Ética y Moral
Ética y responsabilidad social
Capitulo 7
Ética y responsabilidad social
¿De que es responsable la organización? La legitimidad ética.
Del modo de entender cuales son las responsabilidades que tiene una organización en la sociedad se pueden definir estudiando las cuatro grandes posturas tales son:
La responsabilidad social entendida como obligación social Es aquella perspectiva teórica que define la única responsabilidad de una organización es realizar su actividad dentro de los límites legales y normativos que impone la sociedad.
La responsabilidad Social entendida como reacción social: Es aquella perspectiva teórica que define que la responsabilidad de una organización es realizar su actividad sin limitarse exclusivamente a los límites legales o normativos vigentes, si no dando respuesta a los requerimientos o exigencias de los diversos grupos sociales. Las organizaciones serían socialmente responsables cuando reaccionan, mas o menos voluntariamente, ante los requerimientos de grupos sociales como los sindicatos o los consumidores, o de quienes son propietarios de la organización, y no solo por imperativos legales.
La misión específica de la organización no se centra exclusivamente en un grupo de implicados en ella, sino que fija su atención en los requerimientos sociales de los grupos que reclaman sus derechos. Se trata por tanto de una postura que contempla una misión específica que va más allá de los imperativos exclusivamente legales o normativos del enfoque precedente.
Más allá de lo estrictamente legal y de las reglas del mercado, el juicio social es el que marca las pautas de lo que se debe hacer. El comportamiento responsable surge como reacción a las exigencias sociales. Quejas concretas requieren respuestas concretas y estas provocan el cambio en los comportamientos de las organizaciones.
La responsabilidad social entendida como sensibilidad social es la perspectiva teórica que defiende que la responsabilidad social de una organización es realizar su actividad sin limitarse exclusivamente a cumplir lar leyes y reglas del juego, sino anticipándose a las necesidades sociales, más allá de la obligación y de la reacción ante problemas particulares. Se trata de una visión de la responsabilidad que es preventiva, más que curativa.
Las organizaciones deberían contar con procesos que permitan responder a quejas presiones, pero, a su vez, asumir una postura más pro-activa
El balance social nace como instrumento de medida de los resultados sociales, favorables o desfavorables, obtenidos por la organización en un determinado período que puede ser auditado e incorporado en los propios sistemas de información de la organización. Es instrumento permite valorar las repercusiones sociales de la actuación de la organización, los efectos secundarios no deseados y los reclamos por la sociedad.
La responsabilidad social entendida como actuación social, es la perspectiva teórica que defiende que la responsabilidad social de una organización debe estar integrada en todas sus acciones, y por tanto, debe contar con principios éticos de responsabilidad social, con procesos para puesta en práctica y con instrumentos para la evaluación de estas actuaciones. Es necesario contar con principios (descripción de responsabilidades), procesos (modos de respuesta) y políticas en aspectos sociales (respuestas concretas revisables).
La responsabilidad social y la orientación de la organización al bien común.
La legitimidad ética de cualquier organización, no sólo empresarial, tiene su referente en los principios que rigen el orden social y, en último término, en aquello que constituye la razón de ser de la sociedad y de todas las instituciones sociales: El bien común. El bien Común es un concepto ético que se refiere al bien de las personas y, en reacción con ellas, el conjunto de condiciones de la vida social que facilitan el desarrollo como seres humanos de quienes integran la sociedad. Dicho brevemente, bien común es todo aquello que contribuye al común desarrollo humano.
Principios éticos básicos de responsabilidad social:
El principio de respeto a los derechos humanos. Constituye un principio ético básico de responsabilidad social que puede enunciarse como el deber que tiene toda organización de respetar los derechos fundamentales de las personas (derecho a la vida, la libertad, la educación, la integridad corporal, a la igualdad jurídica, a la honra, a la asociación, a la propiedad privada, etc.)
El principio de la solidaridad. Establece que los individuos y los grupos sociales han de contribuir al bien de la sociedad a la que pertenecen de acuerdo con su propia naturaleza y capacidades.
El principio de subsidiariedad. Establece que las estructuras sociales de orden superior han de respetar y promover la iniciativa y la actividad de las organizaciones conminas al bien común y estas a su vez han de hacer lo mismo con las personas individuales.
La responsabilidad social y los principios éticos de actuación personal.
Una organización se hace digna de la confianza, por parte de la sociedad en la que está, cuando se comporta conforme a principios éticos.
Los principios éticos de actuación personal responsable son criterios que ayudan a cada persona a comportarse libremente de modo responsable. La responsabilidad ética es siempre del que actúa, de modo que también cuando representa a la organización, cada persona es éticamente responsable de sus actos libres, que además podrán incidir en la reputación de la organización a la que representen.
Los principios de la actuación personal:
El principio de la Justicia: En la actuación personal dentro de la organización implica actuar conforme a la legalidad y la justicia, con objetividad y rigor.
El principio de profesionalidad en la actuación personal dentro de la organización implica actuar con integridad, veracidad y prudencia o sabiduría práctica.
El principio de la excelencia en la actuación personal dentro de la organización implica actuar con actitud de superación, de servicio y de cooperación
¿Ante quién es responsable la organización?
La responsabilidad social ante los grupos implicados: los stakeholders.
El concepto de personas o grupos implicados en la misión de la organización es clave para entender ante quién es responsable una organización, pues no tendrá sentido plantear que es responsable ante el mundo en su totalidad, lo que llevaría a la irresponsabilidad por imposibilidad, ni reducir su responsabilidad a un grupo de personas limitado y sin criterio.
EL origen del concepto grupo implicado, o stakeholder (en ingles), surgió como crítica a la visión de la responsabilidad social definida por Milton Friedman, el cual insistía que la única responsabilidad de las organizaciones empresariales era para con sus dueños, los accionistas o stockholder.
Freeman define a los grupos implicados o stakeholders como “cualquier grupo o individuo que puede afectar o ser afectado por la realización de los objetivos de una organización”. Entre ellos se encontrarían los propietarios, los consumidores, los trabajadores, los proveedores, el gobierno, los competidores.
La responsabilidad Social y sus grados: los círculos concéntricos
El debate sobre las responsabilidades sociales de las organizaciones empresaria, dio lugar a que en 1971, el comité para el Desarrollo Económico de las Naciones Unidas publicará un informe sobre esta cuestión. En el texto final del informe se describen los compromisos sociales de la empresa a través de tres círculos concéntricos, en el que los círculos interiores reflejan un mayor grado de responsabilidad frente a los círculos que les rodean, descritos por este orden: Las responsabilidades básica de la empresa, las de prioridad Social y las denominadas de cambio social.
Dentro de este contexto se puede definir ante quien es responsable las organizaciones:
Las responsabilidades primarias de una organización: Serían las obligaciones que se tienen para con aquellas personas directamente implicadas en la existencia de las organizaciones en su finalidad última o misión específica.
Las responsabilidades secundarias de una organización serían las obligaciones que se tienen para con aquellas personas indirectamente implicadas en la misión específica de la organización, y estarían por detrás de las responsabilidades que se tienen para con aquellas personas que directamente la hacen posible.
La responsabilidad terciarias de una organización serían las obligaciones que se tienen para con aquellas personas o agentes sociales no implicadas en la misión específica de la organización, pero que forma parte de la sociedad en su conjunto.
La responsabilidad social ante el medio ambiente: la ecología
Por la capacidad que tiene el ser humano de juzgar las consecuencias de sus actos y de dar respuesta a ellos descubre como un deber el respeto al medio ambiente, como un bien humano, como un bien en sentido ético, algo que le permite a la persona ser lo que es desarrollarse como tal, y de lo que puede dar respuesta con sus acciones.
La responsabilidad social ante el medio ambiente implica que las personas y las organizaciones, por actuar de modo racional y libre, están en condiciones de valorar los efectos de sus acciones para con el medio ambiente, y por ser éste un bien común, presente y futuro, debe ser respetado.
¿Cómo actuar con responsabilidad social? La actuación social ética
Enfoques de actuaciones sociales éticas.
Las actuaciones éticas, como enfoque global que integra los aspectos de responsabilidad social, con principios éticos y de gestión pueden ser asumida bajo cuatro enfoques distintos tales como:
- Enfoque pasivo de actuaciones sociales ética: que supone una percepción de las demandas sociales como exigencia.
- Un enfoque reactivo de actuación social ética: que supone una percepción de las demandas sociales como exigencia, pero ante las que tras una resistencia inicial, se termina cediendo con la realización de cambios, más allá de legal.
- El enfoque interactivo de actuaciones social ética: que supone una percepción de la demanda social más o menos legítima que conviene escuchar y valorar.
- El enfoque proactivo de actuación social ética supone una percepción de las demandas sociales como posibles necesidades legitimas que conviene conocer y evaluar. Por su carácter proactivo, global e integrado este enfoque puede ser tenido en cuenta como parte del proceso de dirección estratégica en las organizaciones.
Instrumento de gestión para una actuación social ética.
Existen ciertos instrumentos de gestión para las actuaciones sociales ética que en definitiva son mecanismos o herramientas practicas que permiten gestionar y evaluar las estrategias de responsabilidad sociales éticas en las organizaciones, tanto en el ámbito interno como el externo, esto como enfoque de de aseguramiento de la calidad ética que son ejemplos de este tipo de instrumentos : las certificaciones sobre el medio ambiente ISO 14000 y sobre prácticas éticas como la SA 8000 o la norma AA 1000, complementadas por la Guía GRI. En el ámbito europeo se encuentra el índice IES 100 y como ejemplo de herramienta en lengua castellana esta la Norma de empresa SGE 21, todas ellas sobre prácticas de actuación social éticamente responsables. A estos instrumentos cabe sumar los modelos de excelencia organizacional que incorporan la responsabilidad social y la ética entre sus componente. Como resultado del seguimiento de estos modelos, numerosas organizaciones obtienen premios y son incorporadas en rankling, tras ser evaluadas externamente.
La actuación social ética y la reputación. Construyendo confianza.
La organización socialmente responde, que actúa habitualmente bien en sentido ético, se hace digna de confianza, de credibilidad, de buena imagen, de buena fama o reputación. Cuando el comportamiento humano es éticamente bueno, hace mejor a la persona mediante la generación de hábitos, la hace virtuosa, mejor persona, con cualidades humanas que permitan calificarla de persona, más o menos excelente, buena, sincera, justa, amable, etc. Esta calidad humana o excelencia personal lo hace merecedora de confianza por parte de quienes lo rodean en los comportamientos habituales buenos de sus miembros, esta confianza se puede trasladar al entorno de la organización.
La buena reputación corporativa es el juicio positivo que se realiza de una organización, basada en la percepción de que su comportamiento es bueno. Las actuaciones éticas es buena en sí mismo y si construye confianza, coopera en mayor medida al bien común.
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Enviado por: | Valdrety |
Idioma: | castellano |
País: | Panamá |