Salud


Etnoprácticas previas a consulta médica de niños menores en El Salvador


UNIVERSIDAD EVANGÉLICA DE EL SALVADOR

FACULTAD DE MEDICINA

DIPLOMADO EN SALUD FAMILIAR

INFORME FINAL

ETNOPRÁCTICAS FRECUENTES PREVIO A CONSULTA MÉDICA DE NIÑOS/AS MENORES DE 5 AÑOS, EN CINCO CENTROS DE ATENCIÓN EN EL SALVADOR

AUTORES

SAN SALVADOR, EL SALVADOR, DICIEMBRE 2012.


ÍNDICE

RESUMEN…………………………………………………………………………..

1

INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………

2

CAPÍTULO I. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA…………………………...

4

CAPÍTULO II. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA………………………………….

6

Marco teórico referencial…………………………………………………………..

6

Marco conceptual…………………………………………………………………...

9

CAPÍTULO III. JUSTIFICACIÓN Y OBJETIVOS………………………………..

12

Justificación…………………………………………………………………………

12

Objetivos…………………………………………………………………………......

13

Objetivo General…………………………………………………………………….

13

Objetivos Específicos………………………………………………..…………......

13

CAPÍTULO IV. METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN…………………….

14

a) Ubicación espacial y temporal………………………………………………….

14

b) Tipo de investigación……………………………………………………………

14

c) Muestra…………………………………………………………..………………..

14

d) Unidades de análisis…………………………………………………………….

14

e) Criterios de inclusión…………………………………………………………….

14

f) Criterios de exclusión…………………………………………………………….

14

g) Técnicas de recolección de datos……………………………………………..

14

h) Procesamiento y análisis…………………………………………………….....

15

Viabilidad…………………………………………………………………………….

16

Alcance……………………………………………………………………………….

16

Limitantes…………………………………………………………………………….

16

Limitaciones…………………………………………………………………………

16

CAPÍTULO V. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS…………...

17

Análisis de Resultados……………………………………………………….........

17

Discusión de Resultados…………………………………………………….........

55

CAPTULO VI: CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES………………….

60

Conclusiones……………………………………………………………………….

60

Recomendaciones…………………………………………………………………

61

Agradecimientos……………………………………………………………………

63

FUENTES DE INFORMACIÓN CONSULTADAS………………………………

64

ARTÍCULO PARA REVISTA………………………………………………………

66

ANEXOS………………………………………………………………………….....

81

  • Instrumento……………....................................................................

  • 81

  • Patrones de crecimiento infantil - OMS…………………………………..

  • 85


    RESUMEN

    Las Etnoprácticas son frecuentes en la población, algunas de alto riesgo para la salud de los niños/as. El objetivo es conocer la prevalencia del uso de Etnoprácticas, las enfermedades en que se emplean, las relaciones de éstas con el área procedencia, escolaridad, ocupación; porqué las usaron, el costo, la evolución de la enfermedad posterior a su uso y la percepción del trabajo realizado por sobadores/curanderos. Se realizó un estudio cuantitativo, descriptivo, de corte transversal sobre las Etnoprácticas empleadas por los participantes y/o el sobador/curandero en niños/as menores de 5 años en 5 centros de atención en El Salvador.

    Se encuestaron 430 participantes responsables del niño/a, 27.4% aún visita sobador/curandero, la prevalencia del uso de Etnoprácticas fue de 25.2%, destacando: la sobada 10%, toma de hierbas 6.7%, unciones 6.3%, fajero 1.9% y chinear con 0.7%. Las enfermedades en las que más se usaron fueron: mal de ojo 9.3%, empacho 8.1%, hernia 2.1%, infección 1.9%, mollera 1.4%, susto 1.4%, entre otras. Aquellos con bajo nivel de escolaridad, procedentes del área rural y amas de casa recurren a estas prácticas con mayor frecuencia y las usaron porque fueron recomendados, el costo fue gratis en su mayoría.

    La efectividad de los servicios prestados por los sobadores/curanderos genera controversia entre los participantes en cuanto a si funcionan o no. Se determinó que no hay relación entre los días que pasaron hasta consultar y la evolución de la enfermedad y que las consejerías sobre el tema en las Unidades de Salud han sido poco efectivas.

    INTRODUCCIÓN

    Las Etnoprácticas, son las formas de curación de enfermedades que se utilizaron desde la antigüedad por diversos grupos poblacionales en el país, con conocimientos adquiridos empíricamente que se fueron transmitiendo de una generación a otra. Son usadas en aquellas enfermedades a las que el saber científico no les da validez, ya que están fundamentadas en creencias a veces con características mágicas y en otras que se vieron influenciadas por aspectos religiosos establecidos como verdad por el credo dominante en la época y que aún hoy día están arraigadas como parte de las herencias tradicionales de los pueblos.

    Estas prácticas que carecen de fundamento científico, son una alternativa que tiene la población para la curación de las enfermedades que afectan a sus niños/as tengan o no una base científica, ya que se creía que solo eran usadas en enfermedades de carácter mágico-religioso, pero nuestra investigación demuestra que son usadas en todo tipo de enfermedades.

    Los sobadores/curanderos como se llaman las personas que son reconocidas en la comunidad por tener experiencia en la aplicación de Etnoprácticas, han adquirido sus conocimientos a través del observación de sus antecesores, ya que existen grupos familiares que por generaciones se han dedicados a esta labor. No obstante existen también personas que se dedican a estas actividades sin tener ningún tipo de conocimiento sobres ello, con la sola intención de lucrarse de la necesidad o desesperación de los padres ante la enfermedad de sus hijos, lo que hace aún más peligroso el uso de algunas de estas prácticas en los niños/as.

    Esta investigación descriptiva, analizó las Etnoprácticas desde la percepción de la población que hizo uso de estas previo a la consulta médica, con el fin de establecer la prevalencia que tiene el uso de estas hoy en día, así como también hacer una relación entre el nivel de escolaridad de los participantes y el uso de Etnoprácticas, también conocer si hay relación entre la ocupación de los participantes, el área de procedencia, y el uso de las Etnoprácticas.

    Algunas investigaciones cualitativas revelan importantes características sobre el uso de estos remedios tradicionales: Sevilla y Díaz, 1986; Castillo, 2011.

    La importancia de nuestro estudio radica en la necesidad de conocer la prevalencia actual de las Etnoprácticas frecuentemente usadas por la población previo a la consulta médica, trayendo a discusión aquellos aspectos fundamentales del entorno de la familias, como la educación, procedencia, ocupación, porque las usan, la evolución de la enfermedad posterior a su uso, que se dan por sentado en el ámbito del uso de estos servicios, pero que no hay datos suficientes para verificar la relaciones que existen entre estos con el uso o no de las Etnoprácticas.

    CAPÍTULO I. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

    Las Etnoprácticas en la medicina tradicional son comunes en muchas regiones del mundo, éstas se definen como el conjunto de procedimientos o rituales que son realizados con el fin de aliviar o curar una enfermedad; en El Salvador, esta es una actividad realizada con frecuencia.

    “Anteriormente se tenía la concepción que este tipo de actividades eran llevadas a cabo por la población de escasos recursos y de bajo nivel educativo, pero según los últimos datos revisados, se ha demostrado que este problema ha trascendido barreras económicas y sociales; ya que, pues cada vez es más frecuentes esta práctica en personas de mayor estrato económico y nivel educativo”. (Esperanza de Espinoza, I.C; 2005).

    Es importante señalar que los programas de salud aplicados hasta entonces (año 2010 previo a entrada en vigencia de la Reforma de Salud), dificultaban el acceso a los servicios de salud a las personas que habitan en los lugares más remotos del país. Lo que aumenta el uso de estos medios para tratar diferentes enfermedades.

    Cabe señalar que los aspectos culturales se constituyen como determinantes sociales en los procesos de salud-enfermedad, en el caso de las Etnoprácticas estos conocimientos empíricos o mágicos-religiosos han pasado de generación en generación, y estos aún continúan muy arraigados en la población. Esta situación dificulta la aplicación de ciertas intervenciones oportunas sobre la enfermedad, generando mayores complicaciones, y por ende aumento en el riesgo de mortalidad.

    Según información que data del martes 20 de Agosto del año 2002, en la publicación del Diario de Hoy, se cita: “En lo que va de año, el Hospital de Niños Benjamín Bloom confirma la muerte de cinco bebés por este tipo de prácticas. 
    Además, médicos sospechan que la muerte de otros cinco pacientes en este centro guarda una estrecha relación con este tipo de curaciones, de fuerte arraigo popular”. (El Diario de Hoy, 2002).

    Debido a esto se puede mencionar que las instituciones de salud así como educativas tienen una importante tarea en cuanto a la educación y concientización sobre la consulta oportuna tras a la identificación de signos o síntomas de alerta o de peligro en los niños/as.

    Ante estos antecedentes surge la necesidad de conocer los motivos y las causas que conllevan a que la población realice estas prácticas. Por lo tanto el estudio se enfoca en las más frecuentes Etnoprácticas y las causas que conllevan a realizarlas, más la relación que exista entre éstas y el desenlace de la morbilidad presentada.

    Este estudio se llevó acabo en las Unidades Comunitarias de Salud Familiar (UCSF) de Puerto El Triunfo y San Francisco Javier (Usulután), Rosario de Mora (San Salvador), Victoria (Cabañas) y Clínica de Emergencias de la Cruz Roja (San Salvador) durante el periodo de septiembre de 2012 a octubre de 2012.

    CAPÍTULO II. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

    MARCO TEÓRICO REFERENCIAL

    Las Etnoprácticas, son utilizadas en cerca del 50% de los países de la región latinoamericana (Berenzon-Gorn ,2006) y por diversos países alrededor del mundo, en la República de El Salvador desde tiempos remotos se utilizan estas prácticas como parte de la herencia cultural y religiosa.

    La medicina ancestral se esconde bajo las prácticas de las comunidades indígenas, en las alacenas  de las hierberas que ofrecen plantas como medicina  e incluso entre los conjuros y hechizos que realizan los brujos. Cuando un niño comienza a tener síntomas de diarrea y fiebre, muchas personas se dejan llevar por las creencias populares y visitan a un sobador antes de acudir a un centro de salud. El sobador ante un caso de diarrea opta por dos opciones: poner al niño de cabeza y darle tres golpes en los talones o succionar la parte superior de la frente”. (Fuentes y Gabarrete, 2010).

    Se deja entrever la realidad de algunas costumbres tradicionales que tienen arraigada la sociedad desde su concepción para la búsqueda de su propio fin, como lo refleja Parsons en el funcionalismo estructural, refiere que “las sociedades tienden a la autorregulación, así también como a la interrelación constante de todos sus elementos (valores, metas, funciones, prácticas, etc.). La autosuficiencia de una sociedad, está marcada por las necesidades básicas entre las que se pueden encontrar el preservar el orden social, la educación como socialización, la resolución de sus problemas como conjunto, salud, etc.”. (Parsons, 1945).

    Esta teoría supone que los individuos actúan de una manera racional seleccionando los medios más adecuados para alcanzar un fin. Cuando la sociedad a través de su estructura es capaz de establecer patrones de conducta que garantizan su equilibrio y supervivencia se trata de una sociedad funcional.

    Es de implicar el papel de los medios de comunicación, parte fundamental de toda sociedad, que muchas veces forman parte de la problemática al difundir so pretexto de libertad de expresión cuñas televisivas que aluden a algunos objetos, aceites, talismanes, aguas, etc. con propiedades milagrosas y otras veces se omite los efectos nocivos de muchas practicas o no se les da la importancia merecida. Por otro lado hay personas que no miden consecuencias y se aprovechan de las necesidades humanas básicas en este caso la salud para ofrecer estos productos mágico-religiosos, que atentan contra la salud biopsicosocial de la población.

    “En la década de los 90, el ingeniero mexicano Jesús Chaín Simón descubrió en su campo de la localidad de Querétaro una vertiente de agua y la llamó néctar crísticoastrogénico bipolar. Le atribuyó a los mayas el legado del elixir que haría tambalear a la industria farmacológica mundial y revivir a los desahuciados. Cura cualquier enfermedad, dijo y se dedicó a extraerla, procesarla, envasarla y venderla a una multitud de enfermos y desesperados en su país. Pero un año más tarde, los análisis realizados por autoridades mexicanas revelaron que se trataba de agua mineral sin ninguna propiedad medicinal, y que ni siquiera era diferente del resto de las aguas de la región. Progresivamente, los valores que alcanzaba el agua ya no tan milagrosa descendieron”. (Cortassa, C.G; 1993).

    Entonces fue así como se valoró la necesidad de buscar otros horizontes y sobretodo medios para difundir el producto y a través de ellos llevarle este producto a otras poblaciones.

    “Llegó a la Argentina, a principios de 1993; desde entonces y durante algunos meses, el .Agua de Tlacote se convirtió en tema central de buena parte de la prensa nacional, diarios, revistas, radio y televisión se hicieron eco del arribo de la panacea, y sus anunciadores se convirtieron en invitados asiduos a programas de interés general, noticieros y espacios radiofónicos. Al final corrió el silencio sobre cuáles fueron los efectos del agua de Tlacote”. (Cortassa, C.G; 1993)

    En diversos estudios se ha puesto en evidencia que la medicina tradicional, se utiliza ampliamente en las distintas regiones del mundo para el tratamiento de un importante número de enfermedades y padecimientos.

    “En África, aproximadamente 80% de la población recurre a la medicina tradicional para resolver sus problemas de salud. En Asia y Latinoamérica, las poblaciones siguen utilizando la medicina tradicional como resultado de circunstancias históricas y creencias culturales.En China, 40% de la atención sanitaria está a cargo de la medicina tradicional. Pese a que en América Latina sólo existen datos disponibles para Chile, Colombia, Bolivia y Cuba, estima que en los países latinoamericanos más de 50% de la población sigue atendiéndose y percibiendo sus problemas de salud de acuerdo con los patrones de su medicina tradicional”. (Berenzon-Gorn, 2006).

    Según un estudio realizado en El Salvador este tipo de atención se caracteriza porque “se da en un ambiente familiar, la atención es inmediata, la madre participa de el cuidado del niño, el costo es bajo, lo que se vuelve antagónico con el sistema de salud científico ya que hay que trasladarse a un nosocomio donde tienen que esperar mucho tiempo para ser atendidas, lo que podría influir en la preferencia de las Etnoprácticas a la medicina científica”. (Esperanza de Espinoza, I.C, 2005).

    Por lo tanto, al pensar en la aplicación de la reforma de salud en el país desde el año 2010, se debe tener en cuenta estas actividades como lo explica Castellano et. al: “se considera que no es posible construir modelos de salud integrales, capaces de responder a las necesidades reales de la población, que generen resultados positivos para el conjunto del colectivo social, si no se tienen en cuenta las bases culturales y el modo de vida de quienes hacen usufructo de los servicios y se establece, en definitiva, un verdadero vínculo entre saber popular y saber profesional”. (Castellano, 2010).

    El conocimiento generado a partir de la elaboración de esta investigacion permite conocer que existen motivos para explicar tanto la supervivencia de las Etnoprácticas, así como también, que aún mantengan un éxito relativo en la actualidad, donde los avances tecnológicos y científicos han obtenido resultados brillantes.

    No obstante, la medicina científica actual cada vez parece olvidar tratar al ser humano como un ser complejo, integral, biopsicosocial y espiritual; y no hace hincapié en la atención integral de la persona, la compasión, la comprensión, la empatía y no dejar de lado variados métodos con amplias raíces culturales, para la solución de los problemas de salud propios de los pueblos y así poder prevenir la asistencia a lugares que representan un peligro para la salud de las personas, buscados por éstas en su desesperación por encontrar una solución a sus problemas.

    MARCO CONCEPTUAL

    Etnoprácticas: Son un conjunto prácticas, enfoques, conocimientos y creencias sanitarias diversas que incorporan medicinas basadas en plantas, animales y/o minerales, terapias espirituales, técnicas manuales y ejercicios aplicados de forma individual o en combinación para mantener el bienestar, además de tratar, diagnosticar y prevenir las enfermedades. (Organización Mundial de la Salud, 2002).

    Sobador o Curandero: Es una denominación genérica que reciben todos los terapeutas en el ámbito de la medicina tradicional. Bajo esta designación quedan incluidos aquellos que atienden una amplia gama de padecimientos y enfermedades empleando diversos recursos y métodos diagnósticos y curativos. (Berenzon-Gorn, 2006)

    El mal de ojo: dentro del concepto del mal de ojo hay dos tipos diferentes de padecimientos. El primero de ellos se atribuye a la práctica de la brujería, en tanto que el segundo se considera de tipo accidental. El primero se manifiesta típicamente como una afección ocular en la persona afectada con gran irritación y secreción anormal. En el segundo los síntomas que presenta un niño con mal de ojo son inquietud, fiebre, llora continuamente. (Erkoreka, 2005)

    El malito: se utiliza el término en la en la medicina tradicional salvadoreña para referirse a aquellos niños recién nacidos que presentan: cansancio, color morado alrededor de labios, no agarran el pecho y frialdad en el cuerpo, entre otros síntomas. (Ministerio de Educación, 1975)

    Sobada: utilizada en la medicina tradicional para la cura de diversas enfermedades y con variaciones entre las diversas culturas, en general se recurre a unciones con agua y hojas de distintas plantas, luego de estas primeras curaciones se efectúa la sobada, que tiene el objetivo de “calentar” el cuerpo del niño y de poner en marcha los órganos del aparato digestivo. El niño es puesto en posición inclinada y la partera da pequeños golpes veloces, enérgicos y continuos sobre su espalda y los pies utilizando los lados de las manos, este modo de actuar sobre el cuerpo del paciente sirve para hacer que el “aire” acumulado dentro del cuerpo se vaya o para levantar la mollera, según sea el caso. (Ministerio de Educación, 1975).

    Susto: cuando a raíz de una fuerte impresión el niño, entra en un estado continuo de sobresalto, somnolencia, decaimiento, y debilidad general. (Ministerio de Educación, 1975).

    Toma de hierbas: son bebidas a base de hierbas que se fabrican dejando determinados plantas, a las cuales creencias culturales le atribuyen propiedades curativas, en agua por lo general caliente, para que las sustancias aromáticas y/o medicinales de la planta pasen al líquido. (Ministerio de Educación, 1975).

    Unción: preparado de consistencia densa compuesto por diversas hiervas, aceites y otra sustancias que son usados en la medicina tradicional en la que se aplica sobre la piel y que se derrite con el calor del cuerpo y cuyo principio activo debe ser absorbido por vía transcutánea. (Castillo, 2011).

    Chinear: hace referencia en la medicina tradicional, a la forma en que se cura el mal de ojo, donde la persona que le provocó el mal de ojo al niño/a tiene que chinearlo (cargarlo) en los brazos, agregado a la aplicación de otras serie de sustancias para su curación. (Ministerio de Educación, 1975).

    La mollera o caída de la mollera: el niño presenta diarrea, calentura, ojos hundidos y llanto constante; además, pierde el apetito, tiene basca y la mollera se le sume; este último signo, que da origen al nombre de la enfermedad, es uno de los indicios más relevantes para un diagnóstico acertado. (Ministerio de Educación, 1975).

    Empacho: Se da cuando la madre esté dando el pecho a su hijo y recibe una emoción fuerte; en este caso el bebé presenta vómito y diarrea y las deposiciones son de color verde y fétidas. (Ministerio de Educación, 1975).

    Centros de Atención Primaria: Se refiere al establecimiento donde se atiende a la población en un nivel asistencial sanitario. El personal y actividad asistencial del mismo puede variar de un país a otro y aún de un centro a otro. En El Salvador se hace referencia a las Unidades Comunitarias de Salud Familiar y Equipos Comunitarios de Salud Familiar, que están ubicadas como primer nivel de atención de acuerdo a la estructura del Sistema de Salud de El Salvador. (MINSAL, 2010).

    CAPÍTULO III. JUSTIFICACION Y OBJETIVOS

    JUSTIFICACIÓN

    En la actualidad las Etnoprácticas son actividades frecuentes en la población salvadoreña, sobre todo en las zonas rurales del país (cantones); no obstante, existe escasa información cuantitativa sobre la problemática.

    Algunas entidades han documentado que las “Etnoprácticas constituyen un patrón cultural muy arraigado en la idiosincrasia de la población, vista como un medio de curación para aquellas enfermedades que científicamente no existe explicación ni cura. (Esperanza de Espinoza, I.C; 2005), sin embargo, se encontró que en el país existen pocas evidencias sobre la magnitud del uso de las mismas, y se desconoce cuáles son las más frecuentes aplicadas hoy día y su relación con la evolución de la enfermedad.

    Se conocen por la voz popular algunas prácticas que no afectan en gran forma la salud, sin embargo hay otras que pueden generar riesgos para la salud de la personas. Ante ésta problemática surge la necesidad de realizar indagaciones profundas a fin de conocer las razones exactas por las cuales la población adopta la decisión de hacer uso de estos procedimientos; además, el tiempo por el cual se somete al niño/a a dichas situaciones antes de asistir a la UCSF a recibir atención médica profesional y cuáles son los procedimientos que se realizan.

    Los resultados de esta investigación pueden ser utilizados por el Ministerio de Salud a través de las UCSF para impulsar actividades destinadas a educar a la población responsable de los niños y niñas blanco de la actividad mencionada dentro de su área geográfica de influencia, aquellas personas que ofertan estos servicios sobre los riesgos potenciales sobre la salud del menor que puede tener la consulta tardía, más el procedimientos como tal y algunas sustancias utilizadas; con el fin de establecer alianzas entre los diferentes líderes comunitarios e instituciones de salud, para disminuir la frecuencia de eventos adversos relacionados a estas actividades.

    Además es de vital importancia que las universidades e instituciones formadoras de profesionales en la rama de la salud, formen a sus alumnos adecuadamente en educación para la salud, para hacer mas efectiva la atención integral e integrada de la población, pues mediante estas acciones educativas brindada por profesionales capacitados se podrá influir mejor en la población y la práctica de las medidas preventivas por parte de ésta.

    OBJETIVOS

    Objetivo General

    • Indagar sobre los tipos de Etnoprácticas más frecuentes previo a la consulta médica de niños y niñas menores de 5 años, en cinco centros de atención de El Salvador.

    Objetivos Específicos

    • Valorar las generalidades socioeconómicas de los participantes que someten a su niño/a a Etnoprácticas y las razones que los llevan a usarlas.

    • Estimar la prevalencia de los tipos de Etnoprácticas previo a la consulta médica de niños/as menores de 5 años y las enfermedades en las que son usadas.

    • Determinar si hay relación entre los días que pasaron hasta la consulta médica y la evolución de la enfermedad.

    • Conocer las Etnoprácticas más usadas directamente por los padres o responsables del niño/a y aquellas mas aplicadas por sobadores/curanderos y con qué frecuencia utiliza la población el servicio prestado por estos.

    • Indagar si existe relación entre las consejerías brindadas en ocasiones anteriores sobre Etnoprácticas en la Unidad de Salud y su efecto en cuanto a si fueron usadas o no por parte de los participantes.

    CAPÍTULO IV. METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN

    a) Ubicación espacial y temporal: el estudio se llevó acabo en las UCSF ubicadas en los siguientes municipios: Puerto el Triunfo (departamento de Usulután), San Francisco Javier (departamento de Usulután), Rosario de Mora (departamento de San Salvador), en la UCSF Victoria (departamento de Cabañas) y la clínica de Emergencias de la Cruz Roja (departamento de San Salvador) La investigación se enfocó en el período del año 2012.

    b) Tipo de investigación: cuantitativa, descriptiva y de corte transversal.

    c) Muestra: Para calcular el tamaño de la muestra se utilizó la siguiente fórmula:

    Donde: n= al tamaño de la muestra. N= tamaño de la población. Desviación estándar de la población con un valor constante de 0,5. Z= con valor del 95%. e= límite aceptable de error muestral 0.05. (Briones, 2002).

    d) Unidades de análisis: los tipos de Etnoprácticas que los padres o encargados aplican y las que deciden que se les aplique a los niños/as menores de 5 años de edad por parte de la persona que realiza tal práctica en su comunidad.

    e) Criterios de inclusión: se tomó en cuenta todos los niños y niñas menores de 5 años que asistieron a consultar acompañados de un adulto por cualquier tipo de patología y que aceptaron participar en la investigación, previa explicación de sus objetivos.

    f) Criterios de exclusión: se excluyeron a los niños y niñas menores de 5 años consultantes por control de niño sano, y a aquellos que se negaron a participar en la investigación, además de niños que consultaron mayores de 5 años.

    g) Técnicas de recolección de datos: el proceso de recolección de datos fue coordinado por los investigadores principales. Se gestionaron los acuerdos necesarios con los directores y encargados de los centros seleccionados, para poder realizar la encuesta en el tiempo disponible por los usuarios.

    Se presentó y explicó a los participantes todo lo concerniente al proceso de investigación. Los usuarios que estuvieron dispuestos a ser parte de la investigación completaron el formulario de la encuesta o respondieron verbalmente.

    Se les proporcionó el tiempo necesario para completar el instrumento o entrevista y se les brindó asistencia cuando la solicitaron. Los participantes completaron el cuestionario y entrevista en aproximadamente 10 minutos. Posteriormente los cuestionarios fueron recolectados y se procedió a agradecer a los usuarios por su participación en la investigación.

    Para el desarrollo de esta investigación se utilizó una encuesta formulada con 17 preguntas de datos generales y 13 preguntas propias de la investigación, con respuestas abiertas y cerradas las cuales fueron contestadas por las personas mayores de edad que llevaron a consulta a niños/as menores de 5 años de edad, con el propósito de poner en evidencia las prácticas desarrolladas antes de consultar al médico y el efecto que tienen éstas sobre el desarrollo de la enfermedad.

    Las encuestas fueron proporcionadas al momento de la consulta y fueron contestadas de forma voluntaria y anónima en una hoja de papel bond con 13 preguntas impresas. Referente a los padres o responsables del niño/a que no sabían leer o escribir, se procedió a la lectura de las preguntas por parte del investigador principal, quien las completó fielmente en la hoja de encuesta según la respuesta proporcionada por el participante.

    h) Procesamiento y análisis: con los formularios completados se procedió a la codificación de las variables, se construyó la estructura de la base de datos y por último se ingresó toda la información en una base de datos; el software utilizado para construir la base de datos fue Microsoft Excel.

    La base de datos construida fue trasladada al Programa Estadístico para las Ciencias Sociales (SPSS), versión 17.0 para Windows. Se procedió a analizar los datos obteniéndose las estadísticas descriptivas de las variables y prueba Binomial con una probabilidad de error de 0.05 para afirmar los resultados.

    VIABILIDAD

    El estudio fue factible debido a que se contó con la apertura por parte de los directores y encargados de los centros de salud donde se ubicó el estudio, establecimientos donde los Médicos en Servicio Social (Investigadores principales de este estudio) se desempeñaban.

    ALCANCE

    La investigación permite identificar las Etnoprácticas más frecuentemente usadas previo a la consulta médica, así como su relación con la evolución de la enfermedad. Los resultados pueden extrapolarse a los municipios de Puerto el Triunfo, San Francisco Javier, Ciudad Victoria y Rosario de Mora. Sin embargo, no podrían generalizarse para el municipio de San Salvador, debido a que la muestra fue tomada sólo de la población que asiste a la Clínica de Emergencias de la Cruz Roja Salvadoreña, y solo podrán extrapolarse a su respectiva área geográfica de influencia.

    LIMITANTES

    • El periodo para la recolección de los datos, ya que se completó en 2 meses, lo cual permitió únicamente cumplir con los objetivos trazados, pero no encontrar más hallazgos para ampliar dicha investigación.

    • Los investigadores tuvieron que limitar su tiempo de encuestas a una hora cada día, debido a que tenían que cumplir sus obligaciones laborales en las Unidades de Salud respectivas.

    LIMITACIONES

    • Sesgo en la información que se obtuvo, ya que los participantes del estudio emitieron su opinión de acuerdo a sus propias valoraciones y no hay manera de verificar que la información que brinden sea totalmente certera.

    • El tamaño de la muestra: debido a que no permite la generalización de los resultados de esta investigación al resto del país.

    CAPÍTULO V. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS

    Se realizó un estudio descriptivo en el cual la población objeto de estudio estuvo constituida por 430 personas que asistieron con niños y niñas menores de 5 años de edad que presentaban algún tipo de patología y aceptaron participar en la investigación, la cual fue realizada en las Unidades de Salud: UCSF San Francisco Javier y UCSF Puerto El Triunfo en el departamento de Usulután, UCSF Ciudad Victoria en el departamento de Cabañas, UCSF Rosario de Mora y Clínica de Emergencia Cruz Roja ambas pertenecientes al departamento de San Salvador; dicha investigación transversal fue comprendida en un periodo de septiembre a octubre de 2012.

    Resultados

    Fueron encuestados un total de 430 personas que asistieron con niños/as menores de 5 años de edad que presentaban algún tipo de patología por la cual consultaron a las Unidades de Salud: UCSF San Francisco Javier y UCSF Puerto del Triunfo en el departamento de Usulután, UCSF Ciudad Victoria en el departamento de Cabañas, UCSF Rosario de Mora y Clínica de Emergencia Cruz Roja ambas pertenecientes al departamento de San Salvador.

    Según los resultados obtenidos se observa en la tabla 1 y gráfico 1, que la mayoría de pacientes entrevistados se repartió entre la UCSF San Francisco Javier y UCSF Puerto del Triunfo con un 20% y con aproximadamente un 19% cada uno del resto de las Unidades de Salud participantes. Destacando que el porcentajes de las muestras fue similar para todas las Unidades de Salud.

    Tabla 1. Unidades de Salud participantes, 2012.

    Frecuencia

    Porcentaje

    Porcentaje válido

    Porcentaje acumulado

    Válidos

    San Francisco Javier

    90

    20.9

    20.9

    20.9

    UCSF Ciudad Victoria

    85

    19.8

    19.8

    40.7

    Cruz Roja SS

    82

    19.1

    19.1

    59.8

    Rosario de Mora

    85

    19.8

    19.8

    79.5

    UCSF Puerto El Triunfo

    88

    20.5

    20.5

    100.0

    Total

    430

    100.0

    100.0

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Gráfico 1. Unidades de salud participantes, 2012.

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Se observa en el gráfico 2 de datos generales de los participantes, que en un 82% las personas del sexo femenino son las que con mayor frecuencia llevan a consulta a los niños/as a la Unidad de Salud y un 18% masculinos, teniendo una evidente mayoría las mujeres como representante del niño/a ante las instituciones de salud.

    Además, un 81% de los participantes que consultó con los niños/as son alfabetos y un 19% analfabetos, cercano al promedio nacional de analfabetismo según el Ministerio de Educación/2012 (17.97%). En cuanto al área de procedencia un 55% refirió venir del área rural y un 45% del área urbana. El 56% de los niños traídos a consultar fue del sexo femenino y un 44% del sexo masculino, mostrando una desviación a favor del sexo femenino. La mayoría de las personas que participantes respondió que su ocupación es en un 66% ama de casa, un 19% empleados, 5% comerciantes, seguidos de otras ocupaciones con menos porcentajes.

    En cuanto al estado nutricional del niño/a, en base al índice de masa corporal obtenido por medio de graficas avaladas por la Organización Mundial de la Salud (Patrones de crecimiento infantil OMS, ver Anexos), se observó que un 54% de los niños/as presentaba un peso normal para su edad, un 24% presentaba bajo peso para su edad y un 22% se encontró con sobrepeso.

    Gráfico 2. Datos generales de los participantes.

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Al realizar la pregunta en la tabla 3 y gráfico 3, si ha dado remedio casero al niño/a antes de traerlo a la consulta, podemos observar que han contestado que No un 64.2% de la población entrevistada, mientras han contestado que Si un 35.8% del total de personas entrevistadas, correspondiendo a un total de 154 personas que de una u otra forma aún usan estas prácticas tradicionales en sus niños/as.

    Tabla 3. ¿Le ha dado usted algún remedio casero al niño/a antes de traerlo a esta consulta?

    Frecuencia

    Porcentaje

    Porcentaje válido

    Porcentaje acumulado

    Válidos

    No

    276

    64.2

    64.2

    64.2

    Si

    154

    35.8

    35.8

    100.0

    Total

    430

    100.0

    100.0

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Gráfico 3. ¿Le ha dado usted algún remedio casero al niño/a antes de traerlo a esta consulta?

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Se les preguntó a los participantes en tabla 4 y gráfico 4, cuál fue el remedio que le dieron a su niño/a, del 100% de los 154 entrevistados (que corresponde a 35.8% del total de 430 participantes) respondió que Si, un 11.4% dijo que Unción, 12.6% respondió que Toma de hiervas, un 6% refirió haberlos Automedicado. Un 4.7% de los entrevistados, aunque si le habían dado algún remedio casero, no respondieron que le habían dado, lo que hace un total de 25.2% de personas que aún usan algún tipo de Etnoprácticas, descartando aquellos que no respondieron y los que automedicaron a sus niños/as.

    Tabla 4. ¿Qué remedio casero le dió a su niño/a antes de traerlo a la consulta?

    Frecuencia

    Porcentaje

    Porcentaje válido

    Porcentaje acumulado

    Válidos

    Unción

    49

    11.4

    31.8

    31.8

    Toma de Hierbas

    54

    12.6

    35.1

    66.9

    Automedicacíon

    26

    6.0

    16.9

    83.8

    Mixto

    5

    1.2

    3.2

    87.0

    No Respondió

    20

    4.7

    13.0

    100.0

    Total

    154

    35.8

    100.0

    Perdidos

    Sistema

    276

    64.2

    Total

    430

    100.0

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Gráfico 4. ¿Qué remedio casero le dió a su niño/a antes de traerlo a la consulta?

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Del 100% de las persona entrevistadas (430) en la tabla 5 y gráfico 5, el 27.4% respondieron que si llevaron al niño/a al sobador/curandero previo a la consulta, mientras que un 72.6% de los entrevistados respondió que no lo había llevado. Estimándose la prevalencia en el uso de estos servicios por la población entrevistada en un 27.4%.

    Tabla 5. ¿Llevó a su niño/a a un sobador o curandero, antes de traerlo a esta consulta?

    Frecuencia

    Porcentaje

    Porcentaje válido

    Porcentaje acumulado

    Válidos

    No

    312

    72.6

    72.6

    72.6

    Si

    118

    27.4

    27.4

    100.0

    Total

    430

    100.0

    100.0

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Gráfico 5. ¿Llevó a su niño/a a un sobador o curandero, antes de traerlo a esta consulta?

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Según los resultados expuestos en la tabla 6 y gráfico 6, el 7.7% de la población llevó a los niño/a al sobador/curandero por mal de ojo, seguido de empacho con un 6.0 % y diarrea en un 2.1%; seguidas en pequeños porcentajes por hernia, susto, fiebre entre otras.

    Tabla 6. ¿Cúal es la enfermedad por la que usted lo llevó al sobador/ curandero?

    Frecuencia

    Porcentaje

    Porcentaje válido

    Porcentaje acumulado

    Válidos

    Mal de Ojo

    33

    7.7

    7.7

    7.7

    Empacho

    26

    6.0

    6.0

    13.7

    Diarrea

    9

    2.1

    2.1

    15.8

    Hernia

    8

    1.9

    1.9

    17.7

    Susto

    6

    1.4

    1.4

    19.1

    Fiebre

    6

    1.4

    1.4

    20.5

    Parásitos

    5

    1.2

    1.2

    21.6

    Tos

    5

    1.2

    1.2

    22.8

    Mollera

    5

    1.2

    1.2

    24.0

    Heridas

    4

    .9

    .9

    24.9

    Vómitos

    4

    .9

    .9

    25.8

    Dolor

    2

    .5

    .5

    26.3

    Manchas

    2

    .5

    .5

    26.7

    Infección

    4

    .9

    .9

    27.7

    No lo llevaron

    311

    72.3

    72.3

    100.0

    Total

    430

    100.0

    100.0

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Gráfico 6. ¿Cúal es la enfermedad por la que usted lo llevó al sobador/ curandero?

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Los datos obtenidos muestran en la tabla 7 y gráfico 7, que el 9.3% respondió que: mal de ojo fue la enfermedad que más diagnosticó, seguido de empacho con 8.1% y hernia con 2.1%, el resto se dividió en pequeños porcentajes entre: mollera, susto, parásitos, etc.

    Tabla 7. ¿Cuál fue la enfermedad que le diagnosticó el sobador/ curandero?

    Frecuencia

    Porcentaje

    Porcentaje válido

    Porcentaje acumulado

    Válidos

    Mal de Ojo

    40

    9.3

    9.3

    9.3

    Empacho

    35

    8.1

    8.1

    17.4

    Hernia

    9

    2.1

    2.1

    19.5

    Mollera

    6

    1.4

    1.4

    20.9

    Susto

    6

    1.4

    1.4

    22.3

    Parásitos

    4

    .9

    .9

    23.3

    Pulmonía

    2

    .5

    .5

    23.7

    Diarrea

    2

    .5

    .5

    24.2

    Infección

    8

    1.9

    1.9

    26.0

    Heridas

    2

    .5

    .5

    26.5

    Locura

    1

    .2

    .2

    26.7

    El Malito

    1

    .2

    .2

    27.0

    Tos

    2

    .5

    .5

    27.4

    Vitiligo

    1

    .2

    .2

    27.7

    No lo llevaron

    311

    72.3

    72.3

    100.0

    Total

    430

    100.0

    100.0

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Gráfico 7. ¿Cuál fue la enfermedad que le diagnosticó el sobador/ curandero?

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    En cuanto a la práctica utilizada por el sobador/curandero en la tabla 8 y gráfico 8: el 10% de las personas afirma que la sobada fue la Etnopráctica que realizó el sobador/curandero como parte del tratamiento a la enfermedad por la que asistieron, seguido de toma de hierbas con un 6.7% de los entrevistados, y unción con un 6.3%; seguidas por otras como medicamentos, fajero y referencia a la Unidad de Salud (se pudo constar por parte de los investigadores que de estos sobadores/curanderos que refirieron al paciente a la Unidad de Salud habían recibido algún tipo de educación de parte de personal de salud sobre estas prácticas y la referencia oportuna a la Unidad de Salud) con porcentajes menores.

    Tabla 8. ¿Cual fue el tratamiento o práctica que realizó el sobador/curandero?

    Frecuencia

    Porcentaje

    Porcentaje válido

    Porcentaje acumulado

    Válidos

    Unción

    27

    6.3

    6.3

    6.3

    Toma de Hierbas

    29

    6.7

    6.7

    13.0

    Sobada

    43

    10.0

    10.0

    23.0

    Medicamentos

    2

    .5

    .5

    23.5

    Referido US

    3

    .7

    .7

    24.2

    Fajero

    8

    1.9

    1.9

    26.0

    Chinear

    3

    .7

    .7

    26.7

    Otros

    3

    .7

    .7

    27.4

    No lo llevo

    312

    72.6

    72.6

    100.0

    Total

    430

    100.0

    100.0

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Gráfico 8. ¿Cual fue el tratamiento o práctica que realizó el sobador/curandero?

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Cuando se le preguntó a los participantes en tabla 9 y gráfico 9, sobre la evolución de la enfermedad posterior a la visita al sobador/curandero, del 27.44% que lo llevaron, 11.2 refiere que su niño/a siguió igual, 8.1% refiere que se curó, 4.9% que mejoró y un 3.5% que empeoró.

    Tabla 9. ¿Cuál ha sido la evolución de la enfermedad de su niño/a posterior al tratamiento o práctica?

    Frecuencia

    Porcentaje

    Porcentaje válido

    Porcentaje acumulado

    Válidos

    Se Curó

    35

    8.1

    8.1

    8.1

    Mejoró

    21

    4.9

    4.9

    13.0

    Siguió Igual

    48

    11.2

    11.2

    24.2

    Empeoró

    15

    3.5

    3.5

    27.7

    No lo Llevó

    311

    72.3

    72.3

    100.0

    Total

    430

    100.0

    100.0

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Gráfico 9. ¿Cuál ha sido la evolución de la enfermedad de su niño/a posterior al tratamiento o práctica?

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Según los resultados en la tabla 10 y gráfico 10, el 11.4% de la población entrevistada dice que decidieron visitar al sobador/curandero debido a que otras personas se lo habían recomendado, pudiéndose interpretar que estas prácticas aún se transmiten de generación en generación, un porcentaje menor 6.7% refiere que porque se vive cerca, además el 5.1% expresó que porque cura y finalmente una pequeña cantidad de personas (4.2%) lo hizo porque el tratamiento (Tx) de la Unidad Comunitaria de Salud Familiar (UCSF) no le funcionó.

    Tabla 10. ¿Por qué decidió usted visitar al sobador/curandero, antes de consultar en la Unidad de Salud?

    Frecuencia

    Porcentaje

    Porcentaje válido

    Porcentaje acumulado

    Válidos

    Tx UCSF no funcionó

    18

    4.2

    4.2

    4.2

    Se vive cerca

    29

    6.7

    6.7

    10.9

    Recomendado

    49

    11.4

    11.4

    22.3

    Porque Cura

    22

    5.1

    5.1

    27.4

    N/A

    312

    72.6

    72.6

    100.0

    Total

    430

    100.0

    100.0

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Gráfico 10. ¿Por qué decidió usted visitar al sobador/curandero, antes de consultar en la Unidad de Salud?

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Los resultados demuestran en la tabla 11 y gráfico 11, el 19.5% de la población manifiesta que visita el sobador/curandero con una frecuencia que se representa en la tabla con la categoría Otros, donde la población manifestó visitar con un tiempo mayor a un año, seguido de un 5.3% de los encuestados que los visita por lo menos anualmente, y seguido con pequeños porcentajes de forma mensual o semanal de la población que los visita de manera más frecuente.

    Tabla 11. ¿Con qué frecuencia visita al sobador/curandero?

    Frecuencia

    Porcentaje

    % válido

    % acumulado

    Válidos

    Semanal

    5

    1.2

    1.2

    1.2

    Mensual

    7

    1.6

    1.6

    2.8

    Anual

    23

    5.3

    5.3

    8.1

    Otros

    84

    19.5

    19.5

    27.7

    N/A

    311

    72.3

    72.3

    100.0

    Total

    430

    100.0

    100.0

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Gráfico 11. ¿Con qué frecuencia visita al sobador/curandero?

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Según los datos obtenidos en la tabla 12 y gráfico 12, el 15.3% de la población refiere que si recomendaría estas prácticas a otras personas en base a su experiencia, y un 12.3% no lo recomendaría, según ellos, dependiendo en cierto grado de los resultados obtenidos al someter a sus niños/as a estas prácticas.

    Tabla 12. ¿Con base en su experiencia, recomendaría estas prácticas que ha realizado a otras personas?

    Frecuencia

    Porcentaje

    Porcentaje válido

    Porcentaje acumulado

    Válidos

    Si

    66

    15.3

    15.3

    15.3

    No

    53

    12.3

    12.3

    27.7

    N/A

    311

    72.3

    72.3

    100.0

    Total

    430

    100.0

    100.0

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Gráfico 12. ¿Con base en su experiencia, recomendaría estas prácticas que ha realizado a otras personas?

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Se determinó, según los datos obtenidos en la tabla 13 y gráfico 13, el 6.7% de la población refiere que la visita a un sobador le costó 0 dólares, es decir fue de manera gratuita, el 4.9% refiere que 5 dólares, además el 2.6% dijo 10 dólares; seguidas de pequeños porcentajes de otras cantidades. Por lo que se puede interpretar que el costo en aquellos que si pagaron está 2 y 10 dólares.

    Tabla 13. ¿Cuánto le costó (en dólares), la visita al sobador/curandero?

    Frecuencia

    Porcentaje

    % válido

    % acumulado

    Válidos

    0

    29

    6.7

    24.4

    24.4

    1

    5

    1.2

    4.2

    28.6

    2

    15

    3.5

    12.6

    41.2

    3

    12

    2.8

    10.1

    51.3

    4

    4

    .9

    3.4

    54.6

    5

    21

    4.9

    17.6

    72.3

    6

    8

    1.9

    6.7

    79.0

    7

    2

    .5

    1.7

    80.7

    8

    2

    .5

    1.7

    82.4

    10

    11

    2.6

    9.2

    91.6

    20

    7

    1.6

    5.9

    97.5

    25

    1

    .2

    .8

    98.3

    30

    1

    .2

    .8

    99.2

    35

    1

    .2

    .8

    100.0

    Total

    119

    27.7

    100.0

    Perdidos

    Sistema

    311

    72.3

    Total

    430

    100.0

    Fuente: recolección de datos en UCSF, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Gráfico 13. ¿Cuánto le costó (en dólares), la visita al sobador/curandero?

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Los datos obtenidos reflejan en la tabla 14 y gráfico 14, el 11.5% de la población afirma que pasaron 3 días desde el momento desde que el niño/a inició los síntomas hasta que lo llevo a consultar a la Unidad de Salud, el 21% afirma que solo pasaron 2 días, mientras que un 13.4% lo llevó a los 5 días. Estando el promedio general entre 1 y 5 días.

    Tabla 14. ¿Cuántos días pasaron desde que el niño/a inicio con los síntomas hasta el momento en que lo trajo a consultar a la Unidad de Salud?

    Frecuencia

    Porcentaje

    % válido

    % acumulado

    Válidos

    1

    18

    4.2

    11.5

    11.5

    2

    33

    7.7

    21.0

    32.5

    3

    38

    8.8

    24.2

    56.7

    4

    16

    3.7

    10.2

    66.9

    5

    21

    4.9

    13.4

    80.3

    6

    4

    .9

    2.5

    82.8

    7

    5

    1.2

    3.2

    86.0

    8

    4

    .9

    2.5

    88.5

    9

    1

    .2

    .6

    89.2

    10

    10

    2.3

    6.4

    95.5

    15

    3

    .7

    1.9

    97.5

    20

    3

    .7

    1.9

    99.4

    90

    1

    .2

    .6

    100.0

    Total

    157

    36.5

    100.0

    Perdidos

    Sistema

    273

    63.5

    Total

    430

    100.0

    Fuente: recolección de datos en UCSF, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Gráfico 14. ¿Cuántos días pasaron desde que el niño/a inicio con los síntomas hasta el momento en que lo trajo a consultar a la Unidad de Salud?

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Los datos obtenidos en tabla 15 y gráfico 15, el 92.8% de la participantes refiere que si su niño/a enfermara nuevamente lo llevarían a consultar a la Unidad de Salud, y solamente el 4% de la población lo llevaría inicialmente donde un sobador/curandero.

    Tabla 15. ¿Dónde llevaría inicialmente a su niño/a si enferma nuevamente?

    Frecuencia

    Porcentaje

    % válido

    % acumulado

    Unidad de Salud

    399

    92.8

    92.8

    92.8

    Sobador/Curandero

    17

    4.0

    4.0

    96.7

    Otros

    10

    2.3

    2.3

    99.1

    Remedio casero

    4

    .9

    .9

    100.0

    Total

    430

    100.0

    100.0

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Gráfico 15. ¿Dónde llevaría inicialmente a su niño/a si enferma nuevamente?

    Fuente: recolección de datos en UCSF, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Al observar los resultados obtenidos en la tabla 16 y el grafico 16, el 57.2% de la población refiere que si le han explicado en la Unidad de Salud sobre los riesgos de algunas prácticas de los sobadores o curanderos, sin embargo se refleja un 42.8% restante que no le han informado sobre este tipo de riesgos.

    Tabla 16. ¿Le han explicado en la Unidad de Salud sobre los riesgos de algunas prácticas que realizan los sobadores/curanderos, sobre el uso de remedios caseros?

    Frecuencia

    Porcentaje

    % válido

    % acumulado

    Válidos

    No

    184

    42.8

    42.8

    42.8

    Si

    246

    57.2

    57.2

    100.0

    Total

    430

    100.0

    100.0

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Gráfico 16. ¿Le han explicado en la Unidad de Salud sobre los riesgos de algunas prácticas que realizan los sobadores/curanderos, sobre el uso de remedios caseros?

    Fuente: recolección de datos en UCSF, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    En los resultados obtenidos, en la tabla 17, se demuestra que según los resultados de la prueba binomial y con una probabilidad de error menor 0.05, si existe una relación entre la evolución de la enfermedad y los tipos de Etnoprácticas utilizadas, ya un 40.3% refirió que dependiendo de la Etnoprácticas usada el niño/a siguió igual sumado a un 12.6% que empeoró siendo percibidas en 52.9% entre ambas como inefectivas por parte de los participantes. Mientras que en total 47% refiere que se curó o mejoró.

    Tabla 17. ¿Hay relación entre la evolución de la enfermedad y tipos de Etnoprácticas previo a la consulta médica?

    ¿Cuál ha sido la evolución de la enfermedad de su niño/a posterior al tratamiento o práctica?

    Total

    Se Curó

    Mejoró

    Siguió Igual

    Empeoró

    ¿Cuál fue el tratamiento o práctica que realizó el sobador?

    Unción

    11.8%

    3.4%

    5.9%

    1.7%

    22.7%

    Toma de Hierbas

    6.7%

    6.7%

    8.4%

    2.5%

    24.4%

    Sobada

    8.4%

    6.7%

    14.3%

    6.7%

    36.1%

    Medicamentos

    .8%

    .8%

    1.7%

    Referido US

    2.5%

    2.5%

    Fajero

    6.7%

    6.7%

    Chinear

    1.7%

    .8%

    2.5%

    Otros

    .8%

    .8%

    .8%

    2.5%

    No lo llevó

    .8%

    .8%

    Total

    29.4%

    17.6%

    40.3%

    12.6%

    100.0%

    Valor

    gl

    Sig. asintótica bilateral

    Chi-cuadrado de Pearson

    36.681a

    24

    .047

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Se demuestra según los datos obtenidos en el gráfico 18, de acuerdo a la prueba binomial y con un probabilidad de error menor de 0.05, sí existe una relación, ya que se espera que a mayor nivel de escolaridad haya un menor uso de Etnoprácticas y como vemos en el gráfico, a medida que aumenta el grado de escolaridad, disminuye de manera significativa el uso de Etnoprácticas.

    Tabla 18. ¿Existe relación entre grado de escolaridad y uso de Etnoprácticas?

    ¿Llevó a su niño/a a un sobador/curandero, antes de traerlo a ésta consulta?

    Total

    No

    Si

    Escolaridad

    Analfabeto

    7.0%

    5.1%

    12.1%

    1

    4.0%

    .7%

    4.7%

    2

    4.7%

    2.1%

    6.7%

    3

    5.3%

    2.6%

    7.9%

    4

    4.7%

    3.3%

    7.9%

    5

    4.0%

    2.3%

    6.3%

    6

    8.8%

    3.5%

    12.3%

    7

    4.4%

    .9%

    5.3%

    8

    3.7%

    1.6%

    5.3%

    9

    14.2%

    3.0%

    17.2%

    Bachiller

    9.8%

    1.9%

    11.6%

    Superior

    2.1%

    .5%

    2.6%

    Total

    72.6%

    27.4%

    100.0%

    Valor

    gl

    Sig. asintótica bilateral

    Chi-cuadrado de Pearson

    21.071a

    11

    .033

    Fuente: recolección de datos en UCSF, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    De acuerdo a los datos obtenidos, en el gráfico 19, si hay una relación entre la procedencia urbana o rural y el uso de estas Etnoprácticas, ya que se espera que las personas del área rural por diferentes razones en cierto modo de carácter tradicional, utilicen mas este tipo de prácticas, y como se observa en el grafico un 18.6% del participantes del área rural contra un 8.8% del área urbana manifestaron usarlas.

    Tabla 19. ¿Existe relación entre procedencia y uso de Etnoprácticas?

    ¿Llevó a su niño/a a un sobador/curandero, antes de traerlo a ésta consulta?

    Total

    No

    Si

    Procedencia

    Urbano

    36.5%

    8.8%

    45.3%

    Rural

    36.0%

    18.6%

    54.7%

    Total

    72.6%

    27.4%

    100.0%

    Valor

    Gl

    Sig. asintótica (bilateral)

    Chi-cuadrado de Pearson

    11.339a

    1

    .001

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Según los datos obtenidos en la Tabla 20, no existe relación entre el estado civil y el uso de las Etnoprácticas, ya que independientemente de si están casados, solteros, acompañados, etc. siempre usan las Etnoprácticas. Cabe destacar que aunque el estado civil acompañado refleja un porcentaje de 16% que si usaron estas prácticas no es significativo debido a que este estado es el que mayor refirieron los participantes al momento de contestar sobre este ítem en la encuesta, por lo tanto el mayor porcentaje se debe a la mayor cantidad de participantes con este estado civil.

    Tabla 20. ¿Existe relación entre estado civil y uso de Etnoprácticas?

    ¿Llevó a su niño/a a un sobador/curandero, antes de traerlo a ésta consulta?

    Total

    No

    Si

    Estado Civil

    Casado/a

    18.1%

    7.2%

    25.3%

    Soltero/a

    9.8%

    3.7%

    13.5%

    Acompañado/a

    42.3%

    16.0%

    58.4%

    Divorciado/a

    .9%

    .9%

    Viudo/a

    .5%

    .5%

    .9%

    Otros

    .9%

    .9%

    Total

    72.6%

    27.4%

    100.0%

    Valor

    gl

    Sig. asintótica bilateral

    Chi-cuadrado de Pearson

    4.103a

    5

    .535

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    En los datos obtenidos en la tabla 21, se demuestra que no hay relación entre el sexo del responsable del niño/a y el uso de Etnoprácticas, ya que aunque un 22.8% de las personas del sexo femenino refleja que usaron estas prácticas, se debe a que también corresponden a la mayoría de los participantes un 82%.

    Tabla 21. ¿Existe relación entre el sexo del responsable niño/a y el uso de Etnoprácticas?

    ¿Llevó a su niño/a a un sobador/curandero, antes de traerlo a ésta consulta?

    Total

    No

    Si

    Sexo

    Masculino

    13.3%

    4.7%

    17.9%

    Femenino

    59.3%

    22.8%

    82.1%

    Total

    72.6%

    27.4%

    100.0%

    Valor

    gl

    Sig. asintótica bilateral

    Chi-cuadrado de Pearson

    .101a

    1

    .750

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Según los resultados obtenidos en la tabla 22, refleja que no existe relación entre el estado nutricional de los niños/as y si estos fueron expuestos a Etnoprácticas, ya que los valores se corresponden en sus porcentajes de acuerdo a la cantidad de participantes y el estado nutricional que tienen

    Tabla 22. ¿Existe relación entre estado nutricional y uso de Etnoprácticas?

    ¿Llevó a su niño/a a un sobador/curandero, antes de traerlo a ésta consulta?

    Total

    No

    Si

    Estado nutricional

    Bajo Peso

    16.5%

    7.7%

    24.2%

    Normal

    39.8%

    14.2%

    54.0%

    Riesgo de Sobrepeso

    9.8%

    4.4%

    14.2%

    Sobrepeso

    6.5%

    1.2%

    7.7%

    Total

    72.6%

    27.4%

    100.0%

    Valor

    gl

    Sig. asintótica bilateral

    Chi-cuadrado de Pearson

    4.039a

    3

    .257

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Según los resultados observados en la tabla 23, con la prueba binomial y una probabilidad de error menor de 0.05, existe una relación entre el sexo del niño/a y el uso de Etnoprácticas, ya que un 17.4% de los expuestos a estas prácticas eran del sexo femenino y 10% del sexo masculino, lo que refleja que las niñas son de cierto modo más susceptibles a la aplicación de las Etnoprácticas por parte de sus responsables.

    Tabla 23. ¿Existe relación entre sexo del niño/a y uso de Etnoprácticas?

    ¿Llevó a su niño/a a un sobador/curandero, antes de traerlo a ésta consulta?

    Total

    No

    Si

    Sexo Niño/a

    Masculino

    34.4%

    10.0%

    44.4%

    Femenino

    38.1%

    17.4%

    55.6%

    Total

    72.6%

    27.4%

    100.0%

    Valor

    gl

    Sig. asintótica bilateral

    Chi-cuadrado de Pearson

    4.193a

    1

    .041

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Según los datos que se obtuvieron en la tabla 24, se refleja que con un 19.3% las amas de casa son las que más utilizan Etnoprácticas, y son estas las que en su mayoría llevaron a sus niños/as a consultar a Unidad de Salud (66%). (Tabla 24).

    Tabla 24. ¿Existe relación entre ocupación y uso de Etnoprácticas?

    ¿Llevó a su niño/a a un sobador /curandero, antes de traerlo a ésta consulta?

    Total

    No

    Si

    Ocupación

    Agricultor

    1.6%

    1.6%

    3.3%

    Albañil

    1.2%

    .5%

    1.6%

    Ama de Casa

    46.7%

    19.3%

    66.0%

    Comerciante

    3.5%

    1.6%

    5.1%

    Empleado

    15.8%

    2.8%

    18.6%

    Estudiante

    .9%

    .2%

    1.2%

    indigente

    .2%

    .2%

    Jornalero

    2.3%

    1.4%

    3.7%

    n/r

    .2%

    .2%

    Total

    72.6%

    27.4%

    100.0%

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Según los datos que se obtuvieron en la tabla 25, no existe una relación entre los días que pasaron y la evolución de la enfermedad, debido a que el mayor rango de empeoró o siguió igual está entre los días 2 y 5 hasta la consulta, quedando con menos porcentaje los días mayores donde se esperaba que hubiese mayor riesgo de complicación.

    Tabla 25. ¿Existe relación entre días que pasaron hasta consultar y evolución de enfermedad?

    ¿Cuál ha sido la evolución de la enfermedad de su niño/a posterior al tratamiento o práctica?

    Total

    Se Curó

    Mejoró

    Siguió Igual

    Empeoró

    ¿Cuántos días pasaron desde que el niño/a inició con los síntomas hasta consultar a la Unidad de Salud?

    1

    2.5%

    .8%

    4.2%

    7.6%

    2

    5.0%

    2.5%

    5.0%

    2.5%

    15.1%

    3

    3.4%

    7.6%

    11.8%

    1.7%

    24.4%

    4

    2.5%

    2.5%

    3.4%

    3.4%

    11.8%

    5

    4.2%

    1.7%

    7.6%

    3.4%

    16.8%

    6

    .8%

    1.7%

    .8%

    3.4%

    7

    3.4%

    3.4%

    8

    1.7%

    .8%

    .8%

    3.4%

    10

    5.9%

    1.7%

    .8%

    8.4%

    15

    1.7%

    .8%

    2.5%

    20

    1.7%

    .8%

    2.5%

    90

    .8%

    .8%

    Total

    29.4%

    17.6%

    40.3%

    12.6%

    100.0%

    Valor

    Gl

    Sig. asintótica bilateral

    Chi-cuadrado de Pearson

    40.195a

    33

    .182

    Fuente: recolección datos en UCSF, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Según los resultados obtenidos en la tabla 26, no existe relación entre sí recibió consejería en Unidad de Salud y si expuso a su niño/a a Etnoprácticas, ya que de un 57.2% de los que recibió la consejería un 15.6% refirió haber usado Etnoprácticas en su niño/a y del 42.8% de los que no recibieron la consejería un 11.9% fueron los que la usaron en sus hijos, por lo tanto fueron más los que recibieron la consejería y aún así usaron estas prácticas.

    Tabla 26. ¿Existe relación entre consejería en Unidad de salud y uso de Etnoprácticas?

    ¿Llevó a su niño/a a un sobador/curandero, antes de traerlo a ésta consulta?

    Total

    No

    Si

    ¿Le han explicado en la Unida de salud sobre los riesgos de algunas prácticas que realizan el sobador/curandero o del uso de remedios caseros?

    No

    30.9%

    11.9%

    42.8%

    Si

    41.6%

    15.6%

    57.2%

    Total

    72.6%

    27.4%

    100.0%

    Valor

    gl

    Sig. asintótica bilateral

    Chi-cuadrado de Pearson

    .012a

    1

    .912

    Fuente: recolección de datos en UCSF, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    De acuerdo a los datos obtenidos en la tabla 27, el primer y segundo hijo son los más expuestos a Etnoprácticas con un 36% y 30.2% respectivamente, esto puede deberse a patrones culturales donde las madres o padres tienden a probar unas u otras prácticas en sus primeros niños/as y de no funcionar según su percepción, ya no se sigue usando en los siguientes.

    Tabla 27. ¿Cuál hijo es en el que más frecuentemente se usan Etnoprácticas?

    Frecuencia

    Porcentaje

    Porcentaje válido

    Porcentaje acumulado

    Válidos

    1

    155

    36.0

    36.0

    36.0

    2

    130

    30.2

    30.2

    66.3

    3

    71

    16.5

    16.5

    82.8

    4

    38

    8.8

    8.8

    91.6

    5

    25

    5.8

    5.8

    97.4

    6

    1

    .2

    .2

    97.7

    7

    8

    1.9

    1.9

    99.5

    8

    1

    .2

    .2

    99.8

    9

    1

    .2

    .2

    100.0

    Total

    430

    100.0

    100.0

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Discusión

    A pesar de la puesta en práctica de la Reforma de Salud, en el año 2010, donde se pretende llevar la salud más cerca de la población, poniendo énfasis en la prevención y promoción de la salud y colocando el primer nivel de atención como la puerta de entrada de la población al sistema de salud, con objetivos tales como disminuir indicadores de morbimortalidad relevancia tanto nacional como internacional, aún hoy en día hay un porcentaje significativo de la población que hace uso de Etnoprácticas directamente o a través de sobadores/curanderos.

    El sistema de salud a través de su personal y sobre todo los promotores de salud se esfuerzan por llevar la educación en salud a los sectores más apartados sobre todo áreas rurales donde es más común el uso de las Etnoprácticas, según revelan los resultados de nuestra investigación donde un 18.6% (Tabla 19) de los participantes del área rural aún usan este tipo de prácticas.

    Las Etnoprácticas fueron aplicadas como parte de los servicios que prestan sobadores/curanderos a los cuales acude la población como primera instancia por la enfermedad de su niño/a, según los resultados obtenidos hasta un 27.4% (Tabla 5 y Gráfico 5) o por los propios participantes 25.2%, estos lo hacen la mayoría de las veces de acuerdo a los resultados: recomendados por algún vecino, familiar, etc. 11.4%, porque vive cerca 6.7%, porque cura 5.1% y destacando 4.2% porque el tratamiento de la Unidad de Salud no funcionó, lo que demuestra lo arraigado que está en la cultura el uso de estos servicios, muchas veces en detrimento de los servicios de salud oficiales, quienes quedan en segundo plano.

    Aunque ninguno de los participantes manifestó el costo o la lentitud en la atención en la Unidad de Salud como motivo para someter a sus niños/as a estas prácticas, se observa que la mayoría (24.4%) respondió que no pagaron ningún costo por el uso de estos servicios, estando el rango de costos de los que si pagaron entre 2 y 10 dólares.

    Tal como lo revelan los datos obtenidos, donde la mayoría (19.5%), dijo hacer uso de estos servicios aproximadamente 5 veces al año o más bien cada vez que su niño/a enferma.

    Otro de nuestros datos destaca que 15.3% de los participantes recomendarían a otras personas estas prácticas, frente a un 12.3% que no, por lo que de una u otra forma se mantiene viva la tradición en el uso de la Etnoprácticas.

    En muchas regiones del país se ven las Etnoprácticas como la opción primordial para la curación de sus enfermedades, algunas no reconocidas por la medicina actual, así como para protegerse o prevenir ciertas enfermedades de carácter mágico-religioso que aún se encuentran arraigados en la población y a las que, según sus creencias transmitidas culturalmente, pueden estar expuestos.

    Siendo las más comunes (Tabla 6 y 7): mal de ojo (9.3%), empacho (8.1%), susto (1.4%), mollera (1.4%), entre otras que si son reconocidas por la medicina actual como: diarreas (2.1%), hernia (1.9%), fiebre (1.4%), etc.; siendo todas estas enfermedades que reconocidas o no, de cierto modo pueden ser de riesgo y generar complicaciones en la salud del niño/a.

    Los tabúes encontrados al revisar diferentes estudios, coincidieron con los resultados de esta investigación. Tabúes que se desarrollan en un entorno mágico-cultural con antecedentes religiosos, en el que se encuentran las causas, efectos y tratamientos para cada uno de estos males.

    Se estimó en el 35.8% de los participantes que respondieron que sí habían usado algún tipo de remedio casero y/o práctica tradicional en su niño/a, una prevalencia del 25.2% (Tabla 4) que aún utiliza Etnoprácticas, lográndose determinar que entre las más frecuentes usadas por la población se encuentran: toma de hiervas 12.6%, unciones 11.4%, y aquellos que mezclaron Etnoprácticas con automedicación 1.2% (Tabla 4).

    La importancia que tiene para la población la figura del sobador/curandero se destaca con el 27.4% de la población que aún usa sus servicios, al tratar de conocer las Etnoprácticas más usadas por estos se estimaron como las más frecuentes: sobada 10%, toma de hiervas 6.7%, unciones 6.3%, fajero 1.9% (Tabla 8), lo que se relaciona con los cuadros por los cuales fueron llevados: mal de ojo, empacho, mollera, hernia, etc.

    Cabe mencionar que los investigadores pudieron encontrar al indagar a los participantes, que uno de estos sobadores/curanderos, tiene algún tipo de educación por parte del personal de salud en cuanto a la gravedad de algunas enfermedades y la referencia oportuna a centro de atención primaria, por lo que se puede deducir que la educación continua a estas personas llegaría a ser una herramienta eficaz para evitar complicaciones en los niños/as.

    La percepción que tiene la población de la efectividad de los servicios prestados por los sobadores/curanderos es controvertida ya que la mayoría de los participantes refiere que su niño/a se siguió igual o empeoró con la practica recibida y un porcentaje levemente menor refirió que se curó o mejoró posterior al tratamiento, sin embargo aquellos que mostraron curación o mejoría fueron traídos a consultar a la Unidad de Salud, lo que demuestra que aunque el método sea de cierta manera efectivo, la población lo ve con cierta desconfianza, por lo que deciden llevarlo a la Unidad de Salud, suponiendo que para confirmar el buen estado de salud de su niño/a.

    Se determinó en nuestros resultados que los participantes en un 92.8% respondieron que si su niño/a enferma nuevamente lo llevaría a la Unidad de Salud frente a solo un 4.9% que le daría remedios caseros o lo llevaría donde un sobador/curandero, estos datos incluyen a los participantes que no habían usado Etnoprácticas, no obstante se esperaba que una mayor cantidad de los participantes o por lo menos un porcentaje similar a los que habían usado las Etnoprácticas, en una posterior consulta su primera opción sería el sobador o curandero o el uso de remedios caseros, pero no fue así.

    Esto podría ser debido a que la presencia de los investigadores generó cierto temor en los participantes a preferir el uso de estas prácticas en lugar de los servicios de salud, generando una limitante.

    El grado de escolaridad, según se determinó, si tiene una relación con el uso de Etnoprácticas, ya que entre menor es el nivel de escolaridad más común es el uso de estas, sobre todo en aquellas personas analfabetas. Además se refleja que con un 19.3% las amas de casa son las que más utilizan Etnoprácticas, por lo que sería la población del sexo femenino la más importante a intervenir con educación para la salud para que se tenga mayor conocimiento sobre el peligro de algunas de estas prácticas.

    También se pudo determinar que existe una relación entre el sexo del niño/a y el uso de Etnoprácticas, ya que un 17.4% de los expuestos a estas prácticas eran del sexo femenino y 10% del sexo masculino, lo que refleja que las niñas son de cierto modo más susceptibles a la aplicación de las Etnoprácticas por parte de sus responsables. En cuanto al estado civil del participante, su sexo, el estado nutricional del niño/a, no hay relación con el uso de Etnoprácticas.

    No se encontró ninguna relación entre los días que pasaron antes de consultar a la Unidad de Salud y la evolución de la enfermedad, debido a que se esperaba que entre más días pasaran sin consultar empeore o cuando menos siga igual el estado del salud del niño/a.

    Si se observa en los datos obtenidos el mayor rango de empeoramiento o siguió igual está entre los días 2 y 5 hasta la consulta, quedando con menos porcentaje los días mayores donde se esperaba que hubiese mayor riesgo de complicación, así que las complicaciones podrían verse sobretodo con algunos tipos de Etnoprácticas en especial aquellas con riesgo de provocar intoxicaciones o hemorragias cerebrales.

    La consejería en la Unidad de Salud sobre este tema, no tuvo mayor relevancia para que los participantes expusieran o no a su niño/a a Etnoprácticas, debido a que la que mayoría recibieron la consejería y aún así usaron estas prácticas.

    Esto demuestra lo arraigado que están en la población estas prácticas tradicionales, lo que hace necesario la inclusión al momento de educar a la población, de los proveedores de estos servicios así como a los responsables del niño/a, con énfasis en las madres que son las que más hicieron uso de estos servicios.

    De acuerdo a los datos obtenidos el primer y segundo hijo son los más expuestos a Etnoprácticas, esto puede deberse a patrones culturales donde las madres o padres tienden a probar unas u otras prácticas en sus primeros niños/as y de no funcionar según su percepción, ya no se sigue usando en los siguientes.

    La población por las diversas razones explicadas se ve tentada a buscar estos servicios para recuperar la salud de sus niños/as una vez que enferman o en ocasiones para prevenir algunas enfermedades sin explicación científica con métodos no avalados científicamente.

    Estas prácticas exponen a los niños/as a riesgos que pueden desencadenar en eventos fatales, por lo que es necesario tener en Unidades de Salud personal capacitado en estos aspectos que eduquen a la población sobre los peligros de algunas de estas prácticas. Además, se requiere ofrecer atención integral a las familias porque sus características están fuertemente relacionadas, no sólo a los procesos generadores de enfermedad sino también a las opciones de tratamiento y su recuperación, por lo que a mayor conocimiento de los problemas más efectivas serán las medidas de promoción y prevención.

    CAPITULO VI: CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

    CONCLUSIONES

    De acuerdo a los resultados obtenidos en la investigación se concluye que:

    • Con respecto a las generalidades de las personas que utilizan Etnoprácticas, los participantes del sexo femenino, amas de casa, del área rural son las que más utilizan Etnoprácticas o los servicios de sobadores/curanderos. Además, aquellas personas con bajo nivel educativo y socioeconómico son las que más frecuentemente utilizan estos remedios tradicionales. Se observa que la mayoría de las veces las personas que usan estas prácticas son recomendadas; otras razones son porque vive cerca, y en menor grado porque cura y porque el tratamiento de la Unidad de Salud no funcionó. Lo que demuestra el marcado arraigo popular de estas prácticas.

    • En lo referente a los tipos de Etnoprácticas más frecuentes usadas por la población en estudio, a través de sobadores/curanderos, en niños y niñas menores de 5 años de edad son en orden de frecuencia aquellas conocidas como: la sobada 10%, toma de hierbas 6.7%, unciones 6.3%, fajero 1.9% y chinear con 0.7%. Las enfermedades en las que más se usaron fueron: mal de ojo (9.3%), empacho (8.1%), susto (1.4%), mollera (1.4%), entre otras como: diarreas (2.1%), hernia (1.9%), fiebre (1.4%). Lo que demuestra la amplitud en la variedad de enfermedades cubiertas por los proveedores de estos servicios o prácticas.

    • Se determinó según los resultados obtenidos que no hay relación entre los días que pasaron hasta consultar y la evolución de la enfermedad, lo que demuestra que este aspecto está más relacionado con el tipo de Etnopráctica utilizada y no con los días que pasen hasta la consulta médica.

    • Al indagar sobre las Etnoprácticas más empleadas por parte de los sobadores/curanderos en lo niños/as que le fueron llevados, se encontró: sobada, toma de hierbas, aplicación de unciones, fajeros, chinear; entre otros que utilizan medicamentos.

    • Entre las más usadas directamente por los participantes están: toma de hierbas, unciones, mezcla de Etnoprácticas con automedicación, aunque no se preguntó directamente algunos refirieron automedicación. Aproximadamente un 19.5% de los participantes, dijo hacer uso del servicio prestado por sobadores/curanderos aproximadamente 5 veces al año o más bien cada vez que su niño/a enferma. Se destaca que aquellas Etnoprácticas que más generan complicaciones como la sobada, son exclusivamente aplicadas por sobadores/curanderos.

    • Se demostró que la consejería brindada en la Unidad de Salud sobre el peligro de algunas Etnoprácticas, no tuvieron el efecto deseado en la prevención del uso de éstas por parte de los que la recibieron, ya que la mayoría de los participantes recibió consejería sobre los peligros de algunas Etnoprácticas en la Unidad de Salud y aún así las usaron, lo que resalta la necesidad de hacer más efectivas las consejerías brindadas.

    RECOMENDACIONES

    Al Ministerio de Salud - MINSAL:

    • Capacitar al personal de salud, en especial a los promotores de salud, en aspectos relevantes en el ámbito de las Etnoprácticas así como las enfermedades en las que son aplicadas, para que con un mayor conocimiento puedan convencer a la población de la importancia asistir primeramente a la Unidad de Salud, antes de aplicar un remedio casero o asistir a un sobador/curandero.

    • La capacitación continua y sistemática y control de las personas que ofrecen estos servicios (sobador/curandero) en la comunidad, para que puedan discernir entre enfermedades que se pueden tratar con algunas Etnoprácticas sin riesgo y aquellas que son nocivas para la salud del niño/a y que pueden generar una complicación y así lograr una referencia oportuna a la Unidad de Salud más cercana.

    A las Unidades Comunitarias de Salud Familiar (UCSF) y Equipos Comunitarios de Salud (ECOS):

    • Continuar con las consejerías sobre los peligros de algunas de estas prácticas en las Unidades de Salud, pero antes se debe hacer un análisis sobre estas consejerías para encontrar debilidades y fortalecerlas y mejorar aspectos fundamentales en la promoción de la salud, a la hora de brindar estas charlas para que tengan un mayor efecto en la población.

    • Promover entre el personal de salud el respeto a las tradiciones o creencias culturales de la población, sobre todo aquellas relacionadas con el ámbito de la salud, con el fin de establecer una relación armoniosa, donde ambos tanto personal de salud como población estén dispuestas a ceder, los primeros reconocer y respetar aquellas prácticas que no representan mayor peligro para la salud y los segundos evitar aquellas que si son un riesgo para la salud de los niños/as, con el fin de lograr el bien común.

    • Ofrecer atención integral a las familias porque sus características están fuertemente relacionadas, no sólo al proceso generador de la enfermedad, sea esta de carácter científico o con base en creencias populares, sino que también a su recuperación y a las opciones a elegir al momento de buscar un tratamiento. Considerar que las intervenciones preventivas y promocionales en salud, tienen más éxito cuando incorporan a la familia dentro de sus acciones, dado que ésta es el entorno elemental para inculcarlos a realizar cambios.

    • Proporcionar un ambiente que integre a la familia en la promoción de la salud y prevención, así como establecer una armoniosa colaboración entre las Unidades de Salud y los sobadores/curanderos, esto puede ser posible sin inversión de grandes recursos y se logran exitosos resultados, por el bien de la población.

    A las Universidades y demás entidades formadoras de recursos humanos para la salud en el país.

    • Fortalecer en sus estudiantes con el conocimiento de los aspectos relacionados con las prácticas y costumbres tradicionales de la población en el ámbito de la salud que no representen un peligro para ésta, a través de la inclusión en su plan de estudios de materias relacionadas con la temática de la Etnoprácticas y estimularlos a respetarlas.

    • Se sugiere que las entidades educativas diseñen propuestas de capacitación formal donde se incluya la temática sobre las costumbres y tradiciones de la población salvadoreña en el área de la salud, a nivel de diplomados en salud familiar, considerando que la mayoría de los estudiantes que realizan su servicio social estarán en contacto directo con éstas.

    Agradecimientos

    A Dios por permitirnos culminar con éxito nuestra investigación.

    Directores y encargados de las UCSF donde se realizó la investigación.

    Asesora metodología: Dra. Cristina Juárez de Amaya.

    Asesor estadístico: Ing. Francisco Leopoldo Merino.

    Todas las personas participantes que gentilmente colaboraron en responder nuestras encuestas.

    FUENTES DE INFORMACIÓN CONSULTADAS

    • Castellano, G.S. Creencias populares en torno a la salud materna y el modelo asistencial predominante. Revista de Salud Pública, Cap. 2:32-46, Uruguay, diciembre 2010.

    • Castillo Marroquín, C.B. Medicina tradicional entre los indígenas de Izalco, Sonsonate, El Salvador. Marzo 2011. Págs. 15-35.

    • Cortassa, C.G. (2005). Ciencia, seudociencia y creencias populares en medicina. (En línea). Recuperado Septiembre 5, 2012. Disponible en: http://www.projetoradix.com.br/arq_artigo/cs/III_16.pdf

    • El Diario de Hoy. (2002). Etnoprácticas, matan tanto como el dengue. (En línea). Recuperado septiembre 5, 2012. Disponible en: http://www.elsalvador.com/noticias/2002/8/20/nacional/nacio9.html

    • Erkoreka, Anton. (2005). Mal de ojo: una creencia supersticiosa remota, compleja, y aún viva. (En línea). Recuperado Septiembre 5, 2012. Disponible en: http://www.bizkaia.ehu.es/p209-shmhmco/es/contenidos/informacion/mhm_otras_publicaciones/es_otras_pu/adjuntos/Erkoreka,_A._Mal_de_ojo,_creencia_aún_viva._Munibe_2005,_57,_391-400.pdf

    • Fuentes, R; Gabarrete, J. (2010). El anonimato de una medicina milenaria. (En línea). Recuperado Septiembre 5, 2012. Disponible en: http://www.uca.edu.sv/virtual/comunica/index.php?option=com_content&view=article&id=587:el-anonimato-de-una-medicina-milenaria&catid=36:salud&Itemid=131

    • La prensa gráfica (2011). El valor de la vida. Recuperado: Septiembre 5, 2012. (En línea). Disponible en: http://www.laprensagrafica.com/opinion/editorial/167864-el-valor-de-la-vida.html

    • Ministerio de Educación. Investigación del patrimonio cultural/Sonsonate. Primera edición. Dirección de publicaciones Ministerio de Educación, San Salvador, 1975. Págs. 40-46. Biblioteca del Museo David J. Guzmán, San Salvador, El Salvador.

    • Organización Mundial de la Salud. Estrategia de la OMS sobre medicina tradicional 2002-2005. Ginebra: Organización Mundial de la Salud, 2002. Anexos 2. (En línea). Recuperado Septiembre 5, 2012. Disponible en: http://www.lachealthsys.org/index.php?option=com_docman&task=doc_download&gid=130.

    ARTÍCULO PARA REVISTA

    ETNOPRÁCTICAS FRECUENTES PREVIO A CONSULTA MÉDICA DE NIÑOS/AS MENORES DE 5 AÑOS, EN CINCO CENTROS DE ATENCIÓN EN EL SALVADOR.

    Trejos Bustamante, Y.R; Méndez Aparicio, E.E; Rivas Henríquez, H; Rodríguez Albanés, C.A; Zaldaña Deras, E; Amaya Molina, M.A.

    RESUMEN EJECUTIVO

    Las Etnoprácticas son frecuentes en la población, algunas de alto riesgo para la salud de los niños/as. El objetivo es conocer la prevalencia del uso de Etnoprácticas, las enfermedades en que se emplean, las relaciones de éstas con el área procedencia, escolaridad, ocupación; porqué las usaron, el costo, la evolución de la enfermedad posterior a su uso y la percepción del trabajo realizado por sobadores/curanderos. Se realizó un estudio cuantitativo, descriptivo, de corte transversal sobre las Etnoprácticas empleadas por los participantes y/o el sobador/curandero en niños/as menores de 5 años en 5 centros de atención en El Salvador. Se encuestaron 430 participantes responsables del niño/a, 27.4% aún visita sobador/curandero, la prevalencia del uso de Etnoprácticas fue de 25.2%, destacando: la sobada 10%, toma de hierbas 6.7%, unciones 6.3%, fajero 1.9% y chinear con 0.7%. Las enfermedades en las que más se usaron fueron: mal de ojo 9.3%, empacho 8.1%, hernia 2.1%, infección 1.9%, mollera 1.4%, susto 1.4%, entre otras. Aquellos con bajo nivel de escolaridad, procedentes del área rural y amas de casa recurren a estas prácticas con mayor frecuencia y las usaron porque fueron recomendados, el costo fue gratis en su mayoría. La efectividad de los servicios prestados por los sobadores/curanderos genera controversia entre los participantes en cuanto a si funcionan o no. Se determinó que no hay relación entre los días que pasaron hasta consultar y la evolución de la enfermedad y que las consejerías sobre el tema en las Unidades de Salud han sido poco efectivas.

    Palabras clave: Etnoprácticas, niño/a, sobador/curandero, Unidad de Salud.

    INTRODUCCIÓN

    “Las Etnoprácticas, son las formas de curación de enfermedades que se utilizaron desde la antigüedad por diversos grupos poblacionales en el país, con conocimientos adquiridos empíricamente que se fueron transmitiendo de una generación a otra” (Castillo, 2011).

    Son usadas en aquellas enfermedades a las que el saber científico no les da validez, ya que están fundamentadas en creencias a veces con características mágicas y en otras que se vieron influenciadas por aspectos religiosos establecidos como verdad por el credo dominante en la época y que aun hoy día están arraigadas como parte de las herencias tradicionales de los pueblos.

    Estas prácticas que carecen de fundamento científico, son una alternativa que tiene la población para la curación de las enfermedades que afectan a sus niños/as tengan o no una base científica, algunos estudios revelan que “solo son usadas en enfermedades de carácter mágico-religioso” (Erkoreka, 2005), pero nuestra investigación demuestra que son usadas en todo tipo de enfermedades.

    Los sobadores/curanderos como se llaman las personas que son reconocidas en la comunidad por tener experiencia en la aplicación de estas prácticas, han adquirido sus conocimientos a través del observación de sus antecesores, ya que existen grupos familiares que por generaciones se han dedicados a esta labor, no obstante existen también personas que se dedican a estas actividades sin tener ningún tipo de conocimiento sobres estas, con la sola intención de lucrarse de la necesidad o desesperación de los padres ante la enfermedad de sus hijos, lo que hace aun más peligroso el uso de algunas de esta prácticas en los niños/as.

    La importancia del estudio radica en la necesidad de conocer la prevalencia actual de las Etnoprácticas frecuentes usadas por la población previo a la consulta médica en niños/as menores de 5 años, trayendo a discusión aspectos fundamentales del entorno de la familias, como la educación, procedencia, ocupación, porque las usan, la evolución de la enfermedad posterior a su uso, que se dan por sentado en el ámbito del uso de estos servicios, pero que no hay datos suficientes para verificar la relaciones que existen entre estos con el uso o no de las Etnoprácticas.

    METODOLOGÍA

    El estudio se llevó a cabo en las Unidades comunitarias de Salud Familiar (UCSF): UCSF Puerto el Triunfo y UCSF San Francisco Javier (Usulután), UCSF Rosario de Mora y Clínica de Emergencias de la Cruz Roja (San Salvador), y UCSF Ciudad Victoria (Cabañas) con un total 430 participantes que llevaron a consulta a niños/as menores de 5 años de edad. Participaron de forma voluntaria y anónima, se les proporcionó el tiempo necesario para completar el instrumento denominado “Encuesta sobre Etnoprácticas frecuentes previo a la consulta médica”, con 17 preguntas de datos generales y 13 preguntas propias de la investigación, con respuestas abiertas y cerradas. La investigación fue cuantitativa, descriptiva y de corte transversal y se enfocó en el período del año 2012. Para calcular el tamaño de la muestra se utilizó la siguiente fórmula:

    Donde: n= tamaño de la muestra. N= tamaño de la población. desviación estándar de la población con valor constante de 0,5. Z= con valor del 95%. e= límite aceptable de error muestral 0.05. (Briones, G. 2002). Con las encuestas completas se procedió a la codificación de las variables, se construyó la estructura de la base de datos y por último se ingresó toda la información en una base de datos; en el software de Microsoft Excel. La base de datos construida, fue trasladada al Programa Estadístico para las Ciencias Sociales (SPSS), versión 17.0 para Windows. Se procedió a analizar los datos obteniéndose las estadísticas descriptivas de las variables y prueba Binomial con una probabilidad de error de 0.05 para afirmar los resultados.

    RESULTADOS

    El estudio se llevó a cabo en las Unidades comunitarias de Salud Familiar (UCSF): UCSF Puerto el Triunfo y UCSF San Francisco Javier (Usulután), UCSF Rosario de Mora y Clínica de Emergencias de la Cruz Roja (San Salvador), y UCSF Ciudad Victoria (Cabañas), con 88, 90, 85, 82 y 85 participantes respectivamente, siendo en total 430 participantes mayores de edad que llevaron a consulta a niños/as menores de 5 años de edad, como se aprecia en la tabla 1.

    Tabla 1. Unidades de Salud participantes, 2012.

    Frecuencia

    Porcentaje

    % válido

    % acumulado

    San Francisco Javier

    UCSF Ciudad Victoria

    Cruz Roja SS

    Rosario de Mora

    UCSF Puerto El Triunfo

    Total

    90

    20.9

    20.9

    20.9

    85

    19.8

    19.8

    40.7

    82

    19.1

    19.1

    59.8

    85

    19.8

    19.8

    79.5

    88

    20.5

    20.5

    100.0

    430

    100.0

    100.0

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    El remedio casero que más se dió, en tabla 2, fue unción 11.4%, toma de hiervas 12.6%, automedicado 6%. Un 4.7% de los entrevistados, aunque si le habían dado algún remedio casero, no respondieron que le habían dado, lo que hace un total de 25.2% la prevalencia del uso de Etnoprácticas por los responsables, descartando aquellos que no respondieron y los que automedicaron a sus niños/as.

    Tabla 2. ¿Qué remedio casero le dió a su niño/a antes de traerlo a la consulta?

    Frecuencia

    Porcentaje

    % válido

    % acumulado

    Unción

    Toma de Hierbas

    Automedicación

    Mixto

    No Respondió

    Total

    49

    11.4

    31.8

    31.8

    54

    12.6

    35.1

    66.9

    26

    6.0

    16.9

    83.8

    5

    1.2

    3.2

    87.0

    20

    4.7

    13.0

    100.0

    154

    35.8

    100.0

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Del 100% de las persona entrevistadas (430) en la tabla 3, el 27.4% respondieron que si llevaron al niño/a al sobador/curandero previo a la consulta, estimándose la prevalencia en el uso de estos servicios en un 27.4%.

    Tabla 3. ¿Llevó a su niño/a a un sobador o curandero, antes de traerlo a esta consulta?

    Frecuencia

    Porcentaje

    % válido

    % acumulado

    Válidos

    No

    312

    72.6

    72.6

    72.6

    Si

    118

    27.4

    27.4

    100.0

    Total

    430

    100.0

    100.0

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Los datos obtenidos, gráfico 4, respondió que: mal de ojo 9.3% fue la enfermedad que más diagnosticó, empacho 8.1% y hernia 2.1%, el resto se dividió en pequeños porcentajes entre: mollera, susto, parásitos, etc.

    Gráfico 4. ¿Cuál fue la enfermedad que le diagnosticó el sobador/ curandero?

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    En cuanto a la práctica utilizada por el sobador/curandero en la tabla 5: el 10% sobada, toma de hierbas 6.7% y unción con un 6.3%; entre otras.

    Tabla 5. ¿Cual fue el tratamiento o práctica que realizó el sobador/curandero?

    Frecuencia

    Porcentaje

    % válido

    % acumulado

    Unción

    27

    6.3

    6.3

    6.3

    Toma de Hierbas

    29

    6.7

    6.7

    13.0

    Sobada

    43

    10.0

    10.0

    23.0

    Medicamentos

    2

    .5

    .5

    23.5

    Referido US

    3

    .7

    .7

    24.2

    Fajero

    8

    1.9

    1.9

    26.0

    Chinear

    3

    .7

    .7

    26.7

    Otros

    3

    .7

    .7

    27.4

    No lo llevo

    312

    72.6

    72.6

    100.0

    Total

    430

    100.0

    100.0

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Según los resultados obtenidos en la tabla 10, el 11.4% fue recomendado, 6.7% porque se vive cerca, 5.1% porque cura y 4.2% lo hizo porque el tratamiento (Tx) de la Unidad Comunitaria de Salud Familiar (UCSF) no le funcionó.

    Tabla 10. ¿Por qué decidió usted visitar al sobador/curandero, antes de consultar en la Unidad de Salud?

    Frecuencia

    Porcentaje

    % válido

    % acumulado

    Válidos

    Tx UCSF no funcionó

    18

    4.2

    4.2

    4.2

    Se vive cerca

    29

    6.7

    6.7

    10.9

    Recomendado

    49

    11.4

    11.4

    22.3

    Porque Cura

    22

    5.1

    5.1

    27.4

    N/A

    312

    72.6

    72.6

    100.0

    Total

    430

    100.0

    100.0

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Los resultados demuestran en la tabla 11, que Otros con 19.5%, visita al sobador/curandero más de 5 veces al año o cada vez que el niño enferma, un 5.3% de lo visita por lo menos anualmente, y seguido con pequeños porcentajes de forma mensual o semanal. Aún es muy frecuente el uso de sus servicios.

    Tabla 11. ¿Con qué frecuencia visita al sobador/curandero?

    Frecuencia

    Porcentaje

    % válido

    % acumulado

    Válidos

    Semanal

    5

    1.2

    1.2

    1.2

    Mensual

    7

    1.6

    1.6

    2.8

    Anual

    23

    5.3

    5.3

    8.1

    Otros

    84

    19.5

    19.5

    27.7

    N/A

    311

    72.3

    72.3

    100.0

    Total

    430

    100.0

    100.0

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Se determinó, en el gráfico 12, el 6.7% refiere que la visita al sobador fue de manera gratuita, el 4.9% 5 dólares, 2.6% dijo 10 dólares; seguidos de pequeños porcentajes. Por lo que el costo en aquellos que si pagaron está 2 y 10 dólares.

    Gráfico 12. ¿Cuánto le costó (en dólares), la visita al sobador/curandero?

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    En los resultados obtenidos, tabla 14, hay relación entre la evolución de la enfermedad y los tipos de Etnoprácticas usados, ya que un 52.9% refirió que dependiendo de la Etnoprácticas usada el niño/a siguió igual o empeoró, mientras que en total 47% refiere que se curó o mejoró. Percibiéndose como no efectivo.

    Tabla 14. ¿Hay relación entre la evolución de la enfermedad y tipos de Etnoprácticas previo a la consulta médica?

    ¿Cuál ha sido la evolución de la enfermedad de su niño/a posterior al tratamiento o práctica?

    Total

    Se Curó

    Mejoró

    Siguió Igual

    Empeoró

    ¿Cuál fue el tratamiento o práctica que realizó el sobador?

    Unción

    11.8%

    3.4%

    5.9%

    1.7%

    22.7%

    Toma de Hierbas

    6.7%

    6.7%

    8.4%

    2.5%

    24.4%

    Sobada

    8.4%

    6.7%

    14.3%

    6.7%

    36.1%

    Medicamentos

    .8%

    .8%

    1.7%

    Referido US

    2.5%

    2.5%

    Fajero

    6.7%

    6.7%

    Chinear

    1.7%

    .8%

    2.5%

    Otros

    .8%

    .8%

    .8%

    2.5%

    No lo llevó

    .8%

    .8%

    Total

    29.4%

    17.6%

    40.3%

    12.6%

    100.0%

    Chi-cuadrado de Pearson

    Sig. asintótica bilateral .047

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Según los datos obtenidos en el tabla 15, hay relación, ya que se esperaba que a mayor nivel de escolaridad un menor uso de Etnoprácticas y así sucede.

    Tabla 15. ¿Existe relación entre grado de escolaridad y uso de Etnoprácticas?

    ¿Llevó a su niño/a a un sobador/curandero, antes de traerlo a ésta consulta?

    Total

    No

    Si

    Escolaridad

    Analfabeto/a

    7.0%

    5.1%

    12.1%

    1

    4.0%

    .7%

    4.7%

    2

    4.7%

    2.1%

    6.7%

    3

    5.3%

    2.6%

    7.9%

    4

    4.7%

    3.3%

    7.9%

    5

    4.0%

    2.3%

    6.3%

    6

    8.8%

    3.5%

    12.3%

    7

    4.4%

    .9%

    5.3%

    8

    3.7%

    1.6%

    5.3%

    9

    14.2%

    3.0%

    17.2%

    Bachiller

    9.8%

    1.9%

    11.6%

    Superior

    2.1%

    .5%

    2.6%

    Total

    72.6%

    27.4%

    100.0%

    Chi-cuadrado de Pearson

    Sig. asintótica bilateral .033

    Fuente: recolección de datos en UCSF, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    De acuerdo a los datos obtenidos, tabla 16, hay una relación entre la procedencia y el uso de Etnoprácticas, un 18.6% del participantes del área rural contra solo un 8.8% del área urbana que manifestaron usarlas.

    Tabla 16. ¿Existe relación entre procedencia y uso de Etnoprácticas?

    ¿Llevó a su niño/a a un sobador/curandero, antes de traerlo a ésta consulta?

    Total

    No

    Si

    Procedencia

    Urbano

    36.5%

    8.8%

    45.3%

    Rural

    36.0%

    18.6%

    54.7%

    Total

    72.6%

    27.4%

    100.%

    Chi-cuadrado de Pearson

    Sig. asintótica (bilateral) .001

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Según los datos que se obtuvieron en la tabla 17, se refleja que con un 19.3% las amas de casa son las que más utilizan Etnoprácticas.

    Tabla 17. ¿Existe relación entre ocupación y uso de Etnoprácticas?

    ¿Llevó a su niño/a a un sobador /curandero, antes de traerlo a ésta consulta?

    Total

    No

    Si

    Ocupación

    Agricultor

    1.6%

    1.6%

    3.3%

    Albañil

    1.2%

    .5%

    1.6%

    Ama de Casa

    46.7%

    19.3%

    66.0%

    Comerciante

    3.5%

    1.6%

    5.1%

    Empleado

    15.8%

    2.8%

    18.6%

    Estudiante

    .9%

    .2%

    1.2%

    indigente

    .2%

    .2%

    Jornalero

    2.3%

    1.4%

    3.7%

    n/r

    .2%

    .2%

    Total

    72.6%

    27.4%

    100.%

    Fuente: recolección de datos en Unidades de Salud, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Según los resultados, en la tabla 18, no hay relación entre sí recibió consejería y si expuso a su niño/a, ya que de un 57.2% de los que recibió 15.6% usó Etnoprácticas y del 42.8% de los que no recibieron un 11.9% las usó.

    Tabla 18. ¿Existe relación entre consejería en Unidad de salud y uso de Etnoprácticas?

    ¿Llevó a su niño/a a un sobador/curandero, antes de traerlo a ésta consulta?

    Total

    No

    Si

    ¿Le han explicado en la Unida de salud sobre los riesgos de algunas prácticas que realizan el sobador/curandero o del uso de remedios caseros?

    No

    30.9%

    11.9%

    42.8%

    Si

    41.6%

    15.6%

    57.2%

    Total

    72.6%

    27.4%

    100%

    Chi-cuadrado de Pearson

    Sig. asintótica (bilateral) .912

    Fuente: recolección de datos en UCSF, septiembre-octubre, El Salvador, 2012.

    Según los datos que se obtuvieron en la tabla 19, no existe una relación entre los días que pasaron y la evolución de la enfermedad, debido a que los que empeoraron o siguieron igual están entre los días 2 y 5, quedando con menos porcentaje los días mayores donde se esperaba mayor riesgo de complicación.

    Tabla 19. ¿Existe relación entre días que pasaron hasta consultar y evolución de enfermedad?

    ¿Cuál ha sido la evolución de la enfermedad de su niño/a posterior al tratamiento o práctica?

    Total

    Se Curó

    Mejoró

    Siguió Igual

    Empeoró

    ¿Cuántos días pasaron desde que el niño/a inició con los síntomas hasta consultar a la Unidad de Salud?

    1

    2.5%

    .8%

    4.2%

    7.6%

    2

    5.0%

    2.5%

    5.0%

    2.5%

    15.1%

    3

    3.4%

    7.6%

    11.8%

    1.7%

    24.4%

    4

    2.5%

    2.5%

    3.4%

    3.4%

    11.8%

    5

    4.2%

    1.7%

    7.6%

    3.4%

    16.8%

    6

    .8%

    1.7%

    .8%

    3.4%

    7

    3.4%

    3.4%

    8

    1.7%

    .8%

    .8%

    3.4%

    10

    5.9%

    1.7%

    .8%

    8.4%

    15

    1.7%

    .8%

    2.5%

    20

    1.7%

    .8%

    2.5%

    90

    .8%

    .8%

    Total

    29.4%

    17.6%

    40.3%

    12.6%

    100.0%

    Chi-cuadrado de Pearson

    Sig. asintótica (bilateral) .182

    Fuente: recolección de datos en UCSF, septiembre-octubre, El Salvador, 2012

    DISCUSIÓN

    “El proceso de la reforma tiene como objeto llevar la salud a toda la población de El Salvador sin discriminación económica, en la área geográfica donde reside, es decir acercar, darle salud a toda la población y darle salud de la misma calidad a todos” (MINSAL, 2011). Se pretende llevar la salud más cerca de la población, con énfasis en la prevención y promoción de la salud en el primer nivel de atención, con objetivos tales como disminuir indicadores de morbimortalidad de relevancia tanto nacional como internacional. No obstante, aún hay una prevalencia significativa en el uso de Etnoprácticas riesgosas en niños/as y se hace directamente por los padres 25.2%, o a través de sobadores/curanderos 27.4%.

    “En muchas regiones del país se ven las Etnoprácticas como la opción primordial para la curación de enfermedades, algunas no reconocidas por la medicina” (Ministerio de Educación, 1975). Algunas son usadas para protegerse o prevenir ciertas enfermedades de carácter mágico-religioso que aún se encuentran arraigados en la población y a las que, según sus creencias transmitidas culturalmente, pueden estar expuestos. Siendo las más comunes (gráfico 5): mal de ojo (9.3%), empacho (8.1%), susto (1.4%), mollera (1.4%), entre otras que si son reconocidas por la medicina actual como: diarreas (2.1%), hernia (1.9%), fiebre (1.4%), etc.; siendo todas estas enfermedades que reconocidas o no, de cierto modo pueden generar complicaciones para la salud del niño/a.

    La mayoría de estas personas (19.5%), dijo hacer uso de estos servicios aproximadamente 5 veces al año o cada vez que su niño/a enferma, y se reveló que principalmente los participantes del área rural un 18.6% (Tabla 16) aun usan este tipo de prácticas. El grado de escolaridad, según se determinó, si tiene una relación con el uso de Etnoprácticas, ya que entre menor es el nivel de escolaridad más común es el uso de estas, sobre todo en aquellas personas analfabetas. Además se refleja que con un 19.3%, las amas de casa son las que más utilizan Etnoprácticas, por lo que sería la población del sexo femenino la más importante a intervenir con educación para la salud para que se tenga mayor conocimiento sobre el peligro de algunas de estas prácticas.

    Según los resultados obtenidos un 27.4% (Tabla 3) de los participantes aún visita al sobador/curandero, entre las Etnoprácticas que más aplicaron estos, fueron: sobada 10%, toma de hiervas 6.7%, unciones 6.3%, fajero 1.9% (Tabla 5), lo que se relaciona con los cuadros por los cuales fueron llevados: mal de ojo, empacho, mollera, hernia, etc. lo visitaron porque: fueron recomendados 11.4%, porque vive cerca 6.7%, porque cura 5.1% y destacando 4.2% porque el tratamiento de la Unidad de Salud no funcionó, lo que demuestra lo arraigado que está en la cultura el uso de estos servicios, muchas veces en detrimento de los servicios de salud oficiales, quienes quedan en segundo plano.

    Ningún participante manifestó el costo o la lentitud en la atención en la Unidad de Salud como motivo para someter a sus niños/as a estas prácticas, se observa que la mayoría (24.4%) respondió que no pagaron ningún costo por el uso de estos servicios, estando el rango de costos de los que si pagaron entre 2 y 10 dólares.

    La percepción sobre la efectividad de los servicios prestados por los sobadores/curanderos es controvertida ya que la mayoría (52.9%)de los participantes refiere que su niño/a siguió igual o empeoró con la practica recibida y un porcentaje menor refirió que se curó o mejoró (47%) posterior al tratamiento, sin embargo aquellos que mostraron curación o mejoría fueron traídos a consultar a la Unidad de Salud, lo que demuestra que aunque el método sea de cierta manera efectivo, la población lo ve con cierta desconfianza, por lo que deciden llevarlo a la Unidad de Salud.

    Los días que pasaron antes de traer el niño/a a la consulta no fueron relevantes para el estado de salud, así que las complicaciones podrían verse sobretodo con algunos tipos de Etnoprácticas en especial aquellas con riesgo de provocar intoxicaciones o hemorragias cerebrales, como la sobada y tomas de hierbas. La consejería en la Unidad de Salud sobre este tema, no tuvo mayor relevancia para que los participantes expusieran o no a su niño/a a Etnoprácticas, debido a que la que mayoría recibieron la consejería (57.2%) y aún así usaron estas prácticas (15.6%).

    CONCLUSIONES

    De acuerdo a los resultados obtenidos en la investigación se concluye que:

    • Con respecto a las generalidades de las personas que utilizan Etnoprácticas, los participantes del sexo femenino, amas de casa, del área rural son las que más utilizan Etnoprácticas o los servicios de sobadores/curanderos. Además, aquellas personas con bajo nivel educativo y socioeconómico son las que más frecuentemente utilizan estos remedios tradicionales, la mayoría fue recomendado; demostrando el marcado arraigo popular de estas prácticas.

    • En lo referente a los tipos de Etnoprácticas más frecuentes usadas en los niños/as son en orden de frecuencia aquellas conocidas como: la sobada 10%, toma de hierbas 6.7%, unciones 6.3%, fajero 1.9% y chinear con 0.7%. Las enfermedades en las que más se usaron fueron: mal de ojo (9.3%), empacho (8.1%), susto (1.4%), mollera (1.4%), entre otras como: diarreas (2.1%), hernia (1.9%), fiebre (1.4%). Se demuestra la amplitud en la variedad de enfermedades cubiertas por los proveedores de estos servicios o prácticas. Se destaca que aquellas Etnoprácticas que se conoce generan más complicaciones, como la sobada, son exclusivamente aplicadas por sobadores/curanderos.

    • Se determinó según los resultados obtenidos que no hay relación entre los días que pasaron hasta consultar y la evolución de la enfermedad, lo que demuestra que este aspecto está más relacionado con el tipo de Etnopráctica utilizado y no con los días que pasen hasta la consulta médica.

    • Entre las más usadas directamente por los participantes están: toma de hierbas, unciones, mezcla de Etnoprácticas con automedicación. Aproximadamente un 19.5% de los participantes, dijo hacer uso del servicio prestado por sobadores/curanderos aproximadamente 5 veces al año o cada vez que su niño/a enferma.

    RECOMENDACIONES

    Al Ministerio de Salud - MINSAL:

    • La capacitación continua y sistemática al personal de salud, en especial a los promotores de salud y las personas que ofrecen estos servicios (sobador/curandero) en la comunidad. Lo anterior es para que puedan discernir entre enfermedades que se pueden tratar con algunas Etnoprácticas sin riesgo y aquellas que son nocivas para la salud del niño/a y que pueden generar un riesgo de complicación y así lograr una referencia oportuna a la Unidad de Salud más cercana.

    A las Unidades Comunitarias de Salud Familiar (UCSF) y Equipos Comunitarios de Salud (ECOS):

    • Continuar con las consejerías sobre los peligros de algunas de estas prácticas en las Unidades de Salud, pero antes se debe hacer un análisis sobre estas consejerías para encontrar debilidades y fortalecerlas y mejorar aspectos fundamentales en la promoción de la salud.

    • Promover entre el personal de salud el respeto a las tradiciones o creencias culturales de la población, con el fin de establecer una relación armoniosa, donde ambos tanto personal de salud como población estén dispuestos a ceder, los primeros reconocer y respetar aquellas prácticas que no representan mayor peligro para la salud y los segundos evitar aquellas que si son un riesgo para la salud de los niños/as.

    A las Universidades y demás entidades formadoras de recursos humanos para la salud en el país.

    • Fortalecer en sus estudiantes el conocimiento de las prácticas y costumbres tradicionales de la población en el ámbito de la salud, que no representen un peligro para ésta, incluyendo en su plan de estudios materias relacionadas con la temática de la Etnoprácticas y estimularlos a respetarlas, considerando que la mayoría de los estudiantes que realizan su servicio social estarán en contacto directo con éstas.

    FUENTES DE INFORMACIÓN CONSULTADAS

    • Castillo Marroquín, C.B. Medicina tradicional entre los indígenas de Izalco, Sonsonate, El Salvador. Marzo 2011. Págs. 15-35.

    • Erkoreka, Anton. (2005). Mal de ojo: una creencia supersticiosa remota, compleja, y aún viva. España 2005. Págs. 391-399. Biblioteca del Museo David J. Guzmán, San Salvador, El Salvador. (En línea). Recuperado Septiembre 5, 2012. Disponible en: http://www.bizkaia.ehu.es/p209-shmhmco/es/contenidos/informacion/mhm_otras_publicaciones/es_otras_pu/adjuntos/Erkoreka,_A._Mal_de_ojo,_creencia_aun_viva._Munibe_2005,_57,_391-400.pdf

    • Ministerio de Educación. Investigación del patrimonio cultural/Sonsonate. Primera edición. Dirección de publicaciones Ministerio de Educación, San Salvador, 1975. Págs. 40-46. Biblioteca del Museo David J. Guzmán, San Salvador, El Salvador.

    • Ministerio de Salud (MINSAL). La Reforma de Salud muestra avances significativos en el primer semestre de implementación. (En línea). Recuperado Septiembre 5, 2012. Disponible en: http://www.salud.gob.sv/index.php/novedades/noticias/noticias-ciudadanosas/136-enero-2011/790--06-01-2011-la-reforma-de-salud-muestra-avances-significativos-en-el-primer-semestre-de-implementacion

    • Briones, G. (2002). Metodología de la investigación cuantitativa en las ciencias sociales. (En Línea). Recuperado septiembre 5, 2012. Disponible en: http://unorte.edu.uy/ccss/mtubio/Metodologia%20Cuantitativa%20para%20Ciencias%20Sociales%20(G.Briones).pdf

    ANEXOS

  • Instrumento.

  • UNIVERSIDAD EVANGÉLICA DE EL SALVADOR

    FACULTAD DE MEDICINA

    ENCUESTA SOBRE ETNOPRÁCTICAS FRECUENTES PREVIO A LA CONSULTA MÉDICA

    Nombre del establecimiento: ____________________________________________________

    (Esta parte será completada por el encuestador)

    Objetivo: indagar sobre las Etnoprácticas más frecuentes previo a la consulta médica de niños y niñas menores de 5 años, en 5 centros de atención de El Salvador.

    Instrucciones: por favor con la mayor sinceridad conteste todas las preguntas. Su aporte es muy importante para el propósito del estudio. Todas sus respuestas son confidenciales y solo se utilizarán para fines de la investigación. Si tiene dudas sobre alguna pregunta, favor consulte al encuestador.

    Forma de contestar:

    • Si el entrevistado (a) sabe leer y escribir: marque con una equis (X) la respuesta más adecuada. Y llene de forma clara las preguntas abiertas.

    • Si el entrevistado (a) no sabe leer ni escribir: el encuestador (a) hará verbalmente las preguntas y completará el cuestionario con base en las respuestas que brinde el entrevistado (a).

    PARTE I: IDENTIFICACIÓN DEL PARTICIPANTE

    Sabe leer: Si___ (1) No___ (0)

    Sabe escribir: Si___ (1) No___ (0)

    Edad: ___

    Sexo: Masculino____ (1) Femenino___ (2)

    Procedencia: Urbano___ (1) Rural___ (2)

    Escolaridad: Básica:___(1-6). Intermedia___ (7-9). Bachiller___ (11). Universitario___ (12)

    Ocupación: ________________________

    Ingreso familiar promedio: ______

    Estado civil: Casado/a (1) ____ Soltero/a (2) ____ Acompañado/a (3) ____

    Divorciado/a (4) ___ Viudo/a (5) ____ Otro (6) _____

    Número de hijos: _____

    El niño/a con el que consulta en ésta ocasión es:

    Niño/a edad____ Niño/a N°____ Lugar de parto: Intrahospitalario____ Extrahospitalario____

    Peso____ kgs. Talla____ mts. IMC____

    PARTE II: INDAGACIÓN SOBRE ETNOPRÁCTICAS

  • ¿Le ha dado usted algún remedio casero al niño/a antes de traerlo a ésta consulta? Especifique que remedio que le dió: Si___(1)___________________________________ No____(0)

  • ¿Llevó a su niño/a a un sobador o curandero, antes de traerlo a ésta consulta?

  • Si___ (1) No____ (0)

    Si la respuesta anterior fue “si” responda las preguntas que continúan

    Si la respuesta anterior fue “no” pase a la pregunta número 12 (99)

  • ¿Cuál es la enfermedad por la que usted lo llevó donde el sobador/curandero?

  • ____________________________________________________

  • ¿Cuál fue la enfermedad que le diagnosticó el sobador/curandero?

  • ____________________________________________________

  • ¿Cuál fue el tratamiento o práctica que realizó el sobador/curandero?

  • ____________________________________________________

  • De acuerdo a su experiencia en este caso, ¿Cuál ha sido la evolución de la enfermedad de su niño/a posterior al tratamiento o práctica?

  • Curó____ (1) Mejoró____ (2) Siguió igual____ (3) Empeoró____ (4)

  • ¿Porque decidió usted visitar al sobador/curandero, antes de consultar en la Unidad de Salud? ____________________________________________________

  • ¿Con qué frecuencia visita al sobador/curandero?

  • Semanal ___ (1) Mensual ___ (2) Anual___ (3) Otros___ (4)

  • ¿Con base en su experiencia, recomendaría estas prácticas que ha realizado (visita a curanderos/sobadores, remedios caseros) a otras personas (familiares, vecinos, amigos, etc)?

  • Si___ (1) No___ (2)

  • ¿Cuánto le costó (en dólares) la visita al sobador/curandero?

  • ___________________

  • ¿Cuántos días pasaron desde que el niño/a inició con los síntomas hasta el momento en que lo trajo a consultar a la Unidad de Salud? __________

  • ¿Dónde llevaría inicialmente a su niño/a si enferma nuevamente?

  • Unidad de Salud____ (1) Curandero/Sobador____ (2) Otros____ (3) Remedio casero____ (4)

  • ¿Le han explicado en la Unidad de Salud sobre los riesgos de algunas prácticas que realizan los sobadores/curanderos o sobre el uso de remedios caseros?

  • Si___ (1) No___ (0)

    Gracias por su participación

  • Patrones de crecimiento infantil - OMS.

  • ii

    1

    1




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    Enviado por:Esmeralda V
    Idioma: castellano
    País: El Salvador

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