientos, ya que son la parte más importante.
Predicción de terremotos
Cuando se genera un terremoto, se desencadenan alteraciones físicas en la superficie terrestre.
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Sismos premonitores que preceden a los terremotos de mayor intensidad.
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Zonas de ausencia de microsismos antes de un terremoto.
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Disminución de la relación entre Vp/Vs en períodos anteriores a los terremotos.
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Cambios en el equilibrio eléctrico del aire cuando los mov. tectónicos liberan cargas eléctricas por la flexión de los minerales.
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Afloramiento de gases subterráneos, esp. gas radón.
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Cuando el calor generado por la fricción y la ruptura de las rocas alcanzas las aguas subterráneas, aumenta su temperatura generándose nubes serpentiformes de vapor.
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Cambios en la resistividad eléctrica del terreno, que puede medirse introduciendo electrodos entre las rocas para ver constantemente el voltaje.
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Cambios topográficos por las deformaciones que sufren las rocas.
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Cambios gravimétricos.
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El movimiento y la fractura de la corteza produce gran cantidad de ruido; ondas sonoras de bajísima intensidad que se adelantan al seísmo como aviso.
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Cambios en el campo magnético.
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Comportamiento anómalo de animales, ya que detectan: las ondas sonoras de aprox. 100CPS (los humanos captamos las ondas de entre 100 y 4000 CPS), el olor de los gases (los humanos poseemos 5 millones de células olfativas, y un perro 220 millones), los cambios en las condiciones electromagnéticas de la superficie (las aves migratorias se guían por estos campos de energía) y los microsismos que se transmiten por el suelo y a través del agua.
Riesgos sísmicos en España
Las zonas de mayor riesgo son el sur y el sudeste de la Península, los Pirineos, la cadena costera de Cataluña y el Sistema Ibérico. En Canarias, se asocia al vulcanismo. Las zonas litorales pueden ser afectadas por tsunamis.
Prevención de esos riesgos en España: se basa en la determinación del riesgo sísmico y la elaboración de mapas de riesgo. Algunas de las normas que regulan la resistencia de las edificaciones a distintos tipos de esfuerzos son:
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La Norma Básica de Edificación trata de la resistencia a las sobrecargas de uso.
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La nueva Norma de Construcción Sismorresistente regula específicamente el diseño de las construcciones.
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La Norma Tecnológica de Edificación establece coeficientes en función del tipo de planta, las características del terreno donde se asienta el edificio...
Se consideran esp. afectados los hospitales e instalaciones sanitarias, los edificios para personal y equipos de ayuda (bomberos, policía, ejército, ambulancias) y las vías de comunicación.
Los procesos magmáticos
Los magmas
Los procesos magmáticos y sus rocas
Factores que determinan el vulcanismo
Distribución de las áreas volcánicas
Riesgos debidos al vulcanismo
Son menos perceptibles para la población debido a que los volcanes permanecen
inactivos durantes largos períodos y proporcionan falsa sensación de seguridad.
La peligrosidad de los volcanes:
Está relacionada con:
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La explosividad de las erupciones. Está relacionada con la viscosidad y el contenido en gases de los magmas que las generan. (Ver punto 6.4.2).
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El tipo de productos expulsados. Los materiales que se proyectan pueden afectar a zonas muy amplias en función de la altura que alcancen y de la dirección del viento. Los fragmentos grandes son proyectiles, aunque no suelen ir muy lejos. Los más finos recorren en suspensión grandes sustancias. La lluvia de cenizas puede afectar a la visibilidad, dificultar el funcionamiento de motores, sepultar cultivos.
Los volcanes pueden emitir [] importantes de algunos gases muy venenosos, como CO2, CO, óxidos de azufre.
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Los lahares. Son coladas de barro y avalanchas de derrubios que se forman al fundirse rápidamente la nieve por efecto de una erupción.
La prevención de los riesgos volcánicos:
La única es saber cuándo va a ocurrir. Métodos:
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Estudio de la distribución temporal y espacial de los movimientos sísmicos. (Antes de una erupción, se detectan terremotos de magnitud y frecuencia crecientes).
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Estudio de las deformaciones del suelo asociadas al ascenso de magmas.
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Registro de las variaciones de los campos magnético y eléctrico.
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Estudios gravimétricos que permiten detectar anomalías asociadas al ascenso de magma.
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Los estudios de las aguas termales para detectar cambios químicos, como la emisión de gases por las grietas de la zona.
Los gobiernos deberían tomar medidas para vigilar la actividad de los volcanes más peligrosos y establecer sistemas de coordinación con los científicos para conocer los riesgos potenciales. Incluso en los casos en los que la vigilancia es adecuada, surge la necesidad de desarrollar planes de evacuación de las zonas afectadas y de que exista voluntad de ponerlos en marcha. El problema es que no siempre son seguras las advertencias de los geólogos, y desalojar a los residentes es una decisión arriesgada, debido a los elevados costes y a los trastornos a las personas.
Los volcanes españoles:
Existen cuatro zonas en España. Las zonas peninsulares carecen de riesgo volcánico ya que la actividad en la zona se considera extinguida.
En las Islas Canarias se han producido 17 erupciones en épocas históricas. Los volcanes canarios se encuentran activos y suponen un riesgo. Además, el aumento de la densidad de población ha elevado el riesgo potencial al aumentar el valor y la vulnerabilidad de muchas zonas. Las erupciones más recientes se han producido en Lanzarote, La Palma, y Tenerife. Esto sugiere que el origen de las islas debe estar relacionados con la fractura en bloques de la plataforma continental de la placa africana y no con la actividad de un punto caliente. Las erupciones son fluidas y de baja explosividad, y emiten materiales en un radio pequeño y flujo de lava por las pendientes. No son peligrosas para la población, ya que se restringen a la zona del volcán, y las coladas son lentas y permiten evacuar. Pero si afectan a bosques, cultivos y casas.
En Tenerife su composición es más viscosa y con más gases ( ! explosividad).
Los procesos metamórficos
El ambiente metamórfico
Cuando las rocas magmáticas o sedimentarias son sometidas a condiciones termodinámicas deferentes de las de sus ambientes de formación, sufren metamorfismo, que las transforma en rocas diferentes: las metamórficas.
Afecta a cualquier roca de la litosfera que alcance las condiciones de este ambiente: litosfera sometida a esfuerzos tectónicos intensos, alrededor de bolsas magmáticas calientes o enterradas bajo capas de sedimentos hasta alcanzar profundidades con mayor P y tª. Son zonas geológicamente muy activas.
Metamorfismo y dinámica litosférica:
* Metamorfismo en los bordes constructivos: Los ascensos magmáricos en la zona de la dorsal producen una elevación de la tª que, asociada a la abundancia de agua en los poros de la roca, produce un metamorfismo asociado a fluidos calientes.
* Metamorfismo en los bordes destructivos: Se produce un metamorfismo de gran extensión. Además, a lo largo del plano de Benioff, se forman magmas muy calientes que ascienden a zonas más superficiales produciendo metamorfismo.
* Bordes pasivos: Producen metamorfismo por fricción.
* Metamorfismo en zonas de intraplaca: Por la proximidad de puntos calientes.
* Metamorfismo en cuencas sedimentarias: Las acumulaciones sepultan las rocas a gran profundidad, y las someten a grandes P y tª.
Causas:
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La presión: al aumentar, comprime la roca y los minerales haciendo que formen estructuras cristalinas más compactas y orientadas en una determinada dirección.
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Temperatura: su incremento rompe los enlaces entre los componentes, favoreciendo las reacciones químicas al aumentar la E interna de los átomos.
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Fluidos circulantes: el agua cargada con iones circula por los espacios de la roca (procedente de la misma roca que sufre el metamorfismo, o bien de los fluidos hidrotermales asociados a magmas) aporta sustancias que reaccionan con los minerales de la roca
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Tiempo.
Límites:
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Inferior: excluye diagénesis, responsable de la litificación de los sedimentos.
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Superior: excluye los procesos donde las condiciones de P y tª producen la fusión de las rocas, y que se incluyen en el magmatismo.
Efectos:
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Aumento de la cohesión entre los granos.
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Orientación de los minerales: a mayores presiones, los minerales se orientan y crecen en una dirección preferente (perpendicular a los esfuerzos que producen el aumento de P). Esto crea una estructura foliada.
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Cambios en la mineralogía: Las condiciones metamórficas hacen que los minerales se vuelvan inestables: susceptibles de experimentar reacciones que cambian su composición o estructuras cristalinas.
Tipos de metamorfismo
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De enterramiento: se produce por acumulación de sedimentos en una cuenca. Los más profundos están sometidos a una mayor P. Grado de metamorfismo muy bajo.
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Metamorfismo de Presión: en zonas de falla o fractura con movimientos entre bloques.
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Metamorfismo de contacto o térmico: magma en ascenso calienta las rocas que lo rodean. Se forma una aureola metamórfica.
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Metamorfismo regional: por efecto de la P y la tª durante períodos prolongados en grandes áreas de la corteza (zonas de subducción u orógenos de colisión).
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Metamorfismo hidrotermal: cuando el agua con iones en disolución circula entre las rocas. Estos fluidos pueden provocar reacciones al atravesar las rocas y cambiar, a veces drásticamente, su composición formando nuevos minerales.
Las rocas metamórficas
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Con estructura foliada:
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Pizarras.
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Esquistos.
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Con estructura no foliada: se originan en procesos metamórficos térmicos y a presiones moderadas. Son:
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Cuarcitas.
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Mármoles.
Los procesos geológicos exógenos
El modelado del relieve
Los procesos geológicos exógenos
Los procesos exógenos son un conjunto de acciones (desagregación, desgaste,
movilización y acumulación) llevadas a cabo sobre las rocas superficiales por unos agentes propios de la dinámica del planeta (cambios de temperatura, gases atmosféricos, escorrentía superficial, hielo, viento, oleaje, seres vivos...), que actúan a la vez y que producen unos resultados en el terreno (generación de modelados). Todo ello implica una continua transformación y redistribución de los materiales hasta su deposición en las cuencas sedimentarias.
Erosión: hace referencia a una de las acciones geológicas propias de la dinámica externa de la Tierra que implica desagregación, desgaste, movilización de los materiales y creación de formas de relieve. También tiene el significado de degradación del terreno, ya que implica pérdida de materiales en ocasiones valiosos.
Los agentes del modelado y su energía
Los agentes son una consecuencia de los flujos de energía y materia que tienen lugar en las interacciones entre subsistemas. Dependen directamente de dos tipos de energía:
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La energía solar. Produce los fenómenos climáticos e impulsa los movimientos atmosféricos y el ciclo del agua.
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La gravedad. Es determinante en todos aquellos mecanismos que transforman en movimiento la energía de los materiales debido a su posición en la superficie.
Los procesos exógenos se agrupan según la secuencia que seguirían en un terreno recién emergido:
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Meteorización. Es la alteración y desagregación de las rocas que forman el terreno, debido a los efectos del ambiente. Forma depósitos superficiales de roca alterada a partir de los cuales se forma el suelo (gracias a los procesos edáficos).
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Transporte. Los materiales desagregados pueden desplazarse por vertientes y laderas sin la participación de agentes, siempre que tengan la energía de posición adecuada. El movimiento se debe a la gravedad (procesos gravitacionales).
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Sedimentación. Los materiales depositados por los procesos gravitacionales son recogidos por agentes evacuadores: escorrentía (procesos fluviales), glaciares, viento (procesos eólicos). Estos llevan los materiales a lugares de menor energía potencial de posición. Antes de estabilizarse definitivamente pueden ocupar las franjas costeras, donde tienen lugar los procesos litorales.
Meteorización
Las rocas sufren un conjunto de cambios físico-químicos que las disgregan y alteran su composición mineral (se transforman en otros más estables).
Los mecanismos de meteorización
Los cambios que tienen lugar en las rocas son consecuencia de su interacción con la
atmósfera, hidrosfera y biosfera:
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Acciones mecánicas. Afectan a las características texturales, desintegrando. No alteran su composición mineralógica. Son:
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Descompresión. Las rocas sometidas a presión por enterramiento se agrietan y desarrollan sistemas de diaclasas cuando la erosión elimina el terreno y afloran a la superficie. Se puede producir el lajamiento por descarga (rotura de la roca en láminas paralelas a su superficie).
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Acción del hielo: crioclastia. Cuando el agua penetra en las grietas y después se congela, aumenta de volumen formando un bloque de hielo que realiza un efecto de cuña, agrandando la grieta a medida que se repite el ciclo hielo-deshielo. Es muy activo en zonas de alta montaña o en ambientes periglaciares.
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Crecimiento de cristales de sal. En zonas áridas el agua penetra por capilaridad en los poros y deposita, al evaporarse, las sales que lleva disueltas. El crecimiento de esos cristales produce rotura: haloclastia.
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Cambios de temperatura. En los ambientes desérticos la repetición de muchos ciclos de dilatación y contracción de los minerales acaba por disgregar la superficie de las rocas (termoclastia).
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Cambios de humedad. Las variaciones de volumen debidas a ciclos de humectación y desecación (hidratación física) pueden romperla.
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Acción de organismos. Las raíces de las plantas que crecen en las grietas o los animales excavadores, pueden ejercer una acción mecánica capaz de fragmentar las rocas (bioturbación).
Además de producir la disgregación de las rocas, la meteorización física facilita la acción de la química, al aumentar la superficie de reacción de las rocas y crear huecos por los que penetra el agua y los gases de la atmósfera.
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Reacciones químicas. Los gases de la atmósfera, el agua y las sust. que lleva disueltas reaccionan con los minerales y los disuelven, transforman o descomponen. Son cambios en su composición mineralógica original.Son:
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Hidrólisis. Es la acción del agua disociada. Los iones H+ y OH- reaccionan con las moléculas de la red cristalina del mineral y las rompen en otras que se estructuran en redes menos compactas. Es el mecanismo que más altera las rocas cristalinas silicatadas; por ejemplo, la hidrólisis combinada con la carbonatación hace que los granitos se transformen en arcilla, que se disgrega en granos (arenización).
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Hidratación química. Es la introducción de moléculas de agua en las estructuras cristalinas de los minerales y los transforma en otros diferentes. Las construcciones situadas en rocas sensibles a la hidratación (arcillas expansivas) pueden tener problemas de estabilidad.
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Carbonatación. Acción del CO2 disuelto en el agua.
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Disolución. Debido a su carácter polar, el agua puede disolver minerales al extraer iones de sus redes cristalinas. La más afectada es la halita o yeso. También afecta a rocas insolubles que al sufrir otros mecanismos, se vuelven solubles (disolución de calizas en procesos kársticos).
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Reacciones de oxidación-reducción. Los elementos metálicos de los minerales reaccionan con el agua (lleva en disol. O y H) y se oxidan o reducen, formando minerales nuevos más o menos compactos. Es un proceso reversible que disgrega o apelmaza la roca original. Ej.: Oxidación del hierro, que da a las rocas meteorizadas un color rojizo.
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Reacciones químico-biológicas. La presencia de sustancias procedentes de restos orgánicos sobre las rocas favorece que se produzcan en ella determinadas reacciones que la alteran. Los seres vivos influyen de forma dominante, alterando el terreno y dejando restos orgánicos.
La meteorización química está favorecida por la meteorización mecánica y por las temperaturas altas.
Factores que intervienen en la meteorización
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Tipo de material original. Las rocas que presentan fisuras o fracturas son más vulnerables a la rotura por procesos físicos, las rocas salinas se disuelven fácilmente, etc.
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Ambiente climático. Las condiciones de temperatura y de humedad características del clima de cada región determinan el tipo de mecanismos de la meteorización que actuarán y su intensidad. En las zonas áridas cálidas o frías, donde el agua líquida escasea, predominan los procesos físicos. En las selvas lluviosas tropicales, donde la temperatura y la humedad son muy altas, predominan la química y biológica.
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El ambiente biológico. La presencia de abundantes vegetación y fauna en un terreno (que también está condicionado por el clima) favorece la bioturbación física o las reacciones químico-biológicas.
Procesos edáficos
El suelo
Es un sistema complejo. Está formado por una mezcla de componentes de
naturaleza inorgánica y orgánica (50% de sólidos), agua (25%) y gases (25%).
-
La fracción mineral. Está
-
La fracción orgánica. Procede de la descomposición de los restos de la cobertera biológica. Se lleva a cabo por:
-
Humificación. Complejo y largo proceso que transforma los restos biológicos es una serie de moléculas que se denominan humus.
-
Mineralización. Representa el máximo grado de descomposición de las moléculas, que se rompen totalmente y liberan compuestos muy sencillos de naturaleza inorgánica.
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Agua. 25%. Procede de las precipitaciones y ocupa el espacio poroso.
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Aire. 25%. Gases de la atmósfera. Disminuye con la profundidad.
Formación y evolución del suelo
El suelo se forma a partir de un sustrato que es colonizado por la vegetación.
Para ello es indispensable el agua , que debe contar con capacidad de circulación suficiente como para tomar sustancias de una zona (que sufre lavado o eluviación) y depositarlas en otra (en la que se produce una concentración o iluviación).
El resultado de este trasiego es la diferenciación del suelo, que se va estructurando en capas denominadas horizontes. Cada uno tiene unos rasgos distintivos y propiedades. Son el perfil de cada suelo. La facilidad con que se origine este proceso depende de una serie de factores:
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El material original. Por su permeabilidad y composición el sustrato procedente de la roca madre puede tener una capacidad variable para generar iones.
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La composición de la cobertera biológica. La materia orgánica derivada de los restos vegetales puede ser resistente o no a la humificación y mineralización.
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El clima. A través de la termicidad o la precipitación controla la disponibilidad de agua, el tipo de meteorización dominante y la composición.
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El tiempo. El desarrollo de un suelo requiere un período de estabilidad en la zona, para que se mantengan en funcionamiento los procesos de intercambio entre las materias mineral y orgánica.
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El relieve. La formación está condicionada por el nivel del terreno. Así, en las pendientes suele haber más erosión y el suelo se va a formar en zonas más bajas (donde la pendiente es menor).
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Los seres vivos. Disgregan la roca madre para contribuir a fragmentarla, dificultando la erosión y reteniendo la humedad.
Etapas en el proceso de formación de un suelo
Presencia de un sustrato adecuado procedente de la meteorización de la roca madre.
Removilización del sustrato, el horizonte C, sobre el que puede crecer la vegetación.
La colonización vegetal aporta materia orgánica que se transforma y se mezcla con la materia mineral, formando el horizonte A.
Diferenciación de un horizonte B intermedio por la alteración del C o por la acumulación de productos lavados del A.
La eluviación de los horizontes superiores genera subdivisiones, como el horizonte E.
La sucesión completa solo ocurre en determinadas circunstancias pues el tipo de material original o el ambiente bioclimático pueden modificarla y generar perfiles variados.
Evolución del suelo
El suelo es una interfase (sobre el suelo la biosfera y la geosfera, sobre la superficie la atmósfera), por tanto, está sometida a continuos cambios que proceden de los sistemas que intervienen en su formación (geosfera, atmósfera: gases, agua (hidrosfera), biosfera (animales). Tres factores clave influyen en la formación y destrucción del suelo:
Desarrollo de la vegetación: Un suelo desarrollado proporciona nutrientes a las plantas que crecen en él. Proporcionan nutrientes al morir lo que incrementa la calidad del suelo y el desarrollo de la vegetación.
Erosión: Es la pérdida gradual del suelo. Intervienen los agentes geológicos (aguas superficiales, viento) y los factores propios del suelo (pendiente, características).
Procesos de ladera: En las montañas se desencadenan procesos condicionados por la gravedad [ver procesos exógenos]. Contribuye a la destrucción del suelo.
Perfil ideal de un suelo
Tipos de suelos
Se diferencian tres categorías, según la clasificación zonal:
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Suelos zonales. Sus características se ajustan totalmente a las condiciones propias de la zona bioclimática en al que se encuentran. Hay suelos de tundra, de taiga, de pradera, mediterráneos, esteparios, de sabana, de selva...
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Suelos intrazonales. Presentan las analogías bioclimáticas sólo parcialmente.
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Suelos azonales. No presentan características propias de la región bioclimática donde se desarrollan, generalmente porque no han tenido tiempo a adquirirlas. Ej.: Suelos de las llanuras aluviales, que experimentan aportes y retiradas de materiales en las frecuentes inundaciones.
La clasificación genética clasifica los suelos de la forma en la que se desarrolló
su proceso de formación.
La clasificación analítica agrupa los suelos según su composición y sus
propiedades.
Los suelos en España
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Suelos de ambiente mediterráneo y sustrato arenoso-arcilloso. Son los más abundantes. Ej.: Suelos pardos y suelos rojos mediterráneos.
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Suelos de zonas montañosas y sustratos calizos.
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Suelos de zonas con sustrato predominantemente silíceo.
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Suelos de las llanuras de inundación de los ríos.
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Suelos de zonas con sustratos de origen volcánico reciente. Se encuentran en el archipiélago canario.
Riesgos relacionados con las características geológicas del subsuelo
Riesgos debidos a la subsidencia
La subsidencia o hundimiento de la superficie es un proceso que no suele causar víctimas, pero origina grandes pérdidas económicas. Se produce por procesos tectónicos, temblores sísmicos, rellenos no compactados, extracción de fluidos subterráneos y deshielo en ambientes periglaciares. Los efectos son:
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Destrucción o daños en construcciones y vías de comunicación.
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Inundación de tierras bajas cercanas al mar, lagos o ríos.
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Cambios en pendientes (afectan al flujo del agua en tuberías y alcantarillado)
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Contaminación de aguas subterráneas a través de fisuras.
Riesgos asociados a los suelos expansivos
Son aquellos suelos que cambian de volumen en presencia de agua. Contienen arcillas, que tienen una estructura en láminas. Algunas absorben agua entre sus láminas y aumentan mucho su volumen. Esto produce una hinchazón del suelo y presiones laterales que pueden afectar a los cimientos. Algo parecido es la conversión del sulfato de calcio en yeso.
Hay soluciones técnicas para las cimentaciones de suelos expansivos, basadas en tratamientos químicos, utilización de rellenos o drenaje.
Riesgos del diapirismo
Los diapiros son estructuras debidas al ascenso de las rocas salinas que tienen menor densidad que los sedimentos que las recubren, es decir, fluyen a zonas de menor presión. Pueden dar lugar a dos tipos de riesgos:
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Riesgos debidos al ascenso de los materiales e inestabilidad de las construcciones.
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Riesgos por la composición de los materiales, como la disolución de sales, que provoca la aparición de cavidades o el retroceso de las laderas.
Riesgos asociados a zonas Kársticas
La dinámica cárstica implica procesos que pueden generar riesgos inducidos de forma natural o antrópica:
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Creación de simas y dolinas
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Hundimiento de suelos.
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Producción de terremotos.
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Fugas de agua en presas.
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Contaminación de acuíferos.
Procesos gravitacionales
Son fenómenos que afectan tanto a los materiales procedentes de la meteorización
de las rocas como a los suelos que se forman a partir de ellos. (Unir con punto 6.23)
Mecanismos de acción
En muchos casos ocurren en el momento en que el material se despega del
sustrato, siempre que exista una pendiente con la suficiente inclinación y un material con unas características (presencia de discontinuidades, dureza, cohesión) que permitan el movimiento.
Otras veces los materiales sueltos permanecen en la ladera hasta que intervienen los factores desencadenantes que, al modificar las condiciones existentes, provocan la inestabilidad e inician los desplazamientos. Son:
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El contenido de agua en la roca meteorizada. El agua puede cohesionar los materiales, hacer que aumente el peso del conjunto o que disminuya su agarre a la ladera.
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El clima. Fenómenos climáticos como las precipitaciones, la acumulación de nieve o los ciclos de helada y deshielo.
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La pérdida de vegetación. Las plantas sujetan los materiales con sus raíces y aumentan su estabilidad. Si se pierden los materiales pueden comenzar a desplazarse.
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Las vibraciones. Los terremotos o algunas actividades humanas producen vibraciones que pueden modificar las propiedades mecánicas del terreno.
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La acción de otros procesos exógenos. La acción mecánica de otros procesos geológicos sobre la base de una ladera puede desencadenar el desplazamiento de los materiales de su parte superior.
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Las intervenciones humanas sobre el terreno. Las modificaciones de la geometría de las laderas o acantilados (socavamientos en la base), la eliminación de la vegetación de una ladera debido a los incendios, a las talas abusivas o los cambios de uso del terreno.
Tipos de procesos gravitacionales
En función de la cantidad que se desplaza, la velocidad, el grado de contacto que
mantiene con el sustrato mientras se desplaza, las huellas que quedan en el terreno y las formas de acumulación que se generan, se distinguen cuatro grandes tipos:
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Caída o desprendimiento. Es el desplazamiento muy rápido de fragmentos (bloques, cantos, granos) en un talud, con escaso o ningún contacto con el sustrato. Si afecta a masas de material (tierra, fragmentos de roca o derrubios, a veces mezclados con agua o nieve) se denomina avalancha y puede mantener cierto contacto. Los resultados son cicatrices irregulares en el talud y acumulaciones caóticas de derrubios al pie de los escarpes.
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Deslizamientos. Son movimientos rápidos de masas de materiales o de suelo, que mantienen siempre el contacto con la ladera. La masa en movimiento mantiene su forma. Deja huellas de despegue en forma de escalones (deslizamientos planares) o de arco (deslizamientos rotacionales). y acumulaciones en forma de lengua a pie de escarpe.
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Flujo. Son movimientos lentos. Son grandes masas de materiales sin cohesión, finos y homogéneos, que adquieren gran plasticidad por su alto contenido en agua. Los materiales afectados se comportan como un fluido que toma la forma de una lengua irregular muy deformable, que deja un a cicatriz subhemisférica en la ladera y se acumula al pie como una colada.
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Reptación (creep). Es un flujo muy lento (partícula a partícula) y discontinuo (depende de variaciones de humedad estacionales), que afecta a laderas enteras. Solo se percibe por los lóbulos de deformación que se originan en el terreno afectado.
Riesgos relacionados con los procesos gravitacionales
La peligrosidad de las laderas:
La peligrosidad de los desplazamientos gravitacionales reside en dos aspectos fundamentales:
-
Por una parte, en la posibilidad de que los materiales que se desplazan golpeen, arrasen, o sepulten personas, cultivos, etc.
-
Por otra parte, en el hecho de que el propio terreno sobre el que se asientan estas personas, infraestructuras, etc. se mueve pendiente abajo.
En ambos casos, la intensidad del desplazamiento y los daños dependerán de la velocidad y del tamaño de la masa. La susceptibilidad de la ladera a sufrir fenómenos gravitacionales depende de su estabilidad, algo que puede cambiar en función de factores desencadenantes (precipitaciones, vibraciones, eliminación de la vegetación, actuaciones humanas, etc.).
Factores que incrementan los riesgos gravitacionales y su prevención:
Si la peligrosidad de los procesos es variable, también lo es el riesgo derivado, esp. cuando en la base del talud o sobre él hay actividad humana o cultivos de gran valor. En estas circunstancias, hasta los desplazamientos lentos o pequeños pueden suponer un riesgo elevado, por los daños que puede causar.
Para evitar catástrofes es necesario predecir sucesos e intervenir para estabilizar las laderas. Procedimiento:
-
Estudio de las laderas inestables que son susceptibles de desplazamientos, o aquellas que, siendo estables, pueden desestabilizarse por la intervención de factores desencadenantes.
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Se estima si es seguro ubicar construcciones o instalaciones en su entorno.
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En el caso de que ya existan, se procede a estabilizar el talud:
-
Reducción de la
inclinación del talud:
-
Eliminación de peso
en la cabeza y adición al pie:
-
Refuerzo y peso en el pie:
-
Drenaje:
-
Refuerzo con anclajes:
Procesos periglaciares
Conjunto de acciones geológicas cobre la superficie del terreno que se producen
como consecuencia de los cambios de fase del agua.
Estos procesos están restringidos a ciertos ambientes propios de zonas de clima frío
que están en las proximidades de los hielos glaciares (latitudes altas o en alta montaña).
Procesos glaciares
Un glaciar es una gran acumulación natural de hielo capaz de desplazarse por
gravedad. Al hacerlo, produce en las rocas del entorno una serie de efectos conocidos como procesos glaciares, cuyas consecuencias en el relieve son características.
En el pasado tuvieron mucha más importancia, pero en la actualidad el ámbito de
acción de los procesos glaciares se reduce a las regiones polares y a las grandes elevaciones montañosas.
Dinámica glaciar
El hielo de los glaciares resulta de la compactación y la recristalización de
grandes cantidades de nieve acumulada. Este tipo de hielo es muy denso y apenas contiene aire entre los cristales que lo forman (de ahí su color azul). El hielo de un glaciar es capaz de fluir lentamente y adaptarse a las irregularidades del terreno.
El hielo inicia su desplazamiento desde la zona de acumulación, donde se produce la caída continua de la nieve que lo alimenta, hasta la zona de ablación, en la que la fusión del hielo o su desmembramiento detienen el movimiento. Existe un equilibrio entre ambas zonas: un aumento de la alimentación produce un avance del glaciar.
El movimiento de los glaciares
El movimiento se debe a la gravedad, que actúa sobre la masa de hielo, y a la existencia de un desnivel entre la zona de acumulación y la de ablación, lo que puede deberse a una posición elevada de la zona de acumulación (en una cordillera).
Acciones geológicas de los glaciares
Acción geológica | Efectos | Formas de relieve |
Erosión glaciar | Erosión del lecho rocoso sobre el que se mueven al empujar, arrancar y arrastrar la roca. | Circos glaciares, valles en forma de U. Son visibles cuando el hielo se retira. |
Transporte de materiales | Materiales que el mismo glaciar arranca, así como los que depositan sobre ellos los fenómenos gravitacionales de las laderas de los valles. | |
Depósitos glaciares | Cuando el glaciar se funde abandona la carga de materiales. | Depósitos: tillitas (cantos angulosos de todos los tamaños, composiciones y densidades). Amontonamientos en arco: morrenas. |
Procesos fluviales y kársticos
Procesos fluviales: El agua procedente de las precipitaciones se infiltra en el
subsuelo hasta que este se satura. Si siguen los aportes se produce una escorrentía superficial que llega a los arroyos, los ríos y al mar. Esta agua en movimiento es capaz de realizar un modelado del relieve a través de esos procesos.
Procesos kársticos: El agua que se infiltra en el subsuelo también es capaz de
realizar un trabajo geológico, sobre todo en aquellas rocas que puede disolver.
Dinámica de las corrientes fluviales
Parámetros físicos de las corrientes fluviales
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Velocidad del agua. La velocidad media de una corriente depende de la pendiente y de la profundidad. También influyen las características del cauce.
-
El caudal. Las variaciones del caudal dependen de las precipitaciones que se producen en la cuenca, y de la facilidad para que el agua llegue hasta los cauces.
-
La capacidad de la corriente. Es la máxima carga de materiales que puede transportar una corriente. Se incrementa mucho con el aumento del caudal y de la velocidad.
Una corriente es capaz de erosionar el terreno por el que discurre siempre que su carga sea inferior a su capacidad. En el caso contrario, la corriente deposita sedimentos.
-
La carga de las corrientes fluviales. Es la cantidad de materiales que transporta un río o un torrente en un tramo determinado.
- La relación entre la carga y la capacidad varía a lo largo del curso del agua. En el curso alto la capacidad (Q) es mayor que la carga (C). En el curso medio Q y C se igualan porque disminuye la V, y predomina el transporte. En la desembocadura la Q es menor que la C, por lo que predomina la sedimentación.
Acción geológica de las corrientes fluviales
La erosión y las formas erosivas
Las corrientes fluviales pueden erosionar el terreno por excavación en las márgenes, por desgaste del fondo del cauce y por disolución de minerales. Las formas del relieve resultantes son cárcavas (barrancos en una ladera de la montaña), valles en V, cascadas, etc.
Transporte, sedimentación y formas deposicionales
Las corrientes transportan materiales por suspensión, tracción y disolución. Cuando la energía de la corriente disminuye los materiales son depositados en distintas zonas del cauce. Los materiales más gruesos se depositan antes, los más finos son llevados hasta el mar. Las formas deposicionales resultantes se forman en los cursos medio y bajo (terrazas, bancos de arena, etc.).
Las terrazas (fluviales o aluviales) son depósitos escalonados de sedimentos que se localizan a ambos lados del cauce del río en los cursos medio y bajo. Se forman durante las crecidas de los ríos. En épocas de fuertes lluvias el río sale del lecho e inunda las tierras colindantes. Las aguas llevan poca velocidad, así que los limos se depositan en las tierras inundadas de forma gradual.
Los meandros son formas de relieve características del río en su transporte, curvas del cauce.
Deltas y estuarios:
Cuando un río alcanza la costa y sus aguas se unen a las del mar se produce siempre un intenso depósito de aluviones. Dependiendo de las características del río y de la costa se pueden formar dos tipos principales de desembocaduras:
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Deltas: se forman en costas abrigadas no muy profundas y de mareas poco acusadas. Los ríos arrastran gran cantidad de materiales en suspensión que van siendo depositados frente a su desembocadura, debido a que las mareas, al ser débiles, no pueden retirar todo el material aportado por el río. Tienen forma de triángulo, con un vértice apuntando hacia la desembocadura (delta del Ebro).
-
Los estuarios: se forman en costas abiertas con mareas y corrientes acusadas; los materiales son alejados de la desembocadura y tienen forma de embudo. Es amplia y despejada con bastante profundidad. Son ricos en elementos nutritivos y constituyen hábitat muy productivos. Albergan una fauna característica adaptada a estos hábitat escasa en especies pero rica en individuos.
El modelado kárstico
Modelado típico de rocas solubles (calizas, yesos) que se debe a la acción del agua
de las precipitaciones cuando se infiltra y discurre por el interior del macizo rocoso. Esta agua lleva disuelto CO2 atmosférico y lleva a cabo procesos de carbonatación, disolución y precipitación. Estas acciones originan formas muy diversas, tanto en la superficie como en el interior de las formaciones rocosas.
Formas externas
Pueden ser erosivas o destructivas (si implican pérdida de volumen de roca) o constructivas (si proceden de la deposición de materiales).
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Formas destructivas:
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Dolinas. Son depresiones de forma cónica y fondo plano, que conectan aguas superficiales y subterráneas. Actúan como sumideros que introducen el agua de escorrentía. El fondo contiene materiales insolubles.
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Valles kársticos. Son valles producidos por los ríos en zonas Kársticas.
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Lapiaz. Es un conjunto de formas debidas a la disolución que causa la escorrentía sobre la superficie de las rocas por las que discurre cuando están desprovistas de vegetación. Son crestas agudas, surcos, hendiduras, etc.
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Simas. Son conductos verticales que atraviesan el macizo rocoso y conectan las aguas superficiales con las subterráneas.
-
Formas constructivas:
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Edificios travertínicos y tobáceos. Son acumulaciones de carbonato cálcico que precipita sobres la superficie de las rocas, generalmente en el cauce de las corrientes fluviales o en las acumulaciones de agua.
Formas internas
Son las que se generan en el interior de la formación rocosa. De la misma forma que las externas, pueden ser:
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Formas destructivas. Son conductos subterráneos de tamaño variable, que se forman por la progresiva ampliación y ensanchamiento de las discontinuidades de la roca. Son cavernas o galerías.
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Formas constructivas. Son un conjunto de depósitos formados por la precipitación del carbonato sobre las paredes, techos y suelo de las cavernas y galerías. En función de su morfología y su origen, se distinguen estalactitas (penden del techo), estalagmitas (originadas en el suelo) y columnas (unión de ambas).
Procesos eólicos
El viento es una masa fluida de aire que se desplaza con una cierta velocidad y que
posee una energía cinética capaz de realizar un modelado del relieve. Estas acciones sobre las rocas son los procesos eólicos.
Acción del viento
El viento transmite su energía a las rocas superficiales generando empujes o
impulsos de elevación, fricciones o impactos de las partículas que transporta. La intensidad de estas fuerzas depende de la velocidad del viento, y a ellas se oponen el peso de las partículas, su cohesión y el rozamiento por fricción entre ellas.
La movilización y el transporte de una partícula se producen cuando las primeras
fuerzas superan a las segundas; en caso contrario, las partículas se depositan.
Modelado eólico
La erosión eólica y las formas erosivas
El viento es capaz de arrancar fragmentos de las formaciones rocosas y del suelo gracias a dos mecanismos.
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Deflacción. Es la movilización de partículas sueltas de un terreno. Este mecanismo lleva a cabo una erosión selectiva al arrancar las partículas más finas y dejar las más gruesas. Así, consigue excavar depresiones y originar los pavimentos rocosos típicos de los desiertos.
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Corrosión. Es el desgaste producido en la roca por el golpeteo de las partículas transportadas por el viento. Este mecanismo produce en las rocas superficiales pulimentadas, alvéolos o picaduras por impacto.
Estas acciones se ven favorecidas por la acción previa de la meteorización. También
el deterioro de la cubierta vegetal como consecuencia de acciones humanas.
Sedimentación eólica y formas deposicionales
La acumulación de arenas y loess por el viento produce formas deposicionales generalmente onduladas y asimétricas.
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Rizaduras o ripples. Son ondulaciones de pequeño tamaño, disposición regular y crestas agudas, que aparecen en al superficie de las acumulaciones de mayor tamaño.
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Dunas. Son grandes montones de arena. El avance de las dunas y la superposición de unas sobre otras da lugar a grandes laminaciones cruzadas.
Los tipos de dunas dependen de la mayor o menor constancia en la dirección del
Viento, de la presencia de obstáculos, etc.
Riesgos derivados de la erosión
La erosión es el arranque y retirada de materiales de una zona debido a los
agentes evacuadores que intervienen en procesos geológicos exógenos. Este proceso natural produce vaciado del terreno y tiene como efecto el modelado del relieve. Pero puede constituir un riesgo:
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Por la pérdida de recursos que lleva asociada. La más imp. es la pérdida de suelo, un recurso de vital importancia para la vida vegetal y, por tanto, para los ecosistemas y los cultivos. El suelo es esp. sensible a la erosión, que lo destruye al arrastrar y eliminar su horizonte orgánico. El resultado es la desertización, que supone la pérdida de su capacidad para sustentar la vida.
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Por la acción de los propios materiales que son movilizados. Los sedimentos arrancados y transportados por las aguas superficiales constituyen un riesgo debido a que contribuyen a inutilizar presas y centrales hidroeléctricas (por colmatación), o a aumentar la tasa de sedimentación en la franja litoral, alterando toda la dinámica costera. Puede también bloquear el flujo de agua en los cauces fluviales, incrementando el caudal y la velocidad de las aguas en caso de crecidas. Esto provoca inundaciones súbitas.
Factores que incrementan el riesgo por erosión:
Los riesgos derivados de la erosión pueden incrementarse allí donde se dan condiciones favorables, como fuertes pendientes, escasez de vegetación (que deja el suelo desprotegido frente a la lluvia, permitiendo el agua de escorrentía y facilita la acción eólica), la escasa cohesión de los materiales o un clima árido (escasez de vegetación y precipitaciones torrenciales).
Puede aumentar el riesgo debido a acciones antrópicas, como eliminación de cubierta vegetal (pastoreo, talas, explotaciones mineras, incendios forestales), usos y manejos inadecuados del terreno que lo desestabilizan o favorecen los procesos erosivos (arado de cultivos a favor de las pendientes, construcción de carreteras en laderas, etc.). Si estas acciones humanas tienen como resultado la desertización, se llaman desertificación.
Medidas preventivas frente a la erosión:
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En suelos forestales:
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Mantener una política conservacionista de la explotación del bosque.
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Regular los usos a los que se destina la madera.
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Facilitar una buena política de reciclaje.
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Aplicar de forma estricta medidas sancionadoras respecto a las acciones que impliquen la destrucción intencionada del bosque.
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En suelos para pastos:
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Mantener el paso de ganado por lugares permanentes.
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Fijar una relación estable entre número de cabezas de ganado y superficie disponible.
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En suelos agrícolas:
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Desarrollar prácticas agrícolas adecuadas al tipo de terreno y a las condiciones climáticas de la zona.
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Practicar el laboreo y el trabajo de la tierra de forma que favorezcan las condiciones de mantenimiento del suelo sin deteriorar su estructura, infiltración, escorrentía, y grado de salinidad.
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Hacer rotar los cultivos para evitar la pérdida de determinadas sales minerales.
Medidas correctivas frente a la erosión:
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En suelos forestales:
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Repoblación forestal con especies autóctonas que no producen daños en el entorno.
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En suelos agrícolas:
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Instalaciones de riego adecuadas, con agua de calidad.
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Construcción de canales de drenaje que eviten la erosión y la acumulación de contaminantes químicos y sales.
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Abandono cultivos en zonas marginales y reconversión en pastizales.
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En suelos con gran erosión eólica: plantación de árboles en hileras.
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En suelos con fuerte pendiente: protección con mallas, construcción de bancales y muros de piedra.
Los procesos litorales
El mar lleva a cabo una acción geológica sobre las rocas del litoral y produce en esta zona unas formas características.
Tipos de costas:
Por su relación con las cordilleras del continente se distinguen dos tipos, que toman su nombre de los océanos en los que son frecuentes:
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Costa atlántica: los pliegues de las cordilleras son perpendiculares al litoral y se producen multitud de entrantes y salientes, dando lugar a una costa recortada.
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Costa pacífica: las montañas son paralelas al litoral y la costa es rectilínea (en relación con el continente).
Las variaciones del nivel del mar influyen también sobre la morfología y la evolución en el tiempo del modelado costero. Se diferencian dos tipos:
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Costas de emersión: son aquellas en las que el continente está o ha estado recientemente sujeto a un movimiento de elevación. Son costas bajas de pendiente suave con abundancia de playas, barras, albuferas, marismas, deltas, dunas... Con frecuencia existen acantilados y plataformas de abrasión por encima del nivel del mar como consecuencia del levantamiento del continente o como consecuencia de un descenso del nivel del mar.
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Costas de inmersión: se crean cuando el nivel del mar se eleva o cuando la tierra se hunde. Hay varios tipos:
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Costas de rías: se producen cuando antiguos valles fluviales están sumergidos en el mar, quedando los valles fluviales como estuarios.
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Costas de fiordos: son valles glaciares inundados por el mar tras la fusión de los hielos.
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Costas de tipo pacífico.
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Costas de tipo atlántico.
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Costas de falla: cuando el acantilado corresponde con una superficie de falla.
Factores que intervienen en la formación del litoral:
Constitución litológica: la naturaleza de las rocas hace que se creen distintas formas de costa.
Estructura tectónica: La existencia de pliegues o fallas facilita la formación de entrantes y salientes.
Desembocadura de los ríos: la aportación de materiales sedimentarios por los ríos ocasiona la formación de deltas, cordones litorales, etc.
Las corrientes marinas que arrastran los materiales, y cuando disminuye la velocidad de éstos, se sedimentan.
Evolución litoral:
La línea de costa experimenta continuas modificaciones. Al principio las líneas de costa son, en su mayoría irregulares, aunque el grado de irregularidad y su motivo varía de un ligar a otro. El oleaje puede aumentar al principio esta irregularidad porque las olas erosionarán con más facilidad las rocas más débiles que las fuertes. Sin embargo, la erosión y la sedimentación marina acabarán por producir una costa más recta y regular. A medida que las olas erosionan los entrantes creando acantilados, el sedimento se transporta a lo largo de la costa. Algo del material se deposita en la bahía mientras que otros derrubios (materiales) van a formar flechas y barras de bahías de sedimentos. Al final resulta una costa generalmente recta y suave.
Mecanismos de modelado litoral (Agentes físicos que actúan sobre el litoral)
La energía del mar que actúa en el medio costero es fundamentalmente la
energía cinética de las olas, de las corrientes litorales y de las mareas, que se emplea en arrancar, transportar y depositar materiales.
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Acción del oleaje. Las olas, que se producen por acción del viento, transportan la energía del viento a la costa. Los golpes del oleaje sobre los acantilados ejercen una acción mecánica.
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Acción de las corrientes litorales. Se deben al oleaje que se aproxima oblicuamente a la costa.
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Acción de las mareas. Desplazan en la vertical (en sentido perpendicular a la línea de costa) la acción del oleaje.
Estas acciones mecánicas se ven favorecidas por agua que salpica las rocas que
se puede evaporar y dejar un depósito de cristales de sal que contribuyen a la meteorización.
Acción geológica de los procesos litorales (Morfología costera: formas de erosión y acumulación)
Las formas litorales erosivas
Las formas de erosión son los acantilados y las plataformas de abrasión que se generan a sus pies.
Transporte de materiales, sedimentación costera y forma deposicionales
El principal factor que regula el transporte o la acumulación de materiales en la
costa es el balance entre el material existente en el litoral y la capacidad de las corrientes para transportarlo. Ambos procesos están en equilibrio.
Así, en las playas (principales formas deposicionales costeras) el oleaje produce
una corriente costera, arrastra materiales sueltos en la dirección del avance de las olas. El reflujo posterior (movimiento descendente de la marea) se lleva consigo tales materiales mar adentro, perpendicularmente a la línea de costa, a favor de la gravedad. Es la deriva de playa.
[Hay un balance entre el material del litoral y la capacidad de las corrientes para transportarlo. El oleaje produce una corriente costera, arrastra materiales sueltos en la dirección de las olas. El reflujo posterior lleva los materiales mar adentro, a favor de la gravedad.]
En algunas zonas estas corrientes son muy fuertes y llegan a transportar grandes cantidades de sedimentos a lo largo de decenas de kilómetros. Si en la costa hay una bahía, la corriente de deriva tiende a continuar su transporte en línea recta, formando una barra de arena en continuidad con la playa, llamada flecha. En el caso de que la flecha enlace una isla con la costa, se llama tómbolo. Cuando una barra de arena cierra parcialmente una bahía o golfo, se forma una albufera.
Riesgos relacionados con los procesos litorales
Los riesgos derivados de los procesos litorales son dos: la acción geológica del
mar sobre las rocas del litoral y la redistribución de los sedimentos (tanto los arrancados por la acción del mar como los derivados de la erosión continental).
Los riesgos son:
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Tempestades.
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Destrucción de playas.
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Retroceso de acantilados.
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Cambios del nivel del mar: pueden ser debidos a variaciones climáticas. Las subidas del nivel del mar se conocen como transgresiones y los descensos como regresiones marinas.
La acción geológica del mar y sus riesgos (factores y agentes):
La acción del oleaje sobre la costa tiene unos efectos erosivos de modo que pueden modificar la línea litoral haciéndola retroceder. Las playas son depósitos de reserva de arena que protegen las líneas de costa. Cuando hay suficiente arena porque hay un aporte de sedimentos, éstos se depositan en la playa y forman bordes de contención y cordones con dunas. Cuando el aporte de sedimentos se interrumpe por causas naturales o debido a la acción humana, se produce la erosión de la playa. Sucede, por ejemplo, cuando espigones y puertos detienen la deriva litoral y la erosión en la playa se acentúa.
Los agentes son:
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El agua salada se infiltra en las rocas y favorece su meteorización por crecimiento de sales en las grietas. También en las construcciones humanas. Los suelos y acuíferos de las zonas costeras pueden sufrir salinización.
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Las mareas intensas permiten el acceso del agua de mar a zonas interiores.
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El oleaje, con su efecto dinámico de golpeteo y la fuerte corriente de retorno y que arrastra mar adentro, erosiona los acantilados pudiendo causar su derrumbe. La labor erosiva se incrementa con los temporales y maremotos; en ellos inciden sobre la costa olas de largo período erosionando gran parte de la playa y haciendo retroceder su perfil. Las olas van socavando también la parte baja del acantilado hasta producirse el desplome de la zona superior y dando lugar al retroceso de acantilados. Esto supone un riesgo añadido, ya que ocasiona el derrumbe de construcciones situadas sobre el acantilado, la destrucción de puertos, playas, ciudades costeras, etc.
Actividades humanas y aumento de los riesgos en el litoral (Impactos derivados de la acción antrópica):
Algunos riesgos son amplificados debido a ciertas actividades:
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Extracción de agua subterránea de los acuíferos costeros, ya que favorece la infiltración.
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Los cambios climáticos inducidos por el ser humano, ya que aumentan el nivel del mar llevando sus efectos destructivos tierra adentro.
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El aumento de los aportes sedimentarios al litoral debido al incremento de la erosión en los continentes por deforestación y desertificación.
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Reducción del aporte de sedimentos por la construcción de embalses, obras de regulación de los cauces, repoblación forestal. Un ejemplo es la construcción de presas en el curso del río Ebro, que está produciendo una retención de sedimentos. En consecuencia, el delta está perdiendo superficie por la dinámica erosiva litoral, con lo que se destruye un espacio natural protegido.
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Cambios en la dinámica de playa: extracción de arena para la construcción.
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Interrupciones de la deriva litoral mediante diques y espigones que producen erosión más allá del punto afectado.
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El vertido de escombros y la contaminación.
Riesgos derivados de los procesos litorales en España:
Por la gran extensión del litoral español y por la creciente densidad de población de las regiones costeras, hay abundantes zonas en las que los riesgos son imp. Por ejemplo, los temporales han causado graves daños en las costas de Galicia, Canarias y la costa atlántica de Andalucía. El litoral mediterráneo está muy afectado por la salinización de los acuíferos costeros y por las alteraciones en la dinámica de las corrientes litorales por la construcción de puertos y zonas turísticas. Algunas playas están perdiendo terreno por la disminución de los aportes de sedimentos.
Prevención de riesgos litorales:
Es siempre de gran utilidad la elaboración de mapas de peligrosidad (como en terremotos). Los métodos preventivos de tipo estructural son:
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La construcción de muros en la base del acantilado aunque presenta el inconveniente de que durante los temporales las olas adquieren mayor fuerza incrementando la erosión y arrastrando los depósitos mar adentro.
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Rompeolas para frenar la fuerza del oleaje.
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Relleno de playas con arenas de los fondos marinos.
Otros métodos son medidas locales sobre ordenación de territorios en las zonas
costeras que se hayan recogidas en la ley de costas. Existe una normativa que establece medidas sobre la ocupación de determinadas zonas comprendidas entre el límite interior de la rivera del mar y tierra adentro. Estas zonas son:
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Las zonas de servidumbre de protección que se extienden 100 m tierra adentro donde existe prohibición total para cualquier uso salvo la instalación de servicios de utilidad pública. Dentro de esta zona existen otras dos (ambas libres y gratuitas):
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De servidumbre de paso, paralela a la costa y situada en los primeros 6 metros.
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De acceso al mar.
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Zona de influencia: se extiende a los terrenos situados a los 500 metros de la rivera del mar, en la que existen unas normas de ordenación urbanística.
Diagénesis y rocas sedimentarias
Los materiales procedentes de la erosión de las rocas y que son transportados por los
agentes evacuadores acaban acumulándose en grandes cantidades y estabilizándose en ciertas áreas de la corteza terrestre, llamadas cuencas de sedimentación. En estas zonas hay ciertas condiciones físico-químicas que favorecen la formación de rocas sedimentarias.
El ambiente geológico de las cuencas debe es:
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Ocupan zonas bajas, como los fondos marinos.
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Experimentan subsidencia, que es un hundimiento progresivo de su fondo, debido a movimientos de las placas litosféricas, a cambios en el nivel del mar o al propio peso de los sedimentos.
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Las capas profundas de sedimentos de una cuenca experimentan temperaturas y presiones superiores a las superficiales y suficientes para desencadenar los cambios.
En este ambiente, los sedimentos experimentan una serie de procesos conocidos como diagénesis, que los transforman en rocas sedimentarias.
Principales procesos diagenéticos
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Compactación. Se produce por el aumento de la presión, debido al incremento de peso sobre ellas. Como consecuencia, el volumen total disminuye, y se reducen los espacios.
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Disolución. El agua intersticial disuelve sustancias del sedimento que pueden originar otros procesos de tipo químico.
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Cementación. Es la precipitación química de ciertas sustancias que estaban disueltas en el agua intersticial, en los poros y huecos del sedimento, de manera que estos se reducen y dan cohesión a las partículas que lo forman.
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Reemplazamiento mineral. La circulación del agua en el sedimento durante la compactación puede producir cambios en la composición mineralógica del sedimento.
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Recristalización. Es el crecimiento de los cristales minerales presentes en el sedimento, para formar cristales mayores.
Las rocas sedimentarias
Características:
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Texturales. Se produce una granoselección (ordenación de los granos en función de su tamaño). Además suelen contener fósiles, que pertenecen a organismos propios del ambiente de formación de la roca y que son fundamentales para establecer su edad (dos rocas con los mismos fósiles tienen la misma edad).
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Estructurales. La principal es su estratificación, es decir, su disposición en capas llamados estratos. Cada uno está separado del contiguo por una superficie de estratificación que supone, bien una interrupción momentánea de la sedimentación, bien un cambio en la composición de los sedimentos que llegan a la cuenca. La superficie inferior de cada estrato se denomina muro, y la superior, techo.
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Principales rocas sedimentarias detríticas:
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Clastos redondeados (clastos: cantos gruesos). Conglomerados.
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Clastos angulosos. Brechas.
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Principales rocas sedimentarias no detríticas:
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De precipitación química:
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Carbonatadas. Calizas (CaCO3). Dolomías.
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Evaporíticas. Sal. Yesos.
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Organógenas. Carbones (restos de vegetales). Petróleo (restos de plancton).
Los recursos minerales
Los recursos de la geosfera y sus reservas
Recursos minerales asociados a procesos endógenos
Recursos minerales magmáticos
Yacimientos minerales metamórficos
Recursos minerales asociados a procesos exógenos
Procesos de transporte y sedimentación
Diagénesis
Principales rocas ornamentales e industriales
La explotación de los recursos minerales
Búsqueda de yacimientos
Explotaciones
Rentabilidad de los yacimientos
Impactos de las explotaciones minerales
Prevención y corrección de los impactos
Los recursos energéticos
Los recursos energéticos
Origen
Energías renovables y no renovables
Aprovechamiento de la energía
Las energías no renovables
Los combustibles fósiles
El carbón
Los hidrocarburos
Formación y ubicación de yacimientos
El petróleo
El gas natural
La energía nuclear
Energía nuclear de fisión
Energía nuclear de fusión
Problemas de la explotación de energías no renovables
Soluciones
Las energías renovables
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Sistemas de aprovechamiento
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Sistemas de aprovechamiento
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Ventajas e inconvenientes
La Energía de los océanos
La Energía Geotérmica
PÁGINAS 10 Y 11: MAGMATISMO Y METAMORFISMO
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Enviado por: | Luthien |
Idioma: | castellano |
País: | España |