Psicología
George Kelly
George Kelly nació el 28 de abril de 1905, en una granja cercana a Perth, Kansas. Fue el único hijo. Logró su bachiller en Física y Matemáticas en 1926. En 1931, recibió su licenciatura en psicología de la Universidad Estatal de Iowa. Entonces, durante la depresión y mientras trabajaba en el Fort Hays Kansas State College, fue cuando desarrolló su teoría y sus técnicas clínicas. Durante la Segunda Guerra Mundial, Kelly prestó sus servicios como psicólogo de aviación dentro de la Marina, seguido de un trabajo obligatorio en la Universidad de Maryland. En 1946, sustituye por la Universidad estatal de Ohio; un año después de que Carl Rogers se había ido, adquiriendo la dirección de su programa clínico. Fue aquí donde su teoría maduró; donde escribió sus dos volúmenes, La Psicología de los Constructos y donde influenciaría a un gran número de estudiantes.En 1965, empezó a ocuparse de trabajos de investigación en la Universidad Brandeis, donde trabajaba Maslow. Por desgracia, murió muy poco tiempo después, el 6 de marzo de 1967.
Teoría
La teoría de Kelly empieza con lo que él llama “la metáfora prodigiosa”. Kelly había observado mucho tiempo atrás que tanto los científicos, como los terapeutas usualmente demostraban una actitud peculiar ante las personas: mientras que se veían a sí mismos de manera bastante bien, tendían a lo contrario con sus clientes; al tiempo que se consideraban como embarcados en las finas artes de la razón y el empirismo, veían a la gente común como víctimas de sus energías sexuales o de sus historias condicionantes.
Pero Kelly, ayudándose de sus experiencias con sus estudiantes y granjeros de Kansas, notó que estas personas comunes también estaban envueltos en los temas de la ciencia; ellos también estaban intentando comprender lo que les ocurría. O sea, que las personas comunes también son científicas. Tienen construcciones de su realidad, de la misma forma en que los científicos tienen teorías. Tienen expectativas o anticipaciones, como los científicos poseen hipótesis. Se embarcan en comportamientos que prueban esas expectativas, como los científicos hacen con sus experimentos. Mejoran su comprensión de la realidad sobre la base de sus experiencias, como los científicos ajustan su teoría para que encaje en los hechos. Toda la teoría de Kelly surge de esta metáfora.
Kelly organizó su teoría en un postulado fundamental y en 11 corolarios. Su postulado fundamental dice así: “Los procesos de una persona son canalizados psicológicamente a medida que anticipan los eventos.” Kelly define los procesos como nuestras experiencias, pensamientos, sentimientos, comportamientos y cualquier otra cosa que nos dejemos en el tintero. Todas estas cosas están determinadas, no solamente por la realidad externa, sino por nuestros esfuerzos de anticiparnos al mundo, a otras personas, y a nosotros mismos, en todo momento y siempre, día tras día, año tras año. De manera que, cuando me asomo a la ventana para ver la procedencia de un ruido ensordecedor, no veo exactamente ni completamente lo que está ahí fuera. Busco aquello referido a mis expectativas. Quizás estoy buscando un accidente de coche o un camión de basura.
El Corolario de la Construcción
“Una persona anticipa los eventos cuando construye sus reproducciones exactas”.
Esto quiere decir que construimos nuestras anticipaciones usando nuestra experiencia pasada. Somos fundamentalmente criaturas conservadoras; esperamos que las cosas ocurran tal y como lo han hecho antes. Buscamos los patrones, las consistencias, en nuestras experiencias. Este sería el paso que va desde la teoría a la hipótesis; o lo que es lo mismo, desde el sistema de construcción (conocimiento, comprensión) a la anticipación.
El Corolario de la experiencia
“El sistema de construcción de una persona varía a medida que sucesivamente construye las reproducciones exactas de los eventos.” Cuando las cosas no ocurren de la manera en que esperamos que lo hagan, tenemos que adaptarnos, tenemos que reconstruir. Esta nueva experiencia altera nuestras futuras anticipaciones. Aprendemos.
El corolario de la dicotomía
“El sistema de construcción de una persona está compuesto de un número finito de constructos dicotómicos.”
Guardamos la experiencia en forma de constructos, término al cual también Kelly ha llamado “conceptos útiles”, “ficciones convenientes” y “plantillas transparentes”. Lo que hacemos es “colocar” estas “plantillas” en el mundo, guiando nuestras percepciones y comportamientos. Con frecuencia les llama constructos personales, enfatizando el hecho de que son tuyos y de nadie más; únicos para ti. Un constructo no es un título o categoría, o cajón de sastre, o dimensión que yo como psicólogo te coloco a ti, esa persona común. Es un poco el cómo ves el mundo. Kellytambién les llama constructos bipolares, para enfatizar su naturaleza dicotómica. Tiene dos extremos o polos: allí donde hay delgadez debe haber gordura
Probablemente, la mayoría de nuestros constructos son no-verbales. Piénsese, por ejemplo, en todos los hábitos que tenemos y que no nombramos. Kelly para distinguir la mente consciente de la inconsciente: los constructos con nombres son más fácilmente “pensables”.
Los constructos periféricos son aquellos más universales, propios de los demás aunque incluyen aspectos propios de uno mismo. Los centrales, por otro lado, son aquellos más significativos para uno mismo, hasta el extremo de que determinan lo que somos. Escriba los primeros 10 o 20 adjetivos que se le ocurran sobre sí mismo; esto sería algo muy cercano a los constructos centrales. Los constructos centrales es lo más cercano de Kelly a la idea de self.
El corolario de la organización
“De forma característica, cada persona desarrolla (en virtud de su conveniencia anticipando los eventos) un sistema de construcción que engloba relaciones ordinales entre los constructos”
Los constructos no están simplemente flotando sin conexión alguna. Si están ahí, no podríamos ser capaces de usar una sola pizca de información sin que eso nos lleve a otra
El corolario del rango
“Un constructo es conveniente para su anticipación exclusivamente para un rango finito de eventos.”
Cualquier constructo no es válido para todo. El constructo de género (macho-hembra) es para la mayoría de nosotros algo de importancia solo con personas y para algunos animales superiores como las mascotas y nuestro ganado. Pocos de nosotros nos preocupamos sobre el sexo de una mosca, o de un cocodrilo o de incluso un armadillo. Y creo que nadie aplica el género a las formaciones geológicas o a los partidos políticos. Estas cosas están fuera del rango de conveniencia del constructo de género.
El corolario de la modulación
“La variación en el sistema de construcciones de una persona está limitada a la permeabilidad de los constructos dentro de cuyos rangos de conveniencia descansa las variantes.” Algunos constructos son “elásticos”; tienden a “modular”; son permeables, lo que significa que están abiertos a ampliar el rango donde se sitúan. Otros constructos son relativamente impermeables. Por ejemplo, bueno-malo es un constructo generalmente bastante permeable para la mayoría de nosotros.
El corolario de la selección
“Una persona selecciona o escoge para sí misma aquella alternativa en un constructo dicotómico a través de la cual poder anticipar una mayor posibilidad de extensión y definición de su sistema.” Con todos estos constructos y todos estos polos, ¿cómo escogemos nuestros comportamientos? Kelly dice que seleccionamos la actuación que llevaremos a cabo aquello que anticipamos como más elaborado dentro de nuestro sistema de construcción; es decir, aquello que mejore nuestra comprensión, nuestra habilidad para anticiparnos. La realidad nos ofrece límites ante aquello que podemos experimentar o hacer, pero nosotros escogemos cómo construir o interpretar esa realidad. Y también escogemos interpretar esa realidad de la forma en que creamos que mejor nos vendrá.
El corolario de la individualidad
“Las personas difieren unas de otras en su construcción de los eventos.” Dado que cada uno de nosotros tiene experiencias distintas, la construcción de la realidad de cada uno es diferente. Recordemos que Kelly llama a su teoría, la teoría de los constructos personales. Él no está de acuerdo con los sistemas de clasificación, con los tipos personales o con los tests de personalidad. Su propio y famoso “test rep”, si lo analizamos, no es para nada una prueba en el sentido tradicional.
El corolario de la globalidad
“Siempre que una persona emplea una construcción de experiencias similar a la empleada por otra, sus procesos psicológicos serán parecidos a los de esa otra persona.” El hecho de que seamos diferentes todos no quiere decir que no seamos similares. Si nuestro sistema de construcción (nuestra comprensión de la realidad) es similar, así serán también nuestras experiencias, nuestros comportamientos y nuestros sentimientos. Por ejemplo, si compartimos la misma cultura; si percibimos las cosas de forma parecida, y mientras más cercanos estemos entre sí, más similares seremos.
El corolario de la sociabilidad
“Hasta el punto de que una persona construye los procesos de construcción de otra, ésta puede tener un papel en los procesos sociales que envuelven a la otra persona.” Aunque no seas realmente similar a otra persona, aún puedes relacionarte con ella. De hecho, puedes “construir de igual manera a como construye otro”; “meterte dentro de su cabeza”; “percibir de dónde viene” y “saber lo que quiere decir”. En otras palabras, me puedo situar en una posición aledaña a mí mismo (a través del corolario de la fragmentación) para “ser” otra persona. Esto es una parte importante del “role playing”, dado que cuando estás actuando un papel, lo haces hacia o con otra persona; alguien que necesitas comprender para poder relacionarte con ella.
Sentimientos
La teoría que hemos presentado hasta el momento puede sonar como muy cognitiva, con todos sus énfasis sobre constructos y construcciones, y muchas personas podrían argumentar que esto es precisamente lo primero que se critica en la teoría de Kelly. De hecho, a Kelly no le gustaba nada que le llamaran un teórico cognitivo. Él creía que sus “constructos profesionales” incluían las ideas más tradicionales sobre percepción, comportamiento y emoción, así como sobre la cognición. Por eso, decir que no habla sobre las emociones es perderse toda la perspectiva de su teoría.
¿Qué es lo que tanto tú como yo llamaríamos emociones (o afectos, o sentimientos)? Kelly los llamó constructos de transición, dado que se refieren a las experiencias que tenemos cuando cambiamos nuestros puntos de vista sobre nosotros mismos o el mundo de un lado a otro.
Cuando de pronto nos damos cuenta que nuestros constructos no están funcionando bien, sentimos ansiedad.
Cuando la ansiedad envuelve anticipaciones de grandes cambios que se aproximan a tus constructos nucleares (aquellos más importantes para ti), se vuelve amenazante Cuando haces cosas que no encajan con tus construcciones nucleares (con la idea de quién eres y de cómo debes comportarte) sientes culpa Hasta ahora, hemos hablado mucho sobre cómo adaptarse cuando nuestros constructos no encajan muy bien con la realidad, pero existe otra forma de hacerlo: podemos intentar que la realidad se adapte a nuestros constructos. Kelly llama a este acto agresión Una vez más, cuando nuestros constructos centrales están en el punto de mira, la agresión se convierte en hostilidad. La hostilidad es una manera de insistir en que nuestros constructos son válidos, no importa la evidencia de lo contrario
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Enviado por: | Gaturra |
Idioma: | castellano |
País: | Chile |