Geografía
Geografía
INTRODUCCIÓN
EL ANÁLISIS GEÓGRAFICO
1. LA TIERRA EN EL ESPACIO
El Sistema Solar es un ínfimo elemento de la Vía Láctea formado por centenares de millones de estrellas y a su vez la Vía Láctea no es más que una de las nebulosas que constituyen el Universo.
Las estrellas están tan alejadas de la Tierra que su distancia no se mide en Km. sino en años luz. La luz recorre 300.000 Km. /seg.; así desde la estrella más próxima la luz tarda en llegar a la Tierra 4 años luz.
El Sol que es una estrella y nos proporciona luz y calor está formado por una esfera de 1.391.000 Km. de diámetro, cuya superficie tiene una temperatura aproximada de 6.500·. Esta superficie presenta zonas menos brillantes a las que llamamos manchas solares, cuya extensión es variable y sus mayores desarrollos coinciden con periodos de mayor intensidad de la actividad solar. Las variaciones de estas manchas solares influyen sobre el magnetismo de la Tierra, activando las auroras boreales, afectan y perturban las comunicaciones radiofónicas e influyen en el clima de la Tierra.
El Sistema Solar está formado por más de nueve planetas quienes a diferencia de las estrellas no tienen luz propia, sino que reflejan lo que reciben del Sol.
Júpiter, el mayor de los planetas, es 1290 veces mayor que la Tierra, Venus tiene las mismas dimensiones que la Tierra y es Marte el planeta que más similitud tiene con el nuestro.
Los planetas giran alrededor del Sol sobre órbitas elípticas en las cuales el Sol ocupa uno de los focos principales.
Con excepción de Mercurio y Venus los planetas tienen uno o varios satélites; así la Luna es el único satélite de la Tierra y nos presenta siempre la misma cara aunque diversamente iluminado durante los 28 días y medio de lunación.
Lo mismo que otros planetas la Tierra tiene una forma aproximada esférica; desde su superficie no vemos más que una extensión restringida de la misma, limitada por el horizonte.
La curvatura de la Tierra ha podido ser captada y fotografiada gracias a los satélites digitales permitiendo tener una mayor información de nuestro planeta.
El movimiento aparente del Sol alrededor de la Tierra le ha dado al hombre el primer medio de orientarse; el Sol “nace” por el este y se pone por el oeste pero esto solo sucede en apariencia ya que en realidad es la Tierra la que gira de oeste a este. De este modo cada punto de la Tierra pasa sucesivamente de la zona iluminada expuesta a los rayos solares a las zonas en sombra opuesta al Sol donde es de noche.
En el hn solamente una estrella parece inmóvil es la estrella polar que se encuentra en la prolongación del eje terrestre, eje que pasa por los polos. En el hemisferio boreal la estrella polar indica la dirección del norte, esta dirección viene a coincidir aproximadamente con la que indican las agujas imantadas de la brújula, bajo la acción del campo magnético de la Tierra.
Un día es la duración de un giro completo de la Tierra sobre sí misma y este día ha sido dividido en 24 horas.
Llamamos meridianos a los círculos máximos, imaginarios, que pasan por los polos; dichos meridianos nos ayudan a la localización de un punto de la Tierra y a su vez colabora en el conocimiento de los husos horarios, así el momento en el que el Sol está en lo más alto de su curso nos indica el meridiano solar, es decir la mitad del día que no suele coincidir con las horas convencionales,
La hora solar es diferente para cada meridiano, esto es consecuencia de la rotación de la Tierra.
La localización exacta de un punto de la superficie terrestre viene dada por su longitud y latitud.
La longitud de un lugar es el ángulo que forman el plano del meridiano de este lugar con el plano del meridiano de origen; se ha tomado como meridiano de origen el que pasa por el observatorio de Greenwich situado en las cercanías de Londres al este de la ciudad. La longitud tanto hacia el este como al oeste se mide en relación a este meridiano.
La diferencia de hora entre el meridiano de Gw permite establecer la longitud de ese lugar; la Tierra está dividida en 24 husos horarios cada uno de los cuales mide 15· de longitud. El meridiano de Gw divide en dos partes iguales el globo terráqueo cuando se pasa de un huso horario a otro, es necesario adelantar el reloj una hora si se va hacia el este o retrasarlo si se va hacia el oeste. Los países que no son demasiado grandes o extensos de este a oeste procuran unificar la hora prescindiendo de dividir el país en zonas horarias diferentes, pero hay estados que por su extensión no lo pueden hacer, por ejemplo Estados Unidos.
La latitud es la diferencia angular que existe entre un punto cualquiera de la superficie y el ecuador; se mide de 0 a 90· a partir del ecuador tanto al norte como al sur.
El ecuador es el círculo máximo imaginario perpendicular al eje de rotación de la Tierra y divide al globo terrestre en dos hemisferios iguales. La latitud del ecuador es de 0· mientras que cada uno de los polos se encuentran a 90· de latitud norte o sur. Todos los puntos de la superficie terrestre que tienen la misma latitud se encuentran sobre el mismo paralelo; los paralelos son círculos de radio cada vez menor a medida que se alejan del ecuador y se acercan a los polos. La latitud se mide por métodos astronómicos con un aparato llamado teodolito.
La insolación terrestre depende de la latitud dada la distancia que nos separa del Sol.
Los rayos luminosos que llegan a la Tierra son prácticamente paralelos y la inclinación con la que estos rayos inciden sobre la superficie de la Tierra es variable según la latitud, así, en la zona intertropical a mediodía caen casi verticales mientras que inciden tanto más inclinados cuanto más se asciende en latitud, por eso se explica el contraste entre las regiones polares muy frías y las tropicales muy cálidas.
La Tierra en su trayectoria alrededor del Sol (traslación) describe una elipsis en uno de cuyos focos se encuentra el Sol, este foco se encuentra alternativamente más próximo o más alejado de la Tierra. La tierra se desplaza sobre su eje en la que se denomina el plano de la eclíptica a 106.000 Km./h y efectúa una traslación completa 930 millones de km en un año, o sea entre 365 días, 6 horas, y 9 minutos. Dado que la traslación no se efectúa en un número exacto de días y horas hay cuatro años, un año bisiesto, es decir, un año de 366 días este día se pone en febrero con objeto de que el año del calendario no difiera mucho con el año solar.
El eje de rotación de la Tierra se encuentra inclinado respecto al plano de la eclíptica, esto hace que el eje de los polos forme un ángulo de 66· y 33 minutos con el plano de la eclíptica por lo que la Tierra a lo largo de su recorrido orbital se expone de muy distinta manera a la insolación según a la estaciones del año.
Cuatro situaciones privilegiadas marcan el ritmo de la translación de la Tierra: los dos equinoccios y los dos solsticios. Dos veces por año la línea que separa la zona de la Tierra iluminada por el sol, de la que permanece en la oscuridad, pasa por los polos. En esos momentos salvo en los polos el día y la noche tienen la misma duración en toda la Tierra, es el momento de los equinoccios.
Dos veces al año también sucede todo lo contrario, es decir, la desigualdad entre el día y la noche llega al máximo, y es el momento de los solsticios.
En el solsticio de verano (en el hn) se da el 22 de junio el Sol alumbra el polo norte pero no el polo sur, comienza el verano en el hn y el invierno en el hs y esto origina:
Los rayos del Sol caen perpendiculares a mediodía sobre el trópico de cáncer.
La parte iluminada del hn es mayor que la parte iluminada del hs.
En el círculo polar ártico, el día dura 24 horas y es el día polar de las latitudes más altas, y en el círculo polar antártico reina una noche de 24 horas.
En el equinoccio de otoño (otoño en hn) que es el 23 de septiembre, el Sol ilumina simultáneamente a ambos polos. Es el comienzo del otoño en el hn y el comienzo de la primavera en el hs y esto origina:
Los rayos solares caen a mediodía perpendiculares al ecuador
Los dos hemisferios se encuentran igualmente iluminados.
Comienza en el polo Norte una noche que durará 6 meses y en el Sur un día de la misma duración.
En el solsticio de invierno (invierno en hn) que comienza el 22 de diciembre el Sol ilumina el polo Sur pero no el polo norte; las estaciones están invertidas, invierno en el hn y verano en el hs, esto origina:
Los rayos del Sol caen a mediodía perpendiculares al trópico de Capricornio.
La parte iluminada del hs es mayor que la del hn
En el círculo polar antártico el día dura 24 horas y en el círculo polar ártico la noche dura 24 horas.
En el equinoccio de primavera (en el hn) que tiene lugar el 21 de marzo el Sol ilumina de nuevo a ambos polos y la situación es entonces idéntica a la del equinoccio de otoño pero en este momento comienza en el polo norte un día de 6 meses y en el polo sur una noche de 6 meses.
El Sol está en el una vez por año en cada uno de los trópicos así en el solsticio de verano en junio el Sol se encuentra en la vertical del trópico de Cáncer y en el solsticio de invierno en diciembre en el trópico de Capricornio. Entre ambos trópicos, el Sol pasa dos veces al año por el de cada punto al mediodía.
Los círculos polares limitan las zonas donde la duración del día y la noche pasan de las 24 horas, así la duración posible del día o la noche en los polos va aumentando desde los círculos polares hasta el centro de los polos.
Entre los trópicos y los círculos polares se extienden las zonas templadas, en ellas el Sol no alcanza nunca el como ocurre en las zonas intertropicales.
2. LA REPRESENTACIÓN DE LA TIERRA: LAS PROYECCIONES CARTOGRÁFICAS
El conocimiento perfecto de la forma y volumen de la Tierra es el primer objetivo a conseguir por la geodesia.
La medición de las dimensiones de la Tierra se intentó ya en la antigüedad y fue ya Erastótales de Cirene quien en el siglo III a.C. estableció las dimensiones terrestres calculando el valor del arco del que va desde Alejandría a la actual Asuan en el valle del Nilo. A finales del siglo XVIII los hermanos Cossini midieron la distancia entre Dunkerque y Perpiñan.
Las mediciones de arcos de meridianos efectuados en latitudes diferentes han relevado que la Tierra no es exactamente esférica sino ligeramente achatada por los polos. Recientemente el estudio de las órbitas seguida por los satélites artificiales ha permitido conocer con mayor exactitud la forma y dimensiones de la Tierra. Para llegar a las antiguas mediciones se utilizaba una red de triangulaciones que es el primer trabajo del cartógrafo. Esta red se denomina “de triangulación” porque la zona a cartografiar se cubre virtualmente de una red de triángulos, los vértices de estos triángulos se denominan vértices geodésicos. Los ingenieros geógrafos colocan señales e instalan miras en cada uno de estos puntos y con la ayuda de un aparato llamado teodolito ven otros vértices y calculan el valor de cada triangulo.
Sobre esta trama triangular se apoya todo el trabajo cartográfico posterior.
La elaboración de un mapa exige elegir previamente un sistema de proyección y hay distintos tipos de proyecciones:
P. Cilíndricas: dan una red ortogonal de paralelos y meridianos. En el caso de la proyección de Mercator que es uno de los tipos de proyecciones cilíndricas, los paralelos se encuentran separados cuanto más se acercan a los polos. Por tanto las deformaciones que sufren los mapas trazados con este tipo de proyecciones son poco importantes en la zona del ecuador, pero muy grande en las zonas de los círculos polares porque aparecen muy separadas de este a oeste.
P. Cónica: es este tipo de proyección la red de meridianos y paralelos se proyecta en un cono que está en contacto con la esfera en un paralelo determinado. En este tipo de proyección el error es mayor en las latitudes bajas que en los casquetes polares.
P. Planas: este tipo de proyección implica representar la esfericidad de la Tierra sobre una superficie plana, en esta proyección la red de meridianos y paralelos se proyecta sobre un plano secante o tangente la superficie terrestre.
Cada tipo de proyección lleva consigo importantes deformaciones, estos afectan a los ángulos, a la superficie y a la longitud lineal. Es competencia de los geógrafos el encontrar por cálculo matemático el trazado de los meridianos y paralelos más convenientes para las desinencias del mapa que interesa preparar. Ningún sistema puede conservar a la vez la proporción de los ángulos y de las superficies; si el mapa ve a ser utilizado por un navegante, es primordial respetar el valor de los ángulos. Las proyecciones que tienen en cuenta este hecho se denominan conforme. Pero si el mapa se destina a representar la distribución de la población, entonces es esencial respetar las superficies; y a este tipo de proyección se denomina equivalente.
2.1 La representación cartográfica.
Una vez establecida la red de triangulación, y dibujada la red de meridianos y paralelos es necesario llevar al mapa los datos geográficos que se pretenden cartografiar. La confección de un mapa requiere la elección de una escala, el reconocimiento del terreno y minuciosos trabajos de dibujos.
La elección de la escala de los mapas condiciona todo el trabajo de confección de un mapa, ya que obtendremos un tipo de representación diferente en función de ello.
Se llama escala de un mapa a la relación existente entre una longitud cualquiera medida sobre el mapa y la correspondiente longitud sobre el terreno. Decir por ejemplo que la escala de un mapa es de 1:50000 significa que 1 mm o en ocasiones 1 cm sobre el mapa equivale a 50000 mm o 50000 cm en el terreno. La escala se elige en función de los detalles que se quieren que figuren en el mapa. Los mapas a gran escala son los que representan más detalle de la vida real, en estos mapas el denominador de la fracción que establece la escala es pequeño así la escala será mayor cuanto menor sea su denominador. Todos los mapas con escala hasta 1:100000 se consideran a gran escala; algunos se denominan planos. Los planos catastrales, donde figuran los límites de todas las fincas y el emplazamiento de todos los edificios y todos los caminos se hayan realizado a escala 1:2000 o 1:1000.
Los mapas a pequeña escala representan regiones muy extensas en una superficie muy reducida los mapas o cartas de navegación aéreas suelen tener una escala de 1:500000, mientras que los mapas rurales escolares suelen estar hecho 1:5000000.
La moderna cartografía española la confeccionan fundamentalmente el Instituto Geográfico y Catastral y el Servicio Geográfico del Ejército; ambos trabajan unidos en la preparación del mapa topográfico nacional a escala 1:50000. es el mapa básico de nuestra cartografía y esta formado por 1130 hojas y se empezó a realizar en 1870 y se terminó en 1964. Está construido en proyección poliédrica y cada hoja corresponde a una cuadrícula destinada a conocer el terreno que delimita dos meridianos separados por 20· y dos paralelos con una separación de 10·.
El relieve se representa por curvas de nivel con una equidistancia de 20 metros.
Los antiguos mapas se realizaban mediante levantamientos topográficos sobre el terreno y con ayuda del teodolito. Pero en la actualidad la fotografía aérea es la base de todos los mapas, gracias a esta técnica, los antiguos levantamientos topográficos se están poniendo al día. En casi todos los países existen misiones fotográficas encargadas de observar y fotografiar la superficie terrestre. Los aviones van equipados con aparatos fotográficos especiales, montados para obtener fotografías horizontales a varios miles de m de altitud, pero nada escapa al objetivo de estas cámaras. Las películas o placas se montan o impresionan automáticamente; el ritmo de las tomas fotográficas depende de la velocidad del avión y está dispuesto de manera que cada fotografía recubra más del 50% de la precedente, de este modo las fotografías aéreas se solapan unas con otras.
La fotogrametría es la técnica de la obtención de mapas y planos a partir de la fotografía aéreas, observadas con el estereoscopio, el observador ve solo una imagen pero perfectamente en relieve.
Durante mucho tiempo se representó el relieve mediante procedimientos elementales, un ejemplo lo tenemos en los mapas que se representaban en el siglo XVIII, representaban las montañas más o menos fantásticas, que no daba más que una idea mediante el relieve. Poco a poco se fueron utilizando las curvas de nivel, quienes proporcionan una imagen más precisa y más completa del relieve. Son líneas que unen puntos de la Tierra de la misma altitud, cuanto más fuerte es la pendiente más unidas están unas con otras. Para leer un mapa con curvas de nivel es preciso conocer de antemano la equidistancia entre las curvas, es decir, la diferencia de altitud que separan dos curvas de nivel seguidas.
En la actualidad la legibilidad de los mapas queda asegurada por la calidad de las técnicas de impresión gráficas.
Así por ejemplo las curvas de nivel suelen imprimirse en color siena para el terreno y en azul para las profundidades marinas, para los glaciares y para las profundidades lacustre.
La representación planetaria se realiza mediante signos convencionales que permiten representar los rasgos esenciales del medio natural y las huellas resultantes de la ocupación humana.
Orientar un mapa es hacer coincidir uno de los meridianos dibujados en él con la dirección real en el espacio. La brújula proporciona la dirección del norte magnético que difiere de la del Norte geográfico.
En algunos mapas a gran escala figura al margen una nota aclaratoria del valor del cambio de la dirección de cada año.
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Enviado por: | Irene |
Idioma: | castellano |
País: | España |