Turismo, Hostelería, Gastronomía y Restauración


Folclore nacional chileno


SERNATUR DIRECCION REGIONAL DE TURISMO

2003

Introducción

Chile en General, es un país rico en Folclore, especialmente en lo que dice relación a la música y la danza que surgen espontaneas del alma popular, expresando de esta manera emociones y sentimientos.

Conscientes de la necesidad de dar a conocer y difundir los elementos que configuran nuestro folclore y de satisfacer plenamente las numerosas consultas e inquietudes de estudiantes y publico en general, nos hemos abocado a la recopilación de una serie de antecedentes, los cuales nos permitieron poder elaborar este sencillo documento con una síntesis de las principales expresiones populares que configuran la fisonomía de nuestro pueblo y son en consecuencia, parte fundamental de todo nuestro patrimonio cultural.

DIRECCIÓN REGIONAL DE TURISMO

DE LA REGION DEL MAULE.

REGION DE TARAPACA

Dentro del calendario folklórico religioso nacional destacan las fiestas características de esta región: La Tirana, que por su antigüedad y esplendor se ha convertido en un centro de atracción más allá de nuestras fronteras.

La Tirana

El pueblo de La Tirana se encuentra en la Pampa del Tamarugal a 1.010 mts. de altura, al norte de Salar de Pintados a corta distancia de Pica y a 84 kms. del Puerto de Iquique. En él se beneficiaban antiguamente los minerales de plata de Huantajaya. Su población permanente alcanza a 573 hbts.

El 16 de Julio de cada año acuden al pueblo unas 50.000 personas procedentes de Iquique, Antofagasta, Arica y los Oasis y Campamentos Mineros de la Pampa, para rendir homenaje a la Virgen del Carmen Y admirar la destreza y los trajes de las cofradías danzantes que suman, fácilmente, más de 5.000 bailarines de ambos sexos, repartidos en 130 conjuntos aproximadamente.

Sobre el origen del pueblo de La Tirana y su milagrosa Virgen, existe una leyenda que dice que en el año 1535 cuando don Diego de Almagro salió desde Cuzco a la Conquista de Chile, en el grupo de gente que le acompañaba estaba Huillac Huma, último sacerdote del extinguido culto del sol, el que se acompañaba con su hija Ñusta Huillac, de 23 años, por cuyas venas corría la sangre de los soberanos de Tahuantísuyo.

Durante cuatro años Ñusta, rodeada de sus fieles vasallos dominó el bosque, fue temida por sus enemigos y conocida en treinta leguas a la redonda con el nombre de la bella tirana del tamarugal. Enfrentados a una guerra sin cuartel, los valerosos e indómitos peruanos establecieron la pena de muerte para todo español o indio bautizado. Un día fue llevado a la presencia de ellos un hombre que dijo llamarse Vasco de Almeyda y pertenecer a un grupo de mineros portugueses establecidos en Huantajaya y los ancianos de la tribu acordaron otorgarle la pena de muerte.

El corazón de Ñusta no había la vacilación hasta ese instante, embargado como estaba por las pasiones del odio y la venganza, no obstante se estremeció de horror al escuchar la cruel e inevitable sentencia.

Una sola mirada del prisionero bastó para producir en su ser tan completa metamórfosis y su naciente cariño le sugirió un arid para prolongar la vida del hombre amado. En su carácter de sacerdotiza consultó a los astros del cielo e interrogó a los tutelares de la tribu, quienes con raro y perfecto acuerdo, le significaron la prolongación de la muerte en cuatro lunas, quedándole por entonces dos lunas de vida, las cuales compartieron los enamorados en largas e interminables conversaciones:

Y de ser cristiana y morir como tal, - le preguntó cierto día Ñusta Huillac al portugués- ¿renaceré en la vida del más allá y mi alma vivirá unida a la tuya por siempre jamás?

Sí, amada mía.

Estas seguro de ello chunco (idolatrado) ¿verdaderamente seguro?

Me mandan creerlo en mi religión: mi Dios que es la fuente de la verdad.

Pues bien: bautízame castellano, quiero ser cristiana, quiero se tuya en está y en la otra vida.

Cuando Almeyda cogió el agua para vertirla en la cabeza de Ñusta, no terminaba de pronunciar las palabras sacramentales, cayo desplomado al suelo, atravesado por una lluvia de flechas. Ñusta Huillac, también herida de muerte, sobreponiéndose a sus intolerables dolores, llamo a los wilkas, los sacerdotes y al pueblo y le dijo: Muero contenta, muero feliz, segura como estoy, de que mi alma inmortal ascenderá a la Gloria y contemplará el rostro inefable de su creador, al pié de cuyo trono me espera ya mi amado esposo…

Danzas de La Tirana: la fiesta ofrece una serie de características, como la variedad de “compañías” o “hermandades”, que la diferencian de todas las celebraciones del país.

Se entremezclan bailes antiguos, tradicionales con los que se van inventando año a año y que le dan un carácter casi carnavalesco. En los últimos años han tenido un gran incremento ”las diabladas”. Las mascaras bolivianas, muy usadas en La Tirana, son de variados colores y llevan superficies o lagartijas enroscadas en los cuernos. Los “diablos mayores” usan peluca con trenzas o abundante melena.

La música es una concurrencia de ritmos y melodías de origen peruano, boliviano y chileno, que se influyen mutuamente.

Existen otras fiestas religiosas en esta zona, aunque de menor significación, siendo una de las más detacadas la Virgen de Asunta de Putre, el día 15 de Agosto, cuya ceremonia se inicia al atardecer con el “levantamiento de la vela”; después de la cena se reza el rosario, para luego realizar la procesión por la plaza y posteriormente los fiscales se reúnen ante una luminaria de leña, donde beben un “caliente”, preparado con leche hirviendo, batida con vainilla, azúcar y pisco. La fiesta culmina al otro día con una procesión solemne.

También la zona de Putre se realiza las Cruces de Mayo, fiesta tradicional de las localidades del interior. El día 1º de Mayo, los habitantes del pueblo suben al cerro para traer las cruces a sus casas, luego toda la familia se encarga de sacarle las viejas vestiduras del año anterior y decorarlas con toda clases de flores. La noche del segundo día, se reúne la familia a rezar el rosario. La fiesta termina el 3º día con la procesión que se inicia en el campanario de la iglesia para subir nuevamente al cerro y dejar allí las cruces.

Entre otras fiestas religiosas de la zona se mencionan las siguientes: La Virgen de las Peñas de Livílear, el primer domingo de Octubre y donde concurren fieles principalmente de Arica; la de San Antonio en Macaya, el 25 de Julio; San Lorenzo de Tarapacá el 20 de Agosto; la Virgen de Guadalupe de Ayquinas, el 8 de Septiembre; San Miguel Arcángel de Azapa, el Santo de los Olivares, el 29 de Septiembre; La Tirana Chica en Iquique, a fines de Julio, y muchas otras de carácter más local.

LEYENDAS

Se entremezclan las leyendas y mitos de los pampinos, surgidas de la vida en las salitreras; las de los hombres de mar y los piratas que visitaron las costas de la zona, y las que se remontan a la presencia de los incas en la región.

La niña de mis Ojos: una princesa incaica que comenzó a enceguecerse fue traída a una laguna enclavada entre los cordones cordilleranos que bajan por los Andes hasta la Pampa del Tamarugal, a 3.000 mts., donde se sumergió en sus aguas por varias veces; al poco rato, notó que recuperaba la vista y los descendientes del Inca, llamaron al lugar Mamiña, quiere decir “la niña de mis ojos" y Mamiña, durante años vió llegar caravanas incaicas con el propósito de encontrar alivio y remedio en sus aguas. (versión de Oreste Plath)

Un Pueblo de Indios: a tres Kilómetros al sudeste a Matilla existió hace siglos, un pueblo de indios, que fue destruido por un terremoto, no quedando por hoy, ni el más remoto vestigio de su existencia, pero al pasar por este sitio, se oye un ruido extraño y parece que la tierra se fuera a hundir.

Los Payachatas: El Parinacota y El Pomerame, que levantan sus costumbres a más de 6000 metros de altura, guardan un tesoro incaico, esto es: las estatuas de oro de los monarcas, que adornaban los nichos del Templo del Sol, en el Cuzco; las de plata de las reinas, del Santuario de la Luna y multitud de otras riquezas. El tesoro del los incas que se salvó del rescate de Atahualpa, está escondido en su cumbre y cuando la montaña está escasa de nieve, se ve perfectamente la escalinata que fabricaron los siervos del inca para sepultar las riquezas de su amo en el cono medio truncado del volcán.

(Versión de Luis Urzúa Urzúa)

Los Payachatas representan a una pareja de enamorados: un príncipe y una princesa de dos tribus antagónicas que quisieron contraer matrimonio. Para evitar esta unión fueron muertos, pero la naturaleza en venganza de aquello sepultó a los dos pueblos formando dos lagos; en Chungará y el Cota-Cotani. En lugar donde fueron enterrados los príncipes se levantaron dos hermosos volcanes: el Parinacota y el Pomerame. (Versión de Pedro Rosende Hevía)

Una Flor en la Arena: el origen del verdor de Pica (Una flor en la Arena) es explicado por la leyenda que señala que cuando los españoles llegaron a establecerse en el lugar, fueron rechazados por los indios Piqueños, trasladándose a Matilla, donde fundaron una población. Un español, Dámaso Morales, se enamoró de la hija del cacique de Pica, solicitándola en matrimonio. El galán se encontró con la cerrada oposición del cacique, quien finalmente le puso como condición para darle a su hija, que hiciera florecer el valle entre Pica y Matilla.

Dámaso Morales puso manos a la obra y con gran esfuerzo construyó

Un socavón para captar las aguas vertientes, lo que le dio origen al

Exuberante florecimiento del valle.

Los piqueños aseguran que el español logró casarse con la hija del

Cacique y que continuó horadando el cerro hasta que consiguió formar en “Una flor en la arena”: Pica.

ARTESANIA

La cultura indígena de la Región se encuentra manifestada principalmente en tres formas de expresión:

La Cerámica: en la que se producen los diferentes estilos tradicionales, junto a los cuales los ceramistas ofrecen sus propias creaciones, inspiradas en el rico patrimonio cultural andino, a través de piezas para el uso doméstico y adorno. Las reproducciones más solicitadas son:

Huakollas (vasijas para agua)

Keros (vasos ceremoniales)

Urphu (aríbalos)

Chuas (escudillas)

Yhuros (jarros)

Los Tejidos: confeccionados con lana de llamas, alpacas y vicuñas, consisten en poncho, frazadas, gorros y telas. Sus motivos siguen siendo figuras humanas o de llamas y alpacas, representativas éstas la especial importancia que ellas han tenido y tienen para la subsistencia familiar andina.

La Música: por instrumentos autóctonos, tales como ocarinas, pututos, antaras, quenas, silbatos, zampoñas, etc. Junto a ellos también es posible encontrar tradicionales instrumentos de cuerda (guitarras, mandolinas, quirquinchos, etc.)

Las principales prendas que se mantienen desde la era prehispánica hasta hoy son:

La Talega (wayaja): bolsa de regular tamaño, 30 por 30 cms. tejida generalmente con colores naturales de animal y algunos teñidos con anilinas. Esta bolsa la usaban en el ritual funerario prehispánico para almacenar o para guardar harina de quinoa, mazorcar y granos de maíz y es el mismo uso que le dan las comunidades actuales en el altiplano.

Las Fajas (wuaca): tejido largo y angosto que se emplea para ajustar el cuerpo a la altura de la cintura. Actualmente se usa para amarrar los akso o vestidos de las mujeres. Las fajas de ahora son más angostas que en la época incaica.

El Poncho (unku): esta prenda se utiliza después de la llegada de los españoles.

La vestimenta prehispánica eran las “camisas”, que son parecidas a los ponchos, con la diferencia que aquellas son cerradas en los costados y los ponchos son abiertos. La gente andina ya no usa esta “camisa” sino que el akso que es una prenda que no existe en la época prehispánica.

“no sabemos en que momento se introdujo el akso como prenda de vestir actual en las comunidades aymarás”, expresan las tejedoras de esta prenda

GASTRONOMIA

Las comidas y bebidas típicas de esta Región, se caracterizan por sus sabores definidos con buenos aliños, su alto valor alimentario y abundancia de pescados y mariscos.

Las frutas, tale como el mango, la guayaba, naranja, plátanos enanos de Azapa, así como la variedad de verduras y los guisos de pastel de choclo y humitas, sin olvidarse de las ricas “papas de huancaína”, es posible obtenerlas gracias a las bondades del clima durante todo el año. No puede dejarse de lado el degustar la deliciosa aceituna que se produce en el valle de Azapa.En cuanto al aperitivo, nada mejor que un Pisco Suor con jugosos limones de pica como también un cóctel de mangos o guayaba.

REGION DE ANTOFAGASTA.

Las expresiones folklóricas más ricas de la Segunda Región, se concentran en San Pedro de Atacama, localidad ubicada cerca de vértice en que convergen Argentina, Bolivia y Chile. En está Región floreció la cultura atacameña, de prolongado desarrollo. La ocupación incásica y particularmente el hecho de ser la ruta obligada entre el norte y el sur del país, significó el aporte de nuevas expresiones culturales aborígenes.

La llegada de los Conquistadores y su establecimiento en la zona, marcaron definitivas influencias en la comunidad de San Pedro de Atacama. Las costumbres que observan hoy día sus habitantes, y especialmente sus fiestas folklórico-religiosas, poseen de manifiesto las mezclas d las influencias culturales que se sucedieron en la zona.

Desde la víspera del día del santo que dió su nombre al pueblo, San Pedro, empiezan a llegar los grupos de baile y las bandas de músicos que dan brillo y colorido a la celebración. La tradición de los “chinos”, como se les denomina genéricamente, se mantiene viva entre diversos grupos de la religión. Destacan entre ellos, los ”Catimbanos” de Calama y Toconao, “Pedro y Pablo” de Solar y “Baile del Negro” de Saquitor. Estos grupos recorren diversas localidades, participando de las fiestas religiosas lugareñas y aportando el hondo contenido de sus manifestaciones folklóricas.

Otras festividades religiosas que se celebran en esta región, son:

Virgen Guadalupe de Ayquina: se realiza en el pueblo de Ayquina, a 20 kms. de Calama. A esta fiesta llegan alrededor de 15 mil personas a venerar a la Virgen de Guadalupe. Esta fiesta se celebra el 8 de Septiembre de cada año.

El colorido de esta fiesta se refleja en el gran número de bailes que llegan desde todos los puntos geográficos de la región, siendo sus vestimentas contrastadas con el paisaje del pueblo mismo.

Estas fiestas están integradas por niños y adultos, dan a sus bailes nombres pintorescos, tales como: gitanos, hindúes, chinos y otros. La fiesta dura tres días de intensos bailes y donde concurre un público numeroso; transcurrido este tiempo, el pueblo se torna apacible y los habitantes retornan a sus labores habituales.

San Francisco de Asís de Chiu-Chiu: esta fiesta se celebra el 4 de Octubre en Chiu-Chiu, situado a 30 kms. al este de Calama. Se efectúa en el interior de la iglesia del pueblo, una de las más antiguas de la zona, concurriendo a ella todos los habitantes del pueblo, en conjunto con personas que vienen de otros lugares de la precordillera andina. Los bailes de los promesantes, consisten en pasos y saltos en torno a la imagen de San Francisco.

Virgen de la Candelaria en Caspana: se celebra el 02 de Febrero en el pueblo de Caspana, ubicado a 75 kms. al este de Calama, realizada en conjunto por todo el pueblo, uniéndose en un trabajo en común llamado “La Minga” en el cual se produce un verdadero carnaval religioso.

Otras de las actividades que realizan en esta fecha religiosa, es el enfloramiento de las llamas y el Día de los Muertos, reuniéndose todos sus habitantes y visitas a comer asados de cordero con rosetas de maíz, llamados por ellos “Pisangallos”.

Candelaria de Toconao: anualmente el día 02 de Febrero en el villorrio de Toconao, cerca de San Pedro de Atacama, se celebra la Fiesta de la Purificación de la Virgen María, más conocida en estos lugares como la fiesta de la Candelaria.

La imagen posee un cabello natural y su vestimenta es cuidadosamente seleccionada para las Fiestas. La Virgen no se venera en la iglesia, sino que en una casa particular, construida especialmente para ella. Los fieles se dirigen hacia el lugar en forma aislada, individualmente; no hay horario fijo ni intenciones de formar grupos. Cada cual deposita su ofrenda a la Candelaria de Toconao.

LEYENDAS

Del eterno deambular de los cateadores por el desierto, o de las silenciosas fortalezas de piedra de la meseta cordillerana, refugio de los antiguos aborígenes, surge un caudal de historias, leyendas y personajes, que la fantasía de una cadena de relatores va transformando y enriqueciendo.

El Espíritu del Volcán Licancabur: en los tiempos que los incas dominaban el norte y centro de Chile, para calmar los arrebatos coléricos del Dios (ahora apagado), se echaron a la espalda piedras recortadas y otros presentes para el espíritu de Licancabur, y comenzaron a trepar los 2.400 mts de la llanura, a la cima misma de 6.000 mts. Construyeron allí sus pircas, depositaron sus ofrendas, hicieron sus oraciones y descendieron con el alma ligera. Los descendientes de aquellos indios todavía temen y reverencian al espíritu del volcán y las gigantescas pircas existentes en su cumbre.

(Versión de E. Echeverría y R. Cruzat)

La Lola: en la provincia de Antofagasta, en la epoca de los descubrimientos, fue muy conocida un mujer de rara belleza llamada Lola. Para el que no la conocía, su fama misteriosa y vaga, era como una mujer de embrujo. Su padre, llamado Pedro, vivía para cuidar a su hija y distanciarla de sus enamorados. Este hombre era conocido por el Vagabundo por sus búsquedas de minas y por sus viajes por la costa en un barquichuelo de su propiedad. La hija, sembraba ilusiones y desengaños entre los hombres y envidias y rencores entre las mujeres; hasta que un día un joven es su preferido, pero él veía en ella la figura ausente de su amada, la cual volvió al lugar.

Al verse desplazada, se transformó en la más terrible celosa, vivía odiando a la rival, y atisbaba día y noche a la feliz pareja y se consumía de celos y pasión. Una noche silenciosa llego al pieza del hombre que la hacía sufrir y hundió un puñal en su corazón, y huyó hacía los cerros dando gritos y alaridos. Después de mucho tiempo, regresó ella al poblado víctima de la locura, sólo sabiendo reír, hasta que murió. Desde entonces, la Lola y su espíritu vengativo recorre los cerros.

(Versión de Oreste Plath)

Las Tres Ciudades Sagradas: en Toconao, dicen que hubo tres ciudades, cuando los pueblos eran más fuertes: una era Toconao, que en lengua cunza significa ”Rincón Perdido”; la otra está en el cerro Quimal y la otra se escondió hacia la meseta de la cordillera. Como la tercera se escondió, solo quedaron dos, pero de ambas sobre existe Toconao solamente. La ciudad de Quimal se ocultó sin perderse, porque en ciertos días del año aparece y se ve claramente situada en la cumbre del cerro y es posible observarla desde distintos lugares. Ahí se ven de nuevo sus grandes construcciones pétreas envueltas en una luz de fuego, y aparecen sus grandes árboles y todo lo que ella contiene, y se queda visible para todos por mucho tiempo, hasta que alguien atraído por su fantasía quiera subir a tocarla. Y sólo entonces torna a desaparecer, hasta que las condiciones de tranquilidad le vuelven a ser favorables. Aparece y desaparece como la ambición humana.

(Versión de Mario Bahamondes S.)

ARTESANIA

La raíz de la artesanía popular en los pueblos de la Región, está enclavada muy hondamente en la tradición de tiempos antiquísimos, bajo las técnicas aborígenes prehispánicos.

Para aseverar lo anterior, basta observar los tejidos y sus respectivos telares verticales puesto en el suelo, de origen precolombino y los horizontales, propios de períodos hispánicos.

En la cerámica podemos ver la técnica de manufactura, basada en el sistema de rodillos de tamaño pequeño y de barro que se superponen hasta formar la original vasija. Como se ve, es fácil justificar la artesanía actual de la Región como propia de un legado dejado por el autóctono indígena, sobre todo en la Zona Andina.

Con el propósito de tomar en cuenta el sencillo encanto de las obras artesanales, es oportuno puntualizar los elementos de real jerarquía que se llevan a cabo en la Región de Antofagasta:

El Tejido: el arte textil de la región se está desarrollando y tuvo su origen en el área andina, específicamente en los pueblos de la provincia de el Loa, en el interior Antofagasta. En la actualidad, los pueblos oasis de Talambre, Toconce, Socaire, y otros mantienen latentes la típica tradición textil de la aborigen andina.

De este modo, es común observar en esta zona y en los pueblos ya mencionados, telas coloridas o lisas, como túnicas, mantos, gorros, etc., todo tejido manufacturado en base a fibras vegetales y lanas de camélidos como llamas, alpacas, vicuña y otros. La artesanía textil de esta zona, se ha mantenido gracias a la presencia de grupos mestizos que conservan hasta hoy parte de su acervo cultural específico en la artesanía. De acuerdo a este hecho sobreviven en estos lugares técnicas textil, ya sea por hilados que utilizaban como por la ejecución misma del tejido.

Los diseños utilizados en los tejidos son bastante variados, sus elementos juegan con las supersticiones y la fábula, así también poseen representaciones de temas y formas conocidas del ambiente de oasis, desiertos, ríos y otros elementos de la Región. La conquista Española puso su sello en estas manos artesanales autóctonas, ya que todos los tejidos desde esta época hacia delante, empiezan a realizarse en el típico telar aldeano español, con sistema de pedales para facilitar el cambio de hilos en los planos del tejido. Sin embargo, en muchos pueblos regionales, todavía se utiliza el telar de bastidor, de origen netamente indígenas; su uso se hacía en forma manual. Es evidente entonces, que en la Región de Antofagasta coexisten técnicas primitivas, junto a otras más evolucionadas, dignas de admirar y de conocer.

Cerámicas: la fabricación de la cerámica data desde hace 200 años A.C., indicándola como una de las más antiguas del país. Esta corresponde a un tipo de caramio negro pulido, cuyo origen se centra en el actual Oasis de San Pedro de Atacama, en cuyo Museo Arqueológico se muestra una variedad de estas piezas.

En la actualidad, uno de los pueblos con mayor autenticidad, aborigen en la mano factura de la cerámica es San Santiago del Río Grandes, ubicado al noreste de Calama. En este pueblo todavía se elabora la cerámica a mano, moldeándola directamente y dándole la forma deseada.

La cerámica en estos pueblos no siempre fue de estilo, ya que su origen fue para un carácter utilitario destinado a contener alimentos y cocinarlos, pero con el correr de los años, cerámica pasó a ser parte del mundo mágico-religioso, con obras en que la decoración tenía una gran importancia.

Otros pueblos que manufacturas cerámica, pero con torno alfarero (introducción española), son Chiu-Chiu, Caspana y San Pedro de Atacama. De aquí el hecho común de observar en estos pueblos, mesitas de madera que poseen un aje central, el cual gira velozmente con la acción de los pies; así, el hombre ceramista coloca la pasta sobre la mesa, la cual cerámica posee forma, decoración y estilización, dada por la primitiva industria aborigen del norte chileno en este tipo.

Madera: se da de preferencia en los pueblos que bordean el salar de Atacama (Peine, Camar, San Pedro). Los artesanos de estos pueblos aplican un profundo arraigo desde hace más de un milenio. El algarrobo, chañar y cactus columnar, son las típicas maderas de las cuales el artesano realiza, ya sea instrumentos musicales (quenas, bombos, sampoais, etc.) como cucharas, mesas y bandejas, todos objetos dedicados al turista que los visita y que quisiera conocer la forma de tallar estos elementos.

En el pueblo de Peine se hacen además, tallados en madera, de árboles frutales y en cactus secos. Entre los de este tipo, destacan cuchara, martillos y otros elementos de finos tallados y formas.

Recorrer estos pueblos artesanos de la madera es observar cerca de sus casas, símbolos tenaces de estos elementos jerarquizados en el mortero y en el telar. Sin embargo, la madera se encuentra en multitud de usos como recurso del diario vivir del hombre andino; esto se refleja en sus masas y puertas de algarrobo, como en las sillas y la infaltable cruz de palo, que vela en el sueño de este admirable hombre de la puna antofagastina.

Piedras Semipreciosas: en este tipo destacan los pueblos de Toconao, Peine y Monturaqui.

Toconao representa el llamado Pueblo Blanco de la puna, debido a que la mayoría de sus casas han sido construidas con piedras liparíticas de color blanquecino. Las canteras, desde donde extraen estos bloques de gran dureza, se ubican cerca del pueblo.

En el pueblecito de Peine, la artesanía típica es el trabajo en laidaría, piedra semipreciosas denominada ónix, desde Alrededor de este pueblo se encuentra el ónix verde, con el cual el poblador realiza pequeños objetos decorativos, como corazones, ceniceros y otros.

GASTRONOMIA

Esta región es rica en productos del mar, por lo que su mayor interés gastronómico está en sus mariscos (locos, erizos, ostiones, almejas, púlpitos, etc.) y pescados (principalmente lenguado y corvina), todos los cuales se caracterizan por su exquisito sabor.

Como complemento, los oasis del interior ofrecen sus apreciados mangos.

REGIÓN DE ATACAMA.

Dentro del folklore regional destacan de sobremanera el relacionado con la música folclórica a nivel de danzas ceremoniales religiosas. Este tipo de folklore musical posee el legado de una rica tradición ancestral del pasado que es matizado a através de un largo proceso de años por efectos foráneos a la propia identidad que las creó. El folklore ceremonial religioso, generalmente es una actividad que se determina y programa a través del calendario litúrgico de la Iglesia Católica. Entre las fiestas folklóricas más importantes de la religión, destacan las de la Candelaria en Copiapó, Cruz de Mayo en Vallenar, San Pedro de Huasco, del Carmen hacia el interior de Vallenar y la de Santa Rosa de Lima en Freirina.

La más importante de las fiestas es la dedicada a la Virgen de la Candelaria, la cual data de 1780, cuando un grupo de mineros, sorprendidos por una fuerte tormenta debió refugiarse entre unas rocas, a las orillas del Salar de Maricunga. Se señala que la Virgen vino en su ayuda, y desde entonces los mineros veneran como su Patrona.

La leyenda dice que fue descubierta por un minero en el Cerro Capi, situado frente a Copiapó. La imagen es pequeñita (14 cms.), de piedra oscura y en la mano porta una candela igual a la que usan los mineros en sus labores subterráneas.

De todas las cuencas mineras de Atacama y otros sitios más distantes acuden millares de personas, el 02 de Febrero de cada año a la capilla del pueblo de San Fernando de Copiapó, 4 kms. al este de la capital regional.

El entorno de esa Capilla, durante dos días completos se reúnen más 40 bailes religiosos que mediante bulliciosas cofradías de danzas y cánticos ofrendan a la Virgen de la Candelaria, su fe y esperanza por la imagen de la Virgen. Mediante turnos, estos bailes van ingresando a la Capilla para danzarle su típico baile a la imagen de la Candelaria.

Los bailes religiosos han adoptado diferentes nombres, como los de pieles Rojas, los Chinos, los Morenos y los Gitanos. En el fondo estos nombres sólo representan diferentes tipos de relaciones culturales con otras sociedades, de allí que entonces cuando observamos a los Pieles Rojas y su vestimenta, se nos venga a la mente la comparación con los grupos indígenas de Norteamérica, e igual relación con los bailes gitanos, cuya vestimenta original nació en base a una relación con la que estos grupos étnicos utilizan. Los bailes chinos deben su denominación al concepto de servidores o fieles que por el pasado de los quechuas normalmente empleaban para sus sacrificios o ritos religiosos.

Virgen del Carmen: es otra de las fiestas importantes que se realizan en la religión, en un caserío cercano a Copiapó, llamado Los Loros, el días 16 de Julio, con la actuación de grupo de baile que van desde la localidades de San Fernando. En honor a la Virgen se realizan también bailes en Alto del Carmen, en la misma fecha, el domingo siguiente se efectúan en la ciudad de Vallenar y Chañar Blanco las fiestas tienen lugar el último domingo de Julio.

En Carrizo, mineral de plata ubicado a 28 kms. de Vallenar, se rinde homenaje a la Virgen de Andacollo el primer domingo de Octubre. En el tránsito, pueblecito al interior de Vallenar, se celebran actos a la Virgen del mismo nombre, el 16 de Agosto.

LEYENDAS

El Milagro de la Virgen de la Candelaria: es la historia de un yugoslavo llamado Miguel Hastre, que como muchos acudió al reducto mineralógico de Inca de Oro. Llagando hasta el sitio denominado Salitrosa, donde descubrió una finísima veta de oro, que si bien era pequeña, la fe de don Miguel la hacia crecer y ensancharse hasta su explotación, luego pidió la ayuda a sus amigos, los cuales luego de practicar un reconocimiento, señalaron que la veta era casi nula y no ensancharía jamás.

Pero don Miguel seguía proclamando su descubrimiento y nadie quería escucharlo, intentó venderla y se dirigió a la capilla de la Virgen de la Candelaria y le imploró ayuda prometiéndole que si la veta aumentaba de tamaño, trabajaría la mina sólo un año después la entregaría a otros necesitados, le construiría una capilla en el mismo lugar. De vuelta, pudo ver sorprendido, como la pequeña guía aurífera se abría, creciendo por segundos, los metales dieron leyes superiores a 400 gramos por tonelada y a los seis meses ya había amasado una fortuna y al año era millonario. Cumplió su voto y entregó la pertenencia a otros explotadores y en la Capilla que construyó en la mina para la Virgen, no se apagan nunca las luminarias.

El Barreterito: es un barreterito fantasma, cuyo martilleo suele oírse en el fondo de alguna galería, cuando la mina ha quedado en receso. Es el barreterito, especie de duende benéfico, que trae el anuncio de un alcance. No hay minero que no crea en su existencia, y que no espere sentir los golpes misteriosos que le abrirán la puerta de la fortuna.

El Zorro Colorado: cuando el cateador de minas deambula por los cerros, se encuentra a veces con un zorro colorado que lo mira sin miedo ni temor, instintivamente se agacha y recoge una piedra para lanzársela al animal; el peso de la piedra le llama la atención y se detiene al mirarla. Grande es su sorpresa ¡ en sus manos tiene una piedra de oro !

Este zorro colorado hace su aparición en el sitio exacto del más rico yacimiento aurífero, asegurando al minero que tropieza con el, la riqueza y la felicidad para toda la vida.

GASTRONOMIA

La Región de Atacama basa su gastronomía en varios aspectos importantes, que son:

Mariscos y Pescados: ofrece sabrosos locos, ostiones, albacoras y congrio.

Frutas Naturales: uva, higos, paltas, etc.

Aceitunas: existen en la región desde la llegada de don Pedro de Valdivia, quien, según es tradición, habría plantado los primeros olivos. La fama de estas aceitunas ha trascendido en todo el país.

Vinos y Licores: como el pajarete (vino asoleado y dulce) producido en valle del Huasco) y el Pisco de fama nacional e internacional, en razón de su calidad proveniente de sus seleccionadas cepas.

ARTESANIA

Tipo objetos comunes lugar

Trabajos de conchas - Collares - Caldera

Figuras antropomorfas - Chañaral

- y zoomorfas - Huasco

- Imitación de flora y fauna - Freirina

- Revestimiento de cajas

Trabajos de Madera - Instrumentos musicales - Huasco

(guitarras, violines, flautas)

Trabajo de Metal - Elementos mineros fijados - Copiapó

En trozos de piedra (lamparas, Carretillas, etc.)

REGION DE COQUIMBO

Las festividades folklóricas de la Región alcanzan su más rica expresión en la fiesta de la Virgen de Rosario de Andacollo, que se celebra anualmente los días 24, 25 y 26 de Diciembre. Junto a los peregrinos, los grupos danzantes de la localidad y los venidos desde distintos puntos de la zona norte, rinde homenaje a la Virgen.

El origen de esta celebración data del siglo XVI y se da como fecha de la realización de los primeros bailes el año 1584. La tradición más aceptada señala que la primera imagen de la Virgen, un busto de madera toscamente esculpido y que desapareció luego misteriosamente, fue encontrada por un indio minero en los cerros de los alrededores. En una visión que tuvo en sueños, una voz le ordenó buscar un tesoro entre los peñascos más altos; el indio hizo lo que se le indicaba y regresó con la y regresó con la estatua de la Virgen.

Los bailes de Andacollo constituyen la máxima atracción de la fiesta, su presentación es organizada rigurosamente y todos obedecen la autoridad del “Pichinga” o cacique central, quien preside la procesión al lado de las autoridades eclesiásticas.

El Niño Dios de Sotaquí, es una festividad celebrada también con gran fervor por los coquimbanos. La imagen del niño fue descubierta a principio del siglo pasado por dos niños mientras jugaban en la quebrada de los Naranjos, próxima a esta localidad. Aunque el despliegue de bailes es un tanto menor que el de Andacollo, también llegan allí las cofradías danzantes, ataviados con vistosos trajes de vivos colores y profusamente adornados.

Otras manifestaciones folklórico-riligiosas de la zona, son: la Cruz de Mayo, principalmente El Tolfo; la de San Lorenzo, realizada en Agosto EN El Manzano; la Virgen Viajera del Choapa, la Virgen Viajera de palo colorado de Tilama y la fiesta en honor al señor de la tierra, en Chalinga, que se efectúa el 24 de febrero.

La tradicional Pampilla es una fiesta típica con una gran influencia de participantes, según el historiador Pedro Miguel Alvarez asegura que no hay nada que se asemeje a la fiesta de La Pampilla, que se celebra desde hace 160 años. Coquimbo es la única ciudad que dedica 5 días a celebrar las Fiestas Patrias, entre el 17 y el 21 de Septiembre y donde el cumpleaños de Chile no se recuerda el 18 sino el 20. Reconoce que no hay consenso sobre el origen de esta tradición, pero admite que la versión más creíble es la del retraso de dos días con que llegó la noticia de la Independencia.

LEYENDAS

En el historial legendario de la región, se entremezclan las tradiciones de los mineros, las reuniones de brujos y las aventuras de famosos corsarios, como se aprecia en alguna de éstas:

El Encanto de Tamaya: en el cerro de Tamaya, en un palacio oculto a cierta profundidad en la cumbre, vive una princesa encantada, y el encargado de su vigilancia es un gigante que tiene la forma de un potente toro negro. De repente, el lomo del cerro empieza a iluminar giba y con una maravillosa fosforescencia, poco a poco la extraña claridad va cediendo a la cima y, entonces, se puede ver a la princesa sentada en su trono luciendo las joyas más hermosas. El trono resplandece al pié de un naranjo cuyos frutos parecen de oro macizo. El terrible observa inquieto con ojo avizor al predio luminoso entregado a su custodia, dispuesto a clavar con su afilada cornamenta al minero audaz que tuviera la osadía de aventurar sus pasos por ese lugar en los momentos de la manifestación encantada, plena y maravillosa como un milagro. Hay cierta loza que cubre la entra del palacio escondido en la entraña del cerro. Un minero valeroso pagó con su vida su intento temerario de querer liberar de su encantamiento a la bella princesa, soñada y admirada por todos lo mineros.

(Versión de Homero Bascuñan)

La cueva de San Julián: en la vecindad de Ovalle está la cueva, en una ocasión se encontró un campesino con un antiguo conocido, el que lo invitó a una fiesta, el campesino aceptó y prontamente el amigo sacó de un calabazo un argumento y se lo puso en las axilas. Le aconsejó que diera con él tres pasos atrás y exclamará con él: “ Sin Dios ni Santa María” y salieron volando. Llegaron a una cueva, la San Julián, donde se celebraba una fiesta muy alegre y donde el campesino se encontró con personas desaparecidas de este mundo. A la mañana siguiente despertó en un escampado, molestó por el sol que estaba quemando y lo extraordinario es que estaba unido a una osamenta de vaca de huesos albos. Tenía sed y mal gusto en la boca y se acordó que antes de ir a la fiesta tenía dulces en el bolsillo y está era la ocasión para servírselos, y al buscarlos se encontró que estaban convertidos en excremento de animal.

(Versión de Homero Bascuñan)

La Añañuca (flor de sangre): en Monte Patria, desde los tiempos en esta se llamaba Monterrey, vale decir, antes de la independencia, la Añañuca era una flor joven de carne y hueso. Un día, hizo alto el pueblo un minero extraño, hermoso y gallardo, que cruzando los caminos en busca del eterno derrotero perdido. Entoces floreció el romance del minero y la Añañuca. Una noche, él tuvo un sueño: un duende de la montaña le dio duerme vela de ese sueño, el sitio preciso en que se hallaba el tesoro, la veta perdida y el minero partió, quedando la niña en el Monte Rey esperando a su amor. El minero no volvió jamás, se lo trajo el espejismo de la pampa y la muchacha murió de pena. La enterraron un día de aguacero en el patio, al día siguiente alumbró el sol y el valle se cubrió de flores rojas. Así nació la Añañuca.

CULTURAS INDIGENAS PRECOLOMBINAS

Los descubrimientos arqueológicos realizados en la región, dan muestra de diferentes culturas, existen en la región vestigios de épocas pasadas que a continuación se detallan:

Cultura Diaguita: la característica principal de este pueblo fue su cerámica, de fina ejecución y con decoloraciones geométricas policromadas.

Este pueblo agricultor, ocupó el territorio que corresponde actualmente a la III y la IV región; se le atribuyen numerosas agrupaciones de petroglifos existentes, sobre todo en la región pre-cordillerana. Se estima que su desarrollo cultural se inició en el siglo VII, siendo dominados por los Incas en el siglo XV y posteriormente pos los españoles.

Cultura El Molle: denominada así por ciertos elementos arqueológicos descubiertos en el Valle del Elqui, en las cercanías de El Molle.

Cronológicamente, ha sido ubicada en los primeros seis siglos de nuestra era, estimándose que se asentó en el territorio que hoy ocupa la III y la IV región. Pueblo de agricultores y que además trabajaban en alfarería y metalurgia. Diversos grabados y pinturas que han sido encontrados sobre rocas, se les atribuye también a este pueblo.

Cultura de Anzuelo y Concha: se distribuyó a lo largo de la zona norte. Mediante investigaciones realizadas con Carbono 60, se ha llegado a establecer en algunas muestras una antigüedad de 6.000 años. Se han encontrado vestigios desde Arica a Guanaqueros, los cuales señalan los hábitos de un pueblo pescador recolector.

Cultura de Huentelauquén: a diferencias de lo anterior, tiene este un área geográfica de distribución muy reducida y se limita exclusivamente a la IV región.

A partir de los elementos pertenecientes a esta cultura, es posible asignarle un carácter de cazadores y recolectores.

Han sido encontradas ciertas piedras dentadas, de forma triangular, pentagonal y octogonal, de las cuales han sido halladas similares en las costas del sur de California en América del Norte. Se estima que esta cultura se desarrollo hace unos 4.000 años.

ARTESANIA

Las artesanías artísticas de la IV Región, cubren una variedad gama de productos, algunos de los cuales son de gran valor estético.

Podría decirse que los artesanos reflejan en sus obras tradicionales gran cariño por su trabajo, realizado en forma rudimentaria; emplean recursos regionales; arcillas, brácteas, conchas, corontas, cueros, fibras vegetales, huesos, lanas, maderas, piedras, semillas y sustancias tintóreas.

Los pequeños centros artesanales de la región, se ubican en caseríos y pueblos del sector rural. Son comunidades que tradicionalmente han trabajado los recursos agropecuarios y mineros, utilizando la artesanía como actividad estacional o complementaria de esas labores. En la mayoría de los casos se trata de familias aisladas, que han encontrado en la artesanía además de una forma de expresión, una fuente de ingresos adicionales que les permiten una pequeña holgura económica. Las principales expresiones son:

Madera: tienen buena aceptación los trabajos de madera de guayacán, hechos a mano o en torno por algunos artesanos de La Serena. La madera de guayacán presenta vetas amarillas, negras y verdes azuladas; es de una dureza que hace muy difícil el tallado, por lo que en gran medida el trabajo se efectúa empleando pequeños tornos creados por los artesanos mismos.

Otros trabajos interesantes, son los de normata, madera de cactus que se trabaja una vez seca, libre de espinas. Esta especialidad se practica en diversos lugares principalmente en Vicuña. Esta artesanía tiene buenas expectativas, pero hay que considerar la posibilidad de extinción del cactus, de por sí ya bastante disminuido.

Es la única especie que da buena madera (normata) y es de muy lento crecimiento, 1 metro en 15 a 20 años y, para alcanzar mayor altura, el crecimiento se hace aún más lento.

Es cierto que podría cultivarse, pero para dar buena madera, requiere cerros y, en general, suelos pobres y condiciones de aridez.

Cueros: trabajos de cuero para aperos de caballares, realizados en forma rudimentaria, pero bien terminados, llevan a cabo artesanos de Guangualí, villorrio cercano a Quilimarí, y de Tierras Blancas, poblado vecino a Coquimbo.

En caseríos y villorrios cercanos a Combarbalá todavía existen artesanos que elaboran riendas, yáquimas y lazos de cuero crudo.

Alfarería: la más conocida por la armoniosa decoración de líneas y colores, es la alfarería de inspiración diaguita, practicada por algunos artesanos de La Serena y alrededores.

En otros centros, como: Gangualí, Soruco y Cárcamo, se haya una alfarería utilitaria, en colores que del rojo al negro y cuyas formas destacan por la simplicidad de las líneas y carencia de adornos. Presentan sobrevivencia de la influencia incaica, por los cachitos de las asas.

Otra alfarería interesante es la de Salala, decorada con incisos y relieves.

Trabajos en Conchas: las cajitas de conchas y figuras que adornan, han ido desapareciendo paulatinamente como expresión del arte popular regional. Sin embargo, aún quedan en Tongoy y la Pampa, algunas personas que seleccionan y combinan con sentido artístico conchas y algas marinas, dando origen a llamativos objetos.

Fibras vegetales: en La Serena y alrededores se producen una cestería de trama tosca, de uso esencialmente utilitario, cuya materia prima es la caña brava.

La totora se trabaja bastante en algunos lugares, donde cada artesano imprime a las obras un sello personal. Destacan los trabajos de Tierra Blanca, Caleta San Pedro, Salala y Oruro, decorativos y de uso personal, como figuras de pájaros y bolsos de mano.

En Combarbalá existen artesanos que tejen figuras decorativas en rafia, fibra que encargan al sur, pero que podrían reemplazar por otras del lugar, como las de Chagual y ágave. Con fibras de éstas plantas trenzan lazos muy resistentes y suaves. En la costa, en el cruce de la carretera Panamericana con el camino que sube a Combarbalá, lugar conocido como Angostura de Gálvez, se examinaron lazos trenzados de fibra de chagual, producidos por artesanos del lugar.

Tejidos en telas rústico y bordados sobre arpillera: en algunos lugares aún se practican tradicionalmente el arte del tejido a telar, tal es el caso de Valle Hurtado, Quilitapia, Monte Patria, Punitaqui, Talabuén, Salamanca, Llimpo y Guangalí. Chapilca ha adquirido renombre por sus tejidos.

Todos utilizan lana lavada, hilada y teñida por ellos mismos. Conocen muy bien las tinturas naturales, pero a veces utilizan anilinas, sin saber que con eso deterioran el valor de la artesanía tradicional.

- Tejidos en lana de Chapilca: en el rubro tejidos destaca Chapilca, pequeño caserío situado en el Valle de Elqui, a orillas del río Turbio, 15 kms. al interior de Rivadavia, hacia la cordillera de los Andes y 80 kms. de La Serena. Habitan en el caserío alrededor de 24 familias muy modestas. Los hombres dedicados a la agricultura de subsistencia; las mujeres casi en su totalidad, a tejidos que realizan en forma tradicional en telas rústicas de fabricación casera. No se sabe con exactitud desde cuando existen tejedores en Chapilca, se cree que esta actividad se remonta a las de cien años.

La materia prima utilizada en estas labores es lana de oveja, las artesanas adquieren en estado de vellón fuera de la comunidad, principalmente en la costa. Ocasionalmente las tejedoras obtenían lana de guanaco, provenientes del interior de la cordillera.

Después de la esquila, los vellones pasan por todo un proceso artesanal antes de transformarse en los tejidos que se ofrecen al público consumidor. En una primera etapa., lavado, hilado, torcido, aspado, teñido, y ovillado; en una segunda, urdido, enlisado, requinchado, y tejido; finalmente, la tercera etapa, bien los remates( uniones y orillados).

El tejido se realiza en dos tipos de telares rústicos, horizontales.

El telar corriente, grande, de cuatro postes unidos horizontalmente por maderos; lo complementan los lisos, pedales, palo redondo, espadillas y husillo. El telar chico, integrado solo por cuatro cuñas enterradas en el suelo, se utilizan para tejer franjas angostas, que complementan las obras tejidos en el telar corriente. Ambos tipos de telar se ubican bajo ramadas, al lado de la casa.

Estos telares rebelarían influencia hispana, puesto que los de uso indígena eran de “cintura”, es decir, fijaban por un extremo a un poste (árbol o tronco) y el otro, la tejedora se lo ponía en la cintura.

Los instrumentos para hilar que utilizan son el huso de madera, con tortera de piedra; también la rueca, aunque con menos frecuencia. En el tejido emplean lisos, husillos, espadillas y peines, todos de madera.

Una de las técnicas que han utilizado tradicionalmente las tejedoras chapilcanas y que, probablemente, tiene su origen en el arte indígena, es la del tejido de amarra. No todas dominan esta técnica compleja, básicamente consiste en tejer la lana sin teñirla previamente y luego, una vez terminada la obra, teñirla, pero aislando ciertas partes por medio de vegetales firmemente amarrados al tejido, creando así distintas figuras. Es una técnica que requiere gran habilidad y trabajo.

Casi está olvidada la tradición del uso de tinturas naturales en el proceso de teñido, circunstancia de vida a influencias externas y a comodidad de las artesanas, por cuanto el medio ofrece las materias primas vegetales para obtener a través de procedimientos rudimentarios, los diferentes colores. En lo que resta de tradición al respecto, se utilizan tinturas de nogal, de las cuales se obtienen tonos que van del café claro al marrón.

Con menor frecuencia emplean hojas de majaca, roemero y raíz de pacul, de los que se obtienen colores café, amarillo-verdoso y rosado respectivamente. Cuando se desea blanquear la lana para presentarla más en su color natural esta se expone al sereno, lo que comúnmente se hace sobre pircas.

El tiempo empleado en terminar cada obra varía según el tipo de trabajo. Existen tejido de un color, rayados de distintos colores y los de amarra que son los que requieren de más tiempo. La trama del tejido es muy firme y existen diversos grosores de acuerdo a los distintos lisos.

Si la obra es un jergón (cubre cama) amarrado, el lavado, hilado, teñido, ovillado y tejido del mismo, ocupa aproximadamente 30 días de trabajo para una artesana (se estima cuatro horas diarias de trabajo, considerando que realizan diversas labores del hogar).

Los tejidos más característicos de Chapilca, son las alfombras, alforjas para montura, bajada de cama, bolsos, frazadas y jergones.

Alfarería inspirada en el arte Diaguita: en La Serena y alrededores existen artesanos que trabajan la arcilla, en algunos casos imitando las formas y decorados del arte diaguita, cuyas piezas cerámicas se exhiben al público en los más importantes museos arqueológicos del mundo. Algunos artesanos afirman haber heredado alguna de las técnicas tradicionales de sus antepasados. No puede decirse lo mismo respecto a las técnicas de decoloración con pinturas diaguitas, por cuanto no conocen las fórmulas con las que trabajaron. Esta pinturas tienen el mérito de conservarse casi sin alteraciones, a pesar del efecto climático y del tiempo transcurrido.

En cuanto a producción la cerámica de inspiración diaguita constituye en la actualidad un importante rubro artesanal de la región. La comercialización se efectúa preferentemente a través de los mercados, tiendas especializadas y directamente de los artesanos al público consumidor, pudiéndose apreciar notable variación en la calidad y precios de los productos.

Combarbalá y la artesanía de piedras: combarbalá es una pequeña ciudad rural, con poco más de 3.300 habitantes. Se ubica entre cerros, a unos 900 m.s.n.m., a 90 kms. al sur de Ovalle y 80 kms. de la costa.

Su población vive principalmente de actividades mineras, agropecuarias y comerciales. Un rico patrimonio, lo constituyen las piedras semipreciosas blandas, cuyos colores y veteados son admirables una vez pulidas.

Se les denomina “combarbalitas” se componen de cuarzo, sílice, arcillas y diversos óxidos que les dan colorido.

En el trabajo de piedra los artesanos utilizan herramientas y máquinas simples, creadas por ellos mismos: gubias, cinceles, escofinas, lijas, limas, martillos, sierras de metales taladros manuales y pequeños tornos rudimentarios. El tallado y pulido lo realizan a mano. De esta manera elaboran diversos objetos de variadas formas, que pueden servir para usos corrientes, como ceniceros, juegos de vasos, copas, jarros, lámparas, centros de mesa, bandejas, joyeros; o bien, piezas de adorno como collares y figuras decorativas de diversos tipos.

Hasta ahora se ha trabajado la piedra aprovechando en gran medida la forma natural de ésta. Sin embargo, el trabajo tiende a modificarse básicamente por la influencia que sobre los artesanos tiene a través de los cursos de tallado.

Preocupa la indiscriminada utilización de la piedra lo que podría poner en peligro esta actividad por el agotamiento de los principales yacimientos, situación que ha ocurrido en otros países que contaban con ese valioso elemento.

Artesanía de Salalá: se ubica a 100 kms. al sur de Coquimbo, en las inmediaciones de la carretera panamericana. Humildes ranchos y casitas típicas de la zona, configuran el caserío disperso que cobija a familias de comuneros dedicadas a una agricultura de subsistencia y al comercio de subproductos de la ganadería.

En este lugar se han desarrollado artesanías características, mantenidas tradicionalmente por la familia Carvajal madre e hija compiten con sus productos entre un público consumidor esporádico, compuesto principalmente por turistas que se internan en la comunidad en busca de objetos artísticos: alfarería decorada con figuras incisas y en relieve, tejidos de fibras vegetales, objetos de normata y de corontas, miniaturas talladas en palitos de fósforo, tejido de totora. Han conservado en sus trabajos la rusticidad en cuanto a tecnología, empleando solamente la destreza de sus manos, que otorga a las obras un sello personal.

Artesanía en lapislázuli: el significado de esta palabra procede del latin: lapis= piedra y del árabe:lázuli=azul. Las vetas de lapislazúli emergen a tajo abierto en una ladera de la montaña se emplea dinamita para volar grandes trozos de este mineral. La artesanía especializada a conseguido fabricar verdaderas maravillas con lapislazúli, desde diminutos adornos hasta voluminosas figuras de una sola pieza. El lapislazúli chileno presenta un esplendoroso color azul radiante salpicado con características pintas de pirita, a veces, aparece punteado con calcita, produciendo un efecto que algunos llaman cielo estrellado.

GASTRONOMIA

Zona generosa en sus productos, ofrece un gran variedad de pescados (pichihuén, congrio, corvina y lenguado, entre otros), exquisitos mariscos (locos, ostiones, erizos, almejas, machas, etc.), condimentos, verduras, cereales y riquísima fruta (grandes duraznos, sabrosas chirimoyas, dulces naranjas, papayas y jugosos limones). Especiales son sus aceitunas.

El orgullo de la región es el Pisco, producto de uvas escogidas, el cual se puede beber solo o combinado, conforme a un variado recetario como: Serena libre, Pichuncho, Sol Equino y el famoso Pisco Sour.

REGION DE VALPARAISO.

La Quinta Región es la última en el norte del país donde las fiestas religiosas se han impregnado de un carácter autóctono que las enriquece en lo colorido y expresión. Se mantiene aquí la tradición de los grupos danzantes que acuden a las diversas celebraciones locales.

La fiesta más importante de destacar es la de Corpus Christi, entre los meses de mayo y junio, y en diversas localidades siendo más importantes las de:

Corpus Christi en Punchucaví: lugar de descanso a 47 kms. de Viña del Mar. Guirnaldas y plantas adornan las calles, los árboles se decoran con flores artificiales de fuertes colores. En la plaza y calles adyacentes a la iglesia, se agrupan los feligreses de la localidad, como visitantes de Horcón, Quintero y Valparaíso.

Hermandades danzantes venidas de Horcón, Maitencillo, El Rincón y Boco, danzan y cantan al son de sus instrumentos. Al caer la noche, al finalizar la fiesta, las hermandades se despiden de la iglesia con los siguientes versos:

Santa Iglesia de Puchuncaví

Ahora le voy a decir,

Con toda mi hermanación

Yo me quiero despedir.

Será hasta la vuelta del año

Y lo hago prevalecer,

Será hasta vuelta del año

Si Dios nos deja volver.

Luego se despiden entre sí con una verdadera competencia de cantos y décimas.

Virgen de Lourdes: Santa Bernardita de Lourdes, era una niña de familia pobre que tuvo una visión el 11 de Febrero de 1858, en que recibió la orden de que cavase con sus manos la tierra, y de ella fluyó un manantial de agua, que fue visitado por los enfermos en busca de cura, en que aún sigue con gran afluencia de visitantes dolidos.

También la visión ordenó que se edificase allí una iglesia, y se celebrasen procesiones en aquel sitio, y así en Santuario de Lourdes se ha hecho famosos en todo el mundo. Sus devotos cumplen sus mandas vistiendo de blanco y lazo azul. En la Quinta Región se celebra principalmente en Viña del Mar, con misas durante todo el día y precesión. También en Cai-Cai, ubicada a 2 kms. de Limache, donde hay una gruta de propiedad particular, y en la procesión la Virgen es llevada en un bote sobre los hombros de los remeros. También participan hermandades danzantes.

Virgen de Lo Vásquez: se celebra el 8 de Diciembre y es la más significativa de las fiestas religiosas que se realizan en la región. El Santuario de Lo Vásquez está ubicado a 32 kms. al S.E. de Valparaíso.

Peregrinos de todo el país comienzan a llegar hasta el Santuario el día anterior a la fiesta, utilizando cualquier medio de locomoción y durmiendo donde sea; Hay fieles que por pagar mandas hechas a la Virgen, llegan hasta allá a pié tras largas caminatas que muchas veces superan los 50 kms., realizando los últimos 5 o 6 kms., descalzos y de rodillas.

Fiesta de San Pedro: el patrono de los pescadores es celebrado en todos los puertos y caletas del litoral de la Región, el día 29 de Junio, pero es el puerto de Valparaíso donde los actos alcanzan mayor realce y colorido. En la oportunidad, la imagen del Santo embarcada en una lancha de la Armada Nacional y llevada en marítima procesión formada por cientos de peregrinos de pequeñas embarcaciones por toda la bahía. Mientras esto ocurre, los barcos surtos en ella hacen sonar sus sirenas. Las embarcaciones participantes van vistosamente engalanadas y terminando el acto marítimo, la imagen es desembarcada y llevada en andas hasta la Iglesia del cerro Artillería, siendo acompañada por miles de fieles. Participan también los “Chinos”, pescadores de otras caletas con vestimentas e instrumentos típicos.

LEYENDAS

La Laguna del Inca: sobre la superficie de esta laguna, en ciertas noches de plenilunio, se oyen lamentos que turban su quietud. Es un encantamiento que produce estas extrañas quejas. Es el ánima del inca Illiyupanqui que torna a vagar sobre la tumba lacustre en que hizo sepultar a su amada Kora-llé, despeñada trágicamente en precipicio durante el festín de un nascu montería real. El inca cuyo dolor sacudió la montaña, creyó que ningún sarcófago humano sería culpable de aquella sepultura. Envuelto en blancos lino, el grácil cuerpo fue descendiendo a la profundidad azul, ante el dolido séquito imperial, y desde entonces el hijo del sol no podía jamás despertar.

Vaga así en el lugar un hálito de amor y de misterio que se cubre con el manto silencioso de la nieve.

El Cerro de Orolonco: Situado al norte de Putaendo, debe su nombre a Orolonco, una Princesa indígena, hila de un jefe regional, la cual se enamoró de un guerrero español, Rodrigo Fernández y Araujo, desafiando a sus dioses y a su estirpe, a su pueblo y a su amado y junto al cerro Rodrigo le juró volver, cuando se despidieron de ella para ir a pelear con el indómito pueblo de Arauco.

(Versión de Carlos Ruiz Zaldívar)

La Piedra Feliz: era un peñón en clavado en las torpederas, balneario de Valparaíso, donde por muchos años los aburridos de la vida, los descontentos, los enamorados desconcertados, se despedían de la vida lanzándose desde lo alto al mar. Toda una época señala a la piedra feliz, como la Piedra de los Infelices, donde se suicidaban parejas, ancianos, enfermos y abandonados. Al pié de la roca, ramazones de algas se extendían y distendían como tentáculos de pulpos gigantes y se contaba que lo suicidas ergían la cabeza entre estas plantas, como iniciando a lanzarse a las almas turbadas. (Versión de Oreste Plath)

El Encanto de la Campana: En remotos siglos, el Cono del cerro La Campana era un promontorio o peñasco reluciente de oro y pedrerías, codiciado por una nación extranjera y valerosa, que vino a conquistarlo. Pero los machis, o brujos lugareños, resolvieron burlar la codicia de los forasteros, disponiendo que una noche cayera sobre el cerro una espesa capa de granito que ocultó sus codiciados tesoros. Han pasado los años y muchos son los mortales que buscan las riquezas entre las rocas del misterioso cono, pero los machis de La Campana tienen afilados los puñales con que quitarán la vida al que rompa el encantamiento de La Campana.

(Versión Oreste Plath)

ARTESANIA

La Ligua y Valle Hermoso: los tejidos no tienen características propias y sus diseños son universales. Como materia prima, los tejedores utilizan lana de oveja, de alpaca y de vicuña. La gran demanda de estos tejidos obligan a la utilización de telares semi-industriales. En estas localidades se confeccionan una gran cantidad de productos, entre ellos cortes de géneros, ponchos, abrigos y chaquetones.

Valle Hermoso es una pintoresca localidad vecina a La Ligua.

Lo Vásquez: expertos artesanos fabrican los más variados objetos de greda, haciéndolo ala vista del público. Lo más característico, son las pailas, maceteros y olla de greda roja.

Isla Negra: sus tejedoras han adquirido gran fama gracias a sus hermosos bordados en lana. A su trabajo y a la belleza de sus obras, dedicó algunos sentidos poemas el poeta Pablo Neruda, que hizo de Isla Negra su lugar de reposo e inspiración.

Isla de Pascua: acá es posible admirar la tradicional artesanía pascuense en conchas, maderas (especialmente del autóctono toromiro), huesos, piedra y cortezas vegetales.

GASTRONOMIA

El litoral de la Quinta Región de Valparaíso, es pródigo en pescado y mariscos.

Estos últimos, pueden ser degustados en tradicionales “chupes” y “caldillos”. Muy solicitado es el “Mariscal”, el que se compone de mariscos trozados, aceite, limón y condimentos. Además pueden degustarse corvinas, sierras, congrios, merluzas y jureles, servidos fritos, al horno o a la plancha. En carnes, saborearse el vacuno, cerdo o cabrito.

Clásicos son los asados de chancho, preparados con vinagre, sal, comino y otros ingredientes, y de vacuno acompañado con puré de papas y ensaladas surtidas. En esta Región nació la ensalada a la chilena, que consiste en un picado de tomates y cebolla.

ISLA DE PASCUA

“Te Pito o te Henua” -ombligo o centro de la tierra- es el antiguo nombre da la Isla, descubrieron en Pascua de Resurrección del año 1722, por el almirante holandés JaKob Koggeveen. “Rapanui” -Isla Grande- es el nombre que le dieron los nativos de Tahíti (iti: chico; nui: grande.)

Es la tierra donde llegó el “Ariki” -rey- Hotu Matua, emigrando de una catástrofe en su lejana y misteriosa “Hiva”, vaga denominación del lugar desconocido. El “Ariki” arribó en dos grandes embarcaciones, trayendo a su esposa, Vakai A`Vcka, a su hermana Ava Rei Pua y a una numerosa comitiva, junto con semillas, plantas y aves, para una real colonización.

Según la tradición, el Ariki Túu Ko Iho, cuñado de Hotu Matua, es el creador de las esculturas en madera. Caminaba un día y al llegar a “Punapau” vió dos seres descarnados, espíritus o seres de otro mundo que yacían dormidos, eran Hitirau y Nuko te Manó. Un Akuaku desde la altura les gritó: “¡Despertad, el Ariki os ha visto, Despertad dormilones!”. Se despertaron y cubriéndose sus esqueletos con la carne, se fueron como personas vivas.

Durante tras días vigilaron al Ariki, sometiéndolo a diversas pruebas para saber si los había visto. Túu Ko Ihó negó hasta que lo dejaron libre.

Días después, del fuego de un curante sacó los tizones de madera de Toromiro y en ellos talló las figuras que había visto.

Aquel fue el nacimiento de la escultura de madera, los “Moais-toromiro”, expresión de los espíritus o “Akuaku”. Estos cuerpos descarnados, de vientre hundido y costillas (Kava-Kava) levantadas, dan origen a los Moais Kava-Kava. Después, en cada casa o cueva, junto a la entrada, se colocaban estas estatuillas buscando protección y defensa para sus moradores. A pesar de ser en cierto modo sagradas, nunca fueron objeto de culto o adoración. Fueron propiedad de la familia, tranpasándose por generaciones, jamás para traspasar a otros.

En el tiempos del Ariki, creador de las escultura en madera, llegaron los “Hanau Eepe”, sin mujeres y con largos lóbulos de sus orejas. Comúnmente se les conoce por orejas largas. Fueron llamados “Tanata Hanu Eepe”, que significa “hombre de raza ancha”. Los anteriores, los del rey Hotu Matua, pasaron a ser “Tanata Hanau Monoko”, es decir hombres de raza delgada”.

Los recién llegados fueron los grandes creadores de los Moais tallados en piedra, misteriosas esculturas que siguen asombrando. Los Hanu Eepe se mezclaron con las mujeres de la isla y tuvieron muchos hijos, pero pronto pretendieron dominar y fueron exterminados, quedando uno sólo, Ororoine.

Los Moais son estatuas de piedra volcánica. A un grupo de éstos grupos se les llamaban los “pakeopa” y los “ahu”. Los primeros están toscamente esculpidos, tienen la cabeza baja y plana. La nariz larga y ensanchada, con las ventanillas muy abiertas. No tienen ojos, tiene cavidades orbitales.

Los Rano-Raracu son 193 y se encuentran en la falda del volcán del mismo nombre, están esculpidas con más cuidado, no poseen ojos, sino un plano inclinado, la boca pequeña y de labios delgados, en la cabeza no tienen gorros - “pukao”, como las de “pakeopa”. Muchas están decoradas con relieves y sus espaldas están cubiertas con dibujos rituales.

También acá se encuentran las tablillas parlantes, que son testimonio de la escritura pascuense. En un trozo de madera, con caracteres parecidos a los jeroglífos, los pascuenses escribieron los “Kohaurongo-rongo”, que contenían la tradición isleña. Se conocen alrededor de 25 tablillas, trozos de tablillas y calabazas con esta escritura.

Artesanía Pascuense: está basada fundamentalmente en el tallado de madera y piedra volcánica. Estos trabajos representan generalmente Moais, kava-kava y otras figuras de la mitología pascuense. Además, se confeccionan ceniceros, bastones de mano, espadas, etc. No se pude dejar de mencionar el interesante trabajo artesanal que los isleños hacen en conchas marinas y corales, de los cuales podemos destacar los collares de diferentes formas y tamaños, llaveros, anillos, etc.

Entre el 29 de enero y el 12 de febrero en Isla de Pascua se celebra la tradicional Fiesta Tapati, que cada verano revive costumbres, creencias y tradiciones ancestrales de nuestro más alejado territorio insular. Los 12 días de festejos incluyen competencias, bailes y desfiles de carros alegóricos, con participación de isleños y turistas. El fuerte son las competencias de takona o pintura corporal, hecha en base a tierras de colores o el haka pei, un vertiginoso deslizamiento en troncos de plátanos por las laderas de los volcanes.

REGION METROPOLITANA

En la región metropolitana aún se conserva, sobre todo en los pequeños poblados que rodean la capital, como asimismo en algunos fundos de la zona, viejas tradiciones heredadas de la colonia. Entre estas destacan las competencias entre payadores, cantores a lo humano y a lo divino que acompañan sus versos con guitarrón y guitarra.

Los cantores, reunidos generalmente en una ramada o un velorio y presumidos de un guitarrón o guitarra bien afinada, deben seguir un “fundamento” anunciado por el primero que entona sus versos. Allí se pone a prueba el talento de los cultores para ir sacando versos de respuesta o preguntas usando su propio arsenal memorizado o creando formas originales.

Los cantores de la zona central cultivan generalmente el verso cuarteta glosada, en cuatro décimas, a las que agregan una quinta décima, fórmula de despedida que estimula la originalidad del cantor.

En los velorios se inicia la competencia con temas “a lo divino” para seguir luego con las distintas variantes de “lo humano”, tales como el tema de las exageraciones, el mundo al revés y las herejías y chistes sobre el cielo y el infierno.

En Puente Alto y Aculeo se mantiene hasta hoy la vieja tradición del velorio de los “angelitos” en los cuales se canta y se bebe en torno al cadáver de un recién nacido o un niño cuya edad no sobrepase los 5 años.

La música y el canto tradicional de la región metropolitana es la cueca centrina, gritada y acompañada por guitarras, acordeones y panderos.

Cuasimodo: ( primer domingo después de Pascua Resurrección). La fiesta más relevante que se realiza en esta zona. La costumbre de “correr a Cristo”, o sea, la celebración de Cuasimodo, deriva de aquella práctica en que el cura párroco salía el primer Domingo después de Pascua de Resurrección en coche adornado, para dar la comunión a los feligreses enfermos en los fundo de su jurisdicción parroquial. El carruaje era acompañado por huasos a caballo luciendo vistosas mantas y pañuelos de vivos colores en la cabeza. Esta escolta tenía por objeto proteger al Santísimo de posibles asaltos. Mientras el cura daba la comunión al enfermo, los vecinos ofrecían a los huasos, vasos de chicha o vino para que limpiaran sus gargantas del “polvo del camino”.

Con el tiempo, esta ceremonia se hizo tradicional, y hoy en las comunas vecinas a Santiago, como Talagante, Quilicura, Colina, Las Condes, Conchalí y Maipú, entre otras, se “corre a Cristo”, con la misma solemnidad y sabor típico de antaño.

LEYENDAS

La Calchona: alma en pena, en forma de oveja, que ronda por las noches los campos y las habitaciones. Como los campesinos saben que es gente transformada en oveja, dejan en un lebrillo las sobras de sus comidas. Atacan a los hijos desobedientes, a las mujeres infieles y dañan de noche a los que andan solos.

La Laguna Verde de Paine: una muchacha rica, muy rica y muy bella de unos grandes ojos verdes, se enamoró de un humilde pastor y ambos se amaban. Pero la niña fue privada del modesto joven por la oposición de la severidad paterna. Llego un día en que ella fue en su busca y el padre del pastor le contó que su hijo al no verla, había muerto de dolor. Ella, llorando a su vez, corrió por el campo y no vio una charca, una sucia ciénaga y cuando se dio cuenta que se enfangaba, ahí quiso morir. Al día siguiente la charca era una hermosa laguna, la Laguna Verde de Paine.

La Lola: cuando en la cordillera azota el viento y la tempestad está en su apogeo, se oye a la distancia una voz quejumbrosa de mujer que pronuncia un nombre. Si este corresponde a alguno de los que han oído la voz, éste muere irremediablemente, siendo inútiles los esfuerzos que hagan por salvarlo.

Es la personificación de una mujer blanca que cubierta con un sudario de nieve, abandona su morada en las altas cumbres, para recorrer en los días de fuerte nevada los valles y los pasos de las montañas para atraer a un precipicio o a una quebrada a aquel que solitario, se encuentra extraviado en la montaña. Su nombre proviene de una palabra india que significa “Tierra Muerta”.

ARTESANIA

Pomaire: este pueblo, vecino a Melipilla, es habitado por artesanas que modelan populares artículos de greda. Las vasijas y formas zoomorfas de la artesanía de Pomaire son fabricadas con greda roja, modeladacon rústicos instrumentos.

Los objetos una vez modelados, son cocidos y luego bruñidos. Esta fase del trabajo es realizada con una piedra, la que le da un aspecto brillante, como si fuera barnizado.

Entre los objetos de esta localidad, vale destacar la popular cocina con todos sus artefactos, ollas, teteras, cacerolas, todo en miniatura llamado “juguetería”. También se fabrican chimeneas para instalar en los livings de ambiente rústico. Las ollas han llegado a obtener una textura muy firme.

Talagante: las alfareras de esta localidad producen una gran variedad de objetos de greda, que se diferencian de los anteriores por ser éstos pintados. Las figura, de bellos y vivos colores, son trabajadas hasta en sus más mínimos detalles. Entre los múltiples objetos se destacan huasos a caballo, la vendedora de moye y los “cuasimodos”.

Estos últimos son conjuntos detallados de figura que representan una antigua tradición, la de llevar la comunión a los enfermos el domingo siguiente al de Pascua de Resurrección; consisten en una carreta “enflora”, en la que van el señor cura, sus monaguillos y un conjunto de huasos a caballo con sus cabezas cubiertas con coloridos pañuelos.

GASTRONOMIA

En esta zona se encuentra una gran variedad de guisos típicos de exquisito sabor, los cuales se pueden probar tanto en la ciudad como en el campo.

Por ejemplo, usted puede comenzar con unas exquisitas empanadas de horno, la cual consiste en un picadillo de cebolla y carnes, y se completa con huevo, aceitunas, pasas, ají, etc., todo esto envuelto en una masa hecha en base a manteca, harina, sal y yema de huevo. Luego, un estofado a la chilena, consistente en un costillar de chancho, pollos, longanizas, cebollas y papas cortadas en mitades. Finalmente, a la hora de los postres, se pude probar cualquier fruta natural de la estación y se darán cuenta por que Chile tiene fama internacional en estos productos.

Sería muy largo describir cada uno de los diferentes guisos más típicos de la zona, pero sugerimos alguno de ellos: las humitas, pastel de choclo (sólo en verano), pancutras, papas rellenas, tomatican, cazuela de pava con chuchoca y por supuesto pescados y mariscos en general, todo esto acompañado por excelentes vinos.

REGION DEL LIBERTADOR BERNARDO O`HIGGINS

Aunque la minería y la agricultura comparten la importancia como actividades productivas de esta región, son las labores del campo las que han enriquecido las diversas manifestaciones del folklore nacional y que han generado un tipo humano considerado como el más fiel exponente de lo criollo. Es en el huaso, su vestimenta, sus costumbres, su música y sus danzas donde se encuentran las expresiones más genuinas de chilenidad de la zona central.

Las actividades agrícolas desarrolladas desde los primeros años de la colonia, hicieron necesaria la fabricación de todos los aperos e instrumentos de trabajo que se requerían para las faenas diarias o para mejorar las condiciones de la vida hogareña; de todo ello surgió de la industria casera que a través de los años se ha constituido en una de las fuentes más ricas de arte popular.

Las fiestas tradicionales del huaso son una de las mayores atracciones del campo; de todas, el rodeo es la más conocida y pintoresca.

Otros juegos típicos del campesino y muy característicos de las zonas agrícolas, son el topeo en vara, riñas de gallos, carreras a la chilena. Estas ultimas se realizan en pistas rectas, con una empalizada de por medio que impide que los jinetes se interfieran entre si.

La mayor parte de estas entretenciones sirven para alegrar sus fiestas típicas, tales como la trilla, la cosecha, las vendimias, etc. Algunas de estas fiestas tienen su origen en las costumbres araucanas, que bajo el nombre de “milgacos”, reunían a grupos de personas de los alrededores para colaborar en una faena agrícola determinada y el beneficiado tenía la obligación de proveer la música.

LEYENDAS

En la tradición legendaria de la VI región, sobresale la creencia popular embrujos o duendes que con sus encantamientos originan la buena o mala fortuna de las personas; los pactos con el diablo y las andanzas de este siniestro personaje ocupan también un lugar destacado entre las supersticiones de campesinos o mineros de la zona. Asimismo se incorporan al mundo de la leyenda las aventuras de Manuel Rodríguez en las luchas emancipadoras y las riquezas que ocultaron las familias patriotas después del desastre de Rancagua.

La Carreta del Conjunto: en los alrededores de Llallauquén, se cuenta que por las noches se escucha el rechinar de una carreta que va subiendo la cuesta con su pesada carga de sacos de brillantes y piedras preciosas.

La misma carreta está hecha de plata y va tirada por bueyes de oro.

La persona que quiera ser el dueño del cargamento, deberá conocer las palabras del conjuro y decírselas al conductor invisible, quien le entregará la fortuna.

La Lola: un grupo de mineros caminaba tras la búsqueda de una veta, entre ellos iba un matrimonio, el que luego se apartó y al poco tiempo encontró la riqueza y comenzó la faena, pero la noticia la tuvo uno de la caravana y una noche los salta y asesina el marido. La mujer, llamada Dolores, enloquece sin olvidar las facciones del criminal.

Su obsesión es encontrar al asesino y comienza a vagar por las altas cimas de la cordillera, como por los faldeos. Hambrienta, descalza, desgreñada, en ella va siempre el deseo de venganza. Sus correrías la hacen ser una conocedora de los sitios donde se encuentra el precioso metal.

Pero, Dolores, la Lola, convierte su venganza en una piedad, que es anunciar a los buscadores la proximidad del tesoro, pero no para que lo hagan aflorar, sino para que se alejen, porque cuando se encuentra la veta, la muerte se acerca.

Los tres hermanos: dos hermanas y un hermano quisieron ir de paseo a un lugar denominado Yáquil, sitio perdido que hay a otro lado de los cerros de Apalta. En esta localidad se realizaría una fiesta religiosa campera y en esta ocasión ellos tocarían arpa y guitarra. La madre sé negó a concederles el permiso pertinente. Pero los jóvenes se autorizaron solos y emprendieron el viaje. La madre al verlos alejarse les lanzo esta maldición: “Piedra debían volverse estos condenados, por desobedientes”. Y la maldición les alcanzo cuando iban llegando a la cumbre de un cerro; y quedaron vueltos en unos peñascos de color blanco.

Si alguna persona, el día Viernes Santo, pica u horada estas piedras, brota sangre como un surtidor terrorífico.

(Versión de Guillermo Rubilar S.)

ARTESANIA

Esta región cuenta con una variada gama ancestral, que incluye trabajos típicos, tales como alfarería, cestería, talabartería, forja, tallado en madera, tejidos a telar, teatina y totora. Las características de los principales trabajos son:

Alfarería: trabajos en grada roja o vidriada, realizados con un fin de utilidad y ornamentación, objeto de gran calidad, entre los que destacan: fuentes, ollas, jarros, etc., se fabrican en hornos vecinos a los que se cuece la teja común.

Los lugares más conocidos donde se realiza este tipo de artesanía, son: Rinconada de Doñihue, Copequén, Chépica, Aguas Calientes, etc.

Cestería: en esta actividad se utiliza el mimbre y los artesanos que trabajan en este material logran gran calidad en sus trabajos, como muebles, canastos, pantallas, papeleros, etc., el centro de mayor importancia en esta actividad en Chimbarongo.

Talabartería: trabajo hecho típicamente en cuero, de gran y hermosura, donde sobresalen las molturas, botas corraleras, cinturones y maletines.

Sus principales centros de producción están en Rancagua, San Fernando, Santa Cruz y Bucalemu.

Teatina: en una paja silvestre que es trenzada a mano por campesinos, quienes la venden por rollos. Su principal creación, son las chupallas y se realizan principalmente en La Lajuela, Marchique, Rinconada de Yaquil, Auquinco y Peralillo.

Totora: fibra vegetal, con la cual realizan esteras y se ocupan en sillas, pisos y otros utensilios. La Totora se trenza para efectuar los trabajos.

Se encuentra casi en todos los mercados municipales de la región.

Tallados en madera: los estribos tallados en roblo-pellín, naranjo, nogal, madera de quillay u otras maderas duras, se confeccionan en diseños siendo los más preciados los de botón de rosa y botón picado. Sus zonas de producción están en Santa Cruz y Doñihue.

Forja: la fabricación de espuelas es mezcla de forja y cincelado, es un de los trabajos más difíciles, donde se utilizan principalmente la plata. También se aplican algunos grabados al ácido en espuelas y en adornos para riendas de cabestro caballar. Sus principales artífices se encuentran en San Cruz.

Tejidos a Telar: el chamanto y la manta corralera son aperos que dan distinción y jerarquía al huaso. El chamanto forma parte de la tenida de la fiesta, en los rodeos oficiales y constituye parte del lucimiento del jinete durante la corrida.

La complejidad del trabajo se debe a la difícil trama para hacer los dibujos que forman las franjas que componen el chamanto. El trazado de éstos dibujos son en parte secretos tradicionales que se enseñan de madres a hijas.

Los más solicitados por el huaso, son los de hoja de parra, racimos y zarcillos, los de espiga, los de copihues, y de hojas de hiedra y ramos de mora; también los de herradura y cabeza de caballo. Los chamantos son reversibles, por un lado van los tonos oscuros que el huaso prefiere usar de día, y por el otro los tonos claros que prefiere usar por la noche.

Es una prenda de alto costo, ya que son tejidas en hilo-seda y pesan alrededor de dos kilos y medio.

Aunque en otras zonas de la región existen artesanías de telar, especialmente en mantas corraleras y de abrigo (que son más largas que los chamantos y de un solo color), la legítima fama de arte, calidad y colorido, así como la exclusividad de diseño de los dibujos, están en las chamanteras de Doñihue.

A parte de los chamantos, en los telares de este pueblo, se tejen franjas testeras para los caballos, cinturones y bolsos.

GASTRONOMIA

Entre los platos típicos de este Región, se encuentran los porotos, las pantrucas, las empanadas de horno o fritas, las cuales se preparan con mucha frecuencia. La cazuela de ave, pavo y de chancho, constituyen platos muy apetecidos en la época correspondiente; la ensalada a la chilena, las humitas y el pastel de choclo, se saborean desgustando un buen vino regional.

En lo que se refiere a tragos típicos, podemos mencionar el chacolí, que preparado con harina tostada o con jugo de naranja que realmente exquisito; también está la chicha de uva, el pihuelo (harina con vino tinto), y además, el buen aguardiente Doñihuano .

REGION DEL MAULE

Derivado de ese contacto permanente entre el hombre y la tierra, donde vuelca su trabajo, el folklore de la Región del Maule, tiene su carácter profundamente campesino. Sus múltiples expresiones están ligadas al sentimiento desesperado en sus habitantes por una naturaleza cordial, que comunica vivacidad y colorido a su música, donde destacan la tonada, la cueca, el vals, el corrido, los esquinazos y las habaneras, que son la expresión total en que muestra al ser como es y por medio de la voz y el movimiento los que pueden traducir sus estados de ánimo, emociones y sus valores.

Estas dos expresiones van unidas formando una manifestación por la cual el pueblo muestra sus sentimientos de alegría, tristeza, amor y desencanto.

Una de aquellas manifestaciones folklóricas más típicas de la Región, la constituye la poesía popular. Los payadores exhiben sus creatividades y originalidades junto a la transmisión de versos que se heredan de generación en generación al igual que las guitarras y guitarrones, que junto al arpa constituyen los acompañamientos tradicionales.

En relación a espectáculos típicos y tradicionales de la Región del Maule, cada año ofrece la gran fiesta del Rodeo, en las cuales está presente la música chilena y sus tonadas con canciones alusivas al momento, mientras los huasos hacen uso de su destreza y gallardía corriendo el novillo en la media luna, cuya temporada oficial va de Septiembre a Noviembre, mezclándose deporte, folklore y costumbres, de nuestro pueblo.

Se celebran en esta región, gran cantidad de fiestas religiosas, destacando principalmente las siguientes:

San Francisco en Huerta de Maule: poblado ubicado a 60 kms. al sur oeste de Talca y que cuenta con aproximadamente 400 habitantes en la actualidad. Por ser los franciscanos los primeros misioneros que llegaron al lugar, antes de que fundaran la villa, éstos fundieron la devoción a San Francisco y año tras año, el día 4 de octubre, se reúnen los pobladores del lugar y de distintos puntos del país, para venerar y rendir homenaje a su patrono.

En la parroquia de la Huerta de Maule se conserva una venerada imagen tallada en madera policromada, que llegó junto con los franciscanos del lugar.

La festividad comienza con una preparación de nueve días (novena en honor al santo), empieza el día 26 de septiembre a rezar, primero la oración a San Francisco, luego el rosario con los ministerios que corresponden al día, ya sean gozosos, dolorosos o gloriosos; una vez terminados los ministerios, se reza la oración final.

El día 4 de octubre, con las primeras horas de la mañana comienzan a llegar los romeros, se realizan diversos oficios religiosos, bautizos, primeras comuniones, los que culminan con una misa solemne, procesión y desfile. Durante la misa se bendicen cruces de madera que los lugareños llevaron y colocaran posteriormente en los trigales. Terminada la misa, los concurrentes realizan una procesión alrededor del pueblo, portando la imagen venerada, la cual culmina frente al Templo Parroquial.

Todos los jinetes ataviados con sus vestimentas típicas y montando sus cabalgaduras, pasa frente al Santo por tres veces, encabezados por una abanderado, la primera vuelta es al tranco, la segunda al trote y la tercera al galope. A veces, se acostumbra realizar juegos y bailes de competencia como una muestra más del cariño de los habitantes de Huerta de Maule a su patrono.

Luego de la recibir de los huertinos, en Santo en guardado en la parroquia y los campesinos con sus familias y amigos llevan las cruces a sus trigos para imprecar la bendición divina, rogar a Dios por la abundancia de sus cosechas y demostrarle a su protector Francisco que el labriego quiere seguir su ejemplo de sencillez, fé y amor a la naturaleza. Se rezan algunas oraciones y posteriormente se canta y se baila.

Virgen del Rosario de Lora: esta localidad esta ubicada a unos 100 kms. de Curicó, en las proximidades de la costa: La fiesta ritual es de origen desconocido, pero se estima que ello ocurrió entre los años 1500 y 1600, cuando se encontró según la leyenda, la imagen quiteña de la virgen del Rosario. Esta fiesta se realiza el primer domingo de octubre. En los comienzos del ritual, poseía la historia, vestigios de los ceremoniales incaicos, absorbidos luego las características de los rituales araucanos y que incluso predominaban hasta nuestros días, en especial el paso y los péfanos y pifilcos. Los personajes del ritual son los pifaneros, 3 varones que tocan pifanos, pifilcas y bombo; los compadritos o empellejados que cobren sus cuerpos con cuero de chivo y que apoyados por látigos ponen orden el templo. A ello se agregan las indias, comparsa de gran significado que fue agregada al ritual en el año 1969. Las danzas rituales simbolizan el rezo del Rosario con tres entradas y cinco vueltas dentro del pequeño Templo de Lora, danzando todos en homenaje a la virgen. Luego de las danzas rituales, viene la ceremonia festiva propiamente tal, en la cual los compadritos encapuchados, bailan cuecas con percusión, mientras el alférez o jefe de la cofradía, recita versos a lo divino o a lo humano, también en homenaje a la quiteña.

Fiesta de la Virgen en Corinto: pequeño caserío ubicado a 26 kms. al suroeste de Talca. Su iglesia data de fines del siglo pasado y en una de las más antiguas de la Región del Maule.

La celebración es el día de Purísima o Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre y se remonta muchos años atrás. Desde la mañana muy temprano comienzan a llegar los peregrinos para rendir culto a la Virgen y realizar sus ofrendas, consistentes en dinero, velas, flores y productos agrícolas o ganaderos. La imagen de la Virgen se saca del templo, se adorna con lindos atuendos y por la tarde se realiza la tradicional procesión por todo el pueblo, durante el recorrido los peregrinos rezan y entonan cantos religiosos.

Fiesta de la Virgen del Rosario de Sauzal: pueblo campesino ubicado a 42 kms. al norte de Cauquenes y que fue fundado el 2 de enero de 1782.

Anualmente el primer domingo de octubre se celebra la festividad de nuestra Señora del Rosario, cuya devoción tuvo origen en el antiguo caserío de Cuyuname, sede primera de la extensa Parroquia de Sauzal.

La historia dice que en el año 1835, durante el gobierno del Presidente Prieto, el 20 de febrero a las 11.30 hrs. Se produjo un espantoso terremoto que dejó en ruinas la zona central del país. El origen volcánico de este fenómeno dio origen a la creencia popular de que algunos indios de Talcahuano en venganza había tapado el cráter del volcán Antuco, con el perverso objeto de que reventara por aquel punto.

Luego de ser destruido por el terremoto el caserío y Templo de Cuyuname, comenzó la reconstrucción más al oriente, en el lugar que hoy ocupa el pueblo de Sauzal, y se dispuso que la Virgen fuese traída en procesión a su nueva morada, pero aquel año septiembre fue lluvioso y los fieles llegaron finalmente al nuevo pueblo el primer domingo de octubre, organizándose inmediatamente una novena de rogativa para implorar la misericordia divina y evitar así un nuevo desastre. Desde entonces la festividad del Rosario de Sauzal se ha transformado en una devoción tradicional del lugar.

La devoción comienza nueve días ante con la novena, que a veces cuenta con la colaboración de mineros venidos especialmente para la ocasión, donde rezan las oraciones y hacen una reflexión distinta cada día.

En la festividad se realizan primeras comuniones, bautizos, matrimonios y confirmaciones, luego de lo cual comienza la procesión por las calles del pueblo, mientras van rezando los ministerios del Rosario y entre cada ministerio se cantan los himnos a la Virgen. Al finalizar la procesión y llegar al Templo, se gritan vivas a la Virgen, al Sacerdote y a los sauzalinos. Luego se guarda la virgen y vienen los festejos populares en ramadas y casas particulares.

- Fiesta la Candelaria en Chanco: localidad situada a 49 kms. al oeste Cauquenes, se viste de gala con la celebración a la Virgen de la Candelaria, el día 2 de febrero, en la Parroquia San Ambrosio de Chanco.

Ese día, gran cantidad de gente proveniente de Cauquenes y otras localidades de la Región, se congrega en este lugar a pagar mandas a la Virgen. Un hecho importante de resaltar, es que cada 2 de febrero, el mar se prodiga de tal modo que los jureles se toman con la mano donde revienta la ola.

- Festividad de la Virgen de las Mercedes: se realiza anualmente en el Lipimávida, comuna de Curepto, y a 55 kms. al noroeste de Curepto, en honor a la patrona del lugar. Existe una pequeña capilla a la cual acuden los fieles del sector y otros provenientes de diversos puntos, el primer domingo del mes de septiembre, para cumplir con sus ofrecimientos por las mercedes recibidas. La festividad constituye una demostración de fé religiosa.

LEYENDAS

La Olla de Tres Patas: en las montañas de la hacienda Huemul, refugio de Francisco Villota y sus guerrilleros curicanos que cooperaron con Manuel Rodríguez, existe un árbol en que yace colgada desde los tiempo de la independencia, una olla de fierro de tres patas. Esta olla fue encontrada por un pariente de Villota en uno de los campamentos guerrilleros después de la muerte del joven hacendado curicano. Los campesinos juran, haciendo la señal de la cruz, que la olla está colgada, porque indica el sitio de su entierro. (Versión de Manuel Gandarillas).

¡ Vienen los soldados! : los montañeses de los Queñes sostienen a pie juntillas, que cuando empieza a tronar en la cordillera en el tiempo de verano, es anuncio de que soldados cruzan el volcán Planchón. ¡ Vienen los soldados! ¿Soldados? ¿Qué soldados?. Y el montañes, muy tranquilo responde: “Don Freire (Ramon Freire), pus iñor, que viene cruzando la cordillera con sus guainas.” . (Versión de Manuel Gandarillas).

El Cochero de Huilquilemu: de Huilquilemu era trasladado continuamente un señor a un fundo por su cochero y en una ocasión que lo iba a buscar, fue asaltado por unos bandidos que le cortaron la cabeza, pero siguió conduciendo sin ella.

Al llegar el cochero para cumplir su misión, el patrón le montó en el coche y partieron de regreso; ya en Huiquilemu en las pesebreras, uno de los mozos a ayudar a desaperar vió que el cochero estaba sin cabeza. Y desde entonces aparece en Huiquilemu, dos coches al año, el coche con el conductor descabezado en medio de la bullería de perros. ¿cuáles son esas noches? Nadie asegura cuales pueden ser, pero dentro del año acontecen.

La Cueva del Peregrino: se encuentra en una roca que sirve de límite a la playa de Potrerillos en Constitución. Nunca se ha podido explorar, porque el mar, muy bravo en esta zona, lo defiende.

Hace mucho tiempo existió un peregrino que, por sus costumbres depravadas, se hizo insoportable a las autoridades y a la gente que lo rodeaba, y pensaron imponerle un castigo. Después de deliberar detenidamente, acordaron darle muerte botándolo al mar. Un día salieron con el mar a dentro y muy lejos de la playa lo arrojaron al mar, no sabía nadar e irremediablemente moriría. Pero nadie sabe como las olas lo llevaron vivo a aquella roca y como en esa cueva inexplicablemente vivió muchos años, sin alimentos ni vestiduras. El mar fue su cómplice y se cree que las sirenas lo protegieron.

(Versión de Elena Wegener)

- La Piedra de la Iglesia: en la playa de Constitución se levanta una gigantesca mole abovedada de gran altura y unos doscientos metros de largo que presenta una entrada de forma semiojival que horada el peñasco de un extremo a otro y cuando el mar baja permite penetrar en su interior en el cual se ven extrañas transparencias del agua y se recogen algas multicolores. En las noches de tormentas, entre el rugir del trueno y el alumbrar del relámpago, se reúnen los náufragos del Océano Pacífico.

En esta ocasiones, la roca se viste de curiosos fulgores y en su cima aves invisibles hacen coro con sus graznidos al estrépito del mar que es como una que resuena en los cerros y rocas vecinas.

La Campana del Río Longaví: los jesuitas al desalojar sus tierras linarenses con motivo de su expulsión de los dominios de América.

No pudieron llevarse todos sus enseres y una campana de oro que poseían la arrojaron al río Longaví, con el propósito seguramente, de rescatarla más tarde. Sin embargo, hasta hoy permanece allí y son mucho los que la buscan. Cada año, en el mes de agosto, en que se cumple un nuevo aniversario de la expulsión de los religiosos, se escucha los toques tristes de la campana desde el fondo del río.

La Sirena de Mañí: en el grupo de unión de los ríos Achibueno y Perquelauquén, existía una gran roca que solo se podía apreciar en el verano, ya que en invierno las aguas la cubrían totalmente. En esa roca se sentaba al atardecer una hermosa sirena rubia que peinaba sus cabellos con un peine de oro. Esta sirena representaba la fecundidad del lugar y ningún ser humano había podido observarla de cerca, pues cada vez que creía lograrlo, la sirena desaparecía.

Cierto día de mucha calma en el verano, sobrevino una violenta tempestad, los vecinos aseguraban que grandes carretas cargadas con los tesoros de la sirena habían partido del lugar con otro destino, la sirena desde esa fecha no se vió más. Desde ese día la ruina se apoderó del lugar y nunca más se ha vuelto a ser lo que era.

ARTESANIA

La Región del Maule ofrece al turista una interesante expresión cultural que manifiesta de diversas maneras, ya sea a través de hermosos tejidos en lana cruda, objetos de greda roja y negra Y miniaturas de crin animal. Es así como el turista llega a la Región, puede admirar esta variada expresión artística que forma parte importante de los recursos culturales de la zona. Los principales lugares de artesanía son:

San Clemente: ubicada a 22 kms al este de Talca, sus artesanos se han especializado y han logrado fama por la confección de aperos de huaso, cincha, riendas, estribos, espuelas, monturas, etc.

Pencahue: poblado situado a 15 kms. al oeste de Talca, donde realizan trabajos de gran calidad en rústicos telares y en lana cruda de varios colores y formas. Gran parte de los artesanos, además de dedica a la confección de aperos de huasos, cinchas, lazos, riendas y monturas.

Curepto: es otra de las localidades destacadas por su producción artesanal, ubicada a 75 kms. al oeste de Talca, es considerado uno de los centros artesanales de lana más importantes de la Región del Maule. Los trabajos que se realizan con la lana de oveja hilada en huso o rueca, utilizando para su confección telas rústicos o implementos de fabricación casera. Se confeccionan mantas, frazadas, chales, alfombras, etc.

Vara Gruesa: pequeño poblado ubicado a 9 kms. al noreste de Linares. Los artesanos del lugar realizan tareas en madera de peral, principalmente tallados, estribos, flores, etc.

Quinamávida: localidad ubicada a 16 kms. al este de Linares, donde los trabajos en lana cruda son realizados por la mayoría de los miembros de la familia, utilizando rústicos telares, lo más característico son las mantas, frazadas y alfombras.

Rari: ubicado a 20 kms. al este de Linares, es sin lugar a dudas una de las localidades de mayor importancia, pues se realiza una de las expresiones artesanales más típicas de la Región del Maule, como es la artesanía de crin. La artesanía se caracteriza por la confección de pequeñas miniaturas de diversas formas, hechas en crin animal y fibras vegetales, que con la habilidad propia de cada artesana adquiere formas reales e imaginarias. Resaltan brujas, damas antiguas, marca libros, mariposas, canastillas, etc.

Pilén: ubicado a 17 kms. al oeste de Cauquenes, esta considerado como el centro de alfarería regional u ocupa el tercer lugar dentro del país, presentando una variada gama de objetos de cerámica : jarrones, pesebres, ranchos y una gran variedad y cantidad de objetos de carácter decorativo y utilitario. En general, los trabajos presentan una forma simple y un acabado pulimento negro que se obtiene de un cocimiento realizado en bostas de vacuno y ahumado con hojas secas, que otorgan a la cerámica un negro parejo. Los objetos que se confeccionan han tenido escasas influencias externas en cuanto a la técnica de elaboración y forma, conservando armonía de líneas y sencillez.

GASTRONOMIA

Curicó: arrollado de chanco, prietas, tortilla de rescoldo, chicha de uva y cosecha, tortas de manjar y alcayota, fruta del lugar. Pescado y mariscos en variados guisos, crudos y cocidos.

Talca: Guañaca en caldo de arrollado de chancho (contiene ají, cilantro, ajo, harina tostada de trigo); chancho en piedra ( salsa o molienda de tomates, ají, ajo, cebolla, perejil, pimienta, aceite y sal todo eso se prepara en una piedra cantera). También destacan los pejerreyes, ranas fritas, las empanadas calduas y sus famosos vinos.

Linares: costilla de chancho, asado matra, longanizas y preparados de cerdo, mariscos y pescados, dulces chilenos, quesos y mantequilla. Vino y chicha espumante.

Cauquenes: en los balnearios costeros se puede encontrar y degustar una variada gama de pescados y mariscos. Además esta provincia se caracteriza por sus excelentes vinos.

REGION DEL BIO BIO

Esta Región es un sitio de encuentro de las tradiciones folklóricas de la población “huasa”, características de la zona central. Y aquellas que se entroncan con las razas aborígenes que habitaron este territorio y que subsisten en las reducciones indígenas de Arauco. Junto a ellas aparecen con rasgos inconfundibles las costumbres y creencias artesanales de los pescadores que pueblan el extenso litoral de la zona; en el Golfo de Arauco o en las caletas pesqueras de Tomé y Lirquén de hayan artistas populares que trabajan con las conchas de moluscos, transformándolas en delicadas y graciosas figuras.

De gran colorido son las festividades religiosas araucanas, entre las que sobresale la celebración de guillatún, ceremonia colectiva destinada a fortalecer las relaciones entre Dios y la tribu; este rogativa es oficiada por el machi en presencia de toda la comunidad y en la realización se conserva todo el ritual típico de la cultura mapuche. Entre las celebraciones cristianas, la romería a Yumbel, alrededor del 20 de enero, para cumplir las promesas hechas a San Sebastián, es la más destacada.

Peregrinos que llegan del norte y sur del país se reúnen en este pueblo para pagar sus mandas al santo, que entre sus devotos tiene fama de “cobrador”.

LEYENDAS

En el espesor de la selva de Arauco y en las riberas de los ríos que cruzan la zona, se tejieron las páginas más heroicas de la gesta araucana. De estas luchas ancestrales, de los violentos encuentros entre indígenas y españoles, surgieron las historias y leyendas que enriquecen la fantasía popular de esta región.

Los nombres de ríos, lagunas y caminos evocan a los protagonistas de hazañas o tragedias que vivieron aborígenes, soldados o simplemente aquellos aventureros que en algún tiempo fueron el terror de la Región.

Río Renegado: el franciscano fray Bernardo Pérez Puga, el que descubriera las aguas termales a los pies del volcán Chillán, llegó a estos lugares acompañado de un misionero que venía adoctrinar a los aborígenes. El misionero ordenó regresar al hermano al convento de Chillán, mientras en sus andanzas había conocido a una joven india, que a su vez bautizó. Era la única hija de la machi que dominaba la región. El misionero, seducido por la joven aborigen, desobedeció y dejó los hábitos y se quedó a vivir al lado de la joven. Pasaron veinticinco años y el renegado tenía dos hijos.

Los misioneros no olvidaban al apóstata y siempre lo invitaban a volver. Un día se dispuso a regresar vencido por la fuerza de la conciencia y el remordimiento, lo cual comunicó a María Antipir y sus hijos, y ninguno se atrevió a impedírselo, pues la fuerza de la decisión era extrema, pero la machi que venía regresando de una cacería, se dejó ver en el mismo momento, que el misionero renegado intentaba volver. Ella temía ese momento, pero no le quedaba alternativa y le disparó una certera flecha en el corazón y lo mató. Su cuerpo fue enterrado junto a las aguas del río que bajaba de la cordillera, el que recibió el nombre de Renegado, ya que fue renegado por los misioneros y aceptado como tal por los aborígenes.

La Primera Piedra del Indio: en el valle de Trapa-Trapa, donde los indios trabajan en la agricultura, enmarcados por las altas cordilleras, con paisajes de flora autóctona, aparece La Primera Piedra del Indio, llamada así porque en el trayecto se encuentra otra similar.

La tradición exige que cada viajero en el camino de ida y de regreso, se debe dar dos vueltas en tono a la piedra, dejar un objeto o dos de recuerdo llevar sólo uno de los existentes. De esta manera se ha juntado un verdadero museo de sorpresas, y hay gran cantidad de piezas valiosas

Llacolén: las profundas aguas de la Laguna Chica de San Pedro, fueron el último refugio de una dolorida princesa araucana. Llacolén, hija del toqui Galvarino, poseía la belleza y arrogancia de su linaje; sin consultarla, su padre la comprometió en matrimonio con Millantú, valeroso y joven guerrero, hijo del cacique Lonco; y aunque acató la voluntad paternal, Llacolén soñaba con un amor elegido por ella misma. Mientras los suyos continuaban el duelo sangriento contra el extranjero, la hermosa mapuche se internaba en la espesura del bosque y pasaba largas horas nadando en la laguna. Hasta allí llego un apuesto capitán español y entre los dos nació el verdadero amor que esperaba Llacolén.

Pero el suplicio de su padre, a quien García Hurtado de Mendoza hiciera córtale las manos y luego, en una nueva batalla fuera ahorcado por los conquistadores, hizo que Llacolén no supiera si incluir en su odio a los invasores, al valiente capitán. Para meditar y buscar alivio a su tormento se dirigió al lago, hasta donde llegó a consolarla el español. En tanto, Millantú buscaba a su prometida y guiado por un instinto le fue fácil encontrarla en medio de la selva. La traición de Llacolén, encendió los celos del mocetón y obligó al capitán a entrar en una lucha violenta donde la maza y la espada se cruzaron muchas veces. Heridos de muerte rodaron por la hierba y allí quedaron tendidos.

El dolor y la desesperación, empujaron a la princesa indígena hasta las aguas del lago y las profundidades la acogieron en su descanso eterno.

El Copihue: entre los orígenes legendarios del Copihue, se cuenta la historia de la india Huillincuri y el indio Huechucura que, trabados en lucha a muerte, clavaron sus lanzas en sus cuerpos de donde brotó la sangre roja y ardiente de los enardecidos contendores. Los que fueron al lugar al día siguiente, vieron allí una mata de rojos copihues.

Roblecito Vigilante: en Hualpén, lugar cercano a la desembocadura del río Biobío, en un promontorio que se interna en el mar, por el lado donde domina la llanura, había un roble pequeño o gualle. En este sitio se colocaban los indios para escudriñar el horizonte u vigilar las posibilidades de existencia del enemigo. El estratégico promontorio servía de ojo avizor a los mapuches.

En las noches claras de luna, cuando la inmensidad profunda del valle y la quietud nocturna muestra su tranquilo aspecto, siluetas semidesnudas recorren el lugar en forma fugaz.

Cruces en las Piedras del Río Cruces: en este río, se encuentran unas piedras que llevan las agua, ya que de distintos tamaños, ostentan una cruz cristiana. Son las almas de los guerreros de Arauco, pues hace muchos años esta zona era un viejo y invencible reducto indígena. Los españoles trataron muchas veces de vencer esta especie de fortaleza. Y un día lo consiguieron, el cacique y su tribu fueron exterminados. La batalla se libró en la cordillera y sus cuerpos quedaron tendidos en los faldeos de los cerros, sus corazones se convirtieron en esas piedras que el río las trae constantemente empujadas por sus aguas. Son piedras que en su interior poseen cruces blancas esas son sus almas.

La Campana de Rere: Rere contaba con un antiguo templo, el cual tenia una gran campana, cuyos tañidos eran de fortísimo sonar, pero un terremoto los destruyó. Esta campana se pudo hacer por erogaciones voluntarias y se juntó tal cantidad de joyas, monedas de oro, plata, cobre, bronce y otros metales cuyo peso llegó a ser de 1.200 kilos, que sus aleaciones de daban un tañido extraordinario, cuyos repiques se escuchaban a muchos kilómetros.

En una oportunidad, quisieron llevar la campana a Concepción y al trasladarla en una carreta con varias yuntas de bueyes, a poco andar, no hubo fuerza posible que lograra hacerla avanzar un metro, por lo cual decidieron devolverla a su lugar, bastando una sola yunta para el cometido.

ARTESANIA.

La artesanía en la región del Bíobio a sido clasificada en dos áreas de dispersión geográfica, atendiendo al arte indígena e influencias hispánicas que la originaron: área Picunche-Hispana, que se extiende desde el límite norte de la Región Metropolitana, hasta el límite sur de las provincias de Ñuble y Concepción; área Mapuche-Huilliche-Hispana, desde el límite norte del Bíobio y Arauco, al sur de Llanquihue.

Igual que el resto del país, la artesanía de la Región surgió de la trasculturación Indígeno- Hispánica. Luego se suman otras influencias foráneas escasa, como parece haber ocurrido con las cesterías rectilíneas de Liucura, cuya función es puramente ornamental, en paja de trigo coloreada en zonas con verde y morado. Probablemente, tenga origen oriental, como es la mueblería de cañas introducida en Chile por ciudadanos chinos.

La feria de Chillán es uno de los centros donde se expone la más rica y variada gama de manifestaciones artísticas de la zona y su importancia a nivel nacional se indica en las investigaciones folklóricas de muchos autores.

Se distinguen aquí los trabajos de herrería y talabartería con la producción de hermosas espuelas de plata, las monturas chilenas y sus suntuosos aperos. En los complejos elementos que exige la caballería huasa los artistas muestran su habilidad e ingenio.

Mención especial merece la cerámica de Quinchamalí, pueblo ubicado a 32 kms al suroeste de Chillán. Estas piezas de greda se caracterizan por su color negro bruñido y su decoración hechas con espinas vegetales o agujas metálicas con las cuales se trazan finos dibujos de hojas.

Los métodos de elaboración se han heredado de los primitivos indígenas encomendados en la zona, quienes ocupaban, entre otras labores, la de fabricación de losa para uso doméstico. De las figuras típicas de esta alfarería sobresale la guitarra que es un cántaro que en lo alto del gollete insinúa un agraciado rostro de mujer y en sus cortas manos luce una guitarra. Aunque la representación femenina es usual en diversas artesanías americanas, la guitarra de Quinchamalí tiene un diseño muy particular en el rostro los dibujos que la integran;

el motivo se repite desde hace más de setenta años en tiestos de una altura aproximada de 25 a 40 cms. Otras hermosas figuras son los chanchitos y los caballos con sus jinetes, todos de ingenuos rasgos.Las Loceras de La Florida ocupan también un lugar importante en la artesanía regional. En esta localidad situada a 25 kms. de Concepción, se produce una cerámica de color amarillo claro. Los jarros, pailas y ollas, adoptan formas de animales domésticos como gallinas, vacas, etc.

La cestería de Hualqui, pueblo cercano a la capital regional, destaca por la complejidad y belleza de su trama, los objetos preferentes de esta manufactura son los costureros, paneras, bomboneras, etc.

Desde el Bíobio hacia el sur se inicia el dominio de la artesanía Araucana. Aparte de la industria textil, donde se aprecian principalmente los choaponos y mantas tejidas con diseños romboides de variado colorido, destaca la forja de metales. Entre las piezas de plata que confeccionan loa Araucanos están los trapelacuchas y trariloncos que son adornos pectorales.

GASTRONOMIA

La gastronomía de esta región presenta dos importantes características; su variedad consiste en que cada pueblo tiene alguna especialidad gastronómica, y en el alto grado de condimentación de sus guisos.

Destacan aquí el “mariscal” consistente en variados mariscos, muy condimentados, el “pebre” bien cuchareado (cebolla picada, cilantro, ají, limón, sal y aceite) y el “Pulmai” o “curanto” (con chuleta de cerdo, cuero de chancho, costillar de cordero, pollo, longanizas, pescado, mariscos, etc.). Para tan exquisitos guisos, pueden servir de bajativo el típico “enmurtillado” que es aguardiente con “murtilla”, fragante fruta de la región.

REGION DE LA ARAUCANIA

A pesar de que la gran mayoría de los Araucano abrazaron posteriormente la fe cristiana sumándose a las iglesias católicas y a las protestantes, aún se siguen practicando los ritos tradicionales propios de su raza y cultura.

El más importante de ellos es el que se realiza todos los años en la localidad de Lumaco el 20 de enero. Se celebra la fiesta de la Piedra Santa y allí se asiste ataviado con los trajes típicos y las mujeres engalanadas con sus mejores joyas. Cada familia debe asistir con un ave para el sacrificio, la sangra se rocía sobre la superficie de piedra mientras se piden o agradecen favores, mientras que centenares de velas iluminan todo el lugar.

Cruces de paja de trigo o de pasto se colocan sobre los restos de sangre. Enseguida las machis cantan y bailan acompañadas de sus instrumentos típicos, llevando en sus manos un cuchillo que pasan por diferentes partes del cuerpo de los enfermos que han acudido en busca de mejoría o sobre la cabeza de los que se inician el rito. La fiesta dura toda la noche entre cánticos, bailes, rogativas y ofrendas.

La fiesta religiosa más destacada de la región, es la que se celebra el 20 de enero, San Sebastián, con especial brillo en las localidades de Lonquimay, Puerto Saavedra y Perquenco. En el día indicado los peregrinos provenientes de toda la región se dan cita para pagar mandas.

LEYENDAS

El Perro con Cadena de Oro: en el Cañón (una parte del pueblo de Angol), en una humilde casita vive un matrimonio y todas las noche se les aparece en sus habitaciones un hermoso perro negro con cadena de oro y ojos relucientes como fuego. Este animal se acercaba a él y trataba de llevarlo hacia el patio de la casa; lo que él nunca hizo por temor a morir en el año, porque el perro venía a anunciarle un entierro.

La Calchona: un matrimonio vivía con sus tres hijos pequeños. La esposa era bruja, la cual tenía varias clases de ungüentos para transformarse en lo deseaba. En las noches, después que todos dormían, ella se convertía un ovejita y salía.

Una vez los niños la vieron hacer esto y esperaron que se fuera para repetir la misma operación; a medida que se colocaban los ungüentos se convertían en pollos, perros hasta que por último quedaron zorritos y así los encontró su padre,

él que inmediatamente les puso los ungüentos necesarios para quitarles la hechicería, pero se olvido que su mujer también los iba a necesitar y los lanzó por la ventana.

Así fue como la mujer quedó convertida eternamente en oveja y ella es Calchona que ronda de noche las casas de los campesinos que acostumbran dejarle comida para que se alimente, pues es inofensiva.

El Copihue Rojo: carece de aroma y su estructura es una campana alargada. Se da en colores: rojo, rosado, blanco, con borde rojo y jaspeados. Por su color rojo, que más abunda, y la manera que se descuelga, lo llaman largo suspiro, pregón del dolor indígena.

Esta flor nació cuando los mocetones partían a lucha y pasaban los días, las semanas y los meses sin volver a las reducciones. En esta espera las jóvenes indias trepaban a loa árboles gigantes para alcanzar altura y divisar a los sobrevivientes de la refriega, y descubrían humo y muerte. Entonces descendían llorando, y mojando las hojas y estas lágrimas se convirtieron en flor de sangre, que florece para recordar el indio que luchaba hasta morir.

La Laguna del Espejo: las damas españolas de la antigua ciudad de Imperial, iban a orillas de esta laguna a peinarse y las limpias aguas en que su rostro se reflejaban, les servía de espejo; de allí el nombre con que hasta ahora es conocida. Agregan que poco antes de ser destruida la ciudad, arrojaron al fondo de ella todos sus tesoros alhajas, y los soldados los cañones y armas que no pudieron llevar.

El Lago Budi: en el lago abundan las gualas, el pato huala (podiceps aechopocus), que vive como cautiva y casi no anda ni vuela y emite un grito lastimero. Es la transformación de una niña mapuche robada por Shompalhue (alma crespa), especie de dueño del lago.

Los indígenas creen que en el lago reina el Shompalhue que de vez en cuando se roba una niña mapuche por mujer, indemnizando a los parientes de ella con una buena partida de pejerreyes, lisas y huaiquilles, peces que los acercan a la orilla como arreo.

MUSICA Y VESTIMENTA

La música araucana es triste y monótona. Entre los instrumentos más comunes usados en sus festividades destacan el cultrún, el tamborcillo mapuche.

La machi tiene uno especial formado por una fuente de madera hueca forrada en cuero y amarada con tripas de animal o crin de caballo; la trutruca es un instrumento formado por un coligüe hueco forrado en tripas con un cartucho al final para hacer las veces de caja de resonancia; la pifilca, instrumento de viento, que es un tipo de madera con un solo orificio, que sirve para marcar el ritmo; trompe, instrumento métalico que tiene la forma de una llave con una lengüita , que vibra con la ayuda de la boca y de los dedos; cascahuilla, cascabel métalico, etc.

La vestimenta actual del hombre no se diferencia mayormente a la del resto de los habitantes de la zona rural de la región, aún como prevalece el uso de la “chiripa”, sujeta al a cintura con un “trarihue”. La mujer usa el “chamal” y el “iquilla”, una especie de pañuelo en la cabeza, adornado con “trariloncos” de plata y el pecho luce prendedores llamados ”trapelacuchas”.

ARTESANIA

Es amplia y variada, siendo de especial interés los trabajos de cerámica realizados por los habitantes de Quepe, Panguipulli, Collinco,y Huinchahue. Los cacharros de greda tienen generalmente la forma de animales y aves, y son decorados con líneas quebradas o representaciones lineales y sencillas del sol, el rayo, las aguas y la lluvia.

La cestería usa de la quila y la totora para fabricar cestas y fuentes.

El tejido araucano es de un bello colorido y se logra con la utilización de un telar denominado “huitral” y otro armado en el suelo que es donde salen los “trarihues”, una franja larga y angosta que forma parte de su atuendo tradicional.

Los mapuches aprendieron de los españoles el arte de trabajar los metales, convirtiéndose pronto en hábiles plateros. De sus manos salen las “Trapelacuchas”, adornos pectorales; los “Trarilongos” cadena de discos destinadas a adornar la cabeza de las mujeres y los “chaguay”.

La artesanía mapuche junto a los trabajos en greda de Quichamalí, Pomaire, la artesanía Pascuense y las esculturas en Toba o lava volcánica de los pueblos del interior de la Segunda Región, y son algunas de las expresiones más hermosas de la artesanía nativa de Chile y en los últimos años han tenido gran aceptación en algunos mercados internacionales y entre coleccionistas.

ALFARERIA

Las técnicas empleadas en la alfarería han sido transmitidas durante generaciones y trabajadas especialmente por mujeres. amasan la arcilla para aplicar luego piedra laja molida u otro material que le de consistencia. Los objetos son secados al aire y luego cocidos a fuego abierto sobre la tierra. No utilizan torno por lo que las piezas tienen características especiales, destacándose de la alfarería de otras regiones.

  • Challas: son cántaros hechos de greda, de base plana o redondeada, de vientre dilatado y de boca circular amplia, con asas.

  • Mencunche: son cántaros mapuches de gran capacidad, pueden contener hasta 200 litros, se empleas para conservar muday, (bebida tradicional ).

  • Metawe: son cantaros con formas y dimenciones variables.

  • Quetro o Patumetawe: son cantaros con gorma de cuerpo de pata con rudimentos de alas y cola.

CESTERIA

Es una actividad artesana que existe en la Región de la araucanía desde épocas muy antiguas. La mujer mapuche ha empleado en el tejido la destreza manual y sus conocimientos en plantas como el foki, Nocha, Coirón, Chupón, entre otros. Usan técnicas tradicionales de entramade, espiralado y anudado; confecciona objetos de distintas formas, tamaños y usos, entre estos destacan los CHEPU u CHAIWE.

  • Kilko: canastos circulares, casi hemisféricos más o menos hondos,. Están fabricados con voqui blanco o con coligue.

  • Llepu: plato circular de tejido compacto, es un artefacto elegante de gran firmeza. Casi siempre es de irreprochable confección. Sirven para limpiar el trigo, el maíz, la cabada y las semillas en general.

  • Pilhua: hermosas y finas redes hemisféricas de mallas romboidales, es común encontrarlas en las reducciones de la costa donde casi todas las mujeres las saben fabricar. La tejen con tiras trenzadas de noche. Son usadas como bolsas.

GASTRONOMIA

La gastronomía regional ofrece comidas y bebidas de marcado sabor mapuche, el que se encuentra por ejemplo en el “Ñachi”, sangre de cordero aliñada con limón, sal, pebre y ají, y “ la Tenca “, especie de zapallito (previamente cocido) relleno con huevo batido y papas que se pone al horno.

Igual ancestro mapuche se percibe en la preparación de platos como él chancho, en cazuelas o asados, y pavo, igualmente en cazuela o asado y otros de parecida preparación.

El cordero, el conejo o el ganso, a su vez, son frecuentemente objeto de sabrosas especialidades de la zona.

El maíz, la cebada y la manzana, originan excelentes bebidas, imprescindibles para acompañar la cocina regional.

REGION DE LOS LAGOS

La región cuenta con numerosas fiestas religiosas, entre las que destacan principalmente las de :

- Fiesta de Mayo: originariamente denominada “Fiesta de los Indios”. La historia cuenta que en 1710 los indios al atacar el pueblo de Calbuco se llevaron como trofeo, la imagen de San Miguel, que se encontraba en la iglesia de la ciudad desde la fundación. El santo estuvo en el poder de los aborígenes por varios meses, hasta que gracias a la intervención de los jesuitas, los aborígenes aceptaron devolverlo poniendo cono condición la celebración de una fiesta anual bajo la dirección absoluta de ellos. Esta fiesta de los indios es un ritual pagano-religioso de profundo contenido.

- Día del Tránsito: se celebra en la capilla de Queilén, que una patrona. En este día se realiza una misa, comuniones y una procesión.

- Fiesta de Purísima: Se celebra el día 8 de diciembre en que reúnen los feligreses de todas las localidades en que hay iglesias quienes se movilizan a pie, en botes o lanchas, portando la imagen de la patrona de cada capilla, adornada con flores y coronas. Se celebra una misa, donde los niños, previamente preparados, reciben comunión.

- Fiesta de Huyar Alto: celebrada el 11 de febrero de cada año, en el sector de Huyar Alto, distante a 7 kms. de Curacao de Vélez (Chiloé) se realiza esta fiesta en homenaje a la patrona de la capilla, la Virgen de Lourdes.

Otras costumbres típicas de esta zona y principalmente de la zona de Chiloé son :

- Derretimiento y Yoco: se beneficia un cerdo de gran tamaño que ha estado en engorda. Se le quita la grasa por piezas, están se cortan en trocitos chicos y se le colocan a deretir en un caldero con poco agua y sal a fuego fuerte en el “fogon”. Una vez cocido se le quita la manteca o grasa y se siguen dorando los trocitos muy bien, obteniéndose los chicharrones que se utilizan después en los Milcaos. Una vez derretida toda la grasa, se cuece la carne en presas. Al final en el mismo caldero se cocinan las sopaipillas, roscas y milcaos por separado y en gran abundancia.

Aproximadamente a la hora de once se preparan fuentes con carne y demás alimentos preparados de acuerdo a las personas de cada hogar y se envía este regalo llamado Yoco. En fecha próxima se beneficia un nuevo cerdo en casa de otro vecino, correspondiéndole devolver el Yoco.

- Minga: trabajo colectivo comunitario de quince a veinte persona en el campo, que consiste en ayudar al vecino durante un día completo en siembra de papas, o trigo. También en trabajo de roces, sin recibir dinero, sino sólo comida abundante, basada en carne y pan, además de la chicha de manzana.

En ciertas ocasiones esta Minga termina con baile y al retirarse, cada uno de los participantes, recibe un “Pan de Miga” (pan grande), que lleva a su hogar un trozo de carne.

LEYENDAS

- El Volcán de Osorno: los indios lo llaman Pire Pillán, demonio de nieve, o Hueñauca, que quiere decir enemigo de la Altura. Desde 300 leguas de distancia acudían para congregarse en sus faldas y hacerle ofrendas que calmasen sus arrebatos, como también para solicitarle dones especiales en sus acciones guerreras, que se hacían cada diez o doce años.

- Cascada El Velo de Novia: en Peulla, por entre el verdor de una naturaleza lujuriante y desde gran altura, se desempeñan una hermosa cascada que impresiona como si fuera un velo, lo que ha determinado que se llame cascada Velo de la Novia. Los enamorados que llegan aquí, deben beber tres sorbos de agua, con fe y esperanza, si quieren cambiar el idilio por el matrimonio.

ARTESANIA

En general esta región ofrece una gran cantidad de lugares cuya actividad principal es la artesanía, en materias tan variados como: lana, piedra, mimbre, totora, greda, conchas marinas, madera, etc. En los siguientes lugares se realizan distintas artesanías:

Valdivia: en lana y boqui.

Ancud: características son sus trabajos prácticos y ornamentales, como estufas, figuras mitológicas, utensilios domésticos y labrados en piedra cancagua. En el área rural se trabaja la lana, con los clásicos choapinos, se confeccionan utensilios de madera y se fabrican implementos con fibras naturales.

Achao: tejidos realizados a nivel artesanal en lana ovino. Hilados por las manos de la mujer chilota, es otra singular novedad que se puede ofrecer: los choapinos, frazadas chilotas, debidamente dibujados y teñidos con helechos y otras maderas naturales, gorros chilotes, chombas, abrigos bordados.

Queilen: sobresalen los tejidos a quelbo, con lanas regionales; confección de choapinos, frazadas, mantas, chales, cubrecamas, cortinas y cortes de para vestuario. También tejidos fino a crochet y hilo, centros para ropa de cama, adornos de vestidos, carpetas, etc.

También realizan trabajos arpillera, como cojines, cuadros, pisos.

Tejidos a junquillo: pisos secadores, sogas, canastos, figuritas.

Bordados en lonilla: aprovechando las bolsas de envases de harina, se confeccionan ropa de cama, cortinas y mantelería.

Quemchi: diversas entidades se han encargado de recoger los distintintos artesanales que llegan desde la isla de Caucahue y otros lugares; tejido en lana quiscal, boque, junquillo, manila y los infaltables canastos de mimbre.

Quellón: en este sector destacan principalmente dos tipos de artesanías, que son:

Junquillo: Chaiguao, a dos horas de Quellón por vía marítima, es el punto de mayor importancia en la artesanía con fibra vegetal que se desarrolla en terrenos húmedos. Expertas tejedoras construyen vistosas figuras de variados colores, especialmente con motivos tales como animales, aves, peces, etc. Los utensilios prácticos son igualmente elaborados por estas “artistas” de junquillo (bolsos, canastos, fruteras, etc.). El tejido del canasto de junquillo es una práctica común en casi todas las localidades rurales adyacentes a la ciudad, debido a que es un implemento de uso cotidiano en las faenas de siembra, cosecha y venta de verduras y papas, así como la recolección y comercialización de mariscos.

Lanas de Oveja y Cuelgos: la lana, producto de sus propias ovejas, es utilizada por la familia en la confección de productos diversos, lo que da lugar a un trabajo comunitario dentro de hogar, mientras unos se dedican al hilado, los otros tejen tiñen con raíces naturales obteniendo hermosos choapinos, frazadas, etc. Es tradicional que la familia se esfuerza en aumentar sus ovejas de color plomo o negro, cuya lana tiene mejor aceptación.

Los instrumentos usados en la elaboración de la lana son husos para el hilado y cuelgos para el tejido. Esta actividad artesanal es practicada en casi todas las localidades rurales e islas adyacentes.

GASTRONOMIA

En la isla de Chiloé se encuentra concentrada una gran riqueza nacional, de lo que es típico, de lo que representa la esencia misma de lo autóctono.

Es aquí donde el hombre debe protegerse de los fuertes fríos y temporales, no sólo con sus tejidos, también constituyen la esencia de Chiloé, también con las protección del calor de sus comidas y bebidas, siendo las principales las siguientes:

- Curanto: Es quizás la preparación que se realiza con mayor esmero, pues es el plato que más caracteriza a esta isla . Se debe establecer bien la diferencia entre “curanto” y “pulmay”, el primero debe ser realizado en un hoyo de más o menos medio metro de profundidad y en el pulmay se utiliza la olla.

Para su preparación, primero se hace el hoyo, luego se cubre el fondo con grandes piedras sobre las que se hace una buena fogata para que las piedras se calienten hasta ponerse rojas, además se ponen hojas que son generalmente de pangues. Una vez reducidas las hojas, se retiran los tizones y se vacían sacos de almejas, choros o cholgas, navajuelas y picorocos. Y queda listo para echar todo lo consistente en carnes, como longanizas, pollo, chancho ahumado, y chorizo previamente aliñado, debe quedar cerca de las piedras para un mejor cocimiento. Se vuelve a tapar todo, pero con hojas de coles y agregando arvejas, habas, milcaos y chapaleles. Se tapa nuevamente con hojas de coles y con sacos paperos mojados, dejando todo sumamente tapado, dejándose cocer al vapor aproximadamente una hora. En todo esto no puede faltar la papa chilota, que tiene como característica principal su cocimiento con piel.

Mientras se deja cociendo, los están preparando de preferencia los varones, las mujeres se entregan a la misión de preparar los “pebres” bien picantes con ají, cilantro, perejil y otros, con lo que se “vive” el curanto.

- Milcaos: se hacen a base de papas rayadas, las que son previamente estrujadas hasta dejar la ralladura bien seca, es unida a otra cantidad de papas cocidas y molidas. Se forma así una masa a la que se le pone sal y manteca. Para que queden aún más sabrosos se le agrega una porción de los infaltables chicharrones de chancho. Su cocción al horno o en manteca bien caliente.

- Chapaleles: pan hecho de harina cruda que se cuece en agua con sal y tiene la forma de una sopaipilla cuadrada. Se come con miel al desayuno. Los chapaleles para el curanto, lleva además de harina una parte de puré de papas.

- Yocos: son al estilo de las sopaipillas pero con más agregados: trozos de carne de chancho cocinado en manteca, además chicharrones, los que luego son cocidos en la misma manteca de la sopaipilla, se sirve todo junto.

- Licor de Oro: se prepara con leche cortada con aguardiente o alcohol y se deja por cinco días, se le retira el jugo que constituye el suero de la leche más el alcohol. Es puesto en botellas donde toma un color amarillento, lo que ha hecho que se le llame así.

- Mistelas: aprovechando la gran cantidad de frutas silvestres han nacido bebidas muy cotizadas, como el murtado, el guindado. Se deja la fruta fermentando en agua ardiente o alcohol, más el azúcar que le dará el sabor suave. Estas bebidas son preparadas para ocasiones como la Navidad, santos, casamiento, etc.

En síntesis se puede decir que los mariscos y pescados constituyen parte importante en la gastronomía chilota, justamente la riqueza que posee Chiloé, es su mar, lo que permite tener esta variedad de platos típicos. Se pude citar por ejemplo, que entre los mariscos más preciados de la zona se encuentra la ostra chilena, famosa por su imperio de archipiélago, siendo la región que produce la mejor ostra del golfo de Quetalmahue y la bahía de Ancud. Se debe agregar que para el chilote la carne es algo infaltable, y es así como siempre están presentes los asados al palo.

REGIÓN DE AISEN

Las fiestas religiosas y folklóricas más destacadas en esta región, son las siguientes:

- La Corrida: es una fiesta típica de la región de Aisén, que se celebra en los meses noviembre y diciembre, en Coihaique y en la villa de Ñirehuao, a 6 kms. de la capital regional. Es una fiesta para despedir el año agrícola, en la cual los ganaderos y campesinos participan en festejos tradicionales como las carreras a la chilena, rodeos a campo abierto, fondas y ramadas donde se canta y se baila.

- Virgen de Lourdes: se realiza el 11 de febrero, en la gruta existente en la Cascada de la Virgen (Parque Nacional Río Simpson). Se reúnen fieles provenientes de toda la región.

- Fiesta Huasa de Chile Chico: se realiza en el mes de febrero, allí todo el pueblo participa de estas fiestas que sobresalen por su colorido y autenticidad.

LEYENDAS

- Como nació Puerto Aisén: fue una creación al azar, hace muchos años atrás un hacendado en Coihaique arrojó con indiferencia la colilla de un cigarrillo encendido. Este gesto simple e intrascendente provocó un incendio que arrasó con los bosques, fue un incendio de magnitud tal que duro mas de tres meses, en una hoguera que retorcía los troncos crepitantes y aventaba por los aires las ceniza. Miles de hectáreas fueron devoradas por el fuego. Y sobre esas tierras fecundadas por las cenizas, nació la ciudad cabecera de provincia y activo puerto del estuario de Aisén (Versión de Reinaldo Lomboy).

- El Rubio de la Pera: era un rústico campesino, romántico jinete que fuera perseguido por la policía por una supuesta costumbre de robar ganado. Era un hombre discutido. Dicen algunos que robaba para ayudar a los más necesitados.

La policía informo haberle dado muerte a balazos sin embargo, los pobladores niegan el hecho y en cambio se les da como sobreviviente a la balacera y que estuviera viviendo en Argentina como tranquilo ciudadano. El Rubio de la Pera, es la encarnación del hombre recio del campo Aisenino.

(Versión de Baldo Araya Uribe)

- El Grito del Uncao: es un pájaro invisible y desconocido, en el bosque su graznido aterra hasta los caballos. Si grita hacia la derecha, buen augurio; pero si lo hace hacia la izquierda el mal acecha.

ATESANIA

Es escasa en la región, destacándose los tejidos en lana para uso doméstico. Sin embargo, los habitantes del archipiélago Los Chonos (habitados por algunos chonos y alacalufes), conservan algo de sus tradiciones artesanales, principalmente trabajada en madera y pieles de lobos marinos.

Algunos puntos artesanales, son:

- Puyuhuapi: se encuentra artesanía textil, con motivos similares a los usados por los indios tehuelches. Se destacan las alfombras y choapinos.

- Rio Cisnes: cuyo trabajo artesanal se basa principalmente en alfarería.

- Puerto Ibáñez: su artesanía es básicamente confeccionada en lana, alfombras, cubrecamas, cojines, etc. También aunque en menor escala, se produce artesanía en greda: ceniceros, vajilla, animales, fuentes, etc. En el lugar existen números e importantes yacimientos arqueológicos testigo del pasado prehistórico de la región. La zona esta tapizada de dibujos rupestres, todo de muy fácil compresión.

La expresión tradicional artesanal de los primitivos habitantes de la región se ha visto reactualizada en el presente en Puerto Ibañez, y en base a ella a creado una artesanía propia en cerámica recubierta con cuero sobado y adornado con las mismas figuras y grecas de las pinturas rupestres primitivas.

GASTRONOMIA.

Aisén es una tierra apta para la crianza de ganado en general, por tanto sus platos típicos son preferentemente en base de carnes. Se puede disfrutar de exquisitas parrilladas, asados “al palo”, etc., acompañado con ricas ensaladas (provenientes de fértiles valles que gozan de un excelente microclima), pebres y el infaltable vino en bota.

Es también una región de gran litoral, por lo tanto los pescados y mariscos son preparados en variadas formas, aunque el mas solicitado es el “curanto”, el que consiste en un cocimiento de carnes, mariscos, ave, cerdo, etc., todo cocido con piedras al rojo vivo, bajo tierra y tapado con hojas.

Es muy común entre los antiguos residentes de la región, tomar varias veces al día “mate amargo”.

REGIÓN DE MAGALLANES Y LA ANTARTIDA CHILENA

Las expresiones folklóricas de esta región son bastante escasas, quizás debido fundamentalmente al poco poblamiento y a las grandes distancias que hay entre un sector y otro, además hay sectores que se están recién poblando.

Lo más importante que se realiza en esta zona es el festival folklórico de la Patagonia, a fines de julio en Punta Arenas, es de calidad internacional, en el cual participan folcloristas e intérpretes venidos de diferentes latitudes, especialmente de países vecinos. Es organizado por la fundación Patagónica del Folclore.

LEYENDAS

El Dedo del Indio Patagón: es costumbre tocar o besar el dedo del pié del indio que adorna el monumento a Magallanes, como buscando felicidad. ¿ Por qué ocurre esto?

Cuenta la leyenda que un avezado marino español que estaba sentado una noche cavilando frente al monumento, de improviso fijó su atención en el fornido indio Patagón que adornaba la estatua y se le ocurrió tatuarse en el pecho esta figura.

Buscó un especialista y el artista realizó una obra perfecta. El tatuaje parecía cobrar vida a cada movimiento del marino, los ojos parecían mirar y le temblaban las mejillas. Lo que más llamaba la atención era el dedo gordo del pié que se movía como con vida propia a cada movimiento de la piel.

Terminado el trabajo, se acerco a un espejo, y rió satisfecho. Consultando inmediatamente si sus empresas tendrían éxito, vió que el dedo gordo del indio se agitaba afirmativamente. Feliz se fue hacia el puerto a embarcarse y al pasar por el monumento se detuvo junto a la figura del indio, y golpeándose el pecho exclamó: “Aquí te llevo amigo. Quiero ser tan fuerte como tú, y que no me entren balas”. Y cogiéndole el dedo gordo del pié, le dio un sonoro beso diciendo: “Ayúdame, dame suerte”.

Meses después el marinero regresó a Punta Arenas, radiante de felicidad y contaba que todo había resultado bien. Y es por eso que ahora, quienes pasan frente a la estatua tocan el dedo del pié del indio, como implorando para ellos su protección y ayuda. Y los viajeros lo besan y piden un pronto regreso.

ARTESANIA

La artesanía popular se manifiesta en varias formas de expresión, y son:

Artesanía en chonchas marinas y tallados en maderas regionales, de Punta Arenas, cestería en coirón, de Puerto Natales, y tejidos a telar en lana de oveja, de Balmaceda.

Especial interés tienen ciertos ceniceros que se confeccionan en el área de Punta Arenas, cuyas formas se han inspirado en la pintura rupestre indígena.

Y a propósito de pintura rupestres, es interesante recordar que se han encontrado en diversos lugares de la zona(Morro, Cueva La Leona y Valle del Río Chico) interesantes obras de los primitivos habitantes del lugar, tales como impresiones a mano, signos, figuras, zoomorfas y grecas. La abundancia de signos complicados y antropomorfos, han permitido a los científicos plantear la hipótesis de la existencia de un estilo indefinido e independiente para el área Patagónica.

GASTRONOMIA

Esta región centra sus especializa gastronómicamente en carnes, pescados y mariscos. Típicos de la zona son sus exquisitos asados de cordero a sus apetecidas parrilladas.

En mariscos son destacables los ostiones, preparados a “la parmesana” “al pilpil” o “la romana”.

Las centollas por su parte, permiten su degustación como entrada (acompañada con mayonesa o salsa verde) o como plato de fondo (centolla “Creol” o chupe de centollas).

Calamares, traídos de Tierra del Fuego, pueden ser saboreados con arroz o en su tinta.

Los choritos y cholgas, son ofrecidos al vapor, a la ostra o al caldillo.

El erizo es servido con cebollita, cilantro, harto limón y vino blanco.

Hay pejerreyes de gran tamaño que tienen delicioso sabor.

Por su parte los congrios pueden paladearse a la matenquilla, congnac o menieur.

Típicos de la región son los jugos y mermeladas de calafate ruibardo.

DANZAS FOLKLORICAS

LA CUECA

Hay muchas posibilidades que nuestra danza nacional sea originaria de la provincia de Coquimbo, donde habría nacido con las primeras manifestaciones artísticas de los habitantes del note del país, cultura diaguita. Desde entonces a debido sufrir varias transformaciones, hasta encarar en su ritmo y melodía nuestra idiosincrasia.

Existen datos en cuanto a que alrededor del año 1.700 se mantenían intactas las fiestas de origen nativo, las cuales se realizaban bajo grandes ramadas de hierbas odoríferas, a fin do evocar las fuerzas de la naturaleza.

La danza principal eran las primeras cuecas en la provincia de Coquimbo aparecieron con sus movimientos en forma primitiva. Se llama cueca con caña, porque con una del largo del piso de una ramada, apagaban las luces que alumbraban. Su ejecución se realizaba con pasos saltados, y la música se hacia con instrumentos de hueso de caña y percusión.

Significado: la cueca constituye la expresión de nuestro temperamento nacional manifestado en una serie de movimientos armónicos, cuya realización es un símbolo del eterno poema de amor.

El varón, en su expresión coreográfica, parece que quisiera comunicar al amor de su dama, la potencia de su alma ante las fuerza de la vida, trasluciendo en sus movimientos pasión, alegría y espíritu de dominio. En una palabra, exhibe su fuerza viril, con cálidos ademanes, requiriendo de amores a su elegida.

La dama, con un sentimiento de fascinación ante el desarrollo del asedio amoroso, manifiesta sus sentimientos con expresiones de fina sensibilidad, deseando que el varón aceptado advierta a su alma poseedora de toda la belleza y ternura peculiar de su sexo.

Música: está escrita en compás de seis octavos. Algunas composiciones constan de cuarenta y ocho compases, y otra de cincuenta y dos compases. Empieza con una introducción que puede abarcar ocho, doce o más compases, cuando se trata de un coro. Durante dicha introducción se ejecuta el paseo de la pareja, o la salida de las parejas si se trata de un conjunto. Generalmente consta de cuatro cuartetas, en lo que se refiere a los versos. El movimiento es allegro, retardado en algunos finales de la frase. Las cadencias suceden sobre los acordes de dominante y tónica, siendo acordes de paso el de subdominante y las inversiones del fundamental.

Forma de Bailar: luego de la salida de la pareja, al empezar la parte cantada, aquella efectúa la vuelta completa o figura ocho, la media luna y el floreo. Se repite la primera estrofa y se cambia de lugar, osea, lo que se llama media vuelta. Empieza la segunda parte avanzando los dos de frente, hasta llegar al centro del circulo imaginario donde aquella se realiza. Retrocede la dama, persiguiéndola el varón hasta el punto de partida de ella. Luego retrocede el varón, desconfiado. Le persigue la dama por su lado derecho hasta el punto de partida de él. Este, satisfecho, la acompaña hasta la mitad del círculo ficticio.

La segunda parte del canto ha terminado con un “Ay, sí”, muletilla tradicional de la cueca, que marca la segunda media vuelta. Empieza entonces el taconeo, fino en la dama y fogoso en el varón, rematando con una media vuelta completa, que expresa la reconciliación.

Estado anímico: varía según el sitio donde se desarrolla. Si es en el campo, el paso es natural, gallardo y jovial; diríamos que el alma no escatima energía. Pródiga toda su virilidad, con una fogosidad desnuda, potente, admirable, pero jamás con pasos o gestos inconvenientes que nazcan de lo intencionado.

Por otra parte, se desarrolla en Salón, los movimientos adquieren finas ondulaciones, de la punta de los pies a los hombros, de la falda a los encajes del pañuelo, ejecutando de manera delicada las actitudes del requerimiento amoroso. El alma, al jugar con los ritmos vitales, los exterioriza en distintas expresiones de belleza.

VESTUARIO DE LA DAMA

Falda: generalmente es amplia, cortada en paños derechos. Su ruedo es más o menos cuatro a cuatro y medio metros. Se usaba en la época de la Colonia con vuelos del mismo género o encajes. También se usaba la falda lisa o sencilla, sin vuelos, con dibujos de flores.

Enaguas: siempre han sido adornadas con bordados.

Blusa : es cortada en piezas formando una chaquetilla que pasa diez cms. de la cintura. Es muy armada, con encajes en el cuello y puños, y aveces también en la pechera.

Calzado: antiguamente se usaba la bota con caña subida y las zapatillas cerrada de color negro.

Peinado : los más típicos son el peinado alto con rizos y el de dos trenzas.

Pañuelo : fué y sigue siendo de encaje.

VESTUARIO DEL VARÓN

Pantalón: el corte del pantalón es ajustado, se usa de color cuadriculado, negro con blanco, o de un color, negro o plomo. Antiguamente se usó el color pardo y el verde.

Faja: corrientemente lleva los colores nacionales tejidos en fina seda o lana. El largo es mas o menos 2, 5 mt. el ancho es 10 a 15 cm. la faja la coloca el huaso en su cintura, sobre el pantalón, dándose con ella dos vueltas y dejando sus extremos caídos, sobre el pantalón a modo de adorno.

Sombrero: es alas anchas, color negro o café. Si es de paño con cinta del mismo color; y con cinta tricolor cuando es de paja.

Chaqueta: es de un corte semi armado, corta, sólo hasta la cintura. Va adornada con doble corrida de botones de concha perla y primordialmente bordadas.

La Camisa: es de algodón blanco, con o sin cuello y abotonada en las bastas verticales que lleva adelante.

La Manta: son prendas de lujo tejidas, a telar por sus mujeres. La combinación de colores y dibujos en estas mantas, son verdaderas obras de arte, que muchas veces han representado dignamente la cultura folklórica de Chile en el extranjero. Esta prenda es de 1.5 mts. de largo por 1 mt. de ancho.

Calzado: es un botín alto con taco de 3 a 4 cms. para que la rodaja de la espuela no toque el suelo, de color negro. amarillo o rojo, terminados en punta, cerrados en el empeine y sujetos con correas y hebillas.

Las Pierneras o Botas Largas: son complementos del huaso que monta a caballo protegiéndolo del roce con la montura. Son de cuero, de hermosa confección pespuntada y acolchada, con guarniciones y huinchas finas a los costados, a modo de adorno.

Espuelas: son las prendas del huaso que lo acompañan en taconeos. Su sonido da más armonía, más vida, a la acompañamiento de la danza. Generalmente son hechas de metal fino, de acero con plata o de plata sola, su tamaño varía según el gusto de quien la usa. El diámetro de la rodaja puede ser de ocho, diez, o más centímetros.

Montura: es la silla que se instala sobre el caballo y donde se monta el jinete.

Esta compuesta de:

  • Camada o conjunto de piezas: que forman una especie de cojín sobre el lomo del caballo.

  • Pelero o Sudadera: bajo la anterior, lo protege del sudor del animal.

  • Enjalma: esqueleto o armazón de madera y fierro de la montura sobre la cual se instalan los cojinillos, que son dos o tres cueros blandos de cordero.

  • Pellonera: cuero que recubre la montura y va afianzado por el tapacinchón o faja de suela que aprieta todo y se une a la cincha pasando por debajo del vientre del animal.

Estribos o Estribas: apoyo que sujetan los pies del jinete en la cabalgadura. Se cree que se usó por primera vez en el oriente, siendo mencionado antes del siglo III de nuestra era en China y Japón. Se supone que su forma primitiva fue un aro o cuerda con un travesaño de madera para apoyar el pié e impedir que el aro se cerrara.

LA REFALOSA

Es un baile muy agitado que se practicaba mucho entre la familia en Chile. Se desarrolla empezando con una vuelta completa en círculo, a modo de persecución. Termina la estrofa con un estribillo simple, y media vuelta.

Empieza la segunda estrofa con paso quebrado de derecha a izquierda, se cambia de lugar con media vuelta y la tercera estrofa se ejecuta con un movimiento escobillado de dos tiempos fuertes.

EL CUANDO

Está compuesto de dos ritmos: uno lento y señorial, desarrollado en pasos suaves; el otro, vivo y ligero, que se efectúa en escobillados y taconeos. Es muy semejante a la composición de nuestra tonada, encarnando el temperamento chileno, capaz de sentir la nostalgia soñadora y reírse de su propio sufrir, en una mezcla de amor y rebeldía.

Es interpretado en parejas y más frecuentes en conjunto, igual que la cuadrilla. Fue una danza elegante de nuestros saraos, festejando por lo general la proximidad de una boda, o de grandes acontecimientos.

Sus figuras son variadas y se desarrollan según la cultura de los intérpretes. Los que bailan generalmente cantan sus estrofas, pero al no poder hacerlo éstos, lo efectúan aquellos que ejecutan la música.

Esta danza predispone de dos estados de ánimo: uno de atenta observación y el otro de una expansión graciosa. El número de estrofas que se interpreta también es variado, pero suelen ejecutarse sólo tres o cuatro de ellas. Esta danza tiene algunas figuras de minueto y otra de nuestra cueca. Las danzas chilenas son ricas en variedad de figuras, porque Chile es un pueblo de artistas.

EL AIRE

Esta danza, como muchas otras de nuestro país, yacía en el olvido. Sus pasos y figuras se encuentra diseminados por todo el país, y muestran algunas variantes según la provincia donde se practica.

La primera parte de la coreografía, según datos recogidos en el norte del país, empieza describiendo dos medios círculos. En el sur, la coreografía empieza con una invitación de los varones a las damas, y luego las damas a los varones.

DANZAS DEL PUEBLO ARAUCANO

Estas danzas se dividen en sagradas y profanas. Las primeras se ejecutan con signos simbólicos en curaciones de enfermedades, en rogativas de gracias, con ocasión de sequías, cosechas, etc.

El pueblo araucano jamás personificó al Hacedor del Universo. Sus rogativas van siempre hacía el Espíritu Creador que mora en el espacio. Las fiestas religiosas de invocaciones, o guillatunes (rogativas) son ejecutados con danzas de conjunto, y tienen un significado espiritual profundo. Esta ceremonia se realiza en el tiempo de Pewü-primavera.

Ellos aúnan su sentir en estas, ceremonias hasta que creen ser oídos del Espíritu Creador, recibiendo así el don del cumplimiento de sus aspiraciones. No practicaban el culto a las imágenes, sino que la psique colectiva pretendía alcanzar directamente a su Hacedor.

En cuanto a sus danzas profanas, muchas de ellas están inspiradas en la imitación de los movimientos, gestos y expresiones que caracterizan a los animales y las aves.

TIPOS DE NGUILLATUN

Dentro del nguillatun encontramos varios tipos, los cuales se denominan como tales según el tiempo, espacio y circunstancias en que se realicen:

  • Nguillatun Propiamente tal: ceremonia de petición y agradecimientos, es tradicional, se realiza en el Pewü en forma colectiva.

  • Kamarikun: acción de gratitud y de petición, se realiza en tiempo de emergencia, es individual y/o colectivo.

  • Nguillañmawün: ceremonia para solicitar apoyo a las fuerzas protectoras después de algún acontecimiento negativo, es colectivo.

Algunas danzas de los pueblos araucanos son:

Puelpurúm (baile del Este; se refiere generalmente a la Argentina)

Choique purún (Danza del avestruz).

Treguil purún (Danza del pajaro tregui).

Loncomeo (Danza con movimiento de cabeza).

Nuin ( Danza alrededor del árbol sagrado de los araucano, llamado por ellos foique y poe los españoles llamdo canelo).

Ñihuin: (Danza de la tierra).

VESTUARIO DEL PUEBLO ARAUCANO

El tejido del pueblo araucano es muy antiguo, muy variado en sus colores y en su combinación de formas. De sus tejidos debemos estar orgullosos nosotros. Las mujeres araucanas son hábiles en su manufactura y guardan con gran recelo el secreto de la técnica empleada para teñir sus telas.

Nadie, al parecer, ha conseguido conocer las hierbas y sus combinaciones que dan esos coloridos tan nítidos y firmes.

El chamal: es una pieza tejida, de color negro, de un metro ochenta de ancho y metro cincuenta de largo, con ribetes rojos y borlas del mismo color en las esquinas. Este vestuario se sujeta a la cintura con un trarihue, cinturón de dos o más metros de largo, de tejido doble, finísimo, con igual decorado en ambas caras, siendo una del color del fondo y el motivo de la otra de distinto color.

El Trarilonco: alhaja que se coloca en la cabeza. Esta joya es ejecutada en un solo modelo. Su estructura es un tanto complicada, está formada por una hilera de eslabones verticales y dos horizontales. Los eslabones horizontales son aplastados, de igual tamaño y forma, y los verticales son placas rectangulares perforadas. De los eslabones planos, cuelgan por medio de argollitas, igual número de monedas, decoradas en el centro con un dibujo de un insecto o pájaro, delicadamente hecho a punzón. Termina este modelo en un extremo en una hermosa conchita de plata prolijamente repujada, para ocultar el gancho. Generalmente el trarilonco es una prenda pesada y de mucho valor que se ata a la cabeza por medio de una rosa de cinta de dos o tres colores.

Aros: en idioma araucano su nombre es Cuifui-Chahuai. De esta joya se encuentran ejemplares muy variados y de distintos tamaños, llevan adornos de líneas, ya formando pájaros o plumas de aves.

Adorno para el Cabello: cintas con perlas de plata, su nombre en idioma araucano es Lloven. Las damas araucanas se adornan para sus fiestas con esta joya, que otorga belleza e imponencia a quienes la llevan.

Es una cinta tejida a telar por ellas mismas, de fina lana color rubí, de un largo aproximado de tres metros de ancho. Terminando en los extremos en un cordón de la misma lana. En uno de sus lados es adornada con seis hileras de perlas de plata partida por la mitad, dividiéndola en dos partes.

Tiene una media luna adornada con las mismas perlas, formando diversos dibujos, la que cubre la parte posterior de la cabeza para caer en sus dos mitades sobre las trenzas, a las que envuelve, más o menos un metro de cinta, con sus hileras de perlas de plata. Una parte de más o menos sesenta cms. de la cinta que no tiene adorno de plata, envuelve a la trenza hasta su termino, y vuelve envolviendo hacia arriba la parte adornado con perlas de plata.

Trapelacucha: modelo compuesto de dos hileras de eslabones horizontales entrelazados. El extremo superior termina en una conchita repujada al centro, cuyo borde es un anillo liso con pequeña inclinación externa; unida al hilo del punzón. Este modelo lleva en el extremo inferior una gran cruz de conjunto delicado de gran proporción a pesar de la variedad de motivos que la acompañan. La cruz se ve recorrida por una recta paralela a los bordes, terminada en volutas, tanto en los brazos como en el extremo superior. Lleva profusos adornos de diferentes figuras de plata; sin embargo se ve de muy buen gusto.

Los Alfileres: tupu, nombre araucano. Es una especie de prendedor compuesto de una lámina circular de 10 cms. de diámetro y de una aguja en forma de punzón de 15 a 20 cms. de largo. La lámina contiene dos círculos concéntricos, una hilera externa de arcos paralelos al círculo mayor, y otra interna, paralela a la circunferencia del círculo menor. En el centro lleva una especie de flor de cuatro pétalos; del último pétalo se desprenden dos corridas de círculos pequeños que forman un bello conjunto.

El Punzón: es un modelo de plata, encargado de sostener el trapelacucha por medio de un hilo que pasa por un orificio situado en la parte superior del alfiler. La cabeza de éste, es de plata maciza.

El Prendedor: Shikel es una joya de lujo y valor, que usaban antiguamente todas las mujeres araucanas. Se compone de dos placas planas unidas por tres cadenas de eslabones horizontales adornados en su forma.

La placa superior parece imitar a una lechuza u otra ave con las alas abiertas dispuesta a emprender el vuelo. Se notan perforaciones que corresponden al pico y a los ojos, y otras que separan las alas de las extremidades inferiores. La placa inferior tiene forma hexagonal. La parte superior de esta placa contiene perforaciones destinadas a recibir los eslabones. El borde inferir es dentado, con dientes semicirculares, cada uno de ellos atravesado por una argollita que sostiene otras tantas monedas colgantes.

En el centro de la placa rodeada de líneas rectas paralelas y una hilera de arcos, aparece una roseta de seis pétalos.

Las Pulseras: son las alhajas que usa la dama en sus grandes fiestas. Se componen de una serie de cuentecitas de plata del tamaño de un alpiste, colocadas en un hilo de lana, especial para este objeto. Su tamaño es de más o menos 3 mts. de largo. Van colocadas graciosamente en los brazos y llevan cintas lacres en sus extremos. Antiguamente poseían un cintillo o cordón teñido de lacre.

También hay pulseras que son de una placa que se ajusta la brazo por medio de broches, llevan dibujos de animales o plumas grabadas a punzón. De estas pulseras de plata hay una gran variedad por su forma y grabados. En la actualidad son escasas.

INSTRUMENTOS MUSICALES FOLKLORICOS

INSTRUMENTOS AEROFONOS

Se llama instrumentos aerófonos a todos aquellos que producen el sonido por vibración del aire. Los principales son:

- La Quena: es el más importante de la zona norte o área de dispersión musical andina, con plena vigencia en casi toda la América morena, existiendo con escasas modificaciones estructurales en Venezuela, Colombia, Andes ecuatorianos y peruanos, altiplano boliviano, noroeste Argentino, norte grande de Chile y en la cuenca del Amazonas en el Brasil.

El origen del instrumento, producto de la creación artesanal de quechuas y/o aymarás, han sido detectado en el altiplano y también, por razones de expansión e influencia incásica, en las culturas de los diversos pueblos indígenas americanos. Desde tiempos remotos y mucho antes de la llegada de los conquistadores hispanos, la Quena es parte vital de la vida espiritual de los pueblos que habitan y aún viven en las zonas precordilleranas y cordillera de los Andes incluyendo las extensas zonas altiplánicas de Chile, Perú, Bolivia y Argentina.

La Quena es un aerófono con canal de insuglación, abierta en ambos extremos, fabricada con un trozo de caña de bambú, hueso u otro material de origen vegetal, de unos 25 a 40 cms. de longitud y de 1/5 a 1 pulgada de diámetro. En el extremo superior lleva una muesca que hace las veces de emboquilladura. En la parte media inferior se le perforan cinco o seis agujeros, y uno en la parte posterior para armonización. Cada perforación se ubica a más o menos una pulgada entre una y otra, lo que le permite, gracias a esta disposición, dar perfectamente la escala natural y los semitonos, dando al instrumento posibilidades melódicas ilimitadas.

La Quena es un instrumento solista, pero generalmente se utiliza junto al bombo, para acompañar huaynos, carnavalitos, cuecas, y en las bandas de las cofradías danzantes del Norte Grande.

Los fabricantes de Quena, generalmente descendientes de indígenas, han logrado hacerlas de distintas tonalidades; las más frecuentes son en Re, La y Do. Podría asegurarse que la longevidad de la Quena esta determinada por las características antropológicas del hombre andino, de allí que su vigencia sea tan latente y este aún lejano el día de su extinción.

El Pincuyo o Pinkillo: después de la Quena, es el aerófono más popular del Norte de Chile y del área de influencia andina, de origen quechua y aymará. Su estructura es muy similar a la Quena, pero en la abertura superior lleva una boquilla semejante al clarinete. Consta de siete agujeros y se ejecuta en forma vertical. En la parte posterior lleva otra abertura para armonización; es uno de los instrumentos folklóricos más completos y cumple funciones similares a la Quena, siendo indispensable en la formación de bandas de música folklórica en el norte .

Existen diversas variedades de Pincullos, desde los rectos usados en el Norte Grande hasta los curvos que se usan en las quebradas de San Pedro de Atacama y que, por ser estructura singular, destacan en forma especial debido a su diferente funcionalidad.

En las festividades religiosas de la Virgen de Las Peñas de Livicar y en La Tirana, las bandas instrumentales de la cofradías danzantes usan Quenas y Pincullos de tamaños mayores, que en muchos casos pasan los 50 cms. de largo, ya que deben ejecutarse muy abiertos y con la concurrencia de una infinidad de conjuntos danzantes, rivalizando de esta manera en sonoridad y destreza musical.

La Pusa o Laca: en el Norte de le llama Pusa o Laca; en aymará Siku o Sikuri o Sicura; en quechua recibe el nombre de Antara y en español de Zampoña. Presenta esta aerófono diversas formas y tamaños. La Zampoña simple o Pusa consta de diez o doce cañitas de bambú, dispuestas una al lado de la otra y que dan la escala musical natural completa, sujetas por dos palitos de la misma caña por ambos costados y unidas por hilos de cáñamos o fibras vegetales. Las cañitas llevan aberturas superior y van obturadas en la extremidad inferior.

La Sicura es una Zampoña doble, y consta de dos hileras de tubos de caña de bambú, ocho adelante y atrás siendo la primera hilera de doble tamaño.

La Sicura es en realidad “medio instrumento” y se necesitan dos para obtener la escala completa, alternando los sonidos entre uno y otro; su ejecución demanda la atención de ejecutantes muy expertos.

Las Tarcas y Anatas: son flautas de madera de una sola pieza las Tarcas, con canal de insuflación, con boquilla en el extremo superior y con seis perforaciones en la parte medio inferior y abiertas en el extremo inferior. No llevan agujero en la parte posterior como las Quenas, razón por la cual, sus posibilidades musicales son más limitadas ejecutándose especialmente melodías de tipo pentatónico.

Las Anatas tienen idéntica estructura, pero mientras las Tarcas son de corte paralelepípedos rectangulares con la parte en que van las perforaciones de forma ochavada, las Anatas son construidas en forma cilíndrica. Ambos instrumentos miden entre 20 y 55 cms. de longitud y son instrumentos de verano, muy usados en las fiestas de carnaval.

El Erke o Clarín del Norte: es un instrumento gigante, ya que mide 3 a 5 mts. de longitud, construido con trozos de caña de bambú o de vara de Cardón.

Consta de tres partes: la desembocadura que va ubicada en la parte superior del instrumento en forma lateral (similar a las flautas de las bandas militares); el cuerpo del instrumento, hecho con los materiales ya descritos, unidos para dar la longitud total, adornado con lanas de colores muy llamativos y con ligazones de cuero en sus uniones para impedir el escape del aire; y la bocina o pabellón, que es una especie de bocina en forma de embudo y que elabora con un cuerno, latón o simplemente con cuero de llama disecado. Su sonido semeja a un extraño bramido salvaje, muy profundo y sobrecogedor.

En Chile, su difusión y ejecución destaca en el extremo septentrional del país y, en forma especial en las quebradas del río San Pedro de Atacama, que agrupa a un riquísimo conglomerado folklórico formado por la villa del mismo nombre y los Villorios de Toconao, Paine, Socaire, Sólor, Séquitor y otros. En estos últimos es usado sin bocina y mide 1 a 2 metros.

La Trutruca: instrumento araucano, completamente vigente desde el Bio Bio hasta Valdivia en las reducciones que tienen asignados los 200 mil mapuches que las habitan hasta nuestros días.

Mide desde 1, 50 cms. hasta algunos de 3 a 4 mts. de longitud. Consta de dos partes principales: el cuerpo y la bocina. El cuerpo está formado por un coligüe ahuecado con un corte oblicuo en un extremo. En el otro extremo se fija un gancho de vacuno, asegurado con fibras vegetales o hilos de tripas de animales. El cuerpo va forrado totalmente en tripa de caballo, bien estirada para evitar algún escape de aire del interior al ejecutarse el instrumento. El sonido que produce es estridente y grave con escasas variaciones tonales.

Su participación más destacada es en la ceremonia de carácter religioso-pagano muy antiguas, especialmente en la ceremonia del Guillatún, que son rogativas que tienen por objeto implorar la protección, amparo y generosidad material de sus divinidades, especialmente a la deidad principal Ngenechen (gobernador de la gente), cuando faltan las lluvias o son escasas, o cuando las cosechas son malas, o alguna epidemia azota al pueblo, etc.

La Pifilca: aerófono araucano, perteneciente a la familia de los pitos con sonido rasante y se encuentra plenamente vigente hasta nuestros días en la zona de influencia araucana.Se confeccionan de madera, con forma cilíndrica, achatada en su extremo superior donde va la embocadura. Lleva un agujero longitudinal, pero sin tapar el fondo. Generalmente, su cuerpo va pintado o adornado con lanas de colores llamativos.

Musicalmente es un instrumento de limitadas posibilidades, pero de acuerdo con la intensidad del soplido, es capaz de dar la octava. Es u instrumento acompañante y no se le usa como solista, sino como parte de la orquesta mapuche.

INSTRUMENTOS FOLKLORICOS CORDOFONOS

Se llaman cordófonos a aquellos que producen el sonido por vibración de cuerdas. Los principales en Chile son:

La Guitarra: es el más difundido de nuestros instrumentos musicales, como también en todos los países de habla hispana; su área de difusión abarca todo el país a lo largo y ancho del territorio.

Es el cordófono de más antigua tradición y tal vez el instrumento musical de más larga supervivencia en el mundo; de origen remoto, sus sucesivas transformaciones han dado lugar a contradictorias hipótesis. Su nombre le recibe del árabe qitára, como transcripción del griego Kithara.

Al principio de ejecutaba empleando una especie de uñeta hecha de madera, marfil o concha llamada plectro, pero a fines del siglo XV empezó su ejecución digital, costumbre mantenida hasta nuestros días.

Aún cuando se ha elevado la categoría del instrumento solista, en numerosas obras para guitarra clásica, su popularidad no ha decrecido, siendo el instrumento folklórico por excelencia.

Sin entrar en su descripción estructural, diremos que el instrumento primitivo tenía 6 cuerdas dobles, a diferencia de la guitarra española que lleva 6 cuerdas simples, conservando el resto de sus características generales.

El Requinto: instrumento chileno de gran vigencia durante la Colonia que hoy se encuentra casi desaparecido. Su área de dispersión, geográfica comprende el centro del país; paso a la Argentina después de la sorpresa de Cancha Rayada. En las provincias cuyanas de San Juan, Mendoza y San Luis, mantiene plenamente su vigencia primitiva, conservando su estructura.

Tenía doce cuerdas, distribuidas en seis pares dobles. Actualmente tiene seis cuerdas simples al igual que la guitarra. Su cuerpo es similar a ella, pero más pequeño, se utiliza solamente para punteos.

En nuestros campos existe la tendencia hacer desplazada por la guitarra.

El Ukelele: por ser un instrumento derivado de la guitarra española, se mencionará este cordófono que aún se usa en Isla de Pascua.

El Ukelele o guitarrilla Hawaiana es similar en su caja a la guitarra pero mucho más pequeña y con cuatro cuerdas solamente, dispuesta la primera y cuarta unísona, y la segunda y la tercera en afinación de guitarra. Tiene una sonoridad muy dulce y nasal, y se utiliza de preferencia, para marcar el ritmo cadencioso de las danzas pascuenses, como instrumento de acompañamiento. Pese a ello esta destinado a desaparecer por las mismas razones que el requinto.

El Guitarrón: derivado de la guitarra española y su difusión comprende las provincias de Aconcagua a Concepción, en forma dispersa.

Tiene una estructura semejante a la de la guitarra, pero con una caja de mayor cuerpo; en la boca de la caja lleva una abertura que en conjunto semeja una flor margarita. Su diapasón y calvijero también es mayor, ya que consta de 25 cuerdas agrupadas en 5 órdenes múltiples, más 4 cuerdas suplementarias llamadas diablitos.

Pese a que quedan muy pocos guitarrones, debido a las dificultades provocadas por su ejecución y afinación, es usado por los cantores en las fiestas populares, encuentros de payadores, velorios de angelitos y personas mayores y festividades religiosas en nuestros campos, con canto a lo divino y a lo humano.

Rabel: es un instrumento pastoril, del tamaño de un violín y muy semejante a éste y tal vez posiblemente más antiguo, de origen árabe.

Se ha mantenido en la tradición de la zona de influencia chilota, a causa de ser esta el último reducto de la colonización española en Chile.

Se ejecuta como viola de gamba, es decir, apoyado el instrumento en la rodilla izquierda u haciendo vibrar sus cuerdas por roce de un arco con cuerdas tensas.

Consta de solamente de tres cuerdas. Se le usa como acompañamiento en tendencia musical de la zona, indica la pronta desaparición de este instrumento.

El Charango: es el cordófono más importante del área andina o altiplánica. De origen quechua y aymará, pronto se popularizó y alcanzó insospechadas dimensiones artísticas y de atractiva originalidad. En Chile, se ejecuta casi en todos los poblados y villorrios del interior, en el Norte Grande hasta la provincia de Antofagasta.

Es una guitarrilla semejante al chillador, pero su caja es confeccionada con una caparazón de quirquincho o armadillo americano. Su encordado está formado por cinco pares de cuerdas, generalmente metálicas. Existen también Charangos que tienen dispuestas las cuerdas de la siguiente manera: prima, Mi - La - Mi - Do - Sol.

Se le puede clasificar como instrumento en ascenso dentro del área de dispersión ya que cada día aumentan en número y calidad sus intérpretes. Aún cuando puede ser instrumento solista, su papel principal radica en su integración a las bandas de las cofradías danzantes del Norte Grande, especialmente de los grupos que bajan de la zona altiplánica hasta los Santuarios de la Virgen de la Tirana, de Las Peñas de Livircar, Virgen de Guadalupe de Ayquina, etc.

El Arpa: instrumento folklórico y clásico, muy difundido durante el siglo pasado y comienzos del presente. Se mantiene vigente aún en algunos pueblitos entre Aconcagua y Ñuble, pero en forma especial ha pasado a formar parte de conjuntos de proyección folklórica de aficionados y profesionales, con lo cual mantiene su vigencia.

El origen de Arpa se remonta a 2.800 ó 2.500 años A.C. en el Medio Oriente, encontrándose vestigios de ella en la cultura egipcia, sumeria y babilónica. Posteriormente los asirios crearon un Arpa portátil que podía ejecutarse al caminar y que posiblemente diera nacimiento a la Cítara y a la Lira. Con el transcurso del tiempo, el Arpa fue evolucionando hasta tomar su forma definitiva a comienzos del siglo XIX.

De estructura semi triangular, el Arpa consta de tres elementos fundamentales: la Caja de Resonancia, que se une oblicuamente con la columna por la parte inferior y por la médula o Clavijero en la superior y que mantiene el encordado en tensión sobre la caja. Tiene aproximadamente 33 ó 34 cuerdas. La más popular en Chile es la diatónica, y una variedad más pequeña, al Arpín, que es más pequeña y sin semitonos y pedales.

La Cítara y La Lira: aun cuando ambos instrumentos cordófonos se encuentran completamente extinguidos, serán descritos por su contribución a la música popular durante el periodo colonial y en los albores de la formación de la República. La cítara fue el instrumento más usado por los griegos y es una de las primeras variantes del arpa. Consiste en una caja plana de forma trapezoidal, con cuerdas extendidas a lo largo de una de sus caras. En Chile se la usó con diapasón semejante a la guitarra para llevar a la melodía y con ménsula semejante al arpa para acompañamiento; se rozaban sus cuerdas con una uñeta o plectro colocado el instrumento; sobre la rodilla o sobre una mesita.

La Lira es un cordófono tan antiguo como la Cítara y también deriva del Arpa egipcia o sumeria. Consiste en varias cuerdas tensas colocadas en un marco, que se pulsaban con ambas manos. En nuestro país fue popular la Lira hecha en un bastidor de alambre grueso con alambritos transversales que construían el encordado.

El Charrango: se ha dejado para el final este cordófono para evitar que se confunda con el charango.

Su área de dispersión es el centro del país desde Colchagua a Valdivia, aún cuando se han encontrado vestigios de su uso en la zona de influencia chilota y en la zona araucana.

Se construye con una tabla de un metro o más de largo y con un encordado fijo de alambre acerado muy delgado, que se estiran mediante dos botellas redondas o preferentemente planas que se colocan dos trocitos de madera para evitar que se corran las botellas y pierda su armonía. Además, en muchos lugares, se le construye sobre uno de los postes que sujetan el techo de la casa en la misma forma. Para provocar su sonido, se rasguean las cuerdas con una especie de manoplia de alambre que va forrado por un alambre más blando enrollado en el anterior.

INSTRUMENTOS FOLKLORICOS MEMBRENOFONOS

Son instrumentos membranófonos aquellos cuyo sonido se produce por vibración de una membrana o cuero. Los principales son:

El Bombo: con algunas variaciones en su estructura, es un membranófono no común desde la zona de influencia chilota.

El Bombo Nortino presenta características muy semejantes a los bombos de las bandas militares, ya que son los de mayor tamaño que se usan en Chile. En un instrumento indispensable en las bandas de la cofradías danzantes especialmente durante la celebración de la Virgen de La Tirana al interior de Iquique, que por tratarse de un pueblito ubicado en plena pampa necesitan de instrumentos de mayor sonoridad.

Este instrumento esta formado por una caja de resonancia hecha de madera o latón, con dos aros que sirven para colocar los cueros o membranas elaborados con piel de llama o vicuña y que se fijan a la caja con correaje del mismo material, a modo de cordones o correones. Lleva en los correones unos aros o presillas que le sirven de afinadores. Al igual que todos los bombos, se le usa con un mazo hecho de un trozo de palo con una porra o cabeza de lana forrada en cuero.

Desde Atacama a Valparaíso se usa el bombo chino, que es un poco más pequeño que el anterior y su confección es diferente, pues su caja de resonancia se hace de latón, o con la cubierta lateral de los tambores de aceite industrial, recortado a la anchura deseada. Los parches se hacen con cuero de asno, por ser de mayor dureza y resistencia que se fijan fuertemente a la caja con alambres, luego se coloca una correa de suela para colgar el bombo en el hombro. Como la amarra de alambres presenta un feo aspecto, se cubre con una faja de géneros de colores que abarque toda la circunferencia del instrumento. La afinación se efectúa mojando los cueros y secándolos al calor de una pequeña fogata hecha con hierbas secas o con papeles, lo que le da una gran sonoridad.

El Bombo Chilote, es mucho más pequeño que los anteriores, pero semejante en su estructura general al usado en el Norte Grande. Su anchura y diámetro tienden a igualarse.

Sus parches van fijos a unos aros de madera que se colocan a cada costado de la caja de resonancia, amarrados con tiras de cuero que la atraviesan y que le permiten al estirarlo, la afinación del instrumento. No lleva adornos suplementarios.

En las membranas o parches de los bombos chinos se escribe el nombre del baile y del santo o zona donde proceden, no ocurriendo lo mismo con los otros, salvo ocasionalmente, en algunos usados en el Norte.

El Tambor: se remonta a la época preincásica y cuya supervivencia y tradición se mantiene latente hasta nuestros días. Su área de dispersión abarca casi toda América del sur, con variantes regionales importantes en algunos casos, pero conservando el espíritu y que le dio imagen y origen.

Primitivamente fue construido con caja de resonancia en troncos ahuecados y con parches de cuero de llama, alpaca o vicuña.

Con el transcurso del tiempo se uso madera más liviana y flexible para construir el aro y también gruesas lonjas de cuero crudo.

Los tambores son muy semejantes a las cajas chayeras, caja de resonancia un poco más alta, pero de iguales características de fabricación, usando unas presillas en los correones que le sirven de afinadores y produciendo el sonido por medio de dos palillos o baquetas.

El Kultrün: recibe este nombre el Tambor de lo araucanos, su área de dispersión se reduce en la zona de influencia mapuche ya descrita en los otros instrumentos araucanos tratados.

El kultrün es una palabra compuesta del mapudungún que significa elemento, objeto o instrumento del sonido o del eco (kul; elemento u objeto, y trün; sonido o eco), este instrumento le permite a la machi entrar en trace durante su invocación y contacto con las divinidades que pueblan el intangible y mítico mundo mapuche. Cuando la machi participa en un ngulletun, alrededor de un rewe (altar totémico de madera), toca su kultrün y baila choique (danza), entra en comunicación con la fuerza de la naturaleza, entonces agradece, pide, ruega e implora a nguenechén (creador), para que los espíritus del bien o del wenu mapu derroten o se impongan sobre las fuerzas del mal o minche mapu.

Sobre el cuero, el artesano dibuja dos líneas que dividen cuatro sectores simétricos su superficie.

Estos representan los cuatro puntos cardinales o terrestre donde viven las cuatro grandes familias mapuches: Pincunches, Huilliches, Pehuelches y Lafquenches. Previo a su armado, la machi incorpora en su interior una gran cantidad de humo que representa la energía superior del fuego. Y antes de cerrar el kultrün, la machi encierra su voz dentro de la ahuecada madera para depositar su mágica energía y lograr una comunión perfecta con su instrumento chamánico y las divinidades. Acto seguido luego del montaje o encordado, la machi consagra el instrumento en una rogativa familiar conocida como nguillatun man kultrün (rogativa del kultrün). Desde ese momento, machi y kultrün son inseparables.

Se construye ahuecando un tronco de árbol hasta darle la caja de resonancia la forma de un cono abierto o cóncavo, con base plana. Esta caja mide aproximadamente entre 35 y 40 cms. de diámetro, un altura de 12 a 15 cms. y una base de aproximadamente 15 cms., a la cual se adhiere un parche de cuero de vacuno o caballo que se tensa mediante un tejido muy adosado a la caja. Previamente se le colocan dentro del instrumento piedrecitas redondas, semillas o monedas de plata para darle mayor sonoridad.

INSTRUMENTOS FOLKLORICOS IDIOFONOS

Son idiófonos todos los instrumentos que vibran el cuerpo entero y en los que no hay tensión adicional. Los principales son:

- El Tormento: popular instrumento muy usado en el siglo pasado en los salones y chinganas en el centro del país, aún mantiene vigencia un tanto aislada a causa de haber sido reemplazado por el pandero, que aunque no tan completo, cumple funciones similares.

El Tormento de salón era una especie de cajita de unos 30 cms. de logitud por 20 cms. de ancho y de 12 a 15 cms. de altura, su cubierta superior está formada por una serie de tablitas sueltas, engranadas en una especie de pestaña para que no se saliera.

Para mayor sonoridad, no tenía cubierta inferior, en su interior tenía adosadas una especie de sonajas planas de metal y se percutía encima de la cubierta con un palillo o baqueta.

El Tormento de chinganas era de mayor tamaño, mide entre 50 a 60 cms. de longitud por unos 35 a 45 cms. de ancho y unos 15 a 20 cms de altura. Su cubierta superior está formada por tablitas sueltas sobre puestas en una estructura de lata. Lleva en su interior, fijas a las paredes de la caja, y a veces en el exterior una serie de latitas a modo de sonajas (actualmente se las hace con tapas de gaseosas), que le dan una sonoridad anexa al percutir sobre la cubierta con la yema de los dedos (protegidos generalmente, con dedales de costura).

La Matraca: es un idiófono muy usado en el área de dispersión del Norte Grande, por las cofradías danzantes que concurren a las festividades religiosas, especialmente a la de la Virgen de La Tirana.

La Matraca va montada sobre un mango que lleva una rueda montada y que sirve para hacer vibrar una lengüeta de madera delgada que se coloca en interior de la caja, adosada a la pared opuesta al instrumento. La caja de resonancia puede ser abierta a los costados y en forma alargada, llegando a medir en muchos casos, casi 50 cms. de longitud, por unos 12 cms. de ancho. También las hay de forma triangulares, abiertas o cerradas a los costados y en este caso con una abertura o boca en la parte lateral; suelen usarse Matracas en forma rectangular de unos 5 cms. de altura, 25 a 30 cms. de largo y 20 cms de ancho.

Para ejecutarlo, se le toma del mango y se lo hace girar al aire, o bien, sujetándolo por el mango y el extremo opuesto haciéndolos sonar mediante cortos giros para provocar sonidos acompañados con la danza.

Pandero y Pandereta: es un instrumento muy popular en nuestros campos de la zona central, introducido por los españoles durante la Colonia, tomó formas tradicionales que perduran hasta nuestros días.

Primitivamente se confeccionó con una tablita a la cual se le pusieron chapitas de latón sueltas en uno de sus lados, percutiéndola o rozándola con el pulgar de la otra mano por el lado contrario, previamente untado de un cebo para producir la vibración, y proceder así contribuir a la alegría contagiosa de cuecas, tonadas, esquinazos y otras danzas festivas.

Actualmente el pandero se fabrica con una armazón hexagonal, a la cual se le remacha un parche o cuero muy delgado en uno de sus lados. Se le hacen unos calados en los costados de la armazón donde se le colocan chapas de latón o bronce, las formas semi corvadas para la mayor sonoridad. Se percute en la misma forma que el instrumento primario, la cubierta del parche se unta con pez de castilla o grasa de vacuno, para ofrecer resistencia al pulgar durante el roce y lograr mejor vibración.

El Triángulo: instrumento idiófono bastante conocido y popular. En nuestro folklore es usado por conjuntos de Bailes en el Norte.

Consiste en un triángulo de bronce, generalmente niquelado y abierto en una de sus esquinas inferiores. Se percute con una baqueta o palillo del mismo metal. Es un instrumento de acompañamiento.




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Enviado por:Carolina Mendoza Martinez
Idioma: castellano
País: Chile

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