• Ficha Bibliográfica:

Autor: Fernando Savater

Título: Ética para Amador

Editorial: Ariel

Nº de páginas: 191

La respuesta es la conclusión “c”, es decir, el libro trata fundamentalmente del tema de la ética y de lo que ésta conlleva, pero a la vez nos habla de cómo se puede llevar una vida más o menos aconsejable, de saber cómo responder ante los diversos obstáculos o problemas que se presentan en las vidas de los seres humanos => cómo vivir la vida. Todo esto usando la libertad.

Principalmente, deberíamos relacionar la Ética con la palabra Libertad. En un principio se nos plantea la diferencia entre el hombre y el resto de seres vivos. Y, esa diferencia, a parte de que los hombres podemos razonar y el resto no, es que el hombre posee libertad, tiene capacidad para elegir qué hacer, qué comer, con quién estar, cómo comportarse, etc, mientras que los animales no tienen elección, pues sus actos están dictados por la Naturaleza, es decir, los animales actúan haciendo caso y siguiendo a sus instintos. Por ello, ya que el hombre tiene el privilegio de poder elegir qué hacer en su vida, es recomendable que desde pequeño, sepa ciertos conocimientos que le serán imprescindibles para llevar una “buena vida” (que es uno de los objetivos que tiene este libro). Debe saber que hay cosas que le convienen y otras que no, que hay cosas buenas y cosas malas. De todo esto se le debe hablar y se le debe enseñar para que aprenda, desde su infancia, a diferenciarlo. Y a la vez, debe ser consciente de que habrá ocasiones en que le resultará complicado saber distinguir entre una cosa y otra, y en consecuencia, habrá veces en las que se equivocará y cometerá errores.

En todo esto vemos la clara relación entre la Ética y la libertad. Esa libertad que se nos está permitida para poder elegir lo que nos convenga en cada momento concreto de nuestra vida. Y a la vez, observamos (al igual que en el punto anterior) que esta autonomía, junto con la ética, nos sirve para guiar nuestra vida y para aprender a vivir la vida.

Añadiría otro de los actos más importantes de los que el ser humano goza: el motivo funcional. Este tipo de acto, que engloba a varios distintos, es el que te induce a aquellos gestos que haces como puro y directo instrumento para conseguir algo, ya sea bajar la escalera para llegar a la calle en vez de saltar por la ventana, o, coger el autobús para ir al colegio, etc.

Por otra parte, me limitare a explicar un poco cada uno de los actos que aparecen en el enunciado, a fin de que la respuesta quede, de una manera u otra, un poco más completa. Las órdenes, que son las que alguien te manda para que hagas tal o cual cosa; las costumbres, que consisten en la repetición de alguna acción casi de forma automática o bien porque la gente de tu alrededor se comporta así habitualmente; y, los caprichos, cuyo motivo principal parece que es la ausencia de motivo, sin más, lo haces porque te apetece. Cada uno de estos motivos inclina tu conducta en una dirección u otra, explica más o menos tu preferencia por hacer lo que haces frente a las otras muchas cosas que podrías hacer.

- Moral: Es el conjunto de comportamientos y normas que tú, yo y algunos de quienes nos rodean solemos aceptar como válidos.

- Ética: Es la reflexión sobre por qué los consideramos válidos y la comparación con otras “morales” que tienen personas diferentes.

La moral y la ética consisten en aprender a cómo emplear bien la libertad que tenemos.

NO, ya que se puede ser buen hombre o buena mujer de muchas maneras y las opiniones que juzgan los comportamientos suelen variar según las circunstancias. De modo que, desde fuera no es fácil determinar quién es bueno y quién malo. Habría que estudiar no sólo todas las circunstancias de cada caso, sino hasta las intenciones que mueven a cada uno.

Este “Haz lo que quieras…” nos está invitando a vivir como queramos pero de una manera honrada, pensando en los demás y no sólo en ti mismo. Esto nos ayudaría a llevar una buena vida, pero como somos personas y tenemos libertad y capacidad para elegir, debemos tener una visión de futuro (aunque sepamos que antes o después vamos a morir), y saber que hacer lo que en un determinado momento nos apetece (que nos llevaría a hacer lo que quisiésemos). En un futuro, no sabemos si lejano o no, nos puede llevar a un arrepentimiento, por no haber pensado bien lo que íbamos a hacer.

También debemos tener claro, cómo queremos llevar nuestra vida. Podemos elegir llevar una vida buena, aconsejable, actuando de buena fe, y considerando a las demás personas, o llevar una vida pensando en nosotros mismo, actuando de cualquier manera, sin importarnos lo que le pueda pasar a la gente que nos rodea y nos quiere. En nuestra vida podemos elegir hacer las cosas bien o hacerlas mal, pero elijamos una cosa u otra debemos ser consecuentes con nuestra decisión. Debemos tratar a las personas como queremos que nos traten a nosotros. Si ayudamos a hacer la vida más fácil a nuestro prójimo, nosotros mismos nos veremos beneficiados porque la vida del que está a nuestro lado será mejor y más feliz, y esa felicidad repercutirá en nosotros porque la relación que tengamos será mucho más agradable para las dos partes.

A parte de los recuerdos de infancia hace también alusiones a tema del placer y de la riqueza/ fortuna a fin de entender esto último como una estupenda manera de llevar una buena vida y de conseguir una satisfacción y felicidad. Aunque todos los placeres de la vida son buenos, siempre y cuando no se abuse de ellos, debemos ser conscientes de que unos nos convienen más que otros.

Cuando se abusa de algún placer, lo que ocurre es que este abuso empobrece y simplifica nuestra vida porque acabamos estando tan obsesionados con ese placer en particular, que ya no nos interesa nada más, ni relacionarnos con otras personas, ni con cosas. Nuestra vida se centra en conseguir ese placer, entonces ese placer acaba siendo un vicio. Es de esta manera como Kane se da cuenta en el lecho de su muerte que lo que más ama no es el dinero sino la compañía y la comprensión de otros. Comprende que ha estado toda su vida cegado por la fortuna y que no ha intentado establecer unos vínculos afectivos con la gente de su alrededor. Y esto es lo que hace que cuando se mira en el espejo veo a una persona solitaria y, sobre todo, muy codiciosa: se da cuenta de que el amor, la alegría, la paz y sentimientos de este tipo no se pueden conseguir mediante los objetos, sólo mediante el trato entre personas.

Por otra parte, vislumbra que el mundo es un lugar peligroso para la gente que cree en valores como la amistad, la ayuda, la paz… porque todos piensan en una única cosa: el dinero. Es por eso por lo que mucha gente le envidiaba. Sin embargo, nadie comprende que el dinero no atrae la felicidad, sino que la aleja para atraer otras más peligrosas, tales como la violencia, la codicia, la estupidez, etc.

Con esta frase se nos está intentando transmitir en concepto de la libertad. Libertad es poder decir si o no ante una situación en concreto, o sea es poder decidir sobre algún aspecto de la vida que te pueda influir de cierta manera. La libertad es uno de los principios fundamentales (a parte del razonamiento, etc.) que diferencia a los hombres de los animales y las plantas, ya que éstas, ante el mismo estímulo reaccionan siempre igual. En cambio, los hombres tienen la posibilidad de decidir de distinta manera ante un estímulo que anteriormente se le ha presentado.

Aunque queramos quedarnos sin libertad no podremos, pues la libertad es “obligatoria” para nosotros, no podemos renunciar a ella aunque queramos. El hombre, sólo por ser hombre, por su condición racional, es libre. Al ser humano no se le puede obligar a hacer algo en contra de su voluntad (salvo casos excepcionales), ya que la decisión de actuar o no ante algo es suya propia. Después, puede que halla un castigo o un beneficio, pero lo importante es que la decisión ha sido tuya; y es por ello que el único que asume los “riesgos” eres tu.

Un ejemplo que se relaciona muy bien con el tema de la libertad es el de un preso. A éste se le puede arrebatar la libertad física, pero jamás se le podrá arrebatar la libertar psicológica. Así, que hagamos lo que hagamos la libertad irá siempre con nosotros.

Principalmente me he quedado con la relación tan sutil que Savater realiza acerca de la ética y la libertad. Antes de leer este libro estos dos términos me parecían incompatibles por el simple hecho de mi incultura acerca de la existente relación entre moral y filosofía. Por otra parte, el análisis de la libertad como aspecto fundamental de la persona me ha parecido bastante extensa y a la vez muy directa. Me explico. Todo lo establecido acerca de la libertad (relación entre ética, ser humano…) no se puede encontrar en cualquier sito, Por lo tanto, por el simple hecho de tener amplias definiciones podemos considerar este libro como un verdadero manual de vivir la vida y, a la vez, de saber vivir éticamente (tal y como aparece al principio del libro).

También me he quedado con ciertas ideas (o recuerdos) acerca de lo que supone el tener una relación abierta al mundo (en el caso del ciudadano Kane) y no quedarse encerrado en la fortuna, ya que ésta lo único que trae es incomunicación, soledad y mucha envidia por parte de personas de alrededor.

Además, me he quedado con una frase bastante interesante, por lo menos, desde mi punto de vista personal. Es la ésta: si nuestra vida fuera algo completamente determinado y fatal, irremediable, todas estas disquisiciones carecerían del más mínimo sentido.

Finalmente, diré que hay un dicho de Erich Fromm que me ha gustado mucho por su sencillez y a su vez por su profunda comprensión del alma humana.

“En el arte de vivir, el hombre es al mismo tiempo el artista y el

objeto de su arte, es el escultor y el mármol, el médico y el paciente.”

Estas serían algunas de las ideas o conceptos principales con los que me he quedado. Claro está que no voy a comenzar a escribir de todo lo que me acuerdo, pues esto podría acabar en una redacción tipo Biblia (por decirlo de alguna manera).

Los tres conceptos que, en opinión de Savater, definen el término conciencia, son los siguientes:

- Uno puede lamentar haber obrado mal aunque esté razonablemente seguro de que nada ni nadie va a tomar represalias contra él => remordimientos. ¿De dónde vienen estos remordimientos? Está claro: de nuestra libertad.

- De lo que se trata es de tomarse en serio la libertad, o sea, de ser responsable.

- Lo que llamamos “remordimiento” no es más que el descontento que sentimos con nosotros mismos cuando hemos empleado mal la libertad, es decir, cuando la hemos utilizado en contradicción con lo que de veras queremos como seres humanos. Y ser responsable es saberse auténticamente libre, para bien y para mal.

La frase a la que nos referimos es la siguiente:

“Responsabilidad es saber que cada uno de mis actos me va construyendo, me va definiendo, me va inventando. Al elegir lo que quiero hacer voy trasformándome poco a poco. Si obro bien cada vez me será más difícil obrar mal (y al revés, por desgracia): por eso lo ideal es ir cogiendo el vicio… de vivir bien.”

Se trata de la obra titulada “El retrato de Dorian Grey”.

La idea fundamental de la Ética según Savater se compone de varias partes, o sea, no es únicamente una idea la que nos propone, no. Su “idea” está estructurada en diversas partes, todas de igual importancia, eso sí. De esta forma, hay ideas mezcladas de lo referente a la vida y, por otra parte, cosas relacionadas con el ser humano. La Ética es así, tal y como dijimos en el primer punto (mezcla de vivir la vida junto con ciertas dosis de Ética).

La primera idea es la siguiente: al comportarme ante mis semejantes como enemigo, aumento sin duda las posibilidades de que ellos se conviertan sin remedio en enemigos míos también; y además pierdo la ocasión de ganarme su amistad o de conservarla si en principio estuviesen dispuestos a ofrecérmela.

Ningún bicho, por cariñoso que sea, puede darme tanto como otro ser humano, incluso aunque sea un ser humano algo antipático.

Una de las características principales de todos los humanos es nuestra capacidad de imitación. La mayor parte de nuestros gustos los copiamos de los demás. Si no fuésemos tan copiones, constantemente cada hombre debería empezarlo todo desde cero.

¿En qué consiste tratar a las personas como a personas, esto es, humanamente? Respuesta: consiste en que intentes ponerte en su lugar. Reconocer a alguien como semejante implica sobre todo la posibilidad de comprenderle desde dentro, de adoptar por un momento su propio punto de vista. Ponerse en el lugar de otro es algo más que el comienzo de toda comunicación simbólica con él: se trata de tomar en cuenta sus derechos. Y cuando los derechos faltan, hay que comprender sus razones. Pues eso es algo a lo que todo hombre tiene derecho frente a los demás hombres, aunque sea el peor de todos: tiene derecho - derecho humano - a que alguien intente ponerse en su lugar y comprender lo que hace y lo que siente. Aunque sea para condenarle en nombre de leyes que toda la sociedad debe admitir. En una palabra, ponerte en el lugar de otro es tomarle en serio, considerarle tan plenamente real como a ti mismo.

El único interés absoluto que uno tiene es: el interés de ser humano entre los humanos, de dar y recibir el trato de humanidad sin el que no puede haber “buena vida”.

Tomarte al otro en serio, es decir, ser capaz de ponerte en su lugar para aceptar prácticamente que es tan real como tú mismo, no significa que siempre debas darle la razón en lo que reclama o en lo que hace.

De manera rápida se puede observar, que la idea fundamental de la que nos habla Savater se compone de diferentes aspectos, tanto humanos como éticos.

- Primer argumento: Los años nos van quitando sin cesar posibilidades de gozo, por lo que no es prudente esperar demasiado para decidirse a pasarlo bien. Si tardas mucho en pasarlo bien, terminas por pasar de pasarlo bien. Hay que saber entregarse al saboreo del presente. Pero esto no quiere decir que tengas que buscar hoy todos los placeres sino que debes buscar todos los placeres de hoy.

- Segundo argumento: Lo bueno es usar los placeres, es decir, tener siempre cierto control sobre ellos que no les permita revolverse contra el resto de lo que forma tu existencia personal. Usar los placeres es no permitir que cualquiera de ellos te borre la posibilidad de todos los otros y que ninguno te esconda por completo el contexto de la vida nada simple en que cada uno tiene su ocasión.

- Tercer argumento: Cuando un placer te mata, o está siempre - para darte gusto - a punto de matarte o va matando en ti lo que en tu vida hay de humano (lo que hace tu existencia ricamente compleja y te permite ponerte en el lugar de los otros)… es un castigo disfrazado de placer, una vil trampa de nuestra enemiga la muerte.

Al arte de poner el placer al servicio de la alegría, es decir, a la virtud que sabe no ir a caer del gusto en el disgusto, se le suele llamar desde tiempos antiguos templanza.

La templanza es amistad inteligente con lo que nos hace disfrutar.

- Puntos comunes: La ética es el arte de elegir lo que más nos conviene y vivir lo mejor posible; el objetivo de la política es el de organizar lo mejor posible la convivencia social, de modo que cada cual pueda elegir lo que le conviene.

- Diferencias: La ética se ocupa de lo que uno mismo (tú, yo o cualquiera) hace con su libertad, mientras que la política intenta coordinar de la manera más provechosa para el conjunto de lo que muchos hacen con sus libertades. En la ética, lo importante es querer bien, porque no se trata más que de lo que cada cual hace porque quiere (no de lo que le pasa a uno quiera o no, ni de lo que hace a la fuerza). Para la política, en cambio, lo que cuenta son los resultados de las acciones, se hagan por lo que se hagan.

La política debe, o mejor dicho, tiene que estar por encima dela Ética. ¿Por qué? La respuesta resulta bastante sencilla. Anteriormente hemos dicho que la política se encarga de establecer un bien común al provecho de la sociedad en general; en cambio, la ética solamente busca el bien y la satisfacción o felicidad personal, sin pensar en los demás. Estas sería la mayor diferencia a destacar entre las dos. Por lo tanto, siendo la política la que rige las normas de conducta de la sociedad al completo podemos afirmar casi de forma segura que nunca habrá un caos en el país por culpa de una mala estructuración de los pilares básicos: poder judicial, poder político, economía, etc. En otras palabras, siguiendo las bases implantadas nos podemos cerciorar de que todos los españoles, en grupo, tiraremos para adelante con el país, ya que éste es por el bien de los demás. Así pues, la política se encarga de que nadie se aproveche de una manera radical de los distintos apartados de la nación y, por otro lado, se encarga de ofrecer unos beneficios en grupo y no personales, como lo hace la ética. La ética estaría en un segundo plano. Serviría fundamentalmente para producir ese gozo y esa satisfacción personal que cada uno necesita a lo largo de su vida. En este caso, la persona no se compromete con los demás, con el país para llevar a cabo unos objetivos, sino que simplemente intenta vivir de la mejor manera posible. Si estuviese la ética por encima de la política, rápidamente veríamos como el país se va a pique.

La palabra clave es dignidad.

A la condición que puede exigir cada humano de ser tratado como semejante a los demás, sea cual fuere su sexo, color de piel, ideas o gustos, etc., se le llama dignidad. Y fíjate qué curioso: aunque la dignidad es lo que tenemos todos los humanos en común, es precisamente lo que sirve para reconocer a cada cual como único e irrepetible.

… elegir lo que más nos conviene y vivir lo mejor posible.

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