• Vida

Friedrich Nietzsche nació el 15 de octubre de 1844 en San Röcken, en Sajonia, cerca de Leipzig. Su abuelo y su padre fueron pastores protestantes, por lo que se educó en un ambiente religioso. Tras estudiar filología clásica en las universidades de Bonn y Leipzig, a los veinticuatro años obtuvo la cátedra extraordinaria de la Universidad de Basilea; pocos años después, sin embargo, abandonó la docencia, decepcionado por el academicismo universitario. En su juventud fue amigo de Richard Wagner, por quien sentía una profunda admiración, aunque más tarde rompería su relación con él. La vida del filósofo fue volviéndose cada vez más retirada y amarga a medida que avanzaba en edad y se intensificaban los síntomas de su enfermedad, la sífilis. En 1882 pretendió en matrimonio a la poetisa Lou Andreas Salomé, por quien fue rechazado, tras lo cual se recluyó definitivamente en su trabajo. Si bien en la actualidad se reconoce el valor de sus textos con independencia de su atormentada biografía, durante algún tiempo la crítica atribuyó el tono corrosivo de sus escritos a la enfermedad que padecía desde joven y que terminó por ocasionarle la locura. Los últimos once años de su vida los pasó recluido, primero en un centro de Basilea y más tarde en otro de Naumburg, aunque hoy es evidente que su encierro fue provocado por el desconocimiento de la verdadera naturaleza de su dolencia. Tras su fallecimiento, su hermana manipuló sus escritos, aproximándolos al ideario del movimiento nazi, que no dudó en invocarlos como aval de su ideología; del conjunto de su obra se desprende, sin embargo, la distancia que lo separa de ellos. Entre las divisiones que se han propuesto para las obras de Nietzsche, quizá la más sincrética sea la que distingue entre un primer período de crítica de la cultura y un segundo período de madurez en que sus obras adquieren un tono más metafísico, al tiempo que se vuelven más aforísticas y herméticas. Si el primer aspecto fue el que más impacto causó en su época, la interpretación posterior, a partir de Heidegger, se ha fijado, sobre todo, en sus últimas obras. Como crítico de la cultura occidental, Nietzsche considera que su sentido ha sido siempre reprimir la vida (lo “dionisíaco”) en nombre del racionalismo y de la moral (lo “apolíneo”); la filosofía, que desde Platón ha transmitido la imagen de un mundo inalterable de esencias, y el cristianismo, que propugna idéntico esencialismo moral, terminan por instaurar una sociedad del “resentimiento”, en la que el momento presente y la infinita variedad de la vida son anulados en nombre de una vida y un orden ultraterrenos, en los que el hombre alivia su angustia. Su labor hermenéutica se orienta en este período a mostrar cómo detrás de la racionalidad y la moral occidentales se hallan siempre el prejuicio, el error o la mera sublimación de los impulsos vitales. La «muerte de Dios» que anuncia el filósofo deja al hombre sin la mezquina seguridad de un orden trascendente, y por tanto enfrentado a la lucha de distintas “voluntades de poder” como único motor y sentido de la existencia. El concepto de “voluntad de poder”, perteneciente ya a sus obras de madurez, debe interpretarse no tanto en un sentido biológico como hermenéutico: son las distintas “versiones del mundo”, o formas de vivirlo, las que se enfrentan, y si Nietzsche ataca la sociedad “decadente” de su tiempo y anuncia la llegada de un “superhombre”, no se trata de que éste posea en mayor grado la “verdad” sobre el mundo, sino que su forma de vivirlo contiene mayor valor y capacidad de riesgo. Otra doctrina que ha dado lugar a numerosas interpretaciones es la del “eterno retorno”, según la cual la estructura del tiempo sería circular, de modo que cada momento debería repetirse eternamente. Aunque a menudo Nietzsche parece afirmar esta tesis en un sentido literal, ello sería contradictorio con el perspectivismo que domina su pensamiento, y resulta en cualquier caso más sugestivo interpretarlo como la idea regulativa en que debe basarse el “superhombre” para vivir su existencia de forma plena, sin subterfugios, e instalarse en el momento presente, puesto que si cada momento debe repetirse eternamente, su fin se encuentra tan sólo en sí mismo, y no en el futuro.

• Obra

Nietzsche escribió varias obras, unas cuantas de ella son las siguientes:

• Fatum e Historia (1862)

• La visión dionisíaca del Mundo (1870)

• El Estado griego (1871)

• Sobre el porvenir de nuestras instituciones educativas (1872)

• Cinco prefacios para libros no escritos (1872)

• La filosofía en la época clásica de los griegos (1873)

• La filosofía en la época clásica de los griegos (1873)

• Sobre la utilidad y los prejuicios de la historia para la vida (1874)

• Schopenhauer como educador (1874)

• Richard Wagner en Bayreuth (1876)

• Humano, demasiado humano (1878)

• Aurora. Reflexiones sobre los prejuicios morales (1881)

• Más allá del bien y del mal (1886)

• La genealogía de la moral (1887)

• El Anticristo (1888)

• Ecce homo. Cómo se llega a ser lo que se es (1889)

• Nietzsche contra Wagner (1889)

• Etc.

La época en la que se le coloca a Nietzsche es en el siglo XIX, del que voy hablar, sobre ciencia, acontecimientos importantes cómo guerras, y también hablare del arte.

Comenzaré con la ciencia. Hubo cantidad de avances científicos, por ejemplo en el campo de la medicina, se dieron importantes avances debido a la proliferación de enfermedades infecciosas, por ejemplo la tuberculosis. Entonces se tenía que idear algo para poder parar la infección y la epidemia, y se ideo la medicina preventiva actual, gracias al sistema de salud pública de Edwin Chadwick.

En lo que refiere al arte hay que hablar especialmente de la vanguardia o movimiento vanguardista. En el siglo XIX se empieza el camino hacia el movimiento vanguardista, que es culminado a finales del siglo XX, con todos sus movimientos, también llamados ismos. Cabe destacar, por ejemplo, el surrealismo, el cubismo, el futurismo, el expresionismo, etc.

En lo que se refiere a acontecimientos históricos del siglo XIX hay que mencionar:

• La guerra de Secesión (EE.UU.). 1861 - 1865.

• La guerra de las Siete Semanas (Austria y Prusia). 1866

Además hay que mencionar que empiezan a surgir en esta época los ya conocidos nacionalismos.

Eso son dos de los conflictos bélicos más importantes que ocurrieron cuando Nietzsche estaba vivo.

Otros sucesos fueron la Primera Revolución Industrial, que supuso cambios en la tecnología y la economía. Hubo mucho inventos, por ejemplo:

• Locomotora

• Fonógrafo

• Lámpara incandescente

• Anestesia

• Dirigible

• Avión

También dentro del campo científico se sacaron teorías científicas. Las dos más importantes son: Teoría Atómica (Dalton), y la Teoría de la evolución o Teoría de la selección natural (Darwin). Además se hacen importantes descubrimientos, por ejemplo, se descubre el Vanadio.

En esta época, no sólo destaca Nietzsche, sino que hay muchísimos personajes más. Mencionaré los más importantes: Gauss, Bakunin, Ramón y Cajal, Pasteur, Dickens, Goya, Van Gogh, Eiffel, Otto Von Bismarck, Abraham Lincoln, Roosevelt y Thomas Edison.

Una de las cosas que hay que subrayar de Nietzsche es el Nihilismo, que se le manifiesta a Nietzsche como “negaciones de la vida en la medida en que niegan u olvidan dimensiones de ella que a su vista aparecen como constitutivas de ella, como inalienables a lo que a él se le aparece como vida. Estas dimensiones negadas de la vida se muestran en ámbitos tan determinantes como el constante darse del devenir y las diferencias entre los hombres”. Y Nietzsche conceptualiza esto con su famosa frase “Dios ha muerto”. Esta frase significa por una parte el fin de aquello que gobernaba sobre todo lo demás, y por otra parte significa la aparición de un nuevo terreno aún inexplorado. Para Nietzsche el Nihilismo es la consecuencia de la muerte de la sociedad occidental del Dios judeo-cristiano.

Antes he mencionado mediante una cita, que para Nietzsche, hay una diferencia de hombres. Hay dos tipos de hombres: Señores y Esclavos, que dan origen a dos tipos de morales. La moral de los señores, se basa en la distinción del bien y el mal, definiendo como bien todo aquello que es fuerte, superior, altivo, y definen como mal a todo aquello que es débil, cobarde, compasivo. Esta moral se basa en su propio orgullo. La moral de los esclavos es todo lo contrario a la de los señores. Su moral se basa en la misericordia, en la compasión, criticando el egoísmo y la fuerza.

Otra de las propuestas más importantes de Nietzsche fue “El Eterno Retorno”. En esta propuesta, bastante difícil de explicar y de entender, propone algo así como el deseo de evocar todos los eventos pasados, con todas las sensaciones, pero dice que hay que tener Amor Fati, que es amor al destino. Según él, esta idea tiene una gran carga, la “más pesada” dice, pero que si se sobrelleva supondría la afirmación a la vida definitiva. El Eterno Retorno cumple dos funciones. La primera es el amor a la vida, y la segunda es una función ética, en la que, el que acepta el eterno retorno, se previene y acepta sus actos.

Otra cosa a remarcar es una frase que me ha llamado mucho la atención, en la que dice que el hombre es un ser incompleto, un puente entre el simio y el “superhombre”, y este último, es un hombre con una moral de nobles, acepta la voluntad del poder, es legislador, y una de las cosas más importantes es que acepta el eterno retorno. Y esto a propulsado muchas polémicas, puesto que a Nietzsche se le ha relacionado con el nazismo, y no en vano, ya que se decía que sugería como modelo de superhombre a Adolf Hitler.

Por último hablaré de la visión de Nietzsche de las mujeres. Ha habido muchas polémicas sobre los pensamientos de este autor sobre ellas, aunque aquellas que tuvieron contacto con él, afirman que era un hombre totalmente respetuoso hacia las ideas de ellas y que era muy educado. Pero lo que Nietzsche dice de las mujeres no todo es malo. Primero la define centrándose en su papel de madre en potencia. Además resalta el valor “real” de la mujer, no siendo tan débil como la mayoría de los hombres creen. Por último, para Nietzsche, la diferencia de sexos no es mala, es más, simpatiza con esa idea, ya que cree, que los dos sexos pueden aportar cada uno sus propias virtudes para contribuir a las grandes tareas humanas.

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