Filosofía y Ciencia


Ética para Amador; Fernando Savater


PROLOGO

El prologo básicamente es una introducción al libro , en él el autor, intenta “ meter un rollo filosófico” a su hijo. En este capitulo se habla entre otras cosas en que los padres no pueden ser nunca amigos de sus hijos, pero que si se pueden llevar muy bien

Las cosas que le quiere contar a amador, que es a quien va dirigido el libro dice él que son cosas que no supo o no se atrevió a contarle.

Y también le dice que es un libro que pueda leer cuando quiera.

CAPITULO TERCERO

HAZ LO QUE QUIERAS

Las cosas las hacemos porque nos las mandan, porque es un medio para conseguir lo que queremos o porque nos da el capricho de hacerlo así. Pero estas acciones, cuando las hacemos en serio, nos llegan a resultar insatisfactorias Pero cuando las cosas son “malas”, es ahí donde entra en juego la libertad. La libertad es poder decir si o no, hacerlo o no hacerlo. Libertad es decidir, pero dándose cuenta de lo que se esta decidiendo. Por ello no hay que dejarse llevar, y para ello hay que pensárselo al menos dos veces.

En asuntos sin importancia, el capricho puede ser aceptable, pero cuando son cosas más serias, hay que reflexionar.

Lo mismo sucede con las costumbres. Si no se piensa lo que se hace mas de una vez, quizá basta la respuesta de que se actúa así “porque es costumbre”.

En resumidas cuentas: puede haber órdenes, costumbres y caprichos que sean motivos adecuados para obrar, pero en otros casos no tiene porque ser así. Lo que no se puede es llevar la contraria a todas las ordenes.

Para saber lo que algo es conveniente, basta con razonar por si mismo.

La palabra moral tiene que ver con las costumbres. Si queremos profundizar en la moral hay que dejar las ordenes, costumbres, y caprichos.

Hablando De lo bueno y lo malo, ¿ qué necesita el hombre para ser bueno?

Para esta pregunta, las opiniones varían mucho. A veces llamarle a alguien “bueno”, no implica nada bueno, Antonio Machado decía a esto, que llamar a alguien “bueno”, indica docilidad, tendencia a no llevar la contraria, y a no causar problemas. Para unos, ser bueno significará ser resignado y paciente, pero otro llamaran bueno a una persona emprendedora, original, que no se acobarda a la hora de decir lo que piensa aunque pueda molestar a alguien.

Pero ¿por qué no resulta sencillo decidir cuan un ser humano es “bueno” y cuando no lo es? Porque no sabemos para que sirven los seres humanos.

Pero, si ni las ordenes, ni los caprichos ni las costumbres bastan para guiarnos, ¿Cómo nos las arreglaremos?

CAPITULO CUARTO

DATE LA BUENA VIDA

La frase de “haz lo que quieras” viene a decir sencillamente que hay que dejarse de ordenes y costumbres, de premios y castigos, es decir, hay que plantearse todo desde uno mismo. Si se quiere emplear mejor la libertad, no hay que ponerla en manos de otros, sino que tiene que ser la libertad misma.

Siempre hay que tener en cuenta que es muy distinto “hacer lo que se quiera” que “hacer lo que se venga en gana”. Pero a veces los hombres queremos cosas contradictorias que entran en conflicto unas con otras, por ello es importante ser capaz de establecer unas prioridades y de imponer una cierta jerarquía entre lo que de pronto apetece, y lo que a la larga, se quiere.

Pero regresando a la frase de haz lo que quieras, lo primero que se viene a la cabeza es; tener amigos sin perder la independencia, tener dinero pero sin avasallar al prójimo para conseguirlo... Por ello la frase que podría resumir esto es: Quiero darme la buena vida.

La buena vida, es buena vida entre seres humanos o de lo contrario puede que sea vida, pero no será ni buena ni humana. Las cosas pueden ser bonitas y útiles, los animales resultan simpáticos, pero los hombres lo que queremos ser, es humanos, ni herramientas ni bichos. A la vez, queremos ser tratados como humanos.

El mundo en que vivimos los humanos, es un mundo lingüístico, una realidad de símbolos y leyes, sin la cual no sólo seriamos capaces de incomunicarnos, sino también de captar la significación que nos rodea.

Por eso, hablar a alguien y escucharle es tratarle como una persona, por lo menos, empezar a darle un trato humano.

Hay otras formas de demostrar que nos reconocemos como humanos. Todos queremos que se nos trate así y si no protestamos. Resumiendo, la humanización, es un proceso reciproco.

Conclusión: Esta bastante claro lo que queremos, pero no lo esta tanto eso de la buena vida

CAPITULO QUINTO

¡DESPIERTA, BABY!

La verdad es que las cosas que tenemos nos tienen ellas también a nosotros en contrapartida: lo que poseemos, nos posee.

Hay una grave simplificación: la mayor complejidad de la vida es que las personas no son cosas, las cosas se usan mientras sirvan, y luego se tiran.

Cuando tratamos a los demás como cosas, lo que recibimos de ellos son también cosas, pero de este modo nunca nos darán esos dones más sutiles, que solo las personas pueden dar. No conseguiremos así, ni amistad, ni respeto, ni mucho menos amor. Ninguna cosa puede brindarnos esa amistad, respeto, amor... es decir, esa complicidad fundamental que solo se da entre iguales, no nos puede ofrecer mas que otras personas a las que tratemos como tales.

Al tratar a las personas como a persona y no como cosas estoy haciendo posible que me devuelvan lo que sólo una persona puede darle a otra.. Aunque a veces uno puede tratar a los demás como a personas y no recibir más que coces, traiciones o abusos. Pero al menos, contamos con el respeto de una persona, nosotros mismos. Al no convertir a los otros en cosas defendemos por lo menos nuestro derecho a no ser cosas para lo otros. Es decir, intentamos que el mundo de las personas, sea posible.

A las cosas hay que manejarlas como a cosas, y a las personas como a personas: de ese modo las cosas nos ayudaran en muchos aspectos y las personas en uno fundamental, que ninguna cosa puede suplir, el de los ser humanos.

Para el autor, la primera e indispensable condición ética es la de estar decidid a no vivir de cualquier modo: estar convencido de que no todo da igual aunque antes o después vayamos a morirnos.

La clave esta en intentar comprender. Comprender porque ciertos comportamientos nos convienen y otros no, comprender de que va la vida y que es lo que puede hacer la “buena” para nosotros los humanos.

No hay que contentarse con ser tenido por bueno, con quedar bien con los demás, con que nos den aprobado.

CAPITULO SEXTO

APARECE PEPITO GRILLO

La obligación que tenemos en nuestra vida es no ser imbeciles, ya que el imbecil es el que necesita bastón para caminar, dentro de los imbeciles se pueden distinguir varios grupos:

  • El que cree que no quiere nada, el que dice que todo le da igual, el que vive en un perpetuo bostezo o en siesta permanente, aunque tenga los ojos abiertos y no ronque.

  • El que cree que lo quiere todo, lo primero que se le presenta y lo contrario de lo que se le presenta: marcharse y quedarse, bailar y estar sentado, masticar ajos y dar besos sublimes, todo a la vez.

  • El que no sabe lo que quiere ni se molesta en averiguarlo. Imita los quereres de sus vecinos o les lleva la contraria porque si, todo lo que hace está dictado por la opinión mayoritaria de los que le rodean: es conformista sin reflexión o rebelde sin causa.

  • El que sabe que quiere y sabe lo que quiere y, más o menos, sabe porque lo quiere pero lo quiere flojito, con miedo o con poca fuerza. A fin de cuentas, termina haciendo siempre lo que no quiere y dejando lo que quiere para mañana, a ver si entonces se encuentra mas entonado.

  • El que quiere con fuerza y ferocidad, en plan bárbaro, pero se ha engañado a si mismo sobre lo que es la realidad, se despista enormemente y termina confundiendo la buena vida con aquello que va a hacerle polvo.

  • Estos imbeciles, nunca llegan a vivir la buena vida.

    Lo contrario de ser imbecil, es tener conciencia, pero para lograr tener conciencia, hay que tener algunas cualidades innatas. La conciencia consiste en:

  • Saber que no todo da igual porque queremos realmente vivir y además vivir bien, humanamente bien

  • Estar dispuestos a fijarnos en si lo que hacemos corresponde a lo que de veras queremos o no.

  • A base de practica, ir desarrollando el buen gusto moral, de tal modo que haya ciertas cosas que nos repugne espontáneamente hacer

  • Renunciar a buscar coartadas que disimulen que somos libres y por tanto razonablemente responsables de las consecuencias de nuestros actos.

  • Lo que se viene a decir, es que hay que evitar el mal por una especie de egoísmo. Solo deberíamos llamar egoísta al que sabe de verdad lo que le conviene para vivir bien y se esfuerza para conseguirlo

    CAPITULO SÉPTIMO

    PONTE EN SU LUGAR

    Lo que hace humana a la vida es transcurrir en compañía de humanos, hablando con ellos pactando y mintiendo, siendo respetado o traicionado..

    Vamos a analizar lo que hacen esos que llamamos”malos”. Si se comportan de manera hostil y despiadada con sus semejantes es porque sienten miedo, o soledad, o porque carecen de cosas necesarias que otros muchos poseen: desgracias. O porque padecen la mayor desgracia de todas: la de verse tratados por la mayoría sin amor ni respeto.

    Ahora bien: si cuanto mas feliz y alegre se siente alguien menos ganas tendrá de ser malo, ¿ no habría que intentar fomentar la felicidad de los seres humanos?.

    Pero por fin llegamos a la pregunta clave: ¿ En que consiste tratar a las personas como a personas, es decir, humanamente? La respuesta es sencilla: consiste en intentar ponerse en su lugar. En otras palabras, hay que comprenderle desde dentro, adoptar su propio punto de vista. Siempre que hablamos con alguien lo que hacemos es establecer un terreno en el que quien ahora e yo sabe que se convertirá en tu y viceversa. Ponerse en el lugar de otro es algo más que el comienzo de toda comunicación simbólica con el: se trata de tomar en cuenta sus derechos, y cuando los derechos faltan, hay que comprender sus razones.

    Mas resumidamente, ponerte en el lugar de otro es tomarle en serio.

    Todos los intereses son relativos, excepto uno, el único interés absoluto: el interés de ser humano entre los humanos, de dar y recibir el trato de humanidad sin el que no puede hacer buena vida..

    Y al ponerte en su lugar debes participar de algún modo en sus pasiones y sentimientos, en sus dolores, anhelos , y gozos. Se trata de sentir simpatía por el otro, es decir, ser capaz de experimentar en cierta manera al unísono con el otro, no dejarle del todo solo ni en su pensar ni en su querer.

    Tomarle en serio no significa darle siempre la razón, ni comportarte como si seas idéntico a el.

    Resumiendo, el debe seguir siendo él, y tu tienes que seguir siendo tú.

    CAPITULO OCTAVO

    TANTO GUSTO

    Cuando la gente habla sobre Moral, la mayoría de ellos se refiere al sexo, y eso es falso, ya que el sexo, de por si, no hay nada mas inmoral que en la comida o en los paseos por el campo. La función básica del sexo es la procreación.

    Pero la experiencia sexual no puede limitarse a la función procreadora.. sino que también produce otros muchos efectos, por ejemplo la poesía lírica y la institución matrimonial. Cuanto mas se separa el sexo de la simple creación, menos animal y mas humano resulta.

    Lo que se agazapa en toda esa obsesión sobre la “inmortalidad” sexual no es mas ni menos que uno de los mas viejos temores sociales del hombre: el miedo al placer.

    Y como el placer sexual destaca entre los más intensos y vivos que pueden sentirse, ¿por qué asusta? La respuesta es sencilla: porque nos gusta demasiado. El placer nos distrae a veces mas de la cuenta, cosa que puede resultarnos fatal. Pero por otro lado están los que solo disfrutan no dejando disfrutar. Es decir, tiene tanto miedo a que el placer les resulte irresistible, que se angustian tanto pensando lo que les puede pasar si un día le dan de verdad gusto al cuerpo, que se convierten en calumniadores profesionales del placer. Dicho todo esto en una frase: nada es malo sólo por el hecho de que te de gusto hacerlo.

    A los calumniadores profesionales del placer se les llama puritanos. Y estos creen que cuando uno vive bien tiene que pasarlo mal y que cuando uno lo pasa mal y que cuando uno lo esta pasando mal es porque esta viviendo bien.

    El placer es muy agradable pero tiene una fastidiosa tendencia a lo excluyente: si te entregas a él con demasiada generosidad es capaz de irte dejando sin nada con el pretexto de hacértelo pasar bien.

    Pero ¿cuál es la mayor gratificación que puede darnos la vida? La respuesta es sencilla: lo máximo que podemos obtener sea de lo que sea es la alegría. Pero ¿qué es la alegría? Es un si espontáneo a la vida que nos brota de dentro, a veces cuando menos lo esperamos. Un si a lo que somos, o mejor a lo que sentimos ser..

    El arte de poner el placer al servicio de la alegría, se le llama templanza. Se trata de una habilidad fundamental del hombre libre pero hoy no esta muy de moda: se la quiere sustituir por la abstinencia radical o por la prohibición policíaca. Pero también es amistad inteligente con lo que no hace disfrutar.

    CAPITULO NOVENO

    ELECCIONES GENERALES

    ¿Por qué tienen tan mala fama los políticos? A fin de cuentas, en una democracia, políticos somos todos, directamente o por la representación de otros.

    Solo los gobernantes que no llegan al poder por medio de elecciones generales basan su prestigio en que se les tenga por diferentes al común de los hombres. Como son distintos a los demás se consideran con derecho a mandar sin someterse a las urnas ni a escuchar la opinión de cada uno de sus conciudadanos. En cambio, quienes desean alcanzar sus cargos por vía electoral procuran presentarse al publico como gente corriente, muy humanos, con las mimas aficiones, problemas y hasta pequeños vicios que la mayoría cuyo refrendo necesitan para gobernar. Pero entonces ¿de donde viene su mala fama electoral? Primero, ocupan lugares especialmente visibles en la sociedad y también privilegiados. Sus efectos son mas públicos que los de las restantes personas, además, tiene mas ocasiones de incurrir en pequeños o grandes abusos que la mayoría de los ciudadanos de a pie.

    Ahora vamos a analizar las diferencias entre la ética y la política. Primero, la ética se ocupa de lo que uno mismo hace con su libertad, mientras que la política intenta coordinar de la manera mas provechosa para el conjunto lo que muchos hacen con sus libertades. En ética lo importante es querer bien, y en política lo que cuenta son los resultados de las acciones.

    Pero,¿como será la organización política preferible?

  • Como todo proyecto ético parte de la libertad el sistema político tendrá que respetar al máximo las facetas publicas de la libertad humana.

  • Dentro del sistema político tiene que existir la justicia

  • Tiene que reconocer su dignidad de semejante sino también en simpatizar con sus dolores, con las desdichas que pueden afligirnos a todos.

  • Quien desee la buena vida para si mismo, de acuerdo al proyecto ético, tiene también que desear que la comunidad política de los hombres se base en la libertad, la justicia y la asistencia.

    EPILOGO

    TENDRAS QUE PENSÁRTELO

    Se despide Fernando Savater animándonos a que continuemos leyendo sobre ética a filósofos de mayor renombre que él. Pide que no desea que sea tomado demasiado en serio y nos expone de nuevo la vida como algo maravilloso, la “buena vida”, claro está. 

    OPINIÓN PERSONAL

    El libro me ha gustado bastante para lo complicado que es todo lo que quiere decir el autor, y me gusta porque lo he entendido todo. Me gusta, también, la forma de expresarse de Fernando Savater comparando las cosas con sucesos ya narrados por otras personas y también que cuenta lo que quiere decir explicándose bien y dándole a casi todo un toque de humor, que hace la lectura un poco más amena de lo que ya lo es. En este libro se nos enseña el verdadero significado de la palabra “ética”, y de todos los componentes que se relacionan con ella de una manera muy actual.

    ETICA PARA AMADOR

    FERNANDO SAVATER




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    Enviado por:Carlos
    Idioma: castellano
    País: España

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