Filosofía


Filosofía griega


B. Antecedentes al Tema:

Para poder plantear claramente los antecedentes, tenemos que tener muy claro que el objeto de nuestra investigación es la Credibilidad que tienen los políticos ante el pueblo. El que un pueblo aya o no perdido la credibilidad a las figuras publicas (políticos), es cuestión de un análisis profundo; por qué? Ya que es un hecho que se esta dando en estos momentos por las acciones que muchos políticos han realizado y aparte no es nada nuevo, todo lo contrario estas acciones que ocasionaron que los pueblos perdieran la credibilidad hacia los políticos viene desde hace muchos años, se podría decir hasta siglos. Y en este punto es que hacemos un paréntesis a todos los antecedentes que hay referentes a este tema en la historia de nuestra humanidad.

Primero debemos comenzar desde los primeros pensadores que formularon las ideas que están vigentes asta nuestros días. Como por ejemplo: Sócrates, Platón y Aristóteles.

Estos tres filósofos que aportaron tantas ideas a la humanidad formularon cada uno su forma de visualizar una forma de gobierno. Cada uno tenia sus propias preguntas e hipótesis referente al tema. Pero para ir directo a la problemática de la credibilidad desde tiempos remotos debemos plantear las ideas de cada uno de ellos para estar claros en su forma de ver un gobierno.

Sócrates:

La Modestia Socrática: Sócrates pertenece a una especie de hombres que no tienen amor propio en las discusiones, y que aceptan encantados la refutación si así se descubre la verdad. Confiesa que su única cualidad es la ironía, consistente en interrogar a los sabios y procurar sacar la verdad que hay en el fondo de sus respuestas.

En Sócrates la Ironía se mezcla con la cortesía cuando éste extrema su modestia hasta decir de que él es lento y gárrulo, y que no llega a poner en claro las cosas.

Tal es el fundamento del famoso sólo sé que no sé nada, la afirmación socrática más concluyente e indubitable, resultado de una fundamental desconfianza. Y es que si Sócrates discute siempre para descubrir si efectivamente sabe o no, es porque no quiere hacerse ilusiones de que sabe algo cuando nada sabe. Por todo ello, con una modestia que es la más firme base de todo método de conquista de la verdad, grita Sócrates: Atenienses que me escucháis; no sé nada, y ante vosotros me presento desnudo y sin los adornos de una mentirosa certeza.

Además, la ironía o modestia socrática es grande en cuanto que por ella se traza límites. Así no incurre en la insensatez de discutir de omni re scíbili, como por principio hacían los sofistas. Y es que el vino de los saberes recién descubiertos no se le subió a Sócrates a la cabeza. Conservó un afán tan grande de saber que la apariencia de sabiduría en los maestros-sábelo-todo le parecía mera elocuencia. En este sentido, la ironía socrática representa también un afán de sinceridad que le aleja de todo culto a las meras apariencias.

Sócrates no era una persona prepotente ni mucho menos altanera. El ser irónico es admitir en muchas veces que todo el mundo necesita conocer mas o no quedarse estancado hasta cierto punto y esto era lo que Sócrates quería darle a entender a todos sus alumnos. El problema solo radicaba en los Sofistas, personas que creían conocerlos todo ó por lo menos mas que todo el mundo. Siempre estuvieron en contra de Sócrates y fueron los causantes de su muerte al acusarlo de corromper a los jóvenes que lo seguían.

Sócrates pudo salvarse si el lo hubiera querido, Platón alumno de el le dio una salida para llegar a la salvación y era aceptar lo que planteaban los sofistas, pero Sócrates no quiso ir en contra de sus ideas.

Sofistas Qué son?

En el siglo V a de Cristo, en un momento en que todo era sometido a las normas de la razón, era proverbial la seguridad y el orgullo sofista en el poder del individuo y de su razón. El Sofista se considera un profesional, un sabio a nativitate. Considera el saber como el único remedio a los peligros de la existencia y aspira, por todo ello, a convertir el azar en destreza, a quedar por encima de los golpes de la fortuna.
Pues bien, en relación con este ambiente y con este tipo de personaje, surge Sócrates manteniendo una posición no radicalmente opuesta sino
diferente. Tales diferencias no fueron siempre bien comprendidas por sus contemporáneos, como lo demuestran los testimonios de Aristófanes en las Nubes o un mismo discípulo suyo, pero sofista en sus planteamientos, como fue Critias.

Diferencias de Sócrates con los Sofistas:

Aunque la confusión de Sócrates como Sofista está continuamente presente en multitud de testimonios desde los mismos tiempos de las Nubes de Aristófanes, es posteriormente cuando tal confusión se agudiza todavía aún más. En el siglo IV, por ejemplo, un historiador llamado Androtion, confunde, bajo el nombre de sofistas a los 7 sabios de Grecia, y, del mismo modo que también hará Rousseau, añade a Sócrates mismo en la lista.
Hoy sabemos que las diferencias filosóficas entre Sócrates y los Sofistas existieron. Señalaremos algunas:

  • Los sofistas son codiciosos de dinero y se hacen pagar por sus lecciones. No hacían nada malo, por ello, y estaban dentro, como dice Protágoras, dentro del comportamiento tradicional griego desde el tiempo de los aedos. Sócrates, que no se consideró nunca un sabio, jamás pidió dinero a cambio de sus enseñanzas.

  • Los sofistas tienen un afán profesional por adoctrinar y modelar el alma de los jóvenes. Sócrates siente horror ante la caza del alma: el alma, es algo que no confiaría ni a mi padre, ni mi a mi hermano ni a ninguno de mis amigos.

  • El sofista cultiva un arte de apariencia y es un forjador de imágenes y está dotado de una ciencia opinable y no verdadera. Sócrates que ambiciona la búsqueda de la verdad pura, sintió el vértigo de que pudiera triunfar una habilidad consistente en hacer parecer lo bueno malo y viceversa, con lo que la verdad sería una mera cuestión de utilidad, llevando a que las mismas leyes de la ciudad se hicieran cosa de conveniencia y no de justicia. Por todo ello, Sócrates busca la liberación de esta frivolidad acudiendo a la dialéctica: más vale lograr poco, pero bueno que mucho pero equivocándose.

  • Frente a la retórica y la oratoria de los sofistas, Sócrates aguza su dialéctica. Según Sócrates, la retórica deja la certeza reducida a mera probabilidad y subjetivismo, y éste no hace al hombre más sabio que un renacuajo.

  • Los sofistas mantienen una actitud práctica radicalmente distinta a la actitud teórica mantenida por Sócrates. La actitud practicista de los sofistas representaba un desdén sobre todo lo puramente teórica referido al orden humano o divino. Y es que los sofistas, según Sócrates, llenaban a la gente de dudas sobre las leyes y la religión de su ciudad. Ante tal orientación, Sócrates concentró toda su atención no en problemas de tipo práctico, sino en el intento de averigüar que es la piedad y la impiedad, lo hermoso y lo feo, lo justo y lo injusto. En este tipo de investigaciones es en donde Sócrates encuentra su originalidad. Frente al puro pragmatismo del éxito, que sostienen los sofistas, Sócrates se inclina por la estimación moral heredad pero interiorizada. Frente a la moda sofista en contra de los prejuicios heredados, Sócrates aparece como un defensor de la vieja moral. Toda su vida se mantuvo como un eterno insatisfecho, buscando el norte de la seguridad moral y de la verdad. Por ello, dejó para los sofistas el apelativo de sabios, como sinómino de aquellos que son capaces de tomar lo que a cualquiera le parece mal y consiguen hacerlo aparecer como bien, y tomó para él, el nombre de filósofo, es decir, el aficionada a la sabiduría.

  • Por último, para Sócrates el hombre no nace libre sino dentro de la historia y vinculado a su ciudad. Todo lo que rodea al hombre: familia, sangre, religión, etc. es lo que sitúa al hombre sobre una raíz. Sócrates está muy lejos del afán disolvente del sofista que predicará que el hombre nace libre y aislado. Pues bien, Sócrates rechaza resueltamente la idea de la individualización del sujeto atómico, sin vinculaciones ni raíces.

Después de realizar esta analogía entre Sócrates y los Sofistas nos damos cuenta como podemos aplicarla a nuestros días. Y que este problema de la credibilidad con las personas publicas (políticos) no es de ahora sino que se remonta desde hacer un par se siglos atrás. En aquellos tiempos los Sofistas pretendían tener la verdad absoluta y platearle a las masas que ellos conocían todo y por eso debían creer en ellos. Algunos se dieron cuenta de cual era la situación y decidieron seguir las enseñanzas ó filosofías que planteaba Sócrates, independientemente fuera de índole social, religiosa, política o filosófica. Solo escuchar en realidad una persona sabia que estaba conciente de que no lo conocía todo pero trataba de conocer lo máximo (Solo se que nada se).

Una opinión un tanto personal; desde aquellos días en que los Sofistas engañaron a muchos, se fue sembrando la idea de que siempre se pude controlar a los pueblos solo por el simple hecho que se es una imagen o figura publica. Por esto es que a nuestros días la credibilidad de los políticos está tan deteriorada; pero todo es una cadena que se viene armando desde siglos atrás.

Platón:

Platón que fue un alumno de Sócrates, resintió mucho su injusta acusación por parte de los Sofistas y también el juicio tan paupérrimo que se le hizo. Por el estilo de argumentos que se utilizaban para supuestamente demostrar la culpabilidad de Sócrates.

Platón escribe la Apología de Sócrates y describe por medio de diálogos todo lo sucedido en el juicio.

Antes de adentrarnos en el objeto de nuestra investigación que es la Credibilidad, es preciso explicar el pensamiento de Platón con respecto a su maestro Sócrates y posteriormente su forma de creación de un gobierno ó estado.

Platón escribe la Apología de Sócrates como un discurso a la defensa de su maestro. A Sócrates se le acusa de cometer delito y hace lo que no debe al escudriñar las cosas celestes y subterráneas, al convertir el argumento más débil en el más fuerte y al enseñar esto a otros. Sócrates comete delito por corromper a los jóvenes y no creer en los dioses en los que cree la ciudad, sino en otras divinidades nuevas. Como hemos plateado anteriormente la ironía que poseía Sócrates con una de sus mas importantes frases “Solo se que nada se”.

Lo mas irónico de toda la parodia que realizaron los Sofistas para sacar del medio a este gran filosofo fue lo que ocurrió en el oráculo de Delfos, Sócrates no creía en los dioses griegos; el creía en la ciudad, en sus propias formulaciones y en la teología natural (un mundo supra-sensible); en el oráculo de Delfos santuario del dios Apolo una pitonisa que entraba en trance y supuestamente Apolo hablaba por medio de la misma, se afirmo que Sócrates era el hombre mas sabio. Y el dice en la Apología ---“Pongo por testigo de mi sabiduría, si es que tengo alguna, sea de la clase que sea, al dios que habla a través del oráculo de Delfos.”---

Sócrates no le tenia temor a la muerte el dijo ---“Y es que temer a la muerte, atenienses, supone creerse sabio sin serlo, pues es creer que se sabe lo que no se sabe. Quiero decir que aunque nadie conoce la muerte ni sabe si, a lo mejor, constituye el mayor bien del hombre, casi todos la temen como si supieran con certeza que representa el mayor de los males. ¿Y no hay ignorancia más censurable que la del que cree saber lo que desconoce?.”---

Con toda la polémica que se formo por los Sofistas y sus razonas para hacerle supuestamente daño a Sócrates no funcionaron porque para el la muerte era cambiarse de domicilio el no estaba enojado con nadie solo que al ver tal espectáculo solo formulado en bases muy débiles se pregunto que seria mejor morir o seguir viviendo. Ya que el pueblo o por lo menos las figuras mas influyentes de ese tiempo emitieron un juicio final formulado en mentiras y falsas especulaciones.

Después de escribir la apología de Sócrates, Platón se comienza a dar cuenta de la realidad y la injusticia en que se vivió, vive y vivirá diariamente a través de los tiempos. El en su obra la República plante la forma de gobierno y gobernante ideal (desde la perspectiva platónica). La república de Platón es una obra filosófica en la que el auto expone sus ideas sobre la organización política en aquel entonces y cómo se debía organizar el estado. Platón da su opinión sobre la manera que deben vivir y desarrollarse los hombres para que el sistema de gobierno de una ciudad logre la máxima felicidad de la sociedad.

Al principio del texto éste hace una crítica comparativa del estado con la educación existente. Para ella, se basa en el hecho de la presencia en una caverna de unos hombres colocados frente a la pared del fondo de la misma, estando encadenados desde niños mirando siempre al frente. Tras ellos se encuentra un muro no muy alto, pero suficiente, por encima del cual los hombres no encadenados enseñan diversos objetos. Entre esos hombres y la entrada de la cueva ya tan solo se encuentra un fuego. Esta parte, a mi juicio expresa de forma bastante clara el modo de sociedad y Estado de la época y contraponerlo con el actual en el sentido de la situación política y cultural, en lo referente a la enseñanza.

Las personas bien sean hombres, mujeres, niños o ancianos desde un principio, siempre y cuando no tengan ninguna clase de contacto con la aristocracia, están obligados en la mayoría de los casos a aprender cosas que interesaba a los mayores que aprendieran de forma que no se cultivara la vocación propia. En relación al texto ocurre que los hombres atados ven lo que los que están detrás del muro quieren que vean. De este modo los hombres encadenados sólo ven los reflejos de la realidad, no la propia realidad. Es una alusión a que deben creerse lo que ven, que no es toda la verdad, porque es un reflejo de ella. Para que los hombres puedan realmente opinar sobre la realidad de las cosas tienen que experimentarla por ellos mismos, libres de todas las cadenas e impedimentos que tengan y ver las cosas desde un punto de vista libre. Al principio, les costaría adaptarse a la luz ( significado en este caso la luz de la verdad absoluta, la del mundo inteligible), porque han vivido en un mundo de sombras, y se quedarían asustados de lo que hasta entonces veían y oían no era totalmente la verdad, sino reflejo de la realidad. Cuando por fin son sacados de la cueva, lo que mejor ven en un primer momento son las sombras, luego los objetos y hombres de los que vienen las sombra, y por último los hombres y los objetos en sí. Posteriormente verían la luz, y la relacionarían con la falta de ella y la noche y los cambios que se producen, como las estaciones.

Es entonces cuando cualquier persona saliendo de ese mundo oscuro, de dudas y verdades a medias, se alegra de haber aprendido y visto la razón de las cosas. Pero si entonces deben volver al punto de partida, es decir, a la cueva con los compañeros, tendría dificultad a la hora de hacerles comprender a sus compañeros ignorantes de lo que es lo que ven, de aclararles que lo que ven son las sombras de la realidad, y no de la realidad misma; es entonces cuando sus compañeros, al no haber visto el completo sistema y ser incapaces de conocer la verdad, porque lo que ven sigue siendo lo mismo que veían desde el principio de su existencia, pensarían que estás loco, aunque en realidad les está confesando la más auténtica realidad.

Cuando una persona culta intenta hacer comprender a otra de que una cosa es verdad, porque la ha experimentado, la ha vivido y comprendido, resulta que ésta se convierte en una tarea ardua y difícil de llevar a cabo ya que el otro no se puede fiar de lo que dice, necesitaría hechos y comprobar por el mismo que aquello que dice es cierto, porque si sigue viendo lo mismo que solía ver antes, quién le convence a él que eso es otra cosa si sigue la materia que ven con la misma forma.

En cuanto una persona llega a la verdad del mundo inteligible desea no volver al mundo real y humano porque se ve limitado de expresar sus conocimientos e intentar aclarar cuestiones sobre el bien de las cosas con otros hombres que no la conocen por completo. Esta persona se dará cuenta de que los hombres no dan razón sobre la verdad y el bien por no conocerlo en si, sino solamente a través del mundo visible o sensible.

Por todo ello, me parece correcta la idea de Platón cuando afirma que la educación no debe ser enseñada por personas son que ha de ser aprendidas por ellas mismas. Las personas no pueden continuar con los conocimientos que una vez adquirieron, han de dejarlos atrás y avanzar. Todo el mundo es capaz de aprender por si solo, sólo necesitan una pequeña ayuda que les indique el camino y la manera de cómo aprender.

A partir de aquí Platón relaciona sus ideas con la política, aludiendo que la ciudad estaría mejor gobernada si las personas no se preocuparan por el cargo que ocupan y sí por el modo para lograr la felicidad. Pero para elegir al gobernante se ha de seleccionar entre las personas, y no debe ser un gran atleta o un gran músico sino aquella que tenga un gran conocimiento de las ciencias que componen todo.

Estas personas deben ser capaces de tener una opinión sobre las cosas y saber clasificarlas entre las claras y las confusas, las primeras se conocen lo que son, pero en las segundas existen ideas contradictorias. Para poder hacer una relación entre las cosas que no dan una imagen clara hay que compararlas. En la mente una cosa es lo mismo aunque difiera de tamaño, pero para diferenciar dos mismas cosas con características distintas se han de utilizar los sentidos. Para hallar las diferencias es necesario recurrir al cálculo y a la inteligencia o razón.

Analiza las cosas por si mismas o por un conjunto de ellas, pero el conjunto queda definido como varias cosas simples juntas así que existe otra causa para diferenciar el mundo visible y el inteligible. Las cosas visibles, que son claras, no dan ningún tipo de estímulo para clasificarlas, pero las inteligibles provocan duda y crean género de duda. Esta clasificación se realiza a través de la logística y la aritmética. Por ello para alcanzar la verdad ha de utilizarse la razón.

Teniendo en mente todos estos conceptos bien adquiridos es mucho más importante ser gobernante de una ciudad que poseer mucho oro, porque teniendo estos conocimientos no estarás privado de la razón para poder pensar, opinar y actuar en relación a cualquier cuestión que sea planteada, porque serás capaz de pedir explicaciones y dar explicaciones sobre algo.

Platón sigue acercándonos a la selección del gobernante. Para ello, el o ella, ya que no hace distinción y considera a todos los hombres iguales, ha de ser vivaz en el estudio, capaz de comprender las cosas para mostrar una opinión crítica sobre el asunto. La persona debe querer, y estar decidido a la realización de una determinada cosa que le interese o se le imponga. No puede acercarse a un punto de duda y pensar en la derrota.

Todas estas acciones han de ser realizadas por voluntad propia y no de forma obligatoria, porque puede crear un rechazo a ello. Lo mismo ocurre con el aprendizaje; el alumno ha de querer conocer y no ser obligado a hacerlo porque tendría entonces problema, y muchísimo menos utilizar la fuerza.

El gobernante ha de ser hábil en todos los trabajos, para resolver cualquier complicación, en los estudios, para poder plantear las cosas desde un punto de vista teórico, y peligros, para no temer a enfrentarse a las complicaciones.

De un modo indirecto Platón sugiere unos estudios superiores realizados posteriormente al servicio militar para ampliar conocimientos y estar preparados para la vida social. Luego han de llevar un periodo de prueba para saber si intentarán cambiar la vida para bien o seguirán el transcurso de la vida. Buscarán la luz para encontrar la verdad y la seguirán para encontrar el bien como para si mismos. La persona que consiga reunir las cualidades aquí nombradas, así como las anteriores en el comentario, será la más indicada para desempeñar el papel de gobernante en una ciudad.

Todo esto resume de forma general el contenido del texto expuesto por Platón que según el contribuirían a la creación de una ciudad en busca de la felicidad absoluta gracias a un gobierno justo y seleccionado de la misma manera en busca del bien supremo. Estas ideas Platónicas tienen mucho peso en nuestros días, pero es una pena que un gobierno justo, sin corrupción y mentiras es un poco idealista. Muchas veces lo ideal no es real ó lo real no es ideal.

En general comprendo que muchas de las personas que conforman un país no son letradas, ya que el nivel de analfabetismo es muy grande en el mundo, no solo en nuestro país. Y por esta causa no todos conoces a profundidad los pensamientos de algunos filósofos pasados como Sócrates, Platón o Aristóteles. Pero ellos sin conocer a estos filósofos y sus ideales o ideas, están concientes que un gobierno justo y sin corrupción es hasta cierto punto fantasioso. No quiero decir que siempre fue así, en algún lugar de la historia debe existir un poco de credibilidad en las figuras publicas. Lastimosamente desde tiempos pasados se fue sembrando la mentira y la corrupción ya que a muchos el poder los corrompe y los ciega completamente. Puede ser que nadie este a salvo de este fenómeno pero para comprobarlo habría que experimentarlo como lo plantea Platón.

Aristóteles:

El fin de la comunidad civil

En este fragmento filosófico del libro de Aristóteles, “Política”. El filósofo nos explica sus ideas de como debe funcionar la sociedad civil y del papel que el hombre debe desempeñar en dicha comunidad.

Aristóteles nos dice cual es su idea, de como es la ciudad y el hombre, aquí nos muestra, como todas las cosas persigue un fin, es decir, nos implica, en su visión teleológica de las cosas, con esta base, piensa, que el hombre es un ser social por naturaleza, y como la naturaleza persigue un fin y un bien; y ya, que el hombre también, es parte de la naturaleza y por tanto de la sociedad; porque todas las cosas son parte de la naturaleza; éste se debe comportar, como la naturaleza, es decir, está predestinado a un fin, a comportarse bien, como parte de la sociedad que es, ya que esta es lo primero y lo principal.

Aristóteles explica lo perfecto es la sociedad, y ha este razonamiento llega a través del método empírico de la observación y experimentación que él utiliza, ya que Aristóteles en contraposición a Platón; cree en el mundo sensible “doxa” como parte de donde podemos aprender, para él no hay una separación entre el alma y el cuerpo, como en su maestro Platón. Por tanto para Aristóteles la sociedad es parte de la naturaleza misma, y por tanto es parte de estudio y de acción, ya que se puede perfeccionar, lo mismo que el hombre puede a llegar a ser un hombre de bien. Pero lo mismo, que sus ideas, sobre la naturaleza están basada en su concepción Hilemórfica , es decir que las cosas están compuesta por materia y forma, también en la concepción de la sociedad, esta está basada en conseguir un fin, a ser una ciudad por naturaleza, como los hombres, que están predestinado a ser felices a través de la contemplación, o las cosas que están predestinadas a un fin: las casas a ser acogedoras para poder vivir, los oficios a ser buenos para servir al hombre, o los caballos a ser lo que le esté determinado por su alma, y todo lo que existe es para lo mejor y lo mejor de la ciudad, es su suficiencia, ese es su fin y su bien.

Aristóteles nos sintetiza su pensamiento más importante sobre la sociedad y su visión antropológica. Si la sociedad es algo natural y el hombre es por esencia un animal social, todo lo que el ser social persigue es el bien de la sociedad, pero todo aquel que no persiga el bien de la sociedad, no es un hombre de bien. Esta idea la explica Aristóteles, recurriendo a una frase de Homero, poeta y escritor de Epopeyas, como la Ilíada y la Odisea. "sin tribu, sin ley, sin hogar".

Después de esta frase del poeta, podemos leer e intuir, como Aristóteles es contrario a toda guerra que no tenga un fin "noble", es decir a toda aquellas que sólo sea llevar a cabo por el mero hecho de la rapiña y el robo, quizás sea por que él fue profesor de Alejandro Magno, considerado históricamente como un emperador humanitario.

"La razón hasta la ciudad" se puede decir que el filósofo embellece el papel del hombre en la naturaleza, Aristóteles no considera sólo al hombre como ser social sino también como hombre político, que no le basta sólo el agruparse o vivir como otros animales con su misma especie, para procrease, y reproducirse, sino que además es capaz de razonar, en última instancia, el poder prever su vida en común con otros hombres.

El filósofo utiliza sus método de observación (hay que decir que Aristóteles era también biólogo) para explicar las diferencias entre el hombre y los animales. Él ve la diferencia no solo en que el hombre posee la voz, sino que posee la palabra que para él es la razón o logos, y los animales pueden poseer voz incluso sensaciones pero no la palabra y la facultad de la memoria, que le capacita para poder diferenciar lo que está bien de lo que está mal.

Aristóteles nos concluye, su análisis en la explicación del porqué, la ciudad está definida por una ley natural, y como lo mismo que el hombre y la naturaleza llevan en su interior su camino hacia su destino, como el dice: "Todas las cosas se definen por su función y sus facultades". Y además plantea que lo mismo que el hombre es incapaz de valerse por si mismo sin relacionarse con los demás, lo mismo ocurre con la sociedad. En la ciudad lleva el camino del bien, del perfeccionamiento colectivo, pero lo mismo que en el hombre, apartado de la sociedad, apartado de toda ley y de toda justicia se puede convertir en una bestia, o en el peor de los casos, como defendía, el sofistas Trasímaco: <<la sociedad civil, se rige por la Ley de la selva, el más fuerte domina y somete al débil>>. Es por lo que para Aristóteles tiene tanta importancia la justicia como principio de virtud ya que da orden y estabilidad a la ciudad, aportando los conocimientos para el caminos de lo justo.

Después de ver el pensamiento de estos tres filósofos, que cada uno fue discípulo de otro, con excepción de Sócrates que fue maestro de Platón y este fue maestro de Aristóteles. Nos damos cuenta que las ideas de ellos no son tan diferentes pero si varían un poco. Por naturaleza el hombre es sociable y seria ideal un gobierno que busque la felicidad para el pueblo (como lo dice Platón). Pero como hemos dicho anteriormente lo real no es lo ideal ó lo que es ideal no es real.

La credibilidad de estos filósofos se ha mantenido hasta nuestros días, muchos lo estudian y los admiran. A raíz de ellos han nacido otros grandes pensadores como Carlos Marx.

Este método de conocimiento de las ideas lo aplicará Marx para explicar el método de desarrollo de la historia y del desarrollo de la naturaleza material, con lo que lanzó su teoría del materialismo histórico, que se puede resumir en:

La historia es, para Marx, la sucesión de los diferentes modos de producción, el “proceso real de producción”.La explicación de este proceso se realiza con ayuda de una serie de conceptos o categorías que nos permiten comprender la teoría marxista:

Fuerzas productivas: la capacidad de producción o trabajo real de los hombres; los instrumentos técnicos y conocimientos utilizados en la producción.

Relaciones de producción: en las que se establecen entre los propietarios de las fuerzas productivas y los productores directos, en un proceso de producción determinado.

La infraestructura o base material económica de la sociedad: está formada por las fuerzas productivas y las relaciones de producción.

La superestructura jurídico- política: se levanta sobre la infraestructura económica y está constituida por instituciones como el estado y las leyes, y por representaciones de carácter ideológico, religioso, filosófico, etc.

Es la clase dominante la que se encarga de sostener y organizar esta superestructura, con el fin de mantener el orden establecido y su dominio.

Modo de producción: se refiere a la totalidad social global, es decir, tanto a la estructura económica como a los otros niveles de la totalidad social ( jurídico- político e ideológico).

Lucha de clases: los conflictos que surgen por los diferentes fines opuesto de cada clase social.

Revolución social: significa la destrucción y transformación de unas determinadas relaciones de producción, con la consiguiente subversión de la superestructura.

Marx sin embargo describía la historia de la humanidad como el intento, de hombres y mujeres, por desarrollar y aplicar su potencial creativo con el fin de controlar las fuerzas de la naturaleza para poder mejorar la condición humana. Al realizar este esfuerzo para desarrollar y controlar las fuerzas productivas, la humanidad ha logrado grandes éxitos; la historia consiste en la historia del progreso. No obstante, al buscar el desarrollo de la productividad se han creado varias instituciones que han provocado una explotación, dominación y muchos otros males; el precio que la humanidad tiene que pagar por el progreso es el tener una sociedad injusta.

Según Marx, todos los sistemas sociales del pasado habían sido un medio para que unos pocos, ricos y poderosos, pudieran vivir a costa del trabajo y la miseria de una mayoría pobre. Por eso, todo sistema está amenazado por un posible conflicto surgido de cada contradicción histórica. Además, cada modo de producción que se sucede en el tiempo tiene fallos que, antes o después, terminarán por destruirlo, bien por su propia desintegración, bien por una revolución alentada por la clase oprimida. Marx pensaba que el sistema capitalista también tenía fallos y, por lo tanto, estaba condenado a su autodestrucción. Intentó demostrar que cuanto más productivo fuera el sistema, más difícil sería que funcionara: cuantos más bienes fuera acumulando menos utilidad marginal se obtendría de esos bienes; cuanto más preparada estuviera la población, menos podrían utilizar sus capacidades. En definitiva, el capitalismo acabaría ahogándose en su propia riqueza.

Se creía que el colapso de la economía capitalista culminaría en una revolución política en la que el proletariado se rebelaría contra la clase opresora y acabaría con la propiedad privada de los medios de producción. Dirigida por y para el pueblo (tras un breve periodo de dictadura proletaria), la economía produciría, no en virtud del lucro y la rentabilidad, sino de las necesidades de la sociedad, con lo cual, una vez satisfechas éstas, las desigualdades desaparecerían a la par que los gobiernos coercitivos. Este proceso ocurriría, según las previsiones de Marx, en los estados más industrializadas de Europa occidental, donde el capitalismo había creado las condiciones necesarias para que estos cambios tuvieran lugar.

Las ideas de Marx, son muy complejas y dignas de admiración, a mi criterio muy personal el era una persona muy adelantada para su época pero a pesar de todo lo supo expresar al máximo con sus ideologías y teorías. Es muy cierto que se debe buscar el bien del pueblo como lo plantea Aristóteles y Platón. Marx estaba en total acuerdo con ellos, pero el sistema de gobierno que se rige es un colapso; el llamado gobierno democrático es una fachada para ocultar una corrupción y una serie de mentiras. Todo movimiento tiene defectos, ninguno es totalmente perfecto y pueden colapsar en cualquier momento. Es cierto es que hay que buscar la mejor opción. Capitalismo: todo es para todos, la educación un factor muy importante es brindado sin distinción; y buscando la felicidad del pueblo. Esta es la mejor forma de gobierno todos (opinión muy personal //Jovana de Obaldia//).

Si se hubiera seguido este movimiento del capitalismo, alo mejor el problema de la credibilidad en una figura publica (políticos), no estaría tan presente o se podría decir que casi nulo. Porque ya conoceríamos lo que nos corresponde y no tendríamos que escoger al mejor candidato, al que regale mas cosas o al que mejor plan de gobierno tenga escrito por sus asesores. Solo nos regiríamos por la igualdad y apartando la corrupción de nuestro pueblo.

Solo se puede concluir con una frase dicha por Abraham Lincoln:

“Se puede engañar a parte del pueblo todo el tiempo, y a todo el pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo.”

Bibliografía

  • Libro VII de "La República" de Platón

  • Gran Enciclopedia Ilustrada

Tomo 15. Ed. Océano, 1981

  • Gran Larousse Universal

Tomo 16. Ed. Plaza & Janés, 1983

  • Enciclopedia Larousse

Tomo 15. Ed. Planeta, 1980

  • Apología de Sócrates

  • Tejedor Campomanes, Cesar

Historia de la Filosofía

Ed. SM, 1998




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Enviado por:Jovanita
Idioma: castellano
País: Panamá

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